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Espacio Abierto

ISSN: 1315-0006
eabierto@cantv.net
Universidad del Zulia
Venezuela

Morales Martín, Juan Jesús


"La sociología del desarrollo en América Latina: una tensión permanente entre
democracia y crecimiento económico".
Espacio Abierto, vol. 25, núm. 3, julio-septiembre, 2016, pp. 171-181
Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12249678012

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Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología
Vol.25 No.3 (julio- septiembre 2016): 1 1-1 1

a socio o a e esarro o e A rica


ati a a te si per a e te e tre
e ocracia creci ie to eco ico
Juan Jesús Morales Martín*

es e
os problemas del desarrollo econ mico social político ueron la
sustancia elemental de la institucionalizaci n de la sociología en m rica
Latina y representaron materia de re exión teórica para una buena
parte de soci logos. recisamente el objeti o principal de este artículo
es repasar desde la istoria intelectual c mo la sociología del desarrollo
latinoamericano iene generando desde los a os 60 importantes
discusiones debates alrededor principalmente de la tensi n permanente
entre democracia y crecimiento económico. De esta forma, se examinan
grandes líneas de análisis, explicación y comprensión sobre las ideas y las
respuestas por parte de di ersos autores escuelas de pensamiento social
a este dilema a otras problem ticas desa íos ue en rent la regi n a
lo largo del siglo ue toda ía debe acer rente a comienzos de este
siglo . n todo caso se e idencia a lo largo de las p ginas ue siguen
ue la característica cla e de la sociología del desarrollo en m rica
atina a consistido en ser una disciplina estrec amente condicionada
por la coyuntura política, los contextos históricos y por las cambiantes
condiciones sociales.

a abras c a e Sociología del desarrollo m rica atina


democracia crecimiento econ mico sociología
latinoamericana.

ecibido: 1 -06-16 ceptado: 0 -0 -16

ni ersidad Cat lica Sil a enrí uez . Santiago C ile


-mail: jmoralesma ucs .cl
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e sociolog o de elopment in atin merica:


a permanent tension bet eendemocrac and
economic gro t .

Abstract
e problems o economic social and political de elopment ere
t e elemental substance o t e institutionalization o sociolog
in Latin America and accounted eld of theoretical re ection for
a good part o sociologists. recisel t e main objecti e o t is
article is to re ie rom intellectual istor o t e sociolog
o atin merican de elopment as generated since t e 60 s
important discussions and debates about t e permanent tension
bet een democrac and economic gro t . us large lines
of analysis, explanation and understanding of the ideas and
responses b arious aut ors and sc ools o social t oug t to
t is dilemma and ot er problems and c allenges aced b t e
region t roug out t e t entiet centur and at t e beginning o
this century are examined. In any case it is evident throughout
t e pages t at ollo t at t e e eature o t e sociolog o
de elopment in atin merica as been to be a discipline closel
conditioned by the political situation, the historical contexts and
t e c anging social conditions.

e or s Sociolog o de elopment atin merica


democrac economic gro t atin merican
sociolog .

os problemas del desarrollo econ mico social político an sido por su propia
naturaleza la sustancia elemental de la istoria de la institucionalizaci n de la sociología
en m rica atina. s en concreto una característica cla e de la sociología del desarrollo
a radicado en su tensi n permanente entre democracia crecimiento econ mico.
l dilema de las necesidades los imperati os los obst culos sociales políticos de la
modernizaci n surc desde sus orígenes buena parte de los debates principales de esta
disciplina. No por casualidad esta rama especí ca de la sociología creció y se consolidó
en la regi n de la mano de organismos internacionales como la Comisi n con mica
para m rica atina (C ) creada en 1 la acultad atinoamericana de Ciencias
Sociales ( CS ) nacida en 1 5 el Centro atinoamericano de emogra ía (C )
también del año 1957, y el Instituto Latinoamericano de Plani cación Económica y Social
( S) undado en 1 62 ( eigel 200 ). stos organismos situados en Santiago de
La sociología del desarrollo en América Latina: una tensión permanente entre
democracia y crecimiento económico . Juan Jesús Morales Martín 173

C ile estimularon los estudios econ micos sociales de la regi n con el tiempo se
con irtieron en rele antes actores de la política regional al alentar la ideología desarrollista
bajo un espíritu democr tico ( odríguez 1 ielsc o s 1 i ilippo 200 ).
dem s estas instituciones a orecieron sin duda el trabajo acad mico la in estigaci n
de autores tan ilustres como a l rebisc Celso urtado níbal into orge umada
o os edina c a arría.
recisamente ese ltimo autor ocupa un lugar destacado en la ormulaci n
sistematizaci n de la primera sociología del desarrollo latinoamericano con la publicaci n
en 1 5 de su cl sico Aspectos sociales del desarrollo económico. edina c a arría ue
de ec o el primero ue encar de orma sistem tica los aspectos sociales políticos del
desarrollo econ mico regional dialogando compartiendo asimismo preocupaciones
con otros importantes soci logos de su generaci n como ino ermani sus aportes
modernizadores contenidos en obras como Política y sociedad en una época de transición
de 1 62 La sociología de la modernización de 1 6 ( orales 2010). ero adem s
edina se encarg durante la d cada del 60 en buscar una adecuaci n entre la democracia
el desarrollo socioecon mico latinoamericano con libros como Consideraciones
sociológicas sobre el desarrollo económico de 1 6 Filosofía, educación y desarrollo,
de 1967. Su proyecto intelectual más maduro, fundamentado teóricamente en Max Weber,
consistió en revelar que el desarrollo y la democracia no eran de ningún modo excluyentes,
como mostr en su Discurso sobre política y planeación de 1 2. a ecunda obra de
este autor in uyó en dos de sus colaboradores del ILPES, Fernando H. Cardoso y Enzo
aletto uienes con su c lebre Dependencia y desarrollo en América Latina Ensayo de
interpretación sociológica escrita entre 1 66 1 6 pero publicada en 1 6 abían dado
inicio a la perspecti a de la dependencia.
a teoría de la dependencia nacida entonces como una crítica al paradigma
estructuralista re ormista desarrollista cepalino tu o un gran apogeo en la regi n asta
mediados de los años 70. El marxismo y el programa de investigación sociológica del
materialismo ist rico ueron su sustento te rico. ientras ue su originalidad estu o a
la ora de proponer alternati as al desarrollo capitalista al ec o de aberse constituido
en un movimiento de ideas capaz de generar experiencias políticas y compromisos con las
in uietudes necesidades esperanzas de las clases sociales m s necesitadas. Su centro
neur lgico ue Santiago de C ile pues esa ciudad sede como imos de la C de otros
organismos regionales, acogió a un buen número de cientí cos sociales exiliados por los
golpes de stado de rasil (1 6 ) rgentina (1 66). Se consolid entonces el liderazgo
regional de C ile como destino lugar de encuentro de una nue a jo en generaci n
de soci logos uienes a partir del gobierno de Sal ador llende contribu eron a
pensar las sociedades c ilena latinoamericana como un laboratorio de cambios de
trans ormaciones econ micas sociales políticas.
stas circunstancias icieron ue la teoría de la dependencia uera en consecuencia
un pensamiento con arias escuelas direcciones pues en su ormulaci n participaron
una amplia gama de autores latinoamericanos con di erentes ormaciones te ricas con
di ersas perspecti as ideol gicas. Se puede decir de orma sucinta ue tres ueron las
corrientes dependentistas de la sociología desarrollista latinoamericana de esos a os: la
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crítica o autocrítica estructuralista de los cientí cos de la CEPAL”, “la corriente marxista
no ortodoxa” y “la corriente neomarxista” (Casas Gragea, 2006: 41-46). La corriente
“crítica o autocrítica estructuralista de los cientí cos de la CEPAL” es la que correspondió
a las nue as posturas estructuralistas ue nacieron desde dentro de este organismo
internacional ue se desarroll desde allí el S otras instituciones acad micas
c ilenas. utores como Celso urtado s aldo Sun el níbal into ldo errer o elio
aguaribe se alaron las situaciones de subdesarrollo de m rica atina deri adas de
variables endógenas y de la “insu ciencia dinámica” de las estructuras económico-sociales
de los países latinoamericanos.
La “corriente marxista no ortodoxa” fue la corriente representada por Fernando H.
Cardoso por nzo aletto. o peculiar de esta corriente es ue estos autores trataron de
caracterizar el proceso ist rico estructural de la dependencia en t rminos de relaciones
de clase, haciendo hincapié en la signi cación política de los procesos económicos y no
aceptando tampoco la necesidad de la llegada del socialismo para lograr el desarrollo
(Morales, 2012). Tanto Cardoso como Faletto pre rieron hablar de situaciones concretas
de dependencia, combinando para ello rasgos teóricos procedentes del neomarxismo y
del neo eberianismo poniendo n asis en el an lisis de los patrones estructurales ue
inculan asim trica regularmente las economías peri ricas con las economías centrales.
Por último, la “corriente neomarxista” partía de una dialéctica de la dominación en
donde el subdesarrollo o posici n peri rica de los países latinoamericanos uedaba
explicada por la acción dominadora y explotadora de fuerzas externas representadas por
los países ostentadores del centro econ mico principalmente stados nidos. n a uellas
líneas de trabajo se pueden mencionar los nombres de sociólogos chilenos y extranjeros
del nstituto de Sociología de la ni ersidad de C ile tales como N stor orcel ern n
Villablanca ugo emelman o ndr under ran autor del c lebre trabajo de 1 0
Lumpenburguesía, lumpendesarrollo. n la scuela de conomía impartía clases arta
Hanecker, una de las ideólogas marxistas más reconocidas en América Latina durante
la d cada del 0 mientras ue el Centro de studios Socio- con micos (C S ) de esa
misma uni ersidad dirigido por eotonio dos Santos destac igualmente por ser uno de
los lugares más activos de la “corriente neomarxista” de la teoría de la dependencia. Allí
coincidieron sociólogos exiliados brasileños, como Vania Bambirra o Ruy Mauro Marini,
economistas c ilenos como rlando Caputo o oberto izarro. ero esta corriente
neomarxista” tuvo además otros focos en la Universidad Católica de Chile como fueron la
scuela de Sociología el nstituto de n estigaciones Sociol gicas el Centro de studios
de la ealidad Nacional (C N) dirigido a comienzo de los a os 0 por anuel ntonio
arret n con una re ista Cuadernos de la Realidad Social ue se ocup de di undir
trabajos de autores como rmand attelart ic el attelart C ristian ali e s aldo
Sun el Norbert ec ner om s ouli n o ranz in elammert.
odo este mo imiento de ideas de la teoría de la dependencia logr ue conceptos
como subdesarrollo o dependencia ueran centrales en las discusiones de esos a os
(Marsal, 1979). Pero, desde la distancia que otorga el tiempo, estos éxitos fueron fugaces e
incompletos ante la ola de dictaduras ci il-militares ue azotaría a casi toda la regi n desde
la segunda mitad de los años 70. En esa década se puso n a la democracia representativa
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democracia y crecimiento económico . Juan Jesús Morales Martín 175

se termin con un largo período de prosperidad econ mica para m rica atina en
general para todas las regiones del mundo. Se puso en cuesti n a toda una poca de
aloraci n positi a del desarrollo de un estilo capitalista democr tico ( raciarena
1 : 5 ). a democracia ligada al desarrollo econ mico ue en ocasiones un tema
ajeno de las preocupaciones de numerosos cientí cos sociales, economistas y sociólogos,
m s ocupados unos en acer la re oluci n otros en lograr el tan deseado crecimiento
econ mico m s all de los re uisitos políticos constitucionales. n consecuencia el
golpe de stado en C ile del 11 de septiembre de 1 3 inaugur un nue o modelo de
desarrollo: el capitalismo su racionalidad tecnocr tica neoliberal se instalaron en
la regi n a tra s del autoritarismo la iolencia la represi n ( aletto 1 r uidi
2005). ecti amente el modelo econ mico impuesto en C ile constitu la aplicaci n
más extrema de la ortodoxia monetarista y librecambista de la Escuela de Chicago que
ue seguida m s tarde por otros países ue se consolid en m rica atina durante
los a os 0.
os grandes temas de la sociología del desarrollo latinoamericano no desaparecieron
a pesar del esquivo y gris contexto. Si bien sí hubo un cambio en el eje del circuito de
las ciencias sociales regionales ante esta nueva ola de exiliados académicos. Una gran
parte de los sociólogos y cientí cos sociales que habían residido en Chile y que escapaban
de los golpes militares del Cono Sur se desplazaron, fundamentalmente, a México, a
instituciones como el Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México o al
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. El exilio latinoamericano resultó clave,
de ec o en la creaci n en 1 € del Centro de n estigaci n •ocencia con micas
(C • ). sa instituci n recibi socorri a destacados autores preocupados por el
desarrollo econ mico social político de la regi n destacando entre otros nombres los
de ernando ajnz lber orge arenstein aría eresa de Conceicao arcos aplan
Samuel ic tensztejn saac inian os anual uijano o edro Vus o ic ( enorio
200 : 5 -61). dem s en el Centro de studios atinoamericanos de la N sigui
desarrollándose el marxismo heterodoxo y se produjeron relecturas críticas del desarrollo
econ mico por parte de autores como Sergio ag gustín Cue a Ca etano lobet u
auro arini o en a aleta ercado. n esos a os se consolida tambi n el nstituto
de n estigaciones econ micas de esa uni ersidad su re ista Problemas del Desarrollo
en la cual publicaron dependentistas como l aro riones o Vania ambirra ue desde
entonces ofrece al lector enfoques críticos a la ortodoxia de la teoría del desarrollo.
Otro buen número de cientí cos sociales exiliados llegó a Centroamérica, sobre todo
a Costa ica Venezuela. uc os otros se reubicaron en instituciones uni ersitarias de
stados nidos de uropa gracias a las redes de solidaridad internacional ( a le 200 ).
Costa ica destac por albergar las sedes de la C CS de la CS . e ec o el
soci logo argentino rancisco elic en a uel entonces presidente de C CS con oc
en 1978 a un conjunto de importantes académicos latinoamericanos y extranjeros para
re exionar en San José sobre las posibilidades futuras de la democracia en América Latina.
os resultados de ese encuentro €ueron publicados en 1 5 en dos ol menes con el título
Los límites de la democracia. n papel organizati o institucional e intelectual destacado
desde esos organismos regionales lo tu o el soci logo guatemalteco delberto orres
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i as. e este autor destacan los libros La crisis política en Centroamérica de 1 1 La


posible democracia de 1 •. n Venezuela por su parte destac el Centro de studios
del esarrollo (C N S) de la ni ersidad Central €undado en 1 61 ue recibi a
importantes teóricos del desarrollo, la plani cación y la sociología latinoamericana, como
ulio Coronil dgardo ander Carlos atus os gustín Sil a ic elena o ‚ebe Vessuri.
ste panorama gener un ƒparteaguas„ en la sociología latinoamericana como
así lo de nió Agustín Cueva (1988), al separarse las preocupaciones de los sociólogos
residentes en México y en América Central de los sociólogos del Sur. Efectivamente: la
coyuntura autoritaria motivó a los cientí cos sociales de América del Sur a buscar nuevas
formas de desempeño y de re exión. Los centros académicos independientes fueron una
respuesta para ese contexto y donde la nanciación lantrópica extranjera fue decisiva
para su mantenimiento ( runner arrios 1 •). u importante €ue precisamente
el circuito regional ilado en esos a os por la undaci n ord bajo cu o impulso se
€ormaron en 1 6 el Centro rasile o de n lisis laneamiento (C ) de Sao
aulo dirigido por ernando ‚. Cardoso… en 1 •5 el Centro de studios de stado
Sociedad (C S) de uenos ires encabezado por †uillermo ‡ onnell… en 1 •6 la
Corporaci n de n estigaciones con micas para atinoam rica (C N) de Santiago
de Chile, presidida por Alejandro Foxley. Estos centros incluso llevaron a cabo varias
in estigaciones conjuntas con el prop sito de entender ƒla re oluci n neoconser adora„
que estaban llevando a cabo las dictaduras civil-militares del Cono Sur (Foxley, 1982: 10).
ero sin embargo el pensamiento desarrollista crítico sigui teniendo a la C
de Santiago de C ile como su ma or €oco de irradiaci n de resistencia te rica (†urrieri
Sainz 1 3). sí por ejemplo el libro Teoría, acción social y desarrollo en América
Latina de ldo Solari olando ranco oel ut oˆitz publicado en 1 •6 sintetiza los
debates de la época entre los teóricos de la dependencia y del marxismo, los tecnócratas
del pensamiento econ mico neoliberal los re€ormistas democr ticos. dem s esta
obra descuella también por ser una de las máximas aportaciones sistemáticas de la
escuela cepalina en la sociología latinoamericana. Con iene se alar ue a uel inter s por
reclamar la estrec a relaci n entre democracia desarrollo econ mico es el ue abriría las
p ginas de la Revista de la CEPAL creada justamente en ese a o de 1 •6 como rgano
expresivo de este organismo internacional. En sus números iniciales publicaron autores
como olando ranco orge †raciarena dol€o †urrieri os edina c a arría níbal
Pinto, Raúl Prebisch, Aníbal Quijano, Aldo Solari, Osvaldo Sunkel o Marshall Wolfe, entre
otros. ‚asta día de o esta re ista destaca por ser obligada re€erencia de la sociología del
desarrollo en m rica atina.
na de las principales in uietudes compartidas a comienzos de los a os 0 por algunos
miembros de aquel nutrido grupo de cientí cos sociales fue el examen de los experimentos
neoliberales la modernizaci n autoritaria. e ec o el gran m rito de autores como
Marshall Wolfe o Jorge Graciarena radicó en instalar en el debate latinoamericano
la noci n ƒestilos de desarrollo„ para re€erirse en apretada síntesis a las marcadas
di€erencias cualitati as entre una modernizaci n desarrollista bajo un orden democr tico
y el desarrollismo en un marco opresor (Wolfe, 1988). Pusieron el acento en que el
crecimiento econ mico por sí solo no eliminaba ni el desempleo ni el trabajo in€ormal
La sociología del desarrollo en América Latina: una tensión permanente entre
democracia y crecimiento económico . Juan Jesús Morales Martín 177

o la pobreza. rente a la aparente neutralidad ƒespontaneísmo„ del neoliberalismo


frente a la lógica tecnocrática de los expertos, apuntaban a que todo modelo económico es
de clara naturaleza política como tal se debe a decisiones oluntades conscientes. l
tema del poder del tipo de stado €ue especialmente destacado por el mismo †raciarena
olando ranco en su libro conjunto ormaciones sociales estructuras de poder en
m rica atina del a o 1 1 en el ue insisten en ue la democracia enía a ser el sistema
político que mejor se ajustaba a las exigencias del desarrollo económico por ser un sistema
de opciones de decisiones a uilatadas por el debate social. sa misma preocupaci n
sería continuada por el libro compilado por olando ranco obreza necesidades b sicas
desarrollo del a o 1 2.
os debates sobre el desarrollo socioecon mico bajo un stado democr tico las
condiciones sociales de subdesarrollo o la situaci n de dependencia €ueron en alguna
medida desplazados durante los a os 0 por el pensamiento nico neoliberal (†raciarena
1988). Hubo un retiro generalizado del Estado y se fue a anzando en América Latina
una isi n tecnocr tica sobre la €orma de pensar los asuntos p blicos. l mercado
€ue considerado entonces como el nico camino capaz de garantizar un crecimiento
económico elevado y de crear las condiciones necesarias para la erradicación de nitiva
de la pobreza. Sin embargo esas promesas nunca se consiguieron pues los a os 0
fueron para América Latina la “década perdida”, según la afamada expresión de Norberto
†onz lez (1 6:•). ueron a os de crisis econ mica pro ocada por €actores como por un
lado, la deuda externa facilitada por la banca privada internacional, el Fondo Monetario
nternacional el anco undial… por otro la imprudente irresponsabilidad política de
presidentes dictadores a€anosos por el dinero € cil de los cr ditos ue se les o€recían. n
consecuencia se implementaron en m rica atina las políticas econ micas m s austeras
y restrictivas recomendadas por los expertos y las tecnocracias internacionales. Todo
este contexto crítico y recesivo supuso, para empezar, una transferencia de riqueza y de
capacidad de a orro interno de la regi n a los acreedores como al mismo tiempo re€orz
los rasgos exportadores de la economía regional y su dependencia al sistema económico
mundial. Como e ocaci n de esa poca descuella el libro de ernando anjz lber a
industrializaci n trunca de m rica atina del a o 1 3.
a d cada de 1 0 comenz para m rica atina con un ma sculo desaےo: consolidar
los nue os recientes regímenes democr ticos a partir del desempe o econ mico en un
contexto poco satisfactorio. La lista de costos económicos de la “década pérdida” anterior
€ueron enormes. ero m s dram ticos sin duda alguna €ueron las reducciones del gasto
p blico los retrocesos en las con uistas sociales en materias tales como educaci n salud
i ienda o derec os laborales. odo ello repercuti en un incremento de la desigualdad
socioecon mica en toda la regi n. os ajustes estructurales de la tecnocracia neoliberal
tu ieron rostro umano se debieron m s ue a los cors s econ micos impuestos por
el llamado “Consenso de Washington”, a la crisis del Estado y a su manera de intervenir
políticamente. a ƒre€orma„ del stado latinoamericano comprendi el proceso de
desmantelaci n pri atizaci n de ser icios p blicos sociales la desregulaci n econ mica
y la exibilización laboral. No fue, por tanto, una crisis económica, sino una crisis política
dentro de la democracia como apunt Norbert ec ner con su libro os patios interiores
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de la democracia de 1 0. ustamente este autor €ormaría parte del e uipo in estigador


del N ue acu dot de contenido te rico durante esa d cada a la noci n de
ƒdesarrollo umano„ como un proceso destinado a ampliar las opciones oportunidades
de participaci n de la gente en el mismo proceso de desarrollo.
n esos a os uel e a escuc arse adem s la oz crítica de la C con la ue
probablemente a a sido su ltima gran apuesta de alcance aliento te rico en materia
de sociología del desarrollo bajo el lema ƒdesarrollo con e uidad„. recisamente dol€o
†urrieri delberto orres i as inauguraron ese debate dirigiendo el libro colecti o os
años noventa: ¿desarrollo con equidad?, de 1990. Ante su pérdida de in uencia política en
el tablero regional este organismo uiso recuperar el prestigio de anta o se alando con
ese título dos objeti os prioritarios: desarrollar por un lado una base producti a en ue
se conjugaran un aumento continuo de la producti idad una inserci n internacional
competiti a… por otro construir una sociedad m s igualitaria justa. ales orizontes
demandaban cl sicas aspiraciones de la instituci n como la reducci n de la eterogeneidad
estructural o la industrializaci n end gena como desarrollo desde dentro. uc as de esas
reclamaciones uedaron sintetizadas despu s en el libro rans€ormaci n producti a con
equidad, rmado por la Secretaría de la CEPAL en el año 1996.
En el imaginario intelectual de muchos cientí cos sociales y sociólogos del desarrollo
rondaron durante buena parte de los a os 0 los €antasmas del pasado autoritario
un pesimismo embriagador ante el triun€alismo neoliberal. Sin embargo los temas de
in estigaci n críticos no €ueron del todo sepultados comenzaron por el contrario a
aparecer una ez m s preocupaciones ligadas al re€ormismo de largo plazo al desarrollo
sostenible y a la extensión de los derechos sociales, la ciudadanía y la cohesión social
( ajnz lber 1 2… Cardoso 1 5… aletto 1 6). stos temas se con ertirían despu s en
centrales con el cambio de siglo la re italizaci n del pensamiento crítico ante la abrupta
crisis del modelo neoliberal sus consecuencias sociales m s dram ticas. na oz tan
autorizada como la de Víctor . r uidi se atre i a sentenciar con un tono pesimista ue
m rica atina abía perdido el siglo ‰‰ en materia de desarrollo econ mico social
por aber sido un período ist rico especialmente accidentado en lo político ( r uidi
2005). Ello repercutió en que a principios del siglo XXI la región fuese identi cada con
un desarrollo econ mico intermedio como una de las zonas m s desiguales del mundo.
pesar de ese escenario des€a orable a partir del cambio de signo en los gobiernos
de la regi n se articularon iejas esperanzas con los nue os pro ectos políticos
sus modelos de desarrollo. De esta forma, el Estado, la política y la re exión sobre la
democracia aparecieron una ez m s como preocupaci n para los soci logos (Cardoso
2004). Al igual que en esta recon guración del pensamiento social se fueron incorporando
demandas de clase de g nero identitarias o tnicas como al mismo tiempo se re isaron
conceptualmente categorías como autonomía participaci n plurinacionalidad o
emancipaci n. ambi n proli€eraron propuestas ue €ueron incorporando conceptos
como postdesarrollo subalternidad otros t rminos pro enientes del Sur global ( scobar
2010… e Sousa Santos 200 ). Se produjo adem s durante este siglo ‰‰ una relectura
del estructuralismo cepalino del dependentismo de otras corrientes de la ƒsociología
crítica„ ( oitman 200 … eigel 2010… os Santos 2011… orales 2012). odo lo cual
La sociología del desarrollo en América Latina: una tensión permanente entre
democracia y crecimiento económico . Juan Jesús Morales Martín 179

con rmó la estrecha relación entre los procesos políticos y económicos y la dialéctica de
las ciencias sociales.
l Consejo atinoamericano de Ciencias Sociales (C CS ) la sociaci n
atinoamericana de Sociología ( S) an sido en ese sentido grandes €ocos animadores
de estos pro ectos alternati os de sociedad con sus congresos seminarios publicaciones.
gualmente a sido importante en la consolidaci n actual de la sociología del desarrollo
su discusi n sobre sus di€erentes estilos repercusiones la labor de re istas como
Nue a Sociedad editoriales como Siglo ‰‰ o el ondo de Cultura con mica.
ambi n es destacable la labor de la misma C CS en recuperar di€undir las obras
de autores €undamentales para entender la sociología del desarrollo en m rica atina.
sí por ejemplo destacan la publicaci n en el a o 2006 del cl sico Sociología de la
explotación, de Pablo González Casanova, o la antología del año 2007 titulada América
atina dependencia globalizaci n dedicada al pensamiento de u auro arini.
ampoco an €altado los es€uerzos de la C de otros organismos regionales durante
estos ltimos a os por rescatar su tradici n de pensamiento dedicado al desarrollo
latinoamericano ( campo 2012).
nstituciones como la misma C o el N se an encargado de ec o de
teorizar, cuanti car y medir el desarrollo humano a partir de indicadores y estadísticas
con el n de alcanzar unas metas y unos derechos humanos básicos. Se ocuparon
inicialmente en di€undir para toda m rica atina los bjeti os del ilenio para el
Desarrollo propuestos por las Naciones Unidas, señalando que la expansión del ingreso
de la ri ueza es nicamente una parte del desarrollo ue por tanto no a un ínculo
autom tico entre crecimiento econ mico progreso umano. ambi n a abido una
creciente atenci n por monitorear realizar auditorías a la gobernabilidad al estado de
la democracia en los países de la regi n. especto al aporte te rico destacan los trabajos
Sociología del desarrollo políticas sociales democracia. studios en omenaje a ldo .
Solari compilado en el a o 2001 por olando ranco de este misto autor junto a rturo
León y Raúl Atria, Estrati cación y movilidad social en América Latina, del año 2007 y que
aporta una comprensi n al dise o la puesta en pr ctica de políticas p blicas dirigidas a
reducir la transmisi n intergeneracional de la desigualdad . ltimamente el oco de la
CEPAL ha estado puesto en re exionar sobre un nuevo estilo de desarrollo basado en el
impulso a la igualdad a la sostenibilidad ambiental (C 2016).
as actuales cambiantes condiciones políticas de m rica atina platean para ir
conclu endo un interrogante sobre las continuidades rupturas dentro de la tradici n
sociol gica del desarrollo. l precipitado de la ora impone en todo caso una aguda
re exión alrededor de los diversos modelos de integración regional y sus proyectos de
sociedad como tambi n obliga a en rentar iejos desa íos tales como la dependencia de
la región al comercio exterior y, fundamentalmente, la cuestión de la desigualdad social
y la de nitiva erradicación de la pobreza. De lo que se trata, al n y al cabo, es de pensar
pro ectos desarrollistas ue dejen de lado la b s ueda de la soluci n correcta la
receta milagrosa del crecimiento econ mico ue en cambio alienten la construcci n de
aut nticas sociedades democr ticas. a cuesti n no es crecer m s o menos ni todo pasa
por remedios tecnocráticos o criterios cientí cos, sino el fondo está en asumir la capacidad
180/ espacio abierto vol.25 nº3 (julio - septiembre, 2016):171-181

de decisi n política para asegurar la igualdad la justicia la dignidad. Como tambi n se


impone pensar y re exionar sobre los aspectos sociales que hacen posible la democracia.
En n, estos dilemas morales giran, una y otra vez, sobre la tensión histórica permanente
entre democracia crecimiento econ mico ue a caracterizado sin duda alguna la
institucionalizaci n consolidaci n de la sociología del desarrollo en m rica atina.

Referencias Bibliográ cas

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