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El Nacionalismo Musical Argentino

Javier Ignacio Mingrone

Nota Preliminar

Durante toda la historia, toda sociedad que se fundó sobre si misma ha


desarrollado con el tiempo su propia identidad, los elementos de los cuales son
quienes son y no son otros. Pero el motor nunca fue otra cosa que un profundo
sentimiento de apego especial, de pertenencia. Ese sentimiento creador de la
genuina identidad propia, es el germen del nacionalismo.
Una sociedad, un país, un pueblo y una persona, comparten unas cualidades en
común, y al menos una de ellas, sea pensado así sus ejemplos desde el macro al
micro, es la misma; la necesidad de expresión propia. Cuando encuentra su lugar
para tomar vida y desarrollarse, crecer, comienza a definirse la cara de dicha
identidad, de su cultura.
La expresión no siempre está hecha de elementos cien por ciento provenientes de
dicha sociedad, existen miles de ejemplos en todo el mundo, como sucede con el
tango, en que las expresiones artísticas son una creación original pero forjada a
partir de elementos extranjeros que al influenciar encontraron su lugar allí, en una
particular mixtura, pero traídos desde otro lado, y es algo a tener en cuenta
cuando se genera el proceso de transición de revalorización de la música nacional
en contraposición de las vanguardias extranjeras dominantes hasta el momento.
Tampoco hay que olvidar que la palabra nacionalismo tiene implícita una carga de
"institucionalidad", dicho de manera simple; se trata de algo que tuvo que haber
sido ordenado, formalizado y establecido, hasta incluso puede suceder como algo
que remarque los términos de normalidad de costumbres y cultura. Tiene que
poder ser enseñado. No se puede descartar que un punto crucial en la historia
argentina fue la colonización del territorio y posterior fundación del país, (momento
en el que entonces el mundo atravesaba una expansión territorial política). Antes
de esto, las sociedades originarias del territorio ya tenían su propia expresión
genuina, su propia institución por así decir, y es de ellas que muchos y muy
cruciales elementos de la música argentina están integrando hasta hoy en día el
eje troncal de su folclore, tanto en el aspecto técnico como en lo antropológico,
como las leyendas, otros elementos fueron descartados desde un principio. Pero
esto ya es otro tema...
El nacionalismo musical en el mundo
Surgió a mitad del siglo XIX en Europa, la piedra angular del movimiento fue la
reafirmación de los valores esenciales de cada nación mediante su música popular
o folclórica, en países que hasta ese momento habían estado al margen de la
evolución musical, no porque no se haya desarrollado en ellos, sino más bien por
el daño moral que habían sufrido en competencia con las vanguardias del imperio
de la música italiana, en el caso de España, o las influencias globalizadoras de
Francia, en el caso de Rusia. La razón del movimiento fue una manifestación
artística a partir de una ideología. No fue diferente en verdad al Romanticismo
predominante, en ese entonces se había prestado atención a las leyendas
populares, al folclore e incluso a la melodía de carácter popular, solo que se daba
en los países que llevaban el liderazgo musical, nada se oponía a que esta
ideología fuera practicada con más fuerza en países donde, además, podía
constituirse en un fiel reflejo de aspiraciones políticas de tipo nacionalista.
Otra personalidad de renombre es el español Manuel de Falla (Manuel María de
los Dolores Falla y Matheu, 23/11/1876 – 14/11/1946). Alumno de Felipe Pedrell y
virtuoso músico desde su infancia, impartió una prolífica carrera como compositor
pero no tan productiva como sus pares contemporáneos. Su obra fue de gran
influencia para los artistas argentinos, El amor brujo y el ballet El sombrero de tres
picos son de las más renombradas. Su estilo fue evolucionando desde el
nacionalismo folclorista, inspiradas en temas, melodías, ritmos y giros andaluces o
castellanos, hasta un nacionalismo que buscaba su
inspiración en la tradición musical del Siglo de Oro español,
un período de florecimiento del arte y la literatura en España,
que coincidió con el auge político declive de la dinastías de
Austria. La última etapa de su vida fue su exilio en Argentina,
en Alta Gracia, Córdoba, a raíz de la guerra civil franquista y
su creciente problemática de salud.
Hasta hoy en día, el nacionalismo musical argentino continua
desarrollándose y en muchos estilos. La estética y técnica en
los últimos 100 años no ha hecho más que evolucionar y
definirse a sí misma. Manuel de Falla
El fenómeno y sus actores se dieron en los países;
 Rusia  Checoslovaquia
Mijaíl Glinka (1804-57) Bedřich Smetana (1824-84)
Grupo de Los Cinco; (Mili Balákirev, Antonín Dvořák (Nelahozeves, 1841
César Cuí, Modest Músorgski, Nikolái - Praga, 1904)
Rimski-Kórsakov y Aleksandr
Leoš Janáček (1854-1928)
Borodín.)
 Polonia  España
Frédéric Chopin (1810-1849) Isaac Albéniz (1860-1909)
Stanisław Moniuszko (1819-1872) Enrique Granados (1867–1916)
 Hungría Joaquín Turina (1882-1949)
Béla Bartók Manuel de Falla (1876-1946)
Zoltán Kodály  Reino Unido
Joseph Parry (1841-1903)
 Noruega
Charles Villiers Stanford (1852-1924)
Edward Grieg (1843-1907)
Alexander Mackenzie (1847-1935)
 Finlandia
 Estados Unidos
Jean Sibelius (1865-1957)
Charles Cadman (1881-1946)
Arthur Farwell (1872-1952)

El caso latinoamericano
América Latina tiene una tradición musical que se remonta a sus orígenes étnicos,
continúa con su evolución folklórica, popular y ciudadana, así como con el
desarrollo de la música académica a partir de la colonización española y
portuguesa que manifestó una fuerte influencia de las Misiones Jesuíticas dado
que fueron quienes propagaron el Barroco musical en el siglo 18 y todo nuestro
continente. Desde 1920 y hasta mediados del siglo XX, la música latinoamericana
fue influenciada acentuadamente por las corrientes en boga en Europa (Stravisky,
Bartok, Manuel de Falla, Boulez, Berg, Weber, etc.). Se rendía culto a la ópera
italiana y música de salón de fines de siglo XIX, siempre se trató de una
proyección retardada de las innovaciones que sucedían en los países europeos,
pero con un resaltado sentir nacional (ideológica y política) y hasta indigenista, en
las producciones por parte solo contados autores por cada país hasta mediados
de la década del ’50, y potenciados por los hechos históricos en relación a las
independencias políticas y revoluciones sociales que se desataban. Algunos han
mostrado influencias religiosas cristianas. Gilbert Chase hace una mención que
cabe destacar;..."Es un hecho significativo que la música folklórica y primitiva
cuenta mucho más en las preocupaciones musicales de los latinoamericanos que
en el caso de Norteamérica. Casi todos los compositores latino-americanos
presentan el doble carácter de folkloristas o de etnólogos musicales"...
Estos autores fueron los “emblemas institucionales” de la música nacional de sus
países. Se considera que desde los ’70 en adelante el nacionalismo musical en
Latinoamérica tuvo su acentuación exponencial que hasta hoy en día continua
definiendo y remarcando su identidad.

Algunos ejemplos:
- Guatemala: Jesús castillo, Raúl Castillo y José Castañeda.
- México: Silvestre Revueltas, Manuel M. Ponce, Salvador Contreras Sánchez.
- El Salvador: María de Baratta, Manuel Carcache, Germán Cáceres
- Panamá: Roque Cordero
- Costa Rica: Julio Fonseca, Alejandro Monestel Zamora, Alejandro Cardona, Otto
Castro, Mario Alfagüel.

El caso argentino
Al igual que Uruguay, la tradición musical está predominada por la cultura
gauchesca y por la milonga y el tango en los centros urbanos. Es en 1880
(federalización de Buenos Aires) en que la cultura argentina comienza a cambiar,
a dejar de lado el puramente criollismo para volverse más cosmopolita, un efecto
propio de las olas de inmigrantes que se erradicaron en el país para desarrollarlo,
algunos escapando de problemas bélicos que azotaban Europa, otros como mano
de obra en un país el que estaba todo
por hacerse, otros como esclavos. En
esta era nació el Tango con clara
inspiración en la realidad que se vivía
en los suburbios de la ciudad portuaria
del país, esto quizás, es el inicio de la
música popular en argentina,
marginada en un principio pero
revalorada con el pasar de los años.
El nacionalismo musical argentino, que
Alberto Williams
había comenzado a desarrollarse de la
mano de precursores como Luis J. Bernasconi (1845-1885) Francisco Hargraeves
(1849-1900) y Saturnino Berón (1847-1898) se va consolidando definitivamente, a
partir de la última década siglo XIX y, con el impulso dado por Alberto Williams. De
hecho, se consideró a la primera camada de músicos profesionales la era de
Williams, Aguirre, Berutti y otros. Era muy difícil concretar los estudios en el país
sin un sustento económico sólido, fue este grupo quienes entonces tuvieron la
oportunidad de desarrollarse académicamente en el extranjero, Williams se refirió
a esto en relación a todas las artes;…”la técnica nos la dio Europa y la inspiración
los payadores de Juárez”… Los cambios en el país estimularon una expansión
que generó un aumento de la interacción entre los centros urbanos y rurales, el
gaucho comenzó a fusionarse con el ciudadano urbano, Williams se inspiró en
este fenómeno y compuso “El Rancho Abandonado”. El autor para entonces era
considerado una institución dentro del nacionalismo argentino, fue nombrado “el
patriarca de la música argentina.”. A esta corriente la continuo la “generación del
ochenta”; Carlos López Buchardo, Felipe Boero,
Pascual Rogatis, Floro Ugarte y Manuel Gómez
Carrillo. El enriquecimiento de la música sinfónica
con elementos de raíz folclórica se hizo vanguardia.
El santafesino Carlos Guastavino (1912-2000) fue
otra de las grandes figuras en el desarrollo del
nacionalismo argentino. Predecesor de la
generación de López Buchardo, alumno prodigio de
Athos Palma, premiado por diferentes organismos
internacionales que lo reconocieron como uno de los
poco exponentes de la música nacional argentina,
unió la música clásica con el folclore argentino de
raíz en toda su obra (más de 350 títulos), que hasta
hoy en día se siguen versionando. Fue de los
autores que han dado un paso más en la innovación
compositiva Guastavino amaba la voz, y amaba
Carlos Guastavino cantar. Es por ello que cuando incluso escribió para
piano lo hizo de un modo “coral”, polifónicamente.
Creo que es saludable remarcar que a diferencia de otros países en los 5
continentes, argentina es de los que se destacan en mantener una identidad, una
musa inspiradora latente que no se degrada ante las influencias extranjeras, es
más, llega a encontrar en ellas nuevas herramientas para continuar su desarrollo
pero siempre dejando, explícito o implícito, las marcas más concretas del
nacionalismo.

Bibliografía
- Gabriel Castagna, notas sobre "El Nacionalismo Musical".
- Blog de Alberto Morenour.
http://albertomorenour.blogspot.com.ar/2013/05/nacionalismo-musical-
latinoamericano.html
- Gilbert Chase. FUNDAMENTOS DE LA CULTURA MUSICAL EN LATINO-
AMERICA.
- Manuel Montero. "El Nacionalismo Musical Europeo y Latinoamericano" -
Universidad de Valparaiso.
- Varios artículos a modo de guía en Wikipedia.

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