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¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA DE LO COMÚN?

Adolfo Estrella

Sociólogo

aestrella@quiber.com

www.pedagogíadelocomun.org

Una Pedagogía de lo Común 1 busca estimular la “emergencia de lo nuevo” desde las


interacciones horizontales en el aula. Frente a los universalismos y diferencialismos
pedagógicos, la Pedagogía de lo Común recupera la noción de “lo común” como cualidad,
condición y efecto de la interacción entre los iguales y diferentes.

Concebimos un aula productiva y creativa, no re-productiva y repetitiva, donde el aprendizaje


sea un emergente sistémico resultado de las interacciones horizontales. Aprender es crear y
viceversa. La “emergencia de lo nuevo” (producción) es lo opuesto a la “transmisión de
conocimientos” (re-producción). Apostamos por una “pedagogía de la colaboración” y por
una “pedagogía de la conversación” que busca que aquello que generalmente está proscrito,
es decir, las interacciones entre pares, en el aula total, no sólo en pequeños grupos de tarea,
sea el punto de partida de la intervención pedagógica.

Laval y Dardot afirman que lo común “está literalmente en todas partes, en todos los ámbitos
donde los seres humanos actúan juntos y deben tener la posibilidad de participar en las
reglas que los afectan” 2. Lo común “comienza a dúo”, afirma Francoise Jullien 3 y agrega:

1
La Pedagogía de lo Común es una propuesta desarrollada por Adolfo Estrella, primero en Madrid y luego
junto al colectivo Dare Aude, integrado por Diego Córdova y Carolina Torrejón, en Santiago de Chile. Toma
como punto de partida las reflexiones y prácticas que en los últimos años se vienen realizando en el campo de
la Economía (Ostrom), la Filosofía y la Ciencia política (Ranciere. Virno, Esposito), la Sociología (Laval y
Dardot) y las expande a la Pedagogía.
2
Laval, C. y Dardot, P. (2015). Común. Ensayo sobre la revolución en el siglo XXI. Gedisa. Barcelona.

3
) Jullien, F. (2010) De lo universal, de lo uniforme, de lo común y del diálogo entre culturas. Siruela. Biblioteca
de ensayo. Madrid.
“lo común es aquello en lo que se tiene parte, aquello que se comparte y aquello en lo que
se participa”. Una pedagogía de lo común provoca el “aprendizaje a través de lo común”.

Entendemos al aula como un espacio de conversación, paradójico, entre el saber del alumno
y la ignorancia docta del maestro. En la Pedagogía de lo Común aprendemos con los otros,
de los otros y para los otros, es decir, exploramos y aprovechamos todas las consecuencias
de “estar juntos” en el aula. El aprendizaje de los otros forma parte de mi aprendizaje. El aula
de lo común es un aula de autodidactas solidarios en interacción.

Esta pedagogía es particularmente sensible a la grupalidad que en el aula se desenvuelve. El


aula clásica es un agregado de individuos, una yuxtaposición de sujetos organizados en una
estructura piramidal donde dominan los flujos de arriba/abajo y donde sólo eventualmente
pueden producirse interacciones y grupalidad. En la mayoría de los casos, las relaciones
horizontales no sólo no son consideradas y valoradas, sino que son proscritas explícitamente.
Los cuerpos en el aula tradicional ni se miran ni se tocan entre ellos. Miran al frente. En una
Pedagogía de lo Común, por el contrario, los vínculos horizontales del grupo son estimuladas
y acogidos como fuente de innovación.
Una Pedagogía de lo Común participa críticamente de los llamados “aprendizajes
colaborativos” propuestos por Johnson y Johnson 4 y otros muchos autores 5, donde a través
del“ desarrollo de tareas” o la “resolución de problemas” el pequeño grupo no es más que
instrumento para el aumento del rendimiento individual. El sujeto que aprende en una
Pedagogía de lo Común es el grupo tanto como el alumno considerado individualmente.
Cuando el grupo aprende-crea el alumno aprende-crea y viceversa.

Los principales enunciados que definen una Pedagogía de lo común son los siguientes:

1. Lo “común” es una de las formas de representarnos y actuar en la realidad. Lo común


no es lo universal y mucho menos lo uniforme. Tampoco es una media estadística de
aprendizajes y saberes. Usando la vieja teoría de conjuntos escolar podemos
representarnos a lo común como el “conjunto intersección”. Confundido con lo
universal lo común no ha sido aprovechado por las pedagogías tradicionales.
2. Una pedagogía de lo común es una pedagogía de las interacciones entre los iguales y
diferentes en el aula. Los seres humanos somos seres de interacción. Existimos
socialmente en cadenas de acciones, interacciones y retro-acciones mediante las
cuales somos afectados mutuamente. La alteridad nos altera. En el individualismo de
la singularidad aislada del aula tradicional, exacerbada ahora por los diferencialismos
en boga, no puede aparecer lo nuevo y el aprendizaje transformador.

4
Johnson, Johnson, Holubec. (1999). El aprendizaje colaborativo en el aula. Paidós. Buenos Aires.

5
Barkley, E. Croos, K.P. Major, C.H. (2012). Técnicas de aprendizaje colaborativo. Morata. Madrid.
3. El aprendizaje posible es la diferencia entre los saberes individuales y el saber común
producido por las interacciones. En la Pedagogía de lo Común la “zona de desarrollo
próximo” (Vygotsky) 6 no es la que media “entre el saber efectivo del alumno y el
saber del maestro o del alumno más aventajado”, sino entre los saberes particulares y
los saberes comunes (conjunto intersección) producidos por la interacción entre los
iguales y diferentes.
4. Estos iguales y diferentes son autodidactas imbricados en relaciones de cooperación.
El aula de lo común es la interrelación de autodidactas solidarios, que participan en
relaciones convivencia, acogida, escucha y disponibilidad hacia los otros. El aula de
lo común es una totalidad no totalitaria, abierta y expansiva
5. La Pedagogía de lo Común basa en la relación, paradójica, entre la ignorancia del
maestro y el saber del alumno. La “ignorancia docta” del maestro actúa como un
catalizador de las potencias inteligentes del alumno. En el aula de lo común todos
sabemos “algo” de aquello que vamos aprender, pero también ssiempre sabemos
“algo” menos de aquello que creemos saber: “cuando nos aproximamos a cualquier
ejercicio pedagógico, llevamos varias ignorancias 7.
6. El aula de lo común es un ámbito de producción no de re-producción de saberes:
aprender es crear, no repetir. En tanto “organización de las diferencias” es un espacio
abierto a la variabilidad y las contingencias. Huye de las anticipaciones y
planificaciones excesivas que sofocan las posibilidades emergentes.
7. El aprendizaje debe ser un aprendizaje por conexión de deseos. El aula tradicional
confunde el deseo de saber con la obligación de estudiar y también el deseo de
enseñar con la obligación de instruir. Una Pedagogía de lo Común, por el contrario,
es una práctica de “aprendizaje por deseos” o por “conexión de deseos” que se
diferencia del “aprendizaje por obligación”. Busca recuperar la “curiosidad y el
asombro, tan evidentes en los primeros años de vida de niño” y “que va en forma
sostenida en el transcurso de las etapas escolares, desde la primaria a la
secundaria” 8

6
Vigotsky; LS. (1986). Aprendizaje y desarrollo en la edad escolar. En “Psicología y pedagogía. Luria,
Leontiev, Vitgosky. AKal. Madrid.
7
Cerón V. E. (2011). Del diálogo de saberes al diálogo de ignorancias. Reflexiones para politizar la acción
pedagógica y pedagogizar la acción política. Fecha de consulta: 4 de abril de 2018. Disponible en:
http://www.sustentabilidades.usach.cl/sites/sustentable/files/paginas/04-03.pdf

8
Fried, R., (2004). La pasión de aprender: que los niños recobren el goce de descubrir. Editorial Cuatro
Vientos. Santiago de Chile.

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