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Manuscritos

Iluminados
Texto: Tamara Woronowa y Andrej Sterligow
Traducción al español: Hernando Valencia Villa

Diseñado por:
Baseline Co Ltd
127-129A Nguyen Hue Boulevard
Fiditourist Building, 3rd Floor
District 1, Ho Chi Minh
Vietnam

© Confidential Concepts, Worldwide, USA


© Sirrocco, Londres, Reino Unido
(edición en español)

ISBN 978-1-78042-046-2

Ninguna fracción de esta publicación puede ser reproducida o


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lo largo del mundo. A menos que se especifique de manera
contraria, los derechos de reproducción sobre los trabajos
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El dorado de la iluminación y el brillo de sus colores no son el
resultado de una “ingenuidad medieval” sino el medio de creación de
otro mundo.

— André Malraux

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Avicena y el traductor de su obra,
representado por un monje (inicial del Libro 3)

Canon, Ibn Cina (Avicena), 1343


Pergamino, latín, 42 x 26 cm, Italia
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Cronología
Siglo XV antes de Cristo: Primeros manuscritos iluminados en papiros del antiguo Egipto.

Siglo II después de Cristo: Creación del código o libro encuadernado, que sólo sustituirá al rollo
de pergamino o papel en el siglo IV. El pergamino, más duradero por
estar elaborado con piel de animal, reemplazará al papiro.

Siglo VI: Primeros manuscritos iluminados en los códigos de los monasterios


occidentales.

Siglos VI a VIII: El arte insular (de las islas de Irlanda y Northumbria) se destaca por
la creatividad de sus Evangelios decorados, con diseños de plantas y
mosaicos. Los manuscritos merovingios de estilo lineal se inspiran en
el arte antiguo y bizantino para ilustrar libros de plegarias y
leccionarios. Los principales centros de producción son los
monasterios de Fleury, Tours (Valle del Loira), Luxeuil (Borgoña) y
Corbie (Picardía).

Siglo VIII: La obra del primer historiador británico Beda el Venerable (673-735),
intitulada Historia Ecclesiastica Gentis Anglorum, introduce por vez
primera una letra inicial historiada en un manuscrito.

Siglos VIII a X: El renacimiento carolingio establece los principios básicos del arte de
los manuscritos iluminados: la racionalización de la decoración (el
arte figurativo naturalista), visible en la letra mayúscula inicial y en
unas pocas miniaturas; y el enriquecimiento del material, con la
preparación del manuscrito con el fondo de color púrpura y la
decoración en oro y plata, como en El Evangelio Púrpura. La temática
de los códigos se extiende a los textos profanos, como los bestiarios.
El arte de la iluminación florece en la corte de Carlos el Calvo
(Sacramentario de Saint-Amand) y en otros lugares, como el Valle del
Rin, Tours, Rheims y Metz.

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Santo Tomás de Aquino enseña

Suma Teológica, Siglo XV


Pergamino, latín, 30 x 20.5 cm
Francia (¿París?)

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Siglo XIII: Los manuscritos iluminados franceses establecen las leyes del estilo
gótico para todo el mundo occidental: auténtico interés en las formas
arquitectónicas, colores brillantes (azul, rojo, blanco), búsqueda del
volumen y del movimiento (Salterio, 1218-1242), creación de
miniaturas de página entera. La ornamentación alcanza los
márgenes, que empiezan a poblarse de hiedra, figuras grotescas y
cómicas. La era de los monasterios empieza a declinar con el
advenimiento de los talleres urbanos dirigidos por laicos.

Siglo XIV: Refinamiento de las siluetas y elegancia de la escuela de París bajo la


dirección de Jean de Pucelle. Florecimiento del arte de los manuscritos
iluminados en Provenza y Cataluña, con fuerte influencia del gusto
oriental (Breviari d’amor). En Italia, los manuscritos iluminados de
Bolonia siguen las enseñanzas de Giotto: tintas de colores, detalles y
perspectiva (Historia de la guerra de Troya). Rigidez del estilo alemán
(Libro de ajedrez). Famosos artistas flamencos (como los hermanos
Limburg, Las muy ricas horas del Duque de Berry) son atraídos por el
patrocinio ilustrado de Carlos V, los duques de Borgoña, de Berry y
los príncipes de Valois.

Siglo XV: Inmersa en la Guerra de los Treinta Años, Francia pierde su dinamismo
creativo. Felipe el Bueno, duque de Borgoña, acoge a artistas franceses
como Simon Marmion, el presunto autor de las Crónicas de Francia de
Saint-Bertin, y artistas flamencos (Cronología universal). En Italia, la
iluminación se desarrolla con la difusión de las obras del humanismo
bajo el patrocinio de los Sforza y los Médicis (Cancionero de Petrarca).
En la corte del rey Renato en Nápoles, amante del arte y los principios
humanistas, hay agitación creativa. Jean Fouquet restaura el prestigio
de los manuscritos iluminados franceses en un lenguaje renacentista
(Libro de horas de Etienne Chevalier).

Siglo XVI: Con la difusión del libro impreso, decadencia de la producción de


manuscritos y del arte de la iluminación. Supervivencia de las
Instrucciones y Portulanas de Venecia. Las ilustraciones de los libros
ceden gradualmente su lugar a los principios de la pintura de caballete.

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C
ualquiera que haya tenido la suerte de sostener un
manuscrito medieval en sus manos ha sentido la
emoción del íntimo contacto con el pasado. Autores,
tanto famosos como anónimos, escribieron tratados
filosóficos, científicos y teológicos, y novelas de
caballerías y amor cortés. Los humanistas y los teólogos
tradujeron y comentaron la literatura clásica de la
antigüedad. Los viajeros escribieron descripciones de
sus increíbles viajes, y los cronistas registraron y
mantuvieron vivos los hechos históricos de su época
para las generaciones futuras.

San Jerónimo (frontispicio)

Epístolas de San Jerónimo


(Hieronymi Epistolae)
c. 700
Pergamino, latín, 20.9 x 15.2 cm
Francia (Corbie)

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Se puede imaginar a un escriba trabajando con
empeño en su taller, en la apacible y estrecha callejuela
de una ciudad medieval, o a un monje reproduciendo
con diligencia, una y otra vez, las palabras del Libro
Sagrado en el scriptorium de un monasterio.
Incluso en los raros casos en que un edificio
decorado con frescos ha sobrevivido sin haber sido
dañado y sin que sus murales hayan sido recubiertos al
vaivén de los gustos cambiantes, el colorido original de
la obra se ha alterado de manera sustancial por las
fluctuaciones de temperatura y los efectos atmosféricos.

Portada interior con inicial historiada


(probablemente el papa Gregorio el Grande)

Historia eclesiástica del pueblo inglés


(Historia Ecclesiastica Gentis Anglorum)
Beda el Venerable
746
Pergamino, latín, 27 x 19 cm
Northumbria

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El destino de las pinturas de caballete no es mucho
mejor: sus colores han cambiado como resultado de los
efectos de la luz y el aire, las pinceladas se agrietan y
caen o han sido recubiertas o “renovadas”. Los colores
de espléndidos tapetes también se han desvanecido,
mientras que los frágiles vitrales rara vez sobreviven a
los cataclismos históricos. Tan solo las miniaturas,
protegidas de la humedad, el aire, la luz y el polvo por
las tapas del libro, nos ofrecen los verdaderos e
inmutables colores de la pintura medieval.

Portada interior del Evangelio según San Juan


(En el principio)

Evangeliario
(Tetraevangelium)
finales del siglo VIII
Pergamino, latín, 34.5 x 24.5 cm
Northumbria

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La habilidad y el cuidado con los cuales se pintaron
las miniaturas explican también por qué han
permanecido en tan buena condición. Los monjes que
trabajaban en los scriptoria estaban inspirados por
una profunda veneración de los textos de los cuales se
ocupaban. Los maestros laicos estaban motivados por
el prestigio de su taller pues los nuevos encargos
dependían de la perfección de su técnica.

Tabla de cánones

Evangeliario
(Tetraevangelium)
finales del siglo VIII
Pergamino, latín, 34.5 x 24.5 cm
Northumbria

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Encargados por la aristocracia, el clero o la creciente
burguesía financiera y mercantil, los manuscritos
iluminados se convirtieron en artículos de lujo cuya
exquisita elaboración y cuyos costosos materiales los
hacían tan valiosos como joyas preciosas.
Los manuscritos iluminados estaban destinados
principalmente a la élite social. El analfabetismo y
el elevado costo de los libros escritos a mano
limitaban el número de personas a las cuales podía
dirigirse el artista.

Mateo el evangelista

Evangeliario
(Tetraevangelium)
siglo IX
Pergamino, latín, 31.8 x 27.5 cm
Francia

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Este carácter exclusivo de los manuscritos
iluminados, empero, no los convirtió en objetos
anticuados. Cuando la producción de manuscritos
cambió en el siglo XIII y pasó de los monasterios a los
talleres urbanos, fue allí donde aparecieron los
descubrimientos artísticos de gran impacto. El nuevo
idioma del arte, es decir, el tratamiento del espacio, la
presentación del volumen y del movimiento, surgió en
gran medida de los estudios de los iluminadores. La
función ilustrativa de las miniaturas se explica por su
naturaleza narrativa y detallada, y hace que sus
autores aspiren no sólo a la representación del espacio
sino también a la del paso del tiempo.

Marcos el evangelista

Evangeliario, llamado el Evangelio Púrpura


(Tetraevangelium)
tercer cuarto del siglo IX
Pergamino, latín, 28.5 x 19.5 cm
Francia

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“La pintura francesa antigua”, ha escrito la crítica
Greta Ring, “es más audaz sobre pergamino que
sobre madera”.
Las miniaturas también jugaron un papel
significativo en la aparición de los nuevos géneros, y
en especial de la pintura de paisajes y retratos. Esto
no resulta sorprendente si se tiene en cuenta la
libertad en el tratamiento del objeto y la amplia
variedad de temas en la iluminación comparada con
la pintura de caballete.

Portada del Canon de la Misa

Sacramentario
(Sacramentarium Gregorianum)
siglo IX o X
Pergamino, latín, 27 x 20.5 cm
Francia (Saint-Amand)

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No puede dejar de admirarse la audacia, la
energía creativa y la inventiva de los miniaturistas
que impulsaron el desarrollo del arte a pesar de las
rígidas limitaciones de la tradición. De modo
gradual, introdujeron nuevos elementos en el dibujo,
en el color y en la composición, y ampliaron la
perspectiva de las escenas, los objetos y los motivos
decorativos con el uso creciente de sus observaciones
de la vida real. Cuando se pondera el papel de los
manuscritos iluminados en la historia del arte,

Portada del Canon de la Misa

Sacramentario
(Sacramentarium Gregorianum)
siglo IX o X
Pergamino, latín, 27 x 20.5 cm
Francia (Saint-Amand)

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no debe olvidarse que un libro ilustrado, como muchas
obras de las artes aplicadas, podía ser fácilmente
transportado de un lugar a otro. Al contraer
matrimonio, las princesas se llevaban las obras de los
más famosos miniaturistas de sus países. Los nobles
que se establecían en nuevas tierras heredaban libros
ilustrados y los campeones en los torneos los recibían
como trofeos. Los manuscritos iluminados circulaban
por toda Europa e introducían nuevos gustos, nuevas
ideas y nuevos estilos.

Primera tabla de cánones

Evangeliario
(Tetraevangelium)
siglo X
Pergamino, 29.7 x 22.5 cm
Francia (Tours)

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No cabe duda que la influencia del arte parisino en
muchos países, durante la segunda mitad del siglo XIV
y la primera mitad del siglo XV, puede ser atribuida a
la difusión de los manuscritos iluminados.
Pueden señalarse vínculos estrechos y mutuamente
enriquecedores entre el arte de la iluminación y la
pintura de caballete y la escultura. Los manuscritos
sirvieron como fuente de temas, imágenes e
iconografía para el desarrollo de la escultura
decorativa de las catedrales románicas y góticas.

Adán nombra a los animales

Bestiario
(Bestiarum)
finales del siglo XII
Pergamino, latín, 29 x 14.5 cm
Inglaterra

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