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I.

INDICE

A) INTRODUCCIÓN……………………………………………2

B) DESARROLLO

1. IMAGINACIÓN…………………………………………….3

2. PERSONALIDAD………………………………………….7

3. SOCIALIZACIÓN…………………………………………11

4. SOCIOLOGÍA DEL SUICIDIO…………………………..12

5. SISTEMAS PSICOS………………………………………13

6. ANGUSTIA…………………………………………………16

7. MIEDO………………………………………………………22

8. AUTOGRAFA………………………………………………24

9. CÁRACTER SOCIAL……………………………………...26

10. CULTURA…………………………………………………28

C) CONCLUSIÓN……………………………………………….32

D) FUENTES…………………………………………………….33

A) INTRODUCCIÓN

0
En la siguiente investigación se abordará de manera un poco amplia conceptos bien
conocidos en el campo de la Sociología y que ayudan al investigador en este caso
Sociólogo a hacer un mejor trabajo en su materia.

Un aspecto de suma importancia durante la realización de esta investigación es que


como juristas en proceso comprendimos una de las materias que tiene más relación
tiene con el Derecho, y que sin duda nos ayudará a lo largo de nuestra carrera a
poder comprender los aspectos sociales a los que nos enfrentamos, a tener un
carácter de observación más lógico, y que nos da una visión sin duda más amplia
del mundo que nos rodea, de la situación social de nuestro país. Por ejemplo, a
través del concepto de imaginación sociológica y la forma de ver de los sociólogos
sin duda también es de suma importancia para los abogados, ya que debemos tener
siempre presente como se mueve la sociedad, la interpretación que le podemos dar
y como llevarla a un aspecto más íntimo.

Esta investigación esta conformada de tal forma que todo tiene relación entre sí, los
conceptos de imaginación y personalidad, sin duda están conformados entre sí,
también hay una relación amplia entre la personalidad del individuo y su cultura, por
lo tanto, la estructura de esta investigación cuenta con una estructura validada.

Es de suma importancia, aclarar que está investigación estuvo sumamente


influenciada por la Psicología, y que está sin duda ayuda es de gran ayuda para la
Sociología, inclusive al hacer énfasis en temas como la Sociología del suicidio, el
miedo o la angustia no puede encontrar. Por lo cual, una base sumamente
importante para nuestro tema es la Psicología.

1. Imaginación

1
a) Concepto de la imaginación.

La imaginación es un concepto muy amplio y que abarca diversos campos, puede


ser tomada de distinta forma en las diferentes disciplinas que abarca el
conocimiento humano, desde el empírico, científico o histórico. La etimología de la
palabra “imaginación” proviene del latín imaginatio, el cual significa “acción y efecto
de formar una figura mental”.

La definición más vaga de este concepto es con creces el de la Real Academia


Española que lo define de diversas formas, en total cuatro definiciones que son las
siguientes:

1. f. Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales.

2. f. Aprensión falsa o juicio de algo que no hay en realidad o no tiene fundamento.

3. f. Imagen formada por la fantasía.

4. f. Facilidad para formar nuevas ideas, nuevos proyectos, etc.

Los cuatro conceptos tienen diversas acepciones e interpretaciones dependiendo


del individuo, algunas toman relación diversa con materias con la filosofía al tener
relación con un concepto tan abstracto como el alma, o con la psicología al tomar
como término la facilidad de formas nuevas ideas o proyectos, que está
directamente relacionado con la resolución de problemas.

Los conceptos que más nos interesan son el particular dos, el concepto de la
Sociología y la Psicología, ya que entre las dos materias siempre ha existido una
amplia relación.

La imaginación para la Psicología según la definición de García Alonso es:

“Capacidad mental de actualizar lo no presente; traer al pensamiento presente una serie de


percepciones o imágenes pasadas, que fueron almacenadas en la memoria de mediano o de largo
plazo. Esta facultad va de la mano con la fantasía, que es una interpretación distorsionada de la
realidad. Es decir, la imaginación se basa en sensaciones y percepciones, pero al mezclarlas se
produce algo distinto, algo fantástico o irreal.”1

1
Alonso J. (2012) Psicología. Segunda Edición. Mc-Graw Hill.

2
Para la Psicología la imaginación está estrechamente relacionada con la
creatividad, la creatividad para Alonso es:

“Capacidad de contemplar las cosas con una nueva mirada; de reconocer los problemas que otros
no ven, proporcionar soluciones originales y efectivas. Todos tenemos facultades creativas y
podemos aprender el proceso creativo.”2

Por tanto, la imaginación y la creatividad están estrechamente relacionadas, ya que


la imaginación y la creatividad dependen una de otra. La creatividad sirve para
encontrar formas creatividad para la solución de problemas y como ya se vio la
imaginación es la capacidad de traer al pensamiento imágenes pasadas que fueron
almacenadas en nuestra memoria con un toque de fantasía. La solución de
problemas de forma creativa se dará de acuerdo a la imaginación y la creatividad
de cada persona.

Ahora ¿qué es la imaginación para la Sociología? Es una respuesta amplia, ya que


dentro de la Sociología nace el concepto de Imaginación Sociológica desarrollada
principalmente por C. Wright Mills, en su libro La imaginación sociológica, pero antes
de entender el concepto de imaginación sociológica, tenemos que entender el punto
de vista respecto la forma de ver la sociología desde el punto de vista de Mills.

Para Mills, la sociología “no es una empresa vana que poco tiene que ver con la
vida. Por el contrario, mantenía que la sociología es una manera de escapar de las
«trampas» de nuestras vidas porque nos muestra que la sociedad (no nuestras
manías o defectos) es responsable de muchos de nuestros problemas.” y afirmaba
que “la sociología transforma los problemas personales en asuntos públicos y
políticos.”3

Esta definición de Sociología por tanto cobra más vida que la definición común y
aceptada por la sociedad en general, es decir la definición no científica y por la cual
la mayoría entendemos la Sociología la cual es definida como: Estudio de las
sociedades humanas y de los fenómenos religiosos, económicos, artísticos, etc.,
que ocurren en ellas. La definición de Mills cobra más vida ya que le da un propósito

2
Ibidem
3
Macionis J & Plummer K. (2012) Sociología. Cuarta Edición. Pearson

3
y un sentido a la Sociología, un sentido como ciencia, ya que la Sociología no sólo
es el estudio de las sociedades humana, sino que también además de una ciencia
teórica, también es práctica.

Por tanto, para Mills, «La imaginación social nos permite entender la historia y las
vidas de las personas, y las relaciones que se crean entre las dos dentro de la
sociedad. Esa es su tarea y su promesa...»

Otro punto de vista interesante de la imaginación sociológica es la de Giddens, el


cual decía que la imaginación sociológica nos permitía ser capaces de pensar,
distanciándonos de las rutinas familiares de nuestra vida cotidiana, es decir
observar desde otro punto de vista las cosas cotidianas desde una perspectiva
completamente nueva. El ejemplo que nos coloca el autor es el siguiente:

“Consideremos el simple acto de beber una taza de café. ¿Qué podríamos decir, desde un punto de
vista sociológico, de este hecho de comportamiento, que parece tener tan poco interés?:
muchísimas cosas. En primer lugar, podríamos señalar que el café no es sólo una bebida, ya que
tiene un valor simbólico como parte de unos rituales sociales cotidianos. Con frecuencia, el ritual al
que va unido el beber café es mucho más importante que el acto en sí. Dos personas que quedan
para tomarse un café probablemente tienen más interés en encontrarse y charlar que en lo que van
a beber. La bebida y la comida dan lugar...”4

El ejemplo de Giddens es el más claro de comprender, ya que nos plantea lo que


es el trabajo del sociológico y cómo el punto de vista debe estar en completamente
relacionado con la Sociología, con sus bases y como interpretar una actividad
cotidiana en un hecho con más significado. En el ejemplo del café lo importantes no
es tanto la acción de tomar café, sino que hay que formularse las preguntas básicas
para poder tener una “imaginación sociológica”, ¿por qué se bebe café?, ¿en dónde
se suele beber café?, ¿para qué tomamos café?, entre otras preguntas interesantes
que pueden surgir como ya se mencionó de la simple acción de tomar café.

El sociólogo entonces, con las premisas básicas para realizar una investigación,
saca diversas conclusiones de tomar café, entre las cuales destaca Giddens, que el
tomar café puede representar un valor simbólico, ya que puede ser una costumbre

4
Giddens, (2010) Sociología. Sexta Edición. Alianza Editorial

4
para el individuo tomar café por las mañanas, también por otra parte puede ser
utilizado como una droga ya que el café en algunos organismos tiene diversos
efectos en el organismo, otro punto de vista del por qué se toma café, es por las
relaciones sociales y económicas.

El ejemplo del café puede abordarse en casi cualquier tema humano, la imaginación
sociológica puede aplicarse a cualquier situación cotidiana del ser humano, esto por
medio claro del estudio de la Sociología. Otro ejemplo, para que logre ser más
conciso es el desempleo. Desde un punto de vista individual, puede ser una tragedia
pero sólo para el individuo, para los demás les da exactamente lo mismo, pero
cuando el desempleo no sólo ocurre en casos aislados sino, que en millones de
individuos de una misma nación o cómo problema mundial, ahí es cuando entra el
sociólogo, ya que el problema ahora es público y es necesario determinar las causas
desde el punto de vista de la materia.

Entonces la imaginación sociológica dándole una relación directa con la definición


de la Psicología y para poder comprenderla de mejor manera, es que la tarea del
sociólogo es ver las acciones comunes y darles un significado más allá de lo
cotidiano, a través de la imaginación y por supuesto una relación con la creatividad,
para así poder entender al ser humano.

El trabajo del Sociólogo

Entonces a través de la sociología lo que se hace principalmente es ver lo general


en lo particular, un sociólogo debe ser capaz de identificar las pautas de la vida
social, a través de observar ejemplos específicos y concretos. Para el sociólogo el
individuo es único, pero las relaciones que establece son diferentes dependiendo
de con quién sea. Los adultos actuarán de distinta forma con los niños que con sus
semejantes y de igual forma la relación entre ricos-ricos es diferente a la de ricos-
pobres, el sociólogo debe observar todo ese tipo de relaciones. Se empieza a
pensar de forma “sociológica” cuando nos empezamos a dar cuenta que existen
distintas categorías

5
los sociólogos deben ser capaces de identificar las pautas de la vida social
observando ejemplos específicos y concretos. En otras palabras, aunque reconocen
que cada individuo es único, los
sociólogos afirman que la sociedad
actúa de manera diferente según varias
categorías de personas (pongamos por
caso, los niños comparados con los
adultos, las mujeres frente a los
hombres, los ricos a diferencia de los
pobres). Empezamos a pensar
sociológicamente cuando comenzamos
a darnos cuenta de cómo las categorías
generales en las que nos ha tocado
vivir definen nuestras experiencias
vitales particulares.

La siguiente imagen extraída del libro


Sociología de Macionis y Plummer, nos
da una idea de como es la vida en sociedad, nosotros actuamos según lo que las
personas decidan.

En otras palabras, como menciona Peter Berger en su libro Invitación a la


Sociología: las cosas no siempre son lo que parecen.

Algunas veces llegamos a creer que nuestras decisiones son individuales y que sólo
nosotros somos dueños de nuestra vida pero esta premisa, puede llegar a
considerarse falsa.

Un ejemplo claro y que podría ser aplicado en esta etapa de nuestra vida, es la
elección de Universidad qué puede ser por los siguientes motivos:

 Quería estar cerca de casa.


 Esta universidad tenía el mejor polideportivo.
 Un grado en derecho en esta universidad asegura un buen trabajo.

6
 Mi pareja va a esta universidad.
 No me aceptaron en la universidad a la que quería ir en primer lugar.

Podría parecer que nuestra elección de elegir una Universidad está en nuestras
propias manos, pero no es así, siempre va a estar determinada por la opinión de ya
sea nuestra familia, algún grupo social o de nuestra pareja, e inclusive el rechazo
juega un papel determinante.

Profundizando este tema más estrechamente, la elección de una Universidad, cuál


es el significado de está decisión, el hacer estudios universitarios está relacionado
con el tener un mejor nivel de vida en su mayoría, aunque en la actualidad esto no
es un enunciado figurativamente correcto, sin embargo, en la actualidad se sigue
pensando así.

La capacidad de un individuo, de clase media es diez veces mayor que la de un


individuo de los estratos sociales más bajos, es decir el ir a la Universidad también
está relacionado con la situación económica de cada individuo, y para lo que
algunos pueden representar una obligación, para otros puede resultar un triunfo.

Para concluir este tema Plummer y Macionis afirman “la sociología se propone
mostrar las pautas y los procesos por los cuales la sociedad determina aquello que
hacemos”.

2. Personalidad base

La personalidad es un tema sin duda amplio, empezando desde su etimología, la


cual no está muy clara, ya que puede tener diversos orígenes los principales son el
griego de prosopon (máscara teatral), del etrusco persum (cabeza o cara) o del latín
per se una, que designa la unidad substantiva.

La personalidad es uno de los términos más debatidos en el campo de la Psicología


ya que tiene diversas acepciones y categorías dentro del mismo campo, por lo cual
sólo se abordará de manera superficial en este campo, como guía auxiliar para lo
que verdaderamente nos interesa dentro de la Sociología.

7
Dentro de la Psicología en general se considera que la personalidad son aquellos
pensamientos y sentimientos, deseos y acciones que conforman la individualidad
de cada persona.5 De hecho en la Psicología existe un campo especializado en
analizar la personalidad, estos científicos intentan descubrir, clasificar y explicar los
elementos constantes del funcionamiento psicológico humano. Ellos tratan de
explicar porque las personas se comportan como lo hacen.

El desarrollo de la personalidad de igual manera contiene diversas teorías entre las


que destacan la teoría con un enfoque psicoanalista de Sigmund Freud, en la cual
desarrolla la estructura de la personalidad la cual está conformada por el ello, el yo
y el superyó. Cada uno se desarrolla en diferentes etapas de la vida.

El ello está presente al nacer, conformado por necesidades básicas. Aquí se


desarrolla el instinto de vida y el instinto de muerte. Para Freud estos instintos de
vida y muerte son la base de todo comportamiento humano a lo largo de toda la
vida. Cada instinto consta de una necesidad corporal (en el hambre, la necesidad
es el déficit nutritivo) y un deseo psicológico (un deseo de comida). La necesidad
da lugar al deseo, y el deseo dirige la conducta.6

Posteriormente da origen al yo, el cual se desarrolla cuando somos niños y nos


damos cuenta que no todo se da automáticamente, aquí se da la prueba de la
realidad, esto consiste en que el niño elabora planes para poder cumplir sus
objetivos, un tipo de ensayo y error. Papalia nos da un ejemplo de como ocurre está
situación: d. Así, el bebé gobernado por su ello llora en la cuna hasta que es
alimentado; el pequeño que gatea y está hambriento, guiado por su yo consigue
llegar a la caja de galletas. El ello (irracional e inconsciente) siente y expresa
irracionalmente la emoción; el yo (racional y consciente) piensa y actúa según el
análisis de la situación. El yo trata de encontrar una manera de gratificar al ello,
mientras sigue considerando la realidad.

Por último, tenemos el superyó que es la última parte del desarrollo de la


personalidad, esta igual aparece en la infancia, aparece con principios de

5
Alonso J. (2012) Psicología. Segunda Edición. Mc-Graw Hill.
6
Papalia (2009) Psicología.

8
perfección, esta representa los valores que le comunican al niño, a través de la
familia y la sociedad. Está formado por el yo ideal (el “deber”, el cual aspiramos y
del cual nos sentimos orgullosos) y la conciencia (“lo que no debemos hacer”, por
estas cosas nos castigamos a nosotros mismos).

En la siguiente imagen se
muestra a través de un
iceberg como está
conformada la
personalidad según
Freud, de una manera
más comprensible en esta
ilustración podemos
observar como entendía
Freud la personalidad.

Conociendo ya, de manera meramente superficial la estructura de la personalidad,


de una de las tantas teorías existentes de la personalidad, ahora es importante
adentrarnos a la concepción sociológica y como nuestra materia de interés define a
la personalidad y cuál es la importancia dentro de nuestro campo de estudio.

La definición en la cual estableceremos la concepción de personalidad será de


acuerdo con la de Chinoy, la cual es definida en su libro “La Sociedad. Una
Introducción a la Sociología.”.

“El individuo es mucho más que un mero conjunto de costumbres, creencias, objetivos, valores,
respuestas emocionales o actitudes, que responden siempre a Patrones culturales. Este conjunto
de elementos psicológicos se organiza dentro de una estructura que se conoce generalmente como
la personalidad"

9
La definición de Chinoy, es una definición por lógica más propia del campo de la
sociología, y la cual nos ayudará a explicar cómo se desarrolla la personalidad más
allá de los campos de la salud-biológicos y darle una explicación, de cómo se
desarrolla según el medio social.

La explicación sociológica de la personalidad es sin duda inevitable, ya que la


relación entre el individuo y su medio social es sin duda estrecha, las personas
según Chinoy tienden a limitarse según al lugar donde pertenecen, como lo sería el
grupo social o económico. Se espera de una persona de clase media, que sólo
tenga una esposa, que le diga “cena” a la comida de la noche y que tenga un
televisor.

Las personas pues, dependiendo de diversos factores tienen similitudes según por
lo que han pasado. Este tipo de herramientas sirve por ejemplo para determinar
como votará determinado grupo en la próximas elecciones, o inclusive datos tan
banales como qué tipo de música escucha.

Sin embargo, esto es puro empirismo y su probabilidad es relativa, Chinoy muestra


el siguiente ejemplo:

“Los obreros manuales tienden casi siempre a considerarse como miembros de la clase
trabajadora, pero un reciente estudio ha demostrado que sólo el 77 % de los obreros
manuales urbanos hacen esta distinción. Muchas personas "juran" que cumplirán con su
deber cuando se les da un cargo oficial en los Estados Unidos, pero sólo muy pocos
"afirman" que lo harán. O para cambiar de ejemplo, la moral de los trabajadores industriales
aumenta cuando hay grupos de trabajo bien establecidos dentro de la fábrica, pero su moral
baja cuando los grupos de trabajo se enfrentan a ciertos problemas.”7

Aquí nos señala Chinoy, que toman en juego otras circunstancias, como lo son las
creencias religiosas, o dependiendo también de que roles estén en juego en su área
de trabajo.

3. SOCIALIZACIÓN

7
Chinoy, E. (2004) Introducción a la Sociología. Vigésima cuarta edición. Fondo de Cultura Económica.

10
La socialización y la sociología del suicidio son parte importante de la sociología a
continuación se marcarán y explicaran lo que estos temas conllevan y cómo es que
ayuda y es parte de la sociedad en la que actualmente vivimos primero se abarcara
la socialización que es la raíz de la sociología del suicidio.

Socialización

La socialización es un proceso a través del cual los miembros aprenden e


interiorizan las normas y los valores de una determinada sociedad y cultura
especifica por medio de este aprendizaje de nuevas capacidades que le permiten el
desarrollo social este proceso es posible debido a los agentes sociales como son
las instituciones y sujetos representativos que tienen la capacidad de transmitir los
elementos culturales apropiados, los más representativos son la escuela y la familia,
sin embargo no son los únicos.

Tipos de socialización:

La socialización tiene diferentes tipos o clasificaciones las cuales sirven para


organizar las maneras de las capacidades las cuales son las siguientes:

Socialización primaria:

Esta es en la que el individuo en la niñez en esta se convierte en un miembro de la


sociedad, se da en los primeros años de vida se da en un núcleo familias
normalmente por medio del afecto que se da a su alrededor.

Socialización secundaria:

Es el proceso posterior al primario es cuando el individuo se da cuenta que el mundo


es mucho más grande que el de los padres y que este no es el único suele darse
este en el proceso de la adolescencia donde los individuos extienden su mundo y
horizontes al empezar a convivir con otros individuos esta suele darse en las
instituciones como son las escuelas las que ayudan a que la socialización
secundaria tenga lugar en la vida del individuo.

Sin embargo, la socialización también lleva un proceso en el cual los miembros de


una colectividad aprenden los modelos culturales de una sociedad así como

11
también los aplican para crear sus propias creencias con ellos, a esto se le
considera como es que une a los miembros para su propia definición personal esto
crea sus ideas y personalidad.

Así mismo los agentes de socialización son importantes en esta ciencia estos son
las adaptaciones que tienen los miembros de la sociedad que tienen para adaptarse
a grupos sociales y los contextos culturales estos hacen del ser humano un ser
sociable que puede convivir con los humanos y que permite integrarse a la sociedad.

4. Sociología del suicidio

Para abarcar como es que la sociología ve el suicidio se debe abarcar lo que es el


suicidio el cual es el acto por el cual las personas se quitan la vida esto se da
mayormente en adolescentes, en su mayoría los casos que se presentan son por
personas que sufren de depresiones, acoso, violaciones sin embargo también
puede darse por enfermedades mentales o ingerir bebidas dañinas para el cuerpo.

Lo que la sociología intenta averiguar son las razones del porque el ser humanos
es llevado a este acto que muchos consideran cobarde, analiza en que clases
sociales suele darse más, las edades donde comúnmente son dadas esta situación
y como es que se puede combatir.

Los sociólogos suelen quedar impactados por las historias que han investigado
acerca de este tema como es que un miembro de nuestra sociedad puede quitarse
la vida por el dolor y sufrimiento que vive día a día, también busca mirar los daños
colaterales del suicidio como suele ser la culpa de las personas allegadas a la
persona que falleció, esa culpa que suele darse cuando saben que pudieron hablar
con ellos tal vez no ser tan crueles, mostrarles lo bello de la vida lo que importa pero
se han dado cuenta muy tarde.

La sociedad suele mirar al suicidio como algo sin importancia piensan que la
persona que lo ha realizado ha sido solo para llamar la atención y no siempre quiere
mirar más allá de lo que sus ojos ven, se intenta mostrar como es que esto nos
afecta como sociedad, perder una vida siempre debe ser impactante no importa la
manera en la que esta se allá ido.
12
Normalmente los sociólogos intentan saber si la persona realmente quería morir o
solamente fue algo que sucedió sin mirar las consecuencias, Durkehein admira a
las personas que deciden quitarse la vida ya que para el es algo que requiere de
mucho valor y coraje.

Pero solía hacerse la pregunta de ¿Qué es lo que orilla a un individuo a tomar tal
decisión? ¿No piensan en los daños colaterales? ¿Realmente merecía morir? Son
unas de las tantas preguntas que se hizo el autor sin embargo en la actualidad la
gente a dejado de hacerse esas preguntas no saben si es por el miedo que se tiene
a que la historia se repita de nuevo o porque simplemente no les interesa
desgraciadamente la importancia de este tema poco a poco queda en el olvido y
permanece como una mancha de la sociedad.

Cada individuo tendrá su propia manera de mirar este tema habrá personas que lo
verán de la misma, pero son escasas, poco a poco el suicidio es más constante y
eso aterra a los especialistas que el ser humano no vea la importancia de este y
quiera enterrarlo.

5. Psicología y sistemas psíquicos: algunas interrogantes

A partir de la descripción hasta acá desarrollada ¿es posible considerar a los


sistemas psíquicos como el objeto de conocimiento de la psicología? ¿Son los
“individuos”, entendidos como sistemas psíquicos, los sistemas con los que esta
disciplina trata? Si concordamos, en términos muy generales, que la psicología se
orienta al estudio de cogniciones, afectos y comportamientos, entonces ¿cómo se
vinculan éstos procesos con la idea de sistema psíquico? Una posibilidad es que
afectos y cogniciones sean elementos constitutivos del sistema psíquico
(representaciones) que producen nuevas cogniciones y afectos. Aun cuando los
afectos tengan un claro componente corporal, se reconocen en la propia conciencia
“el sentimiento, no obstante, es más que la bioquímica interpretada: es una auto
interpretación del sistema psíquico en relación con la continuidad de sus
operaciones” (Luhmann 1991: 279). Ahora bien ¿dónde queda el comportamiento?
No olvidemos que la psicología también se ha definido como una ciencia del

13
comportamiento ¿cómo lo consideramos desde la perspectiva de los sistemas
psíquicos?

Habría que señalar, en primer lugar, que la observación de las operaciones de un


sistema (en este caso, psíquico) no es directa. El comportamiento es aquello que
observamos y nos permite hacer suposiciones sobre el sistema psíquico que lo
realiza. En segundo lugar, cuando el comportamiento es comunicación, permite al
sistema psíquico interactuar de forma comunicativa con su entorno, siendo esta vía
la más usada por el psicólogo, el terapeuta, para acoplarse con el (los) individuo(s)
ofreciéndole nuevas comunicaciones que éste pueda interpretar de forma que
produzcan cambios en su sistema psíquico (otras ideas, otras emociones) que
podrán ser, al mismo tiempo, observables en su comportamiento. La única manera
en que un sistema psíquico se acopla con su entorno es a través del
comportamiento. Es por esta razón que el comportamiento no puede sino formar
parte de la psicología en tanto es lo único relativo a los sistemas psíquicos que la
disciplina puede observar y con lo único que puede intervenir.

Otro aspecto que resulta particularmente interesante es el planteamiento de


Luhmann respecto de las relaciones sistema nervioso-sistema psíquico y sistema
psíquico-sistema social. No es extraño que la psicología en su historia haya
ocupado un lugar poco claro entre el dominio bio-médico y el de las ciencias
sociales. La noción de sistema psíquico podría diferenciarla reconociendo, al mismo
tiempo, su relación con cada uno de ellos. En el caso de la psicología

clínica, por ejemplo, en la explicación de un problema, el psicólogo, dada su propia


orientación teórica, pondrá mayor atención a las comunicaciones que le ofrece su
paciente sobre los contenidos de su conciencia (ideas, sentimientos, reflexiones,
etc.) o se centrará más en las comunicaciones que su paciente mantiene con su
entorno (ej., interacción con su familia). Ahora bien, puede considerar a partir de su
observación que un cambio en el sistema psíquico requiere de un cambio en el
sistema nervioso y lo derivará a un especialista para que reciba medicación (ej.,
antidepresivos, terapia hormonal, etc.). Esta mirada, sin embargo, ¿es compatible
con otras miradas sistémicas? La terapia familiar ¿se ocupa de los sistemas

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psíquicos o su objeto es un nuevo sistema emergente, en este caso, la familia? ¿Y
las organizaciones? El psicólogo que interviene en organizaciones ¿las observa
como una entidad indivisible y su objeto es el sistema-organización? o bien
¿observa las interacciones al interior de la organización para explicar los problemas
que reportan los sistemas psíquicos que le dan origen? Como hipótesis podríamos
señalar que aún cuando la intervención se realice en un sistema organizacional o
familiar, finalmente su éxito o fracaso será evaluado por los sistemas psíquicos
involucrados. Son éstos los que comunican problemas y sufrimiento y son éstos los
que quieren que sean resueltos. La distinción de un sistema mayor (familia, pareja,
organización, etc.) por parte de un observador, en este caso el psicólogo, es aquella
que considera útil para su operar, cuyos resultados conoce por las comunicaciones
de los propios sistemas psíquicos.

A partir de lo expuesto, consideramos posible la aplicación del concepto de sistema


psíquico a diferentes áreas de la psicología, no sólo a aquellas que explícitamente
declaran trabajar mayoritariamente con individuos, como la psicología clínica, sino
también a la psicología laboral, comunitaria, educacional y social, en tanto cada una
de éstas sea indicada como el estudio del sistema psíquico acoplado a esos
entornos específicos: trabajo, comunidad, escuela y sociedad. En el caso de la
psicología social, por ejemplo, la pregunta por el individuo en el contexto social
puede ser abordada desde la noción de interpenetración entre un sistema social y
el psíquico. Como señalábamos, esta forma de acoplamiento señala que no existe
comunicación sin participación de conciencias, a la vez que éstas no pueden
desarrollarse sin las comunicaciones de la sociedad (ej., no hay auto-socialización
de los sistemas psíquicos sin que éstos se acoplen a un entorno social que, a la
vez, configuran con sus propias comunicaciones) además de considerar otras
condiciones medioambientales y orgánicas.

Una última interrogante a señalar en esta presentación es la posibilidad que el


concepto de sistema psíquico admita la noción de inconsciente, la cual es
fundamental en algunas orientaciones teóricas. Si el sistema se conforma por
operaciones de la conciencia ¿puede la conciencia considerarse en diferentes

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modos y niveles de operación, entre ellos lo que se denomina como inconsciente?
Cierto es que la psicología ha abordado el problema de los niveles de conciencia,
por lo cual sin duda se encontrarían en su interior elementos que aportarían a
responder tanto ésta como otras interrogantes al respecto

6. La angustia
La angustia es la emoción más universalmente experimentada por el ser humano,
tiene un efecto de inmovilización y conduce al sobrecogimiento en innumerables
ocasiones; se define como una emoción compleja, difusa y desagradable que
conlleva serias repercusiones psíquicas y orgánicas en el sujeto; la angustia es
visceral, obstructiva y aparece cuando un individuo se siente amenazado por algo
(Ayuso, 1988). Es un sentimiento vinculado a situaciones de desesperación, donde
la característica principal es la pérdida de la capacidad de actuar voluntaria y
libremente por parte del sujeto, es decir, la capacidad de dirigir sus actos. En ella
participan factores biológicos, psicológicos, sociales y existenciales, por lo que
conlleva inevitablemente un abordaje integral desde todos los campos
mencionados. La angustia ha sido objeto de estudio y mención por parte de grandes
filósofos, teólogos, poetas, psicólogos y psiquiatras a lo largo de la historia. A
menudo, se percibe como instinto de protección, siendo ella misma la que provoca
una perturbación en el individuo. Como dijo Benedetti: "la angustia, al igual que otros
estados psíquicos que producen sufrimiento, así, por ejemplo, la tristeza y el
sentimiento de culpa, constituye una pugna normativa de lo esencialmente
humano"; aquí, se admite que el contenido y la entidad del concepto de angustia se
aborda a través de la Filosofía, ocupándose ésta de lo que es esencial en el ser
humano (Kielholz, 1987). El concepto de angustia procede del término
alemán angst y de la palabra germana eng. Ambos terminan de acercar los campos
semánticos de uno y otro idioma; por lo tanto, dicho concepto hace referencia a algo
angosto o estrecho, es decir, a malestar y apuro. Mientras la influencia latina
hablaba de angor, con el influjo de la Psiquiatría francesa se llegó al término
de angoisse, como un sentimiento de constricción epigástrica, dificultades
respiratorias e inquietud. La reacción del individuo ante la angustia es de

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paralización, donde predominan los síntomas físicos; además, el grado de nitidez
de captación del fenómeno se encuentra atenuado (López-Ibor, 1969).

La angustia puede ser adaptativa o no, dependiendo de la magnitud con la que se


presenta y del tipo de respuesta que se emita en ese momento; su patología versa
en la proporción, intensidad y duración de las anomalías. La angustia normal no
implica una reducción de la libertad del ser humano, mientras que la patológica
refleja una reacción desproporcionada respecto a la situación que se presenta,
siendo más corporal, primaria, profunda y recurrente; este tipo de angustia es
estereotipada, anacrónica (revive continuamente el pasado) y fantasmagórica
(imagina un conflicto tal vez inexistente) (Ayuso, 1988). Además, la angustia de
carácter patológico genera trastornos como pueden ser las propias crisis de
angustia. Puede darse el caso de que dichas crisis afloren de forma secundaria o
simplemente que las acompañen otros trastornos como la neurosis obsesiva, la
depresión o la psicosis. El sujeto no se ve capaz de iniciar una acción que alivie el
sentimiento que está provocando esa angustia; ese estado de indefensión es el que
le impide ser libre. Como consecuencia, esto conlleva un grave y marcado deterioro
del funcionamiento fisiológico, psicológico y social del individuo. En esta línea, és la
medicina psicosomática la que se encarga de estudiar el impacto que provocan
determinadas situaciones nocivas y amenazantes en el propio sujeto y que, muy
probablemente, le pueden llevar a desarrollar enfermedades físicas de gravedad.
Los animales responden fisiológicamente con claros signos de miedo ante aquellas
situaciones que se perciben como amenazantes o aquellas situaciones donde hay
un peligro latente para ellos; sin embargo, el hombre tiene la capacidad de anticipar
esa amenaza, siendo ésta la base de la angustia. Tanto en el caso del miedo como
en el caso de la angustia nos enfrentamos a una amenaza que no se distingue
desde el punto de vista fisiológico y subjetivo. Aún así, se utiliza el término de miedo
como una reacción normal ante un estímulo amenazante o ante una situación de
peligro claramente identificable en el ambiente; por lo tanto, es reconocible la causa
del sentimiento, es decir, tiene una explicación racional, e incluso existe la
posibilidad de la presencia de un fracaso real para el sujeto, como puede ser la

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realización de una prueba de evaluación. Sin embargo, la angustia es carente de
objeto, con sentimientos inmotivados y una respuesta anticipatoria (Ayuso, 1988).

La angustia puede estar relacionada con otros trastornos psíquicos, con


enfermedades de índole somática (delirios tóxicos, alucinosis alcohólica, etc.) o
incluso, con enfermedades metabólicas y endocrinas (hipertiroidismo,
hipoglucemias, etc.). Su sintomatología es bastante extensa, mostrando síntomas
de índole somática tales como taquicardia, palpitaciones, dolor u opresión
precordial, palidez, exceso de calor, sensación de ahogo, náuseas, dispepsia,
sensación de bolo esofágico, pesadez y sensación de hinchazón, frigidez,
eyaculación precoz, enuresis, temblor, hormigueo, cefalea, vértigo, mareo,
sudoración y sequedad de boca, entre otros (Ayuso, 1988). A nivel fisiológico
aparece, por un lado, un aumento de la frecuencia cardiaca, del flujo sanguíneo, de
la conductibilidad cutánea y de la actividad electromiografica y, por otro lado, un
descenso en el volumen del pulso digital; a nivel sanguíneo se observa un aumento
de cortisol, adrenalina y noradrenalina (Ayuso, 1988). También, se destacan los
síntomas subjetivos que se producen en el individuo que sufre angustia y las
alteraciones de la conducta manifiesta, siendo éstas las más visibles. En definitiva,
la angustia ha acompañado y acompaña al hombre en el curso de su existencia.
Para la Filosofía, la mera condición del ser existencial es ya la base de la angustia,
o forma parte de la misma en sí. Todo hombre experimenta el estado anímico de la
angustia alguna vez en su vida; desde el momento del nacimiento y con la obligada
y necesaria separación del vínculo materno, el ser humano cae en un estado de
absoluta independencia que no reconoce y, por lo tanto, no puede interpretarlo
como estado de libertad, llevándole a ser consciente de la limitación de su existencia
humana. En esta línea, la angustia se ha definido como un modo de hundirse en la
nada, pero es a la vez la manera de salvarse de esa misma nada que amenaza con
aniquilar al hombre angustiado, es decir, una manera de salvarse de lo finito y de
los engaños (Villanueva, 1981). Por otro lado, para el psicoanálisis, la angustia es
la primera experiencia del hombre, se produce en el nacimiento y puede ser según
Freud, real, neurótica o moral provocada por el súper yo; puede expresarse en
forma de temor concreto (como temor a morir, a enloquecer o a perder el juicio) o

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de forma más general, tal es el caso de un temor ante la nada. El psicoanálisis vive
la angustia como una amenaza de disolución del yo; Freud afirmó que se produce
sin relación con ningún tipo de condición, de manera tan incomprensible para
nosotros como para el enfermo, que su acceso es espontáneo y libre, sin que pueda
hallarse un peligro o pretexto; siempre está presente en la vida del ser humano,
pudiendo adquirir distintos tipos de máscaras, pero aun así sigue siendo una, es
decir, es la misma angustia de la que hablaron tanto nuestros antepasados como
los profesionales de la salud.

Evolución histórica del concepto


La Filosofía afirma que sólo a partir de sus propios postulados se puede explicar el
contenido histórico y el concepto de angustia. Según aseguran los filósofos, ninguna
otra ciencia ha conseguido ocuparse tan íntimamente de aquello que es primordial
en el hombre y para el mismo y, por consiguiente, de la angustia en sí misma. Existe
una angustia existencial, procedente de la misma entidad del individuo sano, del
hecho mismo de vivir y convivir, angustia controlable y capaz de dinamizar aspectos
creativos de la persona, facilitando el rendimiento y la motivación para la realización
de proyectos (Kierkegaard, 1844); este autor considera que el origen de la angustia
que el individuo experimenta se encuentra en la posibilidad de ocurrencia del fallo,
es decir, en la posibilidad de no acertar, de no tomar la decisión correcta, de no
alcanzar la meta final perseguida. Para Kierkegaard, la nada en su sentido más
general no significa muerte, como puede significar para otros pensadores, ya que
eso para él no existe. Un pensador existencial nunca podría centrarse en esa nada,
la nada no se percibe como una idea abstracta, sino como la posibilidad de no
acertar el uso de la libertad del individuo, de que las posibilidades no actúen de
forma adecuada. Otro filósofo de la época, Heidegger, piensa que la angustia está
formada por un doble carácter; por un lado, la considera como un fenómeno de
hundimiento de los puntos de apoyo y, por otro, como una máxima quietud que deja
al individuo que la sufre clavado y fijo en ese nuevo vacío. Mientras Kierkegaard
habla de la angustia como un presentimiento propio de la nada o como la nada

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sumergida en la propia existencia del individuo, es Nietzsche quien habla de ella
como el miedo a la muerte, considerándola la enfermedad de Europa.

Más tarde, el psicoanálisis se ocupa de la angustia con gran relevancia, centrándose


más en una angustia de carácter neurótico (Freud, 1971) y, a su vez, en las causas
de la misma. El Psicoanálisis se enfrenta a grandes dificultades a la hora de
diferenciar entre un tipo de angustia de índole neurótica y una angustia no neurótica.
La primera es entendida como la formación del yo separado, es decir, una angustia
donde hay una pérdida del placer. Un ejemplo de ésta sería la angustia de
castración edípica, entendiéndose cómo la única perteneciente al campo de lo
simbólico; se manifiesta mayormente como una fantasía inconsciente y parte de la
base de un conflicto neurótico en el individuo; además, es la que da paso al deseo
genital y a la relación con otras personas sexuadas. La angustia neurótica es un
producto de la libido (Freud, 1955). La angustia es en parte fisiológica, ya que está
provocada por una descarga incontrolada de la libido en el individuo; por lo tanto, la
angustia real se desencadena por la percepción de un peligro externo que se asocia
a un reflejo de autoconservación, así pues, se presenta como una cuestión
completamente normal y comprensible. De todas maneras, la reacción de
protección podría intervenir sin acompañarse de una sensación de angustia, la cual,
cuando es demasiado intensa, puede constituir un obstáculo paralizante para el
sujeto; únicamente la huida es racional, ya que la angustia no responde a ningún
fin. Más tarde, M. Klein considera que la angustia es una reacción directa del
organismo frente a la coexistencia en su estructura de la pulsión de vida y la pulsión
de muerte. En 1949, López-Ibor utiliza por primera vez el término de angustia vital,
concluyendo que la angustia que presentan algunos de sus pacientes neuróticos no
refleja las características normales que manifiesta la misma en individuos sanos;
esta angustia se torna más patológica a medida que aumenta su somatización,
adquiriendo un carácter más morboso; según esto, el propio síntoma que ya es
patológico se fija de tal forma que comienza a evolucionar por sí mismo.

La angustia normal es entendida como una reacción de alerta percibida por un


sujeto ante una situación peligrosa o de amenaza para él, pudiendo llegar a ser

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dinámica y controlar el flujo de determinadas conductas; cuando no se controlan los
niveles normales de dicha angustia, ésta puede llegar a ser desproporcionada,
destacando entonces en ella la inmovilidad, el bloqueo y la falta de acción para la
realización de conductas adaptativas, siendo ésta la angustia neurótica. Aquí, el
individuo continúa reaccionando ante los peligros instintivos con las mismas pautas
arcaicas y desfasadas que utilizaba en los primeros años de su vida, como si el
tiempo no hubiera transcurrido, como si las amenazas procedentes del exterior y las
desencadenadas por los impulsos fueran iguales a las de entonces, y la capacidad
del yo para hacer frente a unas y otras continuara siendo tan escasa como en
aquellos momentos (Coderch, 1975). Además de estos dos tipos de angustia
aparece una tercera, la psicótica, que se produce en las psicosis endógenas; ésta
tiene una raíz mucho más profunda y marcada que las anteriores y aparece en los
pacientes psicóticos; en la mayoría de los casos no puede ser aliviada mediante
ansiolíticos, sino por medio de neurolépticos o antidepresivos (Scharfetter, 1977).

Más tarde, aparece el trastorno por ataques de angustia, que se inicia en la


juventud; generalmente, se da en la tercera década de la vida, resulta más tardío
que el correspondiente a la fobia simple y a la fobia social, que suelen aparecer en
la adolescencia (Reich, 1986). No es común encontrar un caso de inicio de dicha
angustia en un individuo que ha pasado los cuarenta años de edad. Las crisis de
angustia (crisis de pánico) son trastornos en los que aparecen crisis recurrentes y
se desarrollan con frecuencia actividades agorafóbicas ante el miedo de que una de
estas crisis pueda aparecer cuando el sujeto esté solo o alejado de sus lugares o
puntos de seguridad que toma como referencia, derivándose, en innumerables
ocasiones, en tanatofobia (miedo a la muerte) o en maniafobia (miedo a la locura);
se destaca una angustia de tipo agudo, cuando el comienzo es brusco y ocurre ante
un suceso específico, y una angustia de carácter crónico, cuando el estado habitual
es de alerta constante, implicando con ello un descenso en el rendimiento laboral y
un deterioro en las relaciones sociales. Por su parte, Zubiri (1992) apunta que no se
trata de agitación o hiperactividad, sino todo lo contrario: una larvada "paralización";
para este autor la angustia es el gran peligro del hombre actual, la considera como
todo lo contrario a una fuente de progreso para el ser humano. Bajo su punto de

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vista, el ser humano ha cultivado, queriéndolo o no, un régimen de aturdimiento,
promovido por instrumentos como la televisión, el cine y la radio.

7.- MIEDO

La RAE define el miedo, como “aquella perturbación angustiosa del ánimo por un
riesgo o daño real o imaginario”

Y es un sentimiento común a todos los seres humanos. “Algunos de nuestros


miedos, por supuesto, tienen un valor de supervivencia básica. Otros, sin embargo,
son reflejos que pueden ser debilitados o reaprendidos”

Esta sensación de ansiedad causada por nuestra anticipación de algún evento o


experiencia imaginada es una reacción biológica de nuestro cuerpo ante un conjunto
de señales que interpreta como temerosas. Y el sentimiento de aprensión es similar
ya temamos ser mordidos por un perro o que Hacienda nos cruja en la declaración
de la renta.

Karl y Theo Albrecht

En Psychology Today (Psicología hoy). Es una revista de divulgación psicológica.


Menciona cinco miedos básicos de los cuales nacen casi todo el resto de nuestros
temores:

A) Miedo a la muerte

El miedo a ser aniquilados y dejar de existir, más comúnmente conocido como


miedo a la muerte, proviene de una sensación primaria de todos los seres humanos
por la supervivencia.

B) Pérdida de autonomía

El miedo a ser inmovilizados, paralizados, restringidos, sometidos, atrapados,


encarcelados o controlados por circunstancias que están fuera de nuestro control.
El temor a la libertad de nuestros movimientos naturales es común a casi todos
nosotros.

C) La soledad

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Totalmente contrapuesto al anterior, este miedo se relaciona con el pánico al
abandono, al rechazo o a sentirnos despreciados. La pérdida de conexión con el
mundo genera sensaciones de angustia ante la posibilidad de convertirnos en una
persona no querida a la que nadie respete ni valore.

D) Miedo a la mutilación

“Se trata del temor de perder cualquier parte de nuestra estructura corporal, la idea
de tener límites en la movilidad de nuestro cuerpo o de perder la integridad de
cualquier órgano, parte del cuerpo, o la función natural”

E) Daños y perjuicios al ego

El miedo a sentirnos humillados, pasar vergüenza o cualquier otra situación de


profunda desaprobación que amenace la pérdida de la integridad del ser (también
conocida como muerte del ego)

1 En la Teoría de W. Canon-P. Bar

• Miedo: es activado por amenazas a nuestro bienestar físico o psicológico, por


ejemplo, si ocurre una fuerte tormenta.

Mientras disfrutamos de un día de montaña. Es normal sentir miedo ante ciertas


circunstancias, pero los miedos irracionales son considerados fobias

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2 “Así comienza lentamente a aprender, poco a poco al principio, luego a grandes
saltos. Pronto se produce un choque en sus pensamientos.

Lo que se aprende no es nunca como lo había imaginado, de modo que comienza

A tener miedo. Aprender no es nunca lo que uno espera. Cada paso en el


aprendizaje es una nueva tarea, y el miedo que el hombre siente empieza a crecer
inflexiblemente, sin piedad, su propósito se ha convertido en

Un campo de batalla. Pero no debe salir huyendo. Debe hacer frente a su propio
miedo y a pesar de él dar el siguiente paso en

El aprendizaje y el siguiente y el siguiente. Debe llegar a estar totalmente asustado


y a pesar de todo no pararse. ¡Ésa es la norma! Y llega un momento en que su
primer enemigo se retira. Seguir aprendiendo deja de seruna tarea horrorizarte.”

3.-La otra cara de la moneda del miedo es siempre la libertad y

Debemos ser responsables de nuestro viaje por la vida.

En el decálogo de aprendizaje

Superar tu miedo a aprender es parte de tu progreso.

8.- AUTOBIOGRAFIA

El concepto de autobiografía

La autobiografía es un género narrativo que emprende el recuento de los principales


episodios de una vida, haciendo énfasis en situaciones vitales relevantes y
definitorios. Se le considera una forma de escritura que existe entre la literatura y la
historia, muy próximo a las memorias, el diario íntimo y la biografía.

Es la historia de una vida que, al exteriorizar hechos de conciencia, proyecta toda


una serie de recuerdos desde la intimidad del propio ser. Todo hombre capaz de
centrar su pasado en los hechos de su historia vivida está haciendo su propia
autobiografía.

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Como todo género literario, con sus linderos fijos, se mueve en torno a dos planos
cuya existencia es necesaria; a uno de ellos lo llamaremos subjetivo y su exigencia
es tal que todo, absolutamente todo, gira en torno suyo. El autor siente la necesidad
de explicar su propia actuación con los problemas que ello implica y lo hace desde
su intimidad, porque en ella tiene la vida una auténtica realidad.

1 La memoria disemina los recuerdos en el espacio o los arroja a las cenizas del
tiempo y sólo la memoria resiste a esta pulverización, porque el tiempo es para ella
una autobiografía que permite reconstruir los recuerdos cuando han desaparecido

El sociólogo, para que sea pertinente la utilización de textos autobiográficos como


material interpretable, debe sacar informaciones de los contextos extra-textuales
(escolares, políticos, religiosos, familiares…) correspondientes a los diferentes
momentos de la trayectoria narrada, y también al momento en el que el escritor
habla de sí mismo, para comprender a partir de qué presupuestos culturales, de qué
categorías históricas de percepción el autor se "dice" y se "pone en escena".

¿Dónde reside “la verdad” de la autobiografía?

2A través de los dos ejemplos atípicos de Pierre Bourdieu y de Richard Hoggart, se


pulsa uno de los problemas centrales que plantean los testimonios personales
escritos, y más particularmente el género autobiográfico, al sociólogo: éstos no
tienen por objetivo contextualizar históricamente, socialmente, culturalmente… los
personajes y sus acciones, sus propósitos y sus sentimientos. Y se podría decir que
la verdad de la autobiografía no está por completo contenida en la autobiografía.
Por esto, el sociólogo debe, para que sea pertinente la utilización de textos
autobiográficos como material interpretable, sacar informaciones de los contextos
extra-textuales (escolares, políticos, religiosos, familiares…) correspondientes a los
diferentes momentos de la trayectoria narrada, y también al momento en el que el
escritor se narra, para comprender lo que está en juego, a partir de qué
presupuestos culturales, a partir de qué categorías históricas de percepción el autor
se “dice” y se “pone en escena”.

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Memoria episódica y semántica

El psicólogo canadiense Endel Tulving reconoce que el conocimiento almacenado


en la memoria a largo plazo no es todo igual y distingue dos tipos de memoria:
episódica y semántica.

• Memoria episódica. Es la memoria ‘autobiográfica’ o personal que nos permite


recordar fechas, hechos o episodios vividos en un tiempo y lugar determinados.

Guarda acontecimientos de la vida y también las circunstancias en que se aprendió.

¿Recuerdas el nombre de tus maestros de escuela? ¿Tu primer ligue? ¿Has


presenciado un accidente de tráfico? Todos son recuerdos episódicos. La fuente De
la memoria episódica es la percepción sensorial y la información que contiene está
organizada temporalmente.

• Memoria semántica. Almacena el conocimiento del lenguaje y del mundo,


independientemente de las circunstancias de su aprendizaje. La comprensión del
conocimiento cultural (hechos, ideas, conceptos, reglas, proposiciones, esquemas)
constituye la fuente de la memoria semántica.

9. Carácter social

1) Definición

El carácter social se entiende como al núcleo de la estructura de carácter


compartida por la mayoría de los individuos de la misma cultura, a diferencia de
carácter individual, que es diferente en cada uno de los individuos pertenecientes a
la misma cultura.

El carácter social se inculca dentro del carácter de cada individuo durante la niñez
y, desde luego, los padres son los principales intermediarios de la sociedad en este
campo.

2) Erich Fromm: el carácter social

ERICH FROMM nace en Frankfurt el año 1900. Es el único hijo de una familia judía
practicante que, como tantas otras familias judías de entonces, tuvo que

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desenvolverse en un clima marcada y progresivamente antisemita. Todavía bajo el
impacto de la irracionalidad de la Primera Guerra Mundial, FROMM estudio en la
universidad psicología y sociología. Sin embargo, a FROMM no le podían bastar
una psicología y una sociología científicas porque aunque la irracionalidad se
constate en el dato, sólo se alcanza desde el concepto. Por esto FROMM se Sitúa
desde el primer momento en la corriente filosófica occidental.

El carácter social, como lo plantea Fromm se refiere a un conjunto de actitudes y


comportamientos que trazan formas de socialización y que sirven para el mejor
funcionamiento de una sociedad cualquiera, estos comportamientos estarían
mediados por los medios de producción adyacentes a la situación económica, y
dichos comportamientos serían introyectados de alguna forma por los sujetos
pertenecientes a la sociedad en cuestión.

Fromm piensa que existe una relación íntima entre la naturaleza de la sociedad y la
naturaleza de los tipos de caracteres que predominan en ella. Una sociedad
requiere del predominio de seres humanos, cuyas estructuras de carácter
correspondan a sus instituciones. Esto es lo que Fromm llama el carácter social,
que constituye el núcleo de la estructura del carácter sostenida en común por los
miembros de una cultura y que desempeña la función de moldear y canalizar la
energía humana, de manera que se facilite el funcionamiento de la sociedad.

Fromm no aprueba del todo las adaptaciones particulares y los caracteres sociales
de sociedades en particular. Por el contrario, señala que la formación de cualquier
carácter social mata la espontaneidad individual y restringe severamente las
oportunidades para la autorrealización.

El afirma que no se puede entender la génesis del carácter social en referencia a


una sola causa aislada, sino en referencia a la interacción de factores
sociológicos e ideológicos.

10.CULTURA

1) Definición de cultura

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Los sociólogos definen la cultura como “diseños de forma de vida”, valores,
creencias, las conductas, las costumbres y los objetos materiales que constituyen
la forma de vida del pueblo. Es como una caja de herramientas con soluciones para
los problemas cotidianos, es un puente hacia el pasado así como una guía hacia el
futuro, su estudio no es una ciencia experimental en busca de una ley sino una
búsqueda de significados

Para comprender lo que supone la cultura hay que distinguir entre pensamiento y
cosas.

Lo que los sociólogos llaman cultura no material es el mundo intangible de las


ideas creado por los miembros de una sociedad y que va desde el altruismo hasta
el budismo zen

La cultura material constituye las cosas tangibles creada por los miembros de una
sociedad desde un arma hasta una cremallera, desde un teléfono móvil hasta un
objeto de cerámica

Los seres humanos hacemos cultura y ella a su vez nos hace, se convierte en parte
de nosotros.

La cultura ha desplazado fuerzas de instinto y los humanos pudieron diseñar su


propio entorno natural, las personas han hecho y rehecho sus mundos de
incontables maneras eso explica la extraordinaria diversidad cultural de hoy en día

2) Componentes principales de la cultura

Aunque las culturas que encontramos en todas las naciones del mundo difieren de
varias maneras todas ellas parecen construirse a partir de 5 componentes
principales: símbolo, lenguaje, valores, normas y cultura material.

Símbolo

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Nosotros construimos una realidad de significados al hacer esto, los humanos
transformamos elementos del mundo en símbolos, cualquier cosa que contiene un
significado especial reconocido por aquellas personas que comparten una cultura.
Un silbido, unos grafitis sobre una pared, una luz roja parpadeante, un puño elevado
en alto, etc.; todos ellos son símbolos. Podemos ver la capacidad humana para
crear y manipular símbolos reflejada en los muchos significados diferentes
asociados con el simple acto de guiñar un ojo.

Lenguaje

El lenguaje, el componente más importante de la cultura, es un sistema de símbolos


que permite a los miembros de una sociedad comunicarse entre sí. Los símbolos
toman la forma de palabras habladas o escritas, que son culturalmente variables y
que se componen de varios alfabetos e ideogramas utilizados en todo el mundo.
Incluso varían las convenciones para la escritura

Valores y creencias

Los valores son pautas morales que utilizan las personas para juzgar lo que es
bueno y lo que es malo, y que varían entre las diferentes culturas. Los valores son
normativos: declaraciones acerca de lo que debería existir en términos éticos y
morales, y son los principios generales que subyacen a las creencias, declaraciones
específicas que las personas sostienen que son verdaderas. Mientras que los
valores son patrones abstractos que establecen lo que está bien y lo que está mal,
las creencias son asuntos determinados que los individuos consideran como ciertos
o falsos. Los valores y las creencias culturales no solo influyen en cómo percibimos
nuestro entorno, también forman parte del núcleo de nuestro punto de vista moral
del mundo.

Normas

Las normas son reglas y expectativas por las cuales una sociedad guía la conducta
de sus miembros algunas normas son proscriptivas y prescriptivas

Las proscriptivas prohíben aquello que no deberíamos hacer y las normas


prescriptivas, por el contrario, explican lo que deberíamos hacer. Las normas más
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importantes se aplican virtualmente en todas partes y en cualquier momento. Por
ejemplo, los padres esperan obediencia por parte de sus hijos estén donde estén

Cultura material

cada cultura abarca un amplio repertorio de creaciones humanas tangibles que los
sociólogos llaman artefactos. Los chinos comen con palillos en lugar de utilizar
cuchillos y tenedores, los japoneses colocan esterillas en lugar de alfombras sobre
el suelo, y muchos hombres y mujeres en la India prefieren llevar una prenda de
vestir suelta en lugar de la ropa más ajustada común en la mayor parte de Europa.
La cultura material de los pueblos que no conocemos nos puede resultar tan extraña
como su lengua, sus valores o sus normas.

Las culturas son diseños para vivir y remiten a modos de vida. Son en parte
materiales (objetos materiales como los teléfonos o la vajilla), en parte no materiales
(por ejemplo, las ideas) e involucran costumbres (lógicas prácticas a través de las
cuales actuamos y pensamos en la vida cotidiana). Varias especies animales
muestran una capacidad limitada para la cultura, pero únicamente los seres
humanos dependemos de la cultura para nuestra supervivencia.

C) CONCLUSIÓN

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En conclusión, la sociología es parte de nuestra vida diaria y se conecta con
diversas ciencias sociales y cosas que afectan a nuestra sociedad intenta
comprender al ser humano haciéndose múltiples preguntas para entender a la
sociedad, aunque no siempre lo logré y los sociólogos cada día se hacen nuevas
preguntas que tal vez jamás podrán ser contestadas en su totalidad.

Hay aspectos que jamás pensamos oír o que existieran en nuestra vida como son
el suicidio y el miedo que alguna vez hemos oído vagamente de los cuales no hemos
tomado conciencia, así mismo los temas que hemos abarcado nos han servido para
ver desde otra perspectiva el mundo que nos rodea más allá de nuestros estudios.

Los caracteres sociales que nos rodean y cómo es que el ser humano depende de
la manera que interactuamos con otros individuos ya sea para en nuestros grupos
sociales o en otros.

Como también la manera en la que la personalidad de cada individuo es a base del


entorno en el que hemos sido criados y cómo es que nos relacionamos desde la
niñez para ser integrados en la sociedad de manera que podemos adaptarnos para
no ser excluidos de esta.

Si individuo no es capaz de vivir en la sociedad de manera correcta es aislado de


esta y rechazado que a veces suele derivarse a otra cuestión como es la depresión
del individuo lo que puede conllevar a otros problemas.

En resumen, la sociología es parte de nosotros para entendernos a nosotros


mismos y a los que nos rodean, debemos ser capaces de entender los problemas
que nuestra sociedad tiene y como enfrentarlos sin dañar a terceros.

D) FUENTES:

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Alonso J. Psicología. Segunda Edición. Mc-Graw Hill.

Chinoy, E. (2004) Introducción a la Sociología. Vigésima cuarta edición. Fondo de


Cultura Económica.

Corsi, G., Esposito, E. y Baraldi, C. 1996. Glosario sobre la teoría social de Niklas
Luhmann. México: Universidad Iberoamericana, Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Occidente.
Jeeves, M. y Brown, W. 2009. Neurociencia, psicología y religión. España: Verbo
Divino.
Kuhn, T. 1971. La estructura de las revoluciones científicas. México: FCE.
Leahey, T. 1989. Historia de la psicología. Madrid: Debate.
Luhmann, N. 1991. Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general.
México: Editorial Patria.

John J. (2009) Macionis & Ken Plummer. Masalladeloido. 3ra. Edición.

Giddens, (2010) Sociología. Sexta Edición. Alianza Editorial

Lahire, Bernard, Sociología y autobiografía Revista de Antropología Social, núm. 13,


2004

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