Está en la página 1de 258

1

Dineral
Saga neuquina en 10 episodios
De Sebastián Fanello

Personajes
Vicentico [Lavacoche]
Chula [Lavacoche, hermano de Vicentico]
Victoria Legrand
Alejandra Cornejo Mejía [Hija de Victoria Legrand]
Fausto Cornejo Mejía [Hijo de Victoria Legrand]
Pablo Montonazo [Ex novio de Vitoria, se verá obligado a ser también Dolores Inmaculada]
Walter Cornejo Mejía [Padre de Victoria Legrand]
Dr. Mercedes Sprinter [Personaje de la obra Arrogare de Sebastián Fanello]
Garay [ex policía]
Comisario Quezada
La Señora de la Villa
Christian
Eduardo Iriarte [Personaje de la obra El suicidio de la Presidenta de Sebastián Fanello]
Samanta Laport
Zulma Villavicencio [Madre de Samanta]
Kagazote [Dueño del Supermercado Chino]
Beto Grannabo
Una señora cualquiera
Lucho [Padre de Vicentico y Chula]
Martínez [Un policía]
Mirta Villavicencio [Tía de Samanta, hermana de Zulma]
Consuelo [Puta]
Marisa [Puta 2]
Nifúri [Cirujano Japonés]
El Crítico
Anita Pichón [Vicegobernadora]
Jorge Rubén Inostroza [Personaje de la obra Mediática de Sebastián Fanello]
La Periodista de ‘El puterio de los teatristas’.
Falso Seba Fanello
Manríquez [Se irá transformando en Man Rica]
Barny Skater [Empresario Petrolero]
William Jackson [Empresario Petrolero. Primo de Michael Jackson. Heredero del Rancho Neverland]
Alfred [Mayordomo de Zulma]
Dra. Gnomo
Fito
Chicho
Tinky Winky
Forense
Dra. Ducato
Katana Tangakaka [Una Ninja]
Osvaldo Laport [Padre de Samanta]
Oshira [Personaje de la obra El suicidio de la Presidenta de Sebastián Fanello]
Mendigo
Tatuador
Teté Coustarot
Margarita
Nora
Claudia Lavalle
Sangulisífone [Personaje de la obra Megaminón de Sebastián Fanello]
2

Megera [Personaje de la obra Megaminón de Sebastián Fanello]


Laura Bozzo
Shōgakukan
El Cura
Ramón, el Boliparaguayo [Personaje de la obra Mediática de Sebastián Fanello]
Los Mondo Spaguetti

Dineral. Episodio I
Crash para iniciar sesión

Escena 1

Entran Vicentico y el Chula. Son lavacoches, pero parecen bailarines de danza clásica,
muy aputozados en sus ademanes. Visten harapos pero ellos deben sentir que tienen calzas
blancas y tutús. Siempre creen estar en un valet, son casi personajes shakesperianos en
una puesta municipal de danza.

Vicentico:
Vamos Chula. Una fila de automóviles sedientos de detergente nos espera en este
estacionamiento. Vamos a limpiarlos hasta dejarlos con el brillo que sus conductores desean
y así ganarnos las monedas del día. Vamos Chula, que tú y yo estemos hechos una mugre,
no nos da derecho a que las cosas se nos parezcan. Estos autos deben destellar de limpios.
Encandilar con sus colores estos días grises de mierda. Vamos Chula a limpiar. Somos los
enemigos de la mugre ajena.

Chula:
A veces pienso que no somos lavacoches.

Vicentico:
¿Cómo no serlo? Lavar un auto Chula, es el trabajo más honesto para dos desgraciados
como nosotros. El proyecto más ambicioso de todo hombre Chulita es tener su casa llena de
una familia, brindarles amor y un auto para poder ir al trabajo y hacer las compras en el
coto, cargar las bolsas en el baúl…Vos y yo nos encargamos de mantener limpio parte de
ese sueño… No es cosa menor, la familia quiere todo bien limpio, todo el tiempo… y ahí
estamos nosotros, para dejárselo brillantito. La limpieza hermanito, es un bien mayor.

Chula:
Es cierto lo que dices. Recuerdo lo feliz que se puso el hombre de la esquina cuando
compró su Renault Sandero y lo feliz que se siente cada vez que lo ve reluciente. ¡Ay, quien
quisiera nacer de nuevo para tener las oportunidades y los sueños grandes que esos hombres
tienen!

Vicentico:
Tranquilo hermano. (Lo dice muy feliz) Este es el lugar de la pirámide que nos tocó. Estar
en el escalón más bajo y ser nosotros los miserables lavacoches de esta historia, que
3

limpian la mugre que la gente acumula en sus autos. Piensa que todo es un saber y una
virtud, a nosotros nos tocó saber de mugre y de cómo limpiarla, esa es nuestra tarea, nuestra
misión en la vida y cuando de mugre se trata, la gente acude a nosotros.

Chula:
Tienes razón hermoso hermano. Peor sería seguir los pasos de papá Lucho, darle al tolueno
y reventar las casas de los vecinos.

Vicentico:
Exacto hermanito, cuánta razón. Que papá lucho haga lo suyo. No está para nada mal que
nosotros lavemos el carro que moviliza la vida de estos hombres. El carro que conduce los
caminos correctos Chula. ¡Ah, a mí también me gustaría vivir como ellos! No tener que
percudirnos más las manitas, dormir en frazadas distintas, rehabilitar a papá Lucho… pero
esta es la miseria que nos ha tocado hermano ¡que el hambre no nos quite también la
conformidad!

(Lava, pone música, danza y canta)

Chula:
(Se deprime un poco, corta la música) La mierda misma Vicentico, la mierda misma nos ha
tocado. Jamás saldremos de este pozo inmundo. Jamás tendremos el dinero suficiente para
ser felices, para calmar esta hambre eterna que regurgita en nuestras entrañas.

Vicentico:
Basta chulita. Siempre se puede dormir un poco más para saciar el hambre, además tengo
fe, siento y creo que mi vida se escribe en capítulos y que el final de uno de esos capítulos
será el momento en que conoceré el amor, el amor de mi vida. Lo se Chula, tengo ese
presentimiento bien adentro, lo siento.

Chula:
¿Bien adentro?

Vicentico:
Si. Aquí. (Le hace poner la mano en su corazón)

Chula:
(Luego de gozar toqueteando un poco al hermano, vuelve a deprimirse) Pero… ¿Qué va a
ser de mí, si conoces al amor de tu vida? simplemente habrás de abandonarme y yo quedaré
más a la deriva, al costado de los costados del camino, aspirando tolueno con papá Lucho,
solo y entristecido, extrañándote, viendo tu reflejo en la chapa y pintura reluciente de los
vehículos ajenos y caros…

Vicentico:
No seas tonto, Chulita. Jamás te abandonaría. Tú eres mi hermano, dormimos juntos en el
piso de tierra, envueltos en la misma frazada polillienta desde pequeños. Aprendimos a
hacerlo todo, juntos. Y jamás vamos a separarnos. A donde vaya, tu vendrás conmigo.
Cómo se te ocurre que te voy a dejar más olvidado, mi Chulita.
4

Chula:
Te amo hermano. Lo nuestro… ¿es amor de hermanos, verdad?

Vicentico:
Claro que si Chulita. (Con entusiasmo) Mira ese Citroën c5 estacionado allí, de aquí puedo
ver su mugre, de aquí puedo ver que necesita de nuestras manitas. Vamos a pulirlo,
hermano. Hagamos que su dueño se regocije en auto pulcro y nos deje la propina más
grande del mundo.

Chula:
¡Vamos amor de hermano! (Se van danzando cual bailarines putos)

Escena 2

La mansión de los Cornejo Mejía

Alejandra:
Madre, me siento tan bien estudiando cine. Quiero hacer películas, contar historias
tristonas, dejar un mensaje de esperanza e igualdad, crear conciencia y así transformar el
mundo o aunque sea esta pequeña porción de mundo llamada Neuquén. Creo en el cambio
y que todo es posible si todos aportamos nuestro granito de colaboración. El cambio es
posible a través del arte, la expresión más sincera de los seres humanos, Madre. Sin
embargo algo de mi vive angustiada, siento que… Madre ¿me estas escuchando?

Victoria Legrand:
Alejandra, no tengo tiempo para tus idioteces.

Alejandra:
Ya lo sé madre, nunca lo has tenido. Sé que eres una mujer ocupada. Igual te agradezco lo
que has hecho por mí, que pagues esa carrera privada, las fotocopias de la facultad, tanta
riqueza y esta vida de excesos que me has dado a mí y a mi hermano.

Victoria Legrand:
Te he dicho hasta el cansancio que no es tu hermano, eres adoptada Alejandra, por favor
recuérdalo a cada segundo.

Alejandra:
También lo sé, madre, pero me gusta creer que por nuestras venas corre la misma
sangrecita.

Victoria Legrand:
Basta Alejandra. ¿Qué parte de ‘me tienes harta’ no entiendes? Estoy con la cabeza metida
en mi cadena de supermercados. Los empleados están organizando una revuelta, quieren
cobrar sus aguinaldos, reclaman la caja navideña con el champagne ‘Deseado’ del año
pasado, están a punto de saquearme y tú quieres que me preocupe por tus idioteces de nena
5

rica y consentida. ¿Por qué no entras a Facebook a ver si alguna de tus cuatro mil
quinientas falsas y frívolas amigas quiere ir al Jumbo a comprar pilcha?

Alejandra:
Perdona madre, no quise trasladar mi angustia a tu persona. Demasiado tienes con tus
supermercados para estar preocupándote por mí. Voy a crear un evento para ver cuál de mis
amigas quiere ir conmigo a ver vidrieras de Ricky Zarkani al Jumbo, es una excelente idea.
Gracias madre. Voy por mi extensión de la tarjeta.

Victoria Legrand:
Vaya y cómprese un par de Rickys que con eso se va a ir esa estupidez tan frecuente en su
cabecita. Su madre está demasiado ocupada. Vaya, vaya. (Rápidamente la besa)

Alejandra:
(Usando un celular) ¡Hola Christian! ¿Estas al pedo? ¿Vamos a Jumbo? No te puedo creer
¿Estas allá? Espérame, pedazo de puto, que voy para allá y hacemos cosas de amigas.
Besito. (Se va).

Victoria Legrand:
(Viendo a Alejandra partir) Como no te aborté cuando pude, si sabía lo que iba a engendrar.
Tan estúpida saliste. Eres igual al infeliz de tu padre al cual nunca conocerás y del cual no
me atrevo a hablarte. Jamás sabrás que eres mi hija realmente. Tengo fuertes motivos para
ocultarlo. Ese montonero desgraciado es la mancha magra de mi vida. Que astuta fui al
aceptar el dinero de mi padre a cambio de entregarte montonero, que astuta fui al inventarle
a esta necia chiquita su adopción. Como se la traga la ingenua. Por suerte su padre está
desaparecido. Bendito el día en que avisé a gendarmería que aquí estabas con esos libros de
Bakunin, hippie piojoso y maldito (detrás de ella vemos a un sujeto acercarse, obviamente
es el padre de Alejandra, que ha vuelto en este preciso e ideal momento dramático) Como
me cogías desgraciado, como me cogiste en ese pasto de Pico Truncado lleno de jejenes,
escuchando Silvio Rodríguez. Éramos tan pobres, pero tan salvajes, no podía seguir con tus
planes, los detuve, el dinero de mi padre fue más fuerte, tuve que elegir. Maldito el día en
que te metiste en ese círculo de investigación universitaria. Mugroso. No me quedó otra que
entregarte. Días después, supe que me habías dejado embarazada… parir y criar sola a esta
estúpida ¡que abolengo! Por suerte el asqueroso de mi padre, el coronel Walter Cornejo
Mejía, cumplió su promesa, reventó y me heredó su fortuna, sus negocios, todo su
enriquecimiento ilícito. Ahora soy millonaria ¡ay! Hippie… lo que daría por un garche
tuyo… por una cogida de macho revolucionario… con esa barba mugrosa, ese olor a
porro…

Pablo Montonazo:
Victoria

Victoria Legrand:
(Ojos grandes. Se da vuelta. Ve que ha vuelto. Asombrada, ahogada en las ganas de gritar)
Pablo… estas… estas… ¡vivo! (Le da un soponcio. Se desmaya muy exagerada)
6

Escena 3:

Pablo Montonazo:
¡Concha! Le dio un soponcio.

Pablo se inclina sobre ella, la toma entre sus brazos. Entra Fausto

Fausto:
¿Quién es usted? ¿Qué hace sobre mi madre, ahí, toda tirada? ¡Suéltela!

Pablo Montonazo:
(Soltando bruscamente a Victoria) ¡Eh! Yo… Yo… vengo a medir el aceite… el gas…
mido el gas… el medidor de gas. Eso.

Fausto:
¡Ah! Por un momento pensé que era un delincuente que intentaba violar a mi madre.

Pablo Montonazo:
¿Un delincuente? ¡Ah! No, como se te ocurre, pibe, no… eh, escuché a Victoria… a la
señora gritar y me acerqué, eso es todo. Pero ya me voy.

Fausto:
¿Y midió?

Pablo Montonazo:
¿Midió? ¡Ah sí!... el gas… sí. (Mirando detenidamente a Fausto) Así que eres el hijo de
esta señora tirada.

Fausto:
Si… eso soy…

Fausto se paraliza. Todo se vuelve como en una especie de sueño, las luces cambian,
música propia del género, escuchamos una voz en off de Pablo.

Voz en off de Pablo:


Pero si eres idéntico a mí. A tu padre proletario que tuvo que huir con sus libros de Bakunin
y todas sus investigaciones universitarias bajo su axila transpirada hacia Mozambique y
vivir allí escondido entre las hienas, cantando canciones de Silvio. Espero conserves en tus
genes algo de mí. Los padres siempre queremos que nuestros hijos se nos parezcan. Y tú…
físicamente eres igual a mí. (Lo toca un poco, le pasa la mano por el pecho, todo es muy
gay) Los mismos ojos, los mismos pectorales, la misma cintura (llega al bulto) ¡Oh! (se lo
manosea bastante) y el mismo pedazo de paquete… hijo de tigre (lo va a besar)

Fausto:
Medidor… ¿se encuentra bien? (Pablo se aparta raudamente)
7

Pablo Montonazo:
Si. Sufro de calenturas, pero ya estoy bien. ¿Tú? ¿Cómo estás? ¿A qué te dedicas hijo?

Fausto:
Qué bueno que lo pregunte. Claramente no me reconoció y estaba a punto de hacerle una
invitación. Me llamo Fausto Cornejo Mejía. Estoy lleno de propiedades que administro,
junto con las propiedades de mi madre. Tengo varios locales comerciales pero en especial
un antro en pleno centro. Se llama ‘El 33’. Parece un bar, pero allí se puede comprar merca,
otra de mis especialidades y pagarse un buen petiso o una tirada de goma con algunas de las
putas que atienden. Son muy buenas, atienden a toda la plana política. No es trata, no. Ellas
son libres de irse cuando quieran y tampoco me quedo con comisión. Solo les ofrezco el
lugar para que sus clientes consuman los servicios que ellas brindan y de paso me
consuman a mí. Como verá, modos de prostituirse hay muchos. También atienden a
hombres de pocas posibilidades como usted, no son del todo VIP, están ampliando el
espectro ¿me entiende? ¿Qué tal el negocito? Bueno, le cuento todo esto por si le interesa
pegarse una vuelta. Le dejo la tarjeta. Es una forma de agradecer el haber socorrido a mi
madre. ¡Ah! Y si no le interesa ir a pegarse un saque, clavarse un par de líneas o ingresar al
negocio de las chicas, simplemente olvide mi presentación y no desperdicie su tiempo en
tratar de denunciarme o denunciar al lugar, nadie le creerá, tengo todo bastante en regla y a
la policía de mi lado. Ahora será mejor que se vaya, iré a recostar a la infeliz de mi madre.
Adiós (sale).

Pablo Montonazo:
Hijo… ¿en qué te has convertido? Cuantos excesos, cuanta perversión. Manejas una casa
de putas, mujeres de mal vivir, esclavas del sistema. Esas mujeres deben ser libres, estar en
sus casas, no en la prostitución… ¿Qué le pasó a mi familia? Mi hijo hecho un fiolo, mi
mujer, mi mujer… me entrego por dinero, me condenó al exilio… seducida por ese jarrón
chino, por esa hamaca paraguaya tejida en hilo dorado, por esos llamadores de ángeles
labrados en plata mapu. Cuanto consumo, cuánto dinero invertido en banalidades, cuanta
perdida de verdaderos valores… ¡Oh! Pablo Montonazo, has regresado del destierro a
continuar con tus investigaciones y a recuperar a tu familia… pero antes hay que ponerla en
orden, jamás los volveré a abandonar… me esconderé por aquí (se mete detrás de una
cortina) y tal como indica el guion de esta obra, nadie me encontrará y será un buen lugar
desde el cual espiaré todo, sin que nadie me descubra.

Escena 4

Un laboratorio en el cual criogenizan cuerpos. En escena el doctor Mercedes Sprinter.

Dr. Mercedes Sprinter:


Hoy es el día, hoy dos de noviembre revivimos al viejo muerto. El premio detrás de todo
esto excede cualquier riqueza. ¿A ver, a ver? Tenemos todo listo. Ajustamos el condensador
de flujos por acá, a estas perillas le damos toda la potencia. Subimos el regulador de
voltaje. Platino y condensador. Cables de bujía. Perfecto. Bien, bien. Enchufamos estos
cablecitos. La batería esta perfecta… bien. Es hora: (toma un grabador) Coronel Walter
Cornejo Mejía, aquí le habla el doctor Mercedes Sprinter y tal lo acordado aquel 2 de
8

noviembre de 1983, hoy 2 de noviembre de 2015, 32 años después de haberlo criogenizado,


lo despierto para que vuelva a esta vida del sorete, a esta Argentina peronista. Levántese
Walter, levántese cual Lázaro bíblico, levántese cual Frankenstein de Mery Jilly. Levántese
y ande…

Truenos, aullidos, lo típico en estos casos… el coronel Walter Cornejo Mejía se sienta en
su camilla. Apagón.

Escena 5

Samanta con su madre Zulma. Ambas son muy pobres. Zulma está preparando el almuerzo.
Algo hierve en una olla.

Samanta:
(Ingresa llamando de manera muy particular a su mascota) Madre ¿has visto a mi tierna
Coneji, la coneja?

Zulma:
¡Eh! ¿Coneji la coneja?

Samanta:
Si madre, mi dulce y enternecedora mascotita que me vino en un huevo kinder. Tal vez este
con la Tía Mirta.

Zulma:
¡Eh! ¿Con la tía Mirta? Esa mugrienta no puede mantener a su lado ni un animal por dos
segundos. Ni los bichos la quieren y mira Samanta, ya te he dicho que esa coneja no te vino
en el kinder, la has encontrado por ahí, los kinder no traen animalitos vivos, mi amor. Ven
para acá.

Samanta:
¿Qué pasa mami? (sigue llamando) Coneji, Coneji.

Zulma:
Es hora de que tú y yo hablemos. (Se aproxima) Somos pobres, vivimos hacinadas en esta
casa de tú tía Mirta, que me odia por haberle quitado a su macho, tu padre. Al margen de
esos detalles, nosotras dos, madre e hija miserables, podemos comportarnos como una
familia civilizada. No es bueno aferrarse mucho a las mascotas.

Samanta:
¿Por qué dices todas estas cosas tan obvias y tristes de nuestra vida patética madre?

Zulma:
9

Mira hijita de Dios. Siempre nos faltó todo, pero una vez tuve algo sabes, algo además de
las pocas alegrías que tu papito me daba antes de rajarse para siempre al Cairo 1… una vez
tuve un perro, un hermoso cachorrito del cielo de Jesucristo.

Samanta:
¡Ay qué lindo, madre!

Zulma:
Si. Era lindo. Pero murió, murió reventado por una camioneta de ricos, inmensa,
grandísima, con unas ruedas gigantes. No alcanzo a vivir mucho porque apenas caminó, se
lanzó a la calle y quedó achurado. No sabes el cariño que yo le había tomado en ese lapso
tan corto y triste de vida canina que tuvo. Era aventurero, saltaba, saltaba y una vez saltó a
la calle y ese fue su último metro de vida y yo, en vez de suicidarme, tirarme entre las
ruedas de una camioneta por pobre, miserable y por no ser capaz de cuidar a un perrito
insulso, seguí adelante, salí sola… para adelante.

Samanta:
Pobrezuelo madre. ¿Y qué tiene que ver la historia de ese cachorro suicida con mi coneja
desaparecida?

Zulma:
¡Ah! Buen punto, a eso iba… Me refiero a que un día, Coneji dejará este mundo mi amor y
se irá al cielo de los animalitos. Y vos y yo vamos a seguir solas para adelante, con esta
vida miserable que el señor quiere que vivamos. Esta vida infeliz, sin dinero mi amor. Este
es el mundo que ha elegido Dios para nosotras, mirar desde abajo hacia lo alto, hacia allá
donde están los que lo tienen todo…

Samanta:
Insisto madre… ¿qué tiene que ver esto que me dices con mi coneja?

Zulma:
Hija… ¿Qué te importa más a ti? Me refiero a que, tú y yo, pobres como somos, tengamos
algo por poco que sea, todos los días, para comer… ¿Qué te importa más? ¿Nuestro
alimento o tu coneja?

Samanta:
(Sin dudar) Mi coneja.

Zulma:
(Hondo suspiro interno) Ya va a aparecer tu coneja, Samanta. Vamos a comer. Ayúdame a
poner la mesa. Bah, que digo, no tenemos mesa. Los cajones, armemos los cajones para
almorzar.

Samanta:

1 Se refiere a El Cairo pero ellas dirán siempre ‘Cairo’.


10

(Armando los cajones) Que extraño. Nunca se ausenta. Estará escondida por ahí. ¿Pongo el
puesto para la tía Mirta, madre? ¿Qué vamos a comer? ¿Raíces otra vez?

Zulma:
No hija. Nada de tía Mirta y no vamos a comer raíces. Hoy, el señor quiso que comiéramos
carne. No preguntes como, pero tu madre ha conseguido un rico recorte de carne para que
tú y yo aflojemos el concierto de tripas y no nos sintamos tan marginales. Tú sabes lo caro
que esta todo, sobre todo la carne hija.

Samanta:
Te admiro tanto, madre. Gracias diosito por esta madre tan ejemplar, humilde y honesta que
me has dado. Mi coneja, donde sea que se haya escondido y yo, agradecemos el tener a esta
mujer tan honesta con nosotras. Amén. ¡Buen provecho madre! (come)

Zulma:
Amén. Buen provecho hija.

Samanta:
¡Mm! Pero que delicia de carne madre. Es la carne más rica que he probado en mi vida. Se
nota que es carne cara madre, porque está muy sabrosa.

Ingresa Mirta

Mirta:
Buen provecho solo para ti sobrina. Ojala que tu madre se atragante con el puchero y nos
deje en paz de una buena vez. Una persona menos en este rancho nos alivianará la miseria a
todos.

Samanta:
¡Ay! Qué lindo verte, tía Mirta. ¿No has visto por ahí a mi coneja Coneji?

Mirta:
¿Se ha perdido Coneji? No me extrañaría que la arpía de tu madre la haya cocinado y en
este momento te la estés deglutiendo, hilachenta necia de sobrina. Me voy al supermercado
de Kagazote, que lo están saqueando, a ver si ligo algo para aportar más de lo que dejan sus
mugrosos cartones en esto reducto lleno de pobreza.

Silencio sepulcral. Samanta tira en el plato lo que tiene en la boca, mientras esboza un
llanto que nunca sale junto con las ganas de asesinar a su madre. A la vez la mira
buscando la confirmación de lo que dijo su tía.

Zulma:
¡Calla y come hija! ¡Calla y come!

Escena 6
11

Eduardo Iriarte:
Hemos presenciado casi todo: el terremoto de Gonorrea, la extinción del mono Burgos, los
premios Oscar Martínez, la llegada del hombre a Anillaco. ¡En fin! Uno ya no sabe si
prender o apagar la tele porque las desgracias… las desgracias están a la orden del día y se
nos abalanzan a la retina, arruinando el deglute familiar a la hora del almuerzo o el cocaví.
Es así. Ya no hay paz diría Chunchuna Villafañe en aquella famosa entrevista en la revista
Pelo de Concha. Hoy nos toca estar aquí frente a otra desgracia, si, la amenaza constante
de un posible saqueo al mercado Chung-Chung Sue, de nuestro vecino chino Kagazote…
chino pero honrado, como cualquier hombre blanco, común occidental… como cualquiera
de nosotros. Reina la tensión, reina el pánico aquí en esta esquina trágica, intersección de
las calles Remedios Revolcada y Pasaje de los Indios Torturados. Estamos todos alertas
Patricia por lo que pueda llegar a pasar. Vemos unos consejos de nuestros auspiciantes y
seguimos desde aquí trasmitiendo, para todo el país.

Dra. Ducato:
¡Todo el mundo sabe lo molesto que es sentarse y sentir piquetes en las posaderas! Mi
nombre es Ducato. Soy doctora, por eso todos me dicen ‘Dra. Ducato’. Durante mis viajes
por el mundo, en Alemania, me casé con un belga, un tipo violento, no duró nada. Él era
muy, muy belga, como toda su familia, nacidos y criados en campiñas belgas. Gente de
guerra, acostumbrada al maltrato. Además de osco, mi marido sufría de incesantes
hemorroides. Fue así que él y su estirpe belga, se abocaron de lleno a la cría de la Vespula
Vulgaris. Hoy les vengo a presentar Hemorrosedal, una maravillosa solución medicinal y
científica que ya está dando que hablar por su efectividad contrarrestando las hemorroides
anales masculinas. Tenemos el testimonio de Beto Grannabo, el famoso protagonista de la
legendaria telenovela ‘Tres cachorras y un chorizo’. ¿Qué nos dices Beto Grannabo?

Beto Grannabo:
¡Oh! Tal vez me reconozcan del papel que interpreté en ‘Tres cachorras y un chorizo’ Yo
era el villano Raimundo Jara. Es increíble cómo me recuerda la gente en la calle, muchos
aún me cruzan y me gritan… ¡Raimundo sorete! ¡Enfermo de mierda! ¡Qué genial, es muy
genial! Pero así y todo yo no era feliz en la vida real. Algo me molestaba a lo hora de
sentarme, sentía… un piquete en el ano. Un piquete intenso. Hasta que descubrí una
tremenda hemorroide anal. Me apliqué Hemorrosedal y el piquete se me fue, ahora puedo
sentarme tranquilo y lo mejor… mi ano ya está libre de piquetes.

Dra. Ducato:
Muy valiente Beto Grannabo. Y ustedes se preguntan ¿Por qué valiente? ¡Claro! La
aplicación del remedio no es sencilla. Todo lo hace una avispa, una Vespula Vulgaris que se
introduce en el ano. Una vez adentro, la avispa clava su aguijón en la zona afectada,
sedando al paciente, conduciéndolo a un estado de ensueño y relajación. Después hace su
trabajo más fino: la avispa escupe un veneno asqueroso que alivia la hemorroide y por
último hace una caca especial que termina por desaparecer todo el dolor dentro del
territorio anal. Una maravilla los animalitos que pueden hallarse en este mundo y sus
poderes curativos. Usted puede acceder a este paquete de avispas, llamando ya al número
que sale en pantalla…
12

Se escuchan a la manera de Sprayette los números de teléfono para adquirir los productos.
Mientras ingresa Victoria Legrand.

Escena 7

Victoria Legrand:
Ese Kagazote no es culo de mantener el supermercado en pie. Chino de mierda, chino
inútil, maldita la hora en que dejé que se haga cargo de uno de mis supermercados.

Fausto:
Eso por querer controlar todas las culturas madre. Con los chinos no se puede, son
demasiado orientales, gritan en vez de hablar, gritan todo el tiempo.

Victoria Legrand:
Ya lo sé, hijo de mis entrañas, pero nunca habíamos vendido tanto fernet al lumpenaje
como con el chino…

Fausto:
Ni tanto Campari.

Victoria Legrand:
Exacto, ni tanto Campari. Chino inútil. Voy a mandarle a Garay para que se encargue de él.

Fausto:
Madre, creo que Garay no podrá encargarse, (mirando la tele) ahí está saqueando también
al chino, con el resto de los lumpenes.

Victoria Legrand:
Otro traidor. ¡Ag! Maldito Garay. Ya no se puede confiar ni en un ex policía. Con todo lo
que nos costó que solo sea despedido y no vaya preso por matar a esos rateritos del oeste.
Ya me va a escuchar ese infeliz. Lo voy a secar en la cárcel, de donde nunca lo debí haber
sacado.

Fausto:
Tranquila madre. Has estado muy estresada. Recuerda que vienes recuperándote de un
desmayo en la escena uno. Te golpeaste muy fuerte en la cabeza, de pedo no perdiste la
memoria, tan típico de estos géneros.

Victoria Legrand:
Es verdad, hijo. Y que extraño sueño tuve con Pablo.

Fausto:
¿Pablo? ¿Quién es Pablo?

Victoria Legrand:
13

¿Pablo dije? No. Quise decir ¿Palos? Soñé con cien palos, cien lucas que le daba a una
indigente que siempre veo abriendo puertas de taxi.

Fausto:
¡Ah! Siempre eres tan generosa en tus sueños, madre. No te preocupes por Kagazote y
menos por Garay. Nos quedan muchos supermercados más las franquicias de los híper. En
breve se abre otro Shopping tan necesario para la recreación de los pueblos. Si tus
empleados no encontraron mejor opción que saquear el chino, déjalos. Ahora tienes una
buena excusa para despedirlos. Hablemos con el juez Urrutia. Tenemos los videos del chino
para culparlos a todos, yo llamo al comisario Quezada que me debe como veintisiete
ladrillos y asunto arreglado madre.

Victoria Legrand:
No está mal. ¿Qué sería de mí sin ti hijo? (lo besa en la boca) Ahí tienes a la estúpida de tu
hermana. Tan inútil, tan inservible queriendo ser una artista. ¿Por qué no se va de una vez
por todas al Bolsón y nos deja tranquilos?

Fausto:
Madre. Ten un poco de paciencia con ella. Que Alejandra sea adoptada y quiera estudiar
cine, no significa que la culpemos de todas nuestras desgracias. Sabemos que no tiene
nuestra sangre y mucho menos nuestro ingenio para los negocios, nuestro apetito por el
dinero. Pero es lo que te tocó en la repartija, la hermana que me tocó y aunque no sea
consanguínea, hay que tolerarla.

Victoria Legrand:
Tienes razón hijo. Tanto melodrama me produce ganas de beber alcohol. ¿Te tomarías una
medida conmigo?

Fausto:
Que sean varias medidas.

Escena 8
Chula:
Mira Vicentico, se están llevando todo del supermercado chino. Nos van a dejar sin
detergente. Ahí está papá

Lucho:
¿Qué hacen acá parados, pendejos? Aprovechen que estamos reventando al chino y no me
dan las manos para cargar más latas de Fortex.

Vicentico:
Padre, ¿no te parece mejor saquear un par de latas de atún, arroces, fideos caracol o algo de
eso? De tanto tolueno se te va a pegar el apéndice con el páncreas y vas a quedar tieso. No
tenemos plata para andar manteniendo un nicho municipal del cementerio.
14

Lucho:
No sean boludos, pendejos, el tolueno me inhibe el hambre por mucho más tiempo que
cuatro atunes. No se queden ahí parados y aprovechen que está viniendo la cana y acá va a
quedar el culerío si no se apuran.

Chula:
No lo sé padre, ese de ahí es cana y está saqueando.

Garay:
Era negrito, era. Era cana, estuve en cana, pero la fuerza actúo rápido para restituirme. Es
así. Los canas nos restituimos más rápido que los delincuentes comunes. Ahora dame paso
que tengo que saquear un plasma al chino.

Escena 9

Eduardo Iriarte:
El fuego arrasa con todo el supermercado. Llegaron los saqueadores mientras veíamos a
nuestros auspiciantes y no hemos podido trasmitir en vivo el momento en el cual los
delincuentes hacen mierda todo el supermercado y saquean a rolete, Patricia. Tenemos el
testimonio de una señora cualquiera que justo pasa por acá.

Una Señora cualquiera:


Ahí adentro estaba lleno de chinos. No era uno solo, había muchos chinos. Había muchos
chinos.

Eduardo Iriarte:
¿Qué opina del saqueo al señor Kagazote, vecino pacífico de este barrio tan rústico, señora?

Una Señora cualquiera:


Los chinos salían a montones. Había muchos chinos. Chinos por las ventanas, chinos por
acá, por allá. La gente se llevaba lo que podía. Había muchos chinos. Había muchos chinos.

Eduardo Iriarte:
Bueno. Teníamos el testimonio de una señora cualquiera, impactada por el nivel de
violencia de esta situación que tiene a todos los vecinos enloquecidos… si… enloquecidos,
Patricia, porque todos los desgraciados han aprovechado la ocasión y están saqueando al
chino en masa. Vamos a estudios.

Escena 10

Un estudio de radio. Reportaje a Falso Seba Fanello

Periodista:
Esto es radio Calfa. Estamos en una nueva emisión de ‘El puterío de los teatristas’ Bueno,
estamos acá con Seba Fanello. Seba ¿cómo estás?
15

Falso Seba Fanello:


Bien, muy bien.

Periodista:
Bueno que locura esta… la de una obra episódica. Siempre con tus locuras en las obras
¿no?

Falso Seba Fanello:


Sí, que se yo.

Periodista:
Contanos, ¿Cómo se te ocurrió?

Falso Seba Fanello:


Bueno, es un afano, como siempre, ya existe una obra episódica en este país.

Periodista:
No te puedo creer, que loco.

Falso Seba Fanello:


Si.

Periodista:
¿O sea que esta vez además de poco claro y poca profundización de los personajes, te estas
afanando claramente algo que ya se hizo en este país?

Falso Seba Fanello:


Si. Algo así acabo de decirte, lo de los personajes poco profundos lo agregaste vos.

Periodista:
Claro. Bueno mira, además del neoliberalismo que hay en tus obras, gran parte de la crítica
del teatro dice y comenta que en tus obras no hay personajes porque vos no los profundizas.

Falso Seba Fanello:


¿Así que mi teatro es neoliberal? ¿Y en Neuquén hay crítica del teatro?

Periodista:
Pero claro. Vino Dubatti una vez. ¿No sabías? Lo trajo el instituto.

Falso Seba Fanello:


Sí, sabia, pero no pude hacer el taller, estaba de gira con ‘Al pie de la’… pará, pará
¿explícame eso del neoliberalismo en mi teatro?

Periodista:
Bueno, Seba, mira, acá las preguntas las hago yo, para eso estudie periodismo en la Blas
Pascal ¿sí? Lo del neoliberalismo es muy sencillo, en esta provincia, si tus obras no son
troskas son neoliberales y bueno... convengamos que troskas no son.
16

Falso Seba Fanello:


Ah. Pero… justo ahora me encontraba haciendo una obra peronista: ‘El subsidio de la
Presidenta’ se llama, es sobre un elenco que no puede vivir sin el instituto y… ¿y entonces
esa de qué lado la pones? Si es peronista.

Periodista:
Bueno… peronista es todo y lo que todavía no sea peronista seguro va serlo pronto… hay
que revisar bien el contenido ideológico de esa obra nueva que estás haciendo ¿El Subsidio
de la Presidenta dijiste que se llama?

Falso Seba Fanello:


Si.

Periodista:
Bueno, la vamos a analizar en las jornadas de la dramaturgia y te decimos si es troska
peronista o neoliberal peronista.

Falso Seba Fanello:


Ah, pero… ¿no puede ser solo peronista? Si va a armar quilombo puedo limpiarle el
contenido ideológico, sacárselo del todo. Los dramaturgos podemos hacer eso.

Periodista:
¡Ay Fanello! ¡Los dramaturgos, los dramaturgos! No se puede limpiar la ideología ¿en qué
mundo vive? Mire, le hago una propuesta… vengase a las jornadas de la dramaturgia, ahí
tenemos un equipo bien chori de panelistas, este año es en homenaje a Claudia Lavalle.
Lleve un Power Point con datos de su obra, esta de la presidenta y la sometemos a un
análisis ¿le parece? Creo que le hará bien escuchar opiniones acertadas de los especialistas
del teatro regional. Y hasta acá la nota… Así pasaba Seba Fanello, actor, director,
dramaturgo de acá de la zona que esta vez, se está afanando la idea de hacer una obra
episódica… seguimos en radio Calfa con nuestro culturoso programa ‘El puterío de los
teatristas’ de esta manera.

Escena 11

Samanta:
¿Qué haces mamita?

Zulma:
Nada. Escuchando ‘El puterío de los teatristas’ pero hoy está bastante pedorro el programa.

Samanta:
Ah. ¿Todavía está ese programa? ¿No debería haber terminado?

Zulma:
17

¿Vos decís si debería haber cerrado su ciclo para siempre o si ya debería haber terminado el
programa de hoy?

Samanta:
No. Digo que ya debería haber terminado el programa de hoy

Zulma:
Todavía no termina, está hablando un tal Fanello. No sé quién es.

Samanta:
¿Qué dice?

Zulma:
No sé. ¿A ver?

Vemos más del reportaje, pero una parte que no habíamos visto antes.

Periodista:
Teniendo en cuenta que acabas de confesar cometer plagio abiertamente ¿no te da miedo
condenarte a ser, además de un mediocre neoliberal, un chorro delincuente?

Falso Seba Fanello:


Mira lo que yo sea es problema mío. Lo único que hice es robar procedimientos de escritura
y eso, por suerte, Argentores no los patenta. No hice copy page, solo me afané el esqueleto
de la otra obra para armar mi propia obra episódica. Antes de hacer la otra que ya tiene años
y es muy porteña, preferí hacer una de acá, es más ahora dudo de cuanto me robé de la otra.
Es una reescritura en todo caso o es un ‘a partir de’, que se yo, en teatro se afana mucho
con adaptaciones y esas cosas, hay muchas formas de robar, la mía es de las más
honestas…

Periodista:
Mira Fanello, cortala, no estoy de acuerdo. Es robo igual y ya lo confesaste. Damos por
terminado el bloque. Nos encontramos después de la tanda con más del jugoso y candente
programa culturoso ‘El puterío de los teatristas’.

Zulma:
Parece que el pibe este es un chorizo, se afana los procedimientos de otras obras.

Samanta:
¿Los que?

Zulma:
No sé. ¿Vos me querías para algo importante a mí? porque yo ando en la búsqueda de una
nueva cosa en la cual perder el tiempo.

Samanta:
18

No… me voy a cagar.

Periodista:
Y estamos de nuevo con más de ‘El puterío de los artistas’ pero esta vez para recordarles
que el teatro Cervantes realizara un nuevo casting y está convocando gente deseosa de
escenario que quieran participar en ‘Misógino pero lindo’ del dramaturgo Narciso Tezurte
Apaleta. Autor del conurbano bonaerense, premiado dos veces en el certamen Festilindo,
ganador del Erizo de Goma, siete veces, por sus temporadas en Las Grutas... de todas
formas es alguien de Buenos Aires y si es de Buenos Aires, es bueno. Así que, a prepararse
toda la plana teatrera de la zona, porque se viene alto puterío detrás de esto… En un rato
estaremos con un móvil en vivo desde el supermercado de nuestro querido chino Kagazote
que al parecer lo saquearon hasta el ojete y nos informan ahora que interrumpimos
brevemente el programa para dar los resultados del Tele Quino.

En escena esta Zulma, busca su boleto del Tele Quino.

Samanta (en off):


Madre. ¿Escuchaste? (haciendo fuerza) Saquearon al señor Kagazote, el chino de mierda
que nos dejaba cartones todas las noches.

Zulma:
Si. Lo escuché entre los ruidos de tu excreción hija. Pero no hables así del señor Kagazote.
Por más malito que haya sido ese hombre chino nos dejaba cartones.

Samanta (en off):


Puede ser. (Haciendo fuerza) Madre ¿estas segura que no era un huesillo pequeño eso que
me tragué? ¿Estas segura que era carne sin hueso? Te va a parecer muy tonto esto que te
voy a decir, pero justo esa presa tenía la forma de las piernitas de Coneji.

Zulma:
Basta hija bendita, no hables tanto que no vas a poder ir de cuerpo y déjame escuchar los
resultados del Tele Quino, a ver si en una de esas, Dios nos hace millonarias y somos
felices para siempre. (Saca su billete)

Samanta (en off):


Si madre, perdona. ¿Habrá por ahí cerca algún papel para limpiarme? Estos que guardamos
acá ya están demasiado usados, por el color digo. Tienden a verde y tienen como unos
honguitos.

Al mismo tiempo escuchamos el off de la radio

Radio (en off):


Y el cartón ganador contiene los números: 4 - 8 – 15 – 16 - 23 – 42

Zulma:
No lo puedo creer. Nos ganamos el Tele Quino (Se desploma en el suelo)
19

Samanta aparece apurada con los pantalones a medio subir.

Samanta:
¡Mamá! Otra vez te desmayaste de hambre. Hubieses chupado la grasita que sobró de la
carnecita. ¡Uy! ¿Y este papel? (Agarra el billete de Tele Quino) Justo lo que necesitaba para
limpiarme. Gracias madre, desmayada y tendida, sigues estando en todo.

Escena 12

Eduardo Iriarte:
A ver si podemos hablar con alguno… Disculpe señor. Señor. ¿Que está saqueando?

Garay:
¡Si! Vine por unas llantas. Llevo este arroz y mira, este es un plasma re zarpe, viste, para
los pibes. De última yenereiyon, viste. Para los pibes. ¡Saludos de paso… para los pibes!

Eduardo Iriarte:
Disculpe señor, eso no es un plasma es un monitor 32 pulgadas LCD. Le va a costar un
poquito ver televisión ahí.

Garay:
¿LCD? ¿Qué decís gato? ¿Me estas jodiendo? Alta llanta tenés vos. Dame gato

Lo asaltan violentamente y lo dejan en pelotas

Alejandra:
Dale puto, filma a esos delincuentes de allá como cargan cosas. Estos pobres delincuentes
son muy exóticos. Están exaltados. Fijate como rompen todo y roban electrodomésticos en
vez de llevarse alimentos, que loco. Son re buenas imágenes para nuestro documental. Voy
a ver si puedo meterme al supermercado y encontrar a alguno de los chinos que trabajan acá
para saber lo que sienten.

Christian:
¡Ay! Intento hacer unos planos re copados pero se me van de foco los chorros si se mueven
tanto. Quiero hacer un plano detalle de los productos saqueados que alcanzo a percibir en
cada uno de los delincuentes y la verdad que hay un par de chonguitos para acriminarse acá
mismo, me re calientan los cabecitas.

Alejandra:
Deja de lado tu fiebre anal putito y a ver si podemos detener a uno y hacerle una entrevista.
Me meto al Super.

Christian:
¡Ey! ¡Señora!… ¡usted! La de la Interlagos en la mano. Señora indigente ¿podemos hacerle
un par de preguntas?
20

Mirta:
¿Es para la tele? Claro que si pendejo ¿Quieres Interlagos? Está un poco tibia, pero pasa
igual, con la corrida del saqueo me deshidrato.

Christian:
No, gracias. No tomo Interlagos. Este es un documental re lindo que estamos haciendo
sobre problemas sociales, para dejar un mensaje, crear conciencia y así transformar el
mundo. No creo que salga en televisión pero seguro lo presentamos como trabajo final en
una de nuestras materias.

Mirta:
¡Ah! Que cagada, mi sueño es salir en la tele, igual ya fue ¿Qué tengo que decir, maraca?

Christian:
Nosotras pensamos unas preguntas para hacerle… hacemos una entrevista, tipo múltiple
choice y usted nos responde.

Mirta:
¡Uy! ¡Qué difícil! No sé si me va a salir, pero dale, tira las preguntas, puto.

Christian:
Bueno, va primero la pregunta uno y después las opciones de esa pregunta: ¿Por qué roba?
¿Por necesidad? ¿Por hambre? ¿Por jovi? ¿Otros?

Mirta:
Las tres respuestas juntas, traga bala completa. Necesidad y hambre son dos cosas que para
nosotras las pobres van de la mano y jovi no sé qué es, pero me suena a morfi y morfi es lo
que nos falta todos los días, así que súmalo por las dudas.

Christian:
Ay, qué bien. La otra pregunta, la segunda, dice así. Si tienen tanta hambre ¿Por qué solo
saquean productos electrónicos? Y las opciones son… ¿Se los comen? ¿Luego los re
venden en la frontera?... ¡Mm! ¿otros?

Mirta:
Ay, esa no la entendí mucho, putón. Pero hablando de productos electrónicos, esa cámara
que tienes debe valer una fortuna. Alto caño se ve.

Christian:
Si. Es mía. Es HD. Papá me la regaló para mi egreso del secundario, me la trajo de Egipto,
de sus viajes exóticos, porque sabía que me iba a inclinar por lo estético. El me descubrió
usando un cinturón cruzado y una remera con hombreras y entendió mi sensibilidad. La
fotografía y el video son para mí, maneras de captar la belleza, detener en una imagen eso
que nuestros ojos ordinarios no pueden percibir y bueno, distintas bellezas ¿no? porque por
ejemplo, este problema social que están teniendo ustedes, tiene su re porcentaje de belleza
folklórica, rústica, ¿no? Por eso decidí ocuparla con las chicas para nuestro documental…
21

Mirta:
Matanga dijo la changa. (Azota con la botella de Interlagos a Christian y se afana la
cámara)

Eduardo Iriarte:
Bueno. Así estamos. Ya no se puede entrevistar tranquilo a ningún saqueador, se llevan
todo, como podrán observar…

Pasa Garay le toca el bulto a la pasada

Garay:
Eh gato ¿tenés frío vos, que la tenés muerta gato? ¿Con esa pijita coges vos? (a otros) ¡con
esa pijita coje!

Eduardo Iriarte:
(Se saca) Si. Con esta pija cojo, negros de mierda. Deberían exterminarte a vos y a tu prole
mugrienta de negros. Asco me dan. Asco, repugnancia. Chorros. Chorros de mierda. Hay
que incinerarlos a todos ustedes, desaparecerlos… vagos. Son todos unos vagos de mierda.
No quieren laburar, drogadictos, negros de mierda.

Lo cagan a botellazos. Luego lo violan.

Escena 13

En casa de los Cornejo Mejía

Victoria Legrand
La vicegobernadora, Anita Pichón, llamó para solidarizar conmigo, quiere venir esta tarde a
tomar té verde a casa. Fausto ¿Qué pasa con la salteña que no la veo por ningún lado? Esta
casa es un quilombo y no tenemos ninguna sirvienta que nos ordene.

Detrás se lo ve a Pablo Montonazo que jamás abandonó su escondite escuchando la


conversación.

Fausto:
La salteña renunció hace tiempo madre. El estrés no solo te ha producido continuos
desmayos sino que también incrementó tu dosis de Alzheimer. Esa mugrosa me acusó de
abuso y huyó a la casa de los López Morando. Ahí está la conchuda con cama adentro.
Tómate esta pastilla madre. Te va a hacer bien.

Victoria Legrand
Fausto, no podemos estar despidiendo salteñas a troche y moche por que a ti se te da por
arrimarles esa tripa portentosa, igual a la de tu padre, que te cuelga entre las piernas. Un día
de estos esas mujeres te van a delatar, hijito. Mira que ahora hay mucha información en
Internet. Esas ilegales aprenden a leer rápidamente y muchas ya pueden hacer la diferencia
entre violación y cariño.
22

Fausto:
No nos preocupemos ahora de esas salteñas. Si la vicegobernadora viene esta tarde, puedo
aprovechar para renovar mi licitación con el gobierno provincial, unos años más de
abastecer al Estado no me vendrían mal. Hay que ordenar por lo menos el living, voy a
chuparle un rato la concha a la vicegobernadora ahora que esta solidaria, tengo que
distender la tensión con ‘El Movimiento Eterno Popular Neuquino’. Llamaré a Manrique,
para que envíe alguna de las pibas del club 33, a ordenar un poco.

Escena 14

En el club 33

Manrique:
(Hablando con Fausto por celular) Si jefecito, no te preocupes que ahora miro entre el
montón y te mando a la más limpia. ¿Cómo? ¿Quiere de las nuevas? ¿Cuál? Ah, ¿esa?
Tiene buen ojo usted… si… ya me parecía que en algún momento le iba a pedir un privado
a la tiernita esa. Bueno, bueno, ahí le consulto y se la mando. See you later. (Llamando
hacia dentro) ¡Consuelo! Venga acá Consuelo.

Consuelo:
Diga.

Manrique:
Consuelo, usted está aquí desde hace poco y la hemos visto desenvolverse muy bien. Viene
siendo muy profesional con su trabajo y el jefe, o sea, el señor Fausto, anda buscando una
empleada para su casa, paga muy bien y pensó que tal vez usted quiera otras tareas aparte
de las que viene realizando acá en el club.

Consuelo:
¿Otras tareas? ¿Domesticas? No. Ni en pedo. La gracia de ser puta es para no andar
limpiándole la mugre a ningún pajero. Disculpe pero paso.

Manrique:
No diga que no enseguida, Consuelo. No sé, a lo mejor no es mucho lo que hay que hacer.
¿Porque mejor no se va hasta la casa del señor Fausto? Es que yo le prometí que la iba a
convencer a usted. Le doy la dirección, habla con él y de última si usted no lo toma, por
ahí, pude recomendar a otra compañera. Es que mi jefe me pidió que lo hable con usted
¿me entiende?

Consuelo:
¿Y tiene que ser ahora? Yo no sé. Desde ya lo mío es un no, Manrique. Además de atender
acá, me está quedando poco tiempo para compartir con las otras chicas. ¿Por qué no habla
con algunas de las compañeras más viejas? Ellas ya casi ni trabajan acá. Están ahí
controlando todos nuestros movimientos las viejas putas esas. Yo agradezco las condiciones
de trabajo que hay acá, pero en donde vea que se complican, me rajo de este club.
23

Manrique:
No se preocupe, el trato es que el negocio de ustedes funcione acá para que nosotros
podamos hacer consumir a todos los desgraciados que vienen a resarcir su poco goce al
club. Es un servicio más que ofrecemos en casa, usted lo sabe. Pero piense en el dinero,
Consuelo. Esta es otra oportunidad de ganar más y más dinero. Algo así como horas extras.
Más trabajo, más dinero.

Consuelo:
Mire, voy a ir, porque la verdad que en este club trabajamos bien sin pagar un mango de
alquiler y yo estoy bastante agradecida con eso. Y también voy a ir por respeto a usted y al
Fausto, como quien dice. Pero yo y las chicas estamos… nos las estamos arreglando con lo
las horas que le metemos, no creo que agarre y que ninguna de nosotras quiera más. Acá
estamos llenas de clientes y la verdad que afuera está lleno de pibas que pueden hacer
domésticas.

Manrique:
Qué bueno Consuelo, le agradezco y cuando vuelva seguro le saco otro turnito.

Consuelo:
No se me suba por el chorro, Manrique. Tengo bien ocupado mi tiempo ya le dije. Consulte
con alguna de las otras chicas. Voy a ver que poronga quiere el Fausto ese. (Se va)

Manrique:
Poronga va a ser la que te voy a meter en la boca pedazo de puta. Ya va a cambiar tu suerte
y la de tus compañeritas y el 33 y yo nos vamos a ir para arriba.

Escena 15

Zulma:
Menos mal Samanta que no alcanzaste a limpiarte con este billete, tenés que tener más
cuidado hija de Dios, no podes limpiarte el culo con cualquier cosa.

Samanta:
Siempre lo hemos hecho madre.

Zulma:
Si pero eso se acabó. Somos ricas hija. Jugué los números de Lost y ganamos. Mañana nos
vamos a cobrar esta guita y desaparecemos de esta pocilga. Vos y yo vamos a sufrir la
transformación más soñada de todas. Vamos a ser como esos personajes que todo el mundo
espera que se transformen al final de las historias. Bueno, vos y yo vamos a romper con esa
regla y no vamos a dejar que pase un capítulo más sin recauchutarnos. Nada de esperar
hasta la mitad de la cosa como María la del Barrio. Nuestra buena vida, nuestra vida de
ricas se viene pronto hija y ahí sí, ahí sí, que voy a poder vengarme…

Samanta:
24

¿De qué venganza hablas madre?

Zulma:
No puedo decirte mucho aún. No es el momento. Solo sé, que este golpe de suerte, que este
accidente del azar que nos está ocurriendo a nosotras, es la oportunidad que vos y yo
tendremos de ser felices y de acabar de una vez por todas con lo que tanto mal nos ha
hecho.

Samanta:
¿Te refieres a mi tía?

Zulma:
Uy, cierto, tu tía. No había pensado en ella.

Mirta:
(Llega con lo que se saqueó) ¿Qué tanta cháchara? Justo llego cuando me nombran ¿Qué
está pasando acá?

Samanta:
Tía, no sabes, mi mamá se sacó… (Zulma le tapa violentamente la boca)

Mirta:
¿Qué se sacó? ¿La bombacha mugrosa esa, que no se saca nunca? Ojala. Y ojala que la
laves, mugrienta. Me voy a disfrutar de los canales estatales con mi plasma nuevo.

Escena 16

Vicentico:
(Buscando al Chula) ¡Chula, chula! ¿Dónde te has metido hermano? Volvamos a casa que
van a caer los ratis y nos van agujerear el abdomen vacío de hambre por dentro, por el solo
hecho de ser marginales…

Cruza corriendo Alejandra con una bolsa de cosas que se estaba saqueando. Se choca con
Vicentico y todo vuela por los aires. Luego del impacto música romántica del género. Se
intentan levantar pero resbalan varias veces, se golpean torpemente, todo es patético,
violento y romántico.

Vicentico:
¡Uy! Perdón. ¿Estás bien?

Alejandra:
(Hecha mierda, tal vez sucia con harina y cosas que se estaba afanando) Si. (Enamorada a
primera vista) ¿Vos?

Vicentico:
Mejor que nunca…
25

Alejandra:
¿Ibas a robar también?

Vicentico:
¡No! No andaba en esa.

Alejandra:
Ah, yo (trata de disimular su choreo) Quise tener la experiencia de… ¿sabes? Yo… nunca
saquié… saqué

Vicentico:
(Acercándose) ¡Shh, no hables más! Siento algo muy extraño, muy loco sabés…

Alejandra:
Yo igual… siento que te conozco…

Vicentico:
Tus ojos, esos ojos… tu boca…

Alejandra:
¿Me vas a violar?

Vicentico:
No. ¿Cómo se te ocurre?

Alejandra:
Pucha… nunca me pasa nada

Vicentico:
¿Qué? Yo sería incapaz de hacerte daño… va a sonar muy loco, pero hoy mientras lavaba la
mugre de un Citroën c5, tuve la sensación de que pronto chocaría con el amor frente…

Suenan las sirenas de la policía.

Alejandra:
¡Ah! que loco. Yo nada. A mí no me pasa nunca nada. ¡Uy! viene la cana sabes, es mejor
que me vaya… por si alguien me vio saqueando…

Vicentico:
Pará no te vayas, voy a hacer una locura… (La besa apasionadamente)

Alejandra:
¡Uy! Que calorón.

Aparece Martínez

Martínez:
26

Soltala infeliz o te vuelo la tapa de los sesos.

Vicentico:
Si. ¡Para! Tranquilo, no estaba haciendo nada, no le estaba haciendo…

Martínez:
¿Ah no? ¿Y todos estos productos saqueados? ¿Y ese ramolac? ¿Ese cremón? Con lo caro
que esta el queso. ¿Quién se los afanó al chino? ¿La señorita?

Vicentico:
(Pausa) Si.

Se miran. Todos dudan de distintas cosas. Miran los productos hasta que Alejandra rompe
el silencio.

Alejandra:
Mentira oficial. Este delincuente intentaba huir con esa mercadería y esos quesos del chino
y cuando lo detuve quiso violarme.

Vicentico:
No. Pero eso no es verdad.

Martínez:
Mira negro, a mí no me vas a vender la pomada del indigente honesto. Vení para acá
mugroso, estás detenido, de esta no te saca nadie, agradece que te mando a guardar y no te
dejo tirado en algún canal con el abdomen como colador. (Lo esposa) Camina, dale,
camina, negro cabeza. (Se lo lleva) Negro de mierda.

Alejandra se queda sola un buen rato en la escena. Esta como excitada por todo lo vivido.
Luego entra el Chula.

Chula:
¿Señora puedo hacerle una pregunta? Perdón, no se asuste por mi fachada andrajosa y
humilde, pero necesito saber si no vio por acá a un pibe mugrosamente parecido a mí, bien
trapito y cara de bueno debajo de la roña que la cubre, un poco olorosito… bueno, ese es mi
hermano y temo que se lo haya llevado la cana. No lo sueltan más sabe. Si no nos matan en
la calle, nos encierran y nos pegan unas buenas torturas… nos patean el abdomen vacío
¿sabe? Cuando está vacío duele más porque uno no tiene con que resistir el golpe… si es
que no nos violan antes…

El Chula advierte que Alejandra esta como paralizada y corta el relato

Chula:
¿Señora está bien?

Alejandra mira todo a su alrededor, mira al chula extrañada y se va, sin contestar nada.
27

Chula:
Señora. Señora. Que tonto, la debo haber impresionado con mi discurso marginal de
mierda. Me olvido el miedo que le causamos a la gente y encima yo, contando como esta
vida soreta nos pasa el trapo cuando quiere. Pobre flaca. La espante… Mm, ¿qué es esto?
Mercaderías (prueba los quesos del piso) ramolac, cremón. Alguno que rajaba perdió
todo… (Muy inocente, mientras come algunos de los restos desparramados) Ah, pero la
señora estaba medio enchastrada… ah, el delincuente se debe haber chocado con ella…
Pobre, peor para ella pobre. ¡Ja! un pobre diciendo pobre. Que tonto ¿No? Como una
palabra de mierda puede decir varias cosas a la vez… porque esa chica no era pobre de
plata como yo o mi hermanito, no. Pobre chica por lo feo que la debe haber pasado acá… se
veía buena. Noble. ¡Ay! ¡Donde estará Vicentico! Que angustia, por lo menos estos huevos
crudos me están sacando un poco el hambre.

Continuará
Fin del Episodio I
28

Dineral. Episodio II
Resabios de peritonitis

Escena 1

En casa de los Cornejo Mejía, Victoria está escuchando ‘El puterio de los teatristas’.
Entra Fausto.

Fausto:
¿Hay quilombo por otro casting del Cervantes?

Victoria Legrand:
No. Está hablando un pibe que hace teatro. Es raro, jamás lo vi y eso que voy seguido al
Español2.

Fausto:
¡Ay madre! A veces eres tan inocentita. ¿Segura estas escuchando una radio de aquí?

Victoria Legrand:
Sí, es la Calfa.

Fausto:
¿Y qué haces escuchando esa radio zurda? ¿Entiendes algo?

Victoria Legrand:
Mira hijo, tú me ves así de superficial pero yo entiendo mucho más de lo que crees. Tu
madre tiene un pasado del cual es mejor ni acordarse, pero en otras épocas yo estaba más
ligada a estos zurdos que a otra cosa. Además… ya nada es demasiado zurdo o derecho que
digamos ¿No? Antes sí. Sí que había que decir de qué lado de la vereda estaba yirando una.
Ahora tienes tibios, superaciones del binomio, de todo, hijito mío del placer y hay mucho
peroncho, mucho peroncho.

Fausto:
No entendí nada y hablando de cagar, me voy a cagar.

Escena 2

Mientras sale Fausto, ingresa Anita Pichón, la Vicegobernadora

Anita Pichón:
¡Ay Vicky! Que tremendo lo que te está pasando. Para nosotros no es en vano, ¿sabes? Lo
que está ocurriendo…

Victoria Legrand:
2 Se refiere al Cine Español, famoso cine de la ciudad de Neuquén que oficia a veces de teatro comercial.
29

Gracias Anita. Bienvenida ¡Qué divino tu attaché! Te agradezco tu inservible preocupación


y disculpa que te reciba con este polvo en mis muebles antiguos de pinotea, pero es que
estamos sin empleada. La salteña que teníamos renunció, la muy traidora, después de
robarse todo lo que pudo.

Anita Pichón:
Tranquila Vicky. No te urjas con robos menores. Mejor preocuparse de asaltos más grandes.
Todo el ‘El Movimiento Eterno Popular Neuquino’ manda su adhesión y si necesitas usar la
fuerza, la usamos. Estamos dispuestos a afrontar lo que sea para librar un poco de tensión
alrededor de tus supermercados. La gente ya no puede comprar tranquila.

Victoria Legrand:
Claro que vamos a utilizar la fuerza. No necesito tu aprobación para llamar al comisario
Quezada y mandar a reprimir un ratito. Quiero tenerlo como última opción, como as bajo la
manga, confió en que estos cabezas van a aceptar la negociación que pienso proponerles.

Anita Pichón:
Yo solo cumplo con traerte la adhesión del partido. No olvides que estamos próximos a
elecciones, el intendente se candidatea, yo también. No quiero que ese alfeñique me gane y
necesitamos el apoyo de nuestros amigos empresarios, como siempre, para nuestra
campaña. Personalmente se, lo conchuda que eres en estas situaciones y estoy segura que
con tal de olfatearte un poquito, Quezada se echa encima un par de muertos más. No es eso
lo que nos preocupa. De todas formas, cumplo con informarte que puedes contar con el
presupuesto provincial para la negociación con estos sicarios.

Victoria Legrand:
Anita, dejemos las caretas de lado, quiero que digas la verdad, una vez en tu vida. No estás
en casa de gobierno, no es necesario mentir acá. Nunca me perdonaste mis polvos con
Quezada ¿verdad?

Anita Pichón:
No vine acá a remover el gallinero, Victoria. Quezada te prefirió a ti. No quiero convertir
esta visita a tomar el té, en una escena de culebrón, ‘amiga’.

Victoria Legrand:
Demasiado tarde Anita, esto ya es una escena de culebrón y de culebrón bien barato. No
dejo de observar como evades la respuesta cada vez que te pregunto por Quezada. Te corre
la gota gorda y no es lo que único que te suda… Se te nota el polvo pendiente amiga, se te
nota…

Vuelve Fausto

Fausto:
Anita Pichón. Pero que gusto. Dichosos los ojos que ven a la vicegobernadora por esta casa
de nuevo, sobre todo en estos momentos tan delicados para esta familia millonaria. Qué
bueno que mi madre siga conservando a sus amigas reales, de carne y hueso. Tiene muchas
seguidoras en su página de Facebook, pero ninguna la quiere de verdad.
30

Anita Pichón:
(Babosa por Fausto con toda la intención de poner celosa a Victoria) A todas nos pasa lo
mismo con nuestras fan pages, querido Fausto. A ver… ¿Es idea mía?... déjame verte…
¿estás más crecido? Todo un hombrecito te has vuelto, el rugby te está haciendo muy bien.
La última vez tenías menos espalda, me da la impresión que pegaste otro estirón.

Fausto:
No sabes los estirones que vengo pegando, Anita.

Ingresa Alejandra toda maltrecha de los saqueos

Alejandra:
Señora Vicegobernadora, que alegría tenerla en casa.

Anita Pichón:
Hola chiquita.

Victoria Legrand:
¿Pero qué te pasó, tarada?

Alejandra:
Una aventura increíble, madre. Fui a levantar una toma de cámara al conflicto de tu
supermercado para mi documental sobre la pobreza exótica y…

Victoria Legrand:
Pero te dije que vayas al Jumbo, pendeja pajera. Lo único que me falta es tener que salir
urgida a levantar tus pedacitos de lo descuartizada que te van a dejar esos negros de mierda.

Alejandra:
Estoy bien madre. Señora Pichón, sabe que, con mis compañeras de la carrera estamos
haciendo un corto, sobre problemas sociales, problemas de la parte más marginal y
queríamos saber cómo participar de los premios que ustedes entregan en la Legislatura.
Ganar esa inmundicia de premio sería un gran reconocimiento para nosotras incipientes
estudiantes de cine y ni hablar de la foto que tendríamos con usted, la cantidad de ‘likes’
que levantaríamos en Facebook.

Victoria Legrand:
Alejandra, la vicegobernadora y yo estamos conversando problemas reales. No es momento
para que te pongas a vender el cuento de hadas que haces con tu compañera y el puto ese…

Anita Pichón:
No, déjala Victoria. ¡Qué tierna! Me encanta la juventud artista y los putos. Por supuesto
que sí, mi amor… El premio lo elige la comunidad artística, en una cadena de mails muy
desorganizada. Una cadena de mails tan apelotonada que después no se entiende y
terminamos eligiendo a cualquiera para que lo reciba.
31

Victoria Legrand:
(Con interés) ¿Enserio?

Anita Pichón:
Si. Así que no habría problema para dártelo… con un par de petes y llamados a un par de
internos en la Legislatura, asunto arreglado.

Alejandra:
¡Ay! ¡Las chicas van a estar felices!

Victoria Legrand:
‘Las chicas’.

Anita Pichón:
Imagino mi amor. Lo que sí te vamos a pedir es que pongas el logo de la legislatura en los
títulos iniciales y con letra grande que diga: ‘apoya honorable Legislatura’… no, ‘colabora
honorable Legislatura’… no… tampoco, ay me hago un lío siempre con eso, ¿cómo era?

Alejandra:
No se preocupe señora, después me lo dice, si total para el documental tenemos tiempo,
recién estamos en la parte de la idea… armándola y pensando en el mensaje profundo que
queremos trasmitir… y… ya tenemos el premio, ¡Sí! (Se va)

Victoria Legrand:
¡Ay, esta Alejandra! Yo no sé a quién habrá salido… (Se rescata) Literalmente. Porque
como es adoptada y no sabemos nada de su verdadera familia…

Anita Pichón:
Tiene ángel, Victoria. Por más que sea adoptadita, tiene ángel. (Pensando) Me extraña que
una persona tan poderosa como vos no haya movido cielo, mar y tierra para averiguar el
verdadero origen de este moco, de esta mocosa…

Victoria Legrand:
Ay, qué aburrido hablar de eso. Vayamos al patio interno que te muestro como florecieron
mis geranios y de paso cambiamos de tema Anita, háblame más de ese premio… ¿Que hay
que hacer para ganarlo? (suena el timbre) ¡Uy! ¿Es idea mía o sonó un timbre? Porque
cómo era la empleada la que se encargaba de todo, yo me olvidé hasta de cómo suena el
timbre…

Escena 3

Efectivamente está sonando el timbre pero vemos a Pablo Montonazo correr a atender. Es
Consuelo que viene a cumplir con el recado de Manríquez.

Pablo Montonazo:
¿Si?
32

Consuelo:
¡Qué tal! Hombrecito polvoriento y barbudo. ¿Se encontrará Fausto?

Pablo Montonazo:
¡Eh!

Sonido indicador. Todo se congela y escuchamos nuevamente los pensamientos de Pablo.

Pablo Montonazo en Off:


Esta puta debe ser la novia de mi hijo y no hay duda que es una puta proletaria esclava del
sistema. No hay duda que esta yegua con ese par de tetas erizadas bien suculentas y
apetitosas está llevando a mi hijo por el peor de los caminos. Con solo mirarla uno nota lo
caliente que está, la potranca. Puedo notar el incendio que emana entre sus piernas. Puta.
Puta esclava, no voy a permitir que te acerques a mi hijo y lo sigas transgrediendo. Mi hijo
es honrado aunque ahora este perdiendo el rumbo. Yo he venido a enderezarlo y voy a
alejarlo de ti.

Pablo Montonazo:
¿Qué Fausto?

Consuelo:
Ay. No me diga que me equivoqué de caserón. Me suele pasar porque todavía no me ubico
bien acá. No salimos mucho con las chicas. Tenemos mucho trabajo.

Pablo Montonazo en Off:


La muy perra quiere confundirme. No sabe que está frente a Pablo: La Hiena Rastrera. En
Mozambique aprendí todo lo necesario por parte de las hienas que me cobijaron y me
enseñaron a rastrear. Nadie más rastrero que yo, pedazo de puta. Veamos como respondes a
mis preguntas de espía, mujerzuela del mal vivir.

Pablo Montonazo:
¿Qué trabajo?... (No se le ocurre nada más indirecto) ¿De qué trabaja usted? Acá no hay
ningún Fausto.

Consuelo:
Mire. No entiendo nada. Me dieron esta dirección. La cotejé mientras usted se tildaba y
escuchábamos una voz en off. La suya. A mí, me mando Manrique para charlar con el señor
Fausto sobre la posibilidad de hacer unos trabajos domésticos en este caserón, porque
supuestamente se han quedado sin empleada. Pero la verdad es que me la seca bastante la
propuesta y más me la seca, esta pérdida de tiempo con usted, hombrecito polvoriento, con
olor a hiena sucia. Así que me retiro por la tangente. Mutis por el foro como quien diría en
un clásico realista argentino. Chau. (Sale)

Pausa. Pensativo.

Pablo Montonazo:
33

¿Será verdad lo que dijo esta perra? A lo mejor el viaje como polizón en esa avioneta desde
Mozambique hasta Neuquén me provocó el famoso efecto del jet lag y todos mis sentidos,
incluidos los adquiridos durante los cuidados de las hienas están sufriendo distorsiones. A
lo mejor me afecto habernos estrellado en Senillosa. Vamos pablo. Recupera tu olfato. Si es
verdad lo que dice esta mujerzuela entonces aquí necesitan una empleada y nadie mejor que
yo para ese papel.

Escena 4

Aparece El Crítico.

El Crítico:
Si. Robín Williams, pero murió.

Pablo Montonazo:
¿Quién es usted?

El Crítico:
Aquí el que hace las preguntas soy yo. Se supone que usted estuvo detrás de las cortinas,
oculto todo este tiempo, en el living de la casa de los Cornejo Mejía. ¿No?

Pablo Montonazo:
Si… Pero…

El Crítico:
¡Sí! ¡Pero la pija! Varios suponemos que usted estuvo mucho tiempo escondido mientras
transcurría el capítulo uno de esta truchada…

Pablo Montonazo:
¿Y qué perro hay con eso?

El Crítico:
Preste atención… ¿cómo es que usted no escuchó que necesitaban una empleada en las
escenas anteriores y se hace ahora el sorprendido con lo que dijo ese personaje secundario?

Pablo Montonazo:
¿Qué? (Saliendo un poco del personaje, siendo un poco el actor) Eh. Bueno. Acabo de
decir que tengo problemas con el jet lag. La avioneta se estrelló cuando aterrizamos en
Senillosa y de ahí me vine… a dedo. ¡Eso lo dije! ¡Eso lo dije! A eso súmele que estoy mal
dormido y pude haberme echado una siesta detrás de la cortina. No sé. Las explicaciones
pueden ser muchas. Pero… en todo caso… ¿Quién mierda es usted para venir a pedirme
explicaciones a mí? ¿Por qué no se pregunta por la escena del viejo que se criogenizó y lo
despiertan en el capítulo uno? Escena de la cual no se supo más nada en el primer capítulo.
Estoy seguro que hay gente acá que ni se acordaba de eso. ¿Por qué? ¡Eh! ¿Y sobre los
datos temporales que en esa escena tira el doctor Mercedes Sprinter? Los datos que graba
en su grabadorcito poronga: Ahí, indica que se encuentran en la fecha 2 de noviembre,
34

mientras que los empleados sublevados del supermercado de Victoria reclaman la caja
navideña. ¿No le parece muy temprano el reclamo para la fecha 2 de noviembre? ¿Se le
escapo ese detalle? ¿Ese error? ¿Dónde más escucho esa fecha? ¿No le parece más
compleja esa superposición de tiempos? Como sea. No me venga a romper a mí las pelotas
con que si escuche o no escuche. Váyase bien a la mierda, puto. Puto de mierda. (Se retira.
Re caliente)

El Crítico:
¿Cómo sabe que soy puto? ¿Quiero saber qué opina? Ya preguntare por lo del tiempo.
Espere. (Sale tras el)

Escena 5

En los laboratorios del doctor Mercedes Sprinter. Los personajes van a exagerar su
manera de explicar las cosas para el público.

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Cómo se encuentra Señor? No lo veía desde hace rato ¿Se recuperó del todo? (Exagera
para dar a entender al público) Mire que fue larga la siesta que tomó desde el 2 de
noviembre hasta acá. Es que después de la despertada, el cuerpo tarda mucho en adaptarse a
la temperatura ambiente. Fueron muchos años que usted estuvo así congelado, desde 1982.
Se descongeló el 2 de noviembre y ya pasó un mes de eso. Ahora, recién ahora, estamos en
diciembre.

Walter Cornejo Mejía:


Si. ¡Uh! ¿Qué? ¿No me digas que ya es 2 de diciembre? Bueno. Calculamos bien el plan
entonces. Un mes exacto para que mi cuerpo abandone su estado superconductor de
nitrógeno y vuelva a la temperatura ambiente normal de la materia. Porque esto estaba todo
pensado, por eso me despertaste hace más de una mes. ¿No es cierto? Viste que después de
salir de un estado criogenizado, se duerme mucho. Eso se leía siempre en la ‘Muy
Interesante’.

Dr. Mercedes Sprinter:


Ah. Sí, qué buenas eran esas revistas, no salen más. Yo siempre le cuento a la gente la de
cosas que leí ahí, después no me creen y andan diciendo que uno inventa.

Walter Cornejo Mejía:


La gente ya no quiere creer, doctor Sprinter. Ya no quiere creer y mucho menos quiere atar
cabos, unir, como el jueguito de puntos. O el sudoku, mucho menos, porque es oriental y
las cosas chinas a la gente no le gustan.

Dr. Mercedes Sprinter:


Si. Eso menos. El otro día por ejemplo una señora que conozco contó dos cosas. Pero una
cosa era algo que le había pasado en noviembre y la otra en diciembre ¿viste? Entonces
como las contó medio juntas, a la gente que la estaba escuchando, se le enredó todo. No ató
cabos, eso.
35

Walter Cornejo Mejía:


Si. Pero ¿cómo puede ser? Es obvio que esa señora estaba haciendo referencia a dos planos
temporales distintos. Uno había ocurrido antes que el otro. Era obvio.

Dr. Mercedes Sprinter:


Claro. Y sí, era obvio que una señora cualquiera puede hacer eso. Como también es obvio
que eso puede pasarle a cualquiera… puede pasarte a ti, a mí, a los escritores de una obra
¿No? Pero la gente es brava, no perdona… ¿viste?

Walter Cornejo Mejía:


Sí, claro, gente de mierda. Vayamos a nuestro plan. Ahora que estoy des criogenizado,
decime: ¿Averiguaste lo de mi hija? Me desangro por el ano de ansiedad.

Dr. Mercedes Sprinter:


Si. Averigüé lo de su hija ¿Y sabe qué?

Walter Cornejo Mejía:


¿Qué?

Doctor Mercedes Sprinter:


Esa sangre que le está saliendo por el ano no es de ansiedad. Era una de las posibles
secuelas de la des criogenización y ahora se está manifestando. Disculpe pero le voy a tener
que aplicar unos enemas sanadores.

Walter Cornejo Mejía:


Está bien, aplíqueme rápido que quiero continuar con el plan.

Doctor Mercedes Sprinter:


(Saca una tremenda inyección) Si de un patadita, venga.

Walter Cornejo Mejía:


(Mientras salen) No me había hablado de las secuelas. ¿Hay más?

Doctor Mercedes Sprinter:


Una par más. Venga por acá.

Escena 6

Samanta y Zulma camino a cobrar el dinero con el billete de tele Kino.

Samanta:
¡Ay mamá! vamos más despacio que me duele la panza. ¿Por qué no quisiste que la tía
supiera de nuestra noticia millonaria? Yo entiendo que se odian…

Zulma:
36

Mira pedazo de hija princesa pobre, si tu tía se entera que vamos a ser millonarias es capaz
de fraguar un accidente y hacernos desaparecer a las dos para quedarse con todo. Nosotras
cobramos esta plata y nos mandamos a mudar.

Samanta:
Ay, me duele. Vamos despacio. Quiero hacer caca, quiero cagar.

Zulma:
¿Cómo puede ser? Te la pasaste cagando. ¿Qué más tenés por cagar? Vamos que nos cierra
la agencia y hay que cobrar.

Samanta:
¡Ay madre! No sé qué me pasa. Me cayó re mal esa carnecita que me diste de comer.

Zulma:
Pero si estaba sabrosísima Samanta. No digas boludeces. En cuanto cobremos esta plata se
te van a quitar todos los malestares. Eso es el hambre que padecemos hace tiempo. Tu
estómago ya se acostumbró a no tener nada y cuando le mandas algo pomposo no sabe qué
mierda hacer con eso y te lo hace cagar…

Samanta:
¡Ay! Duele. No creo que pueda seguir. ¡Ay!

Zulma:
Pero la puta. (Putea para sus adentros) ¡Ay! Bueno… A ver mi amor. Sana, sana colita
de… dale seguí caminando, mierda.

Samanta:
Lo siento madre. No puedo continuar. Son lo retorcijones más grandes que he tenido hasta
ahora en mi triste y pobre existencia y no son de hambre… estoy segura… es por lo que
comí.

Zulma:
Pendeja no me hagas esto. Nos cierra la agencia. ¡Vamos!

Samanta:
No puedo más (se sienta, se retuerce) Voy a morir sin conocer a mi padre que se fue al
Cairo con unas negras travestis. Tal vez este sea mi final.

Zulma:
No digas idioteces, las posibilidades de conocer a tu padre son nulas. Jamás le importaste y
menos le vas a importar con puntadas en la vejiga ¡vamos pedazo de hija!

Samanta:
Hasta aquí llego madre… es mi final… (Se retuerce de dolor)

Zulma:
37

¡Em! ¿Qué hago? No puedo dejarte acá… no puedo dejarte acá sola, qué clase de madre
sería si hago eso. Cierra la agencia de quiniela y ya debería estar con ese fangote de guita
en mis manos y tú… tú acá retorciéndote como nunca. ¡Em! ¿Qué hago?

Samanta:
No te preocupes por mí, madre. Ve y cobra ese billete. Es lo más importante.

Zulma:
¿Hablas enserio?

Samanta:
Sí… Mira madre… Tú me has dado todo, en los momentos más tristones has estado
conmigo. Has salido (Zulma ya no está y se fue hace rato) a buscar raíces de donde sea para
alimentarme. Estuviste conmigo en la viruela, en las paperas y en las conjuntivitis. (El
dolor aumenta, es cada vez más terrible, música del genero) Y no olvido que también has
sido una madre para Coneji, mi coneja. Si ella estuviese ahora compartiría conmigo estas
palabras… Pero bueno, ahora que estoy hablando de Coneji… ¿sabes madre? Quiero
preguntarte algo muy serio… Algo que me dijo la tía Mirta detrás de escena… Madre…
quiero saber… Madre… ¿Madre? (Advierte que no está. Se desmaya)

Entra corriendo el Chula

Chula:
(Llamando a Vicentico) ¡Hermano, Vicentico, Hermano! (Tropieza con Samanta) ¡Uh!...
¿Pero qué es esto? ¿Qué hace este cuerpecito flácido y raquítico adornando esta calle
solitaria en tan desmayada pose? ¿Acaso le ha ocurrido algo? Oh, estrellas que aún no han
surgido pero que todo lo vigilan desde allí escondidas, digan a este pobre ente que ha
ocurrido con esta pobre pero bella niña, vuelta obstáculo en mi camino y respondan
también porque he sido yo, el miserable que ha tenido que atropellarla. Háblenme estrellas
por favor, aquí espero presto a sus respuestas.

Pausa. Se queda mirando hacia arriba, en espera de una respuesta.

Chula:
Estrellas….

Nada.

Chula:
¿Estrellas?...

Nada.

Chula:
(Grita, sacadísimo) ¡Estrellas!

Voz desde lo alto:


38

Mira pendejo roña. No sé qué viaje te estás comiendo, pero la pendeja se desmayó por qué
le dio una apendicitis. Se comió un conejo enfermo, desnutrido y le cayó como el culo. Es
más, con la patada que la clavaste, atropellándola, se le reventó del todo el apéndice, así
que en este momento lo que tiene es peritonitis. De la más peluda, la más jodida de todas.
Si quieres dártela de héroe, agárrala y llévala a la guardia más cercana, que seguro la
internan de urgencia. ¿Estamos?

Chula:
¡Uy! Me cago.

Voz desde lo alto:


No. La que se caga es ella. Y del todo. Apúrate negro.

Chula:
Sí, sí. Lo intento, lo intento. (La alza en sus brazos) Vamos piedrecita. Así te llamare. Por
qué te cruzaste como una piedra en mi camino… y por tu peso, gorda. Vamos a la guardia
más cercana. No voy a permitir que la mierda nos gane. (Salen)

Escena 7

Quezada en la comisaría, tiene a Vicentico demorado y esposado. Habla por teléfono.

Quezada:
Si. No te preocupes que no me gusta oírte así, corazón. En cuanto pueda me desplazo o
mando a Martínez que se haga una ronda. ¿Qué si quiero que te hagas cargo? Deja todo en
mis manos y vamos en esa dirección. Cuando salga lo de los lechones me avisas ¡Mm!
Como eres. No se te puede decir nada que siempre me agarras para la esquina. Sí, sí. No te
hagas, me la dejas picando. Sí. Si. ¿Qué soy atrevido? Si. Si. Arriba voy yo. Claro. (Risas)
Bueno, llamo apenas tenga novedades del caso. Yo también. Adiós Carlos. (Pausa. A
Vicentico) ¡Así que usted otra vez por acá! Otra vez el joven trapito, detenido. La suerte
tuya pibe. ¿Qué hiciste ahora?

Vicentico:
Otra vez no hice nada, yo solo…

Quezada:
Sabes que para mí lo de ustedes es un misterio y mira que a mí me gustan los misterios.
Todos. Por eso elegí la fuerza. ¿Hay que detenerse frente a los misterios? No. Por supuesto
que no. Para mí los misterios mayores se ocultan en la cabeza de los criminales. Yo
consulto para poder contestarme las preguntas que me hago. Consulto todo… ¿Alcanza con
esas consultas? Para nada. Recibo respuestas y mucho de lo que me dicen, no lo entiendo.
Son respuestas complejas… nos son para cualquiera… muchas de ellas vienen cifradas…
son códigos alejadísimos de los nuestros. Mi trabajo no es fácil, pibe, yo trabajo con
indicios, con signos. Por eso no me gusta perder el tiempo.

Vicentico:
39

Yo lo he perdido todo, señor. Con mi hermano no tenemos nada. Así que poca importancia
le doy a este encierro y mucha menos importancia a mi posible desenlace aquí. Me enamoré
a primera vista en el capítulo anterior y por un segundo pensé que podía funcionar. Pero la
vida me dio un cachetazo más de los tantos que vengo coleccionando y mi pobre
alucinación de amor se terminó de sopetón y con arresto.

Quezada:
Las desilusiones amorosas no saben de clases sociales, trapito. Ni de riquezas y pobrezas
extremas. Nadie está exento de ellas. Esa es la gracia. Yo podría creerte ¿sabes? Podría
compadecerme y obviar todas las otras lecturas que me indican los signos a tu alrededor.
¿Podría hacerme el sota? Sí, pero no me lo hago. Así como me ves, soy la ley. Es cierto…
¿estoy un poco descuidado? Si, lo sé. También sufro del corazón, chico roña… Me
abandonaron y hace meses que deje el entrenamiento… ¿Tengo unos kilos de más? Si. Pero
esta figura no es impedimento para echar a rodar mi sagacidad y mi olfato, trapito. Y antes
de echarlas a rodar en tu caso, aunque te parezca extraño, corresponde escucharte ¿Qué
hiciste esta vez?

Vicentico:
Se lo vuelvo a repetir… tropecé con unos quesos desparramados en el suelo, que no eran
míos, se los estaba llevando…

Quezada:
Por supuesto que no eran tuyos. Tu postura… tu tembleque de anulares (le muestra los
anulares suyos temblando) me dicen otra cosa. Es muy difícil engañar a la ley. Esos quesos
no eran tuyos, los tomaste del supermercado de Kagazote. (Usa un Handy) Martínez,
comuníquese con la casa de los Cornejo Mejía. Necesito saber si la señorita Alejandra está
dispuesta a prestar declaraciones sobre el atraco de este sujeto y los perjuicios que le
propicio hacia su persona y cuando tenga el resultado de los quesos, me lo trae por favor.

Martínez en off:
¿La adoptada, señor?

Quezada:
Sí, la protegida de la señora Victoria. ¿Consulte si es posible entrevistar a la joven adoptada
ahora mismo? En ese caso lo enviare a usted.

Martínez en off:
Entendido, comisario Quezada. Y en cuanto esté el resultado del queso se lo alcanzo.

Vicentico:
Señor Quezada, yo estoy dispuesto a declararme culpable y secarme en la cárcel.
Pensándolo bien, creo que voy a estar mejor, encerrado, que viviendo en la constante
incertidumbre que padece mi estómago, anhelando encontrarse, más que sea, con las
migajas de pan que los jubilados arrojan a las palomas en la plaza. Solo quisiera ver a mi
hermano Chula.

Quezada:
40

¡Mm! Tranquilo Vicentico, no vamos a tomar ninguna decisión todavía. ¿Hasta cuándo?
Vamos a ver que tiene para decir la joven Cornejo Mejía. Nos queda revisar los videos del
estacionamiento del supermercado chino y chequear los resultados realizados al queso
¿Para qué? para reunir las pruebas suficientes que seguro lo incriminan ¿sabe? Así que
paciencia, chico trapito.

Escena 8

Aparece Pablo Montonazo en la puerta de los Cornejo Mejía, travestido de empleada. A


partir de ahora lo llamaremos Dolores Inmaculada cuando esta travestido y Pablo
Montonazo cuando no lo está.

Victoria Legrand:
¿Quién es usted? ¿Qué hace ahí con esa pinta de barriobajera?

Dolores Inmaculada:
Hola señora. Mi nombre es Dolores. Me enviaron porque aquí necesitaban una doméstica.
Traje una carta de recomendación… de… los… de las…los condes de Almodóvar… La
señora condesa de Almodóvar, Mimí Pons y el señor conde de Almodóvar, Onofre Fajardo.

Victoria Legrand:
¡Ay! No le puedo creer. Pero… pase ¿Cómo anda la Mimí? Una tracalada de años que no la
veo. ¿Y el Onofre? ¿Se hizo el implante? Debe estar estupendo.

Dolores Inmaculada:
Sí, señora. Se hizo el implante pero le quedó mal. Tuvieron que intervenirlo varias veces
para poder quitárselo pero le deformaron los parietales. Se los reconstruyeron y le hizo
bien, porque le dejaron otras facciones, más al estilo de Gerard Depardieu ¿Quiere leer la
carta de recomendación?

Victoria Legrand:
¡Ay, que locura! Onofre fue siempre fan de Gerard. No, cómo se le ocurre que voy a estar
dudando de usted. Una enviada de los condes. ¿Cómo me dijo su nombre?

Dolores Inmaculada:
Dolores.

Victoria Legrand:
Dolores… Dolores ¿Cuánto?

Dolores Inmaculada:
Dolores… Inmaculada

Victoria Legrand:
¡Ay! Pero… ¿no me diga que usted es algo de las Inmaculadas de Frutillar Alto?
41

Dolores Inmaculada:
Si… Prima lejana.

Victoria Legrand:
¡Ay! Pero… ¡Qué bueno! ¿Y cómo anda la Pancha? la Pancha Inmaculada.

Dolores Inmaculada:
Bien anda ¡Em!... con su problema de varices que la tienen arrastrada por el suelo…

Victoria Legrand:
¡Uy! Siempre la tuvieron a mal traer las varices a la Pancha.

Dolores Inmaculada:
(Para zafar del interrogatorio) Señora… ¿Quiere que empiece de inmediato con el orden?

Victoria Legrand:
No. Deje ahí. Como se le ocurre. Vamos a ponernos al día. Cuénteme de la Mimí Pons,
supe que casi le quitan el título de nobleza y tuvo que entregar más que sus pertenencias
para retenerlo. Quiero detalles. ¿Sabe? usted se me hace cara conocida. Lo note enseguida.
Debo haberla cruzado en unos de mis viajes y soy tan olvidadiza y he tenido tantos
problemas en la vida, que me es imposible retener una cara. Pero venga Dolores
Inmaculada, usted… más que la domestica… más que la empleada de esta casa… va a ser
mi amiga. Venga (Salen, se la lleva)

Escena 9

En el policlínico. Chula acompaña a Samanta, está en una camilla, recién operada.


Samanta despierta bajo los efectos de la anestesia.

Samanta:
¿Qué me hicieron?

Chula:
(Que no deja de ver con hambre, la bolsa del suero y las de antibióticos) Te sacaron el
apéndice.

Samanta:
¿Y mi madre?

Chula:
¿Tienes una madre? Qué bueno. Yo no tengo a nadie más que mi hermano Vicentico y
bueno, tengo un padre: El Lucho. Ni sabemos si es en realidad nuestro padre y hablamos
muy poco porque vive derrapado en el césped de tanto darle al tolueno. Tampoco tengo
nada. Tú la tienes a ella, a tu madre y a estas bolsas deliciosas de suero… (Por las bolsas
de antibióticos) ¿Esto qué es?
42

Samanta:
Supongo que deben ser los antibióticos. No te puedo explicar las cosas que se me pasan por
enfrente de mis ojitos enfermitos en este momento: cadenas de bicicletas, mi Coneji pero de
color rosa, un paquete de vienesas de seis… ¡uff! ¿Quién sos?

Chula:
Te encontré tirada en la calle. Tropecé contigo y te reventé el apéndice. Así que no me
quedó otra que traerte a la guardia. Acá te operaron de urgencia. Un japonés, un tal cirujano
Nifúri te agarró y te metió cuchillo de una.

Samanta:
¿Nifúri? Que loco. Mi madre me debe estar buscando. Ya debe haber cobrado el dineral que
se ganó. Jugó los números de Lost al tele Kino y reventó la banca. Íbamos a empezar una
nueva vida, pero justo a mí me dio esto y me tuvo que dejar tirada. Si no, ella no llegaba al
cambio.

Chula:
Claro. ¿Dineral? ¿Van a ser ricas?

Samanta:
Así parece. Millonarias. Nos ganamos el Kino. No sé si debería contarte esto, porque dicen
que la gente se vuelve maligna por la ambición y tal vez tú quieras ahora secuestrarme y
pedir rescate sabiendo que soy new rich.

Chula:
No. No soy así. Me alegro por ti. A veces reniego de la vida que nos ha tocado. Pero otras
veces como ahora, por ejemplo, solo quiero tener a mi lado las cosas que más quiero. Como
mi hermano Vicentico. Esta perdido desde el capítulo anterior y no sé nada de él (lloriquea)
Lo extraño mucho… ¿Vas a consumirte todo el suero?

Samanta:
¡Uy! No llores. Se me parte el alma, más de lo partida que estoy yo, recién operada. Ven
aquí. (Lo acurruca un poco y se queja porque lo pone en el lugar de la operación) ¡Ay! No
llores. Yo también quiero mucho a mi madre y me duele… además de la operación… me
duele no saber dónde está ella ahora… me duele… ¡Ay! Me duele como me dolió haber
perdido a mi Coneji…

Chula:
¿Tu Coneji tenía la naricita negra?

Samanta:
Si. ¿Cómo lo sabes?

Chula:
Porque te la sacaron recién del estómago. Parece que alguien te la sirvió en sopa. Estaba
entera adentro de tu panza y eso te causó la apendicitis.
43

Escena 10

Ingresa el crítico.

El Crítico:
¡Eh! Un segundo. Paren, Paren.

Samanta:
(Suelta al Chula, se levanta de la camilla, deja de actuar) ¿Qué pasa?

El Crítico:
No. Se van a la mierda. ¿Cómo que te tragaste al conejo entero? Ya sabíamos que te lo
habías comido, pero no que te lo tragaste entero. Se van a la mierda. Cómo se explica eso
¿A ver? (Al público) ¿Cómo se explica?

Van entrando los otros personajes de a poco. Nadie tiene explicaciones. Traen a uno del
fondo. El Cirujano Nifúri. Lo empujan al lado del Crítico.

Nifúri:
¡Qué tal! Soy el Cirujano Japonés Nifúri.

El Crítico:
Usted no es japonés.

Nifúri:
Soy japonés. ¿Quiere que le muestre los papeles?

El Crítico:
Mejor explíqueme eso del conejo ¿cómo es?

Nifúri:
Bueno. Muy sencillo. Efectivamente la señorita ingirió parte del conejo que estaba en mal
estado. Pero ese no era el problema. El problema es que la coneja Coneji estuvo bebiendo
durante toda su pobre existencia, agua contaminada, agua servida que sale de la única
canilla de la red, que hay en la Villa los come tripa cruda, villa en la cual vive esta gente.
Con esa agua se alimentó Coneji la coneja durante toda su patética existencia. Las
partículas contaminadas del líquido vital, le otorgaron al animal, niveles de mutación
increíbles, mutaciones que no son otra cosa más que dones especiales.

El Crítico:
¿Qué dones?

Nifúri:
Bueno la Coneji esa puede sanarse, regenerarse o reconstruirse a partir de cualquiera de sus
células, siempre y cuando encuentre un medio que funcione como bioma ideal para la
regeneración. En este caso, el estómago de la señorita Samanta, le proporciono el ambiente
44

ideal para que la coneja se regenere en sus adentros, comiéndose en principio, el apéndice
de la pobre niña.

Samanta:
¿Eso quiere decir que mi Coneji está viva?

Nifúri:
Algo así. En realidad no podemos dar demasiada información sobre su Coneji. Solo
podemos decir que estamos ante un verdadero caso de pokemon acá.

Samanta:
No es justo. ¡Quiero ver a mi Coneji! ¡Quiero ver a mi Coneji!

Chula:
(Mientras se chupa la bolsa de suero) ¡Tranquila! No te muevas mucho. Se te puede abrir
la operación.

El Crítico:
¿A ver si entiendo? Entonces… ¿ahora hay pokemones en la historia? ¿Que salen del
estómago de un personaje?

Nifúri:
Siempre los hubo. En algún momento iba a revelarse la cosa, pero su intervención,
precipito todo. Es más, aún no sabemos cuáles pueden ser las consecuencias que todo esto
tenga en el cuerpo que ha funcionado como bioma ideal de la mutación.

Chula:
¿Eso quiere decir que Samanta puede sufrir más?…

Nifúri:
Si

Chula:
Y… ¿sufrir qué?

Nifúri:
No lo sabemos con exactitud. No sabemos que pueda manifestarse, ni cuándo. Solo
sabemos que Coneji uso a Samanta como medio.

Todos los personajes fascinados con la historia, comentan y conversan a la vez.

Falso Seba Fanello:


¡Qué genial! Qué bueno se pone todo.

Samanta:
Un momento. ¿Y qué pasa con las veces que cagué restos de Coneji por ahí? ¿Y con mi
madre? Ella también se clavó la sopa que hizo con mi mascota.
45

Nifúri:
No podría asegurar que el estómago de tu madre sea o no un ambiente ideal para la
regeneración de una Coneji en su interior. Y en cuanto a las veces que cagaste partes de
Coneji por ahí, lo mismo. Hayan ido donde hayan ido esas partes, el ambiente que las
recibe debe ser un bioma ideal que permita la regeneración de las células del animal.

Los personajes fascinados.

Falso Seba Fanello:


¡Bueno, aclaradas las cosas podemos seguir! ¿No?

El Crítico:
Esto es cualquiera, chabón. Te vas a la mierda. Esto se va a la mierda. No puede ser. ¿Con
que vas a salir ahora? ¿X Men?

Falso Seba Fanello:


¡Mm! No estaría mal.

El Crítico:
No voy a dejar que esto siga. Esta historia no tiene gollete. Las pocas cosas que se están
auto organizando con argumentos interesantes no avanzan y en cambio aparecen estas
distorsiones que sencillamente son cualquiera. No hay género. ¿Qué es esto? ¿Otra vez
ciencia ficción? ¿De repente va a salir un bicho con cuernos de aquella punta? ¿Qué se
fumó este pibe? Mezcla registros de actuación. (Mientras vemos atrás que el falso Seba
Fanello le hace una seña a Quezada y le da una orden) Lo único que falta es que aparezca
el extraterrestre otra vez, de la otra obra. Mete y mete personajes y no profundiza en
ninguno. Esto no pasa en la vida real. Esto no tiene nada que ver con la realidad. Tenía
razón la locutora de El puterío de los teatristas y esta famosa actriz que detesta las obras de
este pibe… tienen razón, basta con esto (al público) ¿Para qué lo vienen a ver a ver? ¿Para
qué lo vienen a ver a ver? (Quezada lo mata de un tiro)

Todos los personajes se van disimulando tontamente. Miran para el costado. Se retiran
lento, silbando. Quezada y Martínez retiran el cuerpo. Lo empujan a patadas. Lo tiran
afuera de la escena. Por un momento el escenario queda vacío, es un momento en el cual
debe sentirse el espesor del tiempo.

Escena 11

Luego de haber logrado el silencio, suena la música, cumbia. Es el bar 33. Noche de
canto bar, con bandas invitadas. Aparece Manríquez y Consuelo, por detrás desfilan otras
putas y hay gente acomodando instrumentos y micrófonos para el canto bar y para la
banda ‘Los Bichos Grasitas’ que cerrará la noche.

Manríquez:
No puedo creer que no haya encontrado la dirección, Consuelo.
46

Consuelo:
Ya le dije lo que pasó. A menos que los caserones tengan la facultad de moverse de un lugar
a otro. Vio que ahora puede pasar de todo. Pero la cosa es que un viejo mugriento me
atendió y me dijo que esa no era la casa del Fausto. Bah, no sé si me dijo eso porque yo iba
tan negada, que a lo mejor me dijo otra cosa y yo quise escuchar eso. No sé. Me pasa
mucho. Lo bueno es que en el camino me hice un par de extras y repartí muchos volantes
de nuestros servicios.

Manríquez:
¡Qué bueno! ¡Seguro viene nueva clientela! Ojala sweety que su encuentro frustrado con el
patrón no nos traiga problemas. El señor Fausto es muy bravo cuando se enoja ¿sabe? Es
capaz de aplicarnos castigos a todos acá y ordene lo que nos ordene, hay que hacer lo que
se le ocurra. (Saca su celular y se dispone a llamar a Fausto) Voy a ver si puedo
comunicarme y hablarle, de última la renvío en un rato para su casa antes de que se ponga a
darle duro a su trabajo.

Consuelo:
(Le arrebata el celular) Corte esa comunicación Manríquez. No sea tan lame bota. Ese
Fausto lo tiene bien sometido a usted. ¿Cómo es la cosa? Ni lo llame. Apenas aparezca me
hago responsable de mi ausencia. Ya le dije que fui de onda y no encontré la casa y mejor,
porque ni me vibra la concha por ser doméstica. Las putas insistimos en no trabajarle un
peso a nadie de esa forma ¿Comprendió?

Manríquez:
Ay, pero que chúcara se me pone. Si. Lo entiendo. No se me encabrone que me la pone dura
de toque. Le voy a hacer caso. Vamos a esperar que el jefe caiga y hablamos con él, acá.
Enojado no debe estar, porque si no ya me lo hubiese hecho saber. Devuélvame el celular,
por favor.

Consuelo:
Alto aparato. Ve lo que le digo. Relaje la vena Manríquez, usted es innecesariamente un
chupa culo. Simpático, pero chupa culo al fin. Le tiene mucho miedo al Fausto ese.

Manríquez:
No, no. Miedo no. Yo le debo mucho a mi patrón.

Consuelo:
¡Mm! Oh si, como no. El discurso de la obediencia al patrón me lo sé de memoria. A nadie
le importa. Mientras su obsecuencia no interfiera con mis intereses y el de mis compañeras
acá, usted puede lamerle a su patrón lo que quiera y cuanto quiera. Vuelvo a repetirle,
nosotras estamos contentas de cómo nos han recibido, pero en cuanto las cosas no nos
gusten, alquilamos una casita por ahí y chau tu tía.

Manríquez:
Entiendo, princess. No hay para que irritarse. Mejor nos distendemos y preparémonos para
esta noche. Va a explotar el 33. ¿Me devuelve el celular?
47

Consuelo:
Ah, sí. Qué lindo. ¿Qué es todo este quilombo que están armando?

Manríquez:
Tocan los Mongo Espaguetis. Una banda bien poti de acá. Y además inauguramos el
escenarito para que la gente se anime y cante sus rolas. Inauguramos el canto bar.

Consuelo:
¿Un canto bar? Que divertido. Si me queda un rato libre ¿puedo cantar yo también?

Manríquez:
Por supuesto que sí. Acá no se le niega el micrófono a ninguna puta.

Consuelo:
¡Qué genial! De chica, la zorra de mi abuela me torturaba con sus discos de pasta, tengo el
repertorio de Paloma San Basilio en el cabeza ¿la conoce?

Manríquez:
Paloma ¿Qué?

Ingresa Marisa. Puta. Compañera de Consuelo.

Marisa:
¡Me va de madre, ñera3! ¿Me va a creer socia que me he quedado sin cosméticos? Nadita de
nada en el tocador del nicho4 ¿A ti te queda algo de Gibre?

Consuelo:
¡Marisa! Putaza, amiga mía. Puede ser que haya en mi neceser. Fijate ahí.

Marisa:
(A Manríquez) Buenas y santas, Manríquez. Lindas tardes nos adornan ¿Y este desmadre5?
¿No me diga que tenemos escenario para rolas? Porque no sé si tu sabías, pero en mi pueblo
yo soy experta en cosechar6 a la Big Diva. La neta que podría aprovechar y sacarle chispa
al terreno ¿no? ¿Podría? ¿Qué me dice? Al chile7, Manríquez.

Manríquez:
¿Cosechar a La Big Diva?

Marisa:
¡Pues claro! (A Consuelo) Arrójale la neta pa’ que este entienda, Consuelaza.

3 Amiga
4 Camarín
5 Desorden
6 Imitar
7 Al grano.
48

Consuelo:
Se refiere a la Tetamanti y a que ella la imita. Y sí, Marisa, inauguran un canto bar. ¡Uy! A
lo mejor puedes cantarte un par de canciones de tu ídola ¿Te imaginas? La gran Lía Crucet
en el 33’. Tú que has robado un montón con eso ¿te acuerdas? En la cantina del gordo pete,
en el bar de mocho, en el tugurio del sapo pepe y en la barra del Torni cantando ‘La güera
salome’

Marisa:
(Cantando) Compadre Juan ¿Cómo la ve? Como se mueve sabroso esta güera Salomé
(deja de cantar) Yo encantada, ñera8, pero… ¿Tendremos chamba hoy? Porque me aplico y
me aplico kilos de producción encima y no me gustaría tener que derrochar tanta pinturita
en vano, Consuelo Asunción. Llevo mis ahorritos invertidos en estos cosméticos. Toda una
inversión, ñera. Desde que me vine de mi tierra cuido mi lana, mis pocas cacharpas 9, que
pa’ mí son sagradas. Mi lana fue bendecida por la santísima Gilda, es lo único que tengo
ahorita en el mundo.

Consuelo:
¿Cómo lo único?

Marisa:
Y bueno, tu. Por supuesto, ustedes, vestidas 10. No me regañes tanto que no quise meter el
choclo11, no soy desconsiderada y sé que tú y todita esta gente del bar, se han transformado
en la neta de familia pa’ esta bruteza de persona. Vengo de los establos, escapándole a la
flaca12 y a la migra13. Dejando atrás movidas14, nieves15 y mordidas16. Necesitaba encontrar
la calma, apaciguar el fuego que me persiguió en mi pueblo y aquí en este congal 17 la
encontré… en este reducto, sin querer queriendo encontré la calma ¡Mi vecindad! ¡A toda
madre! Chingonas.

Manríquez:
¡Qué tierna y que rústica! Por supuesto que sí, joven mujerzuela. Y quiero decirte marginal,
que hoy más que nunca esperamos reventar el 33. Tirar el bar por la ventana. Hemos estado
haciendo mucha difusión en los medios y los letreros luminosos que estamos colocando por
toda la ciudad. Eso sumado a descuentos especiales que tenemos para la plana política y
para el sector petrolero. Sobre todo hicimos hincapié en difundir la inauguración de nuestro
canto bar y la renovación de nuestra carta de licores, que serían ustedes.

Marisa:

8 Amiga
9 Monedas de poco valor
10 Travestis
11 Meter la pata
12 La muerte
13 Policía
14 Relaciones ilícitas
15 Dosis de cocaína
16 Sobornos
17 Burdel
49

¡Verga! ¡Qué jalada! ¿Mira en que nos hemos convertido, Concha Asunción? Lueguito
resulta que somos licores.

Consuelo:
¿Licores? ¡Qué bueno boluda! Yo soy café al coñac.

Marisa:
Clarín18. Tú eres licor de huevo, chingona locochóna19 ¿qué platicas? (Ríen)

Manríquez:
(Intenta ser gracioso) Piña colada.

Nadie ríe

Consuelo:
Ven Marisa, que te pasó el gibre. A lo mejor también puedes colocarte purpurina, así quedas
bien trola.

Marisa:
Ni mames, carnal20 ¡Ahí nos vidrios21, cuate cabrón!

Escena 12

Entra Martínez de civil junto a Garay.

Manríquez:
¡Eh, eh, eh! ¿Qué hacen ustedes dos? No me jodan conque vienen a clausurar porque yo
mismo, a pedido de mi jefe, cancele los arreglos con Quezada.

Martínez:
Relájese Manríquez. Nosotros no andamos de servicio. Además a este lo rajaron hace rato
de la institución. ¿No se acuerda que la última bala que se escapó de la reglamentaria de
este gil, dio en la medula de la hija de Inostroza? El intendente de Plottier. Desde ahí que lo
tienen a las vueltas. Todavía presta algunos servicios, pero desde afuera ¿entiende?

Garay:
Si. Tranquilo Manríquez, ando en son de consumidor y porque no, de proveedor también.

Manríquez:
¿Cómo así?

Garay:

18 Sí, claro.
19 Viciosa, drogona.
20 Hermana
21 Adiós.
50

Si. En el baúl del Toyota ando trayendo unos plasmas que me adquirí de por ahí esta tarde y
algún que otro electrodoméstico. Fíjese si le sirve algo para usted o para el local.

Manríquez:
¿Pero dónde los adquiriste? No me vas a dejar pegado algún tomuer que venimos bastantes
limpios por acá.

Martínez:
Relájese Manríquez. Todo lo de Garay está por encima del bien. Parece que no le queda
claro el trato que el 33 tiene con el largo brazo de la ley. Yo le voy a explicar para
tranquilizarlo así no se nos pone nervioso al cuete.

Garay:
Y no nos mete cuete.

Pausa. A nadie le gusto este chiste.

Martínez:
Claro. Así como me ve… yo… soy el brazo derecho de Quezada y piso muy fuerte en esta
jurisdicción. Ahora mismo tengo a cargo el caso de los criminales que devastaron el
supermercado chino a la madre de su jefecito. Recién… escúcheme bien lo que le digo…
recién retorno de una misión importante. Me dirigí al caserón de esa gente poderosa, en
busca de la señorita Alejandra, que dicho sea de paso esta para acriminarse. Fui a tomarle
declaración a la misma. La joven adoptada se negó a declarar, se encerró en la pieza con su
hermano y se negó a venir conmigo. Y yo ¿Qué hice?

Manríquez:
Qué se yo. ¿La arrestó?

Martínez:
¿Cómo se le ocurre? Llamé a mi jefe, le informe con seriedad de la negación de la
implicada y le puse coto a la situación.

Garay:
¿Coto?

Martínez:
Si. Finalicé la investigación por el día. Cerré el caso por hoy. Mi jefe estuvo de acuerdo y
partí en busca de la diversión.

Garay:
Muy bien Martínez. Me sorprende como has escalado posiciones ahí dentro, sin entregarle
el culo a nadie.

Los otros lo miran deduciendo que él ha tenido que entregarlo.

Martínez:
51

Tráiganos unos blue curazaos Manríquez, para compartir y celebrar con el amigo. Esta
noche es noche libre para la policía y para los ex policías apartados del cargo.

Garay:
Y noche de putas y karaokes.

Martínez:
Si. Eso también. Y no sea malo, cómprele algo a Garay. No sea malo.

Escena 13

En el caserón de los Cornejo Mejía

Fausto:
Esta noche van a estar los Mongo Espaguetis en el 33, por si quieres darle un poco de
intensidad a tu vida y olvidar lo acontecido esta tarde, hermana. No puedo creer que te
hayas enredado con la policía. Si quieres puedes venir conmigo a verlos, son gente muy
promiscua, con un par de ginebras encima pueden hacerte el favor de desvirgarte.

Alejandra:
Gracias hermano, pero no sé. Tú sabes lo que me cuesta socializar. Mi vida es más sencilla
imaginando, escribiendo, plasmando todo lo que siento en el arte. Mi sentir en el arte.
Quiero llegar a abandonarme por completo y ya no ser yo, si no mí obra, perder del todo
está identidad magra y ser reconocida por lo que hice, no por este triste envase llamado
cuerpo.

Fausto:
Demasiado complejo para mí, hermana. Yo no podría estar sin enterrar mi poronga día por
medio. Por suerte me armé ese puticlub clandestino para asegurarme un gatito cada vez que
quiera.

Alejandra:
Aunque pensándolo bien. Esta podría ser una experiencia para luego traducirla al fílmico, a
mi arte. Así como pienso traducir mis crímenes. Sí. Mis experiencias biográficas también
son parte de mi sentir y tengo que poder dejar mi marca de autora en mi obra. Además
quiero conocer a esos Mongo Espaguetis, tal vez se copen y quieran hacer la música del
documental.

Fausto:
Esa es la hermana entusiasmada que me gusta. Te aseguro que un par de noches en el 33
probando la merca que por ahí corre, va a bastar para volverte lo suficientemente puta y
animar tu vida.

Alejandra:
Vamos hermano. Voy a avisarle a mi amiga Christian. Bah. Si no te molesta que Christian
vaya. Digo, por las cosas que…
52

Fausto:
No hay problema. Solo aclárale al puto de tu amigo Christian que no se me acerque hasta
que esté totalmente borracho. Solo así puedo enterrársela.

Victoria Legrand:
¿A dónde van? Mi engendro favorito y la otra, adoptada.

Alejandra:
Hola, grandiosidad de madre. Vamos a salir con hermano. Me llevará a su bar de la
perdición para animarme.

Victoria Legrand:
¿Enserio? No puedo creer que esta tarada tenga un atisbo de descontrol. Seguro esto es
parte de tus encantos, vástago mío, con los cuales, hasta tu no consanguínea hermana,
sucumbe.

Fausto:
No creas madre. Hermana está pasando por momentos difíciles como todos en esta casa y
para aliviarse no hay nada mejor que una noche de desborde y descontrol. ¿No es cierto?

Victoria Legrand:
Tienes toda la razón, pedazo de carne asada que tengo de hijo. Y ¿saben qué? Yo los voy a
acompañar. Pare de sufrir. Hasta acá llegó mi terrible día. Me voy de putas con ustedes.

Alejandra:
¿Enserio? Qué bueno madre. Una salida en familia como nunca hemos tenido. ¡Qué
emoción!

Victoria Legrand:
Si. Si. Cómo sea. ¡Dolores! ¡Dolores Inmaculada!

Fausto:
¿A quién llamas, madre?

Victoria Legrand:
¡Ah! Había olvidado comentarles que ya contraté empleada nueva. (Entra Dolores) Aquí
está.

Dolores Inmaculada:
¡Hola! ¿Qué tal niños?

Fausto:
Vaya, vaya. ¿Qué cosa tan exótica tenemos acá? Había mandado a pedir otra cosa al inútil
de Manríquez pero ya veo madre, que has elegido muy bien esta vez. Adoro las
excentricidades. Se me paran todos los pelos.
53

Victoria Legrand
¿No es cierto que es divina la tosca? Me la enviaron recomendada los condes de
Almodóvar. La Mimí y el Onofre. Ustedes eran muy chicos la última vez que ese par
anduvo por acá, comprando tierras.

Alejandra:
Hola Dolores. Me pasa algo con mi sentir profundo, re loco. Una sensibilidad de artista me
dice que usted y yo también vamos a ser muy amigas y muy cercanas.

Dolores Inmaculada:
Si. Bueno. ¡Qué tal!

Victoria Legrand:
Bueno. Basta de cháchara y salgamos que se me enfría el pico y esta noche es para
distraerse y olvidar los malos ratos que hemos estado pasando por el saqueo a mis…

Escena 14

Grita repentinamente. Es que se ha topado con el chino Kagazote, todo andrajoso y


diabólico que se ha introducido en el caserón.

Victoria Legrand:
¡Ah! Kagazote ¿qué haces acá? Vos deberías estar muerto, chino de mierda. Dejaste el
quilombo en mi supermercado ¿Qué querés?

Kagazote:
Señola lel lemonio. Ute se lió le mí, tolo este tiempo. Ute e la culpable le lo que paso con
supelmelcalo. Ute me quiele sacal lel melio porlque yo conocel tolos sus secletos. Los
secletos le eta familia y lo negocio q ute hacel con linelo que no le peltenece. Pelo eta no se
la voy a pelmitil, señola mal lita. Voy a lecil lo tolo.

Victoria Legrand:
Callate, chino sorete. No te atrevas a abrir tu boca china. Fausto, llama inmediatamente al
comisario Quezada, que se ocupen de este chino, ya.

Fausto:
No creo que sea necesario madre. Yo puedo, con él. (A Kagazote) A ver pedazo de chino,
vamos saliendo.

Kagazote:
(Le hace un golpe de karate) ¡Ia! Toma. Mal Lito joven aloptalo en la familia.

Alejandra:
No. ¿Qué dice, madre? La adoptada soy yo, señor chino.

Victoria Legrand:
54

No lo escuches, pedazo de hija. Este chino se tragó todo el fluido Manchester que había en
el súper y no sabe lo que dice. Mandate a mudar chino puto.

Dolores Inmaculada:
Dejé en paz a mi familia… a la familia de Victoria, de la señora Victoria. Chino del mal
vivir.

Kagazote:
Ciele la boca, impostol. Ute no e quien lice sel.

Victoria Legrand:
Que alguien mate a este chino. Fausto, hijo. Levántate Fausto. Levántate y anda… anda a
buscar alguna de las armas que nos pasó Quezada.

Kagazote:
¡Que nalie se mueva!

Gritos. El chino saca una pokebola y amenaza con abrirla para lanzarles maldiciones
chinas, Victoria y Pablo la reconocen.

Alejandra:
¿Qué es eso, madre?

Victoria Legrand:
Es una pokebola, un objeto maldito que le dimos a Kagazote para que lo cuide y ahora lo
usa en nuestra contra, Chino de mierda, nos va a maldecir, chino culiado. No te atrevas a
abrir eso y a lanzar ‘esas’ maldiciones chinas en mi casa. Este chino nos va a destruir, que
alguien lo mate. ¡Quezada, Quezada!

Alejandra:
Váyase, señor chino.

Kagazote:
Tu Alejandla no sel aloptala. Tu sel hija biológica le eta mal lita señola, con esta otla (por
Pablo Montonazo)

Alejandra:
¿Biológica? ¿Escuché bien?

Kagazote:
Si. (Por Fausto) El sel aloptalo.

Victoria Legrand:
No lo escuches, estúpida hija. ¡Chino de mierda, te voy a matar!

Victoria se abalanza sobre el chino pero es detenida por los poderes milenarios del mismo.
55

Kagazote:
Quieta.

La paraliza. También paraliza a Pablo Montonazo que ha intentado detenerlo.

Kagazote:
Mal lito algentinos lelinkuentes. Me han lejalo sin nala. Se lobalon tolo. Me la pusielon ata
el fonlo, fola pinchala. Me acabalon en la cala sin ke se los pila. Neglos kon olol, soletes.
Tolos kome sables. Voy a metel les mi velga glande en el agujelo le sus culos neglos de
mielda, me los voy a violal kon mi supel velga, glande y china como la lel dlagón. La velga
del dlagón pol el ano hasta desgalal lo. El ano deslgalalo van a tenel pol tlaga guaskas.
Tlaguense mi mal lición china. Tlaglensela. Vengan tolos los dlagones mal litos a mal lecil
eta fami lia. Suflan pala siemple. Suflan, mal litos algentinos, suflan, se melecen la peol de
mis mal liciones. (Muy arriba) ¡Suflan!

Gritos. Sufrimiento. Apagón

Continuará.
Fin del episodio II.

Dineral. Episodio III


Aputozamiento colectivo

Escena 1

El club 33. Los Mongo Spaguetti22 abren el show. Tocan en la inauguración del escenario
del club. Vemos a varios de nuestros ya queridos personajes bailando y bebiendo a troche y
moche. Allí están Garay, Martínez, el comisario Quezada con Vicentico esposado, se han
unido a la fiesta, también ha llegado el centenario Dr. Mercedes Sprinter acompañando al
Coronel Walter Cornejo Mejía. Están las chicas Marisa, Consuelo. Por ahí se lo ve a
Manrique y en el centro de la escena, bailoteando con unos drinks en la mano, está
Christian. La Periodista se le acerca. Luego, en un rato, Anita Pichón.

Christian:
Qué raro que Alejandra, mi amiga, no llega. Se está perdiendo la mejor parte de esta
grasada de banda baja pito, el vocalista ya está como manga, no puede ni sostener el mic.
Ahí están, esos son: los Mongo Espaguetis.

La Periodista:
¡Hola! ¡Qué tal! ¿Esperas a una amiga?

22 Se trata de una Banda de Rock neuquina invitada a formar parte del capítulo. Tocaban enserio. En el
repertorio tocaron el tema Apertura de la saga ‘Ambición en larga duración’, canción que compusieron a
pedido de Sebastián Fanello.
56

Christian:
Sí. Alejandra se llama. Raro que se demore.

La Periodista:
¿Raro? Con lo neurótica que se pone una cuando quiere verse impecable, el sistema
sexagesimal es de las primeras cosas que se pierden, desaparece el tiempo, dejamos todo
plantado y llegamos tarde…

Christian:
Claro.

La Periodista:
Es eso o se debe haber quedado entretenida con algo bien seca concha. Igual, aprovechando
que aún estas solo, quisiera preguntarte algo…

Christian:
Dígame, señora.

La Periodista:
¿Te gustaría echarte un garche conmigo?

Christian:
Soy puto

La Periodista:
¿Qué tan seguro estás de ser puto?

Christian:
Cien por ciento, de pies a cabeza, puto por donde me mire ¿por?

La Periodista:
Es que no sé… es raro esto también. No quiero que tomes a mal lo que te voy a decir, pero
a veces me pasan cosas con los putitos. Rollos. Rollitos locos que van y vienen. Debe ser la
típica atracción que una siente por las amigas ¿No? Es decir, yo no tuve mucho la
oportunidad, cuando estábamos creciendo, de tocarme las tetas con mis amigas. Bah! Es
que no tenía amigas. Fui Dark en los ochenta, me la pase encerrada, sola, estudiando los
mejores cortes para mis muñecas.

Ingresa Anita Pichón extrañamente camuflada.

Anita Pichón:
Disculpen la interrupción. Me sentí atraída por el tema (Disimulando su cara popular y su
voz) Mi nombre es Spectre y también fui Dark en los ochenta ¿No han visto a un tal
Fausto? Creo que es el dueño de este lugar.

La Periodista:
57

Hola Spectre. No hemos visto un dueño para nada. Pero ven, intégrate a la charla. Siempre
es bueno compartir experiencias con quienes una comparte gustos y si tú has sido Dark,
bienvenida seas a la oscuridad de esta conversación… que curioso… te encuentro cara
conocida. Debe ser mi oficio de periodista tan bien aprendido en la Blas Pascal, que me
tiene extremadamente fisonomista.

Anita Pichón:
Bueno, los putos tienen sus encantos y yo prefiero…

La Periodista:
Claro. Ahora que estoy más grande y he superado esa reiterada necesidad de cortarme, me
vienen como deseos perversos que a lo mejor son los de antaño y están llegando ahora.

Christian:
¿Qué deseos? ¿Deseos calientes?

La Periodista:
Si. Muy. Por ejemplo… te veo a ti todo lubricado montado en un poni con su miembro
erecto. Y yo moviéndome, primero debajo del poni y después en tu cara.

Christian:
¡Gua! ¡Terrible deseo!

La Periodista:
Sí, no sé. Yo tengo ese deseo por ti, me comparo con otras amigas poco calientes que
trabajan conmigo en la radio. Y veo que son secas para todo. Como que no se preocupan
mucho por mojarla.

Christian:
¡Mm! Te re entiendo. Igual, estaría bueno ser un poco más como ellas y no tener deseos de
coger a cada rato. Lo tuyo es un caso de contención, pero en vez de urinaria, una
contención de flujos, que obviamente tienes que eliminar. Como los estas acumulando,
ahora ellos te piden estallar ¿de qué manera? Violándote al primer puto que se te cruce, o
sea yo. ¿Entiendes? O sea, a veces admiro a mi amiga Alejandra por ser ‘atractiva cero’ y
no saber calentar ni el encendedor del auto… porque a mí no me pasa. Por ejemplo en este
momento, hay varios de aquí que me cogería, los detecto, mi radar levanta puto tapado me
indica varios.

La Periodista:
¿A quiénes?

Cruza el Coronel Walter Cornejo

Walter Cornejo Mejía:


Disculpe joven... cito. Las sillas estas… ¿están ocupadas?

Christian:
58

Para nada. Llévelas, viejito embadurnado y rico.

Walter Cornejo Mejía:


Gracias… Caballero.

Christian:
Señorita y la boca le queda donde mismo, viejo cogible.

El Coronel Walter Cornejo huye.

La Periodista:
Me sorprendo tanto. Es tan real lo que dices. Ese viejo asqueroso te violo con solo mirarte.
Demasiado levante tienes, putarraconsito de mierda.

Christian:
Claro. Tengo experiencia con viejos desde chiquito. Mi papá me llevaba a sus viajes
exóticos con sus amigos. No sabes cómo me divertía. Así que a ese viejito me lo monto, te
lo puedo asegurar. Como tú al poni, en ese deseo caliente… me lo monto.

La Periodista:
Eres un angurriento. A eso iba. Yo te miro y te veo puto, putón re seguro de tu putez.
¿No es cierto, Spectre?

Spectre ya se ha ido hace rato

La Periodista:
En fin. Siento que quisiera ser más puta y te tomo de ejemplo. Empiezo a observarte. Veo
tus movimientos y me encanto contigo. Encuentro todo súper estético, súper bello. Algo así
me gustaría trasladar hacia mí. Y no sé cómo. Pienso en experimentar contigo y enseguida
me dan ganas de invitarte a casa y hacerte una sesión de fotos y una entrevista, desnudo
para verte las bolas y toqueteártelas un poco. No sé. Entre eso y las ganas de cogerte creo
que hay poca distancia y no me quiero embalar porque sé, lo re puto que eres… muy puto.
Re contra puto.

Christian:
Sí. Tranquila. Es el típico centro atractor que tenemos. Es como el chacra raíz, pero más
abierto, desde ahí chupamos la energía puta putona, es como un agujero negro. Entonces
donde detectamos un new gay, lo atraemos como imán, es un centro de energía succionador
de putos hacia nosotros, lo atraemos hasta aquí, al pechito y después lo tenemos chupando
aquí, chupando pito. Por ejemplo: mira al baterista de los mongos. Le voy a apuntar mi
centro atrae puto… mira, se lo muevo ¿ves cómo se mueve conmigo? ¿Lo ves?

La Periodista:
¡Wow! Si. Ese mugriento salpica chivo no deja de mirarte... Uy, está tocando la batería
como puto. ¡Uh! ¿Qué hace con los palillos?

Christian:
59

Nada. Así se ponen, re putos. Se pegan unos buenos paseítos por putolandia, entre mis
frazadas y después chau tu tía. Este chabón está a full, me lo arranco parece. Como ese,
aquí está lleno (apunta un poco al público) ¿Ves cómo se mueve ese? Mira, ese, no deja el
culo quietito en la silla. Le pica ¿Ves? Todos putos los negros de mierda. Con decirte que
las chicas que laburan aquí, me miran con desprecio, porque levanto clientela y como una
boluda no les cobro.

La Periodista:
Y… yo que las chicas te saco a patadas, pero es cierto, ese agujero atrae putos debe
funcionar conmigo también, me tiene más caliente que transformador fallado… y esa
energía putaza que se desprende de toda esta gente, se siente alrededor.

Christian:
¡Uy! Mira esa legión de petrodólares que entró ahí. Si te animas vamos, que los apunto con
mi agujero y de paso tanteamos algún paquete, en una de esas tenemos suerte y terminamos
un poco ensartadas aliviando nuestra fiebre anal. Encima estos putos andan aforrados, son
obreros del petróleo.

La Periodista:
Saquémosle todo el dinero, ya fue. Vamos (Salen).

Escena 2

Quezada con Vicentico esposado y Garay. Martínez ronca de borracho tirado sobre la
mesa.

Quezada:
¡Mm! Va cayendo gente al baile. Mire ese grupo de varones fornidos que acaba de ingresar
¿Los conozco? Sí, no son otra cosa más que los empresarios de la Barny Jackson Compani.
Dicen que vienen a invertir fortuna, proveniente de las bóvedas que les heredó Michael
Jackson después de expiar. (A Vicentico que esta adormecido y esposado a su lado) No se
me duerma usted, que nos queda la estadía en este antro de perdición y después a la cama.
¿Qué le parece Garay? Capitales que oscilaron en el negocio de los niños ahora invertidos
en el oro negro ¿Pienso de que se trata? Si. Son las vueltas del dinero.

Garay:
Las inversiones tienen el potencial de filtrarse en cualquier parte. Como los inversionistas.

Quezada:
Claro que sí. El dinero es el aire que respira este mundo, mi querido oficial expulsado.
¿Habría dicho algo el mismísimo Michael Jackson si estuviese aun respirando con esa nariz
móvil? Me encantaría saberlo.

Garay:
60

No mucho. Las malas lenguas dicen que ya no hablaba. Si separaba las articulaciones
labiales, se le iba en caída libre la mandíbula inferior…Maldito extraterrestre. Cuanto
talento. ¡Uh!

Quezada:
Es cierto. Talento tiene este lugar para reunir a esta distinguida gente ¿Si me gusta
demasiado este lugar? Es increíble este antro. Qué lástima que Fausto no haya llegado (por
Vicentico) le quería mostrar este espécimen. En una de esas le servía para algunas de sus
transacciones. Ese hombre ha mantenido este sitio a gusto de todos. Observe la diversidad
Garay: hombres del petróleo, policías, putos ¿Qué más quiere?

Garay:
(Por Vicentico)Este joven… ¿tiene a alguien que lo reclame?

Quezada:
Para nada, Garay. Un hermano que vive en las mismas, tristísimas condiciones que él. ¿Nos
interesa el hermano? Podríamos usar a este de carnada y atraparlo si quisiéramos. Pero
prefiero que Fausto primero le eche una mirada a este. A lo mejor le tiene un mejor destino.

Vicentico:
(Muy sedado) Quiero ir a la cárcel, quiero que me encierren. Van a traficar mis órganos, me
los van a traficar.

Garay:
Un poco más de buena merca y estoy muy a gusto, mi comisario.

Quezada:
No me diga comisario… ¿Me produce cosas? Sí. Me hace poner colorado. Además usted ya
no está en la fuerza, aunque… no ha perdido sus encantos… los encantos de la policía.

Garay:
¿Cuáles son esos encantos?

Quezada:
Mire Garay. Usted no alcanzó a desarrollarlos pero los porta. Su pasión por desenfundar la
reglamentaria y dar disparos al aire que luego han recaído sobre jóvenes inocentes en la
calle, lo han condenado a distintos apartamientos. ¿Conozco a que apartamientos me
refiero? Sí. Apartamiento de la fuerza, apartamiento de los encantos de la institución,
apartamiento sobre todo de la reglamentaria y (acercándose) Apartamiento de sus
compañeros, los hombres de confianza, sus amistades…

Garay:
Igual, nunca tan apartado. Mire (Saca el arma) Siempre la traigo conmigo, por las dudas.

Quezada:
Guarde eso, oficial. Quite.
61

Garay:
Disculpe.

Quezada:
Ve lo que le digo. Tiene que tener más tacto. (Por Martínez) Observe a su ex compañero.
Observe como porta su reglamentaria. Lo ve. Eso es encantador. En cambio usted… no
puede estar desenvainando así porque sí. Menos usted… que ya no porta la chapa y tiene
prohibido acercarse a las armas. Tiene que ser más cuidadoso en sus movimientos. Hay
maneras y maneras de sostenerla. Maneras de sacarla y de guardarla. ¿Me gustaría
enseñarle? Por supuesto. Si usted quiere yo lo puedo entrenar.

Garay:
Quiero que me entrene, oficial.

Quezada:
Como no. ¿Le parece si empezamos esta misma noche?

Garay:
¿Se refiere a… ahora mismo?

Quezada:
Si. O acaso… ¿Tiene algo para hacer después de aquí?

Garay:
Pensaba ir a tomar cinzano con wiski a casa, ver porno, masturbarme y luego dormir.

Quezada:
Buen plan. Lo acompaño.

Garay:
Sera un honor, comisario. Pese a todo lo que paso, aún le tengo un gran respeto y mucha
admiración.

Quezada:
Ni falta que me lo diga. Lo sé. ¿Puedo leerlo en su comportamiento? Claro. No olvide que
soy un sabueso y puedo leer más allá de lo que dictan sus labios. (Por Vicentico que ya se
ha dormido) Voy a dejar a este engendro esposado a la pata de esta mesa. Total no se han
podido reunir pruebas suficientes para encarcelarlo. Arréglate como puedas, pibe. (Salen,
Quezada le da palmadas en la cola a Garay)

Escena 3

Tal como la han mencionado, ha ingresado un grupo de trabajadores de empresas


petroleras. Entre ellos los empresarios Barny Skater y William Jackson, supuesto pariente
del rey del pop. Tienen una gramática especial.
62

Barny Skater:
Oh. Qué alegría somos de encontrar… me encanta la gente y conocer un terreno mismo.
Inversiones nuestras, fracturas y terminar en celebración estos lugares del culo del mundo.
¡Mucho hidrocarburo, mucho hidrocarburo! Quien iba decir aquí también gente divierte.
Tantos problemas, so many, so many. ¡Oh! Deben mucho dinero en capital extranjero.
Increíble. Siguen bailando. (Por Christian) Mira esa muñequita.

William Jackson:
Es un gay.

Barny Skater:
Oh. No importante. Este es en país de progreso. Lo más importado esta noche terminar tu
conmigo en fiesta y la fiesta con esa muñequita ¡please! Me encantan tanto unas fiestas
exóticas en estos lugares, increíbles. Es una cultura tan sobreviviente. ¡Mucho
hidrocarburo!

William Jackson:
Este lugar conveniente para negocio segundo. No olvidar experimento Barny my Little
friend. ¿Dónde estar hombrecito encargado de asuntos internos aquí? Traemos mercaderías
del rancho.

Barny Skater:
¡Oh! Tranquillo William. Habrá oportunidades de conversar hombrecitos. Esta noche
dejemos inversiones tan al costado. Mira como divierten. ¡Increíble, como deben! Deben,
divierten, beben. No existen los problemas. Gente alegre, caliente. Tan un caliente como
esa muñequita gay. Quiero sexo contigo muñequita contigo ¡bailo la macarena con mucho
hidrocarburo!

William Jackson:
Oh. Tienes unas razones my friend. Querido Barny. Este provincial estar simpático.
Recuerda invertir también en propiedades más hidrocarburos, más arriendos. Negocio de
inmobiliarios conviene para contigo y conmigo.

Barny Skater:
Vamos a hacernos para venir al sur. Como dice la canción… Dinero, gas, petróleo y ¡oh!
traemos de la buena. Cortemos aquí.

William Jackson:
(Eufórico) Cortemos, mierda, aquí.

Sacan un ladrillo de cocaína, lo perforan, arman unas líneas y toman.

William Jackson:
¡Only yet! Viva la hidrocarburo loca.

Barny Skater:
Por negocio empetrolado. Oro negro my sister.
63

William Jackson:
Por pingüino empetrolado! Give me a kiss.

Se besan. Bailan muy aputozados. Christian no tarda nada en unirse a ellos. Le piden a los
Bichos Grasitas que se toquen algo muy marica, un clásico, algo así como ‘Eclipse total
del corazón’ Los Bichos Grasitas la tocan. Bailan la canción los personajes haciendo una
coreografía imposible de describir. Los demás se suman.

Escena 4

Manríquez:
Pero… ¿qué mierda pasa? Esta re putona la cosa esta noche. Se me hizo ambiente en el bar.
Me quiero cortar la morcilla. ¿Todos putos los que vinieron? ¿Será por la banda? Esta
Banda Grasa está convocando puros putos y no avisaron… ¿O es algo que están
consumiendo? Están consumiendo algo que no es de aquí estas mierdas mariconas… ¡mm!
Que linda canción. Si consumen que consuman de mi barra, putos de mierda.

Consuelo:
Sí, te consumen a ti pero a nosotras no nos estaría resultando ¿Qué te pasa Manríquez? ¿Por
qué bailas así?

Marisa:
Es cuestión de guacharlo23 y darse aguas de inmediato que este se está aputozando también,
dio el cambiazo24 y creo saber la mera mata25. Es por el mariposón ese que está ahí. Míralo
todo fachoso26, cómo retuerce la llanta27, el igualado28 joto29. Ese mayate30debe tener algo
que los está contagiando. ¡Manríquez! ¡Manríquez! Esta más puesto que un calcetín, no
reacciona y se va de faje31a embicharse32 y empedarse con esos volteados33. Vamos a bajar a
ese putazo de un madrazo34 en la choya35.

Manrique:
¡Mm! Que linda canción. Me siento un algodón de azúcar, Chicas, rosadito, dulce y
acaramelado ¿Quién me pega un mordisquito?

Se tranzan entre todos los putos.

23 Mirarlo bien
24 Salió del closet
25 De donde se origina
26 Exagerado, ridículo
27 Rollito de la panza
28 Irresponsable
29 Homosexual
30 Otra forma de decir homosexual
31 Encuentro amoroso
32 Desnudarse
33 Putos
34 Golpe
35 Cabeza
64

Escena 5

En una mesa apartada el Coronel Walter y el Dr. Mercedes afinan detalles de sus planes.

Walter Cornejo Mejía:


¿Me parece a mí o está muy homosexual la cosa aquí? Estos putos de mierda necesitan
picana eléctrica. A ver si así se curan ¿Porque me trajo a esta inmoralidad de lugar, Dr.
Mercedes Sprinter? ¿Usted viene siempre? ¿Por qué me trajo aquí?

Dr. Mercedes Sprinter:


Todo a su tiempo Coronel ¿viste? y prefiero no dar muchos detalles de mi vida. Repasemos
el plan.

Walter Cornejo Mejía:


Está bien, comprendo… empecemos. Es bien sabido por usted que mi criogenización todos
estos años, luego de haber fingido mi muerte, tenía como objetivo evitar el juicio que se me
venía encima por mi participación en la re organización de este país, durante los años
setenta. Mis involucraciones en secuestros, torturas y toda la perorata que ya sabemos eran
de público conocimiento. No hay una de la cual no haya participado. Sumado a los nombres
que di del Servicio de Inteligencias, estaba al horno, Dr. La única que me quedaba era fingir
mi muerte y dejar en manos de mi estúpida y ambiciosa hija toda mi riqueza. No podía
arriesgarme a la cárcel. El detalle que no esperaba era despertar en plena época de juicios.
Así que, como advertirá usted, las cosas se complican y debemos conducirnos con cautela.

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Qué pretende hacer?

Walter Cornejo Mejía:


Muy sencillo, ancestral cómplice. Es hora de ejecutar la segunda parte de mi plan
maquiavélico para recuperar mi fortuna…Quitar a la bastarda de mi hija del medio.

Dr. Mercedes Sprinter:


No olvide que su hija es una de las mujeres más poderosas de esta provincia. Ella mueve un
dedo y tiene a toda esta sarta de putos lameculos, bailando la macarena en la tarima de su
habitación privada.

Walter Cornejo Mejía:


¿Usted conoce la habitación privada de esa ingrata?

Dr. Mercedes Sprinter:


Supe conocerla mientras cumplía con la tarea de recabar información para… el día que lo
despertara a usted. ¿Quiere los detalles?

Walter Cornejo Mejía:


No. Gracias. Vamos a lo que me interesa: el plan.
65

Música de género, ideal para planificación. Mientras nombran personajes, vemos


proyectado atrás, las fotos de los mismos a la manera de misión imposible, cada tanto se
cruza una horda de putos.

Dr. Mercedes Sprinter:


Bien. Su hija Victoria Legrand (foto) maneja una cadena de supermercados muy grande de
la zona. Ha logrado instalar sucursales (foto) bajo distintos nombres en los lugares más
inhóspitos. Uno de esos lugares estaba bajo encargo del señor Kagazote (foto). Un chino
bueno para la administración pero autoritario con sus empleados. Infiltre a uno de mis
hombres de confianza (foto de Mirta la tía de Samanta) a hacer promociones de paté Swift
(foto) en el supermercado de Kagazote y rápidamente quebró el estado de paz entre los
compañeros trabajadores (foto que nada que ver). También me comunique de forma
anónima con este hombre Garay (foto) un ex policía retirado al cual le pase el dato del
posible saqueo. Él se encargó de difundir la noticia con gente de la Villa Los Come Tripa
Cruda(foto)La cercanía con la navidad y los malos tratos de Kagazote motivaron el saqueo
y cuando el mercado reventó, se llevaron todo lo que pudieron. Una hermosa catástrofe. Su
hija está pasando por uno de sus peores momentos (Foto de los peores momentos de la
hija).

Walter Cornejo Mejía:


Nakba36

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Qué dijo? ¿Por qué dijo eso?

Walter Cornejo Mejía:


Nada, me vino a la cabeza algo que leí en unos papeles suyos, ahí arriba de ese escritorio.
Disculpe mi intromisión, pero tuve que ir al baño de su laboratorio y tengo la costumbre de
llevar algo para leer… así que nada. Ahí leí eso… Nakba… pero continúe, por favor ¿Qué
hay de ese estúpido par de nietos?

Dr. Mercedes Sprinter:


Por la joven Alejandra (foto) no hay que preocuparse es adoptada, no tiene su sangre, la
sangre de la familia. Hay que eliminar al dueño de este local. Para eso lo traje aquí. El
dueño de este local es su nieto: Fausto Cornejo Mejía (Foto).

Walter Cornejo Mejía:


No me extrañaría que sea puto, con el ambiente que ha generado. Razón suficiente para
eliminarlo. ¿Qué sabemos de él?

Dr. Mercedes Sprinter:


Fausto Cornejo Mejía, es hijo de Victoria Legrand y… Pablo Montonazo (foto) ¿lo
recuerda?

36 Desastre en Árabe, catástrofe. También se utiliza para designar el éxodo palestino.


66

Walter Cornejo Mejía:


¿Cómo olvidar a ese montonero mugriento? La estúpida de mi hija se daba matraca con esa
mugre mientras yo intentaba un país mejor para todos. Así me pagaba la asquerosa,
escuchando Silvio Rodríguez (foto) mientras se revolcaba en el pasto con ese sujeto y sus
ideales. ¿Cómo es que no preví el embarazo de esta calienta penes, antes de congelarme?
Logré separarla de ese asqueroso a cambio de mi fortuna, pero no reparé en que quizás este
ya le había desparramado su leche subversiva en sus adentros. ¿Usted no pudo hacer nada?

Dr. Mercedes Sprinter:


Tampoco lo supe a tiempo, señor.

Walter Cornejo Mejía:


¿Qué más da? Habrá que echarse con el nieto encima. ¿Qué otro perro hay con él?

Dr. Mercedes Sprinter:


Su nieto es dueño de este antro (foto) punto de reunión de la plana política más corrupta.
Centro de tráfico y proveeduría de grandes cargamentos de cocaína. Foco de corrupción y
negociados de empresarios del petróleo. Ha pasado por aquí gente muy acaudalada, es
más… ahora mismo se encuentran allí Barny Skater y William Jackson(foto)Este último,
heredero de la franquicia multimillonaria conocida como El Rancho Neverland, parte
importante de la fortuna que le dejó Michael Jackson(foto)su pariente acaecido, el rey del
pop, che.

Walter Cornejo Mejía:


¿Quién mierda era el rey del pop?

Dr. Mercedes Sprinter:


Ese de la foto, pero no viene al caso. La cuestión es que esos tipos andan aquí cerrando
inversiones hidrocarburíferas. El negocio del oro negro es el que la lleva por estos días,
Coronel.

Walter Cornejo Mejía:


¡Bien!

Dr. Mercedes Sprinter:


Por último, che… desde hace un tiempo, Manríquez (foto) el hombre de confianza de su
nieto, su brazo derecho, consiguió el permiso de Fausto para que funcionara aquí el negocio
de estas meretrices: Consuelo y Marisa (foto) ellas y unas amigas completan los servicios
que estos hombres acaudalados necesitan, pero como verá, esta no ha sido una noche de
suerte para las chicas.

Walter Cornejo Mejía:


¡Excelente recopilación de datos, viejo cómplice! De paso le sirve a la gente que no vio los
capítulos anteriores. Ahora sí, acompáñeme a mi refugio, mientras se suceden las próximas
escenas de relleno. Allí le explicaré como continuaremos en busca de un solo objetivo…
¡je! La razón de mi personaje: eliminar a mi familia y recuperar mi fortuna… Iré al baño y
luego en marcha soldado. (Sale)
67

Dr. Mercedes Sprinter:


Vaya señor… (Espera a que se vaya) Vaya de una vez viejo crápula y límpiese bien ese
culo. Ni se imagina mis verdaderas intenciones, decrepito. Ni se imagina para que me fume
estos años manteniendo el tratamiento de criogenización. Todo a su tiempo maldito fósil,
todo a su tiempo.

Escena 6

Otra vez camuflada, Anita Pichón. Sigue de incognito en el bar.

Anita Pichón:
Muy bien, muy bien, muy bien, Anita. A ver si esta noche te podes arrancar al nene más
cotizado de la ciudad. ¡Ay, Fausto! Si supieras las noches de calentura que sufro,
revolcándome en mi lecho vacío, pensando en ti y en esa culebra viril que te cuelga. ¡Ay,
Fausto! ¿Por dónde andas? No te me escondas como fiera agazapada nocturna. Esta tarde
en el living de tu caserón, note como me ensartabas con tu mirada de gato erizado y todo mi
cuerpo se sintió penetrada al unísono por esos ojos libidinosos que te adornan. Sal de donde
quieras que estés, que me abalanzo como yaguareté sobre ti y te doy zarpazos en ese
cucurucho de carne, cachetazos en ese látigo, mi pendejo caripela tierno…

Martínez:
Ah, por fin una de las que trabaja aquí. Así que tú eres Blue Curazao. Ven aquí prostitutita
dulzona. Yo te voy a dar azul. Roquefort azul te voy a dar. No sabes que rico el licor con
queso.

Anita Pichón:
Suéltame. Suéltame te digo, negro de mierda.

Martínez:
Como me gustan así, bien chúcaras y maduritas.

Se la lleva y la viola.

Escena 7

Llegan Samanta y el Chula.

Samanta:
Gracias por acompañarme en la búsqueda inútil de mi madre Zulma. Lo último que supe de
ella fue el abandono que cometí con ella cuando me quede arrojada en la calle, moribunda,
muriendo de apendicitis. Según los datos de quienes la conocían en la villa, dicen que ella
frecuentaba mucho este lugar y puede ser que aquí la encontremos, ahogando las penas de
haberla abandonado, en litros de sidra con granadina.

Chula:
68

¿Estás segura que tu madre anda triste? Porque supongo que si uno cobra mucho dinero
ganado en el Kino, motivo para estar triste, no debe haber. Tu madre paso de ser piltrafa
podrida y arrastrada en pobreza, a ser new rich…

Samanta:
¡Mm! No lo había pensado de esa manera. Puede que tengas razón. Pucha Chula, que tonta.
¿Qué hacemos entonces? No se ve por ningún lado ¿Vamos por la parte de atrás y pedimos
sobras de mercadería por la ventanita de la cocina?

Chula:
Dale. Igual, no tengo mucha hambre, la pobreza y la tristeza por la pérdida de Vicentico que
me invaden, me cerraron el apetito ¿Cómo me gustaría saber qué fue lo que pasó con mi
hermano?

Escena 8
En la orgia que se ha generado Barny Jackson le toca el culo a Consuelo

Barny Jackson:
¡Mamacita! Gran parque de diversiones armo con esas dos montañas rusas.

Consuelo:
¡Gringo puto, atrevido!

Consuelo agarra un botella y se la parte en la cabeza.

William Jackson:
Suelte mi friend, ramera mata gay.

William le parte una botella en el lomo a Consuelo.

Marisa:
Hijo de la migra37 y Gringolandia38 ya deja de dar calentaditas39 a mi carnal. El que se mete
con una puta se mete con todas, gringo canijo40.

Reparte botellazos.

Martínez:
(Muy ebrio) ¿Qué te pasa con la yuta?

Christian:
¡Ey! Les están pegando a las putas. Filmaré con mi celular.

37 Policía
38 EEUU
39 Maltrato policial
40 Muy mala persona.
69

Se la llevan puesta. Grita.

Música para pogo. Se arma tremenda tole tole. Los botellazos vuelan. Se dan masa entre
todos. Se pegan con lo que pueden. Revolean las sillas. Las mesas. También la ligan los
Mongo Espaguetis. Todo es un caos y destrucción. Se escuchan parlamentos al pasar.

Manríquez:
¡Me van a destrozar mi local, putos de mierda!

Lo bajan de un botellazo. En el medio del caos se reconocen y se reencuentran los


hermanos.

Vicentico:
¡Chula! Hermano mío.

Chula:
Amor de hermano.

Ligan botellazos. Gritos. Caos. Apagón. El caos debe ir mermando junto con la intensidad
de la luz. Lo siguiente es algo típico para salir de estos quilombos escénicos: un monólogo,
que en realidad no es un monólogo.

Escena 9

El cirujano Japonés Nifúri habla con un holograma que responde en japonés. Luego de los
puntos suspensivos que deja Nifúri (…) debe ir la respuesta en japonés del holograma,
sería inútil escribirlo y tampoco importa mucho lo que diga. Esto transforma la cosa en un
extraño dialogo.

Nifúri:
Estamos muy cerca del nuevo mundo, muy cerca del advenimiento del Poketto supremo.
Encontré una de las llaves: Shaymin. Es increíble, evolucionó tomando agua servida y se ha
corporizado en su portera. La niña ha sido el mejor bioma para Shaymin. Tenía razón el
maestro Satoshi, en apuntar hacia este continente, sobre todo a sus terrenos más infectados
(…) Claro. Ya tenemos a la primera Poketto Monsutā patagónica. La primera llave. ¿Puede
ser posible, Shōgakukan, que estemos frente a la evolución suprema? (…) La Hermandad
Samurái no se quedará tranquila, Shōgakukan. Vendrán por mí con sus guardianes
ordinarios. No sé por cuánto tiempo más, podré esconderme y esconder a Shaymin
(Muestra a Coneji encerrada en una jaula) y no te preocupes Shōgakukan, no dejaré que
nada le pase hasta que esté lista para el ritual (…) Por supuesto. Me cuidare más que nunca,
sobre todo de las ligas terroristas Samurái, están atacando por todas partes. (…)La
formación de nuestro Estado Poketto está muy cerca. Esa chica no sabía lo que tenía, piensa
que encontró a Shaymin en un kinder sorpresa, debe haber confundido la pokebola con esos
envases (…) Tienes razón Shōgakukan, hay que mantenerse cerca de esa indigente, ella será
la portera operaria de Coneji Shaymin en el ritual. Ahora nos toca esperar a que aparezcan
las otras tres llaves (…) ¿Qué dices? Has detectado la presencia de Chung le(…) ¿Esa
70

dirección? (…) Por supuesto, es la casa de los Cornejo Mejía (…) No lo puedo creer,
Kagazote liberó a Chung Li, él la tenía y aprovechó a ese Poketto poder para echárselo a
esa familia. Maldición, tengo que encontrarlos antes que cualquiera…

Deja la jaula con Coneji en el medio de la escena a la vista de la gente. Sale desesperado.
Entra Kagazote. Abre la jaula, libera a Coneji.

Kagazote:
Eles lible Shaymin. Es hola le que tú te libeles también y hagas suflilcon tus polelesa esta
imunicia le gente. Anda, se lible y lestluye tolo, lestluye tolo.

Ríe satánicamente y se va.

Escena 10

En casa de los Cornejo Mejía. Todos fueron violados por Kagazote y su extraña mascota.

Victoria:
¿Qué tenemos doctor? ¿Quién es usted? ¿Dónde está mi doctora? la Dra. Ducato. Mire
como quedó Alejandra… más tarada ¿Porque me duele tanto el ano? Esta chica… ¿Se
muere? Porque si es así, evitémosle el sufrimiento y démosle con algo en la cabeza. Yo
puedo desapegarme de ella fácilmente doctor, no ve que no es mi hija, es adoptada y sabré
entender que no quedó más remedio que sacrificarla, como un animalito. Pobrecita, no sabe
ni lo que dice ¿no?

Alejandra:
(Repite sin parar, ida de sí) Biológica… soy biológica, con… bio… lógica.

Nifúri:
(Revisando el culo de Alejandra) ¡Increíble el ano de esta chica! Quédese tranquila señora
Victoria, sobrevivirán… creo. Soy el cirujano japonés Nifúri. La gente ya me conoce. Esta
chiquita está sufriendo un doble shock… por un lado, producto de haberse enterado de algo
impactante, de haber recibido una noticia vital que de aquí en más cambiará el curso de su
historia. Por otro lado la energía liberada por Kagazote, la dejó así, un tanto turbada y creo
saber de qué se trata

Fausto:
Ella supo… que… yo… ¡ay, mi ano!

Victoria:
¡Calla hijo mío! No es momento de ventilar nuestros enrosques familiares frente a
desconocidos. (A Nifúri) Y con respecto a usted Doctor, deje de revisar tanto el culo de
Alejandra, no tengo idea que pudo haber hecho ese Kagazote, con esta desgraciada. El
chino nos anestesió con eso que nos arrojó, todo se volvió blanco y no supimos más, hasta
ahora que nos encontramos con este profundo dolor anal… ¿Qué paso con nosotras,
hombre extraño de la ciencia?
71

Nifúri:
Por los resultados de mis exámenes realizados asía simple vista y tacto (saca la mano del
ojete de Fausto) mi diagnóstico es muy sencillo: toda la familia, incluida esta empleada
trans, tienen desgarrado el ano.

Conmoción.

Victoria:
¡Qué! No puede ser. O sea que ¿fuimos violadas por ese chino desgraciado?

Nifúri:
Puede ser que el chino las haya violado, pero no fue el único violador, ni el más
importante. Mire señora y (mirando a Dolores) señores, aquí se teje algo más grande, un
plan a gran escala sobrevoló esta noche su casa y debo notificarles que serán carne de
cañón para muchos que vendrán a tocar timbre

Victoria:
Déjese de volteretas y explique.

Nifúri:
Por el tamaño del desgarro y algunas marcas alojadas en el perímetro rectal, puedo asegurar
que su familia fue víctima de Chung Le: una deidad milenaria, perteneciente a una familia
de Pokettos llave, que posee gran miembro. Su habilidad es violar cuanto ano se cruza y
deja huellas especiales en los orificios de sus víctimas. Las huellas coinciden con las
encontradas en sus rectos, esta deidad, junto con Kagazote, armaron terrible partuza con los
anos de esta familia.

Dolores Inmaculada:
(Tirada culo para arriba)No lo puedo creer. Era el Poketto ese, lo vi dibujado en los azuras.
Me rompió el culo. Si estuviese con mi esquipo aquí.

Fausto:
¿De qué equipo habla, Dolores?

Nifúri:
Es posible que estén inseminados.

Dolores Inmaculada:
¡Qué! ¿Embarazados?

Nifúri:
Bueno. Algo así. Vera. Yo no debería estar revelando tanta información en este capítulo
pero las cosas se precipitan a gran velocidad y se nos agota el tiempo. Chung Le es el
segundo Poketto que aparece en el día. Kagazote lo liberó irresponsablemente, motivado
por su ira, el Poketto los violó, tal como acostumbre y ahora se ha ido en busca de su
portero, que claramente no encontró acá…
72

Victoria:
¿No encontró acá a su portero? Pero entonces… ¿quién es?

Dolores Inmaculada:
¿Puede ser posible? Es lo que decían esos papeles… ¡Ag! Doctor, deme algo para el dolor
que tengo en el desgarro.

Fausto:
Tranquila Dolores. De a poco se va ir acostumbrando. Es como el dolor de muelas… al
principio duele, duele y después… no quiere que se la saquen. Mire Nifúri, a mí esto de los
Pokettos me tiene sin cuidado, así como el desgarro… en este momento la cuestión es con
mi Madre. Señora, con respecto a lo que dijo ese chino sobre mí y sobre mi hermana…

Victoria:
No es momento, Fausto. ¿Qué es eso de Señora? Estamos viviendo una serie de eventos
terribles y ahora más que nunca hay que focalizar en las cosas importantes. Superar esto y
olvidarlo. Eso(A Nifúri) Doctor, necesito pedirle algo muy importante (por Alejandra) esta
chica… usted comprenderá que es terrible lo que nos sucedió, tal como viene
argumentando… por favor, dígame si hay alguna forma de olvidar todo esto y si la hay,
háganos olvidar ya. Sobre todo a esta chiquita… mire como quedó hecha mierda, pobrecita.

Nifúri:
Mire, la única forma de olvidar que conozco se llama amnesia y para causar el trastorno la
paciente debería sufrir una lesión fuerte en su cabeza…

Victoria:
¿Qué tan fuerte, doctor? (Agarra algún objeto) ¿Puede ser con esto?

Aparece de la nada la doctora Gnomo.

Dra. Gnomo:
Se acabó, Nifúri, escuché todo, maldito ventajero. Usted está revelando demasiada
información. A partir de ahora, yo me haré cargo.

Nifúri:
Dra. Gnomo. Ya me parecía extraño que nadie de la Hermandad Samurái apareciera ¿Qué
hace aquí? ¿Qué pretende?

Dra. Gnomo:
¿Está seguro que se trataba de Chung Le?

Nifúri:
Estoy muy seguro. Pero este no es asunto de ustedes, malditos terroristas. Usted no sabe
cómo enfrentarse a esto. Le voy a tener que pedir que se retire y me deje trabajar en paz.

Fausto:
73

¿Quién es usted? No entiendo nada. Madre ¿Qué haces ahí acomodando a Alejandra?

Dra. Gnomo:
Basta de cháchara, Nifúri. A partir de ahora me haré cargo de las especies llave o me veré
en la obligación de sacarlo del camino por las malas o por las malas. Usted está en mi
territorio, en la tierra de los Pequechis, mis guardines ordinarios, no voy a dejar que los
Pokettos nos invadan así como así. ¡Chicho! ¡Fito! ¡Tinky Winky!

Ingresan dos Pequechis y un Teletubis.

Dra. Gnomo:
Llévense a este doctor Japonés.

Nifúri:
Suéltenme. No saben lo que hacen. Chung Le esta suelta y va a acabar con ustedes en un
santiamén. Va a violarnos a todos si no la controlamos. Vamos a morir desgarrados.

Los Pequechis atrapan al doctor que ofrece un poco de resistencia.

Dra. Gnomo:
Si va a acabar con nosotras que lo haga pronto y una buena violada no nos vendría mal.
Usted es un inútil Nifúri, dejó a Shaymin sola en su laboratorio y Kagazote la libero de su
jaula. Ahora no solo tenemos a Chung Le liberada, dando vueltas por ahí, también Shaymin
se nos escapó.

Nifúri:
Suéltenme.

Lo noquean con un golpe.

Dra. Gnomo:
(A los demás)Y guay ustedes con seguirnos. Que ni se les ocurra. Si pensaron que lo sabían
todo acerca de armas, guerras y diferencias religiosas, se equivocan. Aún falta lo peor… se
avecina una guerra, Círculos enfrentados con toda su artillería… yo que ustedes, preferiría
estar muerta, antes que haber sido inseminada por Chung Le. No saben lo que están
encubando ahí dentro.

El Teletubis habla en su lengua.

Dra. Gnomo:
Tranquilo Tinky Winky. No pasa nada. Vamos a dejarlos sueltos, primero atraparemos a los
Pokettos, luego a los porteros, son más fáciles.

El Teletubis habla en su lengua

Dra. Gnomo:
74

¿Inseminados? No creo que esas cosas se manifiesten todavía. Quedan muchos capítulos y
obviamente lo harán en el momento más dramático, cuando a todos nos convenga (Toma a
Nifúri de los pelos) De este japonés me encargo yo(Al resto) Ya saben, aquí no pasó nada.
Naranja pela china. No vieron ni escucharon nada. Ni mucho menos tuvieron contacto con
este doctor Nifúri. ¡Equipo de la Hermandad Samurái! Retirada comando hacia la ruca de
operaciones.

Se van, haciendo escandaloso y ridículo ruido, el Teletubis en su dialecto, atropellándose


entre sí, por sus trajes incómodos

Escena 11

Fausto:
(A Dolores Inmaculada)¿Qué fue eso? Que alguien me explique qué está sucediendo. No
me siento bien.

Detrás de ellos se escucha un golpe estruendoso. Es Victoria que le ha pegado fuerte en la


cabeza a Alejandra.

Victoria:
Perdón. Se cayó ese objeto sobre la cabeza de tu hermana y parece que se desmayó.

Fausto:
¿Y esa sangre? Señora… mi hermana… está sangrando… (Se desmaya Fausto también)

Victoria:
Perfecto. Dos pájaros de un tiro. Dolores, gran amiga mía y de los condes de Almodóvar,
mira como ya estamos viviendo situaciones extremas juntas, ¡por favor! lleve a mi vástago
a su recamara y recuéstelo para que descanse.

Dolores Inmaculada:
Pero Victoria…

Victoria:
¡Haga lo que le digo!… ¡Por favor!... Amiga.

Afuera se escuchan sirenas, es la policía. Dolores arrastra a Fausto. Ingresa abruptamente


Quezada, semidesnudo, detrás de él, Garay, en las mismas condiciones y más tarde
Martínez, totalmente ebrio y golpeado, luego de la escaramuza en el 33.

Quezada:
Victoria. Dulcinea mía ¿Qué paso? No lo sé, pero afuera esta la prensa. Está llegando la
prensa.

Victoria:
75

Basta de empalago, Quezada. Que por ningún motivo ingrese la prensa. Envía ya, a uno de
tus hombres afuera, a retenerlos.

Quezada:
Martínez. Salga inmediatamente y detenga a la prensa.

Martínez:
Sí señor.

Quezada:
Caperucita erótica ¿Estás bien?

Victoria:
Claro que estoy bien. Un poco violada por un Pokemon chino, pero bien…

Quezada:
¿Pokemon chino? ¿Te crees que soy idiota? Si. Lo soy. Pero no tanto como para tragarme
ese cuento. El responsable de todo esto es Kagazote, él te practico el coito chino ¿Estoy en
lo cierto?

Victoria:
Basta, Quezada. Si. Él es el responsable. Pero relajemos un poco. Ya me encargaré de ese
chino traidor, personalmente. Tengo una carta guardada bajo la manga, dedicada a él. Ahora
me preocupa otra cosa. Quedó el quilombo en mi casa, necesito reorganizarla, está todo
hecho un desconche. Dile a ese Garay que me ayude a acomodar un poco. (Quezada hace
una seña, Garay obedece, no sabe que acomodar) Y tú… ayúdame con esta (por
Alejandra) que pesa un montón.

Quezada:
Victoria, quiero aprovechar para decirte algo…

Victoria:
Quezada. ¿No puedes ser más inoportuno? No ves que tengo el culerío de cosas que
enmendar y tú me vienes en este momento con declaraciones… vienes así, todo revolcado,
pasado a colonia Pino Colbert de Garay… ¿crees que no me doy cuenta? Es hora de
confesarlo… ¿se te queda la patita atrás? ¿Pateas para los dos lados?…

Quezada:
No pienses mal, brujita mía encantada ¿Cuento que fue lo que ocurrió? Estábamos con
Garay, sí, en su casa, entrenando…

Alejandra se despierta. Victoria grita del susto. Quezada saca el arma, Garay también, la
apuntan. Alejandra se incorpora de a poco. Tensión.

Victoria:
Bajen esas armas, idiotas… Alejandra… Alejandra ¿estás ahí?
76

Alejandra camina hacia el centro del escenario en estado zombi.

Victoria:
Alejandra… (Con mucho esfuerzo) Hija… hijita… ¿me oís?

Alejandra atrae a Garay como por arte de magia. Lo toma del cuello y le quita su arma.
Lo empuja lejos. Luego provoca un apagón de luces.

Quezada:
¿Qué ocurre? Victoria… ¿pagaste la luz?

Se escucha un tiro y luego muchos gritos. El apagón y el silencio duran unos segundos.

Escena 12
Cuando se enciende, el tiempo vuelve atrás, pero esta vez nos vamos afuera y vemos a
Martínez salir del caserón de los Cornejo Mejía y detener a la prensa.

Martínez:
Un momento periodistas marca chifles, ustedes no pueden ingresar. El perímetro esta
circundado.

Eduardo Iriarte:
¿Está qué? Déjenos pasar al caserón, agente. El pueblo quiere saber de qué se trata.
Queremos saber… la verdad de la milanesa.

Martínez:
Ningún milanesa. Tengo órdenes precisas de no dejar pasar a nadie. Menos a periodistas
inmiscuidos en asuntos del mundo del crimen que no le pertenecen.

Eduardo Iriarte:
Bien. Cómo usted diga. Usted es la ley y la ley está hecha y está por encima del cuarto
poder. Pero sepa que la información no tiene dueño, no le pertenece a nadie y ella se las
arregla para llegar al televisor de cada señora en sus hogares, así sea que usted lo permita o
no. Y ya que estamos por lo menos conteste alguna de mis preguntas.

Martínez:
¿Hizo preguntas? Ah. ¿Ya está grabando? ¿Dónde? ¿Ahí? ¿Está grabando? Ah sí…
Bueno…

Interrumpe Una Señora Cualquiera, vecina de los Cornejo Mejía.

Una señora cualquiera:


Yo vi lo que paso.

Eduardo Iriarte:
77

Un momento, acaba de aparecer una señora cualquiera, ya le tomo nota. Estamos en las
afueras del Caserón de los Cornejo Mejía, que como todos saben Patricia, ayer sufrieron
saqueos en uno de sus supermercados. Saqueos en manos de una revuelta ocasionada por
los vecinos de la Villa Los Come Tripa Cruda. Al parecer las desgracias no cesan para esta
familia ya que hace unos instantes fueron violentados en su propia casa. Esta familia
poderosa, a quien todos envidiamos, enfrenta hoy, la violación de sus derechos, la violación
de su propiedad privada...

Una señora cualquiera:


La violación de sus rectos

Eduardo Iriarte:
Si. Tenemos aquí a una vecina, una señora cualquiera, que parece haber sido testigo de lo
sucedido ¿Qué tal? ¿Es usted vecina de los Cornejo Mejía o simplemente una señora que
pasaba?

Una señora cualquiera:


Vi a un chino meterse aquí. Llegó, escaló las paredes. Era como que caminaba por las
paredes. Como el bicho del exorcista ¿vio?

Eduardo Iriarte:
No vi el exorcista.

Una señora cualquiera:


Bueno. Como en las películas de chinos, que los chinos parece que vuelan. Bueno. Una
cosa así. Vi a ese chino llegar y se metió en la casa y después eran puros gritos de
desgarro…

Eduardo Iriarte:
¿Gritos del chino?

Una señora cualquiera:


El chino también gritaba unas cosas, todas cosas chinas… Cuando de repente veo una luz,
un fulgor… así, como fuegos artificiales, chinos, que salía por las ventanas. No. Era
impresionante. Así que fui y llamé a la policía…

Se apagan las luces.

Eduardo Iriarte:
¿Qué paso? Corte general en toda la ciudad.

Se escucha un tiro y luego muchos gritos. El apagón y el silencio duran unos segundos.

Escena 13
78

Cuando se enciende, el tiempo vuelve atrás, pero esta vez nos vamos a la habitación de
Fausto, a la cual ingresa, arrastrado por Pablo Montonazo o Dolores que es lo mismo.

Dolores Inmaculada:
Vamos hijo. Solo un poco más y ya estamos en la camita. (Lo acuesta) Ahí está. Ahora sí.

Le saca algunas ropas. Fausto se despierta pero finge estar moribundo.

Fausto:
¡Papá… papá!

Dolores Inmaculada:
¿Qué pasa, hijo?

Fausto:
¡Ja! Me da risa que usted me diga hijo, Dolores. Nada, por un momento se me cruzó la
imagen de mi padre a quien no conocí nunca.

Dolores Inmaculada:
¡Ah! Veo que se recuperó… hijo… sí… es una manera cariñosa de llamar a los patrones
jóvenes, que tenemos las nanas.

Fausto:
¡Mm! Las nanas cariñosas. ¡Qué bien suena! (Fausto le empieza a correr mano por debajo
de la pollera) Y… ¿es cierto lo que dicen de las nanas cariñosas?

Dolores Inmaculada:
Hijo, por favor. Usted se confunde… yo…

Fausto:
(Que ya lo tiene muy acorralado, metiéndole sus manos bien adentro) Si. Quiero
confundirme con usted Dolores. Quiero que nos confundamos. Eres tan excéntrica yegüita,
esa violación del chino me dejó al palo, quiero seguir…

Dolores Inmaculada:
No, hijo ¡por favor!

Fausto:
Si… Ven aquí, negra… (De repente le tantea el bulto, ambos paralizan el forcejeo) ¿Eh?
(Apretándole el bulto) ¿Y esto?

Se apagan las luces.

Dolores Inmaculada:
No apague las luces ¡por favor! Sufro de vértigo. ¡Ah! ¡Ah!... ¡Um!

Se escucha un tiro y luego muchos gritos. El apagón y el silencio duran unos segundos.
79

Vuelve la luz. El laboratorio de Mercedes Sprinter.

Escena 14

Dra. Gnomo:
¡Assalamualaikum!41Señor.

Dr. Mercedes Sprinter:


¡Waalai kum waassalam Rahmatu Groudón!42

Dra. Gnomo:
Mire a quien le traigo. Lo encontré revelando información a esa familia. Efectivamente se
trataba de Chung Le y tal como usted suponía, el Poketto estaba en manos del chino
Kagazote.

Dr. Mercedes Sprinter:


Perfecto. ¿Así que Nifúri se nos estaba aventajando y pretendía atrapar a los Pokettos llaves
antes que nosotros?

Dra. Gnomo:
Así parece. Apenas oyó que el chino Kagazote liberó a Chung Le, se arrojó a la casa de esa
desdichada familia en busca del Poketto. Ya tenía a Shaymin, pero Kagazote se le metió en
el laboratorio y lo liberó. Nifúri dijo que la niña de la villa es la portera de Shaymin, tiene
la marca y la encontró en la pokebola, pensando que era un huevo kinder ¿quiere capturar a
esa indigente, doctor?

Dr. Mercedes Sprinter:


No, Gnomo, capturarla no, primero los bichos. Hay que hacer guardia alrededor de esa
niña, si el Poketto Shaymin escapo y la niña es la portera, esa coneja volverá hacia ella. El
problema es Chung Le. Kagazote lo tenía, tenía la pokebola, pero no era el portero. Estoy
seguro.

Dra. Gnomo:
El Poketto alcanzó a inseminar a esas personas. Hasta donde tengo entendido, la
reproducción de Chung Le puede darse en cualquier momento.

Dr. Mercedes Sprinter:


Lo sé. Debemos tener listos a nuestros mejores cazadores, los más obedientes, los más
comprometidos (Por Chicho, Fito y Tinky Winky) ¿Cree que será suficiente con estos…
tres?

Dra. Gnomo:

41 Saludo en el Islam, significa: ‘La paz sea contigo’. Se pronuncia así: "sah-lah-moo ah-lay-kum"
42 Respuesta al saludo, significa: ‘y que la paz sea contigo junto con la misericordia de Groudon’. Se
pronuncia así: ‘wah-ah-lay-kum sah-rah lam wah-mah-too Groudon’
80

Son los mejores guardianes ordinarios que tiene La Meca, Dr. Sprinter. Manejan las artes
del terrorismo más avanzado y están absolutamente involucrados con la causa, harán lo que
sea por la ascensión definitiva del supremo y la conciliación de una buena vez, de nuestro
Estado Poketto, Neuquén, tierra nueva, tierra prometida, faro del mundo.

Dr. Mercedes Sprinter:


¡Perfecto! (A los Guardianes Ordinarios) encierren a ese cirujano japonés Nifúri, con
cuidado, el pertenece al Circulo Satoshi. Maldito bando opuesto, tienen al mejor conocedor
Monsutta. Nifúri sabe algo que nosotros no sabemos Gnomo, estoy seguro. Eso le concede
el valor necesario como para mantenerlo con vida y bajo control obrera.

Dra. Gnomo:
No soy obrera, lo hago por honor, nadie me paga.

Dr. Mercedes Sprinter:


Cierto. Este cirujano va a sernos muy útil cuando juntemos las cuatro llaves con sus cuatro
porteros y reanimemos el ritual del que emergerá Groudon. Hay que vigilar a Samanta la
indigente, a la familia Cornejo y estar atentos por si aparece Chung Le.

Dra. Gnomo:
¿Qué hizo con el viejo des criogenizado, doctor? ¿Sigue fingiendo ante él?

Dr. Mercedes Sprinter:


Claro que sí, sigo siendo un idiota para él. Ahí lo tengo, Dra. Dormido una vez más, por
entrometido. Se le dio por revisar mis apuntes. Este viejo sigue obsesionado con sus riñas
añejas, esta enceguecido con su familia y por supuesto quiere deshacerse de ella. Su único
interés gira alrededor de la fortuna de su hija. Como si todo ese dinero fuese a resarcir el
deseo constante que le viene, de torturar a sus consanguíneos. Pobre infeliz, ni se imagina
lo útil que nos está siendo.

Dra. Gnomo:
¿Va a dejar que liquide a su familia, doctor?

Dr. Mercedes Sprinter:


Por supuesto que no. Tengo la sospecha que lo que Nifúri sabe o se enteró, es que en esa
familia hay un portero oculto, mi querida Dra. Por algo le dieron a Kagazote la custodia de
esa pokebola. Por algo no quisieron tenerla en casa. En cuanto a este viejo… necesitamos
su cuerpo para inseminar a la tercera llave. No olvide que yo congele a Snorkflakes, el
tercer Poketto y voy a sembrarlo en el cuerpo de este viejo. No tiene la marca, pero si mi
experimento funciona, Snorkflakes reaparecerá. Para eso me lo fume congelado, ocupando
lugar en mi preciado laboratorio, tanto tiempo. Solo era posible asegurar un bioma con esos
niveles de nitrógeno, poniendo el cuerpo al congelador todo estos años.

Saca un pokebola, con Snorkflakes adentro.

Dr. Mercedes Sprinter:


81

Tranquilo Snorkflakes. Pronto andarás revoloteando con tus amigos. Las cosas van
mutando más rápido de lo que esperaba. No provoqué todo ese saqueo al chino para ver
como este viejo cobraba una venganza personal y polillienta, lo hice para que Kagazote se
sintiese lo suficientemente humillado, para que sienta como la gente de este pueblo y esa
familia, trapea el piso con él y así liberara de una buena vez a Chung Le. Lo que aquí se
cuece tiene un tamaño incalculable, Dra. Vamos a cumplir con las leyes que nuestro
supremo nos dejó escritas de una buena vez y vamos a formar nuestro Estado Poketto, tan
perseguido Dra. Tan anhelado con la sangre de los nuestros…

Dra. Gnomo:
¿Qué va a pasar cuando despertemos a Groudon, señor?

Dr. Mercedes Sprinter:


Terremotos, Dra. Gnomo. Eso va a pasar. Terremotos.

Los Pequechis y el Teletubi, festejan.

Continuará
Fin del episodio III

Dineral. Episodio IV
Costoso protagonismo

Escena 1

Lucho, Mirta, Beto Grannabo y La señora de la villa.

Mirta:
Bueno y visto y considerando que las cosas se van poniendo cada vez más difíciles con el
cierre del supermercado chino, la usencia de cartones y el consumo exacerbado que hemos
hecho de los productos saqueados, nuestra extrema pobreza también nos obliga a
organizarnos mejor y es por eso que me propongo como presidenta de esta nueva comisión
82

vecinal que hará junto con la gestión de Anita Pichón 2016, un verdadero cambio en
nuestras condiciones inferiores de vida…

Aplauden todos, menos Lucho.

Lucho:
Para, para. ¿Qué estamos haciendo?

Mirta:
Estamos haciendo elecciones presidenciales para que esta villa tenga una comisión vecinal
y en vista del aplauso que me han dado, veo que todos están de acuerdo en que sea la nueva
presidenta.

Lucho:
No me refiero a eso. Me refiero a… ¿Qué es esto de la comisión de la Villa? ¿Para dónde
va? ¿No se dan cuenta lo que está pasando aquí?

Señora de la villa:
¿Qué está pasando?

Lucho:
Que hace un montón de capítulos que no salimos (por la Señora de la Villa) A usted no la
recuerdo y de repente nosotros, aparecemos con esta idea que vaya a saber si tiene futuro.
Estamos cada vez más discriminados.

Aparece el Falso Seba Fanello.

Falso Seba Fanello:


¿Qué pasa que no están laburando?

Beto Grannabo:
Nada, nada, lo de siempre. Lucho tiene razón.

Falso Seba Fanello:


¿Qué es lo de siempre?

Mirta:
Bueno sí, eso. No lo había pensado, estaba entusiasmada con los resultados de las
elecciones, pero al parecer no sabes que mierda hacer con nosotros. Aparecimos re poco
cuando esta mierda empezó y desde entonces estamos boyando ahí atrás de escena,
haciéndole el mate a la gilada, comprando el speed y esas cosas. Y ahora esta idea de la
comisión, lo de presidenta zafa, pero…

Falso Seba Fanello:


¿Cómo así? ¿No te gusta ser presidenta?
83

Mirta:
Es que...

Beto Grannabo:
A la mierda la presidenta… lo que dice esta y este, están en lo cierto. Salimos en el primer
capítulo y después nada. En cambio hay otros que ya tienen infinidad de parlamentos, se
nota la preferencia. ¿Qué onda? ¿Cuántas veces hicieron el casting sábana? Tenía razón el
crítico ese.

Falso Seba Fanello:


Paren un poco, a ese crítico lo mandaron de otro teatro a boicotear esta movida. Está
empezando el cuarto, cualquier cosa puede pasar. Estoy tratando de dejar cosas abiertas
para tener con que…

Lucho:
Abierta tu raja. No nos vengas con ese chamuyo viejo de justificar todo lo que pones en
escena. A hacerse cargo. Nos queda más que claro que tenés preferidos y que en esas
preferencias o en esas ‘cosas cualquiera’, que puedan llegar a pasar, nosotros no estamos
incluidos. Mucha gente ya anda diciendo que en el tres, te fuiste al carajo.

Beto Grannabo:
Sumaste a un montón de nosotros que te vinieron bien en un momento y después nada. Nos
empujaste por el borde como si nada… al costado del camino… cada vez más y más
marginales.

Falso Seba Fanello:


A ver y… ¿qué quieren?

Mirta:
Un aumento de protagonismo.

Lucho:
No. Profundización, yo quiero profundización en mi personaje.

Beto Grannabo:
Yo quiero ponerme en bolas.

Falso Seba Fanello:


¡Okay, okay! Paren. Confieso que les he dado poca pelota a ustedes. Pero no es verdad que
no los esté tomando en cuenta. Simplemente estaba esperando el momento en que sea
conveniente que re aparezcan…

Mirta:
¿Y por eso nos tenés sirviendo el café a los otros?

Lucho:
¿Cuál es la verdad entonces? Desembúchala… ¿qué va a pasar?
84

Falso Seba Fanello:


No lo sé. Las cosas se auto organizan solas. Yo mismo estoy participando poco.

Mirta:
Okey, me cansé. ¿Vos te crees que la gente es tarada?

Pausa.

Mirta:
Vos sos falso.

Falso Seba Fanello:


¿Qué?

Lucho:
Eso. Vos no sos el verdadero…

Falso Seba Fanello:


Esperen… ¿qué hacen?

Lucho:
Lo que te dijimos, que vos no sos el verdadero. A vos te mandan acá a poner la cara por las
cagadas que está haciendo otro. Queremos que dé la cara. (Gritando a lo alto o hacia
cualquier lado) Queremos ver al responsable de esta historia poronga o este pedorro muere
(Lo agarra del cuello)

Irrumpe Zulma. Esta increíble. Viste la típica extravagancia que se pone la gente new rich.

Zulma:
Paren las rotativas. Suelten a ese don nadie. Volví.

Conmoción.

Lucho:
¡Wow! No lo puedo creer… ¿Zulma? ¿Eres tú? Pero que cambiada, estas hecha una new
rich, finalmente cobraste el dinero del Kino.

El Falso Seba Fanello aprovecha para retirarse sin que lo vean.

Zulma:
Claro que soy yo y claro que lo cobre y me pegue una tuneada, porque a partir de ahora, las
cosas serán diferentes para mí y van a cambiar mucho para ustedes, pestilentes ¿Cómo estas
hermanita?

Mirta:
85

Hermana. Apareciste y que cierto… tan… cambiada… Bien, estamos bien… tuve que
hacerme cargo de esta familia, de los quehaceres en el rancho y todo eso… tu marido llamó
¿Lo recuerdas? Ese que me quitaste, para sopetear con él y quedarte embarazada ¿Lo
recuerdas? Lo has nombrado antes, varias veces, remarcando que nunca volvió del Cairo,
prefirió quedarse y revolcarse con unos invertidos… bueno, ese, llamó. Supo de tu golpe de
suerte, que reventaste la banca y quiere verte, es obvio, ahora tienes plata, seguramente se
te enamore de nuevo…

Zulma:
¡Mira tú! No tenía idea que el imbécil de mi marido se había comunicado. No me extraña.
Le deben haber bajado todos los hermosos recuerdos con su familia y las ganas de
visitarnos apenas supo lo del dineral que cayó en mis manos ¿Qué más?

Mirta:
No mucho más. Hicimos elecciones de comisión vecinal de la villa. Me nombraron
presidenta, un puesto que te hubiese encantado para andar codo a codo en la campaña con
Anita Pichón.

Zulma:
¡Mm! Veo que estas escalando, como siempre quisiste.

Mirta:
Si. ¡Ah! Y Samanta… ¿te acordas de esa lauchita de hija que dejaste tirada en el camino?
casi muere. Se reventó su apendicito ¿sabes?…

Zulma:
Sí, sí. Se todo acerca de Samanta. No me hagas un resumen sobre ella, me mantuve
informada.

Lucho:
¿Es cierto entonces que te ganaste el Kino?

Zulma:
Es muy cierto, Lucho, soy multimillonaria. Mi vida ha dado un giro infernal, una peripecia
de esas que nadie espera, como la que les traigo a todos ustedes, habitantes de estas
pocilgas

Lucho:
¡Oh! Puedo sentirlo. Puedo sentir como esta suerte que te ha tocado en… suerte, nos va a
beneficiar a todos, como buenos vecinos que hemos sido siempre, en las buenas y en las
malas apoyándonos, sosteniendo las chapas entre todos cuando el viento ha intentado
llevárselas. Dinos ya ¿de qué se trata?… ¿de cuánto estamos hablando?…

Zulma:
Nada que ver. Lamentablemente para ti, querida aspiradora de tolueno, no es una buena
noticia. En realidad, no es una buena noticia para nadie, creo, solo para mí. Igual, supongo
86

que están acostumbrados a las desgracias y no será esta la única y la última que reciban…
Señoras y señores, escuchen bien lo que tengo para decirles…

Mirta:
¿Qué noticias? Habla de una vez… zorra

Zulma:
Compre esta villa mugrienta, porque voy a hacer negocios con unos inversionistas
extranjeros que van a poner acá un resort, un resort que llevará mi nombre: Zulma Resort.
Así que se imaginaran que tienen que agarrar sus trapitos y mandarse a mudar lo antes
posible. Ah y traten de no hacerme la revolución popular de la toma ¿sí? Evitémonos
agregar un capítulo, que por lo demás, ya sabemos cómo terminaría… evitémonos meter en
esto al hidrante y a mis nuevos amigos de la policía… ¿Querían más? ¿Querían más
participación? Ahí tienen más… Los quiero a todos preparando el éxodo de la Villa Los
Come Tripa Cruda. Los quiero a todos de patitas en la calle…

Beto Grannabo:
Pero… tú no puedes hacernos esto, no tenemos donde ir

Zulma:
Ese no es mi problema, actor de segunda… Mañana mismo me pego otro paseo por acá… y
más vale que ya no estén, ni ustedes, ni el olor a rancio que los identifica. Repito, por una
cuestión de remate dramático… ¡disfruten este último tiempito en la Villa Los Come Tripa
Cruda, porque mañana va a desaparecer, junto a ustedes y su mugre! (Risa diabólica,
música terrible. Sale)

Los personajes quedan un segundo, hechos mierda. Muy dramático, ojos llorosos, música
del género. Con la música se repiten en off al estilo angelical y con eco, los pedidos que
estos personajes hacían de mayor participación en la obra.

Mirta:
Córtame la música. (La música se corta con un backspin) Es obvio que hay que asesinarla
¿No?

(Pausa. Se miran)

Lucho:
Si. Re obvio.

Señora de la villa:
Yo tengo un ithaca en mi casa.

Mirta:
Y porque no lo dijo antes, señora de la villa. Vaya a buscarla. (La Periodista va y vuelve de
toque con la ithaca) ¿Qué estamos esperando? Esta es mi primera decisión como presidenta
de barrio. Vamos a reventar a esta conchuda, pero antes asegúrense de sacarle hasta el
87

último peso. Provocadora de mierda. No vamos a permitir que esta yegua nos pase por
encima.

Todos:
Eso. Vamos. Conchuda de mierda. Hija de la mierda… conchuda (Salen)

Escena 2

Se cruzan con Samanta, el Chula y Vicentico.

Samanta:
(Deteniendo a Mirta) Tía… ¿A dónde vas? ¿Se sabe algo de mi madre?

Mirta:
¡Em! Si Samanta, basta de mentiras en esta tira estúpida. Tu madre estuvo aquí, recién.

Samanta:
No lo puedo creer. ¿Escucharon eso, hermanos marginales?

Chula:
Si Samanta. ¡Qué genial! Apareció tu madre ¿tendrán algo que comer en tu rancho?

Vicentico:
¡Increíble, vivíamos en la misma villa y no nos habíamos visto antes!

Samanta:
Si. Tampoco yo los había visto. ¡Qué chico es el mundo!

Mirta:
¿Ustedes son los hijos del Lucho? Vicentico y el Chula, los famosos lavacoches.

Vicentico:
Así es. Vivimos en un pañuelo… un rancho hecho con pañuelos

Chula:
Vivimos en un tuper… sin comida

Samanta:
Dime tía ¿Mi madre dejo algo dicho para mí? ¿Me dejo algo del dinero que se ganó en el
Kino? ¿Dónde puedo encontrarla?

Mirta:
¡Ay! Sobrina, que ilusa sigues siendo, te ha pasado de todo y es increíble que aun sigas
teniendo un poco de consideración por esa que te abandono con convulsiones, tirada y con
el apéndice reventado, infectando el resto de tus órganos. Tu madre no ha dicho, ni ha
dejado nada para ti. Vino aquí con las intenciones de corrernos para instalar acá un resort
88

que llevará su nombre, se las agarró violentamente con toda la Villa, nos agredió y nos
pidió el éxodo.

Chula:
¿Qué es eso? ¿Se come?

Vicentico:
El éxodo, hermano. Nos quieren rajar a la mierda, nos van a desalojar. Debemos migrar sin
rumbo en búsqueda de otros terrenos a tomar.

Mirta:
Eso. Lo que dice este trapo. Así que lo siento por ti sobrina convaleciente, pero esa tropa de
vecinos que salió iracunda hacia allá, en el preciso instante en que ustedes entraban, iba
directo a la búsqueda de tu madre para lincharla. Y sin más, me despido atentamente,
porque así como el resto, yo no voy a dejar que esa yegua, por más madre tuya que sea, me
quite el rancho, lo único que tengo, así que voy y me uno a la tropa de linchamiento. (Sale)

Samanta:
¿Se dan cuenta, amigos? Toda la Villa se ha puesto en contra de mi madre y ahora la van a
linchar porque a ella se le ocurrió instalar justo acá un resort con su nombre. Tengo que
encontrarla antes y convencerla para que cambie de opinión o sino estos vecinos
enfurecidos me la van a entregar por pedacitos. ¡Ay, Diosito! No veo las horas de presenciar
el ocaso de este padecimiento, comenzado allí, con mi Coneji, en el primer capítulo. (Sale)

Chula:
(Luego de una pausa tras haber escuchado con atención a Samanta) ¡Qué lindo habla!

Vicentico:
(Que se ha enamorado un poco de Samanta) Si. (Mira con sospecha a su hermano)
¿Chula?

Chula:
¿Qué?

Vicentico:
¿No te estarás enamorando?

Chula:
¿Enamorarme? ¿Yo? No seas tonto hermano. Samanta es como los espejismos que suelo
visualizar por el hambre, pero real. Con la mayoría de esas alucinaciones hablo, entonces
cuando apareció ella, mis charlas dejaron de ser imaginarias. Por momentos conectamos
mucho y siento estar experimentando esa suerte de intercambio empático que todo el
mundo llama amistad. Como todo en mi vida, a los segundos, lo real se desvanece para
volverse nuevamente inalcanzable y vuelvo a foja cero. A quedarme sin nada. Son las
pequeñas oportunidades que me da lo ilusorio de tener experiencias reales. Como verás, no
podría decirte que mierda me pasa con esta piba. Solo una cosa puedo asegurarte,
hermano… tengo hambre, no he dejado de tener hambre desde que todo esto empezó y
89

desde hace rato que no pruebo más que un queso ramolac desparramado en el suelo… Así
que, no sé tú… pero yo… me voy a revisar la ranchería, en una de esas salta alto fiambre…

Vicentico:
Te acompaño.

Escena 3

La casa de los Cornejo Mejía. Todos alrededor del cuerpo de Alejandra.

Victoria:
Bueno. Ya fue. Se pegó un tiro la pendeja. Calabaza, calabaza, váyanse todos para sus
casitas, acá no pasó nada. Usted Quezada se queda y me cumple con sus funciones de
policía en estos casos.

Fausto:
Hermana… (A Victoria) ¿Qué has hecho madre? no quiero sonar melodramático pero esto
es por tú grandísima culpa. La chica esta, no resistió la noticia que nos arrojó el chino
Kagazote, junto con la maldición y se puso el balazo.

Pablo Montonazo:
¿Qué noticia?

Fausto:
¿Cómo? ¿Usted no escucho nada, Dolores?

Vitoria:
¡Ay, Fausto! Dejemos esa conversación para después te dije, no es momento. Tu hermana
me está manchando el piso con esa sangrecita que vaya a saber una a que familia le
pertenece. Y en cuanto a resistir ¿Quieres que hablemos de resistencia? Ayer, después de
fumarme los saqueos que devastaron mi hermoso supermercado chino, me tuve que fumar
que el encargado, Kagazote, un chino rescatado de inmigración al cual le ofrecí un
suculento puesto de trabajo, nos echara una maldición que al parecer nos dejó secuelas
después de habernos roto el orto a todos. ¿Sigo? Un rato después cae ese tal cirujano Nifúri
y cuando nos estaba curando y diagnosticando para saber que mierda tenemos, de la nada
sale una loca con dos Teletubis y un peque y se lo raptan. ¿Resistencia? Ahí tienes. Ya está.
La boluda de tu hermanita se pegó el tiro por blandita y por propia voluntad. No se la bancó
¿qué le vas a hacer? Tengo un montón de testigos.

Quezada:
¿Si se refiere a mí cuando dice testigos? Si señores, yo vi todo.

Fausto:
Usted no vio casi nada, Quezada. Llegó tarde y a lo último. Voy a hacerte caso, madre, con
el tema de la conversación pendiente, pero no pasa de hoy que tendremos esa charla y por
90

otro lado, tienes razón, ayer esta casa se volvió una pasarela de personajes extraños… es
lógico que la pobre de Alejandra no haya resistido… era medio corta, pero hermana al fin.

Victoria:
¿Ves lo que te digo? Así me gusta. No la toquetees tanto que te podes manchar y no andes
dejando tus huellas por ahí porque después estos casos se complican y te andan citando a
declarar a cada rato.

Garay empieza a reír. Ríe un rato. Todos lo miran.

Victoria:
(Reparando en Garay) ¿Y a este? ¿Qué mierda le pasa que se ríe de esa forma?

Quezada:
Eso. Cuente el chiste así nos reímos todos.

Garay:
No, no. Me causó gracia que usted, Quezada, dijo ‘yo vi todo’ porque recuerden que la luz
se apagó cuando se escuchó el disparo y no se veía nada. Si bien todos vieron cuando la
joven me sacó el arma de la mano y me empujó, alguien con la velocidad de una ardilla
pudo habérsela arrebatado en la oscuridad, pegarle el tiro y dejar el arma nuevamente en la
mano de la víctima.

Fausto:
¿Qué hace? ¿Se incrimina? Usted era la persona que más cerca estaba en ese momento, por
más empuje que le haya pegado mi hermana. Alejandra no era tan fuerte como para haberlo
arrojado a tanta distancia de ella.

Garay:
No sabría decirle a cuantos metros de distancia me apartó… pero que me apartó, me apartó,
sacó fuerza de no sé dónde.

Fausto:
¡No sé, no sé, Garay! Además se mató con su arma. Nadie mejor que el dueño de un arma,
para manipularla en plena oscuridad.

Quezada:
No, joven y robusto Fausto. Olvídelo. Garay es un queso. No sabe usar la reglamentaria.
¿Por qué se lo digo? Recuerde que varias veces disparo a cualquier lado bajando cabezas
que nada que ver.

Victoria:
Cállense todos y dejen de fantasear ¿quieren? Mire que en un cortesito de luz, tan breve,
alguien va a poder hacer eso. No jodan. Quezada, dígale algo a su ex empleado que no
invente posibilidades disparatadas. Esta criaturita se pegó la biaba sola y punto.

Quezada:
91

Cállese, Garay. Usted no puede opinar. Recuerde que esta apartado de la fuerza.

Victoria:
Así me gusta. Ahora, Quezada, levante el fiambre y retírelo, que tengo, por fin, que poner
orden en esta casa.

Quezada:
Lo siento, oruguita sedosa, pero no puedo hacer eso. ¿Por qué no? Porque hay
procedimientos legales que un buen hombre de la ley debe cumplir y como ese es mi caso,
yo no puedo mover al occiso, hasta que no llegue el forense y determine su muerte.

Victoria:
Me estas jodiendo, pelado forro. ¿Cuánto voy a tener que esperar? ¿Otro capítulo?

Martínez:
Disculpe señora. Pero me tomé el atrevimiento de llamar al perito forense apenas vi el
cadáver en su living para ir apurando los trámites.

Ingresa el perito forense.

Forense:
¡Qué tal! Soy el perito forense.

Victoria:
¡Una genialidad! ¡Bravo! Ahí tiene su trabajo perito médico forense. Apúrese. (Por
Martínez) Pero que eficiente este súbito. Venga para acá Martínez que le doy su premio
(Martínez se acerca y ella lo besa) Ahí tiene. (Martínez sale feliz. A Quezada) ¿Ve?
Aprenda de su junior que se adelantó para que podamos avanzar rápidamente en los papeles
de defunción de la chiquita. Tengo mucho que hacer yo, Quezada, aunque no parezca, tengo
mucho que hacer. (Al Forense) ¿Qué pasa que me deja el ‘tomuer’ acá? Sáquemelo.

Forense:
Me va a tener que disculpar señora pero creo que ‘tomuer’ no es una palabra adecuada para
este caso.

Victoria:
Mire Forense, le pido por favor que mantenga la distancia, yo a mi hija le digo como
quiero, por más muerta que la tenga en el living.

Forense:
No se lo decía en ese sentido. Me refiero a que su hija no está muerta.

Todos:
¿Qué?

Forense:
92

Eso. A simple vista esta señorita no presenta ningún signo vital, sumado a la sangre y sobre
todo al agujero que dejó esta bala en su cabeza el panorama es muy desalentador. Sin
embargo respira, muy poco, de manera dificultosa, pero respira y sus pulsaciones y ritmo
cardíaco están intactos.

Toma la bala del charco de sangre.

Fausto:
¿Pero… cómo mierda?

Forense:
Ninguna mierda. La bala fue expulsada por el torrente sanguíneo y salió sin problemas por
el otro lado del agujero. Al observar la herida de cerca, puedo ver que no comprometió ni
siquiera la estructura ósea craneal de la joven. La bala atravesó una malformación dérmica
en la zona del parietal, un montículo de grasa y sangre que su hija tenía en su lado derecho
de la cabeza. Estas anomalías son parientes cercanos de los quistes. Si mi diagnóstico es
acertado, puede ser que su hija hasta se haya mejorado. Estos quistes producen una suerte
de jaqueca interna, que no duele, pero retrasa el coeficiente intelectual de las personas.

Fausto:
Si. Mi hermana tenía eso.

Forense:
Muy bien. La vamos a trasladar a la clínica de todas maneras, para mantenerla en
observación. Yo mismo me ocupare de ella. Me interesa revisar el caso en profundidad y
estar totalmente seguro que no habrá riesgos. No se preocupe señora. Le devolveré a su
hija, sana y salva.

Victoria se desmaya.

Escena 4

La mansión de Zulma

Zulma:
¡Alfred, Alfred! ¿Dónde se mete este hombre?

Aparece Alfred. Es el mayordomo de Zulma. Un musculoso trabado que además de ser


mayordomo cumple con otras funciones: es sicario y stripper.

Alfred:
¿Llamó usted, señora?

Zulma:
Si. A los gritos.
93

Alfred:
Dígame.

Zulma:
Rápido Alfred. No hay tiempo que perder, esos subnormales de la villa vienen detrás de mí
para lincharme. Me avisó mi informante.

Alfred:
Ah, no sabía que tenía un infiltrado.

Zulma
No lo tenía, me lo hice en el camino, cuando salía de la villa. No hay nada que un buen toco
de billetes no consiga, lubricado mayordomo mío.

Alfred:
¿Qué hacemos con ellos señora?

Zulma:
Muy simple. Limpiarlos. Y que no quede ni una sola manchita de esos asquerosos en mis
baldosines del pórtico. Esos mugrientos dejan su rastro en todos los lugares por los que se
arrastran. Al primer indigente que toque el timbre, me le vuelas la tapa de los sesos, sin
preguntas.

Alfred:
Como usted diga señora.

Salen. Entra Samanta.

Samanta:
Qué bueno que aun puedo correr más rápido que esa turba de vecinos enojados. También
estoy feliz porque mi herida de la intervención quirúrgica ni se abrió con tanto ejercicio y
tan poco reposo. (La muestra, está toda parchada) ¡Qué increíble! Y que excelentes
resultados que arrojó mi búsqueda preguntando a la gente de la calle si vieron pasar a una
señora con pinta de new rich. Por los datos arrojados por esa gente lindísima, la dirección
de mi madre debe ser… ¡esta! ¡Wau! Qué casa más, grande y que hermosos baldosines
tiene en el pórtico. ¡Ufa! Me va a dar pena ensuciarlos con estas tabas que han hecho suela
nueva con la mugre que van acumulando. No importa. Todo sea por ver a mi madre que
seguro se pondrá feliz en nuestro reencuentro. Voy a entrar, de seguro habrá un timbre con
un sonido estruendoso y lindo que tendré que tocar. (Entra a la casa, que en este caso es lo
mismo que decir, sale de escena)

Suena el timbre de la casa de Zulma.

Zulma:
(Asustada) ¡Eh! ¿Escuchaste?

Alfred:
94

Si, señora. Es uno de ellos. No cabe duda.

Zulma:
Muy bien ¿Cómo lo piensas matar? No quiero chorrazos de sangre salpicados en todo el
frente.

Alfred:
Está bien. No uso mi rifle con silenciador. La voy a estrangular. Si es solo una persona, lo
chequeo por la mirilla de la puerta, abro y la estrangulo de inmediato. Son unos segundos.

Zulma:
Perfecto. Vas a necesitar guantes ¿Tienes?

Alfred:
Por supuesto que sí. Soy un profesional. ¿Le gustan estos?

Suena nuevamente el timbre.

Zulma:
Me parecen perfectos. Te quedan divinos.

Alfred:
Gracias, señora.

Zulma:
Pero basta de mimos que me pongo cachonda. A lo tuyo. Límpiame el pórtico.

Alfred:
Así será. (Se dirige a la puerta y espía por la mirilla) Tal como imaginábamos… es una
sola persona.

Zulma:
Perfecto. Que te quede bien estrangulada.

Suena nuevamente el timbre. Pausa. Alfred y Zulma se miran. Alfred dirige lentamente su
mano hacia el picaporte de la puerta. Abre de sopetón. Toma del cuello a la persona que
tocaba timbre y la trae hacia adentro estrangulándola. Música terrible del género. Las
luces se prenden y se apagan. Zulma ríe y festeja diabólicamente. Apagón.

Escena 5

Vuelve la luz vemos a Samanta de frente al público. Mira a un espectador y lo señala. Se


arrepiente. Baja el brazo. Repite lo mismo con otro espectador. Se arrepiente. Luego cruza
Una señora Cualquiera a su costado y le habla…

Samanta:
95

¡Disculpe señora! ¿Qué tal? Ando buscando a una señora estilo new rich, llena de felicidad
y dinero, que hace un rato pasó corriendo por acá.

Una señora Cualquiera:


¡Em! Mirá, acá la única que es new rich, es una tal Zulma que se mudó hace poco al barrio,
se compró un caserón y se consiguió un mayordomo estupendo que le hace todo tipo de
servicios y favores.

Samanta:
¡Ay! Que genial. ¿Entonces usted es su amiga? ¿La conoce?

Una señora cualquiera:


No. Yo no soy su amiga. Simplemente se las cosas que los demás necesitan saber, para
rellenar las ausencias de información. De eso me encargo, de la información, nada más.

Samanta:
¡Mm! Si. No entendí. ¿Y sabrá usted cual es el caserón de ella?

Una señora cualquiera:


Claro que se cual es. Es ese, donde está la bici del cartero. Ese.

Samanta:
¡Ah! Que tonta. Yo recién toque timbre en ese caserón de enfrente, que es muy parecido,
con los mismos baldosines y el mismo pórtico.

Una señora cualquiera:


Los parecidos son los responsables de las confusiones.

Samanta:
Claro… si… Bueno. Me marcho…

La señora se va

Samanta:
(Deteniéndola) Espere…

Una señora cualquiera:


¿Qué pasa pendeja?

Samanta:
¡Eh! Es que recién, cuando toque el timbre en la otra casa, me dieron unas palpitaciones
terribles, de la emoción que me produce reencontrarme con mi madre ¿sabe? No es mucho
el tiempo que llevamos separadas, pero nunca nos habíamos separado tanto.

Una señora cualquiera:


¡Qué problema el tiempo en esta ficción, hija!
96

Samanta:
Si. Nadie se fija.

Una señora cualquiera:


Y entonces ¿Qué troncha tengo que ver yo con esas conclusiones tuyas?

Samanta:
¡Eh! Que… bueno… quiero darle una sorpresa a mi madre, pero para eso necesito que ella
cuando atienda, cuando abra la puerta, no se encuentre conmigo, se encuentre con usted y
ahí yo salto desde atrás y la sorprendo. ¿Se copa? ¿Me ayuda? (La Señora asiente. Salen)

Escena 6

En el interior de la casa de Zulma.

Zulma:
Okey Alfred, mataste al cartero.

Alfred:
Así parece.

Suena el timbre.

Alfred:
Esos si deben ser los linchadores. Imposible errar dos veces. Nunca me pasa.

Zulma:
¿Nunca te pasa errar? Porque recién erraste.

Alfred:
Errar sí. Nunca cometo el mismo error dos veces.

Zulma:
¡Mm! Difícilmente un error sea exactamente el mismo, dos veces. Las probabilidades de
variación son muchas.

Alfred:
Admiro su inteligencia señora. Yo no podría.

Suena el timbre

Zulma:
Muy bien. No hay tiempo de disertaciones. Hay que atender. A la puerta, Alfred.
97

Suena nuevamente el timbre. Pausa. Alfred y Zulma se miran. Alfred dirige lentamente su
mano hacia el picaporte de la puerta. Abre de sopetón. Toma del cuello a la Señora
cualquiera. La estrangula un poco, Zulma ríe, de atrás de la Señora, salta Samanta.

Samanta:
¡Madre! ¡Sorpresa!

Zulma:
(Grita) ¡Ah! La concha. (Repara en Alfred) Alfred, suelte a esa vieja.

Alfred la suelta. La vieja queda tendida en el piso tosiendo desaforadamente, recuperando


el aire, mientras madre e hija viven su reencuentro.

Zulma:
Mi cucarachita ¿Qué haces aquí? Te hacía hospitalizada.

Samanta:
Estoy bien madre (En ese momento se abre la herida de samanta y vemos como se mancha
su ropita de sangrecita) Fue un susto. Nada más. Me agarró un cirujano, un tal Nifúri, me
metió cuchillo y quede Liz Taylor en un ratito.

Nadie repara en la mancha de Samanta.

Zulma:
¡Ay! Pero qué alegría hija. (A Alfred) Alfred, cierre bien la puerta que mi hija y yo tenemos
que ponernos al día. (A Samanta) ¿Estas segura que estas bien, hilachenta mía? Te veo
pálida. Pero debe ser que hace mucho te busco y ya tu imagen se me desvanecía, se me
perdía a lo lejos y ahora que te encontré, te asocio con esa imagen.

Samanta:
Qué lindo madre. ¿Somos millonarias?

Zulma:
Bueno… ¿Somos? ¿Somos?... ¡Em! Tenemos que ponernos al día mi amor. Vamos a la
cocina que le ordeno a Alfred, mi mayordomo de confianza, mi brazo derecho, que nos
haga un mate cocido.

Alfred:
(Por la señora) ¿Qué hago con esto, Señora? ¿Termino con lo que habíamos empezado?

Samanta:
Ella es mi amiga madre. Me ayudo a darte la sorpresa.

Zulma:
Tráigala, Alfred. (A Samanta) Vamos a tener que atarla, mi cucaracha, porque con esto de
que soy new rich, mucha gente mala y envidiosa quiere destruirme ¿sabes? Me quieren ver
volar en muchos pedacitos para todos lados.
98

Samanta:
Si. Justo de eso quería hablarte, madre.

Zulma:
Bueno. Genial. Te tomas el mate cocido y me cuentas todo, antes de irte mi amor. (Salen)

Detrás de ellas sale Alfred llevando del brazo a la Señora Cualquiera.

Escena 7

En el 33

Marisa:
Manríquez ¡queremos platicar un ratico con usted, a como dé lugar! Esta mismita noche
hay karaoke, nos toca velar43, seguro llenamos esta zonaja44, este negocio de perdición
petrolera y no queremos que se nos voltee el chirrión por el palito45 otra vez, ya estuvo
suave, Manríquez.

Manríquez:
(Está muy raro. Medio Drag, aputozado) ¿Qué les pasó la otra noche a las escandalosas?
¿A ver?

Consuelo:
Nosotras estamos repensando nuestra estadía en este lugar, porque no nos está yendo muy
bien, no hemos podido hacernos una buena cartera de clientes y queríamos hablar con usted
y con el jefe, pero el señor Fausto no aparece por ningún lado. ¿Queremos saber cómo
viene la cosa esta noche?… (Repara en Manríquez que lo ve medio puto y en cualquiera)
Manríquez ¿te encuentras bien?

Manríquez:
En perfecto estado, mi amor. Enterísima. Hecha un camión por arrancar a toda velocidad,
mientras le pisan el freno suavecito, una y otra vez.

Marisa:
¡No mame, Manríquez! ¡Me vale madre! Aquí está pasando algo raro. Desde el vacilón 46
que musicalizaron esos vaquetones47 de los Bichos Grasitas, esta cueva no es la misma y
tú… ni que me lo digas, Manríquez, a poco que tampoco eres el mismo ¿No es cierto,
vaca48 carnal?

Consuelo:

43 Trabajar de noche
44 Zona roja
45 Se nos de vuelta la tortilla
46 La fiesta
47 Atorrantes
48 Mina calentona
99

Sí. Marisa tiene razón. Mírate Manríquez. Te has puesto más estilizado, te delineas los ojos,
te pusiste remeras con hombreras, cinto cruzado y marcas un poco más la zeta cuando
hablas. Llenaste todo de stickers fluorescentes, adornos raros y colgaste ese poster de Lady
Gaga que antes no estaba. ¿Qué está pasando? Claramente esto es una salida del closet.

Manríquez:
No lo sé, chicas. Me importa un carajo lo que suceda esta noche aquí, el karaoke y todo eso.
Estoy fascinada con mi descubrimiento. Había algo dentro de mí, que la noche del recital
quiso salir de una vez por todas, volando a los gritos. Algo reventó mi capullo de bicho
canasto viril y ahora me siento una mariposa tecnicolor danzando y dejando a mi paso un
arcoíris, como estela. Soy una puta estrella fugaz multicolor. Permiso (Se va danzando)

Marisa.
Chinga la madre, volteado49. Claramente, este cuate se desvió.

Consuelo:
¡Qué extraño! Esa noche todo el ambiente estaba muy puto. No había pasado antes. ¿Y
viste como esta esté? De Fausto nada sabemos, se viene la noche de karaoke y Manríquez
no está ni ahí con hacerse cargo. Vamos a tener que apechugar amiga.

Marisa:
¿Ape qué?

Consuelo:
Ponerle pechugas al asunto. Nos vamos a hacer cargo esta noche del 33. El centro de
perdición quedará en nuestras manos, pero tendremos que atenderlo al mismo tiempo que
cuidamos nuestro trabajo, sumado a que nos haremos cargo de la inauguración del Karaoke.
Todo coordinado por estas putas. Nos pondremos a prueba nosotras mismas y no vamos a
dejar que ese halito puto que invadió la clientela la noche anterior, vuelva esta vez. Esta
noche es noche de putas y que se vaya todo bien a la mierda. Si nos sale bien, quien te dice,
nos quedamos con el local ¿Qué me dices?

Marisa:
Pues si sirve pa’ obtener un chingo50 de lana, pues claro que vamos a tupirle 51 a la chamba,
ñera. Sin trinquetes52 carnal, que no quiero más veraneadas53. Sirvamos tequila y yerba54
que desde que el coyote55 abrió la puerta, me orillé 56 solita a ser empresaria. Tenemos la
chiva amarrada, vamos a talonearle57 entonces, órale… ¡sobres!58 En marcha, sisterna59.

49 Puto
50 Un toco
51 Darle duro
52 Trampas
53 Estadías en la cárcel
54 Marihuana
55 Persona que se encarga de hacer atravesar la frontera EEUU a clandestinos
56 Obligué
57 Meterle pata al laburo
58 Ya. De inmediato.
59 Hermana
100

Escena 8

La turba de vecinos de la Villa Los Come Tripa Cruda fuera de la mansión de Zulma

Lucho:
Que salga la muy mugrosa de una vez. Que dé la cara esa que tiene. No nos vamos a dejar
atropellar así nomás. Hay que cubrir todos los frentes.

Beto Grannabo:
Rodeen la casa. Si tiene puerta trasera, que no escape por el patio de atrás. Esto es típico en
estas redadas, en ‘3 cachorras y un chorizo’ ficcionamos una situación muy similar, yo la
comandaba.

Lucho:
Sí, claro. Pero esta es la realidad, acá no hay tiempo para hacerse el galán ecuestre. (Grita
sacadísimo) Abre la puerta, desgraciada ¿quién mierda crees que eres? Destruyamos los
ventanales. (Aspira tolueno)

Lanzan bombas molotov, bombitas, sillas y lo que encuentren contra la pared, donde
supuestamente se ubica el frente de la mansión de Zulma.

Mirta:
Te vamos a destruir la casa, negra de mierda. Esta casa horrible que te compraste con esos
baldosines añejos. Siempre tuviste mal gusto en todo, no sirves ni para elegir vivienda,
mugrienta devenida en nueva rica.

Señora de la villa:
¡Da la cara! (Apunta con la ithaca como para disparar)

Mirta:
(Detiene a la Señora) No. No dispare todavía, eso atraería más rápido a la policía.

Señora de la villa:
Pucha. Quiero disparar.

Mirta:
Tranquila. Ya lo vas a hacer. (Al resto) Esta desgraciada no va a salir, la conozco.
Preparemos la súper molotov recargada y quememos todo con ella adentro. Apuren antes
que caiga la yuta.

Señora de la villa:
¡Que salga una súper molotov recargada! vamos a quemarle todo a esta desgraciada.

Mientras tanto en el interior de la casa de Zulma


101

Samanta:
Están re convencidos, madre. En cualquier momento lanzan una molotov recargada y te
queman tu caserón nuevito. Te aseguro que no se van a quedar tranquilos hasta que te
arrepientas del desalojo. La tía encabeza la turba. Parece que la eligieron presidenta de la
comisión barrial. ¿No es buenísimo? Toda la familia triunfando. (Se escucha a Mirta, desde
afuera) Ahí está, es esa ¿la escuchaste?

Zulma:
¿Alfred? ¿Alfred, donde estás? ¿Dónde se mete este sicario?

Alfred:
Aquí estoy señora ¿Llamó usted?

Zulma:
Sí, agitado mayordomo. Vamos a tener que cambiar de estrategia.

Alfred:
¿Qué piensa hacer, señora?

Zulma:
Muy sencillo… escapar.

Alfred:
¿Escapar? ¿Por dónde señora? La puerta trasera también está bloqueada por esos
indigentes.

Zulma:
Bajemos al sótano, abrimos la tapa de la cámara séptica y huimos por el tendido cloacal.

Samanta:
Como las tortugas ninjas. Buena idea. ¡Vamos madre!

Zulma:
Un momento Samanta. Tú no iras.

Samanta:
¿Qué? Porque me dices eso madre. No quiero abandonarte. Ya lo hice una vez mientras
corrías contenta a cobrar todo este dinero. Te dejé sola, por mi egoísta apendicitis. Y ahora
que los vecinos quieren destriparte en pedacitos, es cuando más me necesitas… no quiero
volver a hacerlo, no quiero dejarte sola nuevamente.

Zulma:
Ya lo sé hija y te perdono todo lo que me has hecho, pero debo continuar sola. Somos
muchos para escapar y debemos hacerlo rápido. Además… tú me vas a ayudar… pero de
otra forma.

Samanta:
102

¿De qué forma, madre?

Zulma:
Nos vas a dar ventaja.

Samanta:
¿Ventaja?

Zulma:
Si. Vas a salir y vas a decirle a toda esa manga de vecinos, que eché pie atrás con el
desalojo. Pueden estar tranquilos. Nada va a pasar. Qué… bueno, estuve reflexionando y
los recuerdos en ese hacinamiento de villa, pudieron más que mi despiadada maldad para
desalojarlos. El Zulma Resort puede ir en otro terreno y ya… mandale fruta que te quede
bonito…

Samanta:
¡Pero… madre!

Zulma:
Nada de madre. Es una orden Samanta. ¿Quieres ayudarme? Bueno. Ahí tienes. Esta es la
mejor manera de hacerlo.

Una Señora Cualquiera:


¿Qué va a pasar conmigo?

Zulma:
Usted viene con nosotros. Alguien tiene que probar la salida por la cloaca, antes de que nos
metamos Alfred y yo. (Van saliendo)

Samanta hace puchero.

Samanta:
Madre. ¿Vas a volver?

Mucho tiempo dramático que además nos va a servir para doblar los personajes.

Zulma:
Samanta… no es hora de ser una nena mamerta y consentida. Es hora de ayudar a tu madre.
De ser útil por una vez en la vida y que mejor que ahora, que tu madre debe irse, que debo
fugarme.

Samanta lloriquea bobamente.

Zulma:
Okay, okay, pendeja. Te lo prometo. Te prometo que vuelvo.

Samanta:
103

¿Me lo juras por la sagrada memoria de mi Coneji?

Zulma:
Sí, sí. Te lo juro por el conejo. (Al resto) Arrancadera. (Huyen despavoridos)

Samanta:
Muy bien Samanta. Es hora de jugártelas a todo o nada. Por mami. Que siempre ha estado
contigo en esta cochina vida que te ha tocado… y que bueno, tal como lo prometió, volverá
a buscarte para que vivas a pleno con ella, esa fortuna que se ganó en el Kino. A luchar por
la justicia. (Sale)

Volvemos a la turba. Ya tienen las bombas. Están alteradísimos. Tienen un tronco gigante
de esos típicos para derribar puertas de los castillos. Tridentes, palas y cosas insólitas
como un flota-flota, tan típico en mis obras. Aparece Samanta.

Samanta:
Pueblo querido. Habitantes de La Villa Los Come Tripa Cruda, atención, tengo unas
palabras que dirigirles.

Mirta:
Sobrina ¿Qué haces ahí? A un lado, vamos a destruir la casa de tu vieja.

Samanta:
Un momento tía. Controle su ira. Pare de sufrir. Atención pueblo. ¿Me escuchan? Atención,
por favor, pueblo. (Grita sacadísima) ¡Atención! (El pueblo calla) Mucho mejor. Ahora sí.
Pueblo querido. Habitantes de La Villa Los Come Tripa Cruda, les traigo un mensaje de paz
y amor para todos. Ya no hay porque seguir enojados, ni porque seguir lanzando cosas
sobre los ventanales preciosos de mi madre. Ella echó su piecito atrás y no va a
desalojarnos de nuestros ranchos.

Lucho:
Eso es mentira. Mando a esta nena para engatusarnos, la muy puta. Hagamos cagar a la
piba también.

Samanta:
Un momento señor lucho. Padre de los famosos lavacoches: Vicentico y el Chula, amigos
míos que el azar me ha dado en los últimos acontecimientos insalubres de mi vida. Pare,
señor. No me hagan cagar, ya cague mucho en los capítulos anteriores, producto de mis
malestares. Es verdad lo que digo. Mi madre esta arrepentida y si no me creen simplemente
esperemos hasta mañana. (Se escuchan las sirenas de la policía) La policía viene en
camino. No hagamos esta escena más larga.

Beto Grannabo:
¿Qué garantías nos das, pendeja, de que estemos tranquilos?

Samanta:
104

(Para sí) ¡Garantías, garantías! No hablamos de esa parte con mi madre. (Al resto) Bueno,
les doy mi palabra. Les prometo que mañana no va a ocurrir nada en nuestros ranchos. Y si
así fuese, yo misma me ofrezco en sacrificio, me secuestran y me torturan y le piden a mi
madre que se rectifique, sino lo hace me entregan de a pedacitos en cajitas felices. Pero
créanme, mi madre se ha rectificado… créanme, ya lo hizo.

Mirta:
Señores viene la policía. Lo más probable es que esta nena haya sido engañada por su
madre, pero igual propongo que regresemos. Si mañana esta zorra aparece a desalojarnos,
secuestramos y torturamos a la piba, aunque estoy segura que la conchuda no va a dar ni
dos mangos por esta. Pero bueno, mañana vemos. Sugiero como presidenta que soy del
barrio, que ahora rajemos. No quiero que ninguna de mi gente vaya en cana y menos yo…
que soy la presidenta.

Todos asienten. Balbucen. Deciden irse.

Lucho:
(A Samanta) Hemos decidido retirarnos y como tú dices, delegada del diablo, vamos a
esperar hasta mañana. Tú te vienes con nosotros que ya nos vamos, evitemos la yuta en
esto.

Samanta:
(Para sí) Gracias Coneji mío. Donde sea que estés. (Al resto) En marcha. (Salen)
Escena 9

En casa de los Cornejo Mejía. Fausto está solo en escena. Entra Victoria, cuando lo ve
intenta huir.

Fausto:
Un momento señora madre. No se mueva. Usted de aquí no se va. Quedamos en conversar
y este es el momento. ¿Qué es eso de que Alejandra no es adoptada? Es biológica y aquí el
adoptado soy yo.

Victoria:
¡Ay! Fausto… hijito…

Intenta acercarse y acariciarlo, Fausto se resiste.

Victoria:
Okay. Bueno, sí. Lo invente. ¿Y qué? Estaba desesperada y en la desesperación una madre
es capaz de cualquier cosa, aunque sea una madre adoptiva.

Fausto:
Mire. No me venga con heroísmo maternal del siglo pasado. Esto confirma que usted es la
peor de todas las mentirosas que conozco. Ni la salteña esa que se fue de acá mintiendo que
105

había sido por mí abusada, mintió tanto como usted. Por fin lo reconoce… ¡Quiero que me
diga todo! ¿Por qué lo hizo?

Victoria:
¡Ay! Hijo… no me hables así…

Fausto:
Nada de hijo, zorra embustera. Hija de un vagón de zorras culiadas. O me cuenta todo
ahora… o ya mismo llamo al canal de noticias, a la revista Pelo de Concha, al reportero ese
que aparece siempre y al programa de la radio Calfa que tanto gusta de puteríos para contar
estas verdades y la escracho señora… la escracho. Dígame ya, de que se trata todo esto.

Victoria:
¡Está bien, está bien! Lo explico. Te lo explico, si tanto insistes. Pero esto no sale de acá,
pendejo ingrato.

Fausto:
Soy todos oídos

Victoria:
Lo hice para protegerlos a ustedes, a tu hermana y a ti.

Fausto:
No es mi hermana y… ¿Protegernos? ¿De qué?
Busca unas fotos y unos libros antiguos, las trae.

Victoria:
De esto…

Fausto:
¿Qué tiene que ver esa foto del culo de Alejandra en donde justo se ve esa mancha
asquerosa que tiene de nacimiento? ¿Para qué me muestra esa foto? No entiendo nada.

Aparece Alejandra.

Alejandra:
No es una mancha cualquiera, Fausto adoptivo… es un dragón demonio.

Fausto:
¿Alejandra, no estabas en la clínica? ¿En observación? ¿De qué dragón demonio hablas?

Alejandra:
Me escapé de esa clínica hedionda, un juego de niñas rajarse de ahí. Al parecer nuestra
madre, o por lo menos… mí madre, me ha estado escondiendo para evitar acontecimientos
que inevitablemente se están dando. Eso no es solo una mancha de nacimiento, es una
marca que me hace importante para el inicio de un ritual que va a darse en este pueblo
provincia, aquí en el culo del mundo… un ritual que va a traer cosas nuevas, buenísimas…
106

Fausto:
Cada vez entiendo menos, explíquenme.

Victoria:
El padre de Alejandra era uno de los geniecillos que tenía la Facultad de Antropología en
Buenos Aires. Allí había una especie de logia: El círculo de Antropologías Ocultas,
inclinado al estudio del lado oscuro de los hombres. Consiguieron mucho financiamiento
para poder viajar a visitar bibliotecas antiquísimas, buscando información. Se conseguían
pasajes aéreos financiados por Cultura de Nación, hasta que hurgueteando y hurgueteando
en una vieja biblioteca de Egipto, en plena guerra de los cuatro días con Libia, encontraron
allí estos azoras, unos manuscritos perdidos, que no son más que una traducción del Corán
al japonés bajo el nombre de Poketto Monsutā. Volvieron y Pablo regresó con una peste
rarísima.

Fausto:
Poketto Monsutā… Demasiado enroscado. Sigo sin entender. ¿Alguna de ustedes puede
resumir y dar con el enclave dramático de todo esto?… ¿Soy un niño apropiado verdad?
¿Me están buscando? Ustedes me raptaron… lo sé… a quien le importan esas traducciones
japonesas del año del culo abierto… ¿Por qué me mintió, señora? Eso quiero saber…
¿porque me mintió? Si no me dice, me arranco de aquí ¿me raptaron?

Victoria:
(Lo agarra de los pelos, le mete un bife) Un poco de paciencia, pendejo. Esto es lo más
serio que vas a escuchar en toda esta bizarreada de historia, así que por lo menos déjame
armar tranquila la idea. No todo rapto es sinónimo de desaparición en este país, abre tu
mente.

Alejandra:
‘Open your mind’

Victoria:
Sigo con la historieta… El padre de esta criatura descubrió un par de cosas en las que no
alcanzó a profundizar porque antes tuvo que exiliarse… iban a matarlo, como a muchos en
esa época. Se fue sin saber que había descubierto, sin saber que peste se había pegado y sin
saber que yo estaba embarazada y que daría a luz a esta chiquita especial. Pablo se exilió a
Mozambique, usando uno de los últimos pasajes que Cultura de Nación le había otorgado.
Fue lo más cerca que llegó de Egipto y desde ahí no supe más nada.

Ingresa Dolores que ya se había asomado, pero se mantenía escondida, escuchó todo sobre
su hija, se encuentra emocionada

Dolores:
Victoria… yo…

Fausto y Alejandra:
¡Cállese!
107

Victoria:
Ahora no, Dolores. Yo ayude a escapar a Pablo, le dije a mi Padre (a Alejandra) tú abuelo,
el Coronel Walter Cornejo Mejía, que habíamos roto nuestro compromiso pasional y que
Pablo huyó. Mi padre tampoco supo de mi embarazo, reventó antes, me dejó su fortuna y
mucho menos supo que yo continúe con esas investigaciones.

Dolores:
¿Qué? Continuaste con mis… con esas… ¿continuó con las investigaciones de Pablo?

Victoria:
Si amiga Dolores. ¡Adelante Doctora!

Dolores:
¡Ducato!

Victoria:
¿La conoce?

Dolores:
¡Eh! De nombre. Usted la había mencionado, antes.

Fausto:
Paren un poco… ¿Otra doctora? ¿Pero qué es esto? ¿E.R Emergencias? Se llenó de
doctores.

Victoria:
Basta pendejo ignorante. Usa un poco esa cabeza que tienes ¿en qué organismo público
social de una provincia pobre como esta, piensas que se ocultan los mayores misterios que
nos rodean? Aquí no hay Nasa, ni pentágono, ni Organización de los Derechos Humanos,
Ni Unicef. Acá la posta va a parar a los laboratorios de las clínicas y los hospitales. Por eso
los médicos, por eso. Dra. Por favor. Siga usted, ya no lo soporto.

Dra. Ducato:
Bueno, sí, soy la Dra. Ducato, pertenecía al CÍO: Círculo de Investigaciones Ocultas, la
misma logia de investigación en la cual estaba alistado Pablo Montonazo. Yo ayude a
traducir los azuras, estos manuscritos japoneses del Corán que Pablo nunca pudo
interpretar. Se fue sin conocer su contenido, el boludo, pero si no, lo reventaban. Allí se
explican muchas cosas. El Poketto Monsutā, además de ser un manuscrito es una religión
monoteísta, adoran a Groudon, su ser supremo y se emperran dogmáticamente en cumplir
lo que el libro indica…

Fausto:
¿Qué mierda indica ese libro?

Victoria y Ducato:
108

‘Será la constitución del nuevo Estado Poketto en el Faro del Mundo, será cuando sea el
ritual de advenimiento, será cuando emerja el supremo Groudon’

Alejandra y Dolores:
¡Buena!

Victoria:
Esa es la premisa fundamental de todos los círculos creyentes, realizar el ritual de ascensión
de Groudon para lograr el nuevo estado Poketto y harán lo necesario para cumplirlo.

Fausto:
¿Qué implica ese ritual?

Dra. Ducato:
Cuatro Pokettos Llaves con cuatro porteros que los activen. Esos porteros llevan la marca
de un dragón demonio. Alejandra, tú eres una de esas porteras y lo eres porque tu padre se
pegó la Peste Pete, una peste que solo se da en el extravagante continente africano, solo se
la pegan varones y quedan habilitados para engendrar crías marcadas.

Alejandra esta fascinada, festeja tontamente.

Dra. Ducato:
Y esta explicación larguísima no termina aquí. Los círculos creyentes están
desesperadamente buscando a los porteros que tienen esas manchas y hace un tiempo que
saben que están aquí, en Neuquén. Eso no es todo, los Pokettos se sienten automáticamente
atraídos hacia sus porteros, por eso Chung Le, sí o sí, terminó por aquí. Estas pistas estaba
persiguiendo Nifúri, miembro del Circulo Satoshi, uno de los círculos más inofensivos,
expertos conocedores de los Pokettos, de quien no sabemos su paradero. Lo estamos
buscamos intensamente.

Victoria:
Sabemos que Alejandra tiene ese pequeño detalle en su nalga desde que nació y decidimos
protegerla. (A Alejandra) Tuve muchas ganas de abortarte… jamás quise ser madre… no
sirvo para eso… me aburre, en fin me puse a hacer otras cosas y cuando me quise acordar
ya tenía siete meses, era tarde… naciste y naciste marcada…

Dra. Ducato:
Niño Fausto, usted se preguntaba ¿porque ha vivido en esta casa, protegido?

Fausto mira para todos lados, intrigado.

Dra. Ducato:
Bájese los pantalones y muéstrenos el lunar que tiene en el culo.

Fausto:
¿Qué? Yo no pienso enseñarles ese lunar en mi culo.
109

La doctora saca un arma y apunta a Fausto.

Dra. Ducato:
Bájese los pantalones, ahora le dicen… muéstrenos el culo. Alejandra, trae un espejo.

Alejandra sale en busca de un espejo y vuelve enseguida. Fausto obedece. Lentamente se


desabrocha el pantalón y descubre su culo, para sorpresa de todos, tiene ahí un dragón.
Alejandra le acerca el espejo para que él pueda verse su mancha. No lo puede creer se
revisa una y otra vez en el espejo.

Dra. Ducato:
Ahí tiene señorito Fausto, visto al revés su lunar no es otra cosa más que un dragón
invertido. Creer o reventar. El reflejo nos devuelve esa imagen que usted ha ignorado por
no poder mirarse el culo de manera correcta. (A todos) Señoras y señores. Una guerra se
avecina, la Hermandad Samurái, el circulo religioso más peligroso de todos, vendrá por
ustedes, los necesita porque son los porteros que usaran a los Pokettos llaves en el ritual
que traerá de nuevo a Groudon. Como verán… la maldad reaparece para distorsionar los
años de paz que, como aguas tranquilas estábamos viviendo. Aquí va a correr sangre.

Música del género. Todos miran al público. La doctora goza con su mirada. De repente le
da órdenes a alguien en la cabina y solo dice…

Dra. Ducato:
¡Apagón!

Fin del episodio IV


Continuará
110

Dineral. Episodio V
Cuanta falta nos hace un héroe

Antes que nada se le entrega a la gente un link para que consulten en la web los
manuscritos encontrados del Poketto Monsutā y algún que otro material orientativo.

Escena 1

A un lado de la escena vemos a Barny Skater y William Jackson en un motel, se han


duchado, están en interiores. Música porno. Barny le hace masajes a William, mientras
este consulta internet.

William Jackson:
Okey likelink. Manhunt sin notifiqueishons. Nuevas cargas upload en instagram… ¡Oh
Maldición! ¡Fucking shit! Inútiles compañas estas contratadas, reventaron umotro pozo
petróleo en terrenos nuestros. Está en primera plana, primera plana todos estos periódicos
inmundos de provincia. (Se para)

Barny Skater:
¡Oh, my god! No dejan de cometer errores campesinos, nativos. Todos mapuches… (Se
cagan de risa) Todo esto ser pequeños gastos que nos hacen perder tiempo de placer,
William. Rregrresa para aquí por favor.

William Jackson:
Me contracturan todas estas noticias, en esta provincia son muy brutos, pinchan caños a
cada segundo… explota explota quexplo. Un pozo otro… mira, lo que dice, escúchalo
atentamente…dice… fuga de gas, descontrolada… mira, mira, no lo pueden controlar,
idiotas, estúpidos Fucking useless…

Se cagan de risa

Barny Jackson:
Incontrolable como estas tú puta zorra en la cama, bomba loca, latina

Ríen en spaninglish

William Jackson:
Escucha… sigue sigue diversión de pobres nativos, escucha, unos animales atrapeados por
derrame de petrooolio, miralos, esta vaca con petrolio es ahora un toro…

Barny Jackson:
¡Ole, ole, torero! ¡Cuidado de ensartarme torero, loco! Quiero estar tu vaca loca, latina

Se cagan más de risa, se manosean


111

William Jackson:
Noticias estas alegranme mi mañana ¿y la tuya?

Barny Jackson:
¿La mía qué? Quieres la mía (se agarra la pija)

William Jackson:
¿Cómo ser tu mañana? ¡Mm! (Le toca el bulto a Barny)

Barny Jackson:
(Mientras mueve su entrepierna en la mano de William) Mi mañana loca, toro salvaje como
hidrocarburo loco, wuoo, tomemos wisky y hagamos sexo anal fuerte

Barny se transa a William, luego lo acomoda para penetrarlo. William se deja acomodar y
mientras está comenzando a hacer penetrado recibe una comunicación por Skype.

William Jackson:
Oh Demonios, justo ahora socia de negocios nativos mío pide Skype. (Atiende, no deja de
gozar) ¡Hola! Zulma ¿que eres? ¿Cómo ir desalojo? Quiero disfrutar mismo esos terrenos
donde construir ahí el Zulma resort y unos edificios gemelos.

Vemos a Zulma en el otro costado de la escena

Zulma:
¡Hola! Jelou, perdón. ¿Te desperté? Ansorri.

William Jackson:
Ou nou, parra nada. Estamos echando mañanero… saluda Barny

Barny Skater:
Mañianerou Zulma lobato, mañianerou

Zulma:
¡Ay! Que tonto. Nou, nou! Yo no soy Zulma Lobato. Ahiam not Zulma Lobato. Not Lobato.

William Jackson:
(Se cagan de risa, siguen cogiendo) Bueno y que mierda quieres… Anda pide con
confianza lobatouuu. Tu ser la socia más caliente que tenemos en umasta provincia lejana

Más risa, fuman porro, aspiran merca.

Zulma:
¡Em! (Advierte que están garchando) ¡Ah! Ansorri. Tal vez debería haber llamado en oder
moment, en otro momenmish.

Barny Skater:
112

¡Habla, mujer, habla!

Barny se pone tira merca en el culo de William, aspira y se queda ahí.

Zulma:
Okay! Bueno, quería preguntarte tu opinión, porque vi unos terrenos… terrens, muy lindos,
muy potys, para hacer el resort, si no querías cambiar… cambieng, de idea y mejor te doy
esos a cambio, cambieng otra vez, de los terrenos que ya te vendí… vending tuyú

William Jackson:
¿What? ¿Quieres quitarme ahora terrrenos, lobato?

Zulma:
No, nou! Como se te ocurreishon una cosa asi. Laik das. Nou, es solo una pregunta para
que lo veas de ultima y me digas si lo prefieres porque se me ocurrió otra cosa, para esos
terrenos primeros que te vendí, vending…pero tu dime, si no es molestia todo esto, sino
seguimos, continuin, con la transacción que hicimos, duing.

William Jackson:
Me hacen cagar la risa, estos neuquesinos argentinas, estar arrepentida de venta, lobato pide
cambio…

Barny Skater:
Sirvame un cambiou urgente para lovatou!

Se cagan de risa, se drogan, se tranzan, no les importa nada.

Zulma:
Nou, nou! ¡Qué tontos! Tonteishons que son. Bueno… no dije nada, sigan, continium en
eso que están haciendo. ¡Enterteingansein!

William Jackson:
Hablamos más tarde llamamous, lobato, ahora sexo anal fuerte, viva hidrocarburo loco,
méteme ese hidrocarburo loco.

Saltan en bolas, gritan, festejan, apagón de su lado.

Escena 2

Zulma:
Putos de mierda. ¡Alfred, Alfred!

Alfred:
¿Llamó usted señora?

Zulma:
113

Si. Al parecer los entuertos del destino no me permiten tener un atisbo de bondad. Intente
cambiarle el terreno a los gringos por otro que compre por ahí y no me dieron ni la hora.
Sigamos con el plan inicial…

Alfred:
¿Qué hago, señora?

Zulma:
Llame a Quezada y a sus hombres. Si esos mugrosos de la villa, insisten en quedarse, que
inicien el desalojo, a como dé lugar.

Entra Anita Pichón

Anita Pichón:
Un momento Zulma, tú no puedes dar esa orden.

Zulma:
Vicegobernadora. Pero que sorpresa. ¡Encantada de verla! ¿Cómo entró a mi casa? ¿Cómo
me encontró?

Anita Pichón:
Contestaré las preguntas de a una. La primera… entre por la puerta, Alfred me abrió. Tu
mayordomo y yo nos conocemos de hace mucho tiempo. Él ha prestado servicios varios de
los que sabe hacer a muchos funcionarios y por supuesto… a muchas funcionarias del
partido. No hace falta que responda como te encontré Zulma… ¿No es así, Alfred?

Alfred:
Es así. Disculpe señora. Usted no me dio tiempo a decirle que tenía una visita. La señora
vicegobernadora la estaba esperando en el hall de entrada y además…

Anita Pichón:
Y además nada, Alfred. Cortemos la parleta y vayamos al hueso. Linda casona te adquiriste,
Zulma. Un poco barroca la decoración y demasiado saturada de objetos. Pero bueno, se
entiende que el buen gusto no es algo que se afine de sopetón.

Zulma:
¡Claro, como sea Vice! Lo mismo pienso yo. Bienvenida. Hablando de sopetón me agarrara
de sorpresa, sino le hubiese preparado una buena recepción, no todos los días una tiene
visitas tan distinguidas en su casa, tamaña visita de tan alta figura de la política local, figura
de la envergadura suya ¿no?

Anita Pichón:
No te preocupes Zulma, deja tus cumplidos de lado, sé que no es fácil ser rica de la noche a
la mañana, estas cosas te van a pasar siempre. Estas y muchas otras que requieren quizás,
de detalles más importantes que atender a esta visita tan ilustre como yo en tu mansión de
new rich. Te acepto una Interlagos. Detrás de esta coraza intelectual, de esta imagen
114

politóloga, se oculta una mujer sencilla, que ha crecido valorando los productos regionales,
en las zonas de chacra, más humildes de este alto valle.

Zulma:
Sí, sí. Claro. Alfred, por favor, traiga Interlagos a la visita.

Alfred:
Enseguida (sale)

Zulma:
Anita, con respecto al desalojo…

Anita Pichón:
Tranquila Zulma. El desalojo corre, se hace igual. Lo que te decía es que tú no puedes dar
esa orden directa a la policía porque eres una civil, ahí debe intervenir la justicia o la orden
debe ser expedida desde casa de gobierno o municipalidad. O casualidad, justo está aquí la
vicegobernadora que soy yo. Charlemos.

Escena 3

Mientras tanto en la Villa Los Come Tripa Cruda

Vicentico:
Samanta. Ahora que me adelante y llegue primero a visitarte, en el horario que siempre
venimos con Chula, quería aprovechar para escupirte una verdad que me tiene atorado el
corazón como una sanguchito triple y quiero expulsarlo y te incluye a ti, a mí y a mi
lubricado y ventajero hermano que debe estar por caer en cualquier momento

Samanta:
Bueno, pero si es una verdad muy grande, escúpela por allá porque quiero regar esa parte
del piso, donde se levanta tierra.

Vicentico:
Es un poco grande. No sé por dónde empezar… ¡Ah, sí!… primero tienes que prometerme
que pienses lo que pienses sobre lo que te voy a decir, nuestra relación no va a cambiar…
Mi sentir me dice que en ti, he encontrado una compañera con quien perder el tiempo para
siempre

Samanta:
¡Ay! ¡Qué nabo te pones! ¿Más promesas? bueno… soy la chica de las promesas parece y
este es el día de las promesas, parece también, desembucha, apura que me están viniendo
retorcijones en la panza y creo que voy a tener que ausentar a despedir a unos amigos

Vicentico:
Bueno… yo… a mí… Yo, me pasa que… Yo… Yo me enamore de ti…
115

Samanta:
¿Enserio? ¿Me estas jodiendo? ¡Ay! Por favor, no me hagas chistes boludos, porque me
cago. ¿Cómo te vas a enamorar de mí, si yo jamás te tire un centro? Es una joda ¿no? ¿Por
qué pones esa cara de boludo? ¡Ay! Me está doliendo. Vicentico, no estoy para bromas
pesadas, ves, tu joda me dio asco en la panza y ahora me duele más, que pelotudo sos,
pobre y pelotudo…

Vicentico:
A mí también me duele que me hables así y no me creas, porque…

Samanta:
(Grita descarnadamente) ¡Ay! Mi panza. Me duele. Se reventó algo otra vez. Me duele. Me
hago caca. Ayuda, Vicentico, ayuda. ¡Hace algo, pelotudo!

Vicentico:
Si ¿Qué hago, Samantita? Siéntate, siéntate aquí.

Samanta:
Suéltame, estúpido pajero, me duele mucho y tus manos mugrientas me intensifican el
malestar o peor aún, me pueden llegar a contaminar algunas de las bacterias que has
recolectado en coches ajenos. Sácamelas, no te atrevas a tocarme. Volvió el dolor aquel que
sentí cuando mi apéndice decidió reventar en mil pedazos dentro de mí. ¡Ay! Estigmas de la
pobreza ¿porque debo seguir padeciendo así?

Vicentico:
No te preocupes. Detrás de mí venía mi hermanito, Chula, le gritare y le pediré que corra en
busca de ayuda, debemos llevarte urgente a la guardia, no te preocupes pimpollo tulín-tulín,
yo de aquí no me muevo.

Samanta:
No. No quiero que nadie se quede conmigo. Anda tú, imbécil Vicentico. ¿No ves que me
estoy reventando otra vez? Sal de aquí. ¡Quiero estar sola! ¡Reventar sola! No te quedes ahí
mirando cómo me vuelvo una pasa de uva retorcida de dolor. Corre, pide ayuda.

Chula:
¿Pero qué troncha está pasando?

Samanta:
¡Ay! Chula, adorado mío. Parece que me muero. Siento una colección de piquetes en el
interior de mi bolsa estomacal. Como si los jugos gástricos estuvieses taladrando desde
adentro para hacer agujeritos por donde escaparse. Quédate a mi lado, Chula y que tú
rancio hermano parta en busca de ayuda.

Chula:
¿Qué esperas, salame pajero? Corre te dicen
116

Vicentico:
Bueno… yo… (Al borde del llanto… sale corriendo)

En otro sector de la Villa.

Lucho:
Con todo respeto Mirta, señora presidenta del barrio, pero con la muchachada seguimos
intranquilos con la amenaza de desalojo y queremos reforzar los alertas. Ya no nos basta
con la vigilancia que hemos montado en estos días, nos reunimos y además de tomar varios
misioneros, tomamos una decisión.

Mirta:
¿Qué quieren decirme, aspirante de tolueno?

Lucho:
Muy simple. No confiamos en la palabra que tu hermana Zulma le dio a tu sobrina y
tampoco confiamos en la pendeja esa. Yo aconsejé a mis hijos que no se junten más con
ella, pero con esto de que es huérfana, mis hijos que no tienen nada material y están
despojados de todo, confinados a la pobreza extrema, tienen sí un buen corazón y no
quieren dejar de acompañar a la piba, sobrina tuya, enferma.

Mirta:
Vamos al grano Lucho, sin rodeos ¿Qué perro traes con todo esto?

Lucho:
Nada. Queremos reforzar la guardia que hemos estado manteniendo estos días y
proponemos realizar un piquete en la puerta de la villa. Juntarnos los que podamos y armar
una barricada para no dejar pasar a nadie que intente desalojarnos.

Mirta:
¡Mm! No es mala idea, te encuentro razón, pútrido y pobre padre de lavacoches… Vamos
con la idea del piquete. ¡Es genial!... (Reparando un segundo en lo chulo que esta lucho)
De un tiempo a esta parte te has convertido en el verdadero líder de estos marginales ¿lo
notas?

Lucho:
Si. Lo noto y saco provecho individual y mezquino del asunto. Alguien tiene que tomar la
posta de la planificación, prevenir con el toro bien agarrado de las astas y agradezco tu voto
de confianza, siento que pones las manos al fuego por mis decisiones, veo que te has
atrevido a soltar el manubrio, ciegamente, sabiendo que la bicicleta sigue en pie, sabiendo
que hago la fuerza y el equilibrio necesario en los pedales, para que no se caiga.

Se miran. Se enamoran. Están a punto de besarse cuando… se escucha un grito atroz de


Samanta. Aparece corriendo Vicentico.

Vicentico:
117

Rápido. Volvieron los malestares de Samanta. Quise quedarme con ella, pero me mandó a
la concha de la lora y a buscarlos. Prefirió quedarse con el Chula. Me siento raro por todo
esto. Experimento cosas que no había sentido antes ni por ella, ni por mi hermano. Bueno,
la cosa es que está retorciéndose en el piso del rancho. Da vueltas enteras, mejor que Nico
PK, el B-boy que baila break dance en el verano cultural.

Mirta:
¿No te puedo creer que ya empezó el verano cultural? El intendente no avisó nada y Anita
Pichón menos. Yo que les estaba trabajando en la campaña. Bueno, a decir verdad, hace
rato que no me atienden el teléfono. Quiero que me garanticen que no habrá desalojo, yo
creo que lo están haciendo… si nada ha pasado hasta ahora, es porque tienen en cuenta mi
empadronamiento y mi filiación al partido.

Se escuchan las sirenas de la policía y la voz de Martínez. Llega todo de repente.

Off de Martínez:
(Con megáfono) En nombre de ley. Se ordena a todos los ocupantes de estas viviendas
precarias, desalojar inmediatamente, somos la policía, venimos a pedirles una vez, en son
de paz, antes de reprimir, que se retiren.

Pausa, se miran.

Lucho:
Vas a tener que revisar tus filiaciones políticas y cambiarte de padrones, no te están
tomando muy en cuenta que digamos (sale urgido a su puesto)

Se siguen escuchando gritos de Samanta

Vicentico:
¿Va a hacer algo por su sobrina? Esta vez se muere.

Mirta:
Lo siento en el alma, jovencito confusamente enamorado, por más sobrina mía que sea, yo
no puedo hacerme cargo y tampoco puedo desperdiciar la atención de ninguno de mis
hombres en eso. Estamos atravesando el peor momento de la Villa y como presidenta recién
asumida cometería un error haciendo foco en problemas particulares de una vecinita, tengo
que preocuparme por la inquietud que aqueja a la mayoría y como veras, la inquietud
mayor ahora es que no nos rajen. (Grita a todos los vecinos) ¡Nos cayó la cana! ¡Al
piquete, a resistir el desalojo!

Escena 4

En el 33.

Consuelo y Manríquez que ya está muy Drag y ha cambiado su identidad. Ahora se hace
llamara Man Rica.
118

Consuelo:
Me parece perfecto Manríquez. ¡Ahí está!

Manríquez:
Man Rica. ¿Falta algo más, bombona? Corazona mía.

Consuelo:
No, para nada. Según estos papeles tú eras el titular de esta propiedad, con el poder
conferido por el señor Fausto del cual no hemos visto ni asomar un pendejo de bola por
aquí, ni sabemos nada, ni nada y por el cual tú, ni te has preocupado en llamar.

Manríquez:
No es lo único que el señor Fausto, como tú le dices, puso a mi nombre. Recuerda que yo
soy su hombre de confianza, bueno… era… Él tiene muchas propiedades en esta provincia,
él y su familia, pero algunas me las ha dejado a cargo y están bajo mi titularidad por
cuestiones legales a través de un acuerdo firmado frente a escribano público. Pero que
aburrido hablar de todo esto.

Marisa:
¿Qué perros se traen, desviadas? ¿Se preparan para otra estupenda noche de Karaoke? A
darle que es mole de olla60, Manríquez…. Perdón, la neta que ahorita te haces llamar Man
Rica ¿Vas a alistarte de sexoservidora61 esta noche también? Esta buzo62 con la chamba
¿eh? Cuate. ¡Nos va muy bien desde que inauguramos el karaoke, desde que nos hicimos
cargo del bule63 y desde que el cacique no asoma su chafalote64 por aquí!

Consuelo:
Buenas noticias, putaza amiga mía. Acabo de comprarle el 33 a Man Rica. Me lo vendió
por nada. Doscientos setenta y cinco pesos. ¡Nada! Un petiso nuestro es más caro. A partir
de hoy, este antro es mío, ¡bah! Quiero decir: es nuestro. ¡Malditas experiencias del yo!
Será nuestra casa de putas con shows, siempre, forever and ever.

Marisa.
¿Nel65? ¿Me estás cantinfleando66, ñera? Pues un carrujo67 pal’ festejo.

Festejan a los gritos. Inclusive Man Rica. Aparece Alejandra.

Alejandra:
¿Qué está pasando acá?

60 No desperdiciemos la ocasión
61 Prostituta
62 Avivado
63 Cabaret
64 Verga
65 No
66 Diciendo disparates
67 Porro
119

Consuelo:
De todo está pasando ¿Por?

Marisa:
¿Y es esta piruja68 chava? ¿Qué viene a darse taco69 aquí?

Alejandra:
Soy Alejandra Cornejo Mejía. La ex hermana adoptiva de Fausto. Ahora él es el adoptado y
yo tengo la sangre de los Cornejo Mejía.

Consuelo:
¡Qué quilombo! ¿Y cómo quedan las cuestiones legales con todo ese revuelto? ¿El señor
Fausto perdió todo lo que tenía?

Alejandra:
Créame, señora puta, que nuestra fortuna es lo que menos nos interesa en estos momentos.

Man Rica:
Si. ¡Ahora te recuerdo, amore! De unas pascuas que pasamos tomando huevos de merca
con tu hermano en tu casa, te recuerdo viendo programas de Animal Chanel. Pero que
actitud tan cambiada. Te hacía más golfa, sosa, tosca como un yunque y con menos gracia
que un té de cascarilla, mi amor. ¿Qué te pasó? ¿Y cómo que Fausto ya no es Cornejo?

Alejandra:
De todo pasó, como dice esta puta. Pero lo que importa es que Fausto no va a venir más.
Así que hagan lo que quieran con este antro de perdición.

Marisa:
¡Órale! ¿De cuál fuman ahí? Me deja norteada70 esta chavita y no me cae el veinte 71¿El jefe
no murió, no? Tírenos la neta, socia. Pues’ igual…

Consuelo:
Si. Igual con Man Rica y yo, ya le habíamos encontrado un curso mejor y nuevo a este
lugar.

Marisa:
¿Qué pasó, que pasó? ¡Vamos, ay! ¡Eso sonó bien gacho 72! No me corran, socias. Yo
también soy jefa en este bisnes73.

Alejandra:

68 Puta
69 Creérsela
70 Desorientada
71 Avivo
72 Muy injusto
73 Negocio
120

No sé qué curso le puede faltar a este antro que ya no haya dado. Hagan lo que quieran, ya
les dije. Mi hermanito no murió todavía, pero está ocupado en cosas importantes que
tranquilamente podrían provocarle la muerte como desenlace trágico, o sea, cualquier cosa
le puede pasar, a mí también, así que imaginen que está en otra y que poco le importa venir
aquí a atender sus negocios y a lidiar con las opiniones de tanta casa de puta. Permiso, voy
a hacer unas tomas con mi cámara por aquel lado de las instalaciones.

Consuelo:
No entiendo nada. Le dice hermano, pero ella antes era adoptada y ahora parece que el
adoptado es él.

Alejandra:
Si. Lo es. Pero la cuestión de las hermandades excede los lazos filiales aquí, hay muchas
formas de la hermandad y créanme que esta es muy especial.

Se aparta para filmar algo de más allá.

Man Rica:
Qué rara está. Juro que esta era una mojigata por la que no dabas ni dos mangos. Se la
pasaba con esa cámara queriendo hacer cine arte. Siempre fue muy distinta a su hermano
¡bah! A su coso… que se yo. Bueno, mad-muaselas, esto resultó un poroto de fácil. Si
Fausto no viene más, mejor. A nosotras nos está yendo divino. Organicemos bien la cartera
de clientes de esta noche.

Alejandra:
(Desde lejos) ¿Alguna de ustedes vio la película: Actividad Paranormal?

Marisa:
Si, ya se a cuál se refiere. Está padrísima. Se hizo con cámaras chingonas de seguridad y la
neta es que parece que en los lugares no ocurre nadita. Al principio parece una pendejada,
pero lueguito te late que sí ocurre y si ocurre. Híjole, suceden cosas, las cosas se mueven y
te quedas de seis, hay fantasmas al lado de chavitos. Me dejó con el ojo cuadrado. Tienes
que tener tanates74 para verla.

Consuelo:
No la vi.

Alejandra:
Te la recomiendo. Escuchen, esto. No quiero interferir con las actividades de este night
club, esta casita de putas o lo que sea. Pero debo montar vigilancia y poner unas cámaras a
grabar. Estoy tras la pista de algo que solo yo puedo ver y están sus rastros en este antro.
Voy a traer a un par de amigas: Pía y Christian. Ellas se van a instalar junto conmigo y con
cámaras también. No teman, esto no es vigilar y castigar, el panóptico y todo esa huevada,
eso ya lo usamos en otra obra. Simplemente quiero detectar en que parte de este bolichongo

74 Tener agallas.
121

está escondido lo que busco, así que ustedes sigan sus actividades como sí nada. ¿Puede
ser?

Todas se miran, acuerdan con gestos.

Consuelo:
Ningún drama, gorda.

Escena 5

Corridas, gritos, confusión de personajes. Mientras, se acomoda la policía frente al


piquete en la Villa los come tripa cruda.

Martínez:
(Con megáfono) Repito: en nombre de la ley. Se ordena a todos los ocupantes de estas…
viviendas, desalojar inmediatamente y desarmar esa barricada que han hecho con los pocos
pedazos de goma espuma que usaban de colchones y pobres elementos que han podido
juntar entre todos. Les pedimos se retiren por las buenas, porque traemos los autos-policías
con luces led, cargados de gases para reprimir exitosamente…

Quezada:
¡Martínez! ¿Qué hace? Los está avivando antes de cuenta.

Martínez:
¡Perdón! Pruebo otra estrategia mejor… (Al megáfono) Salgan con las manos en alto…

Quezada:
No, Martínez, espere, no son delincuentes.

Martínez:
¿Ah, no? ¿Y entonces qué son?

Quezada:
Son ocupas Martínez, ocupas.

Martínez:
¿Y cuál es la diferencia?

Quezada:
A ver, preste pa’ ca.

Quezada toma el megáfono.

Quezada:
A todos los habitantes de la Villa Los Come Tripa Cruda, venimos con una orden de
desalojo. ¿Qué significa esto? Les pedimos se retiren cuanto antes con sus pertenencias,
122

porque este terreno tiene dueña. Aquí se construirá el Zulma Resort, un centro estético que
tanta falta hace a las damas de nuestra ciudad…

Lo cagan a piedrazos y botellazos

Quezada:
¡Ah! ¡Ah! Marginales. ¡Ah! Que buena puntería tienen.

Martínez:
Se encuentra bien señor, disculpe…

Quezada:
Si Martínez, no demoremos lo inevitable, preparen la cámara de gas

Martínez:
¿La qué?

Quezada:
Perdón, un fallido… los gases lacrimógenos, vamos a darle para que tengan. Y páseme el
megáfono.

Martínez:
¡Si señor!

Quezada:
¡Atención, último aviso, de último momento!… Repito… ¿Qué repito? Ah, sí. Como no
han abandonado sus barcos ni emprendido su retirada, les tenemos malas noticias, para no
variar, vamos a reprimir, no es malvado quien avisa, esta es la última oportunidad para que
se desalojen…

Al otro extremo del escenario, Lucho, encabezando la barricada.

Lucho:
(Gritándole a Quezada) De acá nos sacan con las patas tiesas para arriba. No nos vamos a
mover. Estas son nuestras viviendas. Lo único que tenemos, yuta desgraciada. Váyase a
coger por un burro, pelado puto Quezada ¿acaso no se enteró? Todos sabemos de las clases
privadas que le anda dando a Garay, para que aprenda a usar su reglamentaria, pelado puto.
(Beto Grannabo) Dame tolueno, me estoy zarpando en héroe.

Quezada:
No se habla más. Esto es bulling al policía. ¡Abran fuego camaradas!

Disparos y gases como es de costumbre en estos acontecimientos. Mucho humo. A partir de


ahora, todos los personajes corren, gritan, tosen y sufren de picazón en sus ojitos.

Beto Grannabo:
123

Así estamos. La vieja Zulma no cumplió con su palabra y la pendeja de ella juró que
pagaría con torturas si su madre no cumplía. Que la traigan a esa pendeja calienta pija.
¿Dónde está?

Vicentico:
¿Por qué le dices ‘calienta pijas´? Esta retorciéndose de dolor dentro de su rancho, mi
hermano la cuida.

Beto Grannabo:
¿Por qué le digo así? Acaso no sabes que se paseó estos últimos días por todos los ranchos,
teniendo desaforadamente sexo con todos. A mí me visito anoche y me confesó estar
dispuesta a desatar su voracidad vaginal en toda la villa. Esta tremenda de caliente la yegua.
No nos importa como esté. Promesas son promesas dice aquella vieja canción de Tormenta.
Es hora de cumplir la promesa que ella nos hizo cuando casi linchamos a su madre y si
vamos a ser gaseados hasta la asfixia, hagamos de esto un espectáculo de la muerte y
muramos torturando a la putita congénita, hija de la que nos mandó a desalojar.
Entreguemos su cuerpo en sacrificio satánico.

Vicentico:
¿Sabes qué, Beto? Tenés razón. Por culpa de esa pendeja conchuda y desamorada, nosotros
pagamos el pato. Terrible pato nos estamos comiendo ahora, con gases lacrimógenos y
gomas de bala que nos lanza la yuta. Voy a buscar a esa puta en potencia. Lo siento por mi
hermanito imbécil, que sucumbió a los encantos concha hambrientos de esa vulva hecha
puta hecha persona, la odio, ya mismo la traigo para sacrificarla, conchuda de mierda.

Escena 6

Aprovechando el humo de la escena anterior… el laboratorio de Sprinter.

Dr. Mercedes Sprinter:


¡Doctora Gnomo! ¡Doctora Gnomo! ¿Usted abrió la válvula de nitrógeno? Hay un escape y
eso produjo un corte de luz en el laboratorio.

Dra. Gnomo:
¡Mm! ¡Mm!

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Doctora Gnomo? ¿Es usted?

Sale de entre el humo el Coronel

Walter Cornejo:
A un lado, traidor. No mueva un pelo más de sus bolas, porque le tajeo el cogote a esta
colega complotadora suya.

Dr. Gnomo:
124

Disculpe doctor. No sé cómo se escapó de su burbuja, pero despertó, liberó al cirujano


Nifúri y provocó esta fuga de nitrógeno y me agarró desprevenida.

Walter Cornejo:
¿Qué está pasando acá, Sprinter? Claramente usted me engañó. No me tuvo todos estos
años criogenizado para que yo pudiese cumplir mi venganza ¿verdad? ¿Qué es lo que está
tramando conmigo y qué es esta pequeña incisión en mi abdomen?

Dr. Mercedes Sprinter:


Yo le puedo explicar pero suelte a la doctora ella no tiene nada que ver en este rollo.

Coronel Walter Cornejo:


¿Usted piensa que yo soy pelotudo? Yo pertenecí a un grupo de operaciones clandestinas,
doctorcito fantoche. A mí no me vende fácilmente espejitos de colores. ¿De qué se trata
todo esto? ¿Qué me hicieron todos estos años? Hable o le entrego el cuello de su adorada y
aceitadita colega en rebanadas.

Dr. Mercedes Sprinter:


Está bien. Tranquilo. Usted es parte de un experimento global, Coronel.

Dra. Gnomo:
Doctor, no diga más. Deje que me rebane, sabré morir por la causa. Soy fiel al dogma
Monsutta y a usted, más que a nada, Doctor. Rebáneme Coronel, rebáneme.

Dr. Mercedes Sprinter:


Tranquila Gnomo. Sé lo que hago.

Coronel Walter Cornejo:


Hable traidor o le hago caso a la golfa.

Dr. Mercedes Sprinter:


Durante todos estos años estuvimos trabajando con su cuerpo, creando en él un bioma
apropiado en el que pueda desarrollarse una especie que necesitamos traer de nuevo.

Coronel Walter Cornejo:


Un virus. Me introdujeron un virus. ¿Soy un arma química, verdad? ¿Cómo en la guerra
fría? Es eso. ¿En cualquier momento se me cae la piel y elimino una toxina que va a matar
a cientos en un atentado? ¿Es eso? ¿Es eso, verdad?

Dr. Mercedes Sprinter:


Algo así. Un poco menos grave. Mire Coronel, usted va a liberar algo, pero no vamos a
matar a nadie, ni se le va a caer la piel a pedazos, confié en mí. Suelte a la Gnomo, por
favor.

Coronel Walter Cornejo:


¿Confiar en usted? Me tuvo treinta años bajo los efectos sedosos del nitrógeno, engañado,
haciéndome creer que seguíamos mis planes y resulta que ahora soy una rata de laboratorio
125

suya y de esta golfa, vaya a saber para qué cosa. ¿Qué pasa con mi venganza? ¿Con mi
dinero?

Dr. Mercedes Sprinter:


Si usted quiere, podemos seguir adelante con ese plan, Coronel. Eso no afecta nuestros
intereses, los intereses de la Hermandad. Una cosa puede ir con la otra. Si usted quiere
continuamos adelante… lo que ya no podemos ofrecer, es quitarle esa bacteria que está
encubando… lo más probable es que la chiquilina se haya adaptado a su interior y
encuentren dentro de usted, la mejor colonia de vacaciones nunca antes vista.

El Coronel se quiebra, suelta súbitamente a la Dra. Gnomo.

Coronel Walter Cornejo:


¿Qué me hicieron? ¿Por qué? Yo regrese a este mundo desde el sueño de la muerte para
recuperar mi dinero. ¿Por qué me hicieron esto? Lo único que quería era evitar los juicios a
los represores, correrme del mapa, fugarme a los bordes y me vengo a topar con que soy la
probeta de ensayo de un experimento a gran escala. ¿Por qué? ¡Dios! (Se quiebra) Yo solo
quería vengarme de mi hija, asesinarla como asesine a tanta gente y recuperar de una vez
por todas mi dinerito. No es un justo, no es justo. Ahora soy un arma química de la guerra
fría, la tercera guerra mundial. Ahora voy a explotar en cualquier momento y me voy a
derretir eliminando un gas verde que matará a todos.

Dra. Gnomo:
Tranquilo, Coronel. El gas es gris, no verde.

Dr. Mercedes Sprinter:


Coronel, escuche a la doctora y tranquilícese. Deme esa arma. Venga. (El Coronel le hace
caso) Mire. Le propongo algo. Usted nos ayuda a nosotros, pero esta vez, voluntariamente
y yo le prometo que le traigo a su hija para que usted cobre venganza. Se la traigo aquí,
para que sea usted mismo quien la borre del camino para siempre. ¿Le parece? No me haga
pucherito. ¿Chi? ¿De acueldo?

Coronel Walter Cornejo:


(Como un bebe) ¡Chi! Echo quielo.

Dr. Mercedes Sprinter:


Achi me guchta. Doctola, tlaigale a papa a bebe (mientras le inyecta algo al Coronel que lo
tiene entre sus piernas, idiotizado)

Dra. Gnomo:
Chi, doctol, ahí va a papa, pala bebe.

El Coronel come y se desmaya. Cae en calidad de bulto sobre los brazos de Mercedes. Este
lo suelta y lo deja tirado en el piso.

Dr. Mercedes Sprinter:


126

Vamos a tener que tener más cuidado, Dra. Este viejo granuja se nos escapó y libero a
Nifúri y por si fuera poco, ya sabe todo, o casi todo.

Dra. Gnomo:
Disculpe doctor, no sé cómo pudo haber pasado. Si quiere envió a los guardianes
ordinarios: Chicho, Fito y Tinky Winky a dar vuelta este pueblo neuquino, hasta que
encuentren a Nifúri.

Dr. Mercedes Sprinter:


No es mala idea, envíelos. Por suerte nuestra bacteria Poketto Snorkflakes, ya está haciendo
de las suyas en nuestro cuerpo bioma, el cuerpo del Coronel y lo han vuelto un retrasado
mental a este viejo imbécil.

Dra. Gnomo:
¿Todos los Pokettos producen el mismo efecto en los cuerpos que ocupan, doctor?

Dr. Mercedes Sprinter:


No Doctora, para nada. El efecto de retraso es solo una provocación del Poketto
Snorkflakes. Cada Poketto Monsutā provoca lo suyo, puede ser un efecto o más y no solo
en quien los engendra sino en la gente de sus alrededores, en la gente que frecuentan. Los
otros tres Pokettos producen cosas distintas y solo las producen y contagian una vez que
entran en contacto con el cuerpo huésped.

Dra. Gnomo:
¿Qué cosas por ejemplo?

Dr. Mercedes Sprinter:


Cagaderas crónicas, odio repulsivo, aumento del coeficiente mental, aputozamiento, y
muchas cosas más horribles. Siempre que estos síntomas estén presentes, afílese doctora, es
seguro que un Poketto anda dando vueltas.

(Sale, arrastrando al Coronel)

Dra. Gnomo:
¡Mm! Doctor, espere… ¿Aputozamiento dijo?... Espere, Doctor… (Sale)

Escena 7

Vicentico trae a Samanta a la fuerza, muy dolorida, pasada de olor a mierda, porque se ha
cagado mucho encima.

Vicentico:
Aquí tienen a la princesita hedionda.

Todos se tapan la nariz, tienen arcadas, vomitan, es un asco.


127

Vicentico:
No ha parado de hacerse caca. Que no les extrañe que nos lance sus últimos excrementos
cuando la estemos sacrificando por traidora. Solo la muerte es justa con estas enviadas del
desamor, asesinas de la esperanza. Ella y su madre tendrían que haber sido destruidas hace
mucho, excomulgadas o simplemente descuartizadas en pedacitos… hoy no tendríamos
estos problemas.

Mirta:
¡Samanta! Ahí tienes. Las palabras de tu madre se han convertido en este odio con el que te
condena la villa que otrora te entregara amistad, contención, amparo, abrigo y solo un poco
de alimento… Ahora, lo único que tenemos, son treinta patrulleros led, dos hidrantes, balas
de goma y una tracalada de gases lacrimógenos que nos lanza la policía a nuestra portón
barricada. Nadie puede salvarte, sobri.

Lucho:
No protejas más a tu sobrina, Mirta. Vamos a cumplir con lo pactado. Es hora de amarrarla
y torturarla. Pongámosla a atajar las balas de goma, usémosla de escudo, no creo que ataje
mucho con ese cuerpito, pero algo es algo.

Mirta:
No seas necio, Lucho, no estoy protegiendo a mis sobrina, para nada. Todo lo contrario,
acuerdo contigo: que cumpla con su promesa. ¡Vamos piba! ¡Al sacrificio! (Ordena al
resto) Álcenla, así la usamos de escudo ataja balas.

Samanta:
(Mientras es alzada y se sigue cagando, los demás la padecen) Es lo que corresponde. Yo
les prometí que me dejaría torturar si mi madre no cumplía con su palabra. Háganlo, me
entrego y no ofrezco resistencia. Ella ha sufrido mucho, no pido que la entiendan ni nada.
Pero yo sé desde adentro de mi almita, que algo le tuvo que haber pasado para haber
tomado esta decisión.

Beto Grannabo:
Me importa una verga tu almita. A torturarla.

Quezada:
Quietos. Ni un paso adelante, todos hacia atrás o los agujereo a balazos de goma…

Llega Fausto. Se pone en el medio.

Fausto:
Un momento. Paren con lo gases ¡Quezada! (Todos tosen y no aguantan el olor a mierda de
Samanta) Basta de balas… y ustedes, bajen a esa sufridita. Nadie va a torturar a nadie.

Quezada:
Joven Fausto ¿Qué hace acá? No interesa, a nadie le importa. Lo que importa es que se
retire del medio del atacamiento, una bala de goma podría estropear ese cuerpo atlético y
empresarial que se gasta.
128

Fausto:
(Firme) ¡Basta Quezada! Ordene la retirada… pero de sus hombres (Conmoción general)
Usted no puede desalojar a esta gente… porque este terreno es mío… yo soy el dueño y
voy a dejar que esta villa se quede aquí.

Todos:
(Más conmoción) ¿Qué?

Fausto:
Así es. El imbécil de mi ex brazo derecho Manríquez, está vendiendo muy baratas, mis
propiedades a troche y moche, con papeles truchos que diseña en Corel cinco. Y una tropa
de gente estúpida, cree que esta frente al ofertón de sus vidas y las compra, firmando
diseños amateurs que no pasan ni por talonario de facturas. Vine en cuanto supe que
intentaban desalojar a esta pobre gente, literalmente… pobre gente. No puede seguir
adelante con su represión, Quezada. Es más, me comuniqué con representantes de Zainuco
que vienen en camino con sus abogados a levantar pruebas, porque de aquí en más, usted
será sometido a juicio… No solo por esto, capitán, sino también por una innumerable
cantidad de chanchullos en los que inclusive yo he estado involucrado.

Quezada:
¡Zainuco! Esto no puede ser cierto. Esto no puede estar pasando. Usted tiene mucho que
perder, Fausto. En la vida real estas cosas no ocurren, los policías corruptos jamás pagamos
nuestras condenas, con suerte somos enjuiciados.

Fausto:
Malas noticias, Quezada. Esto no es la vida real. Es solo una comedia estúpida y aquí si
haremos justicia. Ahora retírese. Quítese de mi vista. Tengo cosas que conversar con estos
pobres.

Quezada:
Esto no va a quedar así ¿Cómo va a quedar? No lo sé. Pero así, seguramente no. Retirada
muchachos… a preparar un plan defensivo para estos nuevos puntos de giro. (La policía se
va.)

Fausto:
Listo. Ya se fueron.

Pausa. Los pobres se acercan, tocan a Fausto como si fuese una excentricidad, luego
reaccionan y festejan, no lo pueden creer. Se olvidan del odio hacia Samanta, la dejan
tirada. Le cantan cosas a Fausto. Es su salvador. Es el héroe que hace rato no vemos en
las obras. El que todos extrañamos.

Lucho:
Usted es nuestro héroe, joven. ¡Qué increíble! jamás pensé que esto iba a solucionarse de
esta forma, que íbamos a tener este final feliz ¿sabe? nosotros en general desconocemos la
129

alegría. Estamos acostumbrados a las catástrofes y esto nos deja de cara. Permítame
presentarme, soy Lucho, hago changas y tengo un fuerte adicción al tolueno.

Fausto:
Hola Lucho. Vine para quedarme con ustedes y a partir de ahora me encargare
personalmente de que no les falte nada. También hare algo por tu adicción.

Todos festejan, no lo pueden creer.

Mirta:
¿Esto es real? ¡Qué contenta estoy y que bien me siento! ¡Qué feliz me pone lo que acaba
de prometerle este joven a este infeliz del Lucho! ¿Puede ser posible? Mi nombre es Mirta.
Soy la presidenta de la comisión del barrio, elegida en democracia. Estaré infinitamente
agradecida por lo que usted hizo con nosotros… (Emocionada) esto tiene que ser un
milagro de las vísperas de Navidad.

Todos:
(Emocionados) ¡Ah!

Fausto:
(Consolando a Mirta) No creo mucho en milagros, Mirta. Pero si en la auto-gestión de la
buena gente. No se preocupe que no voy a interferir en su mandato. Mi intención no es
entrometerme, pienso ayudarles desde afuera y siempre adaptándome a sus verdaderas
necesidades.

Beto Grannabo:
No lo puedo creer ¿De dónde salió este ángel? No creo que venga de los cielos. De las
millones de veces que hemos rezado al puto de Dios, jamás nos mandó nada… y ni hablar
de los pactos con el diablo, nunca han funcionado. Esto, esto es un sueño y ojala no
despertemos nunca… ¡Viva Fausto! ¡Nuestro salvador!

Todos:
(Gritos, festejos) ¡Viva!

Fausto:
Un segundo, esperen… ¿de dónde viene ese olor a cloaca? están teniendo serios problemas
en sus desagotes, huelo a mierda en demasía…

Vicentico:
(Demostrando desconfianza para con Fausto) No flaco. Es esa que está ahí tirada, Samanta
se llama, íbamos a sacrificarla pero justo caíste tú y se salvó, sino ya sería comida de perro.

Fausto:
(Observando a Vicentico) Noto que la odias.

Vicentico:
130

(Irónico) No, para nada, solo quisiera verla descuartizada por un chancho en una chacra de
Cipolletti. Los chanchos trizan hasta el último pedacito que mastican ¿sabía? Lo escuché
por ahí.

Fausto:
Ya hablaremos de tu odio, amigo

Fausto se acerca con arcadas a Samanta. La toma entre sus brazos.

Fausto:
Vamos. Entrémosla. Algo muy extraño me anima a ayudar a esta niña defecada. Debemos
hacer algo por esta niña.

Mirta:
Es increíble. Esto es demasiada emoción para mí: va a salvar a mi sobrina. ¡Lo amo!

Todos contienen a Mirta, le dan aliento. Entran emocionados. El escenario queda un poco
vacío de entre las sombras aparece Zulma y luego detrás de ella Alfred. Zulma esta
sorprendidísima.

Escena 8

Zulma:
No lo puedo creer. ¿Qué ven mis ojos? ¿Puede ser posible?

Alfred:
Si, señora, es aquí ¿Vio? Yo tenía razón. El llamado anónimo que recibió nos dio esta
dirección, para que vengamos.

Zulma:
Jamás pensé que esto me iba a pasar aquí, Alfred.

Alfred:
Yo tampoco pensé que esto iba a pasar. Pensé lo contrario: que llegaríamos y la policía ya
tendría dominada la situación, con unos cuantos delincuentes encerrados, algún que otro
muerto tirado, esos que siempre aparecen accidentalmente en estas redadas. Pero esto…
Esto de llegar y ver que un joven héroe salva al pobrerío y hace que la policía se retire,
jamás… jamás pensé vivir para ver esto, jamás creí que esto suceda de verdad… así que
entiendo su angustia señora... (Advirtiendo que Zulma está muy pensativa) No se preocupe,
sino construye el Zulma Resort acá… puede hacerlo en alguno de sus otros terrenos…

Zulma:
Me importa una zorra el Zulma Resort, Alfred… me tiene sin cuidado.

Alfred:
131

¡Ah! Ya sé que la tiene así. Su hijita Samanta. La vio ahí, toda desparramada, reventada en
mierda y por primera vez se conmovió ante la imagen de esa laucha ¿no es así?

Zulma:
Alfred, por favor. Necesito pensar. Tampoco me importe esa piba enferma.

Alfred:
Pero señora, quiero ayudarla. ¿Qué tiene? Confíe en mí ¿Es por William Jackson? Teme
que ese yanqui millonario la reprenda porque perdió estos terrenos, que al final de cuenta
no eran suyos, no le pertenecían a usted, sino a ese joven héroe… ese tal Fausto que
apareció.

Zulma, mira a Alfred, en silencio. Alfred advierte esa mirada.

Alfred:
A ver… ¿Es por él, Señora?... ¿Es por ese joven que esta así?

Zulma:
(Con esfuerzo) Si.

Alfred:
¿Qué pasa, señora? ¿Qué pasa con él?

Zulma:
Ese joven, Alfred… (Avanza hacia el centro de la escena, mira al público) Ese joven,
llamado Fausto… Es mi hijo.

Continuará
Fin del episodio V
132

Dineral. Episodio VI
Nada de eso fue lo que ocurrió

Escena 1

Neuquén 2113

Megera:
Vamos, vamos es por aquí. De por ahí venían las señales de esa cosa. Por lo menos eso fue
lo que pudimos captar con el aniquilador invisible 600.

Sangulisífone:
¿El aniquilador trae brújula? ¡Ojete santo!

Megera:
Noto que no descargaste la última actualización del aniquilador. ¡Sí! ahora trae brújula y
una sarta de cosas más. Está buenísimo. Mira… decime una mentira

Sangulisífone:
Estas flaquita y hermosa, negra.

Suena la máquina de la mentira

Megera:
Bueno… ¿ves?… ¡he! saltó la máquina de la mentira… a… a confirmar… eso que dijiste…
al parecer fue una mentira

Sangulisífone:
Pero claro que fue una mentira, como te voy a decir una cosa así. No te puedo creer que
ahora venga incorporada en el aniquilador.

Megera:
133

Si ¿viste? Esta buenísima. No tardó nada en salir al mercado. Salió la máquina de la


mentira home y a los días, la incorporaron en este bicho (muestra el aniquilador, o sea no
muestra nada)… ¡ah! ¿Qué sería de nosotras si no tuviésemos esta terrible arma,
Sangulisífone? Justo ahora que estamos contra la movida que están haciendo esas
estaciones nucleares. Tenemos que andar armadas.

Sangulisífone:
Eso ¡Puaj! por el amor de los ojetes. Este alcantarillado es un asco. No había sentido ese
olor desde el tiempo de…

Megera:
¿El tiempo? ¿Qué tiempo? Hablas como si hubieses vivido mucho tiempo o en muchos
tiempos. ¿Te imaginas? ¿Vivir mucho? ¡Qué embole! Yo no podría.

Sangulisífone:
Ni podrás.

Megera:
¿Qué es lo que decís, negra?

Sangulisífone:
Nada. ¿Qué mierda veníamos a buscar?

Megera:
Ah, sí. Eso. Te cuento, no lo vas a creer. Ya hace rato que mis sensores rastreadores
detectan un organismo en estas asquerosas alcantarillas. Pensé que se trataba de una rata,
pero imposible, las ratas se extinguieron. Es más… ningún organismo sería capaz de
sobrevivir aquí abajo, mucho tiempo. Los niveles de contaminación son altísimos…

Sangulisífone:
Eso es verdad, Megera. Esta caca es altamente peligrosa. Tratemos de no acercarnos
mucho. Cualquier cosa que entre en contacto con esa caca, con suerte sale hecha
esqueleto… se me hace que estos soretes radiactivos desvanecen hasta los huesos negra.

Megera:
¡Puede ser! Mira… ¿ves?… ahí… algo se mueve

Efectivamente algo se mueve. Se trata de Una señora cualquiera que ha estado atrapada
en la boca de la cámara séptica, durante mucho, pero mucho tiempo.

Una Señora Cualquiera:


Eh ¿Quién anda ahí? No lo puedo creer, jamás pensé que hubiese sobrevivientes y menos
que alguien vendría por mí. ¿Qué lindos trajes? ¿Por qué son peladas?

Megera:
Una sobreviviente, Sangulisífone, hay que ayudarla.
134

Sangulisífone:
Pará, esperá. ¿Qué sabes quién es esta? (A la señora) ¿Quién vendría siendo usted? ¿Qué
hace ahí?

Una Señora Cualquiera:


¡Ah! Hola. Que tal. ¡Uf! increíble. Llevo años acá. Muchos años atascados en la boca de
esta cámara séptica.

Sangulisífone:
¿Cómo llego hasta ahí?

Una Señora Cualquiera:


Un infortunio desgraciado quiso que terminara siendo tapón. Me llevaban de rehén en una
situación de escape, huían de un piquete que se había formado en la puerta de un caserón a
una señora. Una tal Zulma… así se llamaba la vieja y escapaba con su mayordomo fornido,
Alfred. Querían rajar por las cañerías y primero me empujaron a mí, a ver si cavia por la
boca de la cámara séptica. Bueno, no pase y quede atascada.

Sangulisífone:
Terrible ojete el tuyo. Literalmente, porque fue su culo lo que no paso por el hueco.

Una Señora Cualquiera:


Si. Bueno, siempre fui de caderas anchas.

Megera:
Un momento… ¿Caserón? ¿Piquete? ¿Mayordomo? Esas cosas ya no existen…

Una Señora Cualquiera:


Es lo más probable… ¿en qué año estamos?

Sangulisífone:
Estamos en el 2113

Una Señora Cualquiera:


Ah. Pero sí. Qué manera de pasar el tiempo. No, esto que cuento pasó en el 2016, hace casi
cien años atrás.

Megera:
¡Qué carajo! ¿Cómo es posible que usted esté viva? No puede ser. Justo que hablábamos de
cuestiones raras con el tiempo, Sangulisífone.

Sangulisífone:
Si… déjala hablar… (A la Señora) Hable, vieja

Una Señora Cualquiera:


Bueno. Si. Ahora les cuento como hice para seguir viva y mejor habérmela pasado acá
abajo porque arriba, por esas épocas, quedo la cagada. Terrible quilombo se armó.
135

Megera:
¿Qué quilombo? ¿De qué hablas?

Una Señora Cualquiera:


La cosa fue así. Yo estuve atascada acá, pero la información me llegaba igual. La gente es
muy putera, no hay noticia que no corra y no corre solamente allá arriba, fluye como los
soretes, por aquí abajo también. Se paran a hablar al lado de la boca de tormenta y el sonido
de sus chismes se amplifica en esta gigante caja de resonancia, se escucha bárbaro. El lugar
de la mierda humana, el lugar donde esta lo peor de la lacra humana me dio alimento
durante todo este tiempo, me alimente a base de mierda y aprendí a seleccionar la mierda
conducida mediantes estos ductos. Me volví una catadora de mierda y ahora puedo
distinguir sabores distintos y distintas especies de mierda: mierda conservadora progresista
marxista, mierda nacional liberal católica, mierda judío convertida, mierda ovo lácteo
vegana, mierda lgbt queer heterosexuada... Todo muy rico, hasta que di con una mierda
especial, de tono verdosa, la más rica de todas, me volví adicta, una mierda riquísima que
tenía facultades especiales… y digo esto, porque desde que la como… no he muerto, me he
vuelto eterna… esa mierda me ha mantenido viva todos estos años. Supe del paso del
tiempo pero perdí la cuenta y entre las cosas que iba escuchando llego la peor de la
noticias… la gente hablaba y hablaba de una guerra que se desato y acabo con gran parte de
la población de acá arriba…

Sangulisífone:
Claro, estas tierras se llamaban Neuquén, tierra nueva, faro del mundo. Fue donde se
concentraron varios grupos paramilitares, doctores religiosos, hicieron lo imposible para
alcanzar el modo de vida de unos pueblos ancestrales, escrito y dictado en los manuscritos
del Poketto Monsutā, una suerte de Corán japonés. Hubo mucho desacuerdo, varios frentes.
Escuche que uno de esos grupos fanáticos, logro juntar lo necesario y trajo mediante ritual a
su supremo máximo, un bicharraco llamado Groudon y que fue él… quien puso orden…

Una Señora Cualquiera:


¡Mm! ¡Malas noticias! Lamento desacreditar la historia que tienes aprendida. Pero no fue
así.

Megera:
Ah… ¿no?

Una Señora Cualquiera:


No

Megera:
Mira, no sé qué mierda habrá pasado pero si algo tienen tus palabras, es verdad, porque
desde que te encontramos la máquina de la mentira no sonó nunca.

Una Señora Cualquiera:


Paso de todo, eso sí, los puedo asegurar y les puedo re contra asegurar que el ritual para
traer a ese pajarraco Poketto suprema de pollo, no sé qué… no se hizo nunca, eso no
136

prospero… de echo los Pokettitos esos no duraron mucho… lo que paso mis queridas
rescatistas fue peor… fue mucho peor… ¿me van a sacar de acá?

Escena 2

Volvemos a la época actual. Entran los guardianes ordinarios con música y coreo 8-bit de
fondo. Luego ingresa La Dra. Gnomo. Ella les habla en nuestro idioma pero ellos tienen el
suyo. Así que sus respuestas las vemos subtituladas y proyectadas al fondo.

Dra. Gnomo:
Mis guerreros guardianes ordinarios, llegó la hora. Basta de rascarse esa verija extraña que
tienen. Se avecina una guerra, winter is coming, bla, bla, blá; bla, bla, blá. Los quiero más
duchos que nunca, se nos escapó Nifúri. Es el único que más o menos domina y conoce a
los Pokettos Monsuttas. Sin él, la cosa se pone peluda, color de hormiga roja grande… las
soldado. Así que, media pila pendejos guardianes, me revuelven cielo, lago y tierra, porque
acá mar no hay y me traen de nuevo a ese pinche cirujano japonés que no parece japonés.
Lo quiero con vida en el laboratorio de Sprinter, cuanto antes (sale)

Chicho:
(En su idioma, que se lo vamos a inventar, recordemos que son Pequechis, no peques, así
nos ahorramos problemas legales) ¿Esta conchuda que se piensa? nos trata como boludos.
Que seamos guardianes guerreros no significa que recibamos estos maltratos.

Fito:
Tenemos que hacer algo. Nos venimos fumando la de guardianes hace mucho, siendo
obedientes con nuestros amos. Ese modo de relacionarse es antiquísimo, estar bajo sus
órdenes. Tengo estas pelotas infladas de relacionarme así, necesito un cambio, sentar
cabeza, ser asalariado, hagamos algo para quebrar la relación entre amos y servidores. Se
me ocurre una idea: le dicen trabajo.

Tinky Winky:
Si, seamos trabajadores. Dejemos de hacer esto por honor, entre los esclavos de la
hermandad y nosotros, no hay mucha diferencia. Nos hemos pasado nuestros años mozos
defendiendo una causa en teoría justa, defendiéndola religiosamente y la peor parte siempre
nos toca a nosotros… Los trabajadores lo hacen a cambio de guita ¡está buenísimo! tienen
recibo de sueldo, vacaciones, salario familiar.

Fito:
He visto como muchos de los humanos ordinarios se sindicalizan y así reclaman un trato
más justo. De algo les sirve.

Chicho:
No pienso salir a buscar al Nifúri ese. Que trabaje la golfa esa. He notado como mira al
Doctor Mercedes Sprinter. Se nota que quiere su lechona en la boquita.

Fito:
137

Ay. ¿Estás celosa Chicho? Deja que la Gnomo tenga una alegría. Quien te dice que
echándose unos polvos se relaja y se le va lo mandona.

Tinky Winky:
Al carajo con todo esto, muchachos. Estoy harto de pertenecer a una célula religiosa, en
busca de un mundo mejor para todos. Hemos perdido mucho… tiempo sobre todo y nos
hemos perdido gozar de ciertos placeres. Quiero una vida normal, quiero enamorarme,
juntarme a beber con ustedes mis amigos, ir de putas al 33. ¿Por qué no podemos
adaptarnos y vivir bien? Yo lo hice con ustedes, que son Pequechis, me costó mucho
acostumbrarme a sus bosques, lo mío eran las colinas verdosas, los mongólicos de mis
compañeros y yo hablándoles al sol… ¿Por qué me miran así?

Chicho:
Estamos emocionados ¿sabes?

Fito:
No queríamos decírtelo, pero hemos hablado mucho este tema.

Chicho:
No fue fácil para nosotros aceptarte, con tus costumbres.

Fito:
Integrarte.

Chicho:
Hemos discutido, susurrando por las noches, para que no nos escuches.

Fito:
Si. Un día casi te asfixiamos, aprovechando que dormías. Nos costó muchísimo la
integración.

Tinky Winky:
Gracias, peques. He aprendido a quererlos. Yo también casi los mato una vez. Iba a ponerle
una bomba a todo, se las iba a meter a ustedes en el culo. Me habían ofrecido ser parte de
una célula más radical, donde está el dinosaurio barny, los backyardigans. Son más
extremos, están más convencidos, esos no quieren a nadie. En cambio yo, a ustedes,
aprendí a quererlos, a amar sus bosques, la pesca, la rosa mosqueta y los piñones.

Chicho:
(Emocionado) Démonos un abrazo.

Se escucha un alarido en el cielo, es Chung Le, el milenario Poketto llave que otrora
estuviese bajo el poder de Kagazote y que desde el capítulo dos anda suelto. Ha
reaparecido. Vuela con todas las intenciones de atacar y destruir a los guardianes
ordinarios.

Fito:
138

¡Cuidado amiguis! Es el Poketto Monsutā Chung Le. Reapareció y me da toda la sensación


que viene por nosotros, a destruirnos.

Chicho:
Se acabó, Poketto. No había querido usar mi nivel máximo, mi barra de fuerza al cien por
ciento. Pero esto se acabó.

Fito:
Espera Chicho, Chichin. No podemos matar al Poketto este. Es un Poketto llave. Lo
necesitan para el ritual de ascensión del supremo.

Chicho:
Dijimos que íbamos a cambiar las cosas ¿no? Ni un paso atrás, Fito. Ni un paso atrás.

Fito:
Tienes razón. Hagamos percha a ese pajarraco.

Música 8 bit y todos los clisés de consola Nintendo. Es una lucha entre los guardianes
ordinarios y el Poketto Chung Le, al estilo Mortal Kombat. Hay fatalitys, se escuchan los
audios del jueguito y todas esas cosas, mezcladas con súper poderes de Pokemon,
atrápalos ya. Una escena fantástica. Los guardianes unifican sus poderes, de una manera
muy extraña, tal vez haciendo el ejercicio de la maquinaria, al estilo Pompeyo y así
liquidan al Poketto Chung Le. Recién ahí vemos caer del cielo un pajarraco, recordemos
que Chung Le, a diferencia de Coneji, nunca antes se vio.

Tinky Winky:
(Pateando el cadáver de Chung Le) Parece que lo hicimos concha ¿Se encuentran bien,
amiguis?

Chicho:
Sí, me siento un poco débil. Casi agota mi barra de poder. Pero lo liquidamos antes, con
nuestro trabajo en equipo y nuestro esfuerzo mancomunado.

Fito:
Bueno, como quien no quiere la cosa, hicimos cagar a uno de esto bichos. O sea, les
cagamos los planes a esos médicos. Queridos guardianes, aquí empezó nuestra liberación.
Este es un camino de ida. Quien sabe que será de nosotros de aquí en más. Una cosa es
segura: nos acabamos de comprar los pasajes de ida fuera de la hermandad.

Chicho:
Vamos a comprar el diario.

Tinky Winky:
¿Para qué?

Chicho:
Necesitamos un nuevo trabajo.
139

Escena 3

Pablo Montonazo en escena, se está vistiendo de Dolores Inmaculada. Mientras lo hace de


manera apasionada con su cuerpo y sus prendas, monologa.

Pablo Montonazo:
¡Ah! ¿En qué nueva trampa has caído, viejo hiena? Todo se ha entreverado y mezclado para
ti, peor que los guisos silvestres llenos de insectos que comías con las hienas en
Mozambique. Mi mujer, Victoria, está cada vez más aproblemada. La veo distraída, anda
dispersa, no puede hacer foco en los descubrimientos más importantes de mis
investigaciones, esas investigaciones que ella misma siguió, esas investigaciones de las
cuales ella misma se hizo cargo, están a la deriva, a nadie le importan, menos a Victoria.
Conservo la esperanza en mi ex compañera: la fiel Doctora Ducato. Mientras tanto yo sigo
preso de este disfraz que me he colocado sin poder presentarme ante mi amada esposa tal
cual soy. ¿Qué hago? ¿Me rebelo ante ella? Encima ha depositado en esta falsa identidad
toda su confianza… Todos aman a Dolores Inmaculada. Este personaje que invente está
sepultando cada vez más a Pablo Montonazo. Soy víctima de mi propia estrategia ¿en qué
fallé? Y mi hija… mi verdadera hija… Alejandra… ¿qué será de ella? Y de su hermano, ese
bastardo a quien también aprendí a querer como una nana… (Mira al público)Sí. No
piensen mal. Lo quiero como una nana. Al fin al cabo en un principio pensé que se trataba
de mi hijo. ¿Cómo sigue esto? ¿Qué nuevas decisiones tomo? ¿Cómo ayudo a mi familia?
¡Ah! Que difícil…

Escena 4

Entra Victoria seguida de la doctora Ducato. Dolores Disimula.

Victoria:
(A la Doctora Ducato) ¿Y amiga? ¿Cómo estamos? ¿Prospera el embrión de esa deidad en
nuestros vientres o funcionaron las pastillas?

Dra. Ducato:
Déjame chequear por última vez estos exámenes y les digo.

Victoria:
Es la segunda vez que las aplicamos, yo saque tremendo chorrazo, pero esta Dolores no ha
eliminado ni un coagulo. (A Dolores) Mira Dolores que estas pastillas son buenísimas, son
infalibles, han hecho abortar hasta a un amigo mío, que se prestó como rata de laboratorio
para ser embarazado. ¡Qué pelotudo ese Walter! Hace rato no lo veo.

Dolores Inmaculada:
¿Segura, Victoria? Yo nunca fui muy amigo… amiga del aborto.

Victoria:
140

No seas conservadora, Dolores. Los tiempos cambian. ¿Sabes cuantas veces aborte
pelotudos? A la única que no quise abortar fue a la pelotuda de Alejandra, por respeto al
padre, el montonero sucio que me la hizo. Así me fue, si hubiese sabido que se iba a armar
todo este quilombo la abortaba de toque. Varias veces quede preñada de otros garches,
cuidándome con todo ¡eh! No vayas a creer que no. De Quezada por ejemplo ¿sabes lo que
es tener un hijo de un policía? Ni en pedo. Al carajo con ese feto.

Dolores Inmaculada:
¿Eso piensas de tu marido? ¿Ese es el recuerdo que guardas de él? Un montonero sucio.

Victoria:
No solo ese. Guardo peores. Ese montonero era ultra conservador. Si viviese estos tiempos
te puedo asegurar que por más de una cosa se hubiese martillado la pija. No le gustaban los
putos por ejemplo, era bastante homofóbico.

Dolores Inmaculada:
Bueno, tal vez cambiaba de parecer, si seguía a tu lado.

Victoria:
No creo ¿Sabes todo lo que experimente yo, después de su partida? Orgías, BDSM, sexo
lésbico. No. No hubiese querido. De hecho, no hemos tenido tiempo de hablar a bombacha
quitada contigo de tantos temas, Dolores, pero en cuanto nos vayamos de aquí quiero que
tengamos una charla, entre chicas.

Dra. Ducato:
Buenas noticias. Al parecer la segunda aplicación de misoprostol funcionó. Benditas sean
las pastillas. Es extraño. Es el primer caso en que se interrumpe la gestación embrionaria de
un Poketto Monsutā. Eso… en general ocurre si… (Se queda pensando, preocupada)

Victoria:
Ocurre si… ¿Qué, Ducato? Habla.

Dra. Ducato:
Ocurre si el Poketto que las ha inseminado muere. Mira Victoria, tú deberías saber esto.

Victoria:
Si, debería saber todo sobre los manuscritos que dejó pablo. Esos azuras del Corán japonés.
Pero la verdad que estoy bloqueando ese tema y me voy olvidando detalles ¿Qué dices,
Ducato? ¿Se murió el Poketto de Kagazote?

Dra. Ducato:
Es la única que se me ocurre. En los azuras esos dice que los Pokettos tienen un excesivo
espíritu maternal.

Victoria:
Todas las madres tienen un excesivo espíritu maternal ¡un asco!
141

Dra. Ducato:
Sí, es cierto. Pero estos mantienen una suerte de conexión energética con el embrión
mientras se está gestando y resulta vital para una buena evolución de los críos. Si el Poketto
se muere, se corta esa alimentación energética y los embriones pasan a la historia. Es
probable que por eso no haya funcionado el primer aborto y si haya funcionado este. Es
muy probable que Chung Le, este muerto.

Victoria:
¡Ay! Que aburrido todo. Me harte ¿Sabes qué, Ducato? Esto de seguir con las
investigaciones de Pablo, me lleno los ovarios. ¿Quieres los azuras? Sino los quemo.

Dra. Ducato:
Dámelos (los recibe).

Victoria:
Yo hasta acá nomas llego. Pablo y sus historias de facultad me tuvieron todos estos años
esclavizado. No sé en qué estaba cuando decidí hacerme cargo de sus cosas. Esa estúpida
manera de aferrarse que tiene una. Basta. A cortar el lazo. Quiero cambiar.

Dolores Inmaculada:
¿Qué dices, Victoria? Por la memoria de Pablo, no me hables… no hables así.

Victoria:
Me cago en la memoria de Pablo. No puedo seguir así de afectada con su historia, atada al
pasado, ya pasó. Basta de poéticas del exilio. A otra cosa mariposa. Me voy a preocupar de
mí, me quiero ir de vacaciones con amigas. Siento nuevos deseos y si no los siento, me los
invento. Quiero que vengas conmigo, Dolores. Nos vamos al Caribe, allí tú y yo
aprenderemos a ser buenas amigas amantes. Vamos turrita, que de eso quería hablarte ¿has
estado con otra mina? (Agarra a dolores y se la lleva)

Dolores Inmaculada:
(Mientras es arrastrada por Victoria) ¡Eh! Yo… bueno… si, vamos.

Dra. Ducato:
Si Chung Le está muerto, ya no hay modo de realizar el ritual. Esto se pone peludo. Las
cosas no van a cambiar y mi filiación eterna al proyecto del Circulo de Antropologías
Oscuras de la universidad ya no tiene sentido. Años y años investigando para nada. No
contaba con estos giros de la historia. El ritual de asunción se fue al carajo. Tendré que
buscarme otro propósito en la vida. Años y años dedicados a esta suerte de fanatismo
religioso, sin pensar en nada más. No he formado una vida, ni familia, no tengo cosas
materiales, jamás me intereso el dinero… ¡Que boluda! ¿Cómo pude ser tan pelotuda?
¡Mm! Ya sé. La venta de órganos. Eso está dejando mucha guita entre los médicos. Esta re
fácil. Me dedico a eso, ya fue. La lista de gente que espera donaciones es grandísima. El
mercado de órganos está a full. Me vendo un par de corneas, compro un barco y me voy a
la mierda a navegar por el atlántico. Siempre quise conocer Las Grutas. Nunca fui. ¡Qué
boluda! Hay que ser pajera, ¡eh! ¡Pare de sufrir, Doctora Ducato! A partir de hoy, todo se va
al carajo.
142

Escena 5

En la Villa Los Come Tripa Cruda. Las cosas han cambiado. Nuestros queridos personajes
de la Villa visten unos atuendos extraños. Al fondo un altar que le han construido a Fausto
quien ahora se hace llamar ‘El salvador’ y se ha transformado en una especie de Mesías,
al cual veneran, rinden tributo y saludan con alabanzas. Todo parece una secta hippie.
Fausto reúne a sus fieles, entre ellos: Vicentico, el Chula, Samanta, Mirta, Lucho, La
Señora de la Villa.

Fausto:
Fausto el Salvador les habla, acercárseme adorados fieles.

Todos se acercan haciendo alabanzas, orando los rezos que supieron inventadle.

Lucho:
Aquí estamos Salvador. Decidnos como continuad.

Fausto:
¿Han cumplido con el ayuno, fieles?

Mirta:
Si, querido mártir. Y ya hemos depositado los alimentos ofrenda en su altar. Nuestra
relación con el hambre es nueva. Usted tenía razón, ya no lo padecemos. Solo comíamos de
más, devorando con nuestro apetito salvaje todo. Gracias y mil gracias al Salvador, hemos
logrado el equilibrio con la naturaleza y ahora el hambre es para nosotros un estado elevado
de nuestra existencia.

Fausto:
Mucha gratitud me da el escucharles. Fausto ‘El salvador’ les estará eternamente
agradecido. Se han desprendido de mucho y todo me lo han brindado, sus pertenencias, sus
miserables bienes, sus harapos. Ya no los necesitan. No saben la paz que emerge de sus
auras, por eso creo que llegó el momento de trasmitirles la nueva dirección que este guía
tiene para entregarles, este guía que los acompañara aun cuando deje de ser materia y su
espíritu trascienda la muerte.

Señora de la Villa:
Despojados de todo, porque todo te lo hemos dado, escuchamos fascinados las nuevas
directrices, querido guía y confiamos ciegamente en que ese, será el camino correcto.

Fausto:
Se viene la prueba mayor, hermanos. Hemos llegado hasta aquí con gran esfuerzo pero nos
resta algo mayor. La muestra última y la prueba más grande de amor a su Salvador… la que
convertirá en mártires a toda la comunidad de la Villa.

Mirta:
Somos todo oído, no tenemos más que tú misericordia, Gran Salvador.
143

Fausto:
Gracias Presidenta. ¡Atención, fieles! La hora final está cerca. Vamos a hundir este pueblo
y con él, vamos a hundirnos todos. Vamos a convertir de una vez por todas a Neuquén en
una isla, dándole el paso que nadie le ha dado a la fuerza del río. Dejaremos que el río siga
su curso sin interrupción alguna, lo haremos llegar donde nunca antes ha llegado, vamos a
permitir que él lo decida y dejaremos de ser nosotros, engreídos y arrogantes quienes lo
contengamos. Se acabó nuestro poderío, a liberar de una vez el río…

Todos celebran, con canticos y rezos.

Lucho:
Qué así sea, Salvador ¿cómo lo haremos?

Fausto:
Muy sencillo… vamos a reventar la represa del Chocón.

Más fanatismo, celebraciones, canticos y rezos.

Vicentico:
Un momento ¿Hasta cuándo vamos a seguir con esta farsa poronga?

Exaltación del resto de los fieles.

Lucho:
Caya libertino. No te atrevas a interrumpir la armoniosa vida que hemos logrado desde que
el Salvador llegó a nosotros. Yo, tu padre, más que nadie agradezco lo que ha hecho por mí
y mi adicción. Gracias a él, he dejado de aspirar tolueno y ahora puedo sentir el oxígeno
que la naturaleza nos brinda. No seas irrespetuoso y arrodíllate pidiendo clemencia y
perdón al Salvador.

Fausto:
No es necesario. Comprendo el odio que acumula aun en su ser.

Vicentico:
¿Que ser ni que mierda? Paren un poco. No sé en qué momento pasamos a creer en este
crápula y a entregarle las pocas porquerías que tenemos. ¿Solo porque detuvo el desalojo?
¿Solo por eso le construimos ese altar y lo transformamos en un héroe?

Los demás se quedan pensando un poco… y afirman con sus cabezas y comentarios por los
bajo, que sí, solo por eso lo han convertido en héroe.

Vicentico:
No se dan cuenta que este fantoche nos está sacando hasta el hambre, no nos está dejando
nada, se mofa de lo fácil que es convencernos y ahora nos manda a lanzarnos de culo contra
la represa, a que reventemos el Chocón ¿No será mucho? Yo ni siquiera conozco el Chocón,
144

pero si voy no va a ser para reventarlo. Tengo hambre y este cuentito del ayuno ya no me lo
trago, me quiero tragar cualquier otra cosa, un tarro de basura más que sea, como antes.

Mirta:
Que alguien haga callar a este pendejo. El Salvador no tiene por qué escucharlo. Como
presidenta me atrevo a dar esa orden, que alguien detenga la maldad que aun en el subyace.

Arremeten contra Vicentico

Escena 6

Aparece Zulma más extravagante que nunca, seguida como siempre de Alfred.

Zulma:
Ese chico trapo tiene razón.

Conmoción

Vicentico:
¡Bien! Por fin una vieja me hace la segunda.

Fausto:
¿Quién es usted y cómo se atreve a entrar con esas ropas tan extravagantes en esta, la
comunidad del Salvador?

Mirta:
Esta es el mal que ha regresado, Salvador nuestro.

Zulma:
Este no es El Salvador, no nos engañemos. El Salvador es un país que queda en el Caribe y
les puedo asegurar que ahí se la pasa chingui - chingui. Anduve paseando este mes que
estuve sin asomar mis narices por aquí. Allí reflexione y vengo dispuesta a enmendar un par
de cagadas que me mandé en mi vida. Este joven es un joven lindo, al cual ustedes
decidieron, vaya a saber porque, hacerle caso en cuanta banana les dice.

Lucho:
No escuchen a esta maligna. Recuerden que nuestro Salvador está marcado. Salvador,
enseñe su marca una vez más, a nuestra comunidad.

Fausto muestra su culo. Exhibe la marca del dragón demonio.

Mirta:
Samanta, detén a tu madre, está fuera de sí, ya no sabe que quitarnos. A mí me quito a mi
marido, tu padre. A ti te quito su maternidad de cuajo y la posibilidad de disfrutar, cuando
nos importaba el dinero, de la tremenda fortuna que se ganó en el Kino. Nos quiso desalojar
145

a todos y ahora viene a boicotearnos a nuestro Salvador. (Quebrada) No se puede ser más
mala. (A Zulma) ¡Mala!

Samanta:
Ya no le hablo a esta señora. Para mí ya no existen lazos filiales. He resarcido las penas que
su abandono me produjo encontrando la paz en comunión con el Salvador y se me pasó la
cagadera desde que vengo ayunando. No pienso perder un segundo, ni desarmonizarme
hablando con esa mala persona. Sin duda… la villana en todo esto.

Zulma:
Villana sí, porque vengo de una villa, de esta villa: Los Come Tripa Cruda. Lo digo con
orgullo, extrañándola, ahora que la han transformado en esta especie de aldea umbanda.
Entiendo Samanta, pequeña cosa, que estés enfadada conmigo. No he sido una buena
madre, lo reconozco, pero no me salió otra cosa. Tíldenme de lo peor si quieren, no seré yo,
quien juzgue mis actos. Pero créanme que tengo motivos para acabar (por Vicentico) como
dice este chico lavacoche, con esta suerte de secta hippie que se armaron. Esa marca, en el
culo de ese joven no es otra cosa más que un tatuaje que le hice apenas nació y yo también
lo tengo (Muestra el suyo).

Conmoción general

Zulma:
No sé qué les habrá vendido el, pero es así, malas noticias para todos. Este joven es hijo
mío, lo parí, lo tatué para volver a encontrarlo y lo dejé abandonado en la puerta de un
caserón. Alfred, por favor, traiga a la señora.

Alfred hace entrar a Victoria Legrad.

Victoria Legrad:
Así que acá estabas, pendejo.

Fausto:
No puede ser ¿qué hace usted aquí?

Victoria Legrad:
No te preocupes. No vengo a robarte mucho tiempo, solo vine a decir un par de verdades.
Esta tipa… Zulma, me convenció. La verdad es que, todos estuvimos muy traumados con
este asunto de los azuras, el Corán japonés y todo eso. Al parecer lo tuyo fue un tatuaje que
esta simpática new amiga que me hice, repitió en tu nalga antes de dejarte en la puerta de
casa para reconocerte si alguna vez te buscaba. Imaginaras que me perseguí mucho cuando
vi que tu marca coincidía terriblemente con la marca de Alejandra. Pensé que ese suceso no
era simple coincidencia, que el hecho que te dejaran en casa traía escondido algo más. Pero
no, pura casualidad, confusa.

Lucho:
O sea que todo este cuento que nos contó este, sobre el elegido, la comunidad venidera en
la cual no existirían desigualdades y blu, blu, blú, bla, bla blá ¿era puro chamuyo?
146

Zulma:
Me temo que sí, Lucho. Fausto se fanatizo mucho con un tatuaje que no tiene importancia.

Conmoción

Fausto:
No puede ser. Esto es un invento suyo, Victoria. Una vez más me quiere ver destruido. Ya
perdí todo una vez… y ahora quiere que pierda mi aldea y las cosas que me ha ofrendado
mi propia villa.

Victoria:
Mira, lindo, ya no estoy ni ahí con nada. Fue muy lindo mientras te crie y mientras
compartíamos mi fortuna y mis negocios que dicho sea de paso, dejaste tirados. No
importa, ya estoy reorganizando la cosa. Hoy es mi día de abortos, aborte la inseminación
que nos hizo Chung le, cosa que te recomiendo, aborte las investigaciones de Pablo y voy a
abortar también el apego que alguna vez te tuve. Por mí que todo se vaya a la mismísima
mierda, incluida tu hermana. Yo me voy al Caribe, al verdadero Salvador. Y no seas tan
rencoroso con tu aparecida madre Zulma, pendejo. Seamos verdaderas o no, las madres nos
mandamos estas martingalas mentirosas, es inherente a la maternidad, jugar a nuestro favor.
Es así, podemos ser las peores villanas, es cierto y justamente es a eso a lo que llamamos
amor. Algunas conseguimos mejores resultados que otras ¡que va a ser! Va en cada una, en
como juguemos, sweety. Como dije antes, hasta aquí nomas llego. Una última cosa, te
recomiendo un aborto con pastillas, todavía estas inseminado por ese coso que nos arrojó el
chino (A Zulma) Suerte querida, tenle paciencia a este, en el fondo es un blandito.
Arrivederchi.

Vicentico:
(Sacándose las vestiduras hippies, quedándose en calzoncillos) ¿Y? ¿Cómo les quedo el
ojo? ¿Van a seguir haciéndole caso a un boludo con el culo marcado? (A Fausto) Mira lo
que hago con estas pilchas que nos hiciste confeccionar. Las piso, como Justin Bieber pisó
la bandera Argentina. ¡Ja! Mesías te voy a dar… Messi ¿Qué mesías? Gil (se va)

Los personajes se miran entre sí. Música del género, música de derrumbe. Se sacan de a
poco las vestiduras, exhibiendo extrañas ropas interiores. Las arrojan, las pisan también.
Fausto intenta detenerlos, pero nada consigue. Cae derrumbado al piso.

Escena 7

En el 33. Alejandra está muy chapa, con el cerebro lavado de tanto revisar grabaciones,
rebobina y adelanta una cinta, esta al palo, como merqueada. Muchas de las cosas que
dice Alejandra en esta escena, las dice gritando.

Christian:
Alejandra, ya llevamos un mes, esperando que aparezca esa cosa y nada ha pasado.
Llevamos horas y horas revisando el registro audiovisual que tenemos grabado y no hemos
147

visto moverse más que las mesas en donde trincan las chicas del club con su clientela. Creo
que deberíamos parar y vos deberías comer algo. Esto que te paso te puso muy mal, no has
parado de temblar y tu mandíbula no deja de hacer tracka - tracka. ¿Que tú tienes? ¿Ataque
de pánico? ¿Sobre dosis? ¿Otros?

Alejandra:
(Grita) No seas tarada. Hay que seguir esperando. Esa cosa va aparecer, estoy segura. Debo
ser yo quien la encuentre. (Grita) Debo ser yo quien la encuentre.

Christian:
Mi amor, bichona, amiga mía, mírate como estas, toda cachacienta. Me tienes esclavizada
grabando en este club al estilo actividad paranormal y acá no pasa nada, lo único que pasa
son tus gritos que se escuchan desde la otra esquina. Un día va a pasar algo grave y nadie
nos va a socorrer porque gritamos siempre.

Alejandra:
(Gritando) ¿Quién grita? ¿Quién grita?

Christian:
Tranquila mi amor… mira, dejaste de cursar, dejaste de comer, ni te apareces por tu casa
¿Porque no seguimos con nuestro documental? Vamos a buscar un pobre, levantamos un
testimonio y listo. Alejandra, estas obsesionada con esto, a causa de esto cambiaste… y nos
arrastraste a esta dejadez… nos retrasamos con nuestra idea, no nos dieron el premio que
nos había prometido La Legislatura. Se lo dieron a ese petiso de Videas Audiovisuales.

Alejandra:
¿Porque no te vas bien a la mierda? Ingrata. Es ahora cuando más te necesito, pero no. La
muy mal agradecida me da vuelta la espalda. No te das cuenta que mi vida cambió desde
que supe que soy biológica. Además estoy inseminada por una deidad milenaria que lanzó
el chino del supermercado, me puse un balazo en la cabeza que terminó sacándome un
quiste de grasa que me hacía tarada ¿y tú pretendes que yo vuelva a la facultad a estudiar
una carrera?

Forense:
Señorita Alejandra… ¿Se acuerda de mí?

Alejandra:
Oh si ¿cómo no? Usted es (grita) el forense que me atendió cuando me puse el balazo (cesa
el grito) que luego pretendía dejarme internada en esa clínica asquerosa del doctor
Mogolionsky. Como verá no puedo recibirlo, estoy revisando sin cesar estas cintas a la
espera de una pista.

Forense:
Si. El mismo. Qué bueno que no me haya olvidado porque jamás pude entregarle los
resultados finales de sus exámenes. La busque por todos lados, hice guardia en su casa,
pero nadie apareció por allí. Pregunte por usted en el vecindario y ni una noticia. Cuando ya
148

no me quedaban esperanzas algo extraño sucedió y no me lo va a creer… no me va a creer


como obtuve la respuesta sobre sus coordenadas…

Alejandra:
¿Cómo? ¿Cómo? (Grita) Cuente ¡miechica!

Forense:
Me senté en el cordón de la vereda, al lado de la boca de tormenta, repitiendo: ¿Dónde
estás, Alejandra, donde estás? Y como quien no quiere la cosa, la respuesta se hizo escuchar
desde las alcantarillas.

Alejandra:
(Para un poco con los videos. Se queda pensativa) No me extraña para nada, doctor. Todo
alrededor de mi vida se ha vuelto extraño desde que supe que soy biológica y no cualquier
biológica: hasta la mierda se conecta conmigo desde que soy especial e inmortal, siento…

Forense:
Alejandra… Alejandra… un momento.

Christian:
Alejandra, deja que el Forense Papi Chulo, te hable.

Alejandra:
(Grita) ¿Qué perro?...

Forense:
Alejandra. Luego de tu fuga me quedé investigando tu caso. No me preguntes porque pero
a veces los médicos nos obsesionamos frente a la extrañeza de ciertas anomalías.

Alejandra:
(Ríe, un tanto psicótica) ¿Anomalía? No me diga más nada, doc. Ya se le dije, claro que soy
rara y especial, mi marca me lo indica, mi dragón demonio. Desde que descubrí lo
importante que soy para el futuro de Neuquén, para esta tierra prometida…

Forense:
Alejandra…

Alejandra:
¿Qué perro?

Forense:
Cuando digo anomalía me refiero a tu quiste. El que supuestamente volaste con el balazo.
Bueno… el quiste no se ha ido, ni se irá… es muy probable que ya esté nuevamente crecido
y que sea eso lo que te pone peor.

Alejandra ya no contesta. Quedo tarada repitiendo algo así como: du du da da, du du da


da.
149

Christian:
¡Ay! Doctor. Pobre amiga. Esta más idiota que nunca ¿Qué vamos a hacer con ella?

Forense:
Por el momento aplicarles esta cachetada para que pare (le surte una cachetada, Alejandra
queda idiota con la legua afuera) Luego inyectarle esto y trasladarla nuevamente a la
clínica. Necesito examinar de cerca su retraso, a ver si logro detenerlo con algo. Permiso
(se va, se lleva a Alejandra)

Christian:
Pobre amiga, ahora sí que flipó. Igual tiene suerte, yo con ese forense me voy encantada, a
ver si retiene el retraso de garche que ando trayendo.

Vuelve a entrar el Forense.

Forense:
Le dejo mi tarjeta. Con gusto puedo insertarle un tope a ese retraso también.

Christian queda estupefacta.

Escena 8

Entra Man Rica con Garay que trae un plasma.

Man Rica:
Mis amoras ¡qué escándalo por Dior! Se la pasan gritando.

Christian:
Disculpas, Man Rica. Estamos tratando de controlarlo.

Man Rica:
Si. No hay problema (A Garay) Pasa por los camarines, Garay, instala el plasma por ahí.

Garay:
Gracias dobles, Man Rica. La verdad que no me ha ido muy bien con la venta de los
plasmas que me saquié del supermercado chino. Este es un de los primeros que vendo.

Man Rica:
Es que en realidad no son plasmas, mi amor. Son monitores LCD, pero como tú eres un
policía ignorante, aprovecho y cito aquí al filósofo Del Estal, que tiene una bellísima frase
que habla sobre los cortitos de mente, como tú: Garay. Él dice que vemos, lo más parecido
a lo que sabemos.

Nadie entendió
150

Man Rica:
¿No es genial?

Garay:
Paso al camarín, a instalar esta tele, o lo que sea. ¡Ah! Man Rica… Esta hermosa.

Man Rica:
Lo sé, corazón. (A Christian) En cuanto a ti y tus gritos… un día te va a estar pasando algo
grave y nadie va a acudir en tu ayuda, porque siempre gritan.

Christian:
Eso mismo decía yo recién.

Man Rica:
Okey amora. A lo que venía. Lamento interrumpir tus labores de vigilancia pero en un rato
abrimos el karaoke y hoy con una noche impresionante: nos visita Stepanchuc, La tota y
Makensey Key75. Traen un adelanto de su nueva obra, así que estamos dejando todo
brillantito para el show e instalando nuevos artefactos. ¡Ah!… Además, hacemos un
número juntas con los transformistas, te va a encantar, así que rápido, sáquenme esos
aparatos de ahí. Me retiro a producirme.

Sale Man Rica, justo se cruza con Marisa que le habla al pasar

Marisa:
A darle que es mole de olla76. No manche, Manríquez y despreocúpese carnal, que soy
buena y me gusta dar pata77. De un jalón78 pondremos en orden este pinche rancho (A
Christian) Va e estar filete79 el bisnes esta noche ¿Recogemos estos vídeos?

Christian:
Así parece. Sí. Movamos esto será mejor, Marisa. Qué bueno que no hayan más
resentimientos entre ustedes putas y yo puto… digo, por aquella vez que les saqué toda la
clientela.

Marisa:
Ni mames, güey. Fue una babosada80.Ya se nos calmó el tigre, cada uno es dueño de hacer
de su culo un papalote. Fijate. Sin rencores…

Christian:
Bueno, que lindo… espera que dejo conectada la cámara de seguridad del camarín y de…
(Se asusta) ¡Marisa! Pedazo de puta, mira… mira eso… ahí en el camarín, detrás de
Garay…

75 Famoso trío de transformistas invitadas a participar a la saga.


76 A aprovechar la ocasión.
77 Ayudar
78 De una vez
79 Bueno como el corte de carne
80 Tontería
151

Mucho terror, gritan sorpresivamente, están estupefactas, no lo pueden creer. Los


espectadores no vemos lo que ellas ven, solo vemos que actúan esta secuencia
aterrorizadas y de manera exagerada…

Marisa:
Híjole, que se vaya, hazte de ahí81 Garay, hazte ahorita. Tiene una charrasca82

Christian:
Lo va a matar. Lo va a matar. Garay, sal de ahí, corre ¡Alguien que le avise! ¡Alguien que le
avise!

Marisa:
(Se aferra a Christian) Lo atrapó. Le dio un catorrazo en la maceta 83. Lo tiene… Me late
que se lo va cargar84. No… Garay, lo está achurando, lo cortajío, no.

Ven como Garay es descuartizado por algo. Con cada golpe de cuchillo que tal vez lo
escuchamos, ellas mueven espantados su cuerpo. Gritos Terribles. Apagón.

Escena 9

Jornadas de las Dramaturgias

Margarita:
Y bueno. Otra vez, Apolo o algún que otro dios de esos que invitan a las reuniones nos
reúne en este homenaje que hacemos a Claudia Lavalle. No Dionisio, no. Dionisio no es el
caso, porque si no la reunión se iría hacia otro lado, formaría una macro estructura osada y
si de osadía hablamos, seríamos sirenas estableciendo un juego de comunicación distinto…

Nora:
A lo que vas, Margarita… nos queda quince minutos.

Margarita:
A bueno, sí. Menos mal que la tenemos a Nora y a Cronos… que no quiero decir Nora que
vos seas Cronos. No te da.

Nora:
¿Qué no me da?

Margarita:
Mejor será que nos callemos y demos la bienvenida a los doctores aquí presentes y al joven
dramaturgo, Seba Fanello que van a hablarnos, precisamente de los problemas que están
teniendo con Cronos y ciertos tropos en sus dramaturgias
81 Que se vaya de ahí
82 Navaja de zapatero
83 Golpazo en la cabeza
84 Lo va a matar
152

Falso Seba Fanello:


Yo no tengo ningún problema con Cronos

Margarita:
Sebastián. Afrodita sabe de custodia porque haciendo la tarea del vigía y no la del
panóptico, no señor… hago este paréntesis por más que esta aclaración fue hecha con
anterioridad. Ateneas… sigo y ustedes me corrigen si notan que alguna musa me dispersa,
porque puede pasarme, soy mortal no una diosa ni mucho menos una semidiosa, Ateneas
vela por la seguridad de un par de jóvenes guerreros en el mito… Cuidados que para el
común de los mortales resultan caros, entonces yo me pregunto…

Nora:
Hace la pregunta, Margarita. Quedan 10 minutos. No quiero sonar impertinente pero sería
mejor que tenga la palabra, aquí el joven dramaturgo o alguno de los invitados de la
mesa…

Margarita:
¿Qué pregunta?... Se me fue… Esto es porque estamos convidadas y o convidados aquí
personas de carne y hueso… y no dioses. Esta vez dejemos a los dioses allá en el Olimpo,
que no metan sus narices aquí, aquí y ahora, donde la dramaturgia sucede, donde ha
encontrado un espacio, un tropo que va configurando a ustedes ‘y’ nosotras, pero ‘con’
nosotras más que un ‘y’ nosotras, o un ‘entre’ nosotras que, uso un ‘que’…

Periodista:
Disculpen… ¡Yo tengo una pregunta para los doctores!

Margarita:
Que interesante cómo los jóvenes preguntan… esta joven sobre todo… ‘periodista’

Periodista:
Si ¿pasa algo con mi juventud?

Nora:
No. No saquemos ese tema… Pasemos a tu pregunta, puedes hacerla…

Periodista:
Si. Yo quería preguntarles a los doctores ¿Qué sienten con el desplazamiento que Fanello
les produjo en la totalidad de la obra?

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Desplazamiento?

Periodista:
Si. Porque ustedes eran los protagonistas.

Dr. Gnomo:
153

No nosotros no somos los protagonistas.

Periodistas:
Ah, entonces cambio la pregunta ¿Quiénes son los protagonistas de Dineral?

Dr. Mercedes Sprinter:


Bueno, eso es un poco difícil de contestar porque el modo de organización que tienen las
obras de Fanello, son un tanto complejas. No responden a modos asociados con una
tradición lineal. El hace esto porque supone que estos modos se parecen un poco más a la
experiencia de eso que llamamos ‘vida’, en la cual hay sucesos que se complican a la hora
de ser explicados… por la sencilla razón de que los humanos, somos complicados…

Periodista:
Yo escuche decir eso mismo a otro dramaturgo de Buenos Aires, en un video… ¿usted se lo
robó, Dr. Mercedes Sprinter?

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Me estas queriendo preguntar si soy chorro?

Periodista:
Si.

Falso Seba Fanello:


¿Puedo acotar algo?

Nora:
¿Es algo sobre la edad?

Falso Seba Fanello:


No, no. Eso fue un episodio en el que yo despotrique sobre la relación que había entre la
edad de las espectadoras y mis obras…

Margarita:
Es curiosa esa discordia y aquí me permito traer a Eris y arrojar esta manzana para
preguntarle a Claudia sobre la edad…

Claudia Lavalle:
¿Mi edad? No la digo ni en pedo.

Nora:
Bueno, nos quedan 3 minutos

Margarita:
Cronos, Cronos nos está corriendo y llega Tánatos a ponerle fin a este encuentro.

Nora:
Si. Claro.
154

Periodista:
Yo quiero hacer otra pregunta.

Nora:
Adelante

Periodista:
A Seba. Tus obras tienen una manera especial de ser habladas, hablan de manera ordinaria,
se podría decir, como uno habla en la vida real, o sea que podríamos decir que no son
poéticas…

Falso Seba Fanello:


¿Cómo no son poéticas? ¿Estás preguntando por las metáforas? ¿O por la poética de mis
obras?

Periodista:
Quiero saber si es por eso que te dejan las actrices. Yo tengo contabilizadas tres actrices que
te han abandonado…

Falso Seba Fanello:


¿Pero qué es esto? ¿El puterío de los teatristas?

Periodista:
Sí. Casualmente soy la misma periodista.

Falso Seba Fanello:


Bueno, mira… sobre el abandono de las actrices no puedo decirte mucho, o peor aún, no
puedo establecer una constante que sirva para explicar el abandono de las tres, las actrices
son fenómenos extraños que se mueven en un mundo aún más extraño y poco importante:
el mundo del teatro. En ese mundo, los compromisos son establecidos por otros patrones,
en donde el dinero no interviene, entonces cuando el dinero no está como patrón…

Nora:
Bueno. Se nos acabó el tiempo, vamos a seguir con las ponencias y los invitamos a todos,
si tienen preguntas, pueden hacerlas al final… no es cierto ¿Margarita?… ¿Margarita?...
Margarita… ¿Qué haces con esas cortinas? Hagamos un descanso, ven…

Escena 10

Salen, todos, menos el doctor Mercedes Sprinter que detiene al Falso Seba Fanello

Dr. Mercedes Sprinter:


Vení para acá. Escúchame. ¿Qué estas tratando de hacer en este capítulo? Echaste todo para
atrás. Lo que dijo esa periodista principiante es verdad… ¿Porque reculaste con los
Pokettos?
155

Falso Seba Fanello:


Yo no recule con nada. Ya se lo dije a esos indigentes que querían aparecer más, la obra
adquiere sola, un modo de auto organizarse. Soltadme.

Dr. Mercedes Sprinter:


Claro que reculaste. En este capítulo se fue a la mierda todo lo del ritual y estas
amenazando con una guerra que no es la que pensábamos ¿Qué vas a hacer? ¿Qué va a
pasar con nosotros? ¿Vos sabes lo que cuesta poner en escena una guerra, puto?

Falso Seba Fanello:


Soltadme, puto.

El Falso Seba le pega en los huevos a Sprinter y sale corriendo.

Dr. Mercedes Sprinter:


¡Ug! Mis huevos. Puto de mierda. A este lo que le falta es un buen garche. Así va a dejarse
de joder.

Sonido de traslado en el tiempo, aparece Sangulisífone

Dr. Mercedes Sprinter:


La concha del mono ¿Quién es usted? ¿Y qué hace vestida ridículamente así?

Sangulisífone:
Acá las preguntas las hago yo, doctor inútil de mierda…

Sangulisífone agarra su bastón y azota al Dr. Mercedes Sprinter que cae rendido. Apagón

Escena 11

En el 33 empezó el Show. Vemos a Consuelo terminar de interpretar una canción de


Paloma San Basilio y cerrar su número. Man Rica, con su extravagancia Drag, anima la
noche. En el público están mezclados muchos de nuestros queridos personajes en actitudes
sospechosas y tensas: Lucho, Mirta, Vicentico, El Chula, Samanta. Están Quezada y
Martínez bebiendo a troche y moche. También por ahí se la ve a Zulma que llega con
Alfred y enseguida se ponen a beber.

Man Rica:
Aplausos para esta puta ya casi Neuquina, bastante amortizada y baqueteada que nos brindó
esta hermosa canción de Saloma Pan Basilio. Bueno señores hambrientos de cachengue, no
se me vayan a fumar afuera, ni a merquearse al baño, porque como siempre este antro, este
night club, no termina su noche acá, ya que les tenemos preparado un sorpresón del tamaño
del Giganotosaurius Carolini. Esa hembra de tiranosaurio, que encontraron aquí en el
Chocón. Maravilloso, impresionante de grande ese Pokemon. No se vayan más adelante
nuestra hermosísima puta Consuelo volverá al escenario a interpretar ‘Promesas son
156

Promesas’ de la cantante Boca de Tormenta… perdón Tormenta a secas…pero ahora, lo


prometido es deuda millonaria: con ustedes el trío más famoso derrochando glamur en el
33, frente el aplauso para Leandro Stepanchuc, La Tota y Mackenzie Key…

Explotan nuestros personajes en aplausos y el público también. Comienza el show de las


transformistas. En eso llegan a sentarse Barny y William.

Barny Skater:
Que cansado me dejó todo ¿Escuchaste esa Drag Queen hermosa anda diciendo, William?
Um Pokemon grande le dicen al tiranosaurio, ese antepasado del hidrocarburo loco

William Jackson:
Estas personas se ponen un tanto cada vez más locas. Mira todo ese tropel de viejas que
vienen ahí, que fantástica esta fiesta, esta noche sale sexo contigo con adultos mayores…
macarena loca… vamos a sacarlas para la pista y apoyarles tripa importada de silicona loca

Efectivamente entra un grupo de señoras mayores: Margarita, Nora, Anita Pichón.


También llegan los doctores que estaban en las Jornadas. Se sientan por ahí. El show sigue
un buen rato, todo es pura alegría, hasta que entra Marisa, muy aterrorizada…

Escena 12

Marisa:
Detengan todo, ahorita. Paren el congal. Paren la música ¡La pelona le llegó a Garay!...
¡Christian, Garay, Christian!

Paran la música. Todos rodean a pía.

Man Rica:
¿Qué pasó, sweety? Habla.

Marisa:
(En shock) Quedó todito charrasqueado85, lo rebanaron en pedacitos, le dieron agüitas 86, le
dieron chicharrón87 y lueguito… lueguito se lo llevaron

Man Rica:
¿A quién se llevaron?… ¡habla!

Marisa:
A los pedacitos de Garay… y Christian… Esta fregado el lilo88

Conmoción, preocupación del resto

85 Achurado
86 Lo mataron
87 Otra forma de decir ‘lo mataron’
88 Esta jodido el gay
157

Man Rica:
¿Qué paso con Christian?

Marisa:
¡Chorrazos de sangre, mucha sangre! El encabronado lo jaloneó y… se lo llevo, se raptaron
al desguanzado89 Christian… Mataron a Garay, secuestraron a Christian y… (Muy
paranoica) está aquí adentro. El cabrón se oculta aquí, entre nosotras…

Man Rica:
¿Cómo que se llevaron al puto divino ese? ¿Lo secuestraron?

Marisa:
Me platicó el cabrón… El criminal, dijo eso: me quedo aquí adentro y no me iré hasta que
me los lleve a todos…

Horrorizada, se para mira al público

Marisa:
(En el centro de la escena) No hay de piña, todo es blanco 90, eso dijo… Vengo por toditos y
cada uno de ustedes y aquí me quedo, me quedo aquí adentro…

Grita, se desmaya. Todos se miran, gritan. Apagón

Continuará
Fin del episodio VI

89 Desfallecido
90 No hay opción
158

Dineral. Episodio VII


Las culpables de todo

Escena 1

Quezada tiene a todos detenidos, inclusive a Stepanchuc, La Tota Y Makensey que habían
llegado para hacer su show.

Quezada:
Que nadie se mueva de este tugurio ¿Por qué doy esta orden? Porque aquí, han sucedido
cosas extrañas, delitos recurrentes, robos menores… pero crímenes de esta magnitud,
nunca. ¡Que nadie se mueva! ¿Hasta cuándo? Hasta que logre interrogar a casi todos.
¡Martínez!

Martínez:
Sí, señor.

Quezada:
Acomódeme una silla por ahí, que funja de banquillo de los acusados. Lo típico en estos
casos.

Martínez:
159

Enseguida, su señoría.

Quezada:
Señorita Marisa, al banquillo de los interrogados.

Consuelo:
De ‘las’ interrogadas…

Quezada:
Le voy a pedir a usted que no se meta, mujerzuela. No es momento de marcar esas
diferencias, hace rato que esta obra viene poco delicada con el asunto del género, ya se
parece a ‘Misógino pero lindo’ la nueva obra de Narciso Tezurte que trae el Cervantes y ni
hablar de los cuadros homofóbicos que se han sucedido. Así que, por favor, guarde los
correctivos feministas para otra ocasión.

Consuelo:
Nunca es tarde para unas migajas de reivindicación.

Quezada:
¡Silencio, dije!

Consuelo:
¡Okey! Me callo, máster en abuso de poder.

Marisa ya se ha sentado en el banquillo.

Quezada:
(Luego de instalar un silencio) ¿Es hombre?

Marisa:
Naranjas

Quezada:
¿Es mayor de cincuenta?

Pía:
Naranjas

Quezada:
¿Es un personaje de ficción?

Pía:
Naranjas

Quezada:
Martínez, esta chica esta aturdida o no entiende el procedimiento del interrogatorio.
160

Martínez:
¿Cuál es el procedimiento del interrogatorio?

Consuelo:
Señor policía ¿Por qué no me dejan llevar a mi amiga a descansar? Debería recibir
asistencia profesional, está en shock por los acontecimientos vividos y usted insiste con su
interrogatorio pedorro.

Quezada:
¿Llevársela? Martínez.

Martínez:
Sí, señor.

Quezada:
Llévese a esta meretriz por allí. Ya tendremos oportunidad de interrogarla.

Consuelo:
¡Bueno! Un centro que nos tira comisario. Anoten en sus libretas por favor, esta buena
acción del policía para con una puta, debería ser un día histórico.

Quezada:
¿A ver, a ver? ¿Estaríamos notando algo por acá? Sí, señorita Consuelo. Usted ha estado
muy metete últimamente, no ha dejado de opinar, de meter la cuchara en este asunto. ¿Algo
me resulta sospechoso? Sí, claro… Comprendo que se trate de su amiga pero la noto más
nerviosa que al resto.

Consuelo:
¿Nerviosa yo? Para nada. Estoy de lo más tranquila… ¿qué me miran? ¿Por qué me miran
así?

Quezada:
Me gustaría tener en este momento una máquina de la mentira ¿para qué? Decía en otras
oportunidades que a los sabuesos de mi calaña pocas cosas se nos escapan…

Consuelo:
Pues déjeme decirle, señor sabueso que acaban de descuartizar a su ex… a su ex soldado,
Garay y no lo veo a usted apresando al sospechoso que como dijo mi amiga, al parecer, se
encuentra entre nosotras.

Quezada:
A eso iba. Aunque no parezca, mi olfato y mi destreza de lector están conduciendo mis
sospechas hacia una sola dirección…

Ingresa la periodista
161

Periodista:
Perdón que salte de abajo de la cama, sin que nadie haya dicho pelela, pero estaba a punto
de opinar lo mismo suboficial normal.

Consuelo:
¿Y esta quién es?

Periodista:
Soy periodista, nena. Mi trabajo es opinar. Tengo un programa en radio Calfa, se llama ‘El
puterío de los teatristas’ y es un éxito. Nos escucha medio Neuquén, allí nosotros en cada
programa, formamos opinión y yo soy de la opinión de que ustedes: señoritas prostitutas,
rameras o como se llamen, no le hacen bien a nuestra comunidad y un plus de intuición
femenina me dice que algo que ver con toda esta masacre, tienen.

Consuelo:
¿Formas opinión? Mira qué bueno ¿y para eso has estudiado? ¿Para llegar a tener una
opinión y una conclusión como esa?

Periodista:
Si. Estudie cinco años en La Blas Pascal, esa es mi opinión, la de muchos periodistas y la
de muchísima más gente, mi amor.

Consuelo:
No soy tu amor, qué pena… Mira ¿Por qué no opinan sobre esto? Zorra vieja (la agarra de
los pelos y la arrastra frente a todos) Opina sobre lo que te voy a decir… tu opinión se
corresponde con la del resto de los ciudadanos que nos odian y apenas las cosas se ponen
turbias, las primeras en ser señaladas somos las putas. Pero claro, en esa Facultad y en
cualquier otra, no vas a obtener más que ese recorte sobre nosotras, fascista… (La suelta y
la tira en el medio de la escena, la periodista se va arrastrando)¿Alguien más opina como
esta facha?

Los personajes poco a poco levantan sus manos, adhiriendo y opinando como la
periodista, culpando a las putas de todo.

Zulma:
¡Por el amor de Dios! Jovenzuelas, antes de ganar el Kino yo era muy pobretísima, pero
jamás se me hubiese pasado por la cabeza trabajar de puta. Neuquén era un pueblo
tranquilo, con su plaza de las banderas, su paseo de la costa, su Jumbo, su Easy. Hasta que
vinieron ustedes y empobrecieron el paisaje, no como lo empobrecen los pobres, sino como
putas que son, es una pobreza distinta, una pobreza puta o una puta pobreza. Una pasa por
esta esquina y no quiere ni mirar. Ni hablar de la imagen de provincia que damos hacia el
resto del país.

Anita Pichón:
Comisario Quezada, viejo y peludo, una pregunta ¿este antro sigue perteneciendo al Joven
Fausto?
162

Quezada:
No me hable de ese energúmeno ¿Por qué no puedo escuchar palabra sobre él? Porque
desarticuló el desalojo del terreno en el cual iban a instalar un resort buenísimo para esta
ciudad, con el nombre de esa señora (por Zulma) Pero si, querida Vicegobernadora, que
hace rato no me visita… este negocio ya no es de ese Fausto. Se lo vendió por unas
chauchas a estas putas.

Lucho:
Aquí hay responsables. Nuestro amigo Garay, que tantos electrodomésticos de segunda nos
conseguía está ahora descuartizado. El venía mucho por aquí a frecuentar a estas
meretrices, de hecho… (Se emociona) hoy iba a instalarles un plasma en el camarín, para
que estas putas… puedan reproducir las canciones del karaoke antes de pasar a cantarlas…
(Se quiebra) ¿Por qué a Garay? ¿Por qué?

Lucho aspira tolueno, otros personajes lo contienen. Marisa que se ha recuperado, vuelve
a entrar.

Anita Pichón:
Me emociono ante la conmoción de este ciudadano. No puedo hablar. Este es un problema
grave, señores, yo misma he realizado investigaciones en este tugurio y he podido cotejar
con mi propios fluidos el nivel de clandestinidad de los trabajos que ejercen estas chicas
aquí. No pagan impuestos, ni monotributo, ni Argentores. Eso solo puede querer decir, que
en algo raro andan. Aquí llega el intendente, que oportuno.

Jorge Rubén Inostroza:


Pocas veces acuerdo con esta vicegobernadora ya que venimos de diferentes partidos. Pero
escuché todo y escucho al pueblo de Neuquén, así como otrora escuché al pueblo de
Plottier… y solo puedo decir que aquí la cosa huele turbia. Por primera vez siento que
debemos tomar una decisión en conjunto y por primera vez los veo y nos veo a todos en el
mismo ojo de la tormenta. Debemos hacernos fuertes, como colectivo, como comunidad,
lograr una unidad que nos represente. Neuquén necesita un cambio como provincia y no
podemos permitir que estas meretrices nos sigan ensuciando y escrachando de esta manera.

Lucho:
No jodamos más, es obvio que la culpa total de estas desapariciones contemporáneas y
estos crímenes, es de las putas estas ¡Sin clientes no hay trata! ¿Qué hacen consumiendo a
estas putas?

Marisa:
Con su perdón, Lucho, pero no chingue, fregón91. Reciencito usted acaba de echarse un
palo92 en el cuartito ¿no sé si recuerda?

Lucho se oculta entre la multitud.

Mirta:
91 Individuo molesto
92 Echarse un polvo
163

¿Por qué no confiesan chicas? ¿Se llevaron al putito? ¿Dónde está? ¿Se lo llevaron a Salta?
Hablen ahora.

Todos opinan, odian a las putas, las abuchean, quieren que se vayan.

Anita Pichón:
Pueblo unido, pueblo querido. Me siento orgullosa pese a esta desgracia. El
descuartizamiento de ese ex policía, aún fresco y la desaparición de nuestro querido
Christian… gay… pero ciudadano al fin, han servido para unirnos. En opinión, estamos
sentando un precedente como Estado Provincial. Estamos alcanzando el ideal que toda
comunidad sueña, un ideal de integración total, como la que estamos viviendo ahora,
logrando este acuerdo entre ricos y pobres. Propongo que entonces nos unamos en
asamblea y tomemos una decisión sobre el futuro de este antro, ahora no comandado por el
joven Fausto Cornejo Mejía. Reunión en la plaza, a debatir como pueblo y pequeña nación
que somos, si expulsamos o no a estas putas.

Todos salen.

Quezada:
No pienso apresarlas todavía, señoritas. Pero sepan que los argumentos que esgrimen estas
personas, son razonables y como parte de esta comunidad, acuerdo con ellos. Cuando el
señor Fausto, tipejo que detesto, era el dueño de este local, todo funcionaba bien y estas
cosas no ocurrían.

Consuelo:
Aquí lo único que funciona bien es su inoperancia, comisario Quezada. Ustedes son unos
nazis. Pero no importa, estamos acostumbradas a estas apedreadas ¿Qué le hace una
mancha más a la zorra, no?

El comisario Quezada sale.

Man Rica:
Mis amoras, esto se pone fulero.

Marisa:
Ni modo, Man Rica. (A Consuelo)Se me repite todo como en el ‘de efe’93, Chanclera94
querida.Estos chipocludos95, gallones96, burros97, nos echaron las pestes98, nos echaron las
cabras99y ahoritavienen por nosotras. Ahí estamos de exodistas100 otra vez.

93 México
94 Lesbiana
95 Personajes influyentes
96 Personaje poderoso
97 Pijudos
98 Nos difamaron
99 Nos acusaron
100 Practicante del éxodo
164

Consuelo:
No se preocupen. Tengo una amiga que nos puede ayudar, es cuestión de llamarla. Pásame
tu super celular Man Rica.

Man Rica:
¿A quién vas a llamar? ¿Es larga distancia, Sweety?

Consuelo:
No. Para nada. Es una llamada a una vieja amiga, que odia a la policía… ¡bah! Odia a los
humanos, que es casi lo mismo. Seguro nos orienta en esta… (Marca un número y espera)
¿Hola?... ¿Hablo con la mismísima Perla Santorro? ¿Qué haces pelotuda? Consuelo te
habla… necesitamos un gran, gran favor.

Escena 2

Aeropuerto de Neuquén.

Katana:
¿Disculpar señorita, usted ser de aquí?

Oshira:
No. Para nada. Recién llego y estoy un poco hiperventilada porque hace mucho que no
tengo contacto con tanto aire libre.

Katana:
¡Ah! ¿Usted ser y venir de metrópoli muy contaminada?

Oshira:
No, para nada. Yo soy árabe. Lo que pasa es que estuve presa ¿Usted?

Katana:
No. Presa no. Nunca. Encierros míos ser de búsqueda profunda y concentración.

Oshira:
Claro. Qué lindo. Yo tuve una época en la cual me concentraba mucho, pero para salir a
escena, porque hacia shows.

Katana:
¿Kabuki?

Oshira:
No. Danzas árabes. Mire, tal vez ese hombre sepa de la consulta que usted quería hacerme.
Disculpe, buen hombre, sabe… acá estamos con un temita.

Osvaldo Laport:
Si. Que tal. En que puedo servirlas, damas.
165

Oshira:
(A Katana) Háblele.

Katana:
Si. No ser de aquí. Necesitar llegar esta dirección. Nadie buscarme.

Osvaldo Laport:
¡Ah! ¿No es de aquí?

Oshira:
No y yo tampoco. Yo soy árabe ¿y usted?

Osvaldo Laport:
No. Yo no. Estoy de regreso, pase un tiempo en Egipto y ya me vine. Mire, acá lo mejor es
tomarse un taxi y compartirlo. A mí me queda de paso esa dirección. Si quiere usted,
¿señorita…?

Oshira:
Oshira.

Osvaldo Laport:
Okey, Oshira… si quiere usted señorita Oshira, comparte con nosotros también y nos sale
más barato. El taxi es carísimo, pero entre los tres combatimos el precio. Yo voy a la Villa
Los Come Tripa Cruda y las paso a dejar en el camino ¿Qué me dicen?

Oshira:
Genial idea ¡Me encantó! Aprovechemos amiga y de paso vamos charlando de nuestras
vidas en el taxi, nada mejor que las amigas que se hacen en vacaciones.

Escena 3

El doctor Mercedes Sprinter, con su cabeza vendada, habla con alguien que tardamos un
poco en reconocer.

Dr. Mercedes Sprinter:


¡Waalaikum waas salam Rahmatu Groudón! Me alegra mucho que haya venido y acepte
por lo menos oír el acuerdo que queremos proponerle a usted y a los demás. Alguien tenía
que dar el brazo a torcer y créame, tomando esta decisión, mi compañera, la Gnomo y yo,
estamos dando más que un brazo. No nos quedó otra. Trabaje años alrededor de los azuras,
quede estrábico de tantas investigaciones, mantuve durante mucho tiempo un cuerpo
criogenizado, me ocupe de hacer un blog y actualizarlo para que la gente entienda más y
¿de qué me sirvió? No da llegar hasta acá y botar todo al cestillo de la basura, así nomás

Se revela el interlocutor misterioso, es el cirujano japonés Nifúri.


166

Nifúri:
Ni que me lo diga, Sprinter. Si vine y aparecí, es por lo mismo. De hecho habían dejado de
buscarme, habían perdido hasta el interés en mí.

Dr. Mercedes Sprinter:


Es todo parte de lo mismo, Nifúri. Yo mande a unos guardianes ordinarios a su búsqueda,
pero créame que no tengo idea que ocurrió con ellos. Para que vea que usted a mí y a mi
causa, si me importaba… Por eso, le repito: ¡qué bueno que este aquí!

Nifúri:
Yo también me alegro por esta tregua entre La Hermandad Samurái a la cual usted y la
Gnomo pertenecen y el Círculo Satoshi, del cual formo parte.

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Le parece que estrechemos nuestras manos como símbolo de este acuerdo?

Nifúri:
Por supuesto que sí.

Se estrechan la mano, entrecruzan miradas afiladas.

Dr. Mercedes Sprinter:


Ahora pasemos que todos nos esperan.

Escena 4

Todos los doctores reunidos: Sprinter, Gnomo, Nifúri y el Forense.

Dr. Mercedes Sprinter:


¡Muy bien! Silencio, por favor. Silencio. Vamos a comenzar con este congreso de urgencia.

Dra. Gnomo:
Falta la doctora Ducato

Dra. Ducato:
Perdón, por la demora, aquí estoy ¿Qué le pasó en la cabeza, Sprinter?

Dr. Mercedes Sprinter:


Nada mucho. Recibí el golpe que necesitaba para clarificar mis ideas.

Dra. Ducato:
¡Mm! ¡Qué miedo! Cuando las ideas están en la cabeza de otro me da un miedo.

Dra. Gnomo:
No tema, doctora Ducato. Sufre el típico complejo entre hombres de ciencia. Es como el
famoso: ‘a ver quién la tiene más larga’
167

Dr. Mercedes Sprinter:


Bien señoras. Todas nosotras hemos arribado a estas tierras poco turísticas, algunas más
temprano y otros más tarde, guiados por los manuscritos Monsutā, en busca de una sola
premisa…

Todos:
(Lo comienzan a decir bien, pero luego lo finalizan como hartos de repetirlo) ‘Será la
constitución del nuevo Estado Poketto en el Faro del Mundo, será cuando sea el ritual de
advenimiento, será cuando emerja el supremo Groudon’

Dr. Mercedes Sprinter:


Bueno, sí, eso. Pero ninguno de nosotros contaba con la potente tendencia a la frustración
que orbita por aquí. Al parecer, nada puede proyectarse, nada puede erigirse, nada puede
lograrse… Nuestro ritual para el advenimiento del supremo, entró en esa frecuencia y
sumando el esfuerzo que un montón de ciudadanos han hecho para boicotearlo todo, hoy
podemos decir, hemos fracasado.

Los doctores se miran. Aplauden

Dr. Mercedes Sprinter:


Pero no está muerto quien pelea y es por eso que los hemos convocado con la Gnomo, para
aunar fuerzas y combatir al verdadero enemigo, al culpable de estos fracasos, para
emprender juntos nuestra venganza, en nombre del Monsutā, del supremo y de nuestro
Estado Poketto.

Aplauden.

Dr. Mercedes Sprinter:


No estamos, solos, señores. En momentos como este, es cuando más nos acompañan,
quienes otrora fuesen nuestros senséis. Todos recordamos con amor al señor Mishagui, a mi
padre La Rata Sprinter. Generación tras generación, ellos nos han transmitido: la
importancia de nuestra búsqueda, el honor hacia lo supremo y los montos que adeuda el
templo. Por eso, esta noche, tengo el agrado de invitar a esta mesa, a una de nuestras
veneradas maestras en artes marciales, recién llegada del aeropuerto, no pudimos ir a
buscarla así que llegó en taxi…pido una reverencia para Katana Tangakaka La Ninja.

Escena 5

Música oriental. Entra Katana Tangakaka La Ninja. Es grosa. Entra haciendo


demostraciones dignas del jiujitsu. Todos fascinados, aplauden.

Katana:
Katana estar muy desilusionada de todos. En especial de usted, estúpido Nifúri. Usted tener
en sus manos a Shaymin, el conejo… y Shaymin escapar. (Grita) ¡Escapar! (Katana habla,
pero no deja de hacer jiujitsu) Últimas semanas no pegar pestaña. No quedar otra más que
168

convocar esta tregua. Juntar todos profesionales de círculos distintos. Juntar pescado de
cada aldea ¿Darse cuenta costo, no? ¿Darse cuenta? Occidentales, en culo del mundo,
tercermundistas, entorpecer todo, entorpecer planes milenarios que nosotros todos inútiles
tener. Idiotas. Doctores idiotas (mira a Ducato) ¿Quién ser esta?

Dr. Mercedes Sprinter:


Bueno, esta es… venga que se la presento, esta es La Doctora Ducato, gente lindísima de
aquí, la jugaba de local. Pertenece o pertenecía al Círculo de Antropologías Universitarias,
de aquí de la zona. Le comente de ellos en un mail, Katana.

Katana:
No recordar. Hace rato no abrir mail. Esta noche, abriré más de uno, no mail, abriré más de
uno de ustedes. No permitiré seguir fracasando planes milenarios. Entren rehenes.

La Dra. Gnomo trae a Kagazote, mal trecho, lo arroja al centro de la escena. El Forense
trae a Alejandra, la arroja al lado de Kagazote. Lo mismo hace Sprinter, con Walter
Cornejo Mejía y Nifúri con Samanta. Los cuatro con los ojos vendados, los tienen atados y
en mal estado.

Katana:
Gnomo, traiga cámara filmadora. Sprinter, explique cómo seguir.

Dr. Mercedes Sprinter:


Sí. Bueno. Las cosas se precipitaron de manera catastrófica para nosotros, perdimos mucho
dinero. El tratamiento de este viejo (por el Coronel) consumió gran parte del tesoro del
templo. Perdimos a dos de los Pokettos, uno nunca lo encontramos y el otro, Snorkflakes,
lo tengo yo, en partículas que deberían haberse regenerado en el cuerpo de este viejo. Pero
nada de eso funcionó. Vamos a conseguir el estado Poketto de otro modo… se lo vamos a
quitar a estos pueblerinos, pero antes apelaremos a que nos den dinero, aprovechando la
proximidad de una fecha que seguro todos habían olvidado: La navidad.

Escena 6
A un costado de la escena vemos la asamblea del pueblo.

Anita Pichón:
Ciudadanos del Estado Neuquino. Nos hemos reunido aquí con el propósito de decidir, qué
hacer con esas meretrices. Ese bar que otrora nos hiciese tan bien a todos en términos de
distención y entretenimiento hoy se ha convertido en el foco oscuro de la ciudad. Cómo
verán, una no puede poner las manos al fuego por nada. El Eterno Movimiento Popular
Neuquino, retirará los fondos con los cuales subsidiaba el 33, como centro fundamental
dedicado a la promoción de la cultura, en la ciudad.

Aplauden la decisión.

Mirta:
169

¡Ah! ¿Era un Centro Cultural?

Lucho:
Así parece señora presidenta. Vio que había allí diversos espectáculos para el agrado del
caballero.

Mirta:
Sobre todo para el agrado del caballero. Porque lo que es yo, de las veces que me vine a
mamar jamás me topé con un stripper o por lo menos que algún ebrio que muestre el bulto
arriba de la pelota. Las líderes necesitamos distraernos también.

Zulma:
¿Alguien vio a mi pequeña rata, Samanta? Llevo horas buscándola entre este colectivo
apelotonado que hemos conformado como pueblo para decidir y no aparece.

Lucho:
Se supone que debería estar acá, estamos todos en las mismas, proyectando el destino de
esas putas.

Mirta:
Se me ocurrió recuperar el mismo tronco con el que intentamos derribar las puertas del
caserón suyo, Zulma, cuando fuimos a lincharla ¿quién sabe? Si vamos a echar del pueblo a
esas copetineras, lo mejor es estar preparados, concentrarnos y creernos el papel de
guerreros medievales con arietes derribando puertas de castillos.

Lucho:
Claro. Bien pensado, presidenta.

Anita Pichón:
Prosigo. El intendente de la ciudad, ha motorizado rápidamente el accionar del municipio y
también han tomado decisiones que sería importante comunicar.

Jorge Rubén:
Compañero y Compañeros de Neuquén. Les habla Jorge Rubén Inostroza. Tal como
hubiese hecho mi padre, ante una situación como esta, que atenta contra la moral del
pueblo, el municipio toma cartas en el asunto, apuesta sobre la mesa y gana. Gana el
municipio y ganan todos, compañeros y compañeros.

Aplauden sin entender mucho.

Anita Pichón:
Resumiendo, intendente.

Jorge Rubén:
Sí. El municipio de la ciudad, tomó la decisión de tapar y tapiar de inmediato el edificio de
ese local, por las sucesivas y cotidianas prácticas en honor a lo inmoral que allí se realizan.
170

Aplauden.

Jorge Rubén:
Pero luego de un par de llamados anónimos, cambiamos de opinión y solo vamos a
quitarles la licitación que le habíamos otorgado como proveedores municipales y de aquí en
más aplicaremos la vara de la severidad en sus trámites, permisos y habilitaciones, que
vienen ganando el premio a la irregularidad en esta provincia. No les vamos a dejar pasar
ninguna más, compañeros y compañeras.

Aplauden

Anita Pichón:
Increíble como lo aplauden, Inostroza. Me estoy poniendo celosa.

Jorge Rubén:
Usted tiene lo suyo también, Pichón. No se me haga acá la modesta.

Anita Pichón:
Era buena idea la de tapiar y tapar.

Jorge Rubén:
No hubiésemos podido, tenemos las maquinarias ocupadas en otros parches y ya hemos
gastado mucho tapando y destapando por ahí.

Los interrumpe la llegada de un video. Se lo dan a Anita Pichón.

Anita Pichón:
Atención pueblo, una sorpresa de último momento nos invade de alegría. ¡Algo muy
curioso y gratificante a la vez! Acabó de recibir un video adhesión de la Presidenta de la
Nación. Ella se solidariza a nuestro conflicto con las putas. Lo mejor es que vino a mi
nombre ¡Qué emoción! Vino envuelto como regalo de navidad, por la proximidad con las
fiestas. ¡Qué gesto! Me parece pertinente compartirlo con todos ustedes.

Todo el mundo ovaciona. Grita de locura y fanatismo. Festeja, canta contra las putas.

Quezada:
Un momento señora Vice, pero quiero decir algo.

Anita Pichón:
¿Qué pasa Quezada?

Quezada:
(Se quiebra un poco) Me alegra mucho el video regalo de la presidenta y que por primera
vez estemos todos juntos y reunidos. Sin embargo estoy triste ¿Puedo responder porque me
siento así? Si. Claro que puedo. Aquí, además de haber putas, está desapareciendo gente, lo
digo por el puto rosadito de Christian por quien pido a gritos un Je suis Christian
171

Todos gritan Je suis Christian

Quezada:
Pero antes de ponernos a hacer un ciclo de cine con ese video. Me gustaría realizar el
funeral de Garay.

Todos hacen un ¡oh! con tristeza

Quezada:
¿Por qué me gustaría esto? Porque Garay, supo servir con su reglamentaria a este pueblo y
si bien erró uno que otro tiro, me acompañó en pocas de las buenas y en muchas de las
malas y es por eso que desde lo más profundo del honor del policía, pido a todos me
acompañen a velar sus restos, que no están, pero sabemos que a cualquiera de esos restos le
gustaría tener su velorio.

Anita Pichón:
Bien. Atención, atención. Atendiendo al llamado que este policía hace a nuestros corazones,
dejamos en suspenso la decisión para con las putas del 33. Retomaremos este asunto más
adelante. Que alguien las notifique y de paso las convide al sepelio. Mal que mal, Garay
entrometía sus narices en esos tugurios también. El vídeo regalo que nos envió la presidenta
lo veremos al finalizar las pompas fúnebres, como corolario de esta maravillosa jornada de
integración y paz. Sin más, vamos todos en caravana funeraria, hacia el sepelio del ex
policía Garay.

Todos emocionados. Música muy emotiva. Tipo Vangelis. Aplauden y levantan a Quezada.

Escena 7

El Zulma Resort donde los médicos se relajan. Están en paños menores, es verano, beben
Gancia, hay música lounge.

Dr. Mercedes Sprinter:


Que respiro. Gnomo tenía razón, todos venimos de círculos muy distintos, pero sin
embargo teníamos mucho en común. Que placer olvidar las diferencias y comenzar a vivir
la integración desde ahora, antes que nuestro Estado se consolide.

Nifúri:
Opino igual ¿qué tal el resort donde te traje, Sprinter? ¿Eh? Se llama Zulma Resort. En un
mes lo construyeron, unos tipos extranjeros que invierten aquí, asociados con una dama
distinguidísima. El resort lleva su nombre.

Dr. Mercedes Sprinter:


Está muy bien, pero todo esto debe ser carísimo.

Nifúri:
172

Tranquilo, paga el instituto. ¡Moza! ¡Más Gancia! Tenemos una moza divina, musulmana,
una chica muy inteligente, casualmente llegó en el mismo avión que Katana, se llama
Oshira. Bailaba árabe en un grupo divino que supo hacer presentaciones acá: Mariposas en
Equinoccio de Oriente, se llamaba el grupo.

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Ya no baila?

Nifúri:
No, no. La compañera la dejo en banda. Se dedicó a otra cosa. No la convencían las danzas
árabes. Oshira estuvo un tiempo presa, la agarraron con cargamentos de heroína. Yo me las
ingenié para convencer al Círculo Satoshi de contratarla. Además de moza, es una gran
sicaria, asesina a sueldo. Transporta bombas en sus pechos. Una genialidad.

Entra la doctora Ducato.

Dra. Gnomo:
Ducato ¿de dónde viene? Quedamos en reunirnos aquí a las 20, ya son 15 para las 21, viene
con 45 minutos de retraso. Es mucho. Tuvimos que empezar sin usted el cocaví.

Dra. Ducato:
¡Ay! Gnomo, no se enoje. Qué lindo atuendo de pileta tiene. Ese color da luz a sus
pómulos, endurece sus rasgos. Se ve muy linda, Gnomo. Pido disculpas pero me retrase, los
colectivos pasan cuando quieren.

Nifúri:
No se preocupe Ducato, no se perdió de mucho ¿Qué es eso que trae en su poder?

Dra. Ducato:
Aquí están los asuras, amigos, los tenía Victoria Legrand y me los obsequió antes de
quemarlos. Ya no quiero tenerlos, los dejare aquí, en el centro de la escena, a la misma
equis distancia de todos, para que nadie se pelee.

Dra. Gnomo:
¿Cuándo calculo esas distancias?

Dra. Ducato:
Recién, mientras saludaba, tengo facultades geométricas, puedo calcular, superficies,
radios, cosenos e hipotenusas, rápidamente.

Dr. Mercedes Sprinter:


No deja de sorprenderme la gente de ciencia. Aprenda Gnomo, en vez de estar cacareando,
apréndale un poco a su colega. Asuma sus faltas y sus fracasos. Haga como hago yo.
¿Acaso usted pensaba que no iba a fallar el experimento con el Coronel? (se emociona un
poco) Tenemos mucho que aprender de nuestros nuevos amigos, Gnomo. Mucho.

Forense:
173

Eso es lo malo de pertenecer a un Círculo Cerrado. Después uno tiene problemas para
darse. En cambio ahora, en este resort, en esta pileta, tomando este Gancia con ustedes,
siento que encontré mi lugar en el mundo ¡Amigos! Brindo por nosotros y por lo que se
viene ¡Los quiero!

Brindan

Nifúri:
¿Qué era exactamente lo que hacía con ese Coronel, Sprinter?

Dr. Mercedes Sprinter:


Me creí capaz de provocar adrede la marca del dragón que los Pokettos necesitaban para
aparecer. ¿Se da cuenta? Quise controlarlos, quise atraerlos a mí… Pero no funcionó, ahí
tiene al Coronel, hecho un imbécil. La sustancia que llegue a crear y colocarle con las
inyecciones, lo han vuelto zombi y estúpido. Mi experimento fue un fracaso. Tal vez esa
sustancia sirva como arma de guerra, más adelante, tiene el potencial de volver tarado a
cualquiera, puede ser muy efectiva para usos maquiavélicos frente al enemigo.

Escena 8

Osvaldo Laport llega a la Villa Los Come Tripa Cruda. Se encuentra con Fausto,
derrumbado, borracho, nunca antes un personaje se había visto tan mal.

Osvaldo Laport:
Disculpe… joven ¿se encuentra bien?

Fausto:
¿Yo? De maravilla. Me siento un poco traicionado y de a poco veo como mi vida se hunde
en la ciénaga de la mierda. Soy el caballo de Atreyu muriéndose, pero mi pantano es de
mierda, mierda y más mierda… (Vomita por los costados) ¿Quién es usted?

Osvaldo Laport:
¿El caballo de Atreyu? Sí. Mi nombre es Osvaldo, Osvaldo Laport. ¿Qué paso con la Villa?
¿Dónde está la gente?

Fausto:
La gente. Usted le dice gente a unos cuatro gatos roñosos que se revuelcan por acá llevando
y trayendo la caca de uno por aquí y el vómito del otro (vomita más)… para allá ¿A eso le
dice gente? Por mí que revienten. Que les caiga un rayo eterno que los parta… y nunca los
termine de partir (vomita)… así sufren como yo, sienten el dolor que yo siento, por el
abandono que me hicieron… Yo soy, el Salvador… el Salvador… (Vomita)

Osvaldo Laport:
Bueno. A mí, más que nada me interesa saber dónde puedo encontrar a Zulma y a Samanta.

Fausto:
174

No me hable de esas dos. No las quiero en mi vida. Tendría que haber permitido el
desalojo… soy un idiota (se quiebra, vomita) como un idiota intervine en el curso de las
cosas más convenientes, las interrumpí… ¿porque se mete uno? ¿Porque?... quiero unas
putas, lléveme al 33, lléveme al 33, quiero mi bar… quiero enterrar mi falo desgraciado en
el sopor de una ramera cualquiera y si me voy a hundir que sea por lo menos… (Vomita, se
descompensa, cae)

Osvaldo Laport:
Bueno. Parece que va a estar un poco difícil encontrarlas. Acá en la villa no hay nadie. Solo
este tipejo. Voy a pegarme unos saques en al 33 y después vuelvo, no tengo porque esperar
entre tanto vómito (Sale)

Escena 9

El funeral de Garay

Mirta:
(A Quezada) Mi más sentido pésame

Man Rica:
No somos nada (aspira tolueno)

La señora de la Villa:
(A Quezada) Mi más sentido pésame

Zulma:
Dios lo tenga en su Santa Gloria.

Anita Pichón:
(A Quezada) Mi más sentido pésame, comisario. Ayudándolo a sentir, cómo siempre. Y
apuremos esto, que muero por proyectar ese video al final de este velorio.

Quezada:
Gracias Pichona. No te preocupes, será cortito.

Jorge Rubén Inostroza:


Hoy estamos, mañana no. Y digo esto porque mañana hago un viaje relámpago a las Grutas,
aprovechando el feriado puente. Pero hoy… hoy estamos, mañana no.

Chula:
(A Quezada) Mi más sentido pésame. Comisario ¿sabe dónde está la máquina que hace café
con leche durante toda la noche en los velorios?

Quezada:
Por allá, nene. Pero creo que está tirando mate cocido, solamente.
175

Chula:
Buenísimo. Algo es algo.

Victoria:
Del polvo venimos y hacia el polvo vamos, comisario Quezada, pero no hablemos ahora de
polvos, porque hay unos cuantos polvos pendientes alrededor. Ni mucho menos digamos
‘vamos’ porque debería estar yéndome al Caribe y retrasé mi vuelo, solo para acompañarlo
en esta.

Quezada:
No sabe cuánto la aprecio, acaramelada Victoria ¿Lo sabe? No. No lo sabe.

Vicentico:
(A Quezada) Mi más sentido pésame. Sin rencores, comisario.

Barny Skater:
¡Repose in peace! Hidrocarburo loco.

La señora de la Villa:
Alguien debería decir palabra alguna sobre este sujeto

Zulma:
Señora, por favor. No estamos velando al sujeto, recuerde, no está el cuerpo en el cajón.
Todo esto es un simulacro, solo para cumplir con el ritual. Lo descuartizaron y sus restos no
aparecen.

La Señora de la Villa:
¿No se los habrán dado de comer a los chanchos? Supe de un caso que pasó hace un tiempo
sobre un loco que descuartizaba pibes y los restos se los daba a los chanchos.

Quezada:
No me recuerde ese caso, Grannabo. ¿Por qué no quiero recordarlo? No quiero porque me
quitaron toda jurisdicción sobre el asunto y les dieron ese caso a unos hermanos Perito
Forenses. Los Kruguer, uno de los tantos hijos de alemanes que se asentaron en estas tierras
cosmopolitas.

Jorge Rubén Inostroza:


A veces me asombra cuanto sabe de geografía, comisario.

Quezada se quiebra.

Jorge Rubén Inostroza:


¿Qué pasa? ¿Dije algo malo?

Quezada:
No, no. Es que Garay admiraba lo mismo que usted acaba de apreciar de mí, Intendente.
176

Mirta:
Bueno. Si el cuerpo no está deberíamos colocar algo en su lugar.

Victoria:
Es cierto. Con todo respeto a los amigos aquí presentes, porque familiar no hay ninguno y
digamos también que no sé hasta donde los presentes eran amigos de este ex policía, no
viene al caso. A lo que iba: opino igual que esa señora Mirta, tengo por costumbre persignar
al muerto y si no hay cuerpo, no tengo a que persignar.

Mirta:
¿Usted es católica?

Victoria:
Para nada, soy atea, pero hay cosas de las tradiciones que exceden al catolicismo y al
ateísmo, mi querida cartonera.

Zulma:
Buen punto, niu frien. Si yo fuese Garay y mis pedacitos anduviesen sueltos por ahí, me
gustaría que coloquen algo en el cajón que me represente y no, que velen aire. Sería un gran
gesto, yo estaría totalmente agradecido desde el más allá.

Mirta:
Podemos colocar el tronco con el que pensábamos derribar su casa, Zulma. Lo traje para
usarlo contra las putas, pero ya que por ahora no se van, lo podemos poner en el cajón. De
paso le damos utilización y cumplimos con aquella vieja regla escenográfica que obliga a
usar todo objeto que se pone en escena.

Todos se miran, acuerdan, aplauden, se arrepienten porque se rescatan que están en un


funeral. Pasan de a uno, dejan flores, se persignan y rezan al tronco.

Man Rica:
Habrá que esperar para que nos notifiquen la decisión sobre el boliche. Me carcome la
ansiedad ¿Ustedes ven lo que yo veo, chichis?

Consuelo:
No sé qué ves, Man Rica.

Man Rica:
Nada mejor que ese tronco para representar a Garay. Era de madera el pobrecito.

Marisa:
177

Acertadísimo pal’ fayuquero101 pendejo. ¡Fuchile102 este pueblo, carnal! Se granjean103


venerando a ese palo, como si fuese el gumarro 104 de Garay y de paso le hacen la barba105a
Quezada. Todito esto me da un asquete. Que ganas de hacer pancho106, no soporto esta
chingada machota. ¡Qué obsesión con la tranca107! Ahorita solo quiero irme de reven108me
regresaron las ganas de jerez seco109¿Jalan o se clochean?110

Consuelo:
Uf. ¿Cómo estas amiga? Yo acuerdo con las dos. Garay era un pija, cabeza de tronco, de
madera para todo. Nunca mejor acertado su reemplazo. Sin querer el pueblo le rinde el
homenaje adecuado al ex policía. Pero tranquilas, quedémonos un rato a fingir
misericordia, chicas y después nos vamos a ordenar el 33, que con el día que tuvimos hoy,
dejamos todo despelotado.

Marisa:
Híjole, ñerita. Como tú vaciles. Platiquemos oraciones a la Santa Gilda y nos rajamos.

Escena 10

Entra al funeral que ya casi concluye, Osvaldo Laport. Mira encima de la gente y alcanza
a divisar a Zulma. Se dirige hacia ella.

Anita Pichón:
Bueno, bueno, muy bonito todo. Pero ahora corramos un poco ese cajón con tronco al
costado, que ponemos el proyector y vemos el saludo de la presidenta. A Garay le hubiese
encantado verlo, pero bueno, no pudo y sus restos tampoco, así que pongan ese tronco
mirando para acá.

Vemos el video que recibieron, aprovechando el proyector, lo vemos proyectado en la


pared. En el medio de la escena Samanta amordazada, vendada, atada. Detrás de ella,
Katana.

Katana:
(Saca la mordaza a Samanta) Hablar niña estúpida.

Samanta:
¿Chula? ¿Chula estás ahí? Me secuestraron.

101 Contrabandista
102 Asco
103 Esmeran
104 Agente policial
105 Chupan las medias
106 Hacer escándalo
107 Erección fálica
108 Salir de joda
109 Marihuana
110 ¿Vienen o se cagan?
178

Impacto de los otros personajes.

Chula:
Es mi Samantita. Me desmayo (Se desmaya, Vicentico lo agarra)

Mirta:
Zulma ¿andabas buscando a tú piba? Ahí la tienes.

Zulma:
No puede ser. Mi ratita hambrienta, secuestrada.

Samanta:
Chula por favor. No quiero morir. Tenía sueños contigo. Irnos de la toma. Anotarnos en el
IPVU para un plan de vivienda.

Osvaldo Laport:
¡Zulma!

Todos advierten que volvió Osvaldo Laport. A esta altura ya entendemos que es el ex de
Zulma y Mirta.

Katana:
(En el video)¿Chula? ¿Así llamar madre suya?

Nifúri:
(Apenas asomándose al video, para no salir) No. La madre de esta indigente se llama
Zulma.

Zulma:
¡Osvaldo! ¡Reapareciste! ¿Qué mierda haces aquí?

Osvaldo Laport:
Menos mal que reaparecí. No puedo dejarte sola siete años, con la niña, que vuelvo y la
tienen secuestrada.

Mirta:
¡Vaya, vaya! Vuelve el perro arrepentido ¡No seas canalla, Laport! Tú no has vuelto por tu
hija, precisamente.

Katana:
(En el video)Hablar con tu madre, no con otro.

Samanta:
Pero yo no quiero saber nada con esa forra, ella me abandonó.

Katana se desespera un poco, hace señas al resto, se ven desprolijidades en el video.


179

Katana:
¡Cortar un segundo video! ¡Cortar!

Vemos en la proyección un cartel o un comercial o algo, con típica música de espera.

Osvaldo Laport:
¿Qué está pasando Zulma? Pensé que iba a encontrarte disfrutando de tus millones, pero
veo que sigues en la misma, descuidando todo.

Victoria:
Zulma. Amiga. Qué suerte la tuya. Te regresan los machos ¿No es cierto Dolores, que tiene
suerte esta conchuda?

Dolores asienta desganada.

Osvaldo Laport:
Di algo, mala madre.

Zulma:
Osvaldo, no es el momento de rencillas domésticas. Mi hija está secuestrada. El video se
cortó y en este momento puede estar siendo rebanada en pedacitos, sufriendo el mismo
destino de este pobre imbécil (señala el tronco) de Garay.

Llora, la consuelan.

Victoria Legrand:
Pobre Zulmita, Dolores. Yo tengo una hija ¿la recuerdas?

Dolores Inmaculada:
¡Oh, sí, cómo no! La recuerdo como si fuese mi hija.

Victoria Legrand:
Esa tonta jamás me dio estos dolores de cabeza.

Vuelve el video, ahora se ven Samanta y Alejandra al lado.

Alejandra:
(Muy desgarradoramente dramática)Madres. Madres. Nos van a despedazar a martillazos
si no hacen lo que ellos piden. Madre, Victoria. No quiero morir. Quiero seguir haciendo
cine, videos… no como estos… ayúdennos (Deja de fingir, a Katana, preguntando sin
problemas) ¿Lo hice bien? Pruebo de nuevo.

Katana:
(Sacándolas del medio) Correrse, sacarlas de acá.

Se ve en el video a la Gnomo y Ducato con máscaras de Pikachú, sacan a las pibas atadas
180

Katana:
Atención pueblo. Nosotros estar hartos de ustedes. Queremos destruir y darles muerte.
Empezar con estas chicas. Mañana deber renunciar Gobernadora y Vicegobernadora y
entregar mando a mí. Deber renunciar también intendente estúpido ese y entregar mando
a… a… otro de nosotros. Nosotros tener teléfonos de madres de niñas. Comunicarnos
mañana para acordar traspaso de mando. Esta provincia ser nuestra. Si no aceptar y no
obedecer, matar niñas a martillazos, y luego otro, y luego otro, y luego otro ciudadano
neuquino. Tenemos más. Sufran. Hasta mañana.

Se corta el video

Vicentico:
Hasta mañana.

Victoria Legrand:
No puede ser, Dolores. Otra vez vamos a tener que cambiar los pasajes y correr la fecha de
salida. No podemos irnos con Alejandra así, toda secuestrada.

Dolores Inmaculada:
¡No! ¡Mi niña no! ¡Mi niña no! ¡Hay que hacer algo por mi niña!

Todos consuelan a Dolores.

Victoria Legrand:
¡Ay! ¡Cuánto cariño de Nana que tiene esta mujer para dar!

Jorge Rubén Inostroza:


(A Anita Pichón) ¿Cómo te quedo el ojo, Pichona? Piden nuestra renuncia y la del
Gobernador. Si no lo hacemos… esas niñas y vaya a saber cuántos más, van a empezar a
aparecer en pedacitos, tal como hicieron con ese tronco de Garay. Vas a tener que decirle al
Gobernador que aparezca.

Anita Pichón:
No me jodas Inostroza.

Consuelo:
¡Qué divertido! (A todos) ¿Supongo que con este regalito de navidad se habrán dado cuenta
que nosotras no tenemos nada que ver con esas desapariciones y secuestros? Que genial,
Marisa. Esto sin duda alguna se la debemos a la Santa Gilda. (A todos) Se las recomiendo, a
lo mejor les dé pelota y la suerte se ponga un poquito del lado de ustedes. Chau a todos,
suerte con los rescates, nos encantó el velorio, que la pasen lindo, chau ¡Ah! y feliz
navidad.

Marisa:
Iguanas ranas111. ¿Cómo les quedo el ojo? ¿Eh, cabrones?

111 Sin ventajas, ni diferencias. Situación empatada.


181

Las putas y Man Rica se van.

Mirta:
Bueno, bueno. Las cosas se pusieron peludas aquí. (A Zulma) Suerte hermanita. ¿No es
fácil ser rica y poderosa? ¿No? La verdad, pensé que ya había sentido toda la lastima
habida y por haber por vos. Pero en este momento me invade una… que no te puedo
explicar. Me voy. Hay una Villa que deje abandonada y todo este quilombete nuevo que se
armó, a mí, ni me afecta. (A Osvaldo) ¡Bienvenido Osvi! ¡Llegaste justo a tiempo! Vai Vai o
como se diga.

Anita Pichón:
Quezada, voy a necesitar de sus mejores hombres, este es un caso de terrorismo de estado.
Estos sicarios quieren el poder y lo van a tener, quieren el poder y lo van a tener, quieren el
poder…

Quezada:
Si, Pichona, entendí. Pero ¿Puedo hacer algo yo en todo esto? Para nada. Lamentablemente
ante estos casos los primeros que deben intervenir son los muchachos de gendarmería. Si
tenemos que hacer algo, las ordenes nos vendrán de por ahí. (Se quiebra) Además todo esto
me agarra en un momento, no sé si seré capaz de soportarlo.

Se va. Martínez se lo lleva acongojado.

Anita Pichón:
Gordo puto. Maricón.

Todos los personajes que se sienten desafectados con el asunto empiezan a retirarse. De a
poco. Saludan y le dicen cosas a la Vice y a Inostroza. El Chula se queda con ellos.

Chula:
Señora, usted puede hacer algo por Samanta ¿no? ¿Cierto que no va a dejar que nos la
entreguen en hermosos pedacitos de ella?

Anita Pichón:
Lo único que me faltaba, una escena al estilo Virginia Lagos. (Música dramática de
película pedorra. Al Chula) Claro que sí jovencito. Este pueblo me eligió Vicegobernadora
y con la parte del pueblo que no me eligió cometimos fraude. Esto que nos está pasando nos
pone a prueba como Estado. No voy a permitir que le pase nada a tu hermanita…

Chula:
No es mi hermanita…

Anita Pichón:
Cómo sea. Ahora quiero que vayas a casa y abraces fuerte a tu mami…

Chula:
182

No tengo mami.

Anita Pichón:
Okey, no importa. Aquí si hay unas mamis a las cuales voy a defender y no voy a dejar que
nada les pase a ellas, ni a sus hijas, ni a mi cargo. Te lo prometo.

Vuelve Vicentico.

Vicentico:
¡Vamos Chula! (Se lo lleva)

Zulma:
(Que esta abrazada y contenida por Alfred mientras Osvaldo Laport muere de odio y de
celos) ¿Qué piensa hacer, Anita Pichón?

Anita Pichón:
Vayan a sus mansiones. Hagan cosas de ricas y descansen. Hoy tuvimos un día terrible en
Neuquén capital. Yo me comunicare con ustedes apenas tenga decidido, como continuamos.

Van saliendo Zulma, escoltada por Alfred, Osvaldo y Victoria que va conteniendo a
Dolores. Inostroza intenta huir.

Anita Pichón:
Usted se me queda acá cobarde.

Jorge Rubén:
¡Em! Claro si, lo que pasa es que tenía una escapada a las Grutas.

Anita Pichón:
Ninguna escapada. La cosa se pone peluda, no solo para mí, para toda la plana política de
esta inmundicia de provincia. Usted no se mueve de mi lado. Tenemos mucho trabajo por
delante. Es hora de tocar las puertas que no estábamos tocando.

Jorge Rubén:
Si claro, toquemos lo que sea y sepa que no pensaba hacerlo, lo de escaparme. Solo quería
ir hasta la agencia del ko-ko y cancelar los pasajes a las grutas, justo agarré una promo,
nada más.

Pausa, tiempo. Pichón toma un arma.

Jorge Rubén:
¿Qué piensa hacer, Pichón? ¿Qué hace con eso?

Pausa, tiempo.

Anita Pichón:
183

No es la primera vez que me veo en una de estas, inexperto intendente. Usted me ve así de
vulgar, pero soy muy astuta. Soy una mujer de muchas capas. En algunos lugares me
conocen con otros nombres… (Saca otra arma y otra y otra más, se arma hasta los
dientes)

Jorge Rubén:
¿Qué nombres?

Anita Pichón:
¿Nunca escuchó hablar de Spectre?

Jorge Rubén:
¿Spectre? ¿La famosa Spectre?

Anita Pichón:
Así es. La zorra Spectre.

Jorge Rubén:
¿A qué se refiere con eso de Zorra?

Anita Pichón:
Todo a su tiempo, Rubén. No se me asuste y no se me quede así, como pollito mojado.
Estos sicarios vienen por nuestros lugares y no me la pase escalando puestos pete a pete
para que me serruchen el piso así nomás. Hay que apelar a otros recursos, implementar
otros métodos, cambiar de planes si pretende sobrevivir.

Jorge Rubén:
Eso veo. Veo que se van al carajo con las elecciones. Veo que esto dejó hace rato de ser
una democracia.

Anita Pichón:
Una democracia. Las palabras que usa usted, se nota que viene del campo. Olvídese de los
votos y de escrutinios alterados y vamos a preparar la defensa, intendente.

Jorge Rubén:
No entiendo ¿Qué piensa hacer, Pichón?

La guerra, Jorge Rubén. La Guerra.

Apagón.
Continuará.
Fin del episodio VII
184

Dineral. Episodio VIII


Si pudiésemos volver el tiempo atrás

Escena 1

Todo el capítulo ocurre en el año 1983, año más, año menos. El Coronel Walter Cornejo
Mejía, habla con su hija, apenas adulta, Victoria.

Walter Cornejo Mejía:


La cosa es muy simple, pendeja: acá la poronga soy yo y como buen poronga, me metí en
tremendo quilombo dando nombres de personas involucradas en secuestros, estos últimos
añitos. Te imaginaras que tengo amigos que me protegen y muchos otros que no son muy
185

amigos que digamos o sea, debo rajarme ya. Haz lo que yo digo y elige bien. Victoria
Cornejo Mejía ¿Quieres mi herencia o quieres a ese mugroso montonero Montonazo?

Victoria Legrand:
¿Te crees que soy idiota? maldito padre. Me das a elegir entre dos opciones incomparables,
es obvio que lo que más aprecié siempre es tu riqueza, es lo único que aprecio de ti, nací
para ser rica, sin embargo no conocía el amor, hasta que ese montonero me llevó al pasto,
rodeada de románticos jejenes y me hizo suya, al compás del Unicornio Azul.

Walter Cornejo Mejía:


¿Entonces lo prefieres? Te estoy hablando de millones.

Victoria Legrand:
Sí, sí sé. Prefiero los millones. No hay por donde perderse. Además, ese Pablo me tiene
harta con sus investigaciones soretas. Se la pasa hablando de ellas, que encontró una bola
aquí, que encontró un bicharraco allá. Yo no sé. Le importa más eso que un buen polvo
conmigo.

Walter Cornejo Mejía:


Por eso necia, mira, desgraciadamente yo no podré quedarme con mi fortuna. Las cosas se
están complicando para mí. Tengo que huir cuanto antes, se me escaparon un par de
nombres y me van a volar en cualquier momento.

Victoria Legrand:
¿Vas a escaparte a otro país? Pueden pedir la extradición y traerte de nuevo.

Walter Cornejo Mejía:


No. Tengo otros planes, niña necia.

Victoria Legrand:
Oca, haz como quieras. Una cosa quiero aclararte, padre: aceptare tu chantaje porque poseo
tu soberbia, tu codicia y un porcentaje bastante alto de tu maldadosa ira. Ya son tres
pecados capitales en mí, muy contraproducentes para que una chica como yo, se dedique
pura y exclusivamente al amor. Quiero empresas y negocios en un futuro. Por eso me
inclino por ese dineral. Además me sacaré tu apellido. Usaré el apellido de mi madre a
quien también te has encargado de desaparecer y si algún día tengo hijos, volveré a usar el
tuyo, con ellos. A partir de ahora dejo de ser Victoria Cornejo Mejía y paso a ser Victoria
Legrand.

Walter Cornejo Mejía:


Haz lo que quieras con el apellido, me importa un choto y firma rápido estos papeles
(Victoria Firma, el Coronel se queda con una copia, le da otra) Toma. Con este poder ante
escribano público, vas a cobrar todo. Más vale que te deshagas de ese montonero. Te estaré
vigilando…por tu bien, más vale que así sea. Si no lo haces, chau fortuna de los Cornejo
Mejía. Ahora debo irme.

Se va yendo, se detiene, da media vuelta, mira por última vez a su hija.


186

Walter Cornejo Mejía:


Que te llueva fino (sale)

Victoria Legrand:
¡Mm! Cuánta plata. Ahora a esperar que llegue Pablo para darle el corte a esta
relaciónsucha, que se tome el buque expreso al culo del mundo ¿Que voy a hacer con tanta
guita? (Piensa) Ya sé: voy a poner supermercados.

Escena 2

Zulma, terminando de parir, ayudada por un mendigo en un callejón.

Mendigo:
¡Ahí está! ¡Ahí está! Eso. Muy bien. Es un lindo purrete machito, con portentoso miembro
viril le diré.

Zulma:
Ah! Maldito escuálido lubricado de líquido amniótico. Naciste.

Mendigo:
Si y nació con los ojos abiertos. Increíble que no llore. Dicen que cuando eso ocurre
llegarán a ser personas adoradas por los demás, adorados como semidioses o como
salvadores, perseguidores de buenas causas.

Zulma:
Sí, sí. Cómo sea. Debo irme. Ya me ausenté mucho de la Villa, van a sospechar.

Mendigo:
Señora, no puede irse en ese estado. Acaba de parir.

Zulma:
¡Por favor hombrecito! Usted es de la calle, yo de una villa. Nosotras no escarmentamos
ante el dolor. Estamos curtidas por el frío de la intemperie, el suelo en el que dormimos y
la extrema pobreza. Parir fue como un resfrío para mí. No se preocupe, que estaré bien.
Tomé, le dejo esta bombacha que me saqué antes de que usted me atienda el parto, está
limpia, puede cambiarla por un termidor.

Mendigo:
Algo es algo. Ya veía que se iba sin dejarme colaboración alguna. (Agarra la bombacha y
se va yendo)

Zulma:
Espere buen hombre ¿Cómo es su nombre?

Mendigo:
187

Fausto me llamo. Me llamo Fausto… creo.

Zulma:
¡Fausto! Vamos hijo. No puedo quedarme un segundo más en este callejón. No disimulé
estos nueve meses el embarazo para que vengan a descubrirme en mis diez minutos de
ausencia. Acá no pasó nada. Solo vuelvo a la villa un poco más deshinchada y con vos
metido en esta caja (toma una caja y mete al bebe) Voy a esconderte entre los cajones hasta
que sepa que hacer contigo. Mi novio llegará en unos días más y no sería conveniente que
se entere, que mientras no estaba, di a luz a un hijo que no es suyo.

Escena 3

Aeropuerto del Cairo. Pablo Montonazo y la Dra. Ducato esperan el vuelo de regreso a
Neuquén. Pablo tose mucho.

Dra. Ducato:
Tranquilo Pablo. Según estos médicos chinos, habitantes del África, la Peste Pete se te irá
apenas arribemos a tierras patagónicas. La bacteria que la produce, no resiste nuestro clima
sureño.

Pablo Montonazo:
Yo no sé cuánto de eso que dijeron entendí, Ducato. Me toquetearon todo el tiempo
diciéndome: ¡reproduce al dragón, reproduce al dragón! ¿Cuánto intercambio cultural
hemos visto, no?

Aparece Osvaldo Laport.

Osvaldo Laport:
Hola ¿Escuché que vuelven a la Patagonia? (A Pablo) ¿Y que tú te pegaste la Peste Pete?

Pablo Montonazo:
Así es amigo ¿Acaso tú también? ¿Eres de la Patagonia?

Osvaldo Laport:
Si. Vivo en Neuquén. En la Villa Los Come Tripa Cruda. Trabajo en una empresa que me
manda cada tanto a unos yacimientos en Libia. Pero la guerra detuvo los trabajos y nos
envían de regreso hasta nuevo aviso.

Pablo Montonazo:
Qué casualidad, vamos en el mismo avión y hacia el mismo destino.

Osvaldo Laport:
Y con la misma peste.

Dra. Ducato:
No sean llorones. Se van a curar ¿también viste a los doctores Chinos?
188

Osvaldo Laport:
Claro que sí (Imita a los doctores) ¡reproduce al dragón, reproduce al dragón! Me decían
todo el tiempo. Solo quiero llegar a casa.

Pablo Montonazo:
No sé con qué vamos a encontrarnos. El ambiente en nuestro país está caldeado. Muero por
ver a Victoria y contarle de nuestro hallazgo, espero no tengamos que salir huyendo. Están
devastando las universidades.

Osvaldo Laport:
¡Ah! ¿Qué encontraron?

Pablo Montonazo:
Son unos manuscritos…

Dra. Ducato:
(Interrumpe) No podemos hablar mucho de ello. Igual, si pudiésemos, aún falta traducir lo
que encontramos. Disculpa, pero trabajamos en un Círculo de Investigaciones Ocultas, de
la Universidad y hay cosas que no podemos revelar así nomás.

Osvaldo Laport:
¡Uy! Que miedo. No se preocupen, ya no quiero saber más. También me espera el amor allí.
¡Bah! Me espera en buenas cantidades el amor y en las mismas cantidades el odio.

Pablo Montonazo:
¿Por qué? ¿Qué te paso?

Osvaldo Laport:
Debo llegar a terminar con mi chica Mirta.

Dra. Ducato:
Oh! ¡Qué triste! Pobre Mirta.

Osvaldo Laport:
No. Para nada triste, termino con ella porque me enamoré de su hermana: Zulma.

Dra. Ducato:
¡Ah! Que historión, dos hermanas, un clásico. ¿Hace mucho no las ves?

Osvaldo Laport:
Hace un año. Pero la única que me importa es Zulma. Muero de ganas de verla. Nuestro
amor es inconmensurable. Ella no hace más que esperarme. Espero no le haya pasado nada
malo.

Escena 4
189

El coronel Walter Cornejo Mejía en el laboratorio del Joven Doctor Mercedes Sprinter.

Walter Cornejo Mejía:


Se da cuenta, Joven Sprinter. Cualquier cosa puede pasarme. Yo no sé qué va a ocurrir. Lo
menos que harán conmigo será enviarme a la cárcel. Si vuelve a instalarse en este país, esa
cosa que llaman democracia, estoy frito. Seguro juzgan a los represores de inmediato y
caigo en la volteada. No puedo quedarme aquí. No solo por eso. Traicione a muchos de
Inteligencia, soy la peor de todas las ratas. Van a buscarme y a liquidarme sin problemas,
mi nombre ya tiene precio. Por eso… aceptaré su propuesta.

Dr. Mercedes Sprinter:


Me parece perfecto.

Walter Cornejo Mejía:


¿Qué debo hacer?

Dr. Mercedes Sprinter:


Recostarse en esa burbuja y colocarse esa máscara de oxígeno. Nada más.

Walter Cornejo Mejía:


Usted es mi salvación joven Sprinter ¿En qué momento Dios lo puso en mi camino?

Dr. Mercedes Sprinter:


Si pudiese preguntárselo, no dude ni un segundo que lo haría, Coronel. Pero creo que no ha
sido Dios el que me puso en su camino.

Walter Cornejo Mejía:


¿A qué se refiere?

Dr. Mercedes Sprinter:


Nada. No soy muy devoto de su religión, Coronel. Eso es todo.

Walter Cornejo Mejía:


(Mientras se mete en la burbuja) ¡Ah! Es ateo. No hay problema. Dios vela también por
usted Sprinter. Él sabe las cosas buenas que usted está haciendo por sus ciervos. (Se pone la
máscara de oxígeno) Lo que usted está haciendo por mí por ejemplo. Solo con eso, ya tiene
ganado el cielo. ¿Este oxigeno es la anestesia…? (Se duerme)

Dr. Mercedes Sprinter:


Su Dios no tiene ni idea de lo que está pasando aquí, Coronel. Créame que no me interesa
el cielo. Voy por la tierra, nuestra tierra prometida (agarra la pokebola) Y usted nos va a ser
de gran ayuda, viejo imbécil (Agarra su grabador) Día 2 de noviembre de 1983:comienza
el proceso de criogenización del Coronel Walter Cornejo Mejía.

Escena 5
190

Casa humilde de Victoria, aún no ha adquirido su caserón.

Pablo Montonazo:
Victoria ¡Mi amor!

Victoria Legrand:
(Lo corre.) Nada de mi amor acá. Quítate.

Pablo Montonazo:
¿Qué pasa pollito? ¿Ya no me quieres? ¿Me has olvidado?

Victoria Legrand:
Pasa que no soporto más tus ausencias. Vas y vienes con ese asunto de la Universidad. Mira
Pablo, mientras no estabas vino muchas veces a buscarte gendarmería. He tenido que
mentir mucho por ti, estoy poniendo en riesgo mi vida y yo quiero progresar, entrar en el
mercado como empresaria. No puedo seguir a tu lado. Si no me ha pasado nada, es porque
mi padre, el Coronel, ha intercedido. Pero no podrá seguir haciéndolo durante mucho
tiempo, se la tienen jurada…

Pablo Montonazo:
No quiero que te pase nada malo.Mi corazón se hace trizas por esto que me dices, pero
entiendo que es una elección de vida o muerte, Ducato me confirmó, mientras venía para
acá, que han devastado la universidad, allanaron el laboratorio, lo reventaron y se han
llevado a muchos. Imagino cuan perseguida debes haberte sentido

Victoria Legrand:
Claro. Si. Por eso. Yo necesito empezar una vida ¿qué puedes ofrecerme tú, además de
andar escapando a dedo por la frontera? Nada. Eso no es amor, eso es miseria Pablo. Yo, no
nací para eso.

Pablo Montonazo:
Lo entiendo, Victoria. Lo entiendo.

Victoria Legrand:
Mira, me cambiare el apellido, me pondré el de mi madre, seré Victoria Legrand. Tengo
ideas brillantes, negocios que me paso elucubrando mientras tú, buscas la esmeralda
perdida o no sé qué (Frialdad total, pero muy dramática) Quiero que tomes tus libros de
Bakunin y te vayas. No puedo seguir escondiéndote ¿Quién sabe? Tal vez más adelante,
volvamos a vernos.

Pablo Montonazo:
Victoria ¡Por favor! Solo te pido que me dejes una noche más. Solo te pido que me dejes
pasar esta noche aquí, contigo. La ultima de nuestras noches, la que selle nuestro amor
interrumpido por las circunstancias sociopolíticas e históricas de este país. Juro, que
mañana al despertar, ya no estaré. Usaré el último pasaje que me queda de Cultura de
191

nación y volveré al África. Allí estaré seguro, practicando olvidarte, entre las hienas. Pero
ahora dame más, veinticuatro horas más de ti…

Victoria Legrand:
Ah! Está bien. Solo esta noche, garchamos esta noche y listo. Nuestro último revolcón,
juntos. El polvo de despedida. Mañana recoges tus cosas y te marchas, en nombre de este
amor que no pudo ser…

Se revuelcan en el piso.

Escena 6

En la Villa. Zulma llega con la caja.

Mirta:
Hermana mía. Has regresado ¿te encuentras bien? Te noto pálida, con la carucha larga., más
delgada ¿te estás alimentando bien? Sé que no tenemos mucho en este rancho, pero tú sabes
que… lo que es mío, es tuyo. Para eso somos hermanas que nos amamos tanto, en las
buenas y en las malas, Friends for ever. Tkm.

Zulma:
Si. No te preocupes hermanita mía de mi vida. Estoy bien. Solo un poco pachucha. Ando
medio tristona pero ya se me va a pasar.

Mirta:
¡Ay! Mi hermanita del alma. Tiene que cuidarse. ¿Qué es esa caja? ¿Encontraste comida
hermana de mi vida? ¿Fuiste al restorán a pedir las sobras del día? Qué bueno ¡Vamos a
cenarla!

Zulma:
No. Para nada. Son unas botellas de sidra. Las estoy juntando. Me las compran a cambio de
unas monedas.

Mirta:
Genial idea. También podemos juntar cobre. El viejo Buli lo está pagando muy bien. Me
encanta lo emprendedora que eres hermana de mi alma, tanto que te quiero ¿sabes cuál es
mi sueño?

Zulma:
¿Cuál?

Mirta:
Ganar la lotería o el tele Kino y sacarte para siempre de esta miseria. No sé. Algún día tú
querrás tener hijos, mis sobrinos y a mí me gustaría darles todo. Regalonearlos. Cuando
Osvaldo, el amor de mi vida que tanto amo, vuelva, quiero pedirle que tengamos…
192

Osvaldo:
Hola Mirta. Hola Zulma.

Mirta:
Osvaldo, mi amor amado de mi corazón que tanto amo. Regresaste (Se le cuelga en el
cuello)

Osvaldo Laport:
Si. Regrese (Se la quita de encima y la corre, va hacia donde Zulma) Hola Zulma.

Zulma:
Volviste…

Mirta:
¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así?

Música muy triste. Todo se vuelve en cámara lenta. Con gestos entendemos que Osvaldo le
dice la verdad a Mirta. Las reacciones son en cámara lenta y muy dramáticas. Mirta se
vuelve loca, golpea a Osvaldo, luego a Zulma. Se arma tremenda rosca, se dan entre los
tres. La caja con el bebe adentro, vuela y la patean para todos lados. Todo en cámara
lenta. Es terrible, el público llora.

Escena 7

En casa de Victoria. Pablo duerme. Victoria en paños menores o en bata hace una
llamada.

Victoria:
(Al teléfono)¿Gendarmería Nacional? ¿Centinelas de la Patria? (…) Tengo una información
que les puede interesar. Habla Victoria Cornejo Mejía. (…) Quedé en llamarlos cuando
tuviera noticias. (…) Él está aquí. (…) Comprendo. (…) Hasta pronto(Corta)

Se para unos segundos frente al público. Se da cuenta de lo que hizo.

Victoria:
(Grita) ¡Pablo! (Desesperada) Levántate. Levántate. Vienen por ti. Debes irte mi amor.
Debes irte ahora.

Pablo Montonazo:
(En calzones) ¿Qué pasa?

Victoria:
Gendarmería. Vienen por ti. Me acaban de avisar. Mi informante, me avisó. Vienen hacia
aquí. Debes irte, vete ahora. No hay tiempo.

Pablo agarra lo que puede. Encuentra los azuras.


193

Pablo Montonazo:
Si. Si. Toma. Cuida esto con tu vida. Cuídalos ¿me entiendes? Dáselos a Ducato. Volveré.
Lo juro. Volveré. Te amo Victoria (yéndose) ¡Te amo!

Victoria:
(Desesperada) Yo también. Adiós amor. Yo también. Vete ya. Vete (Pausa. Deja de fingir)
¡Mm! Adiós (Mirando los azuras) ¿Qué es esto?

Escena 8

Laport levantándose del lecho en el rancho, recibe un llamado. Zulma se levanta y


aprovecha para acomodar su caja.

Osvaldo Laport:
¿Diga?

William Jackson:
Hello Laport. William Jackson al habla.

Osvaldo Laport:
Míster William ¿Cómo le va? ¿Qué ocurre?

William Jackson:
Tienes que regresar en continente africano cuanto antes. Retomamos trabajo de pozo.
Necesito mano en obra especial para con nuestros yacimientos. Tú ser nuestros mejores
hombres. Bestmen ¿Comprendes, hidrocarburo loco?

Osvaldo Laport:
Claro que si Don William. No se preocupe. Yo le prometí regresar si ustedes me
necesitaban y eso hare. Estaré allí lo antes posible.

William Jackson:
Oh. Genial. No estar aquí cuando regreses. Pero estar socio mío loco, Barny Skater. Debo
ausentarme a los Estado Unidos, debo cerrar proyecto parque de diversiones junto a primo
Michael. Es un gran proyecto.

Osvaldo Laport:
¡Qué bueno! Saludos a Michael. Nos vemos allá, a su regreso (corta)

Zulma:
¿Te vas?

Osvaldo Laport:
Sí. Salió más trabajo. ¿Vas a estar bien? ¿Qué tienes en esa caja? te he visto días enteros
con ella, corriéndola de lugar a cada rato.
194

Zulma:
¡Ah! No es nada cosas que tengo que tirar. No te preocupes ¿Te ayudo con el bolso?

Escena 9

Pablo Montonazo:
Pero ¿Qué hago? ¿Hacia dónde corro? No me queda más que volver al África. Ya me sentía
mejor. Ya se me habían ido los efectos de la peste pete ¿y si vuelvo? ¿Volveré a enfermar?
Qué pasará con mis investigaciones. Tengo que avisarle de algún modo a Ducato. Mi fiel
amiga (Sonido de sirena de falcón de los setenta) Oh. No hay tiempo que perder. Vienen
por mí. Es ahora o nunca la retirada, Pablo. Iré directo a Mozambique. Al lugar ese en el
que vi esa manada de hienas. Es un lugar selvático, retirado. Allí tendré el tiempo necesario
para pensar. Ahora Pablo, exíliate. Exíliate por el bien de todos.

Escena 10

La doctora Ducato con Victoria en su casa.

Victoria:
Gracias por haber venido, Ducato. Desde que se fue Pablo, me he quedado sin amigos.

Dra. Ducato:
No te preocupes Victoria. Llámame para lo que necesites. Pablo fue el mejor compañero
que tuve en la Universidad y lo que tú hiciste por él, fue un acto grandísimo de heroísmo.
Lo salvaste. Cuenta conmigo para lo que sea. Seremos grandes amigas.

Victoria:
No es para tanto Ducato. A veces lo extraño, me agarra un pequeñísimo cargo de conciencia
por no haber podido hacer más por él ¡Ah! Quiero enseñarte algo. Pablo me dejó unos
manuscritos y me pidió que te los diera. Los tengo aquí (saca los asuras de su cartera)

Dra. Ducato:
No lo puedo creer. Los azuras. Pensé que se los había llevado.

Victoria:
No. Me los dejó. Ducato, no sé bien de que se trata todo esto. Solo sé, que en honor a
Pablo, esté donde esté, seguiré adelante con sus investigaciones. Ahora que soy millonaria,
me gustaría invertir lo necesario para este proyecto y me gustaría mucho que tú me
acompañes, Ducato. Quiero continuar lo que Pablo empezó. Estos papeluchos parecían ser
importantes para él.

Dra. Ducato:
¡Oh! ¡Qué felicidad! Claro que sí. Estos papeluchos son más importantes de lo que
imaginas, Victoria. Pablo se fue y no alcanzamos a traducirlos. Y por supuesto que yo sería
195

feliz de reactivar las investigaciones del círculo contigo ahora que la casa en orden. Lo que
más necesito es presupuesto.

Victoria tiene arcadas

Dra. Ducato:
¿Te encuentras bien?

Victoria:
Si. Es solo una arcada.

Dra. Ducato:
Victoria. Ve a ver a este médico. Dile que vas de mi parte, que te haga unos exámenes y te
de rápidamente los resultados.

Escena 11

Mercedes Sprinter:
Bienvenida Doctora Gnomo. Su llegada es de vital importancia para la hermandad.

Dra. Gnomo:
Me imagino, doctor. Tengo órdenes precisas de servirle en todo. Usted es uno de los
jóvenes doctores más valorados en la hermandad. Mi causa es la suya. A usted le
pertenezco.

Mercedes Sprinter:
Puede ser, Gnomo. ¿Le puedo decir así? Gnomo ¿a secas?

Dra. Gnomo:
Dígame como quiera. Tenían razón sobre usted en la hermandad.

Mercedes Sprinter:
¿A qué se refiere?

Dra. Gnomo:
A la impresión que usted da. Usted da muchas impresiones de confianza y seguridad, usted
tranquiliza con su presencia…

Mercedes Sprinter:
Deje los cumplidos, Gnomo y le advierto. No se enamore de mi… puede ser peligroso,
puede traerle fiebre, problemas y usted sabe que donde se come no se caga…

Dra. Gnomo:
No se preocupe doctor, soy una profesional… ¿Tiene a Snorflakes?

Mercedes Sprinter:
196

Claro que sí… aquí lo tengo y este es el cuerpo que nos servirá de conejillo de indias para
el advenimiento del supremo… ahora le cuento.

Escena 12

Llega Zulma, con su caja a un sanatorio. Esta Victoria, la saluda.

Zulma:
¡Buenas tardes!

Victoria:
¡Qué tal!

Aparece el cirujano Nifúri.

Nifúri:
Bueno ¿Quiénes vienen a buscar resultados de exámenes?

Zulma y Victoria:
Yo doctor.

Nifúri:
A muy bien. Denme sus apellidos y en un segundo reviso si están aquí.

Zulma:
Villavicencio Zulma, doctor.

Victoria:
Legrand Victoria, doctor.

Nifúri:
A ver, a ver. Legrand. Aquí hay uno. Bien. Villavicencio Zulma. Si. Aquí esta. Veamos,
veamos. Pero que feliz coincidencia, alcoyana, alcoyana, ambas señoras van a ser mamás.

Zulma y Victoria:
¡Que! No puede ser.

A Zulma se le cae la caja de la impresión.

Nifúri:
Sí que sí. Están hasta el moño de embarazadas. (A Victoria) Usted ya tiene como siete
meses. Es una niña (A Zulma) Y usted anda cerca, cinco meses y también es una niña.

Victoria:
¡Qué felicidad! Me voy a mi caserón... Gracias doctor por esta terrible noticia (se va)
197

Nifúri:
(A Zulma, que esta como ida) Tiene un caserón la señora parece ¿Se encuentra bien Zulma?

Zulma:
Sí, sí. Es solo que no me lo esperaba. Qué mentira lo de la cuarentena ¿no? (sale)

Escena 13

Un Tatuador y Zulma

Zulma:
Okey hombrecito. A ver si me entiende ¡Quiero que tatúe a este niño!

Tatuador:
Pero señora. Ese niño, habitante de esa caja, se mueve mucho y mire lo flacuchento que
esta. Parece que no está bien alimentado.

Zulma:
Claro que no está bien alimentado. No le estoy diciendo que somos indigentes, ni yo estoy
bien alimentada y con respecto a esa caja, ha sido la vivienda de mi niño todo este tiempo.
Ella le dio contención y abrigo, así que, más respeto cuando se refiera a ella.

Tatuador:
Me da miedo traspasarlo con las agujas, apenas tiene pellejo esta cosa ¿qué quiere tatuarle?
¿Y cómo me lo piensa pagar?

Zulma:
Quiero tatuarle el mismo lunar extraño que yo tengo (Se lo enseña) En cuanto al pago,
mire, se lo pagaría con sexo, sería capaz de prostituirme sin problemas, aunque más delante
niegue haberlo hecho, pero ya he tenido demasiado por estos días. Además estoy
embarazada y no podría andar metiéndome más cosas. Puedo venir a limpiar este local
mugroso durante una semana.

Tatuador:
Por favor, señora. La mugre es lo que hace pintoresco a este local. Así que no, gracias, en
cuanto a eso de pagar con sexo…

Zulma:
¡Matanga!

Zulma le saca las agujas al tatuador y le pincha los ojos. El tatuador queda ciego,
agarrándose sus ojos que chorrean sangre. Luego ella misma le hace el tatuaje a Fausto.

Zulma:
¡Un poco por acá! ¡Otro poco por allá! Ahí está. Es exactamente igual a mi lunar (suelta las
agujas) Adiós imbécil.
198

Escena 14

Victoria en su Caserón con Ducato. Ya ha nacido Alejandra. Es una regordeta beba.

Victoria:
Ese fue el trato, Ducato. Hemos avanzado bastante con las investigaciones de Pablo,
traduciendo ese Corán Japonés que encontraron, leyendo y leyendo sobre ese ritual y esos
bichos. Desde entonces nos han pasado cosas extrañas. Nos persigue gente. Nos llegan
anónimos. Amplié mi casita, hice este caserón y al mismo tiempo me he vuelto una gran
empresaria, hoy inauguré otro supermercado a cargo de un chino que rescate de
inmigraciones, se llama Kagazote. He financiado todo este proyecto y ahora que tengo a
esta criatura, con la colita extrañamente marcada, quiero decirle al mundo que ella es
adoptada. Mi amor no va a cambiar por eso. De esa manera la protegeré de los enemigos de
Pablo y de los enemigos que estamos haciendo desde que llevamos adelante todo esto.

Dra. Ducato:
Como tú quieras, Victoria. Demasiado has hecho por mi amigo y entiendo que quieras
proteger a esta niña regordeta, me importa muy poco si la crías engañada o no. Por el
contrario, estoy re metida con estos asuras, mira lo que descubrí. Al parecer Pablo dejó
escrito un mapa en estos manuscritos… un mapa hecho a las apuradas… ¿reconoces algo
de esto?

Victoria:
A ver… eso es… Claro que sí. Esta es… A ver… Mesa, tostadora, nevera.

Victoria y Dra. Ducato:


(Repiten las dos) Mesa, tostadora, nevera.

Dra. Ducato:
¿Mesa, tostadora, nevera?

Victoria:
Sí, dibujó nuestra mesa, nuestra tostadora y nuestra nevera y marcó el cerámico que queda
en el medio de esa triangulación.

Dra. Ducato:
Vamos a ver a la cocina.

Suena el timbre.

Victoria:
Ve tú, yo voy a atender. Tengo que conseguirme una salteña que me ayude con las tareas
domésticas.
199

Victoria atiende, no hay nadie. Le han dejado la caja con Fausto y su nombre anotado.
Vuelve Ducato de la cocina.

Dra. Ducato:
Victoria, mira. Al parecer Pablo escondió este extraño objeto en el cerámico que indicaba el
mapa. Según los asuras, esto es una pokebola y por sus inscripciones, adentro hay un
Poketto Monsutā, llamado Chung Le ¿No es increíble?

Victoria:
(Con dos bebes en los brazos) Más increíble va a parecerte esto. Acaban de dejarme en la
puerta un pibe, con nombre y todo. Se llama Fausto parece y tiene una marca horrible en su
colita, muy parecida a la marca de esta otra, Alejandra.

Dra. Ducato:
¿Un nene marcado? Demasiada coincidencia.

Victoria:
Si. Claro ¿Qué voy a hacer con dos pendejos?

Dra. Ducato:
Criarlos, Victoria. Criarlos.

Escena 15

Sonido de paso del tiempo. Volvemos a la época actual: año 2015. Anita Pichón habla con
el Gobernador a larga distancia. Escuchamos las respuestas del Gobernador saliendo por
el intercomunicador en el escritorio de Pichón.

Anita Pichón:
Gobernador, perdón que interrumpa sus vacaciones en Cali, pero estamos atravesando una
situación inédita en la provincia. Nos quieren derrocar del mando, no solo a usted y a mí,
sino también a la intendencia. Por eso descarto que pueda tratarse de una jugarreta por parte
del partido de Inostroza.

Off del Gobernador:


No le puedo creer… ¿Finalmente la policía ventiló nuestro acuerdo? Maldito Quezada.

Anita Pichón:
No. No es eso. Nos mandaron un video de dos jóvenes secuestradas. Si no renunciamos
mañana, las jóvenes serán descuartizadas.

Off del Gobernador:


¡Oh! Si, como no. Por favor, Pichón ¿Está tomando la medicación? ¿No sabe que un video
así pueden hacerlo un par de chiquitos en su casa del oeste con un celular? No sé en qué
momento se detuvo a darle importancia a algo así.
200

Anita Pichón:
Gobernador, se trata de las hijas de dos prestigiosas ciudadanas, no es gente cualquiera.
Ellas conforman parte importante del capital productivo de la provincia junto a los
inversionistas hidrocarburíferos. Son esas nenas las que se encuentran secuestradas, no se
trata aquí de la desaparición de un pichiruche y es a cambio de sus vidas que piden nuestra
renuncia.

Off del Gobernador:


Claro y usted va a renunciar. Mire Pichón, sacase un turno en el Zulma Resort y relájese.
Deje que Inostroza se vaya a Las Grutas. Mande ese video a la policía de investigaciones y
de paso que tomen el caso de la desaparición de esas niñas. Y si la cosa mañana persiste,
dígales a las familias esas, que junten el dinero necesario y se lo entreguen a esos supuestos
secuestradores. No hay nada que el dinero no arregle. En cuanto a usted, aplíquese un poco
de rivotril y espere a ver como evoluciona todo. Ni se le ocurra pedir la intervención de la
Nación en todo esto. Estoy seguro que esto no es más que un juego de niños fanáticos de
Pokemon.

Anita Pichón:
Cómo usted diga, señor Gobernador. No lo molesto más. Felices vacaciones (Corta) Puto
come ñaco.

Escena 16

Cuarto de Rehenes. Todos vendados y amordazados. Samanta logra quitarse la mordaza.

Samanta:
Ah! Ah! No me lo van a creer pero me quite la mordaza. Bah, no me la quite, me la comí de
a poco. Ahora me estoy comiendo la venda. Ahí está. ¡Uy! Qué lugar este. Da un poco de
miedo, pero se ve más acogedor que los ranchos de la Villa. Bueno, me presento. Porque
creo que no nos conocemos. Me llamo Samanta Laport y vivo en la Villa Los Come Tripa
Cruda. Bah, vivía hasta antes de ser secuestrada. No se preocupen que así como me comí
mi mordaza, me comeré también las de ustedes, solo es cuestión de aflojar mis manitas de
estas ataduras y arranco.

Aparece el conejo Shaymin

Samanta:
Oh No lo puedo creer ¿Qué ven mis ojos? Es Coneji mi Coneja. Coneji mía, que alegrón,
volviste. Pensé que estabas atropellada en algún tramo de la ruta 22.Ya sé, tal vez si le pido
que desagarre estas ataduras lo hace… Coneji, ven, muerde estas sogas que atan mis
manitas (La Coneji muerde las cuerdas que atan las manitas de Samanta) ¡Ah! Pero esto es
demasiado, inesperado. Mi Coneji La Coneja me está ayudando a escapar. Obedeció a mi
pedido. Tranquilos amigos. Enseguida los ayudo. ¡Listo! ¡Libre al fin! Gracias Coneji mía,
te pasaste (Abraza a la Coneji) Ahora a liberar a mis amigos rehenes.

Escena 17
201

La Dra. Ducato y la Dra. Gnomo.

Dra. Ducato:
Que agradable vivir este momento de cambios ¿no es cierto Gnomo?

Dra. Gnomo:
Claro que sí. No sabe cuánto hemos esperado esto con el Dr. Sprinter. Años y años
trabajando codo a codo, pechito con pechito como quien dice, para ver asomar algún día al
supremo. Bueno, no se pudo. Pero Sprinter siempre tiene otra carta guardada bajo la manga
larga esa que le cuelga y… esta forma de tomar por asalto violento el Estado Neuquino,
puede funcionar.

Dra. Ducato:
¡Mm! Pechito con pechito. Claro ¿le puedo hacer una pregunta indiscreta?

Dra. Gnomo:
Pregunte, con total confianza, Ducato.

Dra. Ducato:
Usted y Sprinter… ¿han tirado?

Dra. Gnomo:
¿Si hemos tirado? ¿Si hemos tirado qué?

Dra. Ducato:
Me refiero a si Sprinter se la mando a guardar…

Dra. Gnomo:
¿A guardar? ¿A guardar qué?

Dra. Ducato:
¡Quiero saber si Sprinter se la montó y le introdujo el falo latigudo que debe tener, en su
vulva deseosa de garche!

Pausa. La Dra. Gnomo se quiebra.

Dra. Gnomo:
(Muy acongojada)No. No. Jamás. Es todo lo que he deseado este tiempo, pero no he
querido trasgredir la barrera profesional, ni los códigos de la hermandad. Juro que más de
una vez me dieron ganas de trincarlo contra la pared, hacerle chingui-chingui, pero no he
podido. He tenido que callar esta pasión levantando al máximo la temperatura de mi alma
toda.

Dra. Ducato:
202

(Consolándola entre sus brazos) ¡Mm! Ya me parecía. Pero no se acongoje Gnomo, no se


ponga mal, tontita. Mire, tal vez después de asumir en el nuevo Estado Poketto, Sprinter
relaja y quien dice, una cosa va llevando a la otra y ¡zas! Se besan y después…

Ducato besa a Gnomo. Luego de un rato, Gnomo la aparta. Piensa un poco, le gusta y
vuelve a besarla.

Escena 18

Interrumpen el resto de los médicos. Las doctoras se rescatan.

Dr. Mercedes Sprinter:


Ahora que vamos a tener nuestro Estado Poketto Monsutā, vayamos aclarando algunas
cosas de entrada. Debemos retornar al camino que el supremo ha escrito sin compasión
para cada uno de sus fieles. Ustedes Gnomo y Ducato van a tomar clases con Oshira para
instruirse en las tareas que a toda mujer Poketto preocupan. Dominar las emociones y…

Dra. Ducato:
¿Cómo? ¿Tareas de mujeres? No estarán pensando en esclavizarnos ¿no?

Dr. Mercedes Sprinter:


Bueno, bueno, yo no lo llamaría esclavización, pero digamos que los azuras son bastante
claros en cuanto a los roles que cada uno debe asumir. El resto de vosotros, espero que no
hayan olvidado sus habilidades en la pesca y en el combate. Tendremos que dejar la ciencia.
Dedicarnos enteramente al trabajo forzado. Recuperar nuestro espíritu guerrero. ¡Ah! ysi
hay algún homosexual entre nosotros que hable ahora, así lo vamos arrojando desde el hotel
del Comahue, no queremos distorsiones entre nosotros.

Dra. Ducato:
A ver, a ver. Esto se está poniendo un poquito extremo ¿qué paso con el cuento de la
Nación para todos? ¿La integración y toda la perorata? ¿Y cómo es eso de prohibir el
destape de nuestras sexualidades hambrientas de experiencias cochinas?

Dr. Mercedes Sprinter:


¡Um! es idea mía o estoy olfateando cierto lesbianismo húmedo y oculto por aquí. De ser
así, más vale se lo curen o se los van a curar a latigazos. Las penas y castigos son altísimos.
La conformación del Estado Poketto es trasparente en cada una de las sendas escritas en los
asuras. Allí está clara la verdad. Nosotros le debemos honor y respeto. Las anomalías, que
desvíen su camino, como ya dije, serán eliminadas, arrojadas desde el hotel del Comahue,
en caída libre.

Dra. Ducato:
¡Genial! Entonces… ¿saben dónde pueden meterse la conformación de su Estado?

Forense:
¿Dónde?
203

Interrumpe Katana.

Katana:
Pedazos de doctores imbéciles. Estar segura que ninguno de ustedes dar cuenta de lo que
ocurrir aquí.

Forense:
Si. Estamos debatiendo los roles y normas de nuestro nuevo Estado, cuestiones de castigo y
latigazos.

Katana:
No. Pelotudo Forense. Fui buscar rehenes para hacer segundo video casero y no estar. Los
rehenes escapar.

Todos:
¡Qué!

Katana:
Así cómo escuchan estúpidos inservibles. No servir para nada. Todo esto complicar más de
la cuenta. No han hecho más que cometer errores. Todo un Estado depender del
compromiso de ustedes y nada hacer como corresponde.

Forense:
Con todo respeto señora Katana, pero nosotros…

Katana:
Callar de una vez…

Lo mata de un golpe jiujitsu. Conmoción. Tiempo.

Katana:
Me canse. Ir yo misma en busca del poder. Ir por honor al Poketto Monsutā y destruir toda
ciudad de un solo waskazo. Casa de gobierno, centro de ciudad, plaza chota de banderas,
todo, todo, hundir. Con gobernadores, ciudadanos, animales, putas, pobres, petroleros,
todos adentro. (Ordenando) ¡Sprinter!

Dr. Mercedes Sprinter:


Sí, maestra Katana, diga.

Katana:
Prepare la cámara de transformación…

Dr. Mercedes Sprinter:


La cámara de transformación…si, si, si, ama.

Katana:
204

Este pueblo cansar. Desaparecer de una vez por todas. Llenarme de explosivos y volar lo
que desde un principio debía volar. Todo pueblo maldito hundir de una vez. El con todos
estúpidos habitantes. Corran ustedes también estúpidos doctores. Nada han hecho y ahora
Katana toma dragón por las orejas y tuerce destino de todos. Esta tierra será Poketto, sea
como sea. Vamos Sprinter, llevar a la cámara y meter explosivos dentro de mí. En todos los
huequitos, donde entrar (Se van)

Escena 19

Los rehenes corriendo, se detienen a descansar

Samanta:
Bueno, aquí parece que se dividen nuestros caminos, yo voy a la Villa y queda para allá,
pero quería decir que me pareció genial esta experiencia y que todos hayamos escapado
¿no? Gracias a mi mascotita. De las experiencias extremas salen los mejores amigos.

Kagazote:
Mascotita saglada Shaymin, salval a tolos

Samanta:
Si y cuanto siento lo suyo, Kagazote. Usted tuvo un mes de locos. Le devastaron el
supermercado y después vienen y lo secuestran.

Walter Cornejo Mejía:


Ya que estamos hablando los corazones, voy a hacer algo que nunca hice: ser bueno, por
unos segundos. Yo sé quien estuvo detrás de sus saqueos, Kagazote.

Kagazote:
No hacel falta que me lo liga, buen homble. La responsable sel lueña le supelmecalos…

Walter Cornejo Mejía:


No. No. Se equivoca. Todo el saqueo fue provocado por el Doctor Mercedes Sprinter. Ese
medicucho engañó a todo el mundo. Lo único que quería es que usted se enojara con la
dueña del supermercado y liberar al Poketto Chung Le.

Alejandra:
Este hombre tiene razón Kagazote. Mi madre no tuvo nada que ver con la destrucción de
ese supermercado ¿Por qué iba a convenirle a ella destruir su propia empresa?

Walter Cornejo Mejía:


¿Cómo, eres la hija de Victoria? ¿Alejandra?

Alejandra:
Si ¿Conoce a mi madre?

Walter Cornejo Mejía:


205

No. O sea, sí ¿Quién no conoce a tu madre?

Samanta:
Qué lindo. Todos nos hicimos nuevos amigos. Si fuese rica y hubiese comprado mi primer
celular, podríamos habernos hecho una selfie y registrar este gran momento.

Alejandra:
Mejor no dar señales nuestras por ahora. Yo diría que nos apuremos, necesitamos idear un
contra ataque. Esa gente puede estar buscándonos. No sé cuan enteradas de todo estén
ustedes, pero esos médicos intentaban destruir esta provincia. Llego el momento de
combatirlo, darles pelea. Si su objetivo era usar a esos Pokettos en nuestra contra, vamos a
darles una sopa de su propia medicina. Samanta, tienes que acompañarme, o puedes volver
a la Villa por ahora, pueden estar esperándote allí. Eres la portera de ese Poketto. Él va a
responder a lo que le pidas. Propongo que vayamos todos a casa y preparemos nuestra
defensa contra esos médicos maquiavélicos.

Escena 20

La Dra. Gnomo y la Dra. Ducato.

Dra. Gnomo:
Que desastre. Una vez se fue al carajo todo. Ya estoy harta de estos giros inesperados. El
forense está muerto de un golpe de jiujitsu y por si fuese poco Sprinter nos abandonó y
huyo con esa Katana.

Dra. Ducato:
¿Ve? ¿Ve? Para que se vaya enterando la clase de hombre que es ese que le gustaba.

Dra. Gnomo:
Con respecto a lo que paso entre nosotras, ese beso de lengua…

Dra. Ducato:
No diga nada. Mi intención no es enamorarme y andar a la búsqueda de una media naranja
lésbica. Lo que paso, pasó. Nos dejamos llevar por una palpitación de fluidos locos que nos
éxito el cuerpo y nos hizo sentir atracción la una por la otra. Nada más.

Dra. Gnomo:
Bueno. Si usted lo dice. Igual me siento un poco confundida.

Dra. Ducato:
No hay de qué preocuparse, usted Gnomo no fue la responsable absoluta de esa calentura,
estoy cien por ciento segura… ¿sabe porque se lo afirmo?

Dra. Gnomo:
¿Por qué?
206

Dra. Ducato:
¡Por esto!

La Dra. Ducato le enseña a Gnomo algo diminutísimo entre sus dedos.

Dra. Gnomo:
¡Guau! Qué cosa tan extraña ¿Qué es eso?

Dra. Ducato:
Dra. Gnomo, le presento a Mc`Claus. El cuarto Poketto llave, el que todos daban por
perdido. Aquí está, bajo mi poder.

Dra. Gnomo:
No lo puedo creer ¿Pero cómo lo encontró? No había dato alguno sobre el paradero de este
Poketto. Lo único que sabíamos es que debía estar en estas tierras. Cerca de las otras llaves.
Pero nadie sabía muy bien donde buscar.

Dra. Ducato:
No se preocupe. No es lo único que encontré. Yo se lo voy a explicar, antes debe ayudarme
a trasladar algo.

Dra. Gnomo:
¿Trasladar qué?

Dra. Ducato:
Cuando Victoria decidió bajarse de las investigaciones, me sentí perdida y pensé en
dedicarme al mercado de órganos. Fui al 33 y me abastecí de despiece humano que guardo
en conservadoras del hospital. Esas partes que adquirí, pertenecían al ex policía Garay.
(Sacando unas conservadoras) Aquí están. Hay que trasladarlas. Eso no es todo, luego de
descuartizar a Garay, en el camino, secuestre a otro… Este… (Saca un cuerpo vivo y
amordazado de por ahí)Le presento a Christian. Para sorpresa mía, cuando iba a trozarlo en
pedacitos descubrí dos cosas; una: tiene la marca del dragón demonio en sus nalgas y dos;
tenía adherido en su pecho a Mc`Claus… (Enseña otra vez la miniatura en sus dedos) el
cuarto de los Poketto llave… el Poketto perdido que todos han dejado de buscar.

Continuará
Fin del episodio VIII

Dineral. Episodio IX
Lo peor está por venir

Escena 1
207

Música 8 Bit. Desfile de modas. Pero no un desfile cualquiera: Shōgakukan y Teté


Coustarot, ofician de presentadores. Llaman de a uno a los porteros con sus Pokettos. De
cada uno describen sus orígenes, características, poderes y algún que otro dato curioso, se
van turnando. Cada portero hace demostraciones con su Poketto, para ello toma como
asistente a otros personajes sobre los cuales recaerán los poderes Poketto Monsutā.
Tenemos a casi todos nuestros queridos personajes con matracas y cotillón oficiando de
público.

Shōgakukan:
Hace su entrada Samanta Laport. Ella viste las tradicionales prendas de La Salada,
compradas en la feria Mitre. Podemos ver como ese logo de Nike (puede ser otro) está mal
confeccionado, todo chueco, seguramente hecho a las apuradas por jóvenes bolivianos o
chinos ¿Por qué no?

Teté:
¿Por qué no?

Shōgakukan:
Jóvenes bolivianos o chinos, esclavizados en talleres de confección clandestinos, en Villa
Crespo. ¡Va con rima, Teté! ¡Todo esto!

Teté:
Qué nivel, querido Shōgakukan, gran conocedor Poketto junto al finado Nifúri. Ustedes son
unos japoneses muy raros. Pero basta de rimas pelotudas y vayamos a lo que interesa. En
sus manos esta niña tiene al Poketto Monsutā Shaymin, conocido por el ser vulgo ordinario
como Coneji. Shaymin llega a manos de esta niña, encerrado dentro de su pokebola.

Samanta:
Yo iba caminando y encontré este envase (muestra la pokebola) Pensé que se trataba de las
capsulas que vienen dentro de los huevos kínder. Como nunca comí uno de esos huevos,
jamás supe a ciencia cierta cómo eran sus capsulas. No tardé nada en creer que el destino
me deba la posibilidad de conocer una ese día que está capsula, llegó rodando sola a mis
mugrientas piernecitas…

Shōgakukan:
Pero para sorpresa de esta niña tonta, la capsula no lo era todo. Al abrirla, desde su interior,
con mucho ahínco, saltó la liebre, como quien dice…

Teté:
Saltó el conejo…

Samanta:
Saltó Shaymin.

Teté:
Shaymin tiene la facultad de regenerarse cuando el bioma contingente, se vuelve apropiado.
Coneji puede volver a componerse, renaciendo desde la peor descomposición. Es de alguna
208

manera indestructible. Cada vez que la destruyan, ella se auto cultiva y renace, como el ave
fénix ¿No es increíble, Cirujano?

Shōgakukan:
Es maravillosa esta mierda. Nifúri sacó a Shaymin, entera, del estómago de esta pobre
chica. Su madre la había hecho puchero, le había dado los cortes que se usan para trozar un
pollo y la niña comió varias de sus presas sueltas.

Teté:
Pero eso no es todo. La Coneji como todo Poketto Monsutā, también tiene súper poderes,
que solo pueden ser activados por su portera que en este caso, es esta niña insalubre.
Veamos lo que es capaz de hacer este animalito… ¡Que pasen los conejillos de indias para
esta prueba mortal!

Música tensa. Ingresan Vicentico y el Chula

Shōgakukan:
Ataquen a la niña, hermanos de la lacra.

Vicentico:
Sera un placer. Vamos hermanito.

Chula:
No. Jamás podría hacerlo.

Ingresa el falso Seba Fanello.

Falso Seba Fanello:


Cortame la música ¿Qué pasa Chula?

Chula:
Nada. Eso. Que sería incapaz de pegarle a Samanta. Va contra lo que le pasa a mi personaje.

El resto de los personajes se compadece con un ¡ah! tontón.

Falso Seba Fanello:


¿Qué le pasa a tu personaje?

Chula:
Bueno, Vos sabes. Yo… lo dije antes. No sé si recuerdan…

Vicentico:
Dale Chula, no seas maricón.

Chula:
(Se enoja con Vicentico) ¿A quién le dijiste maricón, puto de mierda? ¿Querés que cuente
los jueguitos de hermano que me haces en la frazada?
209

Samanta esta excitadísima quiere probar ya, los poderes de Coneji.

Samanta:
¡Basta! (Vuelve la música tensa. Exagerada en pose y altanera) Poderes de Shaymin,
actívense… (Grita un poquito atravesada por la situación)

No pasa nada. Se corta la música.

Shōgakukan:
Al parecer la niña no le está poniendo el Power Point necesario y todavía no sabe usar su
Poketto.

Teté:
Así parece, Cirujano.

El Falso Seba Fanello le hace una seña a Vicentico, que avance sobre Samanta. Vuelve la
música tensa.

Chula:
(Sujeta a Vicentico) Pará, vení acá ¿Que le vas a hacer?

Vicentico:
Me la voy a comer cruda.

Falso Seba Fanello:


(Sujetando al Chula) Deja a tu hermano tranquilo, muerto de hambre.

Samanta:
(Desesperándose)¡Dale conejo de mierda, préndete! (Lo zamarrea un poco) Poderes de
Shaymin, actívense…

No pasa nada.

Vicentico:
(Le pega en el estómago al Chula, lo deja sin aire) Suéltame y comete está, putito de
mierda

El perverso y Falso Seba Fanello se regodea con la situación

Vicentico:
Ahí tienes, hermano de la grasa, todo el día bancándome tu olor a meo. (A Samanta)Así te
quería agarrar, todo indefensita. Papita pal loro.

Samanta:
(Sacadísima)¡Coneji de mierda y la puta que te pario! (Lo zamarrea mucho) Poderes de
Shaymin, actívense… (Grita también sacadísima)
210

Y por fin. Escuchamos un sonido abrumador. Es una suerte de balacera que repercute en el
cuerpo de los rivales. Tanto Vicentico, como el Chula y el Falso Seba Fanello, sucumben a
esta balacera, no sin antes hacer todas las danzas necesarias al recibirla. Luego, música
de fiesta, aplausos, sigue el desfile.

Teté:
Impresionante lo que acaba de hacer esta Coneja y esa clase de persona que le ha tocado de
portera, llamada, Samanta Laport. Gracias Samanta. Pido otro fuerte aplauso.

Aplauden otra vez.

Teté:
Hace su entrada Christian. Tal como supimos en el capítulo anterior, ancestro querido, este
ciudadano, puto por donde lo mires, es el poseedor del cuarto Poketto Monsutā. Se trata de
Mc’Claus.

Christian enseña entre sus dedos a Mc´Claus, recordemos que es diminuto y no se ve.

Shōgakukan:
Mc’Claus se crio en los basurales de Parque Industrial. La testosterona expulsada por los
obreros de Zanón excitaba a su pokebola contenedora. El Poketto y su portero Christian se
amalgamaron una vez que este asistió a un recital de Tan Biónica en la fábrica ceramista.
La pokebola no soporto la presión que el Poketto ejercía desde adentro para escapar y en
una suerte de salida del closet explosiva, el Poketto Monsutā diminuto rompió el cascarón
y se lanzó sobre el plexo de su portero. Allí se quedó, habitándolo para siempre.

Christian:
Yo estaba en el recital de Tan Biónica, apartándome del pogo que los negros de mierda
hacían, mientras miraba a un par de obreros de la fábrica, con quienes siempre tuve
fantasías. De repente sentí un piquete en el plexo, como si un piojo de gallina me hubiese
picado. Desde allí todo cambió. Esa noche arranque con tres obreros a casa. Terrible
partuza nos armamos. Hicimos de todo: la turca, el perrito Gran Danés, la moto ratón. Un
montón de poses que no conocía y otras que los obreros fábrica sin patrones, me enseñaron.

Teté:
Desde entonces todo se vuelve puto alrededor de Christian. Como yo, que ya quiero
comerme la chochi de alguna de las chicas presentes.

Shōgakukan:
Así es Teté. El Poketto Monsutā Mc’Claus convierte en puto lo que apunta. Pero eso no es
nada comparado con esta otra hija putez que te voy a contar: su poder utilizado al nivel
máximo, produce sobre excitación en sus rivales, transformando cualquier batalla en una
orgía diabólica caníbal.

Entran Martínez, Quezada y el finadito Garay.


211

Christian:
(Muy puto. Se coloca el Poketto en su plexo, saca pecho y apunta) Poderes de mi Poketto
Mc´Claus, actívense.

Gritos de los rivales, gritan como locas, bamboleos bamboleiras y luego vemos como
terminan enfiestadísimos en el piso.

Shōgakukan:
¡Aplausos! (Todos aplauden) Increíble lo que son capaces de hacer estos raros animalitos.
Saquen a esos hombres, por favor, que hay menores.

Se llevan a los policías con sus vestiduras desgarradas, casi en bolas, pegados como los
perros.

Teté:
Y nos hubiese encantado tener presente en esta pasarela idiota a Chung Le, ese Poketto
maravilloso, violador de anos, que pasó mucho tiempo al cuidado de Kagazote, que
aprendió a dominarlo sin ser su portero.

Shōgakukan:
Claro Teté, porque la portera de Chung Le, era Alejandra, que aquí la tenemos

Entra Alejandra, trayendo de la mano a Kagazote. Aplausos

Alejandra:
Claro, ya hemos explicado hasta el cansancio que mi madre Victoria Legrand, le dio la
pokebola al chino este para que la cuide.

Kagazote:
Yo encaliñal con Poketto y enseñal a obelecelme. Me hubiese encantalo hacel demostración
le Chun li. Pelo mallitos gualianes oldinalios matal a pajalo loco poketo saglalo.

Teté:
Si. Un pérdida que lamentamos, como también lamentamos no tener aquí al Dr. Mercedes
Sprinter, quien conservaba partículas del Poketto Snorkflakes, para ser cultivadas en un
cuerpo criogenizado, que luego lo diera a luz.

Shōgakukan:
El Doctor Sprinter no pudo asistir porque está de viaje con una amiga.

Teté:
Sí, se fueron juntos a dinamitar una represa. No nos quiso decir cuál, pero nos informan de
cadena provincial que el doctor, trasmitirá un mensaje para toda la provincia, en vivo y en
directo, tal vez pida disculpas por su ausencia a este evento de relleno...

Escena2
212

Video en vivo de Sprinter, desde la represa del Chocón.

Dr. Mercedes Sprinter:


Se acabó neuquinos. Se acabó la joda en esta tierra nueva que antaño hacía de las delicias
de tiranosaurios. Se acabó la partuza de las putas en el 33, el negocio hidrocarburífero de
los yanquis, se acabó la torta de los chanchullos inmobiliarios, la pobreza extrema de la
villa, la riqueza de las más acomodadas y despiadadas personas. Todos, ante la desgracia,
son la misma porquería de personas: humanos. Ninguno de ustedes, gente del mal vivir,
merecen estas tierras. La catástrofe que desataremos no distinguirá a nadie, tratara a todos
por iguales. Volaremos la represa con esta ninja que ven detrás, poniendo dinamita por
todos los costados. El tsunami limpiará de un cachetazo a toda esta población inmunda e
inútil para nuestro proyecto… No queremos a nadie, solo al Estado Poketto, en el cual
viviremos de una vez y para siempre a nuestro gusto y piacere. Katana Tangakaka, maestra
jiujitsu, sensei conocedora de la sabiduría Monsutā, ha terminado de colocar la dinamita
china y tiene en su poder el típico control remoto que detonara la explosión de toda la
represa…

Katana:
(Corriendo al doctor de enfrente de la cámara) ¿Que hacel aquí? Subil a helicóctelo y
plepalar pala escapal, yo salulal pol última vez a Neuquén y luego enganchal estos alneses
a la nave pala que usted levantal cuanlo explote tolo. (A la cámara) ¡Y ya lo ve! ¡Y ya lo
ve! ¡Pala lehenes que lo milan pol tv! ¡Y ya lo ve! ¡Y ya lo ve! ¡Pala lehenes que lo milan
pol tv!

Escena 3

Al mismo tiempo en la casa de Victoria Legrand, los cuatro rehenes miran todo por tv. Se
escucha el cantito de Katana en la tele y luego se corta.

Samanta:
Miren amigos cuatro. Esa malvada Katana está a punto de hacer volar nuestra hermosa
represa. Hay que detenerla.

Kagazote:
Pelo ¿qué polemoshacel? El Choconquelal a kilometlos le listancia le aquí. Van a sepultalse
le nuevo tolas las patitas le linosaulios….

Alejandra:
Eso es cierto ¿Nadie sabe tele transportarse? ¿No?

Walter Cornejo Mejía:


Tampoco la pavada. Demasiado tenemos con pokemones en esta historia.

Aparece Victoria Legrand. El Coronel se cubre con lo que puede, para que su hija no lo
reconozca.
213

Victoria:
Alejandra. Apareciste nena. Pensé que seguías secuestrada. Ya no sabía que más darle a esta
Dolores para mantenerla sedada. La re empastillé ¿Qué es toda este gentuza?

Alejandra:
Hola Madre. Son mis amigos… Somos los cuatro amigos.

Victoria:
¿Los cuatro amigos de quién?

Alejandra:
Ay Madre. No entiendes nada.

Victoria:
No mi amor ¿Y qué haces juntándote con Kagazote? ¿Acaso no recuerdas que ese chino de
mierda me destrozo todo el Chung Sue, mi hermoso supermercado chino y ratito después
nos echó un bicho que nos violó a troche y moche? A propósito ¿Te hiciste el aborto?

Alejandra:
Claro que lo recuerdo, madre y no me he hecho ningún aborto, no tengo síntomas de estar
engendrando criatura alguna. Tranquila. Kagazote es ahora parte de los cuatro amigos.

Victoria:
Como sea, Nena. Sácame esta gentuza de acá. Dime con quien te juntas y te suspendo la
extensión del crédito, Alejandra.

Alejandra:
Haz lo que quieras, Madre. No me interesa tu dinero. En este momento.

Victoria:
No me hables así, Nena. Ahora que sabes que eres mi hija, enteramente biológica tengo más
derecho a maltratarte si me viene en ganas. Más respeto con tu madre.

Alejandra:
¿Sabes qué? (Sacadísima) Me tienes hasta la tuza con tu maldad malvada. Me vine
soportando todo este tiempo tu desamor pero ya no más. Ya no más. Alguien tiene que
dártela bien dada, porque no puede ser que haya que fumarse tus berrinches de yegua mal
cogida, a cada rato.

Samanta:
Bravo Amiga Uno.

Kagazote:
Blavo.

Victoria:
214

Alejandra ¡por favor!

Alejandra:
Por favor la santa pija. Porque no te vas de una vez al caribe y te conseguís un negro
gigante, que la tenga como el tronco que usaron para velar a Garay, que te la entierre bien
enterrada y que te haga la garganta profunda, así de paso mantienes la boca ocupada y deja
de brotarte la mierda que te brota cada vez que la abres. En este momento me gustaría que
una bala ciega te diera en la nuca…

Se escucha un balazo, al mismo tiempo, del susto gritan Samanta y Alejandra.

Walter Cornejo Mejía:


(Con un arma en la mano) Perdón. Se me escapó.

Victoria cae al suelo. Conmoción del resto.

Kagazote:
¿Qué hizo amigo tles? Mato a eta señola

Apagón, música terrible.

Escena 4

Volvemos con Katana. A punto de detonar todo. Viento y ruido de helicóptero en el aire.
Grita para escucharse.

Katana:
Acabal Neuquén. Acabal (se caga de risa. Tiene el dedo a punto de apretar el botón
detonador) Neuquén ser confianza (se ríe más) ¿Qué pasal con helicóctelo que no
lanzalcuelda para atalalnés? (A Sprinter)Apulal Sprinter, saco de leche acumulalay tibia,
lebocolgalplimelo y luego volal tolo.

Aparece Fausto el Salvador.

Fausto:
Un momento Katana Tangakaka. Suelte eso.

Katana:
¿Y a este neglo de mielda, quien mieldamanlal?(A Fausto) ¿Qué mieldaquelel aquí? ¡Ilte o
molil,neglo de mielda!

Fausto:
Mi nombre es Fausto, el Salvador y no voy a permitir que nada le pase a mi hermosa
provincia.

Katana:
215

Eso está pol velse, bolsa de caca.

Katana le salta encima. Comienza una hermosa y bizarra lucha entre Fausto y ella. Es
rarísima, coreografiada, oriental. Fausto lleva las de perder siempre. O sea Katana sabe
jiujitsu, no jodamos. Se dicen de todo mientras luchan, fausto sangra por su boquita, cae el
arnés que espera Katana para atarse al helicóptero y cuando ya vemos a nuestro Salvador
destruido, en el piso, sin esperanza, la música de acción cambia hacia algo más heroico y
vean lo que sucede…

Fausto:
Vamos pequeño Chung Le. Sal de mi vientre. Es hora de nacer y obedecerme ¡Puja Fausto!
¡Puja Salvador!

Fausto da a luz a uno de los críos de Chung Le. El pajarraco nace, escuchamos su chillido.
Katana lo sigue con la mirada.

Katana:
Esto sel incleíble. Ese neglo de mielda palil Poketto Monsutā hijo de Chung Le.

Fausto:
¡Ataca Chung Lee Sito! ¡Ataca! Tu padre te lo ordena.

Fausto dice esto último y perece. Katana es atacada por el pajarraco invisible. Se le
abalanza varias veces encima. La tajea de a poco.

Katana:
Ah! Muelo atacala pol Poketto bebe. Esto no estal en los planes. Pelo no ilme sola, ilse
tolos a la mielda conmigo. Ilse tolos a la mielda. Volalé la leplesa. (Aprieta el botón
detonador)

La música y el sonido de helicóptero cesan al momento en que Katana aprieta el botón.


También al mismo tiempo se produce un apagón. Luego de unos segundos ruido de
explosión y represa explotada. Ruido de Tsunami un buen rato a oscuras.

Escena 5

El suelo temblando, se escucha el ruido del temblor. Es el tsunami que viene en camino.
Mientras tanto en Casa de gobierno.

Anita Pichón:
Oh! Oh! La china de mierda cumplió con lo que dijo. China retorcida. Es hora de huir como
las ratas, Intendente. ¿Escucha ese ruido? Es el tsunami que viene en camino. Esa ninja lo
hizo, reventó el Chocón. Demos el anuncio Jorge Rubén.

Jorge Rubén:
Y yo que casi alcanzo a rajarme.
216

Jorge Rubén se sienta en su escritorio, se pone la cámara enfrente y se presta a dar la


declaración oficial.

Jorge Rubén:
Compañeros y compañeros de Neuquén. El día tan temido para todos los ciudadanos ha
llegado. Nuestro propio día de la independencia. El Armagedón del Comahue. La represa
que contenía a nuestro bellísimo lago artificial Exequiel Ramos Mejía, ha sido destruida
por una hermandad china que, cumpliendo sus promesas terroristas, detonaron unos
explosivos costosos, que volaron a la mierda todo. Estos chinos soretes, pedían la renuncia
de nosotros, de sus gobernantes, los que ustedes eligieron en libre emisión de sufragio.
Ahora no queda otra que implementar el plan de evacuación que siempre fue solo eso, un
plan y que jamás pusimos en práctica. A nuestros pocos familiares amigos, los de la Pichón
y los míos, les pedimos estén tranquilos, porque tenemos un helicóptero listo para que nos
saque de aquí cuanto antes y nos traslade a la provincia de La Rioja, aún tenemos amigos
por ahí. En cuanto a ustedes tengo tres cosas para decirles. Una es un sencillo deseo: les
deseamos… mucha suerte, la van a necesitar. La otra es un consejo: aprovechen y hagan en
estos últimos minutos de vida lo que nunca antes hicieron ¿me captan? Y la tercera es un
enunciado conocido, pero nunca antes mejor aplicado: ¡sálvese quien pueda! Elijan
cualquiera de las tres, lo que es nosotros, nos rajamos. Hasta Pronto.

Escena 6

Ruido de aproximación del Tsunami. El 33.

Man Rica:
Ay mis amoras ¿Escucharon? Justo ahora que estábamos poniendo en condiciones este bar
para la gran fiesta de reinauguración.

Marisa:
Si. Que malagueña112 poco chida, tenemos la suerte chingada. Justo que regenteábamos el
congal113. Ni cacha, ni picha ni deja batear 114. Ya estaba logrando platicar con los nuevos
empleados.

Pasa Tinky Winky barriendo con un delantal. Marisa le da una orden en su idioma y le
cuenta la situación. Tinky Winky le contesta. Marisa responde amablemente. Se abrazan y
Tinky Winky sale a limpiar otro sector. Por atrás se ve a Consuelo que viene hablando con
uno de los Pequechis. También se abrazan y el Pequechi se queda acomodando cajas por
ahí.

Consuelo:
¿Escucharon chicas? Se reventó El Chocón. Ese ruido que se siente es del tsunami que
viene en camino.

112 Maldición
113 Burdel
114 Ni chicha ni limonada.
217

Marisa:
Híjole, Man Rica. Ya nos cargó la chingada 115 y reciencito platicábamos sobre eso ¡Oh! Y
ahora, ¿Quién podrá detenerlo?

Man Rica:
No nos queda otra que rezarle a la Santa Gilda, como primera medida.

Consuelo:
No. Ya sé. Más que rezarle hagámosle una manda.

Man Rica:
¿Una manda? ¿Y eso con qué se come, sweety?

Consuelo:
¡Ay! Tanta bruteza concentrada que tenés, Man Rica. Una manda es un trueque, es
encomendarse a la santa Gilda por algo a cambio. Prometerle algo grande que nosotras
después vayamos a cumplir. Pensemos que ofrecer y a cambio pidamos por la salvación de
nuestra empresa, de esta casa de putas emergentes, que se rompen el culo trabajando.

Marisa:
Padrísima idea, muchachas. La ruca116de mi güeli, le hizo mandas a la santa güera, pa que
no se muriera el piojo117 de mi abuelo, viejo echador118. La santa se las cumplió y como
forma de pago,ala doña le tocó limpiar todita la mierda de todas las casas del pueblo. Igual,
cuando terminó de limpiarlas, el viejo vetarro 119pichurriento120espichó121, pero toditaslas
dolientes, consideraron que la santa le había concedido igual el pedido, porque mientras
ella limpio, el viejopandroso122estuvo de los más chido. Voto por esa, si total, no hay donde
volverse ojo de hormiga123.

Consuelo:
Tratemos de ofrecer a cambio algo que no implique involucrarnos con la mierda de los
demás. Demasiado hemos tenido.

Man Rica:
Ah! Creo que ese último comentario que hiciste responde a una pregunta que pensaba
hacerte, corazón…

Consuelo:
¿Qué pregunta? Lánzala, Man Rica.
115 Ya nos jodimos
116 Malvada
117 Tipo maldito
118 Fanfarrón
119 Vejete
120 De mala calidad.
121 Murió
122 Desaliñado, croto.
123 Esconderse
218

Man Rica:
Iba a preguntarte si… ¿pedimos solo por la empresa o también pedimos por el pueblo?

Pausa. Las putas se miran…

Escena 7

Continúa el ruido de aproximación del Tsunami. Villa los Come Tripa Cruda. Escuchamos
el final del discurso del Intendente salido de una radio que tiene Beto Grannabo.

Off del Intendente:


En cuanto a ustedes tengo tres cosas para decirles. Una es un sencillo deseo: les
deseamos… mucha suerte, la van a necesitar. La otra es un consejo: aprovechen y hagan en
estos últimos minutos de vida lo que nunca antes hicieron ¿me captan? Y la tercera es un
enunciado conocido, pero nunca antes mejor aplicado: ¡sálvese quien pueda! Elijan
cualquiera de las tres, lo que es nosotros, nos rajamos. Hasta Pronto.

Beto Grannabo:
¡Hasta pronto!

Lucho:
(Apareciendo)¿Qué onda? ¿Me pasé con el tolueno? Se me mueve todo.

Mirta:
(Apareciendo)¿Es idea mía o está temblando el piso?

Beto Grannabo:
Para nada esto es una idea. Las ideas son abstractas y esto se siente bien real, está
temblando y además lo acaba de anunciar el intendente por cadena provincial. Se reventó
El Chocón, Tsunami is coming.

Lucho:
¿Qué?

Beto Grannabo:
El tsunami viene en camino.

Mirta:
¡Uy! La pura ¿Qué mierda hacemos? No llegamos a la barda ni en pedo ¿Cuánto tarda en
llegar la ola hasta acá?

Beto Grannabo:
La verdad, no se sabe con exactitud. Lo único que sé es que, ese ruidito de tsunami, se
siente cada vez más cerca. Yo tomaría el consejo que dio el intendente.
219

Lucho:
¿Qué dijo?

Beto Grannabo:
Dijo que aprovechemos a hacer lo que nunca antes hicimos… Ya que se nos acaba este
mundito, se nos va a la mierda el Neuquén-Quimey, yo propongo una orgía bisexual entre
los tres.

Entra Osvaldo Laport.

Osvaldo Laport:
¿Qué mierda pasa? ¿Qué es este tembleque da caxuxa?

Lucho:
Se reventó El Chocón, vieja. Estamos viendo de hacer una orgía bisexual antes de morir.
Que cagada que justo volviste para estas épocas ¿no? Tanto tiempo sin volver y cuando
caes te encontrás con tu hija secuestrada y El Chocón reventado. Yo que tú, me doy de
martillazos en la pija hasta desangrarme.

Osvaldo Laport:
Tienes razón, amigo. Súmale a todo eso que Zulma no quiere saber nada conmigo. Se la
pasa con ese mayordomo fornido que se consiguió desde que es new rich.

Mirta:
¿Y tú qué pretendías? ¿Qué te siga esperando? Felicito a la imbécil de mi hermana por
haberse alejado de ti, de una vez por todas. Yo no sé cómo no aprovechó la oportunidad que
tuvo antes.

Osvaldo Laport:
¿Antes? ¿Qué dices serpiente cascabel?

Mirta:
Bueno, eso. Ya que estamos en el fin del Comahue, quiero aportar un poroto a tu patética
existencia y a este magro regreso tuyo. El joven que encontraste aquí, vomitando, ayer
cuando llegaste, es hijo de mi querida hermana y lo tuvo con un padre misterioso que al
parecer no eres tú. Cuando tú llegaste aquella vez en el 82, mi hermana mantuvo a su
guacho escondido en una caja, después lo regaló para ocultarte los tremendos cachos que
siempre tuviste. Pobre infeliz.

Osvaldo Laport:
¡Oh! ¿No puede ser verdad? ¿Una caja? Es cierto, Zulma se la pasaba con esa caja para
todos lados.

Mirta:
Así es y como todo esto me aburre, me retiro. Vamos Lucho, vamos Beto. Tengamos
nuestra orgía de a tres, es la última decisión que tomo como presidenta de la comisión
220

vecinal. Va a estar muy bueno ver como se la dan entre ustedes y en cuento a ti, Laport: ni
se te ocurra seguirnos, no estas invitado a esta partuza del fin del mundo (Sale)

Beto Grannabo:
Chau campeón ¡Suerte! (Grita) ¡A rompernos el culo! ¡Sí!

Sale y agarra a Lucho que aspira tolueno y se deja llevar.

Escena 8

Barny Skater y William Jackson en el Zulma Resort al cual se le están cayendo algunos
pedacitos.

Barny Skater;
Oh my god ¿No comprendo ruido ser a derrumbe? Otra vez este país simpático irse a la
mierda. Edificio ser tan mal construido, caerse a pedazos

William Jackson:
(Entrando) Noticias de último momento, socio Barny. Este lugar increíble tener también
catástrofes naturales. ¡Increíble! Viene una tsunami en camino, si llama Il Chócon. Mucho
divertido estos nativos para nombrarlo todo.

Barny Skater:
Muy divertido ser todo si, pero mira cómo se cae mucho a pedazos este edificio ser nuevo,
ser recién construido para nosotros. Estos nativos locos se toman todo a la risa (se caga de
risa) no construyen nada bien, muy increíble. Nunca dejan de gozar. Perdemos dinero con
todo esto, ellos pierden el dinero muy seguido, Yo no sé. No lo quieren en sus manos. Lo
pierden por una cosa o por otro. Muy divertido. Estar viviendo experiencia latina, William,
oh muy fuerte, experiencia de pérdida, William, experiencia latina hidrocarburo loco
¿Cómo star otras propiedades? ¿Resisten tsunami?

William Jackson:
Muy increíble esto Barny. Tan exótico para ti y para mí. Tantos pobres alegres. Este edificio
no tener planes antisísmico. Tsunami increíble ser impensado como todo acá. Todo
impensado cosas acá. Oh me encanta, ese espíritu extremista del nativo. Relájate Barny.
Pasa la catástrofe para luego después construimos otra vez. Tenemos asegurado gigante
dinero contratado. No pasa nada. Solo más dinero, loco. O me encanta este espíritu extremo
de los salvajes buenos para nada. Son kamikazes, se lanzan al abismo. Represa loca iba a
reventar en cualquier momento.

Barny Skater:
Oh Cuanta razón tienes hermanito. Relajarse y gozar de la vida loca Avioneta esta para salir
cuando querer caliente calienteeooooaaa. Llevar cosas útiles porque querer conservar como
suvenir de paraíso loco (agarra algo de por ahí) ¿tú te llevas?

William Jackson:
221

Oh! Claro, Yo llevar Oshira, prostituta árabe, ella sabe cómo hacer dildo loco en las tetas.

Barny Skater:
Oh Claro, sí. Me encanta Oshira, me encanta y viene.

William Jackson:
Ah una cosa más para llevar debemos buscar mi experimento avanzado en laboratorio que
compre a Mercedes Sprinter.

Barny Skater:
¿Compraste laboratorio Gringo Loco? Pedro, pedro, pedro, pedro, pedro, pe

William Jackson:
Claro, um oferta imperdible, precio ilusorio, como todo ser por aquí. Compre laboratorio
con equipos exóticos adentro Mi experimento ser con una cosa de adentro

Barny Skater:
Que había adentro putazo gringo amigo

William Jackson:
Una maquina criogeniza dora,

Barny Skater:
Oh como la máquina de Walter Disney

William Jackson:
Exacto cachorrito. Vamos yo contar en el camo seguir mi plan experimento. Ahora soy un
científico loco. Aprovechemos a sacar de ahí antes que se lo lleve Il Chocon.

Barny Skater:
Lo que el Chocón se llevó. Siempre me sorprendes con tus locuras exóticas Vamos
científico loco, vamos tomando saque de merca para el camino ¡Oshira! Agarra equipaje
con heroína nos vamos, bomba palestina. Aquí no poder quedar por ahora, venir tsunami
loco

Escena 9

Continúa el ruido de aproximación del Tsunami. Los policías.

Martínez:
Comisario. No hay tiempo que perder. Tengo la unidad led, lista. Hay que irse, hay que
huir. El Tsunami se acerca. Vamos que llevo prendida la baliza, como cuanto queremos
llegar temprano al partido y ganamos ventaja antes que nos alcance la ola.

Quezada:
222

Vaya usted Martínez ¿Estoy en mis cabales diciéndole esto? Claro que sí. Jamás hable
desde tan adentro. No soy capaz de levantarme. Quiero que esa ola me abrigue y me lleve
hacia el mar de los muertos y allí reencontrarme con cada uno de los restos que tanto
extraño.

Martínez:
Disculpe señor. Pero ¿en qué momento se me fue a involucrar tanto con el ex compañero de
patrulla Garay?

Quezada:
Acá las preguntas las hago yo, Martínez ¿Estoy dispuesto a hacer excepciones? Por
supuesto. Hare una y tomaré su pregunta para darle yo la respuesta. No lo sé. No sé en qué
momento se dio todo esto. Pero fue muy rápido ¿Se da cuenta Martínez? No, usted no se da
cuenta de muchas cosas.

Martínez:
Es que me cuesta. Pero puedo decir con seguridad que a veces no lo entiendo. Mire, le
prometo que si me acompaña yo mismo me voy a encargar personalmente, de sacarlo de
ese estado en el que usted entró, comisario. Piense de esta manera, a Garay no le gustaría
verlo así.

Quezada:
Ya no importa lo que le gustaría o no le gustaría a garay. Que terrible es hablar del ausente
sabiendo inalcanzable su presencia. Ahora lo entiendo. Ahora entiendo a toda esa gente.

Martínez:
¿Qué gente, señor?

Quezada:
Mire Martínez ¿Sigo siendo yo quien da las ordenes? Sí, más que nunca y le ordeno,
retirarse. Déjeme solo. Se lo repito, es una orden. Déjeme solo, que en breve y más que
nunca ahogare todas mis penas.

Martínez:
Pero señor.

Quezada:
Señor la pichula. Váyase Martínez. Retírese. Vaya y de una vez por todas, haga lo que
dicen.

Martínez:
Sí señor (sale)

Quezada:
Qué triste has quedado, viejo comisario. Ta han arrancado de cuajo la sonrisa, igual a como
arranca cartera, el más veloz de los moto chorros. ¿Qué más quieres decir Quezada? Mucho
más, es que también se han llevado repentinamente, tu alegría, tal como lo hace el mejor de
223

los carteristas… silencioso y sin apuro. ¡Ay! Quezada ¿Qué va a ser de ti, sin tu soldado?
Nadie lo sabe viejo halcón ¿y esas clases de reglamentaria? Quedaran en el recuerdo, junto
con las siluetas marcadas, de cada pedacito, del que se fue…

Escena 10

Aumenta el sonido del Tsunami. Se mezcla con alguna dulce melodía de final dramático
hollywoodense. En escena vemos desfilar diferentes situaciones que son interpretadas en
tonos operísticamente dramáticos. En el siguiente orden las situaciones se funden, esto
quiere decir que no termina una cuando ya empieza la otra…

Zulma entra a escena cual bailarina de ballet. Detrás de ella, Osvaldo Laport, imitando el
paso. Intenta abrazarla. Ella lo rechaza y el cae al piso, de manera muy dramática.
Ingresa Alfred. Carga a Zulma en sus brazos y se va. Sigue avanzando el Tsunami.

Consuelo, Marisa y Man Rica, cruzan con velas encendidas, en procesión dramática y
llevan también alguna que otra extrañeza que usaran en el ritual de la Santa Gilda. Se
instalan en algún rincón a rezar. Solo un ratito.

La Doctora Gnomo y La Dra. Ducato traen a Christian amarrado, amordazado y vendado.


Lo traen sin violencia. Lo colocan a la vista del público. Lo desatan, le quitan venda y
mordaza y le hacen señas para que se vaya. Christian agradece con su mirada. Se va. Ellas
lo ven retirarse, luego se miran, luego se besan y salen.

Vicentico y El Chula traen a Samanta flotando. La depositan en el medio de la escena.


Samanta se enrosca en uno, luego en otro. Se queda con Chula. Cuando se están yendo,
Vicentico se aferra a la mano de su hermano. Este hace fuerza y se suelta. Se van.

Quezada aparece rendido. Lleva en su mano una cuerda para ahorcarse, con el nudo ya
hecho. Se lo pone alrededor del cuello. Todo es pegajosamente dramático.

Alejandra, levanta del piso a su madre. La sostiene entre sus brazos mientras el Coronel
sigue con el Arma Levantada luego de haber disparado. Lentamente el Coronel baja el
brazo, entra danzando Dolores, se arrodilla sobre Victoria, sufre advierte al Coronel que
recibe su mirada y la de Alejandra. Tanto Dolores y Alejandra miran al viejo Coronel
como si estuviesen reconociéndolo.

La escena anterior se funde con el sonido de aterrizaje de un helicóptero. Vemos por detrás
al Doctor Mercedes Sprinter atravesar la escena, arrastrando a Fausto, o lo que quedó de
él.

Un apagón lento recae sobre estas últimas situaciones. La música persiste unos segundos
en la oscuridad, hasta que desaparece. El sonido del Tsunami se transforma en sonido de
viento. Cuando la luz vuelve, vemos proyectado sobre la pared el año 2113.

Escena 11
224

Año 2113. A modo de coda retomamos el final de la escena 1, del capítulo VI.

Sangulisífone:
Claro, estas tierras se llamaban Neuquén, tierra nueva, faro del mundo. Fue donde se
concentraron varios grupos paramilitares, doctores religiosos, hicieron lo imposible para
alcanzar el modo de vida de unos pueblos ancestrales, escrito y dictado en los manuscritos
del Poketto Monsutā, una suerte de Corán japonés. Hubo mucho desacuerdo, varios frentes.
Escuche que uno de esos grupos fanáticos, logro juntar lo necesario y trajo mediante ritual a
su supremo máximo, un bicharraco llamado Groudon y que fue él… quien puso orden…

Una Señora Cualquiera:


¡Mm! ¡Malas noticias! Lamento desacreditar la historia que tienen aprendida. Pero no fue
así.

Megera:
Ah… ¿no?

Una Señora Cualquiera:


No.

Megera:
Mira, no sé qué mierda habrá pasado pero si algo tienen tus palabras, es verdad, porque
desde que te encontramos la máquina de la mentira no sonó nunca.

Una Señora Cualquiera:


Paso de todo, eso sí, los puedo asegurar y les puedo re contra asegurar que el ritual para
traer a ese pajarraco Poketto suprema de pollo, no sé qué… no se hizo nunca, eso no
prospero… de echo los Pokettitos esos no duraron mucho… lo que paso mis queridas
rescatistas fue peor… fue mucho peor… ¿me van a sacar de acá?

Sangulisífone:
Si. Como te vamos a sacar vení para acá.

Hacen fuerza intentando sacar a Una señora cualquiera, hasta que la destraban.

Megera:
Se ve que te alimentaste bastante de la mierda rica esa. Porque estas bastante pesadita.

Una señora cualquiera:


Pesadita. Si claro.

Empieza a sonar la máquina de la mentira incorporada en el aniquilador invisible 600.

Megera:
¿Qué carajo?
225

Sangulisífone:
Qué pasa, negra ¿Por qué saltó eso?

Megera:
Saltó porque detecto claramente una mentira. Lo que pasa es al ser un modelo nuevo tiene
funciones que yo no conocía. Acá te dice que detecto una mentira que tardó un poco más en
procesarla, se dijo hace exactamente cinco minutos y ahora me muestra escaneada una foto
carnet de la persona que mintió

Sangulisífone:
Cinco minutos. Entonces… O sea, la única que estaba hablando hace cinco minutos…
(Mira a Una señora Cualquiera)

Megera ve la foto y mira a la señora advirtiendo que ella mintió

Una Señora Cualquiera:


¡Matanga! (Arrebata el flota de Sangulisífone y le da sin asco a Megera. Megera cae)

Mientras Megera es azotada, Sangulisífone corre a un extremo de la escena y trae otro


flota-flota más grande. Luego de mucho azote derriba a Una Señora Cualquiera.

Sangulisífone:
(Agotada) Cómo me costó bajar a esta. Terrible mentirosa había salido y terrible quilombo
se está armando en el pasado se están dejando evolucionar estas focas mutantes. Porque
esto es una foca gigante y apestosa. Bien Sangulisífone, si quieres continuar con tus planes
vas a tener que volver allá y averiguar qué está pasando. No vaya a ser cosa que por un
error del pasado, se modifique la serie de sucesos que tengo pensados a mi conveniencia.
Estas focas tapones, no tendrían por qué estar apareciendo (Le toma el pulso a la Señora
cualquiera) Parece que la mate. Tanta mierda que la hicieron vivir tantos años y viene a
morirse con mis golpecitos… foca floja. ¿A ver si ya moriste, Megera? No. Esta sigue viva.
Mejor. No es tiempo de morir aun compañera falangista. Nos queda mucho por hacer y no
quiero más interrupciones de este tipo. Así que vuelvo allá… al 2016… y lo arreglo todo a
mi conveniencia (Da cuerda a su reloj. Mira al público y les dice…)

Sangulisífone:
Vualá.

Sonido de traslado en el tiempo mientras se produce el Apagón.

Continuará.
Fin del episodio IX
226

Dineral. Episodio X
Game over, o…

Escena 1

Dra. Ducato:
Hola. Soy la doctora Ducato. Me han visto involucrada en el CIOU: Círculo de
Investigaciones Ocultas Universitarias y luego me conocen por andar secuestrando gente
para la venta de sus órganos. Hoy les traigo una bonita explicación sobre la desviación del
Tsunami choconiense que pretendía acabar con estas tierras y de cómo pasó de ser una
catástrofe, al mayor de los beneficios naturales de esta provincia. Para ello me acompaña El
Perito Forense. Pensé que usted estaba muerto.

Perito Forense:
¡Qué tal! Si. Me han dado por muerto muchas veces, pero la verdad es que tengo una
relación bastante especial con la muerte. No es algo que quiera desarrollar en este capítulo,
es el último así que vamos al grano. Explicaremos que fue lo que ocurrió con ese tsunami
que al final no nos mató a todos y nos dejó nuevamente vivos para replantearnos nuestra
existencia al pedo y volver a organizar lo mismo que ya teníamos con un dejo de ideales
hippies, en homenaje a los acaecidos en Balsa las Perlas y Valentina Sur.

Dra. Ducato:
Si. Ustedes se preguntaran a que nos referimos cuando decimos ‘homenaje a los hippies’
que cosa tan absurda ¿no? Ellos que siempre quisieron un reconocimiento o participación
en algo, por más mínima que sea, bueno, en gran parte, la desviación de la ola, se la
debemos a esos.

Perito Forense:
Si y acá quiero trazar un paréntesis, Ducato. Todavía tenemos mucho que aprender, no de
los hippies, claramente, sino de todas las personas, porque ellos también son personas y son
personas normales, muy normales por más raros que se vean. Viven igual que los normales
con algunas pequeñas diferencias en los materiales, los alimentos y el uso del agua.

Dra. Ducato:
Si. Pero en lo profundo, reproducen el mismo tipo de vida que el resto.

Perito Forense:
Así es. No debemos discriminarlos entonces y menos por su mugre. Porque si no hubiese
sido por la cantidad de días que pasan sin bañarse y por la capacidad de absorción de sus
cuerpos sucios y sus rastas secas, hoy no estaríamos contando el cuento.

Dra. Ducato:
227

Muchos ciudadanos atentan contra los hippies, los menosprecian, los discriminan, les hacen
bulling a sus casitas de permacultura, a su vida pacífica en el barro, metiendo sus manitas
en el lodo. Muchos los estigmatizan por sus rondas marihuaneras con guitarras y fogón.

Perito Forense:
Por eso, no debemos olvidar que seguimos aquí gracias a ellos, a esa barrera humana y
periférica que armaron para detener la ola. Esa barrera absorbente que filtró el agua en
demasía.

Dra. Ducato:
De no ser por esos cuerpos secos, veganos, deshidratados y esas rastas deseosas de agua, la
ola hubiese llegado hasta nosotros y no se hubiese detenido en ese dique natural, humano y
hippie que armaron los habitantes de La Balsa y Valentina. Y fíjate que paradoja, Perito. En
una de las últimas ferias vinculares, hicimos una fumata de la cual participe, en la Balsa y
uno de esos hippies mugrosos que andan por ahí siendo amigos de todo el mundo, me
trasmite su necesidad de ser y hacer algo importante por el planeta… Ahora pienso que lo
logró, Perito.

Perito Forense:
Finalmente este chiquito lo logró porque figura dentro de los nombres de la gente que
detuvo con su cuerpo sucio, el agua.

Dra. Ducato:
Si y como él, un montón más, se recuperan en los hospitales públicos. El gobierno analiza
la posibilidad de seguir utilizándolos como barrera, pero esta vez de incendios y así parar
de una vez por todas, los focos que arrasan los bosques cordilleranos. Parece que la rasta
arde enseguida y el fuego allí se localiza y no avanza. Esto es para la gente que siempre
habló pestes a la hora de referirse a un hippie y a su particular acumulación de roña. La
relación que estos sujetos tenían con el agua era una relación particular: ellos simplemente
esperaban el momento oportuno para bañarse.

Perito Forense:
Así es y nosotras, malas personas, no hacemos más que alejarnos de ellos, ya que algunos
parecen cartoneros ¿no? ¿Cuántas veces te cruzaste de calle, Ducato? Para no pasarles
cerca.

Dra. Ducato:
Todo el tiempo, Perito. Todo el tiempo.

Perito Forense:
Bien, pero no todo se lo debemos a esos seres. Estos filtros humanos no fueron los únicos
causantes de detener al tsunami.

Dra. Ducato:
Para nada. Por alguna razón que no conocíamos hasta este momento, el tsunami tomó a la
altura de Arroyito otra ruta que antes no estaba por allí.
228

Perito Forense:
Así es. Alguien detonó unas explosiones entre los montes sureños que servían de pared
contenedora y abrió una boca de escape que le dio a la ola otro tránsito. Vemos acá en el
gráfico, el recorrido de la ola. Si bien se llevó unas vacas, algunos habitantes de la Villa el
Chocón, no hay que lamentar mayores pérdidas ya que el tsunami no llegó a la ciudad.

Dra. Ducato:
Si. El resto de ola que llego con poco caudal fue retenido por la hippiada. Para explicarnos
mejor lo sucedido, acá tenemos este video, que nos aclara el panorama acerca de la apertura
entre los montes de ese otro recorrido para el tsunami. Quiero decirte Perito que luego de
ver este video, el gobierno neuquino ha decidido realizar un monumento en plena avenida,
frente a Carrefur, en homenaje a este sujeto… este sujeto que usted bien conoce y al cual
hoy podemos llamar: nuestro salvador. Me emociono de solo pensarlo ¿Vemos el video?

Perito Forense:
Si. Vemos esta mierda…

Escena 2

Vamos a ver el video de Sprinter pero antes veremos los preparativos del mismo en donde
Sprinter está con Sangulisífone. Detrás se lo ve a Fausto, vivo, se mueve un poco.

Sangulisífone:
Me parece perfecto Sprinter, deje los ‘video-mensajes’ que quiera. Yo cumplo con mi parte
del trato, de ayudarlo a esconderse. Mire, lo que le voy a dar es un relojito de lo más
avanzado. Con esto usted puede desplazare de allá para acá en la línea del tiempo. El
problema es que la línea del tiempo es un quilombo. Nadie sabe con exactitud hacía donde
viaja usted cuando hace andar esa cosa.

Dr. Mercedes Sprinter:


¿O sea que puedo irme a cualquier parte?

Sangulisífone:
Una cosa así. Va a moverse, a desplazarse, usted va a correrse de las coordenadas tiempo
espacio en las que está ahora. Su destino, una vez más, es incierto ¿ve? Finalmente nos
seguimos haciendo las mismas preguntas que se hacían los antiguos.

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Usted se refiere a los griegos?

Sangulisífone:
Yo me refiero a los antiguos. Es demasiado reducido seguir pensando en los griegos como
nuestros únicos antepasados. Así que cuando digo los antiguos, meto ahí adentro de todo.
Barajo, barajo y la verdad que no me alcanzo a responder como mierda hicieron muchas de
las cosas que hicieron. Eso sí, que tenían un mambo con el destino, lo tenían. Y nosotras
acá… preguntándonos lo mismo.
229

Dr. Mercedes Sprinter:


Usted se lo pregunta, a mí me da igual, Sangulacosa. Muero de ardor por probar este
relojito.

Sangulisífone:
Con cuidado, Sprinter. Se de algunos que lo accionaron y se perdieron en los confines más
oscuros del tiempo, o peor aún, quedaron atrapados entre un tiempo y otro: en los pasillos,
en el eje, en el ‘entre’, en el medio de la cosa ¿me explico? Hay infinitas dimensiones
espaciales y usted puede quedar atrapado en una de ellas. Eso es muy jodido, porque mirar
a través del ventanal del tiempo como funcionan dos o más temporalidades distintas, le
pueden cagar mucho más la cabeza, Sprinter. Es muy probable que usted quede hecho un
viejo choto si abusa mucho de ese relojito. Yo misma desvarío bastante, desde que voy y
vengo en el tiempo. No sí, no es para cualquiera esto.

Dr. Mercedes Sprinter:


Cómo sea, Sangula. Este relojito es más increíble de lo que yo pensé. Ahí tiene una dosis
suficiente del material que usaba para tener estúpido al Coronel Cornejo Mejía y aquí tiene
la formula. Lo he bautizado ‘Merca’. Su efecto principal es zombificar a quien lo consume.
De esa manera usted obliga a ese cuerpo a hacer cuanta burrada se le ocurra. Es un método
de esclavización. Esta sustancia en manos de una mente perversa puede convertirse en una
potencial arma de guerra. Úsela como quiera Sangula. Total, yo… ya no andaré en este
tiempo.

Sangulisífone:
Se lo agradezco, doctor. Qué bueno haber viajado a este tiempo de mierda a estropear ese
ritual boludo que pensaban hacer con Pokettos. Al pedo tanta guerra por este pedazo de
tierra, llamado Neuquén. Al pedo pelean tanto por estos territorios, ni se imagina lo que acá
va a pasar…

Dr. Mercedes Sprinter:


¿Qué va a pasar en Neuquén?

Sangulisífone:
No puedo hablar de eso ¿A quién se le ocurrió ese nombre? Por favor. Gracias por el
‘Merca’. No abuse del reloj… y ¿quién sabe? A lo mejor a lo largo de esta u otra historia
nos volvemos a encontrar… ¡vualá! (Se traslada)

Dr. Mercedes Sprinter:


Muy bien. Ahora el video… prendo acá y listo… ¡Bah! ¿Qué fue ese ruido? Hola
Comunidad Neuquina. No sé cuántos me conocen y me importa un choto. Soy el doctor
Mercedes Sprinter, pero de ahora en más quiero que me llamen ‘El Salvador’ Bueno, quiero
un monumento en la plaza, frente a Carrefour. Un monumento mío, en el que simplemente
230

se me vea paseando, caminando por las calles neuquinas, para que la gente me recuerde
como el héroe que soy luego de haber (cada tanto patea a Fausto para que no se mueva)…
Luego de haber detonado con explosivos japoneses sustraídos a la ninja Katana Tangakaka,
todo un monte de Arroyito para que la ola del tsunami se desviara y no se nos venga
encima. Si, lo hice. Sprinter, el Salvador, lo hizo. Sabotee los planes de la hermandad
porque le encontré un sentido mejor a mi futuro… No es el único sabotaje que me mandé…
estoy involucrado en más cosas… pero no todas son fáciles de explicar y tampoco sé, si
hace tanta falta… me refiero a mi golpe… mi golpe en la cabeza… Como sea… soy un
traidor, pero si ser un traidor me dará la estampa de héroe y el monumento mío… me quedo
con ello. Habían muchos doctores… pero Salvadores (mira a Fausto) Salvadores, no había
ninguno. Ahora lo hay. Ahora tienen uno y soy yo. Háganme mi monumento… es lo único
que pido. Corto aquí mi discurso y… ¡Que extraño ese ruido! ¿Qué es eso que escucho? Es
muy raro. (A la cámara) Dejo la cámara encendida, no sé si perciben lo mismo que yo, son
unos sonidos hermosos… Bueno, espero que por lo menos escuchen como hago explotar mi
base de operaciones, mi laboratorio para no dejar rastro de mí. Explotará todo, menos la
maquina criogenizadora que se la vendí a un gringo… Adiós Neuquén, adiós tierra nueva.
Adiós faro del mundo, adiós Pokettos…

Apagón. Se escucha algo raro como el chillido de un terodáctilo bebé en su primer vuelo,
algo paleontológicamente poético junto con el sonido del estallido del laboratorio.

Escena 3

Es navidad. Hay villancicos que se mezclan con los sonidos que escuchábamos antes. Hay
nieve quizás.

Alejandra:
Qué bueno que te hayas quedado siempre conmigo, Dolores. Tú has pasado a ocupar el
lugar de madre. Literalmente. El lugar en su mesa, en su tostadora, en su nevera. Desde que
madre no está aquí me he sentido tan sola. No me importa lo que haya pasado entre ustedes.
Los tiempos cambian ¿sabes?

Dolores Inmaculada:
Si. Ni me hables de cambios. Mi vida es otra ahora que opté por ser Dolores Inmaculada,
con carnet de identidad y toda la cosa.

Alejandra:
Que loca y bonita a la vez, tu historia con tu documento ¿No? Eras una NN, estuviste
mucho tiempo sin existir, invisibilizada, sin identidad, atrapada por los problemitas en la
frontera ¿no? Hasta que ahora por fin fuiste al registro civil y te entregaron ese cartoncito
¿A ver la foto?

Dolores Inmaculada:
Bueno sí. Al parecer mi destino estaba trazado por las peripecias de mi identidad, primero
exiliada, desaparecida y ahora reencontrada, reasignada. Tuve que hacer algunos cambios,
soy un hombre de palabra…
231

Alejandra:
¿Cómo un hombre?

Dolores Inmaculada:
Una mujer, digo. Soy Dolores. Una mujer de palabra. Cambie por tu madre. Le hice una
promesa, antes…, antes de que le suceda, bueno antes de que tu abuelo, le pegara ese
balazo (se quiebra) disculpa…

Alejandra:
No te preocupes. Qué historia tan retorcida la nuestra ¿no? Quien iba a decir que mi abuelo
iba a revivir solo para matar a mi madre y recuperar esta platita que ahora tú y yo
disfrutamos ¿Por qué? ¿Porque tanta ambición, tanto odio? ¿Quieres más tecito?

Dolores Inmaculada:
No. Ese hombre, tu abuelo, siempre fue así.

Alejandra:
Hablas como si lo conocieras, Dolores.

Dolores Inmaculada:
Tu madre me habló de él. Tu abuelo era la peor de las calañas, le hizo mucho daño a
Pablo…

Alejandra:
Pablo. Mi padre. No quiero saber de él ¿sabes?

Dolores Inmaculada:
Sí, no te preocupes. Nadie quiere saber de él.

Alejandra:
Es muy triste su historia, como la de toda la gente que ha desaparecido. Pero una no
siempre quiere saber dónde está y encontrarlo… ¿no? Digo, imagínate si ahora aparece ¿tú
crees que no va a corromperse seducido por mis millones? No. Ahora estamos bien. Yo no
sé si podría compartir ¿Y los años que pase sola bajo los cuidados de mi difunta madre? Tú
crees que es llegar y recuperar todo, así como así.

Dolores Inmaculada:
Hablas igual que tu…

Alejandra:
¿Qué mi qué? (sacándose un poquito) ¿Qué mi qué?

Dolores Inmaculada:
Nada. Déjalo ahí, ya me resigné a no decir muchas cosas.

Alejandra:
232

El silencio a veces es bueno, Nana. No hay que creer en esas campañas masivas que se
hacen alrededor de hablar y hablar y decirlo todo. No. Eso no sucede ¿sabes? Hay mucha
gente callada por ahí y por ahí (señala al público) ¿y tú crees que no es feliz? Sí, claro que
lo es. Hay mucha gente callada y feliz. La felicidad no tiene que ver con las palabras, no.

Dolores Inmaculada:
Ah ¿y con qué tiene que ver?

Alejandra:
Con esto (le levanta una copa de champagne, como brindando) ¿Sabes? ¿Por qué no me
relatas nuevamente como liquidaste a mi abuelo? Eso es algo que voy a agradecerte
siempre… que lo hayas reventado.

Dolores Inmaculada:
Yo no lo mate, Alejandra. Me hubiese encantado, pero ya te dije muchas veces, que yo no
lo mate.

Alejandra:
¡Ay! No empieces, Nana. A mí no me mientas, a mí no. No te creo ese cuento que me
cuentas pero quiero que me lo cuentes de nuevo. Me gusta que me mientan. Mi madre me
acostumbró a eso diciéndome que era adoptada. Vamos, cuéntamelo una vez más.

Dolores Inmaculada:
Está bien… Luego del balazo que tú amigo, abuelo, número tres, le pegó a Victoria….

Escena 4

Volvemos a esa escena. Victoria tirada en el piso, el Coronel bajando el arma. Alejandra y
Dolores alrededor de Victoria, muerta.

Dolores Inmaculada:
¿Qué hiciste? Infeliz, asesino.

Walter Cornejo Mejía:


Perdón, se me escapo.

Alejandra:
(Exageradamente dramática) ¡Madre!

El coronel corre unas cuadras. Dolores lo atrapa.

Dolores Inmaculada:
No lo puedo creer ¡Estás vivo! Viejo desgraciado.

Walter Cornejo Mejía:


¿Qué? ¿Me conoces? Tosca de persona. Mole hecha mujer.
233

Dolores Inmaculada:
No soy una mujer todavía, misógino asqueroso. No sé qué mierda soy, pero puedo hablarte
de lo que fui (se saca la peluca)

Walter Cornejo Mejía:


No lo puedo creer. ¡Pablo Montonazo! El montonero asqueroso que le daba masita a mi
hija… Estás vivo también (le apunta con el arma) Te hacía muerto, siendo vomitado una y
otra vez por los gusanos que no soportarían digerirte una y mil veces.

Pablo Montonazo:
Lo mismo pensé de ti viejo asqueroso y traidor. Asesino, buchón, ni siquiera le fuiste fiel a
los desgraciados de inteligencia.

Walter Cornejo Mejía:


No conozco la palabra fidelidad. Pero si conozco la palabra muerte y créeme pedazo de
basura amontonada en montonero travesti, que fui y vine de la muerte un par de veces. El
destino así lo quiso, quiso que regresara, me quiso aquí para darle muerte a la cerda
ambiciosa de mi hija y ahora sigues tú, montonero asqueroso… ¡Ag! Montonero, lindo
¡Ag! Como te daría montonero ¡mm! (Se excita, se cola el arma, cae al piso
orgiásticamente embrujado)

Pablo Montonazo:
¡Qué asco! ¿Qué pasa?

Escena 5

Christian:
Es Mc’Claus. Mi Poketto Monsutta. Tiene el poder de convertir en orgia cualquier cosa que
yo le ordene. Si le ordeno que este viejo se revuelque con ese canasto de basura, el viejo lo
hará.

Pablo Montonazo:
¿Quién eres tú?

Christian:
Soy Christian, un puto héroe. Mi padre y usted se cruzaron en Egipto. El volvió con la
Peste Pete y me engendró a mí. Tengo la marca del dragón y por eso el Poketto Mc´Claus
me habitó apenas me crucé con él. Simbiotizamos muy bien. Irradiamos putez para todos
lados. Tenemos a Neuquén bastante afectada de eso.

Pablo Montonazo:
Ya lo creo.

Christian:
234

Si. Igual, puedo controlarlo. Desde que me supe portero y supe de mis poderes estudie
mucho los asuras. La Doctora Ducato me los dio. Los tenía en su poder. Se los quito a una
legión de círculos y hermandades sectarias que han intentado todo para hundir a Neuquén.

Pablo Montonazo:
Sí, ahora te recuerdo, eres Christian, amigo de Alejandra, te habían secuestrado. No lo
puedo creer… tu, así de puto ¿salvaste a Neuquén?

Christian:
No. No fui yo. Pasó otra cosa. Alguien detonó una explosión que desvió al tsunami que
venía hacia aquí.

Pablo Montonazo:
Increíble. No deja de asombrarme todo lo que ocurrió y como esta tierra albergó a esos
pokemones ¿Vas a tratar de reunir al resto de los Pokettos para intentar nuevamente el
ritual?

Christian:
¡No! No me interesa. Mi relación con mi Poketto Mc´Claus es otra, es personal. Haremos
cada tanto el bien, cuando nos quede cómodo, de pasada y si no…

Pablo Montonazo:
Harán el mal

Pausa. Tiempo. Mientras tanto por atrás se arrastra o pasa el Coronel, poseído.

Christian:
El bien y el mal… mire (ejemplifica con las manos) El bien esta acá, en este extremo, el
mal en este otro ¿sabe la cantidad de problemas que hay entre un punto y otro? Y no solo
allí, en esa recta, sino también a sus alrededores. Por mencionar solo un problema: ¿Qué
maldad que no se haya hecho o que otro mal que no se esté haciendo en este momento,
podríamos llegar a hacer, mi Poketto y yo?

Pablo piensa.

Christian:
¿Sabe? (Música tristona) Hemos sido muy malos, todos hemos tenido la oportunidad de
serlo, lo hemos sido y lo seguiremos siendo, no se puede zafar. Observe solamente a ese
sujeto (por el viejo que sigue revolcándose) ese sujeto no es un Poketto, es un humano,
como usted y yo… de carne y hueso. Ese sujeto ha torturado, se ha involucrado en crímenes
horrendos, ha traicionado a mucha gente, ha colaborado con sus desapariciones ¿Qué
hacemos con él?

Pablo Montonazo:
Matarlo. Obvio.

Christian:
235

¿Y eso está mal o está bien?

Pablo Montonazo:
¿Qué se yo?

Christian:
Ya lo ve. No es tan fácil.

Pablo Montonazo:
¿Qué piensa hacer? ¿Lanzarle algún poder con su Poketto?

Christian:
No. Le voy a clavar este cuchillo varias veces. Le daré varias apuñaladas, así vemos como
se desangra de a poco y muere.

Christian lo hace. Le clava una vez el cuchillo y ven al Coronel quejarse de dolor. Grita.

Christian:
¿Le doy una más?

Pablo Montonazo:
Si

Christian le da otra. Hacen lo mismo un par de veces. Miran un rato en silencio como
grita el Coronel. Luego le da otra y otra y otra hasta que el Coronel muere de una vez,
todo esto puede ser con una bella melodía detrás. Lo observan un rato más. En silencio.
Hasta que Christian rompe el hielo y decide irse.

Christian:
Bueno. Me voy. Debo responder al llamado.

Pablo Montonazo:
¿Qué llamado?

Christian:
Nada. Voy a buscar diversión por ahí. Yo también quiero experimentar ¿sabe?
(Le hace un pase mágico con su Poketto a Pablo, este queda como hipnotizado y lo besa)
¡Ah! y no se preocupe… jamás le diré a Alejandra que usted es su padre.

Pablo Montonazo:
(Confundido. Despertando) Espera un segundo. Tú tenías una afrenta personal con este
viejo ¿No?

Christian:
¿A ver? ¿Qué otra motivación necesitaba usted para reventarlo? ¿Quería enjuiciarlo?
¿Confiar en la justicia? Ja. Que tonto (se va, camina un poco, vuelve) ¡Ah! sí. Una vez, este
viejo me hizo algo en el 33, me maltrató, por puto… me dijo en la cara, que ser puto era
236

razón suficiente para morir… ahí tiene… con eso me bastó para tener ganas de darle todas
estas apuñaladas. Ahora sí (lo vuelve a besar) chausito.

Christian se va. Pablo se pone la peluca. Vuelve a ser Dolores y vuelve a estar en casa de
los Cornejo con Alejandra.

Escena 6

Dolores Inmaculada:
Y así fue que ese joven misterioso y lindo… lo apuñaló.

Alejandra:
Debe haber sido un delincuente. No cabe duda. O insisto, fuiste tú y lo niegas porque no
soportarías ser el héroe de esta historia.

Dolores Inmaculada:
¿Hay héroes en esta historia? (se quiebra)

Alejandra:
¿Qué pasa, Nana?

Dolores Inmaculada:
No sé bien. Estoy confundido. Confundida. Creo que el recuerdo de tu madre y su trágica
partida me colocan así de triste. No sé qué hacer para arrancarme este pene. Perdón, esta
pena.

Alejandra:
Basta, Nana. No te preocupes. Vamos a hacer lo que más le gustaba a madre. Vamos a
agarrar nuestras tarjetas de crédito y las vamos a reventar en el Alto Comahue ¿te gusta la
idea? No llores más, Nana.

Dolores Inmaculada:
Si. Ya está. De a poco se me quita este dolor, hijita. Es que recordé, entre otras cosas
recordé esa noche de locura e intimidad, en que le prometí muchas cosas a tu madre…

Alejandra:
(Alejándose de la escena y con ‘voz efecto recuerdo’) Háblame de esa noche, Nana.
Háblame…

Escena 7

Ingresa Victoria. Vemos la noche esa en que le promete cosas, es una noche posterior a que
Victoria decida irse al Caribe con Dolores.

Victoria Legrand:
237

Dolores. Saqué los pasajes. Una promo de LAN. En unos días tú y yo estaremos volando a
El Salvador. El Caribe ¿conoces?

Dolores Inmaculada:
No. Solo conozco África.

Victoria Legrand:
Pero que loco. El padre de Alejandra huyó a África. De repente todos estuvieron por allá.
¿Huías de algo Dolores?

Dolores Inmaculada:
Si. No. Para nada. En esa época trabajaba para los condes, la Mimí y el Onofre. Ellos
viajaron, de vacaciones y me llevaron. Victoria… yo quería aprovechar este momento de
copas e intimidad para decirte algo…

Se acerca la toma de las manos está dispuesto a revelar quién es.

Victoria Legrand:
Por fin vamos a conversar a bombacha quitada. Yo también estaba esperando este momento
y quería hablarte.

Dolores Inmaculada:
Yo primera ¿sí?

Victoria Legrand:
Bueno. Comienza de una vez mujer.

Dolores Inmaculada:
¿Extrañas al padre de Alejandra? Si es así quiero decirte que yo… (Se dispone a sacarse la
peluca)

Victoria Legrand:
(Se aparta) ¿Pero qué dices, Dolores? Para nada. Mira no solo no lo extraño sino que
además mis gustos han cambiado. Me siento torta. Tortísima. Quiero hacer tijerita con las
chicas, comerme una rica chochi, frotarme las tetillas con esos conejos de plástico que
vienen en los vibradores y quiero hacerlo todo contigo, Dolores. Ven aquí (la toma
apasionadamente, la da vuelta y la toma por atrás) Supongo que lo habías notado, pero por
las dudas de que no te hayas percatado, quiero decirte que estoy babosa, por sudar contigo
en pelotas, frotándonos en esa cama… reventándola…. Quiero tener sexo lésbico y eso no
es todo, siento que vamos a ser muy buenas amigas amantes.

Dolores Inmaculada:
Bueno… si, pero ¿te quieres casar? ¿Te gustaría experimentar las leyes del matrimonio
igualitario ahora que se puede?

Victoria Legrand:
238

(Se aparta, se la re bajó) Qué anticuada Dolores ¿Casarte? Déjate de burradas. Por ahora
probemos otras cosas, relaciones abiertas, orgías con otras tortas. Necesito tu pasaporte.
Reservé los pasajes, pero para retirarlos debes darme tu pasaporte.

Dolores Inmaculada:
¡Em! Es que tengo un problema con mi documento de identidad.

Victoria Legrand:
Ah No. No lo puedo creer. Dolores Inmaculada con problemas de frontera. Esto es too
much. Más me calienta. Te admiro, Dolores. En gran parte lo guarra y lo tosca que eres me
han hecho olvidar a esa cosa desagradable llamada hombre. Si hoy tuviese uno enfrente, no
lo toco con nada, soy capaz de vomitarle la cara, así se trate del padre de mi hija. Te
imagino a ti, corriendo por el desierto o escondida de polizonta en un barco y más ganas de
lanzarme al revolcón en la cama me dan. Mira, ve y arregla tus problemas de identidad.
Tengo un amigo en el registro civil, el Marce López, un ‘chanta’, te hace todo de una. Y
toma este dinero. Quiero también que te pegues una arregladita, que cambies el look.
Puedes inclusive hacerte un par de cirugías, ponerte más tetas. Tenemos dinero para hacer
dulce de leche así que prométeme que por nuestra incipiente relación de amantes lo vas a
hacer.

Dolores Inmaculada:
Si Victoria. Lo he entendido. He entendido que el único modo de estar contigo es siguiendo
tus caprichos a concho y además, no está mal ser así de torta, ser la Nana de Alejandra y
bueno ser tu amante…

Victoria Legrand:
¿Lo ves?

Dolores Inmaculada:
Claro que sí. Voy a cumplir con mi promesa, voy a arreglar mis quilombos en el registro
civil, voy a sacar número y esperar si es necesario, si es que ese Marce López no me hace la
paleteada de atenderme enseguida. Ya está. Tú me lo pides Victoria y yo por ti soy capaz de
cualquier cosa, soy capaz de transformarlo todo y si tengo que transformarme me
transformo. Vamos a ser muy felices las dos, así de tortas y a la concha todo ¡vivan Sandra
y celeste!

Muy alegre y feliz, agarra a victoria y la besa, música de final de novelas

Victoria Legrand:
(La suelta) Ah! Qué extraño, Dolores ¿Te lavaste los dientes?

Dolores Inmaculada:
Si ¿Por?

Victoria Legrand:
239

No. En un momento sentí el mismo aliento a muerto rancio de mi ex. Debe ser por andar
recordando al cadáver ese. A la concha todo, sobre todo a esta concha, torta putaza. Me voy
a higienizar un poco y después te llamo para que me pegues unas ricas chupaditas acá.

Escena 8

Sale Victoria y Dolores vuelve del recuerdo, todo es muy triste y ahora está otra vez con
Alejandra que tiene dos copas.

Alejandra:
¿Así que se chupetearon enteras?

Dolores Inmaculada:
(Muy dramática) No. No llegué a probar la chochi de tu mami.

Alejandra:
¡Qué lindo! Bueno, no estés triste, Nana. Ya va a aparecer otra chochona por ahí. Lo
importante es que vos y yo vamos a vivir en esta casa juntas. De acá a un mes vamos a estar
muy saludables y felic… (Alejandra se cuelga. Congela)

Dolores Inmaculada:
Niña. ¿Qué pasa?

Alejandra:
¡Shh! ¿Escucha? ¿Escucha?

Escena 9

Alfred aparece corriendo con un maletín lleno de dólares

Alfred:
Si. Esta era mi oportunidad. La Sra. Zulma duerme y en todos estos capítulos me dediqué
finamente a averiguar sus claves de seguridad. Su código pin del banco, sus contraseñas.
No es todo. No es toda su fortuna pero es mucha plata. Alfred, una nueva aventura te
espera. De aquí a un mes vas a estar instalado en una isla, tomando caipiriñas mientras
planificas un nuevo golpe.

Anita Pichón:
Alfred ¿eres tú, mayordomo fornido?

Alfred:
Anita Pichón. Vicegobernadora. Dichosos los ojos.

Anita Pichón:
Ay, no me hables de los ojos. ¿A dónde ibas? O debo decir… ¿a dónde huías con maleta?
240

Alfred:
Em! Renuncie al trabajo con la new rich Zulma y en este preciso momento pensaba sacar
unos pasajes a la isla de LOST, con la indemnización que me pagó

Anita Pichón:
Indemnización. ¡Ay, Alfred! Somos pocos personajes y nos conocemos mucho. Qué
casualidad. Yo me estaba yendo a las Grutas.

Alfred:
¿Ah, también se iba?

Anita Pichón:
Si, si claro. No sé qué hacer aun con mi mandato. Neuquén quedo muy sensible después de
este ataque terrorista. Y la verdad que yo también. Así que arme el bolso para pegarme unas
vacaciones… en la legislatura nos otorgan estos pasajes…

Alfred la besa.

Anita Pichón:
Oh, oh. Mayordomo fornido ¿Qué hace?

Alfred:
Me dejo llevar por el devenir de la escena. Propongo.

Anita Pichón:
Mm. Pero que atinada su propuesta. Yo le tengo otra ¿Qué le parece si lo acompaño a esa
isla? A la isla de Lost.

Alfred:
Mm. Me parece bien, Pichón. Es el momento de resarcir viejas deudas y yo siento que con
usted hay cuentas pendientes.

Anita Pichón:
Qué casualidad. Yo también siento varias cuestiones pendientes con usted, caliente
mayordomo. Pero no me diga Pichón… llámeme Spectre.

Alfred:
Spectre ¿Qué es eso?

Anita Pichón:
Ah, es una idea que no tuvo futuro, pero me quedo el nombre, Spectre. Dígame así

Alfred:
Le digo como más le guste, bella dama ¿Vamos Spectre?

Anita Pichón:
Vamos Alfred.
241

Escena 10

El programa de Laura Bozzo: Laura de todos. Con invitados. Algunos de nuestros queridos
personajes hacen de público.

Laura Bozzo:
Bienvenidas a Laura de Todos, mamitas. Hoy tenemos una acusación grave. Tenemos acá
una niña que dice estar embarazada de dos tipos a la vez ¿No es cierto, mi niña? ¿Es esto un
malentendido o es la santa verdad, mamita?

Samanta:
Es verdad, Laura Bozzo.

Laura Bozzo:
Que terrible un doble embarazo. El doble embarazo, mi niña ¿Y quiénes vendrían a ser las
basuras de hombres que te han preñado y que te cargas como maridos? ¿Te preñaron al
mismo tiempo? ¿Cómo troncha hicieron?

Samanta:
No son basura, pero son dos lavacoches: el Vicentico y el Chula.

Laura Bozzo:
¡Que pasen el Vicentico y El Chula!

Los traen a ambos. Se odian. Ambos vienen peleando. Forcejean.

Laura Bozzo:
Así que ustedes son los flojos, holgazanes, mantenidos, que han embarazo a esta niña
pobre.

Vicentico:
Ella no es pobre. Es la hija de la dueña del Zulma Resort. La vieja se llama Zulma, como su
resort.

Chula:
Y es hija de Osvaldo Laport.

Laura Bozzo:
¿Y eso a quien le importa? Par de mugrientos desconsiderados. ¿Qué importa quienes son
los padres de esta pobre? ¿Ustedes la embarazaron al mismo tiempo, o en un ratito uno y al
otro ratito el otro después? Ahora deben hacerse cargo, como Diosito manda.

Vicentico:
242

¿Qué Dios? ¿Qué Dios? Yo quiero que esta se haga un ADN. Yo jamás le metí mi cosito ni
le planté mi semillita, seguro ese coso que viene en camino es de este hermano traidor. Me
traicionaste. Me abandonas por esa roñosa.

Chula:
Yo tampoco la fertilicé. Nada que ver. Yo soy virgen. Soy re virgo, re virgen. Samanta no
mientas. Nunca hicimos esa cosa. Nunca hicimos el amor.

Laura Bozzo:
¡A ver, a ver! ¿Es eso verdad, nena?

Samanta:
No es verdad. Tengo testigos, estos lavacoches me embarazaron, lo sé… lo sé. Vamos a
casarnos los tres. A ser felices, con nuestra Coneji y sus retoños y mis retoños que me va a
traer la cigüeña en uno de los trapos que ellos usan para lavar sus autos mugrientos. Quiero
ser madre, como mi madre y ahora estoy embarazadita como ella cuando estaba
embarazadita de mí…

Laura Bozzo:
A ver un segundo. Esta nena está mal ¿Estas mal chiquita? Esto es increíble. Tengo una
sorpresa. Me informa mi producción que acá que esta la madre de esta nena. Qué pase
Zulma.

Entra Zulma.

Zulma:
Hija querida ¿Qué concha pasa? ¿De dónde te vienen esos deseos de ser madre? Yo jamás
te inculque la maternidad como un bien, hija mía. Si parirte a vos y bueno… al otro Fausto,
que ya no está, no fue para nada lo más feliz de mi vida. Involucrarme con la gente de la
villa, vivir ahí… Hija el día más feliz de mi vida fue cuando agarré toda esa torta de plata…

Samanta:
Yo no quiero torta, quiero una familia. Y quiero que dejes al stripper de tu mayordomo y
vuelvas con Papá Osvaldo.

Zulma:
¿Con quién? ¡Ah! Me parece que voy entendiendo esta saga…

Laura Bozzo:
¡Que entre Osvaldo Laport!

Osvaldo Laport:
No hay nada que entender, Zulma. Yo soy el padre de esta nena, tramité su custodia
mientras tú te revolcabas con ese lubricado mayordomo. Ella está embarazada y sufre esa
enfermedad crónica en su estómago, la declaré impedida. Yo estoy cesante, sin trabajo, pero
soy su única familia, soy el único que la quiere, por lo que… sirviéndome del amparo legal
y del abogado que contraté, te exijo: incorporación de inmediato, mía y de mi hija querida,
243

incorporación de mis nietos en camino para que todos gocemos de los beneficios de tu
caserón y tu riqueza. Y no quiero un no como respuesta. Además estoy viviendo un shock
terrible al enterarme que Faustito era hijo tuyo pero no mío… ¿Quién es el padre mal
parida? ¿Quién?

Zulma:
Lo único que me faltaba. Ahora que todo el mundo me está abandonando, tengo que
aguantar que esta inmundicia me reclame. Nunca lo sabrás, asqueroso pedazo de
humanidad

Osvaldo Laport:
Pues bien, estoy iniciando acciones legales en tu contra para que tú y tu fortuna sean
compartidas como corresponde, conmigo, con tu familia…

Zulma:
Me imagine que estabas detrás de todo esto, Laport. Me das asco.

Osvaldo Laport:
Ya es tarde. Vamos a ser abuelos y reclamo mi derecho de crecer junto a mis nietos.

Laura Bozzo:
Un momento ¡Qué entre la tía Mirta con su chongo!

Ingresa Mirta con Lucho.

Mirta:
Que se calle ese impostor. Yo misma escuché cuando sobornaba con un huevo kínder a la
ignorante de mi sobrina, convenciéndola de esta calumnia y esta trampa doméstica. Ella no
está embarazada de estos mugrosos. Ambos son re virgos.

Vicentico:
Eh ¿Qué onda, amea?

Laura Bozzo:
¿O sea que esta indigente no está preñada?

Mirta:
No. Es toda una patraña de este muerto de hambre para quedarse con tu dinero, ambiciosa
hermana.

Osvaldo Laport:
(Saca un arma) ¡Que nadie se mueva! (Conmoción general) Es verdad. Yo convencí con un
huevo kínder a esta estúpida de ese cuento para que el corazón se te ablande con algo,
Zulma.

Samanta:
Es verdad, Mami. Era una mentirita.
244

Osvaldo Laport:
Veo que no aflojas con nada. Ese dinero va a ser mío de todas formas.

Mirta:
No seas ridículo, pedazo de cagón…

Osvaldo Laport:
Atrás

Mirta intenta detenerlo, Osvaldo le dispara. Gritos infernales.

Zulma:
Hermana

Samanta:
¡Tía!

Mirta:
¡Ag! Maldito… me matas del todo ¡Ag! Dejo vacante la presidencia, termina así mi
mandato, con esta bala a la cual me interpuse para salvar tu pellejo, hermana…yo…
hermana…yo…

Lucho:
¡No! Presidenta. Mi amor. Amor mío.

Mirta:
Lucho. Tóxico amor. Lucho que me has dado a conocer el amor, con esos besos de
tolueno… Lucho yo…

Lucho:
¿Qué mi amor? ¿Qué amor mío?

Mirta:
Yo, ahora… ahora, ahora muero… (Muere)

Conmoción. Tristeza. Agonía.

Laura Bozzo:
¿Pero qué hizo? ¡Asesino! No le bastó con engañar a esta pobre… a esta pobre… (Se
convence) a esta pobre. Deje de corromper a esta familia.

Osvaldo Laport:
Cállate, conchuda (dispara a Laura Bozzo)

Laura Bozzo:
¡Ag! Que entre la bala en mi pecho… que entre mi último aliento (Muere).
245

Lucho:
(Suelta a Mirta, la deja tirada) No. Mató a Laura Bozzo. La conductora. Maldito, esta sí
que no te la aguanto.

Osvaldo Laport:
¡Quieto mierda!

Samanta, llena de ira. Iracunda como nunca antes la habíamos visto.

Samanta:
Poderes de Shaymin, actívense…

Griterío infernal. Todos caen al piso por la inercia. Vemos como Osvaldo Laport es
atacado por una especie de ametrallamiento sucesivo hasta caer agujereado al piso. Luego
un largo silencio.

Zulma:
Hijita. Mataste a tu padre.

Samanta:
Si (largo silencio) ¿Y? (silencio) ¿Ibas a esperar que te mate?

Zulma:
Es verdad. Es verdad… Iba a matarme…

Samanta:
A matarnos… (Emprende su retirada)

Zulma:
Si. A matarnos… Claro (Pateando el cadáver de Osvaldo) ¿A dónde vas hija? (Samanta no
responde) ¿Hija? Vamos a casa. Mi casa también es tu casa, hijita. Mi casa es tu casa ¿Qué
haces?

Samanta, gira muy lento. Lanza a su madre una mirada perturbadora, es una mirada que
mezcla ternura y odio. Es algo muy difícil, suerte a la actriz. Luego de fijar esa mirada con
un buen silencio, Samanta habla…

Samanta:
Nunca fue mi casa, madre. Yo soy una casa. Lo he entendido. Soy casa y seré presa de caza
en un futuro no muy lejano, madre. Lo he comprendido. Esto quizás haya terminado para ti.
Pero recién comienza para mí. Que seas muy feliz con tus cosas, madre. Que seas feliz con
ese mayordomo, con ese dineral. Yo lo siento por ti y... ¿no lo sientes?

Zulma:
¿Sentir? Hija. Alfred se fue. Me dejó ¿Sentir qué?
246

Samanta:
El llamado. Esto… esto recién empieza, madre. Recién empieza. Lleven a mi tía urgente a
esta dirección. No está muerta. En un mes se pondrá bien.

Zulma:
Samanta…

Samanta:
Adiós, madre. Soy feliz… feliz… feliz navidad. (Se va, para siempre)

Zulma:
(Viendo como desaparece, todos inmóviles) Hija (pausa, más fuerte) Hija (Se desespera,
mucho más fuerte) ¡Hijaaaaaaaaaaa! (Apagón)

Escena 11
Consuelo:
Que increíble. Acá estamos otra vez, Marisa. Regenteando este bar: El 33. Planificando su
re inauguración.

Marisa:
No mames ¿A que ni sabes la suertecita que me eché encima, carnal? Recién se han
comunicado conmigo del DF para avisarme que han levantado los cargos en mi contra y
han liberado a mis compañeras. Debo viajar urgente a encontrarlas pa’ traerlas. Ya hice la
maleta. Hasta me tienen una lana prometida. Ahorita mismo vuelvo a gozar de libertad,
cuate ¿No es genial?

Consuelo:
¡Ay qué alegría, putaza amiga! Claro que es genial. Ya no eres una fugitiva y tus amigas…
tus compañeras tampoco… ¿Cómo es eso de que te tienen plata?

Marisa:
Si. La historieta es que me debían unas chambas. Mi dinero estaba atrapado así como mis
carnales. Pero la neta es que han liberado a toditas de las redes y que está limpia la zona pa’
ingresar a buscar todas las cuitas. Tengo que irme.

Consuelo:
Pucha. Me alegro… Tiene que irte ahora y… ¿Es seguro? ¿Estás seguras, Marisa?

Marisa:
Confía en mí, carnal. Algo me dice que la santita ha estado metiendo las narices en esto y
que debo confiar en mis fuentes. Tengo que ir a la frontera, urgente. No solo por mi lana
que es mucha, también por las güeras y me las traigo.

Consuelo:
¿No será una trampa, amiga?
247

Marisa:
No sé. No. Es una buena. Estese tranquilita, socia… ¿Qué pasa, ñera?

Consuelo:
Es que… (Pausa) es que… (Pausa)

Marisa:
Lánzala de una vez.

Consuelo:
Es que… hemos sido tan compañeras en todo y ahora… (No sabe bien que decir) Nosotras
reactivamos este tugurio, putaza amiga. Se lo expropiamos al Fausto, resistimos juntas el
destierro y no sé… ahora te vas a la frontera… ese lugar es peligroso, Marisa… y si… si a
ti te pasa algo, amiga… ¿si te pasa algo?

Aparece una musiquita, ambas dan un poquito de cuenta de ello, pero así y todo se sostiene
lo emotivo de esta escena.

Marisa:
Tal como dije al principio de todo… ustedes, la Man Rica y tú han sido pa mí las personas
más importantes de este chingado mundo… Mira, aquí… las tengo a las dos apartaditas
aquí… en mi corazón. No este triste, socia… voy y vuelvo como quien dice y en un mes…
en un mes, le prometo que estaré de vuelta en el congal… lo prometo… No me va a pasar
nada.

Consuelo:
¿Seguro?

Marisa:
Seguro. Y no se achicopale que no me gusta verla así. A darle que es mole de olla. La
quiero mucho, socia.

Consuelo:
La quiero mucho, amiga.

Marisa:
Yo también, socia. Yo también. Debo irme.

Las putazas amigas se abrazan. Se despiden. Música infinitamente triste. El público y el


elenco lloran.

Escena 12

Zulma busca a Fausto en los montes del valle

Zulma:
248

¡Fausto! ¡Fausto! Hijo ¿dónde estás? Quiero comenzar de nuevo. Quiero reparar todos los
errores, hijo. Sé que te tuve dentro de una caja en tus primeros 10 meses de vida. Si, fueron
diez meses. Que importa el tiempo, que importa el tiempo en esta historia. Pero ahora
quiero que me perdones. Quiero enmendar todo el daño que te hice. Por lo menos el daño
que te hice a ti. El de Samanta no puedo enmendarlo porque, porque (se quiebra) porque mi
ratita se fue. Mató a su padre y se fue. No le importó mi fortuna, ni nada. Al que si le
importó mi plata es a Alfred. Huyó el ingrato, con gran parte de mi dinero. Pero qué más
da, si tengo más, mucho más y de algo me sirvió ese mayordomo este tiempo. Necesito
otro. Necesito que estés a mi lado hijo. No me dejen sola… ¡Fausto! ¿Dónde estás?

Aparece Ramón, nuestro querido Boliparaguayo de Mediática. Cada tanto se desorbita,


recordemos que tiene un Alien adentro.

Ramón, el Boliparaguayo:
Zulma. Eras tú. Eras tú finalmente, humana mía. Si, sis.

Zulma:
Ramón. Mi Boliparaguayo, viniste ¡¡Viniste!!

Ramón, el Boliparaguayo:
Sis, sis. No sabía quién se comunicaba, quien establecía contacto, luego de tantos años.
Este mensaje tuyo, pidiéndome estar acá a esta hora. Qué raro. Yo estoy un tanto cambiado,
Zulmitas. Una parte de mí es oscura desde hace unos veinte años.

Zulma:
¡Ay, Ramón! Siempre fuiste un tanto oscuro. Negro. Negrito. Morochón. No te hagas el de
raza blanca.

Ramón, el Boliparaguayo:
Eso. Justamente, Zulmitas. No pertenezco a tu raza.

Zulma:
Obvio que no, Boliviano negro mío. Todos hemos cambiado, Ramón. Cuando te conocí yo
era una lumpen de la Villa ¿te acuerdas? Ahora reviento en plata. Y vos… ibas y venias
con esos encargos que te daba el gobierno. Me dejaste sola, Ramón y yo nunca pude… Yo
nunca pude…

Ramón, el Boliparaguayo:
Tú nunca pudiste ¿qué, Zulmitas? Terrícola mía ¿qué pasa? Yo he cambiado mucho por
dentro. Algo me pasa aquí adentro. Peleo contra ello para que no salga. Por fuera soy un
simple Boliparaguayo errante. Me he dedicado a cuidar chacras en Centenario y Cipolletti.
No salgo mucho, porque allí aprendí a dominarme… a dominar esto que realmente soy por
dentro.

Zulma:
Calla, Boli, calla. Todos tenemos una fiera en nuestro interior. Todos debemos contralar a la
bestia pop, porque si la bestia se sale, si la bestia se sale, no quiero ni pensar lo que sería
249

este mundo. Si ya está hecho mierda así como esta, me imagino con todas la bestias sueltas.
¡Ay! Ya no sé ni lo que digo. A lo mejor es preferible que nos liberemos, que saquemos todo
lo de adentro…

Ramón, el Boliparaguayo:
No. No. Te puedo asegurar que mejor no…. ¿Para qué nos buscaste, Zulmitas? Yo estaba
bien bajo las sombras.

Zulma:
Boli. Hay algo que te quiero decir, algo que callé durante toda la saga… algo que me tiene
el pecho cerrado, hecho un nudo ciego.

Ramón, el Boliparaguayo:
¿Qué pasa? Dímelos.

Zulma:
Boli… Luego de nuestro affaire entre los cartones de la Villa. Luego de que tú me brincases
con esa fuerza alienígena, yo… yo… Di a luz a un hijo tuyo.

Ramón, el Boliparaguayo:
¿Qué? No, nos. Fuerzas oscuras. Vendrá el comando. Vendrá el comando. No puede ser.
No puede ser. Mi especie no debe reproducirse ¿es verdad?...

Zulma:
Si. Re verdad. Ya te reprodujiste de hecho. Fausto se llama, le puse el nombre del mendigo
que me ayudó a parir y bueno, le hice un tatuaje después de arrancarle los ojos al tatuador.
El nene anda por ahí, ya es mayor de edad. Tiene 24 y en un mes cumpliría los 25. Debutó
hace rato, maneja o manejaba negocios turbios y bue ¿te cuento más?

Ramón, el Boliparaguayo:
¿25? Apocalipsis Now. Si eso es así, en menos de un mes tengo que encontrarlo, antes que
nadie, debo ver a esas esporas. Ya florece la higuera. El falso profeta, el falso profeta. Tu
mundo está en peligro, Zulmitas.

Zulma:
Ay. Basta, boliviano, basta. ¡Qué fantasma te ponés! No me hables de peligros que venimos
cerrando una historia llena de pelotudeces y amenazas pajeras. Y yo también quiero cerrar,
Boli. Quiero cerrar acá alguna de las cagadas que me mande en la vida. Si te llamé no fue
para que abras otra línea argumental. No. Basta con eso. Te llamé porque necesito saber si
te interesa rehacer tu vida conmigo, Ramón. Soy millonaria, estoy podrida en guita, pero no
soy feliz. Ando buscando a Fausto, nuestro hijo y tengo otra hija que se volvió idiota y me
dejó… Mi mayordomo huyó con parte de mi dinero. No quiero cargar con todo esto sola.
No quiero ser la que se queda sola al final del cuento… ¿qué me dices, engendro humano?
Y ya que dijiste un mes… en un mes… ¿Te casarías conmigo?

Escena 13
250

William Jackson:
En exactamente un mes vas a estar listo, hidrocarburo loco. Que oportuno estuviste William
Jackson al quedarte con esta máquina criogenizadora del laboratorio de Sprinter. Ahora
puedes usarla para lograr lo que siempre has querido. Ni todo el dinero del mundo hubiese
bastado para cumplir con tu meta, William, con tu sueño… el más importante de todos.
Ahora apretamos el condensador de flujos por aquí, los cables de bujía, platino en
posición… si, ya está todo listo… de aquí a un mes… el milagro…hidrocarburo loco. ¿Oh,
qué es esto? ¿Una tarjeta de invitación? Oh un casamiento… tan típico de finales, que
lindo, se casa mi socia inversionista, Zulma Lobato. Es la oportunidad perfecta para probar
mi invento.

Marcha nupcial y cartel de ¡UN MES DESPUÉS!

Escena Final
El casamiento de Zulma, es en el 33, consuelo lo administra, habla con Zulma.

Consuelo:
Bueno Zulma, espero te guste la decoreishon que le mandé al puticlub. Esos que se están
acomodando acá son los Mongo Spaguetti, es una banda de la casa. Son muy putos. Ojala
que todo sea de tu agrado y el de tu marido boliviano.

Zulma:
Es boli-paraguayo

Consuelo:
Si, ese.

Zulma:
Gracias por todo, putaza amiga. Has tenido noticias de tu amiga, la otra puta… esa que
hablaba como si no fuese de acá.

Consuelo:
Es que no era de acá

Zulma:
Por eso

Consuelo:
¡Ehm! No… no sé nada…

Zulma:
Bueno espero no le haya pasado nada malo… porque estaba viendo en las noticias como
descuartizaban rehenes unos Narcos apostados ahí en la frontera de México. Las tenían
atadas ¿viste? Y había una muy parecida a tu amiga. Bueno pasaban ahí en el canal una
251

redada de balazos que se armó y ataron unas cuantas, hasta un grupo de guerrilla palestino
estaba en el quilombo, no si es tremendo… de ahí me traje a Oshira, una casera nueva que
tengo… Marisa iba para allá ¿no?

Consuelo:
Sí, pero espero…

Aparecen Lucho y Mirta en sillas de rueda

Zulma:
¡Lucho! ¡Mirta, hermana! ¡Qué bueno que vinieron! Y requeté muchísimas gracias Lucho
por haber aceptado ser mi padrino de bodas…

Lucho:
Como no iba a aceptar con tremendo fajo de billetes que me diste a cambio, para ser
padrino y para venir a tu boda, dime una cosa… ¿Los invitados están pagados también?

Zulma:
Más o menos ¿la señora de la Villa aceptó ser la madrina de mi marido?

Lucho:
Si. Por allá anda encontrándose con él.

Zulma:
Qué bueno. Mira lucho, les preparé un lugar especial a ustedes, ahí deje un espacio grande
para que entre la silla de mi hermana. ¡Que linda estas, hermana!

Mirta:
Gracias, hermana. Con la plata que me pagaste para oficiar de familia me compré estas
ruedas en mercado libre… Acero cromado ¿viste?

Zulma:
Si, un divor ese rodado

Mirta:
¿Y el morfi que tal? Acuérdate que traemos a los pibes, viene Beto Grannabo, La Señora de
la Villa. Les pagué a todos como pediste y estos están pasados de hambre (A lucho) ¿Dónde
están esos lavacoches?

Lucho:
Ya deben estar acá, mi presidenta. Tu hermana les dio tareas extras ¿Me conseguiste lo que
te pedí, Zulma? Recuerda que es por prescripción del médico de la salita.

Zulma:
Pero claro que sí, cuñado. Como no iba a conseguirlo. Todo tu menú es a base de tolueno
para que lo resistas y otras sustancias más, le aumentamos bastante la dosis. No queremos
252

que desacostumbres tu estómago. Pero pasen… pasen y acomódense en sus lugares, esta
por empezar la boda ¡Oshira! ¡Oshira! Acomode a mi familia…

Llega Beto Grannabo.

Beto Grannabo:
Señora, los invitados pagados que van a hacer de borrachos en esta ficción que usted ha
montado preguntan si ya pueden ir empinando el frasco y como para que hora quiere usted
el máximo de pedo.

Zulma:
Mm, no sé. Mire, manéjelo usted que para eso lo contrate como Güedding planer.

Beto Grannabo:
Así lo hare, señora.

Zulma:
¿Sabe una cosa, Grannabo?

Beto Grannabo:
No, señora.

Zulma:
Usted me recuerda mucho a un ex mayordomo que tuve…

Beto Grannabo:
¿Enserio?

Zulma:
Si ¿cómo se ve en ese papel?

Beto Grannabo:
Me veo perfecto, señora.

Zulma:
Mm, genial. Tengo el uniforme perfecto para usted. Enseguida se lo alcanzo.

El Chula aparece como atragantado con algo, detrás Vicentico. Están vestidos de gala
Lavacoche.

Vicentico:
¿Cómo que se te perdió el anillo, hermanito? La vieja rica nos pagó para que se lo
entreguemos en el altar y le llevemos la cola del vestido.

Chula:
Ay, Vicentico mío, me probé el anillo y lo tenía aquí en este dedo de mi manita, pero
después encontré escondidos por ahí unos canapés especiales que tenían el nombre de papá
253

Lucho, me tragué como unos 100 y me provocaron tantas sensaciones juntas que empecé a
chupetearme los dedos así… y me tragué… me los tragué… me tragué los anillos.

Vicentico:
Vamos a tener que sacar ese anillo de ahí como sea, hermano.

Chula:
¿Cómo sea?

Vicentico:
Si. Hay que meterte algo que lo haga salir de un chorro…

Pasa el tatuador ciego bebiendo algo.

Vicentico:
Eh usted, careta ¿Usted es tatuador? ¿Amigo de la novia o del novio?

El Tatuador:
Se podría decir que soy un viejo amigo de la novia y que le traje un regalo muy especial

Vicentico:
¿Que está tomando? Eso huele a los tanques de nafta de los autos a los que les pasamos el
trapo con mi hermanito chula

El Tatuador:
Ja. Diste en el clavo sujeto. Se ve que eres un poco inteligente… bah, se ve… no veo una
mierda… una vieja amiga me arranco los ojos.

Chula:
Los ojos arrancados… que buena historia… es como… es como

Vicentico:
Bueno no calienta… Mire tatuador… puede dejarme un poco de eso que está tomando así
se le convido a mi hermano… necesita bajar algo que se tragó

El Tatuador:
Pero como no… sírvete, nene.

El Chula bebe

Chula:
Gracias, suficiente.

El Tatuador:
Y miren lo que hago con el resto (lo arroja en los bordes del escenario) Miren… miren…
miren ustedes… porque yo no puedo, forros (Se va).
254

Chula:
Que señor tan amable. Me siento mejor hermano. Creo que en breve podré sacar el anillo.

Vicentico:
Espero que sea antes de la ceremonia.

Lucho:
Pendejos ¿Dónde mierda estaban? Empieza la ceremonia. Vamos. A laburar. Vamos, vamos.

Marcha Nupcial. Entran el Cura y todos los personajes. Chula se caga encima. Hablan y
se acomodan para la ceremonia.

El Cura:
Bueno. Bueno. En nombre de… Del padre… del supremo… del hijo… de… Amén.

Todos:
Amén.

El Cura:
Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de estor dos seres espaciales…

Zulma:
Especiales, viejo cura…

El Cura:
¡Ah! Sí, sí. Especiales…

Zulma:
Cura… ¿sabe qué? No la haga larga… vaya al hueso, venimos hace diez capítulos con esta
gilada quiero estar casada ya….

El Cura:
Como usted diga señora, para eso me paga… Aquí vamos… Zulma Villavicencio… ¿acepta
por esposo a Ramón El Boliparaguayo y prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso,
para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad, en esta saga o en otra historia,
hasta que la muerte los separe?

Zulma:
Si, obvio. Ya fue… acepto.

El Cura:
Ramón El Boliparaguayo… ¿acepta por esposa a Zulma Villavicencio y prometes serle fiel
en lo próspero y en lo adverso, para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad, en
esta saga o en otra historia, hasta que la muerte los separe?

Ramón está un poquitito poseído.


255

El Cura:
¿Ramón?... ¿Boli?

Ramón, el Boliparaguayo:
(Se recupera, un poco) Sis, sis, acepto.

El Cura:
Bueno. Entonces… los anillos… los anillos

Zulma:
(A Vicentico) Los anillos, pendejo.

Vicentico:
Ahí vienen

Chula:
Acá están. Los estaba lubricando un poco con esa pastita que tienen para que entraran
mejor en sus dedillos.

Se los colocan, están llenos de caquita.

El Cura:
Bueno, bueno. Habiéndose colocado las alianzas embadurnadas de esa pastita marrón, me
corresponde preguntar si alguien aquí tiene algo que decir… que hable ahora o calle para
siempre.

El Tatuador:
¡Sí! Yo.

Conmoción general.

El Cura:
Si ¿Quién es usted?… y diga no se quede ahí callado

El Tatuador:
Bueno… nada… quería desearle una feliz boda a la señora y decirle que me alegro de verla
y que quería estar presente este día luminoso para ella…

Zulma:
¿Quién es este, boli? Se me hace cara conocida pero no logro reconocerlo sin los ojos ¿es
amigo tuyo?

Ramón, el Boliparaguayo:
No. Nos.

El Cura:
Bueno… gracias, señor vendado ¿Algo más?
256

El Tatuador:
Si… ¿Alguien me convida fuego? Necesito encender algo

Beto Grannabo:
Si. Yo.

El Tatuador:
Gracias. Hasta nunca.

Todos:
Hasta Nunca.

El Cura:
Bueno, muy bien, muy bien. Sin otro particular, ni nada que nos interrumpa más
entonces… Los declaro marido y mujer… puede besar a la novia.

Música. Se besan… es un asco.

William Jackson:
¡Bravo! Bravo Zulma Lobato. Gringa Socia… este es el momento de darte tu regalo… Mira
lo que descongele con la maquina descriogenizadora del finado doctor Sprinter... Señoras y
señores… mi primo revive esta noche para regalarnos su mejor baile, chingui-chingui y
sobre todo regalárselo a la amiga inversionista Zulma Resort. Con ustedes… mi querido
pariente, el que me legó la fortuna de su rancho Neverland, el rey del pop… Michael
Jackson… ¿Qué es ese olor?

Entra el Michael Jackson nuestro. Todos aplauden… bailan Thriller, intentan seguir la
maravillosa coreo del Michael nuestro. Todo es estéticamente patético. Mientras bailan
hay unos bomberos que entran. Sale humo de algún lado. Algunos empiezan a avisar pero
no son tomados en cuenta. El boli paraguayo sufre a su Alien interno. Cortan la música…

Beto Grannabo:
Córtame la música… ¡Señora Zulma, Señora Zulma!

Zulma:
¿Qué querés? Chileno… ¿Qué querés?

Beto Grannabo:
Está que arde la cosa…

Zulma:
Si… Está buenísima… Así que no cortes la joda… boludo.

Beto Grannabo:
No señora, quiero decir que se está quemando todo (grita) corran weones, corran, se quema
el 33, se quema el 33…
257

Gritos infernales. Todos corren de un lado para otro. Se saquean lo que pueden. En eso los
Mongo Spaguetti empiezan a tocar la canción de Dineral. Los personajes van
transformando su corrida en saludo al público… y se suman a cantar con los Mongo.
Aparecen los personajes muertos y los que no estaban. Todos cantan la canción de
Dineral. Al terminar la letra de la canción, solo con la melodía… la verdadera Seba
Fanello lee el destino final de algunos personajes mientras ellos aparecen en primer
plano: Quezada, Marisa, La Doctora Gnomo, Anita Pichón, Sprinter… no de todos… Al
terminar de leer… los Mongo vuelven a tocar la parte más malambica de la canción. Todo
es una fiesta. Todo es un gran cierre. Saludo final. Fin de la saga.

Fin.
28 de septiembre de 2015
258

También podría gustarte