Está en la página 1de 1

Maslow y la motivación.

Abraham Maslow tuvo otra visión del mundo y la aportó a la psicología así creando la
Psicologia Humanista. Su vida familiar y sus experiencias influyeron en sus ideas
psicológicas. Después de la Segunda Guerra Mundial, Maslow comenzó a cuestionarse el
modo en que los psicólogos llegan a sus conclusiones, y, aunque no estaba totalmente en
desacuerdo, tenía sus propias ideas sobre cómo entender la mente humana. Empezó a estudiar
la “experiencia cumbre”, Abraham Maslow en su libro Religions, Values, and Peak
Experiences (1964) definió como experiencia cumbre: “un estado de unidad con
características místicas; una experiencia en la que el tiempo tiende a desvanecerse y el
sentimiento que sobrecoge hace parecer que todas las necesidades se hallan colmadas”.
Desde la perspectiva de Maslow, las personas autorrealizadas pueden vivir muchas
experiencias cumbre durante el día, mientras que otras tienen esas experiencias con menor
frecuencia.
Maslow también creó una ayuda visual para sustentar su teoría, la cual fue una especie
de pirámide, llamada “jerarquía de necesidades”. Tiene cinco niveles: fisiología, seguridad,
afiliación, reconocimiento, y autorrealización.
Este último nivel es el que se tratará en el texto. Maslow utilizó varios términos para
denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y «autorrealización».
Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las
jerarquías, y es a través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido
válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando
todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto
punto. Para explicar, primero debemos definir lo qué es motivación: la motivación puede
definirse como «el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un
determinado medio de satisfacer una necesidad, creando o aumentando con ello el impulso
necesario para que ponga en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo».
Sabiendo ya esto podemos deducir que la motivación va de la mano con la
autorrealización que propuso Abraham Maslow. Sucede que si nos sentimos motivados a
hacer algo, tal vez ese algo nos mueve porque nos queremos sentir autorrealizados, entonces,
la necesidad de sentir que hemos vivido, que hemos cumplido algo, la mera necesidad de
sentirnos autorrealizados nos motiva a seguir adelante. Muchas personas viven de sus
experiencias y de cosas que le hagan crecer como persona integral y completa, se puede decir
que en ellas la motivación y la autorrealización son importantes. Tener una meta que alcanzar
siempre nos mantendrá motivados y será muy difícil que nos demos por vencidos. Siempre
y cuando haya algo que nos haga avanzar, entonces lo haremos.

También podría gustarte