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LA FAMILIA ANTE LA MUERTE 2ª PARTE.

LA MUERTE DE LOS PADRES, CÓ NYUGE, AMANTES, HERMANOS,


AMIGOS, HIJO Y MASCOTA

Mtra. María del Rosario Franco Ruiz

Como se podrán ir dando cuenta en el desarrollo del documento, la mayoría del contenido
del tema puede ser aplicado a cualquier tipo de duelo de los aquí tratados ya que son
pocos las aspectos muy particulares correspondientes a algún duelo en especial, cuando
es así se encontraran la aclaración correspondiente. Pero por cuestiones didácticas es
conveniente hacer la las separaciones aunque pudieran parecer repetitivos algunos datos.

Tomen en cuenta que el presente documento solo presenta los datos generales del tema,
para mayor información es necesario consultar la bibliografía que se anexa al final.

I.- ASPECTOS GENERALES: Ante cualquier tipo de duelo se deben de tomar


en cuenta los siguientes factores:

 NACIONALIDAD

La cultura que cada país tiene sobre la muerte es determinante sobre la


vivencia del duelo.

 EDAD

De acuerdo a la edad, las características del duelo son diferentes.

 SEXO

Hombres y mujeres enfrentan el dolor de manera diferente principalmente por


situaciones de género.

 RELIGIÓN

Las creencias religiosas influyen y muchas veces determinan la tranquilidad o


angustia con que se viva el duelo.

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 CONDICIÓN LABORAL Y ECONÓMICA

Generalmente influyen en el tiempo que se lleva para la reincorporación a la


“vida cotidiana”. La personas con necesidades de trabajar tendrá menos
posibilidades de permanecer en situación de abatimiento total, que la que no
tienen esa necesidad.

 NIVEL DE ESCOLARIDAD

Condiciona la posibilidad de introducir materiales de lectura sobre la muerte y


el duelo, e identificar recursos existentes para el manejo del mismo.

 ESTADO DE SALUD

El quebranto de la salud en el duelo puede incrementar los padecimientos


existentes e incluso generar otros nuevos.

 EXPERIENCIA DE OTROS DUELOS

Si el duelo previamente vivido se resolvió, la vivencia puede ser de utilidad; si


no fue así se puede activar el duelo anterior.

 VÍNCULO CON LA PERSONA FALLECIDA

Dependiendo de la intensidad del tipo de relación que se haya llevado con el


fallecido, será la intensidad del duelo.

 CIRCUNSTANCIAS Y TIPO DE MUERTE

La muerte mientras más inesperada y dolorosa hará más complicado el duelo.

 REDES DE APOYO

Cuando se cuenta con ellas son verdaderos soportes físicos y emocionales


para sobrellevar y acompañar el duelo.

 NIVELES DE COMUNICACIÓN

Las personas dispuestas a comunicar emociones y preocupaciones tienden a


resolver más rápidamente el duelo.

 CRISIS ANEXAS

Situaciones laborales, legales, económicas o de cualquier otro tipo; pueden


agravar la condición del doliente

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 AUTOPERCEPCIÓN

La idea que cada persona tiene de sí misma es sumamente importante para


resolver el duelo ya que se pueden manejar sentimientos de des validez o de
omnipotencia. Ejemplos: “No puedo salir adelante”, “Puedo salir solo, no
necesito ayuda”

II.- CONSIDERACIONES ESPECÍFICAS DE CADA UNO DE LOS DUELOS:

1.- MUERTE DE ALGUNO DE LOS PADRES.- tomar en cuenta los siguientes aspectos:

• Si fue el padre o la madre quien murió pues la relación de los hijos suele ser
diferente con cada uno de los progenitores.
• Tiempo que el hijo vivió con el padre muerto y tipo de vínculos que los unían.
• Edad del hijo en el momento de la muerte del padre o madre
• Dependencia económica y emocional de los hijos
• Independientemente de la edad, se puede sentir una sensación de orfandad
• Dependiendo de las condiciones de orfandad será más difícil aceptar la pérdida.
• La relación con los padres puede ser tan profunda que los vínculos pueden estar
presentes mucho tiempo después de la muerte.
• Puede ser la primera muerte que viven los niños y por lo tanto una oportunidad
para el manejo adecuado de estas experiencias.
 Puede haber idealización al padre o madre muerto, que generen obstáculos en el
duelo.
• Se puede dar reemplazo en la jerarquía del padre muerto generando enojo en el
hijo si tiene que asumir las funciones del fallecido.
• Enojo con el padre muerto por la sensación de abandono en que se puede sentir
el hijo.
• Enojo con el padre vivo por no haber ocupado el lugar del que murió.
• Miedo a morir a la misma edad
• Conductas de imitación o contrarias al padre que murió
 Unión o desunión en los hermanos

2.- PÉRDIDA DE LA PAREJA.- considerar los siguientes aspectos:

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Viudo = vacío, sin compañero

La muerte de un integrante de la pareja marca la fragilidad de la propia relación y de la


propia condición humana.

 Se dan cambios en todos los ámbitos. Ejemplos: económico, social, afectivo,


sexual, laboral, etc.

• La edad de la pareja y tiempo que duró la relación.


• Si tuvieron o no hijos.
• La edad de los hijos
• Las circunstancias de la muerte.
• La madurez emocional del viudo (a)
• La situación económica en que queda el viudo (a)
• Miedo a empezar una nueva vida solo (a)
• Refugio excesivo en los hijos
• Perdida de las amistades
• Enojo con el cónyuge que falleció
• No hacerse dependiente de los hijos
• Asumir su nuevo rol poco a poco
• Revisar asuntos pendientes (testamento, cuentas bancarias, seguros de vida, etc.)
• Perdonar y/o pedir perdón si se cree necesario
• Poco a poco buscar un nuevo sentido a la vida
• Buscar nuevas amistades

3.- MUERTE DEL AMANTE.

• El duelo es más problemático por lo clandestino de la relación.

• No pueden despedirse, estar en el velorio, en el entierro o en los servicios


religiosos cualquiera que estos sean.

• Hay menos oportunidades de cerrar círculos

• Viven el duelo a solas, muchas veces ocultándolo.

• Están expuestos a reciben el rechazo social y familiar

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• Pueden perder los bienes materiales de que disfrutaban por no haber estado
legalizada la relación

• Carecen de un sistema de apoyo emocional

RECOMENDACIONES

 No: juzgar, criticar, reprochar, ni hacer preguntas indiscretas.

 Brindar el apoyo teratológico necesario igual que en cualquier otro caso.

 Reforzar el aspecto de confidencialidad

4.- MUERTE DEL HERMANO (A) tomar en cuenta lo siguiente.

• La relación entre hermanos es más larga, ya que generalmente conviven entre sí


más tiempo que con cualquier otro integrante de la familia.
• Las edades entre los hermanos
• La cercanía de la relación
• Los afectos y las rivalidades que existían entre ellos.
• La causa de la muerte.
• Sensación de perder una parte de sí mismo por todo lo que compartieron (padres,
lugares, aventuras, etc.)

• Sentimientos de culpa por no haber evitado el deceso o por no haber sido el


muerto para evitar así el dolor a los padres.

En la niñez

• El concepto que tiene de la muerte


• La relación que llevaba con el hermano (culpas)
• Cómo vivió la enfermedad del hermano (si es que la hubo).
• La forma en que fue tratado por los padres durante el proceso de la muerte del
hermano
• Si asistió o no al funeral y a los rituales póstumos.
• Si tuvo oportunidad de despedirse del fallecido.

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En la edad adulta
• Las diferencias de valores e intereses entre los hermanos.
• El tipo de relación que tenían
• Percepción de vulnerabilidad, envejecimiento y/o fragilidad en relación a la propia
vida

5.- MUERTE DE UN AMIGO (A) se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:

• La edad y la cercanía de la relación


• El impacto que causa por lo desconcertante e imprevisto que es en la mayoría de
las ocasiones.
• Hace patente la propia mortalidad
• Induce a reconsiderar y reorganizar las prioridades personales
• Propicia las reflexiones sobre la propia vida

6.- MUERTE DE LA MASCOTA se debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:

• En la actualidad las mascotas adquieren cada vez más importancia por la forma de
vida moderna generándose con su pérdida verdaderos duelos.
• Función, utilidad y rol que desempeñaba la mascota con el doliente.
• La muerte de la mascota puede ser el pretexto para la transferencia de otros
duelos pendientes.
• Puede ser motivo de rituales fúnebres y duelo, para enseñar al niño el proceso de
la muerte pudiéndose hacer todo un ritual de despedida y “funeral”.
• Con los niños es importante no buscar un relevo inmediato para enseñarles lo
irremplazable que es un ser vivo.
• Tomar con toda seriedad el duelo.
• Investigar si no está encubriendo un duelo anterior.

• Es conveniente hacer todo un ritual de despedida.

7.- MUERTE DE UN HIJO (A)

Es considerada: dolorosa, devastadora, “inadmisible” y “antinatural” y muy traumática sin


importar la edad, sexo o causa de la muerte.

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Se pierden toda estabilidad física, emocional y espiritual. De pronto se está en “el
camino de las lágrimas” pero no sólo de las lágrimas; también del dolor, la
desesperación, la impotencia y la rabia, entre otras muchas emociones igualmente
aniquiladoras.

Afecta a padres, abuelos y hermanos (si los hay)

Es conveniente tomar en cuenta los siguientes aspectos: EN Edad del hijo al morir

• Sexo
• Si tenía o no descendencia
• Expectativas de los padres sobre el hijo (a) que murió.
• Si era hijo único
• Lugar que ocupaba en la familia y rol que desempeñaba
• Edad de los padres.
• Causas de la muerte.
• Mientras más repentina y traumática sea la muerte, el duelo va a ser más
problemático.

El hijo único

• El duelo es más intenso

• El hijo fue el centro de atención de la pareja

• Se debe trabajar sobre la relación de pareja

El hijo antes de nacer o inmediatamente después de nacer

• Expectativas sobre el bebe

• Posibles sentimientos de decepción y /o fracaso

• Posibles sentimientos de culpa

• Preocupación por el nombre del bebe, por el entierro, por los sacramentos, etc.

Duelo en los abuelos

• Dolor por la cercanía con el nieto muerto

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• Dolor e impotencia ante el sufrimiento del hijo (a)

• Represión al mostrar su dolor para no lastimar al hijo (a)

Duelo en los hermanos

• Dolor por el hermano ante la relación estrecha y el tiempo que compartieron juntos

• Extrañan la ausencia del hermano y los múltiples roles que desempeñaba

• Si la relación no era “buena” puede generar culpa

• Pierden al hermano y pierden a los padres que están centrados en el hijo muerto

(Rosarios, misas, visitas al panteón, altares, fotografías, etc.)

• Están en desventaja, no pueden competir con el hermano muerto

• Se pueden llenan de frustración y culpa, y hasta pueden desear ocupar el lugar


del hermano que murió.

III.- PARTICIPACIÓN TANATOLÓGICA

En todos los duelos vistos anteriormente es conveniente que el tanatólogo tome en cuenta
los siguientes aspectos a trabajar, los cuales no llevan un orden de aplicación estricto
pues cada persona es diferente.

 Es posible la recuperación por increíble que parezca:


Es de gran utilidad que el tanatólogo haga referencia a este aspecto pues ello
puede ser la base de la esperanza del doliente, aclarándole desde luego que se
trata de un proceso lento, intenso y que no tiene atajos. Cuya duración va a ser
diferente de acuerdo a cada persona, pero es posible recuperarse si se trabajan
adecuadamente cada una de las diferentes etapas del duelo.

 El dolor es parte del duelo:


El duelo trascurre precisamente con dolor, de ahí su nombre. Muchas veces ese
miedo al dolor origina el no permitir dar salida a las emociones, pudiendo hacer
con esto más prolongado el tiempo de sufrimiento.
Es necesario explicar que este dolor va formar parte de la vida por un tiempo que
puede variar mucho de una persona a otra, por la cual la paciencia es un factor
que se debe tener muy presente, ya que habrá muchas que por al menos un
tiempo, no se van a poder vivir o realizar como antes.
 Las redes de apoyo son importantes:

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Ate la muerte de un ser querido, el dolor pareciera apoderarse de la vida misma,
todo pasa a segundo plano incluso el deseo de vivir, por eso es importante que
los dolientes sean auxiliados por familiares o amigos, sobre todo al inicio del duelo
en que ellos pueden no son capases ni de manejar sus necesidades básicas.

 La los hombres y las mujeres no viven el duelo de la misma manera:

Principalmente por cuestiones de género el hombre y la mujer tiene diferentes


formas de expresar su dolor, aunque la intensidad pueda ser la misma, por ello es
necesario que el tanatólogo explique con claridad estas diferencias y haga
hincapié en la importancia del respeto a las diferentes formas de expresión del
dolor de uno y otro. Esto es básico, no solo para la superación de duelo, sino
también para evitar conflictos entre ellos.

 Hablar de lo sucedido ayuda:


Una forma de dejar salir el dolor es hablando, no importa cuántas veces se tenga
que repetir lo mismo. No se debe tener miedo verbalizar los recuerdos o las
emociones presentes, pues ello ayuda a ir superando el duelo.
Guardar silencio por creer que se le hace daño a la familia, reprime el duelo. Si
verdaderamente no es posible hablar con una persona con la que creamos poder
compartir nuestros pensamiento porque hace visible su dolor o incompetencia a la
escucha, es necesario buscar otra gente que sea capaz de dar contención con
una escucha pasiva, atenta y que demuestre interés a lo que se le está diciendo.
Si por el contrario la familia expresa el deseo de hablar, no hay que rechazar la
oportunidad, pues no solo es beneficioso para el doliente sino que da la
oportunidad a los demás de trabajar conjuntamente la pérdida.

 Escribir también es de utilidad:


Hay personas para las cuales la comunicación oral es difícil, esto incluye a la
mayoría de los varones, si esto sucede es conveniente invitarles a que se
expresen por medio de la escritura ya que al igual que la verbalización favorece la
liberación de emociones.

 Posponer decisiones es importantes:


Es conveniente que el tanatólogo enfatice desde sus primeras acciones en la
importancia de este aspecto ya que es uno de los factores que suelen estar
presentes principalmente al inicio del duelo, ya sea porque aún se está en shock o
simplemente por el mismo dolor que se está viviendo.
Generalmente los primeros deseos que surgen están relacionados con el cambio
de casa o de trabajo, con desechar las pertenencias de la persona fallecida, con
poner distancia hacia algún familiar, amigo o persona que en ese momento
pareciera incomoda o demasiado dolorosa, con el deseo de reclamos o “ajustes
de cuentas”, etc., etc.,
El tomarse el tiempo suficiente para analizar esas acciones “impulsivas”, con el
paso del tiempo pueden traer resultados positivos, independientemente de que en
efecto se lleguen a realizar, pues ya se llevan a cabo con la plena conciencia de

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las ventajas o desventajas que tienen, pero sobretodo evitan arrepentimientos
innecesarios.

 La culpa interfiere con el duelo:


Duelo y culpa generalmente van de la mano, sobre todo al inicio del duelo. Si es
que está presente, hay que tomar en cuenta que en la mayoría de los casos son
culpas reales. Sin embargo es necesario identificarla para poder trabajarlas ya
que en la medida de que se van eliminando el duelo puede fluir con mayor
rapidez.

 La momificación e idealización:
Algunos autores llaman momificación al hecho de que algunos dolientes se
manejen como si la persona que falleció aun estuviera viva, hasta aquí podríamos
entenderlo como parte de la negación, que es una etapa normal del duelo.
Pero a lo que se refiere el termino es cuando esto se rebasa al grado de querer
“darle vida” al muerto en situaciones tales como: seguir mantenimiento su ropa u
objetos personales como si los fuera a usar en cualquier momento, en conservar
su recamara o espacio privado exactamente como lo dejo, el guardar sus
cenizas en casa en un verdadero altar, en seguir poniéndole un lugar en la mesa,
el hablar del fallecido en presente, etc. Todo lo anterior cuando el lapso
trascurrido desde el momento del deceso haya superado cualquier tiempo de
duelo por prolongado que pueda haber sido este. Estos son factores que se
deben trabajar en forma muy especial ya que también están relacionados con la
idealización de la persona que murió y con el encapsulamiento del duelo.

 Buscar una actividad y hacer ejercicio:


Al inicio del duelo los dolientes pueden sentirse devastados incapaces de
desempeñar cualquier tipo de acción que no esté relaciona con su aflicción como
es: llorar por periodos muy prolongados del día, evitar salir de casa, rehusarse a
comunicarse con otras personas, pasar la mayor parte del tiempo en cama, etc.
Sin embargo cuando las emociones se van estabilizando, es conveniente
sugerirles que inicien poco a poco actividades con las cuales se sientan
cómodos, ya que de esta manera su interés se va a ir dispersando para no quedar
centrado solo en su dolor.
Las personas que tienen que trabajar es más fácil que su actividad les favorezca
en este aspecto.
El ejercicio es una de las actividades que más contribuyen al trabajo del duelo
pues permiten descargar emociones.

 Recuperar poco a poco las amistad


Durante el proceso del duelo es muy frecuente que surja en el doliente la
necesidad de aislarse y aún la convivencia con familiares cercanos puede resultar
incomoda.
Otro factor que puede estar presente es el enojo, que propicia reacciones
coléricas hacia todo aquello que se mueva y por lo tanto favorece la lejanía de la
gente cercana que no entiende que estas reacciones son parte del duelo.
También es necesario considerar que no toda la gente próxima al doliente tiene el
interés de mantenerse en contacto con la persona que sufre, pues puede les

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puede resultarles incomodo, incomprensible y hasta exagerada, la actitud de dolor
de la persona que está viviendo el duelo.
Hay otros que también se alejan pero no precisamente por falta de interés, sino
porque son incapaces de hacer frente al dolor que ven en el otro.
En el caso de los viudos (as) o divorciados(as), hasta pueden ser considerados
una competencia que es necesario mantener alejada.
Cualquiera que sea el caso, la realidad es que con el duelo se pueden perder:
amistades, familiares y hasta a la propia pareja.
Por ello cuando se va superando parte de él, es conveniente darse la oportunidad
de iniciar una nueva vida social con aquellas personas que realmente sean
capases de entender la situación que se está viviendo.

 Integrar a los abuelos e hijos sobrevivientes:


Especialmente cundo se muere un hijo, es necesario trabajar con los hijos
sobrevivientes y con los abuelos (en caso de que los haya,) para que no
permanezcan marginados durante el proceso del duelo.

 Manejo de la fe y las creencias religiosas:


Es muy probable que sobre todo al inicio del duelo, el enojo característico del
mismo pueda hacerse extensivo hasta Dios si el doliente es creyente,
independientemente de la religión que profese. Si esa es la situación, el
tanatólogo debe manejarse en una actitud de completo respeto, sin tratar de
esgrimir sus propias ideas religiosas al respecto, y mucho menos esforzarse por
manejar acciones o comentarios de reconciliación con el Creador que pueden
llevar únicamente a la pérdida de la confianza del doliente en el tanatólogo y
aumentar aún más el enojo con Dios.
Si el tanatólogo maneja esta situación en forma acertada, seguramente el quejoso
no llegará a sentirse culpable y pueda comprender que Dios tolera eso y más, sin
tomar represalia alguna.
Lo más probable es que a través del trabajo del duelo vaya recuperando la
tranquilidad espiritual y la propia fe que sentía perdida al inicio del proceso lo que
contribuirá a su recuperación.

 El manejo a los ¿por qué?


Ante cualquier duelo lo primero que suele aparecer son las clásicas preguntas:
¿Por qué paso esto? ¿Por qué a mí? ¿Por qué me castiga Dios, la vida, el destino
de esta manera? ¿Por qué a mi hijo, padre, hermano, etc. y no a fulanito que se lo
merecía? Etc., etc.
Ante estos cuestionamientos no hay respuestas y aunque las hubiera, ninguna
sería capaz de convencer o compensar por la pérdida vivida.
Una respuesta puede ser ¿Y porque no? ¿Quién te dijo que estabas exento de no
vivirlo?
Pero hay que tener mucho cuidado para responder esto, pues debe hacerse
cuando la persona ya se encuentra en condiciones de poder analizarlo. Si ese
momento ha llegado se puede agregar que no solo no va a ver respuestas a los
por qué, sino que es conveniente encontrar los ¿Para qué? ¿Para qué me está
sirviendo lo que estoy viviendo? ¿Qué tengo o puedo aprender de esta
experiencia por dolorosa que me este resultando?

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 Trascender a través de transformar el dolor en energía creativa.
Cuando los dolientes han avanzado en su duelo y pueden darse cuenta que no
han sido los únicos a los que les ha tocado vivir pérdidas significativas, el
tanatólogo puede encausarlos para que de acuerdo a sus capacidades e
intereses, trasciendan a través de su dolor y dirijan el mismo a realizar acciones
positivas que no solo les den beneficio a ellos, sino también a otros.
Sarnoff dice: “Ayudar a alguien más a llevar su carga, hace menos pesada la
propia”
Esto también forma parte de la resignificacion, que contribuye a darle otro sentido
al dolor.

 Entender que nada vuelve a ser igual:


Después de una perdida la vida cambia completamente, nada va a volver a ser
igual, eso debe quedar muy claro para el doliente, de esta manera evitará
añoranzas y fantasías que impidan su avance.
Pero el que las cosas no vuelvan a ser igual no es privativo de haber vivido una
perdida. Heráclito decía:”Nadie se baña dos veces en el mismo rio” refiriéndose a
los cambios constantes de la vida.
Es cierto que nada va a ser igual, lo perdido nunca se va a recuperar. Ahora la
vida va a ser diferente, y la diferencia la dará cada individuo con la actitud que
asuma ante el dolor.

 Buscar otro tipo de ayuda profesional:

Si aún con el trabajo teratológico, el duelo presenta dificultades, es conveniente


recurrir a otros profesionistas como el psicólogo o el psiquiatra, y es una actitud
profesional del tanatólogo hacer una canalización oportuna cuando sospecha que
se trata de un duelo complicado.

 Otras consideraciones:
-Cualquier tipo de pérdida bien manejada puede brindar la oportunidad de
avanzar hacia nuevas áreas de desarrollo.
-La presencia de la muerte es la mejor enseñanza para tomar en cuenta que es
necesario vivir el Aquí y el Ahora, pues el mañana es muy incierto, esto debe
enseñarnos a “cerrar círculos” diariamente, incluyendo perdonar y pedir perdon.
-La muerte de un ser querido siempre marcará la fragilidad de nuestra propia vida.

IV.- GRUPOS DE AUTO AYUDA PARA PADRES EN DUELO

Para los padres que han perdido hijos (as), una valiosa alternativa son los grupos de
autoayuda que se encuentran ubicados principalmente en diferentes lugares del área
metropolitana. Estos servicios dan atención en diferentes días y en diferentes horarios con
la finalidad de que la gente pueda elegir el que este más accesible a sus necesidades.

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El primero de ellos surgió en el D. F. hace 28 años y fu fundado por la Sra. Pilar Quijano
de Pliego ente la necesidad de buscar una alternativa que mitigara el dolor por la pérdida
de su hijo. Posteriormente otras madres que habían vivido su duelo bajo la dirección de la
señora Quijano siguieron su ejemplo y tras prepararse en Tanatología como ella lo había
hecho, formaron otros grupos, iniciándose así lo que ellas llamaron “Padres despojados”
actualmente el nombre de estos grupos es “Padres en duelo”

Posteriormente surgieron los grupos “Renacer” de origen chileno que cumplen la misma
función, Otro grupo más reciente es el llamado “Era en abril” dirigido a padres que han
perdido hijos en periodo gestacional o durante los primeros meses de vida.

A continuación exponga la información correspondiente a estos grupos a donde ustedes


pueden canalizar, si así lo desean a los padres que deseen formar parte de ellos.

¿Qué son los grupos de padres en duelo?


- Son madres y/o padres que habiendo vivido la experiencia de perder un hijo (a) se
reúnen periódicamente para compartir sus fortalezas y debilidades brindándose
apoyo mutuo durante el difícil proceso del duelo.
- Es una organización de acompañamiento tanatológico, no una terapia psicológica
o psiquiátrica, por lo que de ninguna manera sustituye estos tipos de ayuda, por el
contario, se pueden trabajar simultáneamente ya que se complementan.
- No manejan credos religiosos, filosóficos, políticos o de cualquier otro tipo, pero se
expresa un completo respeto a cualquier ideología.

¿Cómo funcionan estos grupos?


- Con reuniones semanales en un lugar y horario previamente establecido y con una
duración que puede variar de dos a tres horas según el número de participantes y
las necesidades del grupo.
- Las sesiones son dirigidas por un coordinador que es necesariamente un padre o
madre que haya vivido la muerte de un hijo y cuyo duelo ha sido ya resuelto. En la
mayoría de los casos el coordinador tiene mínimamente preparación en
tanatología, en otros casos pueden ser además: otro tipo de profesionistas,
psicólogos, médicos y hasta psicoterapeutas.
- Las reuniones se realizan con absoluto respeto, estando prohibido expresar
consejos o criticas. Se habla en primera personas y solo se manifiestan las
experiencias personales que son la base para el desarrollo de la reunión, de esta
manera se permite al resto de los integrantes nutrirse con las diferentes
experiencias de los compañeros y “tomar” lo que ellos consideren que pueden
aplicar a su situación personal.
- No se obliga a nadie a hablar y la participación es espontanea, siempre dirigida
por el facilitador del grupo.

- Una de las reglas que se aplica, es la absoluta discreción sobre lo expresado en la


sesión, ya que lo que se diga al interior del grupo, en él debe quedar. Con esto se

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pretende lograr que la gente se sienta en confianza para poder verbalizar su
problemática.
- Pese a existir un horario, no se concluyen las sesiones hasta que cada uno de los
participantes se encuentren emocionalmente preparados para retirarse, ya que no
se dejan emociones abiertas, de lo cual es responsable el coordinador.
- Ninguno de los grupos tienen finalidades de lucro, en algunos se manejan
pequeñas cuotas voluntarias que se utilizan para la compra de libros, material de
trabajo o copias para el trabajo de los asistentes. En otros reciben donativos en
especie como: hojas blancas, papel higiénico, pañuelos desechables, etc. Pero en
ninguno de los grupos es obligatoria la aportación de nada.
- La forma de trabajo varia de un grupo a otro de acuerdo a las habilidades y
conocimientos del coordinador, aunque la base son las experiencias personales
de los integrantes, en ocasiones se agrega el análisis de algunas lecturas o
películas referentes al duelo, dinámicas para el manejo de la culpa o el enojo, u
otro tipo de ejercicio que favorezca el mover las emociones contenidas.

¿Qué función tienen?

Principalmente brindar acompañamiento:


- Compartir el dolor con otras personas que han vivido la misma experiencia, lo que
favorece la empatía y facilita que fluyan las emociones, dando mayor posibilidad
de recuperación.
- Brindar un espacio donde los padres puedan dan rienda suelta a sus emociones,
sin el temor dañar a sus seres queridos con las manifestaciones de su dolor o de
ser criticados por no ser comprendidos.
- Para repetir las veces que necesiten la experiencia que vivieron y las emociones
que sienten, con la plena seguridad de que son escuchados, comprendidos y de
que no corren el riesgo de que nadie les critique o calle por contar lo mismo una y
otra vez.
- Para escuchando las experiencias de los demás y las actitudes que tomaron, lo
que les permite darse cuenta que hay otras alternativa para superar el dolor
diferentes a las suyas que pueden utilizar o desechar.
- Para darse cuenta que la recuperación es posible al ver a los padres que han
trabajado con anterioridad su duelo y que eso les permite estar en proceso de
resolución.
- Resinificar la muerte del hijo (a) y recuperar la esperanza en el futuro a través de
las experiencias de sus compañeros.

LA FAMILIA ANTELA MUERTE 2ª PARTE.

LA MUERTE DE LOS PADRES, CÓNYUGE, AMANTES, HERMANOS, AMIGOS,


HIJO Y MASCOTA

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DIRECTORIO DE GRUPOS DE AUTO AYUDA PARA PADRES EN DUELO

GRUPO SAN JERÓNIMO (en San Jerónimo)


Coordinadora: Pilar Quijano de Pliego
Tel. 55 39 01 69 53 55 95 13 61 55 95 66 89

GRUPO TECAMACHALCO (en Tecamachalco)


Coordinadora: Ma. Elena Garza
Sesiona: Miércoles 10:30 a 13:30 hrs.
Tel. 52 51 06 81 55 96 92 24 cel. 55 33 40 95 13

GRUPO LAS ALAMEDAS (en ATIZAPAN)


Coordinadora: Martha Cecilia Gómez Barajas y Rubén Ramírez
Sesiona: Miércoles 10:30 a 12:30 hrs.
Tel. 58 24 33 70

GRUPO LETRAN – VALLE (en Col. Del Valle)


Coordinadora: Zita Chao E.
Asistente: Ma. Carmen Cornelio
Sesiona: Miércoles 12 a 15 hrs.
Tel. 56 35 18 32 56 35 18 85 56 68 68 82 cel. 55 54 36 90 27

GRUPO CLAVERIA (en Col. Clavería)


Coordinadora: Araceli Cruz González
Sesiona: Viernes 18 a 21 hrs.
Tel. 53 41 82 65 cel. 55 23 37 21 09

GRUPO VALLE DE ARAGÓN (en Valle de Aragón 2ª sec.)


Coordinadora: Blanca Estela Rivera Cabrera
Sesiona: Viernes 18 a 21 hrs.
Tel. cel.55 35 74 77 84

OTROS GRUPOS

 Buscar en internet Grupo Renacer


 Apoyo a padres en duelo vía internet: www.fundación – esperanza.org
 Buscar en internet Era en Abril (para padres que perdieron hijos en etapa gestacional,
durante el parto o en los primeros meses de vida)

BIBLIOGRAFÍA

 Bucay Jorge (2010) El camino de las lagrimas Ed. Océano, México

15
 Fonnegra de Jaramillo Isa (2009) De cara a la muerte Ed. Andrés Bello, México

 González Restrepo Marichu (2012) Un regalo después de tu partida Ed. Edufam, México

 Kübler – Ross Elisabeth (2010) Sobre la muerte y los moribundos Ed. Debolsillo México

 Mortera Aurora (2011) Palabras de amor para padres despojados Edición del autor,
México.

 O’ Conor Nancy (2010) Déjalos ir con amor.- La aceptación del duelo Ed. Trillas

 Reyes Zubiría Luis Alfonso (2003)… ¡No puedo más!- (El dolor del duelo) México.

 Roccatagliata Susana (2008) Un hijo no puede morir Ed. Debolsillo, México.

 Rodríguez Ortiz Imelda Ana y otros (2009) Padres en duelo.- Recuerdo y asombro. . Ed.
U.N.A.M. - F.E.S. Zaragoza. México.

• Rodríguez Ortiz Imelda Ana y otros (2011) Padres en duelo.- Metáforas del dolor. Ed.
U.N.A.M. - F.E.S. Zaragoza. México..

• Rodríguez Ortiz Imelda Ana y otros (2011) Hermanos en duelo.. Ed..U.N.A.M – F.E.S.
Zaragoza. México.

• Rodríguez Ortiz Imelda Ana y otros (2011) La muerte es parte de la vida. Ed..U.N.A.M –
F.E.S. Zaragoza. México.

• Schiff Harriet (1977) El padre despojado Ed. Penguin Books.

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