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Figuras literarias utilizadas en la biblia

¿Sabías qué es la prosopopeya?

La prosopopeya es una de estas figuras que a menudo se utilizan en los libros para
niños, también conocida como personificación. Estamos hablando
de una referencia de darle forma humana a figura de la naturaleza y a diferentes
tipos de objetos inanimados. Lo vemos muy a menudo, aunque desconocemos
posiblemente este concepto. En la biblia se utiliza mucho esta forma para describir
ejemplos. Los siguiente ejemplos son citas textuales de la biblia: 

1. Se les da un papel personificado a objetos como "Las piedras hablan: Lucas
19:40.- ¿Son personas las piedras?
2. "Tenemos otro ejemplo, Pablo habla acerca del pecado, dando un papel
personificado y le culpa  de que “le engañó” y que “le mató.” (Rom. 7:11)"
3. Nos explica en la siguiente cita, el papel que tiene la muerte: “la muerte
reinó desde Adán a Moisés.” (Rom. 5:14). Sin embargo, ni el pecado ni la
muerte son personas.
4. Otro ejemplo muy claro es: "El pecado" que es una persona que reina:
Romanos 5:21
5. Hay muchos más ejemplos como “el amor todo lo soporta…no piensa lo
malo” (1ª Cor. 13:4-5). Se le dá un papel importante...
6.  En el siguiente ejemplo describe un personaje: La tierra tiene boca y traga
casas, hombres y sus bienes: Números 16:32.
7. En este ejemplo crea una relación en sus personajes: “la misericordia y la
verdad se encontraron” (Salmos 85:10).
8. Este es un ejemplo muy bonito, que humaniza  a dos objetos: Los cipreses y
los cedros del Líbano hablan y tienen sentimientos porque se gozan: Isaías
14:8.
9. Otro ejemplo que humaniza:“la luna se avergonzará y el sol se confundirá”
(Isa. 24:23).
10.  Más ejemplos: “cantad loores, oh cielos” (Isa. 44:23).
11.  Más ejemplos: "Los valles hablan y cantan: Salmo 65:13"
12. "El campo se goza y los arboles se alegran: Salmo 96:12"
13. "Los ríos mueven las manos, los montes se gozan: Salmo 98:8"
14.  Y el último ejemplo: "El mar tiene ojos, le da miedo y huye, el rio Jordán se
asusta y retrocede, los montes saltan como carneros, y los collados como
corderitos: Salmo 114:3-4"

Web citada: www.assembleiadeyahweh.com.br
 

¿Qué es la hipérbole? 

Esta figura (del griego «hypér» = sobre + «bolé» = el hecho de arrojar), se llama así
porque añade al sentido una especie de exageración, con la que se aumenta o se
disminuye considerablemente algo, más allá de lo que se da a entender
literalmente. Ejemplos:

Gn. 2:24. «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su


mujer.» Esto no significa que un hombre tenga que abandonar completamente a
sus padres y desentenderse de ellos (lo mismo digamos de Mt. 19:5).

Gn. 41:47. «En aquellos siete años de abundancia, la tierra produjo a montones»,
dando a entender que un grano de trigo, por ejemplo, produjo un montón de
granos, lo cual es una expresión hiperbólicade la abundancia de la cosecha.
Igualmente, en el v. 49.

Gn. 42:28. La frase central dice textualmente: «Entonces se les salió el corazón», que
es una bella forma de expresar el sobresalto.

Ex. 8:17. «… todo el polvo de la tierra se volvió mosquitos en todo el país de


Egipto»; es decir, dondequiera había polvo, se convertía en mosquitos.

Dt. 1:28. «… las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo». Es


una hipérbole para describir la altura de las murallas. Véase también Dt. 9:1, etc.

Jue. 5:4, 5 expresa bellamente, por medio de imágenes hiperbólicas, la majestad de


Dios guiando a Israel en dirección a la Tierra Prometida.

Jue. 20:16. «… todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no
erraban». Así se describe la enorme destreza de los benjamitas en el uso de la
honda.

* El símil: es una comparación expresada de dos cosas o ideas diferentes, y ocurre
a términos comparativos (como, tal… como, así también, semejante a, se parece a).
Por ejemplo, Apocalipsis 1:14: “Sus ojos como llama de fuego.”

 
*  La hipérbole:  es una exageración deliberada qué procura recalcar algo. La
hipérbole puede hallarse en todos los idiomas y es muy común en las lenguas
semíticas. Por ejemplo: “Me he consumido a fuerzas de gemir; todas la noches
inundo de llanto me lecho, riego mi cama con mis lágrimas” (Sal 6:6) 

* La metonimia: es una figura de asociación que ocurre al a mención de algunos


objetos para referirse a otros objetos o ideas de alguna manera relacionados entre
sí. Un ejemplo de metonimia lo constituye el siguiente anunciado: “Salían a él toda
la provincia de Judea.” La metonimia consiste en el uso de “provincia”, ya que no
era la provincia la que salía a él, sino la gente que habitaba en la provincia. Note,
de paso, la hipérbole presente en la frase “toda la provincia”.

* La sinécdoque: es una figura de asociación en la que se designa un todo con el


nombre de una de sus partes, o viceversa. Así se usa con frecuencia la ley para
referirse al Pentateuco (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento), a los
Diez Mandamientos o a todo el Antiguo Testamento.

La sinécdoque ocurre también cuando se usa un singular en lugar de un plural, o


viceversa. Ejemplo de ello es Jeremías 25:29, donde Dios dice que va a traer
“espada… sobre todos los moradores de la tierra”. El singular “espada representa
muchas espadas.

     
* La ironía: consiste en una afirmación cuyo sentido latente es todo lo contrario de
lo que parece afirmarse, y se usa para recalcar algún punto. Cuando no resulte fácil
discernir si la afirmación es irónica, considere primero si su sentido literal encaja
con el contexto; examínela luego como ironía figurada.  Si tiene sentido y encaja en
el contexto, entonces es realmente una expresión irónica. De lo contrario,
considérela como una afirmación verídica.  

       

Estos son dos ejemplos de lo que es la ironía: 


1. En 1 Reyes 22:1-23, un profeta verdadero le dice al rey lo que éste espera
escuchar, aunque en realidad está mintiendo. Resulta evidente que está
hablando en tono irónico, ya que el rey le ordena dejar de profetizar con
falsedad y decir la verdad.
2. En 1 Corintios 4:8, Pablo les dice a los corintios: “Ya estáis saciados, ya estáis
ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojala reinaseis, para que nosotros reinásemos
también juntamente con vosotros!” Cuando se lee esto, resulta evidente que
los corintios no son reyes, y que tampoco Pablo desea reinar con ellos.

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