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JUAN CARLOS RÚA HERRERA

SERGIO BOTERO NARANJO

Psicología Dinámica
Fabiola Inés Restrepo

Adaptación y dependencia del adulto mayor


Problema: Incidencia psicológica que puede tener en el adulto mayor la adaptación
al deterioro gradual de su cuerpo y la dependencia que adquiere hacia sus
familiares.
La dependencia se define como “la necesidad de ayuda o asistencia importante para poder
realizar las actividades de la vida cotidiana”. ... La dependencia no es sólo sinónimo de
vejez, puesto que puede aparecer a cualquier edad, aunque las personas mayores suelen
ser las más afectadas

Planteamiento del problema: Este problema consiste en que los adultos mayores
adquieren una condición en la cual experimentan un deterioro de su cuerpo y de su
mente incluso con algunas complicaciones o patologías que comienzan a hacer que
la persona se vuelva dependiente hacia las personas del círculo social que lo rodean
afectando directamente a los adultos mayores. Lo que causa un choque en la
persona por toda su vida ser independiente y autónomo.
Es importante entender que es bastante difícil para una persona que ha sido
independiente toda su vida adquirir una condición de dependencia prácticamente
total es por esto que se pueden evidenciar afectaciones de muchas maneras
algunas de estas que son las más frecuentes son: física y mental, esta última
aportando una gran definición acerca de la adaptación que pueda tener el adulto
mayor a la condición que va adquiriendo.
Cabe resaltar que este problema puede traer consecuencias para el adulto mayor y
también para sus familiares entendiendo que esto en el adulto mayor se puede
evidenciar en sensaciones de culpa, soledad e incluso hasta en abandono es por
esto que es importante que por parte de sus familiares se tenga un pleno
conocimiento de lo que esto acarrea para que puedan así asistir a el adulto mayor
y no asuman consecuencias que pueden ser de difícil aceptación para ellos por
ejemplo: cansancio excesivo, desprendimiento del adulto mayor, confusión entre
otros.
MARCO TEORICO
En las últimas décadas la población de más de 65 años viene en aumento en el
mundo entero. También las consultas de personas mayores. ¿Podemos seguir
sosteniendo como lo hizo Freud que «...en la medida en que las personas se
acercan a la cincuentena o la sobrepasan suelen carecer de la plasticidad de los
procesos anímicos de la que depende la terapia... el material que debería
reelaborarse (durcharbeiten) prolongaría indefiniblemente el tratamiento»? (Freud,
1905. p. 254.) (El subrayado es mío) En este trabajo pretendo abordar los
potenciales beneficios de los tratamientos psicoanalíticos con personas en proceso
de envejecimiento. Los conflictos entre los proyectos trazados en función de los
ideales y lo logrado o posible de lograrse, y el redimensionamiento de las
aspiraciones ante lo que no se ha podido realizar. Me interesará especialmente la
situación de duelo (¿narcisista?) por la disminución de funciones corporales, así
como por el menoscabo y la pérdida de la imagen del cuerpo de la juventud que
sobrevienen. No se trata de un análisis de la vejez, que desborda las posibilidades
de ser aprehendida por el psicoanálisis, sino de los beneficios posibles de la
experiencia analítica, de un sujeto luego de la crisis de la mitad de la vida.
Cuerpo y Narración
El envejecimiento se va instalando en nuestras vidas de maneras casi
imperceptibles dejando marcas progresivas que en algún momento se nos hacen
visibles (muchas veces en circunstancias como la crisis de la mitad de la vida, el
alejamiento de los hijos, el retiro del trabajo, la muerte de pares, etc.). Y entonces...
¿las negamos? ¿las desmentimos? ¿Es posible un proceso de elaboración del
envejecimiento? ¿Es éste un proceso que como el duelo normal no se lo asiste más
que acompañándolo? ¿Qué es lo que se puede elaborar? ¿La pérdida de la vida?
¿La muerte propia? ¿La muerte de qué?
Y cuando tomamos en tratamiento a un adulto mayor, a alguien que nos sobrepasa
en edad: ¿Cómo resuena contratransferencialmente el estar ubicado ante una figura
que puede remitir explícitamente al propio padre o madre al tiempo que nos ubica,
transferencia mediante, en el lugar de aquellos, de los ideales amenazados, etc.?
¿Qué efectos psíquicos produce la situación de vejez, a la que con suerte nosotros
también llegaremos?
En mi práctica con pacientes mayores son más quienes consultan por los temores
a los efectos de la vejez sobre el cuerpo y la sexualidad, la pérdida de lugares
sociales, miedo a la soledad, a la depresión resultante de la renuncia a
determinados ideales, etc., que las situaciones de pacientes efectivamente
deteriorados, impotentes o con desapego “reales”. Tal vez quienes llegan a nuestra
consulta han logrado convivir con viejos conflictos que se reactivan debido a
precipitantes actuales. Hoy no es posible sostener que el envejecimiento sea un
proceso de progresivo desapego. (alejamiento natural de todos los vínculos),
rigidización y deAbel Fernández Ferman - 171 terioro psíquico como correlato del
envejecimiento del cuerpo que lleva a un aislamiento cuyo destino lógico sería el
confinamiento del viejo (teoría sostenida por Cummings, E. Y Henry W., USA, 1961).
A partir de la crisis de la mitad de la vida vemos comenzar muchas veces un proceso
de incremento de la interioridad, proceso por el cual volvemos sobre nuestras vidas,
sobre nuestros recuerdos, rememorando, reconstruyendo o historizando.1
Podemos distinguir el incremento de la interioridad de su versión patológica vista
como aumento y colapso del narcisismo. Se abre, en el mejor de los casos, un nuevo
período de posibilidades de crecimiento mental con un redimensionamiento de la
percepción del tiempo, la vida y la muerte. La posibilidad de la rememoración en el
proceso analítico permite al analizando el reencuentro con aspectos valorados de
sí mismo que ahora son reconocidos por y ante el analista, así como la posibilidad
de la reparación y el duelo por lo que no fue posible. La rememoración se constituye
en una forma de conservar al tiempo que reconocer lo que ya no está ahí sino bajo
la forma del recuerdo. Hay algo del ideal de sí jaqueado por la vejez que puede ser
reencontrado en valores, viejos y vigentes aún, en el propio interior del sujeto, por
no hablar del desarrollo de nuevos valores e ideales. Si el proceso de re significación
es propio del trabajo analítico, y en la vejez se incrementa la interioridad como
dijimos, debiera ser muy frecuente el trabajo con personas que se encuentran
“naturalmente” volviendo sobre la significación del pasado. Sin embargo no todos
recurren al psicoanalista para este proceso, descontando incluso las situaciones de
envejecimiento muy patológico, los deterioros de base orgánicos y el importante
número de quienes logran armados defensivos más o menos exitosos (negadores,
maníacos, o de otros tipos).
. Creemos que como efecto saludable de la crisis de la mitad de la vida se produce
una anticipación a los procesos que sobrevendrán que permiten una cierta
disponibilidad para la elaboración de/en la vejez. Tal vez algo propio de este
momento de crisis de resignificación esté dado por la conciencia de estar ante una
de las últimas oportunidades de “re escritura”, más o menos complicada, de una
(auto)biografía. Y en el análisis, esta historia se escribe al calor de la transferencia
con un analista, muchas veces más joven, que encarna imagos parentales
idealizadas, omnipotentes e inmortales y que puede resultar blanco de ataques
envidiosos porque recuerda lo que está perdiéndose o directamente a lo perdido.
Insistimos nuevamente con el análisis como trabajo de perlaboración del analizando
que incluye las elaboraciones y construcciones que hace el analista a punto de
partida de las asociaciones del paciente. No se trata del modelo arqueológico de
escarbar en la historia sacando a luz viejos recuerdos enterrados, sino de la
posibilidad de aprehender un nuevo sentido (algo de la verdad inconsciente) para lo
que siempre ha estado ahí (¿o no?), sin la necesidad de recurrir siempre, en el
trabajo con el paciente, a una metáfora infantil.
Breve comentario sobre la interrelación Depresión – Vejez
La depresión en personas mayores es más importante de lo que anteriormente se
había pensado. A pesar de que la depresión es un problema habitual en personas
de avanzada edad un número importante no reciben tratamiento. Sabemos que el
pronóstico de la depresión varía debido a factores como los problemas físicos,
psicológicos o la falta de apoyo del medio que pueden afectar la evolución de esta
dolencia.
Son muchos los autores que afirman que una tarea psicológica significativa de esta
etapa consiste en el intento de contemplar la vida en su conjunto, con coherencia y
aceptación. Si se tiene éxito culminará en la integridad del yo. Cuando la depresión
domina, la persona puede ser vencida por la desesperación y la desesperanza. Se
acentúan los temores a la muerte y, aunque se pueda expresar desprecio por la
vida, se continúa anhelando la posibilidad de volver a vivirla, en un nuevo comienzo
que posibilite “la recuperación del tiempo perdido”. En cambio, cuando impera la
integridad, la persona posee la fuerza propia de su edad que habilita a una vida
digna. El adulto “normal” sabe aceptar las limitaciones; sabe cuándo aceptar el
cambio y cuándo oponerse al mismo.
Es importante considerar en esta edad el concepto de bienestar subjetivo
correlacionado con el estado psicosocial y físico del individuo. Se refiere a la
sensación de bienestar y su capacidad para conservarla, que tenga o no el adulto
mayor y se relaciona con qué tan satisfecho se siente consigo mismo y las metas
alcanzadas en la vida.
Cuando una persona mayor se deprime, a veces su depresión se considera
erróneamente un aspecto normal de la vejez. La depresión, si no se diagnostica ni
se trata, causa un sufrimiento innecesario para el anciano y para su familia.
Los factores desencadenantes se conjugan con la estructura psíquica de la persona
que envejece junto a los factores constitucionales, orgánicos y sociales. Estos
elementos se combinan de manera variable en cada sujeto al modo de las “series
complementarias” descritas por Freud.
Son muchos los factores referentes a pérdidas que pueden causar la depresión. Se
consideran generalmente los acontecimientos en tres grandes áreas: 1. el cuerpo,
2. la psique y 3. lo social. Brevemente y a modo de ejemplificación:
1. Cambios que acontecen en el propio cuerpo (disminución de capacidades,
deterioro, enfermedades crónicas, etc.).
2. Los que acontecen en el ámbito psíquico (enlentecimiento para adquisiciones
intelectuales y nuevas destrezas -en una época de cambios vertiginosos-, cambios
de la estructura cotidiana del tiempo y las actividades, cambios en la afectividad,
repercusiones de la muerte de un familiar próximo o de un amigo, repercusiones
psíquicas de una enfermedad crónica, de dificultades económicas, etc.).
3. Los que acontecen en el área social (pérdida de vínculos, referentes laborales,
problemas interpersonales, etc.). Enfatizaremos respecto a que en la tercera edad
confluyen una serie cambios que pueden ser pensados como pérdidas. Nos
referimos a vivencias subjetivas de pérdida, que la persona sufre y que condicionan
el estado depresivo como posible respuesta. Frente a éstas será importante
considerar tanto el motivo u objeto de la pérdida, su significación subjetiva como la
reacción frente a ésta.

PROGRAMA: POR UNA TERCERA EDAD INTEGRA


Este programa se trata de realizar una campaña social mediante la cual se pueda
realizar un trabajo conjunto entre vigías de salud, psicólogos y gerontólogos con la
intención de capacitar y de generar conciencia acerca de muchas dificultades que
se puedan presentar al interior de todas las familias que se sientan desorientadas
sin saber cómo brindar una buena calidad de vida al adulto mayo, otro segmento
importante de este programa es reforzar a los centros de bienestar al adulto en
distintos puntos, tanto como administrativos como en manejo de pacientes e
implementaciones de nuevas técnicas que no se usen en el centro. Con este
programa se busca dar soluciones a varias situaciones que se pueden presentar
alrededor de estas familias, cuidadores y hogares geriátricos por lo que se procede
a definir y a explicar algunas de ellas:
El Abandono: Es vital acudir a los centros de bienestar social, secretarias de Salud
y al 123 cuando se denote algún caso de abandono, ya sea por abandono familiar
o porque el adulto mayor no tenga recursos y ya no pueda ejercer mas por el mismo.
Para esto este programa pretende capacitar en los medios y rutas que se deben
utilizar.
Maltrato: Muchas veces podemos ver maltrato en los adultos mayores debido a la
impaciencia, ignorancia y a la dificultad que en ocasiones implica el cuidado a un
adulto mayor. Este programa busca orientar a las familias y a los cuidadores para
que tengan mecanismos que faciliten el manejo de los mismos. También Se
pretende ilustrar cuales son las rutas de cuidado al adulto mayor según su región o
municipio y que hacer frente a casos de maltrato.
Higiene y Salud: En muchas ocasiones vemos ignorancia en los manejos de la
higiene y sus protocolos de saneamiento básico en sus operaciones, lo cual puede
poner en riego a la población por malos manejos. Es muy importante tener buenos
protocolos para el seguimiento y sostenimiento de la salud e integridad del paciente.
Este programa busca darle respaldo a estos temas.
Síndrome del Cuidador o Burn Out: Muchas veces los cuidadores por estar en un
ciclo repetitivo y tener un paciente con difíciles condiciones clínicas, este va
tendiendo a sentir un agotamiento, una fatiga, un estrés, somatizan enfermedades,
impulsos de ira. Para esto este programa busca crear conciencia y capacitar a los
cuidadores tanto familiares como institucionales para poder llevar una misión y
vocación bien hechas.
Sobre carga en los cuidadores: es importante que se tenga presente por parte de
las familias y cuidadores la importancia que se tiene en la división de los trabajos a
la hora de brindarle un cuidado al adulto mayor buscando que se evite la sobre
carga y alguna enfermedad que se puede adquirir por parte del cuidador si es
siempre una misma persona. Hay que cuidar al cuidador de peligros ergonómicos y
tratar al máximo de ir teniendo las herramientas adecuadas para la labor.
La depresión: Con esta campaña se busca solucionar las grandes masas de
depresión que pueden adquirir los adultos mayores debido a esta condición nueva
que tienen asesorándoles psicológicamente para que acepten y se adapten a la
nueva condición y al deterioro físico y mental a los cuales han sido sometidos por
su edad avanzada.
Difícil acceso a la asistencia por fines económicos: Es importante darle solución
a este aspecto ya que muchas familias los adultos mayores se quedan sin asistencia
de personal especializado debido a carencias económicas que puedan tener en su
familia, este programa solucionaría estas dificultades partiendo de que será una
campaña gratuita que cubriría todo el departamento de Antioquia además de
evolucionar buscaría más oportunidades exteriores integrando nuevas disciplinas
que puedan mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y de sus familias
luchando así en un trabajo conjunto por un tercera edad integra.
Objetivo General
Concientizar acerca de la importancia que tiene los adultos mayores dentro de los
hogares e instituciones, apuntando a que se les brinde una calidad de vida digna e
integra como las personas que han educado y llevado la orientación de sus familias
a lo largo de su vida garantizando una eficiencia en el área de salud física y mental
de ellos y de sus familias.

Estrategias y derrotero: Este programa pretende ser ejecutado en cada municipio


y región a nivel departamental, con el fin de a parte de brindar una brigada de
crecimientos positivos, generar un seguimiento y una continuidad en el crecimiento
de Antioquia por una vejez integra.
-Eventos sociales:
Se pretende hacer eventos sociales durante una semana, donde involucren lúdicas
e integraciones de los adultos mayores. Se realizarán eventos deportivos, de juegos
de mesa, días de bingo y baile.
-Brigada de Salud:
Este programa durante esa semana realizara en distintas zonas del municipio o
región una brigada de Salud para cuidar y apoyar la salud de los adultos mayores
de la región. La idea es generar una brigada de acompañamiento gerontológico,
vigías en salud y acompañamiento psicológico para garantizar un acompañamiento
efectivo orientado a la adaptación, los cuidados optimos y el manejo de la
dependencia de los adultos mayores.
-Brigada de Acompañamiento Social e institucional:
Este programa pretende brindar un acompañamiento y capacitación a los centros
de bienestar al adulto en cuanto a manejos de los adultos mayores, protocolos,
planes de bienestar integral y sistemas que permitan una buena atención y por ende
una buena adaptación de la población a su situación y al sitio que le brinda sus
cuidados.
-Cierre de Programa hasta los próximos seis meses:
El cierre en realidad no es un cierre, es un hasta luego. El programa tiene una
frecuencia de 6 meses para garantizar buenos resultados. En esta ultima etapa
dejaremos las puertas abiertas para asesorías y guías que sean necesarias.

Bibliografía
https://www.apuruguay.org/revista_pdf/rup99/rup99-fernandez.pdf

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