Está en la página 1de 11

2.

origen y descripción
La pitahaya es una fruta que se encuentra en países centroamericanos y en la
selva peruana. El árbol crece en climas tropicales es muy resistente a la
sequía, es similar a la tuna, tiene gran cantidad de vitamina C.
Nombre científico: Hylocereus
trigonus.
Familia: cactaceae.
Descripción: es un exótico fruto,
aunque no es originaria de Perú, crece
en nuestra selva y en la América
tropical, existen dos versiones de esta
fruta, roja y amarilla. La de variedad
roja se cultiva en México, Nicaragua y
Vietnam, la amarilla es la que se
encuentra en Perú además de
Colombia, Venezuela, Ecuador.
2.1 área del origen
Origen: su origen es centroamericano
y se distribuye en Colombia,
Venezuela, Uruguay, Costa Rica,
Brasil, Panamá, México, Curazao.
Forma: ovoide.
Sabor: dulce.
Color: amarillo y rojo.
Tamaño: La roja mide 120 mm de largo y 75 de diámetro, la amarilla mide 90
mm aproximadamente y tiene un diámetro de 65 a 70 mm.
Uso: la fruta se puede consumir fresca o procesada, en la industria se puede
utilizar la pulpa de la pitahaya para fabricación de gelatinas, helados, yogures,
mermeladas, jaleas o refrescos.
Otros nombres: pitaya, cardo ananás, pitaja, flor del cáliz.

2.2 distribución secundaria


La fruta se produce en Costa Rica dentro de los denominados productos no
tradicionales, con un potencial de desarrollo que busca fortalecer a pequeños
productores de zonas con limitaciones agroecológicas, especialmente debido a
la carencia del recurso hídrico, por lo que su producción se ha desarrollado
básicamente en lo que conocemos como el Pacífico Central y Seco,
específicamente en Puntarenas (Cantón Central, Caldera y Montes de Oro) y
Guanacaste (Liberia, Cañas y La Cruz). Uno de los principales componentes
del sistema de distribución del producto fresco de primera calidad en Costa
Rica es el distribuidor minorista, siendo en su mayoría supermercados, quien
se encuentra en la mitad de la cadena y comercializa el producto como fruta de
temporada, exhibido en las áreas destinadas al despacho de frutas y vegetales.
Estos intermediarios juegan un rol importante ya que mantienen una relación
efectiva con los productores para desarrollar la logística requerida de
distribución, el manejo del producto en la pos cosecha y en los anaqueles de
los supermercados, entre otros. La especialización del distribuidor en estas
funciones ha facilitado el acceso directo del productor a la cadena de
supermercados y otras tiendas minoristas, donde la compra se hace
directamente y se transporta por medios propios del intermediario. Aquí es
importante destacar que los puntos minoristas donde se comercializa el
producto han tendido a aglutinarse en aquellas zonas geográficas donde existe
mayor concentración de población de origen nicaragüense (Crespo, 2008).
Por otro lado, es importante mencionar los servicios de alimentación que
también están en la mitad de la cadena de distribución, ya que ellos se
encargan de utilizar el producto que no califica para ser distribuido a través de
las cadenas de supermercados, de igual manera, mantienen una relación muy
estrecha con los productores para poder disponer de todos estos productos
durante la época de producción, que se extiende de mayo a setiembre. En este
caso específico, al producto se le da valor agregado, y es transformado en
pulpa para la elaboración de bebidas refrescantes, utilizadas como parte del
servicio de comidas que prestan.

2.3 distribución en Perú

Agrícola La Bretaña ha iniciado el cultivo de fruto tropical de agradable sabor


que puede desarrollarse en suelos no explotados.
En el fundo La Bretaña, ubicado en la margen izquierda de los ríos Tarma y
Chanchamayo, en el distrito de San Ramón (Chanchamayo, Junín) se ha
iniciado el cultivo de un fruto tropical de gran demanda denominado
Pitaya, conocido también como la “fruta del dragón” por su curiosa apariencia
de escamas que rodean la pulpa, y que será lanzado al mercado interno para
incrementar la oferta de fruta fresca.
La producción de nuevos frutales amazónicos es limitada, estacional, de baja
calidad, mientras que las frutas "tradicionales" provenientes de plantaciones
comerciales, tienen sobreproducción estacional y baja rentabilidad para los
agricultores. Es por esto que la empresa Agrícola La Bretaña SAC decidió
incursionar en una investigación aplicadas que –con el cofinanciamiento del
FIDECOM del Ministerio de la Producción, y la colaboración de la Fundación
para el Desarrollo Agrario de la Universidad Nacional Agraria La Molina- le ha
permitido contar con la tecnología adecuada para el cultivo y el control de las
plagas y enfermedades de la Pitaya identificadas en la zona del proyecto, de
clima tropical húmedo con precipitaciones, propicio para el desarrollo de este
producto agrícola.
No hay tecnologías nuevas disponibles que faciliten la inversión y que estén
vinculadas al mercado, lo cual limita a las PYME para orientarse a nuevos
cultivos, señalan los responsables de Agrícola La Bretaña SAC. Es por ello
que la empresa ha impulsado este nuevo cultivo, previendo que, en el presente
año, comenzará con esta oferta en nuestros mercados, la cual irá
incrementando en 10%, durante los próximos cinco años.
La Pitaya (Selenicerius spp), es un fruto nativo de México y América Central,
perteneciente a la familia de las cactáceas o suculentas. Posee una cáscara de
color rojo intenso o amarillo, su pulpa contiene pequeñas semillas negras, y se
puede consumir como fruta fresca así como en refrescos y cócteles.
Un equipo técnico capacitado en el cultivo de Pitaya, así como en el manejo del
sistema de riego por goteo, junto con la tecnología generada y la experiencia
ganada, permitirán la expansión del cultivo en los años siguientes. Para ello, se
ha establecido una metodología para el manejo integrado de plagas y
enfermedades más comunes con sub respectivo manual.
El cultivo de la Pitaya se puede promover en suelos que no son explotados con
opciones rentables, expandiendo los cultivos e inclusive agricultores de
Chanchamayo, o zonas de ecología similar, serán beneficiados con la
tecnología y el mercado a desarrollar, ya que podrán replicar esta tecnología.

2.4 estatus migratorio en Perú

2.5 exótica
Por su valor energético de 210 Kj/100 g. es considerada una fruta de muy
alta importancia, pues los beneficios de la pitahaya se asocian al retraso del
envejecimiento, mejoramiento del sistema inmunológico, disminuye el
estreñimiento y fortalecimiento de los dientes y huesos. Considerándose
antitumoral, antioxidante, laxante y antiinflamatorio.
A continuación, un aproximado de la relación del contenido de la pitahaya y su
utilidad:
Componente de la fruta (para que sirve)
Agua 83,7 % (Hidratación corporal)
Proteína vegetal 0.4 % (Energizante)
Carbohidratos 13.2% (Energizante)
Azúcar 8 gr. (Energizante)
Vitamina A 0.012 gr. (Fortalece la memoria)
Vitamina C 9 gr. (Fortalece el sistema inmunitario y la formación de colágeno)
Vitamina B1 (Hidratación de la piel, reduce los niveles de colesterol LDL,
energizante y aumenta el apetito)
Vitamina B2 0.045mg
Vitamina B3 0.430 mg
Calcio 8.8 gr. (Fortalecimiento de huesos y dientes)
Fósforo 36.1 mg. (Regeneración de glóbulos rojos, blancos y plaquetas)
Hierro 0.65 mg.
Potasio, cromo, magnesio
Fibra 0.7% / 1 gr. (por cada 100gr. de fruta fresca) (Mejora el tránsito intestinal)
Ácido ascórbico (antioxidante) 8.0mg/100gr. (Destrucción de los radicales libres
en el cuerpo que pueden causar cáncer, problemas cardiovasculares y daños
en la piel)
Calorías 60 (3% del valor nutricional diario recomendado)
La pitahaya es un fruto de bajo valor calórico, ya que apenas contienen
hidratos de carbono. Se destaca el contenido de vitamina C en la variedad roja,
no así en la amarilla. La porción comestible supone un 55% del peso total.

5. biología y ecología

5.1 propagación, distribución y germinación

La multiplicación más usual de la pitahaya es mediante propagación vegetativa


por medio de estacas. La propagación por semillas no es aconsejable, ya que
es un proceso muy lento, pudiendo transcurrir para ser una planta productiva,
al menos 7 años.

La propagación vegetativa por esquejes consiste en cortar tallos de unos 25-


30cm de longitud procedentes de plantas madre. Los tallos seleccionados
deben ser de al menos dos años de edad. Seguidamente, se deben dejar
cicatrizar durante 3-7días a la sombra. A posteriori se procede a la siembra en
bolsas de vivero de 20x30cm. Antes de esta labor es recomendable la
desinfección de las vainas con fungicidas y bactericidas y el sustrato empleado
debe tener una buena capacidad de drenaje y ser rico en materia orgánica.
Además, resulta importante inocularlo con micorrizas.

Las estacas se deben colocar con la misma orientación que tenían en la planta
madre, cortando el extremo apical para interrumpir la dormancia y que la
emisión de brotes sea más rápida. Los riegos han de ser periódicos, así como
la eliminación de malas hierbas. En estas condiciones, el material vegetal debe
permanecer unos 3-4 meses antes del trasplante definitivo.

- Preparación de suelo: La preparación del suelo se debe realizar al menos un


mes antes de la plantación. Para ello, se debe dar una labor de subsolado para
mantener el suelo aireado y con buena capacidad de drenaje. Es
recomendable realizar un análisis de suelo para llevar a cabo la aportación de
enmiendas y correcciones necesarias.

- Plantación: La plantación de pitahaya, previamente enraizada, se lleva a cabo


al inicio del invierno. Por el contrario, si se realiza durante la estación seca, se
debe dar un riego abundante tanto antes de la siembra y como después de la
misma, así como incorporar materia orgánica (hojarasca, aserrín, etc.) para
evitar altas temperaturas y reducir las pérdidas de humedad.

La plantación también se puede llevar a cabo por medio de siembra directa de


estacas. Este tipo de plantación, se realiza a mediados de otoño. Es
recomendable colocar tres vainas por soporte, siendo el marco de plantación
más usual de 3x3m y orientación norte-sur. Para una plantación intensiva, se
recomienda un marco de 3x1,5m.

Durante la colocación de las plantas enraizadas, se debe retirar la bolsa de


plástico sin dañar las raíces. Por último, es conveniente realizar un aporcado
de tierra alrededor de las plantas.

- Tutorado: Esta labor se lleva a cabo al inicio de la plantación. Existen dos


tipos de tutores:

Vivos: Deben ser árboles de rápido crecimiento y enraizamiento, de corteza


suave, resistentes a plagas y enfermedades y que no sean hospederos de
plagas y enfermedades que afecten a la pitaya. Este tipo de tutor tiene la
ventaja de ofrecer a la pitahaya la sombra que necesitan. De todos modos, se
deben podar frecuentemente con el fin de evitar rebrotes que compitan por la
luz solar. Algunas de las plantas más frecuentes son: Madero Negro (Gliricidia
sepium), Helequeme (Erithrina poepigiana) y Chilamate (Ficus alobata).

Inertes: Estos tutores normalmente son de madera y deben ser resistentes, ya


que tienen que soportar el peso de la planta de pitahaya.

Los sistemas de tutorado más utilizados son los siguientes:


Sistema tradicional: Este sistema consiste en la colocación de un tutor junto a
la plántula. El tutor debe ser de al menos 3m de largo con un diámetro superior
a 10cm y capaz de soportar el peso de la planta.

Sistema de espaldera tradicional: Este método consiste en la colocación de


soportes de 2,5m de alto, separados a una distancia de 3m. Los postes quedan
unidos por dos alambres cubiertos con una manguera para evitar que la planta
sufra daños. Un alambre se sitúa en la parte superior del poste y el otro a 50cm
desde el suelo. Es recomendable colocar un tutor de apoyo junto a cada planta,
con el fin de ayudar a ésta a alcanzar la parte superior de la espaldera.

Sistema de espaldera el “T”: Con este sistema las ramas productivas cuelgan
sobre las calles, facilitando así la cosecha del fruto. Consiste en colocar una
serie de postes de unos 2m de alto y en forma de “T” sobre un eje principal. La
distancia entre postes suele ser de 3m y, generalmente son de madera. En
cada extremo se sujeta una hilera de alambre galvanizado cubierto de una
manguera.

- Poda: La pitaya es una planta que crece muy rápido, formando una masa
densa de tallos. Por este motivo, la poda es una labor imprescindible para
mantener la plantación en buenas condiciones. Existen varios tipos de poda:

Poda de formación: Esta poda se realiza desde el inicio de la plantación.


Consiste en la eliminación de todos los brotes dejando una o dos vainas hasta
que alcancen el extremo del soporte. Los tallos laterales deben ser eliminados.
Una vez alcanzada la cima, se debe despuntar la planta, permitiendo así el
desarrollo de vainas laterales desde el extremo.

Poda de limpieza: Esta poda consiste en la eliminación de aquellas vainas que


han sido afectadas por plagas o enfermedades y/o que se encuentren mal
ubicadas. El corte de los tallos se debe hacer en el entrenudo y el material
afectado debe quemarse o enterrarse fuera de la plantación.

Poda de producción: Esta poda se suele realizar a partir del tercer año de la
plantación. Consiste en la eliminación de las vainas improductivas situadas en
la parte inferior del tallo principal. El objetivo principal es mejorar la aireación,
permitir una mayor exposición a la luz solar, evitar el peso excesivo de la planta
y disminuir el exceso de humedad.

- Polinización: Existen variedades de pitaya tanto auto compatibles como auto


incompatibles. No obstante, se ha demostrado que la polinización cruzada de
forma manual da lugar a una producción mayor y de mejor calidad.

La polinización cruzada debe llevarse a cabo desde antes de la apertura de la


flor. Consiste en cubrir el estigma de una flor con el polen de otra flor diferente
o incluso de otra especie. Para ello, se recurre a la ayuda de un pincel. Por otro
lado, también es importante saber que el polen puede almacenarse durante 3-
9 meses a una temperatura aproximada de -18ºC.
- Fertilización: Previamente a la fertilización, es recomendable realizar un
análisis de suelo. Por lo general, la pitaya es una planta exigente en potasio y
nitrógeno, y en menor medida en fósforo. La aplicación del fertilizante, se
realiza en zanjas circulares alrededor de la planta.

Durante el verano, es conveniente realizar aplicaciones foliares de fertilizantes,


ya que favorecen la floración y la fructificación.

5.2 ciclo de vida


Las plantas de Pitaya pueden llegar a ser bastante grandes y difundidas, y por
lo tanto se deben plantar de 15 a 25 pies (4.5-6.1 m) o más de distancia de los
árboles, estructuras y líneas eléctricas. Un enrejado fuerte debe construirse
para que pueda soportar varios cientos de libras de peso de los tallos. Un
enrejado débil puede caer bajo el peso de una planta de pitaya madura. No se
deben usar alambres en el enrejado, ya que pueden cortar o dañar los tallos. Si
se utiliza alambre, debe estar cubierto por mangueras. Para la siembra en los
jardines de las casas, se puede construir un enrejado para las plantas
individuales que consiste en un poste central con una estructura en la parte
superior para apoyar la planta. Las plantas individuales pueden crecen también
en un árbol bajo o sobre un montón de piedras o bloques que servirían como
soporte.

Hay dos tipos de poda que deben llevarse a cabo para obtener la máxima
producción, salud y calidad de las frutas. La primera consiste en una poda de
conformación para guiar el crecimiento de las plantas hasta que alcancen la
parte superior del enrejado y se distribuyan luego por él. Esto implica la
eliminación de cualquier tallo lateral a lo largo del tallo principal hasta que
llegue al tope del enrejado, y la atadura del tallo principal a los postes del
enrejado. Poco después de que las plantas alcanzan la parte superior del
enrejado, la parte terminal se debe cortar para inducir ramas laterales, las que
deben ser atadas con simetría a los soportes del enrejado.

Las pitayas crecen rápidamente y


producen una extensa
distribución. Si no se hace ninguna poda posterior de aclareo, eventualmente
habrá una masa muy densa de tallos que reducirán la penetración de la luz a
los tallos bajos, lo que interfiere con la producción de frutos. Por otra parte, una
densa maraña de tallos pueden dar lugar a una mayor incidencia de insectos y
enfermedades. La poda de producción consiste en la extracción de las ramas
dañadas, enfermas o muertas así como los que llegan al suelo. También se
pueden quitar los tallos que interfieren con las prácticas culturales y la
cosecha. Se pueden eliminar de forma selectiva algunos tallos para garantizar
una buena sujeción del resto de la planta y de esta forma evitar la rotura de las
ramas y el hacinamiento. Las plantas de pitaya son vigorosas y puede ser
necesario podarlas de una a tres veces por año. La poda también induce a la
floración y una gran ramificación. Es mejor podar poco después de la cosecha
y eliminar todos los tallos resultantes de la poda del campo. Los recortes de los
tallos pueden llevarse a un lugar lejos del campo y compostarse.

Se debe esperar aproximadamente un mes después de la siembra o hasta que


las plantas empiezan a crecer para iniciar la fertilización. La fertilización en el
primer año debe ser frecuente (cada 2 meses) con aplicaciones ligeras de 0,25
libras (118 g) por planta. Se puede utilizar un 6-6-6, 8-3-9, 8-4-12, con 2-3%
de magnesio o alguna fórmula similar. La adición de 4 libras (1,2 kg) de
estiércol bien descompuesto o compost alrededor de la base de la planta, pero
sin tocar el tronco es recomendable durante el primer año. Para las plantas que
crecen en pH alto, en los suelos calcáreos, se debe utilizar un aerosol por
planta de 0.25-0.5 oz (7-15 g), de hierro quelado. Se puede aplicar una
pequeña cantidad de sulfato ferroso en la base de las plantas que crecen en
suelos de pH neutro y bajo. La estación lluviosa, durante la temporada cálida,
es la mejor época para la aplicación de los elementos menores. Durante el
segundo y tercer año, se aumenta gradualmente la cantidad de fertilizante seco
a 0.3-0.4 libras (136-182 g) por planta cada dos meses usando alguna de las
fórmulas anteriores. Se usa también un mayor aumento gradual de la cantidad
de estiércol o abono a cerca de 6 libras (2,7 kg) por planta, utilizando el mismo
número de aerosoles de elementos menores y aumentando gradualmente el
hierro quelado a 0.75-1.00 oz (22-29 g) por planta. Después del cuarto año se
debe aplicar 0,50 a 0,75 libras (227-341 g) de fertilizante por planta de las
fórmulas anteriores, con 3 a 4 aplicaciones por año, así como los elementos
menores y las recomendaciones de quelato de hierro. Aplicar estiércol o
compost a razón 5 libras (2,2 kg) en cada aplicación, dos veces al año.

Aunque las pitayas son miembros de la familia de los cactus y puede soportar
períodos de sequía, tienen una necesidad de agua bastante alta. Sin embargo,
la humedad excesiva en el suelo se traducirá en el desarrollo de enfermedades
bacterianas y de hongos. Un período seco resulta necesario para la inducción
de una floración abundante, pero una vez que las plantas estén en flor, los
períodos de sequía pueden resultar en una pobre producción.

5.3 fenología
E l crecimiento y desarrollo vegetal regularmente se describen en términos de
días calendario; sin embargo, determinar el desarrollo en términos de tiempo
térmico o tiempo fisiológico, requiere del conocimiento de la acumulación de
energía calórica para la ocurrencia de las etapas fenológicas de los cultivos
(Salazar et al., 2013). El tiempo térmico combina el tiempo cronológico con la
temperatura y se ha usado para predecir la fenología de los cultivos,
expresándose históricamente a través de diferentes términos: constante
térmica, unidades térmicas, unidades calor, grados día desarrollo y grados día
crecimiento (Miller et al., 2001). La temperatura es el elemento del clima más
determinante en el desarrollo de las plantas y los grados día desarrollo (GDD) o
unidades calor es el índice más utilizado para estimar las etapas de desarrollo
de los vegetales (Qadir et al., 2007). Nerd et al. (2002) establecieron que el
único elemento del clima que puede afectar la producción de flores en la
pitahaya (Hylocereus undatus) es la temperatura durante el verano, siendo
mínima la producción de botones florales en sitios con temperaturas entre 34
°C a 38 °C. En cuanto al factor precipitación, de acuerdo con Nobel y De la
Barrera (2002a), la pitahaya responde de forma inmediata a la incidencia de
lluvias, debido a su capacidad de incrementar la absorción neta de CO2
después de un periodo de estrés hídrico.
5.4 plagas, enfermedades y enemigos naturales
Plagas:
Muy pocos estudios se han realizado sobre las plagas de la pitaya amarilla.
5.4.1 Existen dos plagas claves, el chinche patón Leptoglossus zonatus
(Dallas)
(Hemiptera: Coreidae) (Figura 49) y la mosca del botón floral de la pitaya
Dasiops
saltans Townsend (Diptera: Lonchaeidae) (Figura 51). Además existen unas 27
plagas ocasionales (23 insectos, un ácaro, un ave y dos moluscos) (Medina y
Kondo, 2012).
Después de la etapa de enraizamiento, cuando se establece el cultivo en el
campo, se inicia el desarrollo vegetativo. En esta etapa de crecimiento, cuando
los brotes tienen una longitud mayor a 40 cm, se empiezan a ver daños de
los coleópteros Trachyderes interruptus Dupont (Coleoptera: Cerambycidae)
y Gymnetis spp. (Coleoptera: Scarabaeidae).
La etapa de floración de la pitaya amarilla dura en promedio 7 a 8 semanas de
acuerdo con la altitud del cultivo.
El botón floral tiene un crecimiento exponencial, lento en las dos o tres
primeras semanas en cuya etapa mide entre 0,5 a 3,0 cm, seguido por un
crecimiento rápido que al momento de antesis mide entre 60 a 70 cm (Medina,
1990).
Las primeras cuatro semanas es la etapa cuando ataca el chinche patón
Leptoglossus zonatus. El daño de los botones orales es causado por los
adultos y las ninfas de L. zonatus en los diferentes instares. Entre la tercera y
séptima semana es atacada por la mosca del botón oral Dasiops saltans y
ocasionalmente por otras dos especies de loncheidos, identificados como
Lonchaea longicornis Willinston y Neosilba batesi Curran (Medina y Kondo,
2012). Unos días previosa la antesis, la flor es atacada por la “abejita
cortadora”, Trigona sp. (Hymenoptera: Apidae: Meliponinae) (Medina y Kondo,
2012). La hormiga arriera, Atta cephalotes ataca tanto las partes vegetativas
de la planta, así como los botones orales y el fruto. En general, durante el
llenado de fruto no se presentan ataques de insectos. Es también necesario
podar las ramas muy largas que permiten en épocas húmedas que las
babosas y caracoles suban a los frutos y los raspen con las rádulas, dañando
la epidermis del fruto, y así disminuyendo la resentación del fruto para el
mercado (Medina y Kondo, 2012).Cuando ya se está completando el llenado
de fruto y el fruto tiene un color verde amarillo, en algunas zonas se presentan
los ataques de los loros o periquitos verdes del género Forpus sp. (Medina y
Kondo, 2012).
Permanentemente, las plantas de pitaya amarilla están expuestas a ataques en
la base o cuello de la planta por hormigas de fuego, Solenopsis sp.
(Hymenoptera: Formicidae) (Medina y Kondo, 2012).

El chinche patón Leptoglossus zonatus (Dallas)


Taxonomía
Nombre común: Chinche patón
Clase: Insecta
Orden: Hemiptera
Familia: Coreidae
Género: Leptoglossus Guérin-Méneville
Especie: Leptoglossus zonatus (Dallas)

Tecnología para el manejo de pitaya amarilla, Selenicereus megalanthus (K.


Schum. ex Vaupel) Moran, en Colombia
Figura 50. Arriba. Izquierda. Botón floral afectado por hongo, probablemente
Fusarium sp. Nótese micelio en la base del botón floral. Centro. Botón floral
sano.
Derecha. Botón floral afectado por L. zonatus. Nótese la coloración oscura de
las anteras y pistilos. Fotos por T. Kondo.
El chinche patón Leptoglossus zonatus (Figura 49, Izquierda) ataca en las
primeras cuatro semanas desde que aparecen los botones florales. El daño a
los botones florales es causado por los adultos y las ninfas en sus diferentes
instares.
El daño ocurre mediante la alimentación del insecto la cual realiza al succionar
la savia de la planta usando el aparato bucal chupador. La alimentación del
chinche patón, causa síntomas de clorosis en los cladodios (pencas) (Figura
49, Derecha). Los puntos de alimentación sirven de entrada para hongos y
bacterias, y los exudados de las heridas atraen otros insectos como hormigas
(Figura 49, Derecha) y cucarrones.
Los botones afectados por L. zonatus toman un color rojizo (Figura 50, Arriba-
Izquierda) en comparación con botones sanos que son de un color verdoso
(Figura 50, Arriba-Centro). Los botones florales afectados por L. zonatus se
distinguen de aquellos afectados por la mosca del botón floral, hongos y
Tecnología para el manejo de pitaya amarilla, Selenicereus megalanthus (K.
Schum. ex Vaupel) Moran, en Colombia problemas fisiológicos que también
son de color rojizo, porque las anteras y pistilos se tornan de un color oscuro.
Los botones afectados por hongos
comúnmente muestran crecimiento de micelio en la base del botón oral
(Figura 50, Abajo-Izquierda). Los botones afectados por la mosca del botón
floral contienen larvas, muestran daño de alimentación u orificios de salida de
las larvas del tercer instar. Los botones orales afectados por daños
fisiológicos
tienen anteras y pistilos sanos. Los daños causados por el chinche patón
frecuentemente pasan desapercibidos debido a que los chinches se desplazan
a otras plantas cuando se empiezan a manifestar los síntomas de daño. La
pitaya
amarilla no es un hospedero preferido de L. zonatus, y los daños ocurren
cuando
los lotes de pitaya amarilla están en la cercanía especialmente de cultivos de
maíz y cucurbitáceas donde habitan comúnmente.
La mosca del botón oral de la pitaya Dasiops saltans Townsend
Taxonomía
Nombre común: Mosca del botón oral de la pitaya amarilla
Clase: Insecta
Orden: Diptera
Familia: Lonchaeidae
Género: Dasiops Rondani
Especie: Dasiops saltans Townsend
La pitaya amarilla Selenicereus megalanthus (K. Schum. ex Vaupel) es una
fruta
tropical con gran aceptación en el mercado de Europa, gracias al excelente
sabor y suave textura. En cuanto al productor se refiere, es una fruta con
mucho potencial económico, con demanda sostenida y precios muy atractivos.
Colombia es el mayor exportador de pitaya amarilla en el mundo. Para la
exportación de esta fruta es importante disminuir los niveles de trazas de
pesticidas, adoptando programas de manejo alternativo para dar soluciones a
los principales problemas entomológicos y fitopatológicos.
La mosca del botón oral, Dasiops saltans (Figura 51) es un problema
fitosanitario de gran importancia que ocasiona pérdidas en la floración que
puede variar entre un 40% y 80% (Vergara y Pérez, 1988). En el municipio de
Fusagasugá (Cundinamarca), los lotes con mayor floración presentaron el
mayor porcentaje de pérdidas de botón floral (Vergara y Pérez, 1988). En las
zonas productoras de pitaya amarilla en el Valle del Cauca, la mosca del botón
floral se conoce como una plaga limitante ocasionando daños hasta del 80% en
los municipios de Restrepo, Bolívar y Trujillo (Delgado et al., 2010a).
Tecnología para el manejo de pitaya amarilla, Selenicereus megalanthus (K.
Schum. ex Vaupel) Moran, en Colombia Las denominadas moscas de las frutas
son insectos que causan las mayores pérdidas a las frutas cultivadas en el
mundo. Comprende diez familias de Tephritoidea (Colless & McAlpine, 1991),
de las cuales solamente los Tephritidae y los Lonchaeidae son referidos como
plagas de frutos.
Además de Ceratitis capitata y Anastrepha spp. (Tephritidae), algunas especies
de los géneros Dasiops y Neosilba (Lonchaeidae) también adquieren
importancia como plagas, ya que infestan ores y frutos de Passiflora spp.
(Passifloraceae) silvestres y comerciales (Norrbom y McAlpine, 1997).
Entre los problemas entomológicos se destaca la mosca del botón floral de
la pitaya D. saltans. Este insecto es la plaga de mayor importancia económica
en la pitaya amarilla, ya que se alimenta de las estructuras internas del botón
floral, ocasionando el deterioro y caída, y como resultado la disminución de la
producción potencial del cultivo.
5.4.2. Control natural
Según Delgado et al. (2010a) existe un gran vacío en cuanto a los enemigos
naturales de D. saltans. Durante estudios realizados en el campo no se han
observado enemigos naturales. En otra mosca del mismo género, D. inedulis
Steyskal, se han reportado varios enemigos naturales, incluyendo dos
parasitoides de tipo larva-pupa del género Opius (Hymenoptera: Braconidae),
los depredadores de adultos Zelus rubidus y Zelus sp. (Hemiptera: Reduviidae)
y arañas de la familia Thomisidae (Ambrecht et al., 1986). En otro estudio en
granadilla, Passiflora ligularis Juss., se reportaron como enemigos naturales de
D. inedulis a: Aspilota sp., Pentapria sp., Basalys sp., Pachycrepoideus
vindemmiae y una especie de la subfamilia Eucoilinae (Santos-Amaya et al.,
2009). Estos registros de enemigos naturales de D. inedulis, indican que hay
varios grupos de artrópodos que actúan como enemigos naturales de Dasiops
spp. y que probablemente existen enemigos naturales de D. Saltanns que sean
descubiertos, saltans que aguardan ser descubiertos.

5.5 enlazes a sitios con información sobre biología y ecología


 Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Pitahaya.
 Pitahaya en consumer.es
 Pitahaya - Hylocereus undatus (Haw.) Britt. & Rose - Cactaceae (en alemán)
 Página sobre Hylocereus undatus vía Internet Archive (en inglés)
 Thanh long, la fruta del dragón
 Extensa información sobre la Pitahaya (en español)

También podría gustarte