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Galicia Clin 2010; 71 (1): 31-36
Galicia Clínica | Sociedade Galega de Medicina Interna Villar R, et al
Angina estable:
Canadian Cardiovascular Society (CCS)
Propuesta por la CCS en 1972 y publicada en 1976, es la Validez
clasificación más comúnmente utilizada para medir la se- Es un hecho bien establecido que la presencia de angina
veridad de la angina, distinguiendo 4 clases (I, II, III y IV) predice la presencia de enfermedad coronaria subyacente.
en función de la limitación que esta supone en la actividad Determinar hasta qué punto la severidad de la angina (se-
cotidiana del paciente (Tabla 1). gún la escala CCS) se relaciona con los resultados de test
funcionales no invasivos, hallazgos angiográficos y pronóstico
Tabla 1. Escala de la Canadian Cardiovascular Society a largo plazo, es el objetivo de diversos estudios, algunos de
para la graduación de la angina1
cuyos resultados se exponen a continuación.
La actividad física ordinaria, como caminar o subir escaleras, Relación con test no invasivos
Clase I no causa angina. La angina aparece ante esfuerzos
extenuantes, rápidos o prolongados en el trabajo o tiempo libre. Goldman et al6, validaron la clasificación CCS contra el tiem-
po de inicio de los síntomas o alteración en el ST durante
Ligera limitación de la actividad física ordinaria. La angina
aparece al caminar o subir escaleras rápido, subir cuestas o una prueba de esfuerzo, encontrando una concordancia entre
escaleras después de las comidas, o con frío o viento, o bajo ambos métodos de un 59%.
Clase II
estrés emocional o sólo en las horas siguientes a levantarse Permanyer-Miralda et al7, en un estudio de diseño similar, ob-
por la mañana. Puede caminar más de 2 manzanas y subir un
piso de escaleras a un ritmo y condiciones normales.
servaron que los pacientes asintomáticos (grado “0”) corrían
más tiempo pero sin encontrar diferencias entre las clases I-IV.
Marcada limitación de la actividad física ordinaria. La angina
Clase III aparece al caminar 1 ó 2 manzanas y al subir un piso de Kaul et al8, compararon la CCS con la Duke Activity Status
escaleras a un ritmo y condiciones normales. Index (DASI), una medida de la capacidad funcional del pa-
Incapacidad para realizar ninguna actividad sin discomfort. La ciente, basada en un auto-cuestonario que ha sido validado
Clase IV
angina puede aparecer en reposo. contra test objetivos como el consumo máximo de O2 en pa-
cientes con enfermedad coronaria9 (la puntuación va de 0 a
Como ocurre con la mayoría de las escalas utilizadas en la 58, con los máximos valores reflejando un mejor estado fun-
práctica clínica, la búsqueda de la brevedad y sencillez en cional). En este estudio se encontró una relación inversa entre
su aplicación conlleva limitaciones en varios aspectos del las clases I-III de la CCS y la puntuación del DASI (tanto global
sistema, que han sido objeto de crítica2, 5: como para cada una de las 12 preguntas de las que consta el
• La escala hace referencia a los síntomas que ocurren al cuestonario). Los pacientes en clase IV tenían similar puntua-
caminar o subir escaleras-cuestas, pero estos pueden ción en DASI que los de clase III. En definitiva, a mayor clase
ocurrir en otros contextos distintos. Por ejemplo, los pa- CCS menor score DASI (la dificultad para llevar a cabo las
cientes pueden tener angina después de levantarse por actividades de la vida diaria se incrementa significativamente
la mañana y no volver a presentarla durante el resto del con el incremento en la clase CCS).
día, a pesar de realizar esfuerzos iguales o superiores. Relación con enfermedad anatómica
A su vez, esta limitación se puede ver influenciada por Mientras que Sangareddi et al10, encontraron una escasa
factores tales como la edad, comorbilidad, estado mental, relación entre los hallazgos angiográficos y la severidad de
medicación concomitante y condiciones y forma físicas. la angina según la CCS (salvo para la enfermedad del tron-
• La clasificación de los pacientes puede ser distinta según co izquierdo, más frecuente en los pacientes clase IV), otros
el observador. Así, por ejemplo, un paciente que presenta como Hemingway et al11, sí encontraron una relación lineal
angina al subir un piso de escaleras (clase III) pero que (p<0.001) entre estas 2 variables, de tal forma que a mayor
es capaz de caminar 2 manzanas (clase II) puede ser cla- clase CCS mayor número de vasos afectos y peor función
sificado como angina clase II o III, o angina II-III. En este ventricular. Del mismo modo, a mayor clase CCS, mayor nú-
caso, por lógica, se seleccionaría el grado más alto. mero de angioplastias y bypass coronarios (p<0.001).
• La inclusión en la clase IV del criterio “la angina puede Relación con pronóstico
aparecer en reposo” puede ser inapropiada puesto que la A pesar de que el objetivo primario de la escala CCS es valo-
angina vasoespástica puede ocurrir en cualquier nivel del rar la severidad de los síntomas y la respuesta al tratamiento,
deterioro funcional, y, por tanto, pacientes que deberían y no actuar como un factor pronóstico (para lo cual debe-
clasificarse en la clase II o III pueden ser erróneamente mos basarnos en la información proporcionada por test más
considerados como clase IV cuando presentan angina de objetivos), diversos estudios han evidenciado una asociación
reposo. entre la severidad de la angina, la mortalidad8, 11 y el riesgo
• Por último, la sensibilidad de la escala para detectar cam- de infarto de miocardio11, manteniéndose dicha relación tras
bios mínimos, clínicamente relevantes, en un mismo pa- el ajuste por otras características basales del paciente (edad,
ciente (“responsiveness”) no ha sido evaluada. diabetes, hipertensión…).
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REVISIÓN Escalas en práctica clínica: cardiología
En vista a estos resultados, la escala CCS se considera ac- Can J Cardiol 2002;18:941-4
5. Dagenais GR. Can the Canadian Cardiovascular Society grading scale of angina in-
tualmente un método válido para predecir la presencia de en- fluence clinical management and predict outcomes? Can J Cardiol 2004;20:310.
fermedad coronaria en pacientes con angina estable y ayudar 6. Goldman L. et al. Comparative reproducibility and validity of systems for assessing
cardiovascular functional class: advantages of a new specific activity scale. Circula-
en la toma de decisiones acerca del tiempo óptimo para la tion 1981;64:1227-34.
angiografía y revascularización coronarias. 7. Permanyer-Miranda G, et al. Comparison of perceived health status and conventional
functional evaluation in stable patients with coronary artery disease. J Clin Epidemiol
Reproducibilidad 1991;44:779-86.
8. Kaul P, et al. Assesment of activity status and survival according to the Canadian
A pesar de que existe poca evidencia acerca de la reproduci- Cardiovascular Society angina classification. Can J Cardiol 2009;25(7):e225-31.
bilidad de la clasificación, los estudios en los que se ha tes- 9. Hlatky MA, Boineau RE, Higginbotham MB, et al. A brief self-administered question-
naire to determine functional capacity (The Duke Activity Status Index). Am J Cardiol
tado muestran una aceptable concordancia interobservador 1989;64:651-4.
(78-86%) a la hora de asignar la clase CCS6, 12. 10. Sangareddi V, et al. Canadian Cardiovascular Society Classification of effort angina:
am angiographic correlation. Coron Artery Dis 2004; 15:111-14.
Referencias 11. Hemingway H, et al. Prospective validity of measuring angina severity with Canadian
1. Campeau L. Grading of angina pectoris. Circulation 1976;54:522-3. Cardiovascular Society class: The ACRE study. Can J Cardiol 2004;20:305-9.
2. Cox J, Naylor D. The Canadian Cardiovascular Society grading scale for angina pec- 12. Christensen HW, et al. Observer reproducibility and validity of systems for clinical
toris: is it time for refinements? Ann Intern Med 1992;117:677-683. classification of angina pectoris: comparison with radionuclide imaging and coronary
3. Campeau L. The Canadian Society grading of angina pectoris revisited 30 years later. angiography. Clin Physiol Funct Imaging 2006;26:26-31.
Can J Cardiol 2002;18:371-9.
4. Dagenais GR, Armstrong PW, Théroux P, Naylor D. Revisiting the Canadian Cardio-
vascular Society grading of stable angina pectoris after a quarter of a century of use.
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Villar R, et al
además que el número total de derivaciones con cambios 1. Braunwald E. Unstable angina: a classification. Circulation 1989;80:410-414.
2. Domburg R, et al. Unstable angina: good long-term outcome alter a complicated early
en el ST predecía la extensión del miocardio en riesgo. course. J Am Coll Cardiol 1998;31:1534-9.
• La necesidad de nitroglicerina intravenosa es un predictor 3. Bjessmo S, et al. Early and late mortality alter surgery for unstable angina in relation to
Braunwald class. Am Heart J 2001;141:9-14.
independiente de eventos cardíacos mayores intrahospi- 4. Gazes P, Mobley E, et al. Preinfarctional (unstable) angina –a prospective study- ten
talarios y muerte a los 6 meses6, 7, 9 year follow-up. Circulation 1973;48:331-335.
5. Murphy J, Connell P, Hampton J. Predictors of risk in patients with unstable angina
• Otro parámetro, no recogido en las categorías previas, admitted to a district general hospital. Br Heart J 1992;67:395-401.
pero que también parece asociarse a un peor pronóstico, 6. Miltenburg A. et al. Incidence and follow-up of Braunwald subgroups in unstable angina
es la elevación de los marcadores de daño miocárdico por pectoris. J Am Coll Cardiol 1995;25:1286-92.
7. Calvin J et al. Risk stratification in unstable angina. Prospective validation of the
debajo de los límites diagnósticos de infarto (<2 veces el Braunwald classification. JAMA 1995;273:136-41.
valor normal). Así, Hamm et al11, sugieren subdividir a los 8. Bertolet B et al. Unstable angina: relationship of clinical presentation, coronary artery
pathology and clinical outcome. Clin Cardiol 1993;16:116-22.
pacientes en clase IIIB a su vez en 2 subgrupos, aquellos
9. Owa M, Origasa H, Saito M. Predictive Validity of the Braunwald classification of uns-
que tienen la troponina T elevada y (Tpos) aquellos que table angina for angiographic findings, short term prognosis and treatment selection.
no la tienen (Tneg). El riesgo de muerte o IAM fue del 15- J Vasc Dis 1997;48:663-71.
10. Cohen M et al. Usefulness of ST-segment changes in ≥2 leads on the emergency
20% en los primeros y de <2% en los segundos. room electrocardiogram in either unstable angina pectoris or non-Q-wave myocardial
infarction in predicting outcome. Am J Cardiol 1991;67:1368-73.
Por otro lado, se ha descrito también una correlación entre 11. Hamm C, Braunwald E. A classification of unstable angina revisited. Circulation
la clase clínica y la anatomía coronaria evidenciada en los 2000;102:118-122.
estudios angiográficos. La angina aguda de reposo y la an- 12. Dangas G. et al. Correlation of Angiographic morphology and clinical presentation in
unstable angina. J Am Coll Cardiol 1997;29:519-25.
gina postinfarto suelen asociarse con lesiones complejas, 13. Ahmed W. et al. Relation between clinical presentation and angiographic findings in
no calcificadas y trombosis coronaria8, 9, 12, 15. unstable angina pectoris and comparison with that in stable angina. Am J Cardiol
1993;72:544-550.
Reproducibilidad 14. De Servi S. et al. Correlation between clinical and morphologic findings in unstable
angina. Am J Cardiol 1996;77:128-132.
La aplicabilidad clínica de la clasificación puede verse li- 15. Calton R. et al. Correlation of Braunwald´s clinical classification of unstable angina pec-
mitada por el hecho de que, en los estudios clínicos, mu- toris with angiographic extent of disease, lesion morphology and intraluminal throm-
bus. Indian Heart J 1998;50(3):300-6.
chos de los 54 subgrupos que de ella se derivan tienen un
reducido número de pacientes, lo que conlleva una gran
variabilidad en la estimación del riesgo7.
IAM: Killip
En 1967, Killip y Kimball describieron la evolución de 250 determinante de la supervivencia tras IAM8) y la clase de
pacientes con IAM categorizándolos en 4 clases (I, II, III y IV) Killip. Así, los pacientes en clase de Killip>1 tenían mayo-
en función de la presencia o ausencia de hallazgos físicos res volúmenes telesistólico y telediastólico en el momento
que sugirieran disfunción ventricular (Tabla 1). La mortalidad agudo, con tendencia a incrementarse durante el año de
diferenciando intrahospitalaria para cada una de ellas fue seguimiento. Los pacientes en clase 1 presentaban menor
del 6, 17, 38 y 81 %, respectivamente1. dilatación ventricular al diagnóstico y su fracción de eyec-
ción tendía a mejorar con el tiempo.
Tabla 1. Clasificación de Killip En el estudio GUSTO-I6 la clase de Killip se incluyó dentro de
los 5 factores que proporcionaron más del 90 % de la in-
Clase I Infarto no complicado. formación pronóstica para la mortalidad a los 30 días (edad,
Insuficiencia cardíaca moderada: estertores en bases hipotensión arterial sistólica, clase alta de Killip, taquicardia
Clase II
pulmonares, galope por S3, taquicardia.
y localización anterior del infarto).
Clase III Insuficiencia cardíaca grave: edema agudo de pulmón. Similares resultados se han obtenido para pacientes con
Clase IV Shock cardiogénico. síndrome coronario agudo sin elevación del ST en los que
la clasificación de Killip es también un poderoso predictor
Aunque estudios más recientes han demostrado una me- independiente de mortalidad por todas las causas a los 30
nor mortalidad global en estos pacientes, la clasificación de días y 6 meses (siendo el más poderoso el presentar un
Killip en el momento de la admisión del paciente con IAM Killip III/IV). La incidencia de IAM también está incremen-
sigue siendo un importante factor pronóstico a corto y largo tada aunque de forma menos prominente que la mortali-
plazo. Una mayor clase de Killip se asocia con mayor morta- dad. Nuevamente, los 5 factores descritos con anteriori-
lidad intrahospitalaria, a los 6 meses y al año2, 6. dad (sustituyendo la localización del infarto por depresión
Nesbovic et al.7 encontraron una correlación entre el vo- del ST) proporcionaron más del 70 % de la información
lumen telesistólico del ventrículo izquierdo (demostrado pronóstica9.
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REVISIÓN Escalas en práctica clínica: cardiología
Referencias 6. Rouleau JL et al. Myocardial infarction patients in the 1990s-their risk factors, stra-
tification and survival in Canada: The Canadian Assessment of Myocardial Infarction
1. Killip T, Kimball JT. Treatment of myocardial infarction in a coronary care unit. A two
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year experience with 250 patients. Am J Cardiol 1967;20:457-64.
7. Neskovic A, et al. Association of Killip class on admission and left ventricular dila-
2. DeGeare V, et al. Predictive value of the Killip classification in patients undergoing
tation alter myocardial infarction: a closer look into an old clinical classification. Am
primary percutaneous coronary intervention for acute myocardial infarction. Am J
Heart J 1999;137:361-7.
Cardiol 2001;87:1035-38.
8. Khot U, et al. Prognostic importante of physical examination for heart failure in non-
3. Parakh K, et al. Long-term significance of Killip class and Leith ventricular systolic
ST-elevation acute coronary síndromes. The enduring value of Killip classification.
dysfunction. Am J Med 2008;121:1015-18.
JAMA 2003;290:2174-81.
4. Gruppo Italiano per lo Studio della Streptochinasi nell’Infarto Miocardico. Effective-
9. Madias J. Killip and Forrester classifications. Should they be abandoned, kept, ree-
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valuated or modified? CHEST 2000;117(5):1223-26.
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10. Werns S, Bates E, Arbor A. The enduring value of Killip classification. Am Heart J
5. Gruppo Italiano per lo Studio della Streptochinasi nell’Infarto Miocardico. Long-term
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effects of intravenous thrombolysis in acute myocardial infarction: final report of the
GISSI study. Lancet 1987;2:871-4.
IAM: Forrester
La clasificación de Forrester (Tabla 1), descrita en 1976 y Existe controversia en cuanto a si la cateterización del co-
basada en la evaluación hemodinámica de 200 pacientes razón derecho proporciona algún beneficio en el manejo de
con IAM, asigna a los pacientes a 4 categorías (I, II, III y IV) en los pacientes con enfermedad crítica. Los que la defienden
función del índice cardíaco (IC) y la presión capilar pulmonar mantienen que la mortalidad objetivada con su uso puede
(PCP)1. La correlación entre las clases clínicas, basadas en ser consecuencia de la severidad de la enfermedad de los
la presencia de hipoperfusión periférica y congestión pulmo- pacientes a los que se aplica.
nar, y las clases hemodinámicas, fue de un 83%2. Con respecto a la clasificación de Killip, presenta como in-
convenientes su menor accesibilidad y el ser técnicamente
Tabla 1. Clasificación de Forrester más exigente, y como ventajas su mayor precisión y estabi-
lidad en el tiempo3.
Clases hemodinámicas
Clases clínicas
PCP(mm Hg) IC(l/min/m2) Referencias
1. Forrester J, et al. Medical therapy of acute myocardial infarction by application of
No congestión pulmonar ni hemodynamic subsets (first of two parts). N Engl J Med 1976;295:1356-62.
Clase I <15-18 >2.2
hipoperfusión periférica 2. Forrester J, et al. Correlative classification of clinical and hemodynamic function after
acute myocardial infarction. Am J Cardiol 1977;39:137-54.
Congestión pulmonar
Clase II >18 >2.2 3. Madias J. Killip and Forrester classifications. Should they be abandoned, kept, ree-
aislada valuated or modified? CHEST 2000;117(5):1223-26.
Hipoperfusión periférica
Clase III <15-18 <2.2
aislada
Congestión pulmonar e
Clase IV >18 <2.2
hipoperfusión
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