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EL CONTRATO DE LUZBEL

Era una época en 1992 en el pueblo del Guarumal un lugar muy recóndito de Panamá. Cuando
había una época de fiesta y celebraciones donde no todas las personas tenían para comer. El señor
Eleuterio Díaz era un hombre que estaba enfermo de las piernas y estaba por ese mal momento
sin duda josefina su señora no estaba ni por imaginarse que les iba a suceder algo inolvidable e
inexplicable. Mujer donde estas, mujer aquí cocinando unos frijolitos que me regalaron hay mujer
esta situación no me está gustando no hay plata. Los animales muriéndose y las siembras todas
llenas de orugas la señora josefina le dice tranquilo viejo esto pasara esto es algo pasajero. Compa
mire no tiene ningún trabajo por ahí.

Martin _ _ _ “jo compa Eleuterio” no hay nada la cosa esta dura para peones. Sin duda ya con lo
que me estaba pasando no quería llegar a peores. Tuve que rogarle a Martin que me ayudara que
yo y mi mujer solo comíamos frijoles y a veces no se comía nada.

Martin conmovido por Eleuterio y ya que eran amigos desde pequeños le dijo: compa hay una
forma fácil de conseguir dinero sin sin embargo. Eleuterio respondió: molesto no compa no voy a
robar mejor vamos a dejarlo así hasta luego y salió disgustado Oye compa: veni ombe mira yo no
dije robar. Es pedirle plata al rabón. Eleuterio. Con su ingenuidad no sabía de lo que habla su
compa. Y el respondió: compa quien es este hombre lo conozco, Martin claro compa es el de allá
abajo.

Asustado le dije yo lo voy a pensar compa y me marche con una gran duda entre si lo hacía o no lo
hacía, le dije a josefina lo que me había dicho el compa. Josefina rápidamente me dije que no, que
eso era malo que no jugara con eso. Eleuterio sin duda no quería robar pero si quería pactar con
Satanás. Sin embargo de tanto pensarlo tome la decisión de hacerlo fui donde Martin. Eleuterio
dice: Compa que tengo que hacer para hablar con él, Martin le dijo: compa primero tiene que ir
solo porque usted se va a pactar con él.

En ese momento ya estaba sintiendo miedo.

Martin dice: Tiene que subir rio arriba hasta llegar a los potreros de la familia león hay un palo de
jirón tiene que estar ahí a las 12 de la noche. Bueno se llegó la hora e estaba esperando a ese ser
maligno para poder hablar con él, tenía escalofríos en ese momento tenía un miedo impresionante
pero la persona que estaba esperando nunca llegó. Bueno llegue a mi casa tranquilo contento
porque no pasó nada malo pero cuando entre josefina no estaba se había ido a donde su hermana
josefina estaba molesta conmigo porque no había aceptado sus consejos. Eran las 3 de la mañana
y josefina no regresaba y estaba decidido a ir a buscarla y que me perdonara.

Cuando de repente se acerca un caballo relinchando con una campana y un hombre de blanco y
frena al frente de mi casa y el hombre llega a mi portón. Y me llama Eleuterio Díaz y yo con la
curiosidad de saber quién era pero de repente sentí un olor extraño como azufre y salí y hable con
él.

Eleuterio Dice. Dígame en que lo puedo ayudar.

El hombre me dice: yo te voy a ayudar a ti


Yo le pregunto: quien es usted y él me contesta soy Luzbel y sé que necesitas dinero.

Luzbel me dice: quieres que te ayude, yo agitado en ese momento no sabía que hacer estaba
temblando ese hombre estaba vestido de blanco con unas botas negras que le llegaban hasta las
rodillas y una mirada como llena de ira y con un sombrero pintado de piel blanca como brillosa y
una voz que lastimaba los oídos y en ese momento.

Yo le pregunte: que es lo que te tengo que dar.

El me respondió: tú no tienes hijos y yo le dije que si tenía uno.

Y el molesto dijo ese no porque no lo puedo tocar y era mi hijo Ovidio era diacono en Chitré y
entonces que quieres que te de “Tu alma” yo asustado en ese momento porque ese ser maligno
quería llevarme con él, pero yo pensé que era cuando me fuera de este mundo. Y le pregunte: y él
me dijo que si con una sonrisa aterradora y sus dientes puntiagudos como los de un animal salvaje
y yo me acorde de josefina de lo que ella estaba pasando y acepte el trato con ese ser maligno él
me dijo que comprara cualquier número de la lotería porque yo iba a ganar y que yo me iba a dar
cuenta cuando era el momento de irme con él.

Después de esa noche tuve mucho dinero compre hectáreas ganados y sembré muchos granos y
vivimos como nos merecíamos sin embargo llego el momento de pagar y había pasado
aproximadamente 3 años cuando volví a escuchar el relincho del caballo con sus campanas y sabía
que era el momento y ese ser maligno me había mentido ya josefina me había perdonado le dije
que recibiera a la persona que llegara y que le dijera que yo no estaba.

El hombre llego al portón con la misma ropa y el mismo olor y con esa voz aterradora.

Y dice: se encuentra Eleuterio. Responde Josefina:-No se encuentra señor y quien es usted, yo me


llamo Luzbel… y tú eres josefina yo sé que hay esta tu marido dile que cumpla con su trato. No
esta se lo uro, quieres jugar conmigo josefina. Yo. Angustiado debajo de la cama le pedí perdón a
Dios por lo que había hecho.

Josefina le dice: mira yo no voy a dejar que te lo lleves y no vas a entrar a mi casa porque esta.

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