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Galicia Clínica | Sociedade Galega de Medicina Interna REVISIÓN

Escalas en medicina interna:


cardiología
Scales in Internal Medicine: cardiology
Raquel Villar, Héctor Meijide, Laura Castelo, Álvaro Mena, Joaquín Serrano, María Vares, Vicente Ramos
Servicio de Medicina Interna
Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña

Insuficiencia cardíaca: NYHA


Comúnmente utilizada como método para la clasificación Sin embargo, la objetividad de esta nueva clasificación se
funcional de los pacientes con insuficiencia cardíaca, fue ve limitada por el hecho de que, en último término, también
propuesta en 1928 y revisada en varias ocasiones, la última está basada en juicios individuales, al no existir una defini-
en 1994. ción precisa para los términos “mínima”, “moderadamente
Designa 4 clases (I, II, III y IV), basándose en las limitaciones severa” y enfermedad “severa”.
que los síntomas cardíacos ocasionan en la actividad física Tabla 2. Valoración objetiva de la New York Heart Association4
del paciente (Tabla 1). Se trata, por tanto, de una estimación
subjetiva de su rendimiento y reserva funcional1, 2. Clase A No evidencia objetiva de enfermedad cardiovascular.
Clase B Evidencia objetiva de mínima enfermedad cardiovascular.
Tabla 1. Clasificación funcional de la New York Heart Association 3
Evidencia objetiva de moderadamente severa enfermedad
Clase C
cardiovascular.
No limitación de la actividad física. La actividad ordinaria Clase D Evidencia objetiva de severa enfermedad cardiovascular.
Clase I no ocasiona excesiva fatiga, palpitaciones, disnea o dolor
anginoso.
Ligera limitación de la actividad física. Confortables en
Validez
Clase II reposo. La actividad ordinaria ocasiona fatiga, palpitaciones, La clasificación NYHA se utiliza, tanto en la práctica clínica
disnea o dolor anginoso. como en estudios de investigación, como factor pronóstico,
Marcada limitación de la actividad física. Confortables en al haberse evidenciado su asociación con las tasas de hos-
Clase III reposo. Una actividad física menor que la ordinaria ocasiona pitalización, progresión de la enfermedad y mortalidad en
fatiga, palpitaciones, disnea o dolor anginoso. pacientes con insuficiencia cardíaca, independientemente
Incapacidad para llevar a cabo cualquier actividad física de su edad o comorbilidad5.
sin discomfort. Los síntomas de insuficiencia cardíaca o de Para confirmar su validez, se compara con medidas más
Clase IV
síndrome anginoso pueden estar presentes incluso en reposo.
Si se realiza cualquier actividad física, el discomfort aumenta.
objetivas de la capacidad funcional del individuo (esto es, la
máxima función fisiológica que es capaz de realizar).
“sistema sólo aproximado, puesto que deriva en gran parte de la inferencia de la historia clínica,
la observación del paciente en determinadas formas de actividad física y ocasionalmente de Las más utilizadas son la distancia recorrida en el test del
medidas directas o indirectas de la función cardíaca en respuesta a ejercicios estandarizados.
Representa una expresión de la opinión del médico…”
paseo de los 6 minutos y el consumo máximo de O2 (pVO2)
Comité de Criterios NYHA, 1964. durante una prueba de esfuerzo según el protocolo de Bruce
modificado. Esta última se utiliza habitualmente como “gold
Para aumentar la objetividad de la clasificación, se añadieron, standard”, al haber demostrado una correlación con el pro-
a las anteriores, 4 nuevas clases (A, B, C y D) en 1994, en nóstico y mortalidad (así, por ejemplo, un valor de pVO2 <10
función de la evidencia o no de enfermedad cardiovascular ml/kg/min se acepta actualmente como indicación de trans-
(Tabla 2). La evaluación de la estructura y función cardíacas se plante cardíaco).
realizaba través de test específicos (electrocardiograma, rayos Diversos estudios han demostrado una moderada correla-
X, ecocardiograma, test de estrés y cateterización cardíaca). ción entre las clases funcionales de la NYHA y las clases
Los 2 grupos de clases se utilizarán en cualquier combinación de Weber del pVO21*(Tabla 3), de tal forma que a medida
que se adapte a la condición del paciente, teniendo en cuen- que aumenta la clase funcional se reduce el consumo de
ta que los síntomas derivados de la enfermedad cardíaca no O2, apoyando la validez de la clasificación como medida del
siempre guardan una relación paralela con la severidad de la estado funcional del individuo (habilidad para realizar activi-
misma. Así, por ejemplo, un paciente con estenosis aórtica se- dades dentro de su vida cotidiana, que puede estar limitada
vera puede aquejar síntomas mínimos o incluso encontrarse por los síntomas pero también por otra serie de factores
asintomático (estado funcional I, valoración objetiva D). personales, medioambientales y sociales)6.
Como citar este artículo: Villar R, Meijide H, Castelo L, Mema A, Serrano J, Vares Mª, Ramos V.
Escalas en práctica clínica: cardiología. Galicia Clin 2010; 71 (1): 31-36
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Recibido: 11/03/2010; Aceptado: 11/03/2010 Galicia Clin 2010; 71 (1): 31-36
REVISIÓN Escalas en práctica clínica: cardiología

Tabla 3. Estudios que compararon medidas de estado funcional Referencias


con medidas de capacidad funcional 1. Coyne KS, Allen JK. Assessment of functional status in patients with cardiac disease.
Heart Lung 1998;27:263-73.
Autor Correlación NYHA/consumo de O2 2. Miller-Davis C, Marden S, Leidy. The New York Heart Association Classes and
functional status: What are we really measuring? Heart Lung 2006;35:217-24.
Williams et al, 2005 (8) 76 % (p<0.001) 3. The Criteria Committee of the New York Heart Association. Diseases of the heart and
Rostagno et al, 2000 (9) 41.7 % (p=0.005) blood vessels: nomenclature and criteria for diagnosis. Boston: Little, Brown;1964.
4. The Criteria Committee of the New York Heart Association. Functional Capacity and
Goldman et al, 1981 (10) 51 % (p no disponible) Objective Assessment. In: Dolgin M, ed. Nomenclature and criteria for diagnosis of
diseases of the heart and great vessels. 9th ed. Boston: Little, Brown;1994.
Franciosa et al, 1979 (11) 36 % (p no disponible) 5. Ahmed A, MD. A propensity matched study of New York Heart Association Class an
*Clasificación de Weber basada en pVO2: >20 ml/kg/min (A), 16-20 ml/kg/min (B), 10-15 ml/ Natural History End Points in Heart Failure. Am J Cardiol 2007;99:549-53.
kg/min (C), <10 ml/kg/min (D). (7) 6. Bennett J, Riegel B, et al. Validity and reliability of the NYHA classes for measuring
research outcomes in patients with cardiac disease. Heart Lung 2002;31:262-70.
7. Weber KT, Kinasewitz GT, et al. Oxygen utilization and ventilation during exercise in
Reproducibilidad patients with chronic cardiac failure. Circulation 1982;65:1213-23.
No existe evidencia de la reproducibilidad de la clasificación, 8. Williams SG, O´Brien RJ, Taylor S, et al. Complementary roles of simple variables,
NYHA and N-BNP, in indicating aerobic capacity and severity of heart failure. Int J
con una concordancia interobservador en la estimación de la Cardiol 2005;102:279-86.
clase funcional en torno a un 54-56%12, 10, lo cual supone un 9. Rostagno C, Galanti G, Comeglio M, et al. Comparison of different methods of functio-
escaso acuerdo si tenemos en cuenta que una concordancia nal evaluation in patients chronic heart failure. Eur J Heart Fail 2000;2(3):273-80.
10. Goldman L, et al. Comparative reproducibility and validity of systems for assessing
de un 50% podría ser fruto simplemente del azar. cardiovascular functional class: advantages of a new specific activity scale. Circula-
La principal dificultad radica en la distinción entre los pa- tion 1981;64(6):1227-34.
11. Franciosa JA, Ziesche S, Wilen M. Functional capacity of patients with chronic left
cientes en clase II y clase III, puesto que los pacientes en ventricular failure. Relationship of bicycle exercise performance to clinical and he-
clase I (asintomáticos) y en clase IV (sintomáticos en reposo) modynamic characterization. Am J Med 1979;67(3):460-6.
12. Raphael C, et al. The limitations of the NYHA functional classification system and
son fácilmente identificables. self reported walking distances in chronic heart failure. Heart published online 27
Posiblemente esto se deba en parte a la interpretación del sep 2006.
clínico acerca de lo que significa “actividad cotidiana” y “li- 13. Kubo S, et al. Development and validation of a patient questionnaire to determine
New York Heart Association Classification. J Cardiac Fail 2004;10(3):228-35.
gera” y “marcada” limitación. En este sentido, la recogida de 14. Russell S, et al. New York Heart Association functional class predicts exercise para-
los criterios empleados para asignar a un paciente a una u meters in the current era. Am Heart J 2009;158:S24-S30.
15. Goode K, et al. A comparison of patient and physician-rated New York Heart Associa-
otra clase funcional y la utilización de cuestionarios estan- tion Class in a community-based heart failure clinic. J Cardiac Fail 2008;14:379-87.
dardizados, con preguntas definidas, podrían incrementar la 16. Hurst JW. The Value of using the entire New York Heart Association´s Classification of
reproducibilidad de la clasificación10, 13. heart and vascular disease. Clin Cardiol 2006;29:415-17.

Insuficiencia cardíaca: Framingham


Los criterios clínicos de Framingham (CCF), presentados Validez
en 1971, son los de uso más extendido y aceptado para el Cuando se enfrenta su presencia o ausencia con el valor de
diagnóstico de la insuficiencia cardíaca (IC)*. fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) < 45 %,
obtenido mediante ecocardiografía, como método de certeza
Tabla 1. Criterios clínicos de Framingham para el diagnóstico de para el diagnóstico de IC sistólica, los criterios clínicos de
insuficiencia cardíaca1
Framingham presentan una excelente sensibilidad (96.4 %)
y valor predictivo negativo (97%), pero una escasa/modera-
Criterios mayores Criterios menores
da especificidad (38-78%)2, 3.
• Disnea paroxística nocturna u ortopnea • Edema en MMII La ausencia de los CCF permite, por tanto, excluir de manera
• Distensión venosa yugular • Tos nocturna concluyente el diagnóstico de IC sistólica (y, en menor me-
• Crepitantes • Disnea de esfuerzo dida, también el de IC diastólica3) aunque su presencia no lo
• Cardiomegalia • Hepatomegalia confirma debido al gran número de falsos positivos.
• Edema agudo de pulmón • Derrame pleural Reproducibilidad
• Galope por S3 • Taquicardia (>120 lpm) Se trata de un test diagnóstico fácilmente reproducible en la
• Reflujo hepatoyugular práctica clínica, con una concordancia objetivada de un 75%3.
*Para establecer el diagnóstico de IC se requiere la presencia de 2 criterios Referencias
mayores o 1 criterio mayor y 2 menores. Los criterios menores se aceptan siempre 1. McKee PA, Castelli WP, McNamara PM, Kannel WB. The natural history of congestive
y cuando no puedan ser atribuidos a otra condición médica que no sea la IC. heart failure: the Framingham study. N Engl J Med 1971 Dec 23;285(26):1441-6.
2. Jimeno AS, Gil V, Merino J, et al. Validez de los criterios clínicos de Framingham para
el diagnóstico de insuficiencia cardíaca sistólica. Rev Clin Esp 2006;206(10):495-8.
3. Maestre A, Gil V, Gallego J, et al. Diagnostic accuracy of clinical criteria for identifying
systolic and diastolic heart failure: cross-sectional study. J Eval Clin Pract 2009
Feb;15(1):55-61.

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Angina estable:
Canadian Cardiovascular Society (CCS)
Propuesta por la CCS en 1972 y publicada en 1976, es la Validez
clasificación más comúnmente utilizada para medir la se- Es un hecho bien establecido que la presencia de angina
veridad de la angina, distinguiendo 4 clases (I, II, III y IV) predice la presencia de enfermedad coronaria subyacente.
en función de la limitación que esta supone en la actividad Determinar hasta qué punto la severidad de la angina (se-
cotidiana del paciente (Tabla 1). gún la escala CCS) se relaciona con los resultados de test
funcionales no invasivos, hallazgos angiográficos y pronóstico
Tabla 1. Escala de la Canadian Cardiovascular Society a largo plazo, es el objetivo de diversos estudios, algunos de
para la graduación de la angina1
cuyos resultados se exponen a continuación.
La actividad física ordinaria, como caminar o subir escaleras, Relación con test no invasivos
Clase I no causa angina. La angina aparece ante esfuerzos
extenuantes, rápidos o prolongados en el trabajo o tiempo libre. Goldman et al6, validaron la clasificación CCS contra el tiem-
po de inicio de los síntomas o alteración en el ST durante
Ligera limitación de la actividad física ordinaria. La angina
aparece al caminar o subir escaleras rápido, subir cuestas o una prueba de esfuerzo, encontrando una concordancia entre
escaleras después de las comidas, o con frío o viento, o bajo ambos métodos de un 59%.
Clase II
estrés emocional o sólo en las horas siguientes a levantarse Permanyer-Miralda et al7, en un estudio de diseño similar, ob-
por la mañana. Puede caminar más de 2 manzanas y subir un
piso de escaleras a un ritmo y condiciones normales.
servaron que los pacientes asintomáticos (grado “0”) corrían
más tiempo pero sin encontrar diferencias entre las clases I-IV.
Marcada limitación de la actividad física ordinaria. La angina
Clase III aparece al caminar 1 ó 2 manzanas y al subir un piso de Kaul et al8, compararon la CCS con la Duke Activity Status
escaleras a un ritmo y condiciones normales. Index (DASI), una medida de la capacidad funcional del pa-
Incapacidad para realizar ninguna actividad sin discomfort. La ciente, basada en un auto-cuestonario que ha sido validado
Clase IV
angina puede aparecer en reposo. contra test objetivos como el consumo máximo de O2 en pa-
cientes con enfermedad coronaria9 (la puntuación va de 0 a
Como ocurre con la mayoría de las escalas utilizadas en la 58, con los máximos valores reflejando un mejor estado fun-
práctica clínica, la búsqueda de la brevedad y sencillez en cional). En este estudio se encontró una relación inversa entre
su aplicación conlleva limitaciones en varios aspectos del las clases I-III de la CCS y la puntuación del DASI (tanto global
sistema, que han sido objeto de crítica2, 5: como para cada una de las 12 preguntas de las que consta el
• La escala hace referencia a los síntomas que ocurren al cuestonario). Los pacientes en clase IV tenían similar puntua-
caminar o subir escaleras-cuestas, pero estos pueden ción en DASI que los de clase III. En definitiva, a mayor clase
ocurrir en otros contextos distintos. Por ejemplo, los pa- CCS menor score DASI (la dificultad para llevar a cabo las
cientes pueden tener angina después de levantarse por actividades de la vida diaria se incrementa significativamente
la mañana y no volver a presentarla durante el resto del con el incremento en la clase CCS).
día, a pesar de realizar esfuerzos iguales o superiores. Relación con enfermedad anatómica
A su vez, esta limitación se puede ver influenciada por Mientras que Sangareddi et al10, encontraron una escasa
factores tales como la edad, comorbilidad, estado mental, relación entre los hallazgos angiográficos y la severidad de
medicación concomitante y condiciones y forma físicas. la angina según la CCS (salvo para la enfermedad del tron-
• La clasificación de los pacientes puede ser distinta según co izquierdo, más frecuente en los pacientes clase IV), otros
el observador. Así, por ejemplo, un paciente que presenta como Hemingway et al11, sí encontraron una relación lineal
angina al subir un piso de escaleras (clase III) pero que (p<0.001) entre estas 2 variables, de tal forma que a mayor
es capaz de caminar 2 manzanas (clase II) puede ser cla- clase CCS mayor número de vasos afectos y peor función
sificado como angina clase II o III, o angina II-III. En este ventricular. Del mismo modo, a mayor clase CCS, mayor nú-
caso, por lógica, se seleccionaría el grado más alto. mero de angioplastias y bypass coronarios (p<0.001).
• La inclusión en la clase IV del criterio “la angina puede Relación con pronóstico
aparecer en reposo” puede ser inapropiada puesto que la A pesar de que el objetivo primario de la escala CCS es valo-
angina vasoespástica puede ocurrir en cualquier nivel del rar la severidad de los síntomas y la respuesta al tratamiento,
deterioro funcional, y, por tanto, pacientes que deberían y no actuar como un factor pronóstico (para lo cual debe-
clasificarse en la clase II o III pueden ser erróneamente mos basarnos en la información proporcionada por test más
considerados como clase IV cuando presentan angina de objetivos), diversos estudios han evidenciado una asociación
reposo. entre la severidad de la angina, la mortalidad8, 11 y el riesgo
• Por último, la sensibilidad de la escala para detectar cam- de infarto de miocardio11, manteniéndose dicha relación tras
bios mínimos, clínicamente relevantes, en un mismo pa- el ajuste por otras características basales del paciente (edad,
ciente (“responsiveness”) no ha sido evaluada. diabetes, hipertensión…).

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En vista a estos resultados, la escala CCS se considera ac- Can J Cardiol 2002;18:941-4
5. Dagenais GR. Can the Canadian Cardiovascular Society grading scale of angina in-
tualmente un método válido para predecir la presencia de en- fluence clinical management and predict outcomes? Can J Cardiol 2004;20:310.
fermedad coronaria en pacientes con angina estable y ayudar 6. Goldman L. et al. Comparative reproducibility and validity of systems for assessing
cardiovascular functional class: advantages of a new specific activity scale. Circula-
en la toma de decisiones acerca del tiempo óptimo para la tion 1981;64:1227-34.
angiografía y revascularización coronarias. 7. Permanyer-Miranda G, et al. Comparison of perceived health status and conventional
functional evaluation in stable patients with coronary artery disease. J Clin Epidemiol
Reproducibilidad 1991;44:779-86.
8. Kaul P, et al. Assesment of activity status and survival according to the Canadian
A pesar de que existe poca evidencia acerca de la reproduci- Cardiovascular Society angina classification. Can J Cardiol 2009;25(7):e225-31.
bilidad de la clasificación, los estudios en los que se ha tes- 9. Hlatky MA, Boineau RE, Higginbotham MB, et al. A brief self-administered question-
naire to determine functional capacity (The Duke Activity Status Index). Am J Cardiol
tado muestran una aceptable concordancia interobservador 1989;64:651-4.
(78-86%) a la hora de asignar la clase CCS6, 12. 10. Sangareddi V, et al. Canadian Cardiovascular Society Classification of effort angina:
am angiographic correlation. Coron Artery Dis 2004; 15:111-14.
Referencias 11. Hemingway H, et al. Prospective validity of measuring angina severity with Canadian
1. Campeau L. Grading of angina pectoris. Circulation 1976;54:522-3. Cardiovascular Society class: The ACRE study. Can J Cardiol 2004;20:305-9.
2. Cox J, Naylor D. The Canadian Cardiovascular Society grading scale for angina pec- 12. Christensen HW, et al. Observer reproducibility and validity of systems for clinical
toris: is it time for refinements? Ann Intern Med 1992;117:677-683. classification of angina pectoris: comparison with radionuclide imaging and coronary
3. Campeau L. The Canadian Society grading of angina pectoris revisited 30 years later. angiography. Clin Physiol Funct Imaging 2006;26:26-31.
Can J Cardiol 2002;18:371-9.
4. Dagenais GR, Armstrong PW, Théroux P, Naylor D. Revisiting the Canadian Cardio-
vascular Society grading of stable angina pectoris after a quarter of a century of use.

Angina Inestable: Braunwald


En 1989, Braunwald propuso su clasificación para la angina La angina inestable es una condición dinámica, de tal
inestable (AI) en un intento de facilitar la toma de decisiones, forma que un paciente puede encontrarse inicialmente en
ayudar en el diseño y evaluación de ensayos clínicos, elu- una clase y moverse a otra si se producen cambios en la
cidar pronósticos y desarrollar apropiadas estrategias para enfermedad subyacente o respuesta al tratamiento.
cada subgrupo.
Está basada en la severidad de la angina, las circunstancias Validez
clínicas en las que esta se produce, los cambios electrocardio- La utilidad clínica de la clasificación Braunwald como méto-
gráficos y la intensidad del tratamiento antianginoso (Tabla 1). do para estratificar el riesgo ha sido validada en numerosos
estudios prospectivos.
Tabla 1. Clasificación Braunwald de la angina inestable 1 A corto plazo, los subgrupos de las 4 categorías se relacio-
nan con diferentes pronósticos (tras el primer año, la tasa
Severidad de la angina
de eventos tiende a ser similar en todas las clases2, 3).
I. Angina severa de reciente comienzo (en los 2 últimos meses) o
acelerada (más frecuente, severa o duradera), sin dolor de reposo. • La angina aguda de reposo (clase III) y los episodios re-
II. Angina de reposo en el último mes, pero no en últimas 48 horas currentes de angina se asocian a un mayor riesgo de
(angina de reposo, subaguda). eventos tempranos4, 5. Miltenburg et al.6 encontraron que
III. Angina de reposo en las últimas 48 horas (angina de reposo, aguda).
los pacientes con angor de reposo presentaban un ma-
Circunstancias clínicas yor riesgo de progresión a IAM o muerte en el periodo
A. Angina secundaria. Se desarrolla en presencia de una condición intrahospitalario, con un mayor número de revasculariza-
extracardíaca que precipita o agrava la isquemia miocárdica (anemia, ciones (angioplastia o bypass). El predictor más potente
taquicardia, tirotoxicosis, hipotensión, hipoxemia…) de isquemia recurrente fue el tiempo transcurrido desde
B. Angina primaria. Se desarrolla en ausencia de una condición
el episodio previo. Tras un periodo libre de dolor de 48
extracardíaca que intensifique la isquemia.
C. Angina post-infarto. Pacientes que desarrollan angina inestable en las horas, la probabilidad de desarrollar un nuevo episodio de
2 semanas siguientes a haber sufrido un infarto de miocardio (IAM). dolor torácico se redujo de un 80% a <20%.
Intensidad del tratamiento previo a la angina • El antecedente de IAM en los 14 días previos (clase C) se
asocia a un mayor riesgo de muerte, IAM o necesidad de
1. En ausencia de tratamiento para la angina crónica estable.
2. Durante tratamiento para la angina estable (betabloqueantes, revascularización en los 6 meses siguientes al episodio7.
calcioantagonistas o nitratos a dosis convencionales). En el estudio de Bertolet et al8, por ejemplo, la mortalidad
3. A pesar de tratamiento antianginoso máximo, incluyendo nitratos al año de seguimiento fue significativamente mayor en
intravenosos. los pacientes con angina postinfarto que preinfarto (7.7
Cambios en el electrocardiograma vs 1.1%).
• Sin cambios en el segmento ST-T. • La presencia de alteraciones transitorias del segmento
• Con cambios en el segmento ST-T ST durante el dolor identifica a un subgrupo de pacien-
(ondas T negativas, depresión del ST). tes de alto riesgo, que posiblemente se beneficie de una

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revascularización temprana6, 9. Cohen et al10 observaron Referencias


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además que el número total de derivaciones con cambios 1. Braunwald E. Unstable angina: a classification. Circulation 1989;80:410-414.
2. Domburg R, et al. Unstable angina: good long-term outcome alter a complicated early
en el ST predecía la extensión del miocardio en riesgo. course. J Am Coll Cardiol 1998;31:1534-9.
• La necesidad de nitroglicerina intravenosa es un predictor 3. Bjessmo S, et al. Early and late mortality alter surgery for unstable angina in relation to
Braunwald class. Am Heart J 2001;141:9-14.
independiente de eventos cardíacos mayores intrahospi- 4. Gazes P, Mobley E, et al. Preinfarctional (unstable) angina –a prospective study- ten
talarios y muerte a los 6 meses6, 7, 9 year follow-up. Circulation 1973;48:331-335.
5. Murphy J, Connell P, Hampton J. Predictors of risk in patients with unstable angina
• Otro parámetro, no recogido en las categorías previas, admitted to a district general hospital. Br Heart J 1992;67:395-401.
pero que también parece asociarse a un peor pronóstico, 6. Miltenburg A. et al. Incidence and follow-up of Braunwald subgroups in unstable angina
es la elevación de los marcadores de daño miocárdico por pectoris. J Am Coll Cardiol 1995;25:1286-92.
7. Calvin J et al. Risk stratification in unstable angina. Prospective validation of the
debajo de los límites diagnósticos de infarto (<2 veces el Braunwald classification. JAMA 1995;273:136-41.
valor normal). Así, Hamm et al11, sugieren subdividir a los 8. Bertolet B et al. Unstable angina: relationship of clinical presentation, coronary artery
pathology and clinical outcome. Clin Cardiol 1993;16:116-22.
pacientes en clase IIIB a su vez en 2 subgrupos, aquellos
9. Owa M, Origasa H, Saito M. Predictive Validity of the Braunwald classification of uns-
que tienen la troponina T elevada y (Tpos) aquellos que table angina for angiographic findings, short term prognosis and treatment selection.
no la tienen (Tneg). El riesgo de muerte o IAM fue del 15- J Vasc Dis 1997;48:663-71.
10. Cohen M et al. Usefulness of ST-segment changes in ≥2 leads on the emergency
20% en los primeros y de <2% en los segundos. room electrocardiogram in either unstable angina pectoris or non-Q-wave myocardial
infarction in predicting outcome. Am J Cardiol 1991;67:1368-73.
Por otro lado, se ha descrito también una correlación entre 11. Hamm C, Braunwald E. A classification of unstable angina revisited. Circulation
la clase clínica y la anatomía coronaria evidenciada en los 2000;102:118-122.
estudios angiográficos. La angina aguda de reposo y la an- 12. Dangas G. et al. Correlation of Angiographic morphology and clinical presentation in
unstable angina. J Am Coll Cardiol 1997;29:519-25.
gina postinfarto suelen asociarse con lesiones complejas, 13. Ahmed W. et al. Relation between clinical presentation and angiographic findings in
no calcificadas y trombosis coronaria8, 9, 12, 15. unstable angina pectoris and comparison with that in stable angina. Am J Cardiol
1993;72:544-550.
Reproducibilidad 14. De Servi S. et al. Correlation between clinical and morphologic findings in unstable
angina. Am J Cardiol 1996;77:128-132.
La aplicabilidad clínica de la clasificación puede verse li- 15. Calton R. et al. Correlation of Braunwald´s clinical classification of unstable angina pec-
mitada por el hecho de que, en los estudios clínicos, mu- toris with angiographic extent of disease, lesion morphology and intraluminal throm-
bus. Indian Heart J 1998;50(3):300-6.
chos de los 54 subgrupos que de ella se derivan tienen un
reducido número de pacientes, lo que conlleva una gran
variabilidad en la estimación del riesgo7.

IAM: Killip
En 1967, Killip y Kimball describieron la evolución de 250 determinante de la supervivencia tras IAM8) y la clase de
pacientes con IAM categorizándolos en 4 clases (I, II, III y IV) Killip. Así, los pacientes en clase de Killip>1 tenían mayo-
en función de la presencia o ausencia de hallazgos físicos res volúmenes telesistólico y telediastólico en el momento
que sugirieran disfunción ventricular (Tabla 1). La mortalidad agudo, con tendencia a incrementarse durante el año de
diferenciando intrahospitalaria para cada una de ellas fue seguimiento. Los pacientes en clase 1 presentaban menor
del 6, 17, 38 y 81 %, respectivamente1. dilatación ventricular al diagnóstico y su fracción de eyec-
ción tendía a mejorar con el tiempo.
Tabla 1. Clasificación de Killip En el estudio GUSTO-I6 la clase de Killip se incluyó dentro de
los 5 factores que proporcionaron más del 90 % de la in-
Clase I Infarto no complicado. formación pronóstica para la mortalidad a los 30 días (edad,
Insuficiencia cardíaca moderada: estertores en bases hipotensión arterial sistólica, clase alta de Killip, taquicardia
Clase II
pulmonares, galope por S3, taquicardia.
y localización anterior del infarto).
Clase III Insuficiencia cardíaca grave: edema agudo de pulmón. Similares resultados se han obtenido para pacientes con
Clase IV Shock cardiogénico. síndrome coronario agudo sin elevación del ST en los que
la clasificación de Killip es también un poderoso predictor
Aunque estudios más recientes han demostrado una me- independiente de mortalidad por todas las causas a los 30
nor mortalidad global en estos pacientes, la clasificación de días y 6 meses (siendo el más poderoso el presentar un
Killip en el momento de la admisión del paciente con IAM Killip III/IV). La incidencia de IAM también está incremen-
sigue siendo un importante factor pronóstico a corto y largo tada aunque de forma menos prominente que la mortali-
plazo. Una mayor clase de Killip se asocia con mayor morta- dad. Nuevamente, los 5 factores descritos con anteriori-
lidad intrahospitalaria, a los 6 meses y al año2, 6. dad (sustituyendo la localización del infarto por depresión
Nesbovic et al.7 encontraron una correlación entre el vo- del ST) proporcionaron más del 70 % de la información
lumen telesistólico del ventrículo izquierdo (demostrado pronóstica9.

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Referencias 6. Rouleau JL et al. Myocardial infarction patients in the 1990s-their risk factors, stra-
tification and survival in Canada: The Canadian Assessment of Myocardial Infarction
1. Killip T, Kimball JT. Treatment of myocardial infarction in a coronary care unit. A two
(CAMI) study. J Am Coll Cardiol 1996 Apr;27(5):1119-27.
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7. Neskovic A, et al. Association of Killip class on admission and left ventricular dila-
2. DeGeare V, et al. Predictive value of the Killip classification in patients undergoing
tation alter myocardial infarction: a closer look into an old clinical classification. Am
primary percutaneous coronary intervention for acute myocardial infarction. Am J
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Cardiol 2001;87:1035-38.
8. Khot U, et al. Prognostic importante of physical examination for heart failure in non-
3. Parakh K, et al. Long-term significance of Killip class and Leith ventricular systolic
ST-elevation acute coronary síndromes. The enduring value of Killip classification.
dysfunction. Am J Med 2008;121:1015-18.
JAMA 2003;290:2174-81.
4. Gruppo Italiano per lo Studio della Streptochinasi nell’Infarto Miocardico. Effective-
9. Madias J. Killip and Forrester classifications. Should they be abandoned, kept, ree-
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valuated or modified? CHEST 2000;117(5):1223-26.
1986;11:397-401.
10. Werns S, Bates E, Arbor A. The enduring value of Killip classification. Am Heart J
5. Gruppo Italiano per lo Studio della Streptochinasi nell’Infarto Miocardico. Long-term
1999;137:213-5.
effects of intravenous thrombolysis in acute myocardial infarction: final report of the
GISSI study. Lancet 1987;2:871-4.

IAM: Forrester
La clasificación de Forrester (Tabla 1), descrita en 1976 y Existe controversia en cuanto a si la cateterización del co-
basada en la evaluación hemodinámica de 200 pacientes razón derecho proporciona algún beneficio en el manejo de
con IAM, asigna a los pacientes a 4 categorías (I, II, III y IV) en los pacientes con enfermedad crítica. Los que la defienden
función del índice cardíaco (IC) y la presión capilar pulmonar mantienen que la mortalidad objetivada con su uso puede
(PCP)1. La correlación entre las clases clínicas, basadas en ser consecuencia de la severidad de la enfermedad de los
la presencia de hipoperfusión periférica y congestión pulmo- pacientes a los que se aplica.
nar, y las clases hemodinámicas, fue de un 83%2. Con respecto a la clasificación de Killip, presenta como in-
convenientes su menor accesibilidad y el ser técnicamente
Tabla 1. Clasificación de Forrester más exigente, y como ventajas su mayor precisión y estabi-
lidad en el tiempo3.
Clases hemodinámicas
Clases clínicas
PCP(mm Hg) IC(l/min/m2) Referencias
1. Forrester J, et al. Medical therapy of acute myocardial infarction by application of
No congestión pulmonar ni hemodynamic subsets (first of two parts). N Engl J Med 1976;295:1356-62.
Clase I <15-18 >2.2
hipoperfusión periférica 2. Forrester J, et al. Correlative classification of clinical and hemodynamic function after
acute myocardial infarction. Am J Cardiol 1977;39:137-54.
Congestión pulmonar
Clase II >18 >2.2 3. Madias J. Killip and Forrester classifications. Should they be abandoned, kept, ree-
aislada valuated or modified? CHEST 2000;117(5):1223-26.
Hipoperfusión periférica
Clase III <15-18 <2.2
aislada
Congestión pulmonar e
Clase IV >18 <2.2
hipoperfusión

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Galicia Clin 2010; 71 (1): 31-36

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