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Es
Secretario:
Escrito: Uno
Cuaderno: Principal
Sumilla: Interponemos demanda de hábeas
corpus preventivo e innovativo
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I. REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD Y PROCEDIBILIDAD
1. Legitimidad activa
2. Legitimidad pasiva
3. Hecho lesivo
2
21 y 22 de abril de 2017; 2) el Ministerio del Interior emitió un comunicado dando
cuenta de su detención y posible expulsión; 3) el seguimiento policial que se le realizó
durante su estancia en el departamento de Cusco; 4) el proceso administrativo que
actualmente se sigue en su contra ante la Superintendencia Nacional de Migraciones; 5)
la existencia de una foto de Jennifer indicando que la policía en Cusco está “Buscando,
Jennifer Moore, canadiense”; y 6) una campaña de desprestigio que sigue contra Moore
y Dougherty en el portal web “El Montonero”.
4. Situación actual
5. Petitorio
A las 11:30 a.m. del día sábado 22 de abril, el Ministerio del Interior emitió, en su
página web, el Comunicado MININTER N° 007-2017 (Anexo 2). Allí, justificó la
actuación de la Policía Nacional, acusando al documentalista John Dougherty y a la
coordinadora del programa de América Latina de MiningWatch Canada y defensora de
los derechos humanos Jennifer Moore de incitar a la población a la violencia y de
oponerse a la actividad minera, concretamente a la empresa minera canadiense Hudbay
Minerals y su proyecto Constancia, en la provincia cusqueña de Chumbivilcas y
departamento de Cusco. El comunicado aún puede encontrarse en su página web,
siguiente el presente enlace: https://www.mininter.gob.pe/content/sobre-la-situaci%C3%B3n-
migratoria-irregular-de-una-ciudadana-canadiense-y-un-norteamericano
Hay que señalar que en las zonas donde los ciudadanos extranjeros intervenidos
estuvieron realizando su activismo opositor a la minería ha habido ya - en agosto y
noviembre del 2016 - protestas muy violentas. Estas protestas no solo incluyeron
bloqueos de carreteras, sino destrucción de locales públicos y la toma de las
instalaciones de la Mina Constancia en el sector “Tajo Abierto-San José”, que puso en
riesgo al polvorín. Esa última acción pudo haber causado una tragedia de proporciones.
Los ciudadanos extranjeros han sido citados para el día lunes 24 de abril, a fin de
continuar con los procedimientos administrativos referidos a su situación migratoria.
No fueron actos aislados, muy por el contrario, durante los días en que se difundió el
video documental El Fraude de Flin Flon, fueron sistemáticos los actos de seguimiento
de la Policía Nacional del Perú a los organizadores. Incluso se extendió hasta el mismo
día de la detención de Moore y Dougherty. Además, antes de su llegada al país hubo un
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señalamiento en contra de Jennifer Moore en la prensa de Cusco. Su presencia en el país
puede ser descrita de la forma siguiente:
Sábado 15 de abril
Sin mayor explicación, por la mañana del 20 de abril, el alcalde de Santo Tomás canceló
la proyección pública del documental El fraude de Flin Flon y solamente permitió que
se presenta John y distribuir los materiales relacionados. Después de realizar esto,
policía se acercó a algunos miembros de la delegación preguntando si estuvieron con el
5
grupo de derechos humanos, a lo que respondieron que no. Alrededor de las 11:30 am,
dos policías visitaron el hospedaje Señor de Huanca, donde se hospedaban Moore,
Dougherty y el grupo con quienes viajaron, preguntando si estos se encontraban allí,
solicitando además el cuaderno de registro de nombres. Se realizaron en total 3 visitas al
hospedaje, con el propósito de acceder al cuaderno de registro, pues las 2 primeras
veces no se encontraba la dueña del local.
A las 9:30 a.m., aproximadamente, se dio inicio a una conferencia de prensa con la
participación de Dougherty y un traductor, con buena participación de periodistas de los
diferentes medios de la ciudad de Cusco, aunque asistieron también personas que se
encontraban en el lugar de paso registrándose la mayoría como docentes.
A las 6:30 p.m., inició la proyección del documental, aproximadamente por el espacio
de una hora. Durante la proyección, iniciaron las acciones de la policía. La Policía de
Turismo se presentó hasta en dos oportunidades en el local, primero un varón y luego
una mujer, quienes señalaban que habían recibido una llamada solicitándoles ir a la
Casa de la Cultura supuestamente porque había hippies armando un alboroto. Antes de
terminar con la proyección del documental, hubo personas que entraban y salían y se
reunían en la entrada a la Casa de la Cultura, en un momento llamaron al encargado del
local y al personal de recepción, entre otras personas. La proyección culminó alrededor
de las 7:40 pm. Diez minutos más tarde, a las 7:50 p.m. (aproximadamente) empezaron
a salir los asistentes al evento, el documentalista Dougherty hablaba con un grupo de
estudiantes por cerca de 20 minutos y Jennifer le urgía salir del local para reunirse con
los demás que iban a descansar después del evento. Cuando ya todos se encontraban
fuera, se aproximaron alrededor de 15 a 20 agentes policiales, muchos vestidos de civil,
y grabando en video por separado a John y Jennifer y al personal que los acompañaba.
Llegaba con vehículos particulares, camionetas blancas con lunas polarizadas y personal
de la Superintendencia Nacional de Migraciones, que en ese preciso momento se ponían
los chalecos de identificación correspondientes a sus instituciones (PNP y Migraciones).
Hubo un vehículo de la policía y un vehículo civil de lo cual se tomó foto de la placa
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permite su visa turística, lo que se puede y no se puede hacer con ella” y que “sería para
un tiempo corto no más.” Cuando Dougherty preguntó si tuvo la opción de ir o no con
ellos, dijeron que no. A otra extranjera quien estuvo con Dougherty en este momento la
policía preguntó si tenía una visa turística, a lo cual ella respondió que ‘no’, que es
residente de Perú. No hicieron más preguntas de ella, a pesar de que ella no tuvo su
pasaporte consigo y solamente podría mostrar su licencia de conducir.
A las 8:23 p.m., no contando Moore con su pasaporte a la mano, fue trasladada hasta las
oficinas de la Sección de Extranjería en la División de Seguridad del Estado (Urb.
Progreso), al mismo lugar y en la misma camioneta también fue trasladado Dougherty,
pese a que él sí se identificó. Esta vez el argumento fue la verificación sobre su
situación migratoria, ya que los efectivos policiales manifestaron que habrían tomado
conocimiento del evento a través de los medios de comunicación sobre las actividades
no turísticas de los dos ciudadanos extranjeros en la ciudad del Cusco. Inmediatamente,
ambos intervenidos se contactaron con sus respectivas embajadas, a fin de informarles
sobre la situación. Todo este operativo lo hicieron sin la presencia del representante del
Ministerio Público y, mucho menos sin el conocimiento del Juez competente, hasta el
momento de la puesta en libertad de ambos intervenidos.
A las 9:17 p.m., Jennifer y la abogada de DHSF fueron acompañadas por dos agentes
policiales hasta el hospedaje de Tandanpata, a fin de recoger el pasaporte de Moore.
Una de los agentes llegó a ingresar incluso hasta la puerta de su habitación para
garantizar que esta no se dé a la fuga.
A las 9:40 p.m., Moore ingresó a la Oficina de Extranjería, a fin de continuar con la
verificación. Iniciada la supuesta verificación, los abogados verificaron que los
efectivos policiales tenían en su poder un pliego interrogatorio respecto a las acciones
de Moore y Dougherty, no sólo el día de la intervención, sino los días previos desde el
momento de su llegada a nuestro país. Con ello se verifica que estuvieron siendo
vigilados por la Policía Nacional desde el momento de su llegada y no se trataba de un
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simple procedimiento de verificación sino de una acción planificada y ejecutada para la
vigilancia y seguimiento de ambos extranjeros.
Dicha detención no tuvo ningún amparo legal y se evidenció la actitud dilatoria que
asumieron los agentes policiales quienes en fueron incrementando las supuestas razones
de la intervención y posterior detención alegando primero una verificación de identidad,
luego de la calidad migratoria y por último la supuesta presencia del fiscal quien nunca
se presentó.
Sábado 22 de abril.
Tras ser liberados, ambos se comunicaron con familiares, compañeros de trabajo y sus
debidas embajadas a fin de reportar sobre su situación y ante el temor de una acción que
atente contra su vida, pues se sentían perseguidos y vigilados por la Policía Nacional y
la empresa minera Hudbay.
A las 6:00 p.m. Moore y Dougherty, sin ninguna restricción interpuesta sobre su libre
movimiento, se trasladaron por vía aérea hasta la ciudad de Lima, a fin de embarcarse
en un vuelo internacional para salir del país, por temor a no contar con las garantías
mínimas para la protección de su integridad personal y su libertad. Y que se active la
medida de alerta migratoria para que no salgan del país, hasta que dure el procedimiento
administrativo, sin que se haya llegado a culminar el procedimiento administrativo tuvo
una sanción de hecho a través del comunicado que emitió el Ministerio del Interior
donde manifestaban que cabría la expulsión del país.
Domingo 23 de abril
Lunes 24 de abril
El Montonero en sus pagina web señala mediante un segundo artículo anónimo con
título “Hudbay: ¡Nuevas maniobras contra inversiones mineras!” retoma lo comunicado
por el Ministerio del Interior el 22 de abril.
Viernes 28 de abril
8
Se observa una ficha en el escritorio de la policía en el aeropuerto de Cusco con una
foto borrosa de Jennifer y que señala “Buscando Jennifer Moore, canadiense”.
Miércoles 3 de mayo
Lunes 8 de mayo
1
Puede encontrarse la entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=2iI8vSeeHkU
9
lo contrario una reflexión sobre una situación que se ha presentado en distintos países y
no sólo el nuestro.
De igual forma, el convenio señala que la empresa espera que para efectos del presente
Convenio, el personal de la Policía Nacional que sea designado para brindar servicios de
seguridad y protección asuma el compromiso de respetar, proteger y fomentar los
derechos humanos, «reconocidos constitucionalmente a sus trabajadores, socios-
estratégicos y pobladores de las comunidades ubicadas en el área de influencia de EL
PROYECTO». Un comunicado público de la empresa Hudbay Minerals de fecha 8 de
mayo de 2017 (en inglés) indica que el convenio entre Hudbay Perú S.A.C. y la Policía
Nacional está vigente (Anexo N° 7).
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III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA
En efecto, si ya hubo una detención, es muy probable razonablemente que haya una
segunda detención. No se trata de un temor infundado. Además, el proceso migratorio
sancionador ante Migraciones y los pronunciamientos del MININTER acreditan que
estamos ante una situación que está en vías de ejecución y que no está fundado sobre la
categoría migratoria de Moore sino sobre hechos falsos cuya autoría le atribuyen , como
evidencia el Comunicado MININTER N° 007-2017:
Se realizaron todas estas acciones, que restringen la libertad personal, sin la autorización
de ninguna autoridad judicial. La pregunta es si la Policía Nacional y Migraciones
pueden autoatribuirse la función de hacer seguimiento a ciudadanos extranjeros como si
fuesen delincuentes, de manera autónoma e independiente, sin ponerlo en conocimiento
de las autoridades judiciales o fiscales. Prueba de esto es que el documento que contiene
el informe policial fue emitido el mismo día de la detención (la cual terminó a las 10:40
pm), lo que resulta razonable si consideramos que hubo un efectivo seguimiento a los
dos extranjeros desde el momento de su llegada al país. Al haber obrado de este modo,
se ha puesto en peligro la libertad de tránsito que tenían en su condición de migrantes el
ciudadano y Moore.
La segunda cuestión es que no existe ningún amparo legal para que se haya procedido a
la retención de Moore. Incluso la Ley de Migraciones, a la cual, ellos mismos hacen
mención estipula que la Policía Nacional puede realizar retenciones, pero este
dispositivo legal está suspendido2, es decir, no está vigente. Y, lo que estipula la Ley de
Migraciones es que la primera acción que se debió realizar es la notificación, es
2
Décima primera disposición complementaria final del reglamento de la Ley de migraciones decreto
Supremo 007-2017-IN
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decir, comunicar a los migrantes a través de un documento para que hagan su
descargo. En este caso, no hubo ninguna comunicación, el procedimiento desde un
principio fue la detención arbitraria.
Incluso en el supuesto planteado en el artículo 205° Inciso 1 del Código Procesal Penal
vigente la Policía Nacional podría retener con fines de control de identidad sólo en dos
supuestos: “1)Cuando considere que resulta necesario para prevenir un delito u 2)
obtener información útil para la averiguación de un hecho punible” En éste sentido, no
estamos frente a ninguno de estos supuestos; porque si fuera así, de acuerdo al artúiculo
67° del CPP cuando la policía toma conocimiento de un hecho delictivo debe “dar
cuenta inmediata al fiscal” supuesto que no se ha presentado en ningún modo. Con lo
que podemos concluir que la policía nacional no tenía ningún amparo legal para
proceder a la retención de los ciudadanos extranjeros. Sobre la presunción de inocencia,
uno se pregunta, para qué sirve el procedimiento que le han iniciado si ya en el
Ministerio del Interior, los superiores jerárquicos se han pronunciado por la “expulsión
del país”.
Ella, recalcamos, participó como invitada por los organizadores en las presentaciones
del vídeo en Chamaca y Velille. Ella no fue organizadora. Participó como asistente y
traductora por voluntad propia y sin que por ello perciba remuneración o pago alguno.
No ha sido en el marco de una actividad remunerada dentro de los términos que regula
la Ley de Migraciones. El evento, cabe señalar, previsto en Santo Tomás al final ya no
se pudo realizar. Y tenía previsto comentar y de esa manera expresar su opinión sobre el
video documental El Fraude de Flin Flon. Esto lo pensaba hacer en las presentaciones
en Cusco y Lima. Todos los eventos fueron públicos y convocados por las autoridades
locales u organizaciones sociales locales en sus espacios oficiales. Moore no es autora
del video en mención ni ha participado en su elaboración y redacción, aunque fue
entrevistada por Dougherty y aparece en el video.
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Según el artículo 29, inciso h) de la Ley de Migraciones, se considera trabajador:
h. Trabajador
Se advierte que las actividades que ella realizó en el país no se ajustan a la definición de
trabajador contenida en la Ley de Migraciones. Moore no trabaja para ninguna
institución en Perú, ni tiene ningún tipo de vínculo laboral (contrato de trabajo o de
servicios, como exige la norma) con una institución peruana, pública o privada. Por el
contrario, trabaja en MiningWatch Canada, una organización canadiense sin fines de
lucro, de la cual percibe un sueldo. Tampoco es empleada de una empresa trasnacional o
corporación internacional que tenga oficina en Perú. Es más, el propio el Departamento
de Seguridad del Estado de Cusco de la Policía Nacional, mediante el Informe N° 13-
2017-VII-MACROREDPOL/RP-CUS-DEPSEEST/SECC.EXTR, ha reconocido que
Moore realizó actividades como conferencista (punto V.B) y expositores (punto V.H).
De igual forma, reconoce que “el costo del local, refrigerio y alquiler de equipos de
sonido y otros” fueron sufragados por MiningWatch Canada. Es decir, Moore no recibió
pago alguno por su participación en los eventos realizados en Cusco. En tal sentido no
le correspondía visa de trabajo, pues no venía a trabajar, sostener lo contrario es
absurdo.
No se han aplicado las garantías mínimas del debido procedimiento. Como ha precisado
el TC en reiterada jurisprudencia, “el debido proceso está concebido como el
cumplimiento de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los procedimientos, incluidos los
13
administrativos, a fin de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos. Vale
decir que cualquier actuación u omisión de los órganos estatales dentro de un proceso,
sea éste administrativo –como en el caso de autos–, o jurisdiccional, debe respetar el
debido proceso legal”3.
Pero las irregularidades llegan más lejos, pues no solo ocurrió la detención arbitraria e
ilegal de Moore, sino además el MININTER emitió un comunicado donde valida la
posición de la empresa Hudbay y, sin la realización previa de un procedimiento
migratorio sancionador justo, sin haberle notificado alguna resolución, darle el derecho
a la defensa, o exhibir una resolución mínimamente motivada y fundamentada, anuncia
que podría ser expulsadas por hechos que no constituyen materia que sea posible de
sancionar.
14
Según el artículo 205, inciso 1 del Código Procesal Penal, la Policía Nacional está
autorizada a retener a cualquier persona, a manera de control de la identidad. Así, señala
que “La Policía, en el marco de sus funciones, sin necesidad de orden del Fiscal o del
Juez, podrá requerir la identificación de cualquier persona y realizar las
comprobaciones pertinentes en la vía pública o en el lugar donde se hubiere hecho el
requerimiento, cuando considere que resulta necesario para prevenir un delito u
obtener información útil para la averiguación de un hecho punible”.
Añade el inciso 4 del artículo 205 mencionado que, “En caso no sea posible la
exhibición del documento de identidad, según la gravedad del hecho investigado o del
ámbito de la operación policial practicada, se conducirá al intervenido a la
Dependencia Policial más cercana para exclusivos fines de identificación. Se podrá
tomar las huellas digitales del intervenido y constatar si registra alguna requisitoria.
Este procedimiento, contado desde el momento de la intervención policial, no puede
exceder de cuatro horas, luego de las cuales se le permitirá retirarse. En estos casos,
el intervenido no podrá ser ingresado a celdas o calabozos ni mantenido en contacto
con personas detenidas, y tendrá derecho a comunicarse con un familiar o con la
persona que indique. La Policía deberá llevar, para estos casos, un Libro-Registro en el
que se harán constar las diligencias de identificación realizadas en las personas, así
como los motivos y duración de las mismas”.
La detención de Moore se realizó en violación del derecho de las personas a ser puestas
a disposición judicial dentro del plazo estrictamente necesario, pues permaneció
detenida por 4 horas aproximadamente, tiempo más que suficiente para realizar la
5
Artículo 331˚.- Actuación Policial
1. Tan pronto la Policía tenga noticia de la comisión de un delito, lo pondrá en conocimiento del
Ministerio Público por la vía más rápida y también por escrito, indicando los elementos esenciales del
hecho y demás elementos inicialmente recogidos, así como la actividad cumplida, sin perjuicio de dar
cuenta de toda la documentación que pudiera existir
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identificación de su identidad personal. De hecho, como señalamos anteriormente,
Moore no se encontraba en posesión de su pasaporte al momento en que fue detenida,
dirigiéndose, hacia las 9:17 p.m., a su hospedaje para recogerlo, acompañada de dos
agentes policiales que le siguieron hasta su habitación. Empero, aún entonces
permaneció detenida. Claramente, la detención no tenía por objeto el mero control de
identidad y situación migratoria, sino representó un acto de intimidación y
amedrentamiento. Como muy bien precisa el Tribunal Constitucional en un precedente
vinculante: “El plazo de la detención que la Norma Fundamental establece es un plazo
máximo, de carácter absoluto, cuyo cómputo es inequívoco y simple, pero no es el
único, pues existe también el plazo estrictamente necesario de la detención. Y es que,
aún sí la detención no hubiera traspasado el plazo máximo, ese dato per se no resulta
suficiente para evaluar los márgenes de constitucionalidad de la detención, pues esta
tampoco puede durar más allá del plazo estrictamente necesario (límite máximo de la
detención). Como es evidente, el límite máximo de la detención debe ser establecido en
atención a las circunstancias de cada caso concreto, tales como las diligencias
necesarias a realizarse, la particular dificultad para efectuar determinadas pericias o
exámenes, el comportamiento del afectado con la medida, entre otros” 6. (Resaltado
nuestro) (resaltado nuestro).
En tal sentido, el presente caso si bien se ha retenido o intervenido por el plazo máximo
de 4 horas de retención, esta resulta arbitraria pues no se respetó el derecho al plazo
mínimo necesario. Como lo reconoce la referida sentencia “resulta lesiva al derecho
fundamental a la libertad personal la privación de esta en los supuestos en que ha
transcurrido el plazo máximo para la detención, o cuando, estando dentro de dicho
plazo, se ha rebasado el plazo estrictamente necesario; en ambos casos, dicho estado
de cosas queda privado de fundamento constitucional, y la consecuencia debe ser la
puesta inmediata de la persona detenida a disposición del juez competente para que
sea este quien determine si procede la detención judicial respectiva o la libertad de la
persona, sin perjuicio de las responsabilidades que señala la ley para la autoridad,
funcionario o persona que hubieren incurrido en ellas”7.
6
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. Nº 06423-2007-HC /TC, f.j. 3.a.
7
Ibídem.
16
6. Se ha violado el principio de prohibición de detención administrativa por
infracción a normas migratorias
Incluso en el supuesto que Moore sea una migrante irregular, el TC es muy claro cuando
reconoce el carácter excepcional de esta clase de detención. Según señala, “la entrada o
residencia irregulares nunca deben considerarse delitos, sino tan solo faltas
administrativas, por lo que el recurso a una eventual detención administrativa debe ser
excepcional y siempre que dicha medida se encuentre prescrita por la ley, además de
que sea necesaria, razonable y proporcional a los objetivos que se pretende alcanzar.
La privación de libertad de un migrante en situación irregular solo se justificará
cuando exista un riesgo inminente de que eluda futuros procesos judiciales o
procedimientos administrativos o cuando la persona representa un peligro para su
propia seguridad o para la seguridad pública; ello durante el menor tiempo posible y
a partir de una evaluación individual de cada caso, con el respeto de las salvaguardias
procesales que correspondan”8. Esta evaluación, lamentablemente, nunca se realizó.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en abril de 2012, publicó el Informe del
Relator Especial sobre los derechos humanos de los migrantes, en el que se destaca
entre las conclusiones que “La detención administrativa no debe aplicarse como
medida punitiva en caso de infracción de las leyes y reglamentos de inmigración, ya
que dicha infracción no debe considerarse delito”.
Como precisa Luis Castillo Córdova “La razón es que la duración estrictamente
necesaria es una exigencia de razonabilidad, de modo que no es razonable que una
detención dure más allá de lo estrictamente necesario. Y, como se sabe, la
razonabilidad ha sido constitucionalizada en el caso peruano, y prevista no sólo para
los regímenes de excepción, sino extendida con acierto por el Tribunal Constitucional
para todos los ámbitos del derecho. Pretender que una detención policial dure más de
lo estrictamente necesario sería contravenir la exigencia constitucional de
razonabilidad y, por esa razón, tal pretensión es inconstitucional. De forma tal que en
el ordenamiento constitucional peruano no necesariamente toda detención que dure por
debajo de veinticuatro horas o por debajo del término de la distancia es por esa sola
razón una detención constitucional, pues puede ocurrir que las circunstancias haya
8
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. Nº 02744-2015-PA /TC, f.j. 9.
17
exigido que lo estrictamente necesario sea inferior a las veinticuatro horas y al término
de la distancia”9.
18
comunicación para consolidar un sistema como democrático. En relación con la primera
el TC ha dicho que las libertades comunicativas “constituyen una concreción del
principio de dignidad del hombre y un complemento inescindible del derecho al libre
desenvolvimiento de la personalidad”13. En relación con el segundo bien jurídico, las
libertades comunicativas “se encuentran estrechamente vinculadas al principio
democrático, en razón de que, mediante su ejercicio, se posibilita la formación,
mantenimiento y garantía de una sociedad democrática, pues se permite la formación
libre y racional de la opinión pública. Desde esta perspectiva, ambas libertades tienen
el carácter de derechos constitutivos por antonomasia para la democracia”14.
Estamos ante actos que materialmente constituyen censura contra Jennifer Moore, toda
vez que se había planificado que ella comente el video documental El Fraude de Flin
Flon, sobre los impactos de la actividad minera de la empresa Hudbay, tanto en la
presentación en Cusco, el día de su detención, como en Lima. No lo hizo en Cusco tras
tomar conocimiento de los actos de seguimiento policial ilegal en las diferentes
presentaciones en los distritos de Velille, Chamaca y Santo Tomás. Tampoco participó
en la presentación en Lima, pues luego de la detención y ante el temor de una nueva
detención y otros actos de intimidación, se vio presionada a abandonar el país. Además,
estos actos pone en grave riesgo su posibilidad de regresar al país y continuar el proceso
de intercambio de información e opinión con las organizaciones y las comunidades
peruanas, con las cuales tiene una relación permanente que data desde hace varios años
y que tiene previsto continuar. Más allá de su persona y el trabajo que realiza para su
organización MiningWatch Canada, este acto en contra de ella y su organización
canadiense, genera zozobra e incertidumbre entre quienes ejercen un papel similar en el
ámbito de compartir información e opinión en torno a las empresas mineras y las
actividades extractivas a nivel local, nacional e internacional.
El derecho a la libre expresión y a la libre opinión no son derechos absolutos, sino que
puede ser objeto de restricciones, tal como lo señalan los incisos 4 y 5 el artículo 13 de
la Convención Americana de Derechos Humanos. El primero admite la censura previa
cuando este de por medio la “protección moral de la infancia y la adolescencia” (Inciso
4 del artículo 13 de la CADH) y segundo cuando estemos ante “propaganda en favor
de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan
incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier
persona o grupo de personas, por ningún motivo”. En el presente caso, no nos
encontramos ante ninguno de los supuestos legales de censura, razón por la cual la
censura realizada a Jennifer Moore y el trabajo que hace como coordinadora del
programa con América Latina de MiningWatch Canadá, carece de cobertura normativa
que la legitime.
13
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. Nº 1797-2002-HD /TC, f.j. 9.
14
Ibídem.
19
Al respecto, el informe policial reconoce que la detención de Moore se produjo por
atentar contra el orden público. Indirectamente, el MININTER y la Superintendencia
Nacional de Migraciones reconocen que sus actividades fueron pieza clave para ordenar
su detención, junto con la de John Edward Dougherty. Así, el informe concluye que “se
dedicaron a otras actividades ajenas a su calidad migratoria de turistas; al haberse
determinado que desde el 18 hasta 21 de abril de 2017 en la región de Cusco realizaron
actividades como son reuniones de coordinación, difusión de videos, distribución de
folletos, panfletos, DVD conteniendo videos sobre problemáticas y conflictos sociales,
conferencias y otras actividades conllevadas contra la actividad minera en territorio
peruano, hechos que atentan contra el orden público” (resaltado nuestro).
Anteriormente, el informe señala que Moore y Dougherty “durante su permanencia en
el territorio peruano realizaron actividades de proselitismo […] de lo que se puede
dilucidar que la INTENCIONALIDAD de ambos extranjeros fue instigar a la alteración
del orden público” (punto V.L). En esta misma línea, el séptimo anexo que se adjuntó al
informe es intitulado “un (01) panfleto del título Investigative Media conteniendo
discurso instigador”.
20
La dimensión social de la libertad de expresión –según la Corte IDH- se entiende como
“un medio para el intercambio de ideas e informaciones entre las personas; comprende
su derecho a tratar de comunicar a otras sus puntos de vista, pero implica también el
derecho de todos a conocer opiniones, relatos y noticias vertidas por terceros. Para el
ciudadano común tiene tanta importancia el conocimiento de la opinión ajena o de la
información de que disponen otros como el derecho a difundir la propia” 15. En el
presente caso, se ha impedido que todos los peruanos conozcamos los puntos de vista
del periodista John Dougherty y la investigadora y coordinadora del programa de
América Latina de MiningWatch Canada, Jennifer Moore, que han investigado estos
temas y elaborado este vídeo, con el grave riesgo de impedir su presencia y de seguir
intercambiando información al futuro en el país.
Según este, esta condición de las libertades informativas requiere que, cada vez que con
su ejercicio se contribuya con el debate sobre las cosas que interesan a todos, deban
contar con un margen de optimización más intenso, aun cuando con ello se pudiera
afectar otros derechos constitucionales. Añade, que lo anterior no implica que ambas
libertades tengan que considerarse como absolutas, esto es, no sujetas a límites o que
sus excesos no sean sancionable18. Al igual que el TC, la Corte IDH también considera a
la libertad de expresión un elemento de la sociedad democrática, en tanto esta posibilita
la formación de la opinión pública. Según ella, “la libertad de expresión es un elemento
fundamental sobre el cual se basa la existencia de una sociedad democrática. Es
indispensable para la formación de la opinión pública. Es también condición sine qua
non para que los partidos políticos, los sindicatos, las sociedades científicas y
culturales, y en general, quienes deseen influir sobre la colectividad puedan
desarrollarse plenamente. Es, en fin, condición para que la comunidad, a la hora de
15
Caso Ricardo Canese, párr. 79.
16
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. Nº 0905-2001-AA/TC, f.j. 13. Como se señala en la misma
sentencia, esta referencia corresponde a la siguiente cita textual “(Erns Wolfgang Böckenforde, Estudios
sobre el Estado de Derecho y la democracia, Edit. Trotta, Madrid 2000, pág. 67)”.
17
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. Nº 6712-2005-HC/TC, f.j. 40.
18
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. Nº 0905-2001-AA/TC, f.j. 14.
21
ejercer sus opciones esté suficientemente informada. Por ende, es posible afirmar que
una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre”19.
La magistrada declaró fundado el hábeas corpus, ordenando “el cese de los actos que
obstaculicen, perturben o incomoden al ejercicio del derecho al libre tránsito del
demandante como residente extranjero en el territorio Nacional Peruano y a no ser
expulsado del país, ni impedido de ingresar al territorio nacional”.
22
de apertura a un debate amplio respecto de asuntos de interés público, el cual es
esencial para el funcionamiento de un sistema verdaderamente democrático” 21. Estas
características del ejercicio de la libertad de opinión, también se aplican al caso de
actividades extractivas que no respetan el medio ambiente y los derechos de las
comunidades campesinas afectadas por contaminación y malas prácticas empresariales.
Precisa el pronunciamiento del Ministerio del Interior que “Las autoridades tienen
abundante información que documenta que esta condición no ha sido cumplida
[trabajar con visa de turista], dedicándose las citadas personas a incitar a los
pobladores de diversas localidades y comunidades campesinas en contra de la
actividad minera canadiense en el Perú. En particular contra la mina Constancia de la
empresa Hudbay, que tiene todos los permisos del Estado peruano para realizar sus
operaciones en el país”. Más adelante agrega que “La conducta de los ciudadanos
extranjeros implica la alteración del orden público o el orden interno”. Se advierte que
se imputa a Jennifer Moore la perturbación del orden público como consecuencia de la
difusión de un vídeo.
El concepto de orden público no puede ser utilizado como argumento suficiente para
justificar cualquier restricción de derechos. Es necesaria una interpretación y una re-
conceptualización del orden público “desde” la Constitución Política 22. Se aprovecha de
la absoluta indeterminación y confusión de estos conceptos 23, para justificar la
injerencia de los poderes públicos en el ejercicio de muy variados derechos civiles y
políticos, como acá ocurre. Es necesaria por tanto, una interpretación del orden público,
que tenga como punto de partida y como referencia obligatoria la Constitución Política
y los valores, derechos y principios que ella contiene.
En ese sentido se pronuncia la Corte IDH cuando se pronuncia sobre el orden público en
una sociedad democrática al Corte IDH. Según esta: “69. El concepto de orden público
reclama dentro de una sociedad democrática, se garanticen las mayores posibilidades
de circulación de noticias, ideas y opiniones, así como el más amplio acceso a la
información por parte de la sociedad en su conjunto. La libertad de expresión se
inserta en el orden público primario y radical de la democracia”. (OC-5/85). Añade la
Corte IDH que “70. La libertad de expresión es una piedra angular en la existencia
misma de una sociedad democrática. Es indispensable para la formación de la opinión
pública. Por ende, es posible afirmar que una sociedad que no está bien informada no
es plenamente libre” (OC-5/85).
El comunicado precisa “Hay que señalar que en las zonas donde los ciudadanos
extranjeros intervenidos estuvieron realizando su activismo opositor a la minería ha
habido ya - en agosto y noviembre del 2016- protestas muy violentas. Estas protestas no
21
Caso Ricardo Canese, parr. 98.
22
Seguimos a José Carlos de Bartolomé Cenzano, El orden público como límite a los derechos y
libertades, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2002, pág. 41.
23
Ibídem, pág. 41.
23
solo incluyeron bloqueos de carreteras, sino destrucción de locales públicos y la toma
de las instalaciones de la Mina Constancia en el sector “Tajo Abierto-San José”, que
puso en riesgo al polvorín. Esa última acción pudo haber causado una tragedia de
proporciones”. Al respecto, no basta invocar retóricamente la violación del orden
público para restringir derecho, es necesario probar y fundamentar en el caso concreto,
de qué manera se ha afectado el orden público de forma intolerable.
24
14. La interpretación de la Ley de Migraciones no puede realizarse de espaldas a la
Constitución
Según la interpretación del MININTER, todo acto de protesta es ilegal. Desconoce que
las protestas sociales tienen cobertura constitucional, pues implica el ejercicio de por lo
menos 4 derechos fundamentales. En primer lugar constituye un ejercicio de la libertad
de reunión consagrado en el artículo 2.12 de la Constitución Política, el cual autoriza a
“reunirse pacíficamente sin armas”. En segundo lugar, estos pueblos originarios
protestaron ejerciendo la “libertad de opinión” y la “difusión del pensamiento”. La
libertad de opinión está reconocida en el artículo 2.4 de la Constitución, y adviértase
que la cláusula constitucional precisa de forma clara que la difusión del pensamiento
debe realizarse “sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las
responsabilidades de ley.”
Pero no solo eso, la sentencia del caso Baguazo, emitida por la Sala Penal de
Apelaciones Transitoria y Liquidadora de Bagua, ha reconocido que en algunos
circunstancias las medidas de hecho o medidas de fuerza podrían estar justificadas, si
luego de aplicar el test de proporcionalidad, se evalúa que la restricción a la libertad de
tránsito constituía constituye una restricción idónea, necesaria y proporcional, para
proteger bienes jurídicos de mayor importancia como el medio ambiente y los territorios
ancestrales.
Cabe señalar que nadie intenta convalidar cualquier protesta social. Es evidente que
tenemos que zanjar con la violencia y el vandalismo que algunas veces se puede
esconder tras. Por ello, es importante que el Estado, y tiene todo el derecho de hacerlo,
regule y limite este derecho teniendo en cuenta consideraciones de tiempo, modo y
lugar. Como sostiene Gargarella, “la prioridad de custodiar la expresión de los grupos
más desaventajados de la sociedad no debe amparar sin más el uso de medios violentos
por parte de aquéllos. [Sin embargo] la necesidad de poner coto a ciertos abusos no
debe utilizarse como vía para limitar el derecho de los manifestantes a tornar audibles
sus quejas”27.
27
Gargarella, op. cit., p. 43.
25
15. La libertad de expresión permite el control democrático de la sociedad tal como
lo ejerció Moore
La sentencia de la Corte IDH recaída en el caso Ricardo Canese precisa que, “Quienes
están bajo la protección de la Convención tiene no solo el derecho a la libertad de
expresar su propio pensamiento, sino también el derecho y la libertad de buscar, recibir
y difundir informaciones e ideas de toda índole. La libertad de expresión tienen una
dimensión individual y una dimensión social” (párrafo 77).
Entonces, podemos concluir entonces que las libertades de información y opinión dan
cobertura a las críticas que Jennifer Moore pueda haber formulado contra la explotación
minera de Hudbay o en torno a las empresas mineras canadienses en general. Pero no
solo eso, sino que, al ser premisa y condición del derecho de participación política, se
convierten en un derecho de la mayor importancia, que debe ser protegido de forma
especial por el ordenamiento jurídico constitucional.
16. El proceso de hábeas corpus innovativo asegura que esta violación no vuelva a
realizarse
26
derecho, aun cuando éste ya hubiera sido consumado”31. Según el ex presidente del TC,
“A pesar de haber cesado la violación de la libertad individual, sería legítimo que se
plantee un Habeas Corpus innovativo, siempre que el afectado no vea restringido a
futuro su libertad y derechos conexos”32.
Esta clase de hábeas corpus tiene efectos hacia el futuro, pues busca que el juez ordene
la no repetición de los actos lesivos. Al respecto, el TC ha señalado que el hábeas corpus
innovativo “procede cuando, pese a haber cesado la amenaza o la violación de la
libertad personal, se solicita la intervención jurisdiccional con el objeto de que tales
situaciones no se repitan en el futuro, en el particular caso del accionante” 33. Así, en la
configuración de este tipo de garantía, debe comprobarse tanto la afectación del derecho
a la libertad, como el cese de la lesión.
Al respecto, Luis Castillo Córdova ha señalado: “Se trata de un deber antes que de una
prerrogativa. La norma se ha redactado de modo que ha dispuesto un imperativo al
juez. La expresión “atendiendo al agravio producido” que se recoge en el segundo
párrafo del artículo 1 CPConst., no debería ser interpretada como si diese la
posibilidad de que el juez examinando la entidad de la violación del derecho
constitucional, pueda declarar la sustracción de la materia y la improcedencia de la
demanda, por considerarla de poca gravedad. Toda lesión a todo derecho
constitucional, si la lesión realmente es tal y el derecho es de rango constitucional, es
igualmente grave, e igualmente deseable que no vuelva a ocurrir. 34
17. Los actuados deben ser remitidos a la Fiscalía Provincial Penal y los agresores,
ser investigados penal y disciplinariamente
Según el artículo 8 del Código Procesal Constitucional, cuando exista causa probable de
la comisión de un delito, el Juez, en la sentencia que declara fundada la demanda en los
procesos tratados en el presente título, dispondrá la remisión de los actuados al Fiscal
Provincial que corresponda para los fines pertinentes. Esto ocurrirá, inclusive, cuando se
declare la sustracción de la pretensión y sus efectos, o cuando la violación del derecho
constitucional haya devenido en irreparable, si el Juez así lo considera. En este caso
exigimos que se corra traslado al Fiscalía Provincial Penal competente, en Cusco, para
que se investiguen los ilícitos penales que hubieren cometidos el personas policial y de
migraciones correspondiente. De igual forma, en el caso de los dos policías, con
apellidos Paredes y Fernández, solicitamos se sirva a destituirlos de sus cargos. Incluso
31
Domingo García Belaunde. Constitución y Política. Lima: Eddili, 1991, p.148.
32
Cesar Landa Arroyo. Tribunal Constitucional Estado Democrático. Lima: Palestra, 2003, p.193.
33
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. N 2663-2003-HC/TC, fundamento 6
34
Castillo Cordova, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional, pág. 103
27
la norma plantea que el haber procedido por orden superior no libera al ejecutor de la
responsabilidad por el agravio incurrido.
18. Conclusión
IV. ANEXOS
3. Copia del acta de intervención policial, con fecha 21 de abril de 2017 (Anexo N° 3);
7. Copia del comunicado emitido por Hudbay Minerals, con fecha 8 de mayo de 2017
(en inglés) (Anexo N° 7);
POR TANTO:
28
Sírvase, señor juez, a admitir a la presente demanda, tramitarla de acuerdo a su
naturaleza y, en su debida oportunidad, declararla fundada en todos sus extremos.
29
30