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La dislexia en la adolescencia tiene características propias que la diferencian de la dislexia en la infancia. Los adolescentes disléxicos generalmente han dominado la descodificación de palabras pero la lectura sigue siendo lenta y con esfuerzo, y pueden mostrar problemas de comprensión lectora, expresión escrita y matemáticas. Es importante brindar apoyo psicopedagógico y estrategias compensatorias para que el trastorno no interfiera en el rendimiento académico.
La dislexia en la adolescencia tiene características propias que la diferencian de la dislexia en la infancia. Los adolescentes disléxicos generalmente han dominado la descodificación de palabras pero la lectura sigue siendo lenta y con esfuerzo, y pueden mostrar problemas de comprensión lectora, expresión escrita y matemáticas. Es importante brindar apoyo psicopedagógico y estrategias compensatorias para que el trastorno no interfiera en el rendimiento académico.
La dislexia en la adolescencia tiene características propias que la diferencian de la dislexia en la infancia. Los adolescentes disléxicos generalmente han dominado la descodificación de palabras pero la lectura sigue siendo lenta y con esfuerzo, y pueden mostrar problemas de comprensión lectora, expresión escrita y matemáticas. Es importante brindar apoyo psicopedagógico y estrategias compensatorias para que el trastorno no interfiera en el rendimiento académico.
Si uno busca “Dislexia” en Google, encontrará un extenso catálogo documentando este común trastorno de la lectoescritura en la infancia: cómo detectar la dislexia en la infancia, niños con problemas de dislexia, dislexia en primera etapa etc. Sin embargo, sobre la dislexia en adolescentes, que tiene su idiosincrasia propia y sus características que la difieren en detección y tratamiento respecto a la dislexia en la infancia, los resultados de búsqueda o la documentación disponible no se hará tan evidente: ¿qué ocurre con el adolescente disléxico?, ¿cuáles son sus dificultades en el aula?, ¿cómo podemos ayudarle los padres?
5 claves en la detección de la dislexia en adolescentes
Al no ser la dislexia, en la opinión común, un trastorno asociado a edades tan “avanzadas”, este prejuicio puede conducir a que determinados síntomas en un adolescente que para un ojo informado se relacionarían evidentemente con la dislexia, se confundan con otro tipo de déficits o carencias. Por ello, lo primero es saber identificar o estar alerta a la aparición de alguno de estos 5 síntomas:
1. El adolescente disléxico probablemente ya haya dominado, a diferencia de un
niño con el mismo trastorno, la descodificación de las palabras (conversión grafema-fonema), pero la lectura seguirá siendo lenta, poco automatizada y con esfuerzo, con problemas para pronunciar palabras con múltiples sílabas. 2. También es probable que muestren problemas de comprensión lectora y expresión escrita, con dificultad para aplicar las normas ortográficas de forma espontánea y una pobre conciencia morfosintáctica. 3. Pueden necesitar releer el material escrito varias veces para entender la idea principal y pueden mostrar problemas para realizar inferencias a partir de un texto escrito. El esfuerzo que le requiere descodificar un texto escrito va en detrimento de la comprensión del mismo. 4. En esta etapa también pueden mostrar un pobre rendimiento en la asignatura de matemáticas, debido a la baja comprensión de los enunciados por una parte y a la dificultad para automatizar las secuencias verbales (tablas de multiplicar) por otra. 5. Además, pueden mostrar tendencia a evitar actividades que requieran la lectura o escritura (también en su ocio y tiempo libre), expresar vergüenza por leer en público y presentar una baja velocidad para acabar las tareas escritas (exámenes). Asimismo, son comunes bajos niveles de autoestima con posibilidad de desarrollar trastornos de ansiedad asociados.
¿Cómo podemos ayudarles? Tratar la dislexia en
adolescentes Es cierto que existen estudios que demuestran que las intervenciones en esta franja de edad ya no conseguirán mejorías con solo entrenar, como en la etapa infantil, la lectura mecánica, pero la reeducación encaminada a intentar generar estrategias compensatorias para que el trastorno interfiera lo menos posible en el rendimiento académico sí resultarán útiles, por lo que es muy favorable que nuestro hijo continúe con apoyo psicopedagógico.
4 pautas para tratar la dislexia en adolescentes
A continuación, os dejamos 4 sencillas pautas que favorecerán el desempeño académico
y mejorarán la autoestima de todo adolescente afectado por un trastorno de dislexia.
1. Solicitar al centro educativo medidas de apoyo a la diversidad. En el caso de
adolescentes con dislexia éstas podrían ser: 2. Reforzar las áreas y/o habilidades en las cuales se sienta cómodo y potenciarlas al máximo, con el fin de construir un buen nivel de autoestima, aceptando sus dificultades, pero también siendo capaz de reconocerse virtudes. 3. Hacerle saber que entendemos su problema y que tiene todo nuestro apoyo. No sancionar sus intentos, aunque no hayan sido exitosos, si ha habido esfuerzo. 4. Favorecer un aprendizaje activo y multisensorial. Escoger un centro educativo en el que las explicaciones activen los diferentes canales por lo que el alumno puede recibir información apoyándose en gráficos, diagramas, mapas mentales, computadoras, vídeos u otros tipos de ayudas visuales les será muy útil. Como dijimos al principio, la dislexia es un trastorno que afecta sobre todo a la comprensión de textos escritos, es decir, los problemas en el procesamiento de la información surgen al tener que descodificar la misma en un canal o formato escrito. o Evitar al adolescente las tareas de copia de enunciados o información escrita (pizarra, libro de texto, etc.) así como el dictado de preguntas. o Permitirle la elaboración de los apuntes y toma de apuntes con soporte informático. o Permitir el uso de la calculadora, así como tener a la vista las fórmulas tanto en clase como en las pruebas de evaluación en matemáticas y física y química. o No obligarle a leer en voz alta. o Adaptar los libros de lectura al nivel lector del alumno. o Adaptar los criterios de corrección ortográfica. o Adaptar los tiempos de realización de pruebas y utilizar diferentes formatos de evaluación (exámenes orales, respuesta múltiple, semi- abierta…).