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Métodos de Enseñanza - Davini

Prólogo
Últimamente la enseñanza se ha estudiado como un fenómeno de múltiples
dimensiones. Se profundizó en análisis sociológicos, simbólicos, políticos, etc.
Pero como contrapartida se fue abandonando la naturaleza propositiva de la
intervención didáctica y su capacidad para formular criterios básicos y
normas generales de acción, que ayuden a los profesores a enseñar.

Presentación
El propósito de esta primera parte es el de colaborar con la construcción de
criterios básicos y generales de acción, para que a modo de cimientos faciliten
la elaboración de los propios enfoques y propuestas de enseñanza.

Capítulo 1

Introducción
La enseñanza es una práctica social e interpersonal que antecede
históricamente a la existencia misma de las escuelas, y aún hoy se desarrolla
más allá de sus límites.
Desde el XIX comienza un proceso sostenido de conformación de sistemas
escolares, que culminará en el siglo XX con los sistemas educativos nacionales,
lo que implicaría una legión de personas específicamente formadas para
enseñar. O sea, enseñar no solo se generaliza sino que se especializa.

La enseñanza como acción intencional de transmisión cultural


La enseñanza implica:
-        Transmitir un conocimiento o un saber
-        Favorecer el desarrollo de una capacidad
-        Corregir y apuntalar una habilidad
-        Guiar una práctica (Pág. 16)
Y siempre, la enseñanza responde a intenciones, es decir, a una acción
voluntaria y conscientemente dirigida para que alguien aprenda algo que
no puede aprender solo. Cuando una persona aprende sola no es “enseñanza”
sino aprendizaje social o socialización (Pág. 17).
Estas intenciones son de doble vía: quienes enseñan desean hacerlo y
quienes aprenden también desean aprender. Sin embargo, como dice
Fenstermacher, en sentido estricto la enseñanza solo requiere de la
intención de quien enseña.
La intencionalidad no se restringe a lograr que otros aprendan, la enseñanza
implica transmitir un saber o una práctica considerada culturalmente válida,
socialmente justa y éticamente valiosa. Enseñar es un acto de transmisión
cultural con intenciones sociales y opciones de valor.
En este sentido Fenstermacher distingue enseñanza de buena enseñanza,
moral y epistemológicamente hablando.
La débil consideración de estas intenciones produce que afiancemos prácticas
obsoletas o contrarias a nuestros propósitos declarativos.
Pág. 18. Además
de la dimensión moral y la dimensión epistemológica aportadas
por Fenstermacher ,es necesario incluir la dimensión sociopolítica de la
enseñanza. La enseñanza implica una democratización del saber y una
ampliación de la consciencia, a la vez que genera espacios de participación en
el mundo social y de la cultura.

La enseñanza como mediación social y pedagógica.


Dimensión macro social: Es importante entender a la enseñanza como una
mediación social entre los conocimientos y prácticas culturales y las
personas que aprenden.
No sólo se transfiere y conserva la cultura, sino que se amplían las capacidades
de los individuos y de los distintos grupos sociales, asegurando la participación
en la renovación cultural y la mejora social.
-        Dimensión interna: Pág. 19. Es una mediación pedagógica entre aquello que
se enseña y las características y necesidades de un individuo o grupo
concreto. El docente no es el centro del proceso de enseñar, sino que
justamente es un mediador, adecuando sus propuestas a las capacidades,
los intereses y las necesidades del grupo en particular y a las
características del contexto socio-cultural específico. En este sentido,
buscará generar puentes:
-         Vincular los contenidos generales que se esperan enseñar con las necesidades, la idiosincrasia y
la cultura del grupo en particular.
-         Proponer actividades, discusiones, profundizaciones, ejercicios que favorezcan el tratamiento de
los temas considerando las características, los intereses y la cultura de los alumnos.
-         Favorecer el intercambio entre los alumnos a partir de sus expectativas y concepciones.
-         Ampliar el conocimiento y las perspectivas particulares, brindando nuevas informaciones y
comunicando otros puntos de vista y experiencias.
-         Vincular la enseñanza al contexto particular y a las situaciones específicas.
SE PONEN EN JUEGO LOS INTERESES DE LOS ALUMNOS DESDE EL
PRIMER DIA CUANDO LES PIDE QUW QUE PROFECION QUERIAN TENER Y
TODOS SE VIERON DISPUESTOS A REALIZAR LA TAREA ASIGNADA
La enseñanza como sistema de relaciones e interacciones reguladas
Los actores y componentes centrales de esta práctica son:
1)     Quienes enseñan
2)     Quienes aprenden
3)     El contenido a enseñar
4)     Un ambiente

1 y 2) Los actores (quienes enseñan y quienes aprenden) integran un sistema


de relaciones interdependientes. Este sistema implica regulación, es decir,
un permanente ajuste e influencia de cada parte. Así, el sistema se
desarrolla en permanente equilibrio dinámico. La función de quien enseña
es coordinar y conducir la enseñanza. La función de quien aprende es
aprender pero también pone sus propias reglas, delineando, también, el
curso de las interacciones, ya sea desde su disposición afectiva, intereses,
capacidades, etc. La interacción entre los actores no es azarosa sino regulada,
conforme al ajuste de intercambios entre ellos, a un orden de acciones y reglas
dinámicas de juego en torno a las actividades y a los propósitos que persiguen.
3) El contenido a ser aprendido es aquello que da la razón de ser a la práctica
de enseñar e incluye conocimientos a asimilar y habilidades a desarrollar,
como también modos de relación con los otros, modos de pensamiento,
modos y formas de expresión, actitudes y valores sociales, entre otras
cosas.
4) El ambiente, que facilita o limita el desarrollo del sistema,
incluye: pág. 22.
- los recursos materiales
- las formas de interacción e intercambio del grupo (con el profesor o
entre pares) Pág. 23.
- las formas de participación en el desarrollo de la enseñanza, el
seguimiento grupal e individual personalizado.
- las reglas institucionales y la organización de los planes de
estudio (aunque los actores no sean neutros y puedan rechazarlos)

La enseñanza como una secuencia metódica de acciones


 Como acción intencional, la enseñanza busca lograr el aprendizaje, lo que
requiere un proceso sostenido y dirigido para alcanzarlo. La enseñanza no es
algo que ocurra de forma espontánea ni representa una acción puntual sino que
implica una actividad sistemática y metódica, es decir, una secuencia metódica
de acciones, que sigue una lógica, que se conforma como una serie de etapas
o fases a lo largo de un tiempo y un proceso interactivo entre quienes
participan. Es decir, supone un plan de trabajo con una secuencia organizada de
actividades, en la que una cosa sigue a la otra, ordenadamente.
Esta secuencia metódica no debe ser entendida como un reglamento rígido,
sino que es un marco de actuación básico, de ordenamiento lógico y pedagógico
pero flexible y adecuable a lo que se necesite. Así, docente y alumnos
desarrollarán acuerdos de trabajo y una serie de intercambios que
enriquecerán la propuesta inicial.

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