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1. Introducción
Toda planificación1 -ya sea de un curso, de una unidad o de una clase -supone la
aplicación de ciertas estrategias metodológicas, es decir la propuesta de determinados
caminos para llegar a la meta, que es siempre algún aprendizaje en los alumnos.
En este capítulo se tratarán las técnicas de conducción de clase más habituales; se deja
para otro capítulo una técnica de conducción característica de la enseñanza de la Filosofía a
lo largo de toda la Historia de la misma, que es el diálogo2
2.1. La exposición
P: ¿Por lo tanto, Ud. no está de acuerdo
con la clase magistral?
J.P.S.: Ah no, para nada. No hay nada
más tonto que el profesor que viene y dice
que va a hablar; que sabe acerca de lo
que va a hablar. Es un imbécil. En cambio
debemos intentar producir las cosas entre
todos, uno que conduce porque ha sido
nombrado para eso, porque ha estudiado
un poco, un poco más que los otros, pero
que se intente entre todos aclarar el
problema, buscar soluciones, investigar,
eso es lo único que vale. (SARTRE, 1980)
Como es posible apreciar en las palabras de SARTRE que encabezan este capítulo, la
exposición, asociada a la clase magistral, tras haber sido durante siglos el método por
excelencia de la enseñanza tradicional, recibió numerosas críticas que la responsabilizaron
por buena parte de los problemas de aprendizaje de los alumnos: se dijo que apuntaba a una
asimilación puramente verbal de información, a la memorización repetitiva de datos o
conceptos poco o mal comprendidos y que estaba completamente alejada de la experiencia
cotidiana de los alumnos. Ya NIETZSCHE atacaba a las clases magistrales de las
1
Cfr. el capítulo: “Diagnóstico y planificación”
2
Cfr. el capítulo: “Alcances y limitaciones del diálogo en la escuela secundaria”
2
universidades alemanas: “Una boca que habla, con muchos oídos que escuchan y con la
mitad de manos que escriben: éste es el mecanismo exterior de la universidad, ésta es la
máquina universitaria en actividad”.3(Citado por OBIOLS, en OBIOLS y FRASSINETI
DE GALLO, 1991: 97-100) Estas críticas, acertadas en buena medida, fueron retomadas
con especial énfasis por los investigadores enrolados en la corriente conocida como
pedagogía del descubrimiento, que sostuvieron que únicamente las ideas que uno mismo
descubre pueden ser comprendidas de modo significativo; por lo tanto, la enseñanza
expositiva es autoritaria, puesto que transmite información al modo y ritmo del docente, y
sólo tiene sentido para quienes ya conocen las ideas presentadas. Con estos argumentos y
otros similares, se anatematizó la enseñanza expositiva en todos los niveles.
3
Se recomienda la lectura del capítulo citado: “La exposición filosófica hegeliana” para ver una
ejemplificación de lo que ha sido una clase expositiva excelente en la historia de la Filosofía.
4
Para una revisión de la teoría de Ausubel, cfr. el capítulo: “Psicología cognitiva y enseñanza de la
Filosofía”.
3
Pero, en todo caso, puso énfasis en la función de la escuela como institución orientada
a la transmisión de cuerpos de conocimiento disciplinar (más que de métodos o actitudes) y
es aquí donde la exposición resultaría una estrategia adecuada. Naturalmente no se trata de
una reivindicación de la exposición entendida como una vuelta a la enseñanza tradicional,
sino del requisito de ciertas condiciones que permitan evaluar la pertinencia de su empleo
como estrategia educativa, especialmente en tanto debería estar orientada a facilitar un
aprendizaje por recepción significativo, y no una mera memorización repetitiva de
contenidos.
a. Como cualquier otra técnica de enseñanza, supone un cuidado por el ritmo que
no vuelva la clase excesivamente aburrida para los alumnos más aventajados, ni
imposible de seguir para los alumnos más lentos.
se tome en cuenta la luz que los filósofos, inclusive los del pasado, pueden
arrojar sobre nuestro presente. En resumen, que más que una exposición sobre
Filosofía, se trate de una exposición filosófica, en la que aquellas habilidades de
pensamiento crítico, cuestionador de supuestos y racionalmente fundamentado
que caracterizan a la Filosofía se manifiesten en la misma práctica docente.
a. Por último, aunque pueda parecer obvio, cabe señalar que exposición no
equivale a monólogo. En efecto, si bien el peso mayor de esta técnica de
conducción recae en el docente, la exposición debe incorporar la posibilidad
del diálogo. Es preciso mantener una actitud abierta que estimule las preguntas
del auditorio. También es recomendable intercalar preguntas genuinas desde el
docente, no sólo con la función de evaluar el nivel de comprensión de los
estudiantes, sino de generar las condiciones para una auténtica experiencia
filosófica del preguntar, y no clausurarla desde la misma presentación de los
problemas o las tesis filosóficas.
Para concluir, parafraseando las palabras de SARTRE que fueron citadas al comienzo,
se puede decir que en toda exposición que pretenda ser significativa se debería apuntar a
“producir las cosas entre todos, uno que conduce porque ha sido nombrado para eso,
porque ha estudiado un poco, un poco más que los otros, pero que se intente entre todos
aclarar el problema, buscar soluciones, investigar, eso es lo único que vale”
A menudo, los alumnos que no están acostumbrados a esta metodología - sobre todo
los de escuela secundaria - presentan resistencias y formulan sugerencias al profesor tales
como: “¿Por qué no contestamos la guía todos juntos?”, o “¿Por qué no contesta Ud. las
preguntas desde el frente?” o “Me resulta mucho más claro el texto cuando Ud. lo explica”.
Estas sugerencias, propias del momento de la pretarea 7, no deben inquietar al profesor,
llevándolo a modificar la actividad prevista; la mayoría de los alumnos de los últimos años
de la escuela secundaria, que están en plena adolescencia, no han comprendido aún los
beneficios de elaborar un tema por sí mismos, de armar cuadros o esquemas propios al leer
un texto, dado que en muchas materias aún se les exige un mero ejercicio de la memoria y
esto les resulta más fácil y les lleva menos tiempo que lo anterior (resistencia al cambio).
Las guías de estudio que se utilizan en el estudio dirigido pueden satisfacer varios
objetivos:
hacer que los alumnos relacionen dos o más textos entre sí para lo cual se
apuntará, a través de los ejercicios, a señalar semejanzas y diferencias entre
autores, a destacar los términos del vocabulario comunes a todos, a seguir el
hilo de la polémica entre ellos si son filósofos que tienen posiciones
antitéticas.
lograr que los alumnos apliquen las nociones centrales de ese texto a la
realidad para lo cual será conveniente formular ejemplos que ellos tengan que
analizar o bien pedirles ejemplos personales del tema en cuestión.
7
Cfr. el capítulo “El grupo de clase”
7
Cada uno de esos objetivos puede correlacionarse con una determinada etapa del
aprendizaje aunque ninguno de ellos esté invariablemente unido a una etapa y sólo a ella.
Dado que el material audiovisual, por ejemplo, resulta muy atractivo para el adolescente
actual, acostumbrado a ese tipo de lenguaje, puede usarse acompañado de una guía en la
etapa de motivación. En la etapa de elaboración del aprendizaje puede recurrirse a distintas
guías de lectura que analizan cada una de ellas un texto en particular; en la de fijación es
posible proponer aplicaciones de los temas a la realidad y, finalmente en la de integración,
pedir relaciones entre distintos textos.
*0 Los ejercicios de las guías deben ser variados ya que cada uno de los
objetivos señalados puede desglosarse en una cantidad mayor de objetivos de habilidades
(por ejemplo, para leer en forma comprensiva es necesario saber subrayar un texto, poner
títulos a los párrafos, formular preguntas marginales.)8
*1 Los alumnos deben conocer los objetivos de la guía con la que están
trabajando, ya que sólo sabiendo el para qué de la tarea ésta se tornará plenamente
significativa.
*2 Las consignas deben ser claras y lo más explícitas que sea posible; de lo
contrario, los alumnos se verán bloqueados y la etapa del aprendizaje en la que se incluyó la
guía no podrá cumplirse en forma satisfactoria.
Considérense ahora algunos de los verbos que se usan habitualmente en las consignas
de las guías de estudio. ¿Tiene bien claro el/la profesor/a lo que pretende que le respondan
los alumnos? Muchos de esos términos parecen obvios por ser muy familiares pero quizá, en
algunos casos, se tienda a confundir determinados verbos y a veces no se sepa muy bien qué
respuestas aceptar y cuáles rechazar entre las que proporcionan los alumnos. Procure Ud.,
lector, proponer el significado de cada palabra o frase de la lista que sigue y luego controle
en las páginas … sus aciertos y errores:
Otro punto al que se hizo referencia antes es el encuadre que el profesor debe dar
antes de empezar a trabajar. ¿Qué conviene señalar al respecto cuando se trata de guías de
estudio?
A. Tema.
B. Texto que se adjunta.
C. Objetivos.
D. Tiempo para su realización.
E. Modalidad de trabajo.
E.a. individual o grupal
E.a.1. si es grupal, con grupos preformados o espontáneos.
E.b. con entrega al profesor o sin entrega al profesor.
E.b.1. en el primer caso, en qué momento: al finalizar esa clase o en
una posterior.
E.b.2. cuántas: una por grupo o una por alumno.
E.c. con consultas a un diccionario filosófico y/u otro texto o sin consultas.
E.d. con puesta en común final oral o sin ella.
E.d.1. en el primer caso, con lectura parcial o total de conclusiones
por grupo.
Unidad: Etica
STUART MILL, J. (1980), El utilitarismo, Buenos Aires, Aguilar, cap. II, pp.
28-44
Guía para el análisis del texto
1. Distinga en el texto: supuestos, argumentos y contraargumentos, subrayando
c/u con un color diferente y aclarando la convención usada.
4. Compare lo que sostiene Aristóteles respecto del bien con lo que sostiene Mill.
Unidad: Ética
A partir de la lectura del capítulo VI, § 8 y 9 del libro A.P. CARPIO (1974),
Principios de filosofía, Buenos Aires, Glauco, realice las siguientes tareas:
Medios
1.Bienes = fines
finales Bien Supremo = Fin Último
2.1.
2. Características
del Bien Supremo
Felicidad 2.2.
3.1.1.
3.1. es el placer: hedonismo
Arist. la rechaza porque
3.1.2.
3.2.3.
4.1. consisten en
9
Esto no implica de ningún modo que se las deba imitar servilmente; por el contrario, deberán obrar como disparadores
de la capacidad creativa de los lectores que sabrán elaborar guías nuevas que reflejen modos diferentes de abordar el
material siempre rico y polémico del quehacer filosófico.
10
características
4. Virtudes
4.2.1. éticas: 4.2.1.1.
se dividen en 4.2.1.2.
4.2.1.3.
4.2. se 4.2.1.4.
dividen en
características
4.2.2.dianoéticas 4.2.2.1.
se dividen en 4.2.2.2.
4.2.2.3.
“Para el estatuario, para todo artista y en general para todos los que producen
alguna obra (...) el bien y la perfección están al parecer en la obra especial
que realizan; en igual forma, el hombre debe encontrar el bien en su obra
propia, si es que hay una obra especial que el hombre deba realizar. Y si el
albañil, el zapatero, etc. tienen una obra especial, ¿será posible que el
hombre como tal no la tenga? (...) O más bien, así como el ojo, la mano, el
pie y en general toda parte del cuerpo llenan evidentemente una función
especial, ¿debemos creer que el hombre, independientemente de esas
funciones, tiene una que le es propia? Pero, ¿cuál puede ser esa función?
Vivir es una función común al hombre y a las plantas y aquí sólo se busca lo
que es especial exclusivamente del hombre. En seguida viene la sensibilidad
pero esto se muestra a su vez igualmente en todo animal lo mismo que en el
hombre. Resta pues la vida activa del ser dotado de razón.”
D. En el siguiente ejemplo:
*3 señale cuál es el fin final del protagonista y marque tres fines medios;
*4 relacione las nociones de fin y de bien a través de dos de los fines
señalados:
“San Martín llegó a Buenos Aires en 1812 deseando unirse a las luchas por la
independencia de nuestro país; organizó el regimiento de Granaderos a caballo
11
con el cual alcanzó su primera victoria en San Lorenzo. Fue designado jefe del
Ejército del Norte y en 1814 pasó a Mendoza donde concibió el vasto plan de
la independencia de Chile y Perú. En Mendoza creó el Ejército de los Andes
que atravesó la Cordillera en enero de 1817 y luego de un triunfo sobre las
tropas realistas en Chacabuco entró en Santiago. En 1818 consiguió la
decisiva victoria de Maipú que selló la independencia de Chile. Más tarde
organizó la expedición al Perú y entró en Lima en 1821, proclamando la
independencia de ese país.
Siempre que San Martín intervino en batallas marchó al frente de sus soldados
sin amedrentarse pero sin arriesgar innecesariamente la vida de aquéllos.”
G. Complete el siguiente cuadro sobre las partes del alma según Aristóteles:
Así valorizan los autores al grupo de clase como un elemento clave en el aprendizaje
escolar. Se podría añadir que esta fuerza del grupo debe ser canalizada de manera orgánica
hacia objetivos claros para ser fructífera; de lo contrario, se corre el riesgo de que adopte
formas caóticas que diluyan su efectividad.
Al respecto, cabe decir que las dinámicas grupales aparecen justamente como modos
de organizar y desarrollar con eficacia las actividades de cualquier grupo.
Para abordar el tema en forma ordenada se hará referencia en primer término a las
técnicas grupales en general, señalando: A. cuál es su fundamento pedagógico, B cuáles son
sus ventajas, C. con qué etapas del aprendizaje se pueden relacionar, D. qué objetivos
pueden satisfacer, E cuáles son los principios básicos de su utilización y F cómo se las
clasifica. Finalmente, en G. se tratará su posible aplicación al estudio filosófico.
10
Este parágrafo constituye una nueva versión del capítulo XVI: “Las técnicas de dinámica grupal: su
aplicación al estudio filosófico”, de M. FRASSINETI de GALLO, en OBIOLS y FRASSINETI de
GALLO, op.cit..
12
Se relacionan con una concepción de la educación que enfatiza el papel activo del
alumno, considerando que su rasgo intelectual más importante es la capacidad para resolver
situaciones nuevas - para plantear problemas, buscar datos, organizarlos y lograr soluciones
- y que tiene un enfoque fundamentalmente dinámico de la cultura, de modo que se torna
más valiosa una adecuada metodología de aprendizaje que una información abundante que
puede desactualizarse. En esta concepción de la educación se modifican los roles del
profesor y de los alumnos. El primero, de ser eminentemente activo en tanto portador de
información y evaluador, pasa a ser alternativamente activo y pasivo en tanto guía, asesor,
experto, supervisor, observador, entrenador de habilidades y evaluador. Los segundos, de
ser casi exclusivamente pasivos, en tanto receptores y repetidores de información, pasan a
ser activos en tanto elaboradores, voceros, expertos, y observadores.
Torbellino de ideas oral, que consiste en formular una pregunta e incitar a que
los miembros del grupo respondan a ella de manera puntual, espontánea y rápida;
luego se registran en el pizarrón las respuestas obtenidas en orden de aparición y
finalmente se las va ordenando siguiendo algún hilo conductor.
11
Para una explicación de cada una de las técnicas anteriores se sugiere consultar la bibliografía citada en este capítulo;
solo algunas de ellas serán analizadas en este apartado.
14
Las tres dinámicas anteriores se pueden utilizar al plantear los siguientes problemas:
A B C D A1 B1 C1 D1
1 1 1 1 1 2 3 4
2 2 2 2 1 2 3 4
3 3 3 3 1 2 3 4
4 4 4 4 1 2 3 4
Primera parte Segunda parte
Se puede utilizar para analizar en poco tiempo distintos textos sobre un mismo
tema; por ejemplo, en una unidad introductoria, se pueden utilizar textos relativamente
breves sobre qué es la Filosofía.
Estas dos últimas dinámicas pueden utilizarse por ejemplo, para exponer los
informes realizados durante la aplicación de la técnica de seminario.
Finalmente, las dinámicas grupales, en tanto son instrumentales, pueden ser eficaces
sólo en la medida en que se las aplique correctamente y de ningún modo pueden ser vistas
como la panacea universal en materia educativa. No se logrará con ellas aprendizaje alguno
si no se tienen claros los objetivos que se persiguen, si no se pautan muy bien las
actividades, los tiempos de cada una y los modos de evaluación y si no se adecuan las
técnicas a los contenidos que integran la planificación. Una implementación errática de las
mismas sólo conduce a su desprestigio; por otra parte, una implementación muy rígida
puede llevar a intentar calzar a ciertos grupos en un lecho de Procusto con decepcionantes
resultados. Es necesario recordar que hay dinámicas como la de debate que requiere un
grupo entusiasta, otras como la de seminario que requiere un cierto nivel de entrenamiento
en consulta de bibliografía y preparación de informes y otras, finalmente, como las de role -
playing y jurado 13 que requieren un cierto “caldeamiento” previo y cohesión interna del
grupo. Sintetizando lo anterior, puede decirse que hay dinámicas para ciertos temas, para
ciertos grupos y para ciertos profesores y quizá no para otros.
3. Conclusiones
Después de analizar las distintas técnicas de conducción de clase se puede concluir que
lo más deseable es que el profesor no recurra siempre a la misma sino que pueda variar en
función del grupo, de la temática y aun de sus propias preferencias. Al respecto, no existen
recetas respecto de cuándo utilizar una u otra y es el docente mismo quien debe, a partir de
su propia reflexión, de un adecuado diagnóstico del grupo y de sus conocimientos de los
temas de la asignatura, decidir cuál de ellas es conveniente aplicar en un determinado
momento y, si se trata de dinámicas grupales, dentro de todas las posibles, cuál sería
deseable elegir.
Luego será conveniente evaluar lo ocurrido en las distintas situaciones de clase para
tomar nuevas decisiones en el futuro, teniendo siempre como meta que los alumnos
17
aprendan del mejor modo posible. “El niño, decía Montaigne – y se podría extender al
adolescente, no es una botella que hay que llenar sino un fuego que es preciso encender”.
(MONTAIGNE, citado en SAVATER, 1997: 6)
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO
Soluciones a la tarea propuesta en la página….:
4. Dé una o más cualidades de... (por ejemplo, califique como verdadera o falsa
esta proposición, como correcto o incorrecto este razonamiento).
6. Incluya dentro de una clase o conjunto a uno o varios objetos (por ejemplo, se
pueden clasificar enunciados, conceptos, razonamientos, etc.)
8. Compare dos objetos (cualidades, etc.) que tienen propiedades opuestas y para
cada una de esas propiedades en uno, señale la opuesta que tiene el otro.
10. Proponga todas las características esenciales y sólo ellas de un objeto o clase
de objetos. En la definición, definiens y definiendum tiene que ser equivalentes.
13. Haga una representación gráfica de un objeto o situación (puede utilizar por
ejemplo, flechas) para organizar las ideas centrales de un texto.
14. Proponga un caso singular que ilustre lo que Ud. afirma teóricamente. Esa
ilustración puede ser a su vez gráfica (mediante dibujos) o verbal (mediante palabras).
18. Decida acerca de ... (por ejemplo, si una proposición es verdadera o falsa, si
un razonamiento es correcto o incorrecto, o bien si un fragmento pertenece a un autor o a
una obra determinada, etc.)
19. Emita un juicio valorativo del tipo que se le pide (o que se supone se le
pediría en ese contexto). Por ejemplo, se puede evaluar la calidad de una teoría, su
profundidad, la adecuación de un argumento, la calidad de una película, etc.
21. Descubra lo que está escondido y diga qué es (en general se hace referencia a
supuestos). La tarea de explicitar supuestos es típicamente filosófica.
23. Dé un vistazo rápido a un material determinado como para lograr una primera
aproximación al mismo. “Explorar un libro”, por ejemplo, supondrá mirar la tapa, la portada,
el índice, el prólogo, el epílogo, y hojear rápidamente el cuerpo del texto.
24. Diga con sus palabras, o en forma literal, las ideas más significativas
relacionadas con el tema propuesto. (Por ejemplo: exponga la ética kantiana).
25. Proponga una (o varias) afirmación(es). (Por ejemplo, formule una hipótesis,
una respuesta, una teoría). Se diferencia de “plantee” en que con este verbo se está pidiendo
una pregunta (por ejemplo, plantee un problema, una duda, etc.).
19
26. Proponga razones que avalen lo que afirma o niega. Significa lo mismo que
“justifique”. En Filosofía no se considera adecuado fundamentar mediante ejemplos, lo que
en cambio puede ser aceptado en Historia, sino que se lo debe hacer mediante argumentos o
bien hipótesis confirmadas.
27. Se utiliza como consigna cuando se proponen dos listas de conceptos que hay
que unir con flechas. Debe aclararse si la correspondencia entre ellos es biunívoca (de uno a
uno) o no lo es.
29. ver 14
30. Proponga una situación ficticia pero que no contradiga los datos que Ud.
posee. (Por ejemplo, imagine el diálogo del prisionero liberado, en la alegoría de la caverna,
con un compañero de cautiverio). Puede usarse “suponga”.
34. Tiene dos significados. En lógica simbólica quiere decir “pase del lenguaje
simbólico al lenguaje corriente”. En otros contextos, “proponga el significado que Ud. cree
que tiene”. La interpretación, en este caso, tiene una connotación subjetiva.
35. Ordene, o sea, enumere con un criterio determinado - en este caso, poniendo
en primer lugar lo más importante. En otras formas de ordenación se puede ir de mayor a
menor o viceversa, como en el caso de la comprensión y la extensión de los conceptos.
41. En este caso puede ser interesante aclarar qué tipo de cuadro se puede
proponer. Los más importantes son los cuadros sinópticos, que se usan sobre todo en
clasificaciones y los de doble entrada que sirven para comparar objetos, ideas, teorías,
cualidades, etc. Hay que recordar que un cuadro sinóptico bien hecho debe poder leerse de
izquierda a derecha y de derecha a izquierda y que un cuadro comparativo o de doble
entrada exige simetría en su construcción, esto es, que a cada aspecto señalado en el objeto
1 le corresponda otro aspecto del mismo tipo, ya sea semejante o diferente, en el objeto 2.
42. Sustituya un término, una proposición, etc. por otra. (Coloque una en lugar
de la otra).
45. Acorte un texto proponiendo las ideas principales y secundarias del mismo en
el orden en que las dio el autor.
46. En lógica simbólica significa “pase del lenguaje corriente al lenguaje lógico”.
Puntaje
Si acertó entre 40 y 50, ya puede ponerse a hacer una guía de estudio filosófico.
Si acertó entre 30 y 40, relea las respuestas una o dos veces antes de hacerla.
Si acertó menos de 30, lea las respuestas en forma minuciosa antes de hacerla.