Está en la página 1de 4

REPONE APELANDO EN SUBSIDIO.

S. J. L en lo Civil (1°).-

EUGENIO RIVAS GALLEGUILLOS, Abogado, por la parte demandada en estos


autos indemnizatorios ordinarios caratulados, “ROBLES con DIAZ”, cuaderno de medida
precautoria, ROL C-712-2016, a US, respetuosamente digo:

Que vengo en deducir recurso de reposición en contra del “auto” de fojas 20 de


fecha 26 de Septiembre del corriente, resolución que proveyendo presentación de la
contraparte de fecha 21 de Septiembre del mismo año, concedió sin previa notificación,
medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos sobre bien inmueble de
propiedad de mi mandante, conforme los siguientes fundamentos de hecho y derecho que
seguidamente paso a exponer:

I.- IMPROCEDENCIA DE MEDIDA PRECAUTORIA DECRETADA.


AUSENCIA DE LOS REQUISITOS LEGALES QUE PROCESALMENTE DEBEN
CONCURRIR PARA SU OTORGAMIENTO.

La medida precautoria decretada en autos es la del número 4 del artículo 290 del
Código de Procedimiento, esto es, “prohibición de celebrar actos o contratos sobre
bienes determinados”, la cual ha sido decretada en la causa respecto del inmueble de
propiedad de mi representado inscrito a fojas 988 vuelta número 520 del Registro de
Propiedad del Conservador de bienes Raíces de esta ciudad.

De acuerdo a la doctrina y la Jurisprudencia, los requisitos legales que deben


concurrir copulativamente para que el Tribunal pueda decretar en el proceso una medida
cautelar de esta naturaleza, son fundamentalmente los siguientes, requisitos que como
pasamos a explicar a continuación, no se cumplen en la especie respecto de la precautoria
decretada por el Tribunal de SS:

a).- Que se especifique la especie o tipo de actos y contratos cuya prohibición se


solicita, teniendo presente que tal como lo ha señala la Jurisprudencia de la Corte de
Apelaciones de la Serena, “no basta una referencia genérica de los actos o contratos, sino
que es menester, detallar y señalar los actos o los contratos cuya ejecución o celebración
se le prohibición al demandado sobre los bienes objeto de la cautelar.

La razón de ello, obedece a los actos y los contratos tienen una connotación jurídica
determinada, que los diferencian entre sí.
En efecto, el artículo 290 del C de P.C, habla de “ACTOS O CONTRATOS”. La
palabra “acto” denota a la expresión acto jurídico que tradicionalmente se le definido
como: “la declaración de voluntad hecha con la intención de crear, modificar o extinguir
derechos”, expresión que abarca tanto a los actos unilaterales como a los bilaterales, sean
convenciones o contratos, a menos que el tenor de la disposición o la naturaleza de las
cosas lo limiten solamente a las convenciones o los contratos. En el C de P.C la situación
no es diversa; por tanto, en la palabra acto que emplea el artículo 296 se incluyen tanto los
actos patrimoniales y los de familia, los unilaterales (por ejemplo, el testamento) y los
bilaterales (el pago y la tradición, por ejemplo), etc.

En consecuencia, el solicitante “debe indicar con toda precisión cual es el acto o


contrato que desea que el demandado no ejecute o celebre. No es suficiente entonces, pedir
genéricamente esta medida cautelar respecto de todos los actos o contratos que pueda
realizar el deudor, sino que el actor debe individualizar el acto o contrato en cuestión”.
(Corte de Apelaciones de La Serena, Fallos del mes, N° 300, 2004, página 652). (Negrita,
subrayado y cursiva, es nuestro).

La doctrina nacional, también se encuentra conteste en este primer requisito que


debe cumplir la medida cautelar decretada en autos.

En efecto, el autor MARIO CASARINO, señala: “El legislador, al establecer esta


medida precautoria, emplea la frase amplia y genérica, de “prohibición de celebrar actos
o contratos”. Por ello, la parte demandante, al solicitar la medida precautoria de
prohibición, tendrá que expresar concretamente que clase de acto o contrato desea que
prohíba celebrar al demandado; o, por el contrario si estima que la prohibición debe ser
amplia, esto es, no circunscrito a la celebración de determinados acto o contratos. En la
práctica, las mas común es la prohibición de gravar y enajenar bienes determinados”.
(Casarino Viterbo Mario, Manual de Derecho Procesal. Tomo III, quinta edición, pagina
394, año 1994. Editorial Jurídica de Chile).

Del propio texto de la solicitud de la cautelar, especialmente del petitorio de la


presentación, queda en evidencia que la medida precautoria requerida, no cumple
claramente con este primer requisito, habida consideración, que en esta parte el actor, se
limita solamente a solicitar al Tribunal que se decrete sobre el inmueble de propiedad de mi
representado.

En efecto, el actor en esta parte se limita a señalar que el Tribunal, “se sirva
decretar como medida simplemente precautoria, de prohibición de celebrar actos y
contratos sobre el inmueble individualizado supra y ordenar su inscripción en el Registro
de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar del Conservador de bienes Raíces de
Ovalle…………………………………”.
No se precisa ningún acto y contrato cuya ejecución se prohíba celebrar al
demandado, como seria por ejemplo: la prohibición de gravar y enajenar el inmueble,
razón por la cual, la medida se tornaba de suyo improcedente al no cumplir con este primer
requisito elemental.

b).- Que exista un periculum in mora, consistente en este caso concreto en que “las
facultades del demandado”, conforme el artículo 296 del Código de Procedimiento Civil,
“no ofrezcan suficiente garantía para asegurar el resultado del juicio”., toda vez que el
inmueble que fue objeto de la medida precautoria, no es un bien que es objeto del juicio.

El cumplimiento de este requisito, lo exige expresamente la letra del artículo 296 del
C de P.C, y consiste en que la solvencia del deudor sea precaria, en otras palabras, que las
facultades económicas del demandado, no sean suficientes para responder de los resultados
del juicio, ya que el bien que ha sido precautoriado por resolución del Tribunal, NO ES UN
BIEN OBJETO DEL JUICIO, como seria en un juicio reivindicatorio, razón por la cual,
al tratarse de un bien que no guarda relación algún con el pleito principal o la acción
instaurada, el cumplimiento de este requisito es fundamental para conceder la medida
cautelar de prohibición.

Este requisito, tampoco se cumple en la especie, por la sencilla razón, que el


demandante, no ha acompañado a la solicitud de medida precautoria, ningún
antecedente que dé cuenta que las facultades del demandado son insuficiente, como
seria por ejemplo: (protestos, existencia de juicios ejecutivos de cobro de pesos, bienes
embargados por resolución judicial, certificado de dicom, deudas con casas comerciales,
bancos o instituciones financieras, cobro de impuestos, etc).

El demandante, se limitó, simplemente a acompañar antecedentes que dicen relación


con presupuesto de los daños del vehículo del actor, certificado de vigencia de los
vehículos de las partes, dominio vigente del inmueble de mi representado, consulta de
situación tributaria del hijo de mi mandante (que por de pronto no es parte del juicio) .

Ninguno de estos antecedentes dan cuenta que la situación patrimonial de mi mandante es


deficitaria o paupérrima como para responder de los resultados de un juicio, que
difícilmente pueda prosperar en su favor, si no está establecida en forma previa al juicio
civil materia de este proceso, la RESPONSABILIDAD INFRACCIONAL de alguno de
los conductores involucrados en el accidente, debiendo esperar el veredicto de la judicatura
penal que esta avocada al conocimiento de la responsabilidad penal por la lesiones que
afectaron a las partes por la colisión, debiendo el ministerio publico determinar la dinámica
del accidente y la causa basal del mismo.
En definitiva, al igual que en la retención el demandante debe acreditar Prima facie
por qué motivo las facultades económicas del demandado no ofrecen suficiente garantía
para asegurar el resultado del juicio, en caso contrario, el tribunal debe rechazar su petición.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 181, 290,


296 297, y 301 del C de P.C,

RUEGO A US, tener por interpuesto recurso de reposición en contra de la


resolución de fojas 20 de fecha 26 de Septiembre del corriente, resolución que concedió sin
previa notificación, medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos sobre
bien inmueble de propiedad de mi mandante inscrito a fojas 988 vuelta número 520 del
Registro de propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Ovalle, correspondiente al año
1986, dejarla sin efecto, y por consiguiente, negar lugar a la medida precautoria de
prohibición celebrar actos y contratos sobre dicho bien, por improcedente por ausencia de
los requisitos legales del artículo 296 del C de P.C, disponiendo su alzamiento del Registro
de Interdicciones y prohibiciones de enajenar del C.B.R de Ovalle.

EN SUBSIDIO, apelo en contra de la referida resolución para y ante la Ilustrísima


Corte de Apelaciones de la Serena, por los mismos fundamentos y peticiones contenidas en
la reposición, los cuales por razones de economía, y conforme el artículo 189 del C de P.C,
damos por reproducidos.

También podría gustarte