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JOIE

(la alegría)
el enriquecimiento de las relaciones humanas

William C. Schutz

Prefacio de A. A. Schützenberger

A Laurie, Caleb, Ethan — pura alegría


... bueno, la mayoría del tiempo.

(Traducción del frances de Ernesto y Marie Jefferson)


Joy

2
PREFACIO
Se asocia el nombre de Bill Schutz, o más bien de Will Schutz, como prefiere
que le llamen desde hace poco, a la creación y a la difusión de grupos de encuentro, así
como a la celebridad del Instituto Esalen de California, meca de las “nuevas técnicas de
grupo”, de la expresión total del ser humano por intercambio verbal y no verbal, de la
satisfacción de necesidades profundas del hombre, de la consciencia corporal y de los
diversos ejercicios que facilitan los intercambios.
En una veintena de años Bill Schutz pasó de la vida universitaria y de la
investigación científica (Chicago 1952-53, Harward 1954-58, Berkeley), con una
pequeña participación en la formación de adultos considerados normales, a una vida de
gran publicidad, consagrada al desarrollo del individuo, en el islote cultural que es la
comunidad de Esalen con sus fuentes termales y sus árboles secuollas seculares.
Después de su doctorado en psicología por la Universidad de California en los
Ángeles, Schutz, se vio fascinado por los filósofos científicos Hans Reichenbach y
Abraham Kaplan. Se formó en un grupo de sensibilización en relaciones humanas (en
un grupo de los llamados Grupo-T) en el National Training Laboratory in Group
Development de Bethel, donde su dinamismo optimista llama la atención. Realiza
investigaciones fundamentales sobre la comunicación verbal y no verbal, conoce a
psicodramatistas, trabaja la expresión corporal con Ida Rolf y Moshe Feldenkrais, los
ejercicios con John y Joyce Weir, Hannah Weiner y Charlotte Selver ; intercambia con
Allan Watts, el filósofo orientalista inglés, con Fritz Perls, padre de la Gestalterapia, con
Abraham Maslow, uno de los fundadores de la psicología humanista, con Alexander
Lowen, creador del análisis bioenergético ; discute con Moreno y descubre que sus
“descubrimientos” le eran merecidamente debidos.
Este libro (uno de los best-sellers americanos del año 1.967) y su película sobre
los grupos y el despertar de la consciencia corporal (Here comes everybody “Aquí llega
todo el mundo”) mostrado en el festival de Cannes de 1.972, han hecho de él un monitor
de grupo excepcional y un cabecilla de una cierta contracultura, o “cultura del
encuentro”, propugnando la alegría de vivir y la manera de llegar a ella.
Schutz utiliza tanto su experiencia de persona como la de psicólogo y declara
que es a partir de una reflexión de su hija entonces muy pequeña : “people need
people” (“la gente necesita a la gente para sentir el placer de estar juntos”), que su
concepción del ser humano y de sus necesidades han cambiado.
Para Schutz, las necesidades fundamentales del hombre, una vez asegurados el
alimento y el abrigo, son la pertenencia a un grupo (la inclusión), el control de la
situación en la que se encuentra (ligada a la variable dominación - sumisión), y el pleno
desarrollo de su vida afectiva (el afecto). Para descubrir estas necesidades
fundamentales, realizó en 1.952 un cuestionario de interacción, el F.I.R.O.,
determinando las orientaciones de las relaciones fundamentales interpersonales. A
partir de este cuestionario, intentó formar grupos de tal manera que cada cual pudiera
encontrarse en él a gusto para hablar, y sobre todo buscó con otros especialistas
ejercicios y puestas en escena (agrupados en este libro) que permitieran a los más
tímidos salir de sí mismos y a los menos dotados socialmente hablando, aprender las
habilidades necesarias para encontrarse bien dentro de su propio pellejo y tener buenas
relaciones con los otros y consigo mismo.

Anne Ancelin Schützenberger, Esalen, agosto 1.972 – Niza, diciembre 1.973.


Prologo

PROLOGO

Todo comenzó, me parece, con el nacimiento de Ethan. La idea de un libro


sobre la alegría me perseguía desde hacía algún tiempo, pero eso fue el elemento
cristalizador. Ethan salió por vía natural, según el método Lamaze1, ante mis ojos. Lo vi
venir al mundo, le dieron la vuelta, lloró un poco, se detuvo, lo secaron, lo envolvieron
y me lo pusieron en los brazos.
Lo observé ; estaba muy calmado y muy curioso. Extendido en una inmovilidad
perfecta, se concentraba en el “zumbido confuso, que se estaba desarrollando”,
visiblemente encantado. Lo tuvimos así durante una hora, estaba caliente, confiado,
apacible. Me encontré a mí mismo intentando explicarle lo que le esperaba y él me
escuchaba con atención. No podía sino pensar que era quizás el momento más grande de
su vida. ¡Qué comienzo, el de dar alegría a sus padres !
La alegría continua. Cuando Ethan sonríe, cada uno de sus poros sonríe, hasta
sus dedos gordos del pie. Cuando está triste, lo es desde una punta hasta la otra. Si se
interesa por alguna cosa nueva, no existe nada más aparte de él y del objeto. Lo toca, lo
saborea, lo huele, lo coloca entre las cosas, lo da a las personas, lo recoge, lo mira de
cerca y desde lejos. Esta concentración total es un maravilloso espectáculo.
Ahora, en el transcurso de sus quince primeros meses, su placer es ante todo de
orden físico : se le tira al aire, se desliza desde lo alto de la nevera para caer en los
brazos de su padre, se le hace cosquillas y se le abraza fuertemente, se le mordisquea las
mejillas, las nalgas, se le acaricia el rostro, él frota su mejilla contra la de los demás ... él
también toca. Es difícil resistirse a la sensación causada por este pequeño dedo que va,
explorando mis dientes hasta lo más profundo de mi boca, guardando sobre su rostro
este aire curioso y determinado.
Y esto continúa. Es gozoso y da alegría. Cada mañana, se despierta, ávido de
una nueva aventura. Hoy será quizás un trozo de cuerda, la cadena de la cisterna, el
teléfono, la batería de cocina, o — pero eso es más raro — un nuevo juguete.
Ethan es la alegría. Disfruta de todo su ser, de la menor parcela de su vida. Da
alegría a todos aquellos que se le aproximan. Su alegría es contagiosa.
Pero, ¿se transformará la alegría de Ethan como nos ha sucedido a cada uno de
nosotros ? ¿En qué se transformará en el futuro ? En cada uno de nosotros la alegría
termina por secarse, es falseada , desviada. El sentimiento de culpabilidad y el temor la
hacen huir. La alegría de Ethan se extingue poco a poco y ya no volverá jamás por
completo.
Nosotros podemos, quizás, reconquistar un poco de esta alegría, re encontrar
algunos de estos placeres corporales, y compartir de nuevo con otros el gozo, como en
otros tiempos. Tal es el fin, la meta de esta obra que se esfuerza por trazar una vía en
esta dirección, presentando un cierto número de pensamientos y de métodos para
acceder a más alegría. Se trata de suministrar una estructura con diversos enfoques de
acercamiento al placer y al desarrollo del potencial humano. Estos métodos han salido
de la psicoterapia (“cómo convertir a las personas enfermas en personas sanas”) ; de una
cierta experiencia en las relaciones humanas (“cómo hacer para que las personas sanas

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Joy

sean todavía más sanas”) ; de las artes, de la danza y sobre todo del teatro ; de la
religión y de la filosofía orientales ; y, por último, de la filosofía existencial. Estoy
plenamente convencido de que ha llegado el momento de presentar al gran público la
mayoría de estos métodos. Nosotros, a menudo, nos reservamos los métodos para el uso
en la psicoterapia ; sin embargo, estos podrían ser utilizados en la vida corriente sin que
fuera necesario pasar por el despacho o el control de un especialista.
La dificultad de este proceder se encuentra en la honestidad y la franqueza. A
primera vista esto nos puede parecer sencillo. No lo es. Formar a la gente para que se
muestre franca, sin desvíos, a expresar sus sentimientos con toda honestidad, presenta
muchas dificultades y muchos riesgos — pero aporta a cambio auténticas satisfacciones.
La franqueza permite intensificar y enriquecer las relaciones entre los individuos, y,
gracias a ella, se expresan sentimientos de cordialidad y de intimidad tales, que se
encuentran raramente en el transcurso de nuestras experiencias. La descripción de estos
métodos os hará comprender toda la importancia de un intercambio honesto para llegar
al pleno desarrollo del potencial humano y del placer. En muchos aspectos este proceder
va en contra de nuestra cultura. Tenemos todo un abanico de palabras para mostrar la
hipocresía : tacto, diplomacia, discreción — tantos conceptos que ocupan un lugar
predominante en la vida pública y que no se discuten generalmente. Esto conduce, a
veces, a fracasos espectaculares, ilustrados por ejemplo por la noción de “umbral de
credibilidad” que mina actualmente a la administración política, y que ha conducido,
por otra parte, a que la juventud reivindique el que “se llame a las cosas por su nombre”.
Yo afirmo, por mi parte, que una mayor franqueza y una mayor sinceridad engendran
más alegría para todos. Los métodos presentados en esta obra tienen un objetivo
práctico, se niegan a acomodarse en las palabras. En ese sentido se distinguen de las
psicoterapias más tradicionales, pero me parece que dan lugar a varias cuestiones
importantes para la psicoterapia tradicional. Hablar puede eventualmente ayudar a la
comprensión intelectual de una experiencia personal. Pero esto peca a menudo de falta
de eficacia cuando se trata de ayudar a alguien a vivir una experiencia — a sentirla.
Parece que el recurso conjugado de la expresión verbal y no verbal abren mayores
perspectivas al desarrollo humano.
Se puede establecer una cierta relación entre el interés actual por el LSD y otras
drogas psicodélicas y las técnicas de la alegría. Los objetivos son del mismo orden :
tener la experiencia de una vida más profunda. Llegar a eso sin ayuda de drogas, tal es
la finalidad de los métodos de la alegría. No sé personalmente hasta dónde va la
similitud entre estas experiencias, pero sé, por algunas personas que han probado una y
otra, que existen entre ellas ciertas similitudes llamativas.
Ahora algunas advertencias. Las experiencias descritas aquí no deben en ningún
caso ser consideradas como panaceas. Los ejemplos ilustran a menudo éxitos
destacables e intentan ser tan reales como es posible. Pero los que se citan, a menudo
aluden a los casos que han tenido más éxito. En ciertas circunstancias esta técnica sólo
ha tenido resultados de interés menor.
El echo mismo de que no haya más que un único método aplicable a todos los
individuos subraya la necesidad de una multiplicidad de métodos. Cada cual se
apropiaría de más posibilidades si pudiera descubrir, elegir y experimentar, en un largo
muestrario de métodos, los que valen para él. De hecho, cada individuo se encuentra en
un punto diferente de su desarrollo psicológico. Para una persona determinada, un
proceso determinado puede corresponder exactamente a lo que necesita para entraren
una nueva fase de su vida. Para otra, eso mismo puede que no sea más que el comienzo

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Prologo

de una serie de sucesos que deberán ser seguidos inmediatamente de otras experiencias
similares. Hay que mostrarse prudente con ciertos procesos técnicos. Sería deseable que
los consejos que se señalan en cada momento, fueran respetados a fin de obtener los
mejores resultados.
El porvenir es apasionante. La persecución del placer es apasionante. Es el
momento de ponerse a ello. La cultura ya está alcanzando a Ethan que parece comenzar
a sentir la culpabilidad y el miedo.

Soñar el sueño imposible


vencer al enemigo invencible
soportar la insoportable pena
correr a donde el valiente no se atreve a ir
reparar la irreparable injusticia
amar, puro y casto, desde lejos
intentar cuando los brazos están cansados
llegar a la inaccesible estrella
tal es mi camino...

Don Quijote de la Mancha

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1. LA BUSQUEDA

Si existe una única verdad aplicable a todos los individuos sin excepción, esta
debe ser la de no haber alcanzado todo el potencial del que se dispone. Las capacidades
latentes, los talentos ocultos y las aptitudes no reveladas al placer y a la perfección son
legión. Esta fatalidad universal tiene fuertes consecuencias. Los observadores a menudo
hacen alusión al potencial humano como a nuestro mayor recurso natural inutilizado. El
aumento del tiempo de ocio subraya toda la importancia de este potencial no utilizado.
Y lo más grave de todo, sin duda, es que esto nos roba el placer y la alegría de vivir —
impidiéndonos “alcanzar la inaccesible estrella”.
La alegría es el tema de este libro. Las teorías y los métodos que presenta tienen
como fin el gozo. El gozo es lo que se siente cuando se permite al potencial realizarse.
El hecho de realizarse da al individuo la impresión de que puede afrontar su medio
ambiente : vuelve a tener confianza en sí mismo porque se siente amable, competente,
interesante, capaz de afrontar las situaciones que se le presentan, presto a utilizar sus
propias capacidades integralmente, libre, en fin, de expresar sus sentimientos. La alegría
exige un cuerpo pleno de vida, el estar a gusto consigo mismo, relaciones fecundas y
satisfactorias con los demás y éxito en las relaciones sociales.
Toda clase de obstáculos se oponen a la realización de este potencial. Los
métodos en los que reposa la organización de las instituciones sociales asfixian toda
creatividad e imponen la mediocridad. La sociedad parece dar más importancia a las
relaciones marcadas por la hipocresía y la superficialidad, que lejos de ser fuente de
felicidad para los individuos, estos se ven obligados a tolerarlas. Los principios de la
educación, el comportamiento sexual, muchos de los dogmas religiosos, la aptitud hacia
el éxito material, la confusión entre masculino y femenino ... , se aúnan para hacer más
difícil al individuo el hecho de aprender a conocerse, a amarse, a familiarizarse con sus
propios sentimientos y sus deseos, a fin de llegar a disponer de sí mismo con eficacia y
con alegría.
Nuestro cuerpo, igualmente, puede frenar el desarrollo de la alegría. Una mala
condición física, un traumatismo o problemas de orden emocional — somatizados en
problemas físicos, debilidades, malformaciones — limitan la posibilidad de un pleno
desarrollo. Cuando un cuerpo está dolorido, fatigado, aplastado e insensibilizado no
puede vivir sus experiencias intensamente, ni retener las sensaciones, elemento
necesario para el desarrollo máximo del individuo.
En el curso de las últimas décadas, muchas investigaciones han sido llevadas a
cabo para poner a punto métodos y teorías que permitieran desarrollar al potencial
humano. Todos estos investigadores no han llegado todavía a ponerse de acuerdo sobre
una única y misma forma de actuar, cada uno se consagra sin embargo a uno de los
aspectos esenciales del problema. De las organizaciones a las relaciones interpersonales,
pasando por la salud física y la creatividad, se explora en la investigación de medios
para desarrollar el potencial humano.
Las tentativas de aplicación de las diferentes técnicas siguen siendo pocas y, sin
embargo, considero que se hacen cada vez más necesarias. Una bonita tentativa en este
sentido apareció en un número de la revista Look sobre California (21 de junio de
1966). El autor intenta captar el movimiento de la potencialidad humana en su esencia,
basándose en su más alto nivel de actividad.
El presente ensayo tiene por ambición organizar, reunir y describir estas
diferentes técnicas.
Una filosofía se desprende de toda esta visión del potencial humano; se llama
honestidad y franqueza. Cualquier persona debe tener deseos de conocerse y de
hacerse conocer. Debe expresar sus sentimientos, explorarlos e inclinarse sobre esas
zonas condenadas desde hace mucho tiempo al sueño y probablemente dolorosas,
sabiendo bien que a la larga el dolor cederá su lugar a un basto potencial de alegría y de
creatividad. ¡Qué perspectiva tan espantosa y estimulante a la vez, que nos sumerge a
menudo en las peores angustias, pero que acaba generalmente en el encanto!
Antes de explorar las zonas concernientes al desarrollo total del potencial
humano, no carece de interés saber a qué se parece un hombre que ha llegado a este
estado. Lo llamaremos : “el hombre desarrollado”. ¿Cuáles son las diferentes presiones
que puede impedirle realizar su potencial? ¿Y en qué momento deben intervenir los
métodos para vencer la inhibiciones y facilitar el desarrollo del individuo? El hombre
es a la vez un animal biológico, psicológico y social, y su alegría emana de estas tres
fuentes.

UN ORGANISMO BIOLOGICO

Para comenzar, el hombre es un organismo biológico. Su estructura física es el


primer campo de contacto. Cuando un hombre se siente enfermo y débil, cuando le falta
energía y sus funciones vitales disminuyen, es poco probable que pueda dar el máximo
de sí mismo. Por consiguiente, la primera zona de “realización” se encuentra en la
estructura física. Desde el punto de vista corporal, la alegría no depende tanto de un
cuerpo atlético, sino más bien de un cuerpo cuyos movimientos estén bien coordinados,
que evoluciona con elegancia, sin tensiones inútiles. Un cuerpo con articulaciones
flexibles, con músculos armoniosos, con respiración profunda y cuya sangre fluya
vigorosamente. Un cuerpo en el que la digestión no represente problemas, el aparato
sexual esté en buen estado y en el que el sistema nervioso funcione normalmente.
Llamaremos a este nivel de aproximación : “El cuerpo” (capítulo 2).
La alegría depende igualmente del completo desarrollo de las funciones
personales. Se puede educar y entrenar las diferentes partes del cuerpo, ejercitarlas. Se
puede afinar los sentidos para distinguir mejor los olores, las imágenes ... Se puede
aumentar la fuerza y la resistencia de los músculos. Se puede despertar la apreciación y
la consciencia sensoriales de forma que se desarrolle la sensibilidad a las sensaciones
corporales y a los sucesos naturales. Se puede acrecentar el control motor, lo que
permitiría una mayor habilidad y una mejor coordinación de los movimientos y daría a
los talentos artísticos los medios de expresarse. Se puede desarrollar el sistema nervioso
con el estudio y la adquisición del saber y la experiencia. Se puede alimentar y llevar
hasta una plena expansión la reflexión lógica y la creatividad potencial. Se puede
desarrollar igualmente las funciones corporales que controlan las emociones. Tomar
consciencia de las emociones personales, expresar los sentimientos adecuadamente y las
relaciones entre estos y otras funciones como el pensamiento y la acción — todo esto se
puede aprender. Llamaremos a esta aproximación : “El funcionamiento personal”.
Llegados a este punto, nuestro hombre “desarrollado” está ya en posesión de un
cuerpo perfectamente armonioso ; lo ha desarrollado hasta en sus menores funciones. Si
quiere proseguir su desarrollo, debe tener intercambios con los demás para llegar a la
1.- La busqueda

alegría. Puesto que nuestra cultura es de tipo comunitaria, debe garantizar que los
intercambios humanos sean igualmente provechosos para todos. No es tarea pequeña
intentar describir las técnicas que permitirán establecer con éxito relaciones con los
demás ; muchos autores han propuesto soluciones a este problema. Por mi parte, vuelvo
al método que ya he expuesto en una anterior publicación2.
Según esta teoría, nuestra necesidad de los demás es de una triple naturaleza : la
inclusión, el control y el afecto. Nosotros llegamos a la alegría interpersonal cuando
somos capaces de establecer un equilibrio sutil y satisfactorio entre nosotros y los
demás en cada uno de esos tres apartados.
La integración se refiere a la necesidad de compañía y de soledad. Se trata de
tener suficientes contactos para poder evitar la soledad y para apreciar la presencia de
los demás, y por otra parte de gozar de una soledad suficiente para evitar el ahogo y
poder apreciar esta soledad. El hombre desarrollado se encuentra igualmente cómodo y
feliz que esté solo o en compañía. Sabe en qué medida y en qué momento una u otra son
necesarias para su equilibrio.
El control se refiere a la adquisición suficiente de influencia para poder
determinar los futuros sucesos dentro de los limites que cada uno juzga confortables.
Asimismo nos permitiría prescindir del control suplementario de manera que podamos
aprender de los demás, dejándonos guiar y ayudar. Eventualmente descargándonos de
una parte de nuestras responsabilidades. El hombre realmente desarrollado puede
igualmente guiar o ser guiado, según el caso, y sabe dónde se siente más cómodo.
En cuanto al afecto se trata de evitar perderse en laberintos emocionales (el no
poder establecer relaciones sin sentirse profundamente comprometido) ; pero se trata al
mismo tiempo de evitar caer en la situación inversa, con poco afecto, en una vida
apagada, estéril, desprovista de amor, de calor y de ternura, sin alguien a quien
confiarse. El hombre verdaderamente desarrollado es consciente de sus necesidades y
puede hacer frente tanto a situaciones en las que está profundamente involucrado, desde
el punto de vista emocional, como a situaciones de menor intensidad. De la misma
manera, como en los dos campos precedentes, puede dar y recibir en la alegría
sintiéndose cómodo. Llamaremos a esta aproximación del potencial humano : “Las
relaciones interpersonales” (capítulo 4).
El hombre desarrollado no está aún totalmente completo ; queda un último nivel
del que nos ocuparemos. Admitamos que ya está dotado, de ahora en adelante, de una
buena estructura corporal que funciona bien y que se comunica lo mejor posible con su
medio. Sin embargo, evoluciona en el seno de una sociedad en la que no puede
desarrollarse completamente sin su ayuda. Si la sociedad es represiva, el hombre no
podrá crecer. Si las instituciones sociales son destructivas, no podrá desarrollarse. Si se
encuentra asfixiado por su vida familiar, deshumanizado por el trabajo, humillado por
las leyes, si las normas sociales son intolerables, si la estrechez de espíritu y los
prejuicios se encuentran en la base del funcionamiento humano, he ahí que nuestro
hombre desarrollado se encontrará en otra gran dificultad. En el nivel de la
organización, la alegría se hace posible cuando la sociedad y la cultura ayudan y animan
a la realización del yo. Los métodos usados en este nivel de aproximación serán
llamados : “Las relaciones sociales” (capítulo 5).
Esta es nuestra estructura. La alegría se desarrolla gracias a los diferentes niveles
de la organización del cuerpo, al funcionamiento personal, a las relaciones
interpersonales y a las relaciones sociales. La alegría es lo que se siente cuando el ser
desarrolla su potencial sentimental, con libertad interior y franqueza, con plena

11
Joy

expresión del sí mismo, pudiendo realizar todo aquello de lo que es capaz y teniendo
intercambios satisfactorios con los demás y con la sociedad.

PARA ALCANZAR LA ALEGRÍA


¿Cómo se llega a la alegría? El esfuerzo más grande consiste desgraciadamente
en deshacer. El sentimiento de culpabilidad, la vergüenza, la molestia, el miedo al
castigo, el miedo al fracaso, el miedo al éxito, el miedo al juicio, todo esto debe
desaparecer. Hay que superar los obstáculos que nos impiden relajarnos. Hay que
transformar los comportamientos, pensamientos y sentimientos destructivos y
paralizantes. Hay que desarrollar y ejercitar las capacidades y las disposiciones. Esto
parece una tarea aplastante, pero existen razones para el optimismo. Muchos estudios se
han hecho y se están haciendo actualmente a todos los niveles. Las paginas siguientes
dan una presentación más detallada de estos diferentes niveles, describen ciertas de
estas técnicas absolutamente apasionantes, que se emplean actualmente para desarrollar
el potencial humano.
La mayor parte de estos métodos me han sido transmitidos por otras personas.
Tienen en común el hecho de que yo los haya experimentado, ya que cada uno de ellos
ha sido utilizado en el seno de mi propio trabajo con la gente. Los he encontrado
extraordinariamente eficaces. La mayoría de ellos pueden ser utilizados por personas no
profesionales que desean explorarse a sí mismas, explorar sus relaciones con los demás,
así como sus relaciones con la sociedad y su propia creatividad. Ciertos métodos, sin
embargo, exigen una competencia más profesional. En este caso lo mencionaremos.
La mayoría de los ejemplos que ilustran las técnicas descritas en este libro han
tenido lugar en grupos de encuentro3. Un grupo de encuentro está constituido
habitualmente entre seis y doce personas que se reúnen con la finalidad de progresar. En
general, los miembros del grupo no están “enfermos” a nivel emocional — “enfermos”
en el sentido de sufrir una psicosis o una neurosis grave. En cierta forma, las personas
que participan en nuestros grupos de encuentro son mayoritariamente individuos
normales o neuróticos que gozan de buena salud.
Un grupo de encuentro no tiene orden del día previo. La atención se centra de
echo sobre los sentimientos y los intercambio entre los miembros. El camino que lleva
al desarrollo personal parte de la exploración de los sentimientos en el interior del grupo
y se prosigue, no importa en que dirección, según los deseos de los miembros del
grupo. El mayor esfuerzo se dirige a lograr un ambiente de franqueza y de honestidad en
la comunicación. Se desarrolla, en general, un auténtico sentimiento de solidaridad y así
los miembros del grupo pueden pedirse ayuda los unos a los otros de forma muy
provechosa.
El animador posee normalmente un sólido bagaje universitario en Ciencias
Humanas y ha recibido una formación especial para dirigir grupos de encuentro. A
menudo tiene experiencia dirigiendo grupos terapéuticos (terapia de grupo). El rol del
animador es ayudar a los miembros del grupo a alcanzar sus objetivos de desarrollo por
cualquier medio. Puede guardar silencio, animar, provocar , instruir, ser incisivo,
revelar. Puede mostrarse tierno o agresivo, perspicaz o adoptar cualquier
comportamiento que él crea necesario para hacer progresar al grupo. El comportamiento
del animador varía mucho, naturalmente, en función de su personalidad. Yo he sido el
animador de las diferentes experiencias que se citarán a continuación. Las referencias a
“Bill”, y en un caso al “Dr. Schutz”, se refieren por lo tanto a mí.

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1.- La busqueda

Los grupos de encuentro son propuestos, a menudo, en el ámbito de un


laboratorio o de un taller, donde varios grupos funcionan simultáneamente, cada uno
con su propio animador. Esta organización permite actividades suplementarias como
intercambios entre grupos, y ayuda al mismo tiempo a crear un sentimiento de
comunidad que puede ser favorable. Estos talleres duran habitualmente una o dos
semanas. Ciertos ejemplos citados más adelante hacen a veces referencia al
“laboratorio” o al “taller”.
Los términos de “T-group”4 (Grupos T) y de “Grupo de Creatividad” se emplean
comúnmente para designar a esta clase de grupos. Generalmente, son sinónimos de
“Grupo de Encuentro”. En un momento determinado puede que se distinga el “T-
Group”, que es el término originalmente empleado por los National Training
Laboratories (Laboratorios internacionales de enseñanza). Se refiere a varias clases de
grupos diferentes, incluso aquellos que están especialmente orientados hacia las
dinámicas de organización, por ejemplo dentro de las empresas 5. El nombre de “Grupo
de Encuentro” está más extendido en la costa oeste de Estados Unidos (California) y
hace referencia principalmente a los grupos cuyo objetivo es el desarrollo individual.
Por otra parte, el término “Grupo de Creatividad” se emplea en los dos sentidos.
Se proponen Grupos de Encuentro en los lugares mencionados al pie de página6.
Nuestra búsqueda puede comenzar ya a nivel biológico elemental del cuerpo.

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2. EL CUERPO

Durante muchos años la reacción corporal ante los diversos estados emocionales
no fue entendida. Hoy en día goza de un reconocimiento más general y se utiliza para
fomentar el desarrollo del potencial humano. He aquí un descubrimiento
particularmente fascinante : la fertilidad de un lenguaje que describe estados de
comportamiento y estados emocionales traducidos, casi integralmente, en términos
pertenecientes al dominio del cuerpo y de sus funciones. Esta interpretación tiene un
impacto profundo en los métodos que tratan los estados emocionales. Se puede ayudar a
alguien a exteriorizarse y a reaccionar contra la impresión de encontrarse paralizado por
los demás, poniéndole, por ejemplo, en el interior de un círculo de personas y
pidiéndole que salga del círculo físicamente. En este caso el método descansa en la
impresión de inmovilización a nivel emocional traspasada a nivel de una inmovilización
física, lo que le permite a la persona romper los lazos que había creído indestructibles ...
pero estamos quemando etapas.
Las expresiones idiomáticas extendidas en los intercambios sociales prueban que
se reconoce, implícitamente, la relación estrecha que hay entre el campo físico y el
emocional. Los sentimientos y el comportamiento se expresan en cada parte del cuerpo,
en cada movimiento y en cada función corporal. He aquí algunas expresiones del
lenguaje corriente que aplican a los sentimientos y al comportamiento, términos
corporales.
perder la cabeza tener la espalda ancha
estar enfermo de la cabeza no tener cojones
tener dos caras tener un peso en el corazón
¡tener unos hígados...! gastar mucha bilis
por un pelo avanzar a codazos
estar hasta el moño necesitar un tirón de orejas
tener la lengua muy afilada sin corazón
quitarse una espina tragar quina
no tragar a alguien o a algo andar sobre huevos
con el sudor de la frente tener el corazón roto
tener el corazón caliente tener el corazón frío
apretar el culo tener nervio
estar con un pie en el estribo poner pies en polvorosa
no sacar los pies del plato meter la pata
tener sangre fría ser un bocazas
estar mano sobre mano ponerse manos a la obra
dar dolor de cabeza salir de los cojones
ser un coñazo ni verlo en pintura
ponerse los dientes largos comerlo con los ojos
tener escalofríos en la espalda poner los pelos de punta
poner el dedo en la llaga poner la mano encima
poner la mano en el fuego darse la mano
trabajar codo con codo a flor de piel
tenerlo bajo el pie ojo por ojo, diente por diente
encogerse de hombros rechinar de dientes
atragantarse con algo o alguien dar un paso en falso
encontrar la horma de tu zapato tener la cabeza sobre los hombros
tenerlo en la punta de la lengua dar el primer paso ...

En apoyo a esta idea, según la cual se manifiesta cotidianamente una relación


estrecha entre los estados físicos, mentales y emocionales, se encuentran un número
creciente de estudios teóricos.
Para la medicina psicosomática, los estados emocionales afectan al cuerpo de
una manera muy importante. Se ha visto recientemente propagarse una opinión inversa
según la cual la organización del cuerpo y la fisiología modifican los sentimientos —
teoría llamada “somatosíquica”. Las actitudes psicológicas modifican la posición del
cuerpo y su funcionamiento. Esta transformación del cuerpo tiene una importante
influencia en los sentimientos posteriores. En una obra teórica 7, en la cual expone una
técnica nueva, Ida Rolf se explica en estos términos :
“Cuando un individuo experimenta pasajeramente el miedo, el dolor o la cólera,
su cuerpo lo expresa generalmente con una actitud que el mundo entero reconoce como
la manifestación externa de esta emoción particular. Si persiste en esta manera de actuar
o si la repite frecuentemente, acabará formándose eso que se designa frecuentemente
con el nombre de “hábito anclado”. La organización muscular se fija. Desde el punto de
vista material, ciertos músculos se endurecen y se atrofian, otros son invadidos por el
tejido conjuntivo, por último, otros acaban siendo inmovilizados por la consolidación de
este tejido. Llegado a esta situación, la actitud física ya no varia. Esto es involuntario.
Se hace imposible operar un transformación fundamental a través del pensamiento o de
la sugestión mental. La adopción de una reacción física establece también un rito
emocional. Puesto que ya no es posible establecer una corriente energética libre a través
del cuerpo, la voz de la emoción subjetiva se hace cada vez más limitada y tiende a
restringirse en el interior de un campo bien determinado. Lo que el individuo siente a
partir de ese momento ya no es una emoción, una reacción a una situación inmediata,
puesto que vive, evoluciona y se encuentra contenido por completo en una actitud”.
Rolf da una descripción detallada de los desórdenes tanto físicos como
emocionales que pueden aparecer como consecuencia de un desequilibrio corporal :
“Al hombre cuya característica dominante es el miedo se le notará ciertamente
por la forma de llevar la cabeza, la manera de posicionar el cuello, los hombros y la caja
torácica. Su comportamiento defensivo, su falta de soltura, denotará una tensión tanto
física cómo psicológica. Puede haber desordenes de diferente naturaleza, como el
2.- El Cuerpo

originado por un desequilibrio entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático. El


equilibrio entre estos es indispensable para conservar una buena digestión ; las
tensiones y perturbaciones en la misma caja torácica pueden revelarse bajo forma de
asma o bajo la forma de un desarreglo de la función cardiaca normal.. Cuando la cabeza
se encuentra constantemente adelantada, se asiste a la aparición de un desplazamiento
anterior del cuello, que ya no será posible corregir ni por el efecto de la voluntad, ni por
un autoritario : “¡Levanta la cabeza!”. Los síntomas resultantes pueden variar : desde
simples dolores de cabeza hasta una hinchazón de las articulaciones superiores. Una
cierta cantidad de funciones viscerales pueden encontrarse también afectadas por el
estrangulamiento del nervio frénico”.

Ida Rolf prosigue demostrando que el equilibrio corporal puede encontrarse


igualmente perturbado por un traumatismo tanto físico como emocional ; por ejemplo,
los accidentes ocurridos durante el nacimiento o los ocurridos en la práctica del deporte.
Tales accidentes llevan a todo un conjunto de compensaciones corporales que pueden
originar deformaciones y limitaciones físicas o una impresión de debilidad o de
inestabilidad corporal, que a su vez se traducen en estados mentales y emocionales.
Pero, ¿a qué llamamos un cuerpo “normal”? ¿A qué se parece cuando funciona
correctamente? Ida Rolf tiene una concepción muy específica del resultado ideal que
quiere alcanzar gracias a su estudio fundamentado en la evolución humana, su
conocimiento de la anatomía y de la psicología, así como en su larga experiencia en la
manipulación corporal. Supone que el cuerpo alcanzaría los siguientes resultados :

El movimiento se haría con el mínimo esfuerzo, de tal manera que el cuerpo


utilizara un mínimo de energía.
El movimiento se podría iniciar en cualquier dirección con un máximo de
holgura y de velocidad.
El movimiento podría comenzarse en cualquier punto con un reajuste corporal
mínimo.
Su organización le permitiría la posición funcional más adecuada para los
órganos internos y para el sistema nervioso. Es decir que los órganos no estarían ni
comprimidos ni insuficientemente sostenidos.
Se efectuaría en las diferentes partes del cuerpo un “gasto” natural mínimo.

Si se alcanzan estos criterios el cuerpo puede durar más tiempo, disfrutar de una
mayor salud, moverse con más rapidez y armonía, reaccionar más rápidamente. Sus
impresiones pueden ser más exactas.
El psiquiatra Alexander Lowen, interesado en la integración de los estados
corporales y emocionales, afirma insistentemente que los trastornos funcionales del
espíritu se manifiestan a nivel del funcionamiento de la estructura corporal. Se
desprende de esta hipótesis que, aprendiendo a observar, se puede descubrir mucho
sobre un individuo. Lowen describe estas relaciones de una manera convincente8 :
“No existe trastorno del espíritu que no se manifieste en todos los niveles del
funcionamiento individual ... Considerando que nuestra personalidad se expresa a través
de cada acción y en cada una de nuestras actitudes, es posible determinar los rasgos del

17
Joy

carácter a partir de la escritura, de la forma de caminar de cada uno ... La actitud física
en el reposo o en el movimiento tiene una importancia esencial. No hay lengua tan clara
como la del cuerpo, para el que sabe leerla ... (Cada parte del cuerpo tiene su dificultad)
Los pies y las piernas son la base y sustento de la estructura del yo. Pero también tienen
otros roles. Es a través de nuestros pies y de nuestras piernas que permanecemos en
contacto con la única realidad de la vida que se mantiene inmutable, la tierra o el suelo.
Cuándo alguien tiene un fuerte sentido de la realidad, ¿no es verdad que decimos que
tiene los pies en la tierra? Por el contrario, estar en la luna denota una falta de contacto
con la realidad ...
La falta de contacto de los pies con el suelo está en relación con otro síntoma
bastante corriente, el miedo a caerse. Este síntoma se manifiesta bajo forma de sueños
en los que uno se cae, de miedo a las alturas (vértigo) y del miedo a enamorarse. En el
caso de una inseguridad fundada en la mitad inferior del cuerpo, el individuo se
compensa uniéndose a través de sus brazos y de sus ojos con la realidad objetiva.
Podemos preguntarnos por qué clasifico el miedo a enamorarse entre los síntomas de
inseguridad fundamental. La misma expresión "caer enamorado" permite unir este
fenómeno a los otros, pero sabemos igualmente que caer enamorado es una especie de
rendición del Ego. Todas las formas de angustia ante la caída traducen el temor del Ego
a perder el control.
Prestemos primero atención a la actitud del individuo. ¿Se mantiene derecho o
está con la espalda curvada? ... Cuando el peso del cuerpo reposa sobre los talones, su
equilibrio puede verse perturbado por un simple golpecito. Una vez más el lenguaje
cotidiano expresa muy bien esta situación. Se dice de estas personas que se caen
fácilmente. Este término cobra un tinte muy particular cuando se aplica a una mujer.
Tuve una paciente que se quejaba de una única cosa : no sabia resistirse a la agresividad
sexual de los hombres. Erguida de pie, se mantenía rígida sobre sus talones como un
bastón. Conozco otras expresiones que hacen también alusión a esta característica. Por
ejemplo, se dice también de estas chicas que tienen “los cascos ligeros”.
... Como elemento importante en la organización del cuerpo humano, una
debilidad en la columna vertebral se manifestará por alguna disfunción grave de la
personalidad. El individuo que se mantiene encogido no puede tener un Ego tan fuerte
como el que se mantiene derecho. Por otra parte, una columna vertebral recta da una
fuerza suplementaria y conserva su flexibilidad.
[La función respiratoria se sitúa también en el centro de este enfoque.] Nosotros
miramos si el pecho está dilatado y duro o distendido y flexible. Un pecho hinchado es
el resultado inevitable de un ser ególatra con su Ego hiperdesarrollado. Es la historia de
la rana de la fábula. Un pecho flexible, por el contrario, si bien denota una mayor
riqueza de sentimientos, no por eso es un signo absoluto de buena salud ... [¿Qué
buscamos? Una organización desprovista de toda tensión, en la cual los movimientos
respiratorios demuestran la unión entre el pecho, el diafragma y el abdomen en la
inspiración y la espiración.]
Si las piernas y la pelvis pueden ser una fuente de información sobre las
funciones sexuales, la posición y la movilidad de los hombros serán otra fuente de
información en cuanto a las funciones del Ego. Se pueden distinguir fácilmente varias
actitudes diferentes. Hombros contraídos, son la señal de una cólera interiorizada, el
individuo se retiene para no explotar. Los hombros levantados están en relación con el
miedo. Los hombros cuadrados expresan la actitud viril del “que sabe tomar sus

18
2.- El Cuerpo

responsabilidades”. Los hombros redondos nos recuerdan la idea de la carga de un saco,


la presión de una mano pesada.
... Hay personas, y no son pocas, que tienen la espalda ancha, las caderas
estrechas y las piernas finas, de aspecto débil. Se diría que toda su energía se concentra
en la parte superior de su cuerpo y que la parte inferior se ha quedado casi impotente.
Hemos constatado que, en general, cuando las piernas se musculan y el potencial sexual
aumenta, los hombros caen, el pecho se encoge y el centro de gravedad se desplaza
hacia abajo de manera apreciable ... Los músculos de la mitad superior del cuerpo no
tienen la tarea de propulsar y de sostener el cuerpo. Por consiguiente, deberían ser
flexibles, relajados y dispuestos a reaccionar rápidamente.
La forma de llevar la cabeza está directamente en relación con la calidad del Ego
y con su fuerza. Tenemos la costumbre de hablar de un cuello largo y “orgulloso” o de
un cuello de toro. Representan actitudes que nos son familiares. El estudio de la
expresión del rostro, como revelador de la personalidad, se sitúa en un terreno más
familiar ... Los ojos deberían ser los primeros en atraer nuestra atención ... Tiene que
haber una razón para que los llamemos “el espejo del alma”...
Ciertos ojos son brillantes, otros centelleantes como estrellas, otros son apagados
— y muchos están vacíos. La expresión cambia, evidentemente. Por eso sólo nos
interesa la mirada típica. Ciertas miradas son tristes, otras enojadas ; algunas son duras y
frías, otras tiernas y atrayentes.
Un rostro puede tomar dos expresiones contradictorias. La mirada puede parecer
débil y huidiza, mientras que la mandíbula se muestra fuerte y protuberante. En otros
casos se da lo inverso : una mandíbula débil y una mirada poderosa. Si los músculos de
la mandíbula están hiperdesarrollados se bloqueará la corriente de energía que fluye
hacia los ojos. La mandíbula es una estructura móvil que no deja de recordar la pelvis
por sus movimientos ... Todo un conjunto de expresiones dependen, en distinto grado,
de la posición de la mandíbula. Cuando sobresale un poco expresa determinación ; si
sobresale un poco más da al rostro una expresión de lucha y, cuando sobresale en
extremo, como en el caso de Musolini, significa, sin lugar a dudas, desconfianza ...
Las expresiones inconscientes son mucho más reveladoras. Están tan fijadas en
el comportamiento que se admiten como formando parte integral de la personalidad. Me
acuerdo de un profesor cuyas cejas levantadas grababan en su frente una expresión de
sorpresa inmutable. Nadie prestaba atención a esto y el profesor menos que nadie. Sin
embargo, cuando se alzan las cejas, el efecto de sorpresa y de asombro es
suficientemente fuerte e inmediato para que llame la atención. ¿Por qué el profesor no
se daba cuenta de esta expresión? Nos tenemos que rendir ante la evidencia de que una
expresión incrustada en los rasgos, ya no se nos hace consciente. Estas expresiones
acaban formando parte de nosotros mismos de tal manera que, como las viejas prendas,
ya no reaccionamos más que cuando nos faltan. Una expresión comúnmente admitida es
la del asco : se contraen hacia arriba las aletas de la nariz. Seguro que conocéis a
personas cuyo rostro expresa un sufrimiento perpetuo. ¿Sufren verdaderamente?
¡Evidentemente que sí! Un análisis profundo de su inconsciente revelaría que sus
expresiones son el reflejo de sentimientos reprimidos de asco, de sorpresa o de dolor”.

El objetivo de Lowen es destacar las relaciones específicas entre los estados


emocionales y sus manifestaciones físicas. Después de leer esta descripción,

19
Joy

cuidadosamente detallada, llaman la atención poderosamente su buen sentido y sus


implicaciones profundas.
Dentro de la lógica de este método, aunque se aplique a un campo muy
específico, podemos hablar del movimiento a favor del parto natural, particularmente el
método Lamaze. Esta técnica esta basada en el control del dolor. Esto se realiza
condicionando los pensamientos y los sentimientos de la madre. De esta forma, la
experiencia del nacimiento, que anteriormente se experimentaba como un basto dolor en
el cual la mujer luchaba contra su cuerpo, se encuentra trasformado en un momento de
éxtasis : la madre está en armonía con los movimientos naturales de su cuerpo, lo que, a
la vez, facilita su funcionamiento. Esto es un extraordinario ejemplo del trabajo que
puede realizar sobre la organización corporal para multiplicar la alegría.
Un cierto número de métodos y de técnicas se han ido desarrollando partiendo
de esta filosofía general que demuestra que existe una relación entre los pensamientos,
los sentimientos y el cuerpo. La técnica de Rolf (Rolfing) comienza por la manipulación
física del cuerpo con las manos y los codos para relajar y recolocar los músculos
contraídos, crónicamente tensos, así como las fascias musculares que los recubren.
Como resultado los músculos recobran su dimensión y su elasticidad. A continuación, el
método presta atención al establecimiento del movimiento en cada articulación para
alcanzar “la mutación permanente de la personalidad, tanto física como psicológica, que
no es otra cosa que la integración estructural”.
Otro método bastante similar, desarrollado en Europa, trabaja igualmente el
tejido conjuntivo para aliviar la tensión muscular. La manipulación física no tiene
efectos tan profundos, pero la técnica está basada en principios parecidos 9. La técnica de
Rolf, sin embargo, tiene como objetivo la integración del cuerpo, mientras que el masaje
de tejidos conjuntivos se propone aliviar la tensión.
El haber devuelto al cuerpo su estructura para que funcione perfectamente no es
suficiente para su funcionamiento eficaz. Si hay un bloqueo psicológico que impida un
mejor funcionamiento, las nuevas estructuras corporales disponibles permanecerán
adormecidas y volverán quizás, progresivamente, a un estado de no funcionamiento. Por
ejemplo, Una angustia relacionada con la función sexual puede haber provocado una
contracción y una tensión crónica en los músculos de la región genital ; por otra parte se
creará una acumulación de grasa alrededor de las caderas y la parte superior de los
muslos, así como una inmovilidad en las articulaciones pélvicas. El método Rolf puede
operar una transformación estructural que recolocará la zona pélvica, liberará las
articulaciones, relajará los músculos y permitirá una reducción de la grasa para que el
movimiento natural vuelva a ser posible en esta parte del cuerpo. Un alivio físico de este
tipo ayuda, a menudo, a luchar contra la angustia. Sin embargo, si persiste el
pensamiento de culpabilidad sexual, el mover la zona pélvica seguirá provocando
demasiada angustia. Por consiguiente, ésta permanecerá inmóvil, aunque tenga el
potencial de moverse con toda libertad. ¿De qué sirve tener un coche capaz de hacer 100
km/h si el conductor tiene miedo a ir a más de 50 km/h? La integración de las
emociones en la estructura física es indispensable para un cambio de larga duración.
La técnica terapéutica de Lowen implica la integración del trabajo corporal junto
a un trabajo analítico cuyo meta es la comprensión del intelecto. Supongamos que un
individuo haya experimentado una profunda hostilidad hacia sus padres y un violento
deseo de pegarlos. El miedo y la culpabilidad han impedido que su rabia pueda
expresarse abiertamente. Reteniéndose, surge una contracción de los músculos de los
hombros y los brazos, así como una rigidez en el cuello ; todo esto desembocará más

20
2.- El Cuerpo

tarde en una cabeza que cuelga, hombros redondeados, un derrame sinovial en la


articulación de los mismos o en artritis. El método de Lowen consiste en analizar
verbalmente los sentimientos de la persona en el transcurso de un esfuerzo físico, por
ejemplo, mientras golpea un colchón. Lowen pedirá a su paciente que grite una palabra
apropiada mientras experimenta sentimientos de cólera y expresa los mismos golpeando
con un cojín. Los sentimientos terminan apoderándose de la persona y la furia contenida
emerge a la superficie y el paciente golpea hasta que está exhausto. El material
importante de la infancia se vuelve de esta manera accesible para el análisis y permite la
relajación de los músculos de los hombros y del cuello por medio de algunos ejercicios
suplementarios. No solamente los nudos musculares han desaparecido, sino que,
supuestamente, las tensiones ya no constituirán una amenaza para la organización
corporal, puesto que el origen de las mismas ha sido abordado.
Todavía nadie ha intentado conjugar las técnicas Rolf y Lowen, sin embargo,
esta idea es muy atrayente. Esto brindaría a nuestro hombre ideal un organismo que
funcione libremente y una comprensión de sí mismo que le permitiera percibir toda
sensación física inapropiada. Una mayor comprensión lo guiaría hacia la toma de las
medidas necesarias para superar sus dificultades.
Lo que viene a continuación son algunas de las técnicas específicas diseñadas
para incidir en la organización corporal, con la finalidad de liberar el potencial humano.
Como ya hemos mencionado estos ejemplos forman parte de la experiencia personal del
autor con los diferentes grupos que ha dirigido. Eran grupos psicoterapéuticos con
pacientes hospitalizados o personas que se juntaban para encontrar soluciones a sus
problemas neuróticos o, más a menudo, grupos de encuentro.

LA RELAJACION FISICA

Cuándo : la manera de tenerse en pie de alguien da información a cerca de su


estado anímico, su pasado y su disponibilidad actual hacia los intercambios humanos.
Sus experiencias pasadas han desembocado en ciertas costumbres en su porte que
facilitan los intercambios o los inhiben ; además, si las experiencias se han prolongado,
las actitudes se instalarán permanentemente debido a tensiones crónicas u otras
transformaciones estructurales. Ciertos de estos bloqueos físicos se pueden mejorar
tratándolos por encima, pero otros, que tienen raíces más profundas precisan de un
tratamiento más largo.

Cómo : existen varios métodos que permiten a un individuo cambiar


transformando sus actitudes corporales.
Ocurre a menudo que la gente se sienta en grupo con los brazos y/o las piernas
“hechos un nudo”, es decir, que están cruzados muy fuertemente. Generalmente, esta
actitud va acompañada de una tensión en el cuello y la cabeza, así como de una
respiración acelerada. Esta posición, a menudo, muestra una resistencia inconsciente a
dejarse alcanzar por los demás. La persona se construye un muro de defensa para
protegerse de los sucesos que van a acontecer, sean cuales sean. Normalmente, es difícil
comunicarse con alguien que se mantiene en este estado, ya que es difícil “penetrarlo”.

21
Joy

Una manera de hacer frente a esta situación consiste en pedirle a la persona que
se “desanude”, abriendo sus brazos y piernas e inspirando profundamente. Este modesto
cambio puede devolverle al seno del grupo y ayudar a este para que entre en contacto
con el individuo.
En mucha gente, la tensión acaba siendo un estado tan frecuente que ya no son
conscientes de ello. Por otra parte, esta tensión disminuye las posibilidades que tienen
de vivir libre y plenamente sus experiencias. Para intentar remediar esta situación, un
ejercicio simple es el de pedir a los participantes que caminen en círculo, lentamente,
mientras se relajan. A continuación se les pide que contraigan progresivamente cada
músculo, empezando por la cara y el cuello ; se continúa con los hombros, el pecho, los
brazos, las manos, el estómago, la pelvis, los muslos, las piernas, los pies, terminando
en los dedos del pie. Hay que tensionar al máximo. Luego se pide que se relajen
progresivamente, empezando por los dedos del pie y siguiendo el camino inverso hasta
la cara. El procedimiento puede repetirse. Mucha gente se siente mucho mejor después ;
de esta forma ciertas personas toman consciencia de la magnitud de su tensión y pueden
utilizar este ejercicio como un buen medio para soltarla.
Buena cantidad de problemas de la infancia desembocan en una crispación del
sistema respiratorio superior que constituye el origen de una respiración entrecortada y
una “voz ahogada”. Esto se acompaña, a menudo, de tos y asma ocasionales. Algunos
síntomas de este tipo son, generalmente, el resultado de un deseo reprimido de contestar
a gritos al padre o a la madre. Por miedo a las represalias, por amor o por un sentimiento
de culpabilidad, el grito se ha quedado en la garganta ; pero la voz se ha hecho
particularmente tensa y silenciosa. Esta persona no se acordará nunca de haber elevado
la voz.
Un remedio para esta situación consiste en pedirle al individuo que grite lo más
fuerte posible, repitiéndolo varias veces e incrementando la intensidad cada vez que lo
hace. Si llega a hacerlo, los efectos pueden ser espectaculares. Puede romper a llorar,
volverse loco de rabia o sentir un enorme alivio. Ciertas personas son incapaces de
gritar en público. Se les pide entonces que lo hagan debajo de la ducha o (sic.) con el
volante entre las manos en la autopista10.
Ilustrando estos ejemplos, aquí tenemos dos métodos que todavía no hemos
señalado y que vamos a estudiar en detalle. Su objetivo : incrementar el volumen
respiratorio y soltar la agresión.

LEVANTANDOSE POR LA ESPALDA


Cuándo : según las nociones psicosomáticas de Ida Rolf, una tensión en la caja
torácica frena, a menudo, la respiración, impidiendo que las sensaciones se extiendan a
través de todo el cuerpo. Además, provoca una impresión de sofoco, de estrechez, así
como de falta de vitalidad y/o de capacidad de movimiento. Es entonces cuando esta
clase de intervención física puede ser útil.

Cómo : he aquí dos maneras de reencontrar la dimensión natural y la eficacia


respiratoria de los músculos que encierran la caja torácica y los pulmones, estirándolos.
Ambos ejercicios se realizan en pareja, siendo una persona la que guía el ejercicio (A) y
la otra la que se estira (B) :

22
2.- El Cuerpo

Las dos personas se ponen de pie, espalda contra espalda, con los brazos
levantados por encima de sus cabezas y cogiéndose de ambas manos. La persona A, sin
soltar las manos de B, se agacha un poco hasta colocar sus lumbares en las nalgas de B.
El guía A inclina lentamente la parte superior de su cuerpo hacia delante hasta que éste
esté más o menos paralelo al suelo. Los pies de B se desprenden del suelo. B se relaja y
respira profundamente por la boca, espirando con fuerza. Cuando el ritmo está bien
establecido, A se inclina un poco con cada inspiración y se reincorpora un poco con
cada espiración. Esto facilitará la respiración en profundidad. Se sigue así hasta que B
haya tenido suficiente. Entonces A se incorpora lentamente. Este ejercicio será más
penoso para B si la tensión muscular en su pecho se ha hecho verdaderamente crónica.
Cuanto más sea así, antes querrá terminar. El estiramiento en esta dirección afecta,
particularmente, los músculos de debajo de los hombros y el estómago.

En el estiramiento lateral, igual que en el anterior ejercicio, las dos personas se


ponen de pie, espalda contra espalda. Colocan sus brazos extendidos hacia los lados,
entrelazándose los dedos. Una vez más, A coloca sus lumbares en las nalgas de B y se
inclina lentamente hacia adelante hasta que la parte superior de su cuerpo esté paralelo
al suelo. B se relaja y respira profundamente, inspirando y espirando con fuerza. El guía
A comienza entonces a bajar los brazos durante la inspiración y a volverlos a subir
durante cada espiración, en cadencia. La respiración se encuentra así facilitada. El
ejercicio se finaliza en cuanto lo desee B. Entonces A se incorpora lentamente. Este
ejercicio permite, generalmente, aliviar la tensión muscular del pecho.

Después de realizar estos dos ejercicios, a menudo, la respiración se hace más


profunda, la cavidad respiratoria parece más amplia y más ligera. La cara ha cogido
algún colorido y el cuerpo reacciona mejor.

Advertencia : Una persona que sufre o ha sufrido problemas de espalda,


particularmente en los discos intervertebrales, o una persona que tenga alguna sospecha
acerca de las posibles reacciones de su espalda, no debe practicar estos estiramientos. El
peso de la persona B no debe superar en demasía el de A — aunque la espalda puede
soportar cargas sorprendentes. Un hombre de 80 Kgrs. puede levantar una carga de 120
Kgrs. sin sufrir ninguna consecuencia, pero tal desproporción no es aconsejable. Una
mujer, normalmente proporcionada, sólo debe levantar a otras mujeres en su espalda.

Ejemplo : El miedo y la culpabilidad eran los dos principales problemas de


John. Le impedían hacer y desarrollarse todo lo que él podía. Actuaba de tal manera que
nunca ganaba. Sin embargo, tenía muchas capacidades y posibilidades. Cada vez que se
encontraba en una situación de competición, organizaba las cosas de forma que no
hubiese perdedores. De este modo, nunca empleaba sus posibilidades al máximo y se
encontraba en conflicto consigo mismo en este campo. Esta característica se manifestó
amplificada cuando, en el transcurso de un grupo de encuentro, alguien le retó a “luchar
empujándose” (un ejercicio en el cual dos personas se cogen de las manos e intentan
empujarse el uno al otro ; ver en pág. 113). Terminaron ex-æquo, pero era evidente para
todos, incluido para su oponente, que John era el más fuerte. Este tuvo que hacer frente
al enfado de todo el grupo que le acusaba de haber mantenido una actitud protectora
hacia su contrincante, opinando que, por mera cortesía, tenía que haber luchado con más

23
Joy

ahínco hasta el final. John no encontró otra salida a la situación que excusarse, hacerse
pequeñito y pedirle al grupo que fuera más comprensivo con él. En el transcurso de la
conversación, hizo alusión a una especie de miedo que sentía a su propia agresividad y a
su fuerza.
Varias sesiones más tarde, John expresó su violento deseo de ser aliviado de los
sentimientos de culpabilidad y de responsabilidad que pesaban sobre sus hombros.
Mientras hablaba, estaba con la cabeza inclinada, los hombros caídos y los brazos
colgando entre sus piernas : el verdadero retrato de un individuo atormentado por una
carga desproporcionada. Parecía que había llegado el momento de aliviarlo de una parte
de su carga física. Entonces se le solicitó que hiciera los dos ejercicios de estiramientos,
en el mismo orden en el que se han explicado. Su cara se iluminó, reflejando la
incredulidad de sentirse de repente tan aliviado. No sabía cómo expresar su gratitud a la
persona que le había ayudado a quitarse su peso de encima mientras realizaba los
ejercicios
Poco después, John expresó el deseo de hacer frente de nuevo a su anterior
oponente en el ejercicio de empujar. Esta vez, John no cedió y lo empujó por toda la
sala, lo hizo volver y sólo cedió cuando el otro se reconoció derrotado. John estaba
radiante. Había empleado su fuerza al máximo sin temer la victoria y su antagonista no
había sido aniquilado. En definitiva, este último lo quería mucho más, así como todos
los demás miembros del grupo. Para darle más vida al relato de estas vivencias, he
pedido a algunos de los participantes que dieran su propia versión, para ver cómo lo
experimentaron ellos. Para empezar, aquí está el relato de John.

El relato de John : Me habían pedido que me opusiera a Fred. Yo no quería


perder, pero a su vez tampoco quería que él perdiera. Yo sé lo que significa perder y no
quería que eso le ocurriese por mí. Así que dibujé una línea imaginaria en medio de la
habitación y decidí no traspasarla. Las reacciones del grupo me desorientaron por
completo y me dejaron muy triste. Incluso Fred, al que yo había querido ayudar, me
criticaba. Ann fue la más incisiva (fuera del grupo, me había encontrado en competencia
con Fred en relación con Ann, y en ese caso también me había retirado). Tenía la
impresión de que me estaban utilizando ; exactamente como a un gladiador romano. La
muchedumbre había tenido expectativas de asistir a una buena representación. Pero yo
había fallado, y por eso se volvía contra mí. Me parecía que estaban sedientos de sangre,
y verles me ponía enfermo, pero me sentía solo y necesitaba que alguien estuviera de mi
lado.
Durante toda la tarde, una especie de fantasma apareció constantemente en mi
mente : yo empujaba a Fred, él retrocedía, retrocedía ..., se me hacía cada vez más fácil
y cada vez más divertido hasta que, por último, lo tiré por la ventana que se encontraba
en el otro extremo de la habitación. Entonces lo veía en el portal, bañado en su propia
sangre, y me sentía terriblemente mal ...
Aquella tarde, me preguntaron qué es lo que quería a cambio de mi carga. Yo
dije que la daría gratis, pero por ese precio a nadie le parecía interesar. Intentaron
quitármelo, pero, por alguna razón, pareció ficticio. Fue entonces cuando me propusiste
hacer los estiramientos, para ver si me podía poner derecho después de haber aguantado
todo ese peso durante tanto tiempo. Fue muy importante. Por una parte, os interesasteis
por mí y, por otra, me emocionasteis. Estos dos elementos tenían una enorme
importancia en ese momento. La reacción siguiente fue pensar que algo importante iba a
salir de todo aquello, gracias al grupo. Luego, de repente, me di cuenta que algo

24
2.- El Cuerpo

realmente estaba pasando. La impresión confusa y embriagadora de ser repentinamente


seis veces más grande. Mi cabeza flotaba en medio de las nubes, mientras veía a los
demás allí abajo en el suelo. Una impresión extraña que permaneció durante algún
tiempo.
Más tarde, me sentí en deuda hacia ellos. Les había decepcionado tanto cuando
luché con poca fuerza que ahora me dije que tenía que superar suficientemente mis
escrúpulos para volver a empezar. Sólo tenía que empujar a Fred hacia la chimenea, en
lugar de la ventana. Se aproximaba el final de nuestra reunión. Alguien comentó que los
zapatos me daban una ventaja. Me los quité. Lo empujé y él, también, se puso a
empujarme. En un momento, empezó a retroceder. Yo lo empujé más fuerte y él
empezó a retroceder más rápido. Estaba contento de ganar y lo impulsé contra la pared.
En el transcurso del ejercicio oí caer una lámpara. Me sentí horrorizado de haber hecho
tal cosa. En mi cabeza veía enormes trozos de cristal clavados en su espalda y sangre
por todos los rincones. En realidad, la lámpara estaba intacta, excepto una pequeña
grieta en la pantalla, y no había ni rastro de sangre. El me dio las gracias rápidamente,
habíamos pasado la hora. Todo el mundo se separó. No estaba muy seguro de si estaban
contentos conmigo. Acababa de probar un nuevo comportamiento y no sabía muy bien
qué pensar sobre el mismo. Estaba perdido. ¿Esto se podría aplicar en el mundo
exterior?
Sigo sintiéndome molesto cuando se trata de emplear mis capacidades, ya que
temo apartar a las personas así. Esto es especialmente verdadero en el trabajo, pero
tengo la intención de superar más a menudo este miedo.
He aquí una historia que puede, eventualmente, ayudaros a verlo más claro.
Igual que vosotros, como otra mucha gente, supongo, siempre me he sentido fuera. Me
acuerdo, como si fuera ayer, de cuando era pequeño y mi padre nunca me cogía en
brazos ni me tocaba. Sin embargo, a veces, si había trabajado muy bien, privándome de
muchas cosas, acababa prestándome atención. Creo que, en cuanto a mí, todo el impacto
de estos ejercicios reside en el hecho de haber sido el centro de atención, tocado y
levantado.

Lo que pasó : Al parecer, el haber sido levantado liberó a John de dos maneras.
Por un lado, físicamente, se sintió más libre : podía respirar de nuevo y se encontraba
liberado de su carga. Las sensaciones podían, por fin, empezar a circular a través de su
cuerpo. Por otro lado, a un nivel interpersonal, se sintió más confiado : alguien le podía
ayudar a llevar su cruz. Esta experiencia, posteriormente, le ayudó a remontar hasta su
niñez para encontrar, en sus relaciones de entonces, una parte de los orígenes de estos
sentimientos. Eso le permitió estabilizar sus recién adquiridos comportamiento y
sentimientos.
La conversión de la necesidad emocional de apoyo en el acto físico de apoyar
ilustra perfectamente las nociones teóricas de Lowen y de Rolf. De hecho, ellos insisten
en la relación estrecha que existe entre el campo físico y el emocional. El hecho de
convertir el sentimiento en un acto completamente físico es de lo más revelador. Este
principio es esencial para la mayoría de los métodos descritos aquí.
En el siguiente episodio se trata de la conversión de sentimientos de hostilidad
en un estado físico.

25
Joy

GOLPEAR UN COJIN
Cuándo : Es particularmente difícil en nuestra sociedad tomar consciencia de
nuestros sentimientos de hostilidad y de agresividad, así como expresarlos. Desde la
más tierna edad, estos sentimientos de hostilidad son, generalmente, eliminados a través
de la educación. Más tarde, el simple hecho de darnos cuenta de su presencia en
nosotros ya es muy difícil. Estos sentimientos no se pueden expresar porque están
inhibidos por la costumbre, el miedo a las represalias, la vergüenza o el miedo a su
propia impulsividad. Una experiencia que pueda ayudar al individuo a volver a entrar en
contacto con sus sentimientos de agresividad y a expresarlos de una manera productiva
sería una buena vía para iluminarlos y para disiparlos.

Cómo : Varias actividades pueden expresar físicamente el enojo. Entre otras :


golpear el aire, retorcer una toalla, luchar contra su sombra. Quizás la más eficaz es la
de golpear un colchón o un cojín. En principio, la experiencia tendrá más éxito cuanto
más participe el cuerpo entero. En otros términos, el golpear solamente con los brazos y
los músculos de la espalda no tendrá tanto éxito como el golpear con todo el cuerpo. Se
procede del siguiente modo : se pide al individuo que se ponga de pie al lado de una
cama, un colchón, un sofá ..., con los dedos de los pies ligeramente encorvados y con
los pies separados unos 30 cm. ; los brazos se colocan hacia arriba y ligeramente hacia
atrás ; el cuerpo tensado hacia atrás como un arco ; la mandíbula inferior sobresaliendo
hacia adelante y con la cara expresando enfado. El mismo hecho de estar tensado hacia
atrás hace que los brazos, por sí mismos, tiendan a recobrar su posición original hacia
adelante. El individuo “sigue el movimiento” y golpea con los puños el colchón. Las
piernas se flexionan para que todo el cuerpo participe en el movimiento. Para ayudar a
provocar la sensación de enfado, los ruidos no son inútiles : los que surjan naturalmente,
como gruñidos, gritos o palabras. El individuo seguirá golpeando hasta que se sienta
cansado.
Aquí, así como en otros ejercicios descritos más adelante, los actos parecen
artificiales y falsos al principio. Pero si se persiste, generalmente terminan siendo muy
reales. Es importante perseverar, a pesar de esta impresión inicial, para poder
experimentar estos sentimientos.
Se puede añadir un elemento suplementario a este ejercicio en el caso de
personas muy atemorizadas ante su propia agresividad. A menudo es gente que asfixia
su sentimiento por miedo a descontrolar su furor y que éste termine siendo destructivo
o, incluso, mortal. Antes de permanecer en esta situación precaria y que requiere mucho
esfuerzo por su parte, sería preferible que la persona pudiera dejarse llevar. Bajo
supervisión, en un ambiente de confianza, por ejemplo, en el seno de un grupo. A
posteriori, la persona tendrá que aprender a controlar este sentimiento. Se puede
proceder de la siguiente manera : tal y como describimos arriba, el individuo golpea un
colchón hasta sentirse cansado, tomando consciencia de que su enfado no es tan temible
como pensaba. Se le pide, entonces, que vuelva a adoptar la posición inicial, con la
mandíbula y la cara expresando enfado y los brazos levantados. Esta vez, al iniciar el
gesto, tendrá que permanecer así, aguantando sus sentimientos, sin golpear. Volverá a
iniciar el gesto varias veces, interceptando el acto hasta que la impulsión y el deseo de
golpear se haya desvanecido. Esto puede parecer muy difícil en algunos casos, y el
individuo se verá obligado a golpear las primeras veces. Gracias a la constancia, el
individuo puede experimentar el control que ejerce su voluntad, lo que tener un efecto
muy reconfortante, eventualmente reforzado por una charla posterior sobre lo ocurrido.

26
2.- El Cuerpo

Generalmente, la persona se siente más libre de hablar sobre sus impulsos agresivos
cuando ya ha tomado consciencia de su propia facultad para controlarlos. El hecho de
charlar sobre ello posteriormente puede ayudar a expulsar un poco de esta tensión
arraigada desde hace tiempo.
Otra manera de proceder puede ser útil de vez en cuando. Está claro que toda la
agresividad no ha sido vaciada en el colchón o cojín. Se pedirá a la persona que tiene
problemas expresando su agresividad (A) que elija a un miembro del grupo hacia el cual
siente aversión (B). Este último sujetará el cojín delante de A, mientras que A golpea el
cojín. Un blanco presente puede generar una mayor intensidad en el sentimiento.

Advertencia : Deben abstenerse todas aquellas personas que sufran de dolencias


cardiacas o de otro tipo de indisposición y, en general, personas para quienes una
actividad tan intensa pueda presentar algún peligro. Los colchones y los cojines deben
ser blandos y cubiertos de una materia resistente para no herir las manos.

Ejemplo : Tom se encontraba paralizado en el grupo por su incapacidad para


expresar sus sentimientos de hostilidad. He aquí su relato :

El relato de Tom : Me sentía “fuera” del grupo. Otros participaban, y algunos,


incluso, iban muy lejos. Yo me sentía “hecho un nudo” por dentro. Tenía muchas ganas
de penetrar en el grupo y de descargar algún peso allí dentro.
Empecé hablando de mis sentimientos por mi mujer y mis padres, y luego de los
problemas que tenía para expresar lo que sentía, sobretodo a la gente más cercana a mí.
Tenía ganas de aproximarme al tema por la tangente, como representando un papel en
un psicodrama o algo así. Bill tuvo la idea de un psicodrama con una chica. Yo elegí a
una chica que se parecía un poco a Helen, mi mujer. Hablamos de una historia en la cual
yo sentía que ella me había puesto en un callejón sin salida, luego reprochándomelo.
Las personas sentadas alrededor en la habitación tenían el rol del alter ego. Bastantes
cosas salieron de allí, pero nada nuevo, solamente subrayaba cosas que ya sabía. Entre
otras, mi timidez a la hora de manifestar sentimientos, deseos o exigencias. Resultado :
el otro no sabe qué es lo que quiero y se encuentra obligado a indagar para saberlo.
Después del psicodrama hablé de la incapacidad de mi padre para expresar sus
sentimientos y hasta qué punto esto me había enfadado. De repente, tengo ganas de
golpear el colchón. Puse un cojín encima de la cama y empecé, despacio, a levantarme
en la punta de los pies y bajar mis manos encima de la cama. Despacio, emitiendo un
ruido a la vez. El ritmo se aceleró y me puse a golpear más fuerte. Sentía cada vez más
lo que decía, el enfado crecía en mí y, finalmente, me puse a golpear el cojín
compulsivamente y con furor, insultándolo, llamando a mi padre por los nombres más
negativos que me salían de la cabeza. Sentí que la situación era totalmente real y veía la
cabeza de mi padre en el cojín. Yo golpeaba, golpeaba ... Después de haber descargado
en él todos los golpes, sentí surgir en mí una vaga ternura hacia él y unas ganas de verle.
Respirando pesadamente, extenuado, me dejé caer encima de la cama, el cojín apretado
contra mí, diciendo : “Papá, te quiero”, y cosas así. Me sentía completamente vaciado,
con sentimientos muy positivos hacia él.
Posteriormente hice el psicodrama con otro miembro del grupo en el papel de mi
padre para explorar sus sentimientos hacia mí. Al final, nos abrazamos. Eso me pareció

27
Joy

prematuro, no estaba todo resuelto hasta ese punto. Di un abrazo caluroso porque
quería, en realidad, abrazar al que había participado en el psicodrama.
Me había recuperado un poco de los golpes en la cama cuando Bill me preguntó
si quería hacer lo mismo para mi madre. Le dije que me sentía demasiado cansado y que
sentía demasiado cariño hacia ella. No quería golpearla. Me preguntó si no quería
intentarlo un poco, no muy fuerte, para ver. Acepté. Puse su “cabeza” en la cama, como
la primera vez, y volví a empezar de la misma manera. Empezaba a calentarme y, en
ese momento, la cabeza de mi madre se cambió por la de su padre. Golpeé más fuerte.
No era tan intenso como la primera vez, pero estaba metido y lo terminé por cansancio.
Esta vez no sentí invadirme ningún sentimiento positivo. Una vez recuperado, tiré el
cojín al suelo y decidí que no me importaba en absoluto esa pareja incestuosa. Que se
vayan los dos a la mierda, para usar las palabras de un conocido líder político (sic).
Total : me sentía limpiado. Me sentía menos paralizado por dentro. Tenía la
impresión de entrar en el grupo y de poder funcionar tanto según sus normas, como las
mías.
Tres meses más tarde, fui a ver a mis padres. Pasé varias semanas en su casa y
me di cuenta de que ciertas cosas habían cambiado. Me parecía que empezaba a aceptar
mejor el hecho de que mi padre no correspondía a la imagen que yo me hacía de él. Lo
que significa que aceptaba que hubiera cosas de las cuales, simplemente, no podíamos
hablar. Sólo había que admitir que había ciertos problemas que no solucionaríamos
jamás. Yo estaba contento de encontrarlo, de cualquier forma, sin tener en cuenta los
problemas. Gastábamos bromas. Me reía más de él y esto parecía gustarle.
Sucedió otra cosa. Cuando mi padre les pidió a dos de mis hijos que hicieran
algo para él, mis hijos se hicieron los remolones. Como no habían reaccionado con
entusiasmo, se enfadó y dijo que lo haría él sólo. Fui a ver a mi padre para hablar del
tema. El se defendió, pero yo le contradije con firmeza, subrayando los elementos que
yo consideraba insostenibles por su parte. Tenía una opinión contraria a la suya y se lo
hice ver. Esto era nuevo. Yo no me había comportado de esta forma nunca y, cuando lo
había soñado, en mi mente siempre había recurrido a la violencia. Cuando, en realidad,
yo me encontraba capaz de reaccionar intelectualmente exponiendo mis ideas en el
transcurso del intercambio. Nos separamos amistosamente. Esto dicho, no sé si ha
entendido mis argumentos.
Nos separamos en el aeropuerto. Yo abracé a mi padre diciéndole : “Te quiero,
papá”. Siento que en mis glándulas lacrimosas se produce un cosquilleo mientras
escribo esto.
La relación con mi madre : He empezado a darme cuenta que ella tenía un
verdadero complejo en cuanto a su padre y sus valores — una verdadera necesidad de
imponerlos a la gente, a la sociedad en general. Sentí que no era posible ir más lejos.
Sentí el desamparo detrás de su máscara. Estoy seguro de que ella piensa mucho en
esto. Un incidente : un día, mientras desayunábamos, papá empezó a quejarse de algo
que mamá había hecho, y Marie, mi hermana, continuó con lo mismo. Más tarde, mamá
le dijo a mi hijo, Bobby, que tenía que haberse puesto una camisa más bonita. Entonces
fui yo quien la atacó diciéndole que la camisa de Bobby era mi responsabilidad. Ella se
irritó y dijo que estaba hasta las narices de que todo el mundo se metiera con ella, que
ella también tenía sus ideas y que no veía por qué se lo reprochábamos. Yo la felicité
por haber dicho lo que pensaba. Entonces, hablamos largamente del incidente hasta
dejarlo resuelto, más o menos. Al rato, le pregunté cómo se sentía. Me contestó que un

28
2.- El Cuerpo

poco mejor, pero no mucho. La abracé. Fue muy reconfortante verla reaccionar de esta
forma, afectivamente. Estaba haciendo un gran esfuerzo.
En resumen : tengo la impresión de poder comunicarme mejor con mis padres en
función de lo que son y de lo que yo soy. Puedo estar en desacuerdo con ellos más
fácilmente, sin perder el hilo de lo que quería decir sintiendo que la emoción me abrasa.
Soy capaz de expresarles mejor mi afecto, sobre todo a mi padre.

Lo que pasó : El hecho de haber podido expresar sus sentimientos de hostilidad,


de una manera no verbal, dejó brotar a la superficie un aspecto de Tom hasta entonces
ignorado. Algunos de estos sentimientos, como el rencor hacia su madre y hacia el
padre de ésta, habían permanecido inaceptables en su mente consciente. Antes del
episodio de los golpes, lo único que podía decir de sus relaciones con ellos era que eran
tiernos y sin problemas. En efecto, por lo general lo eran, pero su hostilidad
inconscientemente guardada deterioraba, a largo plazo, otras relaciones, por ejemplo, las
de su mujer y la de algunas personas de autoridad. Sus sentimientos se aclararon,
posteriormente al incidente de los golpes, de tal forma que pudo reducir su estado de
confusión y llegar a afrontar el verdadero problema. En definitiva, es interesante
constatar que, si Tom estaba confuso, a otro nivel de consciencia tenía una vaga idea de
cual podía ser la solución, ya que realmente tenía ganas de golpear el colchón. Es
verdad que esto le ayudó a encontrar el camino, pero el grupo tuvo que ayudarlo cuando
se negó a golpear el “cojín-madre”. En ese momento, el grupo tuvo que imponerse para
ayudarle a superar su resistencia. Por consiguiente, la experiencia necesitó, además de la
iniciativa de Tom, la ayuda del grupo basada en lo que había visto en él.
Hay que insistir en el hecho de que es muy importante superar el momento de
crisis. Era importante ponerle a Tom cara a cara con la dificultad de su situación y darle
la oportunidad de comprobar que él podía solucionar un problema real. Era importante,
por una parte, para encontrar una solución al problema, pero también para que
adquiriera confianza en sí mismo : ¿No es él capaz de entender el fondo del problema y
también de solucionarlo? Tomó perfecta consciencia de su capacidad para encararlo en
el momento en que golpeaba. A consecuencia de esto, las relaciones con sus padres han
mejorado, así como la opinión de sí mismo.
Estas técnicas están basadas en el principio de que los sentimientos están
representados en lugares muy específicos del cuerpo. Sólo hay que observar el cuerpo
de alguien contando una historia penosa para descubrir dónde se localiza la tensión : una
respiración entrecortada, manos retorcidas, dientes apretados, cejas fruncidas, una
pierna en continuo movimiento, la mano delante de la boca o de otro lugar del cuerpo.
Mediante estos ejercicios se pueden tratar, más específicamente, partes del cuerpo
afectadas, aliviándolas. Entonces, a menudo, nos damos cuenta que esto permite aclarar
la confusión en la cual se hunden estos sentimientos y se hace más fácil trabajarlos. En
el caso de Tom, el alivio de esta tensión reveló un enfado reprimido, sus cualidades
específicas y las personas hacia las cuales se dirigía. El posterior psicodrama le permitió
afrontar sus sentimientos, ya sacados a la luz, de manera que pudiera establecer unas
relaciones más lúcidas con sus padres. A menudo, los métodos de relajación física dan
mejores resultados cuando se utilizan paralelamente con otras técnicas.
Cuando el cuerpo funciona bien, tenemos la impresión de una mayor libertad y
que el concepto del yo se reafirma como persona capaz. Estos dos elementos son
esenciales para el placer. El principio de la traducción íntegra de sentimientos
emocionales a experiencias físicas completas puede aplicarse en el campo del

29
Joy

funcionamiento personal. Los métodos que tienen como objetivo mejorar el


funcionamiento personal se inscriben en esta línea.

30
3. EL FUNCIONAMIENTO PERSONAL

Si los métodos descritos hasta ahora han sido exitosos, el individuo se encuentra
preparado para utilizar los recursos de su cuerpo al máximo de sus posibilidades. El
hecho de tener como meta el desarrollo completo no es menor tarea que la
transformación de un coche potente en un bólido cómodo. Se puede trabajar cada
elemento de la vida física para mejorar su estado. Esta exploración se organiza gracias
al estudio de cada sistema orgánico del cuerpo.
Normalmente, el sistema mejor desarrollado es la musculatura del esqueleto. Se
pueden reforzar los músculos haciendo ejercicio. El entrenamiento y la práctica pueden
desarrollar la coordinación muscular ; por ejemplo, practicando deporte y/o danza. Es
posible incrementar el vigor muscular y mejorar el funcionamiento de los sistemas
respiratorio y circulatorio ; por ejemplo, practicando ciertas disciplinas atléticas. Se
pueden adquirir una coordinación y una destreza perfectas ; por ejemplo, tocando el
piano o el violín, o realizando trucos de magia y ciertos juegos como el Mikado.
También se puede trabajar el control muscular utilizando diversos métodos orientales de
concentración y de meditación.
Algunos especialistas han desarrollado, más allá de lo normal, ciertos órganos
sensoriales. Por ejemplo, un catador desarrolla su sentido del gusto, educándolo, y
puede distinguir una mayor diversidad de cosechas que el simple amateur de vino. Lo
mismo se puede decir en cuanto al sentido del olfato desarrollado por los profesionales
de los perfumes. Los afinadores de piano y la mayoría de los músicos tienen un oído
que les permite discernir una mayor cantidad de sutilezas acústicas que el resto de
personas. ¿No es habitual atribuir al ciego un tacto y un oído más sensibles que al
vidente? En cuanto a la vista, la cosa es más dudosa. El método Bates 11 pretende
devolver una visión normal al ojo débil, pero no promete, de ninguna manera,
incrementar este grado de normalidad. Un entrenamiento apropiado puede permitir la
percepción de matices que permanecían insospechadas hasta entonces ; por ejemplo, en
la lectura de radioscopias y de preparaciones microscópicas. El tacto, también, puede
ser educado.
Mientras los ejercicios aumentan la eficacia del funcionamiento muscular,
parece que no existe ningún medio para mejorar las estructuras sensoriales. En otros
términos, el ojo normal, aparentemente, conoce su grado máximo de visión. Sin
embargo, se pueden mejorar los sentidos entrenándolos para distinguir cada vez con
más precisión. Utilizada en conjunción con otros elementos de evaluación estrictos y
altamente emocionales, la educación puede desarrollar la facultad de apreciación
también.
Los métodos orientales de meditación y de concentración, junto con otros
ejercicios, ya han permitido incrementar la eficacia de los sistemas respiratorio,
circulatorio, digestivo, urogenital, endocrino y linfático. La meditación se está
poniendo, cada vez más, de moda en California. ¿No se ha intentado,
sorprendentemente, montar el Zen Mountain Center en la ladera de una montaña en el
centro del país, cerca de Carmel Valley y del Big Sur12? El lugar es magnífico. Cubre
una superficie de 65 ha., más o menos, y está dedicado, ante todo, a la meditación.
Además, un mejor equilibrio muscular está acompañado, a menudo, de una mejora de
las funciones digestiva, respiratoria y otras. Cuando se relaja la tensión crónica de los
músculos situados alrededor de los vasos sanguíneos, la sangre puede circular
libremente en los pulmones, permitiendo una respiración más profunda ... La práctica
del cross puede aumentar la capacidad pulmonar, tal y como lo demostró Roger
Bannister cuando superó el récord de la milla en cuatro minutos. Por otra parte, los
métodos Rolf y Lowen, anteriormente descritas, pueden también emplearse con esta
finalidad.
Existen varios métodos cuyo objetivo es desarrollar el nivel de consciencia
sensorial y motriz, así como, su eficacia. Charlotte Selver, en New York y en California,
Mary Whitehouse, en los Angeles, y Irmgard Bartenieff, en New York, han hecho
evolucionar esta consciencia sensorial mediante técnicas del movimiento corporal
derivadas de la danza. Otros han buscado en diferentes técnicas el medio de desarrollar
el nivel de consciencia del movimiento y de la sensación. Bernard Gunther 13, entre
otros, se ha interesado en este tema, dedicándose más especialmente al tacto, a la vista,
y al sonido, con el deseo de alcanzar una percepción más exacta y una mejor
apreciación. Se puede mencionar aquí la “gestalterapia” de Fritz Perls 14 como una de las
principales contribuciones en este campo. El da descripciones de numerosos ejercicios.
Se da mucha importancia, en el proceso educativo “formal”, al desarrollo del
sistema nervioso más allá de lo normal. Informarse, aprender a pensar lógicamente y
crear son todas vías para el desarrollo de las facultades cerebrales. La escuela, en
principio, se encarga de impartir información y de desarrollar las capacidades para
resolver problemas. En cambio, no es así en cuanto al desarrollo de la creatividad.
Desde siempre, se ha considerado como una excepción, aunque diferentes métodos se
han elaborado en estos últimos años. Se ha demostrado que, en el campo de la
creatividad científica, los métodos synectics15 son de una gran eficacia. Marcan la
importancia del pensamiento metafórico y analítico. Se han hecho varias
investigaciones de técnicas de la educación de la creatividad en las escuelas, pero la
creatividad artística es una actividad extremadamente compleja en la cual participan
simultáneamente varios sistemas orgánicos.
De hecho, de la conjunción y la integración de estos sistemas depende, también,
la adquisición de la destreza, sobre todo en los campos artístico, intelectual y deportivo.
El violinista, por ejemplo, debe lograr integrar, en su complejidad, facultades
musculares, intelectuales y emocionales. El corredor y el nadador deberán, a su vez,
dominar simultáneamente sus facultades respiratorias, musculares, intelectuales y
emocionales. En cuanto a la mecanografía y la escalada de montañas, precisan de una
coordinación compleja de los sistemas internos orientados hacia una situación externa.
Ya que hemos establecido como axioma el que la alegría encuentra su fuente,
ante todo, en la realización y la utilización de los recursos, entonces, lógicamente, la no
utilización de estos recursos desemboca en la falta de alegría. Sin tomar en
consideración, por el momento, las diferentes reacciones emocionales, se puede afirmar,
por lo anteriormente dicho, que el individuo que ha logrado ser maestro en un campo
determinado se siente más feliz en este campo. A un esquiador, cuanto mejor esquía,
más le gusta esquiar. Lo mismo se puede decir del violinista, del catador de vinos, del
erudito, de un buen mecanógrafo, de una persona sana, de un deportista
experimentado ... Uno experimenta dentro de sí un placer proporcional al desarrollo y a
la utilización de sus facultades. Para retomar a Don Quijote, la alegría acecha al que
quiere perseguir su búsqueda siempre más allá.
3.- El Funcionamiento personal

El concepto de la creatividad es el más adecuado para expresar el concepto de la


alegría pasando por el desarrollo máximo del funcionamiento personal. La creatividad
no implica solamente el empleo de todas las facultades. Implica, también, ir más allá
para alcanzar regiones hasta entonces inexploradas. La discusión de los métodos
descritos a continuación se basa en este proceso.
La creatividad comprende los aspectos siguientes :
La liberación, o la adquisición. Antes de poder emplear su experiencia de
manera inesperada, productiva y satisfactoria — en otros términos, de manera creativa
—, es necesario adquirir un repertorio de experiencias. Hay que estar dispuesto a hacer
experiencias, ser capaz de percibir y de sentir el medio ambiente y ser consciente de los
sentimientos.
La asociación. Una vez la experiencia adquirida, hay que establecer una relación
entre sus elementos. El individuo debe poder hacer una asociación entre dos o más
experiencias. Entonces se vuelven de una gran utilidad.
La expresión. Cuando se ha establecido la unión entre estos elementos, deben
expresarse por la palabra, la escritura o el cuerpo. La asociación permanecerá inútil si
no se comunica convenientemente.
La evaluación. Muchas cosas pueden resultar de la actividad creadora, pero es
esencial saber evaluar cuáles responden a la situación. En esta etapa, se distingue al
excéntrico del creador, al artista del mundano.
La perseverancia. Después de la concepción de una idea o de un objeto original,
generalmente, hay que ponerse a trabajar en detalle y en una contribución paciente y
oscura.

Las etapas que acabamos de citar pueden ser abordadas consciente e


inconscientemente, pero hace falta también asociar a ellas una discusión sobre el papel
de los bloqueos emocionales. La tentativa consciente, que se dirige a aumentar la
capacidad de adquisición, se institucionaliza en la escuela — la persecución del saber
que se añadirá al repertorio del individuo. La ciencia, el método que consiste en
determinar el valor de un determinado estado, es la institución social cuya finalidad es
la evaluación. En cuanto a los esfuerzos conscientes para multiplicar la expresión, se
institucionalizan en las artes o se multiplican hasta el infinito en los modos de
comunicación.
Es verdad que no se ha institucionalizado todavía ningún método para
desarrollar el proceso creador que se sitúa en un nivel más inconsciente. En este nivel se
sitúan las nuevas técnicas que ampliarán, quizás, los horizontes del hombre abriéndole
una nueva vía y dándole los medios para desarrollar sus facultades latentes.

AUTOLIBERACIÓN

La adquisición del saber y de la experiencia impregna de energía al sistema. Hay


que tener un mínimo de material para poder crear y llegar a ser lo que uno quiere. El

33
Joy

individuo debe disponer de una información y de una experiencia que hayan sido
sentidas e integradas.
La facultad de aprender es una necesidad previa a la adquisición de información.
No se puede decir lo mismo en cuanto a la adquisición de experiencia. Haciéndose cada
vez más consciente del medio, gracias a unos sentidos mejor desarrollados, se aumenta
el material de base. Sherlock Holmes identificaba el país de origen de un cliente por el
olor de su tabaco. Un médico que percibe una tenue sombra en una radiografía, un
psicólogo que constata que su enfermo se rasca frecuentemente la cabeza, un músico
que se da cuenta del ritmo de las ruedas del tren ... son observaciones que enriquecen y
multiplican el interés del observador por nuevas posibilidades que se puedan presentar.
La adquisición de información y el desarrollo de los sentidos no son las únicas
fuentes de experiencia. Conocer los sentimientos y las emociones permite sentir e
integrar la experiencia. El individuo que está dispuesto a vivir sus experiencias, que es
capaz de sentirlas y de apreciarlas, dispone de un abanico más rico de elementos que
una persona encerrada, que se reprime el sentir profundamente.
La facilidad o la dificultad del individuo para estar abierto y receptivo al saber, a
la sensación y al sentimiento, se sitúa en diferentes niveles de consciencia. En el nivel
del consciente, la sensibilidad es una función vital. Incluye el paso por métodos de
enseñanza tradicionales para adquirir información sobre experiencias de la vida y
establecer contacto con ellas. Inconscientemente, la facultad de aprender, de sentir o de
experimentar emociones varían según el desarrollo emocional del individuo. Existen
numerosos bloqueos emocionales en el momento del estudio. Muchos niños no pueden
estudiar por angustia, miedo, conflicto, o alguna otra emoción paralizante. Eso puede
tener su origen en una rivalidad padres/hijo, de forma que un examen se puede convertir
en una fuente de conflicto, puesto que el niño podría igualar a sus padres. En fin, el
estudiante ya no puede estudiar ni retener. Los problemas emocionales que no han sido
resueltos impiden o deforman ciertas percepciones. Embotan la facultad de sentir
debidamente las situaciones y el miedo a las críticas, por ejemplo, puede llevar al
individuo a percibirlas allí donde no existen. Por el contrario, los problemas de
sensibilidad y de hiperactividad están, a menudo, ligadas a otros problemas. Muchas
personas no se permiten entrar en el afecto profundo por miedo al rechazo. Inhibiciones
de este tipo pueden coartar las relaciones que se tienen con objetos inanimados, ideas,
personas o con uno mismo. En algunos casos, la disponibilidad del individuo frente a la
experiencia se encuentra seriamente limitada, disminuyendo así el repertorio de
elementos potencialmente accesibles para su comportamiento creador.
Para ayudar a alguien a abrirse y a enriquecerse, se sigue un proceso con tres
etapas : 1) la supresión de bloqueos emocionales ; 2) el desarrollo del conocimiento de
sí mismo y de los propios sentimientos ; 3) el desarrollo de la sensibilidad y de la
receptividad a las personas y al mundo que nos rodean. He aquí algunas técnicas para
llegar a ello.

EL JUEGO DE LA FANTASIA

Para ayudar a esclarecer los elementos psicológicos que intervienen en un


conflicto, se puede pedir al individuo que los personifique. En el transcurso de una
demostración de este método, delante de un grupo bastante numeroso, se pidió
voluntarios. El animador del grupo dijo a los participantes, para que comprendieran bien

34
3.- El Funcionamiento personal

las razones por las cuales se ofrecían a salir voluntarios o se abstenían : “No necesito
voluntarios inmediatamente. Me gustaría, primero, que os concentraseis en esta primera
experiencia, la de decidir si queréis ser voluntarios o no. Imaginaos dos personajes, uno
os dice que seáis voluntarios, el otro que no. Los dos personajes discuten entre sí,
intentan convencerse el uno al otro y, al final, uno de ellos gana. Después del
intercambio, haced que se encuentren de nuevo, mudos. ¿Qué ocurrirá en ese momento?
Cerrad los ojos durante dos o tres minutos e imaginad el reencuentro. Yo os diré cuando
podréis abrirlos”. (Si el lector prueba de antemano la experiencia anteriormente descrita,
comprenderá mejor, seguramente, lo que vamos a exponer a continuación. Lo mismo se
puede decir en cuanto a otras experiencias que se describirán posteriormente.)
Después de un momento de silencio, se pidió a los participantes que contaran lo
que había sucedido en sus mentes en el momento del reencuentro de los dos personajes.
El animador del grupo les hizo precisar el aspecto de cada personaje, las voces, sus
palabras, su tamaño, dónde se encontraban, sus actitudes y quién fue el ganador.
Las historias individuales permiten a menudo esclarecer las consideraciones que
entran en juego en un conflicto. En este caso, por ejemplo, clarifica el proceso que cada
cual utiliza para decidir si se ofrece voluntario o no. Este método ayuda a conocer mejor
los propios sentimientos y las propias ideas, lo cual aumenta el grado de conocimiento
de uno mismo. Nos dimos cuenta de que había grandes diferencias entre todos los
relatos. Algunas personas se habían imaginado a una persona especifica, como su padre,
su madre, su profesor. Otras no veían a nadie, pero oían voces. A veces, una de las
voces era muy fuerte ; en otras, uno de los personajes era mucho más grande que el otro
o uno se distinguía vagamente mientras el otro se veía muy nítidamente ; en otros
ciertos casos, uno de los personajes era el individuo mismo enfrentándose a una imagen
de él en el pasado. La técnica que permite poner al día los factores que intervienen en
una decisión, en el caso presente una lucha de algunos segundos, ofrece una visión
ampliada del “espacio interior”, de eso que se siente en el interior del cuerpo.

LA ACTITUD DEL CUERPO

Se puede, igualmente, desarrollar el conocimiento de sí mismo concentrando la


atención en las sensaciones y las actitudes físicas. En el transcurso de una reunión
general con numerosos participantes, el animador del grupo les pidió que se observaran
como personas que escuchan. Durante un breve momento se les pidió que escuchasen.
Posteriormente escribieron o expresaron lo que habían experimentado mientras
escuchaban.
Las características de las personas cuando escuchan se sitúan en diferentes
niveles : la actitud física, el lugar donde se fija la mirada, la impresión de tensiones en el
cuerpo, la posición y el movimiento de las manos, de la boca, de los dientes, las
sensaciones en el estómago y lo que ocurre en la imaginación. (El lector puede, por sí
mismo, intentar la experiencia concentrándose en sus sensaciones mientras está leyendo
en este momento.) Algunas personas se encontraron muy tensos e incómodos. Una
postura demasiada distendida obstaculizó a otros, porque estaban pensando en otra cosa.
En algunos casos, los ojos estaban fijados sobre otro compañero o sobre el orador y el
individuo estaba pensando en algún aspecto de las relaciones interpersonales. Algunos
escucharon intensamente cada palabra, mientras que otros pensaban en cosas que las
palabras les recordaban. Cierta cantidad de personas pensaban en cosas aparentemente

35
Joy

sin ninguna relación con el discurso. Un intercambio sobre estas diferentes


constataciones puede ayudar al individuo a tomar consciencia de lo que pasa y de lo que
siente en su interior cuando escucha. Muchas personas se sorprenden por los recursos
que ofrece la observación de las actitudes corporales.
De hecho, este conocimiento puede ayudar a comprender la reacción extraña que
una persona pueda tener hacia otra. Por ejemplo, en un miembro del grupo, se notó una
actitud agresiva, sin ninguna razón aparente. Sin embargo, su conversación era muy
agradable. Por otra parte, su actitud corporal recordaba la postura del boxeador
dispuesto a precipitarse hacia el centro del ring. La reacción del grupo hacia él
dependía, en gran parte, de esta actitud. Se comprobó más tarde que esta última
reflejaba perfectamente un sentimiento de agresividad profundamente anclado.

EL DOBLE

Las experiencias descritas a continuación tienen todas por finalidad el ampliar la


comprensión y el conocimiento de sí mismo. Existen también métodos para permitir una
mejor comprensión y percepción de lo que viven los demás, o de lo que uno sintió
cuando era más joven. Uno de estos métodos se llama el doble físico. El dinamizador
del grupo pide a los participantes que imiten la actitud de otra persona, para darse
cuenta de lo que sienten. Una experiencia de este tipo, a menudo, permite conocer
mejor las emociones de otras personas. Intercambiando impresiones, es decir,
comparando lo que siente el modelo y su doble, cada cual comprende, generalmente,
mejor lo que siente él mismo. Se puede hacer el doble, igualmente, imitando algún otro
aspecto, por ejemplo, repitiendo las palabras y la entonación de la voz, las expresiones
del rostro y de la risa o lo que piensa. (El lector puede hacer otro tanto si está en
compañía de alguien.)
El mismo método del doble puede servir, también, para revivir el “yo” de una
época pasada. Esta experiencia puede ayudar a comprender las ideas de personas más
jóvenes en determinados campos, o a comprenderse a sí mismo mejor reviviendo un
tramo de su pasado. Uno de los mejores métodos para llevar a cabo esta regresión
consiste en pedirle a alguien que escriba su nombre con extrema lentitud, moviendo
apenas el lápiz o el bolígrafo. (Una vez más, el lector puede aprovechar a probarlo,
antes de proseguir.)
Se pide a continuación a la persona que describa lo que ha sentido en el
transcurso de esta experiencia. La gente cuenta, a menudo, que han sentido lo mismo
que cuando era pequeños e iban a la escuela primaria. Esto se confirma, de manera
tajante, por el hecho de que las mujeres casadas, en gran proporción, eligen escribir
entonces su nombre de soltera, el nombre de su infancia 16. Esta técnica se puede utilizar
a otro nivel, gritando : " No, no lo haré", por ejemplo, o imitando el lenguaje de los
niños muy pequeños. Entonces uno redescubre, a menudo, lo que se sintió en el
transcurso de esos años17.
El método del doble tiene un impacto real en las reuniones de los grupos de
encuentro. A veces se conoce como la técnica del Alter Ego. En este caso, una persona
se pone de pie detrás de otra, intentando ponerse en su lugar. Debe expresar, a

36
3.- El Funcionamiento personal

intervalos, lo que piensa que el otro siente. La gente puede, también, intercambiar sus
lugares para percibir lo que el otro siente. Esta técnica conduce, en general, a aumentar
la facultad de comprensión, mediante un cambio de lugar físico o de otra naturaleza,
como el intercambio de pensamientos o de sentimientos.

MOMENTO DE SOLEDAD

Otro método, en este caso un poco diferente, consiste en dar a cada uno treinta
minutos de soledad y de reflexión sobre los sucesos que acaba de vivir. Debe
concentrarse sobre sí mismo, sus sentimientos y sus relaciones con los demás, aplicando
varios métodos : el método de la fantasía (descrito anteriormente) y, de entre los que se
verán más adelante, aquellos que tengan relación con la asociación. El participante
encontrará la ocasión de explorarse, teniendo a la vez un marco y un soporte para
apoyarlo en esta introspección importante. (Pruébalo ahora.)
En muchos casos, se trata de una experiencia impactante. Muchos no habían
empleado jamás sus momentos de soledad de esta manera. Permite a algunos de ellos
consolidar sus recientes adquisiciones. Además, proporciona un manera útil de emplear
esos momentos en el futuro.
Todos estos métodos aumentan la consciencia de sí mismo y ayudan al individuo
a conocerse mejor, a emplear más ampliamente sus facultades. Le permiten, así mismo,
incrementar su compresión de los demás. La próxima etapa enseña a utilizar estos
elementos internos de una manera creativa.

LA ASOCIACIÓN

La segunda fase en el proceso de creatividad y de autorrealización exige la


asociación y la conjunción de elementos de la experiencia en relaciones nuevas y
originales18. La combinación de ginebra con vermut hizo época para los amantes del
martini. La física dio un salto hacia adelante cuando hubo captado la relación entre la
estructura del átomo y la del sistema solar. Cada vez que se realiza un acto creativo,
incluye la utilización de diversos elementos reunidos por la experiencia previa del
creador. A continuación, establece entre ellos una relación que conduce a algo nuevo y
deseable.
Las asociaciones pueden efectuarse gracias a la información, las sensaciones o la
intuición. Estos tres aspectos son extremadamente importantes en el campo de la
creatividad. La asociación del átomo y del sistema solar pertenece al campo de la
información, puesto que las leyes que determinan el comportamiento de un fenómeno,
en una área determinada, parecen encontrarse en la otra. Muchos sueños y asociaciones
libres en psicoterapia vienen a unirse gracias a la evocación de impresiones similares.
Por ejemplo, el símbolo de una ave rapaz en un sueño puede representar a un padre o
una madre explotadores : en los dos casos, el soñador tiene la impresión de que algo
viene a por él y de que no puede hacer nada. Una gran facultad de asociación en esta
triple orientación da más posibilidades para establecer relaciones inesperadas,
satisfactorias y válidas entre los elementos aparentemente dispares.

37
Joy

Existen números bloqueos inconscientes en la facultad de asociación. Algunas


personas tienen miedo a no ejercer control sobre su espíritu y a decir lo que les pasa. De
hecho, tienen la impresión de que algo terrorífico se encuentra en su inconsciente. Por
esta razón, estas personas no se pueden permitir el libre juego de las asociaciones :
deben permanecer lógicas y controladas. Cuando uno se restringe en la posibilidad de
explorar las relaciones entre los diferentes elementos suministrados por la experiencia,
se desemboca en una grave limitación en la cantidad de combinaciones nuevas,
interesantes e inesperadas que podían haber surgido. Por consiguiente, el potencial del
individuo se encuentra obstaculizado.
Buen número de actos de descuido aumentan el desarrollo de las facultades de
asociación. Dado que su papel consiste, esencialmente, en establecer conexiones entre
sucesos que, aparentemente, no tienen ninguna relación entre ellos, sólo llegan a
desarrollarse si uno se permite explorar libremente los pensamientos y los sentimientos
vividos y ponerlos en relación. Los métodos descritos a continuación permiten
entrenarse para desarrollar y utilizar más eficazmente la facultad de asociación.

LA LIBRE ASOCIACIÓN

Una de las dificultades del método terapéutico de Freud reside en la técnica de


hacerle contar al paciente un encadenamiento libre de ideas sin censura ni evaluación.
En la libre asociación, se supone que los pensamientos que vienen a la mente tienen una
relación de concordancia (el determinismo psíquico), incluso si el individuo no se da
cuenta en seguida de ellas. No hay ninguna razón, sin embargo, para limitar esta técnica
preciosa al gabinete del psicoanalista. Se puede aplicar con provecho para resolver
problemas. Cuando alguien se ha aferrado a un problema, el animador del grupo puede
decir : “di lo que te venga a la mente, cualquier cosa, no importa que sea estúpido o
absurdo, incluso si no hace más que aparecer momentáneamente en tu mente”.
Prosiguiendo con esta cadena de ideas y sabiendo, pertinentemente, que tiene una
relación con el problema, se acaba, a menudo, por llegar a una solución. Un ejemplo,
sacado de otro contexto, puede ilustrar este proceso.
Hace algunos años, M. Franklin, industrial, regresaba a su casa al volante de su
coche pensando en el fútbol. Ocurrió, entonces, lo siguiente : pensaba en el equipo de
Tulsa y en el brillante pase de Glenn Dobbs a ... y no pudo recordar el nombre del otro
jugador. Sin embargo, lo sabía perfectamente. Después de haber intentado acordarse
durante varios minutos, quiso intentar la libre asociación. Pensó inmediatamente en uno
de sus empleados, Harry, que, pronto, se iría a trabajar a otro sitio. (“Qué curioso que
haya pensado en esto”, se dijo a sí mismo.) Harry había confesado a sus amigos que
había llevado a cabo varias tareas por las cuales M. Franklin había recibido
felicitaciones. Esto había provocado su enfado. Por asociación, volvió a su historia del
fútbol. Se acordó que, cuando Glenn Dobbs comenzó a jugar como profesional sin su
compañero de equipo de la Facultad, no se las arreglaba bien para nada. “Bueno, quizás
la calidad de Dobbs como pasador dependía más del que recibía que de él mismo”.
Entonces, M. Franklin se dio cuenta de que estaba un poco preocupado. De hecho, si
Harry hacía todo el trabajo que le traía reconocimiento, la situación de M. Franklin
estaba expuesta al riego de sufrir como consecuencia de partida. Justo lo que le había
pasado a Glenn Dobbs.

38
3.- El Funcionamiento personal

En definitiva, M. Franklin daba pruebas a Harry, simbólicamente el jugador que


recibía, que tenía tan poco importancia para él que olvidaba hasta su nombre. En cuanto
se dio cuenta de esto, el nombre que buscaba le vino en seguida a la mente : Saxon
Judd.
Otro ejemplo : un miembro del grupo que está investigando su antisemitismo
eventual. El animador le pidió que hiciera asociaciones con la palabra “judío”. Había
varios judíos en el seno del grupo. Cuando hubo terminado, alguien comentó que los
términos asociados podrían aplicarse a cualquier persona. Entonces, para averiguar, se
le pidió hacer asociaciones con las palabras “ministro protestante”. Fue evidente
rápidamente que las asociaciones eran totalmente de índole diferente. Todo se aclaró
para todo el mundo, para el interesado y para los que escuchaban.
El lector puede valerse de este ejercicio la próxima vez que haya olvidado algo.
Puede estar seguro de que todo lo que le pase por la cabeza estará relacionado. La libre
asociación es un método válido que se cultivará y se utilizará con provecho en el
camino hacia el mundo interior.

LA ESENCIA

Se puede aprender a asociar elementos dispares fomentando la analogía 19.


Preguntas del tipo : “¿A qué se parece eso?” o “¿Eso te recuerda otra cosa?”, ayudan a
adquirir la costumbre de establecer relaciones entre los diferentes elementos
suministrados por una experiencia.
La variante de un juego infantil puede contribuir a la adquisición de este hábito.
Todos los grupos de encuentro de un mismo taller se juntaron para una reunión general.
Se les pidió a los participantes que expresaran sus sentimientos sobre una persona bien
conocida por todos. Tenían que expresarse en términos de analogía. Se les hizo, más o
menos, las siguientes preguntas : “Si fuera un color, ¿qué color sería?”, “si fuera un
alimento, ¿cuál sería?”, “si fuera un país, ¿cuál sería?”, “si fuera un género literario,
¿cuál sería?”, “si fuera un mueble, ¿cuál sería?”, “si fuera un período histórico, ¿cuál
sería?”, “si fuera un animal, ¿cuál sería?”, “si fuera una parte del cuerpo, ¿cuál sería?”,
“si fuera un olor, ¿cuál sería?”. En respuesta a cada pregunta, el participante tenía que
evocar la esencia del objeto. No se podía contestar “una tarta de manzana”
simplemente porque se trata de un ciudadano norteamericano. Uno de los participantes
lo entendió muy bien cuando evocó el aspecto soso de su personalidad comparándolo
con “un puré sin sal”. Este es un juego fácil de entender y muy eficaz para estimular el
espíritu de la analogía y de la asociación.
Igualmente se ha empleado la analogía directa para la expresión de sentimientos.
Describir, por ejemplo, lo que uno siente hacia un miembro del grupo en términos de
miembros de la familia, en términos de colores o de la manera en que uno quisiera
tocarlas, son, todas ellas, posibilidades que ofrecen un campo más amplio para descubrir
y expresar lo que se siente.
A menudo, es útil aplicar esta técnica a una situación especifica. Un grupo de
industriales no conseguían descubrir qué era lo que sentían hacia su animador. Por
consiguiente, este les pidió que hablasen de ello. De hecho, él percibía fuertes
reacciones en el seno del grupo que, si se quedaban sin expresar, bloqueaban al grupo.
Ninguna respuesta. los miembros del grupo estaban sentados alrededor de una mesa y

39
Joy

bebían agua. Había vasos de cartón diseminados por todas partes. Para salir del paso, el
animador repitió su pregunta. Les sugirió que imaginasen que él era un vaso de cartón.
¿Qué harían con él? ¡Plaff! Inmediatamente, tres personas aplastaron su vaso. Otro dijo
que quería colocarlo en algún lugar muy alto, como en un pedestal. Muchos querían
beber en él. Uno quería apartarlo y nunca más volver a verlo, mientras que otro dijo que
“mearía dentro”. Esta iniciativa permitió a los miembros del grupo expresarse y
traspasar el obstáculo. Entonces, se habló de los sentimientos de cada.
Este ha sido otro ejemplo del principio que hemos expresado anteriormente : la
traducción de un sentimiento en una acción física de forma que se pueda entender mejor
lo que se siente.

TARAREAR

Otro método próximo al de la libre asociación y que abre también una vía hacia
el inconsciente : el tarareo. Tiende a revelar los sentimientos y pensamientos que
preocupan al individuo, sin que se dé cuenta. A veces, tararea una melodía que le viene
espontáneamente a la boca. Reflexionar sobre la letra o asociarla son elementos que
pueden ayudar a comprender mejor una situación originalmente confusa. La clave de la
asociación reside, quizás, en el título de la canción, en los versos que han sido elegidos
y que se han cantado o tarareado, o en el clima de la canción. (El lector puede hacer otro
tanto ahora, poniéndose a tararear hasta que esto le lleva a una melodía.)
Esta noción fue introducida en el transcurso de una reunión general del mismo
tipo que la anteriormente mencionada. Se pidió a todos los participantes que se pusieran
a tararear. Un hombre eligió la melodía de el aire de “West Side Story”20 : “Me siento
gracioso, tan gracioso...”21. Era un excelente ejemplo para este método, ya que, antes,
había hecho dos chistes que habían provocado la risa ; a continuación, había dejado caer
el primer verso : “Me siento guapa”22, para pasar directamente al segundo que reflejaba
lo que él sentía. Sólo se dio cuenta de la relación entre la canción y su comportamiento
cuando el grupo lo comentó.
Otro ejemplo : me disponía a dar una conferencia ante un público amplio. Me
sentía completamente seguro de mí y charlaba alegremente con mi presentador mientras
esperábamos. Parecía que todo ocurría de acuerdo con mi deseo, cuando me puse a
tararear. Se trataba del tema musical de la película “El Gran Impostor” 23. Mi actitud
relajada no reflejaba lo que yo sentía en mi interior. Así que me callé y repasé
concienzudamente, en mi mente, las grandes líneas de mi conferencia.
Un último ejemplo : un paciente, que iba a la consulta de su psicoanalista, se
encontraba con un humor particularmente radiante. Su psicoanálisis iba muy bien y su
confianza en el psicoanalista iba creciendo. Esto se le hizo muy patente cuando se
acordó que, en el camino, había tarareado “Yo arreglaré todo lo que el mundo te ha
hecho”24. En definitiva, expresaba su deseo en la canción : el psicoanalista iba a
arreglarlo todo y a darle una nueva salida.
Por lo tanto, tararear es un método simple y agradable para descubrir los
sentimientos ocultos que son de difícil accesibilidad mediante la reflexión consciente.
Practicando estas diferentes técnicas, se refuerza la confianza en la facultad de la
asociación. Esta capacidad existe en cada uno, a veces sorprendentemente desarrollada.
Pero, para poder emplearla al máximo, hay que darse cuenta de su existencia, suprimir

40
3.- El Funcionamiento personal

los bloqueos emocionales y, por consiguiente, los controles, ponerla en práctica y creer
en ella al verla funcionar. Para terminar, esta facultad puede aportar una contribución
extremadamente válida en los campos del pensamiento, de la creatividad y del
conocimiento de si mismo.

LA EXPRESION

Lo que se piensa o se siente debe expresarse de una manera u otra. Los


descubrimientos científicos están redactados en un lenguaje técnico. La música se
escribe y después se toca. Otras impresiones se pintan, se cantan, se bailan, se dicen o se
ponen en escena. La comunicación de una experiencia pasa, de alguna forma, por el
cuerpo, en parte o en su totalidad.
La creación artística y la creación científica se diferencian, quizás, por la
importancia que conceden respectivamente a la forma final. La creación artística
concentra su atención en las tres primeras fases del proceso creador : la adquisición, la
asociación y la expresión. Los grandes descubrimientos de Freud sólo han podido
realizarse gracias a su sensibilidad hacia todo lo que constituye la personalidad humana
y al hecho de que haya integrado este material. La redacción de sus escritos se integra
con el resto del proceso, aunque en menor medida. Servía, ante todo, como medio para
expresar sus ideas. En cambio, el escritor, el poeta, el artista, el bailarín ... se interesan
más por la forma de expresarse. Nuestra admiración por Browning no depende
únicamente de sus ideas, sino también de su expresión como tal. Cuando bailan
Katherine Dunham o Margot Fonteyn, el arte se expande en el amplio movimiento de
sus cuerpos que traducen sus sentimientos.
Los factores lógicos, conscientes, que aumentan la facultad de expresión se unen
a un sector de la educación tradicional : la adquisición de conocimientos. El aprender a
bailar, a cantar, pintar o escribir amplía la posibilidad de expresarse. A menudo, se
desemboca, más tarde, en el simbolismo. La película “Fantasía” de Walt Disney
demuestra esto representado visualmente una composición musical.
Los factores inconscientes responsables de la inhibición encuentran, a menudo,
su origen en una censura interpersonal o cultural. Creer que el ballet no es masculino,
que cantar en público es inconveniente, que los artistas son irresponsables y las actrices
inmorales son factores que pueden, conscientemente e inconscientemente, inhibir la
expresión total de los sentimientos en estos campos. El rechazo a exponerse, por
ejemplo, a cantar en público entorpece enormemente la libertad de expresión. En la
medida en que estas inhibiciones existen, la realización del individuo está seriamente
limitada.
Se pueden conseguir notables mejorías si el grupo, en su totalidad, está dispuesto
a sostener el esfuerzo creador de cada cual. Para que esto ocurra hace falta que reine un
ambiente propicio a la exploración mutua.

ENCUENTRO NO VERBAL

41
Joy

En la primera reunión de un grupo de encuentro, se prohibió el empleo de las


palabras tanto escritas como habladas. Además, las sillas no estaban dispuestas como de
costumbre en círculo. No había ninguna mesa para nadie. Dicho de otra forma, los
miembros del grupo entraron en una sala en donde las sillas estaban alineadas contra la
pared. Debían comunicarse sin palabras durante una hora. La meta era animar a los
participantes a utilizar la comunicación no verbal. (Uno de los grupos empalmó con una
sesión donde todos debían cerrar los ojos para obtener una percepción más intensificada
de los sentidos.)
Fue una experiencia extraordinaria. Todo el mundo bailaba, se animaba, se
comunicaba con los pies, hacían mimo ... Se hizo un descubrimiento sorprendente. Al
parecer, después de esta primera reunión sin palabras, la imagen percibida de cada uno
era mucho más clara que de ordinario cuando este primer contacto se hace de un modo
más tradicional. Este descubrimiento subraya, quizás, el camuflaje que constituyen las
palabras.
Este método ayuda a trasformar las impresiones en actos. He aquí como se
expresó la voluntad del grupo de “comprender” a uno de ellos : varios miembros lo
levantaron con su silla y lo transportaron al interior del círculo formado por el grupo.

POR PAREJAS

A veces, uno se expresa con más facilidad o de manera diferente en presencia de


una sola persona. Con esta finalidad, los miembros del grupo se pueden poner por
parejas. La experiencia durará entre 30 minutos y una hora. Cada cual intentará
comprender a su pareja, aprender a darle y a recibir de él, y mostrarse creativo con el
otro. Se trata de dar a cada persona la ocasión de aprender a expresarse y a recibir
señales del otro para poder establecer una comunicación. Se concede suficiente tiempo
para superar las dificultades y para poder llegar a un resultado positivo.
En este ejercicio, el interés reside en el hecho de que, según la regla del juego,
los participantes deberán mantener la comunicación sin huir, como de costumbre,
cuando la situación se vuelve difícil. El comentario sobre este problema se podrá leer,
más adelante, bajo el título : “La perseverancia”.
Estas técnicas permiten iniciar a las personas en una gran variedad de modos de
expresión, a la mayoría de las cuales no estamos acostumbrados. Implican una
utilización más compleja de los sentidos y del cuerpo y permiten modificaciones :
individualmente, en pareja, en pequeño grupo o en gran grupo. El hecho de poder
expresarse en una atmósfera favorable permite tener experiencias que no nos creeríamos
capaces de tener en otras circunstancias. El hecho de expresar lo inexpresable provoca,
a menudo, un salto tal en la confianza en sí que nace la necesidad de ampliar
indefinidamente el repertorio de modos de expresión

LA EVALUACION

Una vez adquiridos y asociados los elementos suministrados por la experiencia,


el comportamiento debe ser útil y creativo para no caer en la pura y simple

42
3.- El Funcionamiento personal

excentricidad. Con esta finalidad es necesario saber determinar si la relación entre estos
elementos y la situación en cuestión es satisfactoria. El rechinar de una tiza sobre una
pizarra en medio de una sinfonía, el ketchup mezclado con un licor y la utilización de
un clip para cavar un túnel son todos ejemplos de asociaciones originales, pero de un
valor, cuando menos, dudoso.
A menudo, resulta más seguro evaluar resultados científicos que hacer un juicio
artístico. En principio, la ciencia puede determinar el valor de un nuevo resultado
gracias a la técnicas de experimentación y de verificación. La perfección artística, en
cambio, parece más efímera y varía según el sentimiento de satisfacción del artista o en
función de la reacción del publico y de las tendencias sociales. Los altibajos
experimentados por Kafka, Sinatra, Telemann, Van Gogh y las pantallas de lámpara
Tiffany ilustran perfectamente la dificultad de este tipo de evaluación.
Se han realizado investigaciones para encontrar métodos serios de evaluación,
sobre todo en el campo científico. Sin embargo, se utilizan otros métodos, menos
objetivos, para evaluar un producto. Sabios y artistas dirán, a menudo, hablando de su
obra, que experimentan “una buena o mala impresión”. Algunos matemáticos han
contado que se habían despertado “sabiendo” que habían encontrado la solución a un
problema difícil. Quizás, después de la intuición, haya tenido que trabajar larga y
duramente, pero nuestro hombre “sabía” que tenía en él los elementos necesarios para la
resolución del problema.
Existe, por otra parte, una “impresión” de que no habrá solución. Un ingeniero
contó que, cuando era niño, se encontraba construyendo una maqueta de avión al cual
sólo le faltaba el motor. Añadió que “sabía” que ese avión no volaría, aunque tuviera
motor. Se dio cuenta de que su “intuición” venía del echo de que no tuviera suficientes
elementos y de que él no sabía lo bastante sobre aviones como para hacerlo volar.
Al parecer, en estos diferentes casos, el inconsciente posee una “información”
previa acerca del valor de las soluciones propuestas y lo trasmite a través de sensaciones
corporales. Puede ser muy provechoso el saber reaccionar a estas sensaciones
abandonando ciertos caminos a favor de otros. Se cometen errores, pero el aprender a
reaccionar a estas señales incrementa las posibilidades de alcanzar un resultado
satisfactorio.
Los bloqueos emocionales ante una correcta evaluación intervienen en la toma
de decisiones. Por una parte, se huye de una evaluación demasiado favorable con
respecto a la propia obra de uno mismo por temor a decepcionarse a sí mismo o a los
demás, debido a una incertidumbre general en cuanto a su propia competencia o por una
preocupación excesiva por el perfeccionismo. Por otra parte, la necesidad de verse
cumplido un deseo, la voluntad feroz de llegar a un resultado y la rabia competitiva son
ejemplos de causas que inducen al individuo a dejarse confundir en lo concerniente al
valor de su trabajo. Esto puede desembocar en un conflicto, en vacilaciones o en
decisiones prematuras. (Evidentemente, no son las únicas causas de los problemas que
surgen a la hora de apreciar el resultado de una acción.) En la medida en que existen
estos diferentes elementos, será difícil evaluar lúcidamente el alcance de las acciones.
Por consiguiente, el individuo tenderá a aceptarlas, tal como son, sin crítica, o a
recharzarlas a pesar de su valor. Dos actitudes en las cuales la creatividad se resentirá.
La siguiente técnica emplea estas ideas sobre la evaluación.

SENTIR CON EL CUERPO

43
Joy

Estos métodos analíticos deben, ante todo, concretizarse en el cuerpo por medio
de una impresión de “bien” o de “mal”. Se puede enseñar a las personas a seguir su
intuición de forma que, en situaciones de necesidad, hagan uso de la misma. Estas
impresiones no son infalibles, ¡ni mucho menos! Pero, aprendiendo a darse cuenta de
ellas, se les da una oportunidad para ser reconocidas por lo que valen. Uno encontrará
con que sus “impresiones” se confirman siempre ; otro que sólo tienen un valor limitado
a ciertos campos y un tercero aprenderá a hacer intervenir simultáneamente otros
elementos.
Las “impresiones” se llaman, a veces, “pensamientos prelógicos”, lo cual
significa que el cuerpo entero se encuentra implicado en encontrar una solución a un
problema. Hay actividad antes de que la mente haya aprehendido el problema y llegue a
una solución lógica. Haciéndose consciente de estos preliminares y utilizándolos, se
puede elaborar una manera más rápida y más segura para llegar a una conclusión. Este
fenómeno se produce, a menudo, cuando se trata de tomar una decisión de gran
importancia. Se tiene entonces “la impresión de que no es eso”, sin razón evidente, a
propósito de una u otra de las posibilidades que se ofrecen. A veces, a esto se le llama
“intuición”.
Los creadores han hablado muchas veces de su capacidad para utilizar este
procedimiento. Los escultores hablan mucho de su obra en estos términos. Son capaces
de mirar una escultura y de sentir si “funciona” o no. La mayoría no saben o no quieren
explicar por qué las cosas ocurren así. Pero están convencidos de lo que sienten. Sólo
después de esto se ponen a hacer que “funcione”.
Se puede entender la capacidad de alguien para formular juicios sensatos
cultivando esta sensibilidad para los datos prelógicos. De hecho, se trata, sobre todo, de
aprender a ser sensible ante señales ya presentes y a saber utilizarlas con provecho.

LA PERSEVERANCIA

En personas con habilidades normales, las ideas y comportamientos creativos no


son difíciles de encontrar. Pero para llegar a una verdadera contribución creativa, hay
que ser perseverante. Es necesario explorar las implicaciones de la idea creativa o de la
obra a la cual desembocará, hacer madurar la idea embriónica. Es imprescindible vivir
con el objeto de nuestra creación de manera que nos impregnemos de él. Se tiene, a
veces, la impresión de que el resultado permanece tal y como fue concebido.
Generalmente, se puede comprobar que esto no es exacto del todo. En ocasiones, el
autor debe volver a escribir varias veces su historia antes de que esta trasmita su
mensaje, trabajar largamente las imágenes, examinar las ideas desde diferentes
ángulos ...
Uno de los resultados de la perseverancia podríamos identificarlo como el
conflicto entre “el amante ciego” y “el don Juan”.
Por una parte podría ocurrir que uno se obstinase demasiado tiempo en una idea
o en una obra, más allá de lo que podría llamarse su “tasa de fertilidad”. El crédito dado
al término “flexibilidad” da muestra del alto grado de estima que nuestra cultura

44
3.- El Funcionamiento personal

concede al hecho de saber abandonar las ideas y de estar abiertos a las de los demás.
Por otra parte, se puede rechazar una idea de forma prematura, sin haberle dado la
posibilidad de desarrollarse. La historia de la ciencia rebosa de estos casos : grandes
descubrimientos debidos a la obstinación de alguien frente a una oposición empeñada en
afirmar lo contrario ; se pueden citar los casos de Freud, Galileo o Pasteur. Sin embargo,
el problema consiste en evitar la exaltación de los casos de “los amantes ciegos”,
obstinados en continuar, a pesar de la evidencia, cuando no merece la pena.
Hay también varias razones para comportarse como un Don Juan. A veces, se
experimenta el temor al fracaso en el momento de afrontar la obra. En otros momentos,
el interés decae al mismo tiempo que la excitación del descubrimiento y el desarrollo se
convierte en una tarea ingrata y fastidiosa. El creador no sabe como proseguir, ya que la
perseverancia proviene de otro tipo de actividad diferente a la del acto de la creación.
Pero la presión social es, quizás, uno de los elementos que más influye en los abandonos
prematuros. ¿ No es verdad que el entorno del creador le repite continuamente que el
que permanece fiel a su idea es egoísta, egocéntrico, rígido, inflexible y pretencioso ?
En ocasiones, la incapacidad de seguir está en relación con la actitud del
individuo hacia la autoridad. Para algunos, hacer algo nuevo equivale a “yo puedo
hacerlo mejor que los especialistas (autoridades)”. Por consiguiente, estas personas
sienten una amenaza y tendrán dificultades para llevar sus ideas hasta la madurez. Si es
posible suprimir las acusaciones de egoísmo y de falta de respeto, que se imputan
habitualmente al acto creativo, será posible, probablemente, aumentar también la
perseverancia.
Las personas se obstinan, a pesar de la evidencia, por muchas razones. La
autoridad puede intervenir de una manera opuesta a la que se ha expuesto anteriormente.
Algunos adultos y algunos niños, que se rebelan contra la autoridad, interpretan el acto
no creativo o convencional como una sumisión a la autoridad, lo cual no pueden
admitir. Tal es así, que todo lo que hacen lo tienen que hacer a su manera. Esta actitud
puede dar lugar a actos creativos y, de echo, suministran fuertes motivaciones en este
sentido. Sin embargo, el rebelde no puede hacer un buen uso de los comportamientos e
ideas establecidos, aunque estos le fueran útiles. Por lo tanto, su propia creación puede
verse empobrecida.
Otro factor que puede intervenir en “el amor ciego” puede engendrarse por una
acuciante necesidad de éxito. La persona puede tener deseos de acabar, pero no pueden
admitir que su obra está madura. Le parece que eso no pude ser, que tiene que ser
perfecta, ¡alcanzar el éxito! Esto puede manifestarse bajo la forma de lo que se puede
suponer como lentitud en el trabajo, que es, en realidad, la incapacidad de abandonar
una parte de la obra para pasar a la siguiente.
El método siguiente parece suministrar un medio para desarrollar la capacidad
de perseverar.

EL “DUO” SIN SALIDA

En el transcurso de un seminario de una o dos semanas se coloca a las personas


en pareja desde el comienzo y se les pide que se encuentren más o menos durante una
hora cada día, a ser posible repartida en dos veces de media hora cada una. Una

45
Joy

condición esencial : los encuentros deberán continuar aunque sus relaciones se hagan
muy difíciles.
Esta exigencia les coloca en una situación raras veces posible en la vida
cotidiana, en la cual, habitualmente, se reacciona ante los conflictos desapareciendo. El
hecho de permanecer juntos trae, forzosamente, nuevos medios para salir de la
situación, los cuales raramente habrán sido utilizados en el pasado por la persona. De
todo ello resulta una ampliación del comportamiento típico y obliga a las personas a
perseverar en una relación interpersonal.
Los resultados obtenidos en este ejercicio son, en general, muy buenos y
completamente sorprendentes. La sorpresa reside en el hecho de que la gente lleva a
buen fin la relación que se les había sido impuesta, aunque, en un determinado
momento, esto les había parecido muy desagradable y desesperado. Tal experiencia
permite saber afrontar mejor las situaciones e incrementa la confianza en sí mismo para
llevar adelante con éxito una relación. Esta nueva percepción de la capacidad de
perseverancia se extiende, generalmente, a otras situaciones.
El ejercicio siguiente, sin ser del todo una técnica, es una aplicación de las ideas
que acabamos de exponer.

YA LO HEMOS HECHO

Sam fue involucrado en un debate sobre el matrimonio y la creatividad. En un


momento de la conversación le surgió una idea : ¿por qué no organizar un grupo
prematrimonial siguiendo el modelo del Grupo de Encuentro? Los amigos y la familia
de la futura familia serían invitados. Se les animaría a decir francamente, honestamente,
sus impresiones respecto al matrimonio, los problemas que prevén para el futuro de la
pareja, su fuerza etc. Expuso su idea muy excitado, pero Violet lo interrumpió : “los
italianos hacen eso oficiosamente desde hace años”. Sam persistió, pero ya no estaba tan
convencido. El comentario de Violet le había enfriado. En realidad, lo que ella decía era
: “tus ideas no tienen nada de nuevo ; ¿para qué excitarte así?”. Considerando, en las
ideas de Sam, sólo el contenido que ya existía, en lugar de ver su lado innovador, Violet
había ahogado la creatividad de Sam.
Esto no significa que el observador deba apoyar toda actividad creativa. Sea cual
sea su reacción, debe, ante todo, ser lúcida. Es esencial evaluar bien la novedad del
producto y, antes de hablar de falta de novedad, estar completamente seguro de lo que
uno dice. La idea puede ser creativa, psicológicamente o individualmente, aunque pueda
tener precedentes históricos. Más tarde, uno se puede dar cuenta de que el precedente no
era exactamente igual que la idea nueva. En el transcurso de un debate posterior,
relativo a este ejemplo, se comprobó que los Italianos no hacían exactamente lo que
Sam había sugerido, y que las diferencias eran considerables. Esta broma aparece de
continuo en las discusiones de negocios bajo la forma de : “esto ya lo hicimos hace
años”.
La mejora de los resultados en el campo de la perseverancia, al igual que en el
de la evaluación, es el resultado de la toma de consciencia, lo que permite superar los
bloqueos emocionales y los bloqueos de la práctica. Un individuo se encuentra
ampliamente recompensando cuando ha podido realizar con éxito una tarea. Muchas

46
3.- El Funcionamiento personal

personas sufren por las dudas, por esa dificultad que en el mundo del teatro llaman “el
problema del quinto acto”. Además de otras técnicas que tienen como finalidad la
ampliación de otros aspectos del proceso creativo, los métodos de la perseverancia
intentan liberar fuerzas ya presentes. Estos también pretenden, mediante la educación,
desarrollar estas fuerzas y colocarlas bajo el control consciente del individuo. La
bocanada de orgullo, la impresión de ser capaz y el sentimiento de autorrealización que
se experimentan entonces son una inmensa fuente de alegría y placer.
Aquí se termina la presentación de las técnicas cuya finalidad es la ampliación
de los elementos del funcionamiento creativo, por medio del desarrollo de cada etapa
del proceso de la creación. Existen dos técnicas más cuyo objetivo es la supresión de
bloqueos emocionales y la apertura del individuo hacia la experimentación más libre de
sus sentimientos. Se han mostrado tan eficaces que parece preferible tratarlas por
separado y de una manera más detallada. Una está derivada del psicodrama ; la otra es
un método ingenioso y relativamente nuevo que utiliza las capacidades de la
imaginación y de la fantasía.

LOS MÉTODOS DEL PSICODRAMA Y DE LA FANTASIA

El método del psicodrama también hace una utilización del cuerpo : se expresa
la situación escenificándola con gestos, en lugar de describirla con palabras. Por el
contrario, los métodos que derivan de la fantasía necesitan de una explicación más
profunda, ya que no hacen intervenir el movimiento del cuerpo. Exigen, más bien, la
participación total de la imaginación. A continuación describiremos estos métodos y
después los comentaremos.
Las técnicas del psicodrama desarrolladas por Moreno25 y sus colaboradores en
el transcurso de las últimas décadas presentan una gran variedad de métodos que se
pueden añadir al que vamos a describir a continuación. Sólo describiremos uno de los
más eficaces. Es fácil adaptarlo al ámbito de un grupo de encuentro. La descripción que
viene a continuación da una idea del método.

LA PERDIDA DE UN SER QUERIDO

Cuándo : la pérdida de una persona cercana en el transcurso de los primeros


años de la vida puede tener un efecto traumatizante en el niño. Más tarde, puede dar
lugar a graves consecuencias en sus relaciones con los demás. Esta técnica será útil en
este tipo de situaciones.
Cómo : se usan dos métodos empleados en el psicodrama, el doble y la inversión
de papeles. Se le pide al protagonista que elija a un miembro del grupo que le recuerde a
la persona desaparecida. Representarán juntos la escena del reencuentro. Si se trata de
alguien que ha muerto, el protagonista se imagina subiendo al cielo para encontrarla. La
escena comienza así : el protagonista empieza por expresar sus sentimientos. Después se
establecen los primeros intercambios con la persona elegida al efecto. Al cabo de un
rato, se le pregunta al protagonista si la persona que está encargada de darle la réplica

47
Joy

mantiene a su satisfacción su papel. Si contesta que no, los papeles son invertidos y el
protagonista representa al ausente. Esta técnica se repite varias veces, ya que ayudan al
protagonista a sentir lo que el otro siente. Otros miembros del grupo son invitados a
representar el papel del “alter ego”, lo que significa que se ponen detrás de uno de los
principales actores y le van diciendo lo que, según ellos, sienten, pero que no están
expresando. La inversión de papeles junto al “alter ego” hacen aparecer, en general, los
elementos importantes, contenidos en la situación, que el protagonista puede explorar y
sentir en toda su dimensión. El psicodrama se termina cuando se llega a una solución
realista, basada en el conjunto de los nuevos datos.
El animador o un miembro experimentado del grupo ejerce de psicodramatista.
Si el grupo poseyera una experiencia suficiente en este tipo de ejercicios, todos los
miembros participarían en la dirección del juego.
El protagonista puede elegir a los actores que desempeñarán otros papeles o los
miembros del grupo pueden ofrecerse. Puede que sea preferible dejarle al protagonista
representar la escena delante de una simple silla vacía. Cuando desempeña los dos
papeles, cambia de silla.
Aviso : esta técnica pertenece al método del psicodrama. Generalmente, resulta
más eficaz cuando se realiza bajo la dirección de una persona competente. Puede
trastornar al protagonista y dejarlo muy perturbado, si es conducido por manos
inexpertas.
Ejemplos : Deborah tenía doce años cuando sus padres se divorciaron y su padre
abandonó la casa. Ella sabía que se había vuelto a casar y que tenía otros hijos. A los
catorce años su padre le propuso pasar el verano con él, pero las circunstancias hicieron
que esto no fuera posible. Con cuarenta años, Deborah no lo había vuelto a ver nunca,
pero reconocía que siempre había estado, más o menos, en su búsqueda. Repetidamente,
sentía dificultades para relacionarse con su marido, sobre todo por lo que ella no llegaba
a sentir por él ni darle. En el transcurso de la conversación, se averiguó que no había
podido, sin duda, entregarse por completo a su marido porque nunca había realmente
solucionado el problema de sus sentimientos hacia su padre. Parecía, asimismo, que la
mejor manera de solucionar su problema conyugal era empezar por la relación con su
padre.
Se le pidió a Deborah que eligiese en el grupo a aquel que más le recordara a su
padre. Su elección fue instantánea. Se le pidió que representase la escena de un posible
reencuentro con su padre. Los demás miembros del grupo podían hacer de “alter ego” a
su gusto o más bien cuando les parecería que Deborah o su “padre” no decían todo lo
que verdaderamente sentían. Para comenzar, Deborah le preguntó a su padre cómo se
llamaba, luego ella se presentó bajo su nombre de soltera. Al hacer esto, rompió en
seguida a llorar. Durante diez o quince minutos, Deborah continuó llorando mientras
que su “padre” la sujetaba en sus brazos. Evidentemente, el grupo estaba muy
sorprendido, emocionado, con lágrimas en los ojos. Todo esto resultaba más
sorprendente puesto que Deborah había permanecido hasta entonces muy cerrada al
grupo, muy distante. El grupo permaneció en silencio durante todo este tiempo. Por fin,
ella cesó de llorar. Era muy importante seguir, aunque Deborah estuviera muy cansada.
Acabábamos de asistir a una crisis que, lejos de ser un final, iba a permitir un trabajo
más profundo.
Ella continuó con la escena del reencuentro y confió sus sentimientos a su padre.
Parecía haber olvidado su hostilidad. Un miembro del grupo vino a hacerle de “alter
ego” y ella pudo expresarse con más facilidad. Se notó que Deborah no había

48
3.- El Funcionamiento personal

reflexionado mucho a cerca de la situación de su padre. Se le pidió que invirtiera los


papeles y que desempeñase el de su padre, lo que le permitió comprender mejor lo que
él podía sentir. Su madre fue representada por otro miembro del grupo y Deborah se
metió en cada papel en varias ocasiones para comprender lo que pasaba en este trío
compuesto por ella misma, su padre y su madre. Deborah, finalmente, parecía
extenuada. Así que se le pidió que hablase con su padre para hacer planes realistas, ya
que varios aspectos del problema habían sido, de alguna forma, vividos y
comprendidos. Esto se hizo con simpatía. Después se abrazaron afectuosamente,
separándose con una mejor comprensión de la situación.
Todavía se podían haber hecho muchas cosas más con Deborah. Habría podido
conocer a la segunda mujer de su padre, a sus demás hijos, volver a hablar con su
marido ... Lo que había hecho era, seguramente, lo más importante para su futuro
inmediato y la había vaciado de toda su energía. Era muy poco probable que se hubiera
mostrado receptiva a otros ejercicios ese mismo día. A continuación, su humor se
trasformó radicalmente. Apareció mucho más feliz y expansiva durante todo el tiempo
que duró el taller. He aquí su propio relato del episodio, de los sucesos y de lo que ella
sintió.

El relato de Deborah : la primera vez que me sentí emocionalmente al unísono


con el resto del grupo fue cuando todo el mundo salió de esta sala para dejar a Alfie
completamente solo. (Se había dejado solo a uno que se sentía rechazado por el grupo
para que pudiera experimentar la impresión de estar abandonado. Deborah no pudo
seguir la pauta y volvió con él.) En mi interior no podía dejar de pensar que alguien
debería estar allí, por si él tuviera necesidad. No se trataba de hacer ni de poder hacer
algo, sino que, por lo menos, no estuviera completamente solo.
El segundo suceso importante fue cuando una de las chicas se puso a describir
cuánto le pesaba la solicitud invasora de su padre, que le decía cuán importante era ella
para él (su problema era que recibía demasiado de su padre ; el mío, que no recibía lo
suficiente) y, también, el impacto de esta frase : “¡Si mi padre me hubiera dicho esto a
mí!”.
Lo que me marcó a continuación fue una confrontación directa con usted :
“Usted no habla nunca de su marido. ¿Por qué?”. Porque me duele muchísimo admitir
otro fracaso — o rechazo : primero el de mi padre, después el de mi primer marido y,
ahora, el del segundo.
Usted me dijo entonces : “Elija a alguien en el grupo para que haga de su padre”.
Pensé en seguida en Tom. Nos encontramos allí. El se agarró a mí, yo sentía sus brazos,
los miraba. Se parecían a los de mi padre, musculosos, recubiertos de pelo claro, una
especie de cabellera tupida. (Mi padre también se llamaba Tom.) Me senté sobre un
cojín y lo miré. Sentía una creciente emoción. Ya no sentía las extremidades de mi
cuerpo. En mi interior, más o menos alrededor del ombligo, había algo que se parecía a
una enorme bola, suave y blanda por fuera, dura como una piedra por dentro. Esta bola
subía y subía en mi vientre, para acabar estallando en mi pecho, salpicando mi cabeza,
mi boca, mis ojos, mi nariz, mis orejas. Entonces empecé a sentir un dolor que se
acentuaba a medida que subía, hasta llegar a ser intolerable. Tenía la garganta
tensionada ya que intentaba mantenerlo todo dentro.
Durante todo este tiempo no pude hacer otra cosa más que mirar el rostro de
Tom, sobre todo sus ojos. Entonces, le dije : “Soy Deborah Donlan” y ya no hubo nada

49
Joy

más que hacer. Hasta entonces nunca había sentido eso ni tampoco había llorado así.
Cada ruido, cada lágrima, cada grito nacía en la misma región que el primero, pero ya
no era tan fuerte ni tan duro, empezaron a disminuir en importancia. Al mismo tiempo
el dolor disminuía. Ya no pensaba que había otras personas presentes. Ya no existíamos
nadie más que Tom y yo. Entre el ruido y el dolor, me invadió la impresión de estar
envuelta, algo así como : “Por fin en casa” — un sentimiento de serenidad, de paz y de
felicidad.
Me parece incomprensible, aún hoy, el haber podido llevar todo eso dentro de mí
sin saberlo. Es verdad que, en ese momento, los porqués y los cómos me importaban
poco. Lo único que contaba era que “eso” saliese, era fantástico. A continuación me
sentí relajada y disponible para la gente. Durante todo el tiempo que duró el grupo tuve
esta impresión maravillosa de estar en paz conmigo misma y con el resto del mundo.
Todavía no consigo deshacerme de esta mezcla de cólera y de hostilidad hacia
mi padre, pero quizás ese momento no haya llegado todavía. Estoy segura de que hay
algo allí dentro que se dirige hacia mi madre. Mis padre se divorciaron cuando yo tenía
nueve años y mi madre, debido a eso, experimentaba bastante rencor. Así que ella no se
privó nunca de explicarme en detalle lo mala persona que era mi padre. Sin embargo, él
venia a vernos, de vez en cuando, a mi hermano y a mí (mi madre nos incitaba a estas
visitas para asegurarse la obtención del dinero). Eso duro hasta que tuve doce años. Si él
venía, íbamos al aeropuerto o a Cleveland donde cogíamos el avión. Era formidable, un
gran sentimiento de felicidad. Luego, no lo he vuelto a ver nunca más. Esto me ha dado
la impresión de que yo no valgo mucho. Se volvió a casar y me escribía
intermitentemente. Mamá me animaba a contestarle para pedirle dinero. Esto me
horrorizaba. El entró en la reserva de la marina cuando yo tenía diecisiete años. Me
envió dinero, cuando entré en la facultad, para pagar la matrícula y los libros. Eso me
gustó.
Aquella primavera, él y su mujer me escribieron para invitarme a pasar las
vacaciones con ellos en California, iríamos a Yellowstone Park ... Su invitación me
llenó de alegría, pero mi madre entró en crisis diciendo que lo único que buscaban era
una cuidadora de niños. Me dijo que si yo me iba, que no volviera nunca más a casa.
Sentí odio hacia ella. Escribí a mi padre diciéndole que no podía ir a California. No he
vuelto jamás a oír hablar de él. Tenía la impresión de haber sido cobarde y de no haber
recibido nada más que lo que me merecía.
Durante algún tiempo pensé que este era un asunto cerrado y que no había tenido
ninguna consecuencia en mi vida. (¡Cuánto nos podemos equivocar!). Después de haber
llegado a un cierto nivel profesional empecé a soñar con él, a imaginarme que me
encontraba con él. Esto se hizo más frecuente e intenso a medida que me aproximaba a
mis treinta años (fue, también, en esta época que me di cuenta de que mi matrimonio no
funcionaba). En mis fantasías, no iba nunca más allá de los primeros instantes de la
confrontación. Los temas de siempre eran los siguientes : yo descubría dónde estaba él,
iba a ese sitio, hablaba con él y le decía mi nombre. Yo esperaba siempre que estaría
orgulloso de mí, contento de verme, que sería la felicidad.
No he vuelto a soñar con él desde la experiencia que hice con el grupo, pero sigo
queriendo volver a verlo, si eso fuera posible. Ya no siento angustia ni tensión. Parece
que la necesidad haya desaparecido.
Usted tiene razón en cuanto al agotamiento de la energía. Uno se siente
completamente extenuado por el esfuerzo que uno hace al levantar “eso” y suprimirlo, o

50
3.- El Funcionamiento personal

al intentar levantarlo, sacarlo y luchar para no tener que controlarlo más ; también por
luchar, durante años, para no “caer en pedazos”.
A la vez, produce mucha alegría el hecho de poder, por fin, relajarse, ya que esto
también es una recompensa por la lucha. Tengo la sensación de que eso forma parte de
un todo. Por muy doloroso que fuese, la calma va mucho allá que el dolor.

El segundo ejemplo muestra cómo funciona este método en el caso de una


persona muerta y no de una separación. En el seno de un grupo, a la gente le había
llamado la atención la inmadurez de Ben. Parecía apoyarse completamente en las
personas que representaban la autoridad, idolatrándolas y haciendo de ellas seres
omniscientes26. Ben tenía poco más de veinte años y había perdido a su padre cuando
tenía cinco. Realmente, nunca había sentido pena a raíz de esto. Había aceptado la
muerte de su padre, sin reflexionar jamás sobre ello, tal y como se lo contara su madre.
Dadas las relaciones difíciles que mantenía con las personas de autoridad, se podía
prever que lo adecuado sería explorar los sentimientos relacionados con esta
desaparición. De esta manera, él podría aclarar y entender su relación con la autoridad.
Se le pidió que imaginase que iba al cielo, que encontraba a su padre y que
hablaba con él de las circunstancias de su muerte y de los sucesos posteriores hasta el
presente. Eligió al miembro del grupo que más se parecía a su padre y comenzó a hablar
de sus sentimientos a propósito de su muerte. Intercambió, frecuentemente, de rol con
su “padre”. Alguien representó a su madre en el juego y también intercambió papeles
con ella. Varios miembros del grupo intervinieron como “alter ego”. Habló de que
echaba de menos a su padre y de las consecuencias que esto había tenido en su vida,
preguntándose a sí mismo si su padre estaría orgulloso de él. Hizo referencia a sus
sentimientos de hostilidad hacia su padre, así como a la actitud de éste hacia su madre y
viceversa. Estaba muy metido dentro de la representación e iba deprimiéndose
rápidamente a medida que se desarrollaba la acción. Al fin, la emoción le inundó y,
hundiendo su cabeza entre los brazos de su “padre”, se puso a llorar. Su llanto fue
inimaginable. Duró entre veinte minutos y media hora, sin cesar. Pasó de unos gritos sin
lágrimas a sollozos, a un llanto ruidoso, a lágrimas de niño, a la cólera, a gemidos.
Cuando esto hubo terminado, se hizo un largo silencio. Lentamente, se comenzó una
conversación sobre lo que acababa de ocurrir. Uno de los miembros del grupo tuvo una
intuición súbita que explicaba el llanto de Ben. Se hubiera dicho que había llorado por
todas las veces que no había podido hacerlo, de golpe. Había empezado con lágrimas de
adulto, luego había sollozado como un adolescente, para acabar gimiendo como un
niño. Todo este dolor, que había sido almacenado y reprimido, acababa de ser liberado.
Se sentía agotado y aliviado.
Después de esto, se relajó mucho. Se hizo menos dependiente, su voz se hizo
más firme y se notaba que había llegado a aclarar la mayor parte de sus sentimientos
confusos hacia su padre. A partir de entonces, pudo encontrarse con sus compañeros
con más realismo. Inmediatamente después, se repitió la representación de Ben que
llegó a elaborar una solución realista basadas en la relación de un hijo con su padre
muerto.
Lo que pasó : en los dos casos, el abandono tuvo lugar en los primeros años de
la infancia. Tuvo un efecto devastador sobre el niño en cuestión, pero en ambos casos
fue rápidamente reprimido. Esto permitió al niño soportar mejor el dolor en el
momento, pero su personalidad resultó profundamente perturbada. Obstaculizó las
relaciones de Deborah con los hombres. En cuanto a las de Ben con las figuras de

51
Joy

autoridad, tanto masculinas como femeninas, brillaban tristemente por su inmadurez. La


represión que Ben ejercía sobre sí mismo actuaba como un tapón sobre todos los
sentimientos que rodeaban al suceso. El hecho de revivir estas situaciones tuvo el efecto
de un corcho que salta al abrir una botella de champán y los sentimientos, prisioneros
hasta entonces, se exteriorizaron. En los dos casos se produjo un extraordinario alivio.
Este era indispensable para su evolución psicológica ; pero las relaciones elaboradas
finalmente y las consecuencias de las crisis eran igualmente importantes. Los sucesos
fueron tan impactantes que sólo se conocerán las consecuencias algunos meses, sino
varios años, después. Sin embargo, varias señales permiten pensar que estas dos
personas han iniciado un nuevo periodo en su desarrollo emocional. En el transcurso de
la experiencia, fueron capaces de “soportar lo insoportable”, de redescubrir así la
autoestima y de liberarse del peso de su dolor.

La segunda técnica, juzgada digna de una atención particular, consiste en el


empleo de la fantasía y, más especialmente, del método inspirado en el “ensueño
dirigido” o en la “proyección del símbolo personal” 27. Estos métodos, aunque
desarrollados recientemente, son muy eficaces para actuar en profundidad y en poco
tiempo. Se muestran como una herramienta de trabajo de mucho valor cuando se busca
el material más profundamente enterrado en el inconsciente. Esta técnica tiene aún un
gran potencial inexplorado ; es tan apasionante y tan dramática que vamos a dar varios
ejemplos de ella con algunos testimonios de los que la han vivido.

LA FANTASIA — EL ENSUEÑO DIRIGIDO

Cuándo : en ciertas ocasiones, como es el caso en que las defensas son


demasiado fuertes, los métodos verbales y no verbales no son eficaces. Si el individuo
racionaliza la situación, aunque sólo sea un poco, ningún cambio importante podrá
ocurrir a causa de la resistencia que genera. Los métodos que emplean la fantasía son
totalmente indicados en estos casos, ya que hacen intervenir a una parte del
inconsciente.
Cómo : antes de nada, el participante debe relajarse. Tumbarse en el suelo
resulta, a menudo, una medida útil. En principio, él animador sugiere una imagen
específica para trasladar al participante a la fantasía. El participante cierra los ojos,
observa las imágenes que le vienen a la mente y las comunica. No debe intentar
imponerse imágenes ; de todos modos, después de un rato eso ya no será posible. En
cambio, deberá prestar atención a las que se le presentan. El animador interviene de vez
en cuando para facilitar la experiencia. Su papel es el de llevar al soñador a hacer frente
a situaciones difíciles o dolorosas, de brindar su apoyo ante los diferentes obstáculos, de
ayudar a ver más claramente las imágenes o a establecer relaciones entre ellas. El
soñador atraviesa, frecuentemente, por numerosas y diversas emociones, entre ellas, el
miedo, la euforia, la risa, el llanto, la tensión, la depresión o la relajación. El animador
pone fin a la sesión cuando los sentimientos experimentados son positivos y muy
apacibles.
Atención : la ayuda de un profesional es necesaria aquí. La fantasía puede tener
diferentes puntos de partida, de los cuales varios están descritos en diferentes libros

52
3.- El Funcionamiento personal

sobre el tema. La experiencia nos indicará cuáles serán eficaces en cada una de las
situaciones : hay que poseer una cierta competencia para saber intervenir o para conocer
las situaciones que pueden revelarse como inútilmente dolorosas para el participante.
Ejemplo : La caverna. Rosa tenía mucho miedo a los grupos y, sólo después de
muchas angustias y de darle muchos ánimos, terminó por aceptar formar parte de un
grupo de encuentro. Después de algunos días, parecía sentirse un poco mejor. También
parecía tener más ganas de participar. Además parecía capaz de expresar con bastante
libertad sus miedos y sus emociones. Por esta razón, se le pidió que participara en una
fantasía en presencia de todo el grupo : cuarenta personas. Ella aceptó sin gran
entusiasmo. He aquí lo que dijo.

El relato de Rosa : Me dijeron que me imaginara a la entrada de una cueva. (El


guía : hay una puerta muy grande a la entrada de la cueva y, detrás, hay algo que intenta
salir. Te acercas y abres la puerta. ¿Qué pasa?). La puerta estaba fuertemente cerrada
con grandes cerrojos y el abrirla me quita todas mis fuerzas. Cuando logro entrar, veo
dos ojos, muy grandes, que se mueven en la oscuridad. Tengo mucho miedo. (¿Puedes
aproximarte a ellos?). No. Está muy oscuro, excepto una apertura minúscula que deja
filtrar un poco de luz. De repente, la habitación se inunda de luz. Me doy cuenta de que
estoy en una casa de muñecas. Los muebles son muy pequeños. (¿Ahora puedes
acercarte a los ojos?). No. (¿Siguen allí?). Sí. Siguen girando a mi alrededor. Me
encuentro desorientada y un poco molesta por los muebles de modelo reducido. (¿Y los
ojos, puedes acercarte a ellos ahora?). No. Me molestan mucho. (¿Sería más fácil si
alguien estuviera contigo?). Sí, me parece que sí. (Elige a quien quieras). De repente,
siento que alguien está a mi lado, me coge de la mano y me lleva hacia los ojos. Esto me
parece tan normal : es mi marido. Pero me contraría bastante que sea él. Me conduce
hacia los ojos que no dejan de ser, después de todo, nada más que una vulgar hoja de
papel blanco, pegada a la pared, con dos grandes ojos dibujados. Mi marido desaparece
inmediatamente. Arranco el papel de la pared, lo estrujo y lo tiro. Me siento muy
aliviada y un poco enfadada cuando me doy cuenta de lo que significa este sueño.
(¿Quieres seguir en la cueva?). No. Prefiero irme. Hay mucha claridad fuera y hace sol.
Estoy muy aliviada por encontrarme aquí y por sentir el aire fresco que me envuelve.

Esto es un resumen. La fantasía duró, de echo, unos veinticinco minutos. Rosa


parecía muy relajada, contenta, cuando abrió los ojos. Esto contrastaba con la expresión
tensa y dolorosa que se le notaba al principio del sueño.
Al día siguiente, ella dijo que había pensado durante horas aquella noche. Al
principio, había pensado que los ojos representaban el público, luego que eran su grupo.
Seguidamente se dijo que, en realidad, eran todo el mundo. Comentó que se sentía más
a gusto en el grupo y eso se vio durante todo el resto del tiempo que duró el taller. Ella
prosiguió su relato :

He reflexionado mucho sobre esta fantasía y he intentado aclararla. Yo dependía


mucho de mi marido y el hecho de que él haya tenido que cogerme de la mano para
llevarme hacia los ojos era la confirmación de esto. La casa de muñecas era otra
confirmación. Ella representaba la niña en mí. En los ojos vi mi miedo hacia cierto tipo
de personas, ya que estos ojos representaban a todas las personas que hacen pesar una

53
Joy

amenaza sobre mí. Esta experiencia me apasionó verdaderamente porque me ha abierto


un buen número de puertas.
La fantasía me ha permitido pasar a otro nivel en la búsqueda de mí misma. Yo
ya no podía ser la “niña pequeña” y su marido en una casa de muñecas. Me he hecho
más adulta, más dispuesta a intentar cosas nuevas, a conocer a gente nueva, a ponerme a
prueba. Me siento más fuerte y menos asustada por la gente o las situaciones con las
cuales no estoy familiarizada. Pero todo esto no me ha ocurrido siempre en la alegría.
Ahogando a la niña pequeña, he perdido un poco de la comodidad que conlleva este tipo
de vida. Crecer significa encontrar el camino de uno mismo, lo que siempre ha estado, y
sigue estando sembrado de escollos.

Lo que pasó : el lugar que ocupa el análisis en la fantasía se discute todavía. Un


cambio significativo puede realizarse sin que la persona sea consciente de éste,
contrariamente a una opinión largamente extendida en psicoterapia. Al parecer, en el
caso de Rosa, el acontecimiento significativo se produjo en el transcurso de la fantasía,
tal y como se puede deducir de los diferentes elementos. Por una parte, el contenido : de
echo, se trata de superar simbólicamente su temor hacia algo — los ojos en este caso —
gracias a alguien cuya ayuda se reveló necesaria al principio para llegar a ser superflua
seguidamente. Posteriormente vino el cambio físico durante la fantasía, la tensión y el
miedo cediendo su lugar a la relajación y a la exaltación. Finalmente se hizo patente un
comportamiento muy libre y relajado en el grupo, que persistió durante meses. Puede
ser que la comprensión intelectual de la fantasía, que se operó después, estabilizara y
acabara la experiencia tal y como había sido vivenciada. Pero la transformación inicial
ya se había realizado. Esta técnica permite trabajar sobre un problema muy cargado de
sentido y, en muchos casos, de hacer grandes progresos en la búsqueda de una solución,
aunque el individuo no esté consciente del conflicto. De esta manera, nos encontramos
con una nueva técnica para emplear en capacidades inexplotadas.
La fantasía actúa, de alguna manera, como un remedio físico en la búsqueda de
la zona enferma. Si la fantasía puede moverse libremente, va a la raíz del problema y se
apega al mismo, aunque éste no esté siempre presente en la consciencia del que sueña.
Podemos decir que este concepto es más que una simple metáfora, si damos fe a las
teorías de Rolf y Lowen para quienes todos los problemas emocionales se pueden
localizar en el cuerpo de una manera o de otra : una tensión crónica en los músculos,
úlceras, una respiración jadeante, una vista débil u otra cosa. En este caso, la fantasía
puede verse estimulada por esta parte del cuerpo y el problema que esconde.
Según esta concepción, se pueden utilizar conjuntamente la fantasía y el
lenguaje corporal, como en el ejemplo siguiente.

Ejemplo : el estómago. Durante años, Fran había padecido dolores de


estómago. Mostraba igualmente una cierta propensión a la imaginación, cualidad que
ciertas personas poseen en un grado extraordinario. Así que la fantasía parecía ser un
método muy apropiado para abordar el problema.
Se le pidió que imaginase que se hacía minúscula y que penetraba en su
estómago. Una vez allí se le invitó a que contase lo que allí pasaba. He aquí lo ella
refirió al respecto.

54
3.- El Funcionamiento personal

El relato de Fran : hacía años que yo sufría de un estómago "nervioso". Parecía


que yo estaba eternamente condenada a un interior ruidoso, agitado, molesto por los
dolores, comprimido e incómodo. Comer llega a ser angustioso ya que se temen los
efectos posteriores, lo que no impide la gula porque la comida es buena. Me hice
radiografías esperando descubrir algo que no funcionaría orgánicamente, pero no había
nada.
No tenía ganas de dejarme llevar por la fantasía, pero lo hice. Se me preguntó
dónde se situaba la molestia y qué es lo que sentía. Se parecía, más que nada, a una
pared que obstaculizaba la entrada del intestino. Me pidieron que cerrara y que
imaginase la pared. Los cerré. Tenia la impresión de andar en una carretera, una
carretera que ya conocía. Tenía catorce años. Llegué a una pared de piedra muy alta. Al
otro lado yo sabía que había un prado. (El guía : "¿cómo consigues pasarlo?”). Puedo
intentar escalarla, pero las rugosidades son estrechas y resbaladizas. Experimento un
sentimiento de impotencia ante esta dificultad técnica : encontrar el medio de franquear
la pared. Voy a intentarlo. Sí. Lo consigo, pero el otro lado está embarrado, pantanoso y
poco acogedor. Uno se siente solo aquí. (“¿Puedes volver a escalar la pared?”). Sí.
(“¿Alguien podría ayudarte esta vez?”). No veo quién ... pero debe de haber alguien.
Sí ... ¿pero quién? ¡Ah, sí, Mac! Ahora, tengo más la impresión de tener mi edad, treinta
y nueve años. El me ayudará a volver a escalar la pared. (“¿Estás de nuevo encima?”).
Estoy encima de la pared. Ahora hay unos escalones que bajan hacia un patio. Se diría
que es el porche de un viejo colegio inglés, tranquilo, soleado, con sombras en las
esquinas. Voy a bajar la escalera. Me siento un poco extraña aquí. (“¿Puedes ir hacia las
esquinas?”). Sí. No hay nada. Solamente que hace frío en la sombra y calor al sol.
(“¿Hay una salida?”). Sí, una puerta. Una puerta estrecha y pesada en la pared opuesta a
la mía. Con un enorme pestillo. (“¿Puedes abrirla?”). Sí. Es pesada, pero es fácil. Estoy
en la calle ahora. Hace bueno y el sol brilla. (“¿Hay alguien contigo?”). No. (“¿Hay
alguien con quien te gustaría estar?”). Sí. Busco a alguien en mi cabeza. Lou va a subir
conmigo por la calle principal. (“¿Puedes volver al patio, entrar y salir por la puerta?”).
Sí, entrar y salir. (“¿Te gustaría deshacerte de esta pared?”). Sí. (“¿Cómo?”). Habría que
hacerlo estallar con dinamita para poder hacerlo. Me río. (“¿Tienes dinamita?”). Sí. Ya
está, hago estallar la pared. La mayor parte ha desaparecido. Me acerco para ver.
Quedan algunas piedras. No puedo quitarlas. (“¿No hay nadie que pueda ayudarte?”).
No. Aparece una esperanza ... pues quizás ... la gente del grupo, aquí, podrían
ayudarme. ¡Sí, eso es! Sorprendente. Los veo remangándose y levantando las piedras.
Estoy emocionada. Ahora, está bien, todo está llano. (“¿Te gustaría poner hierba allí
donde había piedras?”). No merece la pena, ya hay. Siempre la ha habido. Estoy
cansada.
Por lo que yo puedo recordar, esta es la historia de la fantasía. Lo sentía todo
intensamente. Al final, estaba cansada y relajada, y bastante intimidada mirando a los
demás, no había más que hombres aquella tarde en el grupo. A parte de esto, me sentía
un poco desconcertada por mi falta de confianza en ellos, con la vaga idea de que :
“Ahora, ya no sería la misma”.
Durante las semanas siguientes, el mayor cambio en mi actitud se operó en
relación con la comida. Empecé a no considerar la comida como algo potencialmente
doloroso, y no estaba tan resignada a las consecuencias penosas que seguían a las
comidas. Mi estómago y mis intestinos parecían calmarse. No estaba curada, pero me
sentía más optimista, las cosas podían arreglarse.

55
Joy

Me gustaría hacer una interpretación en profundidad de esta fantasía, conociendo


mis sentimientos confusos con respecto a mi sexualidad y a mis valores, sin hablar de
mis experiencias religiosas y de los sentimientos de mi inferioridad intelectual. Podría
igualmente incluir todo lo que ha ocurrido después, a lo largo de los doce últimos
meses. Pero tengo presente en mi mente el hecho de que se trata de una experiencia
entre las experiencias de la vida. Como tal, tiene un cierto valor, y, precisamente, por el
agradecimiento que siento hacia ella, insisto en conservar sus límites.
Las grandes líneas son evidentes. El miedo a ingerir alimentos, la barrera que se
alza, los dolores, la soledad. Todo esto describe muy bien la tensión que rodea, para mí,
el acto sexual y mis sentimientos confusos en lo que concierne a la libertad sexual. Esto
describe, también, las dificultades técnicas del acto sexual tal y como las siento, así
como mi miedo y mi soledad después. Por encima de todo, quizás, esto refleja el
sentimiento de humillación al “dejarme llevar” para que me puedan ayudar. Por otra
parte, mi miedo a la libertad intelectual y las barreras que levanto contra las nuevas
ideas que correrían el riesgo de hacer que pierda el control sobre mí misma, esto
también está implícito en la fantasía. Esto roza, seguramente, el terreno maternal —
anglosajón — que albergaba la idea de la incompetencia de los hombres y de las
ventajas abusivas de las cuales gozaban.
La fantasía, junto con otras varias experiencias, ayudó a mejorar mi salud así
como mis relaciones con los demás. Me siento más receptiva, física e intelectualmente,
pero, al mismo tiempo, tengo la impresión de tener una visión más realista de lo que se
encuentra al otro lado. Después de todo, ese patio, a pesar de ser tranquilo y soleado,
tenía, además de las cálidas, esquinas frías. Eso le daba un aire natural y agradable, pero
no era el remedio universal.

Lo que ocurrió : también en este caso, el cambio se operó durante la


experiencia, sin reflexión consciente. Según las mismas palabras de Fran, la pared
representaba, al menos, un problema de orden sexual y un bloqueo en la región sexual,
simbolizado por el patio, separada del resto del cuerpo, simbolizado por el mundo real.
Su educación había hecho del sexo una cosa inaceptable y un pecado. Ella había
encerrado lo que pertenecía a este campo y consideraba que no tenía relación con el
resto de su persona. Este sentimiento se reflejaba en varios problemas causados por el
acto mismo. Las indisposiciones que ella sufría en el estómago eran producidos por la
tentativa de impedir que el alimento llegase a la zona prohibida. En la fantasía, la
destrucción de la pared significaba actuar para superar la dificultad cotidiana.
La revelación de que los demás podían ayudarle — para destruir la pared — era
llamativa y característica. En su vida cotidiana, jamás pedía ayuda. Nunca había
pensado que sería “normal” que alguien le ayudara de verdad, sobre todo para que
aceptara su sexualidad. Su comportamiento, en conjunto, se hizo más libre, de manera
que se le hizo posible tener contactos más fáciles con la gente.
Es importante destacar el hecho de que sus molestias digestivas habían mejorado
sin haber desaparecido totalmente. El problema no se había arreglado completamente en
una sesión. Esto ocurre a menudo. De echo, una persona vive, frecuentemente durante
semanas, con las consecuencias de la fantasía, dándose cuenta de nuevas aptitudes, de
nuevos sentimientos, adquiriendo una compresión consciente de lo que ha pasado.
Luego, cristaliza el problema en otro nivel. Entonces, de nuevo está preparada para una
nueva experiencia que puede ser otra fantasía u otra cosa. En este último caso, Fran
obtuvo tan buenos resultados con la fantasía que se podría contemplar la idea de hacer

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3.- El Funcionamiento personal

otra en la cual ella abordaría sus problemas sexuales ; o, quizás, se podría abordar un
trabajo analítico a través de su infancia, sus relaciones y el desarrollo de este
comportamiento a lo largo de aquellos años. De todas formas, hay que buscar al
individuo allí donde se encuentra y trabajar con él tanto tiempo como se pueda.
Seguidamente, hay que esperar a que el próximo paso se haga posible.

Ejemplo : El Mensaje. Esta fantasía de Nora surgió del hecho de que ella sentía
repugnancia por su propio cuerpo. La fantasía parecía prometer la raíz del problema.
Imagen inicial : “imagina a dos personas. Una dice : eres una mujer. La otra : eres un
hombre”. Se le sugirió esto por las dificultades de identificación sexual que ella sentía.
Estas son sus propias palabras :

El relato de Nora : Me acuerdo que la mañana en que viví esta fantasía era una
mañana envuelta en niebla. El odio que yo experimentaba cuando me sentía prisionera
de mi cuerpo había dejado lugar a un gran temor.
Este cuerpo que me encerraba había sido, hasta entonces, verdaderamente feo y
un motivo de vergüenza para mí. Para ese momento había llegado a ser una fuente de
terror, algo horroroso. Sin embargo, ¿cómo podía escaparme de él? Estaba carcomida
por el deseo de desgarrar mi piel y de huir a través de ella.
Apareció entonces Fritz Perls, un psicoterapeuta que asistía al grupo. Me cogió
en sus brazos. Todavía puedo sentir sus manos, muy firmes. Todavía siento su olor.
Todavía veo sus ojos, exteriormente húmedos y difusos, interiormente límpidos y
fuertes.
Ahora vuelvo de mi viaje y se puede decir, en lenguaje muy clínico, que una
desesperanza profunda es la condición sine qua non para que la fantasía obtenga éxito.
Yo no hubiera podido quedarme en aquella habitación mucho tiempo si hubiese
estado completamente consciente. Mi deseo de fuga era tan intenso...
¡Oh, Bill! Sólo tienes que decir una frase para pedirme este relato. Mi respuesta
puede ser tan larga como los cuentos de Las Mil Y Una Noches.
Nos pediste que todos que imaginásemos un hombre y una mujer. El hombre y la
mujer que yo veía no estaban muy nítidos, pero se peleaban. El hombre gritaba : “Ella
es mía”. Por su parte, la mujer gritaba también : “Ella es mía”. Entonces ella lo aporreó
a golpes hasta matarlo. Al principio, ella experimentó un sentimiento de triunfo, pero
más tarde se arrepintió de haberle matado porque matar no es un acto femenino. Se
había comportado como hombre.
El hombre estaba tumbado en el suelo, muerto. Lo veo. Es muy grande, un
verdadero Gulliver en el mundo de los liliputienses. Tiene el cabello negro, muy liso,
pegado y con largas patillas negras. Lleva botas brillantes, altas, que le llegan hasta las
rodillas. Los pantalones negros. Un jersey negro de cuello alto y mangas largas. Encima
del jersey lleva una cota de mallas.
Una bandada de pájaros azules planean alrededor de él. Cada pájaro lo coge por
un pequeño trozo de tela con su pico. Juntos, lo elevan, todavía muerto, y lo llevan a la
cima de una montaña. Allí lo depositan suavemente y vuelven a partir. El se despierta,
mira a su alrededor y se dirige hacia la entrada de una cueva. Entra dentro. El techo de
la cueva se inclina cada vez más hacia el fondo. Hay mucha luz. Al fondo ve una charca

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Joy

de agua. Quiere remojar su cara, pero no puede agacharse a causa de la rigidez de su


cota de malla. Se quita la ropa y las botas y se sienta en medio de la charca. En ese
momento quiere marcharse, irse de la cueva y de la montaña, pero no le es posible
bajar. La montaña es brillante, negra y resbaladiza como el mármol. Ve una piedra en el
fondo de la charca, la coge y la saca. Se sienta en el agujero y empieza a resbalar. Es
una verdadera cascada de agua a través de la montaña. Rueda hasta abajo y va a dar a
una colina verdosa. Un pequeño pueblo se extiende debajo.
Hay una niña. Está vestida con un gran delantal rojo con bordados azules y
dorados en todo el borde. Debajo, lleva una blusa blanca con mangas ahuecadas. Un
pañuelo en la cabeza, por debajo del cual sobresalen unos rizos dorados. Su piel es muy
blanca y cremosa. Su cuerpo y sus brazos son redondos y suaves.
El hombre quiere llevársela a la cima de la montaña. Le habla de la cueva y de la
charca. Ella se muestra reticente, haciéndole notar que no hay medio para escalar la
montaña empinada.
(Yo estaba contenta con esto, pero tú me hablaste de un helicóptero, Bill).
El helicóptero aterriza, los coge, vuela hacia la cima y los deposita.
El hombre agarra a la niña de la mano y la lleva suavemente hacia la cueva. Ella
es muy reticente. El la convence. Entran dentro de la cueva. Ella mira a su alrededor.
Está plenamente sorprendida. El la lleva hacia la charca y se sienta en ella. Ella se siente
intimidada, pero termina por levantar sus faldas y sentarse igualmente. Luego se
inquieta por el regreso. Como respuesta, él le enseña la piedra. Al ir a quitarla, le dice
que se prepare para deslizarse en cuanto la haya retirado. Explica que deben resbalar al
mismo tiempo que el agua, si no estaría seco y las rocas les harían daño.
Ella se serena. El quita la piedra y los dos resbalan en la oscuridad. De nuevo se
encuentran fuera. Están mojados y pasmados. El pelo liso y pegado del hombre ha
empezado a rizarse. Juntos, dan vueltas y se divierten en la hierba de la colina como
dos jóvenes cachorros de perro, húmedos, rizados y juguetones. Al fin se levantan,
miran hacia abajo, ven el pueblo y se dirigen hacia él cogidos de la mano.
A lo largo de toda la fantasía, tenía consciencia de tu voz, Bill, y, a veces,
también de mi cuerpo, pero prácticamente de nada más. Todo ocurría en imágenes,
como si fuera una película de cine. Pero iba más lejos porque yo sabía instantáneamente
lo que pensaban y sentían los actores. En cierta manera, yo era cada uno de ellos,
incluida la montaña y la catarata de agua.
Cuando me “desperté”, tenía la impresión de salir de un sueño. Mi depresión
había terminado. Me sentía en paz, un poco somnolienta, como después de haber llorado
mucho tiempo. Podía respirar profundamente.
Entonces, me pediste que entrara en mi cuerpo.
Yo penetré entonces por la boca y resbalé por mi garganta como cuando caída
por dentro de la montaña. Caí y aterricé en mi vagina. Yo era muy pequeña. Me levanté,
separé la vulva y salté sobre el asiento donde mi cuerpo estaba sentado.
¡Estaba libre! Sin embargo, no me sentía a gusto. Quería penetrar dentro de otro
cuerpo, pero estaban todos ocupados y yo no quería volver al mío. Tú me pediste que
volviese. Acepté con reticencia. Entonces, decidí volver, pero esta vez a mi cerebro.
Estaba idea me entusiasmaba mucho : me gustaba mi cerebro.

58
3.- El Funcionamiento personal

Entré por mi “tercer ojo” y me encontré delante de una pesada puerta de madera
revestida de hierro como las viejas puertas Españolas.
Seguía siendo muy pequeña y necesité toda mi fuerza para abrir la puerta. se
abrió justo lo suficiente como para que yo me deslizara rápidamente hacia el interior.
Entonces se cerró súbita y ruidosamente. Cuando estaba dentro, vi que la puerta tenía un
muelle y por eso se había cerrado tan precipitadamente.
El interior de mi cerebro era rosa y muy luminoso, lleno de una luz
deslumbradora. Oí un zumbido, era el de la mecánica. Lo inspeccioné. Todo funcionaba
perfectamente bien.
En la parte superior había unos engranajes muy finos. Oí un zumbido. Vi una
minúsculo trozo de papel doblado en dos y fijado por una alfiler que bajaba a toda
velocidad por uno de los engranajes. Me coloqué de puntillas y leí la nota. Decía :
“Quita tus pies”. Recibí más notitas, precedidas del mismo zumbido. Todas contenían
cortos mensajes escritos. Me gustaba leer todos estos mensajes que llegaban a mi
cerebro. Luego, me fijé en un libro suspendido en uno de los engranajes. Era muy
grueso y muy viejo, con unas tapas marrones muy usadas. Lo ojeé y decidí que era
demasiado largo para leer.
Me pediste que lo leyera. Lo abrí por la primera página, pero no pude leerlo.
Estaba en una lengua extranjera. Me preguntaste si podía encontrar a alguien para
ayudarme. Vi a Fritz Perls sentado sobre un taburete en una esquina. Estaba en chándal.
Estaba sucio. Tenía las piernas cruzadas a la altura de las rodillas y sujetaba su cabeza
con una mano, el codo apoyado en la rodilla.
El me preguntó si podía ayudarme. En ese momento rompí a llorar y me salí de
la fantasía. Me acordé de nuestro encuentro de esa mañana. No me acordé de nada más
que de su belleza y de su amor. Incluso ahora, cuando pienso en ello, me sumerjo en las
sensaciones.
Después me preguntaste si mis dientes podían ayudarme a leer el libro.
(Mientras ella estaba tumbada, rechinaba los dientes). Aproximé mi oído a mis dientes.
Oí vibraciones. Ojalá pudiera comprender su idioma ... Mis dientes querían decirme
algo, pero yo no podía entenderles. Me senté encima de mi lengua. Ella se movía con
regularidad, al mismo ritmo que las vibraciones. Pero no entendía lo que significaba ese
ritmo.
Volví a mi cerebro. Abrí el gran libro. La primera página estaba cubierta de
signos, pero no eran ni líneas ni letras. Era una página completamente cubierta de
signos, agrupados, que llenaban toda la página. La miré más cerca y vi que había varios
idiomas. Algunas letras rusas, japonesas, jeroglíficos egipcios ... todo mezclado.
Estaba perdida, impotente. ¿Cómo podría yo descifrar estos signos? Sabía que
contenían un mensaje muy importante. Ojalá pudiera entenderlos, entonces encontraría
la respuesta.
En ese momento, me dijiste que mirase los primeros signos. Miré más cerca,
concentrando toda mi atención. Distinguí la primera línea. Había un martillo y una hoz,
una estrella, una X y un triángulo. No entendía el significado de ninguno de esos signos.
Repetía continuamente : “martillo y hoz, martillo y hoz”. ¿Qué se hace con un martillo?
Con un martillo se golpea ... ¿Con una hoz? Con una hoz se corta. Golpear y cortar.
¿Golpear y cortar qué? ¡Golpear y cortar una estrella! Me puse a golpear y cortar la
estrella y cada uno de sus cinco brazos se desprendieron. Entonces, aparecieron diez. Yo

59
Joy

golpeaba y cortaba cada vez más y aparecieron una infinidad de brazos. La estrella se
convirtió en un sello. Se parecía al sello de un notario. Era de oro. Se hizo enorme. Era
el Gran Sello. El Gran Sello de la aprobación. Yo golpeaba y cortaba y el sello se
rompió en pedazos. Lo transformé en polvo de oro y se fue volando. Ya no quedaba ni
martillo, ni hoz, ni estrella. Miré la “X”. X quiere decir desconocido. Detesto a los
desconocidos. Cambié la X por “AX”. AX por “aceptado”. ¿Aceptar qué? Aceptar el
triángulo, pero ¿qué significa un triángulo? Me fijé detenidamente en el triángulo. Se
transformó en un Haman taschen. Un Haman taschen es una galleta que hacen los judíos
y que tiene forma de triángulo. Se come durante las fiestas de Pourim 15. El Haman
taschen recibe su nombre de Haman, un malvado que decretó que todos los judíos de su
reino debían morir.
Así que el mensaje quería decir : acepta el Haman taschen. Me puse a reír. ¡Qué
ridículo! ¡Haberse esforzado tanto para oírme decir que aceptara el Haman taschen! El
mensaje no tenía ningún sentido para mí. Necesitaba un sentido. El Haman taschen era
muy grande, ya que yo seguía siendo minúscula. Me encaminé hacia su centro. Estaba
relleno de mermelada de ciruela. Era muy pegajoso. Pronto, yo estaba completamente
cubierta de mermelada de ciruela. Se pegaba a mis pies y a mi cara. Intenté quitármela
de la nariz y de los ojos. Tenía dificultades para respirar y casi me ahogaba. Ahora, mis
manos estaban llenas de mermelada. Me chupé un dedo y estaba muy rico, dulce. Me
comí la mermelada que tenía en las manos y después todo el resto. Ya no quedaba más
que la masa crujiente. Tenía mucha hambre y probé un trocito. También estaba muy
bueno. No tenía el sabor de un Haman taschen, sino de una galleta de mantequilla. Era
muy grande, pero lo terminé. Ya no quedaba el Haman taschen. Ya no quedaba más que
la X. Seguía significando “desconocido”, pero me acordé de que lo había transformado
en AX, y de que le había dado el significado de “aceptado”. ¡El mensaje quería decir
“aceptado”! Ya se había llenado de sentido para mí. Debo aceptarme, aceptar mi cuerpo
como parte de mí. No puedo ser sólo espíritu, también necesito un cuerpo.
Cuando salí de la fantasía sentí una gran paz dentro de mí. Me sorprendí. ¡Me
sentía sorprendida de mí misma!
¡Cómo me habría gustado que tú hubieras estado allí cuando volví a casa! ¡Me
habría gustado que hubieras podido verme, ver mi alegría, conocerla! Habías
compartido los dolores del parto, pero no podías ser testigo de la alegría que siguió.
Volví a casa para encontrarme con mi marido, David. Lo vi. Yo estaba llena de
amor. No me puedo imaginar a un viajero cuyo regreso fuera festejado más
calurosamente y con más compresión que el mío.
La vida es bella. Pero desgraciadamente lo cotidiano viene demasiado deprisa
para enmascararla. David va al trabajo. Yo voy a mis clases, con mi reloj en la muñeca,
y, de nuevo, nos ponemos a la obra.
Queda la paz. ¿La Felicidad? Me temo que la felicidad es un ropaje demasiado
tenue. No resiste a las ráfagas de viento de aquí abajo.

El regreso de Nora a su casa constituyó un epílogo bastante divertido a su


fantasía. Dijo a David que ya ahora veía muy claramente cuál era uno de sus problemas
conyugales : ella se sentía más fuerte que él físicamente. Se pusieron a luchar y él ganó.
Entonces ella se quedó plenamente satisfecha.

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3.- El Funcionamiento personal

El no tanto. Sus propios problemas en relación con su virilidad se encuentran


concentrados en este suceso. Tiene la impresión de que debe afirmarse luchando con el
animador del grupo al cual pertenece Nora —o sea yo. David comienza a entrenarse en
lucha deportiva y en pesas. Cinco meses más tarde, se matricula en uno de mis talleres.
El último día del taller, declara que el momento ha llegado. Era inútil intentar
pacificarlo : teníamos que luchar el uno contra el otro. Al día siguiente, se mostró
eufórico después de la prueba. ¡Al parecer, había quedado totalmente satisfecho con los
resultados!
Yo, por mi parte, deseo que sea así. (En el momento de escribir estas notas, han
pasado quince días y todavía me duele el costado).
Seis meses más tarde, pregunté a Nora cuál había sido, a partir de ese momento,
el impacto de la fantasía. He aquí su respuesta :

La respuesta de Nora : era un buen mensaje ya que yo había tenido que


aceptarlo totalmente. Pero en los meses que siguieron, también se convirtió en una
barrera porque no conseguía aceptar mi cuerpo. Quería cambiarlo y eso significaba,
simple y llanamente, que no lo aceptaba.
Hace quince días, dos de nuestros amigos y David decidieron ponerme en medio
de un círculo para que yo saliera de él (tal y como habíamos hecho con Nancy — ver
pág. 114 : “Buscar la salida”). Ellos me rodearon y tuve una reacción grotesca : estaba
completamente petrificada, paralizada por el miedo. Al final, me escapé pasando entre
David y otra mujer. Pero el otro me cogió y me inmovilizó por la cintura. No conseguía
escaparme. El hecho de que él estuviera tan cerca de mí, reteniéndome y tocándome me
provocó un miedo enorme. Más tarde, durante la noche, me di cuenta de que había
tenido miedo a que me tocara el cuerpo, a que sintiera mi cuerpo. Eso me había
paralizado. Yo no quería que él sintiera mi fealdad y mi grasa, cortándome la
posibilidad de fingir — él conocía mi secreto. Entonces supe que había estado
utilizando mi gordura para esconderme. Había tenido siempre la impresión de que no
podría rivalizar con el resto de las mujeres por culpa de mi cuerpo. Así que me hice
“socorrista”. De esta manera, ellas no me sentían como una amenaza y me aceptaban y
me querían. Eso funcionaba igualmente con los hombres. Ninguno podía pensar en mí
como en una mujer ; ninguno podía desearme físicamente. De esta forma, me
transformé en una madre para los hombres. El papel de socorrista podía ser sincero,
pero, con demasiada frecuencia, no era más que un papel para hacerme aceptar. En este
terreno “seguro”, intelectual, nunca físico, el papel de socorrista se había integrado de
tal manera en mi personalidad que ya no era capaz, ni yo misma, de distinguir entre el
deseo real de ayudar y el camuflaje estratégico.
A partir de entonces, ya no tuve más necesidad de hacer de socorrista. Quiero
rivalizar con el resto de las mujeres y ser deseada por los hombres. Mis grasas se han
hecho superfluas. Estoy deshaciéndome de ellas. Quiero que mi cuerpo sea bello.
¡Ya no tengo más secretos! ¡He suprimido los últimos escombros que
bloqueaban la salida del vapor y ahora todo funciona perfectamente!
Los efectos maravillosos que resultan de nuestro grupo no se agotan nunca. Se
filtran dentro de mi cabeza, como las gotas doradas de la miel en la colmena,
procurándome, sin cesar, una nueva dulzura.

61
Joy

Nora es un seudónimo que ahora ya no me sienta bien. Ya no me parezco a una


Nora y ese nombre ya no me corresponde. Parece el nombre de la madre de alguien. Así
que, ¿por qué no Betsabé?
La felicidad no es un “ropaje tenue”. No se lleva puesto. La felicidad es esta
cosa maravillosa, palpitante, que siento en el fondo de mí misma.
Espero que tus costillas estén curadas.

Como guía de Nora (o Betsabé) en su fantasía, se suponía que yo tenía que


conseguir que ella se concentrara en el mensaje hasta que pudiera descifrarlo. Era como
si ella poseyera la respuesta dentro de sí misma, pero que necesitara una ayuda exterior
para atreverse a leerlo. En cuanto fue capaz de descifrarlo, ella se relajó.

El ejemplo siguiente, incluido el título (inspirado en la historia de Carson


McCulers), es la transcripción de otra fantasía tal y como la describió su protagonista.
Era una joven que tenía, en aquellos momentos, problemas de orden afectivo — dolores
de corazón — y estaba a punto de tomar la decisión de divorciarse. Como punto de
partida, se le pidió que se volviera minúscula y que entrara en su cuerpo por donde ella
quisiera.

El corazón es un cazador solitario : En cuanto se me indicó la orientación


corporal de la fantasía, pensé en la novela y en la película que iba a estrenarse pronto
sobre la misma : “El viaje fantástico”. El espacio interno puede ser tan apasionante y tan
seductor como el espacio externo. Se me pidió que me situara en la parte de mi cuerpo
que me creara más conflicto. Yo me imaginaba que, al final, terminaría en mi vagina o
en algún otro órgano femenino, puesto que era allí donde yo pensaba tener más
problemas. No me apetecía, en absoluto, expresar fantasías de este tipo delante del
grupo, fuera cual fuera su grado de compresión. Pero, escuchando a Nora contar su
excursión a través de su cuerpo, me había conmovido de tal manera el estado en que ella
se encontraba, su entusiasmo, su imaginación, la historia que había narrado y los
sentimientos extraordinarios que había experimentado que me había sentido realmente
afligida ante su angustia al no “poder leer”. En aquel momento, fui invadida por el
sentimiento de ser una extraña para mí misma y eso había borrado esa fachada, según la
cual yo estaba a la altura en todas las circunstancias, segura de mí misma, madura y
sabiendo todo lo que yo valía. A continuación, me había visto sumergida por un
sentimiento de soledad absoluta de tal intensidad que me había puesto a gritar que
lamentaba haber venido a este taller, que hubiera preferido morir, que no podía
soportarlo. Rob, el maravilloso San Bernardo, me había cogido en sus brazos, me había
acunado y reconfortado. Yo me observaba acorralada en el desarrollo de la experiencia.
Entonces Madeleine hizo un comentario absolutamente idiota que chocaba contra mis
sentimientos. Le grité y eso me había hecho sentirme bien. Pero también había hecho
que se desintegraran los sentimientos intensos que me agitaban. Estaba dispuesta a
posponer la exploración hasta después de comer, pero Bill había sugerido, y los demás
estaban de acuerdo con él, que sería mejor si yo continuaba en ese momento. Recuerdo
haberme jactado de poder producir una “fantasía instantánea”. Rob puso su brazos sobre
mis hombros y yo seguía preguntando a gritos “¿por qué se preocupan tanto por mí? No
puede ser sencillamente porque sea un ser humano, ¿verdad?”

62
3.- El Funcionamiento personal

Tumbada encima de la colchoneta, oigo a alguien decir que la experiencia no iba


a ser brillante, incluso que iba a ser penosa o algo así. Mi reacción fue la de minimizar
la amenaza : me dije que ellos exageraban. Fiel a mi espíritu competitivo, me pregunté
si yo lo haría tan bien como Nora. ¿Seria tan imaginativa y tan emocionante? ¿Mi grupo
se aburriría? En el transcurso de la fantasía, de vez en cuando fui consciente de la
presencia de los demás : cuando se reían de cosas divertidas, cuando gritaba y alguien
me cogía de la mano o me acariciaba la frente. Incluso mientras interpretaba
parcialmente lo que estaba ocurriendo, me preguntaba si los demás también participaban
de la historia. Según recuerdo esto fue lo que ocurrió :
Siguiendo las instrucciones cerré los ojos y me hice minúscula. Al principio me
parecía falso, pero, al final, conseguí hacerme pequeñita. Intenté entrar en mi cuerpo a
través de mi vagina (tal y como lo había temido), pero esa vía estaba bloqueada. Volví a
salir y subí por el exterior. Ya no me acuerdo cómo entré entonces, pero descendí o bien
por el esófago o bien por la tráquea. (Tenía consciencia de vagos recuerdos de anatomía
y estaba preocupada por encontrar los nombres exactos y por situarlos en su lugar
correcto, lo que, tal y como señaló más tarde un miembro del grupo, demostraba que yo
había sido enfermera.) Era, seguramente, la tráquea puesto que vi unos anillos redondos
de cartílago y que llegué a la alveola. Esta vía también estaba bloqueada. Las pequeñas
cámaras de aire redondas me impedían seguir mi camino.
De repente, vi mi corazón. Flotaba sin ataduras en mi pecho — suspendido en la
nada. Me asusté terriblemente por esta ausencia de lazos y sentí terror, en el peor
sentido de la palabra.
“¿Puedes acercarte a él?” preguntó Bill.
“¡No! Es demasiado liso y muy resbaladizo.”
Mi corazón, a medio camino entre la imagen de un cromo y mis conocimientos
anatómicos, era completamente liso, rojizo y redondeado. Húmedo. Sabía que si saltara
hacia él caería y caería ...
“¿Puedes construir un puente?”
La idea me dio ánimos. “Puedo intentarlo. Voy a colocar una tabla para
alcanzarlo”. Un trozo de músculo me sirvió de tabla. Era más bien gris, parecido a una
tajada de ballena que había comido en Boston poco después de prometerme. También
recordé que, en el momento de comerme la tajada, había pensado que ésta se podría
parecer a un pene, pero esto no quise decírselo al grupo que estaba escuchando. Coloqué
la tabla y empecé a cruzarla con viveza. Repentinamente, la tabla se puso a vibrar de
arriba a bajo. “¡Un terremoto!” Estaba aterrorizada, agarrada a aquella tabla precaria.
Sentí que iba a caerme.
“¿Puede ayudarle alguien?”
“Sí. Voy a llamar al equipo de salvamento para casos de terremoto”. Era un
grupo de hombrecitos de tipo liliputiano que vivían en el dedo gordo de mi pie. O, más
bien, se parecían al Cric, Crac y Boom de la publicidad de Krispies de Kellog’s, y
llevaban unos cascos grandes como los jefes de bomberos de “Texaco” 28. Cuando los
llamé, acudieron en gran cantidad, atropellándose en mis piernas y mi bajo vientre,
agitándose furiosamente con sus pequeñas escaleras. ¡Saboteadores! Ellos eran
totalmente ineficaces. Hacían como que se daban prisa, pero, en realidad, no hacían
nada. Mientras, yo seguía llamándolos : “¡Eh, aquí!” No me hacían caso en absoluto y el
terremoto se apaciguó. Los encontraba muy divertidos, a pesar de la cólera que me

63
Joy

provocaba su indiferencia. Me reí tanto que acabé llorando. Me di cuenta de la presencia


de un elemento de histeria.
Bill sugirió que reforzara el puente hacia mi corazón. Entonces lancé una trenza
(como las que se hacen con pelo humano). Al principio no conseguía engancharse, pero,
finalmente, se hizo una pequeña lazada.
“¿Puedes consolidar el puente?”
El puente Golden Gate29 vino a servir de pasarela hacia mi corazón, pero, como
ocurre tan a menudo en esos casos, los dos extremos estaban sumergidos en la niebla. El
lugar donde el puente debería estar fijado estaba envuelto en la oscuridad. De repente,
se convirtió en el puente de Brooklyn30. Y aquí estoy, siendo una niña y saltando encima
del puente a la espera de una ceremonia de inauguración o algo parecido. En la otra
orilla había una multitud de millones de personas que me aclamaban. Al principio
estaba loca de contenta, pero me horrorizó el darme cuenta de que, en realidad,
prácticamente no había nadie.
“¿Hay alguien que te pueda ayudar?”
El Feliz Gigante Verde31 apareció de repente y me cogió en su mano. Dio
enormes pasos a través del paisaje — tres pasos, creo — y me llevó consigo hasta la
costa oeste. Le estaba muy agradecida. En ese momento él me propuso : “¿Qué me
dirías si cambiamos tu corazón por una lata de guisantes?” Eso me hizo reír con una risa
nerviosa, pero después me puso triste. “No, gracias — le dije —. Yo quiero un corazón
humano.”
En algún lugar había visto un diagrama anatómico del corazón donde estaban
indicadas las diferentes partes, pero ¿dónde estará?... Cogí un par de tijeras y lo recorté.
¿Había llegado hasta mi corazón y me había sentado en él? Si fuera así, se
parecía a una foto que había hecho escalando una montaña en los Tetones 32 —
estaba sentada en un gran bloque de piedra sujetándome con una pierna.
Mientras estaba sentada allí, el techo empezó a descender, ahogándome,
aplastándome. Era como la máscara de pétalos de amapola del "Hombre que ríe" de la
novela de Salinger. Me puse a gritar y Bill me preguntó si podía arreglármelas para
tener más sitio y poder respirar ; eso fue lo que hice.
Luego me agarré a un vaso sanguíneo y empecé a balancearme tanto como pude
a través de todo mi cuerpo, como Tarzán. Era muy divertido, pero lo dejé y aterricé en
mis intestinos esponjosos. Creo que Bill sugirió que volviese a mi corazón, así que me
puse a escalar a lo largo de mis vértebras. ¡Qué placer! “¿Tenéis idea — dije a los
miembros del grupo — de lo prácticos que son estos pequeños huesos para escalar?
¡Muy ingenioso!” Los huesos eran blancos y era muy fácil subir por medio de ellos
como si fuera una escalera.
Pero mi placer fue bruscamente interrumpido cuando vi que mi corazón
desaparecía a lo lejos detrás de las colinas. Grité aterrorizada y Bill preguntó : “¿Puedes
alcanzarlo?”
Creo que me crecieron alas, como si fuera un murciélago o una muñeca vudú, y
empecé a perseguir mi corazón. Cuando lo encontré, estaba metido en el fondo de un
nido de pájaros, acurrucado. Aterrorizada, grité de nuevo. Tenía la apariencia de un
pequeño hígado de pollo.
“¿Puedes darle algo de comer para que crezca?”

64
3.- El Funcionamiento personal

“Sí.” Tenía la impresión de ser una niñita embadurnada de lágrimas y sucia.


Alimenté mi corazón a través de un pequeño embudo. Mediante una cucharilla de plata
le introduje un poco de gelatina y semillas. De repente, mi corazón se hizo enorme e
invadió todas las parcelas de mi cuerpo, como una masilla idiota. Eso me hizo reír, pero
estaba consternada por su inmensidad. Adapté su alimentación para que creciera
solamente un poquito. Entonces se convirtió en un pequeño canario amarillo feliz y
cantarín. Una abeja amarilla y negra zumbaba por algún lugar y me picó.
No me acuerdo ni cómo ni dónde me volví a encontrar asustada y sola. Bill me
volvió a preguntar : “¿Puedes encontrar ayuda?” Apareció un indio con una gran manta
y me envolvió en la misma. Con su brazo encima de mi hombro, me llevó a su tipi 33. Me
explicó que su tribu me adoptaría y que yo sería “Pequeña Princesa Pies Agiles”. Eso
me convenía. Llevaba un vestido de piel de ciervo con flecos. Se me advirtió que no
debía rebasar la línea que se encontraba más o menos a la altura de mi cintura. Grité que
ya había rebasado la línea. (me di cuenta de que eso se parecía mucho a una pesadilla
que solía tener a menudo cuando tenía más o menos cinco años.) También mandamos
señales de humo : S.O.S., lo que quería decir “Salvad a nuestra Sally”.
De vuelta al corazón. Bill me preguntó algo así como si podía encontrar en él
algo bueno o bonito. Vi un glaciar que atravesaba el centro de mi corazón, pero con una
nieve cálida, agradable, luminosa. Empecé a hacer ángeles de nieve, lo que contradecía
la muñeca vudú negra del principio.
“¿Quieres que alguien te acompañe?”
“Sí.” Un hombre, que yo no conseguía reconocer, vino a jugar conmigo en la
maravillosa nieve. Hicimos una batalla de bolas de nieve y después entramos dentro de
un iglú transparente, cómodo y esplendoroso. Saluki, mi perro, entró con nosotros y
éramos muy felices.
Cuando volví a abrir los ojos, me pareció increíble que una experiencia tal me
hubiera ocurrido a mí. No hubo ningún comentario por parte de los demás y me sentía
un poco molesta por haberme entregado así. El grupo me dijo que había apreciado la
experiencia y, en ese momento, me sentí más cercana a ellos. Me sentía relajada y muy
sorprendida. No me imaginaba, en absoluto, que yo tuviera estas capacidades. Estaba
muy emocionada. Durante los días que siguieron, ya no me atrevía a pensar más en mi
fantasía, salvo, quizás, en el episodio del equipo de salvamento para casos de
terremotos, para reírme un poco. Levanté dos letreros en mi cabeza : “zona prohibida” y
“prohibido cruzar” y me reprendía a mí misma si, por casualidad, se me ocurría
solamente pensar en la palabra “corazón”. Al día siguiente, fuimos al cañón para una
sesión de meditación. Tuvimos que atravesar un riachuelo por una tabla. Estaba muerta
de miedo. Me recordaba la tabla para ir a mi corazón y, al principio, tenía miedo a
soñar, ya que no quería volver a experimentar el lado espantoso de mi fantasía. Sin
embargo, pude pensar en él con placer y sólo me invadió la angustia en el momento del
terremoto.
Mi fantasía me parece igual a los viajes inducidos por el L.S.D., según lo que he
leído sobre el tema. Me sorprende terriblemente. Sabía que no tenía más que abrir los
ojos para que la fantasía se parara y que el grupo estaba allí y me aliviaría, sobre todo el
animador. La experiencia tiene mucho valor para mi y me acuerdo de ella con todos los
detalles que he descrito aquí. Sin embargo, sucedió hace seis semanas. Soy más
consciente ahora de mi propia vulnerabilidad y busco saber qué experiencias he podido
tener en mi infancia para conservar de ella tal sentimiento de abandono y de soledad.
Esta experiencia tiene un valor enorme bajo mi punto de vista.

65
Joy

Hay pocas cosas que se puedan añadir a este emocionante relato. En el


transcurso de la fantasía, Sally atravesó físicamente todas las emociones que ella
describe : la risa, los gritos, la tensión, la alegría. Mi trabajo como guía era la de
ayudarla a integrar su corazón en el resto de su cuerpo. Fue lo que intenté hacer. Según
el simbolismo de la fantasía y lo que conocemos de Sally en el grupo, uno de sus
problemas residía en su afectividad. Si consiguiera construir un puente sólido entre su
corazón y el resto de su cuerpo, quizás sus sentimientos amorosos llegarían a
establecerse más en función de ella misma. El trabajo que hizo, tanto simbólica como
físicamente — las transformaciones físicas que tuvieron lugar en el transcurso de la
fantasía —, terminaría por triunfar sobre la alienación que ella siente hacia sus
sentimientos amorosos. La fantasía le permitió realizar simbólicamente una experiencia
que, hasta entonces, ella nunca había realizado : integrar su corazón. Ella se volvió más
segura de sí misma en el campo sentimental, con la certeza de que podía hacer frente a
las situaciones y a los sentimientos que encontraría.
Para ella, en cuanto a amar y a ser amada, la lucha continúa. Pero ella misma lo
dice : “Ya no es lo mismo”. Ahora se siente más a la altura. Entrevistas posteriores han
probado que Sally, por fin, ve con mucha más claridad lo que ella quiere, en su vida
privada y profesional. Ha tomado varias decisiones muy importantes, entre otras ha
cambiado de empleo. Dice que está muy contenta de ello y que se siente fortalecida por
este hecho.
Estos ejemplos prueban que, en circunstancias apropiadas, el método de la
fantasía tiene una eficacia poderosa. En el mejor de los casos, permite identificar los
problemas profundamente escondidos y hacer frente a ellos simbólicamente. Si el
combate tiene éxito, entonces, en el sentido estricto del término, el individuo habrá
“soñado el sueño imposible” y alcanzado una nueva imagen de sí mismo. Será capaz de
realizar lo que él creía imposible de hacer. Su potencial será liberado, la alegría y el
placer pueden fluir.
Los métodos elaborados para aumentar el funcionamiento personal tienen como
meta, antes que nada, el permitir a cada uno la toma de una mayor consciencia de su
poder y de sus capacidades. Estos se proponen, así mismo, derribar los obstáculos que
impiden una plena expresión, a la vez que brindar una práctica y un entrenamiento para
desarrollar estas capacidades e integrarlas al conjunto del funcionamiento individual.
Los métodos no verbales, aquí también, juegan un papel esencial. Además, la fantasía,
la imagen y la dramatización tienen un valor inestimable en lo que concierne a aumentar
el conocimiento de sí mismo. Tal y como ya hemos mencionado, las técnicas que
describimos aquí no pretenden en absoluto abarcar todas las numerosas posibilidades
que existen en este campo. Estas no hacen más que dar una idea de las posibilidades
ofrecidas, sobre todo en el campo de la creatividad.
El método de la fantasía, sin embargo, no concierne al potencial de placer que
encuentra su fuente en los intercambios humanos. El capítulo siguiente está dedicado a
las técnicas cuyo objeto es el enriquecimiento de las relaciones interpersonales.

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4. LAS RELACIONES INTERPERSONALES

En una publicación anterior34 ya avancé la idea de tres necesidades


interpersonales esenciales. Estas necesidades son el punto de partida de toda
exploración en el reino de las relaciones interpersonales y de los métodos por los cuales
se puede realizar, en su totalidad, el potencial humano entre una persona y otra.
Para mucha gente, si no es para la mayoría, los demás son la primera fuente de
felicidad. Sin embargo, felicidad quiere decir también miseria eventual. Allí donde se
encuentra el éxtasis, también se encuentra la agonía. Si el infierno son los demás, lo
mismo se puede decir del cielo. Esta teoría abarca los terrenos de lucha entre la felicidad
y la agonía, con las necesidades interpersonales que hemos llamado inclusión, control y
afecto35.
La pertenencia concierne a la asociación con los demás, el hecho de incluirlos o
de excluirlos. La necesidad de integrarse se manifiesta de la siguiente manera : es el
deseo de que se ocupen de uno, de llamar la atención y de atraer el interés. El mal
estudiante de la clase que lanza gomas busca, a menudo, por este medio llamar la
atención que le falta. Aunque sólo se le brinde un afecto negativo, él se quedará
relativamente satisfecho : por lo menos alguien se fija en él.
Ser una persona con una individualidad propia, es decir tener una identidad, es
uno de los aspectos esenciales de la integración. El hecho de que el individuo se
diferencie de los demás es una de las condiciones principales para ser reconocido y para
que se ocupen de uno. El individuo debe ser comprendido como especifico, tener una
identidad particular. En definitiva, esta identificación le permite ser comprendido,
puesto que ser comprendido quiere decir que alguien se interesa suficientemente por
uno para descubrir sus características originales.
La cuestión que se plantea, a menudo, al principio de las relaciones
interpersonales es la del compromiso, es decir, la decisión de comprometerse en una
determinada relación o en una determinada actividad. Normalmente, en el transcurso de
los primeros contactos, al comienzo de una relación, los individuos tratan de mostrarse
el uno al otro con la intención, en parte, de descubrir por qué faceta de su personalidad
el otro se interesará. En el seno del grupo, generalmente, hay una persona que se
mantiene en silencio porque no está seguro de interesar a las demás personas : esto es la
inquietud de la integración.
El gusto por la integración se traduce por una necesidad de intercambiar con los
demás en un intercambio que reconoce al otro en su diferencia, con su personalidad, su
prestigio y su interés. No se trata aquí de afecto, ya que no hay vínculos emocionales
entre los individuos. No se trata tampoco de dominación o de poder, puesto que nos
preocupamos, de momento, de diferenciarnos y no de dominar.
El ejercicio del control concierne a los procesos de decisión entre las personas,
en el campo del poder, de la influencia y de la autoridad. La necesidad de control varía
según un abanico de posibilidades que van desde el deseo de poder y de autoridad sobre
los demás — y por consiguiente sobre su futuro — hasta la necesidad de estar
totalmente controlado y de ser relegado de las responsabilidades.
He aquí una manera de diferenciar al que busca la integración del que busca la
dominación. Al que busca la integración le gustaría mucho participar en la discusión. En
cambio, el que busca la dominación quiere ser el ganador o, por lo menos, estar del lado
de los ganadores. El que busca integrarse preferiría ser perdedor y participar. El que
busca dominar preferirá abstenerse y ganar.
El control se manifiesta también en el comportamiento de las personas sobre las
que se ejerce el control. Las expresiones de independencia y de rebeldía prueban,
evidentemente, que alguien no quiere ser dominado. Al contrario, la complacencia, la
sumisión y el hecho de aceptar órdenes indican, en diferentes grados, la aceptación de
este control. No hay necesariamente relación entre el control que se ejerce y el que se
soporta. Dos personas que ejercen una dominación sobre las demás pueden ser muy
diferentes en cuanto al grado de dominación que ellas toleran de las otras personas. El
suboficial dominador puede, por ejemplo, aceptar las órdenes de su lugarteniente con
placer y reconocimiento, mientras que el niño maleducado de los vecinos se rebelará
contra sus padres.
La actitud de control se diferencia de la integración por el hecho de que no exige
reconocimiento. El “poder detrás del trono” es el perfecto ejemplo de una gran
necesidad de dominación y de una pequeña necesidad de integración o de pertenencia.
El “gracioso” ilustra una gran necesidad de integración y una pequeña necesidad de
dominación. Por otra parte, el control se diferencia del afecto por el hecho de que se
trata de relaciones de poder más que de emotividad. Los problemas frecuentes que
surgen entre los que quieren “hablar de negocios” y los que quieren “conocerse”
esbozan una situación donde algunos dan mayor importancia al control y otros al afecto.
El afecto concierne a los sentimientos y a las emociones íntimas entre dos
personas, particularmente y en grados diferentes, al amor y al odio. El afecto es una
relación de pareja : sólo puede producirse entre dos personas en el mismo momento. Sin
embargo, las relaciones de inclusión y de control pueden tener lugar entre dos personas
o entre una persona y un grupo.
En grupo, el comportamiento afectivo se caracteriza por ofertas de amistad y la
diferenciación entre sus miembros. Una manera muy común para no establecer lazos
estrechos con alguien consiste en mostrarse igual de amistoso con todo el mundo. Así
que la “popularidad” puede que no implique, en absoluto, afecto. Tiene más que ver,
frecuentemente, con la inclusión. En cambio, tratar con las personas es una de las
mejores formas de mostrar afecto.
La diferencia entre estos tres comportamientos — inclusión, control, afecto — se
demuestra en los diferentes sentimientos de un hombre que acaba de verse rechazado
por una asociación, suspendido por un profesor o reprendido duramente por su
compañera. La asociación lo excluye bajo el pretexto de que, como grupo, no se hallan
suficientemente interesados por él. El profesor le ha suspendido, lo que significa, en
definitiva, que lo encuentra incompetente en su materia. Su compañera lo ha
abandonado, transmitiéndole, con este acto, que no lo encuentra amable.
En un intercambio interpersonal, la inclusión es la primera que ocurre, en el
mismo momento en que se forma la relación, mientras que el control y el afecto se ven
implicados cuando la relación ya existe. Dentro de las relaciones el control tiene que ver
con las órdenes que se dan y con las decisiones que se toman por alguien para alguien.
Por su parte, el afecto está en relación con la distancia emocional que se establece en
una relación. El problema de la inclusión es : estar dentro o fuera. El del control : estar
arriba o abajo. El del afecto : estar cerca o lejos.
Las dificultades específicas que surgen en cada esfera deben superarse para
llegar a un desarrollo pleno en las relaciones humanas. Estas dificultades se describen
4.- Las relaciones interpersonales

más adelante, al igual que técnicas que permiten afrontarlas. La mejor manera, si no es
la más sencilla, de mostrar estas dificultades será, quizás, la de caricaturizar a alguien
que posee estas cualidades en un grado excesivamente desarrollado o, por el contrario,
insuficientemente desarrollado.

69
Joy

LA INTEGRACIÓN O INCLUSIÓN

Dado que la integración ocurre en el proceso de formación de un grupo,


habitualmente, se manifiesta el primero. Las personas deben decidir si quieren o no
formar un grupo. Para que haya un intercambio se tiene que establecer el contacto o
encuentro.
Un individuo que carece de inclusión, tachado de insociable, tiene tendencia a
ser introvertido y a estar apartado. Conscientemente quiere conservar esta distancia con
los demás e insiste en el hecho de que no quiere mezclarse con ellos y perder su
intimidad. En realidad, inconscientemente desea encarecidamente que los demás le
hagan caso. Lo que más teme es que le ignoren, que no sientan ningún interés particular
por él y que lo abandonen enseguida.
Se puede resumir su actitud inconsciente por : “Nadie se interesa por mi, así que
no voy a arriesgarme a ser ignorado. Me quedaré aparte y me desenvolveré solo.” Hay
una gran tendencia a la autosuficiencia, que tiene como objetivo pasar de los demás, en
este tipo de existencia. Detrás de este apartamiento subsiste, en secreto, el sentimiento
de ser incomprendido.
La angustia profunda de este individuo, en cuanto a su concepto del yo, surge
del hecho de que piensa que no vale nada. Opina que si nadie, hasta ahora, lo ha
considerado suficientemente importante como para prestarle atención, no debe valer
nada en absoluto (ver el ejemplo de Deborah, pág. 56). Parece que este miedo
fundamental al abandono o al aislamiento sea el más potente de entre los miedos
interpersonales.
El individuo que, por el contrario, se muestra demasiado social tiene tendencia a
ser extrovertido. Está constantemente a la búsqueda de los demás y quiere que lo
busquen. El, también, teme ser ignorado. Sus sentimientos inconscientes son los mismos
que los del individuo apartado, pero su manera de solucionar el problema es diferente.
Asimismo, se puede resumir su actitud inconsciente : “Aunque nadie se interese
por mí, yo haré todo lo posible para que la gente se fije en mí.” Su tendencia le lleva a
buscar compañía en todo momento. Es el tipo de persona que “no soporta la soledad”.
Todas sus actividades estarán pensadas para “hacerlas juntos”.
El comportamiento interpersonal de este tipo de individuos está estructurado
para que la atención se concentre sobre él, que la gente se fije en él y lo distingan. El
modo más directo consiste en comportarse de manera exhibicionista. Introduciéndose
por la fuerza en el grupo, concentra toda la atención sobre él. Una técnica más discreta
es la de intentar adquirir el control, un poder sobre el grupo, o intentar conseguir que los
demás lo aprecien (afecto), pero siempre con la intención inicial de atraer la atención.
En el caso de que los problemas de integración hayan sido resueltos con éxito en
la infancia, el individuo no presentará ningún conflicto en sus intercambios con los
demás. Si se siente bien con la gente, también se siente bien en soledad. Puede
participar poco o mucho en el grupo, bien o mal, sin sentirse angustiado. Es capaz de
tomar sólidas responsabilidades a su cargo y de comprometerse con ciertos grupos, pero
también de abandonar esos compromisos, si le parece apropiado. Inconscientemente,
siente que es alguien válido y con cierta importancia.

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4.- Las relaciones interpersonales

Existen varios métodos para hacer aparecer los sentimientos de integración.


Estos se centran en casos que implican contactos humanos. Ayudan a clarificar los
sentimientos y conducen a prácticas muy eficaces.

ESTABLECER CONTACTOS

Cuándo : uno de los problemas humanos más extendidos en nuestra sociedad es


el de establecer contacto con los demás. Existen algunos métodos dolorosos,
socialmente aceptados y, para muchos, los únicos válidos, para entrar en contacto con la
gente. Por otra parte, el malestar que se siente a la hora de entablar una conversación, de
saber “lo que se debe decir” o “lo que se debe hacer” para prolongar y desarrollar un
encuentro constituye, demasiado a menudo, un problema grave. La angustia generada
por este tipo de situación es evidente en los casos extremos que se encuentran entre los
psicópatas. Muchos de ellos, simplemente. nunca han aprendido a penetrar en la raza
humana, a establecer un contacto con alguien. Si se trata de aprender a unirse a los
demás, existen métodos que han dado buenos resultados36.
Sentir el espacio : se pide a todos los miembros del grupo que se acerquen
mucho los unos a los otros. Pueden sentarse en el suelo, lo que sería preferible, o en
sillas. Se les pide a continuación que cierren los ojos y que extiendan las manos para
“sentir su espacio” : delante de ellos, encima de sus cabezas, detrás de sus espaldas,
debajo de ellos. Seguidamente, se les pide que tomen conciencia de su relación con los
demás sobrepasando este límite y comenzando a tocarse los unos a los otros. Se da más
o menos cinco minutos para llevar a cabo este proceso. (Ahora puedes hacerlo tú,
querido lector, para entender mejor lo que viene a continuación.)
Normalmente, hay cierta cantidad de reacciones evidentes. Algunos prefieren,
antes que nada, quedarse en el interior de su propio espacio y sienten como una
intrusión el hecho de que otra persona penetre en el mismo. Otros se introducen en el
espacio de los demás con mucha prudencia ya que temen ser rechazados. Otros buscan a
las demás personas y experimentan placer al tocarlas. Mientras que algunos invitan al
contacto, otros, por el contrario, lo prohíben : tocan y huyen. En el transcurso de la
discusión que se hace después de este ejercicio, se pueden sentimientos que conciernen
a la soledad y al contacto.

Deambular ciego : Sentir el espacio permite acercarse al conflicto entre el


hecho de estar solo o en compañía. La finalidad del siguiente paso es la de una
exploración más completa de los demás, igualmente de una forma no verbal. Se puede
proceder de la siguiente manera : todo el mundo está de pie con los ojos cerrados y los
brazos extendidos. Se empieza a deambular dentro de la sala. Cuando las personas se
encuentran, se exploran a su manera y durante el tiempo que deseen. Esta experiencia se
puede acompañar por una música de ritmo lento. (Inténtalo si puedes).
Se extrae de este ejercicio sentimientos, frecuentemente, más bien generales que
individualizados. En otros términos, la experiencia es más significativa en cuanto que se
trata de contactar con el otro como miembro de una identidad global (el grupo) más que
establecer un contacto individual. Por esta razón este método refuerza los lazos en el
seno de un grupo. Pero por encima de todo esto, aporta una conciencia más profunda de

71
Joy

los demás, en tanto que seres humanos. Si algunas personas parecían poco interesantes
antes de deambular, parece que la experiencia valoriza su identidad y su interés.

La confrontación directa : puede revelarse muy útil el hecho de utilizar el


espacio y el movimiento para ayudar a alguien a sentir más vivamente su
comportamiento, sobre todo en el campo de la inclusión. Mientras que hablar de un
sentimiento se queda en un nivel de conversación superficial, expresarlo físicamente
lleva, en general, a una confrontación más significativa. Un joven psiquiatra muy locuaz
fue obligado, por el grupo donde se encontraba, a transmitir corporalmente lo que hacía.
Los resultados fueron muy reveladores. He aquí lo que escribió :
“El suceso que más recuerdo es el siguiente: yo pedí al grupo que siguiera con la
exploración de los sentimientos recíprocos metiéndose más profundamente, pero yo, por
mi parte, me sentía reacio a salir el primero. Alguien intentó animarme a levantarme
para enfrentarme a otro miembro del grupo, hacia el cual yo tenía sentimientos
totalmente negativos en aquella época. No lo pude hacer y me negué. Entonces, se me
sancionó pidiéndome que abandonara el grupo y que me fuera a sentar en una esquina.
Eso pude hacerlo, pero me sentí aislado físicamente y emocionalmente. Algo se
removió fuertemente en lo más profundo de mí mismo cuando me di cuenta de que
prefería retirarme antes que confrontarme directamente a otra persona. Recuerdo que las
lágrimas brotaron en mis ojos cuando comprendí el papel que yo mismo había jugado en
mi propia soledad.”

Combate de Gallos : este es otro ejemplo del empleo de la representación física


de un estado emocional. En el transcurso de un encuentro, alguien decía que “sentía que
no formaba, suficientemente, parte del grupo”. Por otra parte, también, utilizó el
término “entrar dentro” y esto me hizo pensar en un método que le permitiría sentir de
manera más nítida. He aquí como Harold describe lo que pasó :

El relato de Harold : hasta entonces, mi participación había sido más o menos


satisfactoria. Había tenido intercambios con varios miembros del grupo a un nivel
bastante profundo. Sin embargo, en mi inconsciente, yo me preguntaba sobre la
importancia que yo podía realmente tener para el grupo. El grupo, en su conjunto, no se
había encarado todavía conmigo.
Ese día, a lo largo de una sesión, sentí una frustración y una decepción
crecientes cuando intentaba comunicarme con otro hombre. Empecé a sentirme irritado
hacia él porque no parecía comprender mis preguntas y mis sugerencias en cuanto a su
comportamiento en el pasado : me devolvía mis propias preguntas. Entonces,
empezaron a hacerme preguntas sobre lo que yo sentía, a sacar conclusiones. Me sentía
oprimido y mi irritación no dejaba de crecer. Al mismo tiempo, estaba encantado de ser
el polo de atracción y dije que tenía la impresión, por primera vez, de “entrar dentro de
las personas”, que eso me gustaba aunque tuviera algunos sentimientos negativos.
Se sugirió que los hombres del grupo hicieran un círculo estrecho, conmigo en el
medio, y que yo les golpearía con los hombros, como en los “combates de gallos”. Dije
que era muy importante que ellos respondieran a mis ataques porque, si no, no sería un
verdadero combate. Empezamos a chocar y los golpes fueron intensificándose. Me

72
4.- Las relaciones interpersonales

sentía libre de atacar a los demás y ellos me devolvieron los golpes con la misma
intensidad durante tres o cuatro largos minutos.
Eso me sentó bien : el encuentro sólido, fuerte y real ; la calma que le sucede ;
sentirme satisfecho de mí mismo, compañero de los demás chicos. Nos habíamos
encontrado. Una vez terminado el combate, yo estaba dentro. Sentí subir en mí oleadas
de felicidad.
Me sentí de nuevo al lado del tipo con el cual había intentado comunicar. Ya no
me preocupaba lo que pensara de mí, ni si quería volver a entablar la conversación, ni si
le interesaba lo que yo había intentado decirle. Con una sonrisa burlona le dije que se
fuera a paseo. No se lo dije totalmente en broma. Me sentía diez veces más fuerte y que
realmente estaba metido en el ajo. Había establecido relaciones más profundas con el
grupo : era un paso más hacia delante, hacia mi libertad creciente y hacia una mayor
capacidad de relación profunda con los demás.

Es evidente que este tipo de combate no solucionó completamente la impresión


que Harold tenía de ser insignificante. Sin embargo, esto puede aportarle una ayuda
considerable para ponerle en condiciones de ocuparse eficazmente de este sentimiento.

Primera impresión : Al entrar en contacto con alguien, puede ser de gran ayuda
concentrarse en el otro teniendo varios sentidos diferentes en alerta. A menudo, dejamos
de lado un gran número de señales que el otro nos aporta, o reaccionamos
inconscientemente más que conscientemente. Una manera de explorar estas señales es la
de pedir que cada miembro del grupo, por turnos, se ponga en pie delante del resto en la
primera sesión de un nuevo grupo de encuentro. El grupo dará su primera impresión
sobre la apariencia de la persona que tiene delante (por ejemplo, con algunos adjetivos),
preferentemente, antes de que la persona haya podido hablar. “Prestad atención a la
estructura corporal, a la manera en la que se mantiene erguido, a cómo se mueve, a la
tensión y a la relajación que se perciben en sus movimientos y en sus actitudes. Luego,
levantaos, tocadlo, observad la naturaleza de su piel, su firmeza o su blandura. Los
músculos, su tamaño, su firmeza, su tensión. La calidad del cabello. Ahora, empujadlo,
o haced que os empuje, constatad su resistencia o su complacencia. A continuación, dad
más adjetivos, o suprimid o reforzad los anteriormente enunciados. Ahora, oledlo.” Es
muy raro que utilicemos el olfato deliberadamente ; sin embargo, a menudo, allí reposan
muchos recuerdos (¿Quién olvidará jamás el olor de las gardenias del baile del
domingo?) susceptibles de actuar o de dejar impresiones, sin que nosotros seamos
conscientes de ello.
Después de este primer contacto, se puede dejar que la gente se mezcle durante
algún tiempo, más o menos media hora. Seguidamente, se pide al grupo que siga dando
sus primeras impresiones. Esta vez, intervienen varios rasgos nuevos. Primero, los
miembros acaban de tener intercambios directos. Se le pide a cada uno que diga lo que
piensa de cada uno de los demás miembros. Esta vez lo hará posicionándose justo
delante de la persona de quien va a hablar, mirándolo directamente a los ojos para que
su atención no se distraiga y para tener una consciencia más inmediata de su presencia.
Puede tocarlo a lo largo de su descripción, de la manera que mejor exprese sus
sentimientos. Este procedimiento da una realidad mucho más grande al otro.
En general, en el transcurso de esta experiencia, aquel al que se le habla y el que
habla se sienten muy implicados emocionalmente. Esto hace que los miembros del

73
Joy

grupo se sientan mucho más cercanos los unos a los otros. Normalmente, se nota una
resistencia a tocar. Esto viene del sentido que nuestra sociedad ha dado a este acto,
imputándole una interpretación fundamentalmente sexual o agresiva. Sin que sea así, tal
interpretación impide que la expresión directa del sentimiento sea más calurosa. En el
contexto del grupo, la gente se siente, frecuentemente, más relajada y más cómoda para
tocar. De cualquier modo, una persona puede dar su impresión sin tocar si la resistencia
es demasiado fuerte.
Todos estos métodos ponen de relieve el problema de la inclusión. ¿Cómo
comunicamos con los demás y cuáles son los sentimientos implicados? Otra barrera
social que impide una verdadera relación reside en los clichés que nos aplicamos los
unos a los otros. Lo que esperamos de los demás hace que estos se sientan prisioneros
de ciertas actitudes que son las únicas consideras aceptables. El siguiente método tiende
a evitar este problema.

NUEVOS NOMBRES

Cuándo : cuando un grupo empieza, normalmente, los miembros no se conocen


de antemano. Esto puede ser la oportunidad para que todos sacudan las ideas
preconcebidas que les vienen de sus anteriores identidades : que tomen nuevos nombres
y que acepten no hablar de su pasado — trabajo, ciudad de origen, etc. —, por lo menos
al principio. Ciertas deformaciones profesionales que sufren, por ejemplo, el hombre de
iglesia, el psiquiatra, la enfermera, el profesor, el industrial, llevan a ciertos tipos de
comportamiento y a reacciones estereotipadas. Por medio de este truco, el individuo
puede ir más lejos en la exploración de sí mismo, viendo cómo reaccionaría y cómo se
sentiría de verdad si se encontrara fuera de los límites profesionales. Sabría, igualmente,
cómo las personas reaccionan frente a él en tanto que persona y no en tanto que
miembro de un colectivo específico.
Cómo : antes de que tengan la posibilidad de conocerse, se dan nuevos nombres
a los miembros del grupo. Estos serán los únicos nombres que deberán utilizarse durante
el tiempo que dure el grupo. Habitualmente, es suficiente con dar nombres de pila. Hay
varias maneras de repartir los nombres. Se puede hacer una lista de nombres masculinos
y femeninos que se distribuyen al azar. O bien, el individuo puede ponerse delante del
grupo que hace diferentes sugerencias hasta encontrar un nombre que satisfaga a las dos
partes. En último término, cada uno puede elegir su nombre según lo que cada cual
quiera conseguir. Los dos últimos métodos parecen ser los más apropiados, pero el
grupo puede elegir el que prefiera.
Puede ocurrir, en el transcurso de la existencia del grupo, que la gente quiera
cambiar de nombre, que quiera volver a usar su verdadero nombre, que quiera revelar su
verdadera identidad o que quiera conocer la verdadera identidad de otro. Pueden
hacerlo, puesto que este deseo suele ser la consecuencia de una minuciosa exploración,
o de una excesiva angustia, y no de una actitud de pensamiento estereotipada y
convencional.
¡Atención! : las personas muy rígidas o las que tienen serios problemas de
identidad u otros problemas del mismo tipo tienen, a veces, dificultad para renunciar a
su nombre. En este caso es mejor que conserven el suyo.

74
4.- Las relaciones interpersonales

Ejemplos : he aquí los cambios de nombre más significativos. Hablemos


primero del caso de Henrietta : psicóloga en una escuela, regordeta, mal vestida, de
mediana edad. Pidió al grupo que le diera un nombre que estuviera en contradicción con
lo que ella parecía ya que, en ese período de su vida, no estaba muy satisfecha de sí
misma. El grupo, finalmente, se puso de acuerdo para llamarla “Burbujas”. Ella estaba
encantada. A medida que se acostumbraba al nombre de “Burbujas”, se liberaba un
poco más. Sin embargo, no es suficiente con cambiar de nombre para modificar el
comportamiento en profundidad. Seguía siendo vergonzosa y bastante sumisa, tanto que
uno de los miembros declaró que, a veces, tenía ganas de sacudirla. Respetando el
principio de convertir los sentimientos en acciones, le sugerimos que lo hiciera. Se
levantó, cogió a Burbujas por los hombros y la sacudió tanto como pudo : cruzaron toda
la sala con una energía increíble. Burbujas entró en ebullición. Su cara se llenó de color
y brillo. Estaba, literalmente, “burbujeante”. Estaba adorable, viva, maliciosa, llena de
espíritu y de buen humor. Ella persistió en esa actitud aventurándose cada vez más hacia
el comportamiento que la tentaba. Al final de la sesión, estaba exuberante e hizo,
durante las semanas siguientes, algunas tentativas para que se le llamase Burbujas en su
lugar de trabajo.
También había en el grupo un hombre de baja estatura, con aire de duendecillo,
que parecía disfrutar como loco con todos los sucesos que acontecían en el seno del
grupo, sobre todo con los ejercicios de danza y de movimiento. Era tan característico en
él, que aceptó que se llamara “Duende”. Estaba muy contento con este nombre y esto le
permitió conservar su entusiasmo. Se interesaba, sobre todo, por las mujeres del grupo
y, en particular, por aquellas que eran guapas. Todo el mundo estaba seducido por su
comportamiento alegre y divertido. Hacia el final de taller se corrió el rumor de que era
cura. Alguien lo sacó a la luz en medio del grupo y el reconoció que era cura católico
desde hacía treinta y cinco años. El grupo se quedó estupefacto. Desde luego, no
encajaba en absoluto con su cliché.
Lo que ocurrió : después de la experiencia, “Duende” declaró que había
apreciado mucho el hecho de haber podido esconder su identidad. Era la primera vez en
treinta y cinco años que había tenido la ocasión de ver a la gente reaccionar ante él
como ser humano y no como cura. Por fin, había podido expresar algunos sentimientos
que siempre había tenido que reprimir. Mientras hablaba, se le saltaban las lágrimas y se
deshacía en agradecimientos. Muchos miembros del grupo fueron espontáneamente a
abrazarlo y él les devolvió el abrazo con afán. Esta emocionante escena dejó en su cara
una sonrisa cálida y luminosa que conservó hasta el final de la existencia del grupo.
Deseaba volver a la iglesia para tratar de introducir allí un poco del calor y de la
humanidad que acababa de vivir. Al cabo de muchos meses, seguía conservando el
mismo brillo y había retomado su trabajo con una fuerza nueva y una confianza
reforzada en sí mismo.
Para ciertas personas, como en los casos de Burbujas y de Duende, esta
experiencia es la ocasión de volver a empezar la vida dejando atrás los antecedentes que
disminuían su posibilidad de desarrollo. Los dos fueron capaces de aprovechar la
ocasión que se les ofrecía y tuvieron la fuerte impresión de renovarse.
El siguiente método trata del problema de la alienación que se encuentra tan
extendido en nuestra sociedad. En casi todos los grupos de encuentro podemos hallar
personas que piensan que se trata de un problema mayor. Una vez más, en este caso,
aplicamos el principio según el cual más vale hacer que decir.

75
Joy

INTRODUCIRSE A LA FUERZA EN EL GRUPO

Cuándo : En toda situación social, los conceptos de alienación, de aislamiento y


de soledad juegan un papel predominante. Prácticamente todo el género humano
comparte la impresión de estar excluido de un grupo, de no encontrar en el grupo lo que
necesita o de no ser, por completo, miembro del grupo. Es un sentimiento tan agudo y
desagradable que da lugar a todo tipo de rechazos y de deformaciones. Cuando este
tema surge en un grupo, el procedimiento que consiste en introducirse a la fuerza puede
revelarse muy útil, ya que permite una confrontación directa, desde el punto de vista de
los sentimientos de integración, entre los que están dentro y los que tratan de entrar.
Cómo : los que han sido clasificados como “dentro” se ponen de pie y forman
un círculo, apretados los unos contra los otros, cogiéndose por los brazos. Pueden mirar
hacia el interior del círculo o hacia el exterior, según el caso : Si el que intenta penetrar
en el círculo siente que los miembros del mismo se interesan los unos por los otros,
ignorándole a él, entonces mirarán hacia el interior ; en cambio, si tienen la impresión
de que intentan deliberadamente dejarlo fuera, mirarán hacia el exterior. A
continuación, el que intenta entrar tratará de forzar el círculo por todos los medios
mientras que los miembros del grupo tratarán de impedírselo. Se puede dar otra variante
en la cual el que está fuera intenta forzar el círculo y tomar en él un lugar como
cualquier otro miembro. Se deja al interesado elegir su objetivo.
Generalmente, al acabar este ejercicio surge un debate. No es raro que otras
personas quieran también tratar de forzar el círculo, ya que esta actividad aviva la
comprensión mutua.
Atención : este ejercicio puede engendrar cierta violencia. Las personas que
sufren del corazón o de otras condiciones de riesgo y que no deben fatigarse físicamente
deben abstenerse. También hay que asegurarse de que no se encuentre ningún mueble
frágil en un espacio de varios metros cuadrados alrededor del grupo, así como ningún
objeto puntiagudo contra el cual uno pudiera caerse y herirse.
Ejemplo : en el transcurso de una conferencia que incluía una demostración de
algunos de estos métodos, una chica se quejaba de que no entendía o que no sacaba el
mismo beneficio que los que ya estaban familiarizados con estas técnicas. Parecían —
decía ella — dominar la discusión y saber más que ella.
Se le pidió que se pusiera delante del grupo y que eligiera cinco o seis personas
de entre las que allí se encontraban, cosa que hizo inmediatamente. Formaron un
círculo, mirando hacia el interior y se le pidió que forzara el círculo. Caminó lentamente
alrededor del círculo e hizo algunas vanas tentativas para introducirse en él separando a
dos personas. Seguidamente, se dedicó al que parecía el más fuerte y, durante varios
minutos, intentó separarlo de su compañero. Más tarde desistió en sus esfuerzos,
obviamente inútiles. Después de algunos otros intentos en diferentes lugares, decidió
parar diciendo que, después de todo, no le importaba tanto formar parte del grupo.
Este suceso provocó verdadero enfado en dos de los miembros del auditorio.
Uno de ellos no podía apenas contenerse. Le dijo que no entendía su ligereza. Desde
que había empezado, él se había imaginado en su situación y se veía sirviéndose de los
pies, de las uñas, de los puños, haciendo todo lo posible para poder entrar en el grupo.
Sólo la idea de que los miembros del grupo pudieran dejarlo aparte le había puesto fuera
de si.

76
4.- Las relaciones interpersonales

Otro observador quería tener la oportunidad de probar su suerte. Aparentemente,


había pensado mucho en esto y ya había ideado una estrategia. Lentamente, dio la vuelta
al círculo, buscando, seguramente, sus puntos débiles. A continuación, se puso a hacer
cosquillas a la gente hasta que encontró a alguien que tenía muchas cosquillas. Era una
mujer. Le hizo cosquillas, ella se soltó y ¡ya está!, él se encontraba dentro.
Lo que ocurrió : Una investigación posterior reveló hasta qué punto estas
diferentes posturas eran típicas en estos individuos. La primera manera de encarar la
situación — la de la chica que intentaba entrar, un poco a regañadientes, y que,
tácitamente, estaba pidiendo que se la dejara entrar, pero sin comprometerse hasta el
punto de pedir lo que quería, para luego racionalizar la situación diciendo que de todos
modos no le importaba —daba una imagen clara de sus relaciones con las cosas que ella
verdaderamente deseaba. Permitió explicar por qué ella se encontraba a menudo en el
exterior y se negaba lo que quería. Su actitud puso en evidencia a todo el mundo este
aspecto de su personalidad y destacó sus dificultades para expresar directamente sus
necesidades. Recalcaba también el hecho de que necesitaba que los demás anticiparan
sus necesidades y su actitud defensiva ante un rechazo cuando contestaba que algo no le
importaba.
La reacción violenta, aunque imaginaria, del segundo interlocutor, profesor de
universidad, sorprendió mucho, incluso a él mismo. Los sentimientos violentos que le
sacudieron inmediatamente, ante la idea de sentirse excluido, le hicieron darse cuenta de
sus intensas reacciones ante este tipo de situaciones. Encontraba este sentimiento hasta
cuando se trataba de su pertenencia a una minoría, entre otras. Sin embargo, se
sorprendió del resultado de esta rabia no resuelta y acumulada a lo largo de los años.
La astucia del tercero reveló igualmente su manera de ser, tanto para él como
para los que lo conocían. Siempre estudiaba una situación para encontrar sus puntos
vulnerables para luego introducirse por el lugar más débil, sin que el grupo sintiera
apenas que alguien había penetrado. Las reacciones de diferentes miembros del grupo le
ayudaron a comprender mejor otras situaciones que había encontrado a lo largo de su
existencia. Algunos mostraron una gran admiración por su táctica. Otros, por el
contrario, se enfadaron, sobre todo los hombres que tenían la impresión de que se había
colado y que no merecía lo que él obtenía.
En cada caso, la manera de hacer frente a la exclusión se reveló sin disimulo en
esta simple situación. Una revelación de este orden puede permitir comprender mejor la
reacción de alguien ante la exclusión. Los sentimientos de las personas que componían
el circulo se manifestaron también claramente : algunos agitados por un conflicto y
resistiéndose de mala gana y otros convencidos, intentando excluir con todas sus
fuerzas.
El siguiente método da el esquema de la inclusión o de la exclusión para el
grupo en su conjunto.

DEAMBULAR

Cuándo : en general, es importante conocer la estructura del grupo para


determinar las necesidades de sus diferentes miembros. Por ejemplo, si algunos se
sienten aislados puede ser bueno comunicárselo a los demás ; sin embargo, este tipo de
conflicto no se resuelve hablando, ya que las mismas personas que se sienten así,

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Joy

normalmente, no lo saben o no quieren admitirlo, quizás para no sentirse alejadas del


grupo. Deambular puede ser un medio para clarificar esta situación.
Cómo : el animador del grupo se levanta, se aleja unos metros y dice : “Me
gustaría que os levantaseis, uno por uno, y que os pusierais a andar hacia mí y luego en
la dirección que queráis. Sentaos allí donde os sintáis mejor. No intentéis imaginar
dónde queréis situaros. Dejad que vuestro cuerpo os lleve donde él quiera. Si no tenéis
ganas de sentaros, continuad paseando. Si alguien se acerca a vosotros, podéis daros la
vuelta, alejaros, acercaros o permanecer inmóviles. Haced lo que realmente tengáis
ganas de hacer. Seguiremos caminando hasta que todo el mundo haya encontrado su
lugar o esté en movimiento constante.” El animador sigue también estas instrucciones.
Cuando todos hayan efectuado esta tarea, el grupo se sienta y charla sobre la
experiencia.
Algunos grupos no pueden moverse, pero se puede mantener todo el valor de la
experiencia preguntándoles qué imaginan que hubieran deseado hacer si hubieran
podido moverse. Es muy raro que nadie sienta nada en el transcurso de esta experiencia.
Precauciones : ninguna.
Ejemplo : Un grupo de psiquiatras parecía querer abandonar a uno de sus
miembros. Este había faltado a varias reuniones, su interés parecía disminuir y su
atención era intermitente. Por otra parte, el grupo estaba dividido sobre la cuestión de
saber si debían ir más lejos en la exploración de sus sentimientos o si debían conservar
sus relaciones a un nivel más superficial. En este sentido, existían factores
inconscientes, no admitidos, que impulsaban a cada miembro del grupo a posicionarse a
favor o en contra de la postura del animador que recomendaba un trabajo más en
profundidad. Para intentar clarificar todos estos sentimientos, el animador sugirió el
ejercicio de deambular y se levantó. Todos los miembros del grupo se levantaron y cada
uno se puso detrás de su silla. Todos salvo, claro está, el aislado que declaró que se
sentía mejor sentado. Pasó un tiempo, varios minutos, y nadie se movió. Entonces se
volvieron a sentar. El ejercicio parecía haber sido un fracaso. El grupo empezó a hablar,
preguntándose por qué unos psiquiatras, que tienen unas orientaciones muy diferentes
en cuanto al trabajo de grupo — aunque se supone que pasan la mayor parte del tiempo
hablando y moviéndose poco —, encontraban tanta dificultad cuando se trata de
caminar. Entonces, alguien sugirió que cada uno contase las fantasías que había tenido
durante aquellos minutos de inmovilidad. El empezó, diciendo que había querido
desesperadamente abrazar a sus dos vecinos, un hombre y una mujer, pero algo se lo
había impedido. Otro había querido huir del grupo para meterse en una esquina, solo, y
mirar por la ventana. Un tercero había querido acercarse al animador y ponerse delante
de él. Un cuarto había querido taparse la cabeza ... Con estas fantasías, la estructura del
grupo se clarificó, aunque no hubiese podido deambular. Se discutió exhaustivamente
sobre estos sentimientos durante varias sesiones y, gracias a esto, las reacciones de los
miembros hacia el grupo, el animador y entre ellos mismos se vieron finalmente
clarificadas.
Lo que ocurrió : Una vez más, se utiliza el cuerpo en su totalidad para ayudar a
que los sentimientos se manifiesten y salgan a la luz ; no se basa únicamente en la
reflexión. Los sentimientos revelados por las tensiones corporales suministraron a los
miembros del grupo gran cantidad de información sobre su actitud en el seno del grupo.
No pudieron autorizar a estos sentimientos para que se movieran físicamente ; estaban
paralizados en el registro profesional en el que los psiquiatras, por su formación y su

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4.- Las relaciones interpersonales

personalidad, están más acostumbrados a desarrollarse. El grupo pudo hacer un empleo


productivo de estas informaciones.
En estos ejercicios interpersonales, por una parte, los sentimientos se
convirtieron en movimiento, pero, por otra parte, se sacó provecho de los sentimientos
provocados por la proximidad de las personas. El hecho de acercarse y alejarse de
alguien constituye una indicación concreta de los sentimientos que existen entre ellas.
Esto se hace evidente en lo cotidiano. Cuando alguien nos seduce, tenemos ganas de
abrazarlo y de acariciarlo. Si se trata de una persona repugnante, tenemos ganas de
marcharnos. Si la gente nos despierta la cólera tenemos ganas de golpear o de empujar.
En todos estos casos, los deseos se transforman inmediatamente en una relación física.
La consecuencia lógica de todo esto es que, si se desea expresar los sentimientos, el
método clave consiste en vivenciarlos en un ambiente permisivo y seguro.
La tres técnicas siguientes tienen como finalidad la de mejorar las relaciones
entre dos personas. A veces, es difícil entrar en contacto o comunicar de manera
satisfactoria. En estos casos, estos métodos pueden sernos de gran ayuda.

LA COMUNICACIÓN NO VERBAL — EL “DUO”

Cuándo : Normalmente, la gente intenta expresar sus sentimientos hacia los


demás, o explicarse a sí mismo o a los demás una situación, con palabras, pero,
sencillamente, no consiguen comprenderse. Esto es lo que ocurre cuando las personas
muestran dificultad para expresarse, porque los conflictos referentes a sus sentimientos
llegan a ser predominantes e intentan esconderlos. Ocurre lo mismo en el caso de los
que experimentan un sentimiento con el cual no están familiarizados, o cuando estos
sentimientos son fuertemente intelectualizados y se utiliza la palabra como medio de
defensa para oscurecer la situación. Para las diferentes situaciones, dos técnicas pueden
revelarse útiles. La primera tiene que ver con el intercambio verbal y la segunda se
orienta hacia lo no verbal. Lo más eficaz es, en general, utilizarlas en este mismo orden.
Cómo : En la primera técnica se pide que todo el mundo deje de hablar y que
cada uno intente describir el punto de vista de su antagonista, tan clara y
simpáticamente como le sea posible. Al principio, normalmente, intentan ridiculizar la
postura del otro. En ese momento, es importante insistir en que la persona protagonista
debe describir la opinión de la otra persona como si la encontrara razonable. De esta
manera, se encuentra obligado a reflexionar sobre la validez de los argumentos del que
se le opone.
La segunda técnica para clarificar un intercambio consiste en pedir a dos
participantes que continúen comunicándose, pero sin palabras. La función defensiva y
ensombrecedora de las palabras desaparece y los sentimientos pasan de expresarse
racionalmente con la cabeza a expresarse con el cuerpo. Algunas personas experimentan
dificultad para moverse a causa de sus inhibiciones. Se puede conservar el valor de la
experiencia preguntándoles cuáles son las fantasías o las imágenes que les vinieron en
un primer momento a la mente. La gente tiene, a menudo, un impulso instantáneo que
pueden identificar.
Para estas dos técnicas será muy útil pedir a los adversarios que se sienten el uno
frente al otro. Una confrontación física directa da más realidad y más sensibilidad a la
situación que cuando las personas se encuentran alejadas.

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Atención : no es necesario tomar precauciones especiales para esta experiencia.


La tendencia a la violencia puede encontrarse ligeramente acrecentada por la
proximidad física, pero ningún acto de violencia ha ocurrido jamás en el transcurso de
mis talleres.
Ejemplo : En un grupo de hombres de negocio, un importante problema no
resuelto oponía a dos de sus participantes. Su única forma de intercambio consistía en
reaccionar a las contribuciones del otro con unos comentarios mordaces y unas
observaciones irónicas. Por fin, el grupo les invitó a discutir abiertamente lo que se
incubaba entre ellos ya que creaba un ambiente desagradable. Empezaron manteniendo
su distancia mientras hablaban. Se les pidió que se aproximaran y se sentaron el uno al
lado del otro sin dudar. Continuaron conversando y otros miembros del grupo intentaron
ayudarlos a esclarecer su problema. Pero parecía que la situación se oscurecía a medida
que seguían hablando. Cuando se les pidió que repitiesen el punto de vista del otro,
ninguno fue capaz de hacerlo puesto que la postura no estaba suficientemente clara.
Entonces, se les pidió que siguiesen, pero esta vez sin utilizar palabras.
Inmediatamente, uno cogió al otro y lo puso sobre sus rodillas. La situación estaba clara
: el que se encontraba encima de las rodillas del otro se levantó y dijo que ese era
exactamente el problema. El sentía que se le trataba con paternalismo y que se le
consideraba como a un niño y por eso se sentía irritado. El otro estuvo de acuerdo : era
precisamente lo que él sentía. Lo consideraba como a alguien muy dependiente y pueril
que no se comportaba como un adulto. A partir de ese momento, la comunicación estaba
establecida y empezaron a avanzar hacia una solución. Los demás pudieron aportar sus
propias observaciones e impresiones ya que el problema aparecía claramente. El
intercambio verbal había oscurecido el tema al intentar esclarecer las situaciones
específicas que habían surgido en el transcurso del taller y al intentar justificar sus
respectivas actitudes en esas situaciones. La comunicación no verbal había ido
directamente al grano. Desde ese momento, todo el mundo podía comprender.
Otro ejemplo nos permitirá ilustrar otro aspecto de la comunicación no verbal y
de las ventajas que puede presentar. En un grupo, una vez más, se encontraban un
hombre y una mujer que no dejaban de intercambiarse comentarios desagradables sin
llegar a ninguna parte. La mujer, enfadada, criticaba y atacaba. En cuanto a él, se
defendía y, a veces, contraatacaba. Se les pidió que dejasen de hablar, pero que
siguiesen comunicándose y, tanto para su propia sorpresa como para la de los demás, se
levantaron y la mujer se acercó al hombre que le abrió sus brazos. Se abrazaron durante
un buen rato. En el debate que siguió, apareció claramente el afecto que les unía,
mezclado con el temor de que sus sentimientos no fueran recíprocos. La mujer tenía la
impresión de que él no la quería, impresión que la hacía enfadarse y le producía
amargura. Así que aprovechaba todas las ocasiones para mostrarse desagradable. Una
vez que ellos habían expresado sus verdaderos sentimientos, no tuvieron más necesidad
de atacarse y de defenderse. Sentían afecto el uno por el otro ; la amargura desapareció
y empezaron a establecer entre ellos una relación más constructiva. La expresión oral,
esta vez, no solamente oscurecía el fondo del problema, sino que servía, también, para
trasmitir lo contrario de la verdadera situación. El comportamiento era hostil mientras
que los sentimientos profundos eran una mezcla de afecto y temor.
Lo que ocurrió : Sobre todo para los intelectuales, las palabras pueden ser un
obstáculo importante para la comunicación. Frecuentemente, la gente pasa demasiado
tiempo intentando no decir algo como “qué infantil eres” o, como en el segundo caso,
dando vueltas alrededor de un tema que ellos mismos no conocen con claridad. Cuando

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4.- Las relaciones interpersonales

se encuentran desprovistos de su defensa oral, es como si estuvieran al descubierto. El


sentimiento contra el cual uno se defiende aparece : la relación
paternalismo/dependencia en el primer ejemplo y la relación afecto/rencor, por la no
reciprocidad, en el segundo. Aliviando a los individuos del peso de las palabras, se
autoriza a los verdaderos sentimientos para que salgan a la superficie. Una vez que los
sentimientos se exteriorizan claramente, la expresión oral puede mostrarse productiva
ya que, entonces, se basa en los sentimientos del momento y pierde sus cualidades
defensivas.
Hay que dejar bien claro un punto : la expresión oral no es siempre defensiva. El
tipo de expresión oral que sigue a la clarificación de sentimientos es, generalmente, de
una naturaleza totalmente diferente. Sería conveniente estimular este tipo de expresión
oral puesto que permite dedicarse a los sentimientos presentes. Sin embargo, aquí,
también, existe un cierto peligro. Puede suceder que una conversación sobre un
incidente que acaba justo de ocurrir se prolongue durante demasiado tiempo. Entonces,
arrastra hacia una actitud defensiva de otro tipo tratando de hacer que la vivencia sea
borrosa. Puede que el incidente haya sacudido sentimientos muy fuertes con los que los
individuos no están del todo familiarizados y que pueden acarrearles alguna dificultad a
la hora de abordarlos. La gente utiliza, en general, un modo de hacer frente a los
sentimientos : hablar y hablar de ellos sin cesar hasta que terminan por desaparecer.
Cuando se llega a ese punto se nota, ya que la conversación se eterniza y ya nadie
escucha. El suceso no verbal, cuando ocurrió, fue apasionante, pero la conversación
llega a ser un vano parloteo y una repetición.
Para seguir con los métodos que ayudan a establecer contactos directos y
satisfactorios entre dos personas, he aquí una técnica más positiva.

EL ENCUENTRO

Cuándo : Las palabras son las primeras culpables en los intentos por evitar una
verdadera confrontación. Cuando se desea establecer una comunicación real, puede ser
beneficioso prescindir de las palabras y de otras actividades cuya finalidad es defensiva.
En este caso, se ayuda a las personas a tomar conciencia de las reacciones que surgen en
su relación con las demás personas por medio de lo que sienten en todo su cuerpo.
Cómo : Se pide a dos personas implicadas que se pongan cada una en un
extremo de la habitación. Deben permanecer en silencio, mirarse a los ojos y caminar
lentamente la una hacia la otra. Cuando se encuentran, sin que nada haya sido previsto
por ellas de antemano, deben hacer lo primero a lo que se sientan impulsadas en lo más
profundo de su ser. Ellas pueden prolongar el encuentro tanto tiempo como quieran. A
continuación, generalmente, sienten la necesidad de hablar de sus impresiones y las
demás les comunican sus observaciones y su identificación con ellas. Es esencial animar
a los interesados a que dejen que sus sentimientos permanezcan en la superficie, sin que
intenten prever lo que van a hacer en el momento del encuentro. (Pruébalo tú mismo,
antes de seguir adelante, si estás acompañado.) Es interesante observar los
comportamientos. Entre otros : ¿Cuál de las dos quiere salir la primera? ¿Hasta qué
punto se sienten incómodas, en caso de que se abracen? ¿Este abrazo surge de un
sentimiento de afecto o por evitar el mirarse? ¿Quién toma la iniciativa? etc.

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Joy

Atención : Esta experiencia no presenta ningún problema en particular. Puede


ser muy reveladora y puede perturbar, pero las mismas personas saben, generalmente, si
están dispuestas a hacerla o no.
Ejemplo : George acababa justo de divorciarse. Mostraba hacia las mujeres
mucha hostilidad al mismo tiempo que se sentía muy atraído por ellas. Aparentemente,
sus sentimientos estaban muy confusos, pero trataba este tema con desenvoltura y no se
privaba de bromear sobre ello. Marla era muy guapa y tenía sentimientos ambivalentes
hacia los hombres. Por una parte, se mostraba muy dependiente de ellos y, por otra, muy
competitiva. Hasta ese momento, se las habían arreglado para evitarse en el seno del
grupo, pero alguien comentó que había cierto parecido en sus sentimientos por el sexo
opuesto y preguntó qué es lo que sentían el uno por la otra. Era típico : ni el uno ni la
otra pudo determinar o explicar lo que sentía por la otra persona. Dijeron que no sentían
nada. Parecía que había llegado el momento de encontrarse : quizás, así, podrían tomar
conciencia de sus sentimientos el uno por la otra y desbloquearlos. Se acercaron
lentamente. Llegados a la misma altura, George echó a Marla una rápida ojeada y pasó
de largo, mirando fijamente delante de él. Durante cinco minutos permanecieron
inmóviles, dándose la espalda, mirando hacia el otro lado. Los testigos de esta escena no
pudieron soportar más tiempo esta tensión y sugirieron a los interesados diferentes
soluciones para salir del impasse. Ninguna fue aceptada. Luego, Marla retrocedió
caminando de espaldas, cogió a George por los hombros y lo hizo girar de tal manera
que Marla acabó mirándole la espalda. Después volvió a retroceder. El grupo esperaba
ansiosamente el gesto que iba a seguir. No tuvieron que esperar mucho tiempo. Marla se
aproximó a George y le pegó tal patada en el trasero que lo proyectó varios metros a
través de la habitación. Atónito, miró hacia Marla que lo invitó a hacer lo mismo. Se
negó. Ella cogió un cojín y lo colocó en su trasero. George le devolvió su patada de
mala gana y sin mucha fuerza.
Este intercambio tuvo un efecto diferente en cada uno de los dos participantes.
Marla se sentía transportada, fuerte. Su participación se hizo más activa y tenía más
dulzura en su comportamiento. Más tarde, en un psicodrama, pudo ocuparse de sus
relaciones con su padre, lo que la ayudó a aclarar sus sentimientos hacia los hombres.
George se mostró deprimido. Tenía serias dificultades con las mujeres y ya no podía
ignorarlas. Se encontró obligado a afrontarlas.
Lo que ocurrió : El encuentro permitió a Marla experimentar uno de sus miedos
más fundamentales : el temor más que evidente de que un hombre la rechace. Un
hombre la miró, se marchó y le dio la espalda. Sin embargo, ella tuvo la fuerza de
enfrentarse a la situación manifestando, de manera muy directa, su cólera y su pena.
Luego se mostró compasiva y justa. Había conseguido terminar con una situación que le
inspiraba mucho miedo y su éxito la llenó de placer. La dulzura que apareció más tarde
en ella no era otra cosa que su femineidad. Esta, por fin, podía expandirse puesto que,
ya que ya no temía un rechazo por su parte, no tenía necesidad de atacar a los hombres.
En cuanto a George, el encuentro lo situó frente a su problema haciéndole
comprender toda su gravedad. Su aspecto frívolo no resistió. No sentía gran cosa por las
mujeres, exceptuando rabia. Durante el encuentro, no pudo refugiarse detrás de sus
comentarios jocosos y tuvo que sentir, literalmente, el efecto que su comportamiento
producía en una mujer. Más tarde, durante otras sesiones, dedicó su atención a este
problema.
En estos dos casos el encuentro despojado de la palabra había presentado el
problema bajo su aspecto esencial, permitiendo, por una parte, una solución parcial y,

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4.- Las relaciones interpersonales

por la otra, una mayor lucidez. Las técnicas que utilizan la fantasía y que muestran un
gran valor a nivel individual pueden adaptarse a los problemas de grupo.

FANTASIA DE GRUPO

Cómo : Existen varias maneras de crear fantasías para varias personas. La que
describimos a continuación se ha mostrado, hasta el momento, la más productiva. La
fantasía comienza con las dos o tres personas que más ligadas están a un conflicto
determinado. Se les pide que se tumben en el suelo boca arriba, con las cabezas en
contacto y los cuerpos dispuestos como los radios de una rueda. Se encuentran, así, en
una posición muy relajante que les permite, a la vez, oír todo lo que dicen sus vecinos,
incluso si estos susurran. Se pide a todos los miembros del grupo que cierren los ojos.
Uno de los que están tumbados cuenta la imagen que le viene a la mente. Otra persona
puede, igualmente, sugerir una imagen para comenzar. Todos los demás intentan entrar
en su fantasía y desarrollarla como les parezca. En otros términos, no se trata de intentar
construir una historia, con principio y fin, consciente y deliberadamente. Más bien,
varias personas intentan compartir la misma fantasía.
Los que están tumbados en el suelo pueden participar oralmente en todo
momento, siempre que tengan ganas, de manera que la fantasía prosiga. Los otros
miembros del grupo deben seguir la fantasía en su imaginación. Si quieren participar,
deben, a su vez, tumbarse en el suelo con los que ya están y entrar en la fantasía por la
palabra, de la misma manera que los otros. Los participantes se levantan en cuanto han
terminado y vuelven a su sitio habitual. La fantasía se termina cuando los participantes
lo desean. El animador puede entrar, hacia el final, para intentar ayudarlos a terminar de
una manera satisfactoria para ellos. Luego, les pide que vuelvan a abrir los ojos.
Ocurre, a menudo, que esta experiencia sea tan emocionante que algunos no
quieren hablar de ella inmediatamente. Cuando la fantasía se desarrolla
satisfactoriamente, los participantes la viven, efectivamente, desde el interior y
necesitan, a veces, cierto tiempo para volver a la realidad.
Ejemplos : Dos experiencias describen cómo puede emplearse la fantasía de
grupo para elucidar y clarificar dos tipos de sentimientos : la hostilidad y el afecto.
En el transcurso de la preparación de un taller que incluía algunas de estas
técnicas, dos miembros del equipo tenían dificultad para entenderse y para identificar el
origen de esa dificultad. Se decidió recurrir a una fantasía grupal para clarificar la
situación. Empezaron por imaginarse que se enfrentaban en un combate físico. Esta
imagen les había sido propuesta para explorar sus sentimientos de hostilidad. Pudieron
compartir sin problemas la misma fantasía casi todo el tiempo, contando su lucha en el
suelo, luego sirviéndose de palos y cayendo rodando por la ladera de una colina
agarrados el uno al otro. Hubo un problema cuando uno de ellos dijo que veía al otro
golpearlo. El otro no conseguía verse dándole el golpe. La tensión iba creciendo de tal
manera que terminaron por abrir los ojos y salir de la fantasía. Los dos parecían muy
agitados y nerviosos. Dijeron que habían sentido surgir en ellos un fuerte deseo de
destruir, mientras que se suponía que cada uno debía compartir la fantasía del otro y la
intensidad de este impulso les había asustado.
No sería aconsejable quedarse en este punto, ya que, aparentemente, unos
impulsos han sido sacados a la luz y piden algún tipo de respuesta. Una situación de esta

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Joy

clase ilustra el porqué es preferible practicar esta técnica bajo la dirección de una
persona familiarizada con ella.
Los dos volvieron a retomar su fantasía y, bajo la dirección de una tercera
persona, empezaron a orientarse hacia la reconciliación. Cuando volvieron a abrir los
ojos, se sentían mucho mejor por razones que ellos, entonces, no comprendían. He aquí
el relato de los participantes.

El relato de Jim : Todo surgió del hecho de que el equipo no estaba muy seguro
de lo que sucedía en las fantasías del grupo. Por consiguiente, se pidió a Krishna y a
Pierre que hicieran la experiencia. Según mi percepción de la situación, Pierre se había
apoderado de un palo e intentaba golpear a Krishna quien, por su parte, se negaba a
entrar en esta fantasía : evitaba el palo que blandía Pierre.
Yo empezaba a sentirme muy descontento y realmente encolerizado ante lo que
ocurría. Hubo una transición y entré en la fantasía con Pierre. Tenía muchas ganas de
golpearlo, de hacerle daño. Al principio de la fantasía, estábamos luchando, agarrados el
uno al otro en un combate furioso. El “abrazo” era relativamente seguro ya que nos
aferrábamos bien al brazo del otro. En realidad, no nos hacíamos ningún daño. Más
bien, nos empujábamos, nos zarandeábamos y nos enredábamos el uno alrededor del
otro. En un determinado momento, nos pusimos a rodar cuesta abajo en una colina y
caímos encima de un árbol. Verdaderamente, creo que puse un árbol en ese lugar para
resistir una de tus sugerencias que nos habrían hecho acabar la lucha al pie de la colina
cayéndonos al agua. El árbol no sirvió, en ningún momento, para separarnos. Recuerdo
muy claramente haberme agazapado, como un gato, dispuesto a lanzarme sobre Pierre,
no con la intención de arrastrarlo de nuevo en el mismo tipo de lucha que antes, pero sí,
realmente, para destruirlo. En ese momento, se interrumpió la fantasía y nos
preguntaron cómo nos sentíamos. Dos cosas me habían impresionado. Por un lado, la
impresión de rabia era físicamente real y mi corazón latía a toda velocidad.
Experimentaba una sensación de frustración y de inacabado cuando nos pidieron que
saliéramos de la fantasía. Por otra parte, el resto del equipo, profesionales que habían
asistido a otros combates interpersonales, parecían muy apasionados. No solamente
estaban absortos, sino que animaban a uno o a otro de los combatientes y tenían, ellos
mismos, fantasías que acompañaban secretamente a la fantasía central. Para algunos,
esto se manifestaba bajo la forma de advertencia gritada a uno de los participantes para
que “tuviera cuidado” y me acuerdo, particularmente, de Ron que gritaba a Pierre para
que se sumergiera en el agua y para huyese nadando. Estaba también la fantasía de otro
que gritaba a Pierre que buscara el palo que había tenido antes, que lo cogiera y que me
golpeara con él. A pesar de que Pierre y yo estábamos en la fantasía central y de que
todo el grupo sabía que nosotros dos nos entregábamos juntos a una experiencia que
pasaba por la palabra, ellos también tenían sus propias fantasías por las cuales
penetraban en la nuestra y nos observaban. Esta constatación llegó a ser tan evidente
para ellos que hablamos durante varios minutos, con extrañeza, de la fuerte hostilidad
que se había manifestado en todos los miembros del equipo, compuesto por diez
personas.
Al cabo de un rato, Pierre y yo volvimos a retomar nuestra fantasía, pero, esta
vez, nos dijeron que nos imaginásemos sentados al borde de un río, los pies en el agua,
charlando. Se nos hizo, entonces, muy fácil explorar, a través de la fantasía, una parte de
los buenos sentimientos que sentíamos el uno por el otro. Esto no quería decir que nos
teníamos, el uno y el otro, en gran afecto, sino que podíamos distinguir los aspectos

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4.- Las relaciones interpersonales

positivos y negativos del otro, lo que nos permitió apreciar los unos sin, por eso, aceptar
los otros. De hecho, después de la fantasía, Pierre fue capaz de decirme que siempre me
había considerado como un “bocazas”. Pero, gracias a la fantasía, entendía mejor quién
era yo como individuo. Si mi aspecto “bocazas” seguía irritándolo, esto ya no le
impedía hablarme con honestidad ni recurrir a mí para las cosas en las cuales él pensaba
que yo podría serle útil.
Por mi parte, encontré esta experiencia espantosa. Había sentido un fuerte deseo
de destruir a los demás de una manera que tenía mucho más que ver con la mutilación
que con el disparo de un revólver. Si desgarraba al otro en pedazos, me implicaba
físicamente. Desde entonces, la violencia que he sentido me ha permitido encender una
señal roja ante algunas de mis relaciones interpersonales. Me ocurría, a menudo, que me
dejaba llevar por las palabras, hiriendo de manera maliciosa, aun sin quererlo e
inconscientemente. Ahora, siento que no lo he superado del todo, pero que, al menos,
estoy en condiciones de comprender que no estoy reaccionando ante la situación en la
que me encuentro, sino, más bien, ante la fuerza que está en mí.
Antes esto terminaba en una escena de este tipo : intento explicar algo a alguien
o hablar de algo con él. En un momento dado, empiezo a tener la impresión de que él se
aleja de mí, sin llegar realmente a entender el porqué. Mi reacción a su abandono
psicológico consiste en perseguirlo con más ahínco, lo que da como resultado la
aceleración de la derrota ya que él no puede hacer otra cosa que retirarse aún más
rápido. Mi reacción de antes a una situación como esta era la de dar rienda suelta a mi
hostilidad y a mi cólera y la de culpar al otro por todo lo que sucede. Desde que tuve
esta fantasía, así como otras que me han puesto en contacto aún más claramente con
estos sentimientos, me paro instantáneamente. Intento, entonces, decir al otro tan
honestamente como me es posible : “Me parece que no estoy siendo muy correcto
contigo”, o algo de este estilo. Esto le permite entender que me doy cuenta de haber sido
un poco irracional y de haber hecho, de esta forma, que perdiéramos de vista aquello de
lo que estábamos hablando.
Aprendí, así mismo, otra lección de la fantasía : ya no temo este lado irracional
que tengo. Sé que existe igual que sé que soy suficientemente sano de mente como para
no tener miedo de darle rienda suelta a este irracional, puesto que tiene una doble acción
: me da una noción más clara de su origen, al mismo tiempo que da a mi interlocutor
una mejor posibilidad de considerarme en mi totalidad y de una manera mucho más
provechosa para los dos.
Desde que tuve esta experiencia he tenido otras fantasías sobre las cuales he
podido realizar un trabajo en profundidad, dejando que ellas se exterioricen. Tengo la
impresión, de alguna manera, de que la explosión de hostilidad, en las fantasías en las
cuales aparecen personajes masculinos, está dirigida, en realidad, contra mi padre. Sin
embargo, esta fantasía dio el impulso a algo que continúa suministrándome pistas sobre
mí mismo y, en buena parte, sobre la emoción que influye en mis reacciones hacia las
personas y que yo creía motivada por elementos no emocionales.

El relato de Pierre : Creo que la fantasía que viví con Jim me permitió, por una
parte, constatar el grado de agresividad que hay en mí y, por otra, sentir, a un nivel muy
primario, que el ser agresivo no es ni peligroso ni malo. Antes Jim me irritaba mucho
por lo que interiormente yo llamaba su “glotonería infantil”. La experiencia me lo
mostró frágil y, al final, me di cuenta que lo que detestaba en él se encontraba también

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Joy

en mí. Entonces, me sentí mejor dispuesto hacia él y apreciaba su compañía. En el


transcurso de las dos últimas semanas del taller, nos hemos hecho muy amigos.

El segundo ejemplo se sitúa en un grupo que no conseguía arrancar. Parecía que


se dibujaba una sola acción. Era una atracción sutil entre un hombre de mediana edad,
Henry, y una mujer, June. Con la finalidad de explorar esta relación, al mismo tiempo
que para dar al grupo la ocasión de vivir una experiencia mutua significativa que,
quizás, los aproximaría, se sugirió hacer una fantasía de grupo. Henry y June
comenzarían. Ellos estuvieron de acuerdo, se tumbaron en el suelo y empezaron.
Imaginaron una casa encaramada en la ladera de una colina. June estaba ocupada
en la cocina, espaciosa y bella. Henry estaba a varios kilómetros de allí. A pesar de que
querían que él llegara a la casa, en sus fantasías no lo conseguían. Al cabo de un rato, la
fantasía de un miembro del grupo que, hasta entonces, había escuchado y seguido la
fantasía de Henry y de June, empezó a apartarse de esta última. Se tumbó juntándose a
ellos. El se veía galopando hacia la casa, montado sobre su caballo negro, cogiendo a
Henry con él y entrando en la casa los dos. Los otros aceptaron esta imagen y, durante
varios minutos, estuvieron los tres en la casa hasta que se dieron cuenta que les gustaba
el hombre del caballo negro, pero que ya estaban hartos de él. Al final, el tuvo la misma
impresión. Se borró de la fantasía, se levantó y volvió a su sitio. Había terminado su
trabajo.
La pareja quería entrar en el dormitorio ; pero, una vez más, en sus fantasías no
conseguían orientarse en esa dirección. Al final, Henry se fue y June volvió a sus tareas
en el jardín. Más tarde, Henry volvió, hablaron, salieron a la luz sentimientos afectuosos
y sintieron, entonces, que podían entrar en el dormitorio cuando lo quisieran. Volvieron
a abrir los ojos y se abrazaron tiernamente. Estaban muy contentos de su experiencia y
de ellos mismos.
He aquí la experiencia contada por Henry.

El relato de Henry : Cuando se me pidió que participara en la fantasía, sentí un


movimiento de defensa. No sabía qué es lo que iba a poder desvelar sobre mi propia
persona. Me encontré aún más perturbado cuando se le pidió a June que participara
también por la relación que se había establecido entre nosotros en el seno del grupo.
Pero ya que estaba allí para aprender, me dije que debía aceptar.
Durante los primeros minutos que pasé en el suelo con los ojos cerrados, estaba
totalmente consciente de la presencia del grupo y de la de June, que estaba tumbada
cerca de mí con su cabeza tocando a la mía. Cuando entré en la fantasía de la casa y me
encontré allí con June, el grupo se borró de mi mente y ya no pensé más que en June y
en mí. Me impliqué aún más profundamente en la situación cuando apareció un tercer
individuo que se inmiscuyó en la fantasía. Yo quería deshacerme de él, pero sin herirlo.
Quizás te acordarás de que la tercera persona fue, finalmente, alejada de la fantasía y
nos dejó a solas. Durante la fantasía, estábamos juntos en la cocina y, cuando
comenzamos a dirigirnos hacia el pasillo, me sentí en conflicto conmigo mismo ante la
idea de alcanzar el dormitorio, en el otro extremo del pasillo. Me daba cuenta,
inconscientemente, de que no tenía ninguna razón para hacerlo. En ese momento, vi
aparecer una barrera en medio del pasillo y me alejé de June. Ella salió de la casa por
una puerta y yo por otra. Fue interesante el hecho de que se fuera a la parte trasera de la
casa a plantar flores, mientras que yo daba la vuelta a la casa para juntarme con ella.

86
4.- Las relaciones interpersonales

Nos aproximamos a la casa para volver a entrar en la cocina. Esta vez, ya no quedaba
ninguna duda entre nosotros en cuanto a nuestros sentimientos. Salimos de la cocina y
avanzamos por el pasillo hasta el punto culminante de nuestros deseos, sin ninguna
duda. Fue entonces cuando June se incorporó diciendo (me acuerdo perfectamente de
ello) : “Lo que está a punto de ocurrir es demasiado maravilloso para compartirlo con
los demás”.
Cuando June me dejó en el suelo, me sentí como suspendido al borde de un
precipicio, sin ninguna manera de salir de la situación. Fue entonces que me di cuenta
que muchas cosas que yo había evitado aparecían en la fantasía. Así que me pregunté si
yo evitaba conflictos en otras situaciones aparte de esta. Efectivamente, el hecho de que
yo estuviera emocionalmente implicado hizo que yo sintiera la experiencia de manera
muy viva y actual. Quizás te acuerdes de que debí de estar llorando durante una hora.
No volví a recuperar el control sobre mi mismo hasta dos días más tarde. Como posdata
a la fantasía, cuando todo hubo terminado, hablé con June sobre sus problemas y los
míos. Nos trajo algún consuelo el hecho de ver que los dos teníamos problemas y que,
afrontándolos, podíamos cambiar las cosas.
Espero que este sea el tipo de descripción sobre la experiencia que tú querías.
Retomando de nuevo todos los pasos, creo que he dado una idea de lo que significó para
mí este tipo de experiencia emocional. Puedo decir que es la experiencia más totalmente
emocional que haya tenido jamás y que no la olvidaré nunca. Hoy, todavía, la llevo en
mí cada día.
Después de esta experiencia, volví a casa y tuve una confrontación con mi
mujer. Volvimos a vivir juntos ciertas cosas que, hasta entonces, yo había evitado
afrontar. Lo mismo ocurrió en el despacho : tuve una confrontación con mi ayudante y
con mi jefe sobre un cierto número de cosas que también había intentado evitar hasta
entonces.

Lo que ocurrió : El mecanismo de la fantasía de grupo no es todavía muy


conocido. Se podría, quizás, compararlo con una comunicación que se situaría a un
nivel de consciencia diferente, al nivel del inconsciente. Los participantes,
generalmente, se sienten muy cercanos después de la experiencia, sin que encuentren en
ello una explicación racional. Por otra parte, todo ocurre fuera del control de los
interesados, como se ha podido constatar. En el primer ejemplo, ninguno de los
participantes tenia el deseo de ver surgir sus impulsos hostiles, como es comprensible.
En el segundo, el deseo de acostarse juntos existía, pero la fantasía no lo “permitió” más
que cuando las relaciones se desarrollaron. La fantasía, frecuentemente, revela lo que
está latente en la situación y, en principio, hay siempre, por parte del soñador, un
reconocimiento total de los sentimientos vividos en la fantasía.
Se puede constatar, en el transcurso de la fantasía de grupo, como hemos visto
anteriormente en el caso de las fantasías individuales, cambios psicológicos. Además de
la tensión normal, de la inquietud, de la relajación, los lloros, la risa y de otras
reacciones individuales, hay numerosas tentativas para tocar al otro, ya sea para
agarrarse y encontrar un contacto o una ayuda, o ya sea, simplemente, para sentir la
presencia del otro.
A menudo, hay una fuerte tendencia a la identificación. Tenemos mucho que
aprender sobre el tema de las fantasías de grupo ; la experiencia es apasionante y tiene
un gran valor potencial.

87
Joy

En resumen, las técnicas utilizadas para aclarar el campo de la integración se


concentran en el encuentro. Abarcando las sensaciones físicas y los resultados de la
fantasía, estos métodos permiten sacar a la luz los sentimientos que las personas
experimentan las unas por las otras y, en particular, el nivel de relación que toleran.
Buen número de estas técnicas ofrecen la ocasión de ir más lejos de lo que hacemos
habitualmente cuando nos relacionamos con los demás. Lo que se desarrolla a partir de
este primer contacto puede ser una experiencia positiva y, en este caso, puede
incrementar la consciencia que uno tiene de su propio valor. Así mismo, aumenta la
confianza que cada uno tiene en las posibilidades de éxito con la gente. Si es así, el
encuentro será más satisfactorio.
La dominación es, generalmente, la fase siguiente en el desarrollo de las
relaciones. En este campo, se dará un gran valor a las técnicas físicas de naturaleza más
vigorosa y contundente.

EL CONTROL, EL DOMINIO

En el desarrollo de un grupo o de una relación interpersonal, los problemas de


control siguen, habitualmente, a los de la integración. Una vez que el grupo se ha
formado, sus elementos empiezan a diferenciarse y cada miembro busca o se apropia un
papel diferente. Las luchas de rivalidad por el poder o para obtener la influencia del
poder llegan a ser, entonces, los objetivos esenciales. En términos de intercambio,
diríamos que son sujetos de confrontación.
En uno de los extremos, situaríamos al individuo que tiene un dominio
insuficiente : el “abdícrata”. Tiene tendencia a someterse y a abdicar su poder y su
responsabilidad en su comportamiento interpersonal. Se acerca a la situación del
subordinado, evitando tomar responsabilidades y contento de que otro se responsabilice.
Conscientemente, desea que se le descargue de sus obligaciones. No ejerce ningún
poder sobre los demás, incluso cuando debería hacerlo. De echo, se puede decir que no
tomaría ninguna responsabilidad aun siendo el único adulto en una escuela que se está
quemando. No toma nunca ninguna decisión si puede recurrir a otra persona. Teme no
poder encontrar ayuda si la pide ; teme que se le confíe más responsabilidad de la que es
capaz de soportar. Este tipo de persona es, en principio, un seguidor, o, aún más, un leal
lugarteniente, pero raramente en situación de tomar las últimas decisiones.
Inconscientemente, está convencido de que es incapaz de un comportamiento
adulto, responsable, y de que los demás lo saben. Su reacción más segura es, por
consiguiente, la de evitar situaciones en las cuales se vería impotente. Se siente
incompetente e irresponsable y, en el fondo, siente hostilidad y desconfianza hacia los
que podrían privarle de su apoyo.
El “autócrata” se situaría en el otro extremo, es el comportamiento dominador.
Desea un poder jerárquico en cuya cima se encontraría él. Está a la caza del poder, el
rival perpetuo. Teme no influenciar o dominar a los demás y que sean los demás, de
hecho, los que lo dominen.
Esta necesidad de dominar a los demás se lleva, frecuentemente, a otros sectores.
La superioridad intelectual o deportiva ofrece un poder considerable, por no hablar del
poder político, aún más directo. Los sentimientos subyacentes que lo agitan son los
mismos que en el caso del “abdícrata”. Fundamentalmente, el individuo tiene la

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4.- Las relaciones interpersonales

impresión de que no es responsable o de que no es capaz de cumplir con sus


obligaciones y de que los demás no lo ignorarán por mucho tiempo. Intenta sacar
partido de cada ocasión para probar lo contrario a los otros y a sí mismo. Se puede
resumir su actitud inconsciente de esta manera : “Nadie quiere creer que yo puedo tomar
decisiones por mí mismo, pero voy a demostrárselo. Tomaré todas las decisiones por
todo el mundo, siempre.” Detrás de este sentimiento se esconde un sentimiento violento
de asco ante la idea de que los demás puedan tomar decisiones por él, así como el
sentimiento de que los demás no tienen confianza en él.
Si el individuo ha conseguido resolver sus relaciones de control durante la
infancia, no presentan, entonces, ningún problema. Se siente igual de cómodo dando
órdenes como no dándolas, recibiéndolas o no recibiéndolas, según la situación. Siente,
inconscientemente, que es alguien responsable y capaz ; por consiguiente, no siente la
necesidad de escapar ante las responsabilidades o de mostrar su competencia.
Contrariamente al que abdica y al autócrata, el miedo a su propia impotencia, a su
estupidez y a su incompetencia no lo preocupa. Siente que los demás respetan en él su
competencia y sabrán tener confianza en él cuando se trate de tomar decisiones.
Varias técnicas no verbales y de fantasía de grupo se aplican a las necesidades
sentidas en el campo del control. Uno de los medios más simples para hacer aflorar
estos sentimientos consiste en experimentar en el espacio las diferentes relaciones de
poder. Para experimentar la dominación, el individuo se sube a una silla y sigue
manteniendo intercambios en esta situación. El que está sentado en su silla experimenta
la subordinación. También se puede sentar en el suelo mientras que todos los demás
están sentados en una silla o quedarse sentado en un silla mientras que todos los demás
están de pie encima de la suya, etc. Es destacable observar hasta que punto estos
sencillos cambios espaciales hacen surgir sentimientos precisos de comodidad o de
incomodidad.
Además de esta introducción a los sentimientos de arriba y de abajo, existen
varios medios para explorar los elementos de la dominación. La confrontación física
directa, a diferentes niveles, se muestra, a menudo, muy eficaz.

LA CONFRONTACIÓN FÍSICA

Cuándo : Es importante comprender y manejar bien la hostilidad y la


competición interpersonales ; sin embargo, la sociedad desaprueba fuertemente su
expresión. Por consiguiente, las personas desarrollamos un número incalculable de
técnicas que tienen como fin el de ocultar estos sentimientos a los demás como a sí
mismo. Es mucho más eficaz expresar la hostilidad en un ambiente de seguridad. Se
puede, entonces, buscar soluciones. Los esfuerzos que uno dedica, habitualmente, a la
supresión de estos sentimientos negativos terminan, normalmente, en la supresión del
yo. He aquí algunos métodos para sacar a la superficie la hostilidad y la competitividad.
Sólo entonces, podremos intentar solucionarlos.
Cómo : La “lucha danesa del pulgar” es un medio para hacer surgir los
sentimientos de competición gracias a una confortación no verbal directa. No se basa,
especialmente, en la fuerza. Esta técnica puede servir de preparación a unos encuentros
más vigorosos. También se puede utilizar sola en el caso de situaciones competitivas
entre un hombre y una mujer, por ejemplo. Los dos participantes comienzan cruzando
las manos, pero doblando los cuatro dedos. Se debe mantener esta posición durante todo

89
Joy

el tiempo. Los dos pulgares están extendidos el uno contra al otro y luego cambian de
lugar saltando el uno por encima del otro durante tres veces. Después de descansar un
momento al acabar el tercer intercambio, rápidamente se ponen a la lucha que tiene por
objetivo bloquear el pulgar del adversario, inmovilizando durante tres minutos por lo
menos. Al principio, los participantes lo encuentran divertido, pero, muy rápidamente,
los sentimientos de competitividad se encuentran estimulados, sobre todo en el caso del
que pierde.
El “brazo de hierro”37 es una lucha muy extendida y muy antigua, excelente
cuando se trata de dos individuos que quieren explorar las relaciones de poder que
existen entre ellos. Es una de las actividades que se pueden emplear para aumentar el
compromiso de alguien en el grupo. El letargo se desvanece y la persona se siente
mucho más implicada cuando debe movilizar su energía en un esfuerzo físico que
necesita de toda su atención. El mejor método para el “brazo de hierro” es el de pedir a
los participantes que se tumben en el suelo con el brazo derecho (o izquierdo)
extendido, apoyándose sobre el codo. Entonces, cada uno intenta empujar el brazo del
otro hasta el suelo sin mover el codo y sin servirse de la otra mano para sujetarse. Se
descubre, muy a menudo, que los adultos varones tienen una fuerza mucho más similar
que lo que puede parecer a primera vista.
Sea lo que sea, echar un pulso es el ejercicio más completo para la exploración
de sentimientos de poder, de dependencia y de competición entre las personas.
He aquí otro ejercicio que puede ayudar a dos personas entre las cuales existen
relaciones cuyos elementos negativos no han sido resueltos : “Tirar al suelo”. Se les
pide que se pongan el uno frente al otro y que sigan estas instrucciones : “Uno de
vosotros va a colocar las manos encima de los hombros del otro y va a empujarlo hacia
el suelo. Todos los métodos son válidos, pero el que empuja debe tumbar al otro
completamente de espaldas sobre el suelo. El otro puede cooperar, resistir, hacer lo que
quiera. Cuando esté tumbado en el suelo, el que lo ha empujado debe ayudarlo a
incorporarse. Una vez más, él puede resistir o ayudar, según su deseo. Seguidamente,
invertís los roles y hacéis lo mismo en el otro sentido.”

Generalmente, los participantes y los espectadores tienen ganas de hablar de sus


reacciones una vez que la lucha ha terminado. Es igualmente válido explorar las
reacciones a cada uno de los cuatro aspectos contenidos en la situación : el sentimiento
de someter a alguien, el de ayudar a alguien a quien se ha sometido, el de ser sometido o
el de ser ayudado. Normalmente, una de estas experiencias se destaca nítidamente de las
otras tres. A menudo, hay reacciones de simpatía por parte de los observadores y es
interesante explorarlas.
Atención : Esta actividad puede llegar a ser violenta. Por consiguiente, toda
persona que sufra de problemas cardíacos, o de alguna otra minusvalía física, debería
abstenerse. Hay que disponer de un lugar espacioso, eliminando todos los objetos duros
y puntiagudos. Los participantes deberían, igualmente, quitar sus gafas, relojes, anillos,
pendientes, etc. por si acaso la actividad llegara a ser, efectivamente, muy violenta. Sin
embargo, la mayoría de los ejercicios de este tipo se desarrollan de manera bastante
tranquila.
Ejemplo : Mike era originario de un barrio más bien de mala reputación y
pertenecía a una minoría étnica. Había finalizado con éxito sus estudios en la
universidad, pero había pagado un precio por esto. Aparentemente, su hostilidad no se

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4.- Las relaciones interpersonales

había expresado nunca como tenía que haberlo hecho y emanaba de él una especie de
rabia contenida, estilo Marlon Brando. Parecía dispuesta a estallar en cualquier
momento. Además, parecía tener problemas especialmente con las mujeres del grupo,
mostrándose, en ocasiones, muy amistoso con ellas y, en otras, frío y distante.
Ginny era una mujer muy competente en su profesión. Por lo demás, era
encantadora y muy habladora. Muchos hombres del grupo la consideraban una amenaza
ya que veían en ella una rival. Ella se sintió herida por esto y lo expresó diciendo que
era su problema (de los hombres) y no el suyo. Parecía tener unas relaciones bastante
buenas con Mike, pero no muy estrechas. Esto podría achacarse al hecho de que el
grupo no existía desde hacía mucho tiempo. El grupo estaba intentando llevar a Mike a
afrontar sus sentimientos de rabia reprimida. El, por su parte, intentaba hablar de ellos, a
veces negándolos, a veces defendiéndose y otras admitiéndolos. Pero, en sus mejores
momentos, el debate era completamente deshilvanado y todo el mundo se aburría y
empezaba a impacientarse. Se sugirió que participara en el ejercicio de “Tirar al suelo”
y se pensó que Ginny era la adversaria adecuada porque, por alguna razón desconocida,
sus dificultades parecían tener alguna vaga semblanza.
Ella se levantó. Ante la sorpresa general de los demás, se quitó, metódicamente,
su reloj, sus pendientes, sus anillos y sus zapatos y se colocó sólidamente en el medio de
la habitación con las piernas separadas. Parecía lista para entrar en acción. Mike retiró
sus zapatos, se puso delante de ella, extendió los brazos, pasó rápidamente una pierna
por detrás de las de ella y empezó a tirarla hacia el suelo, en el mejor estilo de la lucha.
Ginny se defendió desesperadamente. Recorrieron toda la sala salvajemente y cogidos el
uno al otro hasta que Ginny terminó derrumbándose. Ella tuvo algún sobresalto más,
algunas contorsiones, pero, al final, tuvo que rendirse ya que Mike era demasiado fuerte
para ella. El la volvió a levantar con la propia participación de ella. Por el contrario,
cuando cambiaron los roles, ella pudo tumbarlo en el suelo sin que él opusiera
demasiada resistencia y, asimismo, él contribuye a que lo levante más fácilmente.
He aquí el relato que hizo cada uno de los participantes de la situación vivida.

El relato de Mike : No me acuerdo exactamente en qué momento se sitúa este


suceso en el transcurso de las dos semanas que duró el taller, pero tengo la impresión de
que fue en la sesión nocturna. Ginny había adquirido para mi un sentido particular
dentro del grupo. Sentía por ella cierto deseo sexual, pero, también, le atribuía un papel
un poco maternal. En esa época, ella se sentía bastante atraída por Roberto. Me sentía en
rivalidad con él para captar la atención de Ginny. Ella había reaccionado
favorablemente a mis proposiciones y parecían gustarle. Ginny me lanzaba numerosas
invitaciones a través del grupo cuando tenía ganas de bailar, pero yo no tenía
prácticamente ningún contacto con ella fuera de estas reuniones.
A nivel emocional, el acontecimiento que más me había impactado hasta
entonces era el ejercicio de “Tirar al suelo” entre Shelly y Herb. En relación con esto,
me acuerdo que ocurrió una tarde, justo después de comer, y que Shelly parecía un niño
regordete que intentaba, a duras penas, hacer caer a Herb. Me sentía enfadado con él y,
cuando dijo finalmente a Herb “¿no querrías tumbarte, por favor?” y cuando Herb lo
hizo, la repugnancia vino a mezclarse con la rabia.
En el transcurso de la siguiente sesión, se habló de la lucha entre Shelly y Herb.
No sé muy bien si Ginny dijo que le gustaría probar y yo me ofrecí voluntario o, por el
contrario, yo dije que me gustaría intentarlo y Ginny se ofreció voluntaria. Me parece,

91
Joy

de hecho, que fue la segunda hipótesis porque me acuerdo de que me encontraba solo en
pie en medio del grupo, sin nadie delante y tenía miedo porque no sabía si alguien más
fuerte que yo vendría a enfrentárseme. Sentí verdadero miedo durante un instante muy
corto, pensando en que Frank (unos 130 kg. y cinturón negro de judo) podría ofrecerse,
puesto que yo había llegado a un momento en el que viniera quien viniera tendría que
acabar en el suelo. Esta escena la tengo todavía muy clara en mi mente y me veo, de
nuevo, mirando fijamente la ventana encima de la cabeza de Herb. Estaba de pie, con
las piernas separadas al estilo de las peleas entre bandas de mi pasado, con el pecho
sacado hacia fuera, esforzándome como el diablo para no mostrar que tenía un miedo
atroz.
Ginny llegó hasta el medio y se colocó frente a mí. Cada uno se puso las manos
encima de hombros del otro, pero, antes de que ocurriera algo, me acuerdo que le dije
“quiero que te defiendas” y ella respondió “no te preocupes, puedes contar con ello”.
Inmediatamente, intenté zarandearla para hacerle perder el equilibrio. Ella resistió,
resistió incluso ferozmente. Reaccionó a mi presión con una fuerza increíble que me
sorprendió. Tuve, entonces, mucho miedo y, por eso, le hice una llave y la derribé,
haciéndola caer por encima de mi cadera. Mientras caía, intenté poner mi rodilla sobre
su espalda. Según lo que me dijo más tarde, Ginny experimentó un enorme placer con
todo esto. Resistía intentado escapárseme. Mi reacción, por contrario, fue terrorífica. Yo
intentaba conscientemente llegar a sus grandes huesos, los de la región de los músculos
de la pierna y de los hombros, para tenerla bien sujeta. Quería mantenerla sin que
pudiera escaparse, pero también sin hacerle daño. Pero, a cada instante, ella conseguía
desembarazarse un poco más y me pareció que en mi mente una voz le gritaba : “¡Al
suelo, por Dios, quédate en el suelo!”. Ginny estaba tendida sobre el vientre y se
escapaba a mi dominio. Una de mis manos la agarraba por el hombro, la otra por el
muslo e intentaba poner mi rodilla sobre su espalda para bloquearla, apoyándome con
todo mi peso sobre ella. Si no lo hubiese conseguido, habría intentado cogerla por sus
muñecas y doblarle los brazos por la espalda, ¡pero ella se quedaría en el suelo!
Terminé por conseguir inmovilizar a Ginny en el suelo y ella se rindió. Nos
quedamos en esta posición durante algunos segundos y me acuerdo, por mi parte, que ya
no era Ginny quien estaba tendida allí. Seguidamente, me levanté y me alejé,
abandonándola en medio de la habitación como a un montón de trapos viejos. El resto
del grupo tuvo que recordarme que debía volver y ayudarla a incorporarse, tal y como lo
quería la regla del ejercicio. Volví y lo hice. Entonces, no sentía nada hacia Ginny ; al
contrario, yo estaba radiante de felicidad. No me sentía orgulloso por haberla tirado al
suelo, pero me sentía curiosamente bien por haberlo hecho. Una parte de la experiencia
reside en los comentarios de los miembros del grupo. Frank me dijo “yo tenía ganas de
darte una buena patada en el culo”. Herb me miró y me dijo que ese había sido el
espectáculo más asqueroso que había visto jamás. En cuanto a Shelly, me dijo “acabas
de tirar a mi madre y me pregunto si eso me gusta”. Me acuerdo que tú me preguntaste
si lo volvería a hacer en caso de necesidad. Yo respondí que no sentía la necesidad de
volver a empezar, pero que, si Ginny y yo nos enfrentáramos de nuevo en el mismo
ejercicio, sabia que la volvería a tirar de nuevo y la inmovilizaría en el suelo,
simplemente, por las reacciones de los chicos del grupo. Más precisamente, esto es lo
que dije : "Creo que le vendría bien al grupo".
Me acuerdo, también, que ninguna mujer reaccionó como los hombres en cuanto
a este tema. Parecía que lo que les contaba Ginny les complacía, e incluso les producía
envidia. Ella parecía exaltada y muy, muy contenta de haberse bronqueado con un
hombre.

92
4.- Las relaciones interpersonales

Ginny no sintió ni tuvo consciencia del miedo, en ningún momento del ejercicio.
Sin embargo, yo estaba muy consciente de mi estado. Estaba dispuesto a hacerle daño
para mantenerla inmovilizada en el suelo. Dos cosas me aparen con mucha claridad,
aunque no sé exactamente cómo ocurrieron. Por una parte, me sentía bien,
verdaderamente, muy bien. Por otra, está este comentario que hice, o bien aquella tarde
delante del grupo o bien más tarde : “Con Ginny, es todo un montón de mujeres que tiré
al suelo”. Entre ellas estaban mi madre, mi hermana mayor y una mujer de mi equipo
con la cual había venido al taller. La mejor descripción que yo puedo dar es que me
experimenté a mí mismo y mi virilidad como nunca lo había hecho hasta entonces.
El efecto más inmediato del cual me acuerdo es un sentimiento de relajación.
Desde siempre, la mayoría de mis relaciones con las mujeres habían tenido un doble
sentido. Esto tomaba la forma de una excitación sexual, pero era una excitación que no
encontraba su origen en el deseo. Era, más bien, una impresión que yo tenía de tener
que dominar y someter por completo a mis necesidades, por el acto sexual, a toda mujer
con la que estaba en relación, en un contexto social o profesional. El reverso de la
medalla era un violento sentimiento de insuficiencia sexual por mi parte, lo que
explicaba el hecho de que mis fantasías, mis sueños de conquista, se encontraban
siempre ahogados por el miedo al fracaso. El resultado más importante que tuvo el
ejercicio sobre mi ambivalencia no fue el de hacerla desaparecer, sino que, en adelante,
ya no tenía sobre mí el mismo efecto deprimente. Esto me permitió establecer relaciones
más lúcidas con las mujeres. Podía, por fin, afrontar relaciones con mujeres que
disfrutaran de una situación superior a la mía, bien por sus méritos, su autoridad o sus
responsabilidades. Por fin, reaccionaba de manera sana, creo, puesto que conseguía
expresarme y manifestar mis sentimientos, que fueran fuertes o débiles. Esto reveló en
mí un aire de ternura con mi mujer y mis hijos. Yo siempre había ocultado,
cuidadosamente, este sentimiento en el fondo de mi mismo, con el temor a que fuera
debilidad. De hecho, es sobre todo en el campo de los sentimientos familiares que tengo
la impresión de haber ganado más.

La descripción más apropiada se resume, seguramente, en esta frase : “Con


Ginny, es todo un montón de mujeres que tiré al suelo”.

El relato de Ginny : El encuentro con Mike, tal y como se presentaba, me


divirtió mucho, pero no me pareció particularmente importante, ni excepcional. Al
principio, me sorprendió la fuerte reacción de los demás, incluido la de nuestro
animador, y la importancia que Mike y el resto del grupo parecían atribuir al
acontecimiento. Yo, hasta entonces, no había tenido la misma reacción. Sin embargo,
retrospectivamente, me ha servido para dilucidar algunas de mis actitudes hacia los
hombres — contrariamente a muchas experiencias terapéuticas, son todas positivas.
Pienso que el encuentro con Mike me ha ayudado a comprender y a integrar ciertos
aspectos positivos de mis relaciones con los hombres ; más particularmente, mis
relaciones con los hombres siendo yo una mujer fuerte con una vida profesional muy
intensa.
Por mi parte, considero a Mike como un joven viril y guapo. Era lo
suficientemente más joven que yo como para que no pudiera ser cuestión de un
verdadero ligue y suficientemente seductor como para jugar placenteramente con él al
tenis el día anterior. Ignoraba todo sobre las reglas del tenis, incluso cómo se sigue la
puntuación. Pero, como es un deporte que he practicado mucho, me parecía natural

93
Joy

explicarle cómo jugar y cómo calcular, más aún porque él decía que tenía ganas de
saberlo. Me sorprendí mucho, creo que fue al día siguiente en el transcurso del Grupo –
T, cuando descubrí que él se había sentido resentido por mi comportamiento, ya que le
había parecido autoritario. Esto le había llevado a identificarme con una mujer de más
edad y de la misma profesión que yo cuyo espíritu de dominación le había creado
verdaderos problemas. Nuestro animador, de una manera suficientemente natural para
que yo no me diera cuenta, sugirió que nos enfrentásemos en una lucha hasta que uno de
los dos cayera. Yo estaba encantada. Siempre me han gustado las actividades físicas y
ya estaba cansada de estar tranquilamente sentada. También, me gusta el contacto físico
con la gente en general. Me quité, inmediatamente, el reloj y los anillos, sin olvidar el
que tiene una piedra prominente y que llevo siempre (esto resultó ser importante por lo
que aconteció después). Mucho más tarde, algunos días más tarde, uno de los miembros
del grupo declaró : “Nunca he visto a una mujer desnudarse tan rápido”. Supongo que
en esto había un elemento sexual cortésmente sublimado.
Por consiguiente, me encontré frente a Mike. Me dijo, con mucha seriedad,
“Verdaderamente, ¿vas en serio?”. Me extrañó que me preguntara tal cosa. Yo siempre
pongo lo mejor de mí misma en todo lo que hago, si no me aburro y no lo hago. En
ningún momento se me había ocurrido que podría hacerme daño. Sabía, perfectamente,
que un joven deportista podría fácilmente tirar al suelo a una mujer semideportista de
mediana edad y eso sin la necesidad de hacerle el menor daño. De alguna manera, yo
veía el combate como una lucha con mi novio en la arena de Jones Beach. Tenía la
verdadera intención de luchar tanto como pudiera y pensaba que Mike ganaría sin
hacerme daño en absoluto.
Es lo que ocurrió. Me divirtió y me encantó la facilidad con la cual me tumbó.
Disfruté luchando y me eché a reír.
No me acuerdo muy bien del intervalo entre el final de la lucha y la reacción del
grupo, pero me acuerdo de su reacción. Dos miembros, los dos, como por casualidad —
pero, ¿era realmente una casualidad? —, hombres de negocios, clásicos, gordos,
fornidos y prósperos, se habían escandalizado muchísimo. Precisamente, acababan de
presenciar el espectáculo terrorífico de un hombre agarrando el cuerpo de una mujer y,
posiblemente, haciéndole daño. Habían estado a punto de intervenir. Yo encontraba
todo esto ridículo. Nunca se me había ocurrido desconfiar de Mike o del animador. (Ya
que quieres saberlo todo, quizás debería añadir que no confiaba ni en Mike ni en el
animador a un nivel psicológico y emocional. Quiero decir con esto que no me habría
entregado a ninguno de ellos dos psicológicamente como lo hice físicamente. Pero estoy
convencida de que no pensé, en ningún momento, que podrían, realmente, herirme.)
Algunos días más tarde, tuve otra sorpresa. En todo caso, así es como me
acuerdo de ello ; pero, evidentemente, sé que la memoria puede jugar malas faenas en el
momento y, con más razón, año y medio más tarde. De hecho, descubrí que el animador
había tenido la impresión de que yo había tomado demasiados riesgos ; que él había
pensado, en algún momento, que ninguno de los dos llevaríamos la historia a buen fin y
que había pasado mucho miedo viéndonos luchar de verdad. Yo estaba bastante
contenta conmigo misma. “Oh, ¿ignorabas hasta dónde llegaban mi valor y mi
confianza?, pues bien, ahora lo sabes.” (Ginny tiene toda la razón. Era la primera vez
que intentaba hacer este ejercicio en un grupo. Ya no me preocupa.)
Creo de verdad, que el animador no sabía conscientemente, pero,
probablemente, sí a otro nivel, que Mike y yo éramos, los dos, individuos orientados
hacia lo físico, familiarizados con los deportes y los contactos corporales. Todo el

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4.- Las relaciones interpersonales

mundo sabía que él podía y que iba a ganarme, sin hacerme daño, y que yo no resistiría
de una manera tal que podría despertar el sadismo —en tal caso la situación hubiera
llegado a ser peligrosa para varias personas : para Mike, psicológicamente ; para mí,
físicamente ; para otras personas, si Frank o Shelly se hubieran metido en la pelea ; para
el animador, si todo esto hubiese degenerado en un caos, etc.
Después, Mike cambio visiblemente de actitud. Empezó a apreciarme y a
admirarme como mujer. Yo necesitaba ser admirada y eso me colmó de satisfacción. El
me encendía los cigarrillos, me entregaba mi abrigo, bailaba conmigo y, en resumen, me
trataba como se trata a una bella mujer. No hacía más que comentarios agradables y
convenientes sobre mí y no intentó nunca volver a verme después del taller, lo que, de
todos modos, no me hubiera interesado.
Ahora veamos : ¿Qué he podido sacar de todo esto? Retrospectivamente,
bastantes cosas. He evolucionado, con los años, hacia una aceptación y un disfrute de
mi cuerpo, después de una infancia semiparalítica. Por consiguiente, el acontecimiento
se inscribió en la larga serie de episodios que ha contribuido a mi progreso. También me
acuerdo muy bien ahora, aunque esto no tuvo significado en aquel momento, que me
quité un anillo suficientemente grande y protuberante como para que se hubiera
transformado en un arma peligrosa. No pensé, ni tan siquiera, en la razón por la cual me
lo quité. Sin embargo, ahora me digo que si lo hubiera conservado y hubiera arañado
accidentalmente a Mike con él, la situación hubiera podido llegar a ser, si no peligrosa,
al menos sí muy grave. Creo que hubo algo muy gentil en mí que hizo que me quitara
ese anillo.
Por lo demás, aunque este no sea más que un episodio entre muchos, repito que
creo que entendí entonces hasta qué punto me gusta poder tener confianza en la fuerza
de un hombre. En el transcurso de estos últimos años, he tomado consciencia de una
cosa que me gusta mucho en mi : puedo instruir y supervisar a hombres, a veces de mi
propia generación, sin que ellos tengan la impresión de ser castrados por una mujer.
Generalmente, interpreto como un agradecimiento intuitivo por su parte el hecho de que
yo no busque entrar en competición con ellos en lo que realizo, sino que intento,
simplemente, gustar. (Mi padre me adoraba cuando volvía con el libro de notas lleno de
dieces. Era un hombre muy fuerte, muy viril.) Sin embargo, a menudo en nuestra
cultura, es extraño y molesto ser una mujer fuerte y con éxito y, más aún, si se trata de
una persona naturalmente alerta y con una voz potente. Me niego a jugar el papel de
débil y sumisa y temo, para no decir que espero, recibir más desaprobación de la que,
generalmente, recibo por ser quien soy.
Así que, al final, fue muy divertido ser vencida por Mike.
Creía que él me derribaría sin hacerme daño. En un momento determinado, tomé
la responsabilidad de quitarme un anillo que podía llegar a ser peligroso. Al final, fue
una experiencia muy agradable.

Lo que ocurrió : La naturaleza complementaria del intercambio ayuda a


comprender su éxito. Mike necesitaba hacer frente a mujeres imposibles de afrontar y
Ginny necesitaba sentir la fuerza de un hombre para reforzar sus sentimientos de
femineidad. El relato analítico de Ginny (que es psicóloga) cubre los puntos principales,
tanto de naturaleza técnica como personal.
El peligro físico que parece presentar esta actividad ha sido, hasta ahora, mucho
más aparente que real. Nunca he visto, en el transcurso de todos los ejercicios de “Tirar

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Joy

al suelo” que he presenciado, ningún accidente más grave que algunos arañazos. Sin
embargo, se deben tomar algunas precauciones, tal y como Ginny y Mike lo han
señalado, pero la gente, normalmente, no siente la necesidad de hacer daño en una
situación de este tipo.
La próxima técnica es similar a esta y el ejemplo que la ilustra muestra muy bien
el valor que adquieren varias técnicas combinadas para llegar a un fin.

LUCHAR EMPUJÁNDOSE EL UNO AL OTRO

Cuándo : Este ejercicio constituye un buen método para las situaciones de


competición donde los sentimientos entre dos personas no son muy claros, cuando las
ideas entre un miembro y el animador no son muy claras tampoco o cuando se desea
aumentar el grado de compromiso.
Cómo : Los dos participantes se ponen de pie el uno frente al otro y se cogen las
dos manos, palma con palma y los dedos entrecruzados. Cuando están preparados, cada
uno empuja al otro intentado hacer que pierda terreno. Paran cuando lo desean.
Atención : Este ejercicio requiere esfuerzo y espacio. Las personas cuya
condición física les impide hacer esfuerzos deben abstenerse. El espacio debe ser
bastante amplio y vacío de todo objeto que pudiera romperse, que fuera puntiagudo o
peligroso, en particular, los radiadores.
Ejemplo : Roger tenía enormes dificultades con el animador. Al principio de las
primeras sesiones, exhibía una actitud extremadamente obsequiosa, haciendo preguntas
del tipo : “¿Debo responder a todas tus preguntas?”. Llevarle a establecer unas
relaciones normales con el animador se convirtió en uno de los objetivos del grupo. Uno
de los miembros sugirió que se opusiera al animador con el ejercicio de “Luchar
empujándose el uno al otro”. Quizás, podría ayudarlo. Se negó. Fue incapaz de
establecer relaciones normales con el animador hasta que ocurrió lo que describo a
continuación. Una fantasía de grupo había revelado su tendencia a hacerse reproches
constantes. Después de este descubrimiento, se debatió acerca del sufrimiento de un
niño no deseado y de la impresión que él tenia de ser insignificante y sin valor.
Entonces, se le animó a participar en una fantasía individual para intentar esclarecer la
situación de su infancia. Lloró y sintió mucha angustia hasta que llegó, finalmente, a
aceptar el status de su infancia.
Inmediatamente después de la fantasía, él se levantó de un salto y dijo que quería
luchar con el animador. Estuvimos, más o menos, cinco minutos empujándonos por la
sala y terminamos abrazándonos espontánea y calurosamente. Desde entonces, nuestras
relaciones fueron realmente de igual a igual. Incluso, él empezó a dudar de varias
sugerencias mías y se comportó de una manera muy apropiada. Este comportamiento
persistió en todo momento.
Lo que ocurrió : La primera sugerencia para que hiciera el ejercicio de
“Empujarse el uno al otro” era prematura. Era demasiado sistemática, se parecía
demasiado a un “truco”, en el momento en el que estábamos. Seguramente que era
conveniente, pero las relaciones precedentes no habían sido lo suficientemente
significantes como para que pudieran suministrar un apoyo adecuado. Si el miembro del
grupo en cuestión no podía establecer relaciones realistas con el animador, el obstáculo
que se lo impedía tenía que ver con el sentimiento de su valor personal que se

96
4.- Las relaciones interpersonales

remontaba a su infancia. El hecho de haber alcanzado este sentimiento, por medio de la


fantasía, lo ayudó a reforzar el concepto de su Yo hasta tal punto que pudo enfrentarse
al animador. El hecho de averiguar inmediatamente la nueva imagen de su Yo con el
líder, por medio de una técnica que permite sentir las emociones a través de todo el
cuerpo, reforzó el sentimiento de su valor personal. Esto le ayudó a cambiar una de las
consecuencias de este concepto del Yo impropio que tenía. La consecuencia de la cual
hablamos era una actitud excesivamente sumisa hacia los jefes.
La finalidad del siguiente método es la de aliviar el control excesivo interno más
que el control externo. Utiliza el grupo para exteriorizar lo que se desarrolla en el
interior del individuo.

BUSCAR LA SALIDA

Cuándo : Se trata, aquí, de un ejercicio muy eficaz para las personas tensas que
necesitan escaparse de sus inhibiciones, que se sienten paralizadas, incapaces de
moverse o de hacer lo que quisieran.
Cómo : El grupo se coloca en un círculo cerrado, agarrándose por los brazos. Si
el grupo es muy grande, los miembros pueden formar dos círculos, uno dentro del otro.
Una persona se coloca en el medio y debe salir utilizando todos los medios : por
encima, por debajo y/o forzando el paso. Los miembros del grupo hacen todo lo que
pueden para intentar retenerla e impedir que salga.
También se puede aplicar este método al individuo que se siente contraído a
causa de otro ; por ejemplo, en el caso de una persona que se siente atada por su pareja.
Si tal es el caso, el “opresor” se coloca detrás de la persona que se siente oprimida y la
rodea con sus brazos, apretándola fuertemente. El “oprimido” intenta entonces
escaparse.
Atención : Esta experiencia, a menudo, cansa mucho. Cualquier persona que
sufra de problemas cardíacos, o de otra naturaleza, debe abstenerse. Además, ya que el
circulo puede desplazarse, seria prudente disponer de un espacio bastante amplio,
eliminado todo objeto que pudiera romperse o provocar heridas a los participantes.
Ejemplo : Nancy, de veinticuatro años, tenía un problema porque era demasiado
paralizada y contraída. Hablaba con voz baja y comedida, siempre perfectamente lógica
y estructurada. Su cara permanecía, en principio, impasible ; sus gestos eran rígidos y
sin elegancia ; a sus relaciones con la gente les faltaba espontaneidad y vida. Ya había
vivido una fantasía en la cual había entrado dentro de su cuerpo : allí, había encontrado
a su padre atando todos sus órganos con alambre. Esto, añadido a los recuerdos de su
más tierna infancia, subrayaba el papel primordial que había jugado su padre en la
opresión que ella sufría. Estas constataciones la llevaron a participar en un psicodrama
en el cual se enfrentó a su padre, papel desarrollado por otro miembro del grupo.
Entonces, ella intentó expresarle los sentimientos que nunca había sido capaz de
revelarle directamente. Intentó afirmar su independencia de él, pero se debilitó, su voz
le falló y regresó a un comportamiento infantil. Llegado a este punto, era imprescindible
hacer algo para darle la fuerza y la confianza suplementarias que necesitaba para poder
enfrentarse a su padre en un psicodrama. La hicimos pasar del psicodrama a la situación
de “buscar la salida”. Su frustración hizo que comenzara a agitarse furiosamente,
golpeando febrilmente en el circulo. Puesto que el grupo resistió, ella se desmoronó,

97
Joy

exhausta, y abandonó, actitud característica en ella. Pero el grupo no estaba de acuerdo.


Le recordó, sencillamente, que todavía no se había escapado y mantuvieron su posición
alrededor de ella. Esta reacción inesperada hizo que se levantara y que retomara la
lucha. Después de un largo combate, término abriendo una brecha y saliendo del
círculo.
Se le dejó un momento de respiro y, a continuación, se le pidió que retomase el
psicodrama. Nada más comenzar, agarró a la persona que desempeñaba el papel de su
padre, lo tiró al suelo, plantó sus rodillas sobre su pecho y le dijo, con fuerza y
destacando bien las palabras, que no la volvería a retener nunca más.
Inmediatamente después, se sintió transportada por la alegría. Desde ese
momento, su actitud cambió de manera destacable. Se convirtió en una persona más
alegre, más jovial, mucho más femenina y sus relaciones con los demás se hicieron más
relajadas.
Lo que ocurrió : La experiencia de vencer físicamente a una fuerza opresiva fue
nueva para Nancy. El hecho de sentir la experiencia en todas las fibras de su cuerpo le
dio confianza. Descubrió que era capaz de este tipo de cosas. Descubrió la relación
directa con el origen de la opresión, el padre, y esto le permitió reestructurar la situación
original de tal manera que pudo afrontarla. La implicación física integral dio a la
experiencia todo su significado y todo su peso.
El momento clave ocurre cuando el grupo se niega a dejar que Nancy,
sencillamente, salga del círculo después de su primer intento abortado. Su actitud era
típica de su comportamiento ante la vida : se intenta una vez, luego se abandona. Ella
acababa de comprender que eso no funcionaba. Tenía que encontrar otro modo de salir
de la situación. Consiguió escaparse, a fuerza de intentarlo, a pesar de tener los brazos
pesados por el cansancio. Esto le animó a revisar su juicio sobre sus propias
capacidades y le procuró un sentimiento de alegría. Fue un cambio duradero, como se
puede constatar leyendo los comentarios del relato que acabo de hacer.

Los comentarios de Nancy : Algunas reflexiones sobre mi caso.


Este relato me parece exacto. Me parece que capta bien la esencia de lo que
ocurrió. Me acuerdo, efectivamente, que, cuando abandoné, se me recordó que yo no
había salido todavía. Me acuerdo, así mismo, que alguien me dio una patada.
La vuelta al psicodrama, después de la salida del círculo, está muy borrosa en mi
mente. Sin embargo, hay un elemento interesante. Justo después de salir del círculo, sé
que me sentía más viva, muy excitada, mejor que lo que nunca me había sentido hasta
entonces. Era muy significativo. Sentía una sensación de alivio que nunca hubiera
pensado posible. Una felicidad increíble.
Desde entonces, ya no me siento la misma. El fin de semana siguiente, no paré
de hablar con uno de mis amigos que había vuelto de Japón. Exploramos ciertos temas
que no nos habíamos atrevido a abordar hasta entonces.
Hoy, han pasado dos meses. La mayor parte de los sentimientos y de los
cambios de entonces subsisten. La semana pasada, alguien me dijo que parecía que me
había metamorfoseado y que no era superficial. Por otra parte, varias personas me han
dicho que parecía haber cambiado. Muchos me han dicho que parezco más sexy.

98
4.- Las relaciones interpersonales

Me he sentido más femenina, más abierta y más espontánea. He emprendido


cosas nuevas : he pintado el baño de naranja ; he pintado algunos cuadros ; me he
puesto a régimen y, esta vez, lo mantengo ; he ido a clases de gimnasia ; he buscado una
clase de danza moderna ; experimento con mucho placer el presente ; he corrido más
riesgos y he tomado algunas decisiones capitales como la de retomar mis estudios el año
que viene y la de dedicarme a ellos para terminar mi doctorado. De una manera general,
me he sentido menos oprimida interiormente y más disponible. He pasado más tiempo
con la gente que a la que yo más quiero. He hecho lo que quería. He gastado más dinero
(mi padre es un verdadero escocés).
De alguna manera, he sentido menos miedo al juicio de los demás y me he
mostrado más franca con las “autoridades”. He tenido menos miedo de ser yo, fuerte,
enfadada, etc. He dicho “no” donde, antes, seguramente hubiera dudado.
Frecuentemente, me extraña lo que duran la mayoría de los elementos positivos
que sentí entonces. A veces, temo que desaparezcan.

Así que las técnicas no verbales que, a menudo, se basan en la conversión del
sentimiento en su correspondiente físico se muestran, particularmente, eficaces en los
problemas de dominación. Es tan raro que la gente movilice toda su energía y se dé
cuenta de su fuerza. El resultado lógico es que la impresión de vida engendrada por tal
experiencia se revele extremadamente estimulante. Añadamos a esto que los
sentimientos experimentados en situaciones de dominación están, en general,
íntimamente ligados a miedos e inquietudes físicos. Por esta razón, los métodos no
verbales son particularmente apropiados.
Estos métodos ayudan a clarificar los sentimientos hacia el poder, la
competición, la fuerza y la eficacia. Ofrecen situaciones en las cuales el individuo debe
dar pruebas de una competencia y de una fuerza superior a la habitual. El empleo real de
sus propios recursos le permite afrontar mejor los problemas e incrementa su sensación
de competencia y de poder. Encuentra, por fin, la posibilidad de intentar cosas que
siempre le habían parecido más allá de sus capacidades. Ha podido “vencer al enemigo
invencible” o, por lo menos, al enemigo que le había parecido invencible. Esto le
permite ver con nuevos ojos sus propias capacidades. La imagen que tiene de sí mismo
se encuentra, normalmente, reforzada. Un sentimiento de satisfacción y una ola de
renovada energía son el resultado inmediato.
Inmediatamente después de que la persona haya solucionado sus problemas de
dominación, se ven, con frecuencia, aparecer manifestaciones de afecto. Si que quieren
sacar a la luz y desarrollar estos sentimientos para hacer de ellos una fuente de alegría
más grande en las relaciones con los demás, se necesita un acercamiento más tierno.

EL AFECTO

Ya que el afecto se basa en el establecimiento de lazos emocionales,


generalmente es la última fase en el desarrollo de las relaciones humanas, después de la
integración y del control. En la integración, la gente debe conocerse y decidir si va a
proseguir con sus relaciones. El control exige que se enfrenten y que lleguen a
determinar sus relaciones. Luego, para que estas puedan continuar existiendo, deben

99
Joy

formarse relaciones de afecto ; las personas deben abrazarse para que los lazos sean
duraderos.
Un individuo demasiado afectuoso, “hipopersonal”, tiene tendencia a evitar
uniones estrechas y personales con los demás. Mantiene sus relaciones duales a un nivel
superficial y distante. Se siente mejor cuando los demás hacen lo mismo con él.
Conscientemente, desea conservar esta distancia emocional y expresa, a menudo, el
deseo de no encontrarse “emocionalmente” comprometido. Inconscientemente, sin
embargo, busca relaciones satisfactorias en el campo afectivo. Tiene miedo a que no se
le quiera. En una situación de grupo, teme no ser amado. Experimenta mucha dificultad
en amar, verdaderamente, a las personas y desconfía de sus sentimientos hacia él.
Se podría resumir su actitud con esta declaración : “Encuentro el campo afectivo
muy doloroso desde que sufrí un rechazo. Por esto, a partir de ahora, evitaré las
relaciones demasiado personales.” La “técnica directa” para mantener una cierta
distancia emocional consiste en rechazar y evitar a la gente. De esta forma, se previene
toda aproximación o compromiso emocional, hasta el punto de ponerse en contradicción
consigo mismo. La “técnica sutil” consiste en mantener un comportamiento igualmente
amistoso y superficial con todo el mundo. Este comportamiento es una garantía contra
el peligro de un acercamiento o de relaciones personales con una sola persona.
La angustia fundamental de este tipo de individuo, en cuanto a su Yo, es que no
puede ser amado. El piensa que bastaría con que la gente llegara a conocerlo bien para
que descubrieran los rasgos que le convierten en un ser tan poco amable.
Contrariamente a la angustia de la integración, consistente en que la persona cree que su
Yo no tiene ningún valor y ningún peso ; contrariamente a la del control, en la cual la
persona cree que su Yo es estúpido e irresponsable ; en el caso de la angustia afectiva la
persona cree que su Yo es malo e imposible de querer.
El tipo contrario será el del individuo que intenta acercarse a los demás el
máximo posible. Quiere, ante todo, que se le trate de una manera muy íntima y personal.
Está motivado por el sentimiento inconsciente que podría expresarse en estos términos :
“Mis primeras experiencias afectivas han sido penosas, pero quizás, si lo intento de
nuevo, terminarán por mejorar”. Es muy importante que se le quiera para aliviar su
angustia por sentirse siempre rechazado y mal querido. Su “técnica directa” para
hacerse querer consiste en intentar abiertamente obtener la aprobación y en mostrarse
muy confidencial en sus relaciones, extremadamente atento e íntimo. La “técnica sutil”
es más manipuladora : tiene tendencia a devorar a sus amigos, a unirse a ellos
sutilmente para apartarlos de todo intento de encontrar nuevas amistades, a ser posesivo.
Pero el hipopersonal y el hiperpersonal tienen los mismos sentimientos
subyacentes. Sus reacciones constituyen actitudes extremas. Estas reacciones están
motivadas por una gran necesidad de afecto, acompañada de una angustia profunda por
no sentirse nunca amados (y, fundamentalmente, por sentirse indignos de serlo). Así
mismo, este tipo de individuos presuponen una hostilidad considerable surgida de un
rechazo que anticipan.
Para el individuo que ha resuelto con éxito, a lo largo de su infancia, sus
relaciones afectivas, las relaciones emocionales con los demás no constituyen ningún
problema. Se siente cómodo en estas relaciones particulares y sabe comunicarse igual
de cómodamente en situaciones que exigen cierta distancia emocional. Le importa que
lo quieran, pero, cuando no lo quieren lo acepta. En otras palabras, el hecho de que un
individuo no lo quiera no significa que sea indigno de ser amado. Inconscientemente,

100
4.- Las relaciones interpersonales

siente que es una persona digna de ser querida por los que lo conocen bien. Es capaz de
verdadero afecto.
El primer intercambio, en el campo afectivo, es el abrazo, tanto real como
simbólico. El objetivo esencial es la expresión de los sentimientos profundos
correspondientes. En la mayoría de los grupos, surge una paradoja en torno a esto. Al
principio del grupo, a menudo, se hace alusión a la dificultad que se experimenta para
expresar la hostilidad que se siente hacia las demás personas. Con frecuencia, se
descubre, más tarde, que sólo hay una cosa más difícil de expresar — los sentimientos
calurosos y los sentimientos positivos.
Los problemas afectivos, del dar y recibir, son normalmente muy profundos.
Hemos encontrado elementos afectivos en varias de las técnicas presentadas
anteriormente, en particular, en el encuentro y la fantasía entre dos. La técnica siguiente
está dedicada por completo a los problemas afectivos.

RECIBIR Y DAR AFECTO

Cuándo : Para cierta cantidad de personas, el dar y recibir afecto plantea


cuestiones difíciles. Muchos tienen la impresión de que no se les puede querer y les es
muy doloroso aceptar cualquier gesto de afecto, de admiración o de apreciación. ¿Cómo
puede un individuo “convencido” de que no se le puede amar creer a alguien que le
declara su amor? Hay métodos que se aplican a estas situaciones y que tienen como
propósito ayudar a la persona a vivir una experiencia real del afecto que sienten los
demás por ella. Los demás encontrarán, en estos métodos, la oportunidad de
experimentar el dar afecto o, eventualmente, de constatar su reticencia.
Cómo : Existen dos maneras de encarar la situación : una verbal y otra no
verbal. La experiencia no verbal es, en general, la más significativa, pero para obtener
los mejores resultados sólo se debe usar en un momento en que sentimientos estrechos
unan a los miembros del grupo.
Hemos llamado al método verbal “Bombardeo en masa” 38. Se les pide a los
miembros del grupo que digan al individuo, sobre el cual se concentra la atención, todo
lo que sientan de positivo hacia él. El sólo tiene que escuchar. Se puede variar el grado
de intensidad de la experiencia de diferentes maneras. El procedimiento más simple
consiste, probablemente, en pedir a la persona en cuestión que salga del círculo, que dé
la espalda al grupo y que escuche lo que se diga como si estuviera detrás de una puerta.
También puede quedarse en el grupo para que se dirijan a ella directamente. El impacto
es más fuerte cuando cada uno se acerca, por turnos, al interesado, lo toca, lo mira
directamente a los ojos y se dirige abiertamente a él.
El método no verbal discurre de diferente manera. El interesado se coloca en
medio de un círculo formado por los demás miembros del grupo. Cierra los ojos. Los
demás se aproximan a él y le expresan sus sentimientos positivos, de la manera que
deseen, pero sin hablar. Esto se manifiesta de manera no verbal : lo mecen, lo abrazan,
lo levantan, lo masajean, lo acunan ... Si este ejercicio se hace en un momento idóneo,
este procedimiento termina, casi siempre, en llanto por parte del interesado y de los
miembros del grupo. La experiencia de una expresión masiva de afecto es muy poco
común y existen grandes diferencias entre los sentimientos experimentados por los
participantes. Los que no sienten el mismo grado de afecto que los demás pueden verse

101
Joy

muy perturbados por este ejercicio que les da, así mismo, una toma de consciencia que
podrá ser desarrollada más tarde. El ejercicio se termina por un acuerdo mutuo. A veces
es útil hacer un debate posterior, pero, generalmente, los sentimientos son tan fuertes
que el hecho de hablar de ellos los diluiría y se prefiere callar.
Atención : No hay que tomar precauciones particulares. Sin embargo, es
preferible tener en cuenta el hecho de que el ejercicio puede tener efectos poderosos y
que los lloros no son excepcionales.
Ejemplos : Suzy, una joven china de diecisiete años, era miembro de un grupo
mixto de adultos y de adolescentes. El grupo estaba formado por parte de una
comunidad escolar y entre ellos había padres, profesores, el director y varios alumnos
del último curso antes de entrar en la universidad. (Ver “Entre generaciones”, página
129). Suzy se sentía oprimida por su educación estricta y provenzal, así como por el
error que ella cometía sobre su propia imagen. A causa de esto, era incapaz de creer
cualquier comentario sobre ella de naturaleza positiva. Sin embargo, si había una
mínima sospecha de un juicio no positivo, ella lo captaba sin falta, lo creía, lo exageraba
y se aprovechaba de ello para confirmar la imagen que se hacía de sí misma. Aunque
suscitaba sentimientos afables en prácticamente todo el grupo, decírselo no servía de
nada. Se sugirió el ejercicio de “Tomar y dar afecto”. Se puso a llorar en cuanto entró en
contacto con la gente. Se desplomó completamente en los brazos de un profesor. Las
lágrimas no eran algo frecuente en la vida de Suzy. Su apariencia flemática le había
impedido, desde hacía años, el hecho de sucumbir a las lágrimas. Fue tan emotivo que
varias personas se pusieron a llorar. Durante una hora, por lo menos, Suzy fue incapaz
de dirigir palabra a nadie. Nadie habló. El grupo se dividió poco a poco y la gente
empezó a hablar suavemente por grupos de dos o tres personas.
He aquí la descripción encantadora y concisa que Suzy hace del suceso.

Relato de Suzy : Cuando yo tenía dieciséis años, el camino delante de la puerta


era estrecho y no había más que una sola dirección. En cuanto a los cruces que encontré,
no podían abrirse hacia calles nuevas. Desde hacía mucho tiempo se había decidido cuál
sería la dirección que yo debía tomar. Se había decidido cuándo giraría a la derecha y
cuándo cogería a la izquierda. Me habían dicho donde iría más tarde para seguir mi
formación y habían elegido, en mi lugar, mis centros de interés. Tenía la impresión de
ser una niña pequeña que alguien tiraba del brazo para atravesar las calles. Acababa de
terminar mi triste relato, durante la sesión del T-Group, y me pusieron en el centro de la
sala. Hubo un intercambio de sensaciones físicas. Por primera vez desde hacía mucho
tiempo, empecé a sorber con la nariz y, cuando le tocó el turno a mi profesor de
Historia, empecé a llorar sin poderme detenerme. Sentía que yo significaba algo para él
y para los demás y que no era solamente una distracción divertida. En ese momento
estaba compartiendo algo significativo con alguien. Después de esta sesión, estaba
confundida y no podía distinguir el cambio tangible que se había operado en mí. Volví
al instituto al día siguiente y siguió un periodo de éxtasis permanente. Comprendía y
aceptaba lo que los demás representaban para mí y lo que yo representaba para ellos.

Lo que ocurrió : Las palabras habían ayudado a Suzy a guardar sus distancias.
Mientras hablaba, miraba hacia otro lado y mantenía el contacto con su interlocutor a un
nivel mínimo. Por consiguiente, las palabras no podían ser el canal adecuado para llegar
hasta ella. El comportamiento no verbal minó sus defensas y le permitió reanudar con

102
4.- Las relaciones interpersonales

los sentimientos de tristeza que había en ella y con sus deseos profundos de los cuales se
había aislado. El sentido particular que adquiere el profesor subraya el papel importante
del padre en la carencia de afecto que ella sufre y en los sentimientos que surgen de esto
: los sentimientos de no poder ser amada. El hecho de vivir su imperiosa necesidad de
afecto le ayudó a recomponerse. Empezó a alejarse de esta incapacidad de amar que ella
sentía — en realidad, la huida global de sus deseos profundos — y se enfrenta, ahora, al
problema como tal. A partir de este momento, puede afrontar mejor las dificultades con
respecto a sus padres adquiriendo una mayor estima hacia sí misma. Habría sido
extremadamente difícil, por no decir imposible, entrar en comunicación con ella por
medio de un método que no fuera no verbal y de gran intensidad para poder ponerla en
contacto con sus verdaderos sentimientos. En la situación descrita Suzy experimentaba
tan poco respeto por sí misma que esta experiencia, por muy eficaz que hubiera sido, no
podía quedarse en esto. De ser así, los efectos habrían sido de corta duración.
Un “darse cuenta” importante puede adquirirse tanto en el caso del que muestra
afecto como en el caso del que recibe este testimonio a lo largo de las sesiones. Cada
miembro del grupo hizo la experiencia. Seguidamente cada uno comunicó sus
reacciones. Una mujer contó un descubrimiento que más tarde se revelaría como una de
las experiencias clave que ella viviría en el taller. Se encontraba en la situación del que
da afecto. Dijo que en medio del ejercicio se dio cuenta de que intentaba determinar lo
que quería cada uno y dárselo. En un momento determinado, se le hizo patente que ella
ni tan siquiera tomaba en consideración lo que ella deseaba dar. A partir de ese
momento, empezó a darles lo que ella quería. Con gran sorpresa, descubrió que ellos
estaban contentos y que apreciaban lo que habían recibido en casi todos los casos. Dijo
que el sólo hecho de que ella había querido darlo lo convertía en más deseable y más
valorable a los ojos del interlocutor.
De este forma, entendió mejor ciertas dificultades que había encontrado en su
vida profesional cuando la gente tendía a no tratarla con suficiente atención. No
solamente ella no prodigaba su afecto como a ella le hubiera gustado, si no que, además,
no se permitía saber lo que sentía. Estaba demasiado ocupada en intentar complacer
como para tener en cuenta sus propios deseos. Aplicó en su vida este descubrimiento,
pero le asaltó la idea de que podía ir, también, demasiado lejos en este sentido si sólo
tomaba en consideración lo que ella quería dar. El verdadero dar consiste en lo que uno
quiere y tiene necesidad de obtener y, a la vez, lo que el otro quiere y necesita dar. Pero
ella estaba en vías de abordar un nuevo sector importante en sus relaciones, impulsada
por los sentimientos que ella había vivido intentando dar sin expresarse verbalmente.
La finalidad de la siguiente actividad es la de dar placer, elemento esencial en el
campo afectivo.

ROLL AND ROCK (RODAR Y ACUNAR)

Cuándo : Uno de los puntos esenciales que tienen que ver con el afecto es el de
poder dar crédito a los sentimientos de los demás. Otro aspecto de esta confianza reside
en la capacidad de contentar y de dar placer al que nos muestra su confianza. Puede ser
importante manifestar la confianza, ponerla a prueba o, incluso, encontrar un medio
para dar placer. En todos estos casos este ejercicio es excelente.
Cómo : La persona que necesita poner a prueba su confianza se coloca en
medio del grupo que lo rodea en círculo. Se pide al grupo que la hagan recorrer todo el

103
Joy

círculo, pasándola de uno a otro. En cuanto a esta, cierra los ojos, intenta relajar todos
los músculos de su cuerpo y abandonarse entre las manos de los demás. De esta forma,
la hacen recorrer el círculo varias veces. Al principio, la persona se mantiene, a menudo,
rígida y se controla, pero termina poco a poco por relajarse. Luego se la levanta y se la
transporta por la sala, manteniéndola a la altura de pecho y paralela al suelo. Es
necesario sujetarla bien por debajo. Sería preferible colocar sus brazos y sus manos
encima de su pecho y vientre. La cabeza cae naturalmente sujetada por dos dedos para
evitar la tensión del cuello. Más tarde se la balancea suavemente, haciendo el menor
ruido posible. Conservando este movimiento, el grupo empieza a bajarla para
depositarla con suavidad en el suelo. Las manos deben abandonar el cuerpo lentamente
y con ternura.
Se puede, después de haber depositado el cuerpo en el suelo y de haber
observado una breve pausa, estirarlo para aliviar la tensión muscular. Se le extienden,
siempre con suavidad, los brazos por encima de la cabeza. Alguien lo coge por los
puños, otro por los tobillos y otro coloca una mano debajo de la barbilla y la otra mano
debajo del cráneo. Además de estos, una cuarta persona se coloca de cuclillas encima
del vientre39 y dirige el ejercicio. Junta la manos para indicar el inicio del ejercicio.
Seguidamente, las separa lentamente para coordinar correctamente el movimiento de
tracción de los otros tres participantes. Estos estiran todos en el sentido opuesto al
centro del cuerpo con un movimiento lento y firme. Generalmente, el placer del que se
somete al ejercicio es mayor cuanto más fuerte es la tracción. El que dirige el ejercicio
separa ampliamente sus manos para obtener de los demás una tracción máxima y
después las junta lentamente. La tracción disminuye gradualmente y, lentamente, las
manos abandonan el cuerpo. El que acaba de recibir el estiramiento se queda en el suelo
y se levanta cuando lo desea.
Existe una variante de este método que se realiza en parejas y que permite
verificar el grado de confianza del uno por el otro. Uno de los dos se coloca de espaldas
al otro y se deja caer hacia atrás en los brazos de su pareja que lo recoge. En tal
situación, los sentimientos de confianza o desconfianza salen a la luz.
Atención : Aunque este ejercicio supone una actividad física importante, parece
que hay pocos riesgos. Es necesario que las personas que levantan el cuerpo sean
suficientemente numerosas y fuertes. En el transcurso del estiramiento, si se siente la
menor molestia, se debe comunicar en seguida.
Ejemplo : Evelyn tenía muchas dificultades para introducirse en el grupo. Podía
simpatizar con varias personas, pero experimentaba muchas dificultades al expresar lo
que ella misma sentía. La atención terminó por concentrarse sobre ella y apareció
claramente que la confianza era uno de sus principales problemas. Ella no tenía
confianza en el grupo. Para evidenciar mejor este descubrimiento, se le pidió que se
dejara caer hacia atrás en los brazos del animador. A pesar de que él era de quien menos
desconfiaba, fue incapaz de hacerlo. Después de una exploración más profunda, se le
pidió que probara el “Roll and Rock” para averiguar, una vez más, sus sentimientos de
confianza hacia el grupo y quizás, también, para continuar con la exploración. Así es
cómo Evelyn, describe su experiencia.

El relato de Evelyn : Entonces, el grupo formó un círculo a mi alrededor,


apretándose los unos contra los otros, y se me dijo que me dejara caer contra ellos. Con
alivio me deje caer hacia atrás entre sus cuerpos, algunos blandos y otros firmes. De
esta forma, me mandaron del uno al otro, hombres y mujeres alternándose y formando

104
4.- Las relaciones interpersonales

un cerco sorprendentemente sólido e inflexible bajo mi peso. Alguien me dijo que


relajara las rodillas. Yo dejé que se derrumbaran y me di cuenta de que ya estaba
completamente sostenida por el grupo que me pasaba del uno al otro con facilidad y casi
sin movimientos bruscos. Ya no tenía conciencia de mí misma, únicamente de la
sensación de movimiento y de manos fuertes que me sostenían y me hacían girar una y
otra vez. Me sentía en plena beatitud, como si eso fuera a continuar hasta el infinito.
Una voz lejana dijo : “levantadla”. Como un solo hombre, todo el grupo me
levantó suavemente. Empezaron a acunarme en sus brazos. El balanceo me dio en el
estómago la misma sensación que la primera caída en la Montaña Rusa. Casi tenía la
impresión de ser balanceada de un extremo al otro de la sala y, más tarde, me sorprendí
mucho cuando hicimos la misma experiencia con otro miembro del grupo y comprobé
que el movimiento era muy débil. Una de mis manos, con los dedos separados, cubría
ligeramente mi cara. Un miembro del grupo sujetaba la otra. Las lágrimas aparecieron
en los bordes de mis ojos. Era el éxtasis absoluto y me sentía más allá de mí misma.
Me di cuenta de que suspiraba regularmente en cada balanceo y que mis
reacciones eran muy parecidas a las del acto sexual. Fue entonces cuando mi emoción
empezó a disminuir. Este pensamiento no estaba acompañado de ninguna molestia,
pero me parecía que las sensaciones rítmicas en mi estómago y los lloros testificaban,
de alguna manera, este estado. Evidentemente, los ejercicios anteriores habían creado
sentimientos de confianza y la fantasía de la cueva había hecho caer barreras psíquicas.
Había reposado en los brazos del mundo y sentía que el desarrollo del ritual podría
liberarme de las presiones de una culpabilidad que sentía desde hacía tiempo.
Me depositaron suavemente en el suelo. Estaba impaciente por levantarme y
volver a mi sitio. Creía que la experiencia había terminado y sabía, de alguna manera,
que era por lo que acababa de pasar que había querido participar en el grupo. Estaba
todavía en el suelo cuando una voz me preguntó : “¿Qué quieres hacer ahora? Yo
respondí categóricamente : “Volver a mi casa”.
Me sentía fuera de mí. Intentaba responder a las preguntas del grupo. Parecían
saber que algo importante acababa de ocurrirme, sin saber el qué. Yo dije que aquello
era como tener un bebé ya que, en los dos casos, me encontraba en un estado de
seminconsciencia. Una mano había apretado la mía para darme apoyo durante todo el
tiempo que duró el ejercicio. Se sorprendieron, también, de que me hubiera calmado tan
rápidamente después, pero la impresión de tranquilidad y de felicidad creada por el
amor o el acto de parir se parecía, para mí, a lo que acababa de experimentar. Me
hicieron más preguntas que me confirmaron en la idea de que nadie había entendido lo
que había ocurrido. Así que mantuve las apariencias puesto que, simbólicamente, me
había expuesto de la manera que más había temido durante toda mi vida.
Al día siguiente, me sentí irresistiblemente amorosa, pero no había nadie a quien
dirigir esta emoción.
Lo que me parece importante en esta experiencia no es la representación
emocional del acto sexual, sino el hecho de que tuviera lugar, simbólicamente, delante
de un grupo de personas. Desde la infancia siempre había percibido el grupo como
hostil en el sentido de que lo veía señalándome con el dedo y lanzando acusaciones de
orden sexual sobre mí. Nunca he sido capaz de superar este temor. Quizás el hecho de
haber vivido emocionalmente la situación, la más temida, encontrando por parte del
grupo apoyo y confianza en lugar del látigo, me permita, por fin, deshacerme de este
miedo.

105
Joy

Lo que ocurrió : El mecanismo es el mismo que para las demás técnicas no


verbales. Parece ser que el sentimiento surgido de un verdadero apoyo físico sobrepasa
lo que la representación verbal suscita. Si uno abandona su cuerpo por completo a los
demás y descubre que estos cuidan de él, lo normal es que el individuo reconsidere los
sentimientos que sentía hacia ellos. El hecho de ofrecer algo a alguien por medio del
cuerpo se revela, generalmente, muy positivo. Gracias a ello, la expresión es más directa
y más global que por medio de la palabra. Por otra parte, el hecho de cooperar con los
demás en el círculo crea un sentimiento de unión ya que se unen todos para dar placer a
otro.
En el caso de Evelyn, la relación inmediata se estableció entre dos experiencias
importantes en su vida : el parto y el acto sexual. Esto la llevó, bastante rápidamente,
hasta lo que es, probablemente, el fundamento de su rechazo al grupo : el miedo a que
“se le señale con el dedo lanzando acusaciones de orden sexual” y a que se la fustigue.
Por consiguiente, el grupo pudo ayudarla a “reparar el irreparable ultraje” : sus
pensamientos sexuales precoces. Esta toma de conciencia intelectual y la reciente
experiencia en la cual había gozado del apoyo y de la confianza del grupo sin ser
fustigada parece haberle permitido conseguir enormes progresos para superar su miedo
y su rechazo hacia la gente y, asimismo, lograr expresarse de manera más global. Este
amor irresistible, que ella experimentó al día siguiente, es un nuevo ejemplo de la
alegría nacida de la tranquilidad y de una nueva disponibilidad con un potencial
acrecentado en el campo de los sentimientos y de la expresión.
Los métodos empleados para desarrollar el potencial afectivo están en relación
estrecha con el tacto físico y los sentimientos. Tanto el ejercicio “Roll and Rock” como
el ejercicio de “Tomar y dar afecto” se concentran alrededor de la caricia tanto como
sobre la necesidad de hacer surgir y aclarar la necesidad y el hecho de dar afecto.
También, brindan la oportunidad de practicar los gestos del afecto que, a menudo, han
sido suprimidos desde hace años. Permiten, igualmente, experimentar la cantidad de
amor que uno puede potencialmente dar y recibir. Experiencias llevadas a cabo con
éxito pueden reestructurar el concepto del yo ayudando a la persona a sentirse más
amante y más amada.
Las técnicas interpersonales constituyen un recurso muy útil en el proceso del
encuentro, de la confrontación y del abrazo. Cuando son plenamente satisfactorios,
enriquecen el placer que un individuo puede conocer junto con los demás, aumentando
sus propios sentimientos con respecto a ellos.
No se puede lamentar lo suficiente el efecto terriblemente nefasto de las fuerzas
culturales y sociales sobre los sentimientos de alegría. Para resolver estos problemas,
hace falta perfeccionar una mezcla de técnicas y de enfoques más complejos.

106
5. LAS RELACIONES EN LAS ORGANIZACIONES

Para volver a nuestro hombre plenamente desarrollado, tal y como hemos


demostrado, es esencial que disponga de un cuerpo bien equilibrado y en perfecto
estado de funcionamiento, que desarrolle sus capacidades creativas y su funcionamiento
personal y que aprenda a vivir relaciones ricas y satisfactorias con los demás. Pero vive
en cierto contexto cultural : vive en familia, trabaja, pertenece a un cierto grupo racial y
religioso, pertenece a una generación determinada y evoluciona dentro de una estructura
política... Cada una de estas pertenencias puede inhibir o facilitar el potencial humano.
A lo largo de estas últimas décadas, se ha puesto de manifiesto un nuevo interés
por organizaciones sociales susceptibles de ayudar a conseguir un mayor desarrollo de
la personalidad. Se utilizan, en muchas de estas organizaciones, técnicas cuyo propósito
es abordar los conflictos y fomentar la compresión40.
Estas innovaciones nacieron, inicialmente, de la aplicación de las ciencias del
comportamiento en diferentes organizaciones e instituciones sociales. Estas
“intervenciones”, tal y como son nombradas, son de tres tipos :

Los programas de formación de los grupos de encuentro (T-Group). Las


actividades que se llevan a cabo en este tipo de grupos han sido descritas en varias
ocasiones en los capítulos anteriores. Algunas palabras sobre su génesis nos ayudarán a
debatir sobre el empleo de estos grupos en el contexto social. La idea de la “formación
en seminario”, es decir de una formación en relaciones humanas en régimen interno
alejado de las actividades cotidianas, surgió por primera vez en Bethel, en el Maine, en
1.947 bajo la supervisión del National Training Laboratories de la National Education
Association. El T-Group apareció entonces como uno de los componentes principales de
la formación en seminario y, en el transcurso de estos últimos veinte años, se ha
desarrollado hasta llegar a ser un instrumento de importancia capital para el cambio de
las estructuras sociales.
El T-Group se lleva a cabo en el contexto de un grupo no estructurado donde los
participantes se encuentran con la intención de examinar sus relaciones interpersonales.
El T-Group añade, a menudo, otras características a las que hemos descrito
anteriormente a propósito del grupo de encuentro. Persigue, asimismo, comprender las
dinámicas de las normas del grupo, su papel, la falta de comunicación, a la vez que, los
efectos de la autoridad sobre ciertos hábitos de comportamiento, de mecanismos de la
personalidad, etc. Los participantes aprenden a analizar y se hacen más sensibles al
proceso de los intercambios humanos. Esto les permite adquirir conceptos de orden y de
control de estos fenómenos.
Hoy en día, las organizaciones emplean los T-Groups de muchas diferentes
maneras. En ciertos seminarios, llamados frecuentemente “Talleres mixtos”, los
responsables asisten como “delegados” representando a su organización. La
organización madre espera, de esta manera, progresar repartiendo los directores en
cantidad suficiente.
Los “Talleres homogéneos” están compuestos por individuos que tienen un
mismo nivel de responsabilidad en la organización, pero que pertenecen a grupos
funcionales diferentes ; por ejemplo, únicamente jefes de servicio o jefes de equipo. Los
T-Groups se constituyen, a veces, por miembros de una misma empresa, pero teniendo
niveles de responsabilidad diferentes y procedentes de diferentes departamentos. Dos
colegas de un mismo grupo de trabajo no se pueden incorporar a un mismo T-Group.
Otro manera de componer el T-Group, bastante extendido, consiste en un grupo
funcional idéntico al grupo tal y como funciona en la institución ; como un jefe de
servicio y su grupo de trabajo o un director de escuela y sus profesores.

El Consultante : El consejero en Ciencias del Comportamiento actúa de manera


muy parecida a la del médico o psicoterapeuta. Empieza con el análisis del síntoma
principal que presenta la organización, lo expone de manera que sea posible comprender
los mecanismos subyacentes responsables del problema y, por último, propone medios
para remediarlo.
Este emplea un basto repertorio de técnicas que adapta, lo que le deja un gran
margen. Puede interrogar, observar, mandar cuestionarios, convocar T-Groups,
fomentar la confrontación entre elementos conflictivos, enseñar, crear situaciones que le
permitan aclarar datos ; en suma, es libre de hacer todo lo que le sugiere tanto su
formación en Ciencias del Comportamiento tanto como su ingenio para ayudar a su
cliente a resolver sus dificultades.

La búsqueda aplicada : Otro método especifico, siempre en la óptica de ayudar a


las organizaciones a funcionar mejor, consiste en llevar a cabo las investigaciones en el
interior de la organización y en hacer uso de los resultados para la consulta.
Se reúnen los elementos de estudio que son devueltos a los respectivos
departamentos para encuentros “retroactivos” (en feed back), donde los sujetos se
convierten en clientes y encuentran, entonces, la oportunidad de averiguar los resultados
de la encuesta y de confrontarlos con sus propias experiencias. Pueden, incluso, pedir a
los investigadores que averigüen algunas de sus hipótesis. Mientras que en el caso de las
investigaciones más tradicionales, de tendencia tecnocrática, los resultados son
archivados en carpetas para caer, probablemente, en el olvido, este método lucha por la
participación activa de los sujetos.
En otros términos, la mayoría de las técnicas de investigación reúnen la
información y hacen informes. Ahí concluyen las relaciones. En el estudio en feed back,
en cambio, la elaboración y la comunicación de los resultados no son más que el
principio de la relaciones. Basándose en estos resultados y, en parte a causa de ellos, se
constata una emulación y una participación en el establecimiento, la elaboración, el
análisis y la interpretación de elementos todavía más numerosos. Cuando se comunican
los resultados a los participantes, se realiza ya el primer paso hacia el cambio esperado.

En lo expuesto consiste, sucintamente, lo esencial del trabajo con las


organizaciones y sistemas sociales para generar un clima más favorable al desarrollo del
potencial humano. Existen, evidentemente otros métodos —la terapia familiar 41, por
citar alguna — pero nuestro propósito no es hacer un recuento detallado de todos estos
métodos.
Su funcionamiento se puede demostrar con numerosos ejemplos extraídos de la
experiencia del autor. Se clasifican según el tipo de problema social.
5.- Las relaciones en las organizaciones

EDUCACIÓN Y PROBLEMAS ENTRE GENERACIONES

Una de las realidades de cada periodo de la historia es la coexistencia de varias


generaciones y, por consiguiente, la aparición inevitable de áreas de conflicto. Un
fracaso en la solución de estos conflictos puede generar consecuencias nefastas para los
intentos de desarrollo del potencial humano, más allá del nivel de la precedente
generación.
Dos experiencias ilustran los efectos de diferentes medios para responder a estos
problemas. Hace algunos años, en una Universidad grande del Oeste, algunos
responsables estudiantiles vinieron a pedirme que dirigiera un “Seminario de liderazgo”
en el cual participarían unos ochenta responsables de diferentes organizaciones
estudiantiles. Querían aprender a utilizar más eficazmente sus capacidades de liderazgo,
a trabajar mejor los unos con los otros y a establecer una mejor comunicación con la
administración universitaria. Con este objetivo, invitaron de veinte a cuarenta altos
responsables administrativos de la universidad.
En esta universidad, los estudiantes sentían una gran inquietud ante la
despersonalización creciente de las instituciones y su falta de contacto con la
administración. Su invitación era un pretexto consciente para establecer una relación
con la administración favorable a su desarrollo como estudiantes y, a la vez, como
personas. Tenían ganas de organizar un encuentro con la administración en un lugar
alejado varios cientos de kilómetros del campus. El ambiente sería relajado y sería
posible intercambiar impresiones.
El taller tuvo lugar y se desarrolló con éxito, con una sola excepción : si bien los
responsables estudiantiles mostraron una gran asiduidad (efectivamente, los ochenta
asistieron), ninguno de los miembros invitados de la administración vino. El
llamamiento de los estudiantes había sido integralmente rechazado.
Esta actitud, junto a otros acontecimientos importantes, seguramente, influyó en
la violenta revuelta estudiantil que estalló algunos meses más tarde en el campus. Una
de las cuestiones que se plantearon en ese momento giraba en torno al sentimiento de
alienación que los estudiantes experimentaban frente a la administración. No es
imposible que el comportamiento de la administración durante el episodio que acabo de
contarles sea uno de los elementos contra los cuales los estudiantes reaccionaron.
Un enfoque opuesto se empleó en una escuela de Long Island. En esta ocasión,
la administración reconoció la tensión en la que vivía la escuela y tomó la iniciativa de
enfrentar el problema directamente. La comunidad escolar había visto agravar sus
problemas como consecuencia del fracaso sufrido después de una proposición para,
precisamente, solucionarlos. La comunidad estaba dividida entre judíos y gentiles,
liberales y conservadores, administración y estudiantes y los padres estaban
desesperados ante la “nueva generación”.
El director hizo un llamamiento a unos cuantos consejeros, entre los cuales me
encontraba yo, para ayudarle a hacer frente a estos problemas. Se decidió organizar un
grupo de encuentro cuyo muestra daría la una idea de la fisionomía de la comunidad
escolar. El grupo incluiría al director ; cuatro padres, de los cuales dos — judíos — se
había mostrado favorables a la proposición y dos más — gentiles — que se habían
mostrado en contra ; tres profesores y siete representantes estudiantiles del último curso,
elegidos por el conjunto de los estudiantes. Se tenía la esperanza de que, entonces,

109
Joy

estando todas las tendencias reunidas en un solo grupo, se lograría explorar las
cuestiones particularmente problemáticas que se plateaban.
El grupo fue un auténtico éxito desde diferentes puntos de vista. A continuación
expondré lo sucedido en detalle, puesto que son una perfecta ilustración de las
relaciones que existen entre las generaciones y entre las comunidades, al mismo tiempo
que de la interacción de los problemas interpersonales en los problemas del trabajo (en
este caso, la educación).
La primera diferencia que se puede destacar entre el comportamiento de los
adultos y el de los estudiantes del grupo residía en la rapidez y la impaciencia que cada
uno manifestaba en su voluntad de operar intercambios francos y honestos. Esto es lo
que los estudiantes deseaban hacer sin esperar, pero los adultos pensaban :
“Necesitamos conocernos mejor”, “Vayamos con calma”, “Tendremos todo el tiempo
que necesitemos”, etc. Finalmente, los adolescentes ganaron y el grupo debatió temas
como la marihuana, el sexo, la obediencia, las salidas nocturnas, el respeto, la soledad y
la rivalidad. Desde las primeras sesiones y, sobre todo, después de unas convivencias
que hizo el grupo pasando un fin de semana fuera de la escuela, se estableció una nueva
compresión entre los adultos y los adolescentes. Empezaron a considerarse como
personas y a salir de sus respectivos estereotipos. La experiencia adquirió un carácter
general ya que los estudiantes terminaron por comprender mejor a sus propios padres y
los adultos obtuvieron una nueva compresión de sus hijos.
Pero por muy valioso que fuera este grupo, el acontecimiento que voy a relatar a
continuación resultó igualmente importante. Los miembros del grupo pensaron que sería
interesante, en ese momento, organizar un grupo de encuentro para voluntarios del
último curso, en su propia clase. Esto se haría con la finalidad de ocuparse de los
problemas emocionales e interpersonales de una clase. Se albergaba la esperanza de que
surgirían nuevos elementos clarificadores.
Este grupo duró tres semanas, a razón de una sesión por día (en total 15 sesiones
de dos a tres horas). Se reunían durante las clases de Ciencias Sociales bajo la dirección
de un profesor miembro del grupo común adultos - estudiantes. El era miembro del
grupo de encuentro de la clase. Los resultados fueron complejos y, a menudo,
inesperados.
Uno de los resultados de este grupo fue el descubrimiento de que los adolescente
son mucho más conscientes de sus necesidades, de sus deseos y de su identidad. Son
mucho menos conformistas. Las relaciones con sus padres son ampliamente renovadas
en todos los sentidos. Hubo una reunión con los padres para informarles del progreso
del grupo y escuchar sus reacciones.
He aquí algunas relaciones del grupo representativo adultos - estudiantes y del
grupo de la clase. Ilustran los diferentes resultados del proyecto en cuanto a los
individuos como personas, en cuanto a sus relaciones, en cuanto al trabajo del grupo en
clase y, finalmente, en cuanto a la filosofía de la educación. Recuerdan los límites de tal
enfoque y presentan algunos puntos de vista.
El director de la escuela había lanzado el proyecto y fue, seguramente, el que
más invirtió para que llevara a cabo. Sus reacciones son de naturaleza personal y
profesional.

110
5.- Las relaciones en las organizaciones

El relato del director : Una comisión de ciudadanos y de universitarios, que


tenía un poco de dinero, pensó que debía utilizarlo para encontrar una buena manera de
enseñar a jóvenes, pertenecientes a una comunidad bastante homogénea, a entender a
los demás. Pensamos que sería mejor empezar por abordar el muro de la incomprensión
que separaba a los jóvenes de los adultos. Yo era miembro del grupo piloto que incluía a
siete adolescente de quince o dieciséis años y ocho adultos. Como yo era el director de
la escuela que proporcionó al grupo su entorno e impulsé una continuación a nuestro
programa inicial, tuve un triple punto de vista sobre el grupo : como hombre, viví una
experiencia personal maravillosa ; como administrador, tuve una revelación y recibí un
entrenamiento muy valioso y, por último, en tanto que educador, fui testigo de un
método eficaz para llegar a humanizar y a personalizar la escuela (se habla muy a
menudo de esto, pero raramente se hace algo al respecto).
Estos tres niveles están en estrecha relación. Si yo no hubiese experimentado el
placer que sentí cuando descubrí que los miembros del grupo eran mis amigos, no
habría entendido el valor en materia de educación y de administración. Tampoco habría
podido tranquilizar y animar a los que se disponen a abandonar una experiencia nueva
en cuanto se dan cuenta de que difiere de la antigua.
Mi experiencia personal en el grupo me permitió comprender mejor cómo entro
en conflicto con los demás y como ellos entran en conflicto conmigo ; un deseo menor
de hacer entrar a la gente en la imagen que yo me hago de ellos y una voluntad más
fuerte de dejar que mis compañeros sean ellos mismos. Me llamó la atención la buena
voluntad de algunos miembros del grupo para apartarse de sus caminos para vendar las
heridas y ofrecer su apoyo a los que habían podido ser ofendidos por uno o varios
miembros del grupo. Era muy agradable encontrarse liberado de ciertas ideas falsas y de
convenciones que alimentan nuestras relaciones. Pero también es muy peligroso, pues
que los que están fuera del grupo difícilmente están dispuestos a la franqueza y la
honestidad. Igualmente, tampoco están preparados para ver al director de la escuela
abrazando a uno de sus alumnos para darle la bienvenida después de las vacaciones de
verano. Es muy triste el hecho de que nosotros, los adultos, sólo podamos mostrar
raramente nuestra amistad física y espontáneamente.
Me fascinaron los intercambios adultos – jóvenes. Por primera vez en muchos
años, tenía amigos jóvenes. Además, los adultos tuvieron la oportunidad de ver el
mundo con ojos de joven sin tener que acariciar sus barbas grises y asumir el papel del
sabio. Por otra parte, nuestra experiencia y nuestras opiniones permitieron a estos
jóvenes aclarar lo que antes encontraban inverosímil. Al final, ¡qué felicidad cuando
uno empieza a percibir un cambio en los sentimientos de alguien hacia los demás, pero
qué decepción al saber que ese cambio es todavía muy modesto!
En cuanto a las posibilidades ofrecidas a un administrador que trabaja en grupo
con unos profesores y que sueña con reuniones y encuentros, parecen utópicas y, quizás,
lo son. ¡Pensadlo! ¡Qué alivio si pudiéramos tener un intercambio honesto y franco de
los diferentes puntos de vista, confiar en la opinión de un colega, que sería un colega y
no un servidor, un oprimido o un calumniador! El trabajo podría llegar a ser más fácil si
no nos obstaculizáramos con sentimientos y significados velados. Las dos horas que se
pasan diciendo que, de momento, el proyecto no significa nada podrían encontrarse
significativamente reducidas. Pero este mundo no está preparado todavía para las
delicias del administrador. El siguiente grupo tendrá que ayudar a sus miembros a tratar
con más eficacia a los no iniciados. Empezamos proponiendo la experiencia de grupo a
los profesores que lo deseaban, pero, como suele ocurrir, ciertos miembros de la escuela

111
Joy

decidieron que estaban al tanto de todo eso y sacaron conclusiones durante la comida
sobre lo que supuestamente había ocurrido en el grupo. Se forjan una idea, seguramente
inexacta por completo, de lo que sería de los miembros del grupo.
Según lo que yo veo, todos tenemos la necesidad de abrirnos a los demás para
mejorar nuestra organización en el trabajo, pero es imprescindible mostrarse muy
tolerante en las primeras tentativas para trasformar toda una vida y darle un estilo
nuevo.

Estas observaciones destacan la importancia de gozar del apoyo del responsable


cuando se penetra en una organización. La experiencia personal del director le había
convencido del valor del grupo y le había llevado a proporcionar su ayuda a los expertos
para llegar a un programa más valioso y más realista. En otras situaciones, si el director
no es valioso, las circunstancias descritas aquí crearían suficientes problemas como para
precipitar el fin del proyecto. La referencia que él mismo hace a los otros miembros del
profesorado subraya el hecho de que, cuando uno entra dentro de una organización,
entra dentro de un sistema compuesto de varias partes interdependientes que deben ser
tomadas todas ellas en consideración cuando un cambio se opera en una de ellas. En
este caso, el grupo de la clase tuvo un impacto considerable sobre los profesores y sobre
los estudiantes que no estaban en el proyecto, así como en los responsables y en sus
padres. Más adelante relataremos las reacciones de los padres.
El director se mostró muy interesado por las implicaciones de tal enfoque sobre
el plano educativo. Sigue diciendo :

Ahora hago referencia a lo que me parece más significativo en esta experiencia


de grupo. Creemos ver la posibilidad de utilizar este tipo de experiencia como base para
mejorar la enseñanza y el estudio. En realidad, estamos estudiando seriamente esta idea.
Hay que saber ser ingenioso, puesto que si pudiéramos anticipar con certeza lo que el
futuro nos depara, no haríamos nunca nada. Este comentario profético merece un
contrapeso inmediato : estoy más convencido que nunca de que estamos en el buen
camino en nuestro intento por hacer que los estudiantes se enfrenten tanto a sus
sentimientos en clase como a su contenido.
Me es difícil adivinar todavía cuál será el mejor enfoque, pero algunos
elementos sorprendentes sobresalen claramente. Un profesor tutor, quizás uno de los
mejores que se ha podido encontrar nunca, jamás había sido considerado por sus
alumnos (antes de la experiencia) como alguien que supiera suficientemente sobre ellos
como para poder aconsejarles sobre sus estudios. Hasta entonces, nunca había tenido
tantas entrevistas con especialistas. Por mi parte, esto me lleva a concluir que en nuestra
impaciencia por llevar a cabo un trabajo tan profundo como el de preparar a los alumnos
para diferentes disciplinas, hemos fracasado en la tarea de conocerlos y de descubrir sus
deseos como alumnos.
Me parece deseable tener un gran número de profesores cualificados para liderar
grupos de autodescubrimiento, sobre todo entre los profesores de primer grado, de
Inglés, de Ciencias Humanas y de Educación Física. Sin embargo, dudo que sea muy
recomendable trasformar la clase en grupo de encuentro. Otorgo un valor indiscutible a
un profesor que sabe ayudar a sus alumnos a revelarse a sí mismos durante su trabajo de
clase, pero pienso que una experiencia de grupo intensa será más beneficiosa para el
alumno si se realiza en un campo, o en un contexto análogo, fuera del colegio.

112
5.- Las relaciones en las organizaciones

Así mismo, las implicaciones educativas les parecieron muy valiosas al profesor
miembro del primer grupo y al de la clase donde ha tenido lugar la experiencia de
grupo.

La reacción del profesor : Cierto día, hace ya bastante tiempo, la jerga de la


enseñanza, con frases del tipo : “Encontrar las necesidades individuales” y “Llevarse
bien con los demás”, debió de representar, seguramente, algo formidable para los que
encontraron estas fórmulas. Las nuevas generaciones inventan palabras nuevas para
expresar lo que les parece importante. En Hudson, se habla de la “transferencia”.
Queremos decir que el único objeto legítimo en la enseñanza de las Humanidades reside
en la transformación del estudiante a fin de que sobrepase el puro intelectualismo y
llegue a ser una persona mejor desarrollada. Pienso que estamos a la búsqueda de lo que
llamas la alegría. Queremos que algo les ocurra, algo que les dé una alegría de vivir que
ellos pueden llevar consigo cuando dejan la escuela y entran en la vida. En términos
pedagógicos, queremos que los estudiantes tengan “experiencias significativas”.
El fracaso de nuestras tentativas se me ha hecho más patente a lo largo de los
años. Mis experiencias en el transcurso del año pasado han acelerado mucho este
proceso de desencanto, que yo siento incluso hacia los más avanzados de nuestros
métodos y nuestros objetivos. La experiencia demostró claramente la futilidad de todos
nuestros esfuerzos por inculcar o dar a los alumnos las actitudes por las cuales nosotros
hemos luchado. No hemos logrado más que crear una generación de jóvenes
sorprendentemente influenciables. Son incapaces de discernir sus pensamientos de sus
sentimientos e incapaces de expresar estos cuando, a pesar de todo, los han reconocido.
No saben distinguir entre sus propios deseos y el contenido de los mismos. Por encima
de todo, muchos de ellos tienen la impresión de que el amor es una especie de
dependencia, lo que es señal de miedo en la medida en que amenaza su propia
individualidad.
Hace un año no lo habría creído, pero ahora me parece evidente que el culto a la
“perfección académica” ha triunfado de tal manera que es necesario desarrollar
experiencias particulares del tipo del T-Group, en las cuales los jóvenes sean animados
a tomar su tiempo para descubrir lo que significa estar vivo y ser humano.
Mi estado de ánimo actual hace que encuentre arcaicos la mayor parte de los
métodos llamados progresivos. En teoría, estoy convencido de las ideas más radicales
en materia de “autogestión” en la educación. Al mismo tiempo, estoy seguro de que la
aplicación del T-Group a estudiantes mayores es una especie de combate en retirada. La
mayor esperanza reside en la formación de maestros de enseñanza primaria que podrían
estar en condiciones de sacar el mayor provecho. ¿Dónde me lleva esto? Aquí estoy con
una profesión más o menos debilitada, negándome a retroceder, pero sin saber cómo
avanzar.
Una vez más, soy demasiado pesimista. Aunque tengo, a menudo, la impresión
de ser un músico esforzándose por escuchar una nota que no podrá conseguirse jamás,
al mismo tiempo estoy emocionado ante la idea de nuevos desafíos que, quizás, surgirán
cuando yo esté cansado de todo esto. Sin embargo, lamento no haber tenido una
intuición más justa hace veinte años.

113
Joy

Una parte de la búsqueda animada por el proyecto consiste en crear la necesidad


de reexaminar los valores antiguos y en cuestionar las fórmulas hechas. Parece que el
grupo de encuentro proporciona una experiencia que hace pensar en las fórmulas hechas
del mundo de la enseñanza como “encontrar las necesidades individuales” y “educar al
niño en su globalidad”. Es un método que contribuirá a dar un mayor significado a estas
frases. El relato conmovedor este profesor, que habla de su profesión debilitada, subraya
un problema muy real. Era extremadamente popular y, aparentemente, muy eficaz como
“profesor – animador”. Ahora, no se siente cómodo en este papel y no sabe muy bien
cómo integrar en su enseñanza los elementos que percibió a lo largo de la experiencia
de grupo. ¿Cómo aprenderá a tocar su nota intocable? La solución que él ha adoptado es
la de seguir el National Training Laboratories Educational Intern Program, que se
lleva a cabo durante el verano en Bethel, en el Maine. Esto le permitirá proseguir con
sus experiencias de grupo y coordinarlas en un estilo pedagógico nuevo y, esperemos,
más eficaz y más satisfactorio. Sin embargo, es útil recordar que este tipo de malestar es
frecuente después de una intervención llevada a cabo con éxito. Es una etapa
indispensable antes de volver a pensar, en términos de alegría y de significado, la
experiencia pedagógica.
El punto de vista de los miembros de la comunidad, en el grupo adultos -
jóvenes, difiere del que tenía el personal de la escuela en cuanto al centro de interés. He
aquí el relato de uno de los adultos del grupo, que, a la vez, es madre y profesora en el
mismo barrio42.

La reacción de un miembro de la comunidad :Yo vine al T-Group alumnos -


adultos después de haber dudado considerablemente y con una gran curiosidad. La duda
procedía del hecho de que pensaba que no iba a tener suficiente tiempo para dedicarme
al proyecto, sobre todo dado que la propuesta del grupo no constituía un gran centro de
interés para mí. Mi curiosidad surgía de mi interés por los adolescentes, a la vez como
madre que soy y como profesora, y de mi falta de relaciones personales, hasta entonces,
con la mayoría de los demás adultos del grupo. En fin, la confusión reinaba en mi
mente, pero me parecía que la experiencia podía ser divertida o instructiva, e incluso las
dos cosas.
Me acuerdo bastante bien de las primeras sesiones del grupo, aunque me
resultaría difícil relatar los sucesos específicos. En conjunto, me sentía más bien molesta
—largos silencios, nuestras conversaciones aparentemente sin objetivo, la falta de
estructura y de definición, todo eso me daba una impresión extraña, mezcla de angustia
y de aburrimiento. Me acuerdo de haber hablado de esto con unos amigos y de haberles
dicho que, de verdad, no entendía el sentido de todo esto ni a donde queríamos llegar.
Me parecía particularmente difícil reconocer que, quizás, no éramos capaces de definir
nuestra tarea. Antes de participar en el grupo, pensaba que sólo estaba convencida de
una cosa : que el grupo se fijaría un primer objetivo e intentaría, entonces, comprender
el proceso de intercambios relevante a esta tarea. Al final, comprendí que la tarea en
cuestión no se situaba fuera de nosotros y empecé a sentirme inquieta ante la idea de
enfrentarnos con nuestros verdaderos sentimientos. Pensaba que sería demasiado
doloroso o, incluso, demasiado peligroso. Siempre me ha sido fácil hablar libremente en
el grupo, pero creo, ahora, que me hubiera sido muy difícil, por no decir imposible
expresar realmente mis sentimientos durante las primeras sesiones.
En un determinado momento, el animador me hizo notar que estaba involucrada
en una lucha de poder con él para arrebatarle la dirección del grupo (y era totalmente

114
5.- Las relaciones en las organizaciones

cierto, aunque no lo admití). No se me hizo muy difícil aceptar su interpretación y


decidir, conscientemente, permanecer un poco apartada para intentar comprender lo que
se suponía, realmente, que estábamos haciendo. Entonces, mi atención se centró en el
grupo. Empecé a entender y a sentir lo que ocurría y a gozar de mi participación en la
experiencia. De todos modos, me había beneficiado de algunas informaciones sobre mi
comportamiento personal. Además, empecé a encontrar placentero el comportamiento
de los demás y a aceptar, con cierto entusiasmo e, incluso, con ternura los sentimientos
que se manifestaban en nuestros intercambios.
Lo que más me atrajo en nuestras sesiones y en nuestro fin de semana eran los
jóvenes y la nueva visión que yo recibía de ellos. Descubrí en mí profundidades
insospechadas de sentimientos maternales y me dio un enorme placer verlos reaccionar
calurosamente hacia mí. Había momentos en los que tenía ganas de adoptar el equipo
entero, por muy extraña que fuera su composición. Ahora que el grupo se ha separado,
lo que echo más en falta es esa intimidad continuada con los adolescentes que tomaban
parte en ella.
Mis sentimientos hacia los adultos eran más mitigados. Llegué a una mayor
aceptación de los diferentes individuos. Me sentí, realmente, muy cercana a ciertas
personas que, inicialmente, me habían parecido apagadas u hostiles. Hubo, incluso,
momentos en los que me sentí verdaderamente encantada por contactos emocionales
con los adultos, pero en este campo, las cosas no fueron mucho más lejos. No he echado
en falta, realmente, a los adultos como grupo, aunque me encuentro, ahora, un poco más
tolerante hacia las personas en general de lo que era antes del T-Group.
¿Qué me queda de todo eso hoy, casi un año más tarde? Pienso que el efecto ha
sido profundo, aunque no sepa muy bien cómo describirlo. He cambiado. Me resulta
más fácil expresar lo que siento — no siempre, es cierto, pero suficientemente a menudo
para que me dé cuenta de la diferencia real que ha surtido en mí efecto desde el T-
Group. Me comunicó mejor con mis hijos y con varios de mis alumnos ; experimento
una especie de facilidad en la comunicación a nivel emocional que aprecio
enormemente. Una vez más, no quiero parecer exagerada : no soy otra persona y ocurre
muchas veces que me cuesta comunicarme o que no lo consigo en absoluto, pero me
ocurre, también, que tengo relaciones más ricas que antes. Además, me comprendo un
poco mejor a mí misma, ciertamente, y capto con más nitidez las reacciones de los
demás hacia mí. Tampoco quisiera subestimar las relaciones duraderas que han surgido
del T-Group, tanto con los jóvenes como con los adultos ; son relaciones que
aprecio mucho y que no me habrían sido dadas sin el T-Group.

Los padres de los jóvenes que participaron en el grupo de encuentro de la clase


tuvieron, evidentemente, reacciones diversas. Los jóvenes tenían entre dieciséis y
diecisiete años, la edad de la adolescencia en plena rebelión, con o sin grupo, y el
cambio en los adolescentes es tan rápido que es difícil atribuirle causas concretas. La
mayoría de los padres, no obstante, estaban dispuestos a dar su punto de vista sobre la
situación.
Se les pidió que completaran esta frase : “Desde el T-Group, mi hijo – mi
hija ...”.
He aquí algunas respuestas representativas :
Las reacciones de los padres :

115
Joy

... está mucho más motivado, más comunicativo, más atento en clase y, en
general, es una compañía mucho más agradable.
... es muy feliz. Ha hecho muchos amigos y ha descubierto gran cantidad de
intereses nuevos. Parece que comprende a los demás y que da mucho de sí misma. Esto
ha ayudado a mi hija a experimentar una alta estima hacia sí, que le hace muy feliz. Se
ha vuelto más honesta consigo misma y con los demás. Está muy abierta y llena de
entusiasmo.
... Joël recibió del T-Group una dosis inhabitual de estimulación — cosa que
siempre le había faltado en sus relaciones con Hudson. Recomiendo esta experiencia a
todos los jóvenes. Es algo maravilloso mirar dentro de sí mismo en una edad temprana,
así como analizar el éxito o el fracaso en los estudios y saber a qué se debe tanto lo uno
como lo otro. Por mi parte, ¡ aún no lo he encontrado todavía!
... parece estar más “abierto” y más relajado, tanto con respecto a sí mismo como
con los demás.
... se ha convertido en alguien más tolerante hacia los demás y hacia las
opiniones de estos. Antes, tenía tendencia a no escuchar, a interrumpir y a contrariarse.
Ahora, la encuentro cada vez más atenta, deseosa de conocer la opinión de su
interlocutor. El T-Group la entusiasmó por su novedad, por su enfoque abierto, por la
amplitud de su contenido independiente del programa de estudios y por su motivación
suplementaria.
... muestra un mayor interés por las actividades intelectuales y creativas. Sus
amistades, igualmente, se han transformado, pasando de superficiales y únicamente
capaces de proezas físicas a personas que tienen una mentalidad más orientada hacia la
búsqueda y más dadas a cuestionarse.
... no ha cambiado especialmente. El impacto del T-Group se notó un poco al
principio en el hecho de que manifestaba una mayor voluntad a entender las necesidades
de los demás alumnos en tanto que personas, pero parece que esto no ha durado.
... esta menos atraída por su trabajo escolar, mucho menos respetuosa hacia sus
padres y mucho más egocéntrica. Tiene una actitud del estilo : “Ya no tengo nada más
que aprender”. El T-Group ciertamente no la ha motivado a estudiar más y mejor. Si me
acuerdo bien de la charla que se nos dio antes de la formación del grupo, esta era, no
obstante, su finalidad. Se suponía que esto iba a hacerse posible suprimiendo ciertas
barreras personales entre los alumnos y los profesores. Desde el punto de vista de los
estudios, considero a este año como un verdadero fracaso... Apenas la veo haciendo sus
deberes. Ciertamente, no percibo más autodisciplina en la organización de su trabajo y
en su realización. Tengo muchas más dificultades en entenderme con ella en casa.
Generalmente, ella tiene que tener la última palabra. Lo que yo llamo dar muestras de
cortesía, de respeto, de tacto y de consideración, ella lo llama hipocresía. Opino que esta
historia del grupo, que se ha desarrollado durante tres semanas y que se practica desde
entonces con cualquier pretexto, se ha transformado en un deporte, una distracción y
una excusa para no trabajar.
... parece lleno de arrogancia y se da aires de intelectual. Que sea debido al T-
Group o no, el cambio ocurrió en ese momento. Sin embargo, parece interesarse más en
los asuntos públicos y conoce su tema cuando habla.
.. se ha comportado de manera algo extraña. Al principio, desbordaba
entusiasmo. Con el tiempo, se ha convertido en alguien con la que es un tanto difícil

116
5.- Las relaciones en las organizaciones

convivir. A ratos está deprimida y muy susceptible. Me gustó el entusiasmo que


manifestó al principio del proyecto y sus relaciones extraordinarias con el grupo entero
(al inicio). Se moría de impaciencia por acudir al colegio todos los días para asistir a su
clase de estudios sociales. Cuando se inició el grupo, mi hija estaba muy abierta. Tenía,
así mismo, una buena opinión de sí misma. A medida que avanzó el grupo, se volvió
menos segura de sí y empezó a poner en duda el hecho de que el grupo la hubiera
aceptado. Comenzó a tener miedo a participar. En estos momentos, mi hija ha dado la
vuelta a la cuestión y piensa que ha sido una buena cosa.

Estas respuestas dan una idea de los diversos efectos del grupo sobre los
alumnos y, también, de las diferencias que existen entre las actitudes de los padres.
Algunos parecen desorientados por lo ocurrido y no consiguen comprender el cambio de
actitudes ; por ejemplo, esa madre contrariada por la falta de asiduidad en el trabajo y
que se queja de que su hija llama hipocresía su requerimiento de cortesía. El hecho de
que no se hubiera pedido a los padres que asistieran como miembros del grupo es, en
parte, responsable de esta actitud comentada por la misma persona en estos términos :
“El T-Group debe ser una combinación de grupos padres - hijos para que tanto los unos
como los otros puedan comprender mejor sus problemas respectivos. Una vez
establecido esto, pienso que tendríamos una base sólida de donde podría surgir una
verdadera madurez”.
He aquí un excelente ejemplo del mecanismo según el cual las sugerencias para
las próximas etapas están producidas por las actividades precedentes. Según el punto de
vista de los padres, una mayoría aplastante de jóvenes se mostró entusiasmada, contenta
y estimulada por los resultados. Pero un padre descontento sugiere reconvertir la
experiencia en algo aún más eficaz organizando un grupo que reuniría a padres e hijos.
Respondiendo a las necesidades, a medida que surgen, se pueden detectar las tensiones
y las inhibiciones en cuanto aparecen. En cuanto a las sugerencias relativas a la
siguiente etapa, pueden venir tanto de los participantes como del equipo de animadores.
Se preguntó, también, a los alumnos cómo habían reaccionado a la experiencia.
He aquí una selección representativa de sus respuestas :

Las reacciones de los alumnos :


... una llama en el fusible que permite relaciones duraderas entre los demás de la
clase y yo. Una buena circunstancia para compartir mis emociones. Una ocasión de
hablar de mis amores. El derrumbamiento de los muros protectores de la luz que brilla
en cada individuo de la clase.
... un tiempo oportuno para dejarme ir sin la mayoría de las restricciones que se
encuentran en las situaciones cotidianas.
... podría emplear todos los adjetivos contenidos en “el libro” para describir el
impacto del T-Group sobre mí. A veces, era terrorífico ; otras, medianamente
interesante y en otras, totalmente divertidas. Mi papel ha fluctuado entre el estado de
participante activo y el de simple observador. Esta experiencia ha tenido algunos efectos
desafortunados, pero la toma de conciencia que he adquirido en el transcurso de
numerosas conversaciones relajadas ha arrojado una nueva luz sobre ellos y se me han
revelado significativos. Las conversaciones constituían una parte importante de toda la
operación. Esta toma de conciencia (de los demás) hizo que toda la experiencia fuera un

117
Joy

éxito, fueran cuales fueran sus efectos negativos. Como miembro del T-Group observé
como la gente podía, simplemente, parecerse a pesar de su religión y de su origen social.
Todo el mundo tenía muchos problemas similares, familiares o de otra naturaleza, y, a
menudo, los suyos eran más conflictivos que los míos. Experimenté una especie de
shock al descubrir hasta qué punto mi vida había sido absurdamente normal. Se pueden
enseñar estos conceptos, pero sólo se pueden aprender a través de la experiencia
personal.
... a lo largo de estas tres últimas semanas, he vivido, como persona, una
experiencia absolutamente única. El T-Group ha cambiado y eliminado, de manera
significativa, un buen número de miedos que sentía hacia mismo y hacia los demás. He
sacado un gran beneficio al reexaminar mis relaciones con los individuos del grupo y
con la gente en general. Perdiendo algunos de mis miedos y de mis prejuicios y
expresando honestamente mis sentimientos, he terminado por considerarme como
alguien más interesante y más relajado. La honestidad que he mostrado, hacia mí mismo
y hacia los demás, no ha dejado ningún lugar para que los sucios sentimientos de
inseguridad puedan deformar y roer mi mente. Fue entonces que esta personalidad,
hecha de miedo, de inestabilidad y de inseguridad, que vivía en mí, renació y ahora me
siento diferente. Tengo la impresión de que acabo de encontrar lo que hay en mí y, esto
es lo más importante con mucho, me gusta lo que veo ; estoy feliz con este otro “yo”.
... no espero ver todos mis problemas solucionados por una simple experiencia
que ha durado sólo tres semanas. Pero, qué mejor principio se puede encontrar si no es
el de empezar por examinar escrupulosamente y entender a los demás y a mí misma.
Saber exactamente lo que siento, quién soy verdaderamente y por qué las cosas son lo
que son, me parece la más rica de las sabidurías. Me he sentido enormemente satisfecha
por el simple hecho de ver el estado de plenitud de las demás personas. Ya no me rindo
ante el miedo al rechazo. He descubierto que si digo lo que tengo en la mente y si me
presento verdaderamente tal y como soy, se anula cantidad de angustia y de dolor.
Aprendiendo a comunicar realmente conmigo misma y con los demás, encuentro que la
vida vale mucho más. He salido de la experiencia con la idea de que la vida no tiene por
qué ser necesariamente un combate doloroso.
... la experiencia ha sido un éxito para el que lo ha querido. En cuanto a los que
querían permanecer en su propio mundo irreal y tonto, no ha podido ser un éxito para
ellos.
... al principio, eso parecía un poco forzado y era nuevo para la gente del grupo,
lo que creó un ambiente extremadamente tenso ... Los días pasaron y el ambiente del
grupo comenzó a ser más fácil y más libre. El ambiente era tal que debería ser así en
todas las clases ... Los alumnos deberían estar impacientes por ir a la escuela. Deberían
tener ganas de ir y ganas de trabajar. No se debería detestar el ir a la escuela. La escuela
debería ser tan libre y tan agradable como fuera posible. Cuanto más felices son los
alumnos, más ganas tienen de estudiar. La experiencia es un paso dado, el primero que
se pueda observar en esta dirección.
... retrospectivamente, esta experiencia ha sido la más extraordinaria que he
conocido jamás y espero sacarle provecho.

Repitámoslo : hay diferencias notables entre estas respuestas. Tienen otra


característica, sobre todo si se las compara con las de los adultos, que es su recurso
frecuente a la expresión creativa como la poesía. Globalmente, la libertad de explorarse

118
5.- Las relaciones en las organizaciones

y de expresarse ha sido mucho más grande en el caso de los adolescentes que en el de


los adultos.
He presentado este grupo con detalles porque ilustra la mayoría de las cuestiones
abordadas cuando uno se ocupa del impacto de los factores sociales sobre el desarrollo
del potencial humano. Los sujetos de esta experiencia son los alumnos, los profesores,
los administradores y los miembros de la comunidad. Los ámbitos tratados son las
relaciones interpersonales, el desarrollo personal y la creatividad. Las instituciones que
constituyen el objeto de transformación son la escuela y la comunidad escolar. Varios
factores entran en juego si se quiere desarrollar el potencial humano : las inhibiciones
internas, tanto en los adultos como en los adolescentes, que impiden la plena expresión ;
las restricciones sociales entre grupos hermanos ; los conflictos intergeneracionales ; la
reconciliación de los elementos de la organización, tales como los grupos de docentes,
para se facilite la tarea ; la integración de un modo de comportamiento acertado — en
el caso presente el estilo de enseñanza con métodos más novedosos capaces de mejorar
el antiguo estilo — ; la integración de métodos nuevos en el sistema existente — en este
caso el grupo de encuentro y los programas de estudio — de tal manera que se consiga
un ritmo más eficaz.
Cuando el especialista penetra en una organización que se supone que va a hacer
más accesible al desarrollo del potencial humano, encuentra, probablemente, el signo
principal de su eficacia en el momento en que los miembros de la organización adoptan
como suyos los objetivos que él ha planteado. Esta es una de las razones que hacen que
yo valore tanto la intervención que acabo de describir. Todos los participantes — el
director, los padres, los profesores y los alumnos — parecen apasionarse por la mejora
de los programas, de las relaciones que mantienen entre ellos y consigo mismos y con
todo el contexto escolar. Muchos están metidos a fondo en el trabajo, reflexionando,
poniendo a prueba nuevas ideas, comunicando de manera diferente entre ellos,
probando un comportamiento nuevo ... Para asegurarse de que este género de vitalidad y
de búsqueda persista después de que el especialista se haya marchado, es conveniente
que se establezcan nuevas estructuras, apoyadas por un compromiso financiero de la
organización. En el caso de esta escuela, las estructuras han tomado la forma de grupos
de encuentro, normalmente programados por los profesores, para adultos y jóvenes
juntos ; se hizo una recolecta para proseguir con el proyecto y se formó un comité
común para supervisar y establecer el programa. Tal organización ha introducido, entre
sus actividades normales, la búsqueda de un verdadero bienestar, apoyándose, entre
otras cosas, en el conocimiento de las técnicas más recientes para conseguir este
desarrollo. Es cierto que ello facilita y aumenta, de esta forma, la felicidad.

LA TERAPIA DE GRUPO CON TAREA

Los “grupos funcionales” de organizaciones profesionales —gente que trabaja


junta — pueden, igualmente, multiplicar por diez el efecto benéfico de la organización
sobre el desarrollo humano. El objetivo primordial debe ser, para ellos, la mejora de las
relaciones de trabajo entre los trabajadores. A menudo, es difícil hacer que estos grupos
funcionen, pero, si se consigue, se muestran muy útiles. Tres ejemplos servirán para
ilustrar ciertos fenómenos que pueden producir tales grupos.
Una compañía de crédito, de la cual se ha hablado mucho últimamente por haber
sido víctima de una estafa por valor de más de un millón de dólares, decidió que los

119
Joy

miembros de su servicio de crédito necesitaban un análisis completo. Se me pidió que


acudiera, junto con todo el departamento — unos doce hombres —, a un hotel, que
alquilara un salón, que cerrara la puerta y que no volviese a aparecer en una semana.
Es lo que hicimos, más o menos, y los resultados fueron muy saludables. Al
principio, todo el mundo estaba terriblemente a la defensiva, pero el ambiente se
distendió gradualmente y pudimos relacionarnos con más franqueza. El debate reveló
que el director adjunto del servicio hacía casi todo el trabajo. Había una buena razón :
sabía mucho más que nadie sobre créditos y todo el mundo lo sabía. Sin embargo, tenía
dificultades a la hora de delegar el trabajo y de formar a hombres más jóvenes. Por
consiguiente, se encontraba sobrecargado y su eficacia sufría por ello.
Al cabo de tres días, la situación aparecía claramente en todas sus dimensiones.
Entonces, miramos la lista del personal de la organización. Allí es donde se sitúa el
papel crucial de las discusiones del T-Group. El grupo, en ese momento, era capaz de
reexaminar la organización, teniendo en cuenta la personalidad y la competencia de los
individuos, así como las exigencias del trabajo. El resultado fue que otro hombre, que
era muy apreciado y menos competente, fue nombrado, también, como director adjunto.
Debía distribuir el trabajo de manera que las tareas estuvieran mejor repartidas. Más
tarde, el primer vicepresidente, que a la vez ocupaba provisionalmente la dirección de
todas las sucursales, aceptó formar, en un plazo de seis meses, a una persona de cada
sucursal para asegurar su dirección.
Esta solución liberó al vicepresidente de hacer aquello que no dominaba —
distribuir el trabajo y formar a nuevos hombres —, pero le permitió conservar las
funciones que realizaba de manera satisfactoria — su propia producción y su formación.
De este modo, disponía de tiempo suficiente para hacer un buen trabajo. El nuevo
vicepresidente era bueno en un campo en el que al otro le faltaba competencia — la
repartición del trabajo — y podía, por consiguiente, compensar. Es importante subrayar
el hecho de que se llegó a esta solución después de debates más bien largos y animados
y que la solución final contentó a todo el mundo.
De esta forma, una vez que los sentimientos salieron a la luz — proceso que
necesita, a menudo, tiempo —, fue posible hacer una evaluación realista de las
circunstancias y llegar a una solución que mejoraba la situación de todo el mundo.
En una escuela de la costa oeste, el director había comenzado un grupo de
encuentro con el personal administrativo. Después de muchos algunos meses la
franqueza empezó a crecer. En tres años aparecieron varios principios importantes. Uno
de ellos demostraba el mecanismo de ineficacia de la organización a causa de la falta de
solución al problema interpersonal.
Un incidente reveló que el profesor de música y el profesor de séptimo no se
llevaban bien, pero habían llegado a una solución “civilizada” de su problema. Se
trataban con una gran cortesía y evitaban, en lo posible, todo contacto. Esto parecía muy
sensato hasta que se examinaron más de cerca las consecuencias de tal solución. Cuando
los alumnos de séptimo estudiaban un país en geografía, estudiaban todo salvo la
música de ese país. En otros términos, los alumnos pagaban el tributo de la
imposibilidad que experimentaban su maestro y su profesor de música para encontrar
una solución más fecunda a sus dificultades.
Encontramos innumerables situaciones en las cuales los niños pagaban por la
incapacidad de los adultos a solucionar sus problemas interpersonales : en ciencias, la
puesta en práctica de un nuevo programa había sido aplazado durante tres años porque

120
5.- Las relaciones en las organizaciones

el profesor de ciencias había sido marginado por los demás profesores ; en otra área, los
alumnos estaban sobrecargados de trabajo porque el director no conseguía arreglar el
conflicto que oponía a dos profesores que defendían dos programas diferentes ; en otro
caso, el profesor de lengua y el director tenían entre sí relaciones tensas y, cuando había
una reunión sobre un niño con problemas de lengua, de una manera u otra, al director se
le olvidaba invitar al profesor — de esta forma, la persona mejor cualificada para tomar
una decisión no era consultada nunca. La experiencia del grupo de encuentro permitió
reconocer estas situaciones y comprender mejor sus consecuencias. De todo ello resultó
una solución más satisfactoria.
La experiencia con diversas organizaciones muestra la evidencia de que estas
situaciones son frecuentes en el sistema escolar. Prácticamente en todos los casos,
cuando se ha fracasado en la búsqueda de una solución real a un problema interpersonal
o de organización, alguien lo paga y, generalmente, son los que están abajo en la
jerarquía. Esta regla se aplica a los problemas de los padres cuyos niños son las
víctimas, a las dificultades entre la enfermera y el médico que recaen en el enfermo y a
los roces entre educadores que pesan sobre los alumnos. Para crear una atmósfera más
favorable al desarrollo del potencial humano, mientras que un trabajo intenso se realiza
en un sector determinado, se debe mantener presente en la mente a las demás personas y
a las otras partes de la organización.
Un último ejemplo aclara otro resultado deseable de la “terapia de grupo con
tarea”. En el proyecto de Long Island descrito anteriormente, un principio emergió del
encuentro de los alumnos del último curso. Indica una vía hacia la mejora de los
estudios.
A lo largo de las últimas sesiones del grupo jugamos a reconocer personajes
famosos utilizando para ello pocas pistas. Una pista era "V" y la respuesta era Churchill.
“No lo cojo” — dijo una chica. “¿Qué quiere decir eso de que no lo coges ?” — le dice
otra — “¿Nunca has oído hablar de ‘V’ como símbolo de Victoria durante la segunda
guerra mundial ?”. “No, nunca y ¿qué ?” — fue la pobre defensa de esta última.
Más tarde, nuestra atención se centró nuevamente sobre el suceso y lo
analizamos en el contexto de lo que significaba en cuanto a los estudios. La chica,
vergonzosa, reconoció que se había sentido estúpida y que, seguramente, no volvería
nunca a hablar de la II Guerra Mundial. Por consiguiente, la consecuencia del suceso
fue una disminución seria de la participación y, probablemente también, del gusto por el
estudio de uno de los miembros de la clase. ¿Y eso por qué ?
La “atacante” se mostró muy arrepentida. Admitió que, en efecto, había
intentado alzarse rebajando a otra persona, lo que nos llevó a debatir la idea que tiene
cada uno sobre su propia competencia. De esto surgió una disminución de la necesidad
de degradar a otro. Entonces, el debate se dirigió hacia el anverso de la moneda. ¿Cómo
podían los miembros de la clase dejar de cohibir a sus compañeros y cómo podían
ayudarse recíprocamente ? ¿De quién tenían la impresión de poder aprender ? ¿A quién
podían enseñar?
Habíamos dado un giro y habíamos empezado a explorar la utilidad de la
organización — la clase — como medio que podía servir a los individuos que se
encontraban en ella. Es muy difícil. Hay que contar con la envidia, la rivalidad, la
inseguridad... y un día de debate no fue suficiente para los alumnos para solucionar este
problema, pero ayudó a algunos y llevó a otros a una reflexión útil.

121
Joy

LOS PROBLEMAS INTERRACIALES

Los prejuicios, ya sean raciales, religiosos, sexuales o en contra de alguna otra


categoría de gente, constituyen un grave impedimento cultural en el camino de la
realización del individuo. A través de los siglos, se destaca la importancia de la lucha
llevada contra los prejuicios. Los éxitos que ha conseguido no tienen mucho peso, pero
se pueden extraen de ellos algunas reflexiones alentadoras.
Una de ellas pone en evidencia que este problema no permite ninguna solución
simple. Convergen aquí la economía, la política, la vivienda, el trabajo y las relaciones
interpersonales. Así que, la solución reposa sobre un trabajo intenso a todos los niveles.
Las deducciones sacadas de la hipótesis de la intimad parecen presentar las
mejores esperanzas para abordar los sentimientos en este campo. Esta idea muy
evidente supone que tales sentimientos son superados por el contacto personal con los
que son objeto del prejuicio. Por ejemplo, un prejuicio racial tiene más posibilidades de
atenuarse si el vecino de la escalera de esa persona en cuestión es un negro que si este
vive cuatro puertas más lejos.
Hace algunos años los estudiantes negros de una universidad importante
pidieron a la Y.M.C.A.43 para que les ayudara a mejorar la comunicación entre las
diferentes razas del campus. La Y.M.C.A. reaccionó pidiendo a ciertos de entre
nosotros, interesados por este trabajo, que organizáramos, con esta finalidad, unos
seminarios de fin de semana. Los resultados fueron fascinantes.
En el transcurso de uno de estos fines de semana, acudí con una veintena de
estudiantes a un lugar retirado. El grupo estaba compuesto de blancos, negros y
orientales, más o menos igualmente distribuidos entre hombres y mujeres. Como de
costumbre, el arranque fue lento, prudente y a la defensiva. En cuanto los estudiantes se
sintieron suficientemente cómodos, se plantearon diferentes cuestiones.
“... ¿Cuáles son tus clichés con respecto a los negros ?”. “Sois sucios, estúpidos,
carnales, sexualmente indeterminados.” “Sí, pues tú, pequeño blanco, eres un
explotador, un arrogante y un reprimido.” ¿Qué ocurrió después de este intercambio ?
Un acercamiento. La gente empezó a hablarse, a bailar junta, a explorarse mutuamente
en tanto que individuos. Como dijo un negro : “No he perdido mis viejos clichés de
veinte años en un solo fin de semana, pero una vez expresados, ya no parecen tan
importantes. Las cartas están sobre la mesa y, a partir de aquí, podemos mirarnos como
hombres.”
“... los liberales blancos son tan malos como los fanáticos, o casi. Lo único que
hacen es aceptar todo lo que hago en lugar de rechazarlo. Yo violaría a tu hermana y tú
no dirías ni una sola palabra porque yo soy negro. No queremos eso. Tú debes saber
también todo lo que es malo en mi.”
“... no es suficiente decir que nos tratáis con igualdad. ¿Qué piensas del hecho de
aprender a conocerme como persona ? ¡Construir una relación !”
“... vosotros, los negros, os servís siempre de vuestro color como pretexto para
cualquier cosa. ¡Cambiad el disco y haced algo en lugar de lloriquear !”
Luego, hubo una toma de consciencia concerniente a la motivación. Los judíos
son muy buenos en los estudios. Esto está suficientemente comprobado. Recientemente,
los orientales han entrado en competición con los judíos en este campo. Los negros, en

122
5.- Las relaciones en las organizaciones

general, salen mal parados, lo que se entiende, quizás, pero el hecho es que salen mal
parados. Los blancos no judíos llenan el espacio intermedio.
¿Y, entonces, los prejuicios ? Es verdad que los blancos no judíos son los que
menos a menudo constituyen objeto de prejuicio y los negros los que más, y por mucho.
Los judíos y los orientales están entre ambos. Es posible que los prejuicios generen una
mayor motivación para obtener éxito. No obstante, los prejuicios no suscitan problemas
al nivel de la motivación que, sin embargo, está influenciada por numerosos factores
que no tienen nada que ver con el prejuicio como son la vida familiar, la inteligencia, el
status social, etc. Pero si el prejuicio llega a tomar dimensiones aplastantes hace
estragos : mata la motivación. Sí o no. Pero esta es la idea a la que llegamos durante este
fin de semana. Los participantes reflexionaron de manera creativa, profundamente,
haciendo referencia a su propia experiencia.
Parece absolutamente evidente que este tipo de contactos en profundidad libera a
la gente. Varios de los participantes siguieron manteniendo relaciones después de este
fin de semana. Una isla de prejuicios empezaba a desgastarse. La experiencia se había
beneficiado de un cierto contexto social.

LAS RELACIONES FAMILIARES Y PRIVADAS

A menudo, una de las instituciones de nuestra sociedad que constituye un gran


escollo es la familia. Difícilmente se puede sobrestimar su importancia para modelar al
individuo. Pero esta importancia no se ha traducido en una terapia particular hasta hace
poco. En el campo de la psiquiatría, el esfuerzo dedicado a la psiquiatría social y
comunitaria da una idea del papel atribuido a la familia en las enfermedades mentales.
¿De qué sirve tratar a un paciente para volver a mandarlo, después, a la misma situación
familiar que fue el origen de su problema ?
Así es como se desarrolló la terapia familiar. Hoy en día, hay especialistas que
están capacitados para abordar la familia como una entidad y practicar una terapia sobre
el sistema social de la familia en su globalidad. Puede que se hagan patentes
necesidades de cambios en la estructura familiar. A veces, una mejora en el estado del
enfermo provoca un depresión en la madre, en un hermano o en una hermana. Entonces,
se aborda a los miembros de la familia todos juntos.
Poco a poco, un examen de este campo se trasforma en una exploración de las
relaciones conyugales. Se cuestiona la institución del matrimonio : ¿Es un éxito ?, ¿Es
adecuado para todos ?, ¿Es el mejor modelo para las relaciones privadas ?, ¿Por qué no
tener relaciones estrechas durante breves periodos o relaciones que se podrían renovar
periódicamente ?, ¿Cómo aprender a encontrar placer en las relaciones de corta
duración ? Estas son, y por mucho, más frecuentes que las que duran toda una vida, pero
la sociedad anima bien poco a sacar provecho de ellas.
Los grupos que abordan este tipo de tema entreabren campos de importancia
vital para cada uno. Para algunos, esto significa “pensar lo impensable”. Pero, mucho
más a menudo, la gente se apasiona por la posibilidad de explorar estos sentimientos, en
lugar de ocultarlos y de acumular la culpabilidad. Liberación. Se trata de examinar una
institución social que puede multiplicar por diez las posibilidades de realización
personal, o — y esto es, quizás, lo más frecuente — reprimir profundamente el

123
Joy

desarrollo del individuo. ¿Qué efecto puede tener la intimidad del matrimonio sobre dos
individuos ? ¿Genera progreso o destrucción ?
La investigación de las relaciones en el seno de las organizaciones incluye la
disección de varias de nuestras instituciones sagradas. Es un trabajo, frecuentemente,
arriesgado. Cuando una empresa manda a alguien a un seminario para que aprenda a
conocerse mejor, puede volver con la idea de que se ha equivocado de camino en el
campo profesional. Eso ocurre a veces. Cuando una organización cristiana como la
Y.M.C.A inscribe a sus miembros en un grupo de encuentro para que desarrollen su
autonomía y su independencia, puede encontrarse con que algunos se pregunten sobre
los principios cristianos. Se puede organizar un taller interracial para mejorar la
comprensión y puede que de allí salga un matrimonio interracial. Los estudiantes
pueden llegar a ser más autónomos después de una experiencia de grupo y pueden
decidir, después, que ya no quieren seguir estudiando cosas sin importancia para ellos.
Una persona casada que participa en un taller puede verse obligado a reconocer que está
verdaderamente desesperada y puede decidir no permanecer casada. Estas no son sólo
posibilidades. Ocurren. Son riesgos necesarios si queremos que la vida social apoye el
desarrollo individual. Debemos estar preparados para interrogar y examinar
concienzudamente nuestras instituciones. Sean cuales sean los peligros, tenemos que
correr el riesgo. Entonces, nuestra sociedad podrá, realmente, participar en el gran
esfuerzo de gestación para incrementar el potencial humano.
¿Por qué funcionan estos métodos ? ¿Por qué mecanismos las técnicas no
verbales, la de la fantasía o la del trama, pueden aportar alivio y alegría ? Podemos
avanzar algunas hipótesis.
Antes de nada, volviendo a la noción según la cual la alegría surge de la
realización del potencial de uno mismo, deberíamos saber de qué potencial se trata.
Quizás sea el potencial de ser más como yo creo que puedo ser : ser más significativo,
más competente y más digno de amor ; ser un individuo más importante, capaz de
afrontar con más eficacia el mundo y ser más capaz de dar y de recibir amor.
Esta posibilidad lleva a analizar los elementos necesarios para el progreso, que
son un tanto diferentes de los de la psicoterapia tradicional. Los problemas, que se
desarrollan mientras el individuo crece y que limitan la realización de su potencial, no
son tanto los acontecimientos objetivos de su vida como la imagen que desarrollará de sí
mismo, en tanto que individuo, a partir de estos acontecimientos. Me explico : no es el
hogar roto que marcará al niño, sino la percepción que este tendrá de su papel en esta
situación y su capacidad para reaccionar ante ello. Si emerge con la impresión de que él
es culpable, impotente y de que no vale para nada, estos sentimientos son los que lo
deprimirán. En cambio, si consigue sentirse no culpable, capaz de desarrollarse dentro
de la situación, de mejorar esta y de compensar lo que le falta, puede sacar de todo esto
una impresión de fuerza y de confianza.
Esta noción se hace más creíble aún cuando se comparan la infancia de graves
neuróticos y la de brillantes industriales. En los grupos de encuentro, me sorprendo
muchas veces ante la similitud de ciertas situaciones de la niñez. No son las mismas,
evidentemente, pero son numerosos los casos en que estos brillantes industriales tienen :
un padre o una madre que se suicidó y que no pueden encontrar un sólo momento feliz
en el transcurso de sus primeros años ; padres divorciados o muertos y que se han visto
arrastrados de un orfelinato a otro durante toda su infancia ; una carencia total de
recuerdos de haber sido abrazados por sus padres o, incluso, tenidos en sus brazos... Ya
que estos acontecimientos traumatizantes de la infancia pueden encontrarse en la vida

124
5.- Las relaciones en las organizaciones

de industriales prósperos, se puede deducir que no son los únicos que intervienen para
determinar la evolución del niño en su desarrollo hacia la adultez.
Este análisis nos lleva a pensar que, para iniciar verdaderos cambios en el
individuo, no es necesario concentrarse en los acontecimientos históricos traumatizantes
de su vida, sino más bien en la percepción que el individuo tiene de sí mismo. Esto nos
da, quizás, una pista para entender la eficacia de los métodos no verbales, del
psicodrama y de la fantasía.
La historia de Don Quijote es una de las más admirables y de las más fascinantes
de la historia de la literatura mundial. El poema citado al principio de esta obra fue
sacado del espectáculo : “El hombre de la Mancha”. El texto sugiere la relación que
existe entre esta historia de interés universal y el mecanismo del desarrollo del potencial
humano. “Soñar el sueño imposible” — dice Don Quijote —, “Vencer al enemigo
invencible” y supérate a ti mismo.
En la fantasía, el individuo experimenta algo o domina algo que no había podido
enfrentar hasta entonces. Rosa destruyó los ojos amenazantes ; Sally construyó un
puente imposible hacia su corazón ; Nora descifró su mensaje y Fran, después de una
lucha laboriosa, terminó por destruir el muro. Cada una inició la fantasía con la
convicción de que no podría realizar sus hazañas. Pero, gracias a un largo trabajo
emocional, con apoyo exterior, fueron capaces de alcanzar sus metas y de sentir la
realización de todo su ser. Soñaron el sueño imposible. La idea que ellas tenían de su
capacidad para solucionar el problema simbolizado en la fantasía fue transformada. Se
habían percatado del hecho de que su potencial a “ser más” rebasaba los límites de lo
que ellas creían que eran y esto fue lo que provocó este entusiasmo, esta fuerza y su
satisfacción. Fran, ahora, se lleva bien con las comidas pesadas y se muestra más abierta
hacia la gente. Rosa dice de sí misma “estoy dispuesta a intentar cosas nuevas, a
conocer a gente nueva, a ponerme a prueba... Tengo más jeta y menos miedo a la gente
y a las situaciones que no me son familiares”. Sally ha podido salir de su conflicto
relativo a su matrimonio y a su trabajo, actuar en consecuencia y sentirse más a gusto.
En cuanto a Nora, está dispuesta a aceptarse como joven mujer seductora y a entrar en
competencia con otras mujeres y afirmar su femineidad.
Se puede decir, más o menos, lo mismo de las experiencias no verbales. Nancy
ha podido, físicamente, salir de su bloqueo y Tom logró superar los sentimientos que
jamás había creído poder afrontar. Deborah se encontró con su padre, a pesar de su
miedo, y emergió más fuerte y menos culpable. John aceptó que lo levantaran y Harold
que lo golpearan ; entonces, los dos descubrieron que existían y que contaban para la
gente. (John : “Yo pienso que, para mí, todo el impacto del ejercicio reside en el hecho
de que se fijaran en mí, me tocaran y me levantaran...”). Evelyn hizo el vaivén en el
centro del grupo para descubrir que, después de todo, no era tan mala. Ellos, también,
hablan de un sentimiento de renovación. Nancy dice que puede dominar esta impresión
de molestia : “Me siento más femenina, más abierta, más espontánea... Me he metido en
cosas nuevas... He tomado algunas decisiones muy importantes... He hecho más cosas
que me dan placer.” Tom fue capaz de afrontar a sus padres y de comunicarles
verdaderamente su afecto. Deborah habla de una mayor facilidad para abordar el
problema de su padre : “Me gustaría verle si es posible, [pero] ya no siento ni esta
tensión ni esta angustia”. En cuanto a John, con una mejor idea de sí mismo, ha ganado
en audacia. Cuenta : “Me siento todavía un poco molesto para utilizar todas mis
capacidades, por miedo a ahuyentar a los demás. Esto es especialmente cierto en el
trabajo, pero pienso superar más a menudo este miedo.”

125
Joy

Por consiguiente, parece que estos métodos pueden ayudarnos en una nueva
experiencia de nosotros mismos, a enfrentarnos, con más eficacia, a nuestra impresión
de ser ineptos, fríos e insignificantes y a llegar a aceptarnos mejor, respetarnos y
amarnos a nosotros mismos.
Quizás deberíamos unirnos al Señor de La Mancha en lo él llama su Búsqueda
— “para alcanzar la estrella inaccesible”.

126
EPILOGO

La felicidad es el pleno florecimiento. Los métodos para alcanzar la alegría


progresan y ganan en eficacia. Desarrollamos medios para convertir nuestro cuerpo en
algo más vivo, más sano, más ligero, más fuerte, más flexible, menos cansado, más
grácil, mejor integrado. Conocemos otros para utilizar mejor nuestro cuerpo, sentir
mejor, funcionar más eficazmente, desarrollar nuestras cualidades y nuestra
sensibilidad, llegar a ser más imaginativos y más creativos, para sentir más y retener
durante más tiempo las impresiones. Cada vez más, podremos apreciar a los demás,
aprender a trabajar y a jugar con ellos, a amarlos y a luchar con ellos, a tocarlos, a darles
y a recibir de ellos, a estar contentos con ellos o a estar felices solos, a dirigirlos y a
seguirlos, a crear con ellos. También podemos aprender a hacer partícipes de nuestra
alegría a nuestras instituciones, nuestras organizaciones sociales y al “establishment”.
Podemos mejorar las instituciones, utilizarlas para incrementar y apoyar los progresos
individuales, reexaminarlas y reorganizarlas para lograr la realización del hombre en
toda su magnitud. Todo esto llegará. Todavía, nada de esto se halla presente, pero
estamos cada vez más cerca. Más cerca que nunca.
El miedo y la culpabilidad de Ethan han pasado. Parece muy absorto, sentado en
la ventana, mirando la noche. Laurie y Caleb lo levantan y Ethan levanta la mano.
¿Estos niños no saben que las estrellas son inaccesibles ? No. Creo que no saben nada
sobre eso. ¡Espera ! Parecen todos tan felices. ¿Qué tiene Ethan en la mano ? ¿Podría
ser que... ?
INDICE

PREFACIO ..................................................................................................... 3

PROLOGO ...................................................................................................... 5

1. LA BUSQUEDA ........................................................................................ 8
UN ORGANISMO BIOLÓGICO ....................................................................... 9
MÉTODOS PARA ALCANZAR LA ALEGRÍA ............................................. 12
2. EL CUERPO ................................................................................................ 15
LA RELAJACIÓN FÍSICA ............................................................................... 22
LEVANTÁNDOSE POR LA ESPALDA .......................................................... 24
GOLPEAR UN COJÍN ....................................................................................... 28
3. EL FUNCIONAMIENTO PERSONAL ................................................. 34
AUTOLIBERACIÓN ......................................................................................... 37
El juego de la fantasía ................................................................................... 39
La actitud del cuerpo ..................................................................................... 40
El doble ......................................................................................................... 41
Momento de soledad ..................................................................................... 42
LA ASOCIACION .............................................................................................. 42
La libre asociación ......................................................................................... 43
La esencia ....................................................................................................... 45
Tararear .......................................................................................................... 46
LA EXPRESION ................................................................................................. 47
Encuentro no verbal ....................................................................................... 48
Por parejas ...................................................................................................... 49
LA EVALUACION ............................................................................................. 49
Sentir con el cuerpo ........................................................................................ 51
La perseverancia ............................................................................................. 51
El dúo sin salida ............................................................................................. 53
Ya lo hemos hecho.......................................................................................... 54
LOS METODOS DEL PSICODRAMA Y DE LA FANTASIA ........................ 55
La pérdida de un ser querido .......................................................................... 55
La fantasía - El ensueño dirigido ................................................................... 61
4. LAS RELACIONES INTERPERSONALES .............................. 78
LA INTEGRACION O INCLUSION ................................................................. 81
Establecer contactos........................................................................................ 82
Nuevos nombres ........................................................................................... 86
Introducirse a la fuerza en el grupo .............................................................. 88
Deambular ..................................................................................................... 91
La comunicación no verbal - El dúo ............................................................. 93
El encuentro .................................................................................................. 96
Fantasía de grupo .......................................................................................... 98
EL CONTROL, EL DOMINIO .......................................................................... 104
La confrontación física ................................................................................. 105
Luchar empujándose el uno al otro ............................................................... 113
Buscar la salida ............................................................................................. 114
EL AFECTO ....................................................................................................... 117
Recibir y dar afecto ....................................................................................... 119
Roll and Rock (Rodar y Acunar) .................................................................. 123
5. LAS RELACIONES EN LAS ORGANIZACIONES .... 127
EDUCACIÓN Y PROBLEMAS ENTRE GENERACIONES .......................... 129
LA TERAPIA DE GRUPO CON TAREA ........................................................ 142
LOS PROBLEMAS INTERRACIALES ........................................................... 145
LAS RELACIONES FAMILIARES Y PRIVADAS ......................................... 147

EPILOGO ......................................................................................................... 151


INDICE .............................................................................................................. 152

131
1
REFERENCIAS

F. Lamaze, Qu’est-ce que l’accouchement sans douleur ? (¿Qué es el parto sin dolor?) Collection
“Savoir et connaître”, éd. La Farandole.
2
Esta teoría fue inicialmente expuesta en un libro publicado en 1.958 por Holt Rinehart, bajo el
título : FIRO : A Three Dimensional Theory Of Interpersonal Behavior. El libro ha sido reeditado
en una edición encuadernada por Science And Behavior Books bajo otro título : The Interpersonal
Underworld (577 College Avenue, Palo Alto, California). Existen varios cuestionarios que
examinan muchas ideas derivadas de la teoría FIRO. Fueron editados por la Consultating
Psychologists Press, Palo Alto (en la misma dirección anterior). Los cuestionarios y las teorías han
sido objeto de debate en Leaders Of Schools editado en 1967 por Teachers College Press.
3
L. Bradford, J. Gibb y K. Benne, T-Group Theory And Laboratory Method, Wiley, New York,
1.964, y E. Schein y W. Bennis, Personal And Organizational Change Through Group Methods,
Wiley, New York, 1.965.
4
“Training Group”
5
(Nota de la traductora francesa) Para un conocimiento más profundo de los grupos y de sus
diferentes técnicas, ver :
 H. M. Ruitenbeek, Les nouveaux groupes de thérapie (marathon, Gestalt, bio-énergie,
groupes de nus, groupes de drogués), Ed. De L’Epi, París, 1.973.
 J. Durand-Dassier, Groupe de rencontre — Marathon, Ed. De L’Epi, París, 1.973, y
Structure et psychologie de la relation, Ed. De L’Epi, Paris.
 G. Guelfand, R. Guenoun, A. Nonis, Les tribus éphémères, Ed. De L’Epi, París, 1.973.
 Connexions nº 1 Dynamique des groupes : les groupes d’évolution, Ed. De L’Epi, París.
 Ancelin Schutzenberger, Vocabulaire des techniques de groupe, Ed. De L’Epi, París,
1.971, y Précis de psychodrame, Ed. Universitaires, Paris, 1.970.
6
Existen numerosas organizaciones que ofrecen muchos cursos de Grupo de Encuentro o T-Group.
Entre las más activas podríamos mencionar :
 Esalen Institute, Big Sur Hot Springs, Big Sur, California 93920 Big Sur 2634. Director :
Michael Murphy.
 Western Behavioral Sciences Institute, 1121 Torrey Pines Road, La Jolla, California (714) 459-
3811. Director : Richard Farson.
 National Training Laboratories, 1201 16th Street, N. W. Washington D. C., (202) 234-4848.
Director : Leland Bradford.
 Kairos Wishing Well Hotel, Rancho Santa Fe, California, (714) 756-1123. Director : Robert
Driver.
 Graduate School of Business University of California, Los Angeles, California, (213) 272-8911.
Directores : R. Tannenbaum y J. Clark.
En Francia se pueden citar :
 Centre de Développement du Potentiel Humain, 154, Rue de Charenton, 75012 Paris.
 Centre d’évolution, 14, Rue des Saints-Pères, 75006 Paris.
 Groupe Français d’étude de Sociométrie, Dynamique des Groupes et Psychodrame, 14,
Avenue Paul-Appel, 75014 Paris.
 Insight, 64, Rue Condorcet, 75009 Paris.
Asimismo se puede pedir documentación en la A.R.I.P., 6 bis, Rue Bachaumont, 75002 Paris.
7
Ida Rolf, “Structural Integration”, Systematics, vol. 1, nº 1, junio 1.963. En sus comienzos, la
doctora Rolf fue influenciada en sus trabajos por M. Feldenkrais, Body and Mature Behavior,
International Universities Press, New York, 1.949.
8
Dr. Alexander Lowen, Physical Dynamics of Character Structure, Grune & Strtton, New York,
1.958, pp. 87– 94. Reproducción autorizada. Lowen fue muy influenciado por Wilhelm Reich. Ver,
por ejemplo, Character Analysis, Orgone Institute Press, New York, 1.949.
9
María Ebner, Connective Tissue Massage, Livingstone Ltd., Edinbourg, 1.962.
10
El “sic.” no aparece en la versión francesa ; sin embargo, en los tiempos que corren, nos parece
peligroso hacer esto en medio de una carretera llena de otros vehículos.
11
R. MacFadyen, See Without Glasses, Grosset & Dunlap, New York, 1.948
12
Para toda información adicional, escribir al Zen Center, 1881 Bush Street, San Francisco, 9,
California.
13
Bernard Gunther vive en el Instituto Esalen, en el Big Sur en California. Ha desarrollado la
técnica del “Despertar Sensorial”, cuyos métodos tienen como finalidad el aumentar el nivel de
consciencia corporal. Incluyen masajes de hora y media con el objetivo, igualmente, de despertar a
la persona sensorialmente y producirle placer.
14
F. Perls, R. Hefferline y P. Goodman, Gestalt Therapy, Dell, New York, 1964. Cf. Asimismo, F.
Perls, Sueños y Existencia, Terapia Gestáltica, Cuatro Vientos, Santiago de Chile 1.974
15
W. Gordon, Synectics, Harper, New York, 1961
16
(N. del T.) En otros países las mujeres pierden su único apellido de soltera al casarse, cogiendo en
ese momento el del marido.
17
Estos métodos han sido tratados por Silvan Tomkins en su interesante estudio Affect, Imagery,
Consciousness, Springer, New York, 1962.
18
Se puede leer una discusión interesante sobre el proceso de asociación en la obra de L. Kubie,
Neurotic Distortion of the Creative Process. Noonday Press (Farrar, Straus), New York, 1961.
19
En Synectics, de W. Gordon ( ver la nota 16 de la pág. 36), se encuentra una aplicación
interesante de la analogía para la solución de un problema industrial.
20
Famosa comedia musical americana de la cual se hizo una película.
21
En inglés : “I feel witty, oh so witty”.
22
En inglés : “I feel pretty”
23
En inglés : “ The Great Impostor”.
24
En inglés : “I’ll make up for everything the world has done to you”.
25
En el campo del psicodrama y del sociodrama, el trabajo de J. L. Moreno, pionero del género, ha
introducido varios enfoques compatibles, si no idénticas, a algunas de las que presentamos aquí.
Insiste en el hecho de que hace falta hacer, en otros términos representar, los sucesos, antes que
hablar de ellos pura y llanamente. El Instituto Moreno presenta demostraciones de esta técnica por
las tardes (236 West 78th Street, Manhattan). Se puede, igualmente, consultar la obra de J. L.
Moreno : Who Shall Survive? A New Approach to the Problems of Human Interrelations, Nervous
and Mental Disease Publishing Co., New York, 1934. (En francés : Les Fondements de la
Sociométrie, P.U.F., Paris, 1970, y Psychothérapie de Groupe et Psychodrame, P.U.F., Paris,
1965).
26
Que lo saben todo. Atribuible a Dios. (N. del T.)
27
Los métodos de la fantasía, poderosos y fascinantes, han sido desarrollados, en primer lugar, por
dos especialistas. En Alemania, Hanscarl Leuner de la Universidad de Göttingen ha trabajado sobre
la “proyección del símbolo sugerido”. Un artículo, que da una descripción de este método y que se
titula : “The Use of Initiated Symbol Projection in Psychotherapy” (El empleo de la proyección del
símbolo personal en psicoterapia), se encuentra en la Psychosynthesis Research Foundation, Room
314, 527 Lexington Avenue, New York, N. Y. 10017. También se puede encontrar “Le rêve éveillé
dirigé” (El ensueño dirigido), de Robert Desoille, que desarrolló su método en Francia. Desoille,
que ha muerto hace poco, explica con bastante detalle lo esencial de su teoría en su libro publicado
por P.U.F. en París.
28
Texaco es una petrolera americana que posee una cadena de restaurantes populares que se
encuentran en prácticamente todas las ciudades americanas. (N. d. T.)
29
El puente Golden Gate se encuentra entre la Bahía de San Francisco y el Pacífico (sic) y mide
aproximadamente 3 Km. (N. d. T.)
30
Puente suspendido entre Manhattan y Brooklyn pasando por encima del río East River. (N. d. T.)
31
Héroe del cuento “Santiago y el Gigante”, figura utilizada en publicidad por una marca de
guisantes en lata. (N. d. T.)
32
Montañas situadas en el Oeste de los Estados Unidos. Reserva de los indios Dakota. (N. d. T.)
33
Tienda india.
34
Ver nota 3, pág. 10
35
“Inclusión” podría traducirse por la “pertenencia a un grupo” o “integración en un equipo” por
oposición a “exclusión”. El “control” en el sentido de “control de una situación” se sitúa en la
variable “dominación / sumisión”. El “afecto” se sitúa en el campo de la afectividad.
Schutz distingue, para cada individuo y en cada campo, al que muestra una falta en alguna de
estas variables y al que la manifiesta demasiado. Por ejemplo, lo hiperpersonal y lo contrapersonal
en el campo del afecto ; lo hipersocial y lo hiposocial en el campo de la inclusión ; lo abdícrato y lo
autócrato en el campo del control.
36
Joyce y John Weir (California Institute of Technology) me enseñaron estos métodos, así como
algunos más que se centran en el movimiento corporal. También aprendí mucho de Robert
Tannenbaum (UCLA School of Business), Gene Sagan (San Francisco) y Hannah Weiner. Algunos
se ponen en práctica en los Personal Growth Laboratories (Laboratorios de Crecimiento Personal)
de los talleres de verano organizados por los National Training Laboratories de Bethel en Maine.
37
“Echar un pulso”.
38
Esta técnica ha sido descrita por Herbert Otto. Se utiliza una técnica parecida en el psicodrama.
39
Sic. (N de T de la versión castellana)
40
Existe una fuente excelente de información sobre las relaciones sociales en la obra de E. Schein y
W. Bennis “Personal and Organizational Change through Group Methods”, Wiley, New York,
1965, de cuya obra este relato se ha inspirado en gran cantidad.
41
Ver Virginia Satir :
 Terapie du couple et de la famille, Ed. de l’Epi, París (N. de T. versión francesa)
 “Nuevas Relaciones Humanas en el Núcleo Familiar” y “Terapia Familiar paso a paso”, Ed.
PAX, México (N. de T. versión castellana)
42
La vida en los EEUU adopta, a menudo, una forma comunitaria. Las personas se reúnen en el
barrio para debatir problemas relativos al sector geográfico donde viven (escuelas, seguridad, etc.).
(N. de T. versión francesa)
43
Young Men’s Christian Association : en castellano, Asociación Cristiana de Varones Jóvenes.
Esta asociación dispone de locales muy solicitados (salas de reunión, de deporte, piscina ...) y
ofrece actividades diversas (cursos, conferencias ...). (N. de T. versión francesa y castellana)

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