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ACTOS PROPIOS

RESPUESTAS:

1.- El fin del art. 23 de la LCT es que prime el Principio de Primacía de la Realidad
que rige en el Derecho del Trabajo y desvirtuar las pretensiones de empleadores de
encubrir una relación laboral bajo la apariencia de otras figuras, como por ejemplo, la
locación de servicios.

Establece, entonces, que cuando se prueba la prestación de servicios (el trabajo por
cuenta ajena) puede presumirse la existencia de un contrato de trabajo (es decir, la
relación de dependencia).

Esta presunción legal de existencia de contrato de trabajo produce la inversión de la


carga de la prueba, y recae sobre el empleador acreditar que esos servicios personales
no tienen como causa un contrato de trabajo.

2.- No. En el presente caso la presunción no es desvirtuada porque según sostiene la


doctrina y la jurisprudencia en forma unánime el hecho de que la médica facturara sus
servicios en concepto de honorarios, que posea número de CUIT y que esté inscripta
como contribuyente es irrelevante para determinar la existencia de relación laboral
cuando se encuentra acreditadas circunstancias que son determinantes y
características de la dependencia personal propia del contrato de trabajo.

Lo determinante para que se configure relación de dependencia y por lo tanto contrato de


trabajo es la subordinación en sus tres sentidos: 1) técnico: somete su trabajo a los
pareceres y objetivos señalados por su empleador, 2) económico: recibe una
remuneración como contraprestación y no participa de los mayores beneficios ni
quebrantos derivados de la explotación, los que sólo benefician o perjudican al patrón,
resultado ajenos al obrero; 3) jurídico: es la principal característica para configurar la
dependencia. El trabajador está sometido a la autoridad del empleador, quien conserva
las facultades de organización, dirección, control y poder disciplinario.

Todo esto se da en el caso que analizamos, siendo insuficiente el único argumento


aportado por la parte demandada.

3.- En caso de prosperar la demanda la accionada deberá abonar: indemnización del art.
245 LCT, indemnización sustitutiva del preaviso, integración del mes de despido (según
la fecha del despido), multa del art. 8 de la ley 24.013 (si intimó a la registración en su
telegrama tal como lo dispone el art. 11 de esa ley- porque a la fecha del despido la
relación de trabajo no se encontraba registrada), multa del art. 15 Ley 24.013 (porque el
despido se da dentro de los dos años de la intimación), liquidación final. Al pie, se
acompaña un ejemplo de liquidación (que surge de la pericia contable teóricamente
realizada en autos) .-

4.- En este caso no considero que sea aplicable la doctrina de los actos propios.
Esto es así porque el derecho civil actúa frente al derecho del trabajo como supletorio,
pudiendo llenar posibles lagunas, y siempre que no contraríe los principios del derecho
del trabajo, considerando que las instituciones de derecho común están legislados y
estudiados para sujetos en paridad negocial, cuando en derecho del trabajo los sujetos a
los que se aplicaran están en situación dispar.

De acuerdo a la teoría general del Derecho del Trabajo, el Derecho Civil -y aún más la
teoría de los actos propios- no puede aplicarse en derecho del trabajo en forma
indiscriminada. En esta rama rige el principio de irrenunciabilidad y de protección a favor
del trabajador, que sobrepasa la voluntad o los actos de él mismo, protegiéndolo a
pesar suyo, imponiendo normas de orden público que no pueden ser desvirtuadas
por actos propios. Caso típico son las normas sobre fraude laboral que se aplican
decretando la nulidad del mismo aún a pesar de la colaboración del trabajador con esos
actos.

De allí que la teoría de los actos propios tenga una muy reducida a
5) SENTENCIA

AUTOS: “Mujica Silvia c/ SALUD EMERGENCIAS SRL s/ Despido, etc..”

RESULTA:

Que se presenta el letrado Juan Pérez como apoderado de la Sra. Silvia Mujica e inicia
demanda laboral en contra de la firma "SALUD EMERGENCIAS".
Manifiesta que la actora se desempeñó eficazmente desarrollando sus tareas de médica
cardióloga para dicha firma, como empleada bajo relación de dependencia, sin
registración, con un salario de $ 3.000.- mensuales.
Expresa la accionante que a los fines de instrumentar el pago mensual, la empresa le
exigía que emitiera facturas tipo “C” al sólo efecto de disimular intencionalmente la
relación de dependencia.

Alega asimismo que con la firma demandada la unía una relación de trabajo típica y
subordinada, lo cual se evidenciaba en los siguientes hechos: subordinación al poder de
dirección de la empresa, cumpliendo tareas en los lugares y horarios determinados por
aquella.

Manifiesta también que en fecha …….en oportunidad en que se presentó a tomar su


guardia en la clínica, no se le otorgaron tareas, lo que motivó que intimara a la firma
mediante el correspondiente telegrama.

Pretende además, la aplicación del art. 8 de la ley 24.013 por cuanto al momento del
distracto la relación de trabajo no se encontraba registrada.

Como respuesta, SALUD EMERGENCIAS envía carta documento a la actora,


rechazando sus emplazamientos y alegando la inexistencia de relación laboral.

Corrido el traslado de la demanda a SALUD EMERGENCIAS la misma es contestada


por la letrada apoderada negando en forma genérica todos y cada uno de los hechos y el
derecho invocados en la demanda en cuanto no fueran objeto de un expreso
reconocimiento.

Explica que la actora es una profesional en ejercicio independiente de su profesión, y


que se haya inscripta como trabajadora autónoma como monotributista.
Solicita la aplicación de la teoría de los actos propios, en virtud de que la reclamante en
autos concurrió a la AFIP, solicitó el número de CUIT, mandó a imprimir los recibos tipo
“C”, los confeccionó insertando como concepto de pago honorarios profesionales, luego
no puede pretender una interpretación distinta alegando que su tarea está amparada por
la ley laboral.

Sostiene, además, que no puede aplicarse la presunción del art. 23 LCT ante la
presencia de prueba en contrario: facturación de honorarios por parte de la Dra. Mujica,
cuyos comprobantes se incorporan al expediente.

CONSIDERANDO:

Habiendo sido negada la relación laboral, corresponde la declaración de su existencia o


no con relación a la demandada.

Que, en lo que a la teoría de los actos propios se refiere, debemos tener en


consideración que de acuerdo a la teoría general del Derecho del Trabajo, el Derecho
Civil -y aún más la teoría de los actos propios- no puede aplicarse en derecho del trabajo
en forma indiscriminada.

En esta rama rige el principio de irrenunciabilidad y de protección a favor del trabajador,


que sobrepasa la voluntad o los actos de él mismo, protegiéndolo a pesar suyo,
imponiendo normas de orden público que no pueden ser desvirtuadas por actos propios.
Caso típico son las normas sobre fraude laboral que se aplican decretando la nulidad del
mismo aún a pesar de la colaboración del trabajador con esos actos.

La regla venire contra factum proprium non valet no puede ser concebida en forma
genérica y absoluta pues, entendida con un sentido abarcativo amplio, puede llegar a
comprometer valores superiores que hacen a la naturaleza de determinados beneficios o
llevar a la desinterpretación real de situaciones de necesidad (cfr. Morello y Stiglitz, "La
doctrina del acto propio", "La Ley", 1984-A-865, especialmente p. 871, nota 27).

“La aplicación de la doctrina de los propios actos que constituye indudablemente "una
derivación necesaria e inmediata del principio general de obrar con buena fe" (del voto
del doctor San Martín en Ac. 34.713, sent. del 8-IX-1987; en "Acuerdos y Sentencias",
1987-III-539 entre otros; L. 68.698, sent. del 18-IV-2000) requiere una prudencial
evaluación de las circunstancias particulares del caso en tanto supone el análisis de la
conducta observada por las partes (conf. causas L. 70.197, sent. del 31-V-2000; L.
72.420, sent. del 16-V-2001). De manera que la prescindencia del examen que resulta
menester reduce la aplicación de la doctrina citada a una mera fórmula instrumental
vacía de contenido y por lo tanto incompatible con un adecuado servicio de justicia. Cabe
por lo demás extremar la prudencia y razonabilidad en su invocación a fin de evitar que
su aplicación derive en la obtención de un resultado disvalioso inconciliable con los
principios que la informan, ni se traduzca en la exigencia de un comportamiento
supererogatorio, esto es, que requiera del trabajador actitudes que van más allá de lo
que constituye su obligación". ("Silva, José Luis c/ Municipalidad de Tandil. Daños y
perjuicios").

"En resumen, en determinadas circunstancias podrá volverse sobre los propios pasos,
sin consecuencias negativas para su autor, dadas ciertas variaciones acaecidas desde la
exteriorización de la conducta anterior y la actualidad, o bien, cuando existieren intereses
socialmente comprometidos. En todos los casos los jueces decidirán teniendo en cuenta
las peculiaridades de las actuaciones planteadas aplicando el instituto con suma
prudencia (cfr. nota cit., pág. 861).

Que resulta necesario en primer término tener en cuenta que la demandada en su


conteste reconoce que la actora prestó servicios en su empresa, aunque niega el
carácter laboral del vínculo puesto que la actora estaba inscripta como monotribustista y
emitía facturas por sus honorarios.

Debe considerarse que la relación de dependencia se caracteriza por la subordinación


que se manifiesta en un triple sentido: 1) técnico: somete su trabajo a los pareceres y
objetivos señalados por su empleador, 2) económico: recibe una remuneración como
contraprestación y no participa de los mayores beneficios ni quebrantos derivados de la
explotación, los que sólo benefician o perjudican al patrón, resultado ajenos al obrero; 3)
jurídico: es la principal característica para configurar la dependencia. El trabajador está
sometido a la autoridad del empleador, quien conserva las facultades de organización,
dirección, control y poder disciplinario. (Julio Armando Grisolía, Derecho del Trabajo y de
la Seguridad Social, Tomo I, pag. 244).

Existe contrato de trabajo si se acreditó el desempeño bajo subordinación jurídica y el


pago de una remuneración, siendo determinante el hecho de que la actora se insertó en
una organización ajena, cumpliendo servicios personales en funciones y actividades
normales del empleador.

“Es insuficiente para probar lo contrario la circunstancia de que el trabajador se


encuentre inscripto como contribuyente y que hubiere emitido facturas para cobrar sus
emolumentos” (Sala 7ª, 27/03/2003, “Bruun María Laura c/ Sociedad Italiana de Tiro al
Blanco SITAS, DT 2003-B-1417).
Considero que los casos dudosos deben ser resueltos a la luz del principio de primacía
de la realidad y tomando en cuenta la presunción de relación laboral en los casos de
prestación de servicios del art. 23 LCT.

Este art. Establece que el hecho de la prestación de servicios hace presumir la


existencia de un contrato de trabajo, salvo que por las circunstancias, las relaciones o
causas que lo motiven se demostrase lo contrario. Esa presunción operará igualmente
aun cuando se utilicen figuras no laborales para caracterizar el contrato, y en tanto que
por las circunstancias no sea dado calificar de empresario a quien presta el servicio.

El ejercicio de una profesión liberal no es obstáculo para que se perfeccione un contrato


de trabajo si las tareas tienen habitualidad y continuidad, con incorporación a una
organización de trabajo que el es ajena a quien las preste.

Es así que, al estar fuera de dudas que la accionante realizaba guardias en el sanatorio,
tales guardias integraban el diagrama de trabajo de un establecimiento ajeno, por lo que
cobra operatividad la presunción prevista en el art. 23 LCT, aun cuando se hayan
utilizado figuras no laborales para caracterizar la relación.

Que si se tiene en cuenta lo normado por el Art. 23 de la L.C.T. y habiendo sido


reconocido en forma expresa la prestación de servicios para la hoy demandada,
corresponde a ésta la prueba que la misma era empresaria. Que la sola circunstancia de
haber estado inscripta como Monotributista tal como lo refiere la demandada, no es un
elemento que defina la no existencia de relación laboral entre las partes.

Que la Doctrina y la Jurisprudencia mayoritaria, ya tienen declarado la inscripción como


Monotributista de la que se considera como la parte más débil en un contrato de trabajo,
no es tampoco elemento determinante para calificar a esa parte como empresaria.

El hecho de que la actora facturara sus servicios en concepto de honorarios, que posea
número de CUIT y que esté inscripta como contribuyente es irrelevante para determinar
la existencia de relación laboral cuando se encuentra acreditadas circunstancias que son
determinantes y características de la dependencia personal propia del contrato de
trabajo.

Que las circunstancias de haber percibido dinero en facturas en carácter de honorarios


unido a lo ya declarado hace presumir que existía un Contrato de Trabajo entre la actora
y la demandada y que de dichas consideraciones surge la dependencia tanto económica
como la subordinación jerárquica y el cumplimiento de las directivas que le otorgaban la
empresa demandada a cambio de una remuneración aún cuando se la hubiere calificado
con otro nombre. Por lo que queda declarado que entre actora y demandada existía un
contrato de trabajo por tiempo indeterminado. Así lo declaro.

Resuelvo:

Hacer lugar a la demanda promovida por la Sra. Silvia Mujica en contra de SALUD
EMERGENCIAS SRL, condenándose a esta última a abonar a la actora la suma de
$60.000 en concepto de indemnización art. 245 LCT, indemnización sustitutiva del
preaviso, integración del mes de despido, multas de los arts. 8 y 15 de la ley 24.013 y
liquidación final.

Con costas a cargo de la demandada ( artículo 19, ley 11.653).-

Diferir la regulación de los honorarios de los profesionales intervinientes hasta quesea


aprobada la pertinente liquidación.-

Regístrese, practique el Actuario la liquidación de autos y notifíquese.-

Firmado: Enrique O. Pintos.

Juez.-

BIBLIOGRAFIA:

 “LEYES VARIAS DEL TRABAJO” – Ediciones Zavalía – Buenos Aires - Año


2001.-
 GRISOLIA JULIO ARMANDO - “DERECHO DEL TRABAJO Y LA SEGURIDAD
SOCIAL” – TOMO I – Editorial LEXIS NEXIS – Buenos Aires – Año 2005.-
EJEMPLO DE LIQUIDACION PRACTICADA POR PERITO CONTADOR:
LIQUIDACIÓN
Para el caso que corresponda que la demanda prospere en todos sus rubros y tal
como plantea y lo solicita la parte actora en su escrito de demanda.

Antigüedad: 01 año.-
Sueldo: $ 3.000.-
Ingreso: 04.05.2006 Egreso: 20.05.2007

Indemización por despido (245) $ 3.000.-


Indemnización omisión preaviso (231) $ 3.000.-
S.A.C. s/ Indemnización por despido $ 250.-
S.A.C. s/ indemnización omisión preaviso $ 250.-
Integración mes despido (232) $ 1.320.-
S.A.C. s/ integración mes despido $ 110.-
S.A.C. proporcional ( s/ sueldo) $ 1.249,50
Vacaciones no gozadas (proporcionales) $ 834.-
S.A.C. s/ vacaciones proporcionales $ 69,50.-
Vacaciones (150) $1.680.-
S.A.C. s/ vacaciones $ 140.-
TOTAL $ 11.903,00
Si el Excmo. Tribunal considera que corresponde abonar:
Indemización artículo 8 de ley 24.013 $ 9.750.-
Indemización artículo 2 de ley 24.013 $ 3.000.-

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