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PROFUNDIZACION EN ADULTO MAYOR -RESUMEN DE CARPETA Y RESÚMEN DE TEXTOS-

PSICOTERAPIA: Teoría y clínica. Leopoldo Salvarezza


INTRODUCCIÓN Y PRESENTACIÓN
En un principio, el analista se dedicaba únicamente al trabajo en el consultorio, pero con el pasar del tiempo comenzó a abrirse hacia la comunidad, lo que lo
llevó a manejar masivamente situaciones terapéuticas distintas como la adolescencia, las parejas, las familias, etc., sin embargo, un gran sector de la población
quedó olvidado: los viejos.
“(…) me encontré con un cuadro insólito dentro de mi quehacer profesional: un psiquiatra muy simpático y preparado hablaba con un entusiasmo sobre su
trabajo con los viejos. (…) Quedé tan sorprendido y fascinado a la vez con lo que había escuchado, que ese día se definió mi tercera identidad profesional:
prácticamente desde entonces soy psicogeriatra. Dentro de un centro de salud, les propuse que me dejaran intentar hacer psicoterapia con viejos, lo cual fue
cautelosamente acogido porque me dijeron que no sabían qué hacer con los pacientes mayores de 50 años. Así nació el equipo de Psicogeriatría y
Psicoprofilaxis de la Vejez. Este servicio fue el primero de su género que funcionó en el país y luego sirvió de estímulo y modelo para los que después se fueron
creando en otras instituciones.

1. VIEJISMO. LOS PREJUICIOS CONTRA LA VEJEZ


Es importante tener en cuenta que las conductas y la forma de vida de cada sujeto están determinadas por una ideología, lo que quiere decir que dependiendo
de cómo cada persona haya vivido su vida, como cada persona entienda lo que significa la vejez, es como la va a transitar. Esto tiene una gran importancia tanto
para el tratamiento que se les dispensa a los viejos desde el punto de vista profesional, como en la forma teórica de pensar sobre ellos y sus problemas.

dos teorías: dos formas prevalentes de enfocar la problemática de la vejez y ambas se contraponen
Teoría del desapego: La teoría del desapego surge en una universidad en Chicago, y consiste en que a medida que el sujeto envejece se produce una reducción
de su interés vital por las actividades y objetos que lo rodean, lo cual va generando un sistemático apartamiento de toda clase de interacción social. Se considera
que este proceso no solo pertenece al desarrollo normal del individuo, sino que es deseado y buscado por él.
Esta teoría del desapego, luego de su publicación causo un considerable impacto porque en su conjunto recogía una cantidad de hechos observables que
proveían una sólida base para enfrentar problemas derivados de una sociedad de producción capitalista.

Teoría del apego: Carp, por ejemplo, en oposición a esta teoría, comprueba que en un entorno positivo la gente vieja generalmente prefiere la actividad y los
contactos sociales informales más que el desapego. Maddox dice que los viejos deben permanecer activos tanto tiempo como les sea posible, y que cuando
ciertas actividades ya no son posibles deben buscarse sustitutos para ellas.
Salvarezza señala que toda posibilidad de ser dentro del contexto humano es posible solamente en relación con otro y que la separación debe ser comprendida
como formando parte de la patología o de la acción prejuiciosa y segregacionista contra los viejos de ciertas estructuras sociales, pero de ninguna manera como
normalidad.
Lo deseable es conservar a una edad avanzada pasiones lo bastante fuertes como para que nos eviten volvernos sobre nosotros mismos. Hipocrates aconsejaba
moderación en todos los terrenos, pero sin interrumpir sus actividades, y en el siglo II, Galeno decía “que el viejo tome baños calientes, beba vino y además sea
activo”.
La insatisfacción y la angustia consecuente solo sobrevendrán en aquellas personas que permanezcan preocupadas en una situación competitiva con el
recuerdo de sí mismo cuando jóvenes. El buen envejecer estará dado por la capacidad que tenga el sujeto de aceptar y acompañar estas inevitables
declinaciones sin insistir en mantenerse joven a cualquier precio. Hay que mantener una lucha activa para tratar de obtener el máximo de satisfacción con el
máximo de las fuerzas de que en cada momento se disponga. “El que ha sido gran tenista en su juventud, en su vejez jugará al golf, pero seguirá siendo
deportista”. La queja mayor que manifiestan los viejos es la pérdida de roles sociales y la dolencia más extendida en esta edad, esa la depresión, cuyas causas,
son la separación o la pérdida de los objetos reales o fantaseados, considerados necesarios para satisfacer su deseo.
La idea entonces, consiste en tratar que los viejos se mantengan apegados a sus objetos y actividades la mayor cantidad del tiempo posible y cuando no, tratar
de encontrar sustitutos derivativos.

2. PREJUICIOS CONTRA LA VEJEZ


Viejísimo define el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos en función de su edad.
Los prejuicios contra la vejez, son adquiridos durante la infancia y luego se van asentado y racionalizando:
Busse (1980), explica que, durante la formación educativa, los niños ven en sus abuelos la pérdida de la vitalidad, un declinar del vigor mental y del atractivo
corporal.
El Grupo de Psiquiatría enumeró en 1971, las razones de las actitudes negativas de los psiquiatras para tratar a las personas viejas:
 Los viejos estimulan a los terapeutas temores sobre su propia vejez
 Reactualizan en los terapeutas conflictos reprimidos en relación a sus propias figuras parentales
 Creen que estos no van a cambiar sus conductas que están relacionadas con enfermedades cerebrales
 Están muy cerca de la muerte estos pacientes, por lo que no vale hacer el esfuerzo hacer el tratamiento.
 Puede morir afectando el sentimiento de omnipotencia del terapeuta
Un viejo frente a nosotros es como un espejo del tiempo y como todos sabemos el destino que la sociedad impone es la vejez.
Para el terapeuta lo que representan los viejos es un objeto vivencial desconocido, no así los niños, adolescentes, etc., ya que el médico no hay llegado a viejo,
por lo que en su acercamiento a los viejos falta la vivencia personal

3. PREJUICIOS MÁS COMUNES CONTRA LA VEJEZ


Un tercio del común de la gente asegura que los viejos:
 Pasan mucho tiempo en cama a causa de enfermedades
 Tienen accidentes en el hogar
 Desarrollan infecciones fácilmente
 Viven en residencias u hospitalizados
 La salud se declina según el paso de los años
El resultado de estos prejuicios es que se establece una fuerte relación entre VIEJO = ENFERMO, que entraña un enorme riesgo, pues pasa a comportarse como
una profecía autopredictiva que termina por internalizarse aun en los destinatarios de los prejuicios
La OMS (1946) señala que “es un estado de completa satisfacción física, mental, social y no solamente por la ausencia de la enfermedad”.
En la práctica la salud de los viejos se describe generalmente por:
Ausencia o presencia de enfermedades
Satisfacción vivenciada en cualquiera de las tres áreas de la conducta mencionadas.

La definición alternativa de la salud que plantea la OMS es mejor medirla en términos de función. Es decir, las cosas que una persona vieja puede, o cree que
puede hacer, son usualmente los indicadores del grado de salud tanto como de los servicios que necesita

4. FACTORES BIOLÓGICOS Y SOCIALES QUE INCIDEN EN LA PSICOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO


Uno de los mayores problemas que enfrenta el estudio de la gerontología y geriatría es la excesiva tendencia a la generalización.
Son más homogéneas las conductas de los recién nacidos a la de los chicos que tienen entre los 0 a 6 años de edad.

mediana edad? No es una fase que pueda definirse, sino que guarda diferentes significados para la gente según su edad, sexo, estatus, clase social
Jacque (1966 - Psicoanalista, que estudia el desarrollo de la ansiedad) fue el primero en estudiarla, la sitúo entre los 35 años para adelante, pues la expectativa
de vida al nacer era mucho menor de lo que es ahora.
Algunos sientes que es la época de la “Flor de la vida” mientras que para otros significa un “Nicho ecológico”
Es decir, para gran parte de la gente de mediana edad, la vejez es la época de la auto realización y la gratificación, pero al mismo tiempo, para toda la gente sin
excepción, es también la época que marca el paso inexorable hacia la vejez.

Características de la Mediana Edad: En la mediana edad hay dos temas que predominan:
 La progresiva toma de conciencia del paso del tiempo con el consiguiente envejecimiento personal
 Los cambios en los patrones vitales muestran que los hijos crecen, los padres envejecen y mueren y la sensación de ser el próximo en la familia.

Características
Incremento de la interioridad: Se enfoca en la introspección y en el balance vital con un intento de re-evaluar el sí mismo. Es el momento del movimiento
externo al interno. La disponibilidad que se tenía hacia el mundo externo se reduce. Este repliegue sobre sí mismo podrá tener las características de
reminiscencia (recuerdos que parecían haber sido olvidados), en cuyo caso se conseguirá la integridad del sujeto o adquirirá la forma de nostalgia y al no poder
establecer la integridad se transformará en desesperación.
Cambio de la percepción: Se comienza a pensar al tiempo de otra manera, se piensa más en relación a lo que falta vivir que lo que ha pasado desde el
nacimiento. Aparece además la consciencia de que el tiempo es finito.
Personalización de la muerte: Aparece la personalización de la muerte (se mueren parientes, amigos, etc.) y esto hace que se convierta en una posibilidad para
sí mismo. Freud decía que desarrollábamos una tendencia a archivarla. En este sentido se marca un rasgo importante de orden cultural en cuanto a la conducta.
Los hombres se preocupan por morir, mientras que las mujeres se preocupan por quedar viudas.
Los dos últimos rasgos intrapsíquicos mencionados, al instalarse la vejez tienden a perder importancia como un factor preocupante, en tanto que el primero
persiste y puede llegar a incrementarse.

 Distintos tipos de envejecimiento


Los estudios han mostrado que la mayor parte de la gente se ajusta y se adapta a la mediana edad, pero también aparecen lo que son llamadas “las
crisis de la mediana edad”
Butler (1982) y Ey (1969) describen las conductas más comunes que suelen presentarse en la mediana edad y que denotan automáticamente que el
proceso de un buen envejecer está perturbado.
Ey señala que el ser que envejece debe hacer un esfuerzo extra, porque al contrario de los niños o adultos, deben adaptarse no solamente al medio,
sino a su propia vejez.
La incapacidad de aceptar las nuevas condiciones (disminución de las capacidades intelectuales – envejecimiento físico o disminución de la sexualidad)
que impone el envejecimiento puede llevar a que aparezcan las siguientes situaciones:
 La frustración libidinal puede llevar a la persona a sentirse inferior a los jóvenes, traduciéndose en un rechazo global de todo lo relacionado
con la juventud, mostrándose impaciente, crítico, agresivo y autoritario hacia las generaciones menores.
 La preocupación por los cambios corporales aparecerá en forma de trastornos hipcondriacos (depresión, alcoholismo, ect)
 El temor a los cambios del funcionamiento sexual, puede producir promiscuidad o bien situaciones rutinarias.

 Vemos película “Arrugas”


- Se considera adulto mayor (AM) aquel que tenga entre 60 o 65 años en adelante.
- De más de 80 años, se considera adulto más más mayor.
- Se puede destacar un cambio en el imaginario social respecto a la vejez: En el año 2002 se hizo una evaluación en la que niños tenían que dibujarse
imaginándose a los 65 años y los dibujos que hacían tenían mucho que ver con la muerte, en cambio, en el año 2012 cuando se volvió a tomar esa evaluación, se
dibujaban haciendo deportes, viajando.
- Los AM en los geriátricos están privados de la autonomía, lo cual no condice con la calidad de vida, la cual está íntimamente relacionada con la autonomía.
- Diferencia entre medicación y medicalización: Medicación -> cuando es realmente necesario.
Medicalización -> abuso de medicamentos
- Hoy en día, para cada enfermedad se pretende que se consuma alguna medicación.
- Es importante poder diferenciar el deseo en cuanto anhelo o en cuanto falta. Las instituciones tienden a cerrar las posibilidades de falta. Por eso, es
importante hacer presente la falta en la institución (rol del analista en un geriátrico).

Clase de CLAUDIA
 Ferrero, A. “Envejecimiento y vejez. Nuevos aportes. Ed Atuel 1998
Capitulo: “Concepto de vejez”
- La vejez tiene que ver con un proceso, tiene que ver con lo social, lo cultural.
- La vejez es un concepto transitorio.
- Referencias en cuanto al concepto de vejez desde los pueblos antiguos: Los viejos no podían caminar y eran una carga, por lo que los dejaban en el camino
para que murieran. Desde otro lado, el viejo tiene una experiencia que tiene que quedar en la comunidad, entonces los enterraban vivos (rituales). Para los
esquimales los viejos no tienen un valor utilitario (porque no tienen dientes), entonces cuando pierden los dientes, los dejan tirados para que se mueran. Por
todo esto, el valor del anciano es cultural.
- Por ejemplo, en el cuento de Hansel y Gretel, en el que la malvada de la historia es una bruja VIEJA. Acá, además de que justamente la mala de la historia sea
una vieja, también se le agrega el hecho de que es mujer, dándosele énfasis a lo femenino.
- En el caso de los Griegos, los adultos tenían un lugar vidente y posibilitaban la profecía. Eran sabios.
- En el imperio romano, los más viejos eran los que más poder tenían. Mostraban un status social marcado.
- Edad media: los señores feudales eran los propietarios de tierras y los más adinerados. Se le da un valor importante porque eran dadores de herencias al hijo
primogénito. Por ello, el anciano era poderoso, generador de rivalidades. En esta época se afianza la legalidad y el patrimonio.
- Renacimiento: en la escena esta la juventud, la belleza. Esta el “dux” como caudillo de la sociedad veneciana.
- Siglo XX, en Alemania, surge el tema de las jubilaciones. Esto marca que la mirada de a poco se comenzaba a posar también en los más ancianos, dando en
algunos casos un mayor reconocimiento a la vejez (aunque en otros no).
- En la actualidad, se ha ido prolongando el tiempo de vida.
- Desde políticas educativas se dejó de criticar y se dejó de lado la figura caricaturesca del viejo y comenzó a pensarse como sostén de familia.

TEXTO: EL CONCEPTO DE VEJEZ - Maria del Pilar Alvarez -


Algunos autores, ubican a la vejez como un proceso ligado al paso del tiempo, el cual concluye en la muerte, y en el cual confluye factores que están ligados a un
entrecruzamiento particular y subjetivo de cada ser humano y su propia historia.
Nos negamos a reconocernos en el viejo que seremos, rechazando así la posibilidad de asumir nuestra esencia, herida narcisista que insiste generación tras
generación, cultura tras cultura. Herida que impide elaborar la propia existencia y llama a la huída, al asilamiento de aquellos que nos devuelven, como en un
espejo, el aspecto que pronto adquiriremos.
Pensar en la vejez, es un concepto que implica operar conjuntamente con variables biológicas, psicológicas, sociológicas, antropológicas y filosóficas:
En lo que respecta al organismo, es fácil observar las generalidades que aparecen en el cuerpo (biología) cuando se arriba a la vejez, esto acarrea consecuencias
psicológicas y sociales, ya que modifica la relación con el mundo y con su propia historia, con lo cual pone en jaque toda su dimensión existencial (filosófica), y a
prueba toda su postura ideológica y ética.
UN BREVE RECORRIDO
Culturas primitivas
En los tiempos primitivos se temía al desgaste, a la esterilidad y a la vejez. En las agrupaciones nómades, iban dejando por el camino a aquellos que tenían
menos posibilidades de sobrevivir.
En otras comunidades, se le daba importancia al sabio (viejo), ya que este tenía el poder de hacer maleficios y sortilegios que permitieran a la comunidad hallar
la respuesta ante los fenómenos de la naturaleza. Por lo tanto no debía expirar sin que esta divinidad que los habitaba fuera transferida a un sucesor.
En las culturas más desarrolladas, los abuelos mantenían una gran influencia sobre los nietos, pues aconsejaban a los padres del niño.
En otras culturas la edad no era ni decadencia ni fuente de prestigio, salvo que la edad fuera acompañada de inteligencia y una experiencia excepcional. Por ej.
Para los incas todo habitante tenía un deber social y una función laboral que cumplir.
Pueblos de la Antigüedad
La disputa con el padre implicaba para el hijo padecer algunos castigos, ser desheredado, desterrado, etc. Por lo tanto cuando el padre envejecía los hijos le
arrebataban los bienes y prácticamente lo dejaban morir.
Algunos de estos pueblos han transmitido sus tradiciones con tal fuerza que han tenido vigencia aun en la modernidad
En Grecia la vejez fue anudada en términos de honor y sabiduría. El término griego “gera” remite a la edad avanzada, y a derecho de ancianidad. Por lo tanto en
Grecia se los consideraba los jueces perfectos, en donde controlaban y legislaban lo referente a la religión, la moral y las costumbres, constituyendo así una
verdadera gerontocracia. Sin embargo, existe una contradicción que en el teatro de la época (donde el espectáculo consistía en reírse de los viejos). En la
historia romana, el voto de los ancianos tenía más peso que el de los otros ciudadanos.
Para Platón, la verdad residía en el alma inmortal y a los 50 años se podría ingresar al reino del as competencias, de las ideas.
Para Aristoteles, el alma no es puro intelecto, está en estrecha relación con el cuerpo, por lo tanto es necesario que el cuerpo permanezca intacto para que la
vejez sea feliz.
Edad Media
Durante la edad media, la vida del hombre se ordena alrededor de la religión y los viejos son excluidos de la vida pública:Los padres debilitados traspasaban el
poder a sus hijos.
Pero, finalizando la edad media, aparece la burguesía, en donde la acumulación de riquezas hacen que los viejos sean tenidos en cuenta y su economía por
acumulación les da poder.
El renacimiento prolongó las tradiciones de la Edad Media y al mismo tiempo sostuvo un combate encarnizado contra la vejez, utilizando todos los medios para
que la vida fuera más prolongada: medicina, magia, brujería, etc.
En este tiempo se exaltaba la idea de la belleza del cuerpo y aparece más connotada la fealdad de los viejos.
Modernidad
Se ha logrado prolongar la vida humana, pero no por ello se detuvo el proceso de envejecimiento. La modernidad puso de manifiesto dos cuestiones en relación
a la población anciana del mundo, los cuales han provocado cambios de posición y de concepción respecto de la vejez:
 La vejez se convirtió en un asunto público
 Intereses de la vejez (jubilación)
“La vejez desde un pasaje de activo a pasivo en el campo laboral, deja de ser un asunto esencialmente privado y familiar, convirtiéndose en un fenómeno social
importante”.
Nunca nuestras sociedades occidentales habían contado con una proporción tan elevada de personas de edad avanzada.
Se adoptan terminologías nuevas, tercera edad, lo cual reemplaza al concepto de vejez, que estaba convertido en sinónimo de incapacidad, usura, fealdad, etc.
El mundo publicitario los incluye, creando un modelo del buen envejecer.
Todo un ejército de especialistas se ocupan de este nuevo mercado y de atender sus problemas.
Conclusión
Nos encontramos ante razonamientos que han acompañado las distintas épocas, todos ellos basados en la fuerza física, con lo cual las condiciones “a priori”
para la vejez son desfavorables
¿Cuáles podrían ser factores que entran en juego para definir algo del estatuto social del anciano?
Fragilidad Física: Su condición lo deja en desventaja en las sociedades donde el que vale es el más fuerte, como lo fue en la edad media.
Conocimiento y Experiencia: El anciano es el vínculo entre la generación actual y la memoria colectiva. Lugar de enlace y transmisión.
Alteración de los rasgos físicos: Las culturas que ensalzaron la belleza e hicieron un culto a lo corporal tendieron a menospreciar a la vejez
Acumulación: La edad produce acumulamientos de propiedades, de parientes, de alianzas matrimoniales y hace que las nuevas generaciones aparezcan. Esto
nos lleva a pensar que aquellas culturas que conocieron los conceptos de familia extensa y patriarcal se hicieron cargo con mayor facilidad de sus miembros
ancianos, sin embargo las sociedades que evaluaron la acumulación de riquezas y propiedades, tuvieron consideraciones diferentes con la vejez.
Hay una atmósfera general con respecto a los viejos que adquiere en cada época un tono particular, según los grupos sociales.
Podríamos decir, que más que una edad de oro en la vejez, ha existido una evolución más o menos caótica, a merced de los cambios de valor no sincronizados
de las civilizaciones.
Cada sociedad, cada época y cada organización económica produce un tipo de ancianos y es responsable del papel y de la imagen de sus viejos, pero también es
a partir de ella que los juzga.
Cuando el hombre anciano salte estos tabúes, estos imaginarios y rompa algunas de las expectativas sobre él colocadas, habrá encontrado que es a veces la
edad la que nos permite alzarnos, por encima de cualquier convención, a la que habíamos estado sometidos en la vida adulta y liberado ya de sus obligaciones
podría dedicar su tiempo a desarrollar su creatividad.
Familia y transmisión intergeneracional - Maria Pilar Alvarez, Gloria Ferrero, y otros.
Introducción
Nos proponemos reflexionar sobre el punto crítico que atraviesan los conceptos y teorías de la modernidad, en relación a la institución familiar y sus integrantes
Hay una crisis que hace borde en la mediana edad de la vida, y que nos interroga sobre el lugar de transmisión que le cabe a las generaciones adultas
Se postula la no vejez, ¿se podría pensar en un tiempo congelado sin futuro y sin historia?
Qué pasa con el lugar de los padres en la transmisión, y por ende las generaciones adultas, si la propuesta es quedar cristalizado en el presente
Familia y Posmodernidad
Desde las demandas que llegan a nuestra clínica, es dable observar, que las propuestas de posmodernidad apuntan a la rápida consecución de placer, más que
al sostenimiento de un proyecto de vida. Los distintos modelos de cura que ofrecen las terapias alternativas se sirven de esta demanda posmoderna que no
hacen necesaria la revisión de la historia ni su elaboración.
Estamos asistiendo a las consecuencias de un discurso pleno de efectos y sentidos: el discurso posmoderno, que nos sitúa en el lugar de aquél que padece algo
en forma pasiva por lo cual no parece importante ocuparnos de él.
Discurso que postula la muerte de las ideologías y el fin de la historia.
Aquello que en la modernidad el hombre pudo expresar como malestar en la cultura, ahora el posmodernismo lo libera de convicciones que coercionaron su
accionar, y les deja como propuesta que no vale la pena padecer por la defensa de utopías que tantas veces resultaron ser nulas, por ideales que mostraron su
fracaso, por un futuro que no llega, cuando lo que importa es hoy, surge así como propuesta el desencanto, el vacío
Del narcisismo impera la novedad, lo efímero, la inconstancia, el hedonismo, la exaltación del cuerpo, donde no se trata de ser sino solo de parecer, de seducir,
de impresionar.
Los valores actuales proponen como modelo la juventud y reniegan el periodo correspondiente a la adultez.
Jameson toma los efectos del discurso posmoderno como síntoma, donde las relaciones se impregnan de un tinte narcisista, donde el vínculo con el otro
termina convirtiéndose en una relación especular, cerrada en si misma y acá ¿Qué pasa con la adolescencia y sus modelos identificatorios? ¿Lo
intergeneracional tiene lugar en esta propuesta cultural?
Acerca del valor de la transmisión
Las vicisitudes vitales por las que atraviesa cada una de las generaciones influye en las otras por los efectos de los mecanismos identificatorios que se ponen en
juego en los vícnulos y porque en cuestiones de transmisión nada se pierde. Cuando una genración no puede recordar y establecer nexos, causalidades,
transmite como herencia a las generaciones siguientes esa brecha en la memoria.
Philliphe Jeammet dice que la evolución social y familiar, en los países occidentales, han conducido a debilitar las prohibiciones y las barreras, como así también
a liberar las costumbres, El tiempo de la adolescencia tiende a prolongarse entre una pubertad más temprana y una entrada en la vida adulta demorada.
El rasgo central de la cultura pos moderna es tal vez la crisis de identidad, ya que, todo proceso de identificación se gesta e la temporalidad y exige algún tipo de
arraigo, de sentido de pertenencia y de proyecto común futuro.
Esta dificultad de gestar una identidad bien definida se ve expresada a través del desencanto, la resignación o bien la indiferencia.
Todo sujeto nace en un espacio hablante, este espacio debe ofrecerle al Yo un lugar, entre esta psique singular y el ambiente psíquico interviene un eslabón
intermedio: el medio familiar.
Los padres en la mediana edad, están enfrentados a una reactualización de cuestiones no resueltas en la adolescencia de su conflictiva edípica, se sienten
conmovidos en sus identificaciones. Resurgen tensiones narcisistas que devienen en dificultades para ocupar su lugar de padres, ahora también cuidadores de
sus padres envejecidos. Esta tensión puede producir, ciertas paralizaciones e su actuar, no pudiendo ofrecerse a sus hijos adolescentes como modelos
identificatorios.
Desear la igualación, no permite salir de la inmadurez al adolescente e imposibilita el crecimiento adulto.
Si los adultos pueden sostener la diferencia generacional, ligado al paso inevitable del tiempo, ofrecerse ellos mismos como referentes identificatorios que
configuren la continuidad histórica, la transmisión no condensada, simbolizada, otorgará la posibilidad de la sucesión intergeneracional, fondo de memoria y
sustancia de futuro.

PROFESORA SANDRA
La transformación es heredar algo, y tiene que haber un heredero y una generación anterior.
En la posmodernidad el concepto ha cambiado. El AM ya no está en la casa, sino en un geriátrico, lo que imposibilita la transmisión y dificulta cierto lazo social.
Todos somos eslabones de la cadena generacional. Para que haya herederos tenemos que sostener el hecho de que se acepte la muerte para poder heredar, es
la que corta una generación para que exista otra.
No solo heredamos el conocimiento sino vivencias, fotos viejas, cartas, secretos y todo constituye el entramado de una familia y una sociedad.
La posmodernidad con la rapidez y el placer, ha provocado quiebres en la subjetividad, lo que nos lleva a que no podamos procesar no solo información, sino
también al otro.
El viejo pasó a ser un actor importante porque cambio toda su posibilidad de vida: antes se jubilaban y esperaban la muerte, ahora viajan, estudian, y eso es lo
que los sostiene. La otra partida es que se han olvidado de la muerte: la ven como muy lejana. La velocidad en la que vivimos no nos permite acercarnos a eso.
Los viejos constituyen un nuevo modelo de vida (no de muerte). Entonces existe una trasmisión cultural o familiar (contar anécdotas y de ahí formar historias)
pero también una económica.
La palabra viejo ya no remite a lo sagrado. Se ha transformado, pero ¿para el bien de ellos o de nosotros?
Existe el “eterno femenino”, que tiene que ver con aquello que no se quiere perder o renunciar. El anciano, no quiere ver su propia decrepitad, lo que nos lleva
a pensar que el primer malestar del hombre es su propio
. Ya no quieren ser nominados viejos, sino adultos mayores. Se puede comparar con la revolución feminista, por la cantidad de cambios. El duelo se hace en
relación a la perdida de la memoria, de reconstruir.
La vejez oriental tiene que ver con un logro y con la sabiduría. Además, no sienten culpa, por eso veneran al anciano. Tiene sabios que no hacen filosofía al estilo
occidental y llegan a lugares que nosotros no llegaríamos. A diferencia de esto, en la vejez occidental prevalece el sentimiento de culpa.

PROFESOR OMAR
 Vemos película de Oscar Wilde
- Observamos la vestimenta, que remite a la época: todo el cuerpo tapado no solo los hombres sino también las mujeres, trajes
- El protagonista decide quedarse y enfrentar su destino. Se entrega a lo que la vida le tiene preparado
 Cuidados paliativos. “El sujeto frente a su muerte”. Pecznick
- Terminalidad terapéutica: cuando no hay posibilidad de curación y se haya solo frente a su existencia.
- Ideal central: calidad de vida (mantenerla hasta los últimos segundos del paciente que no se puede curar).
- Calidad de vida: percepción del individuo de su lugar de existencia en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive en relación a sus
expectativas, sus normas, sus inquietudes.
- Abordaje: asistencia activa e integral para las personas con enfermedad terminal y sus familias, brindada por un equipo multidisciplinario de profesionales de la
salud.
- Trabajo interdisciplinario: en pos de la calidad de vida en las personas con enfermedades terminales.
- Objetivo: reafirmar la importancia de la vida, con asistencia activa e integral (no solo con el paciente, sino también con la familia).
- Existen algunas problemáticas con la información que los profesionales les brindan a los pacientes enfermos, unas de ellas son: no siempre dicen el
diagnostico, en cuanto al cáncer un problema es que no se comunica seriamente o concretamente, la deficiente comunicación del diagnóstico, el
desconocimiento del adecuado cuidado paliativo para proporcionar alivio al dolor y a otros síntomas angustiantes, facilitar que la persona activa lleve una vida
tan autónoma como sea posible (por el fenómeno de la muerte anticipada: el enfermo es apartado de la familia y la misma toma decisiones como si ya estuviera
muerto). Apoyar a la familia para enfrentar la enfermedad y sobre llevar el duelo.
- Enfermos ontológicos: afecta distintas partes del cuerpo, distintas áreas de la vida. Tiene una alta tasa de mortalidad que genera temor, negación,
incredulidad, desesperación, abandono y al final una especie de resignación. Puede pasar de la ansiedad a la depresión, a la autosegregacion, esperanza y
desesperanza, furia, violencia.
- Es importante poder pensar la posibilidad de transferir la realidad intentando dar un nuevo sentido a ese diagnóstico.
- Muerte anticipada: la familia deja de alojar un cuerpo, por lo que estaría como ausente.

TEXTO: EL SUJETO FRENTE A SU MUERTE. –Peczick-


El libro comienza vinculando el sufrimiento con la existencia de un mal, que es vivenciado como injusto y cruel por quien lo padece. Inmediatamente, ese mal se
considera al percibir la cerca- nía de la propia muerte, máxima herida narcisista para todos los humanos, ya que alimentamos una certera ansia de inmortalidad.
Creemos que para este dolor no hay excepciones.
La cercanía de la muerte, la del familiar y la de uno mismo, es un conocimiento sabido y negado por todos los implicados en este drama. Cada uno está
convencido de que es mejor no hablar de ello, evitar el dolor de sentir la pérdida. La consecuencia de este convencimiento es que el enfermo va muriendo en el
mayor de los aislamientos y en soledad. Pecznik, como profesional, vive estas situaciones límite, ligadas a la incapacidad de los familiares para afrontar la
pérdida del ser querido y la pérdida del sí mismo; tolera el odio que surge ante la propia debilidad yoica e inundación emocional; sostiene incluso el sentido del
humor anclado en el amor al prójimo, en los momentos de abatimiento; se preocupa por la integridad física y emocional del muriente, y por la capacidad de
acompañamiento de las familias.
La transformación benigna acompaña al proceso de la enfermedad y la aceptación de la muerte, mientras que la transformación maligna se genera cuando esto
no ocurre y aparecen manifestaciones de violencia en cualquiera de los integrantes del grupo.
Pecznik define la terminalidad terapéutica como “todo proceso orgánico de enfermedad que al día del diagnóstico no presenta posibilidades de curación,
llevando indefectiblemente a la muerte”. Es indispensable adentrarse en los vínculos que el profesional o los profesionales intervinientes tienen con el paciente,
así como en los conceptos de calidad de vida y cuidados paliativos, cuyos objetivos son reafirmar la importancia de la vida aún en la etapa terminal, ejercer un
cuidado activo que no acelere la muerte ni la posponga artificialmente, aliviar el dolor y otros síntomas angustiantes, mantener la actitud activa del paciente
tanto como sea posible y brindar apoyo a la familia para afrontar la enfermedad y sobrellevar un duelo que comienza antes de que se produzca la muerte del ser
querido y se prolonga después de ésta. Acompañar en este duelo es una de las mayores preocupaciones de Pecznik.
El autor relata las sucesivas pérdidas que padece el enfermo oncológico, a medida que va disminuyendo su autonomía. El diagnóstico de cáncer despierta el
temor, la negación y la incredulidad, la desesperación, el abandono o la resignación. Estos momentos de esperanza-desesperanza, miedo, preocupación, tristeza
y angustia a menudo llevan al paciente a estados de aislamiento y autosegregación. En este punto, la intervención de los profesionales apuntará a acompañar a
la familia y a ayudar al muriente a producir una transformación benigna, abandonando las expresiones de violencia. Se puede entender el porqué de las
reacciones de violencia cuando la realidad se impone y el paciente se refugia en el narcisismo infantil. La denominación “muerto-vivo” se refiere al derrumbe de
sus expectativas hasta en el día a día y a la carga de un cuerpo sin proyectos ni deseos.
La percepción de la propia muerte es traumática en tanto el yo resulta inundado, volviéndose incapaz de administrar el exceso de estímulos, evocando un
estado primitivo de desvalimiento. Se produce entonces un ataque a la ilusión narcisista inconsciente de la inmortalidad del yo y de sus vínculos amorosos,
encontrándose en un duelo de características únicas: el objeto perdido será uno mismo.
La pulsión de vida (que incluye la de autoconservación) tiene como finalidad la conservación del individuo. Morir pasaría a ser una amenaza que aviva la
necesidad de supervivencia del ser. “En el superyó, a su vez, montos considerables de la pulsión de muerte son fijados en su interior, lo que incrementa su
severidad”, afirma.
El paciente que padece de cáncer frecuentemente subjetiva su sufrimiento como el efecto de un acto cargado de odio realizado contra sí. Odio y violencia se
entrelazan al atravesar este momento final. Dios, el destino, la envidia toman la forma del atacante impiadoso. El narcisismo patológico se exacerba en este
proceso terminal, como respuesta a la más grande injuria narcisística: la pérdida de sí mismo.
La clave para alcanzar la transformación benigna es la aceptación y valoración de que nuestra transcendencia radica únicamente (y esto no es poco) en lo que
de nosotros queda en los demás. El autor se pregunta cómo sería un proceso de transformación maligna. La respuesta es: Aquel que incrementa la violencia o
no ofrece posibilidades de cambio; “el que deforma la realidad manipulando los resultados; el que no incluye dentro de las posibilidades de transformación los
recursos de la familia y del paciente”
Eutanasia es el acto de poner fin a la vida del paciente, en respuesta a su requerimiento de no continuar este sufriente camino de agonía. Distanasia es la
prolongación exagerada del proceso de morir a través del empleo inmoderado de medios terapéuticos extraordinarios o desproporcionados. La ortotanasia es el
“morir a su debido tiempo”. Esta descripción corresponde a los cuidados paliativos. El deseo de “no querer seguir viviendo así” no tendría que ser ni social ni
legalmente juzgable, teniendo en cuenta el principio de autonomía del enfermo. Este deseo, dice Pecznik, debería ser apoyado. La muerte digna o buena
muerte, en cuidados paliativos, es aquella que se refiere a la calidad de vida hacia su final.
En cuanto al análisis de los casos, el autor considera que en la mayoría de los estudiados se presentan reacciones violentas de distintos tipos. El profesional
interviniente hace uso de la comprensión de su contratransferencia al servicio de la construcción de sus intervenciones, que trasuntan conmiseración y respeto
por la autonomía del muriente.
La altivez y la soberbia son expresiones del narcisismo herido que se desea sobrecompensar. Se distingue claramente la agresión de la violencia. Se apela para
ello a ideas de Freud sobre la negación: “[el neurótico] se extraña de la realidad efectiva porque la encuentra –en su totalidad o en alguna de sus partes–
insoportable”.
La desinvestidura del objeto es, de por sí, un acto violento. El intrincado tejido defensivo se vincula con la situación de desamparo, sentimiento desgarrador
frente a la muerte. La regresión libidinal narcisista implica en sí misma un aumento tal de la pulsión de muerte que no puede ser neutralizado por la pulsión de
vida. Ésta es la lucha que realiza el terapeuta, intentando denodadamente rescatar Eros allí donde reina el odio, representante de la respuesta impotente frente
a la muerte.
 La moral sexual y cultural
- No todos los sujetos tienen una misma economía pulsional y no toda la energía se descarga noblemente, pero sí de forma sexual (la religión, el arte).
- En cuanto a la moral cultural sexual respecto a la mayores, podemos pensar que no se los muestra teniendo actividades sexuales en propagandas, anuncios,
novelas, etc.
- Hay 3 estadios de sofocación:
1. No destinada a la reproducción. Se correlaciona con la niñez.
2. La sexualidad tendría que estar destinada a la reproducción., un beso que no esté destinado a la relación sexual y a la reproducción seria perverso. Se
correlaciona con la adolescencia.
3. Esa reproducción tiene que ser dentro de lo legitimo (matrimonio).
- En la niña hay doble represión. Por eso, es que es la más curiosa y tiene más deseo de saber.
- “Anestésicas” de la actividad sexual. La mujer colma la falta de placer con los hijos. En el varón hay una escases de potencia y por lo tanto no puede satisfacer a
la mujer, que probablemente sea anestésica, por ello el fracaso en las primeras parejas.
- A los varones no se les censura conocer la sexualidad tanto como a las niñas.
- La mujer neurótica insatisfecha por su marido es híper tierna con sus hijos (madre fálica) e híper angustiada hacia el hijo. El niño recibiendo esas mociones,
estaría hacia una neurosis desde muy pequeño.
- La civilización ha sido creada para que no nos matemos unos con otros, pero a su vez trae malestar (paradoja).
- Carácter pusilánime (que muestra poco ánimo y falta de valor para emprender acciones): se trata de alguien que le tiene miedo a todo. En los que son
comunes y corrientes, esta sofocación de la economía pulsional produce un carácter pusilánime.
- La cultura provoca la aceptación de la muerte como instancia de castración (adulto mayor), pero también el miedo a todo en esa etapa.
TEXTO: LA MORAL SEXUAL 'CULTURAL' Y LA NERVIOSIDAD MODERNA. -Sigmund Freud-
Se trata de un examen acerca del antagonismo entre la cultura y la vida pulsional, planteando a la cultura en su conjunto como limitante de los deseos
individuales y analizando las consecuencias para el sujeto de la moral imperante en esa época.
Freud comienza su artículo con una referencia a la “Etica sexual” (1907) del filósofo Christian von Ehrenfels, que establece una distinción entre dos tipos de
moral sexual: la natural y la cultural

a. Dos morales sexuales:

Moral sexual Permite a los seres humanos Se da una oposición entre


«natural» conservación en estado de salud y aptitud vital patrimonio constitutivo
«cultural». trabajo cultural intenso y productivo patrimonio cultural

b. La moral sexual “cultural” occidental de principios del Siglo XX:


Si bien es idónea para promover la cultura, entraña una serie de perjuicios
Características Efectos dañinos
prohibir todo comercio sexual el endiosamiento de la monogamia paraliza el factor de
fuera del matrimonio laselección viril a través del cual podría obtenerse un
monogámico mejoramiento de la constitución {heredada}, puesto queen
los pueblos de cultura la selección vital es rebajada a un
mínimo por obra de consideraciones humanitarias y de
higiene.
Por un lado, transferir a la
vida sexual del varón
requisitos que son propios de
Una sociedad que admite esa doble moral induce a sus
la mujer
miembros a ocultar la verdad, a embellecer falazmente las
Por otro lado, las faltas del
cosas, a engañarse a sí mismos y a los demás.
varón son penadas con menor
rigor, y así de hechose le
consiente unadoble moral.
Ya en el segundo párrafo introduce Freud su IDEA CENTRAL: “bajo el imperio de una moral sexual cultural pueden menoscabarse tanto la salud como la aptitud
vital de los individuos, y finalmente este daño puede alcanzar un grado tan alto que corre peligro también la meta cultural última.”

A los perjuicios que Von Ehrenfels imputa a la moral sexual cultural, Freud añade lo que denomina “nerviosidad moderna”: “la que se difunde con rapidez en la
sociedad de nuestros días y cuya promoción es reconducible a aquella moral”.

 Freud destaca que los propios neurólogos han proclamado expresamente el nexo entre la «nerviosidad creciente» y la vida cultural moderna,
buscando los fundamentos de tal relación en las enormes exigencias que ésta plantea al sistema nervioso.
Estas exigencias serían: fatiga, inquietud, tensión, sobreestimulación, provocados por el progreso técnico, la competencia, la caza de dinero y bienes, la prisa
“desenfrenada”, alteraciones que requieren un gran trabajo intelectual y que trasforman con violencia la actividad profesional, la posición en la vida civil y la
propiedad.
 A su vez, critica estos fundamentos por no tener en cuenta la importancia de la vida sexual humana.
Para Freud, en el caso de las enfermedades nerviosas, la influencia perjudicial de la cultura se reduce, en lo esencial, a la restricción nociva de la vida sexual:
“Debo reprochar a estas doctrinas, no que sean erróneas, sino que resulten insuficientes para esclarecer en sus detalles él fenómeno de las perturbaciones
nerviosas y descuiden justamente lo más sustantivo de los factores etiológicos eficaces. Si se prescinde de las maneras vagas de «estar enfermo de los nervios»
y se consideran las genuinas formas de enfermedad nerviosa, el influjo nocivo de la cultura se reduce en lo esencial a la dañina sofocación de la vida sexual de
los pueblos (o estratos) de cultura por obra de la moral sexual «cultural» que en ellos impera.”
A partir de sus observaciones psicopatológicas, Freud busca la etiología de la nerviosidad sobre todo en las injerencias nocivas sobre la vida sexual ,
distinguiendo 2 grupos de patologías nerviosas: neurosis propiamente dichas (exógenas) y psiconeurosis (psicógenas, influencia hereditaria), aclarando que el
valor de tal distingo no disminuye por el hecho de que en la mayoría de las personas neuróticas puedan observarse perturbaciones de las dos clases.
Tipo Síntomas corporales o Influencia Causación
anímicos hereditaria
Neurosis parecen ser de naturaleza No es factor sexual como el esencial: pueden ser producidas
propiamente tóxica: su comportamiento necesaria por ciertos influjos nocivos para la vida sexual,
dichas es parecido al que correspondiendo la forma de enfermedad contraída a la
(neurastenia) sobreviene a raíz del aflujo índole de aquellos, de suerte que con mucha frecuencia
hipertrófico o la privación uno puede inferir hacia atrás, desde el cuadro clínico, la
de ciertos venenos particular etiología sexual.
nerviosos.
Psiconeurosis son psicógenos, dependen Es más Determinable mediante el psicoanálisis, que nos ha
(histeria, de la acción eficaz de unos sustantiva permitido conocer tales complejos inconcientes,
neurosis complejos de mostrándonos que poseen contenido sexual; brotan de
obsesiva, etc.) representaciones las necesidades sexuales de unos seres humanos
(reprimidas) inconcientes. insatisfechos y figuran una suerte de satisfacción
sustitutiva.

Nuestra cultura, dice Freud, se construye fundamentalmente sobre la base de la inhibición de las pulsiones; además de las necesidades de la vida, los
sentimientos familiares derivados del erotismo han llevado a los individuos a esa renuncia, realizada de manera progresiva en el curso del desarrollo de la
civilización: “En términos universales, nuestra cultura se edifica sobre la sofocación de pulsiones. Cada individuo ha cedido un fragmento de su patrimonio, de la
plenitud de sus poderes, de las inclinaciones agresivas y vindicativas de su personalidad; de estos aportes ha nacido el patrimonio cultural común de bienes
materiales e ideales. Además del apremio de la vida, fueron sin duda los sentimientos familiares derivados del erotismo los que movieron al individuo a esa
renuncia. Y esta última fue progresiva en el curso del desarrollo cultural; la religión sancionó cada uno de sus progresos; cada fragmento de satisfacción
pulsional a que se renunciaba era sacrificado a la divinidad, y el patrimonio común así adquirido se declaró «sagrado». Quien, a consecuencia de su indoblegable
constitución, no pueda acompañar esa sofocación de lo pulsional enfrentará a la sociedad como «criminal», como «outlaw» {«fuera de la ley»}, toda vez que su
posición social y sus sobresalientes aptitudes no le permitan imponérsele en calidad de grande hombre, de «héroe»”. (p. 167-168)
La pulsión sexual es desplazable:
 pone grandes magnitudes de energía al servicio del trabajo cultural, y esto se debe a su particular capacidad de “desplazamiento”: la peculiaridad de
poder cambiar su meta sin perder mayoritariamente su intensidad: “A esta facultad de permutar la meta sexual originaria por otra, ya no sexual, pero
psíquicamente emparentada con ella, se le llama la facultad para la sublimación”.
 La sublimación es el “desvío de las fuerzas pulsionales sexuales desde sus metas específicas hasta metas culturales más elevadas”
 pero también pueden producirse tenaces fijaciones que la vuelven no valorizable y en ocasiones degenera en «anormalidades».
A las mujeres, “en su condición de portadoras genuinas de los intereses sexuales del ser humano”, les es concedido en menor grado el don de sublimar la
pulsíón, y les basta el lactante, pero no el hijo crecido, como sustituto del objeto sexual.
Gran parte de las fuerzas aprovechables para el trabajo cultural (sublimación) se obtienen a partir de la inhibición o coerción de los componentes perversos de
la sexualidad, propios de la sexualidad infantil, cuyo estudio demuestra que la pulsión sexual humana no tiene originariamente como fin la reproducción, sino la
consecución de placer.
Con referencia a esta historia de desarrollo de la pulsión sexual Freud diferencia tres estadios culturales con diferente distribución entre libertad y limitación
sexual:
PRIMERO es ajena a las metas de la reproducción
SEGUNDO de ella es sofocado todo salvo lo que sirve a la reproducción
TERCERO sólo se admite como meta sexual la reproducción legítima. Este tercer estadio
corresponde a la moral sexual «cultural» del presente de Freud

SEGUNDO ESTADIO CULTURAL


Reclamo de la cultura: prohíbe todo quehacer sexual llamado perverso y en cambio permite el comercio sexual llamado normal.
Cierto número de individuos son hechos a un lado como perversos. En ellos:
 el desarrollo de la pulsión sexual no se consuma de manera correcta ni suficiente.
 estas perturbaciones del desarrollo engendran dos clases de desviaciones nocivas respecto de la sexualidad normal (vale decir, la exigida por la
cultura)
 los diversos géneros de perversos, en quienes una fijación infantil a una meta sexual provisional coartó el primado de la función reproductora,
 los homosexuales o invertidos, en quienes la meta sexual fue apartada del sexo opuesto.
Mientras que otros, que se empeñan en no serlo cuando su constitución los destinaría a ello, son esforzados a la nerviosidad.
Los desenlaces de las pulsiones sexuales perversas pueden ser diferentes aún con similar herencia, dependiendo si se trata de un varón (perversidad manifiesta)
o una mujer (neurosis): “la perversión es a la neurosis como lo positivo a lo negativo. Hartas veces, en una misma familia el hermano es un perverso sexual, en
tanto que la hermana, dotada de una pulsión sexual más débil en su calidad de mujer, es una neurótica cuyos síntomas, empero, expresan inclinaciones
idénticas a las perversiones del hermano sexualmente más activo; en consonancia con ello, en muchas familias los varones son sanos, pero inmorales en una
medida indeseada para la sociedad, mientras que las mujeres son nobles e hiperrefinadas, pero... sufren una grave afección de los nervios”.
Juicio de Freud: Considera injusta la exigencia a todas las personas de idéntica conducta en su vida sexual:
“Es una de las manifiestas injusticias sociales que el patrón cultural exija de todas las personas idéntica conducta en su vida sexual, conducta que unas, merced a
su organización, hallarán fácil respetar, mientras que impondrá a otras gravísimos sacrificios psíquicos; injusticia esta, por cierto, compensada las más de las
veces por la inobservancia de los preceptos morales”
TERCER ESTADIO CULTURAL (época de Freud)
Reclamo de la cultura: prohíbe todo quehacer sexual fuera del matrimonio legítimo (restricción que limita aún más la libertad sexual).
Freud sitúa su análisis en el terreno de la crítica de la moral sexual que le era contemporánea, analizando esta cuestión a través de 3 preguntas:
1) ¿Qué tarea plantea al individuo el reclamo cultural del tercer estadio?
La cultura imponía, a comienzos del siglo XX, la abstinencia sexual
 hasta el matrimonio para ambos sexos
 durante toda la vida para todos aquellos que no hayan contraído matrimonio legítimo
Freud caracteriza a la abstinencia sexual como:
 Difícil de cumplir: “dominar una moción tan poderosa como la pulsión sexual por un camino que no sea la satisfacción puede requerir todas las fuerzas
de un ser humano
 Posible o imposible dependiendo de la constitución psíquica: “La mayoría de las personas que componen nuestra sociedad no están
constitucionalmente a [su] altura”
 Nociva: el incremento de las neurosis se debe a la mayor limitación sexual.
Sólo una minoría consigue el dominio por sublimación, pero sólo temporalmente y con máxima dificultad en la época juvenil.
Los más se vuelven neuróticos o reciben algún otro daño, tanto si tienen predisposición a la neurosis como si no la tienen.
2) ¿Es capaz la satisfacción sexual legítima admitida de ofrecer un resarcimiento aceptable para la renuncia que se impone en lo demás?
El comercio sexual legítimo NO ofrece una compensación aceptable a la limitación anterior al matrimonio: (“El casamiento NO satisface los reclamos de la época
de la vida a que corresponde; ni hablar, entonces, de que pudiera resarcir la renuncia anterior”), puesto que:
 La necesidad de limitar los nacimientos no se acompaña de medios anticonceptivos adecuados
“Nuestra moral sexual cultural limita el comercio sexual aun dentro del matrimonio mismo, pues impone a los cónyuges la compulsión de contentarse con un
número de hijos las más de las veces muy pequeño.
A consecuencia de este miramiento, durante unos años, únicamente, existe dentro del matrimonio un comercio sexual satisfactorio
Pasados esos tres, cuatro o cinco años, el matrimonio fracasa en cuanto a su promesa de satisfacer las necesidades sexuales; en efecto, todos los recursos de
que hasta hoy se dispone para prevenir la concepción mutilan el goce sexual, perjudican la sensibilidad más fina de las dos partes o aun ejercen un directo
efecto patógeno; con la angustia ante las consecuencias del comercio sexual desaparece, primero, la mutua ternura corporal de los esposos, y luego, las más de
las veces, la simpatía anímica que estaba destinada a recoger la herencia de la pasión tormentosa de los comienzos.”
Con la consiguiente disminución del placer sexual y perjuicio para la salud. Desilusiones del matrimonio: el destino de la mayoría de ellos pasan a ser la
“desilusión anímica y la privación corporal”, bajo las cuales:

Ambos Se encuentran nuevamente, “sólo que con una ilusión menos”, ante el mismo problema que antes de casarse
cónyuges “perseverar en el dominio y el desvío de la pulsión sexual”
Los varones existe para ellos la doble moral sexual “fragmento de libertad sexual que aun el régimen más riguroso le
concede”, prueba más evidente de que la misma sociedad que estableció las prescripciones no cree que sea
posible observarlas.
Las mujeres · contraen neurosis graves y que las perturban toda la vida. “En las actuales condiciones de cultura, el
matrimonio hace tiempo que ha dejado de ser la panacea para el sufrimiento neurótico de la mujer; […] al
contrario, una muchacha tiene que ser muy sana para «sobrellevarlo»” [45]
· el remedio para la nerviosidad originada por el matrimonio será la infidelidad conyugal
· pero este remedio tiene un límite que potencia la neurosis: su educación: “cuanto más severa haya sido la
crianza de una mujer, cuanto más seriamente se haya sometido al reclamo cultural, tanto más temerá esta
salida y, en el conflicto entre sus apetitos y su sentimiento del deber, buscará su amparo otra vez ... en la
neurosis. Nada protegerá su virtud de manera más segura que la enfermedad.”

3) ¿Qué proporción guardan los eventuales perjuicios ocasionados por esa renuncia con sus beneficios culturales?

La abstinencia a. provoca otros perjuicios además de las neurosis


b. las neurosis no se suelen apreciar en todo susignificado

La abstinencia (prematrimonial o permanente) provoca otros perjuicios además de las neurosis

Al comienzo, la lucha contra la sensualidad es inocua y hasta se convierte en una necesidad si se considera cuán tardíamente los jóvenes de los estamentos cultos
logran su autonomía y la posibilidad de ganarse el sustento.
Pero llevada más allá de los 20 años de edad produce otros efectos nocivos, aunque no consistan en la nerviosidad.

 Notas del cuerpo en la vejez. Inés Canale


Constitución subjetiva
- Relación mente-cuerpo no iso mórfica
- Lo propioceptivo -> atomización
- Soma-organismo -> soporte, inscripción significante
- Cuerpo: representante psíquico
- Estadio del espejo: otro primordial
Velan la atomización <- Imagen-palabra -> unifican el cuerpo
Caída del velo, lo SINIESTRO -> objeto a: cuando se busca genera deseo pero cuando se encuentra genera angustia
El cuerpo en la vejez
- El cuerpo real se hace ruidoso y presente. Irrumpe algo de lo real. Cuando las funciones van cambiando irrumpen procesos más evidentes (dolor, enfermedad).
Y esa imagen (representación mental del cuerpo) se ve cambiada, “deformada”. Los otros contribuyen a la imagen, el cuerpo está constituido por la mirada del
Otro.
- Esto hace que la imagen flaquee y entre en crisis. Lo que se rechaza (real que irrumpe) hay que ver qué hacen con eso, si pueden o no reformular esa imagen.
- Se ponen en juego los mecanismos defensivos.
- Se produce ajenidad y extrañeza. ¿Cómo se procesa? Depende de cada sujeto. El imaginario pierde efecto de veladura diferente en cada sujeto.
Ciencia y cultura
- Van unidas.
- El hombre de ciencia vive en su época (que es estética) por lo que tiende a apuntalar las perdidas.
- Ofertas: prótesis, psicología, arquitectura… todo acomodado para ellos.
- La ciencia y la cultura están unidas en tanto que niegan lo real del deterioro y la muerte.
- Ciencia: tiene como objetivo prolongar la vida, la “eterna juventud”
- Se tiende a negar la ruina y la disolución del cuerpo
- Propuesta homogeneizadora: excluye el deseo ya que va a lo masivo, al número, a la cantidad. Eso es acumular o negar el deseo.
- Lo que es del orden del placer es mío, pero lo que es del orden del dolor es ajeno a mí.
Peligros
- Reforzar la caída de la veladura (imagen del cuerpo)
- Proceso: desubjetivante
Propuesta
- Atender a la historicidad porque somos lo que hemos vivido, nuestra autobiografía.
- Atender a los lazos sociales
- Escuchar un sujeto que sufre, escuchar el cuerpo hablando por un sujeto que sufre.

PROFESOR OMAR C.
 Lo siniestro. Sigmund Freud; articulado con “El hombre de la arena” de Hoffman .
- El horror, a veces, es motivo de fascinación.
- Se trata de un niño con una cuestión traumática: asocia a un amigo del padre con el hombre de la arena.
- Estructura del relato: lleva a encontrar posiciones parecidas: padre-Spalanzani; Coppelius-Coppola; madre/Clara- Olivia
- Olivia era una muñeca de quien él se enamora
- Freud investiga el origen de la palabra (siniestro) y encuentra dos raíces: una que tiene que ver con lo conocido, la morada, y la otra con lo extraño. Le llaman
la atención los conceptos contra-opuestos en donde lo más familiar se vuelve lo más extraño. Esto se da el en Edipo, en donde primero el niño piensa que todos
los niños son iguales y luego ve que hay una diferencia anatómica (lo reprime). En ese caso, lo reprimido retorna desde lo real.
- El retorno desde lo real, en el libro, es cuando a su enamorada le arrancan los ojos (experiencia traumática).
- Adultos mayores: lo más familiar, que es el cuerpo, se torna en algo extraño en la vejez. Eso implica una serie de perdidas (castración).
- Recursos de una obra para expresar lo siniestro: los dobles. El padre y Coppelius estaban desdoblados para el niño (momento en el que se torna extraño el
cuerpo del padre).
- El desdoblamiento del yo: una parte observa a la otra (referencia al superyó). Podría haber una sensación de no separación entre el yo y el mundo exterior.
- Que lo inanimado, como la muñeca, cobre vida, también es siniestro.
- Otro efecto de lo siniestro es la repetición. Que el sujeto se encuentre en situaciones que consecutivamente vuelvan a lo mismo. Ej., de la película “The Blair
wich” en donde los protagonistas intentan escapar y siempre llegan al mismo lugar.
- Hay un cierto reconocimiento del material olvidado/reprimido.
- La figura de los epilépticos y los dementes, los miembros separados y con vida, ser enterrado vivo, los genitales de la mujer, en el sentido que es algo conocido,
pero se vuelve extraño cuando los niños encuentran la diferencia anatómica, entre otras cuestiones, remiten a lo siniestro.
 Sobre sexualidad femenina. Sigmund Freud. 1931
- Toma lo que ha construido de la teoría sexual en la infancia.
- Plantea observaciones de su experiencia en el consultorio.
- Da cuenta de que las pacientes mujeres que tienen un vínculo intenso con el marido, han tenido una fuerte ligazón con su propia madre.
- Lo que venía sosteniendo del Edipo respecto al varón no es una premisa universal. En la mujer hay diferencia: se ven en el desarrollo psicosexual de la niña.
- Ve una diferencia con sus discípulas psicoanalistas mujeres con la trasferencia. Una paciente proyecta en la analista cuestiones con su padre.
- La niña tiene una etapa pre-edipica extensa. En el varón, se termina de configurar en el complejo de castración. En la niña es la apertura al CE. Sin embargo, el
CE queda menos elaborado en la mujer.
- El primer objeto de amor es el mismo para los dos (nena y nene): la madre
- El onanismo genera la amenaza de que eso no corresponde, entonces tiene miedo a perderlo y organiza lo que siente y lo que puede o no hacer .el objetivo de
la castración es el cambio de objeto: se desplaza ese amor a otras mujeres.
- En las nenas: para que cambie del objeto madre al objeto padre tiene que pasar por la experiencia de su cuerpo en sus primeros años y hay también hacer un
pasaje del clítoris a la vagina. Cuando descubre el complejo de castración no siente que vaya a perder algo (como siente el varón) sino que no lo tiene. A raíz de
esto, se enoja con la madre porque no le ha dado lo que otros tienen (“envidia del pene”). Se siente en falta, por eso empieza a buscar el falo.
- En la mujer, la ligazón con la madre es más extensa y el corte es difícil y más complejo.
- Luego del complejo de castración, podemos pensar 3 orientaciones:
1. Renuncia a la sexualidad
2. Elección de objeto homosexual
3. La configuración femenina (pasar por el Edipo, rivalidad con la madre)
- La madre es activa en tanto que baña y le organiza el cuerpo; y la nena en un primer momento pasiva (mientras la madre le organiza el cuerpo) y luego activa,
ya que el hecho de que su cuerpo sea tocado, la lleva a las actividades de onanismo.
- Hay dos fenómenos: primero, la nena tiene una ligazón intensa con la madre, pero esto es solo hasta que aparece el padre, y cuando esto sucede le demuestra
a la madre que puede amar al padre y no a ella (triangulación edipica).
- En el caso del adulto mayor, no marca cómo fue esa relación con su madre. Por más que siempre esté la queja en el neurótico y la idealización a los padres,
hay muchas formas en las que el sujeto puede haber vivo su relación con ellos; por ejemplo, la madre puede ser mencionada como el problema o como una
amistad.

PROFESOR OMAR C.
 Vemos película “Tipos grandes”
- El duelo empieza a ser transitado a través del relato, de historias. Para el hijo era algo que había contado mil veces.
- Prejuicios contra la vejez: efecto de lo siniestro (ser tratados como objetos).
- Discurso del marketing: la cultura trata de borrar la historia, no le da importancia a lo que es el pasado. En ese sentido se descalifica la experiencia. El discurso
del marketing no permite que puedan aportar experiencia de vida los adultos mayores.
- En efecto, la transmisión generacional esta en extinción.
- La jubilación, en un primer momento es vista como si fuera una solución, pero luego genera angustia.
 Cuidadores y cuidados. Patricia Guieb
Este texto se basa en una perspectiva desarrollista y trabaja cómo una familia es conmovida cuando tiene que cuidar a un adulto mayor.
La familia ha encabezado un modo de funcionamiento con roles que se ven afectados cuando uno enferma. Tan es así, que emerge lo traumático ante estas
situaciones porque es algo que no se tenía en cuenta. Además, produce inquietud y desequilibrio.
Pueden surgir problemáticas, como por ejemplo, si ha habido violencia del viejo para con sus cuidadores, os i tiene que mudarse de casa con otros espacios,
horarios. La pérdida de autonomía lo pone en una situación difícil y complica el cuidado. Cuando hay necesidades básicas no satisfechas, cuando el ambiente no
es adecuado, la falta de información sobre la enfermedad, la dependencia económica.
Hay una nueva forma de dependencia cuando el hijo se transforma en padre, lo cual es sumamente perturbador (hasta culturalmente).
Existe también otro extremo: la sobreprotección de la familia. Cuando todo recae sobre una persona puede ser una problemática. Propone generar redes
(turnos) para que los cuiden.
Los terapeutas son orientadores, quienes esclarecen las posibilidades para que toda la familia comparta la responsabilidad. Intenta que se elabore la re-
acomodación de roles. Es importante también trabajar el tema de la tolerancia, trabajar el poder asimilar el deterioro y la dependencia de esos padres que
fueron figuras fuertes y ahora se han transformado.

PROFESORA CLAUDIA
 Vemos película “Lejos de ella”
PROFESOR OMAR
 Duelo y melancolía. Sigmund Freud. 1915
Frente a la pérdida de un objeto amado o abstracción equivalente:
 Estado de ánimo profundamente doloroso
 Cese del interés por el mundo exterior
 Perdida de la capacidad de amar
 Inhibición de todas las funciones
 Surgimientos de reproches -> hacia el mundo exterior -> duelo
-> hacia sí mismo -> auto-reproche -> melancolía

Melancolización -> Yo -> conciencia moral, auto-observación


-> objeto perdido identificado al propio yo
- Duelo: está más a nivel consiente ese objeto amado perdido. Se sabe, en la melancolía que algo se perdió peor no se sabe que se perdió.
- Se liga la melancolía también a la neurosis (melancolizacion)
- Una parte se identifica al objeto perdido
- Si triunfa la parte que hostiga todo el tiempo a la parte que se identifica con el objeto perdido hablamos de manía.
- Identificación con el objeto perdido: riesgo de suicidio.
-Trabajo de duelo: ir recorriendo las huellas mnémicas que teníamos sobre el objeto perdido. Al hablar es más fácil que se destrabe.
- Se moviliza el tema de la ambivalencia. Si hay identificación. Se refuerzan en la neurosis obsesiva amor y odio con los objetos. El odio se tiende a reprimir y el
amor a exagerar.
- Algo de la perdida se tiene que poder inscribir.
- Sustitución de los objetos pulsionales (mirada, voz, excremento, oralidad). El verdadero duelo es solamente en análisis. Luego el sujeto puede trabajar mejor el
duelo con las herramientas del análisis.
TEXTO: DUELO Y MELANCOLÍA - Freud (1917)-
”Duelo y Melancolía” fue escrito por Freud en el año 1915 y dado a publicar dos años más tarde. Este trabajo, posterior a “Introducción al Narcisismo” (1914), es
considerado su extensión.
El Duelo y la Melancolía son el resultado de la pérdida de un ser amado o de una abstracción equivalente, que puede ser el ideal, la libertad, la patria, etc.
En el duelo el sujeto ha experimentado una pérdida real del objeto amado y en el proceso, que se prolonga un tiempo necesario para la elaboración de esta
pérdida, el sujeto:
1. Posee un ánimo profundamente doloroso
2. Pierde el interés por el mundo exterior sustrayendo la libido de todo objeto que no remita al objeto perdido.
3. Pierde la capacidad de amar o de elegir un nuevo objeto amoroso
4. Existe una Inhibición de todas las funciones
5. El objeto perdido es investido por toda la capacidad libidinal que pueda emplear el sujeto a tal efecto, impidiendo nuevas ligazones.

Sin embargo, el duelo no es considerado un proceso patológico. Por el contrario, en el trabajo de duelo el Yo, embestido por una pérdida real de objeto, pone
en funcionamiento un mecanismo de elaboración de dicha pérdida que le permitirá, al cabo de un tiempo, conservar a ese objeto perdido en la realidad pero
con renovada investidura libidinal para con él.
Los recuerdos constituyen un punto de encuentro con la líbido y el objeto, lo que hace sustraerse al yo, pero al final la libido queda libre y exenta de toda
inhibición.
Ejemplo de Duelo: A las personas buenas se las lleva Dios.
La melancolía presenta las mismas características del duelo, sólo que:
El sujeto se comporta como si hubiese sufrido una pérdida real, no puede dar cuenta de lo que ha perdido ni logra precisar la magnitud de dicha pérdida. O sea,
que la melancolía, estaría relacionada con una pérdida de objeto inconsciente, sin embargo en el duelo las pérdidas son conscientes.
A estos síntomas se agregan el insomnio y la falta de apetito (a la vida) que el sujeto melancólico padece y están intrínsecamente relacionados con un
desfallecimiento de la pulsión.
Existe una disminución de amor propio, lo que se traduce en reproches y acusaciones en donde el sujeto se hace objeto de si mismo y puede llegar a esperar el
castigo. Esta característica de inhibición es la experiencia de la entrega total al duelo que no deja lugar para otros propósitos o intereses.
En la melancolía, Freud sentencia que si el sujeto dice tener culpa, él ha de tener razón. Y es a partir de esta afirmación que desarrolla su teoría de la melancolía.
En la melancolía, a diferencia del duelo, el quantum libidinal resignado por la pérdida del objeto de amor, no es destinado a las ligazones de nuevos objetos, sino
que la libido sustraída del objeto perdido vuelve al Yo por el mecanismo de la identificación regresiva. El Yo no cede el objeto, no quiere resignarlo, aunque éste
se sabe definitivamente perdido. Es mediante la identificación narcisista del Yo con el objeto perdido, que el Yo lo sustituye. La identificación narcisista por
regresión tiene por objeto la sustitución del objeto de amor resignado.
En la melancolía se describe al yo como:
 Indigno de estimación
 Incapaz de rendimiento
 Moralmente condenable
 Se insulta
 Espera el castigo
 Compadece a los demás por su presencia

El cuadro de este delirio (que extiende su crítica al pasado y afirma no haber sido mejor) se completa con insomnio y rechazo de alimentarse y un
sojuzgamiento.
Estos datos al paciente no hay que contradecirlos, sino que hay que confirmarlos.
El paciente carece de pudor ante los demás, desea comunicar a todo el mundo sus defectos, como si en este rebajamiento hallara una satisfacción.
Los reproches con los que el enfermo se abruma corresponden en realidad a otra persona, aun objeto erótico y han sido vueltos contra el propio yo Ej. La mujer
compadece al marido de tener que estar con alguien inútil como ella, cuando en realidad el es el inútil, por lo tanto lo que reprocha es su inutilidad.
Estos reproches tienen la misión de encubrir los restantes y dificultar el conocimiento de la situación.
Todo lo malo que dicen de si se refieren a la realidad de otras personas
Si intentamos una reconstrucción de este proceso, primeramente habría una elección de objeto, un enlace de la libido a una persona determinada. Por la
influencia de un desengaño o situación por parte del objeto amado surge una conmoción de la relación objetal, así, la sombra del objeto cae sobre el yo y de
este modo se transforma la pérdida del objeto en una pérdida de yo, por identificación
Al final de su trabajo Freud establece las tres premisas fundamentales de la melancolía:
 La pérdida de objeto
 La ambivalencia
 La regresión de la libido al Yo.

Ejemplo: En el auto reproche, puede aparecer el tema de que la culpa fue mia.
En la neurosis de transferencia, la identificación con el objeto da lugar a la formación de síntomas (histeria), y pueden introducir en relación al objeto
sentimientos de ambivalencia, en donde el enfermo se refugia en la enfermedad para no mostrar su hostilidad y atormenta a los que ama por medio de la
enfermedad. De este modo la carga erótica de la melancolía experimenta un doble recorrido. Ej. El suicidio. Hay una identificación con el objeto perdido, me
hago mal, pero haciéndome mal, le hago mal a los demás.
El neurótico obsesivo puede sufrir la pérdida real de un objeto amado y vivirla como un típico proceso de duelo.
Melancolía y Manía
Una de las preguntas fundamentales en el trabajo de Freud corresponde a la alternancia cíclica entre la melancolía y la manía. En la clínica se observan múltiples
variantes según las cuales:
 La melancolía puede sobrevenir a la manía y viceversa
 Pueden producirse estados de intervalo
 Suelen prevalecer estados melancólicos o sólo estados maníacos, etc.

Manía
En “Duelo y Melancolía” la manía aparece como lo simétrico a la melancolía, y ambas responden a un mismo complejo y tienen idéntico contenido, por lo tanto
la particularidad más singular de la melancolía, es su tendencia a transformarse en manía, es decir, en un estado totalmente opuesto, pero no toda melancolía
sufre esta modificación, como dijimos anteriormente, estas fases pueden ser alteradas.

La diferencia entre ambas patologías radica en el “dominio” o en el “no dominio” del Yo: Mientras que en la melancolía el sujeto es dominado por el yo, en la
manía el sujeto no sólo que domina al yo, sino que festeja este dominio. Es decir, en el pasaje de la melancolía a la manía, se libera un quantum libidinal que
durante el período de la enfermedad estuvo asignado a la investidura de dolor. Al liberarse la libido, ésta queda a disposición del sujeto para la búsqueda de
nuevas investiduras de objeto.

El maníaco se emancipa del objeto que lo hizo sufrir, emprendiendo con hambre voraz nuevos cargas de objeto.
En la fase maníaca, el sujeto goza de su dominio, siente alegría, euforia, júbilo y una sensación de triunfo que rebalsa su psiquismo y ocupa todo su pensar. Este
estilo expresivo constituye el paradigma normal de la manía.
La manía es un triunfo pero queda en ella oculto, como sucede en la melancolía, eso que el Yo ha vencido y sobre lo cual triunfa.
Freud conjetura acerca de la diferencia entre el final del duelo y el estallido maníaco sólo en función del tiempo que insume el desasimiento de la investidura
libidinal y sus efectos económicos (a dónde va la libido)

TEXTO: LA TRANSITORIEDAD. Sigmund Freud


Hace algún tiempo, en compañía de un amigo taciturno y de un poeta joven, pero ya famoso, salí de paseo, en verano, por una riente campiña. El poeta
admiraba la hermosura de la naturaleza que nos circundaba, pero sin regocijarse con ella. Lo preocupaba la idea de que toda esa belleza estaba destinada a
desaparecer, que en el invierno moriría, como toda belleza humana y todo lo hermoso y lo noble que los hombres crearon o podrían crear. Todo eso que de lo
contrario habría amado y admirado le parecía carente de valor por la transitoriedad a que estaba condenado.
Sabemos que de esa caducidad de lo bello y perfecto pueden derivarse dos diversas mociones del alma. Una lleva al dolorido hastío del mundo, como en el caso
de nuestro joven poeta, y la otra a la revuelta contra esa facticidad aseverada. ¡No, es imposible que todas esas excelencias de la naturaleza y del arte, el mundo
de nuestras sensaciones y el mundo exterior, estén destinados a perderse realmente en la nada! Sería demasiado disparatado e impío creerlo. Tienen que poder
perdurar de alguna manera, sustraerse de todas las influencias destructoras.
Empero, esta exigencia de eternidad deja traslucir demasiado que es un producto de nuestra vida desiderativa como para reclamar un valor de realidad.
También lo doloroso puede ser verdadero. Yo no me decidí a poner en duda la universal transitoriedad ni a exigir una excepción en favor de lo hermoso y lo
perfecto. Pero le discutí al poeta pesimista que la transitoriedad de lo bello conllevara su desvalorización.
¡Al contrario, un aumento del valor! El valor de la transitoriedad es el de la escasez en el tiempo. La restricción en la posibilidad del goce lo torna más apreciable.
Declaré incomprensible que la idea de la transitoriedad de lo bello hubiera de empañarnos su contento. En lo que atañe a la hermosura de la naturaleza, tras
cada destrucción por el invierno ella vuelve al año siguiente, y ese retorno puede definirse como eterno en proporción al lapso que dura nuestra vida. A la
hermosura del cuerpo y del rostro humano la vemos desaparecer para siempre dentro de nuestra propia vida(relación con lo que dice obiolsobiols sobre “eterna
juventud” y el hecho de no querer llegar a la adultez y la vergüenza q se expresa al llegar a la vegez, etc.), pero esa brevedad agrega a sus encantos uno nuevo.
Sí hay una flor que se abre una única noche, no por eso su florescencia nos parece menos esplendente. Y en cuanto a que la belleza y la perfección de la obra de
arte y del logro intelectual hubieran de desvalorizarse por su limitación temporal, tampoco podía yo comprenderlo.
El valor de todo eso belloy perfecto que posee la Tierra, estaría determinado únicamente por su significación para nuestra vida sensitiva; no hace falta que la
Tierra sobreviva para dar cuenta de su hermosura.
Yo juzgaba incontrastables estas reflexiones, pero observé que no habían hecho impresión ninguna al poeta ni a mi amigo. De este fracaso inferí la injerencia de
un fuerte factor afectivo que les enturbiaba el juicio, y más tarde basta creí haberlo descubierto. Tiene que haber sido la revuelta anímica contra el duelo la que
les desvalorizó el goce de lo bello. La representación de que eso bello era transitorio dio a los dos sensitivos un pregusto del duelo por su sepultamiento, y,
puesto que el alma se aparta instintivamente de todo lo doloroso, sintieron menoscabado su goce de lo bello por la idea de su transitoriedad.
El duelo por la pérdida de algo que hemos amado o admirado parece al profano tan natural que lo considera obvio.
Nos representamos así la situación: poseemos un cierto grado de capacidad de amor, llamada libido, que en los comienzos del desarrollo se había dirigido sobre
el yo propio. Más tarde, pero en verdad desde muy temprano, se extraña del yo y se vuelve a los objetos, que de tal suerte incorporamos a nuestro yo. Si los
objetos son destruidos o si los perdemos, nuestra capacidad de amor (libido) queda de nuevo libre. Puede tomar otros objetos como sustitutos o volver
temporariamente al yo. Ahora bien, ¿por qué este desasimiento de la libido de sus objetos habría de ser un proceso tan doloroso? No lo comprendemos, ni por
el momento podemos deducirlo de ningún supuesto. Sólo vemos que la libido se aferra a sus objetos y no quiere abandonar los perdidos aunque el sustituto ya
esté aguardando. Eso, entonces, es el duelo.
La conversación con el poeta tuvo lugar en el verano anterior a la guerra. Un año después estalló esta y robó al mundo sus bellezas. No sólo destruyó la
hermosura de las comarcas que la tuvieron por teatro y las obras de arte que rozó en su camino; quebrantó también el orgullo que sentíamos por los logros de
nuestra cultura, nuestro respeto hacía tantos pensadores y artistas, nuestra esperanza en que finalmente superaríamos las diferencias entre pueblos y razas.
Ensució la majestuosa imparcialidad de nuestra ciencia, puso al descubierto nuestra vida pulsional en su desnudez, desencadenó en nuestro interior los malos
espíritus que creíamos sojuzgados duraderamente por la educación que durante siglos nos impartieron los más nobles de nosotros. Empequeñeció de nuevo
nuestra patria e hizo que el resto de la Tierra fuera otra vez ancho y ajeno. Nos arrebató harto de lo que habíamos amado y nos mostró la caducidad de muchas
cosas que habíamos juzgado permanentes.
No es maravilla que nuestra libido, así empobrecida de objetos, haya investido con intensidad tanto mayor lo que nos ha quedado, ni que hayan crecido de
súbito el amor a la patria, la ternura hacia nuestros allegados y el orgullo por lo que tenernos en común. Pero aquellos otros bienes, ahora perdidos, ¿se nos han
desvalorizado realmente porque! demostraron ser tan perecederos y tan frágiles? Entre nosotros, a muchos les parece así, pero yo, en cambio, creo que están
equivocados. Creo que quienes tal piensan y se muestran dispuestos a una renuncia perenne porque lo apreciado no acreditó su perdurabilidad se encuentran
simplemente en estado de duelo por la pérdida. Sabemos que el duelo, por doloroso que pueda ser, expira de manera espontánea. Cuando acaba de renunciar
a todo lo perdido, se ha devorado también a sí mismo, y entonces nuestra libido queda de nuevo libre para, si todavía somos jóvenes y capaces de vida,
sustituirnos los objetos perdidos por otros nuevos que sean, en lo posible, tanto o más apreciables. Cabe esperar que con las pérdidas de esta guerra no suceda
de otro modo. Con sólo que se supere el duelo, se probará que nuestro alto aprecio por los bienes de la cultura no ha sufrido menoscabo por la experiencia de
su fragilidad. Lo construiremos todo de nuevo, todo lo que la guerra ha destruido, y quizá sobre un fundamento más sólido y más duraderamente que antes.

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