UN GRAN LÍDER

Steve Jobs poseía un estilo de liderazgo especial. Era un jefe duro, sin
duda, pero fue precisamente su particular forma de trabajar e innovar lo
que llevó a su marca, Apple, a ser una de las más reconocidas a nivel
mundial.
¿Qué características hicieron de Steve Jobs un líder auténtico? A
continuación se presentan las más importantes al respecto, las cuales lo
llevaron a ser uno de los líderes más exitosos del universo.

Centrado

Apasionado Comunicativo

Emprendedor Innovador

Visionario
 Apasionado

“La única manera de hacer un buen

trabajo es amar lo que haces y seguir
buscando hasta encontrarlo”. Él tenía una
profunda pasión por su trabajo y siempre
lo transmitía entusiásticamente. Inspiraba
a sus subordinados y los conducía a
cambios revolucionarios.

Centrado

Su enfoque era muy evidente en el diseño

de los productos de su compañía. Apple
crea productos que son simples, pero
elegantes en diseño y función. Él siempre
decía que enfocarse no significa decir sí a
aquello en lo que te enfocas, esto significa
decir no a otras cientos de ideas buenas
que hay.

Comunicativo

Jobs era famoso por sus discursos y captar

la atención de la audiencia, cuando
presentaba una nueva creación el vendía
sueños, no un producto. Él también usaba
esta habilidad para comunicar claramente
sus emociones y pensamientos hacia sus
empleados.
 Visionario
Apple y Steve eran inseparables. Su
identidad estaba reflejada en cada
producto que se desarrollaba, y eso se
debe a que se involucraba en todos los
elementos de la filosofía de diseño de
Apple. Para algunos puede sonar a que
era un controlador excesivo, pero sin
tenacidad el éxito es casi imposible de
alcanzar.

Innovador

Jobs siempre trabajó en computadoras

que debían verse como uno se imaginaba
el futuro. Steve era un hombre de
mercadotecnia, que sabía que innovar es
ir más allá de agregar valor; planeaba el
qué, cómo, cuándo, dónde y con quién lo
iba a hacer.
 Emprendedor

El espíritu emprendedor tiene tanta fuerza

que mueve a un ser humano ordinario a
levantarse y alcanzar grandes metas. Este
espíritu requiere de dos ingredientes
adicionales para lograr la mezcla perfecta:
pasión e ilusión. Jobs poseía ese espíritu y a
pesar de los tropiezos durante su carrera él
nunca se rindió.