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Análisis literario del poema Un sueño en un sueño, de Edgar Allan Poe

Análisis literario del poema Un sueño, de Edgar Allan Poe

Por Jhon Monsalve

Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe es conocido, sobre todo, por sus cuentos. Junto a Kipling y Maupassant, Poe
es considerado el padre de la narración corta. Son muy pocos los poemas que los críticos
rescatan. Entre esos está Un sueño (1849), el poema del abandono, del olvido, de la
desesperanza, de la desilusión, del amor acabado, del sufrimiento. He aquí la versión inglesa, y
más abajo, su respectiva traducción:

Take this kiss upon the brow!


And, in parting from you now,
Thus much let me avow --
You are not wrong, who deem
That my days have been a dream;
Yet if hope has flown away
In a night, or in a day,
In a vision, or in none,
Is it therefore the less _gone_?
_All_ that we see or seem
Is but a dream within a dream.

I stand amid the roar


Of a surf-tormented shore,
And I hold within my hand
Grains of the golden sand --
How few! yet how they creep
Through my fingers to the deep,
While I weep -- while I weep!
O God! can I not grasp
Them with a tighter clasp?
O God! can I not save
_One_ from the pitiless wave?
Is _all_ that we see or seem
But a dream within a dream?

La estructura

Parece ser que, en la versión inglesa, el poema está escrito en verso octosílabo, dividido en dos
estrofas: una de once versos, la otra de trece. En la primera estrofa riman los tres primeros
versos, y como pareados, los ocho siguientes. En la segunda estrofa, los cuatro primeros versos
riman en pareado, los tres siguientes tienen la misma rima, y los seis últimos riman en
pareados. Hay dos admiraciones en el poema y cuatro interrogantes.

El contenido
El poema se divide en dos estrofas. Cada estrofa tiene voz propia. Al parecer el yo poético
habla por los dos: por el que abandona y por el que es abandonado. De eso trata el poema: de
un hombre que abandona a su pareja porque se le acabó el amor de la noche a la mañana. Ella
trata de rescatar algo de lo que posiblemente queda, y no lo logra. El único consuelo es
que todo lo que se ve y todo lo que parece hacen parte de un sueño dentro de un sueño.

Antes del siguiente punto, les dejo el poema con la traducción de Carlos Arturo Torres.
Traducido en verso de una manera magistral.

Edgar Allan Poe


Un sueño

¡Recibe en la frente este beso!


Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueno.

Frente a la mar rugiente


que castiga esta rompiente
tengo en la palma apretada
granos de arena dorada.
¡Son pocos! Y en un momento
se me escurren y yo siento
surgir en mí este lamento:
¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo
retenerlos en mis dedos?
¡Oh Dios! ¡Si yo pudiera
salvar uno de la marea!
¿Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño?
Versión de Carlos Arturo Torres

El significado

Aunque muchas interpretaciones afirmen que el poema tiene que ver con el desvanecimiento
de la vida, del pasado, de la familia, de los hechos de Poe. En este análisis se propone otra
hipótesis:

El hecho de que el hombre (o la mujer, por no decir el yo poético) le dé un beso en la frente y


no en la mejilla o en la boca dice mucho. Desde ahí se ve la distancia del uno al otro: el que
actúa y el que es pasivo. El que da el beso en la frente es el que abandona sin duda alguna y el
que lo recibe, sin esperarlo ahí, sino en la boca, es el que sufre. Al parecer ella le había dicho
que sus vidas, en su amor, parecían puestas en un sueño. Y él le replica con lo mismo: que es
verdad, que no se equivoca al decir que su vida era un sueño, pues todo lo que se vive y lo que
se aparenta hace parte de un sueño dentro de un sueño, del que se puede despertar de un
momento a otro, y dejarlo como si nada, en el sueño verdadero. En un sueño se siente, se ama,
se odia; en el despertar, en el otro sueño, podrá considerarse que lo sentido, lo amado o lo
odiado no era más que una ilusión. Son dos los sueños: el del amor y el de la desilusión. La
realidad no se ve.

La esperanza del amor se fue de un momento a otro, de la distancia que hay entre el sueño y el
despertar, que es el otro sueño. Y el hecho de que la esperanza se hubiese ido tan rápidamente
no le quita lo que ello conlleva: el desvanecimiento del amor que sentía.

Ella (por no decir el segundo yo poético), por su parte, se siente en una ribera de olas
precipitadas, tratando de salvar lo últimos granos de oro, que representan el alma de la
relación. Ve cómo se le escapan los granos de oro, ve cómo se aleja su amado sin poder hacer
nada para evitarlo, lo único que queda es el llanto. Y por último, ya cuando las fuerzas
humanas no pueden por sí solas, se acude a la ayuda divina, a Dios, con la pregunta: ¿entonces
es verdad que todo lo que se ve y parece es solo un sueño dentro de un sueño?

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