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Sanchez De Jesus Fernando

6RM1

Formulación de preposiciones de Rogers

Cada individuo existe en un mundo de experiencias que cambia de continua y del cual el es el
centro.

El organismo reacciona ante el medio a medida que lo percibe. Este campo perceptual es para el
individuo, la realidad.

El organismo reacciona como una totalidad organizada- hacia este campo percibido.

El organismo presenta una tendencia a actualizarse, a mantenerse como capaz de discernir


experiencias.

La conducta es básicamente un intento del organismo, dirigido hacia una meta, para satisfacer sus
necesidades tal como las experimenta en el campo percibido.

La emoción acompaña y por lo general facilita la conducta dirigida a metas, el tipo de emoción se
relaciona con la contraposición existente entre los aspectos de búsqueda o de consumación de la
conducta. La intensidad de la emoción depende de la significación de la conducta adoptada para el
mantenimiento y auto-firmacion del organismo.

El método mas eficaz para comprender la conducta consiste en partir del marco de referencia
interno del propio individuo.

Una parte del campo perceptual se va diferenciando gradualmente como el si mismo.

A consecuencia de la interacción con el medio y en particular, de la interacción evaluativa con


otros, se forma la estructura del si mismo.

Los valores agregados a las experiencias y los que forman parte de la estructura del si mismo, son
directamente experimentados por el organismo.

Las experiencias que se producen en la vida del individuo pueden ser: simbolizadas, percibidas y
organizadas en una determinada relación con el si mismo, ignoradas por que no se ha percibido la
relación con el si mismo, no simbolizadas o bien simbolizadas de manera distorsionada por que no
son coherentes con la estructura del si mismo.

En la mayoría de los cosas, las formas de comportarse adoptadas por el organismo son aquellas
que resultan coherentes con el concepto de si mismo.

En algunas oportunidades, la conducta puede estar determinada por experiencias orgánicas y


necesidades que no han sido simbolizadas. Tal conducta puede ser coherente con la estructura del
si mismo, pero en este caso, no en reconocida por el individuo.

El desajusto psicológico existe cuando el organismo rechaza o niega la conciencia de las


experiencias sensoriales y viscerales significantes, las cuales en consecuencia no son simbolizadas
y organizadas en la Gestalt de la estructura del si mismo.

El ajuste psicológico existe cuando el concepto del si mismo es tal que todas las experiencias
sensoriales y viscerales del organismo son, o pueden ser, asimiladas de manera simbólica en una
relación coherente con el concepto del si mismo.
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Cualquier experiencia incoherente con la organización o estructura del si mismo puede percibirse
como amenaza; cuanto mayor sea el numero de estas percepciones, más rápidamente se organiza
la estructura del si mismo para preservarse.

En ciertas ocasiones, en particular cuando no existe amenaza alguna para la estructura del si
mismo, el individuo pueda percibir y examinar las experiencias que son incoherentes con esta
ultima y reajustar dicha estructura para similar e incluir tales experiencias.

Cuando el individuo percibe y acepta todas sus experiencias sensoriales y viscerales y las integra
en un sistema coherente, es mas comprendido y aceptado por los demás.

A medida que el individuo percibe y asimila en su auto estructura la mayoría de sus experiencias
orgánicas, descubre que esta reemplazando su actual sistema de valores, basado en gran parte de
las introyecciones que han sido simbolizadas distorsiona mente, por un continuo proceso orgánico
y de evaluación.

Análisis de estas preposiciones

El individuo va a tener una conducta dependiendo del entorno al que crezca, de acuerdo a como
influye la sociedad en el y sobre todo si el entorno en el que creció le hizo entrar en razón de lo
que es bueno o malo. El individuo solo va a conocer si esta teniendo un comportamiento
adecuado hasta que llegara a tener una experiencia ya sea buena o mala. El individuo razona sobre
lo que le conviene y acerca de que si sus acciones dependen de otras o si las de otros dependen de
las suyas.

Es importante saber si el individuo esta haciendo de manera correcta de acuerdo a su criterio, por
que si bien, lo que a el le parezca algo sencillo y bueno para otros puede ser malo y muy
complicado, lo cual seguiría trayendo una mala actitud.

Carl Rogers propone la idea de que la personalidad de cada individuo puede analizarse según el
modo en el que se acerca o se aleja a un modo de ser y vivir la vida al que él pone la etiqueta de
persona altamente funcional.

Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de


autoactualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas
vitales. Este proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está
en funcionamiento. De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para
Carl Rogers, un marco en el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las
circunstancias constantemente
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Actitudes facilitadoras

Empatía

La empatía es la primera condición esencial para establecer una relación interpersonal. Consiste
en poder sentir el mundo interno del otro, su mundo privado 'como si fuera propio'. La empatía no
es, según Rogers, un entendimiento evaluativo en ningún sentido. De hecho, cualquier tipo de
evaluación es un impedimento para la creación del clima adecuado para el desarrollo de las
personas.

No es suficiente que el facilitador sea capaz de sentir ‘como si’ estuviera en la piel del otro, de
mirar a través de sus ojos, de entender la realidad desde el mundo del otro, es necesario que el
facilitador comunique ‘su entendimiento’. Es decir poder comunicar al otro de manera verbal o no
verbal que es digno de ser escuchado y entendido.

La empatía es una habilidad que se puede desarrollar, pues es posible aprender a captar los
significados más profundos de lo que la otra persona expresa, entendiendo tanto a su expresión
no verbal (gestos, postura corporal, color del rostro, etc.), como a su comunicación verbal con
todos los matices (tono de voz, silencios, voz entrecortada). Esta es la forma de experimentar, lo
que el otro vive, siente y cree ‘como si fuera propio’.

La persona que recibe la comprensión empática se siente valorada, aceptada y querida como
persona en quien se puede confiar. Esto es cierto, afirma Rogers, en el campo de la terapia, en el
aula, en el contexto familiar y hasta en el organizacional.

Aceptación incondicional

La aceptación positiva incondicional consiste en aceptar a la persona como valiosa, digna de


respeto, distinta de los demás. Es una preocupación cálida y humana por la otra persona, como ser
humano imperfecto, con una gran riqueza de sentimientos y potencialidades, capaz de
desarrollarse y dirigirse a sí mismo en forma adecuada, con capacidad para tomar decisiones y ser
responsable de sus acciones.

Esta aceptación, se da más allá de cualquier condición de valor. La persona puede ser congruente
o incongruente, desordenada, inquieta pero no se le acepta por eso, sino por el hecho de ‘ser
perona’: una persona digna y con valor intrínseco a su condición de persona.

La congruencia

La congruencia es, en palabras de Rogers, la más importante de las tres actitudes facilitadoras. La
congruencia significa que el facilitador es capaz de presentarse tal y como es, sin caretas ni
disfraces, lo que implica un amplio conocimiento y aceptación de sus sentimientos, actitudes,
ideas y valores, y que sea capaz de entablar relaciones interpersonales de igual a igual con otras
personas.

Una persona congruente en alguien que no se anda con rodeos, sino que dice las cosas tal y como
las ve. Es unas persona transparente que no trata de ocultar o enmascarar lo que él es realmente.
Sanchez De Jesus Fernando
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La congruencia es una actitud de búsqueda que se orienta hacia la propia lucha por el crecimiento
y la integración personal. Ser congruente significa que la persona no solamente tiene conciencia
de sí misma, sino que implica que tenga conciencia de la realidad en la que vivimos inmersos, del
entorno social en cual interactuamos.

De esta manera, cuando una persona es consciente de la complejidad de sus sentimientos en un


momento dado, cuando se escucha a sí misma y se acepta con tales sentimientos, puede elegir
expresarlos o no. Por lo tanto, ser congruente no consiste en la manifestación total de lo que se
vive en determinado momento, sino en la capacidad de elegir expresar o no los sentimientos. Sin
embargo es necesario tener un adecuado contacto con la experiencia persona, una aceptación
plena de sí mismo y de lo que en ese momento se vive, una capacidad de libre elección entre
expresarlo o no, la cual proviene de lo que personal y social se vive como conveniente.

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