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La didáctica
Es evidente que quienes enseñan necesitar tener conocimientos, pero con eso no es
suficiente. Para ser capaces de transmitir los conocimientos es necesario una
racionalización y una especialización de un determinado saber y sus prácticas.
Una parte importante de la docencia es la experiencia práctica, aprender de la propia
experiencia para elaborar alternativas prácticas y reflexionar acerca de ella.
Últimamente la enseñanza se ha estudiado como un fenómeno de múltiples dimensiones. Se
profundizó en análisis sociológicos, simbólicos, políticos, etc. Pero como contrapartida se
fue abandonando la naturaleza propositiva de la intervención didáctica y su capacidad
para formular criterios básicos y normas generales de acción, que ayuden a los
profesores a enseñar.
Presentación
El propósito de esta primera parte es el de colaborar con la construcción de criterios básicos
y generales de acción, para que a modo de cimientos faciliten la elaboración de los propios
enfoques y propuestas de enseñanza.
Capítulo 1
Introducción
La enseñanza es una práctica social e interpersonal que antecede históricamente a la
existencia misma de las escuelas, y aún hoy se desarrolla más allá de sus límites.
Desde el XIX comienza un proceso sostenido de conformación de sistemas escolares, que
culminará en el siglo XX con los sistemas educativos nacionales, lo que implicaría una
legión de personas específicamente formadas para enseñar. O sea, enseñar no solo se
generaliza sino que se especializa.
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Estas intenciones son de doble vía: quienes enseñan desean hacerlo y quienes
aprenden también desean aprender. Sin embargo, como dice Fenstermacher, en
sentido estricto la enseñanza solo requiere de la intención de quien enseña.
La intencionalidad no se restringe a lograr que otros aprendan, la enseñanza implica
transmitir un saber o una práctica considerada culturalmente válida, socialmente justa y
éticamente valiosa. Enseñar es un acto de transmisión cultural con intenciones sociales
y opciones de valor.
En este sentido Fenstermacher distingue enseñanza de buena enseñanza, moral y
epistemológicamente hablando.
La débil consideración de estas intenciones produce que afiancemos prácticas obsoletas o
contrarias a nuestros propósitos declarativos.
Además de la dimensión moral y la dimensión epistemológica aportadas por
Fenstermacher, es necesario incluir la dimensión sociopolítica de la enseñanza. La
enseñanza implica una democratización del saber y una ampliación de la consciencia, a la
vez que genera espacios de participación en el mundo social y de la cultura.
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La enseñanza como sistema de relaciones e interacciones reguladas
Los actores y componentes centrales de esta práctica son:
1) Quienes enseñan
2) Quienes aprenden
3) El contenido a enseñar
4) Un ambiente