Está en la página 1de 3

NOMBRE: EDUARDO SANCHEZ PEREZ

CODIGO: S6628-1
CARRERA: ING CIVIL

BATALLA DE BOQUERÓN

1.- INTRODUCCION
El 29 de septiembre de 1932 marca el fin de una de las batallas épicas de la historia militar
mundial. No sólo porque es la primera que se produce en la Guerra del Chaco (1932 - 1935), que
enfrentará a Bolivia y Paraguay por la posesión de un vasto territorio, sino, fundamentalmente,
porque en América se emplearán las estrategias de la I Guerra Mundial con armas mucho más
modernas y, por supuesto, más letales.
En mayo de 1932, en una exploración aérea, los oficiales bolivianos divisan una gran laguna que,
por instrucciones del Gobierno, es ocupada el 15 de junio. Pero las fuerzas paraguayas ya la habían
tomado con mucha anticipación. El desalojo violento a las fuerzas bolivianas por parte de las
fuerzas paraguayas se realiza los días 15 y 16 de julio. Como represalia, el Gobierno de Bolivia
ordena la toma de los fortines paraguayos Toledo, Corrales y Boquerón.
Boquerón es tomado el 29 de julio por el Destacamento Marzana, con algo más de 300 hombres.
De inmediato se procede al emplazamiento de puntos defensivos y medidas de seguridad, sin
descuidar los ejercicios militares. Las obras realizadas por este personal son admirables: el cavado
de zanjas, revestimiento y reforzamiento de las posiciones y parapetos; el emplazamiento de las
pocas piezas de artillería, de forma que estén sincronizadas para batir el avance del enemigo, y
plataformas en altura con nido de ametralladoras que dominaban ventajosamente el campo.
Anotar que también se regló la eficiencia del disparo para no desperdiciar munición y ser más
certeros con el objetivo... todo perfectamente mimetizado.
Los trabajos de preparación para la contienda incluían la apertura de avenidas anchas y
fortificadas a los lados. Una vez que eran descubiertas e invadidas por el enemigo, recibían fuego
de ametralladora, que barría con el avance sobre Boquerón. Todo esto entre otros obstáculos
dispuestos para frenar el avance tumultuoso paraguayo, que no ponía fin a sus ansias de asaltar e
invadir Boquerón.

2.- DESARROLLO
A partir del día 5 de septiembre, el enemigo empieza a desplazar su fuerza en inmediaciones para
retomar Boquerón, tarea que se inicia al amanecer del día 9, con un ataque nutrido de artillería y,
posteriormente, de infantería, que es repelida sangrientamente por las escasas fuerzas bolivianas.
Este mismo día 9 de septiembre, sobre los campos de Boquerón, se produce el primer combate
aéreo entre dos aeronaves paraguayas y tres bolivianas, resultando herido el piloto paraguayo
Emilio Rocholl, y averiada su aeronave Potez 25N°5, que logra aterrizar dentro de sus campos.
El día 11 por la noche ingresa el capitán Víctor Ustariz, con 50 efectivos. Él es uno de los más
grandes exploradores bolivianos del territorio chaqueño, admirado por propios y temido por el
enemigo. A la noche siguiente, intentando salir resguardado por la oscuridad y su gran
conocimiento del territorio, su patrulla es emboscada, y embestida por el fuego enemigo. El
temerario y valeroso oficial es abatido.
NOMBRE: EDUARDO SANCHEZ PEREZ
CODIGO: S6628-1
CARRERA: ING CIVIL

Ante la imposibilidad de la toma frontal de Boquerón y el gran derrame de vidas paraguayas, el


día 13 se inicia el cerco, que se completa el 25. A partir de este momento las tropas bolivianas ya
no podrían recibir suministros ni ser reforzadas.
El 17 de septiembre, así como los anteriores, el Ejército paraguayo inicia la jornada con un
despliegue ininterrumpido de artillería que dura como dos horas de fuego ensordecedor. En el
lado boliviano sólo quedan 50 unidades de munición para artillería. La infantería pretende por
todos los lados sobrepasar a las fuerzas parapetadas en Boquerón, que son repelidas
eficientemente.
En el sector del mayor Cuenca se cuentan 50 muertos y 300 heridos paraguayos y así fue durante
todo el día. A las 16:00 se escucha una balacera fuera del área y, a las 17:00, al grito de ¡Viva
Bolivia! ingresan los hombres del Destacamento Montalvo: son 300 hombres y 15 oficiales que
son recibidos con alegría por los cercados.
Las tropas bolivianas no podían hacer el derroche de municiones como lo hacían los paraguayos.
La escasez de balas era una preocupación desesperante, los soldados no podían disparar si no
tenían certeza del blanco.
Para el 28 de septiembre muchos soldados no podían moverse de sus posiciones porque no habían
comido en los últimos seis días y si habían bebido un poco de agua, ésta estaba contaminada por
el barro y los cadáveres que yacían flotando en las aguadas del fortín. Tampoco se contaba con
las medicinas básicas para atender a los heridos.
Durante el periodo del cerco, la aviación boliviana trató de suministrar municiones y víveres a
los sitiados, empero la mayor cantidad de municiones lanzadas desde el aire quedaban inutilizadas
por el golpe. Las vituallas caín en campo de mucho riesgo o del enemigo.
El día 29, cuando las municiones se habían acabado, el teniente coronel Manuel Marzana, muy a
pesar del sacrificio de los combatientes bolivianos, y a la insistencia de seguir peleando, aunque
sea con las manos, dispone que una comisión parlamentaria levante bandera blanca. De inmediato
las fuerzas paraguayas, 300 veces superiores, invaden las trincheras y todo el campo de Boquerón.
Los soldados quedan sorprendidos porque sólo 365 soldados habían retenido sus ataques
denodados y feroces durante 20 días.
Al momento de rendirse y entregar su arma, el teniente coronel Marzana se dirige a sus captores
con pesar, pero con energía, y dice: Me rindo por haber quemado el último cartucho y no disponer
de agua ni víveres; pido garantía para mis oficiales y soldados.

3.- CONCLUSION
La Batalla de Boquerón es una pírrica victoria por la gran cantidad de sangre paraguaya
derramada, la ineficiencia en la cantidad de recursos empleados y porque no revestía de
importancia estratégica dentro del contexto del territorio chaqueño.
Las pérdidas en hombres por ambas partes fueron importantes. El mayor paraguayo Antonio E.
González y el historiador boliviano Querejazú Calvo coinciden en que el ejército boliviano tuvo
138 muertos y que 20 oficiales y 446 soldados cayeron prisioneros. Por su parte el ejército
paraguayo tuvo 2000 muertos para todo el mes de septiembre. Mazzacotte sostiene que 24
oficiales y 820 soldados bolivianos cayeron prisioneros en la batalla de Boquerón y que las bajas
fueron de 1000 muertos. Atribuye la cifra de 1513 muertos, heridos o desaparecidos para el
NOMBRE: EDUARDO SANCHEZ PEREZ
CODIGO: S6628-1
CARRERA: ING CIVIL

ejército paraguayo en el periodo de junio a septiembre. La sanidad del ejército paraguayo a su vez
registra 1890 hombres como muertos para igual periodo.
La resistencia de Marzana fue ampliamente utilizada por la propaganda del comando boliviano
para ocultar lo que desde el comienzo fue una derrota estratégica: la falta de preparación para
enfrentar la sorpresiva ofensiva a gran escala del ejército paraguayo, que pese a sus deficiencias
organizativas, de mando y logísticas, recién se frenaría cerca de Saavedra, en "Kilómetro 7", tres
meses después.
La caída de Boquerón, debido al ocultamiento de lo que verdaderamente sucedía en el frente,
produjo una conmoción en el pueblo boliviano. Sorprendió a todos que tras el anuncio durante 20
días de victoriosos combates y una supuesta ofensiva en preparación, todo acabara en la abrupta
rendición del destacamento Marzana, la caída sucesiva de varios fortines (Yujra, Lara, Ramírez y
Castillo) y la desorganizada retirada del resto de las fuerzas bolivianas hacia Arce.
Lo que no se pudo resolver en las negociaciones desde 1879 se pretendió hacerlo con las armas
y miles de bolivianos y paraguayos dejaron sus vidas. Jóvenes fueron lanzados a la aventura de la
guerra y aquellos que sobrevivieron a la contiendan, debido la pésima dirección y mala
conducción, no pudieron olvidar jamás la vorágine y limbo de calamidades del infierno verde.

También podría gustarte