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Discurso de Pedro Cruz de Jóvenes por Guatemala en la

Feria de ¨Tengo Algo Que Dar¨


En los últimos años nos hemos podido dar cuenta como la sociedad Guatemalteca continua
siendo una sociedad fragmentada. Con mucha facilidad se forman grupos alrededor de
ideales, aficiones, visiones e intereses, y con la misma facilidad otros muchos grupos se
confrontan al no compartir la manera de ver la historia, de valorar las coyunturas, de
enfrentar las dificultades, de resolver los problemas. Al analizar rápidamente podemos
darnos cuenta fácilmente que cuando se violenta nuestra sociedad, se favorecen
desencuentros, se dificulta el diálogo y se impiden los consensos. Por lo tanto se genera
una polarización social lo cual hace que se dificulte cada vez más la gobernabilidad.

La creación de canales de participación ciudadana en los países como el nuestro en vías de


desarrollo es sumamente importante, ya que esta acción busca involucrar a toda la sociedad,
escuchar la opinión de todos los sectores del país, la toma de iniciativas, la apertura al
diálogo y fomentar el trabajo en conjunto para la resolución de problemas y la búsqueda de
soluciones.

Es importante reconocer que la participación social y el empoderamiento ciudadano está a


cargo de los organismos locales, autónomos y estatales, ya que estos fomentan y facilitan
los mecanismos de participación, sin embargo es responsabilidad de cada uno de nosotros
de involucrarnos y tener acceso a las decisiones públicas del país, a ejercer nuestra opinión
de forma independiente y a participar de forma individual ó colectiva en dichos espacios o
crear nuevos espacios para nuestra participación.

La ciudadanía debe de involucrarse y darle seguimiento a las acciones de quienes como


autoridades ejercen la administración pública en este país. El fácil acceso a la información a
través de los medios masivos de comunicación y las redes sociales de hoy en día, permite
que los ciudadanos se informen de los errores, excesos, abusos, atropellos, irregularidades y
hasta delitos cometidos por las autoridades.

A mi criterio existen 4 tipos de participación ciudadana en Guatemala. Y quisiera


compartírselos y invitarlos a reflexionar sobre el tipo de participación a la que les gustaría
formar parte:

– Participación delegada. La ciudadanía está acostumbrada a quejarse, a reivindicar, pero


no a participar. “Que otros lo hagan” Es Importante tomar conciencia de que somos una
gota de agua en un océano, y que eso tiene la importancia que tiene, ni más ni menos.

– Participación asistencialista. Se parte normalmente de la mentalidad de que existen


personas con problemas a las que hay que dar respuesta inmediata.
– Participación virtual. Lo virtual hoy más que nunca, gana a lo real. En asuntos de
solidaridad, más que tramas organizadas y con presencia efectiva, contamos con una
sociedad civil virtual compuesta por ciudadanos conmovidos, pero estáticos que se
movilizan solo en las redes sociales.

-Participación activa: debe ser, por naturaleza, generadora de progreso, productiva,


consumidora y gestora de desarrollo. Tiene propuesta, hay espacio de participación para
todos y todos generando ideas lideran a la acción.

No podemos esconder que Guatemala es un país en donde la masificación de la


participación ciudadana se ha reducido a participar en los procesos electorales. La
aportación y el empoderamiento ciudadano, para que se consolide supone un estilo de vida
que se cultiva desde la propia familia y actitudes en donde se rompa el ciclo de la
indiferencia

El 21 de enero del 2012, se llevo a cabo la denominada Subida x la Vida en el volcán de


Agua organizada por la iniciativa Rompe El Ciclo liderada por Jóvenes por Guatemala con
las ansias de hacer algo diferente y poderoso para llamar a la participación ciudad. Esta
actividad buscó llamar la atención de miles de guatemaltecos ante la problemática de la
violencia intrafamiliar, promoviendo la unión entre personas individuales, la iniciativa
privada, sociedad civil, gobierno y cuerpo diplomático, haciendo un llamado contundente:
ENSEÑA AMOR Y NO VIOLENCIA. La convocatoria iba dirigida para un número de 10,
000 personas y el número de participantes llego a más de 18,000. Esto nos demuestro que
los guatemaltecos si estamos interesados en generar procesos transformadores para el país.
Y que uniéndonos los diferentes sectores como los que veo hoy aquí podemos generar un
cambio a través de esta dicha participación ciudadana.

El 28 y 29 de abril pudimos ver en la actividad “Tengo Algo Que Dar” liderada por la
iniciativa Despertemos 2012 como alrededor de 6 mil guatemaltecos pudieron compartir
una noche con las familias de las comunidades que viven con los más altos índices de
desnutrición crónica en el país. Demostrando una vez más el deseo de ser parte de las
soluciones y acciones concretas para mejor Guatemala.

Por último, me gustaría concluir con la siguiente reflexión:

Fortalecer el empoderamiento ciudadano es, por lo tanto, asumir un compromiso social y


político en donde se promueva la transformación de un país en busca de una vida digna
para todos. En donde queda demostrado que si nos unimos y trabajamos todos juntos con la
participación de los guatemaltecos lograremos el cambio y no se vale quedarse sentado con
los brazos cruzados
El país en donde decir “Derechos Humanos” es detonar un discurso
de odio

Los Derechos Humanos son esenciales y los garantiza la Constitución. Sin embargo, en
Guatemala lo convirtieron en una mala palabra y a los activistas que los defienden se les
acusa de ser aliados de delincuentes. De esa manera, a pesar de abogar por toda la sociedad,
ellos son los que están en la mira de la violencia y del discurso de odio.

Una labor incomprendida


En agosto de 2018, dos mujeres agentes de la Policía Nacional Civil se enfrentaron a
balazos contra un grupo de delincuentes. Todo quedó grabado en video y la mayoría de
medios de comunicación digitales lo publicaron. En los comentarios en redes sociales se
leían halagos para las agentes, pero también un mensaje muy repetido:

—Ojalá que los Derechos Humanos no se las lleven presas, porque ellos defienden a los
delincuentes.

Esa idea tergiversada sobre el trabajo de los defensores de derechos humanos se repite a
diario; es una idea equivocada y carece de todo sentido y veracidad. Primero, ni el
Procurador de Derechos Humanos, ni las organizaciones que defienden estos derechos
pueden capturar o llevar a la cárcel a alguien.

Sin embargo, la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) sí vela por los derechos de
todos los ciudadanos, incluso, los que quebrantaron la ley. Esto quiere decir, que velarán
porque cualquier persona que llegue a la cárcel enfrente un proceso legal justo y que no
sean torturados.

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