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Darío Sztajnszrajber

“Un docente es alguien que inspira a que el otro se transforme”

“A mí me gusta pensar a la filosofía más que nada desde su faceta deconstructiva, vendría a ser un
arte que tiene como objetivo la pregunta perturbadora, provocativa que busca desestructurar el
sentido común. Sirve para cuestionar el sentido común vigente y para eso echa mano a toda una
serie de cuestionamientos que en general en las sociedades son vistos en su carácter de inútil”,
dice el filósofo y más conocido por los argentinos ante la tan simple y compleja consulta de para
qué sirve la filosofía.

El multifacético pensador contemporáneo del apellido difícil señala también que la filosofía viene a
poner en cuestión también la idea de que todo en el mundo que vivimos tenga que servir para
algo y rescata el rol transformador de la educación. “El criterio de la utilidad se ha vuelto un valor
hegemónico, un valor que nadie visualiza como tal, que se da por supuesto. Y la filosofía busca
sacar a luz qué hay detrás de ese supuesto”. Desde Universidad lo interrogamos por el significado
del nombre de su espectáculo (que se presenta en Resistencia, Chaco el 13/04 y en Posadas,
Misiones el 14/04) y si de alguna manera interpela al lugar que ocupa la educación.

¿Qué implica salir de la caverna hoy? ¿Cuál es el rol de la educación y la Universidad?

Salir de la caverna hoy para mí tiene que ver con una relectura de la alegoría platónica, en no
pensar en que uno alcanza una realidad verdadera sino que hoy salir de la caverna sería
despojarte de aquella cotidianeidad que das por supuesta y entonces entrar en una caverna
mayor, una caverna mayor que al principio se te presenta con toda su diferencia con respecto a la
anterior y te brinda respuestas nuevas, pero que lentamente también vas entendiendo que se
trata de otro dispositivo, por eso creo que una pedagogía emancipatoria hoy en el mundo de la
educación tendría que tener que ver más con inspirar a los estudiantes a estar saliendo
permanentemente de cavernas, salir de la caverna es un ejercicio permanente, una revolución
permanente.

Ahí cobra gran importancia el docente y su relación de poder con el alumno…

La docencia es una figura de la amistad. Me gusta esa idea de amistad nietzscheana donde
Nietzsche invoca a acercarnos al extraño y no al prójimo, al próximo, o sea al propio. Entonces
entiendo que están cambiando mucho los tiempos a nivel material, tecnológico y que el aula
tradicional ha muerto y no se sostiene hoy un vínculo docente – alumno como en el siglo pasado.
Sobre todo porque cualquier estudiante nuestro de enseñanza media ya sabe más que un profesor
porque tiene mayor capacidad de acceso a la información que circula, con lo cual obliga a repensar
cuál es la función docente. Creo que cada vez menos tiene que ver con los contenidos y cada vez
más con provocar un acontecimiento educativo que es otra cosa, que es inspirar a que los
estudiantes busquen su propia transformación. Yo lo resumiría así: un docente es alguien que
inspira a que el otro se transforme. Un docente y un estudiante mantienen una relación de poder
y esa relación de poder por suerte genera la mutua transformación y de alguna manera de lo que
se trata es de que esa diferencia se sostenga porque si no, el poder se vuelve abusivo y entonces el
docente termina disolviendo la otredad del alumno para conformarlo de acuerdo a su propia
expectativa.

Tomamos aire luego de la reflexión para meternos en su parte histriónica. Sus libros, la televisión,
el teatro, en definitiva: la masividad, algo impensado para un filósofo.

Estás por sacar un nuevo libro que se llama “Filosofía en 11 frases”: ¿por qué 11? Si tuvieses que
elegir alguna frase para describir la coyuntura (aunque no esté entre las del libro) ¿cuál sería?

Sí, salgo con un libro en mayo que se llama Filosofía en 11 frases, lo presentamos en la Feria del
Libro el domingo 13 de mayo. Son las 11 frases que a mí más me han interesado a lo largo de la
historia de la filosofía y con la contundencia y el cliché que tienen esas frases trato de generar una
deconstrucción de las mismas e ir trabajándolas, asociándolas con otros conceptos filosóficos pero
también atravesado el texto con ficción, que va haciendo de las frases una especie de postas para
la historia de un personaje que anda pululando por la Argentina de hoy, en el marco de una fuerte
crecida de violencia política.

Si tuviera que elegir una, elegiría la última de las 11 frases que analizo que es “Donde hay poder,
hay resistencia” de Michel Foucault y me parece fundamental que hoy repensemos esa frase y
leamos el texto de Foucault histórico “Historia de la sexualidad, volumen 1” para entender por
fuera de cómo se presentan los medios de comunicación sobre todo la cuestión del poder en la
Argentina de hoy, nuevas lecturas que nos ayuden a mover un poco las piezas que parecen tan
firmes y entender por dónde pasa hoy el poder, qué es hoy resistir al poder, si sigue teniendo
sentido la palabra resistencia, si no es la resistencia una necesidad del poder, etc.

¿Cuándo te diste cuenta que te habías vuelto un personaje masivo?

Para nosotros, hacer Mentira la verdad que fue el programa que hicimos a partir del 2011 en Canal
Encuentro fue un placer y nos dio mucha satisfacción porque veíamos que podíamos ir
pergeñando nuevas formas de hacer filosofía poniendo allí mucho de lo que veníamos
experimentando en el aula, era un desafío que cuando empezamos a terminar de editar los
programas los veíamos muy logrados. No sabíamos cómo iba a pegar y la verdad que excedió
todas nuestras expectativas porque siempre pensamos que iban a ser programas que iban a
circular en las aulas, en los colegios y sobrepasó ese primer objetivo. Después de Mentira la
verdad los distintos proyectos donde nos fuimos metiendo de divulgación de la filosofía
empezaron a tener otra llegada.

Sobre el aborto y el feminismo

¿Cuál es tu postura frente al aborto?

Estoy a favor de la despenalización del aborto. El cuerpo de la mujer es una de las principales
víctimas del poder patriarcal y la prohibición del aborto se inscribe en gran parte de estas políticas
que se asocian a toda una serie de consecuencias sociales de las cuales, sobre todo, la más
importante obviamente es la fuerte diferencia social que aqueja a las mujeres que no tienen la
capacidad de acceso que sí tienen otras.

¿Qué es el feminismo?
El feminismo postula dos cuestiones que para mí son claves: no solo cambia nuestra idea de lo
sexual, de la identidad y del género sino que además cambia nuestra idea de hacer política porque
me parece que los movimientos feministas están de algún modo siendo una muy interesante
respuesta a la crisis de la política tradicional. Lo que propone el feminismo es repolitizarlo todo,
entender que detrás de los lugares donde menos se supone que circula el poder es donde más se
hace política.

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