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Palabras claves
Relatos digitales, aprendizaje por proyectos, aprendizaje centrado en el estudiante,
escritura multimedial, comunicación multimodal
Introducción
Partiendo, entonces, de la idea de que para fomentar las nuevas formas de escritura
y de interpretación de mensajes multimodales, se necesita una alfabetización digital
avanzada que no sólo se limite al conocimiento y al manejo de los recursos técnicos,
la Fundació Privada pel Foment de la Societat del Coneixement-Citilab y la
Universitat de Barcelona a través de su Observatorio de Educación Digital lideran el
proyecto Creando Historias Digitales.
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personal (en inglés, Digital Storytelling), caracterizados por ser esencialmente de
producción no profesional, durar pocos minutos, ser multimediales y lineales (no
interactivos) y sobre todo, por narrar un hecho a partir de las propias vivencias o
historias de vida del autor, o bien, de su propia reflexión o punto de vista sobre
asuntos determinados (Lundby, 2008; Rodríguez Illera y Londoño, 2009).
La metodología
En el primer aspecto se trabajan, por ejemplo, dos tipos de relatos: los de vida
(sentimentales o de identidad, o sobre acontecimientos, deseos, aficiones o
personajes, por ejemplo) y las relacionadas con el currículum; no obstante, no se
descartan otras como las ficticias y las informativas. En el segundo, la cuestión
dramática o el objetivo de la historia, así como el punto de vista del autor-
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narrador, el aporte de los diversos recursos narrativos (banda sonora, imágenes
y la propia voz), y la economía y el ritmo de la narración, entre otros aspectos.
- Una de control, para corregir el guión y el storyboard, con ayuda de los tutores o
docentes.
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están inmersos en la creación de historias digitales, permiten el desarrollo de una
serie de habilidades de diverso tipo (investigativas, narrativas y creativas, por
ejemplo).
La muestra
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República Dominicana, Rumanía y Ucrania), lo que ha exigido y permitido pensar el
proyecto no sólo para atender las necesidades y las características del contexto
educativo próximo, aunque es cierto que éste es predominante.
El siguiente gráfico resume estos datos:
La modalidad de trabajo
La razón para la preferencia por el trabajo en grupo en 1º de ESO, tal vez podría
explicarse por la cohesión ya establecida entre los niños (por sus relaciones previas
al compartir siempre el aula de clase), mientras que esa afinidad no es tan normal en
las aulas de acogida ni en las aulas abiertas, porque al ser aulas especiales, los
estudiantes provienen de diversos grupos y sólo comparten algunas horas de la
semana; eso dificulta que ellos puedan tener entre sí relaciones de confianza y
compañerismo que se necesitan para conformar voluntariamente un equipo de
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trabajo sin la intervención del profesor. Ahora bien, en relación con la edad, puede
deberse a diversos motivos: a las dificultades para relacionarse propias de la
adolescencia y a la pertenencia de los estudiantes más mayores al Aula Abierta.
Sobre el segundo aspecto, los tipos de historias, se puede afirmar que casi la
totalidad de los productos obtenidos fue aspectos de la propia vida; sólo una fue
sobre un hecho ficticio.
El 31,43% fue sobre aficiones, mientras que las de acontecimientos, las de deseos o
sueños y las de personajes representaron cada una un 20%. Las de comparaciones
fueron el 5,71% y las de ficción, sólo el 2,86%.
Ahora bien, considerando el género, se puede afirmar que las niñas prefirieron las
historias de personajes (46,15%) mientras que los niños, las de aficiones (45,45%).
Y por aula, los de 1º de ESO hicieron más sobre aficiones (43,75%); los del Aula de
Acogida, sobre deseos o sueños (42,86%) y los del Aula Abierta, por igual,
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prefirieron las de acontecimientos, las de aficiones y las de personajes (con un
33,33% cada tipo)
En la experiencia del primer año, se observó, además de lo anterior, que los relatos
digitales más largos fueron los de los niños del Aula Abierta (3,64 minutos en
promedio), seguidos por los del Aula de Acogida (2,85 minutos en promedio) y los de
menos duración, los de 1o de ESO (2,41 minutos en promedio). A su vez, que el
tiempo crecía, al aumentar la edad de los autores, pues los estudiantes con más
edad eran los del Aula Abierta (17 años en promedio), y ellos fueron los que más
tiempo se tomaron para contar su historia. Por su parte, los del Aula de Acogida,
que tenían 15 años en promedio, elaboraron relatos con 2,85 minutos en promedio,
y los más pequeños, los de 1o de ESO, con una edad media de 13 años, relatos de
2,41 minutos.
El eje temporal
Los resultados obtenidos también permitieron determinar que el eje temporal central
de las historias fue mayoritariamente el pasado (se contaban hechos, aficiones o
deseos que se iniciaron u ocurrieron en el pasado durante la mayor parte del relato),
pero que tuvieron como un vector temporal alternativo el presente.
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facilidad hay para recordar y narrar un hecho pasado, y que para los de menos edad
sea más fácil hablar de su presente.
La mayor parte de los relatos realizados tenían una estructura clásica: una
introducción o inicio, un desarrollo y desenlace, cierre o conclusión.
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En algunos relatos no había buena organización de las ideas sino que éstas se
mezclaban permanentemente. Se pasaba, por ejemplo, del presente al futuro y
luego se continuaba contando el presente sin advertir el cambio de tiempo de alguna
forma. O se cambiaba de tema radicalmente por otro, y tras un rato se regresaba
sin hacer una conexión con el anterior.
Materiales empleados
Los vídeos de producción casera o propia fueron muy pocos (sólo en un relato se
usó un vídeo propio y en otro, un fragmento de otro ajeno), lo mismo que los dibujos
(5 imágenes dibujadas por ellos, en promedio, por relato), lo que muestra muy poca
creación.
Y sobre los recursos sonoros, aparte de la propia voz, se encontró que en pocos
relatos se incluyeron pistas musicales o efectos de sonido. Por otro lado, el 28,57%
de los sujetos usó música de terceros (no original) y el 20%, efectos de sonido.
Según los propios niños, porque no se requería pues no querían distraer sino
concentrar al espectador en la voz; por falta de tiempo para la búsqueda, selección o
producción; y por no poder conseguir o usar la música que deseaban.
Sólo dos sujetos (el 5,71%) crearon su propia música para el vídeo (haciendo big
gox); otro sujeto (2,86%) aseguró que la música era la de su grupo musical, aunque
era realmente una pista ajena (tal vez es una de las canciones que interpreta con su
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banda musical, pero la pista que empleó no era la de su grupo, sino la original), y
dos sujetos más (el 5,71%) emplearon el sonido ambiente como parte del sonido del
vídeo y como elemento narrativo importante en su narración.
Tras finalizar los talleres, se evaluó el grado de satisfacción de los estudiantes con la
experiencia. A la mayoría (79,25%) les gustó el taller, principalmente, por haber
desarrollado un proyecto que percibieron como entretenido o divertido, por trabajar
con nuevos programas de ordenador, por crear ellos mismos un vídeo y poder
contar algo de sí mismos. Quienes no quedaron satisfechos, principalmente por
haber tenido problemas con el programa de edición, lo cual los desmotivó.
Ahora bien, tomar fotos (con el 19,51% de las respuestas), editar el vídeo, es decir,
integrar las fotos, la música, la locución y los demás recursos en el Movie Maker
(con el 12,20% de respuestas), grabar vídeos (con 9,76%) y grabar la voz (con
7,32%), fueron las actividades que más gustaron o que se percibieron como más
fáciles.
En cambio las que menos gustaron o que representaron mayor dificultad fueron las
propias de la etapa de conceptualización y planeación: las actividades de ideación
del relato (11,63%) y la escritura del guión (con 11,63% de las respuestas), las
cuales se percibieron como complicadas o aburridas, entre otras razones por creer
que no se es capaz o no se sabe expresar algo por escrito, por considerar que había
que escribir mucho, o por tener que pensar y corregir la historia que se escribía.
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segundos estaban asociados a vergüenza o miedo a que determinadas personas
vieran su producción.
Otras respuestas tenían que ver con procesos sociales: que la experiencia permitió
conocer un poco más a los amigos o compañeros, que sirvió para conocer nuevas
personas, que se aprendió gracias a su compañera/o, y a que la publicación en
Internet podía hacer que la gente viera su trabajo y reconociera su esfuerzo.
Otras eran más de reflexión sobre lo que esto les permitió: reconocer que aunque a
veces las actividades parezcan difíciles, se pueden hacer y se pueden lograr los
objetivos que se puede llegar a hacer lo que se quiere y, en palabras de uno de los
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estudiantes, “que hay muchas personas que tienen muchas historias que contar,
aunque no lo crean”.
Conclusiones
Los resultados del primer año de la experiencia con estudiantes de ESO nos indican
la necesidad de perfeccionar la metodología, como actualmente se está haciendo en
el proyecto, con el fin de guiar, facilitar y motivar la estructuración y escritura de la
historia, de tal forma que ésta no se limite a describir de forma simple algo, sino que
plantee y resuelva un problema o una situación vivida por el o los personajes, en un
tiempo y espacio definido, y donde se exponga realmente la reflexión o el punto de
vista personal del autor. Así mismo, donde se fomente el conocimiento del lenguaje
multimedial, la creatividad y la propia creación, para que los estudiantes puedan
emprender procesos de comunicación multimodal realmente efectivos.
Bibliografía
BBC Capture Wales & Cipolwg ar Gymru team (2009). A Guide to Digital Storytelling. UK: BBC Wales.
En línea: http://www.bbc.co.uk/wales/audiovideo/sites/about/pages/howto.shtml
KQED Digital Storytelling at the Digital Media Center (2008). KQED Digital Storytelling Manual. En
línea: http://dsi.kqed.org/images/uploads/KQED_DStoryManual_Intro_08.pdf
Lambert, Joe. (2007) The Digital Storytelling Cookbook. Berkeley, CA: Center for Digital Storytelling.
Lundby, Knut (Ed) (2008). Digital Storytelling, Mediatized Stories. Self-representations in New Media.
Nueva York: Peter Lang Publishing.
Ohler, Jason (2008). Digital Storytelling in the classroom: new media pathways to literacy, learning,
and creativity. Thousand Oaks (Calif.) : Corwin Press, cop.
Rodríguez Illera, José Luis; Londoño, Gloria (2009). Los relatos digitales y su interés educativo.
Educação, Formação & Tecnologias, vol. 2, nº. 1, p. 5-18.
(Versión en línea en: <http://eft.educom.pt/index.php/eft/article/viewFile/81/62>)
Más información
Observatorio de la Educación Digital de la Universitat de Barcelona y Citilab de Cornellà de Llobregat
Recursos y ejemplos: http://greav.ub.edu/relatosdigitales (UB) y http://edulabs.es (Citilab)
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