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Cora Dukelsky - El Arte en La Civilización Cretomicénica PDF
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Cora Dukelsky
En la isla de Creta se desarrolló a partir del 3000 a.C. y hasta el 1400 a.C. una
cultura floreciente, brillante y original que conocemos como minoica. Casi
simultáneamente en la Grecia continental fueron asentándose grupos de pueblos de origen
indoeuropeo que conformaron la cultura heládica.
Creta tuvo habitantes desde el Paleolítico, alrededor del 10.000 a.C. A partir del
3000 los asentamientos se distribuyeron alrededor de grandes ciudades, a menudo
autónomas, en ocasiones aliadas a algunas de sus vecinas. La ciudad más importante,
Knossos, estuvo habitada desde el 6000 a.C. La problemática de las fechas aún no está
resuelta a continuación un cuadro cronológico basado en los planteos de Evans en 1921 y
Marinatos y Platon en 1981:
1
El presente artículo es una ampliación de Dukelsky, C. (1998) Interacción arte-naturaleza en la
civilización minoica. Bs As.
2
LA CRETA MINOICA
En el interior del territorio se cultivaba la tierra y se practicaba la ganadería, en las
extensas costas se explotaban los recursos del mar. Los habitantes de la isla descubrieron
paulatinamente las ventajas del comercio y el intercambio cultural con otros puertos del
Mediterráneo. Construyeron una eficaz marina mercante y se convirtieron en una potencia
marina (talasocracia). La isla se enriqueció fundamentalmente con el comercio del cobre.
Los cretenses fueron los intermediarios entre la isla de Chipre2, situada al este de Creta,
que era el lugar donde se extraía el metal, y el resto de las civilizaciones que necesitaban
el cobre para elaborar el bronce. Los vínculos establecidos con el Cercano Oriente,
Chipre, las islas Cícladas y Egipto permitieron variados intercambios de mercancías e
ideas. El resultado de esta mezcla de marinos, pescadores y grandes comerciantes fue
una compleja civilización. Habían desarrollado la metalurgia, utilizando primero el cobre
y después el bronce. Elaboraron refinadas piezas de cerámica, vasijas de oro, plata y
bronce, vasos de piedra, estatuillas de marfil o terracota, delicados anillos y sellos
tallados en piedra. Cultivaron los deportes iniciando los juegos que se convertirían más
tarde, en la Grecia continental, en las Olimpíadas.
2
El término Chipre está vinculado con la palabra latina cyprium que significa cobre.
3
La religión minoica
Igual que con la historia, la religión cretense se nos presenta enigmática, no hay
textos, no podemos estructurar una teología ni un ritual. Al parecer los vivos fueron más
importantes que los muertos, a diferencia de lo que sucede con la civilización egipcia, la
mayor cantidad de hallazgos se han efectuado en palacios y no en tumbas. Tratándose de
una civilización agrícola es lógico pensar que la divinidad suprema haya sido la Madre
Tierra. Se han encontrado numerosos ídolos femeninos, diosas de la fecundidad, mujeres
desnudas, de amplias caderas y pechos desnudos; testimonio de la primacía de la mujer.
Era una religión naturalista, adoraban las montañas, las grutas, las piedras, los árboles y
3
Los documentos encontrados son escasos en relación a la escritura cretense más antigua que es de carácter
ideográfico y que, según Evans tiene dos versiones. También existieron dos sistemas silábicos o alfabéticos,
el lineal A y la más reciente lineal B, que fue descifrada por Ventris en 1953 y resultó ser una forma
arcaica del griego.
4
Tell el D’aba en la zona norte del Delta, en Egipto fue la ciudad de Avaris, antigua capital de los hicsos.
Se encontraron en su palacio restos de pintura de neta inspiración minoica.
4
los pilares, las palomas y los toros. El contacto con la naturaleza era para el hombre
minoico el contacto con lo divino, a menudo los rituales se realizaban en santuarios al
aire libre, levantados en las montañas o en los bosques sagrados. Otros aspectos del rito
tenían lugar en los palacios o en residencias dedicadas a los dioses que solían tener
habitaciones subterráneas o recipientes lustrales5.
El dios-hijo, el Zeus cretense, identificado con la lluvia, moría anualmente en el
otoño y renacía en primavera, símbolo del renacer de la naturaleza. Al volver a la vida se
celebraban las fiestas agrarias. Es de notar la similitud con los cultos mesopotámicos de
Dummuzi-Tammuz, con los de Siria (Adonis), con los de los hititas (Telepinu) y con el
de Osiris entre los egipcios. El Zeus niño era adorado en las cavernas sagradas. Según
Nilsson6 los primitivos habitantes de Creta, como otros pueblos neolíticos, vivieron en
cavernas. Cuando las abandonaron siguieron usándolas como cementerios y lugares de
devoción.
El culto comprendía oraciones, sacrificios y diversas ceremonias, presidido
posiblemente por sacerdotisas. Se celebraba en altares levantados en las cumbres de las
montañas, en grutas sagradas o en los patios de los palacios. Estos santuarios constaban
de una mesa para las libaciones y sacrificios y estaban adornados con ídolos diversos. En
todos los palacios cretenses se han encontrado rastros de elementos rituales, quizás el
propio rey oficiara de sacerdote, como intermediario entre los dioses y los fieles. Los
sacrificios a los dioses formaban parte fundamental de la religión. Consistían en ofrendas
de animales, a menudo toros, y libaciones7 como vemos en el sarcófago de Haghia
Triada. En uno de sus lados se muestra, delante de su tumba, una imagen del muerto,
rígido y sin brazos. Hacia él se dirigen tres figuras masculinas, con ofrendas de animales.
Mirando hacia el otro lado una sacerdotisa vuelca una libación en una gran crátera,
ubicada entre dos árboles coronados por dobles hachas y pájaros.
5
Ver hallazgos en Thera comentados más adelante.
6
NILSSON (1961: 43)
7
Muchas de las religiones de la antigüedad rendían homenajes con libaciones: ofrendas de vino, leche, miel
que se realizan vertiendo el líquido en la tierra para que llegue a los dioses o a los muertos.
5
La cerámica
Los cretenses decoraron las vasijas que utilizaban para la vida diaria de manera
elegante y colorida. Los recipientes se realizaban en cerámica de variados formatos. La
fantasía creadora de los artesanos se volcaba tanto hacia las elegantes siluetas de los
vasos como hacia las decoraciones pintadas. Desde el neolítico encontramos testimonios
de cerámica realizada a mano con simples motivos geométricos incisos.
MINOICO ANTIGUO I Y II
Los vasos de cerámica comenzaron a decorarse con tonos diversos. La arcilla
amarillento oscura se trabajaba con variedad de formas y adornos en rojo con carácter
rectilíneo o se le daba color por manchas irregulares.
El animal fue uno de los favoritos pues les permitía expresar el gusto por las curvas a
través del dibujo de sus tentáculos enrollándose y desenrollándose en el espacio acuático
enriquecido por algas, estrellas de mar, caracoles y peces. Los tentáculos, con sus
decorativas ventosas, parecen abrazar el recipiente. Los ritmos curvos fluyen en un diseño
que tiene algo de lo cambiante e incansable del mar. El observador debe continuar el
esquema alrededor de la vasija. Pareciera la visión de un buzo, sin apoyos, sin un espacio
definido; la parte principal del animal se ubica oblicuamente para acentuar la
atectonicidad y la libertad espacial. De la misma manera, en la vasija, la base resulta muy
escasa, está apenas apoyada. Los vasos altos se decoraban con plantas de la familia de las
liláceas, con tallos esbeltos y flores elegantes o con la flor del azafrán. Las formas
graciosas y delicadas de los vegetales son un ejemplo de excelente diseño decorativo. El
mismo refinamiento, dinamismo de línea y belleza decorativa aparece en la pintura mural
(por ejemplo en dos escenas de una villa cerca de Amnisos, zona costera cerca de
Knossos. Actualmente en Herakleion, Museo Arqueológico: una con lirios blancos, la
otra con iris rojos). El esquema decorativo es similar al de los vasos, con los tallos unidos
abriéndose en abanico en la parte superior ornamentada con flores sumamente estilizadas.
También en este período se exportaron vasos a Chipre, Egipto y al continente helénico.
La pintura mural
La mayor parte de los ejemplos de pintura mural pertenecen al Minoico Medio III
y Minoico Reciente I y II; en su mayoría son del palacio de Knossos. Se trata de pintura al
fresco, primer ejemplo conocido en la Antigüedad del uso de esta técnica. Los análisis
químicos revelan que la cal y los pigmentos (formados a base de vegetales y minerales y
del murex9) eran de procedencia local a excepción de la frita azul egipcia. La riqueza y
variedad de las composiciones se combina con un color vivo y fantasioso, nadie se
escandalizaba por ver un mono azul. Las figuras humanas cumplen un rol importante en
los frescos, pero también la naturaleza tiene un papel fundamental. Los fondos suelen
tener franjas onduladas, irregulares, de distintos grosores que contribuyen al ritmo y al
decorativismo de los muros. Es un arte del movimiento que otorga preponderancia a los
gestos, a las actitudes de los personajes que se vuelven unos a otros, agitan los brazos,
parlotean. Una de las curiosidades de estas pinturas son los efectos de multitudes,
esbozadas, sin preocupación por el detalle; son las llamadas miniaturas que resultan
utilísimas para reconstruir la vida cortesana, los espectáculos, las diversiones
aristocráticas, el colorido de trajes, el decorado del palacio.
9
múrice: sustancia extraída de un caracol del Mediterráneo que sirve para teñir de color púrpura.
10
10
El término está mal aplicado si consideramos la forma megarón del palacio micénico. Ver definición más
adelante
11
santuarios de Akrotiri que contenían ritones11, mesas de ofrendas, jarras y copas de alta
calidad como material necesario para el ritual.
Se cree que la sociedad en Akrotiri estaba organizada alrededor de un sistema de
santuarios con una definida jerarquía entre ellos y posteriormente fueron manejados por
una clase gobernante que debe haber tenido un status sacerdotal. La economía, la religión
y todas las actividades deben haber estado interrelacionadas, teniendo en cuenta que la
distinción entre lo laico y lo religioso es una concepción moderna.
El orden de la sociedad estaba basado en el orden de la naturaleza. Una armoniosa
relación entre las dos era necesaria y se llevaba a cabo mediante una serie de festivales.
En ellos, la renovación de la naturaleza se celebraba en conexión con eventos de
significación social, como las victorias, y la iniciación de los jóvenes. De este modo el
orden social estaba integrado en el perenne orden de la naturaleza.
Los santuarios de Thera eran pequeños, con capacidad para diez o doce personas o
un poco más. Es posible que el público se parara frente al edificio, en la calle. Tenían
habitaciones conectadas mediante puertas corredizas para permitir reuniones públicas en
ocasiones importantes, muchos tenían un pequeño espacio subterráneo, un “baño lustral”
o adyton (lugar sagrado)12. Los frescos que se encontraron en el baño lustral, por ejemplo
del santuario llamado Xeste 3, muestran a una diosa y un altar en la parte superior de la
pared. Posiblemente fuera un área sagrada destinada a algún ritual especial interpretado
por un grupo de sacerdotisas del azafrán. Las mujeres están recolectando flores en un
paisaje rocoso y las colocan en canastas. Dominando la escena una figura femenina
sentada en una plataforma tripartita y flanqueada por dos animales exóticos, un mono13 y
un grifo (animal sagrado en la religión minoica).
11
Recipientes de cerámica o piedra, suelen terminar en punta y se sostienen con trípodes. Su uso es ritual,
se llenaban con los líquidos para las libaciones. Es curioso que rara vez se han hallado intactos, se supone
que se rompían ritualmente una vez finalizada su función.
12
También los hay en la isla de Creta y Evans los relacionó con baños rituales y de purificación. Otros
estudiosos consideran que son simplemente baños, pero no tienen desagotes conectados a ellos y tampoco
un piso a prueba de agua.
13
El mono azul es un tema religioso en Creta y también en otros santuarios de Akrotiri. En Egipto los
babuinos azules están asociados a la manifestación de Ra, el dios del sol. El motivo probablemente derive
de esta concepción.
13
Xeste 3. Joven recolectando azafrán. La joven sacerdotisa lleva la cabeza rapada y sólo
tiene una pequeña cola de caballo y un copete sobre la frente. Los investigadores han
observado que el rapado parcial en la cabeza es sinónimo de juventud, tal como
acostumbraban a representar los egipcios a sus niños.
14
Las lilas y los azafranes que aparecen tan repetidamente en el arte minoico no fueron seleccionados por
su belleza sino porque son signos de la regeneración de la naturaleza en la primavera y el otoño, lo mismo
puede decirse de las golondrinas que son heraldos de la primavera. También los patos, tanto en Egipto
como en Mesopotamia estaban conectados con la fertilidad porque ellos abundan en pantanos y lagos.
14
Casa del Oeste. Festival marítimo. Observar la similitud de los delfines con los del
“megarón de la reina” en Knossos.
15
Robertson (1988: 37)
16
Las columnas, de fuste liso y pintadas de rojo o azul, tenían su base más estrecha
que el diámetro de la parte superior, “…si bien el grado de disminución ha sido
exagerado por muchos escritores y siempre fue suave”16. Se cree que las columnas
estaban vinculadas con la religión puesto que se decoraban con las dobles hachas (labrys)
sagradas. El término labrys está en el origen del concepto de laberinto originado en el
palacio de Knossos. Todo el palacio estaba protegido por la utilización de los cuernos de
consagración17 en sectores superiores. También existían criptas subterráneas, con
recipientes lustrales de claro carácter sagrado.
En la construcción de los palacios cretenses se observan comodidades y
refinamientos que parecen asombrosas para una época tan lejana. Había acueductos de
piedra que traían agua al palacio y la distribuían a las distintas dependencias. También
construyeron cloacas y cañerías de cerámica por las cuales pasaba agua caliente para
calefaccionar las habitaciones. Estaban estudiadas las corrientes de aire entre los
diferentes espacios para ventilar en el caluroso verano. La luz excesiva se filtraba para
que los ambientes estuvieran más frescos. Existían lugares de depósitos para grano, vino
y aceite, se encontraron más de siete mil vasijas con restos de esos productos. Se
utilizaron distintos tipos de materiales, piedra, adobe, madera para las columnas. Al
parecer los techos eran terrazas planas. Las columnas se pintaban con color rojo y azul y
los muros se decoraban con frescos.
columnas que hoy vemos en Knossos están realizadas con cemento y pintadas en el siglo
XX. En cambio el criterio arqueológico más reciente es diferente. La actual tendencia es
respetar la obra original.
En los palacios existía una zona de culto. La similitud de planta entre los tres
grandes palacios (Knossos, Phestos, Maliá) es tan marcada que las funciones deben haber
sido casi idénticas. La idea de un patio central proviene de Egipto y Asia, pero al
contrario de lo que sucede en esos lugares, el patio cretense es invariablemente dos veces
más largo (medidas promedio 56 x 26 m), con el objeto de obtener el mayor calor posible
del sol invernal. El ordenamiento arquitectónico se inicia a partir del patio- núcleo. No
hay una entrada monumental, ni una gran escalera que jerarquice un sector. Existían
cuatro entradas, aún se discute cuál era la principal. A pesar del aparente desorden de la
planta existen sectores definidos para las tareas administrativas, políticas, religiosas y las
zonas de depósitos.
La misma estética del movimiento y la fantasía que se aprecia en la cerámica y la
pintura mural se evidencia en la arquitectura. Partiendo del patio, elemento generador, un
espacio fluido, sin direcciones precisas se va expandiendo en todas direcciones
integrándose con el paisaje en muchos niveles. Es una arquitectura que no puede ser
experimentada de otro modo que moviéndose. Los desniveles, las zonas abiertas y
cerradas, las comunicaciones entre distintos espacios, las terrazas, los pórticos, las zonas
alternativas de luz y sombra, las diferentes alturas de las habitaciones darían a sus
visitantes una sensación de continuo movimiento y de comunicación con la naturaleza
circundante.
Los enterramientos son diferentes de acuerdo a cada período. En el Minoico
Antiguo se enterraban en cuevas y luego en una especie de imitación de las casas con una
o dos cámaras. Luego en grandes vasijas llamadas pithos. Las tumbas fueron colectivas
hasta el Minoico Medio II.
La cultura micénica
Nos concentraremos en la etapa micénica de la Grecia continental, momento de
florecimiento político y dominio sobre el territorio cretense. Al parecer la estructura de la
sociedad era similar al sistema feudal del período medieval. Las imágenes y la
organización arquitectónica sugieren un pueblo con mayor énfasis en lo belicoso a
diferencia de lo naval/comercial de la cultura minoica. Los poemas homéricos reflejan
algunos aspectos de esta civilización: los ideales guerreros, la organización de las
ciudades con un rey a quien los nobles siguen en las aventuras pero no una unidad
política generalizada.
Las ciudadelas micénicas son más pequeñas que los palacios minoicos, se
presentan en acrópolis (ciudad alta) rodeadas de fortificaciones con murallas de entre 5 a
10 metros de espesor (en Tirinto, 17 metros), en cuyo interior había corredores. Las
murallas eran de ladrillo crudo en su parte más alta y la base de bloques de piedra, a veces
de grandes dimensiones, los llamados luego por los griegos muros ciclópeos.
Micenas fue la ciudad más importante, la ciudadela era residencia real y lugar
administrativo. Se ubica sobre una acrópolis, rodeada de una muralla. Se accede a través
de la famosa Puerta de los Leones cuya losa esculpida muestra un par de leonas en
18
Reconstrucción de Micenas.
En el interior del palacio, una gran sala central sostenida por cuatro columnas
constituye el megarón. Se cree que el techo era plano con una claraboya para iluminación
y aireación. Precedido por un pórtico y a continuación un patio, la forma megarón es el
antecedente del formato de los templos griegos.
18
Con anterioridad al período micénico se han encontrado tumbas circulares o tholoi. Eran tumbas reales,
quizás se construyera una por dinastía. Se utilizaba la piedra caliza y también granito en parte. El ejemplo
más espectacular es el “Tesoro de Atreo”, que no es un tesoro sino una tumba. Excavado en la ladera de una
colina está recubierto por enormes bloques, se ha calculado que el dintel interior pesa más de cien
toneladas. La falsa cúpula de su interior está construida con sucesivas hiladas horizontales de piedra que
luego se cubrieron con tierra. Un camino procesional, dromos, permite el acceso a la tumba. El diámetro
interior de la cámara circular es de 14,5 metros y 13 metros de altura
19
Tirinto se conserva mejor que los otros palacios micénicos y estaba fuertemente
amurallada. En los edificios, como en todos los elevados por minoicos y micénicos, las
columnas eran de madera con un soporte de discos de piedra. El primer patio medía unos
16 por 20 metros, rodeado de pórticos, a continuación un megarón con su hogar en el
centro. Las partes altas de los muros del megarón eran de adobe y la superficie completa
estaba estucada y pintada al fresco en el interior.
Las pinturas micénicas son más esquemáticas que las minoicas. Igual
característica observamos en los motivos de la cerámica pintada. Algunos temas
continúan la tradición anterior pero se agregan otros en función de la diferente forma de
vida. La figura humana ocupa mayor espacio que el paisaje. Los temas nuevos son
desfiles de carros, caballeros, guerreros, la caza del jabalí.
APÉNDICE
Mitos griegos
Los mitos griegos relacionados con la cultura cretomicénica recuerdan
antiquísimas tradiciones conservadas en forma oral.
El mito de Ariadna, Teseo y el Minotauro ilustra el dominio político y
económico de Creta sobre la Grecia continental. En la época de mayor poderío de la isla,
muchas ciudades Heládicas tenían que pagarle tributo al rey Minos. Como en ese
momento Atenas era demasiado pobre para pagar, enviaba, en compensación, un tributo
en seres humanos; doncellas y jóvenes destinados a ser devorados por un monstruo, mitad
hombre y mitad toro, llamado Minotauro. Éste era el fruto de la unión carnal entre la
esposa de Minos, Pasifae, y un toro sagrado, quizás alusión a Poseidón, el dios del mar o
la potencia engendradora de la naturaleza que simboliza en muchas civilizaciones la
figura del toro. El rey debió esconder al Minotauro en un palacio y para evitar sus
desmanes ordenó a Dédalo19 construirlo en forma de laberinto. Mientras tanto, el héroe
ateniense Teseo decidió poner fin a la cruel obligación de enviar jóvenes a la muerte y se
ofreció a formar parte del grupo. Una vez en Creta, la hija del rey Minos, Ariadna, se
enamoró de él y decidió ayudarlo. Teseo era fuerte y valiente, podía matar al monstruo;
sin embargo el verdadero problema consistía en salir del laberinto en el que estaba
encerrado el Minotauro. Ariadna, desesperada, pidió ayuda al ingenioso Dédalo quien le
aconsejó entregarle un ovillo de hilo para ir desenrollando desde la entrada y así poder
salir una vez matada la bestia. Teseo logró vencerla y luego salió del laberinto gracias al
“hilo de Ariadna”.
Según las antiguas leyendas fue el rey Minos, sabio legislador, el fundador de la
potencia marítima cretense. La palabra Minos era, según se cree, el nombre genérico del
rey de Creta, un título similar a faraón. Debido a ello, Evans llamó Minoica a esta
civilización. Las leyendas griegas posteriores se referían a Creta como un importante
centro cultural de donde pasaron a Grecia ciertos cultos y muchos inventos como por
ejemplo los desarrollados por Dédalo en el campo de la carpintería, la arquitectura,
instrumentos para navegación y otros. Para divertir a Minos, el ingenioso Dédalo había
fabricado unos juguetes de madera que se movían y aún hablaban. ¡Fueron los primeros
robots de la historia!.
Irritado por la ayuda brindada a Teseo y por el rapto de su hija, Minos encerró a
Dédalo junto a Ícaro, su hijo adolescente. Para huir de su forzado encierro, el inventor
construyó un aparato volador con armazón de madera y dos alas untadas con cera. En el
momento de emprender vuelo, el padre aconsejó a Ícaro que no volara ni muy alto porque
el sol derretiría la cera de las alas, ni muy bajo porque el mar las humedecería haciéndolo
caer. El muchacho muy entusiasmado por la novedad, imprudentemente, desobedeció a
su padre y se echó a volar con todo su ímpetu hacia lo alto. Lamentablemente las
19
Dédalo era un ateniense de antigua estirpe, bisnieto de Erecteo, primer rey de Atenas. En Creta actuó
como arquitecto, inventor y asesor del rey. Ideó una vaca de madera en la cual Pasifae pudiera esconderse y
así unirse con el toro. Posteriormente debió edificar un complejo palacio para que el Minotauro no
escapara. La planta del palacio de Knossos extremadamente complicada inspiró la idea de laberinto en el
cual sería muy fácil perderse. El origen de la palabra está en un elemento ritual cretense, la doble hacha,
llamada labrys, que adornaba el palacio de Knossos.
21
predicciones de Dédalo fueron ciertas, el sol derritió las alas, y el joven cayéndose al mar
se ahogó. El mar donde cayó lleva desde entonces el nombre de Icaria (sector meridional
del Egeo).
BIBLIOGRAFÍA