Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DEFINICION
FISIOPATOLOGIA
Síndrome de posmadurez
Disfunción placentaria
Leveno et al describieron las principales causas del incremento de los riesgos de los fetos
postérmino y señalaron que el peligro para el feto antes del parto y el sufrimiento fetal
durante el parto eran consecuencia de la compresión del cordón umbilical que
acompañaba al oligohidramnios. Los trazos de frecuencia frecuentes son las
desaceleraciones prolongadas, variables consistentes con la oclusión del cordón umbilical
como la causa más cercana. Otros factores correlacionados son el oligohidramnios y el
meconio viscoso. Schaff er et al. atribuyen a un cordón en entorno de la nuca los trazos
de frecuencia cardiaca fetal anormales durante el parto, el meconio y las alteraciones del
estado del recién nacido en los embarazos postérmino.
En condiciones normales, el volumen del líquido amniótico aún disminuye después de las
38 semanas y puede volverse problemático. Además, la liberación de meconio hacia un
volumen de líquido amniótico ya reducido produce un meconio espeso y viscoso que
puede causar síndrome de broncoaspiración de meconio. El oligohidramnios se
acompaña de una disminución de la diuresis. Sin la reducción
del flujo urinario fetal posiblemente se deba a oligohidramnios preexistente que limitaba
la deglución por el feto. Oz et al, con la utilización de trazos Doppler, llegaron a la
conclusión de que el flujo sanguíneo renal del feto se reduce en los embarazos
prolongados que se complican con oligohidramnios; pues como se mencionó antes el
estudio de Link et al, el flujo sanguíneo umbilical no aumentaba después del término.
Los óbitos (mortinatos) son más frecuentes entre los lactantes con restricción del
crecimiento que nacen después de las 42 semanas. En realidad, un tercio de los
mortinatos tras embarazos prolongados tienen restricción del crecimiento.
COMPLICACIONES
Oligohidramnios
La mayor parte de los estudios clínicos comparte el punto de vista de que la reducción del
líquido amniótico determinada mediante diferentes métodos ecográficos hace posible
identificar a un feto de un embarazo prolongado con riesgo incrementado. Al margen de
los criterios empleados para diagnosticar oligohidramnios en los embarazos prolongados,
la mayoría de los investigadores ha identificado un aumento de la frecuencia de
“sufrimiento fetal” durante el parto. Por consiguiente, el oligohidramnios, según la mayor
parte de las definiciones, es un hallazgo de importancia clínica.
Macrosomía
La rapidez del aumento de peso del feto alcanza su punto máximo alrededor de las 37
semanas. Aunque el ritmo del crecimiento se lentifica en ese periodo, la mayoría de los
fetos no deja de ganar peso. Al menos intuitivamente, parece que tanto la morbilidad
materna como la fetal relacionadas con la macrosomía podrían mitigarse con la inducción
oportuna para prevenir un crecimiento adicional. Sin embargo, el American College of
Obstetriciansand Gynecologists ha llegado a la conclusión de que las pruebas actuales no
sustentan tal procedimiento en las mujeres a término con sospecha de macrosomía fetal.
De igual modo, la misma organización determinó que ante la falta de diabetes, el parto
vaginal no está contraindicado en las mujeres cuyo feto se estima en un peso de 5 000 g.
El parto por cesárea se recomendó para pesos fetales mayores de 4 500 g si hay un parto
en la segunda etapa prolongado o detenimiento del descenso. Los problemas evidentes de
tales recomendaciones son las variaciones normales sustanciales del cálculo del peso
fetal.
Complicaciones médicas u obstétricas
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA