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Autor:
Bach. Crisol Deza, Henry Martin
ASESOR
Abg. Dávila Román, Boris Jack
HUACHO – PERÚ
2018
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DEDICATORIA
PRESENTACIÓN
Los procesos judiciales de desalojo por ocupación precaria, constituye la mejor prueba de
la importancia social que tienen los conflictos sobre la propiedad y la posesión en nuestro
país. Por distintos problemas de orden socio-económico, la riqueza material del Perú, no
necesariamente está configurada por medio de títulos de propiedad reconocidos y
formalmente registrados; por el contrario, el mejor título lo constituye el disfrute del
hombre sobre la tierra, que se riega con sudor y esfuerzo. Es más, el nivel económico
reciente da cuenta que la población no percibe que el registro sea especialmente relevante
para la seguridad jurídica, en comparación con el reconocimiento municipal, por ejemplo,
que presupone la posesión de la propiedad.
En efecto, la posesión es un valor patrimonial de primer orden, pues resulta frecuente que
se trate, casi, del único activo de muchos peruanos. En este orden de ideas, se acrecienta
la necesidad de una respuesta jurisprudencial coherente, y que sea percibida como justa
por el colectivo social. Por tanto, es inadmisible que los poseedores en concepto de dueño
se vean despojados en procesos sumarios, sin que puedan alegar todas las razones de la
ocupación que detentan. Podemos definir que el poseedor se reputa, en muchos casos,
como “cuasi-propietario”, pues el ordenamiento jurídico de nuestra norma de carácter civil
lo presume propietario por la sola posesión; o, en todo caso, lo habilita para convertirse
en dómino por efecto de la usucapión o accesión, sin perjuicio de la apropiación de los
frutos y la irresponsabilidad por la pérdida del bien.
El objetivo de este trabajo es conocer si efectivamente los poseedores pueden ser
propietarios de los inmuebles que han ocupado en el lapso de tiempo que la ley o norma
ha otorgado a las personas al ocupar dicho bien inmueble y que el propietario original no
pueda reclamarlo ante una decisión judicial que ha dado a favor al poseedor al recurrir al
órgano jurisdiccional.
iv
Palabras Claves:
Keywords:
Text Eviction per Precarious Occupant
INDICE
DEDICTORIA…………………………………………………………………………..ii
PRESENTACION……………………………………………………………………...iii
PALABRAS CLAVES………………………………………………………………....iv
INDICE…………………………………………………………………………………..v
INTRODUCCION………………………………………………………………………1
CAPITULO I
1. ANTECEDENTES………………………………………………………….3
1.1.- La Posesión en el Derecho Romano…………………………………….3
1.2.- La Posesión Precaria en Roma: El Origen………………………………4
1.3.- Antecedentes en Nuestra Legislación Nacional…………………………6
1.4.- En el Perú la Posesión Precaria………………………………………….7
CAPITULO II
2.1.- Etimología…………………………………………………………8
a.- Posesión………………………………………………………8
b.- Precario……………………………………………………….8
c.- Desalojo……………………………………………………………....8
vi
2.2.- Definición…………………………………………………………………..9
2.3.- El Desalojo es Acción Posesoria………………………………………….10
2.4.- Definición…………………………………………………………………11
2.5.- Naturaleza de la acción…………………………………………………….13
2.6.- Características del Desalojo por Ocupante Precario.………………………15
2.7.- Requisitos Para que Proceda la Acción……………………………………15
2.8.- El Procedimiento de Desalojo por Ocupante Precario….…………………16
2.9.- Sujeto Activo Y Sujeto Pasivo……………………………………………18
2.10.- Proceso de Desalojo por Ocupante Precario Finalidad…………………..20
2.11.- El Desalojo por Precario Inaceptable Confusión con la Reivindicatoria....21
2.12.- La Posesión Precaria en la Actualidad: Las Oscilaciones de la Corte
Suprema………………………………………………………………………..22
CAPITULO III
4.- JURISPRUDENCIAS..……………………………………………........32
CAPITULO IV
2. Legislación de Colombia………………………………………………42
3. Legislación de Chile…………………………………………………...43
4. Legislación Argentina………………………………………………….46
6.- CONCLUSIONES.………………………………………………………51
7.- RECOMENDACIONES...………………………………………………52
8.- RESUMEN...………………..…………………………………………....53
9.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFCAS....………………………………..54
10.- ANEXOS...……………………………………………………………...57
1. Caso Práctico Exp. 3356-2015
2. Proyecto de Sentencia 4323-2016
3. Análisis del Caso
1
INTRODUCCION
Por otro lado, debe tenerse en cuenta que un gran número de demandas de desalojo por
ocupante precario recaen sobre bienes inmuebles cuyo uso es la vivienda. Este dato
empírico conecta el desalojo con otro espacio vital del ser humano, la vivienda como
centro de las actividades más íntimas del hombre, así como de su desarrollo individual y
familiar. En consecuencia, el problema social de la posesión no se reduce a la mejor o
peor redacción de un artículo del Código Civil, ni a la interpretación exclusivamente
dogmática de un pretendido teórico. En este tema se encuentran involucrados aspectos de
orden social, económico y filosófico; sin perjuicio de las cuestiones de estricto orden
normativo.
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La situación actual del concepto de “precario”, y los contornos indefinidos que padece,
constituye, sin duda, un grave atentado contra la seguridad jurídica y, por ello, también,
un déficit de justicia que el sistema institucional debe corregir y enrumbar. En efecto, la
situación actual es claramente desesperanzadora, pues nadie sabe a ciencia cierta qué es
un “ocupante precario”. No está delineado en la doctrina, ni en los Tribunales, ni siquiera
en el sentido común de los particulares a quienes, finalmente, se dirige el ordenamiento
civilístico.
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CAPITULO I
1.- ANTECEDENTES
D.)26 sostenía la opinión contraria, esto es, la consideraba como un derecho. Esta
discrepancia se ha mantenido, con sus matices, durante la época de los glosadores, así el
glosador Olivart se adhirió a la primera de las opiniones antes citadas, mientras que
Bartolo lo hacía a la segunda.
Galiano, José. (1923). Similar apreciación tiene sobre esta materia quien señaló que la
posesión es una de las materia más difíciles y abstrusas del derecho civil; agrega sin
embargo que desde los primeros tiempos del derecho romano, la posesión ha sido
reconocida y amprada como una de las instituciones del derecho civil, y hasta nuestros
días nadie a puesto en duda la necesidad jurídica de protegerla
Límites de espacio nos impiden entrar de lleno al análisis de la figura así como a la
reflexión respecto de cada una de las posiciones sustentadas en sede nacional; sin
embargo, algunas consideraciones sí resultan imprescindibles. El término precario deriva
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de la palabra “preces” que quiere decir ruego. En su origen constituyó la única forma de
participar en la propiedad ajena10 y se caracterizó por las siguientes notas:
En efecto, “el pater familias (patrono) entregaba porciones de tierra en precarium no sólo
a los plebeyos sino también a los siervos manumitidos y a otros extranjeros sometidos o
acogidos voluntariamente por una gens. Cuando el patrono perdió su jurisdicción sobre su
gens, el pretor le confirió el interdicto de precario para obtener la restitución del bien. El
precario solamente podía ser desalojado por su patrono. Para que el precario defienda su
posesión frente a terceros, el pretor le confirió los interdictos de retener y recobrar”.
Con razón se ha dicho que “en el Derecho Romano el precarium era un contrato
innominado por el cual una persona, el concedente, cedía a otra la posesión y disfrute
temporal y gratuito de una cosa, con la obligación de devolverla en el momento en que lo
solicite el concedente. Este cedente tenía el Derecho de revocarla a su voluntad”. Cuando
esta facultad de revocar su voluntad se manifestaba, obligaba al poseedor precario a
devolver el bien dado en uso gratuitamente. Se podría decir que el título de liberalidad
fenecía, y en caso el precario se negara a devolverlo, dejaba de ser un poseedor precario
caracterizado por su legitimidad, y devenía en un poseedor ilegítimo, pues al haberse
revocado la voluntad del cedente, su título de gratuidad fenecía automáticamente, y se
convertía en un usurpador.
De esta forma la posesión precaria nace en Roma como una posesión legítima, la cual se
constituía luego que una persona mediante ruegos, le pedía al propietario de un bien la
concesión para su uso sin fijación de plazo, por el tiempo que estimase oportuno el
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cedente, quien a su vez otorgaba el uso del bien por una cuestión de liberalidad o cortesía,
sin una contraprestación pecuniaria.
Sin embargo, en algún momento, la vulgarización de los conceptos jurídicos hizo tal,
como ocurre hoy- que la jurisprudencia tambalease de forma lamentable., Es decir, en el
pasado se incurrió en el mismo error que se repite el presente; y que consiste en estudiar
solo normas, pero no Derecho, no Filosofía, no Moral, no Historia. Luego, el tema se
complicó con la legislación especial de arrendamientos forzosos, emanada principalmente
de los gobiernos dictatoriales que se sucedieron a lo largo del siglo XX, que estuvieron
inspiradas en motivaciones de interés social, pero que vinieron acompañadas de
inconsistencias teóricas. En tal sentido, en esas leyes se impidió que el propietario pudiese
desalojar al inquilino, salvo causas justificadas, entre las que se encontraba el singular
hecho que el inmueble lo ocupase un tercero, y no el arrendatario, que era el único
protegido por la legislación especial en su derecho a la vivienda. Ese tercero fue
denominado, erróneamente, como “precario”, y esa es la causa de las confusiones que
sufrimos hasta la actualidad.
“legal” que pasó al art. 911 no guarda la debida coherencia con el resto del Código, ni con
las normas procesales.
CAPITULO II
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2.1.- ETIMOLOGIA:
A.- POSESION
Peña Guzmán, Luís Alberto. (1975). Es uniforme en la doctrina el reconocimiento de que,
respecto de la etimología de la voz possessio, no existe uniformidad de criterio, pues,
según indica los autores discrepan sobre el sentido que se pretende hacer derivar de ella.
Tal apreciación se ve corroborada cuando al referirse a la posesión por su etimología hace
uso de la voz possidere, y señala que ésta proviene del sufijo sedere (sentarse) y del prefijo
pos, que aunque es dudoso, posiblemente, provenga de la palabra pot, raíz de posse
(poder), que significa asentarse, asentamiento, señorío.
B.- PRECARIO
Colín, Ambrosio y Capitant H. (1942). La palabra precario, es una expresión romana que
en sus primeros momentos designaba un vínculo jurídico, al parecer, nacida de lo que se
conocía como clientela. Un gran propietario concedía fundos a sus clientes, a petición de
ellos mismos; quienes cultivaban la tierra y vivían de ella, debiendo restituirla a voluntad
del concedente.
C.- DESALOJO
Yerba Paredes, Luz Milagros. (2015). La expresión “desalojar” es una palabra compuesta
que se forma por el prefijo inseparable des que denota negación o privación y de alojar
que significa aposentar; hospedar; vale decir, privar o expulsar a una persona de su
alojamiento por causas que estén debidamente justificadas.
2.2.- DEFINICION:
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2.2.1.- DESALOJO
Cuando el demandante opte por la acumulación del pago de arriendos al desalojo, queda
exceptuado el requisito previsto en el inciso 3) del artículo 85° de este código” 24 . El
desalojo procede para obtener la restitución de los siguientes bienes. 1. Los predios (art
585º CPC) Denominación de origen romano, algo en desuso fuera de los juristas, para
referirse a cualquier finca o propiedad inmueble. 2. Los bienes muebles que no sean
predios (art 596º CPC).
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Esta conclusión es reforzada por los artículos 585 y 586 CPC, en cuanto el desalojo
permite la “restitución”, lo que implica que el demandado devuelve el bien al
demandante, quien había cedido la posesión con anterioridad24. Por tanto, se trata de una
acción tendente a que el demandante, que mantiene la posesión mediata, obtenga
nuevamente la posesión directa por efecto de la devolución que realice el demandado. El
art. 587 CPC ratifica esta conclusión: se necesita una relación de cesión de posesión entre
demandante y demandado. Esa circunstancia solo se encuentra en la posesión mediata (art.
905 CC), cuya configuración ocurre cuando un sujeto entrega voluntariamente el bien a
otro, en virtud de un título jurídico o social (contractual o extracontractual, según la
doctrina alemana), de carácter temporal, por lo que el receptor queda obligado a su
restitución. Nadie discute que el concepto de precario solo tiene sentido en relación con
la norma procesal25, pues lo segundo es el cauce instrumental que sirve para recuperar el
bien que ocupa el primero. Por tanto, la ley procesal complementa la norma civil, y no
puede realizarse la construcción del concepto a partir del aislado art. 911 CC. En
consecuencia, la norma procesal permite construir el desalojo como una acción posesoria
especial, que protege la posesión mediata del demandante.
Si el desalojo es acción posesoria, entonces el demandante debe ser poseedor, ¿pero qué
clase de poseedor? Si el actor es poseedor, y el demandado, también lo es, pues, se busca
restituir la posesión, entonces la conclusión evidente es que ambas partes del proceso son
poseedores, lo que solo puede ocurrir cuando uno es mediato y el otro mediato. Esta
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afirmación se ratifica con el término “restitución” que utiliza claramente los arts. 585, 586
y 587 CPC, que es la característica de la posesión mediata (art. 905 CC).
2.4.- DEFINICIÓN:
POSESIÓN PRECARIA
El precario es aquel poseedor que recibió temporalmente la cosa a fin de restituirla (art.
905 del código civil), mediante una relación social, de hecho (licencia, asentamiento,
gracia, amistad, benevolencia, etc.), o cuyo título obligacional es nulo; pues en ambos
casos existe entrega voluntaria del concedente, o por lo menos aquiescencia, con el
consiguiente deber de restitución a cargo del precario en cuanto el otorgante revoque su
voluntad. No obstante, si la nulidad se produce por falta de manifestación de la voluntad,
entonces no habrá precario, pues falta el acto de voluntad, por lo que no hay posesión
mediata e inmediata, sino mero acto de despojo del poseedor actual, que puede ser
corregido a través del interdicto. De esta manera, la noción sustantiva de precario queda
aclarada, y en caso de renuencia a la restitución del bien, el concedente tiene el
instrumento procesal que tutela su interés, específicamente el proceso de desalojo.
Tanto así, explica que el concepto de posesión precaria se ha expandido tanto que abarca
múltiples hipótesis, tales como los poseedores autónomos en concepto de dueño, los
compradores a quienes se les resolvió el contrato por efecto de una simple carta, los
poseedores de los que ya consumaron a su favor el plazo de la usucapión, entre otros. En
la inmensa mayoría de los casos se trata de ocupantes que disfrutan el bien en condición
de vivienda, por lo que corresponde analizar la hipótesis a la luz del derecho humano a la
vivienda adecuada y del debido proceso.
Vásquez Ríos, Alberto. (2011). no es ocupante precario sino autentico poseedor, aquel
que sin título posee el inmueble como dueño, por el que no paga pensión y que, cumplido
el termino para prescribir, se convertirá en propietario, y por consiguiente, tampoco puede
ser un poseedor precario porque posee para sí; salvo que ahora se entienda, en el Derecho
Civil peruano, que el poseedor precario que norma el artículo 911° es el auténtico
poseedor; por otro lado, si el ocupante precario es el que usa el bien sin tener título ni
derecho alguno y de una manera graciosa, pero que no representa una nueva clase de
posesión, sino más bien significa una calificación procesal a efectos de permitir la
procedencia de la acción de desahucio que está dada para recuperar el uso, por lo que, en
dicha acción sumaria, no procede debatir el derecho de propiedad que está reservado a la
acción reivindicadora, entonces para qué se perpetuó la norma del artículo 911° .
Cree que el precario es un “concepto procesal”, en virtud del cual, el juez
puede decidir quién tiene “mejor derecho a poseer” a través de un proceso
de desalojo. (Chauca, 2006, pág. 57).
lo que no hay un sujeto pasivo determinado, el cual aparece solamente cuando hay una
violación o amenaza de violación del derecho del titular. El titular del derecho real puede
perseguir al bien sin importar en posesión de quien se encuentre. El derecho real es
absoluto, se ejerce erga omnes.
Si una persona posee un bien de facto, sin título, o sea sin que el titular del derecho real le
haya transferido la propiedad, uso o posesión del bien, éste (el titular) puede valerse del
proceso de desalojo por ocupante precario para que se le restituya el bien. Aquí, el desalojo
tiene, sin duda, naturaleza real.
https://laley.pe/.../conozca-los-4-requisitos-para-ganar-una-demanda-de-desalojo-por.
(2017). Las características del desalojo por la causal de ocupación precaria son con la
concurrencia de cuatro elementos esenciales.
Esto ante la existencia de título que justifique la posesión del emplazado, esta resulte
ineficaz, es decir, que la posesión sea ilegítima, que no se ajusta a derecho y,
concretamente, que se ejerza bajo alguno de los siguientes supuestos: a) que el título con
el que se cuenta sea nulo, haya quedado resuelto o hubiese fenecido; b) que se adquiere
de aquel que no tenía derecho a poseer el bien; y, c) que se adquiera de aquel que teniendo
derecho a la posesión, se encontraba impedido de transmitirlo.
1.- DEMANDANTE: es poseedor mediato, pero con la especial característica que entregó
el bien por causal de liberalidad, gracia, tolerancia, aquiescencia o benevolencia, por
virtud de relaciones sociales, familiares, amicales, o en circunstancias análogas. Por tanto,
en este contexto solo existe un título social, o el título jurídico que exigía la restitución es
manifiestamente nulo (art. 220 CC), por lo que se entiende fenecido. Si el demandante no
es poseedor, o invoca exclusivamente el título de propiedad que ostenta, entonces la
demanda de desalojo por ocupante precario es improcedente, de plano; pues el medio
pertinente, para tales pretensiones, es la acción reivindicatoria, la declarativa del dominio,
o eventualmente, las acciones contractuales (cumplimiento, resolución, rescisión, nulidad,
etc.).
Si el demandante entregó el bien en forma voluntaria, con carácter temporal, pero en virtud
de título jurídico (contrato de arrendamiento, comodato o cualquier otro análogo),
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2.- DEMANDADO: es poseedor inmediato, pero con la característica que recibió el bien
en cualquiera de las circunstancias señaladas en relación con el demandante.
Asimismo, todos los terceros que ingresaron al bien por obra y gracia del precario, sufren
las mismas consecuencias, esto es, se encuentran sujetos al resultado del desalojo. Así lo
indica la legislación procesal (arts. 587 y 593 CPC).
También pueden ser demandados los sub-poseedores derivados del precario, pues, en tal
caso, el demandante mantiene la posesión mediata, por lo que se aplican los principios
generales. Aquí, la situación es análoga a la que se presenta en el sub-arrendamiento, pues
la norma civil permite expresamente la acción directa el arrendador contra el
subarrendatario (art. 1693 CC).
Por ejemplo, si un hijo posee la casa del padre, o un antiguo compañero de estudios hace
lo propio respecto del predio del colega, entonces debe entenderse que la posesión sin
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renta se cedió en forma voluntaria, pues así lo indica la máxima de experiencia consistente
en asumir que las relaciones sociales generan liberalidades entre los que se involucran en
ellas. Nadie asume en principio que el padre quiere lucrar con el hijo, o que entre el
compañero y su colega se produjo una usurpación, salvo que se presente la prueba en
contrario.
Por tanto, no hay problema alguno de prueba, pues una vez que se ha acreditado el
contexto social o familiar, se presume que el demandado se encuentra en condición de
precario, facilitándose el éxito del proceso de desalojo. La prueba en contra recae en el
demandando.
El artículo 586° de nuestro Código Procesal Civil dice: “Pueden demandar: el propietario,
el arrendador, el administrador y todo aquel que, salvo lo dispuesto en el artículo 598°,
considere tener derecho a la restitución de un predio. Pueden ser demandados: el
arrendatario, el sub-arrendatario, el precario o cualquier otra persona a quien le es exigible
la restitución”. Para la norma hace referencia a los sujetos legitimados para demandar y
ser demandados en el desalojo. A pesar de que la norma haga referencia solo a las partes,
consideramos que los terceros también pueden incorporarse al proceso. Estos también
están legitimados para actuar, por tener interés directo o indirecto en el resultado del
proceso.
El demandante del desalojo, según la jurisprudencia que interpreta el código procesal civil,
puede ser el propietario, con o sin posesión, el arrendador, el administrador y cualquier
otro que tenga derecho a la restitución del predio, como es el caso del constituyente del
usufructo, superficie o uso y habitación, así como el concedente de la posesión por obra
de gracia, liberalidad o aquiescencia. Por otro lado, el demandado natural en el desalojo,
es el arrendatario o cualquier poseedor temporal a quien le es exigible la restitución. Sin
embargo, por la vía del “precario” ha logrado una ampliación descomunal de hipótesis
incluidas en el desalojo, por lo que, hoy, este proceso resuelve conflictos de propiedad,
usucapión, nulidad de acto jurídico, accesión, resolución de contrato, doble venta, entre
otros.
1. El propietario. Persona física o jurídica que tiene derecho de dominio sobre una
cosa, especialmente sobre bienes inmuebles. Frente al inquilino, el dueño de la
cosa alquilada.
2. El arrendador o Locador En el contrato de locación se llama así quien concede el
uso o goce de una cosa, ejecuta la obra o presta el servicio. Denominase también
arrendador.
3. El administrador Persona física o jurídica que administra sus propios bienes o los
ajenos. En Derecho Público es administrador, por medio de sus organismos, el
Estado en general y específicamente el Poder Ejecutivo en sus diversos aspectos.
4. Todo aquel que considere tener derecho a la restitución, salvo que el actual
poseedor haya interpuesto interdicto (art 586º - primera parte CPC).
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El art. 585 del CPC establece: " La restitución de un predio se tramita con arreglo a lo
dispuesto para el proceso sumarísimo. Se ha pretendido dar al término restitución un
significado restrictivo al afirmar que "consiste en la obligación de devolver algo que
anteriormente se había recibido". Esta afirmación no corresponde ni al significado jurídico
ni al significado gramatical de la palabra restitución. Conforme a nuestro ordenamiento
jurídico con el proceso de desalojo por ocupante precario el demandante persigue que le
restituya el bien quien lo posee sin su autorización (el ocupante clandestino, el usurpador)
o que le sea devuelto por la persona a quien él le cedió voluntariamente por haber fenecido
el título. Gramaticalmente el término "restitución" significa devolver lo que se posee
21
En nuestro país, la jurisprudencia y la doctrina mayoritaria, sin darse cuenta, han creado
dos procesos cuyo tema debatido es la propiedad. El problema es que el vencedor de uno,
puede ser derrotado en el segundo. Por otro lado, la práctica de nuestros Tribunales hace
pasar por precario al invasor, o al sujeto con posesión antiquísima pero sin título formal,
o al comprador con título supuestamente resuelto, al contratante cuyo negocio jurídico se
pretende declarar nulo, pero que no consta con evidencia plena, al que no inscribió en la
doble venta, al arrendatario con plazo vencido, al poseedor que ha superado el plazo anual,
entre otros. Así, pues, figuras tan disímiles se unifican dentro de la categoría
omnicomprensiva de “precario judicial”, pues en ella se incluyen poseedores legítimos54,
ilegítimos, compradores en doble venta, usucapientes o constructores, poseedores
viciosos, poseedores con título temporal o definitivo, familiares, divorciados con o sin
hijos, entre otras muy diversas hipótesis. La pregunta que flota en el ambiente es si una
categoría así, tan extendida, presta realmente utilidad, o solamente es fuente de las
22
Con posterioridad, la misma Corte Suprema emitió un nuevo fallo, mediante el cual,
corrigiendo su anterior pronunciamiento, sostuvo que “el fallo recurrido al revocar la
apelada no ha precisado en mérito a qué título viene poseyendo la demandada el inmueble
sub materia, pues al expresar con vaguedad que lo hace en mérito a algún título o alguna
23
Que en consecuencia al haber invocado la Sala de mérito el artículo 911 del Código Civil
expresando que basta cualquier circunstancia justificatoria para considerarla título de
posesión, ha incurrido en una interpretación errónea de dicha norma.
Actualmente, con la sentencia materia de comentario (CAS. Nº 417-2009-ICA) se vuelve
a aquella concepción según la cual se configura la posesión precaria con la ausencia
absoluta de cualquier circunstancia que justifique el uso y disfrute del bien. En efecto, en
el considerando décimo la Corte Suprema señala que: “La norma acotada exige que se
prueben dos condiciones copulativas: que la parte demandante sea la titular del bien cuya
desocupación pretende, y que la parte emplazada ocupe el mismo sin título o cuando el
que tenía ha fenecido. El "titulo" a que se refiere la segunda condición copulativa es el
que emana de un acto jurídico por el que se otorga al poseedor la propiedad,
arrendamiento, usufructo, uso, comodato, superficie, anticresis, entre otros, del bien que
detenta, por lo que reiteradas ejecutorias la Corte Suprema de Justicia han establecido que
la posesión precaria es la que se ejerce de facto, sin contar con título que justifique la
posesión, entendiéndose como tal a la ausencia absoluta de cualquier circunstancia que
permita advertir la legitimidad de la posesión que detenta el ocupante”.
Debemos tener cuidado con este razonamiento. El sostener que únicamente se presenta
precariedad en la posesión cuando se da la ausencia absoluta de cualquier circunstancia
que justifique el uso y disfrute del bien o lo que es lo mismo, la ausencia absoluta de
cualquier circunstancia que permita advertir la legitimidad de la posesión que detenta el
ocupante - podría llevar a concluir como lo hizo la Corte Suprema en la citada Casación
Nº 1643-2003 – que la mera posesión del bien durante años constituye una circunstancia
24
que justica la posesión. Afortunadamente como detallaremos más adelante esta vez la
Corte Suprema no cayó en tal exceso y consideró que la sola acreditación de que el
demandado viene poseyendo el inmueble desde hace varios años no constituye una
circunstancia pasible de ser esbozada como mecanismo de defensa frente a la demanda de
desalojo.
Particularmente, coincidimos con quien sostiene que el “título” al que hace mención el
artículo 911 CC “está referido a un acto jurídico (acuerdo o convenio) o la ley, la misma
que ampara determinados acontecimientos o situaciones de hecho como justificatorias de
la posesión”35. Y es que en efecto, “no sólo del acto jurídico emerge un título para el
demandado. La ley, al conferir derechos, también concede un título que permite sustentar
una posición oponible al demandante en un proceso de desalojo por ocupante precario.
Por ejemplo, la posesión del heredero del arrendatario causante. Aun cuando el contrato a
plazo determinado haya concluido, el arrendamiento continuará bajo sus mismos términos
(artículo 1700º CC) ahora entiendo como arrendatario al sucesor. En este caso el sucesor
no ha suscrito un contrato con el arrendador, simplemente la ley (el CC) le confiere un
título para continuar en la posesión.
CAPITULO III
DE LA PROPIEDAD
Artículo 70.- Inviolabilidad del derecho de propiedad
El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el
bien común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino,
exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley,
y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya compensación por
el eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para contestar el valor de la
propiedad que el Estado haya señalado en el procedimiento expropiatorio.
CAPITULO TERCERO
Posesión precaria
Artículo 911.- La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando
el que se tenía ha fenecido.
SUBCAPÍTULO 4
DESALOJO
27
TÍTULO III
DEL DESALOJO
Artículo 14.- Procedencia y Causales de Desalojo
14.1 En cualquiera de los contratos regulados por el presente Decreto Legislativo, el
Arrendador puede demandar contra el Arrendatario o contra quien posea el inmueble
arrendado, la restitución del mismo a través del Proceso Único de Ejecución de Desalojo.
LA LEY 30201
4.- JURISPRUDENCIAS
reversión del bien. Asimismo se observa que la demandada señala que tiene
título para poseer y que este consiste en la constancia de posesión, otorgada
por la municipalidad provincial del callao, con fecha doce de mayo de dos mil
seis. (Casación N° 1968-2014, Callao, de la sala civil permanente de la
corte suprema de justicia publicado el 18 de junio del 2015).
- “(…) Cuando en el artículo 911 del Código Civil se señala que la carencia de
título para la posesión o el fenecimiento del mismo es condición de posesión
precaria, no se está refiriendo únicamente al documento que hace alusión al
título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o circunstancia que haya sido
33
alegada por las partes, los cuales pueden probarse también en la vía del proceso
sumarísimo, a través de cualquiera de los medios probatorios establecidos por
la legislación procesal civil, siendo necesario sólo entender que el derecho en
disputa no será la propiedad sino el derecho de poseer el bien reclamado. Es
en ese sentido que se ha establecido como doctrina jurisprudencial vinculante
que en los casos descritos por las Salas Supremas en dicha oportunidad, el Juez
del proceso no podrá expedir una sentencia inhibitoria sino que deberá
pronunciarse sobre el fondo de la materia controvertida, en el sentido que
corresponda, conforme a los hechos y la valoración de las pruebas aportadas,
sin pronunciarse sobre la validez de los actos jurídicos. (Casación N° 3356-
2015/Cusco, Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de justicia
publicada en el diario oficial el peruano el 05 de Setiembre del 2016).
La Comisión de Actos Preparatorios del Pleno Jurisdiccional Regional Civil con sede en
la ciudad de Talara, conformada por los señores Jueces Superiores: Jaime Antonio Lora
Peralta, Juez Superior de la Corte Superior de Justicia de Sullana, Presidente de la
Comisión de Actos Preparatorios; Juan Manuel Albán Rivas, Juez Superior de la Corte
Superior de Justicia de Cajamarca; Melicia Aurea Brito Mallqui, Juez Superior de la Corte
Superior de Justicia de Ancash, en representación del doctor Silvio Rolando Lagos
Espinel; Fidencio Francisco Cunya Celi, Juez Superior de la Corte Superior de Justicia de
Piura; Perú Valentín Jiménez La Rosa, Juez Superior de la Corte Superior de Justicia de
Tumbes; Daniel Carrillo Mendoza, Juez Superior de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque; Niczon Halando Espinoza Lugo, Juez Superior de la Corte Superior de
Justicia Del Santa en representación de la doctora Linda María Olga Vanini Chang y
Mariano Benjamín Salazar Lizárraga, Juez Superior de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, dejan constancia de que luego de llevado a cabo el debate de cada uno de los
temas sometidos al pleno, los señores jueces participantes, han arribado a las conclusiones
que exponen a continuación:
administrativa, civil y penal que la ley determine en cada caso; norma concordante con el
segundo parágrafo del artículo 138º de la Constitución Política del Perú, que prescribe que
tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada,
ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución.
Segunda Ponencia No es posible ejecutar la sentencia emitida en el proceso de desalojo,
porque el demandado ostenta la calidad de propietario y su derecho es oponible a su
contrario, cuyo derecho de propiedad, ha sido incluso cancelado por mandato judicial,
siendo que por su naturaleza el proceso de desalojo procede contra quien carece de título
o por haber fenecido éste, supuestos previstos en el artículo 911º del Código Civil, y que
el caso del demandado no se cumplen.
1.- GRUPOS DE TRABAJO: En este estado, el doctor Jaime Antonio Lora Peralta,
Presidente de la Comisión de Actos Preparatorios, concede el uso de la palabra a los
señores relatores de cada grupo de trabajo a fin de que den lectura de las conclusiones
arribadas preliminarmente, conforme se detalla a continuación:
Grupo Nº 1: El señor relator Dr. Miguel Ángel Guerrero Hurtado, manifestó que el grupo
por UNANIMIDAD se adhiere a la segunda ponencia. Siendo un total de ocho 8 votos,
indicando que: “No es posible ejecutar la sentencia emitida en el proceso de desalojo,
porque el demandado ostenta la calidad de propietario y su derecho es oponible a su
contrario, cuyo derecho de propiedad, ha sido incluso cancelado por mandato judicial,
siendo que por su naturaleza el proceso de desalojo procede contra quien carece de título
o por haber fenecido éste, supuestos previstos en el artículo 911º del Código Civil, y que
el caso del demandado no se cumplen”.
Grupo Nº 2: El señor relator Dr. Jaime Luis Rodríguez Manrique, manifestó que el grupo
por UNANIMIDAD se adhiere a la segunda ponencia siendo un total de ocho 8 votos,
indicando que: “El demandante del desalojo ha perdido la titularidad del derecho de
conformidad con el artículo 952º del Código Civil y ya no tendría legitimidad para ejecutar
el lanzamiento; pues por condiciones de temporalidad con la sentencia de usucapión e
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inscripción del derecho de propiedad del usucapiente cambiaron las circunstancias que
produjeron el fallo en el proceso de desalojo, como límite temporal a la cosa juzgada
material, ante la cancelación del título anterior”.
Grupo Nº 3: El señor relator Dr. César Negrón Muñoz, manifestó que su grupo por
UNANIMIDAD se adhiere a la segunda ponencia. Siendo un total de siete (7) votos,
indicando que: “No es posible ejecutar la sentencia emitida en el proceso de desalojo,
porque el demandado ostenta la calidad de propietario y su derecho es oponible a su
contrario, cuyo derecho de propiedad, ha sido incluso cancelado por mandato judicial,
siendo que por su naturaleza el proceso de desalojo procede contra quien carece de título
o por haber fenecido éste, supuestos previstos en el artículo 911º del Código Civil, y que
el caso del demandado no se cumplen”.
2.- DEBATE: Luego de leídas las conclusiones arribadas por los señores relatores de los
tres grupos de trabajo, el Presidente de la Comisión de Actos Preparatorios doctor Jaime
Antonio Lora Peralta concede el uso de la palabra a los señores jueces asistentes que
deseen efectuar algún aporte adicional a los argumentos ya vertidos. - No existiendo
pedidos de intervención se procede a la votación.
CAPITULO IV
Daniel J. Ollero. (2018). Esta modalidad estará disponible para viviendas de particulares,
entidades sin ánimo de lucro y pertenecientes a las administraciones públicas
Expulsar a los ocupas en cuestión de días frente a los meses, e incluso años, que puede
durar el desalojo de intrusos en la vivienda de un particular. Este es el objetivo de la
modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil que se ha aprobado en la Comisión de
Justicia del Congreso con la finalidad de garantizar el derecho a la propiedad de los
particulares y las administraciones públicas.
Se trata de una proposición auspiciada por el PD e CAT y apoyada por el PP, Ciudadanos
y el PNV. El texto ha contado con la oposición del grupo confederal Unidos y Podemos,
Esquerra Republicana y el PSOE. Una modificación que será remitida al Senado donde,
según la composición actual de la cámara, quedará aprobada definitivamente De acuerdo
con el articulado que se pretende modificar en la ley, las viviendas pertenecientes a
personas físicas, a entidades sociales y las de administraciones públicas serán
beneficiarios de este nuevo procedimiento de desahucio solicitando "la inmediata
recuperación de la plena posesión de una vivienda o parte de ella siempre que se hayan
visto privados de ella sin su consentimiento". Esta modificación de la Ley de
Enjuiciamiento Civil "en relación a la ocupación ilegal de inmuebles" prevé que el
desalojo se produzca en menos de 20 días estableciendo un procedimiento agilizado. "Se
trata de prevenir casos como el sucedido en Barcelona donde un hombre se encontró su
vivienda ocupada por una mafia o el caso de viviendas públicas para uso social que se
encontraban ocupadas para plantar marihuana", ha señalado Lourdes Ciuró del PdCAT
que ha auspiciado la modificación.
Una iniciativa que, de acuerdo con el grupo proponente busca combatir "la existencia de
mafias okupas que se aprovechan de la vulnerabilidad ajena". Una medida envuelta en una
cierta polémica ante la que la diputada Ciuró ha querido aclarar que este cambio en la
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normal "no se puede aplicar a personas que dejan de pagar la cuota de alquiler, la cuota
hipotecaria ni a personas que ocupan vivienda de grandes especuladores o fondos buitres".
Desde el Partido Popular han destacado que se trata de un cambio para dar respuesta "a
un aumento del 92% de los delitos de ocupación" y que se centra en "combatir a grupos
criminales y movimientos antisistema que utilizan bienes públicos y privados en beneficio
propio".
Desde Ciudadanos han criticado que la distinción entre viviendas de particulares y las
viviendas pertenecientes a otras personas jurídicas lo que a juicio del partido naranja se
traduciría en que" se estaría poniendo la ocupación ilegal al mismo nivel que un
procedimiento de expropiación publica con todas sus garantías, legitimando una suerte de
expropiación ilegal y poniendo en la diana de las mafias las viviendas que queden
excluidas de esta protección porque les bastaría con entrar en los portales inmobiliarios
en internet".
EL NUEVO PROCEDIMIENTO
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http://www.finanzaspersonales.co/consumo-inteligente/articulo/terminar-contrato-de-
arrendamiento/60452.(2018). En la ley colombiana, están contempladas serias sanciones
para quien no cumpla los compromisos que adquiere al arrendar un inmueble. Se
contemplan procesos administrativos, es decir la obligación para pagar deudas y daños,
así como también el desalojo. Sin embargo, las autoridades han tenido problemas a la hora
de sancionar a los morosos. El proceso para un desalojo, por ejemplo, podría tomar años.
Un proceso de esa clase nunca ha sido fácil. Una vez el juez da la orden, las inspecciones
de Policía tomaban hasta seis meses para ejecutarla. Ahora, bajo las lógicas del Nuevo
Código de Policía, el desalojo podría tardar hasta dos años. Cifras del Consejo de la
Judicatura dicen que, sólo en Bogotá, habría más de veinte mil procesos que ya salieron
de los jueces y que están en proceso de ejecución.
El problema radica, por un lado, en que el nuevo Código Nacional de Policía le quitó a los
inspectores la posibilidad de hacer efectivas las órdenes de los jueces, sin decir ahora
quién tendría esa responsabilidad. Segundo, porque hay una gran cantidad de procesos
represados en los juzgados.
En ese sentido, se supone que deban ser los alcaldes locales los que ejecuten el proceso,
pero eso significaría un alza en costos económicos, logísticos y de tiempo que las
administraciones locales no están capacitadas para asumir. Hay tal cantidad de dudas al
respecto, que incluso algunos jueces han interpretado la norma como que es el mismo
alcalde Peñalosa el que debería firmar la solicitud. “Nosotros somos los ordenadores del
gasto en las localidades y tenemos muchas más funciones, las cuales hemos tenido que
aplazar para cumplir con las órdenes de los jueces”, le dijo el alcalde local de Chapinero
a El Tiempo. “Estamos haciendo un esfuerzo muy grande para evitar que se sigan
acumulando, pero no les podemos dedicar todo el tiempo a esas diligencias”.
43
LEY DE ARRIENDO
¿Para qué tipo de propiedades rige la ley sobre arrendamiento de predios urbanos?
La ley rige para bienes raíces urbanas. No incluye a los predios superiores a una hectárea
y que sean destinados o usados para actividades agrícolas, ganaderas o forestales.
Tampoco se aplica la ley de arriendo a los inmuebles fiscales, viviendas que se arriendan
amobladas por temporadas no superiores a tres meses para fines de descanso o turismo, ni
a los hoteles o residenciales. No aplica a estacionamientos, ni rige para las viviendas que
se arriendan con promesa de venta, sistema conocido como de leasing.
¿Cómo puede hacer efectivo el desahucio el arrendador en los casos de los contratos
pactados mes a mes y de duración indefinida?
En estos casos, el desahucio dado por el arrendador sólo podrá efectuarse judicialmente o
mediante notificación personal efectuada por un notario.
El plazo para el desahucio es de dos meses, plazo que se cuenta desde su notificación, y
se aumentará en un mes por cada año completo que el arrendatario hubiera ocupado el
inmueble. Dicho plazo más el aumento no podrá exceder, en total, de seis meses.
El arrendatario una vez que se le comunica la decisión unilateral del arrendador puede
restituir el bien raíz antes de que termine el plazo y sólo tiene obligación de pagar la renta
hasta el día en que se va del inmueble.
¿Cómo opera el desahucio en los contratos de arriendo a plazo fijo?
Si es un contrato por un plazo fijo no superior a un año, y el arrendador quiere terminarlo
antes, sólo puede hacerlo judicialmente, mediante una demanda. El arrendatario tiene un
plazo de dos meses para dejar el inmueble, desde que se le notifica la acción judicial y
debe pagar sólo hasta el día en que deje el inmueble.
¿Qué sucede con los servicios básicos mientras esté en tramitación el juicio?
En los casos de juicio por rentas impagas, se puede notificar a las empresas de servicios
para que el demandado sea responsable de dichas deudas, y evitar otros perjuicios al
propietario.
4.- LEGISLACION ARGENTINA
Mario N. Vadill. (2015). Precio del alquiler: El Código presenta alternativas que
quedan abiertas a discusión entre propietarios e inquilinos donde, se puede fijar
“libremente” el procedimiento para determina el precio del alquiler y la forma que
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En Índices de Precios: Se puede fijar el precio del alquiler en un índice de precios, pero
es esencial para su validez que sea cierto por lo que es preferible usar índices oficiales
que publiquen los institutos de Estadísticas y Censos de la Nación y de las provincias.
En Moneda Extranjera: Se puede fijar el precio del alquiler en moneda extranjera pero
se debe determinar en forma cierta por ejemplo: dólares americanos, euros, u otras.
El Precio determinado por un Tercero: Se puede fijar el precio del alquiler en por la
determinación de un tercero designado en el contrato o después de su celebración,
pudiendo ser una persona física o jurídica. Si el tercero no quiere o no puede realizar la
determinación, el precio lo fija el juez por el procedimiento más breve que prevea la ley
local.
Intereses aplicados por falta de pago del alquiler: En los contratos de alquiler
se puede convenir entre inquilino y propietario la tasa de interés llevar intereses
que se vaya aplicar por mora en el pago. No obstante para evitar abusos, los jueces
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pueden reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que provoque la
capitalización de intereses excede, sin justificación y desproporcionadamente, el
costo medio del dinero para deudores y operaciones similares en el lugar donde se
contrajo la obligación.
Máximo: no puede exceder de veinte años para el destino habitacional y cincuenta años
para los otros destinos.
No pago de impuestos: Los inquilinos no deben pagar los impuestos que graven
la propiedad (impuesto inmobiliario), salvo expresa disposición contractual.
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Desalojo del inquilino: El inquilino lo pueden desalojar por usar mal la propiedad
o no pagar dos meses consecutivos. El inquilino debe ser notificado antes de la
demanda de desalojo con un mínimo de 10 días y consignando un lugar de pago.
Garantías: Para dar mayor seguridad a los garantes. Vencido el plazo de contrato
del contrato de alquiler, caduca la fianza, salvo que el inquilino no entregue el
inmueble.
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6.- CONCLUSIONES
El desalojo es un proceso sumarísimo que protege la situación jurídica del
poseedor mediato, que exige la restitución del bien frente a uno inmediato (arts.
585, 586 y, fundamentalmente, el 587 CPC). Se trata, por tanto, de un instrumento
de tutela basado en la reducción del tema controvertido y en la abreviación del
procedimiento restricción de prueba, menores trámites.
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Si el desalojo por causal de precario solo protege la posesión mediata, pues solo
en esta última surge el deber de restitución, entonces el precario es necesariamente
un poseedor inmediato. Con este punto de partida es que recién podemos entender
el art. 911.
En tal contexto, el precario por falta de título alude a cualquier sujeto que recibe
un bien por gracia o benevolencia del concedente y aunque no hay título jurídico,
sí existe uno de carácter social; de esta forma se entiende que el precario sea aquel
que carece de título, pero que actúa con el permiso del titular. Por otro lado, el
precario por “título fenecido” es el sujeto obligado a restituir por título
notoriamente nulo, en cuyo caso se entiende que este ha fenecido.
7.- RECOMENDACIONES
Ante las dificultades para resolver, de los magistrados de las diferentes cortes del
Perú, las diferentes controversias sobre ocupante precario, los magistrados de la
Corte Suprema se vieron en la obligación de enumerar ciertos supuestos en los que
es aplicable el correcto análisis de dicho concepto, siendo ello así no es
considerado como numerus clausus aunque lo parezca.
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Hoy en día el proceso de desalojo es resuelto en un plazo más breve, dado a las
diferentes actualizaciones que ha tenido la norma que lo regula, siendo ello para
garantizar el derecho a la posesión;, dentro del proceso de desalojo, se evalúa los
medios de pruebas de ambas partes, para así determinar a cuál de ellas le pertenece
el derecho a la posesión del bien.
Sólo resta reiterar nuestra conformidad con la manera como la Corte Suprema
resolvió la controversia y advertir, a los lectores en general, que sean cautos con
ciertas interpretaciones del artículo 911 CC, que por muy informadas que sean,
terminan vaciando de contenido y volviendo inútil el proceso de desalojo, por
cuanto constituyen argumentos más de lege lata, qué dice la norma, que de lege
ferenda qué debería decir.
8.- RESUMEN
La Ocupación Precaria, es un problema social que afecta a gran parte de nuestra sociedad,
siendo así que genera cierta confusión sobre si afecta o no el derecho constitucional a la
Libertad Individual, debido a que muchos de los demandados no comprenden la figura de
“desalojo en contexto de ocupación precaria”, para lo cual se va a proceder ciertamente a
hacer un énfasis sobre cada uno de sus conceptos, y así poder desarrollar y analizar a fondo
el caso en concreto.
Los objetivos para identificar las dificultades que se presentan en los contratos de
arrendamiento al vencimiento del plazo establecido por las partes y su continuación en el
derecho civil peruano; analizar los fundamentos de la posesión precaria en el derecho civil
peruano; y explicar la relación de la posesión precaria y la posesión ilegitima.
Yerba Paredes, Luz Milagros. (2015). Acción o Juicio que tiene por Objeto
hacer Salir del Inmueble Arrendado al Locatario, o Bien a un Tenedor a
Título Precario, o también a un Intruso. Tacna- Perú.
PAGINA WEB
http://www.finanzaspersonales.co/consumo-inteligente/articulo/terminar-
contrato-de-arrendamiento/60452. (Revisado el 30 de junio del
2018).
https://www.bcn.cl/leyfacil/recurso/ley-de-arriendo. (Revisado el 30 de
Junio del 2018).
1O.- ANEXOS
1.- CASO PRÁCTICO EX. 3356-2015
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Miguel
Rodolfo Farfán Carazas a fojas setecientos treinta y uno, contra la sentencia de vista de
fojas setecientos veintitrés, de fecha uno de julio de dos mil quince, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que revoca la sentencia apelada de fojas
seiscientos dieciocho, de fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce, que declara
fundada la demanda, y reformándola la declara improcedente.
se afecta su derecho porque si se indica que de los medios probatorios aportados al proceso
se valoró la versión de la parte demandada, según la cual su posesión no es precaria pues
se sustenta en el derecho de propiedad que le asiste a través del título del referido predio,
debió declararse nula la recurrida a fin de que se emita nueva resolución, por cuanto no
hubo una adecuada valoración de los medios probatorios, situación que no ha sido
advertida por la Sala Superior ya que se admite que la demandada tiene derecho de
propiedad sin considerar que el mismo se ha extinguido al salir el inmueble de la masa
hereditaria con su transferencia a la demandante.
CONSIDERANDO:
contrato se disponía (sic): “se aclara que la transferencia del inmueble materia del presente
acto se elevará a Escritura Pública una vez culminado el proceso judicial por Tutoría
iniciado por la persona de Sheyla Isabel Cárdenas Cárdenas, toda vez que el inmueble
materia de la presente se encuentra hipotecado a favor de dicha persona por la suma de
US$20,000.00 (veinte mil dólares americanos) para garantizar el ejercicio de la Tutoría y
Administración de bienes de la indicada persona, conforme se tiene de la Escritura Pública
de fecha tres de febrero de mil novecientos noventa y ocho, otorgada ante el Notario
Público Carlos Augusto Somocurcio Alarcón, aclarada mediante el Notario Carlos
Augusto Somocurcio Alarcón e inscrita en la Ficha número 6336 del Registro Público de
la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Cusco, lo que hace imposible su
transferencia definitiva, de igual forma la entrega física se verificará desocupado el bien
por la vendedora al término del proceso de tutoría garantizando dicha entrega la
vendedora”, siendo que estas condiciones ya se cumplieron hace tiempo, habiendo
concluido el mencionado proceso signado con el número 2006-2007, seguido ante el
Juzgado de Familia del Cusco, por el desinterés de la entonces demandante, decisión que
ha quedado consentida.
veintinueve de diciembre de dos mil diez, conforme aparece de la lectura del Asiento
número 4 de la Partida número 02058582. La codemandada Zandra Ivonne Cárdenas
Miranda también contesta la demanda a fojas setenta y nueve, esbozando similares
argumentos a los de su cónyuge.
CUARTO.- Al ser apelada dicha resolución, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cusco ha revocado la sentencia apelada, y reformándola, declara improcedente la
demanda. Como fundamentos de dicha decisión indica que en relación al documento que
sirve de sustento a la sentencia apelada, esto es, el documento que obra a fojas seis y se
denomina "Documento Privado de Reconocimiento de Deuda y Promesa de Transferencia
Definitiva", fue aparentemente suscrito entre la transferente del inmueble y el actor,
constituyendo un contrato de compraventa mediante el cual se transfirió la propiedad del
inmueble a este último.
Por otro lado, la parte demandada señala en su escrito de contestación, que también posee
un título de propiedad a mérito de la inscripción que corre a su nombre y obra a fojas
veintiocho, según la cual, entre otros, la codemandada Zandra Ivonne Cárdenas Miranda
ha pasado a ser propietaria del inmueble materia de la partida correspondiente, a mérito
de la sucesión intestada de Victoria Espinoza Vallenas. Así analizados los medios
probatorios aportados al proceso, se evidencia que la sentencia no ha valorado la versión
de la parte demandada, según la cual su posesión no es precaria, sino que se sustenta en el
derecho de propiedad que le asiste a través del título de propiedad antes referido, siendo
que al haber surgido versiones de ambas partes respecto de la propiedad del inmueble sub
litis, y no ser factible discutir en el proceso de Desalojo -por su carácter sumariocuestiones
relacionadas (sic) con el mejor derecho de poseer o de propiedad de las partes.
63
Así, si bien es cierto que se acredita el derecho de propiedad que asiste al actor, también
lo es que la parte demandada posee el inmueble sub materia a mérito de un título de
propiedad; siendo que ambas afirmaciones se encuentran sustentadas en documentos
aparentemente válidos al no haberse declarado su nulidad, siendo que dichas situaciones
deben ser discutidas en un proceso más lato, en el que deban acreditarse fehacientemente
las afirmaciones efectuadas por las partes, no siendo éste el escenario idóneo para analizar
tales afirmaciones; debiendo en este caso, la sentencia ser una de carácter inhibitora, por
lo tanto, la demanda debe ser declarada improcedente, al no haberse acreditado los
requisitos para la procedencia de la misma.
Para entender este supuesto, debe indicarse que si bien la corrección de la motivación no
debe establecerse en mérito a su extensión (referente cuantitativo), sí es exigible que
64
existan razones de hecho y derecho mínimas en las que se apoye la decisión adoptada,
existiendo una insuficiencia relevante de la motivación3 si es que la ausencia de
argumentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo (referente
cuantitativo).
Así, ha quedado establecido que cuando en aquella disposición normativa se señala que
la carencia de título para la posesión o el fenecimiento del mismo es condición de posesión
precaria, no se está refiriendo únicamente al documento que hace alusión al título de
propiedad, sino a cualquier acto jurídico o circunstancia que haya sido alegada por las
partes, los cuales pueden probarse también en la vía del proceso sumarísimo, a través de
cualquiera de los medios probatorios establecidos por la legislación procesal civil, siendo
necesario sólo entender que el derecho en disputa no será la propiedad sino el derecho de
poseer el bien reclamado. Es en ese sentido que se ha establecido como doctrina
jurisprudencial vinculante que en los casos descritos por las Salas Supremas en dicha
65
oportunidad, el Juez del proceso no podrá expedir una sentencia inhibitoria sino que
deberá pronunciarse sobre el fondo de la materia controvertida, en el sentido que
corresponda, conforme a los hechos y la valoración de las pruebas aportadas, sin
pronunciarse sobre la validez de los actos jurídicos.
Por las razones anotadas y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal
Civil, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Miguel Rodolfo Farfán Carazas a fojas
setecientos treinta y uno; por consiguiente, CASARON la sentencia de vista de fojas
setecientos veintitrés, de fecha uno de julio de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Cusco, que revoca la sentencia apelada de fojas seiscientos
dieciocho, de fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce, que declara fundada la
demanda, y reformándola la declara improcedente; en consecuencia, NULA la misma;
ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia emita nueva sentencia, con arreglo
a ley, y conforme a lo establecido en los considerandos precedentes; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Miguel Rodolfo Farfán Carazas contra Zandra Ivonne
Cárdenas Miranda y otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
66
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor Juez
Supremo Mendoza Ramírez. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.-
CABELLO MATAMALA
MIRANDA MOLINA
YAYA ZUMAETA
DE LA BARRA BARRERA
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Cesar
Grados Miranda a fojas setecientos treinta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
setecientos veintitrés, de fecha uno de julio de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Callao, que revoca la sentencia apelada de fojas seiscientos
dieciocho, de fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce, que declara fundada la
demanda, y reformándola la declara improcedente.
se sustenta en el derecho de propiedad que le asiste a través del título del referido predio,
debió declararse nula la recurrida a fin de que se emita nueva resolución, por cuanto no
hubo una adecuada valoración de los medios probatorios, situación que no ha sido
advertida por la Sala Superior ya que se admite que la demandada tiene derecho de
propiedad sin considerar que el mismo se ha extinguido al salir el inmueble de la masa
hereditaria con su transferencia a la demandante.
CONSIDERANDO:
Linares, toda vez que el inmueble materia de la presente se encuentra hipotecado a favor
de dicha persona por la suma de US$20,000.00 (veinte mil dólares americanos) para
garantizar el ejercicio de la Tutoría y Administración de bienes de la indicada persona,
conforme se tiene de la Escritura Pública de fecha tres de febrero de mil novecientos
noventa y ocho, otorgada ante el Notario Público Carlos Augusto Somocurcio Alarcón,
aclarada mediante el Notario Carlos Raymundo Reyes Ugarte e inscrita en la Ficha
número 6336 del Registro Público de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de
Cusco, lo que hace imposible su transferencia definitiva, de igual forma la entrega física
se verificará desocupado el bien por la vendedora al término del proceso de tutoría
garantizando dicha entrega la vendedora”, siendo que estas condiciones ya se cumplieron
hace tiempo, habiendo concluido el mencionado proceso signado con el número 2006-
2007, seguido ante el Juzgado de Familia del Cusco, por el desinterés de la entonces
demandante, decisión que ha quedado consentida.
que exista cualquier circunstancia que justifique su posesión, por lo tanto, vienen
ocupando el predio como precarios; y es procedente amparar la demanda.
CUARTO.- Al ser apelada dicha resolución, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Callao ha revocado la sentencia apelada, y reformándola, declara improcedente la
demanda. Como fundamentos de dicha decisión indica que en relación al documento que
sirve de sustento a la sentencia apelada, esto es, el documento que obra a fojas seis y se
denomina "Documento Privado de Reconocimiento de Deuda y Promesa de Transferencia
Definitiva", fue aparentemente suscrito entre la transferente del inmueble y el actor,
constituyendo un contrato de compraventa mediante el cual se transfirió la propiedad del
inmueble a este último. Por otro lado, la parte demandada señala en su escrito de
contestación, que también posee un título de propiedad a mérito de la inscripción que corre
a su nombre y obra a fojas veintiocho, según la cual, entre otros, la codemandada Lucia
Nieto Quichiz ha pasado a ser propietaria del inmueble materia de la partida
correspondiente, a mérito de la sucesión intestada de Carla Cruz Montalvo Así analizados
los medios probatorios aportados al proceso, se evidencia que la sentencia no ha valorado
la versión de la parte demandada, según la cual su posesión no es precaria, sino que se
sustenta en el derecho de propiedad que le asiste a través del título de propiedad antes
referido, siendo que al haber surgido versiones de ambas partes respecto de la propiedad
del inmueble sub litis, y no ser factible discutir en el proceso de Desalojo -por su carácter
sumario cuestiones relacionadas (sic) con el mejor derecho de poseer o de propiedad de
las partes. Así, si bien es cierto que se acredita el derecho de propiedad que asiste al actor,
también lo es que la parte demandada posee el inmueble sub materia a mérito de un título
de propiedad; siendo que ambas afirmaciones se encuentran sustentadas en documentos
aparentemente válidos al no haberse declarado su nulidad, siendo que dichas situaciones
deben ser discutidas en un proceso más lato, en el que deban acreditarse fehacientemente
las afirmaciones efectuadas por las partes, no siendo éste el escenario idóneo para analizar
tales afirmaciones; debiendo en este caso, la sentencia ser una de carácter inhibitora, por
72
la Calle Ciro Alegría número C-10 de la Urbanización Ventanilla, del Distrito de San
Jerónimo, Provincia y Departamento del Callao, los cuales consisten en el documento
privado de compraventa de fojas seis, para el caso del demandante y la sucesión hereditaria
de Carla Cruz Montalvo, inscrita en la Partida número 02058582 del Registro de la
Propiedad Inmueble de la Oficina Registral del Cusco, Zona Registral número X, Sede
Callao. Sin embargo, dicha motivación no resulta compatible con lo resuelto en el Cuarto
Pleno Casatorio en materia civil celebrado por las Salas Civiles Permanente y Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia de la República, a propósito de la Casación número 2195-
2011-UCAYALI, en el cual, a fin de evitar los pronunciamientos inhibitorios, se ha dado
al artículo 911 del Código Civil un contenido que prioriza la efectividad del derecho a la
tutela jurisdiccional. Así, ha quedado establecido que cuando en aquella disposición
normativa se señala que la carencia de título para la posesión o el fenecimiento del mismo
es condición de posesión precaria, no se está refiriendo únicamente al documento que hace
alusión al título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o circunstancia que haya sido
alegada por las partes, los cuales pueden probarse también en la vía del proceso
sumarísimo, a través de cualquiera de los medios probatorios establecidos por la
legislación procesal civil, siendo necesario sólo entender que el derecho en disputa no será
la propiedad sino el derecho de poseer el bien reclamado. Es en ese sentido que se ha
establecido como doctrina jurisprudencial vinculante que en los casos descritos por las
Salas Supremas en dicha oportunidad, el Juez del proceso no podrá expedir una sentencia
inhibitoria sino que deberá pronunciarse sobre el fondo de la materia controvertida, en el
sentido que corresponda, conforme a los hechos y la valoración de las pruebas aportadas,
sin pronunciarse sobre la validez de los actos jurídicos.
Por las razones anotadas y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal
Civil, declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Cesar Grados
Miranda a fojas setecientos treinta y uno; por consiguiente, CASARON la sentencia de
vista de fojas setecientos veintitrés, de fecha uno de julio de dos mil quince, emitida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Callao, que revoca la sentencia apelada
de fojas seiscientos dieciocho, de fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce, que
declara fundada la demanda, y reformándola la declara improcedente; en consecuencia,
NULA la misma; ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia emita nueva
sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en los considerandos precedentes;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Ceasr Grados Miranda contra Lucia
Nieto Quichiz y otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor Juez Supremo
Mendoza Ramírez. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.-
CABELLO MATAMALA
MIRANDA MOLINA
YAYA ZUMAETA
DE LA BARRA BARRERA
75
En la cláusula cuarta del contrato se disponía (sic): “se aclara que la transferencia del
inmueble materia del presente acto se elevará a Escritura Pública una vez culminado el
proceso judicial por Tutoría iniciado por la persona de Sheyla Isabel Cárdenas Cárdenas,
toda vez que el inmueble materia de la presente se encuentra hipotecado a favor de dicha
persona por la suma de US$20,000.00 (veinte mil dólares americanos) para garantizar el
ejercicio de la Tutoría y Administración de bienes de la indicada persona, conforme se
tiene de la Escritura Pública de fecha tres de febrero de mil novecientos noventa y ocho,
otorgada ante el Notario Público Carlos Augusto Somocurcio Alarcón, aclarada mediante
el Notario Carlos Augusto Somocurcio Alarcón e inscrita en la Ficha número 6336 del
Registro Público de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Cusco. El A quo ha
declarado fundada la demanda, mediante sentencia de fojas seiscientos dieciocho,
considerando que el demandante Miguel Rodolfo Farfán Carazas, para acreditar su
derecho de propiedad, presenta el Documento Privado de Reconocimiento de Deuda y
Promesa de Transferencia Definitiva, de fecha siete de diciembre de dos mil seis; y
analizado dicho documento, advierte que contiene un acto jurídico de compraventa, lo que
se concluye de lo pactado en su cláusula tercera, en la que se da cuenta de la transferencia
de propiedad del inmueble referido, así como de la cláusula cuarta, que textualmente
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indica que: “la transferencia del inmueble materia del presente acto se elevará a Escritura
Pública.
Por las razones anotadas y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal
Civil, declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Miguel Rodolfo
Farfán Carazas a fojas setecientos treinta y uno; por consiguiente, CASARON la
sentencia de vista.