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FACULTAD DE DERECHO

INTEGRANTES:
ARRIOLA CUBAS NOELIA.
BARBOZA VASQUEZ ANALID
CABANILLAS PRADO JACKELINE.
CRUZ CHAPOÑAN EDWIN
LEON CACHAY MARITZA.
LLONTOP MARTINES ISAAC.
SECLEN ORDOÑEZ NELLY.
RAMÍREZ SIPION JENNY LISBETH

CURSO:
DERECHO JURISDICCIONAL.

DOCTOR:
VICTOR ANTONIO VIGIL CURO

CICLO:
IX TARDE

Chiclayo, Junio del 2006.

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PRESENTACION
El presente trabajo de investigación que presentamos a vuestra disposición es un
exhaustivo análisis critico y comparativo de la diversidad de autores que tocan el tema
el cual hemos abordado, debe tenerse en cuenta que el magistrado, debe ser ante todo,
un abogado que haya ejercido la profesión por no menos de cinco años. ello es
necesario, porque es común observar en la actualidad que algunos magistrados
consideran al abogado como un "extraño " y ello evidentemente denota que muchos de
ellos no han ejercido nunca la profesión o la ejercieron por muy poco tiempo, lo que les
impidió entender a cabalidad la sagrada labor de la defensa. En nuestro país, quien
accede a la Magistratura por primera vez, es casi como una persona vendada, que
pretende caminar sin tropezarse. No ha existido, en el país una institución superior
dedicada en exclusiva a la captación y capacitación de futuros Magistrados. La
Magistratura debe ser en realidad una especialización muy particular dentro de la
Abogacía.
Es necesario crear entonces una Escuela de Formación de Magistrados, distinta a la
Academia de la Magistratura, que solo debe servir para capacitar Magistrados ya
nombrados. Esta escuela con carácter oficial otorgaría luego de cuatro semestres de
estudios, el grado de Magíster en Administración de Justicia, requisito elemental para
que el futuro, ser designado Magistrado. Pese a que ha habido muchas opiniones al
respecto no se ha logrado cristalizar ninguna iniciativa.
La necesidad de un centro de capacitación para futuros magistrados, resulta vital en
nuestra administración de justicia, puesto que los conocimientos impartidos a nivel
universitario en diversas materias son notoriamente insuficientes, y algunos aspectos
son casi desconocidos, como la Sociología, Psicología, Criminología, Ciencias
Penitenciarias inclusive Administración, aspectos en los cuales los futuros magistrados,
podrían aprender conocimientos para ser aplicados a futuro en su desempeño funcional.
No esta demás decir que los estudios espaciados permitirán a quienes verdaderamente se
interesan por la Magistratura, adquirir los conocimientos necesarios para que en el
futuro al alcanzar un puesto en la administración de justicia, no tengan que estar
adquiriendo conocimientos a la ligera, o terminar de aprender en sus despachos con el
consiguiente perjuicio para los justiciables.

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Los autores

DEDICATORIA

El presente trabajo de
investigación se lo
dedicamos a nuestros
padres que con gran
esfuerzo y sacrificios se
esmeran por darnos la
mejor educación.

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CAPITULO I
LA CARRERA JUDICIAL

1. LOS JUECES
Son los funcionarios investidos de imperio y jurisdicción para pronunciar decisiones en
un juicio.
Según García Toma; Juez deriva de las voces latina Juz y Day, que señala el camino de
lo que es equitativo.
Las partidas III, Ley primera decía “los juzgadores son aquellos hombres buenos que
son puestos para mandar y hacer derecho”; allí estaban las 3 condiciones básicas:
Autoridad, Honradez y Capacidad jurídica.
Tres cosas implica la labor de u juez:
1. investigar la verdad (gnoseológica y lógica)
2. búsqueda del Nomen y su interpretación (técnica jurídica)
3. aplicación del Derecho (autentico acto de creación)
EL PODER JURISDICCIONAL: Es pues la potestad del Estado de aplicar la ley por
medio de sus organismos (potestad: dominio de una cosa).
En la evolución de los jueces se puede hallar estas etapas:
1. JUSTICIA PERSONAL: época de la venganza privada, el ojo por ojo, se llamaba
también FAIDA, uno hacia justicia por su propia mano.
2. JUSTICIA INTERMEDIA: Llamada también arbitral, cuando surge un tercero para
resolver el problema, uno hablan del PATER familia, GARCIA TOMA, habla de la
justicia comunal.
3. JUSTICIA PUBLICA: El estado asume la responsabilidad de resolver los
conflictos; crea el Juez y le da las facultades para ello eso es lo que tenemos
actualmente.
HARIOU: decía que surge el Estado como agruparon humana fijada en un territorio
determinado en la que existe un orden social, político y jurídico orientado hacia el bien
común; establecido y mantenido por una autoridad dotada de poderes de coerción.
La declaración de los derechos de Francia de 1978 señalaba que toda sociedad basa su
existencia en la separación de poder porque ello implica:

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 Garantizar la libertad y seguridad de las personas mediante el equilibrio de los
órganos del Estado.
 Dividir el trabajo y perfeccionar la función pública a través de a practica
especializada.
Dentro del poder judicial se puede hablar de órganos judiciales (Corte Suprema Corte
Superior, Juzgados) y la función judicial (los jueces).

1.1 REQUISITOS
Cualquier persona no puede ser JUEZ; se precisa de una serie de requisitos comunes y
especiales: ser abogado a excepción de los jueces de paz (lo que se llamaba jueces de
paz no letrado).
Hay dos tipos de requisitos:
a) Comunes: equivalen para todas la categorías para ser Magistrado entre ellos son:
1.- Ser peruano de nacimiento;
2.- Ser ciudadano en ejercicio y estar en pleno goce de sus derechos civiles;
3.- Tener título de Abogado expedido o revalidado conforme a ley, salvo el caso
de los Jueces de Paz;
4.- Tener conducta intachable;
5.- No ser ciego, sordo o mudo, ni adolecer de enfermedad mental o incapacidad
física permanente, que le impida ejercer el cargo con la diligencia necesaria;
6.- No haber sido condenado ni hallarse procesado, por delito doloso común;
7.- No encontrarse en estado de quiebra culposa o fraudulenta;
8.- No haber sido destituido de la Carrera Judicial o del Ministerio Público o de
la Administración Pública o de empresas estatales, por medida disciplinaria, ni
de la actividad privada, por causa o falta grave laboral;
9.- Tener el grado de especialista en Administración de Justicia, especialidad
judicial otorgada por la Academia de Altos Estudios en Administración de
Justicia y en cada caso haber cursado estudios de segunda y ulterior
especialización; y,
10.- No tener ninguna de las otras incompatibilidades señaladas por ley.

b) REQUISITOS ESPECIALES: se dan de acuerdo a la jerarquía de los jueces.


Vocales supremos: lo establece la constitución y la L.O.P.J

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1. Peruano de nacimiento.
2. Ciudadano en ejercicio
3. Mayor de 45 años.
4. Vocal superior o fiscal superior 10 años.
5. Docente universitario 15 años.
6. abogado en ejercicio 15 años.

En la L.O.P.J en su Art. 178 establece los requisitos especiales:


Artículo 178º.- Vocal Supremo.
Para ser nombrado Vocal de la Corte Suprema se requiere:
1.- Ser mayor de cuarenta y cinco años;
2.- Haber sido Vocal de la Corte Superior, Fiscal Supremo Adjunto o Fiscal
Superior, cuando menos diez años o haber ejercido la abogacía o desempeñado
cátedra universitaria en disciplina jurídica por un período no menor de veinte
años; y,
3.- No estar incurso en alguna incompatibilidad establecida por ley.
Para los magistrados de carrera, se les exigirá, además de los requisitos señalados en los
incisos precedentes, haber cursado satisfactoriamente estudios de ulterior
especialización judicial en la Academia de Altos Estudios en Administración de Justicia
o un post-grado en el extranjero en materia relacionada con la especialización escogida,
y la publicación de una obra jurídica relacionada con los estudios realizados.

Artículo 179.- Vocal Superior


Para ser nombrado Vocal de la Corte Superior se requiere:
1.- Ser mayor de treinta y dos años;
2.- Haber sido Juez Especializado o Mixto, Fiscal Superior Adjunto, o Fiscal
Provincial, durante cinco años o haber ejercido la abogacía o desempeñado
cátedra universitaria en disciplina jurídica, por un período no menor de siete
años; y,
3.- No estar incurso en ninguna incompatibilidad establecida por ley.
Para los magistrados de carrera, se les exigirá, además de los requisitos señalados en los
incisos precedentes, haber cursado satisfactoriamente estudios de ulterior
especialización judicial en la Academia de Altos Estudios en Administración de Justicia.

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Artículo 180.- Juez Especializado o Mixto.
Para ser nombrado Juez Especializado o Mixto se requiere:
1.- Ser mayor de veintiocho años;
2.- Haberse desempeñado como Juez de Paz Letrado durante más de dos años; o
como Secretario o Relator de Sala o Fiscal Provincial Adjunto por más de tres
años, o haber ejercido la abogacía o desempeñado docencia universitaria en
materia jurídica por más de cinco años;
3.- No estar incurso en ninguna incompatibilidad establecida por ley; y,
4.- Haber cursado satisfactoriamente estudios superiores de post-grado en el
Programa de Especialización Judicial y estudios de segunda especialización
judicial de la Academia de Altos Estudios en Administración de Justicia.

Artículo 180-A
El tiempo dedicado al ejercicio de la abogacía, desempeño de la docencia universitaria
en disciplina jurídica o en la carrera judicial, son acumulables para los efectos de lo
dispuesto en la última parte del numeral 2) de los Artículos 179º y 180º, siempre que no
se hubieran ejercicio en forma simultánea.

Artículo 181.- Juez de Familia


Para ser nombrado Juez de Familia se requieren los mismos requisitos señalados en el
Artículo 180º

Artículo 182.- Juez de Paz Letrado.


Para ser nombrado Juez de Paz Letrado se requiere:
1.- Ser mayor de veinticinco años;
2.- Haberse desempeñado como Secretario o Relator de Sala por más de dos
años o como Secretario de Juzgado por más de cuatro años; o haber ejercido la
abogacía o desempeñado docencia universitaria por más de cuatro años;
3.- No estar incurso en ninguna incompatibilidad establecida por ley; y,
4.- Haber cursado satisfactoriamente estudios superiores de post-grado en el
Programa de Especialización Judicial de la Academia de Altos Estudios en
Administración de Justicia.

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Artículo 183.- Juez de Paz.
Para ser nombrado Juez de Paz se requiere:
1.- Ser mayor de treinta años;
2.- Ser vecino del lugar donde ha de ejercer el cargo;
3.- Haber cursado, cuando menos, instrucción primaria completa;
4.- Tener profesión u oficio conocidos; y,
5.- Conocer además del castellano, el idioma quechua o aymará o cualquier otro
dialecto, si en el lugar donde va a actuar, predomina uno de ellos.
El Consejo Ejecutivo Distrital puede disponer que se prescinda de los requisitos
señalados en los incisos 3) y 5), en caso de no encontrarse persona que los reúna.

2. DEBERES Y DERECHOS
DEBERES: Significa estar obligado; es aquello a que esta obligado el hombre; entra en
la esfera de la moral; constituye el impulso que motiva la realización de un acto cuya
conciencia es inmanente a la necesidad de realizarse; son obligaciones. Los jueces
tienen un aserie de deberes para el mejor desempeño del cargo; el Art. 184 de la L.O.P.J
establece hasta 16 deberes:

Artículo 184.- Deberes.


Son deberes de los Magistrados:
1.- Resolver con celeridad y con sujeción a las garantías constitucionales del
debido proceso;
2.- Administrar justicia aplicando la norma jurídica pertinente, aunque no haya
sido invocada por las partes o lo haya sido erróneamente;
3.- A falta de norma jurídica pertinente, los Magistrados deben resolver
aplicando los principios generales del Derecho y preferentemente los que
inspiran el Derecho Peruano;
4.- Convalidar los actos procesales verificados con inobservancia de
formalidades no esenciales, si han alcanzado su finalidad y no han sido
observados, dentro del tercero día, por la parte a quien pueda afectar;

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5.- Sanear en materia civil, agraria y laboral las irregularidades y nulidades del
proceso, dictando el auto de saneamiento procesal correspondiente, conforme a
ley;
6.- Guardar absoluta reserva sobre los asuntos en los que interviene;
7.- Observar estrictamente el horario de trabajo establecido, así como el fijado
para los informes orales y otras diligencias. Su incumplimiento injustificado
constituye inconducta funcional;
8.- Dedicarse exclusivamente a la función judicial. No obstante, puede ejercer la
docencia universitaria en materias jurídicas, a tiempo parcial, hasta por ocho
horas semanales de dictado de clases y en horas distintas de las que
corresponden al despacho judicial. Igualmente, con las mismas limitaciones,
puede realizar labor de investigación jurídica, fuera de las horas del despacho
judicial, e intervenir a título personal en Congresos y Conferencias;
9.- Residir en el lugar donde ejerce el cargo, o en otro lugar cercano de fácil e
inmediata comunicación. Para este último caso se requiere autorización previa
del Consejo Ejecutivo respectivo;
10.- Exigir a las partes precisen sus pretensiones, cuando de la demanda, de la
contestación o de la reconvención, en su caso, se advierten deficiencias o
confusiones;
11.- Rechazar de plano la demanda o reconvención, cuando estén sujetas a un
término de caducidad y se advierte que éste ha vencido;
12.- Evitar la lentitud procesal, sancionando las maniobras dilatorias así como
todos aquellos actos contrarios a los deberes de lealtad, probidad, veracidad,
honradez y buena fe;
13.- Denegar de plano los pedidos maliciosos y rechazar los escritos y
exposiciones que sean contrarios a la decencia o la respetabilidad de las
personas, haciendo testar las frases inconvenientes, sin perjuicio de la respectiva
sanción;
14.- Denunciar ante el Ministerio Público los casos de ejercicio ilegal de la
abogacía;
15.- Presentar su respectiva declaración jurada al asumir y al dejar el cargo,
trianualmente, y cada vez que su patrimonio y rentas varíen significativamente;
y

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16.- Cumplir con las demás obligaciones señaladas por ley.

DERECHOS: enderezar, es facultad atribución; es la que regula equitativamente las


relaciones humanas, la más interesante es la teoría tridimensional (implica vida humana,
norma jurídica y valores).
Los derechos de los jueces esta señalado en el Art. 186, tiene 9 incisos:
Artículo 186.- Derechos.
Son derechos de los Magistrados:
1.- La independencia en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales;
2.- La estabilidad en el cargo, de acuerdo a la Constitución y las leyes;
3.- A ser trasladados, a su solicitud y previa evaluación, cuando por razones de
salud o de seguridad debidamente comprobadas, no sea posible continuar en el
cargo;
4.- La protección y seguridad de su integridad física y la de sus familiares;
5.- Percibir una remuneración acorde con su función, dignidad y jerarquía la que
no puede ser disminuida de manera alguna. Para estos fines se toma en cuenta lo
siguiente:
a) El haber ordinario de los Vocales de la Corte Suprema, es siempre
igual al que perciben los Senadores o Diputados. La homologación funciona
automáticamente, para cuyo efecto los Tesoreros de las Cámaras, producido
cualquier reajuste en los haberes, bonificaciones y asignaciones de los
Parlamentarios, comunican de inmediato al Presidente de la Corte Suprema,
quien dicta la resolución de homologación correspondiente. La resolución antes
señalada es puesta en conocimiento del Director del Tesoro Público para su
debido cumplimiento.
b) El haber de los Vocales Superiores es del 90% del total que perciban los
Vocales de la Corte Suprema; el de los Jueces Especializados o Mixtos es del
80%; el de los Jueces de Paz Letrados es del 70%, y 55% el de los Secretarios y
Relatores de Sala, referidos también los tres últimos porcentajes al haber total de
los Vocales de la Corte Suprema;
c) Los Magistrados titulares comprendidos en la carrera judicial, perciben
16 haberes mensuales al año, siendo uno por vacaciones, otro por Navidad, otro
por escolaridad y otro por Fiestas Patrias;

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d) Los Magistrados Supremos al jubilarse siguen gozando de los demás derechos
adquiridos y los que les corresponda con arreglo a ley; y,
e) Los Magistrados que queden inhabilitados para el trabajo, con ocasión del
servicio judicial, perciben como pensión el íntegro de la remuneración que les
corresponde. En caso de muerte el cónyuge e hijos perciben como pensión el
haber que corresponde al grado inmediato superior;
6.- Los Magistrados comprendidos en la carrera judicial titulares y suplentes que
hubieran desempeñado o desempeñen judicaturas provisionalmente, percibiendo
remuneraciones correspondientes al cargo titular, tienen derecho a que su tiempo
de servicios sea reconocido y considerado para el cómputo de la antigüedad en el
cargo;
7.- Gozar de la cobertura de un seguro de vida cuando trabajan en zonas de
emergencia;
8.- La Corte Suprema, promueve y apoya el estudio y ejecución de planes
destinados a dotar progresivamente de viviendas a los Magistrados y demás
trabajadores del Poder Judicial; y,
9.- Los demás que señalen las leyes.

FACULTADES DE LOS JUECES: Se hallan contemplados en el art 185 y son:


Artículo 185.- Facultades.
Son facultades de los Magistrados:
1.- Propiciar la conciliación de las partes mediante un comparendo en cualquier
estado del juicio. Si la conciliación se realiza en forma total se sienta acta
indicando con precisión el acuerdo a que lleguen las partes. Si es sólo parcial, se
indica en el acta los puntos en los que las partes están de acuerdo y aquellos
otros en que no están conformes y que quedan pendientes para la resolución
judicial. Ratificadas las partes en el texto del acta, con asistencia de su
respectivo Abogado, proceden a firmarla, en cuyo caso los acuerdos que se
hayan concertado son exigibles en vía de ejecución de sentencia, formando
cuaderno separado cuando la conciliación es sólo parcial.
No es de aplicación esta facultad, cuando la naturaleza del proceso no lo
permita;

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2.- Solicitar el o los expedientes fenecidos que ofrezcan las partes en prueba, o
de oficio para mejor resolver, cuando la causa que conocen se halle en estado de
sentencia. Los expedientes en trámite sólo pueden ser excepcionalmente pedidos
de oficio, por resolución debidamente fundamentada. En caso de existir
diligencia pendiente con día señalado, ésta se actúa antes de remitir el
expediente. En cualquier otro caso, la remisión del expediente se efectúa al día
siguiente de recibido el oficio que lo solicita y su devolución se hace en el plazo
perentorio de cinco días después de recibido;
3.- Ordenar la detención, hasta por veinticuatro horas, de quienes, en su
despacho o con ocasión de las actuaciones judiciales, los injurien, agravien,
amenacen o coaccionen por escrito o de palabra, o que promuevan desórdenes,
pudiendo denunciar el hecho ante el Ministerio Público;
4.- Solicitar de cualquier persona, autoridad o entidad pública o privada los
informes que consideren pertinentes, para el esclarecimiento del proceso bajo su
jurisdicción. El incumplimiento al mandato del Juez se sanciona con multa no
mayor del 5% de la Unidad de Referencia Procesal, sin perjuicio de la acción
penal que corresponda;
5.- Dictar las medidas disciplinarias que establecen las leyes y reglamentos; y,
6.- Solicitar rectificaciones a través de los medios de comunicación social, en
defensa de su honorabilidad, cuando ésta haya sido cuestionada, dando cuenta a
su superior jerárquico, sin perjuicio de formular la denuncia que corresponda.
Existe un articulo interesante que habla de los derechos de los magistrado dice el
Artículo 193.- Derechos y beneficios intangibles.
Los derechos y beneficios que esta ley reconoce a los Magistrados y, en general al Poder
Judicial, no pueden ser recortados, modificados ni dejados sin efecto por ninguna
disposición legal que no sea la modificación de esta Ley Orgánica, según las
disposiciones constitucionales vigentes; pero vemos que en la practica nada de esto
ocurre; se ha violado reiteradamente este articulo ya que a los magistrados cesados y
jubilados no se les paga conforme a ley. De otro lado existe una serie de prohibiciones a
los jueces Art. 196 y son los siguientes:
Es prohibido a los Magistrados:
1.- Defender o asesorar pública o privadamente, salvo en causa propia, de su
cónyuge, concubino, ascendiente o descendente y hermanos.

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2.- Aceptar de los litigantes o sus abogados o por cuenta de ellos, donaciones,
obsequios, atenciones, agasajos o sucesión testamentaria a su favor o en favor de
su cónyuge, concubino, ascendientes, descendientes o hermanos.
3.- Ejercer el comercio o la industria o cualquier actividad lucrativa
personalmente o como gestor, asesor, empleado, funcionario o miembro o
consejero de juntas, directorios o de cualquier organismo de entidad dedicada a
actividad lucrativa;
4.- Admitir o formular recomendaciones en procesos judiciales;
5.- Ausentarse del lugar donde ejerce el cargo, salvo el caso de vacaciones,
licencia o autorización del Consejo Ejecutivo;
6.- Ejercer labores relacionadas con su función fuera del recinto judicial con las
excepciones de ley. Esta prohibición es extensiva a todos los servidores del
Poder Judicial; y,
7.- Conocer un proceso cuando él, su cónyuge o concubino, tenga o hubiera
tenido interés o relación laboral con alguna de las partes. Exceptúese de la
prohibición a que se refiere el presente inciso los procesos en los que fuera parte
el Poder Judicial.
8.- Realizar otras actividades expresamente prohibidas por ley.

3. RESPONSABILIDADES Y SANCIONES
La ley Orgánica nos habla de que los jueces están sometidos a responsabilidades y como
consecuencia de ello recibir sanciones.
3.1 responsabilidad Disciplinaria: lo establece el Art. 201 por infracción a sus
deberes y prohibiciones que señala la ley. Existe 10 casos contemplados, hay un
órgano de control de la magistratura encargada de estos caos.
3.2 Responsabilidad civil: puede ser demandado ante los jueces civiles, por daños.

SANCIONES: los jueces están sujetos a una serie de sancione disciplinarias, según el
Art. 206 son las siguientes:
1.- Apercibimiento;
2.- Multa no mayor al 10% de la remuneración total del magistrado;
3.- Suspensión;
4.- Separación; y,

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5.- Destitución.

1. APERCIBIMIENTO: El apercibimiento se aplica en los casos de omisión, retraso, o


descuido en la tramitación de los procesos. Es dictado por el superior inmediato.
2. MULTAS: La multa se aplica en caso de negligencia inexcusable o cuando se hayan
impuesto dos medidas de apercibimiento en el Año Judicial. Se impone por el superior
inmediato y se ejecuta por la Dirección General de Administración.

3. SUSPENSION: Casos que se le abre proceso penal y se le acusa por delito doloso y
se pide pena privativa de libertad o cuando comete un hecho grave que sin ser delito
compromete la dignidad del cargo o la desmerezca en el concepto público o cuando
tenga tres multas n su haber.
La suspensión se acuerda por los organismos que esta ley establece. Es sin goce de
haber y no puede ser mayor de dos meses.

4. DESTITUCIÓN: La destitución es impuesta por los organismos que dispone esta ley,
requiriéndose el voto sancionatorio de más de la mitad del número total de integrantes
del organismo respectivo.
Procede aplicarse la destitución al Magistrado que atente gravemente contra la
respetabilidad del Poder Judicial; al que ha cometido hecho grave que sin ser delito,
compromete la dignidad del cargo y desmerezca en el concepto público, siempre que
haya sido sancionado con suspensión anteriormente; al que se le ha condenado por
delito contra la libertad sexual; al que actúa legalmente impedido, sabiendo esa
circunstancia; al que es sentenciado a pena privativa de libertad por delito doloso; al que
reincide en hecho que de lugar a la suspensión y en los demás casos que señala la ley.

5. SEPARACIÓN: La separación procede cuando se comprueba que el Magistrado,


funcionario o auxiliar, no tiene los requisitos exigidos para el cargo. El Presidente de la
Corte respectiva, da aviso inmediato al órgano encargado de aplicar la sanción.

Las sanciones se imponen previo proceso disciplinario; son anotados en el libro de


medidas disciplinarias de la corte o Juzgado en el legajo judicial del funcionario
sancionado.

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Existe una serie de órganos para las investigaciones y sanciones:
1. Sala Plena corte Suprema.
2. El consejo ejecutivo del poder Judicial.
3. La OCMA (órgano Control de la Magistratura).
4. La oficina Distrital de control de la magistratura.
5. Consejo nacional de magistratura; a este no lo señala la L.O.P.J. Tienen su ley
especial.
Las quejas se deben interponer dentro de los 30 días: de lo contrario caduca.
 Interpuesta la queja esta puede prescribir a los 2 años.
 La rehabilitación se produce después de 1 año de cumplido la sanción.
Para el funcionamiento del órgano de control (OCMA) existe un REGLAMENT O
RES. Ad 263 -96-PJ-7-96 con 69 artículos y 2 disposiciones transitorias.
El órgano de control se rige por una serie de principios:
 La Universalidad
 Carácter Integral
 La Autonomía funcional
 El carácter técnico y especializado
 La publicidad
 La no interrupción el órgano Jurisdiccional.
 Objetividad
 Oportunidad
 La Reserva
 La Presunción de licitud
La OCMA cuenta con varios órganos:
 La jefatura de a OCMA a cargo de un Vocal Supremo.
 Jefatura de los órganos control distritales a cardo de un vocal
Superior (pero en verdad dice del presidente de cada corte).

Cada oficina cuenta con otros órganos, la OCMA tiene tres:


a) Unidad de Procesos disciplinarios
b) Unidad de supervisión y proyectos.
c) Unidad Operativa Móvil.

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ADEMÁS CUENTA CON ÓRGANOS DE APOYO:
a) Equipo de asistentes
b) Unidad de sistemas
c) Gerencia documentaria
d) Gerencia imagen Institucional.

LOS ÓRGANOS DISTRITALES INTEGRADOS POR (ODICMA)


1 Vocal Decano
1 Juez especializado.
1 Juez de Paz Letrado
TRAMITE DE UNA QUEJA :
1. Queda por escrito ante la ofician de imagen institucional, puede se OCMA o
ODICMA.
2. Escrito incompleto: 5 días para subsanarlos.
3. Puede de oficio declarar improcedencia.
a) Si ha caducado.
b) Ya ha sido sancionado por ese hecho.
c) No constituye irregularidad.
d) Que sea asunto jurisdiccional.
4 Si son datos falsos puede ser sancionado con una multa.
5 Se da cuenta al jefe de la ODICMA y la califica.
6 Si es admitida designa al Juez del Equipo especial.
7 Se notifica al Juzgado plazo 48 horas.
8 Quejado emite su informe plazo 5 días.
9 Actuación de pruebas por parte del juez investigador en el plazo de días.
10 Luego emite su informe plazo 5 días
11 Lo eleva al jefe de la ODICMA.
12 RESUELVE PLAZO DE 5 DIAS.
13 Si se trata de suspensión, separación o destitución lo eleva al jefe de OCMA.

4. LA ASOCIACION DE MAGISTRADOS
Es una institución de tipo social, deportivo que agrupa a los jueces y fiscales en
actividad y tamben a los jueces y fiscales jubilados, que aportan una cuota mensual,

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tiene derecho a usar de su sede social y de algunos otros beneficios que establece su
Estatuto, La L.O.P.J. hace referencia en un solo articulo 199. Se dice q se le conoce la
libre asociación y se regulan conforme a su estatuto y las normas del código civil.
Actualmente viene funcionando su sede social, ubicado a una cuadra de la
Municipalidad de San Borja.

5. DESPACHO JUDICIAL
Representa los trámites administrativos y de oficio que se encuentran vinculados directa
o indirectamente con tramitación de las causas según García Toma:
La ley orgánica del poder judicial nos habla en su SEC. III desarrollo de la actividad
jurisdiccional, dándonos los lineamientos de cómo precede en los diversos órganos del
poder judicial, llámese cortes suprema, sala superiores, juzgado de primera instancia,
juzgado paz letrado y juzgado de paz.
Están insertos en los artículos 122 al 176 de la L.O.P.J. Veamos algunos aspectos
generales:
1. Las Actuaciones judiciales se practican en día y hora hábiles (desde las 6 a.m. a las
20 horas). El consejo ejecutivo puede disponer lo contrario.
2. Jueces pueden habilitar días inhábiles.
3. En penal no existe día ni hora que sea inhábil.
4. El despacho judicial es no menos de 40 horas a las semanas.
5. Las vacaciones de los magistrados e establecen en 2 etapas sucesivas cada día de
30 días en los meses Febrer. Marzo; el consejo ejecutivo pude señalar fechas distintas
6. No hay despacho judicial, en los casos:
- Sábados y domingos
- Feriados no laborables
- Día del juez 4 de agosto
- Inicio año judicial
- Duelo nacional y judicial
7. Duelo judicial.- cuando fallecía un magistrado activo no se laboraba, pero
actualmente si se labora
8. Cada juez debe usar su insignia en las ceremonias oficiales y en el ejercicio de su
cargo.

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9. Vestimenta en las ceremonias deben hacerlo con ternos oscuros y la insignia
respectiva.
10. condecoración “orden peruana de justicia”, los jueces pueden ser condecorados por
merito excepcionales en el ejercicio de sus funciones.
11. La conducta funcional y el rendimiento de los jueces es objeto de reconocimiento
por parte del consejo ejecutivo.
12. en las ceremonias el poder judicial forma un cuerpo unitario y la ubicación es de
acuerdo al cargo y antigüedad.
13. deben prestar juramento de ley al asumir el cargo
14. La L.O.P.J. a introducido una secuencia importante, es la dista de la causa en la
tramitación de procesos civiles o penales y cualquier otra. En ella pueden los abogados
informar oralmente.
15. La votación de la causa se puede el mismo día de la vista o dentro de los plazos de
los 15 días, prorrogables por otros 15.
16. en las audiencias publicas se prohíbe el ingreso de menores salvo q se estudiante de
derecho.
17. Para resolver en las salas supremas y superiores se designa vocal ponente.
18. votación en las salas supremas es de 4 botos hacen resolución; en la superior civil: 3
botos, penal 2 botos y se agregan el boto singular.
19. en asuntos civiles hay lo que se llama la discordia.
20. Las sentencia del tribunal internacional puede ser ejecutado por el juez de primera
instancia, luego de decepcionarlo previamente la corte suprema.
21. en los juzgados se dan también algunas pautas.
22. los escritos deben prohibirse dentro de 48 horas.
23. La sentencia debe darse en el plazo de 30 días o el que señala la ley; es por
antigüedad de los casos. Debe llevarse un registro de ella.
24. Los abogados le asiste el derecho de informar antes de expedirse sentencia.
25. Exhorto.- Es la comisión o el cargo que hace el juez a otro de distinto lugar para que
practique una diligencia; luego de hacerlo lo devuelve al juez originario (156). Se puede
hacer también aun pues en el extranjero vía el ministerio de relaciones exteriores.
26. Cada caso se halla un expediente judicial la que contiene todo los escritos. Recaudos
y resoluciones en orden y estar foleados en numero y letra, tiene también un numero

21
este a sido modificado, ahora solo existe un solo numero para cada expediente; antes
eran 3, uno del juzgado otro de la sala superior y el tercero de la sala suprema.
27. Las partes y abogados tiene acceso al expediente.
28. Los órganos de gestión del poder judicial disponen de las medidas para adecuar a las
modernas técnicas, correlativo a trámite documentario.
29. Los expedientes y documentos judiciales gozan de franquicia postal (gratis).
30. Los locales judiciales debes ostentar al escudo con la denominación del juzgado o
sala o corte; no puede ser utilizados para actuaciones distintas a la judicial.

6. ORGANOS AUXILIARE JURISDICCIONALES SON 4:


1. Secretario de juzgado
2. Secretario de Corte
3. Relator de Corte
4. Personal Administrativo.
La administración de justicia no solo compete a los jueces; también a lado de ellos están
los auxiliares; que casi vienen a hacer la <<cantera>> de los futuros jueces; allí se van
formando desde estudiantes de derecho, para luego degradarse de abogado poder aspirar
a los cargos de secretario y relatores de corte o jueces de paleteados.
La L.O.P.J. Nos habla de órganos auxiliares que competen 2 campos:
I. ÓRGANOS AUXILIARES JURISDICCIONALES
II. ÓRGANOS AUXILIARES JUDICIAL

I. ÓRGANOS AUXILIARES JURISDICCIONALES COMPRENDE:


1. Secretario y relator corte suprema
2. Secretario Relator corte superior
3. Secretario juzgado especialista mixto
4. Secretario Jugado de paz
5. Oficiales auxiliares de justicia.- Personal administrativo de las mesas de partes,
juzgados y salas.

II. ORGANOS DE AUXILIO JUDICIAL. COMPRENDE:


1. Peritos Judiciales.

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Los colegios profesionales e instituciones de una determinada actividad, cada año
deben remitir una relación de dos peritos por cada juzgado; los juzgados nombran para
cada cado.

2. Peritos Especiales
Cuando se solicita a instituciones en casos especiales y muy complejos; se puede
solicitar también solo los informes, se solicita igualmente a la administración publica, a
sus funcionarios para q emitan una pericia.

3. Peritos Funcionarios Permanentes


Son los peritos q existen en los juzgados de trabajo y de familia. Son los peritos
contadores y los de asistencia social.

4. Peritos Que estudian y Laboran en El Poder Judicial


Sirven para las pericias de valoración e un objeto o cosa robada

5. Cuerpo o medico forense


Que conforman en verdad los médicos legistas

6. Cuerpo de traducción e intérpretes


Para los casos en que no saben hablar el idioma castellano

7. Martilleros públicos
Para los caos en que se van a subastar algún bien inmueble por ejemplo una casa.

8. Policía judicial.
Sirven para cuidar los locales y a los jueces vocales

23
CAPITULO II
GENERALIDADES DE LA CARRERA JUDICIAL

I. EL INGRESO A LA CARRERA JUDICIAL


El artículo 147 de la Constitución Política del Estado, concordante con la Ley Orgánica del
Poder Judicial, establece los requisitos básicos para el ingreso a la LA CARRERA JUDICIAL.
Esta se inicia con el acceso a la misma por concurso público. Al margen de otras formalidades,
hay tres requisitos esenciales: la nacionalidad, la capacidad de ejercicio y la edad estipulada
para cada cargo. La primera, porque la Carta Fundamental equipara en ese aspecto a los
Magistrados con los integrantes de los demás poderes del estado nacido de elección popular.
Pese al fiasco de haber tenido un Presidente en la década pasada cuya nacionalidad, ahora
cuestionada, es evidente que el texto constitucional de 1993, al igual que las demás Cartas que
la precedieron, colocan la frase "ser peruano de nacimiento", como requisito elemental para ser
designado Magistrado. En cuanto a la segunda, la capacidad de ejercicio es esencial para ser
designado Magistrado, pues no se concibe que un interdicto, el que sufra pena privativa de
libertad, el toxico dependiente o el quebrado, por ejemplo puedan acceder a un cargo que
requiere de su titular encontrarse en aptitud psicosomática optima.
En cuanto a la edad para el acceso a la Magistratura, discrepamos de la misma, puesto que
consideramos que el requisito de 25 años para ser Juez de Paz Letrado es muy corto. Debe
tenerse en cuenta que el Magistrado, debe ser ante todo, un Abogado que haya ejercido la
profesión por no menos de cinco años. Ello es necesario, porque es común observar en la
actualidad que algunos Magistrados consideran al Abogado como un "extraño " y ello
evidentemente denota que muchos de ellos no han ejercido nunca la profesión o la ejercieron
por muy poco tiempo, lo que les impidió entender a cabalidad la sagrada labor de la defensa. A
ello debe sumarse que las Universidades, generalmente no imparten la Cátedra de Deontología
Jurídica o similares que hagan comprender a los futuros abogados de lo importante que resulta
la profesión.
En esto debemos ser claros, la formación que brindan las universidades, aparte de ser
deficiente en la formación de Abogados, es prácticamente nula en cuanto a la comprensión de
las labores de la Magistratura. Por eso, es recién cuando el futuro Abogado sale de los
claustros, comienza a entender la profesión. Si tomamos en cuenta un promedio de vida,
podemos señalar lo siguiente: si la educación secundaria se culmina aproximadamente a los 16
o 17 años, se cursan estudios universitarios hasta los 22 o 23 años, se toma 01 año como

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mínimo – 24 años -para lograr el título de Abogado, estaríamos ante la posibilidad que un
Abogado a los 25 o 26 años con solo DOS AÑOS de ejercicio, tenga la posibilidad de ser
magistrado. Ello excluyendo la posibilidad que el futuro Magistrado no haya tenido
especialización académica alguna, como Maestrías o Doctorados. Este lapso nos parece
totalmente insuficiente y creo perjudicial, porque dicho profesional por mas conocimientos que
ostente, no esta debidamente capacitado para el desempeño de una función tan augusta. Es
por esta razón, proponemos que la edad mínima para acceder a la Magistratura debe ser 30
años.
Además de esto, otro tema provoca nuestro interés. Es el caso de las prácticas pre
profesionales. En nuestro país existe el programa del SECIGRA DERECHO que es forma
mediante el cual los estudiantes de los últimos años del Derecho, concurren a dependencias
del Poder Judicial – en este caso – a realizar sus prácticas. Sin embargo no existe ningún
criterio para la designación de las personas que realizarán las prácticas, puesto que del total,
un 50% no tiene la intención de ingresar a LA CARRERA JUDICIAL
y por tanto realiza sin mayor interés sus prácticas, un 40% lo ve como un puente para acceder
a un empleo en el Poder Judicial ( a la postre se convertirá en un empleado mas) y solo un 10 o
5% tiene reales intenciones de ingresar en forma debida a LA CARRERA JUDICIAL y
precisamente estas personas son las desperdiciadas, puesto que el Secigra no puede ser
entendido como una pasantía y los graduandos, aprenden como mejor pueden de su estancia
en las dependencias judiciales. Consideramos que el programa esta mal organizado. Solo
deben acceder a dichas prácticas quienes verdaderamente tengan interés en la LA CARRERA
JUDICIAL - previa evaluación - y hayan seguido cursos relacionados con la administración de
justicia. Este, sería un primer tamiz para, tener una idea de cuantos futuros magistrados
idóneos podríamos conseguir a futuro. No se debe perder de vista que la magistratura debe
irse nutriendo cada vez de elementos con mayor capacidad, solo así podremos alcanzar una
administración de justicia mas optima.

NECESIDAD DE UN ESCUELA DE FORMACIÓN DE MAGISTRADOS


En nuestro país, quien accede a la Magistratura por primera vez, es casi como una persona
vendada, que pretende caminar sin tropezarse. No ha existido, en el país una institución
superior dedicada en exclusiva a la captación y capacitación de futuros Magistrados. La
Magistratura debe ser en realidad una especialización muy particular dentro de la Abogacía, al
igual que el Notariado y se requiere especialmente en estos tiempos una entidad especializada
para dicho fin. Esto porque, además, la formación universitaria del futuro abogado es deficiente,
existiendo una superpoblación de estudiantes de Derecho y una baja calidad de enseñanza,
notándose en estos tiempos que antes de un afán de impartir conocimientos, existe un
desmedido afán lucrativo, no solo en cuanto a la enseñanza del derecho sino en la currícula
propiamente dicha, que en muchas universidades, con el argumento de la competitividad,
privilegia cursos que antes de formar un abogado lo convierte en un comerciante del derecho.

25
Es necesario crear entonces una Escuela de Formación de Magistrados, distinta a la Academia
de la Magistratura, que solo debe servir para capacitar Magistrados ya nombrados. Esta
escuela con carácter oficial otorgaría luego de cuatro semestres de estudios, el grado de
Magíster en Administración de Justicia, requisito elemental para que el futuro, ser designado
Magistrado. Pese a que ha habido muchas opiniones al respecto no se ha logrado cristalizar
ninguna iniciativa. Es interesante resaltar que mediante Decreto Ley 25276 publicado en el
Diario Oficial con fecha 17 de Septiembre de 1992, el Gobierno de Emergencia y
Reconstrucción Nacional creo la Academia de Altos Estudios en Administración de Justicia,
detallando sus objetivos y funcionamiento, sin embargo como otras propuestas de la época, no
pudo desarrollarse, precisamente por no existir una verdadera voluntad política para crear un
centro de capacitación de futuros Magistrados.
La necesidad de un centro de capacitación para futuros magistrados, resulta vital en nuestra
administración de justicia, puesto que los conocimientos impartidos a nivel universitario en
diversas materias son notoriamente insuficientes, y algunos aspectos son casi desconocidos,
como la Sociología, Psicología, Criminología, Ciencias Penitenciarias inclusive Administración,
aspectos en los cuales los futuros magistrados, podrían aprender conocimientos para ser
aplicados a futuro en su desempeño funcional. No esta demás decir que los estudios
espaciados permitirán a quienes verdaderamente se interesan por la Magistratura, adquirir los
conocimientos necesarios para que en el futuro al alcanzar un puesto en la administración de
justicia, no tengan que estar adquiriendo conocimientos a la ligera, o terminar de aprender en
sus despachos con el consiguiente perjuicio para los justiciables. La experiencia del Juez
novato es como la de un profesional en medicina que hace su residentado medico o internado,
con el agravante que hasta es sorprendido por auxiliares jurisdiccionales corruptos o Abogados.
No debe olvidar que al igual que los justiciables, los abogados hacen su propia calificación de
los Magistrados. Hace algunos años el Colegio de Abogados de Lima, hizo una encuesta sobre
el nivel de los magistrados en Lima y la verdad, los resultados dejaron mucho que desear. Si en
medicina se castiga la negligencia medica, ¿ quien castiga a los magistrados que se equivocan
al administrar justicia causando perjuicio?. Ello es algo sobre lo cual debemos reflexionar, sobre
todo quienes tienen a cargo la designación de magistrados. Quizá sea necesario mirar la
experiencia colombiana, donde se tiene una escuela de formación de Magistrados "Rodrigo
Lara Bonilla", y perfeccionarla, en la búsqueda de optimizar la selección y capacitación de
futuros magistrados. Creemos sinceramente, que solo el funcionamiento de una escuela de
formación de futuros jueces, donde se acceda previa selección, nos permitirá tener a futuro
verdaderos Magistrados – con vocación y no por ambición – y se elevará el nivel de la
administración de justicia. La capacidad debe ser lo mas importante en la selección de
Magistrados y para ello se requiere mucha capacitación. Un magistrado puede ser muy
honesto, pero si no es capaz siempre estará propenso a presiones y cuestionamientos.
Desgraciadamente en el Poder jUDICIAL, al efectuar la selección – y hasta la ratificación – de
magistrados, se ha privilegiado un valor, la honestidad, que si bien es necesaria no es
elemental. Por ello me permito transcribir las palabras vertidas por el doctor César Elejalde

26
Estensoro al asumir el cargo de Fiscal de la nación con fecha 04 de Marzo de 1985: "Creo si,
que la seriedad de la formación profesional es indispensable, que la honradez debe ser
inmaculada, pero sin mística, sin amor por la justicia, sin vocación de servicio, no se puede ser
un verdadero magistrado"

LA SELECCIÓN DEL MAGISTRADO


A.- El Perfil:
Cómo debe ser un Magistrado? La pregunta quizá resulta anodina, pero si, cabe preguntarnos
y detenidamente cual es el magistrado que necesitamos para nuestra administración de
justicia. Ello es vital puesto que la selección debe considerar si el Magistrado se adecua a
nuestra realidad. No debe olvidarse que nuestro país es un país de variadas costumbres y
etnias, y el asunto de administrar justicia no queda librado al solo hecho de la aplicación de la
norma. Ese es quizá el primer error que se comete en la selección de Magistrados.
Necesitamos – con urgencia – un Magistrado totalmente compenetrado con la sociedad y
conocer de la realidad social. No basta que sea un estudioso, puesto que como dice el famoso
aforismo "el derecho se aprende estudiando pero se ejerce pensando". Por ello, considero que
el futuro Magistrado, debe reunir como mínimo los siguientes:

1. CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD SOCIAL


El magistrado por lo tanto, como primer requisito para ser considerado seleccionable debe ser
conocedor de su realidad social y del comportamiento humano. Por tanto debe tener suficientes
conocimientos relacionados a las ciencias sociales y al aspecto interno del ser humano. Ello es
de vital importancia, puesto que un adecuado conocimiento de estos aspectos le permitirá no
solo reconocer ciertos hechos de importancia para los procesos a su cargos sino también de
las calidades personales de los justiciables.

2. ESTUDIOS DE ESPECIALIZACIÓN
Requiere también de estudios suficientes en la especialización a la que se abocará en caso de
ser designado. La especialización en la Magistratura es uno de los grandes aciertos en el
nombramiento de estos puestos que permite ofrecer a la administración de justicia un
Magistrado con conocimientos superlativos respecto a ciertas ramas del derecho. Sin embargo
es necesario hacer más. En tal sentido, advirtiéndose de la pobreza académica en la
enseñanza del derecho en nuestras universidades, debe ser requisito indispensable, para
postular a la magistratura tener estudios concluidos en Maestría o Doctorado según sea el
caso. No podemos darnos el lujo en estos tiempos, que con solo el grado académico de
Bachiller (puesto que el título profesional sirve solo para el ejercicio de la abogacía) una
persona se encuentre apta para desempeñar la Magistratura. Creo que la selección de los
futuros jueces en el Perú debe apuntar a ello.

3. CONOCIMIENTOS DE INFORMÁTICA:

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Tener conocimiento adecuados de informática, es muy necesario en estos tiempos. Es
necesario que el Magistrado deba estar adecuadamente capacitado en este aspecto. Quizá
dentro de 10 años, no será necesario siquiera mencionar este requisito, pero ahora, es
necesario que un magistrado tenga adecuados conocimientos de informática no solo para
desarrollar su actividad, sino tambien para capacitarse.
4.CAPACIDAD PARA LABORAR BAJO PRESIÓN
En el aspecto personal, el magistrado debe tener capacidad para laborar bajo presión, lo que
importa una adecuada calificación del perfil psicológico del postulante, con intervención por
ejemplo de un grupo de psicólogos. Esto porque en su quehacer, el Magistrado esta sometido a
diversos tipos de presiones, sea de los justiciables, de los abogados, carga procesal, o de otra
índole como la presión política, de los medios de comunicación, lo que requiere de un
magistrado que se encuentre apto para desempeñarse aun en situaciones de presión.
5. TRAYECTORIA JURÍDICA
Un requisito adicional para quienes postulan a los máximos cargos en la Magistratura (Vocales
Supremos) es el de probada ejecutoria en la defensa de los derechos fundamentales, sea cual
sea la especialidad a la que postulen. Quien accede al supremo cargo debe reunir en su hoja
de vida – estando a los años de ejercicio y edad que se le exigen - una trayectoria límpida en
este sentido. La Magistratura Suprema así debe ser el justo premio a un ejercicio decente de la
Abogacía y no un trofeo para quienes no la hayan observado o se valgan del poder político
para acceder a dichos cargos.
B.- El Consejo Nacional de la Magistratura y la selección y designación de Magistrados
La selección de los Magistrados es un tema que siempre ha sido materia de polémica,
precisamente por que el proceso en si, siempre ha estado teñido de cuestionamientos
por el carácter político o no idóneo de la selección de magistrados. Su sola ausencia de
elección por intermedio del pueblo, ha sido motivo de cuestionamientos. El profesor
Marcial Rubio Correa, por ejemplo, al esbozar una propuesta respecto a quienes se
encuentren a cargo del Poder JUDUCIAL propone un Colegio Electoral compuesto por
representantes del Pueblo que a su vez elige a los Magistrados. Personalmente creo que
en el caso de la Magistratura en sus niveles mas altos, la elección popular, en estos
tiempos, siempre estará teñida del sesgo político, puesto que nuestra democracia no se
encuentra tan avanzada para permitirse la implantación de un sistema de elección de
magistrados con participación popular. Es necesario que la elección popular de
Magistrados, deba ir paso a paso y por ello es necesario potenciar la elección popular de
los Jueces de Paz.
Una de las novedades de la Constitución de 1993, fue el tema de la selección de los
Magistrados a cargo de un Órgano Colegiado como lo es el Consejo Nacional de la
Magistratura, superando a la institución similar contemplada en las Carta constitucional de

28
1979. Este órgano que entró en funciones a mediados de los 90 tenía como objetivo el
erradicar la provisionalidad en la Magistratura, tema urgente para el estado, puesto que a raíz
de la separación de muchos Magistrados en 1992, era necesario recomponer los cuadros
judiciales. Debe tomarse como antecedente que el Gobierno de Emergencia y Reconstrucción
Nacional nacido del "autogolpe" de Abril de 1992, creó un denominado "Tribunal de Honor" que
se encargó de la selección y nombramiento de Magistrados en los años 1993 y 1994, sin
embargo era necesario un órgano constitucional con el carácter de permanente, a fin
suministrar en forma permanente de los Magistrados para el cumplimiento de su función.
Sin embargo la sola existencia del Consejo, nos lleva a preguntarnos: Cómo seleccionar a los
magistrados? Un tema difícil toda vez que el cuestionamiento ciudadano, a la labor del Poder
JUDICIAL, mas que a la institución, es a las personas que forman parte de el (Magistrados).
Por ello, los seleccionados deben responder a ciertos parámetros, labor que a casi diez años
de creación del Consejo Nacional de la Magistratura, ha sido efectuada de menor a más,
habiéndose perfeccionado las técnicas de selección, sin embargo hay mucho mas que efectuar
en el tema de selección de Magistrados.
Ya hemos señalado anteriormente cual debe ser el perfil del Magistrado, y por ello su
evaluación por el Consejo debe contemplar otros aspectos que es necesario precisar:
a. Es menester que el futuro Magistrado haya tenido un desempeño no menor de cinco
años en la defensa o en actividades que impliquen el ejercicio de la profesión,
b. Debe tenerse un adecuado perfil psicológico del Magistrado, a fin de evaluar su
capacidad de desempeñarse bajo presión
c. Debe exigirse como requisito de postulación en forma obligatoria el haber culminado
estudios de Maestría o Doctorado
d. Debe considerarse en los ascensos y nombramiento para los puestos de Vocales
Superior o Supremos un espacio no menor al 20% de las vacantes para los Magistrados.
Debe tenerse en cuenta a aquellos postulantes, que se encuentren dentro de la CARRERA
JUDICIAL. Es cierto que muchos de ellos por sus labores están sujetos a quejas y denuncias,
pero salvo que hayan sido sancionados, ello no debe considerarse como un demérito.
Debe resaltarse que en los últimos años, en todos los exámenes de selección se ha dado
importancia a los exámenes de aptitud académica, a fin de medir las habilidades de los futuros
magistrados ( de 80 preguntas 50 corresponde a este rubro, en el caso de los aspirantes a
Jueces y Fiscales) . Ello es muy positivo, puesto que el desempeño no solo es conocimiento
sino también habilidades, sin embargo en el campo de la selección, es necesario agregar otro
parámetros especialmente al momento de la denominada "entrevista personal" que en realidad
es una indagación sobre la trayectoria del postulante. En este sentido debe darse valor a la
trayectoria de quienes más tiempo tienen dentro de la Abogacía.

LA MAGISTRATURA Y LOS AUXILIARES JURISDICCIONALES


En el tema de la selección de Magistrados, no debe obviarse el papel de los Auxiliares
Jurisdiccionales. Este personal es aquel que sin realizar labor de Magistrado tiene injerencia en

29
el quehacer jurisdiccional. La labor del auxiliar jurisdiccional, en estos tiempos difiere
enormemente del famoso "amanuense" del siglo pasado. Actualmente el auxiliar jurisdiccional
es personal capacitado con estudios básicos y además un 40% de ellos es profesional; de
estos el 90% son Abogados. Buena parte de ellos pretende seguir la CARRERA JUDICIAL.
Muchos Magistrados comenzaron a dar sus primeros pasos como practicantes o auxiliares
jurisdiccionales. Ejemplos sobran y hasta hoy, en los últimos concursos convocados por el
Consejo Nacional de la Magistratura el porcentaje de postulantes que desempeñan labores de
auxiliares sea en el Poder Judicial o en el Ministerio Público, es muy alto y por consiguiente el
porcentaje de quienes accede a un puesto de Magistrado Titular es muy alto. Tomando como
ejemplo, de los Jueces Titulares pertenecientes a la Corte Superior de Justicia de Lima, en
1998, no menos del 20% de Jueces Civiles fue anteriormente auxiliar jurisdiccional y en el caso
de los Jueces Penales no menos del 40% desempeñó dicha labor. Entonces, con toda
seguridad debemos afirmar que los auxiliares jurisdiccionales son como las "canteras" de
donde salen los futuros magistrados. Esto nos merece una especial atención.
La carrera judicial se inicia acorde con la Ley Orgánica del Poder Judicial con los Relatores y
Secretarios de Sala; asimismo para ser Juez de Paz Letrado se requiere haberse
desempeñado como mínimo dos años como Secretario o Relator de Sala o haber sido
Secretario de Juzgado por mas de 04 años para ser Juez de Paz Letrado. En suma, estos son
los puestos mediante el cual se puede acceder a la Magistratura. Sin embargo en los últimos
años, a partir de la última década, la carrera auxiliar jurisdiccional – puesto que así esta
considerada en el artículo 251 y siguientes de la Ley Orgánica - ha sido totalmente devaluada y
desarticulada por culpa en su mayor parte de los Magistrados, quienes no han sabido mantener
ni organizar en forma debida la carrera auxiliar, sustituyendo la misma por otros factores ajenos
al quehacer judicial. No esta demás agregar que con la incorporación en 1988, de los
Secretarios de Juzgados Civiles al régimen de servidores del Estado así como de los auxiliares
a su cargo se incrementó en forma notoria el personal del Poder Judicial y quizá no con la
misma calidad en el desempeño que se esperaba.
La Ley Orgánica señala que los puestos de Secretarios y Relatores de Salas son cubiertos por
concurso entre los auxiliares jurisdiccionales. Sin embargo en los últimos tiempos la
designación de estos auxiliares, cuya importancia en el desarrollo del proceso es vital, ha
quedado al libre albedrío de los Presidentes de las Salas o de Corte Superior, los que, antes de
efectuar la designación mediante concurso que debe ser el procedimiento correcto para cubrir
estos puestos, seleccionan a los candidatos por otros factores como la amistad, lealtad o
confianza o por recomendación de Magistrados, antes que una valoración cierta de su
capacidad. Ello que parece tan simple ocasiona que, antes de los conocimientos, se privilegien
otros valores, y sobre todo se crea auxiliares jurisdiccionales sumisos a quienes los designaron.
Si ese es uno de los "valores" que se aprende, como podemos esperar a futuro Magistrados
Provisionales o hasta titulares independientes, si muchos de ellos en sus inicios, deben su
designación a un favor, antes que a un ingreso por concurso como lo exige la norma
especializada. La independencia en el ejercicio de la función es algo que se debe cultivar y con

30
estos actos lo único que se logra que antes que la capacidad se privilegie la mediocridad. No
debe olvidarse que este es un problema añejo del Poder Judicial donde en los ascensos a nivel
de auxiliar jurisdiccional, se toman en cuenta otros valores que si bien son necesarios ( como la
lealtad y la confianza) evidentemente deben ser respaldados por la adecuada capacidad del
postulante al puesto. Se ha llegado a extremos – para graficar la situación – que auxiliares con
conocimiento de los puestos han tenido que capacitar a personal novato que mas tarde por
amistad o recomendación llegan a desempeñar los puestos de Relatores o Secretarios solo por
que tienen – hay que decirlo sin tapujos – alguna recomendación ("o vara") - de parte de
quienes, toman las decisiones en este aspecto.
Este es un tema que hasta la fecha no se logra superar. Cabe resaltar, a favor de las políticas
en este sentido, que el Poder Judicial no tiene un cuadro de asignación de personal, que le
permitiría establecer una política adecuada de ascensos dentro de su personal. Sin embargo,
hay que se optimistas, todo indica que esto debe cambiar, primero porque La Ley Marco del
Servidor Público entrará en vigencia a partir del año 2005 y se están tomando acciones como
por ejemplo la convocatoria a Concurso Interno para cubrir las plazas de Encargatura en la
Corte Superior de Justicia de Lima (junio del 2004) o la convocatoria a Concurso Interno para
cubrir las Plazas de Relatores y secretarios en la Corte Suprema de Justicia de la República
(julio del 2004). Sin embargo es necesario hacer mucho más. No se debe perder de vista que
un auxiliar jurisdiccional correctamente designado en estos puestos (Relator, Secretario) por las
mismas funciones que le señala la Ley Orgánica del Poder Judicial es un adecuado freno para
la corrupción, porque al no tener que deber "favores" a nadie, ni su designación depende de
factores extra laborales, labora sin temor a ser removido del puesto, a diferencia del auxiliar
provisional que más esta pensando en conservar el puesto de trabajo y luego en una posible
promoción. Es necesario por ello, dar un impulso adecuado a la carrera auxiliar jurisdiccional,
porque ellos son los Jueces del mañana. Una carrera auxiliar o designaciones mediocres solo
redundará en Magistrados timoratos, oportunistas o endebles ante la presión. Es algo que los
Magistrados actuales, sobre todo los que tienen el poder de dirección, deben considerar.
LOS MAGISTRADOS PROVISIONALES
La Ley Orgánica del Poder Judicial, señala el mecanismo mediante el cual los Jueces inferiores
accedan al puesto inmediatamente superior en la Magistratura, asimismo la forma como los
auxiliares jurisdiccionales Relatores y Secretarios de Sala así como los Secretarios de Juzgado
pueden acceder a la Judicatura. Esto actividad se denomina promoción. La promoción es
necesaria no solo porque esta contemplada en la Ley, sino porque valora las aptitudes de
quienes se encuentran en los niveles inferiores de la carrera judicial, en el ejercicio de la
Magistratura. Representa un justo premio al desempeño de quien es promovido. Sin embargo
en los últimos años, el tema de los Magistrados Provisionales, ha sido materia de profundo
cuestionamiento, porque se demostró, que además de no haberse observado las adecuadas
formas para su promoción, muchos de ellos fueron designados en puestos donde el régimen de
turno tenía verdadero interés (Juzgados de Derecho Público, Salas especializadas en Tráfico
Ilícito de Drogas, o Delitos Tributarios y Aduaneros, etc). Cuestionamiento que hasta ahora

31
persiste. Sin embargo, que origina que los Magistrados Provisionales se encuentren
permanentemente cuestionados?.
En primer lugar no se ha brindado una adecuada información a la ciudadanía del concepto
"Magistrado Provisional" y se ha colocado en la misma categoría a los Magistrados Suplentes
con aquellos que encontrándose dentro de la carrera judicial han sido promovidos. En segundo
lugar, no ha existido una verdadera política de promoción, puesto que con la interrupción del
régimen democrático el 05 de Abril de 1992, la gran mayoría de Magistrados Titulares,
especialmente de la Corte Suprema y la Corte Superior de Lima fueron separados y sus
puestos fueron cubiertos por quienes sobrevivieron a la denominada "poda". Ello ocasionó que
los puestos inferiores hayan sido cubiertos como mejor se pudo, creando así un grado de
dependencia de ciertos Magistrados con quienes dirigían la política judicial. Pese a que el
Jurado de Honor de la Magistratura efectuó entre 1993 y 1994 las designaciones de Jueces y
Vocales de las Cortes de Justicia, era evidente que el copamiento del aparato judicial por el
Ejecutivo, daba lugar a que se creen espacios para Magistrados Provisionales. Basta señalar,
que en la Capital de la República, por ejemplo se crearon dos Juzgados Especializados en
Derecho Público, que finalmente quedaron a cargo de Magistrados Provisionales, en puestos
donde por la trascendencia de su competencia, (la vigilancia y cautela de los derechos
fundamentales) debió estar a cargo de Magistrados Titulares.
Estos dos factores son los que contribuyeron a que la figura del Magistrado Provisional sea mal
vista por la población. Tanto mas si los que dirigen la política judicial, se están refiriendo cada
cierto tiempo a la "provisionalidad" como uno de los males del Poder Judicial. Es cierto, es un
tema muy delicado, pero no es el sustancial. Sin embargo, se olvida que estos Magistrados son
necesarios por varias razones, por ejemplo las licencias por enfermedad o capacitación de los
Magistrados Titulares, las Vacaciones, la promoción del inmediatamente superior. Los
Magistrados Provisionales siempre existirán, lo que debe variar es la forma como son
seleccionados para cubrir los puestos inmediatamente superiores. Para ello es necesario tener
un cuadro de antigüedad con escrupuloso respeto a lo señalado en la Ley Orgánica del Poder
Judicial, algo que en los últimos años se ha olvidado, dándose inclusive el caso que una
Relatora de Sala penal haya ocupado el cargo de Vocal Provisional o simples empleados hayan
ocupado el cargo de Jueces.
Abogados y Magistratura: los Jueces Suplentes
Los Abogados en su mayoría, siempre tienen la ilusión de desempeñar la Magistratura. Sin
embargo muchos de los mas prestigiosos letrados generalmente desdeñan dicha labor, por
varios factores:
a. política salarial inestable y no acorde con sus expectativas
b. inadecuada infraestructura del Poder Judicial
c. ausencia de una política de capacitación permanente
d. ambiente social inestable al interior de este Poder del Estado
Es cierto, el Poder Judicial hasta hace pocos años, en materia de remuneraciones se
encontraba a la saga de las demás entidades del Estado, y obviamente ello sumado a los

32
demás factores hacen que el Abogado con capacitación superlativa a los demás y que tenga
una labor cimentada como defensor o consultor no acepte tan fácilmente, ingresar a un lugar
donde debe estar sujeto a horarios y a otras labores. Quizá cuando se trate de la mas alta
Magistratura se anime a ingresar entendiendo – y con justa razón – que lo merecen por su
trayectoria en la Abogacía, pero para niveles inferiores de la carrera judicial, no se observa el
mismo interés.
El Juez Suplente es un Abogado que sin encontrarse dentro de la Carrera Judicial, asume
labores de Magistrado por determinado periodo de tiempo. En realidad en un Poder Judicial
jerarquizado no se entiende que en los niveles inferiores (Juez de Paz Letrado y Juez de
Primera Instancia) se tenga que recurrir a Abogados que no se encuentran dentro de la carrera
judicial. Ello, es un factor de desaliento, para quienes dentro del Poder Judicial se esfuerzan
por ser cada día mejores, y son - hay que decirlo – posible focos de corrupción, porque el
Magistrado Suplente, por el poco tiempo que va a desempeñar el puesto, es el indicado para
ser tentado por los agentes de la corrupción. Los ejemplos en la década pasada sobran pero
parece que nadie ha aprendido en este aspecto. Así el Presidente de la Corte Superior de
Justicia de Puno, Doctor José Deza Portugal, decía al comentar los problemas en su
dependencia: "Los magistrados suplentes deben ser prontamente cambiados. Es obvio que un
magistrado que no espera hacer carrera, busca asegurar su futuro de manera más rápida pero
menos aceptable". En la Corte Superior de Justicia de Lima, por ejemplo, hay varios
Magistrados suplentes que no se encuentran dentro de la carrera judicial. No decimos que
sean corruptos, pero es necesario que el Poder Judicial de mas oportunidades a quienes se
encuentran en su interior. Si se reclama por injerencia de entes ajenos al Poder Judicial, es un
contrasentido que no se de oportunidades de ascenso a quienes desde adentro vienen
empujando la maquinaria judicial.
Quizá el Magistrado Suplente pueda entenderse dentro de los niveles mas altos de la
Magistratura como un incentivo a distinguidos letrados que podrían con su sapiencia aportar a
la doctrina y jurisprudencia nacional, pero no es entendible como en los niveles inferiores, se
tenga que recurrir a letrados sin mayor experiencia, a desempeñar labores que bien podrían ser
desempeñadas por personal que se encuentra en la carrera judicial. Es hora de acabar con
prejuicios, que especialmente apuntan a los auxiliares jurisdiccionales a quienes sin razón – al
designarse suplentes – se le considera incapaces para el desempeño de la Magistratura, pese
a que muchos de ellos cumplen con los requisitos señalados en la Ley Orgánica del Poder
Judicial. Por eso, creemos que antes que estar implementando el ingreso de letrados ajenos a
la labor jurisdiccional se debe dar mayores responsabilidades a personal del Poder Judicial.

CAPÍTULO III
EL DESEMPEÑO JURISDICCIONAL

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LA CAPACITACIÓN DEL MAGISTRADO: LA ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA
Uno de los aspectos esenciales del desempeño del Magistrado lo constituye la
capacitación que debe ser permanente. Un magistrado que no observa un riguroso
método de capacitación corre el peligro de administración justicia sin los
conocimientos debido. Sin embargo este tema no es tan fácil como parece. No debemos
olvidar que en general el Magistrado peruano tiene un gran problema, la elevada carga
procesal, la que lo obliga a laborar inclusive mucho mas tiempo del necesario en la
búsqueda de la solución de los conflictos. También debe considerarse que no todos los
magistrados tienen las facilidades para su capacitación. Así los que se encuentran en
lugares lejanos, tiene mayores dificultades que los que se encuentran en la Capital. Es
necesario que estos, también reciban adecuada capacitación.
La Academia de la Magistratura desde su creación ( artículo 151 de la Constitución de 1993) se
ha preocupado de esta importante labor. Al margen de que consideremos que la capacitación
para quienes por primera vez acceden a la función jurisdicción jurisdiccional resulta insuficiente,
su labor en la capacitación de los Magistrados, has sido muy efectiva. Sin embargo también es
necesario considerar que el magistrado necesita capacitarse pero de forma tal, que saque un
mayor provecho de las enseñanzas que se imparte. Esto solo se logra con los estudios a
tiempo completo. De por si, es loable que muchos magistrados, alternando sus labores
cotidianas luego vayan a capacitarse, pero creemos, que si los estudios fueran excluyentes de
las labores, la capacitación cumpliría mejor sus fines.
ASCENSOS Y PERMANENCIA. RATIFICACIÓN DE LOS MAGISTRADOS
La Constitución Política del Estado garantiza en su artículo 146 inciso 3 la "permanencia en el
servicio" a los Magistrados mientras observen conducta e idoneidad propias de su función. Este
precepto, en nuestro concepto encuentra contradicción con el instituto denominado
"Ratificación" – que veremos mas adelante - contemplado como una de las funciones del
Consejo Nacional de la Magistratura, lo que ha originado en estos últimos años, muchas
discrepancias y sobre todo la separación de muchos Magistrados cuya probidad y desempeño
estaba fuera de duda.
Debe considerarse que el Magistrado si bien tiene una alta misión, ante todo es un servidor
público muy especial, porque accede al cargo mediante concurso público. Todos los regímenes
laborales en el Perú de los últimos años con excepción de la "flexibilización laboral" tendencia
de la Constitución de 1993, han garantizado la permanencia del trabajador en su puesto
laboral. Entonces tenemos que el Magistrado, por el solo hecho de haber accedido al puesto
por concurso público solo puede ser separado, por causa de falta grave (o su equivalente) por
que en primer lugar al acceder a un puesto por concurso se crea en el "una proyecto de vida"
para quien se hace acreedor del puesto. Inclusive la gran mayoría de los Magistrados en
ejercicio, para efectos pensionarios se encuentran dentro de los alcances del Decreto Ley
20530.

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Entonces como primera premisa, tenemos que el Magistrado tiene el derecho a la
"permanencia" en el puesto. Igual que cualquier otro servidor público. No puede en el
desempeño de sus funciones estar con una "espada de Damocles" y con temor de ser
removido del puesto que ostenta. Una de las formas de garantizar la independencia del Poder
Judicial es darle a sus miembros una estabilidad para el desempeño de sus funciones.
Concordante con la permanencia del Magistrado, es el derecho al "ascenso". Cualquier
servidor, tiene el derecho a acceder al cargo inmediatamente superior si cumple con los
requisitos necesarios. Por eso, reiteramos, no entendemos el porque de la existencia de
Magistrados "Suplentes". La Ley Orgánica del Poder Judicial contempla el tema de los
ascensos, que en rigor a la verdad solo se cumple cuando se cubren los puestos en la Corte
Suprema de Justicia de la República. En muchas Cortes Superiores de Justicia puede todavía
observarse a Magistrados Suplentes en los puestos de Vocal y Juez, y con mayor frecuencia en
los puestos de Juez de Paz Letrado. Hay temor a promocionar o se duda de la capacidad?. Es
necesario abordar este tema con decisión. El ascenso del Poder Judicial debe ser riguroso y
por estricto cuadro de méritos tal y conforme lo señala la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Finalmente, como entender el tema de la ratificación judicial? La Constitución le concede esta
prerrogativa al Consejo Nacional de la Magistratura ratifica a los Magistrados. Evidentemente el
texto constitucional no puede ocuparse del desarrollo del precepto, lo que esta reservado para
las Leyes Orgánicas. Sin embargo el proceso – si así podría llamarse – ha ocasionado
muchísimas críticas no solo a nivel nacional sino internacional. El desaparecido congresista
Daniel Estrada Pérez ha señalado con precisión "La ratificación de los jueces por el Consejo
Nacional de la Magistratura es legal pero indignante e inaceptable" . Ello porque la ratificación
no sino otra cosa que un "voto de confianza" que el Consejo da respecto al desempeño del
evaluado.
Se menciona que la Ratificación vulnera el debido proceso administrativo ante la ausencia de
motivación respecto a una decisión, que finalmente separa a un funcionario público de las
labores para las cuales fue designado y – especialmente – ingresó por concurso. Es cierto, el
magistrado como lo hemos definido es un funcionario público, especial si, pero al fin y al cabo
servidor del estado y no puede estar como un ciudadano de segunda clase, sin derecho a
conocer los motivos por el cual es separado. Consideramos personalmente, que antes de
cuestionarse a los miembros del Consejo debe observarse que la norma constitucional no da
mayores alcances sobre el tema de la ratificación, mas aún si como lo señala el artículo 142 de
la Constitución no son revisables en sede judicial las resoluciones en materia de ratificación de
Magistrados, y quizá por ello con acierto o no, se ha obviado el tema de la motivación de las
resoluciones. Es necesario destacar si, que había una necesidad de "limpiar" al Poder Judicial
de Magistrados, que por una parte despertaban fundadas sospechas en su desempeño
jurisdiccional, especialmente encontrarse involucrados en casos de corrupción y otros por
haber pertenecido y apoyado la intervención de este poder del estado. Era necesario una
depuración, pues como ya hemos señalado, existía una notoria mortificación en muchos

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magistrados probos por estos hechos. Pero quizá hubiera ayudado a evitar los cuestionamiento
la sustentación de las decisiones de separación.
Es interesante señalar al respecto que el Tribunal Constitucional se ha pronunciado en forma
contradictoria en el tema de las ratificaciones judiciales, especialmente en la sentencia referida
al caso Almenara Bryson, publicada en el Diario Oficial El Peruano, el 20 de marzo del 2003.
Este Magistrado fue "no ratificado" en el cargo en el año 2001, razón por la cual interpuso una
acción de amparo que finalmente fue rechazada por el Tribunal Constitucional. El Tribunal en
sus considerandos, señala que el Consejo Nacional de la Magistratura ejerce sus potestades
dentro del marco de la Constitución, lo que implica que puede ser sujeto de control
constitucional, y por ello se analiza si la denominada "ratificación" respeta o no los parámetros
de constitucionalidad. Sin embargo al analizar la cuestión esencial del tema, esto la vulneración
a un debido proceso (administrativo en este caso) y por ende la ausencia de motivación de sus
resoluciones, señala que este no es aplicable para a denominada "ratificación" y que la
separación del cargo de los Magistrados no ratificados no afecta sus derechos o intereses
(incluso se ha abierto la posibilidad de que estos vuelvan a intentar el ingreso a la carrera
judicial). En nuestro concepto, las resoluciones inmotivadas del Consejo vulneran el debido
proceso administrativo y truncan el proyecto de vida de personas que sin mayor explicación se
ven despojadas de sus funciones. Por ello la resolución del Tribunal no soluciona el problema
de fondo y es altamente probable, que los Magistrados que recurrieron a instancias supra
nacionales en defensa de los derechos que consideraron afectados, terminarán siendo
amparados.
Sin embargo, consideramos que lo importante en el tema, no es la ratificación que creemos
debe ser desterrada de la Constitución, sino de la actuación permanente del Consejo Nacional
de la Magistratura en la vigilancia de la idoneidad de los Magistrados. Tampoco se puede
permitir que bajo el amparo de una deficiencia en el trámite de un proceso de separación de
Magistrados cuestionados, estos regresen alegremente después de muchos años como si no
hubiera sucedido nada. En esta labor de vigilancia, debe existir también un compromiso de
todos los que de una u otra manera estamos relacionados con la administración de justicia.
Incluso resulta factible la formación de un Tribunal de Ética para sancionar moralmente a
aquellos que de una u otra manera por acción u omisión, permitieron que el poder judicial en la
década pasada, haya llegado a un nivel deplorable. Los demás poderes del Estado han hecho
"un mea culpa" sobre la corrupción que impero, sin embargo no hemos asistido hasta la fecha a
ningún pronunciamiento del Poder Judicial en dicho sentido. Creo que este acto levantaría la
imagen que los Magistrados tienen en la ciudadanía.
LAS RELACIONES DE LOS MAGISTRADOS CON LOS ABOGADOS
Antes de abordar el tema me parece oportuno recordar un incidente de hace varios años. No es
mi deseo identificar a las personas, para que el tema sea mas ilustrativo. Un abogado se
encontraba efectuando un informe en la vista de una causa en una Sala Penal de la Corte
Superior de Justicia de Lima, pero por la premura del tiempo se le solicitó acelerara su informe,
pero el letrado considerando ofensivo lo solicitado por la Presidencia de la Sala se enfrascó en

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una discusión con el Presidente que al final culminó en una falta de respeto verbal del abogado
al Magistrado, abandonando el recinto judicial. El Magistrado herido en su orgullo, dispuso en
aplicación de lo señalado en la Ley Orgánica del Poder Judicial, la detención hasta por 24
horas del abogado que le había faltado el respeto. Esta orden se cumplió un fin de semana
resultando que el letrado estuvo privado de su libertad los días sábado, domingo y parte de día
lunes – en total 52 horas -originando que el Colegio de Abogados interpusiera una acción de
garantía a fin de lograr su liberación y tildando con gruesos términos al Magistrado que ordenó
tal medida. Obviamente pasaron los años, el Magistrado no fue ratificado y el letrado continúa
en el patrocinio, sin embargo el hecho ha quedado, como ejemplo de actos de arbitrariedad que
no se deben cometer.
Los Magistrados no deben olvidar nunca que en primer lugar son Abogados, y que la
Magistratura a veces es muy ingrata. Resulta interesante la anécdota contada por el Doctor
Marcone en su Libro "La Defensas en el Proceso Penal" con el título "Cuando el Juez lloró",
que ilustra claramente que el Magistrado, por muy alto que se encuentre, no está exento de ser
apartado de la Magistratura producto de actos políticos – reorganizaciones de los gobiernos de
facto - o de la famosa "ratificación", mecanismo que me inspira enorme desconfianza, puesto
que coloca a los Magistrados en una suerte de ruleta, a veces aprovechada por los gobiernos
de turno. Por eso el trato con los abogados, merece una especial atención.
No debe olvidarse que en los últimos tiempos el ejercicio de la abogacía ha devenido en
azaroso, primero por la cantidad de profesionales que existen y segundo porque la tramitación
de los procesos judiciales adolece de una lentitud tal, que el justiciable, en su desesperación,
exige al abogado la resolución de su caso con mayor celeridad, lo que obliga a algunos
letrados, a efectuar los famosos "lobbys", esto es, a efectuar una gestión extra proceso a fin de
acelerarlo. Sin embargo la gran mayoría de ellos, tiene que concurrir casi religiosamente a los
estrados judiciales a fin de exigir celeridad en sus causas. Allí es donde se produce la colisión
entre el Abogado y el Magistrado, puesto que generalmente el auxiliar jurisdiccional, solo otorga
respuestas coyunturales a los pedidos de la defensa ("ya se proveerá", "venga mañana", "esta
en Despacho", etc), lo que obliga al letrado a tener que solicitar una audiencia con el Juez de la
causa.
El buen trato a los Abogados es muy importante. No se debe olvidar que ellos son los primeros
difusores de como viene trabajando la administración de justicia. Por ello es necesario que el
trato al Abogado, sea el adecuado, sin desatender o desviar sus pedidos, claro está con la
firmeza que debe caracterizar al Magistrado. Se debe reconocer que muchos magistrados
tratan en forma despótica a los letrados, o a veces se burlan de su desconocimiento de las
normas procesales, olvidando que la labor del letrado no solo es el patrocinio, sino que es el
nexo entre el justiciable y el Magistrado: una mal comentario del defensor, hará que el
justiciable también tenga una opinión equivocada de la Magistratura. Desgraciadamente no son
pocos los casos donde se refleja el maltrato a los abogados, casos en los que generalmente la
Oficina de Control de la Magistratura, se muestra impotente, puesto que se encuentra ante la

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palabra del Magistrado contra la del letrado. Es necesario por lo tanto instruir, advertir y
sancionar, a los Magistrados qua abusando de su poder, maltraten a la defensa.
Un punto aparte merece el tema de los defensores de oficio en el área penal y en general todos
los defensores en este sentido. Al parece se olvida que (todavía no entra en vigencia el Código
Procesal Penal y el promulgado en el mes de Julio del 2004 quizá se aplique dentro de varios
años) que tanto el Ministerio Público como la defensa son parte en el proceso, sin embargo la
defensa generalmente no se encuentra en igualdad de condiciones que el Fiscal, puesto que
sus preguntas son canalizadas por la Dirección de Debates o por el Juez, perdiendo así su
verdadero sentido y el factor sorpresa que significa por ejemplo en el interrogatorio a un testigo.
Además de ello, es obvio que en nuestro país la Defensa no se encuentra correctamente
estructurada, puesto que depende del Ministerio de Justicia, siendo lo ideal que dependa por
ejemplo de la Defensoría del Pueblo. El defensor de oficio es un abogado joven seleccionado al
azar, pero sin mayor experiencia en la defensa. No debe olvidarse que si bien en los últimos
años se han elevado el número de defensores de oficio, también es creciente la queja de los
procesados en el sentido que a nivel policial o etapa de instrucción el defensor de oficio no le
presta mucha ayuda, o cumple sus labores como mera rutina. En suma se necesita que la
Magistratura, pondere y valore la actuación de los Abogados tanto de los patrocinantes
particulares como de los defensores rentados por el estado, entendiendo lo sagrado de su
Misión.
LAS RELACIONES DE LOS MAGISTRADOS CON LOS AUXILIARES DE JUSTICIA
Ya hemos hablado anteriormente al referirnos al tema de la Magistratura y los auxiliares
jurisdiccionales, sobre como los auxiliares que se encuentran dentro de LA CARRERA
JUDICIAL son potenciales magistrados. Sin embargo un aspecto muy importante es el
desempeño de la Magistratura y su relación con los auxiliares de justicia.
A nadie escapa, que para el desempeño de sus funciones, los Magistrados necesitan de los
llamados "auxiliares", estos efectúan las labores mecánicas: trascripción de resoluciones,
notificaciones a los justiciables, oficios, costura de expedientes judiciales, recepción de
documentos y otras labores. También existen otros tipos de auxiliares: los especializados: el
Secretario Judicial, Especialista Legal, Asistente de Juzgado, los peritos y la policía judicial. La
importancia de las labores del auxiliar judicial se ha incrementado en estos últimos años. No
nos engañamos, al decir que en el trámite de un expediente judicial el 80% esta constituido por
la labor del auxiliar judicial. Es el auxiliar quien enfrenta al justiciable cuando concurre a los
locales judiciales. Tiene que lidiar con abogados que en muchos casos, no entienden la
importancia de sus labores. Diríamos, que el auxiliar, es el "parachoque" o el tamiz de la
actividad jurisdiccional.
El auxiliar judicial en el Perú de hoy, se encuentra bajo el estigma de la corrupción, quizá
debido a las bajas remuneraciones que percibe y sus constantes reclamos por mejora de estas.
Ello se ha traducido en los últimos años en la reactivación del sindicato de servidores judiciales,
y las constantes huelgas de servidores en los últimos años. El tema de la corrupción si bien es
delicado no puede alcanzar a todos los servidores y ello es algo que en muchos casos, los

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Magistrados no tienen en cuenta y su relación con los servidores judiciales es a veces distante.
Sin embargo debe considerarse que el auxiliar desempeña funciones importantísimas dentro
del aparato judicial y subestimarlo en nada ayuda a mejorar la imagen de la administración de
justicia. Resulta necesario que tanto Magistrado como servidores, caminen juntos - uno
dirigiendo y el otro ejecutando - , dentro de un esquema de administración de justicia mas
moderno. Por ello, es lamentable que en el proceso de impulso a la Reforma Judicial no se
haya tenido la adecuada participación de los servidores judiciales. Basta para ello ver las
conclusiones del Acuerdo Nacional por la Justicia, en lo referido a "Políticas de Estado para el
cambio estructural en el Poder Judicial" cuando en lo referente a "Personal y Recursos
Humanos" señala como lineamientos operativos, la promulgación de una Ley de Carrera del
Personal Jurisdiccional, el tratamiento equitativo de los servidores, un sistema disciplinario
transparente y política remunerativa digna para los servidores. Se han efectuado infinidad de
discusiones sobre la reforma pero sin una presencia de uno de los actores. Ello hará imposible
que los servidores judiciales acojan con entusiasmo la reforma. Por eso es importante que cada
Magistrado desde su despacho inicie una labor de concientización de los servidores judiciales a
fin de que entiendan de una vez por todas que una Reforma Judicial redundará en beneficio de
todos los involucrados en el sistema.
LA MAGISTRATURA Y LOS JUSTICIABLES
Para graficar este tema, debo referir una anécdota ocurrida en un Juzgado de Paz Letrado en
uno de los distritos de la Capital. Un procesado a quien se le estaba dando lectura de su
sentencia, a ver que le sería desfavorable, abandonó el local judicial sin esperar escuchar el
fallo del Juzgado. Obviamente era imposible aprehenderlo, ya que no existía efectivos
policiales encargado de custodiar el local judicial. Igualmente, muchos auxiliares judiciales e
incluso Magistrados, son maltratados cuando efectúan diligencias dentro de un proceso
(desalojos, embargos). Es evidente que el respeto a la administración de justicia y por ende a
los Magistrados, se encuentra muy deteriorado.
Que hacer? No se debe olvidar que los justiciables son la razón de ser de los Magistrados. Es
necesario entonces, fomentar las mejores condiciones para que el justiciable "sienta" que es
atendido por la administración de justicia. Una simples medidas ayudan a ello:
a. Atención personalizada del Magistrado al justiciable. Se debe trabajar mucho en este
sentido. Es cierto que el magistrado soporta una enorme carga procesal, sin embargo una
atención personalizada al justiciable – y de ello pueden dar fe los abogados - ayuda
enormemente a mejorar la imagen de la administración de justicia. Actualmente muchas
dependencias tienen un horario de atención de los Magistrados a los justiciables, pero es
necesario hacer mucho mas.
b. Celeridad procesal: es necesario que en los procesos donde se ventilen temas de
familia, laborales o de personas privadas de su libertad, además de brindarles la prioridad
respectiva, la tramitación de los procesos debe estar rodeada de la celeridad y economía
procesales. Sin embargo, es necesario, que en general, la actividad procesal debe ser la
permanente preocupación del Magistrado, puesto que la dilación del proceso es uno de los

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problemas, que perjudican su imagen. Es necesario hacer verdaderos esfuerzos por mejorar,
solo así el justiciable "sentirá" que la administración de justicia se preocupa por el.
c. Atención esmerada al público por parte de los auxiliares judiciales. Es necesario que
cada magistrado, dentro de su radio de acción procure que los auxiliares judiciales, atiendan en
forma debida a los justiciables. Muchas veces estos se forman una mala imagen de la
administración de justicia por una equivocada atención de un auxiliar, o un maltrato de palabra.
Es necesario erradicar y sancionar estas conductas.
Poner en práctica estas medidas ayudará en mucho a mejorar la imagen del Magistrado frente
al justiciable. Pero principalmente es necesario una adecuada información al justiciable.
Obviamente es difícil satisfacer a todos, pero se avanzará mucho, dedicándole una atención
debida al justiciable.
LOS MAGISTRADOS Y LA CORRUPCIÓN JUDICIAL
El tema de la corrupción judicial, no puede estar ajeno a este análisis de la magistratura. A
menudo se relaciona el tema de la corrupción judicial a los auxiliares de justicia. Pero, ello nos
lleva a una reflexión:¿ es factible que personal sin decisión alguna, pueda solicitar una dádiva o
recompensa a sabiendas que el acto que se pretende no pueda ser favorable a sus intereses?.
En el tema de la corrupción hay que ser cuidadosos. Cuando se trata de este tema se ve el
lado más débil. O es que acaso debemos pensar que no hay corrupción la Magistratura?.
Basadre en su Historia de la República del Perú, narra la corruptela judicial de los magistrados
de su tiempo. Entonces este no es un tema nuevo.
La corrupción al igual que otro tipo de conductas vedadas, ha sofisticado su radio de acción. Ya
no es la corrupción del dinero la que impera en estos tiempos. Estamos en la época que la
corrupción, emplea medios de presión, aprovecha la provisionalidad de los Magistrados,
explota las conductas indebidas de algunos de ellos especialmente en lo personal, para así
conseguir torcer una decisión judicial. Muchos magistrados han sucumbido a ella. Sino como
explicar lo sucedido en la década pasada. Ello no era nuevo, sino es que ahora si tenemos
evidencia reveladora de cómo se actuaba dentro de círculos que obviamente no eran
conocidos por el común de los ciudadanos.
El Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de las Naciones
Unidas, aprobado el 17 de Diciembre de 1979, señala en su artículo 7: "Los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley no cometerán ningún acto de corrupción. También se
opondrán rigurosamente a todos los actos de esa índole y los combatirán". En los comentarios
al citado articulado se precisa que la corrupción abarca tanto la comisión u omisión de un acto
por parte del responsable, en el desempeño de sus funciones o con motivo de estas, en virtud
de dádivas, promesas o estímulos ilegítimos, exigidos o aceptados, como la recepción indebida
de estos, una vez realizado u omitido el acto. Puede cometerse actos de corrupción por
omisión?. La respuesta es afirmativa, muchas veces el silencio o un no hacer, es un acto de
corrupción. Quizá ello reporte ventajas como un ascenso por ejemplo. Por lo tanto no debemos
detenerse solo en la entrega de dinero para considerar un acto de corrupción. Esta
manifestación es difícil tratándose de magistrados: ninguno se va a exponer a recibir dinero en

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forma abierta. Pero si están expuestos a otras formas de corrupción y ello cobra mayor
importancia cuando el magistrado es provisional o suplente. Evidentemente lo correcto es
denunciar en forma abierta y sin temores a quien pretende efectuar estos actos. La corrupción
en la Magistratura, es un aspecto que muy poco se dice en los círculos judiciales. Pero eso no
significa que ella no exista. Ignorarlo es un error muy grande que en nada mejora la imagen de
los Magistrados puesto la ciudadanía en general tiene la idea de que la corrupción no solo
existe de parte de los auxiliares judiciales sino también de los Magistrados. Es necesario tomar
medidas decididas no solo para erradicarlo sino prevenirlo. Como dice el famoso dicho: "no
solo se debe ser, sino también parecer".

EL CONTROL DE LA MAGISTRATURA: LA OCMA


Acorde con lo señalado anteriormente, la lucha contra la corrupción, debe ser una labor
preventiva. Esta no puede ser efectuada por los propios magistrados, entendámoslo de una
vez, porque pese a las buenas intenciones, lo que necesitamos en forma urgente es MEJORAR
la imagen del Magistrado y del Poder Judicial, ante la ciudadanía, solo ello garantizará la
supervivencia y fortalecimiento este poder del Estado. No se debe tener temor alguno a la
intervención de la sociedad civil en el control del desempeño jurisdiccional. Así como el
gobierno del Poder Judicial no puede ser efectuado en exclusiva por los Magistrados,
(desgraciadamente hemos llegado a un punto donde la intervención de la sociedad civil no solo
es necesaria sino obligatoria) así también el aspecto del Control de la Magistratura no puede
ser efectuada solo por Magistrados. Coincidimos en este sentido con la opinión del jurista Jorge
Avendaño que propone el traslado de las funciones de la Oficina de Control de la Magistratura
(OCMA) al Consejo Nacional de la Magistratura, pues la facultad de sanción solo debe
corresponder al Consejo, reservándose el Poder Judicial de un mecanismo de investigación
interna solo para auxiliares jurisdiccionales.
Cómo hemos llegado a esta conclusión? Se ha dicho hasta la saciedad que la famosa frase
"otorongo no come a otorongo" no se da en el caso del Control a los Magistrados. Sin embargo,
reiteramos: "la mujer del César no solo debe serlo sino parecerlo" por lo que el Control de los
magistrados a cargo de otros, no brinda una buena imagen de la administración de justicia. Sin
contar para ello y hay que decirlo, que la investigación de un magistrado a otro siempre lleva
aparejado la incomodidad del investigador hacia el investigado. Los magistrados en general
forman una corporación y las relaciones personales entre ellos son muy cercanas. Debe
tenerse en consideración de otro lado, que los cargos en la OCMA no son perennes – no hay
una especialización en materia de control -y muchas veces se ha dado el triste caso, que el
investigado de hoy, es el investigador de mañana. Ello liberará a este organismo de muchos
comentarios mal intencionados, en el sentido de que no se sanciona adecuadamente a los
Magistrados o que sus investigaciones se dilatan innecesariamente. Es cierto que en el
cumplimiento de sus labores la OCMA ha emitido sanciones, pero también en honor a la
verdad, debe decirse que de las sanciones el 70 a 80% corresponde a auxiliares, a quienes es
mucho mas fácil imponerles una sanción sin temor a represalias. El traslado de las facultades

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de investigación al Consejo Nacional de la Magistratura permitirá que este organismo una vez
culminado el proceso de selección de Magistrados pueda dedicarse a la vigilancia del ejercicio
funcional, y devolviendo a la administración de justicia a magistrados que actualmente están
mas dedicados a las funciones de control. Se ha dado el caso inclusive que muchos
Magistrados que encontrándose en la OCMA al ser promovidos o haber alcanzado vacante
para el grado inmediatamente superior, han continuado desempeñando funciones en la OCMA,
cuando debieran ocupar un puesto en labores jurisdiccionales acorde con el nuevo cargo que
ostentan.
En suma, es necesario que la labores de investigación de la conducta funcional de los
Magistrados deban todas ser de conocimiento del Consejo Nacional de la Magistratura. Así en
el aspecto de control se proyectará una nueva imagen al justiciable.
LA INDEPENDENCIA EN EL EJERCICIO DE LA MAGISTRATURA
Son dos aspectos que tienen relación directa con el tema de la independencia de la
magistratura. Es por un lado el aspecto económico y por otro lado el funcional. Lo que sucede
es que nuestras dos últimas cartas fundamentales, le han dado al Poder Judicial el carácter de
"pariente pobre" con relación a los demás poderes del estado. Basta como ejemplo el artículo
94 de la Constitución al señalar las atribuciones del congreso "... gobierna su economía", en
comparación con el artículo 145, que señala "el Poder Judicial presenta su proyecto de
presupuesto al Poder Ejecutivo y lo sustenta ante el Congreso". Ahí esta la enorme diferencia.
No existe una independencia en el gobierno de su presupuesto. Debe estar solicitándolo a los
demás poderes del Estado. Así por imperio de la Constitución tiene un papel disminuido, que
debe estar recurriendo a los demás poderes para lograr se apruebe su presupuesto. Es un
aspecto a modificar con el carácter de urgente, quizá retornar al texto final del artículo 238 de la
Constitución Política de 1979, que destinaba al Poder Judicial no menos del dos por ciento del
presupuesto de gastos corrientes del Gobierno Central. Pero es necesario variar dicha
situación. El tema de la independencia administrativa especialmente en lo económico, tiene
íntima relación con la independencia funcional. Nuestra judicatura no pudo superar sus
dificultades en lo económico y quizá en el afán de lograr ventajas se dejó seducir por el poder
político. No tenemos tradición de un Poder Judicial autónomo e independiente a cualquier
forma de poder o interés y ello es quizás el motivo por el cual, cada cierto tiempo los demás
poderes del Estado interfieren la labor jurisdiccional.
Esto tiene relación directa con el tema de independencia del ejercicio de la Magistratura.
Sucede que la injerencia de los demás poderes del estado, ocasiona en el Magistrado una
suerte de presión y no le impide desempeñar sus funciones con tranquilidad, o por lo menos le
causa incomodidad. Pero ¿a qué le teme el juez? ¿por qué no actúa con independencia?. Para
entenderlo debemos poner un ejemplo ocurrido durante la dictadura del General Velasco,
donde la organización judicial del poder de turno, no garantizaba justicia en los tribunales,
especialmente en los casos de los perseguidos políticos. El caso de José María de la Jara y
Huerta, deportado por la dictadura a inicios de los años 70 y cuya esposa interpuso un habeas
corpus para evitar el atropello, fue rechazado por el Tribunal Correccional debido a que la

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demandante no adjuntó su partida de matrimonio; y cuando cumplió la exigencia en la Sala
Penal de la Corte Suprema, ésta no fue admitida, aduciendo que en la Suprema no pueden
presentarse nuevas pruebas. Otras acciones similares fueron rechazadas. Era obvio que el
gobierno de turno de una u otra manera ejercía influencia en el Poder Judicial en perjuicio de la
accionante. Es cierto, el magistrado en lo personal muchas veces es sometido a presión por el
poder político, pese a que la Constitución le garantiza entre otros "su independencia". Pero
será muy difícil que un magistrado mantenga su independencia personal si su institución no es
autónoma; la independencia del Poder Judicial lo es también del Juez. Este es un imperativo
que se debe procurar.
Capítulo IV
LA OPTIMIZACIÓN DEL EJERCICIO DE LA MAGISTRATURA
LOS RETOS DEL PRESENTE SIGLO
Es obvio que la administración de justicia, esta sufriendo cambios, y es necesario que los
Jueces estén atentos a ello. La famosa frase de que "el Juez es la boca que habla la ley" ya no
tiene sentido alguno, y asimismo la justicia vertical donde el Juez es el todopoderoso, en este
siglo XXI, tampoco ya no tiene razón de ser. Es necesario que los Magistrados consideren que
la justicia de hoy, es más horizontal donde la sociedad civil cada día mas reclama un espacio
en las decisiones judiciales. Por eso, además de los reseñados, son muchos los desafíos que
enfrenta la Magistratura en el presente siglo y es necesario prestarle atención Veamos
brevemente algunos.
a)La aparición de la prensa como un medio de presión y de investigación.
Es indirectamente un medio de presión contra la independencia del Magistrado, es el papel
cada vez mas protagónico de la prensa, reconocida en muchos caso como el "Cuarto Poder".
En la actualidad la prensa se encarga de labores de investigación, quizá con mucha mas
efectividad que la investigación judicial, pues recurre a veces a medios vedados para lograr sus
objetivos. Ello ocasiona en los magistrados, una presión especialmente por proyectar una
correcta imagen. Si no es manejada adecuadamente esta circunstancia, a veces el magistrado
se encuentra ante una presión ciudadana por intermedio de la prensa y en muchas ocasiones
se condicional a decisión judicial a estas campañas. Es necesario por ello dotar a los
Magistrados de adecuados instrumentos legales a fin de que sin vulnerar el derecho a la
libertad de imprenta, la prensa no se convierta en un obstáculo a una correcta administración
de justicia.
b)La elección popular de los jueces de paz
En este aspecto, resulta importante que la Magistratura en estos tiempo de mayor cabida a la
elección popular de los jueces de Paz. Las experiencias en países vecinos han sido muy
provechosas, pese a que ha existido poco apoyo de parte del Poder Ejecutivo. Tanto en
Venezuela como en Colombia la elección popular de los Jueces de Paz ha brindado agradables
experiencias pues la comunidad se siente identificada con sus autoridades, y los
cuestionamientos a sus actividades son menores. En el Perú esta institución garantizada en el

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artículo 152 de la Constitución, merece un mayor impulso ya que solo alcanza a los Jueces de
Paz no Letrados. Es necesario ampliar el radio de la elección a los Jueces de Paz Letrado.
c)La intervención de la sociedad civil en la marcha de la administración de justicia.
Ya no es posible que el gobierno del Poder Judicial sea asumido enteramente por los
magistrados. Como hemos señalado anteriormente la sociedad civil, cada día tiene más
injerencia – mediante sus organizaciones representativas – en el tema de la administración de
justicia, puesto que esta no puede estar ajena al desarrollo del Estado. En este sentido el
Acuerdo Nacional por la Justicia y la Comisión Especial de Reforma de la Administración de
Justicia (CERIAJUS) constituyen pasos importantes, pero es necesario que los acuerdos y
propuestas no queden en la mesa, sino sean aplicados en un futuro próximo. Solo así se podrá
garantizar una adecuada reforma judicial que incidirá también en el desempeño de los
Magistrados.
d)La aparición y desarrollo de los medios alternativos de solución de conflictos
En los últimos años, instituciones como la Conciliación Extrajudicial, El Arbitraje, han
conseguido un desarrollo inusitado, así como delegación en los Notarios de los
procedimientos No Contenciosos, han contribuido a la disminución de la carga
procesal. Es obvio que estos espacios cada vez mas se irán agrandando y el magistrado
deberá estar capacitado para asumir nuevas funciones en la administración de justicia.
e)La posibilidad de formación a corto plazo del sistema de jurados como medio de
administración de justicia.
El sistema de jurado, fue propuesto muchas veces como alternativa en el tema de la
administración de justicia. Esta institución propia del sistema anglosajón, tropieza en nuestra
realidad, quizá con el bajo nivel cultural de la mayoría de ciudadanos, pero es evidente que
dentro de 30 a 40 años, el nivel cultural permitirá, instalar jurados, especialmente en los
juzgamientos en materia penal, institución que calibrará la importancia del papel del Juez
dentro de la administración de justicia. No se si se llegará algún día en este país al sistema de
jurados, pero lo cierto es que la sociedad civil, exige un espacio y los Magistrados deben estar
atentos a ello.
Como mejorar? Es necesario que la administración de justicia, en una época de enorme
desarrollo de los Derechos Humanos, sea mas permeable y con rostro humano y no se limite a
la sola aplicación de la ley, sino a la correcta interpretación de la norma, sin temor alguno, ni al
Estado ni a los particulares. La Magistratura de hoy, exige un magistrado que este dispuesto a
escuchar a todos, en el afán de buscar la justicia. Ya no mas aquella frase de que el "juez es
perito de peritos", pues necesitamos cada vez mas el auxilio de la ciencia para descubrir la
verdad que debe ser el norte de la administración de justicia. Permitir sin miedo que la sociedad
civil participe en el control y en la decisión de lo que se debe hacer en la administración de
justicia. El descrédito del sistema de justicia tanto en el Perú como en el mundo no es reciente
(como explicar la imagen vendada con que se representa a la justicia), sin embargo en los
últimos tiempos todo apunta a que se esta pensando seriamente en suprimir al Poder Judicial

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como un poder del Estado, precisamente por el descrédito de su gestión. Esto se refleja en el
desarrollo cada vez mas sostenido de los medios alternativos de solución de conflictos, ya
reseñados que si bien nacieron como un mecanismo a fin de descongestionar la carga
procesal, al final van a ser, si el Magistrado no se adecua a los nuevos tiempos, motivo para
relegar al Magistrado a un segundo plano. No olvidar que los tiempos han cambiado con gran
velocidad en los últimos 40 años y es necesario que la Magistratura, esté, cada día, cada
minuto, mas acorde con su sagrada misión: la búsqueda de la justicia.
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS

Como colofón de lo antes expuesto, creemos que para un mejor desarrollo de la Magistratura,
tanto en el acceso a la carrera, desempeño y capacitación deben adoptarse las siguientes
líneas de acción:
A.- Aumento de la edad mínima para acceder a la Magistratura
Consideramos debe ser como mínimo 30 años de edad, a fin de obtener Magistrados, no solo
con óptimos conocimientos, sino también con sólidos conocimientos en el desempeño de la
profesión.
B.- Creación de una Escuela de Altos Estudios de la Magistratura
Que otorgue el grado de Magíster en Administración de Justicia luego de cuatro semestres de
estudios. Esta podría funcionar como una Escuela de Post – Grado de una Universidad
Nacional, a fin de que el estado intervenga en forma activa en la formación de futuros
Magistrados.
C.- Reestructuración del programa Secigra Derecho.
A fin de que denominadas prácticas pre profesionales en el Poder Judicial solo sean realizadas
por quienes tengan verdadero interés en la carrera jurisdiccional o auxiliar jurisdiccional.
D.- Eliminación de la figura de la "Ratificación" por ser atentatoria del derecho a la
permanencia en el puesto de los Magistrados.
Esperamos que ello se plasme en un futura Carta Magna. Un funcionario que ingresa por
concurso público, debe tener las garantías necesarias para desempeñar su labor sin temor a
represión alguna.
E.- Obtener y gestionar en forma definitiva la autonomía presupuestaria del Poder
Judicial .
Se debe eliminar en forma definitiva el tema de la autonomía presupuestal, en la discusión de
la autonomía del Poder Judicial. Es necesario tomar medidas decididas a fin de que el Poder
Judicial cuente y maneje el íntegro de su Presupuesto.
F.- Nombramiento de la totalidad del personal comprendido en la Carrera Judicial por el
Consejo Nacional de la Magistratura.
A diferencia de quienes propugnan por la desaparición de los puestos de Secretarios y
Relatores de Sala de la Carrera Judicial contemplada en la Ley Orgánica del Poder Judicial,
consideramos que es necesario mantenerlos y por ser el primer escalón en la carrera judicial,
su nombramiento debe ser efectuado por el Consejo Nacional de la Magistratura.

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G.- Creación de una Defensoría de Oficio, como organismo a cargo de la Defensoría del
Pueblo.
Ello con el fin de que los defensores rentados por el Estado, no dependan de un Ministerio, que
en muchos casos se ve salpicado por el tinte político de quienes lo conducen. Además de
propugnarse que la defensa de oficio, este a cargo de abogados con experiencia y
debidamente capacitados que serán un valioso auxilio a la administración de justicia.
H.- Eliminación de los Magistrados Suplentes por el término mínimo de 03 años.-
En tanto se organice el cuadro de asignación de personal en el Poder Judicial, los puestos
vacantes de Magistrados deben ser cubiertos decir por ascenso. Esto en la búsqueda de una
verdadera renovación del Poder Judicial, con personal de experiencia y sobre todo con
idoneidad comprobada.
H.- Mejora de la imagen del Magistrado en el Poder Judicial. Campaña de Difusión
Es necesario una campaña en pos de mejorar la imagen de los Magistrados del Poder Judicial.
Deben resaltarse los méritos de los Magistrados, sus acciones a favor de los justiciables y otras
actividades a favor de la ciudadanía.
I.- Instalación de un Tribunal de Ética.-
A cargo de Magistrados y el Colegio de Abogados, (tres miembros: 02 Magistrados cesantes y
01 Representante de la Federación del Colegio de Abogados del Perú) que califique la
actuación de los Magistrados, y se propugne una sanción ética a quienes de una u otra manera
contribuyeron al desprestigio del Poder Judicial en la época pasada, y un reconocimiento a
quienes demostraron probada defensa de los fueros judiciales.
J.- Traspaso de las funciones de control de la OCMA al Consejo Nacional de la
Magistratura.
Las investigaciones de inconducta funcional para el caso de Magistrados deberán pasar al
Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), debiendo propiciarse para ello la modificación de
la Ley Orgánica del Poder Judicial. La Oficina Central de Control de la Magistratura del Poder
Judicial solo debe encargarse de la investigación de la inconducta de los auxiliares
jurisdiccionales, reduciendo su número en magistrados y servidores que muy bien podrían se
aprovechados en otros sectores de la administración de justicia.
K.- Elaboración y aprobación de un cuadro de Asignación de Personal del Poder Judicial
en todos sus niveles.
Un Poder del Estado sin conocerse cuantos son sus integrantes, es perjudicial. Es necesario
establecer en forma definitiva y para los próximos 10 años, cuales son los requerimientos del
Poder Judicial en materia de Magistrados y Auxiliares Jurisdiccionales. Para ello debe
precisarse el porcentaje población – magistrado, para establecer el número de Magistrados en
el territorio nacional. Debe definirse el número de Magistrados de la Corte Suprema. Las Salas
Transitorias dan una imagen distorsionada del Poder Judicial ante la ciudadanía: si es
necesario, debe aumentarse el número de Vocales Supremos, en concordancia con el Proyecto
de Ley Orgánica del Poder Judicial.

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L.- Participación de la sociedad civil en forma ordenada en la gestión de la
administración de justicia.
Solo así se proyectará una imagen de transparencia a la ciudadanía. La sociedad civil se
encuentra ahora mucho mas organizada. Permitirle su participación, les hará comprender y
desaparecer los prejuicios que existen contra la administración de justicia.
LL.- Optimizar la relación magistrado – justiciable
Es necesario que el Magistrado, dentro de sus funciones, de un espacio adecuado para la
atención personalizada al justiciable. Una campaña de difusión de la labor jurisdiccional por
parte de sus propios actores, permitirá a la ciudadanía confiar en sus Magistrados.
M.- Fomentar una política de capacitación de Magistrados
Es necesario confrontar a nuestros Magistrados con otras realidades y por ello el Poder
Judicial debe destinar parte de su presupuesto para capacitación de Magistrados de niveles
inferiores a Vocales Supremos, en busca de obtener Magistrados que puedan – a futuro - tener
mayor amplitud de conocimiento en sus quehaceres jurisdiccionales. Estas actividades pueden
ser:
 Becas de Post Grado en el Extranjero.
 Asistencia a cursos de capacitación
Para los cuales deberá propugnarse la búsqueda de convenios con entidades similares del
extranjero, o en todo caso asumiendo costos de los mismos, debiendo dichas becas cubrirse
exclusivamente por concurso de mérito (no por designaciones). Solo así garantizaremos que
los Magistrados con verdadera capacidad puedan nutrirse de conocimientos.
I.- Fortalecer la justicia de paz.-
No debe olvidarse que la Justicia de Paz es la primera imagen que tiene el justiciable del Poder
Judicial. Una verdadera reforma debe comenzar de los cimientos, caso contrario corre el riesgo
de ser un ídolo de barro. Hay mucho por hacer en materia de Justicia de Paz y Justicia de Paz
Letrada. Es loable el esfuerzo que hacen muchos Magistrados en mejorar la imagen de la
justicia de paz, pero los esfuerzos realizados hasta la fecha no son suficientes. Una Reforma
Judicial debe contemplar este aspecto, optimizando sus servicios y dotándolo de personal
adecuado para sus funciones.
H.- Tolerancia cero a la corrupción
La lucha contra la corrupción, no puede quedarse en el hecho de perseguir a los que
solicitan dádivas. Por ello a la par que buscar el fortalecimiento de la independencia de
los Magistrados, y luchar contra las modernas formas de corrupción debe adecuarse un
política de prevención de la corrupción. Para ello se requiere también de la participación
activa del Colegio de Abogados, que sancione drásticamente a sus miembros que traten
de corromper la voluntad de los Magistrados y auxiliares. Si solo sancionamos al
corrompido, jamás lograremos vencer a este mal, es necesario sancionar también al

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corruptor. La sanción debe ser por igual, es por ello que el Colegio de Abogados debe
actuar coordinadamente con el Poder Judicial a fin de erradicar este flagelo.
En suma, estas líneas de acción deben involucrar tanto a los Magistrados como a sus órganos
de gobierno, a fin de hacer de esta función, una labor cada día mas efectiva, y siempre con el
mismo horizonte: el proporcionar, justicia, pronta y segura a los ciudadanos.

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