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Traumatismo craneoencefálico

El traumatismo craneoencefálico ocupa el primer lugar por su de las lesiones craneoencefálicas, y plantea una estrategia clí-
frecuencia y gravedad entre la gran variedad de enfermedades nica que, en opinión de los autores, ha sido útil durante muchos
neurológicas; en Estados Unidos constituye la causa principal de años. En el capítulo 44 se señalan los aspectos propios de las
muerte en personas de 45 años y, de esa categoría, más de la lesiones de la columna, que a menudo coexisten con los trauma-
mitad da como resultado lesiones craneoencefálicas. De acuerdo tismos craneoencefálicos.
con la American Trauma Society, se calcula que cada año 500 000
estadounidenses son admitidos en los hospitales después de un
traumatismo cerebral; 75 000 a 90 000 de ellos mueren e inclusive
un número más grande, la mayoría jóvenes y de otra forma salu- DEFINICIONES Y MECANISMOS
dables, queda con incapacidades permanentes.
En caso de traumatismo craneoencefálico el problema básico El lenguaje que se utiliza para hablar de ciertos tipos de lesión
es a la vez simple y complejo: simple porque no suele haber difi- craneoencefálica difunde diversas concepciones erróneas here-
cultad para identificar la causa, es decir, un golpe en la cabeza, dadas de generaciones anteriores de médicos. Algunos térmi-
y complejo por el número de efectos retardados que pueden nos han proliferado en el vocabulario médico y han subsistido
complicar la lesión. En cuanto al propio traumatismo no puede mucho después de que fueron refutadas las ideas que intenta-
hacerse nada desde el punto de vista médico puesto que se ron plasmar, situación que denota las desventajas de la adopción
consumó ya antes de la llegada del médico a la escena del acci- prematura de vocablos explicatorios y no descriptivos. Por ejem-
dente. En el mejor de los casos éste puede valorar la extensión plo, el término conmoción que equivale al de concussion de lengua
total de la lesión cerebral inmediata, determinar los factores que inglesa, denota el sacudimiento violento del cerebro y una defi-
entrañan complicaciones y lesiones ulteriores, e instituir medi- ciencia funcional transitoria. A pesar de que se han planteado
das para evitar tales problemas adicionales. Sin embargo, de los muchas veces los cambios físicos en el interior de neuronas, axo-
desastrosos fenómenos intracraneales que pueden desencadenar nes o vainas de mielina (efectos de la vibración, formación de
una lesión craneoencefálica, algunos están dentro del campo de vacuolas intracelulares), ha sido difícil confirmar su existencia
acción del neurólogo y en ellos existen posibilidades de trata- en seres humanos y en animales de experimentación. De modo
miento. Técnicas nuevas de biología celular han permitido la semejante, el término contusión, que denotaría el magullamiento
identificación de aquellos que son ocasionados por la lesión de tejido cerebral sin solución de continuidad de su arquitec-
traumática de neuronas y de glia. Algunas de estas alteraciones tura histológica, se aplica de manera bastante indiscriminada a
pueden ser reversibles, pero hasta el momento los conocimientos diversos cuadros, de los cuales algunos no dependerían de un
al respecto son limitados. cuadro patológico de esta índole; por ejemplo “estado o sín-
Una concepción errónea común es que las lesiones craneoen- drome contusional menor”, expresión introducida por Wilfred
cefálicas son asuntos que competen sólo al neurocirujano y no al Trotter, quien criticó decididamente términos que “perpetuaban
médico general o al neurólogo. En realidad cerca de 80% de los una teoría falsa”.
traumatismos craneoencefálicos es visto primero por un médico En los intentos de analizar los mecanismos de lesiones cra-
general en una sala de urgencias y es probable que menos de neoencefálicas romas o no penetrantes, sobresale un hecho: en ellas
20% requiera intervención quirúrgica de alguna clase, y aun debe ocurrir la aplicación repentina de una gran fuerza física a
este número está en disminución. El neurólogo debe conocer en la cabeza. Si esta última no es golpeada, no se producirá lesión
detalle las manifestaciones clínicas y la evolución natural de las cerebral, salvo en casos raros del daño por latigazo violento en
lesiones encefálicas primarias y sus complicaciones, y conocer flexión-extensión del cuello, y en daños por explosiones, en que
a fondo sus mecanismos fisiopatológicos. Los conocimientos hubo un incremento extraordinario y repentino en la presión
en esa área deben ser actuales y aplicables inmediatamente, en atmosférica. En la medicina militar, las lesiones por estallamiento
particular porque guardan relación con la interpretación de las asumen enorme importancia y, en teoría, objetan muchos con-
tomografías computadorizadas (computed tomography, CT) y ceptos de pérdida del conocimiento en lesiones craneoencefá-
las imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance ima- licas cerradas; es decir, no surgen aceleración ni desaceleración
ging, MRI), métodos que han ampliado enormemente la capa- repentinas del cráneo, como se expone adelante. Los factores
cidad del clínico para abordar los traumatismos de ese tipo. El mecánicos de importancia en las lesiones mencionadas son la
capítulo presente se ocupa de los hechos sobresalientes, propios diferente movilidad de la cabeza y del cerebro, sostenidos por el

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Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  847

cuello; la compresión de la porción superior del tallo encefálico La relación entre la fractura de cráneo y la lesión del encéfalo se
que permite el desplazamiento de los hemisferios cerebrales, y ha visto desde una perspectiva cambiante a lo largo de la historia
la relación de zonas lesionadas del cerebro con tabiques durales de este tema. Durante la primera mitad del siglo xx las fracturas
y prominencias óseas. En lo que se refiere a las lesiones por con- dominaban el pensamiento de la profesión médica y se creía que
cusión, es importante destacar que todas las conmociones de ese las lesiones del encéfalo eran secundarias. Más tarde se supo que el
tipo entrañan la participación de una fuerza física que imparte cráneo, aunque rígido, tiene la suficiente flexibilidad para resis-
movimiento a la cabeza estacionaria o, con mayor frecuencia, una tir sin fracturarse un golpe que podría lesionar el encéfalo. Por
superficie dura que interrumpe el desplazamiento de la cabeza lo comentado, la presencia de una fractura, si bien puede ser un
en movimiento, es decir, la conmoción no aparece si la cabeza está índice aproximado de la fuerza a la que estuvo sometido el cerebro,
inmóvil. La desaceleración o aceleración repentina del cráneo es no constituye una medida infalible de la presencia de lesión de tal
el mecanismo de muchas lesiones craneoencefálicas en civiles y órgano (consúltense los comentarios sobre los signos anticipato-
se destacan por dos aspectos: a menudo inducen la inconsciencia rios que indicarían la presencia de anormalidades imagenológicas
temporal (como mínimo), y el encéfalo puede presentar daños de la conmoción). Incluso en lesiones craneoencefálicas mortales,
macroscópicos incluso si no hay penetración de la caja ósea, como en la necropsia se advierte que el cráneo estuvo intacto en 20 a
serían contusión, desgarro, hemorragia y edema. Sólo se ha plan- 30% de los casos. Por supuesto, muchas personas presentan frac-
teado de manera tentativa una teoría que integraría de manera turas de cráneo sin trastornos graves o duraderos de la función
coherente todos estos cambios neuropatológicos manifiestos y cerebral, y ello se debe en gran medida a que en la propia fractura
físicos y su relación con la pérdida transitoria del conocimiento se disipó la energía del golpe. Por esa razón, cabría esperar que la
(conmoción) y el coma duradero. difusión del impacto aplacaría la lesión cerebral de fondo.
A diferencia de las lesiones no penetrantes de la cabeza, los La tendencia moderna consiste en preocuparse sobre todo por
proyectiles de alta velocidad penetran el cráneo y su cavidad, y la presencia o la ausencia de lesión encefálica, más que por la
en raras ocasiones la caja ósea puede quedar comprimida entre propia fractura del cráneo. No obstante, las fracturas no pueden
dos fuerzas convergentes que aplastan el encéfalo sin desplazar menospreciarse sin comentarios adicionales por diversos moti-
en grado significativo la cabeza o el cerebro. En las circunstan- vos. En general se calcula que la lesión encefálica es cinco a 10
cias en cuestión, puede surgir daño grave e incluso mortal sin veces más frecuente con fractura del cráneo que sin ella y quizá
que la persona pierda inmediatamente el conocimiento. Los 20 veces más frecuente con las lesiones graves. Las fracturas asu-
principales cambios patológicos que las lesiones de estos tipos men importancia mayor como fenómenos que explican paráli-
producen son hemorragia, destrucción del tejido encefálico y, si sis de pares craneales, y también como vías potenciales para la
el paciente sobrevive durante cierto tiempo, meningitis o abs- penetración de bacterias y aire o la salida de líquido cefalorra-
ceso. Ofrecen pocas dificultades para el médico con conocimien- quídeo (fuga de líquido cefalorraquídeo [LCR]). En este sentido,
tos. Estos diversos tipos de lesiones craneoencefálicas se ilustran poseen importancia particular las que tienen lugar en la base del
en la figura 35-1. cráneo, y serán consideradas más adelante.

A
B

FIGURA 35-1.  Mecanismos de la lesión craneoencefálica.


A, Cráneo deformado por fórceps (lesión al nacimiento). B,
Herida por proyectil de arma de fuego del encéfalo. C, Caídas
(también accidentes de tránsito). D, Golpes sobre la barbilla
(“demencia pugilística”). E, Lesión de cráneo y encéfalo por C D
caída de objetos. (Con autorización de Courville.)
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Fracturas de la base del cráneo de cualquiera de estos signos demanda el estudio de CT de la


y lesiones de los pares craneales base del cráneo con el uso de ventanas de exposición ósea para
detectar una fractura.
Algunos de los principales sitios y direcciones de las fracturas La existencia de fracturas de la base del cráneo con frecuen-
de la base del cráneo se ilustran en la figura 35-2. Las posibili- cia se identifica por signos de lesiones de los pares craneales. El
dades de lesión de los pares craneales pueden percibirse con olfatorio, el facial y el vestibulococlear o auditivo son los que
facilidad en relación con dichas fracturas. Es difícil detectar están más expuestos a lesión, pero cualquiera, inclusive el XII,
las fracturas de la base del cráneo en las radiografías simples puede dañarse. Secuelas frecuentes de la lesión craneoencefálica,
y quizá no se les identifique en otras técnicas imagenológicas, en particular con caídas sobre la nuca, son la anosmia y la ageusia
pero el clínico debe sospechar siempre su presencia si aparecen aparente (en realidad la persona deja de percibir los aromas sin
algunos de sus signos característicos. La fractura del peñasco que haya deterioro de las modalidades elementales del gusto).
del temporal suele deformar el conducto auditivo externo o En la mayor parte de los casos la anosmia es permanente. Si es
desgarrar la membrana timpánica, con fuga de LCR (otorrea); unilateral el paciente probablemente no la perciba. Sin embargo,
en otros casos puede acumularse sangre por detrás de la mem- se piensa que las perturbaciones en cuestión provienen de un
brana timpánica intacta y transformar su color. Si la fractura se desplazamiento del cerebro y el desgarro de filamentos del ner-
extiende más hacia atrás y lesiona el seno sigmoideo, el tejido vio olfatorio en la lámina cribosa o junto a ella, a través de la cual
que está por detrás del oído y sobre la apófisis mastoides se cursan, y no necesariamente provienen de la fractura. La frac-
abulta y cambia de color (signo de Battle). La fractura de la tura en la silla turca o junto a ella puede ocasionar solución de
parte anterior de la base del cráneo puede hacer que se fugue continuidad del infundíbulo de la hipófisis y, como consecuen-
sangre hacia los tejidos periorbitarios, lo que imparte el aspecto cia, surgir diabetes insípida. En contadas ocasiones, la fractura de
facial característico de “mapache” u “oso panda”. La presencia ese tipo puede ocasionar hemorragia de un adenoma hipofisa-
rio preexistente y producir el síndrome de apoplejía hipofisaria
(véase cap. 31). Es posible que una fractura del hueso esfenoides
lacere el nervio óptico, con ceguera desde el inicio. La pupila
no reacciona al estímulo luminoso directo, pero aún lo hace al
estímulo luminoso sobre el ojo opuesto (reflejo cruzado). El disco
óptico se torna pálido, es decir, atrófico, después de un intervalo
de varias semanas. Las lesiones parciales del nervio óptico pue-
den ocasionar escotomas y visión borrosa.
La lesión completa del tercer par craneal (oculomotor) se caracte-
riza por ptosis y diplopía, divergencia de los globos en que el ojo
afectado permanece en abducción y moderada depresión; pér-
dida de los movimientos internos y gran parte de los verticales
del ojo y pupila fija midriática como se describe en el capítulo
13. La diplopía que empeora al dirigir la mirada hacia abajo y
por la basculación compensadora de la cabeza, sugiere daño del
VI par. Lepore, en una serie de 60 sujetos con lesión craneoence-
fálica, confirmó el hecho frecuente de que la parálisis del cuarto
par constituía la causa más común de diplopía y aparecía en un
solo lado con una frecuencia dos veces mayor que en ambos, y
en orden de frecuencia le seguía el daño de uno o ambos nervios
oculomotores, y en orden siguiente la parálisis unilateral o bila-
teral del VI par. Cinco de sus pacientes tenían parálisis que refle-
jaban lesión de más de un nervio y siete trastornos supranuclea-
res de convergencia. El trayecto subaracnoideo largo del cuarto
nervio suele explicar su lesión frecuente, pero este mecanismo
aún no se valida. Estos trastornos de los nervios óptico y oculo-
motor deben distinguirse de los causados por desplazamiento
del globo, que resultan de lesión directa de la órbita y de los
músculos oculomotores.
Las lesiones de las divisiones oftálmica y maxilar superior del ner-
vio trigémino pueden deberse a fractura de la base del cráneo a
través de la fosa craneal media o de traumatismo extracraneal
directo sobre las ramas de los nervios. Una secuela molesta de
las lesiones es la insensibilidad y las parestesias de la piel en que
se distribuye una rama nerviosa, o una neuralgia.
El nervio facial puede afectarse en una de dos maneras. En
la primera, relacionada con fracturas transversales a través
del peñasco del temporal, ocurre parálisis facial inmediata, tal
vez por sección del nervio. La anastomosis quirúrgica a veces
tiene buenos resultados en estas circunstancias. En el segundo
FIGURA 35-2.  Trayectoria de las líneas de fractura a través de la base tipo, más frecuente y vinculado con fracturas longitudinales del
del cráneo. Las flechas indican el punto de aplicación y la dirección de la peñasco del temporal, la parálisis facial se retrasa por varios
fuerza. (Tomada de Courville, con autorización.) días, una secuencia que puede interpretarse en forma errónea
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como progreso de la lesión traumática intracraneal. El segundo o muestra complicación con un episodio de meningitis, conviene
tipo suele ser transitorio y su mecanismo se desconoce. reparar el desgarro de la duramadre. No hay consenso en cuanto
La lesión del VIII par craneal (auditivo), por fracturas del al empleo profiláctico de antibióticos para evitar la meningitis
peñasco, origina pérdida de la audición, o vértigo postural y en caso de fuga del líquido cefalorraquídeo por las vías nasales,
nistagmo, inmediatamente después del traumatismo. Es impor- pero muchos cirujanos persisten en tal práctica, particularmente
tante diferenciar la hipoacusia que es consecuencia de daño de en niños.
nervios, de la pérdida de sonidos de tono alto por lesión del Después de fractura del cráneo o cualquier técnica neuroqui-
caracol y de la sordera causada por el paso de sangre al oído rúrgica extensa, surge a menudo un cúmulo de aire en la cavidad
medio y discontinuidad de la cadena de huesecillos (sordera craneal (aerocele). Tal cúmulo se advierte en tomografía compu-
por conducción). Así mismo, hay que diferenciar el vértigo del tadorizada, en el espacio epidural o subdural sobre la convexi-
mareo postraumático, manifestación muy frecuente que será dad cerebral o en una zona interhemisférica, e indica al clínico
expuesta en una sección ulterior. La fractura rara por el con- la posibilidad de que por tal vía penetren bacterias al cráneo.
ducto del hipogloso origina debilidad de un lado de la lengua. Los cúmulos pequeños de aire se absorben sin problemas, pero
No hay que olvidar que los golpes en la porción superior del un gran volumen puede actuar como masa y ocasionar deterioro
cuello también pueden ocasionar parálisis de los pares cranea- clínico después de lesión (neumocráneo a tensión; fig. 35-3). La
les más bajos, por lesión directa a sus extensiones periféricas o inhalación de oxígeno puro (100%) tiene efecto beneficioso, pero
como consecuencia de disección de la arteria carótida, en su seg- a veces se necesita aspirar el aire con una aguja si el cúmulo oca-
mento cervical o intracraneal. siona signos clínicos.
Las fracturas con depresión asumen importancia sólo si hay
desgarro de la duramadre subyacente o el hueso origina indenta-
Fístula carotídea-cavernosa ción y compresión del cerebro. En esta situación se hará repara-
La fractura de la base del cráneo a través del hueso esfenoides ción operatoria, de preferencia en las primeras 24 a 48 horas.
puede desgarrar la arteria carótida interna o una de sus ramas
intracavernosas. En horas o un día o dos se desarrolla exoftal-
Conmoción cerebral
mos pulsátil desfigurante conforme la sangre arterial entra en las
venas oftálmicas superior e inferior, que se vacían en el seno, y Se han publicado innumerables artículos sobre los mecanismos
las distiende. La órbita se siente tensa y dolorosa, y el ojo puede de la conmoción y el coma transitorio en lesiones craneoence-
quedar inmóvil de manera parcial o por completo a causa de la fálicas no penetrantes. Sobresalen ciertos hechos en relación
presión sobre los nervios oculomotores, que atraviesan el seno con estos trastornos: la conmoción, que significa parálisis trau-
(véase fig. 14-4). El sexto nervio se afecta más a menudo y el mática reversible de la función nerviosa, siempre es inmediata (no
tercero y el cuarto con menor frecuencia. Así mismo, la visión
puede desaparecer como consecuencia de isquemia del nervio
óptico y la retina; en la deficiencia visual, factores adicionales
son la congestión de las venas retinianas y el glaucoma. Entre 5
y 10% de las fístulas se resuelve de manera espontánea, pero las
restantes deben obliterarse por medio de radiología de interven-
ción (inserción de un globo desprendible insertado en la punta de
un catéter por vía transfemoral) o reparación quirúrgica directa
de la fístula (consúltese Stern).
No todas las fístulas carotideocavernosas son traumáticas. En
ocasiones ocurren con la rotura de un aneurisma sacular intraca-
vernoso o en la enfermedad de Ehlers-Danlos, en la que el tejido
conjuntivo es defectuoso; en otros casos no puede encontrarse
una causa.

Neumocefalia, aerocele y rinorrea


(fuga de líquido cefalorraquídeo)
Si la piel sobre una fractura de cráneo se lacera y las menin-
ges subyacentes se desgarran o si la fractura atraviesa la pared
interna de un seno paranasal, las bacterias pueden entrar en la
cavidad craneal, con meningitis o abscesos resultantes. Además
puede fugarse LCR hacia el seno y presentarse como una des-
carga acuosa de la nariz (rinorrea de LCR). El líquido que mana
por las fosas nasales se identifica a veces como cefalorraquídeo,
al buscar en él glucosa con una cinta colorimétrica para diabe-
tes (el moco no tiene glucosa), por la presencia de fluoresceína
o un colorante marcado con radionúclidos que se inyecte en el
espacio subaracnoideo lumbar y que se le absorbe con aplica-
dores colocados en la cavidad nasal. Muchos casos en que hay FIGURA 35-3.  CT posoperatoria de un neumocráneo a tensión (aero-
salida aguda del líquido cefalorraquídeo son autorremitentes, cele) que causó somnolencia progresiva y requirió aspiración para su
es decir, curan por sí solos. El proceso se facilita a veces por la remoción. El aire se evidencia como una acumulación de densidad muy
colocación de un dren lumbar permanente. Si el cuadro persiste baja que comprime los lóbulos frontales.
850   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

se retrasa ni por unos segundos). Los efectos de la conmoción mecanismo convulsivo-de conmoción). Ninguno de los mecanis-
sobre el funcionamiento del encéfalo pueden persistir un tiempo mos mencionados ha explicado en detalle las conmociones des-
variable (segundos, minutos, horas o más). Establecer límites pués de lesiones por estallamiento, grave problema en medicina
arbitrarios a la duración de la pérdida del conocimiento (es decir, militar. Como se menciona en los párrafos introductorios, el sín-
considerar la pérdida breve como indicación de conmoción y la drome quizá reaviva la idea de que las ondas de choque cursan
prolongada como indicativa de contusión u otra lesión encefá- por el cerebro y perturban la función nerviosa sin desplazar los
lica traumática, según lo proponen diversos escritos médicos) hemisferios cerebrales, y también el impacto que se ejerce en la
resulta ilógico y carente de bases fisiológicas. Como destacó formación reticular del mesencéfalo.
Symonds, cualquier diferencia de esa índole es cuantitativa, Los movimientos de rotación del cerebro comentados serían
no cualitativa (consúltense Ropper y Gorson). A pesar de ello, una explicación razonable de la aparición de lesiones superfi-
en las fases más duraderas del estupor o del coma surge una ciales en puntos específicos, es decir, el punto en que el cerebro
posibilidad mucho mayor de detectar hemorragia y contusión, en rotación entra en contacto con prominencias óseas del inte-
que indudablemente contribuyen a la persistencia del coma y rior del cráneo (bordes petroso y orbitario, alas del esfenoides),
la posibilidad de cambios irreversibles. Por último, la situación y lesiones del cuerpo calloso, comprimido contra la hoz del
óptima para que se genere la conmoción, demostrada original- cerebro.
mente por Denny-Brown y Russell es un cambio repentino en Los criterios sobre el sitio y los mecanismos de la conmoción
el impulso o momento de la cabeza, es decir, cualquier movi- no han sido aceptados unánimemente, pero han sido reforzados
miento que imparte el golpe a la cabeza fija, o el movimiento de por otras observaciones fisiológicas. Foltz y Schmidt, en 1956,
la cabeza queda detenido por una superficie dura no flexible. sugirieron que el sitio anatómico en que se producía la lesión
Los dos tipos anteriores de lesiones romas o no penetrantes de la por conmoción era la formación reticular de la zona alta del tallo
cabeza reciben los nombres de por aceleración y por desaceleración, encefálico. Demostraron que en el mono conmocionado, no se
respectivamente. alteraba la transmisión sensitiva por los lemniscos a través del
El mecanismo de “parálisis cerebral” por conmoción ha sido tallo encefálico, pero que su efecto para activar la formación
interpretada en diversas formas en la historia de la medicina, reticular quedaba bloqueado y que la actividad eléctrica de la
según el estado y conocimientos en un lapso particular. Las hipó- zona media de dicha formación mostraba depresión por mayor
tesis favorecidas durante la mayor parte de los últimos 100 años tiempo y con mayor intensidad que la observada en la corteza
fueron “vasoparálisis” (sugerida por Fischer en 1870) o deten- cerebral.
ción de la circulación por incremento instantáneo de la presión Como aspecto adicional, Strich (1961) describió los signos
intracraneal (mecanismo propuesto por Strohmeyer en 1864 y neuropatológicos de individuos que fallecieron meses después
popularizado por Trotter en 1932). Jefferson refutó de manera de presentar lesiones craneoencefálicas intensas y romas que
convincente estas hipótesis vasculares en su ensayo acerca de la originaron coma inmediato y duradero. En todos los casos de
naturaleza de la conmoción cerebral (1944); más tarde Shatsky et su serie, en que no se detectaron signos de fractura craneal,
al., que se valieron de cineangiografía de alta velocidad, demos- hipertensión intracraneal ni hemorragia subaracnoidea mani-
traron el desplazamiento de los vasos pero no el paro de la circu- fiesta, la autora observó una degeneración desigual pero difusa
lación precisamente después del impacto. de la sustancia blanca cerebral, y ello constituyó la base de la
A partir de los trabajos de Denny-Brown y Russell en 1941, noción del cizallamiento axónico difuso. En casos de personas
los factores físicos que participan en las lesiones de la cabeza y que no vivieron más de seis semanas, observó la aparición de
el encéfalo se sujetaron a un análisis cuidadoso. Estos autores vacuolas e interrupción de los cilindroejes. Los datos anteriores
demostraron, en el mono y en el gato, que ocurría conmoción más tarde fueron confirmados y ampliados por Nevin, Adams
cuando la cabeza en movimiento libre chocaba con un mate- et al. (1982) y por Gennarelli et al., y el último de los grupos
rial denso y pesado. Si se impedía que la cabeza se moviera al mencionados también estudió monos. Un dato interesante
momento del impacto, el mismo grado de fuerza fallaba siem- es que en muchos de los casos anteriores y en los publicados
pre para producir conmoción. Gennarelli et al. corroboraron por Jellinger y Seitelberger, hubo más lesiones en la región del
la importancia del movimiento de la cabeza; indujeron la con- sistema de activación reticular y pequeñas zonas de malacia
moción en primates por la aceleración rápida de la cabeza que hemorrágica en el cuerpo calloso, en los pedúnculos cerebe-
se movía libremente, sin impactos, situación que raramente se losos superiores y en el techo dorsolateral del mesencéfalo.
observa en los humanos. Strich (1956) interpretó que las lesiones extensas en la sus-
Holbourn, físico de Cambridge, en un estudio de modelos tancia blanca, de los hemisferios y de la porción superior del
de gelatina en situaciones que remedaban el traumatismo cra- tallo encefálico, constituían degeneración de fibras nerviosas
neoencefálico, dedujo que cuando la cabeza recibe el golpe, el distendidas o desgarradas por las fuerzas de cizallamiento des-
movimiento del encéfalo parcialmente comprimido pero aún encadenadas durante la aceleración rotativa de la cabeza como
suspendido siempre se retrasa (por la inercia), pero inevitable- Holbourn había planteado antes. La autora sugirió que si se
mente el encéfalo termina por desplazarse y al hacerlo debe distendían las fibras nerviosas y no se desgarraban, las lesiones
rotar en un arco, por los medios de fijación que tiene con el cue- podían ser reversibles e intervenir parcialmente en el meca-
llo. Ommaya y Gennarelli (1974) corroboraron la verdad de tal nismo de la conmoción. Symonds abundó más en esta idea y
suposición al fotografiar el cerebro en un cráneo transparente, planteó que las fuerzas de cizallamiento, llevadas al máximo
en el momento del impacto. En esta situación el encéfalo quedó en el punto en que rotaban los hemisferios cerebrales sobre el
sometido a grandes fuerzas desencadenadas por las de tipo rota- tallo encefálico relativamente fijo, eran la explicación de la con-
tivo, básicamente en el plano sagital, centrados en el punto de moción. La ampliación del concepto de Strich de que la lesión
compresión en la porción alta del mesencéfalo. El mecanismo axónica difusa en toda la sustancia blanca cerebral era la causa
de torque a nivel de la formación reticular superior explicaría la principal de la inconsciencia persistente, ha sido adoptada en
inconsciencia inmediata, como se describirá. Shaw realizó una forma amplia. Sin embargo, incluso los partidarios de la lesión
revisión extensa y erudita de los aspectos fisiopatológicos de axónica difusa como efecto inmediato importante del daño
la conmoción (los autores no concuerdan con su criterio de un encefálico grave, han observado que casi siempre aparecieron
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  851

lesiones en el tálamo en casos de coma duradero o de estado nos patológicos fue la base que se sustentó para la idea de que
vegetativo persistente (Adams et al., 2000). las lesiones cerebrales comprendían en gran medida contusiones,
hemorragias y la necesidad de operar urgentemente; ello no sería
Manifestaciones clínicas de la conmoción válido, ante el hecho de que algunos enfermos viven y se recu-
peran excelentemente de lesiones craneoencefálicas que tienen la
En su forma florida, los signos característicos de la lesión por misma intensidad clínica (o casi) que las letales. Sobre tal base,
conmoción son la anulación inmediata de la conciencia, la lo único que se puede concluir es que muchos de los síntomas
supresión de reflejos (la persona cae al suelo, si está de pie), inmediatos de la lesión craneoencefálica grave dependen, cuando
la detención transitoria de la respiración, un lapso breve de bra- menos en parte, de modificaciones histológicamente invisibles y
dicardia y disminución de la tensión arterial, después de un funcionales perfectamente reversibles.
incremento momentáneo de ella al suceder el impacto. En raras Es importante conceder importancia a los efectos de las con-
ocasiones, si todas las anormalidades anteriores son lo suficien- tusiones, desgarros, hemorragias, edema localizado, necrosis de
temente intensas, el sujeto puede fallecer en el momento del sustancia blanca y hernias hísticas, porque quizá ellos causen
impacto, quizá por paro respiratorio. En su forma más benigna o contribuyan a muchas de las muertes después de la lesión.
no hay pérdida del conocimiento ni colapso y sólo un periodo Se observa que la mayoría de los enfermos que permanecen
breve de desorientación estuporosa y amnesia, durante las cua- en coma por más de 24 h después de una lesión de ese tipo,
les el sujeto aparentemente es normal (en lo externo). Los sig- tienen hematomas intracerebrales. De las lesiones en cuestión,
nos vitales suelen normalizarse y estabilizarse en unos cuantos las más importantes son las contusiones en la superficie del cere-
segundos mientras el paciente permanece sin conocimiento. bro más allá del punto de impacto (lesión por golpe), y los des-
Inmediatamente después de la pérdida del conocimiento pue- garros y contusiones a veces más amplios en el lado contrario
den presentarse extensión tónica breve de las extremidades, al sitio del impacto (lesión por contragolpe), como se señala en la
movimientos convulsivos clónicos que duran alrededor de 20 s figura 35-4. Los impactos en la frente (de la cabeza) pueden ori-
y otros movimientos peculiares (consúltese McCrory et al.). ginar más bien lesiones por golpe, en tanto que aquellos que se
Es probable que estas “convulsiones conmocionantes” tengan ejercen en la nuca pueden originar predominantemente lesiones
poca importancia y aún no se demuestra que confieran un por contragolpe. Los golpes sobre un lado de la cabeza causan
riesgo mayor de crisis convulsivas futuras. McCrory et al. iden- lesiones por golpe, por contragolpe o de ambas clases. Indepen-
tificaron un vínculo entre movimientos convulsivos motores e dientemente de la parte que recibió el impacto, los sitios frecuen-
impacto facial, y los autores observaron esta característica dos tes de las contusiones del encéfalo son los lóbulos frontales y
veces en adolescentes que chocaron cuando perseguían una temporales, como se ilustra en las figuras 35-4 y 35-5. La inercia
pelota. Los reflejos plantares son transitoriamente extensores. del encéfalo maleable (que lo hace volar contra el lado del cráneo
Después de un lapso variable la víctima comienza a despe- que se golpeó, apartarse de manera violenta del lado contralate-
rezarse y abre los párpados. Reaparecen los reflejos corneal, ral y girar contra los promontorios óseos dentro de la cavidad
faríngeo y cutáneos, disminuidos originalmente, y al aplicar craneal) explica el tipo de golpe y contragolpe. El estado hasta
estímulos dolorosos a las extremidades, éstas se retiran. Poco a cierto punto indemne de los lóbulos occipitales en las lesiones
poco el sujeto se pone en contacto con el entorno y comienza por golpe y contragolpe encuentra su explicación en la superficie
a obedecer órdenes sencillas y contestar correctamente a pre- interior lisa de los huesos occipitales y el tentorio subyacente,
guntas simples. No hay recuerdos de este lapso; el sujeto puede como lo señala Courville.
entablar una conversación que no recordará. Por último, la El área contusa de la corteza está tumefacta y hemorrágica
recuperación neurológica es total y corresponde al momento de manera difusa, y la mayor parte de la sangre se encuentra
en que la víctima puede tener recuerdos consecutivos de sus alrededor de los vasos parenquimatosos. En la CT se advierten
experiencias corrientes. las lesiones en la forma de regiones edematosas de la corteza y
Puede ser de segundos o minutos, horas o tal vez días, el lapso la sustancia blanca subcortical, mezcladas con zonas de mayor
necesario para que el individuo supere estas fases de la recupe- densidad que representan la fuga de sangre (fig. 35-6). Los pun-
ración; de nuevo, entre los extremos, al parecer sólo se detec- tos hemorrágicos pueden coalescer y generar la imagen de un
tan diferencias cuantitativas. Para el observador, la víctima está solo coágulo en la corteza y la sustancia blanca vecina. La predi-
comatosa únicamente desde el momento de la lesión hasta que lección de estas lesiones por las coronas de las circunvoluciones
abre los párpados y comienza a hablar; sin embargo, para ella, atestigua su origen traumático (el encéfalo es lanzado contra el
el periodo de inconsciencia desde una perspectiva limitada, va cráneo suprayacente) y las distingue de las lesiones vasculocere-
desde el momento anterior a la lesión (amnesia retrógrada) hasta el brales y otras lesiones cerebrales.
momento en que puede tener recuerdos consecutivos al final del En casi todos los casos de traumatismo craneoencefálico grave
periodo de amnesia anterógrada. La duración de la amnesia, en ocurre lesión del cuerpo calloso por impacto contra la hoz cere-
particular de la anterógrada, refleja la intensidad de la lesión por bral; la necrosis y la hemorragia a veces son visibles en el estudio
conmoción. La noción de que el “embotamiento” momentáneo de CT y puede notarse que se extienden hacia la sustancia blanca
representa el grado mínimo de conmoción, parece válida, pero adyacente (fig. 35-7). Además puede haber hemorragias dise-
no se sabe si comparte el mismo mecanismo con la conmoción minadas en la sustancia blanca a lo largo de las líneas de fuerza
más manifiesta y la inconsciencia. desde el punto de impacto hasta el aspecto contralateral. La lesión
de esta intensidad a veces se acompaña de zonas de degenera-
Cambios patológicos que surgen ción de sustancia blanca, del tipo descrito por Strich (1961). La
degeneración mencionada puede ser extraordinariamente difusa
en la lesión craneoencefálica intensa sin una relación neta con lesiones destructivas focales, aunque es
A diferencia de la conmoción, en casos mortales de lesión craneo- difícil diferenciarla de la degeneración walleriana secundaria. Los
encefálica por lo común surgen contusión, hinchazón o desgarro datos de investigaciones con resonancia magnética, como las de
del tejido cerebral, hemorragias meníngeas o intracerebrales y las series de Kampfl et al., sugieren que la base del estado vegeta-
también lesiones por hipoxia-isquemia. La intensidad de los sig- tivo persistente pudiera ser la lesión axónica difusa. Sin embargo, en
852   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

A B

E
FIGURA 35-4.  Mecanismos de la contusión cerebral.
Las flechas denotan el punto de aplicación y la direc-
ción de la fuerza; las zonas color azul oscuro señalan
el sitio de la contusión. A, Contusión frontotemporal
después de lesión frontal. B, Contusión frontotem-
poral después de lesión occipital. C, Contusión del
lóbulo temporal por lesión contralateral. D, Contu-
sión frontotemporal como consecuencia de daño de
la región temporooccipital contraria. E, Contusión
temporooccipital mesial difusa ocasionada por un
golpe sobre la bóveda craneal. (Tomada de Courville,
C D con autorización.)

casi todos los pacientes de lesión craneal grave y coma duradero fuerza mayor del torque, y los autores se inclinan porque estas
que atendieron los autores, se observaron zonas importantes de últimas son las de mayor importancia en casi todos los casos de
lesión junto a las de isquemia y hemorragias antiguas en el mesen- coma persistente y estado vegetativo (Ropper y Miller). Lo ante-
céfalo y la zona subtalámica, es decir, en zonas que recibieron la rior también fue válido en los casos de coma persistente descritos

C
FIGURA 35-5.  Distribución de contusiones que
resalta la distribución frontal y frontotemporal en 40
casos de necropsias consecutivas reunidos por Cour-
B ville. (Tomada de Courville, con autorización.)
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  853

por Jellinger y Seitelberger. Un punto notable fue que las lesiones


profundas mencionadas coincidieron con el sitio planteado de
parálisis reversible por conmoción. En otras palabras, en opinión
de los autores, no hay certeza en cuanto a atribuir el coma persis-
tente y el estado vegetativo a la lesión axónica difusa.
Las hemorragias primarias del tallo encefálico se diferencian
de las secundarias porque son consecuencia de los efectos del
desplazamiento descendente del tallo mencionado. Duret origi-
nalmente destacó que estas hemorragias secundarias se situaban
en el bulbo, pero el término hemorragia de Duret ha terminado por
denotar y abarcar a todas las hemorragias del tallo comentado
cuando existe un efecto “de masa” que deforma dicha estructura.
Además de las contusiones y las hemorragias de tipo extra-
dural, subdural, subaracnoideas e intracerebrales, las lesiones
no penetrantes de la cabeza inducen grados variables de edema
vasógeno que se intensifica en las primeras 24 a 48 h, y a veces
zonas pequeñas de infarto como consecuencia del espasmo vas-
cular causado por la sangre subaracnoidea que rodea los vasos
de la base del cráneo. No hay consenso en cuanto a la frecuen-
cia e importancia del infarto cerebral. En un estudio imagenoló-
gico retrospectivo hecho por Marino et al. se observó que 17 de
89 pacientes mostraron accidentes vasculares después de lesión
craneoencefálica moderada o intensa. Muchos se situaban en la
distribución de una rama principal o un vaso cerebral perforante
o un territorio “limítrofe”. La presencia de hipertensión intracra-
neal se vinculó con una mayor incidencia de infección. Marma-
rou et al. demostraron que la hinchazón cerebral después de lesión
craneoencefálica esencialmente es el resultado del edema y no del
FIGURA 35-6.  Estudio de CT sin infusión de contraste que muestra aumento del volumen sanguíneo cerebral, como se planteó desde
áreas de contusión hemorrágica adyacentes a salientes óseas. También se hace mucho. En los niños y en algunos adultos el edema mencio-
observa un poco de sangre subaracnoidea a lo largo del tentorio y en la nado puede ser tan intenso y masivo, que en ocasiones origina
cisterna insular, típico de hemorragia traumática. compresión secundaria del tallo encefálico.

FIGURA 35-7.  Estudio de CT (izquierda) y MRI (derecha) de un paciente con lesión axónica difusa. Se observan múltiples áreas hemorrágicas pequeñas
(una de la cuales se indica con la flecha negra) en la sustancia blanca encefálica. La MRI destaca la pequeña cantidad de sangre en estas lesiones. Asi-
mismo se muestra una contusión en el lóbulo temporal anterior (flecha blanca), que suele acompañar a la lesión axónica de tipo profundo, y sangre en
el ventrículo.
854   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

perdió el conocimiento sólo unos cuantos segundos o minutos, la


DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DEL SUJETO recuperación quizá ya se completó o la víctima pasa por alguna de
CON LESIÓN CRANEOENCEFÁLICA las etapas de la recuperación parcial que se describió. A pesar
de que sus funciones psíquicas son nítidas, no recuerda hechos
En circunstancias ordinarias el médico que atiende por primera vez que antecedieron y ocurrieron después de la lesión.
a un enfermo con una lesión no penetrante de la cabeza advierte En muchos de los casos de este tipo, conviene una evaluación
que afronta tres situaciones clínicas y que debe abordar cada una breve en busca de la claridad mental, la debilidad, anormalidades
de manera diferente. Por lo regular se puede evaluar y clasificar al oculares y la búsqueda de signos de Babinski, aunque casi no se
paciente con arreglo a los datos de su estado psíquico y neuroló- necesita la consulta extensa con el neurólogo ni la hospitaliza-
gico, en el primer contacto y a intervalos subsiguientes después del ción, a condición de que se cuente con un pariente responsable
accidente. La Escala de Coma de Glasgow se utiliza como referencia que señale cualquier modificación del estado clínico. Solamente
rápida para tal finalidad (cuadro 35-1). Registra tres aspectos de la en un grupo pequeño de los pacientes mencionados, en particu-
función del sistema nervioso: abertura de ojos, respuesta verbal y lar los que tardaron algún tiempo para recuperar el conocimiento
respuesta motora a estímulos. Incluye una puntuación que es una o que quedan con cefalea intensa, tienen vómito o una fractura de
suma y una cifra máxima de 15; la puntuación de siete o menos cráneo, surgirá el peligro notable de hemorragia intracerebral u
refleja traumatismo grave y estado clínico insatisfactorio; ocho a otras complicaciones tardías.
12, lesión moderada, y cifras más altas, lesión de poca intensidad. No se ha dilucidado el dilema de practicar algún estudio ima-
Las puntuaciones de la escala guardan correspondencia, a gran- genológico de la cabeza sistemáticamente en tales pacientes. En
des rasgos, con los desenlaces de la lesión craneoencefálica, como una sociedad propensa a litigios y demandas, el médico obtiene
se expone más adelante, pero su utilidad principal reside en regis- orientación por la práctica de algunas formas de estudios ima-
trar los cambios sucesivos en el estado clínico de la víctima, con un genológicos, y la tomografía computadorizada se ha utilizado
instrumento duplicable y de fácil aprendizaje. en vez de la radiografía de cráneo. Jennett estima que sólo hay
una posibilidad entre 1 000 de que ocurra hemorragia intracra-
neal (extradural) si no se observa fractura y el individuo conserva
Las personas conscientes o que recuperan
la mente clara. Dicho investigador sostiene que se incrementa a
rápidamente el conocimiento (conmoción uno en 30 pacientes con una fractura; pero la mayor parte de los
y lesión craneoencefálica menor) estudios, como el de Lloyd et al., encontró que la presencia de una
La entidad comentada es la que más a menudo atiende el clínico. A fractura de cráneo en niños es un indicador hasta cierto punto
grandes rasgos, en dicha categoría se incluyen dos grados de per- deficiente de lesión intracraneal. En la actualidad surge la priori-
turbaciones funcionales. En la primera, la persona no estaba incons- dad del costo-eficacia de estudios complementarios y por ello se
ciente totalmente, pero mostraba un embotamiento momentáneo, ha hecho un análisis considerable de los criterios que justifican la
“vio estrellitas” o tiene desorientación breve. La lesión no tiene práctica de una tomografía computadorizada del cráneo después
significación si se le juzga en términos de vida o muerte y daño de formas menores de traumatismo craneoencefálico. Los autores
cerebral, aunque como será destacado adelante, existe la pequeña por lo común recomiendan la práctica de dicha técnica en casos
posibilidad de que haya fractura de cráneo o la aparición ulterior de lesión craneoencefálica en la cual hubo inconsciencia duradera
de un hematoma epidural o subdural. Además, es muy posible (más de 1 min), cefalea intensa y persistente, náusea y vómito,
que surja un síndrome postraumático molesto que incluye cefalea, un estado de confusión y cualquier signo neurológico objetivo y
inquietud, fatiga fácil, insomnio y nerviosismo poco después de la nuevo, pero hay que admitir que se trata de criterios arbitrarios.
lesión o en término de días de ocurrida. El problema se expone en El estudio de CT puede ser en particular importante en pacientes
mayor detalle en una sección ulterior. En el caso en que la persona de edad avanzada con un traumatismo menor de la cabeza, en
quienes tal vez no sea factible predecir la presencia de una lesión
intracraneal (sobre todo un hematoma subdural) por los signos
Cuadro 35-1 clínicos. Sin embargo, en niños suele ser aconsejable llevar a cabo
los estudios en forma más liberal. Los resultados de un estudio
Escala de Coma de Glasgow (la puntuación total
de 215 niños con traumatismo menor de la cabeza realizado por
se usa para la valoración y el pronóstico seriados)
Simon et al. subrayan este hecho; no obstante 34 niños sin pérdida
Ojos abiertos conocida del conocimiento y una calificación de la Escala de Coma
Nunca 1 de Glasgow de 15 mostraron lesiones intracraneales, aunque sólo
Al dolor 2 tres requirieron cirugía. Algunos estudios en adultos han apor-
A los estímulos verbales 3
De manera espontánea 4
tado orientación general para seleccionar a los pacientes que se
someterán a la tomografía (“New Orleans Criteria” y “Canadian CT
Mejor respuesta verbal
Head Rule”; consúltese el cuadro 35-2). Incluyen signos sensibles
No hay respuesta 1 aunque no específicos de lesión intracraneal, como tener más de
Sonidos incomprensibles 2
Palabras inapropiadas 3 60 años de vida, intoxicaciones, amnesia retrógrada que duró más
Desorientado y conversa 4 de 30 min, sospecha de fractura de cráneo, convulsiones, anticoa-
Orientado y conversa 5 gulantes y el mecanismo peligroso de la lesión, que son razones
Mejor respuesta motora extraordinariamente manifiestas para emprender estudios image-
No hay respuesta 1 nológicos (consúltense Smits et al. y Stiell et al.). Para orientación
Extensión (rigidez de descerebración) 2 del lector se incluyen dos esquemas validados que son útiles en la
Flexión anormal (rigidez de descorticación) 3 decisión de practicar la tomografía computadorizada en el depar-
Flexión de retirada 4 tamento de urgencias; son pautas generales con una sensibilidad
Localiza el dolor 5
Obedece 6 bastante grande en lo que se refiere a lesiones importantes en la
tomografía, pero su sensibilidad es poca. Estos puntos y otros
Total 3-15
similares se abordan en la revisión de Ropper y Gorson.
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  855

Cuadro 35-2 similar en 4% de niños con lesiones craneoencefálicas leves, pero


también admitieron que para ello no había explicación. Los auto-
Normas de decisión de Nueva Orleáns y Canadá res de este texto piensan que quizá se trate de una forma grave
para la práctica de CT después de conmoción de síndrome vasodepresor. En párrafos siguientes los autores se
Criterios de Nueva Orleánsª-Escala de Coma de Glasgow de 15 ocuparán de la variante más grave del colapso tardío después de
Cefalea lesión craneoencefálica en el apartado de “Conmoción seguida
Vómitos de intervalo lúcido y daño cerebral grave”.
Más de 60 años de edad
Intoxicación por drogas o alcohol Somnolencia, cefalea y confusión  El síndrome en cuestión
Amnesia anterógrada persistente (déficit en la memoria a corto afecta más a menudo a niños, quienes después de minutos u
plazo) horas de ocurrida la lesión, conmocional o no, al parecer no recu-
Signos de traumatismo de partes blandas o lesión ósea a nivel peran el estado previo. Están acostados, somnolientos, refieren
supraclavicular dolor de cabeza y pueden vomitar, manifestaciones que sugieren
Convulsiones
la presencia de hemorragia epidural o subdural. En la resonancia
Normas canadienses para la práctica de CT de la cabezab-Puntuación
magnética se identifica a veces edema focal leve cerca del punto
de 13 a 15 en la Escala de Coma de Glasgow
Pacientes de 16 años y mayores de impacto. Por lo regular no hay fractura de cráneo, pero como
Gran riesgo de la intervención quirúrgica han destacado Nee et al., el vómito se vincula con un incremento
Menos de 15 puntos en la Escala de Coma de Glasgow, en en la incidencia de fractura de cráneo y en las normas de CT de
término de 2 h de practicada la cirugía Nueva Orleáns y Canadá (New Orleans and Canadian CT rules), el
Sospecha de fractura abierta o deprimida del cráneo vómito constituye un factor de peligro de que exista hemorra-
Cualquier signo de fractura de la base del cráneo gia intracraneal (véase el cuadro 35-2). Los síntomas ceden des-
Dos episodios o más de vómitos pués de horas, lo cual denota la naturaleza benigna del problema
Edad mayor de 54 años en muchos casos, pero prácticamente no existe la necesidad de
Riesgo moderado de lesión cerebral detectado por CT
emprender alguna forma de estudios imagenológicos cerebrales.
Amnesia retrógrada durante 30 min o más
Mecanismo peligroso
Paraplejía, amaurosis y fenómenos migrañosos transitorios 
a
  Con autorización de Haydel y colaboradores. En el caso de caídas o golpes en la parte alta de la cabeza, las
b
  Con autorización de Stiell y colaboradores.
extremidades pélvicas pueden mostrar temporalmente debilidad
e insensibilidad, y en ambos lados hay signos de Babinski cam-
En una sección ulterior se dedicará espacio al aspecto especial biantes, a veces con incontinencia esfinteriana. El impacto en el
que representa la conmoción durante deportes. occipucio (nuca) puede ocasionar amaurosis temporal. Los sínto-
Estas lesiones craneoencefálicas menores y al parecer triviales mas desaparecen después de transcurridas unas horas. Al apare-
a veces van seguidas por diversos fenómenos clínicos extraños cer originalmente se considera que hay una contusión cortical. Es
y preocupantes, algunos insignificantes y otros graves e indicati- poco probable que los síntomas transitorios comentados constitu-
vos de un proceso patológico distinto a la conmoción. Estos últi- yan un efecto localizado y directo de la conmoción, causada por
mos se describen a continuación. Cuando ocurren está indicado indentación del cráneo o por impacto de las zonas del encéfalo
obtener consulta neurológica o neuroquirúrgica. contra la tabla interna del cráneo, si bien no puede descartarse
dicho mecanismo. Después de la amaurosis y la paraplejía hay
Desmayos tardíos después de lesión craneoencefálica  Ocu- un tipo vascular pulsátil de cefalea. En ocasiones después de
rrido el accidente, la persona lesionada, después de caminar conmoción mínima en deportistas que participan en actividades
y tener un aspecto aparentemente normal, puede palidecer y competitivas por contacto, surgen fenómenos visuales migraño-
entrar en una fase de síncope. Se recupera en cuestión de segun- sos y transitorios, afasia o hemiparesia, seguidos de cefalea. Es
dos o minutos. Se trata de un fenómeno de vasodepresión, quizá probable que todos los fenómenos mencionados sean consecuen-
proveniente del dolor y las perturbaciones emocionales, no muy cia de un ataque de migraña o su equivalente, inducido por un
distinto de la lipotimia o estado de síncope que aparece después impacto de la cabeza. Los síndromes focales pueden desconcer-
del dolor y el miedo, incluso sin lesiones. Los ataques sincopales tar al clínico durante unas horas, en particular si constituyen el
de ese tipo también aparecen con lesiones en que no hay daño de primero de los ataques migrañosos en un niño. Una posibilidad
la cabeza, pero en el caso de lesión craneoencefálica existe una por recordar, en particular en casos de cuadriplejía aguda, es la
mayor dificultad para interpretarlas. embolia cartilaginosa de la médula cervical (consúltese “Embo-
Denny-Brown describió un tipo más grave de colapso postrau- lia fibrocartilaginosa”en la pág. 1208). Otro mecanismo sugerido,
mático tardío que no ha acontecido en la experiencia de los auto- aunque improbable, de la paraplejía transitoria, es la conmoción
res. Una vez más parece que el paciente se recupera del impacto del segmento cervical de la médula espinal.
en la cabeza, que simplemente lo conmocionó o le produjo un Se han identificado episodios de amnesia global transitoria
lapso breve de inconsciencia cuando de modo repentino después después de lesiones craneoencefálicas leves, como se mencionó
de algunos minutos u horas, entra en colapso y no reacciona a en el capítulo 21 y que describen Haas y Ross. El problema de
estímulos por un lapso breve. El signo más perturbador de este interpretación de tales síncopes es la semejanza que guardan con
estado clínico tal como se ha descrito, lo constituye la bradicar- la amnesia postraumática duradera. Hass y Ross destacaron una
dia intensa. Un dato no explicado es que el trastorno no mues- duración de 2 a 24 h y la característica de que la víctima repite
tra mayor desarrollo y después de un lapso breve de inquietud, algunas preguntas, para diferenciar los dos estados, pero la sepa-
vómitos y cefalea la persona recupera sus funciones en el curso de ración no es de gran peso. Un dato más interesante es la seme-
días. Denny-Brown, mucho antes de que se contara con estudios janza de los dos síndromes.
imagenológicos del cerebro, sugirió que el síndrome provenía de
una contusión del bulbo, pero no se ha podido explicar la suce- Hemiplejía tardía  Las causas principales de la hemiplejía
sión de hechos clínicos. Snoek et al. describieron un síndrome tardía incluyen un hematoma epidural o subdural de evolución
856   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

tardía y en el caso de lesiones más graves, hemorragia intracere- que ocasiona coma desde el comienzo. Se ha mencionado el dete-
bral. Muchos de los cuadros en cuestión se vinculan con una dis- rioro tardío pero transitorio en niños y adultos.
minución del nivel de conciencia desde el comienzo, pero existen
excepciones.
El clínico debe pensar siempre en la disección de la arteria carótida Conmoción en actividades deportivas
interna en casos de hemiplejía persistente y tardía. La disección puede Constituye un tema de interés actual y son muchas las directrices
presentarse en el segmento intracraneal o extracraneal de la arte- que señalan los requisitos para reintegrarse a dicho tipo de activi-
ria y hay que investigarlo mediante angiografía por MR o arterio- dades. Han surgido observaciones útiles de un estudio de depor-
grafía si la hemiparesia no tiene otra explicación. En otras situa- tistas aficionados y profesionales. En primer, lugar es posible que
ciones, tampoco la hemiplejía se explica, salvo por la contusión los deportistas que han mostrado una conmoción, en compara-
de la cabeza, quizá por la consecuencia del fenómeno migrañoso ción con otros homólogos, tengan antecedente de otra conmoción
descrita. en la misma sesión de juego; no se sabe si por incoordinación,
estilo deportivo u otro factor.
Embolia de grasa cerebral  En el caso de fracturas de grandes En segundo lugar, muchos de los estudios prospectivos indi-
huesos, después de 24 a 72 h pueden comenzar en forma aguda can un deterioro en el tiempo de reacción, y de los datos de otros
síntomas pulmonares (disnea e hiperpnea) seguidos de coma, con estudios neuropsicológicos después de la conmoción, que recupe-
signos focales o convulsiones o sin ellos. La sucesión de fenómenos ran su nivel basal sólo después de días o semanas. En tercer lugar,
suele ser consecuencia de embolia grasa sistémica, en primer lugar surgen datos de varias series de estudios de conmociones en la
en los pulmones y después en el cerebro. No se necesita que haya National Collegiate Athletic Association y los jugadores de National
ocurrido traumatismo del cráneo. En algunos casos, el comienzo Football League, de que el número de conmociones recordadas es
de los síntomas pulmonares se acompaña de petequias en el tórax proporcional al grado de perturbación y deficiencia en las prue-
y se ha dicho que uno de los tres casos incluyó la presencia de gló- bas neuropsicológicas (McCrea et al.). Se han obtenido resultados
bulos de grasa en la orina. La disfunción respiratoria es el signo similares en otros deportes como las carreras de caballos (hoc-
más importante y a veces el único del síndrome de embolia grasa, keys) (Wall et al.), pero son pocos los estudios prospectivos ade-
que se identifica en la radiografía de tórax por infiltrados borrosos cuados. Después de la llamada demencia pugilística, identificada
en ambos pulmones. En el cerebro, los muchos émbolos peque- tempranamente y otros ejemplos notables de demencia semejan-
ños de grasa ocasionan hemorragias petequiales diseminadas que tes al mal de Alzheimer después de conmociones repetidas en los
afectan las sustancias blanca y gris, y unos cuantos infartos de deportes, son poco precisas la frecuencia y la relación que guar-
mayor tamaño. Muchas de las víctimas con embolia grasa se recu- dan las dos entidades; surge la misma situación en la supuesta
peran de manera espontánea en cuestión de tres a cuatro días, depresión en época tardía de la vida, por conmociones múltiples.
a pesar de que se ha citado una cifra de mortalidad incluso de No se ha estudiado cuidadosamente el efecto de las “microcon-
10%, por lo común vinculada con problemas sistémicos y óseos mociones”, como se ha dicho al golpear el balón con la cabeza en
subyacentes o primarios. No hay certeza en cuanto al tratamiento, el fútbol soccer, pero al parecer es insignificante.
salvo las medidas de apoyo respiratorio. No se considera eficaz la El lapso adecuado para que el jugador esté fuera de sus acti-
heparina que se utilizó en épocas pasadas. vidades ha sido tema de innumerables sistemas arbitrarios. El
fundamento de muchas normas han sido medidas conservado-
ras adecuadas y el hecho de que no surjan síntomas cerebrales
Conmoción seguida de intervalo en el reposo y en las pruebas de esfuerzo físico como correr o
lúcido y daño cerebral grave hacer sentadillas repetidas veces. En épocas pasadas la duración
del lapso de inconsciencia y la amnesia constituía el componente
El grupo con las características en cuestión es más pequeño que principal de las decisiones en cuanto a la reintegración a activi-
los otros dos, pero es importante porque en él se incluye un dades deportivas. Las directrices actualizadas se orientan más
número extraordinario de individuos en quienes surge la nece- bien a la lentitud para contestar preguntas, la incertidumbre en
sidad urgente de tratamiento operatorio. En párrafos anteriores cuanto a los juegos o asignaciones deportivas y la torpeza, incluso
los autores dedicaron atención a la circunstancia menos grave sin que la persona tenga inconsciencia ni amnesia. Los jugado-
de síncope vasodepresor después de traumatismo craneoence- res que tienen las características en cuestión son excluidos de los
fálico. Es posible que el coma inicial haya durado unos minutos juegos. Después de evaluación médica, que puede incluir méto-
y, como aspecto excepcional, no hubo en absoluto un periodo de dos imagenológicos y neuropsicológicos, surge un programa de
falta de reactividad y en estos casos el clínico podría concluir, “reposo” físico y cognitivo, y luego habrá otro lapso de actividad
en forma errónea, que al no haber conmoción, tampoco existe la física y mental gradual, bajo observación de especialista, para
posibilidad de hemorragia postraumática o cualquier otro tipo reanudar la actividad en un nivel más bajo en caso de surgir los
de lesión cerebral. Los individuos que muestran esta sucesión de síntomas (McCrory et al.). De manera específica, después de
fenómenos, conocida en el pasado como “hablar y morir” según ejercicio aeróbico moderado se emplea entrenamiento deportivo
Marshall et al. (1983), se deterioran por la expansión tardía de un específico y actividades sin contacto, y después, con contacto.
pequeño hematoma subdural, el edema cerebral que se empeora,
alrededor de la contusión, o la aparición tardía de un coágulo
epidural. De los 34 pacientes con tales características cuyos datos Enfermos que estuvieron en coma desde
fueron incluidos en el Traumatic Coma Data Bank que presentaron
el momento de la lesión craneoencefálica
un intervalo de lucidez, la mayor parte mostró grados notables
de desplazamiento de estructuras desde la línea media en la pri- En estos casos, el problema fundamental planteado por Symonds,
mera CT, lo cual tradujo la presencia de edema cerebral y contu- es la relación entre conmoción y contusión y otras formas de daño
sión tempranos (Marshall et al., 1983). Una situación semejante estructural persistente del cerebro. El sujeto pierde el conocimiento
de hematoma intracerebral tardío que se expondrá adelante (apo- en el momento de la lesión y por ello en tales casos cabría la duda
plejía tardía), es un signo de un daño cefálico inicial más grave plena de que existió conmoción; sin embargo, al transcurrir horas
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  857

y días sin que la persona recupere la conciencia, no se cumple con lace letal; ello nos deja con un estado bastante ambiguo en cuanto
la segunda mitad de la definición usual de conmoción, es decir, a la causa próxima del estado persistente vegetativo después de
que la parálisis de la función cerebral fue transitoria. El estudio traumatismo no penetrante de la cabeza, pero destaca la frecuen-
histopatológico de los pacientes con tales características aporta cia de daño talámico-mesencefálico bilateral en casos del estado
pruebas de hipertensión intracraneal y de contusiones cerebrales, vegetativo por todas las causas.
hemorragia subaracnoidea, zonas de infarto y hemorragias intra- Se ha identificado un grupo relativamente pequeño pero per-
cerebrales diseminadas, en el punto de la lesión (golpe) y en el turbador de sujetos con muy grave lesión del cerebro en que se
lado contrario (contragolpe), en el cuerpo calloso y entre ambos normalizaron los signos vitales, pero la persona nunca recuperó
puntos en la línea de fuerza del impacto. En algunos pacientes el del todo la conciencia. Conforme transcurrieron las semanas, las
tipo difuso axónico de lesión constituye una anormalidad notable; posibilidades se tornaron cada vez más sombrías. El paciente
muy a menudo en los casos de coma se advierten lesiones isqué- de ese tipo, en particular si es niño, puede emerger del coma
micas y hemorrágicas separadas pero situadas en puntos estraté- después de seis a 12 semanas y su recuperación es sorprenden-
gicos en la porción superior del mesencéfalo o inferior del tálamo, temente satisfactoria, aunque incompleta. Algunos de los que
según ya fue mencionado. Se identifican cantidades variables de viven periodos más largos abren los ojos, y mueven la cabeza y
sangre en los espacios subaracnoideo y subdural. A menudo hay los ojos de un lado a otro, pero no hay indicaciones de que per-
desplazamiento del tálamo y el mesencéfalo, con compresión del ciban o reconozcan a los miembros más cercanos de su familia.
pedúnculo cerebral opuesto contra el borde libre tentorial, y tam- No hablan y apenas si son capaces de movimientos posturales
bién hemorragias mesencefálicas secundarias y zonas de necrosis; primitivos o de “alejamiento reflejo”. Jennett y Plum calificaron
en algunos casos se advierte una hernia transtentorial franca. a dicha situación como “estado vegetativo persistente” (consúl-
La lesión craneoencefálica profunda por lo común se acom- tese el cap. 17 para un comentario más amplio del tema). En el
paña de paro inmediato de la respiración y a veces de bradiarrit- Traumatic Coma Data Bank se observó que 14% de los pacientes
mia y paro cardiaco. Los efectos inmediatos que tienen estos permanecieron en dicho estado. Por lo regular se identificaron
cambios sistémicos en el cerebro por sí mismos quizá sean lo hemiplejía o cuadriplejía con grados variables de posturas de
suficientemente intensos para originar coma. También, la lesión descerebración o descorticación. Después de meses o años, la
craneoencefálica suele complicar la ingestión de alcohol y de persona por fin muere por alguna complicación médica, pero
drogas, de tal forma de que hay siempre que pensar en la posibi- algunos de los pacientes que hemos atendido han vivido dece-
lidad de una encefalopatía tóxica o metabólica como la causa (o nios. R.D. Adams, colega de los autores, ha estudiado el cerebro
una causa contribuyente) del estupor. Siempre habrá incremento de 14 individuos que permanecieron en coma y estado vegeta-
de la tensión intracraneal y en los estudios imagenológicos del tivo uno a 14 años. Todos mostraron zonas extensas de necrosis
cerebro se detectan grados diversos de hinchazón cerebral, com- y hemorragia en la porción superior del tallo encefálico.
presión ventricular y desplazamiento de las estructuras de la Para establecer generalizaciones en cuanto a dicha categoría
línea media. En todos estos pacientes, después de un periodo ini- de lesiones craneoencefálicas, los efectos de la contusión, la hemo-
cial de estabilización, el principal interés son las valoraciones clí- rragia y la hinchazón cerebral suelen manifestarse en término de
nicas y radiológicas con el propósito de descubrir una lesión que 18 a 36 h después de la lesión y evolucionan en un lapso de días.
pueda resolverse por medios quirúrgicos (a saber, un hematoma Si la persona vive después de este periodo, disminuyen notable-
subdural o epidural) o un hematoma intraparenquimatoso tra- mente las posibilidades de que fallezca por complicaciones de
table. En la mayor parte de los casos el descubrimiento de dicha tales efectos. La cifra de mortalidad de personas que llegan en
lesión expansiva obliga a la remoción quirúrgica. Pero a menos coma al hospital es de 20%, en promedio, y muchos de los sujetos
de que sea la única lesión, el procedimiento a menudo demues- que mueren lo hacen en las primeras 12 a 24 h como consecuencia
tra ser insuficiente y es probable que el coma persista a causa de lesión directa del cerebro, en combinación con otras lesiones
del daño cerebral relacionado. El reconocimiento y el manejo de fuera del sistema nervioso. En las víctimas que viven 24 h, la mor-
estos hematomas se describen más adelante en esta sección. talidad global disminuye a 7 a 8%; después de 48 h, mueren sólo 1
En el Traumatic Coma Data Bank que incluye los casos de 1 030 a 2% de los pacientes. Hay algunos datos de que la transferencia
sujetos con lesiones muy graves, y puntuaciones en la Escala de de dichos pacientes a una unidad de cuidados intensivos, en la
Coma de Glasgow de ocho puntos o menos, 21% tuvieron hema- que el personal experto en la asistencia y tratamiento de lesio-
tomas subdurales; 11%, coágulos intracerebrales, y 5% hematomas nes craneoencefálicas puede emprender su vigilancia, mejora las
epidurales. Un aspecto notable, a pesar de ello, fue que la mitad de posibilidades de supervivencia (véase adelante).
los enfermos no tuvieron lesiones en masa, detectadas en la tomo- En lo que toca a individuos con lesiones craneoencefálicas
grafía computadorizada. Sobre tales bases se pensó que dichos menos graves y pocas veces letales, se observan todos los grados
pacientes tenían lesión axónica difusa. Sin embargo, en 50 necrop- en la evolución cronológica y la magnitud de la recuperación. En
sias consecutivas de individuos con lesiones muy graves, resumi- las personas con las lesiones menos graves en este grupo en cues-
das en épocas anteriores por Rowbotham, salvo dos, todos mos- tión de horas recuperan el conocimiento, si bien puede haber un
traron cambios macroscópicos, lo cual sugiere que el análisis por deterioro en el primer o segundo día como consecuencia de hin-
CT tiene poca fiabilidad. Las lesiones en dichos casos comprendie- chazón del tejido cerebral con la contusión, agrandamiento o apa-
ron contusiones de superficie (48%); desgarros de la corteza cere- rición de un hematoma subdural, hemorragia cerebral o infarto y
bral (28%); hemorragia subaracnoidea (72%), hematoma subdural este último quizá fue desencadenado por un espasmo cerebral en
(15%); hemorragia extradural (20%) y fracturas del cráneo (72%). relación con la hemorragia subaracnoidea. El líquido cefalorraquí-
Como lo señalan las cifras comentadas, en algún paciente coinci- deo por lo común es sanguinolento y hay incremento leve o mode-
dieron algunos de los cuadros patológicos mencionados. rado de la tensión intracraneal. Al final, puede ser casi completa
Adams et al. (2000), en sujetos que vivieron pero permane- la recuperación, pero el lapso de amnesia postraumática abarca
cieron en estado vegetativo hasta morir, identificaron que 80% días o semanas. En el periodo de recuperación del conocimiento
tuvieron daño del tálamo y 71% manifestaciones de lesión axó- se manifiestan en mayor grado los signos neurológicos focales
nica difusa. Aún más, fue frecuente el traumatismo de órganos (hemiparesia, afasia, abulia y otros más). En la experiencia de los
y tejidos extracraneales, lo cual obviamente contribuyó al desen- autores, un signo bastante confiable que anticipa la recuperación
858   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

razonable han sido los movimientos de inquietud y naturales en y en ellas se identificará agrandamiento gradual durante una o
todos los miembros, sin adopción de posturas fijas. Una vez que la dos semanas para después ser absorbidas. Han surgido contro-
víctima mejora al grado de poder conversar, sus procesos ideato- versias en cuanto al beneficio de extraer estos coágulos pequeños
rios son lentos, sus asociaciones psíquicas son pocas, sus reaccio- en un sujeto sin síntomas; con vigilancia clínica e imagenológica
nes emocionales son inestables y hay deficiencias en sus juicios. cuidadosa puede adoptarse una actitud expectante.

Hematoma subdural agudo y crónico


LESIONES CRANEALES TRAUMÁTICAS Los problemas que los hematomas subdurales agudo y crónico
ESPECÍFICAS (Cuadro 35-3) crean son tan distintos que es necesario estudiarlos por separado.
En el hematoma subdural agudo, que puede ser unilateral o bilateral,
El clínico debe considerar la posibilidad de las lesiones que serán
es posible observar un intervalo lúcido breve entre el golpe en la
expuestas, en todos los casos de lesión inicial grave; cada una
cabeza y el advenimiento del coma. Muy a menudo, la persona
posee manifestaciones clínicas e imagenológicas características,
está en coma desde el momento de la lesión, situación que se pro-
aunque puede haber mezclas y se necesita evaluar la contribu-
fundiza poco a poco. El hematoma subdural agudo puede combi-
ción que cada una hace al estado clínico, antes de seleccionar
narse con hemorragia epidural, contusión cerebral o desgarro. Es
alguna estrategia activa.
difícil diferenciar los efectos clínicos de estas lesiones diversas y se
sabe de unos cuantos pacientes en que es imposible afirmar antes
Hemorragia epidural aguda de la operación, si el coágulo es epidural o subdural. Los coágulos
subdurales que tienen más de unos pocos milímetros de espesor
Por norma, un hematoma epidural surge en casos de fractura del pueden visualizarse de manera precisa en la CT, en más de 90%
temporal o el parietal y desgarro de la arteria o la vena menín- de los casos, pero los ajustes de la ventana deben ser adecuados
gea media. Menos a menudo se produce un desgarro en un seno para que el coágulo no sea disimulado por el hueso vecino (fig.
venoso dural. La lesión, aun cuando el cráneo se fractura, puede 35-9). Un gran coágulo agudo desplaza las estructuras de la línea
no ocasionar coma al principio, o quizá sea parte de una lesión media y ejerce extraordinaria compresión en un ventrículo lateral,
craneoencefálica devastadora. Un ejemplo típico es el del niño que pero si existen en ambos lados, quizá no haya desplazamiento y al
cayó de la bicicleta o del columpio, o que sufrió algún otro golpe parecer la compresión de los ventrículos será simétrica.
con un objeto duro contra la cabeza y perdió el conocimiento sólo Los hematomas subdurales de evolución rápida por lo común
por un momento. Unas cuantas horas o un día después (en casos surgen por desgarro de venas anastomóticas y las manifestacio-
muy raros, con hemorragia venosa el intervalo puede ser de varios nes provienen de la compresión del tejido cerebral vecino y de
días o una semana) presenta cefalea de intensidad creciente con estructuras profundas. A diferencia de lo observado en la hemo-
vómitos, somnolencia, confusión, afasia, convulsiones (que pue- rragia arterial epidural que es siempre progresiva, la hipertensión
den ser de un lado), hemiparesia con reflejos tendinosos un poco intracraneal por lo común cohíbe la pérdida sanguínea venosa.
incrementados y signo de Babinski. En la medida que se desarro- De manera excepcional, se forma un hematoma subdural en la
lla el coma, la hemiparesia puede dar paso a espasticidad bilateral fosa posterior y origina cefalea, vómito, desigualdad pupilar, dis-
de las extremidades torácicas y signos de Babinski. El pulso suele fagia, parálisis de pares craneales y rara vez rigidez de cuello, así
ser lento (menor de 60 latidos por minuto [lpm]) y batiente, con como ataxia del tronco y la marcha si el paciente se encuentra en
incremento concomitante de la presión arterial sistólica (efecto de buenas condiciones para someterse a examen de estas funciones.
Cushing). La pupila puede dilatarse en el lado del hematoma. Los coágulos en la fosa posterior, por estar muy juntos al hueso
No es necesario recordar a los médicos que la punción lumbar o seguir una orientación axial en la duramadre tentorial, posible-
está contraindicada en estos casos puesto que ahora se cuenta con mente no se identifiquen en las tomografías computadorizadas.
CT y MRI. Con el fallecimiento, casi invariable si no se extrae No hay certeza de que el hematoma subdural crónico provenga
quirúrgicamente el coágulo en expansión, culmina el periodo de de un traumatismo. La lesión craneoencefálica, en particular
coma, y se debe a paro respiratorio. Visualizar la línea de fractura en los ancianos y en quienes reciben anticoagulantes, quizá fue
a través del surco de la arteria meníngea media y saber qué lado insignificante y olvidada. De este modo, se suceden semanas en
de la cabeza recibió el golpe (el coágulo suele encontrarse en ese que los signos y síntomas principales son cefaleas (no invariable)
lado) ayudan en el diagnóstico y la lateralización de la lesión. No obnubilación leve, lentitud en la ideación, apatía y somnolencia,
obstante, los vasos meníngeos pueden desgarrarse sin fractura. inestabilidad de la marcha y a veces una convulsión. La impre-
Los datos de la tomografía computadorizada son definitivos, y sión inicial pudiera ser la de que la persona tiene una lesión vas-
en ellos se advierte un coágulo en menisco con un borde interno cular o un tumor cerebral o presenta un cuadro de intoxicación
liso (fig. 35-8). El procedimiento quirúrgico consiste en efectuar por drogas o fármacos, un trastorno depresivo o la enfermedad
orificios con una fresa o de preferencia craneotomía, drenaje del de Alzheimer. Se piensa que la expansión gradual del hematoma
hematoma e identificación y ligadura del vaso sanguíneo. Los por algunos de los mecanismos que expondremos, ocasiona la
resultados operatorios son excelentes excepto en los casos con evolución de los síntomas. De la misma forma que se observa con
fracturas extendidas y desgarro de los senos venosos durales, un hematoma subdural agudo, son más notables las perturbacio-
en los que el hematoma epidural puede ser bilateral más que nes de las funciones psíquicas y de la conciencia (somnolencia,
unilateral. Si antes de la operación el individuo entra en coma, desatención y confusión), que los signos focales o de lateraliza-
hay signos de Babinski en ambos lados, espasticidad o rigidez ción, y a veces fluctúan. Al surgir los signos focales, comprenden
de descerebración, ello equivale a que ya se produjeron el des- hemiparesia leve y, en contadas ocasiones, un cuadro afásico. La
plazamiento de estructuras centrales y la compresión del mesen- hemianopsia homónima se observa en pocos casos, tal vez por-
céfalo. El pronóstico es totalmente insatisfactorio, pero algunos que el fascículo geniculocalcarino es profundo y no se comprime
sujetos evolucionan adecuadamente si no se practica en fecha tar- con facilidad; asimismo la hemiplejía, es decir, la parálisis com-
día la cirugía. Es posible la vigilancia de hemorragias epidurales pleta de un brazo y una pierna, suele indicar una lesión dentro
pequeñas por medio de tomografías computadorizadas seriadas del hemisferio cerebral más que una lesión compresiva sobre su

Cuadro 35-3
Características clínicas y radiológicas de las principales lesiones traumáticas del encéfalo
Hematoma Contusión-
Hematoma Hematoma subdural hemorragia Hematoma Hemorragia Higroma Lesión axónica
epidural subdural agudo crónico del parénquima intraventricular subaracnoidea subdural difusa

Factor causal Laceración de arteria Desgarro de venas y Traumatismo (tal Desgarro de vasos Lesión por Excluir rotura Desgarro Desaceleración
cerebral media o seno arterias en puente vez ausente o parenquimatosos cizallamiento aneurismática aracnoideo, o fuerzas de
dural de la piamadre mínimo) Factores de riesgo: de vasos del subyacente después de rotación
Factores de coagulopatía parénquima; meningitis
riesgo: y vasculopatía descartar defectos
coagulopatía amiloide vasculares
y atrofia grave
del encéfalo
Localización Convexidades laterales Convexidades Convexidades Lóbulos frontal y Ventrículos lateral Cisternas basales Convexidades Sustancia blanca
típica del encéfalo laterales del laterales del temporal inferiores y tercero llenos de laterales del profunda,
encéfalo encéfalo, sangre encéfalo cuerpo calloso,
pueden ser puente
bilaterales dorsolateral
Evolución Horas Muchas horas Días a semanas Expansión en 12-48 h Rápida Minutos a horas Días a semanas Desde el
momento de la
lesión
Perfil clínico Por lo general intervalo Somnolencia, coma; Dolor de cabeza, Estupor → coma, Signos progresivos Dolor de cabeza, Simula hematoma Coma, posturas,
lúcido y después dilatación pupilar alteración dilatación pupilar, de hidrocefalia meningismo, subdural crónico presión
coma, pero más con debilidad progresiva del hemiplejía, manifestaciones intracraneal
variable; dilatación contralateral de estado mental espasticidad tardías, normal
pupilar con debilidad la extremidad ± signos progresiva vasoespasmo
contralateral de la y después neurológicos
extremidad y luego bilateral; estupor focales
bilateral; estupor de progresivo y luego
evolución lenta y coma
después coma
Edad de riesgo Niños, adultos jóvenes Cualquiera Edad avanzada Cualquiera Cualquiera Cualquiera Lactantes, niños, Cualquiera
adultos
Características Coágulo epidural con Hemorragia aguda Hiperdenso Múltiples regiones Sangre aguda y Hemorragia aguda Focal, densidad La CT puede
radiológicas abultamiento agudo que bordea una o isodenso, confluentes de edema focalizada dentro que recubre de LCR, ser normal; la
limitado por suturas región amplia de unilateral o entremezclado con de los ventrículos; la corteza en acumulación de MRI muestra
craneales; forma la convexidad bilateral hemorragia aguda puede estratificarse el espacio líquido contusiones
lenticular encefálica focal con la gravedad subaracnoideo profundas
pequeñas en
evolución
Intervención Evacuación urgente Evacuación urgente Evacuación Evacuar si es grande Derivación Puede ocasionar Aspiración de Ninguna
quirúrgica si es lo bastante en algunas vasoespasmo líquido
grande para circunstancias secundario o
causar síntomas hidrocefalia tardía
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico 
859
860   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

FIGURA 35-9.  Hematoma subdural agudo sobre la convexidad derecha,


FIGURA 35-8.  Hematoma epidural agudo; estudio de CT sin intensifica-
con un efecto de masa sustancial (desplazamiento) del tejido cerebral
ción que muestra un coágulo epidural frontal típico de forma lenticular.
pero poco edema.

superficie. La hemiparesia por hematoma subdural a veces se refleja la presencia de desoxihemoglobina. Durante las semanas
sitúa en el mismo lado en que está el coágulo, y es consecuen- siguientes todas las secuencias de imagen lo muestran hiperin-
cia de compresión del pedúnculo cerebral contralateral contra tenso como resultado de la formación de metahemoglobina. Con
el borde libre de la tienda del cerebelo (signo de Kernohan- el tiempo el coágulo crónico otra vez se vuelve hipointenso en las
Woltman; consúltese “Anatomía patológica del desplazamiento imágenes de secuencia T1. Con la infusión del contraste ambos
cerebral y las hernias encefálicas” en la pág. 349). Si el trastorno procedimientos de imagenología suelen revelar el borde vascu-
progresa, el paciente se vuelve estuporoso o comatoso, pero a lar y reactivo alrededor del coágulo. Por lo común, por la cuarta
menudo con fluctuaciones notables de su estado de conciencia. semana o más tarde el hematoma se torna hipodenso y de este
Tanto en el caso de hematoma grande agudo como en el cró- modo origina un higroma subdural crónico prácticamente idéntico
nico, la dilatación de la pupila ipsolateral es un indicador más al higroma idiopático que posiblemente provino de un desgarro
confiable del lado del hematoma, aunque este signo también en la aracnoides y que permitió la salida del líquido cefalorraquí-
puede ser motivo de confusiones (en 10% de los casos ocurre del deo al compartimiento subdural, como será expuesto adelante.
lado contrario, según Pevehouse et al.). En ocasiones se obser- En el arteriograma, las ramas corticales de la arteria cerebral
van convulsiones, más a menudo en alcohólicos o en pacientes media están separadas de la cara interna del cráneo y la arteria
con contusiones cerebrales, pero no pueden considerarse signos cerebral anterior puede desplazarse hacia el lado contrario. El
cardinales del hematoma subdural. Se informan casos raros de LCR puede ser claro y acelular, sanguinolento o xantocrómico,
oftalmoplejía internuclear y de corea, pero ninguno de ellos según la presencia o la ausencia de contusiones y hemorragia
forma parte del material de los autores. Es posible que sean el subaracnoidea recientes o antiguas; la presión puede estar ele-
resultado de deformación de las estructuras profundas. También, vada o normal. El líquido xantocrómico con contenido hasta
junto con los hematomas crónicos surgen perturbaciones breves cierto punto bajo de proteínas siempre debe despertar la sospe-
y que ceden por sí solas, de la función neurológica, que reme- cha de hematoma subdural crónico.
dan ataques isquémicos transitorios (transient ischemic attacks, El hematoma subdural crónico queda enquistado por mem-
TIA); se desconoce el mecanismo por el que aparecen, pero posi- branas fibrosas (seudomembranas) que crecen a partir de la
blemente no representen convulsiones. En lactantes y niños, el duramadre. Algunos hematomas (quizá los producidos por una
agrandamiento de la cabeza, los vómitos y las convulsiones son hemorragia inicial que fue ligera, véase después) se resorben en
las manifestaciones sobresalientes del hematoma subdural. forma espontánea. Otros se expanden con lentitud y actúan como
Los métodos diagnósticos más fidedignos son la CT con admi- lesiones que ocupan espacio (fig. 35-11). Gardner, en 1932, planteó
nistración de medio de contraste y la resonancia magnética. Con por primera vez que el agrandamiento gradual del hematoma era
la primera técnica, el coágulo agudo inicialmente es hiperdenso consecuencia de que el líquido, en particular cefalorraquídeo, lle-
pero poco a poco se torna más isodenso después de una semana o gaba al interior del quiste hemorrágico al incrementar su tensión
más (fig. 35-10). En dicha etapa es difícil de detectar, salvo por los osmótica, conforme había hemólisis de los eritrocitos y se liberaba
desplazamientos de tejidos que origina. En tal situación el cúmulo proteína. Esta hipótesis, que acabó por aceptarse con amplitud,
de líquido adquiere progresivamente un carácter hipodenso (en no encuentra apoyo en los datos disponibles. Rabe et al. demos-
relación con la corteza), en un lapso de dos a seis semanas. La traron que la desintegración de los eritrocitos contribuye poco,
evolución de los cambios de señal en la MRI son similares a los en el mejor de los casos, a la acumulación de líquido en el espa-
cambios secuenciales de los hematomas parenquimatosos. El coá- cio subdural. Según estos últimos autores el factor más impor-
gulo agudo es hipointenso en las imágenes de secuencia T2, lo que tante en la acumulación de líquido subdural es la permeabilidad
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  861

FIGURA 35-11.  Hematomas subdurales crónicos sobre ambos hemisfe-


FIGURA 35-10.  Hematoma subdural subagudo en el lado izquierdo rios cerebrales, sin desplazamiento del sistema ventricular. La cronicidad
(derecho del lector). Estudio de CT después de administrar material de causa el aspecto hipodenso de los coágulos. Aún puede verse un poco
contraste intravenoso. La lesión es isodensa con el tejido adyacente del de sangre antigua en el lado derecho. La presencia de masas bilaterales
encéfalo, pero se aprecia su margen con realce de contraste. Nótese el balanceadas resulta en la ausencia de desplazamiento horizontal, pero
desplazamiento de las estructuras cerebrales. pueden comprimir la porción superior del tallo cerebral.

patológica de los capilares que se desarrollan en la seudomem- que rodean el coágulo. Esto disminuye la probabilidad de una
brana exterior del hematoma. En contra de la opinión original de segunda acumulación de líquido pero no siempre tiene éxito.
Munro y Merritt, el LCR no desempeña una función discernible Otras causas de ineficacia quirúrgica son la hinchazón posope-
en este proceso. Las observaciones experimentales de Labadie y ratoria del hemisferio comprimido o el hecho de que éste no se
Glover sugieren que el volumen del coágulo original es un factor expanda después de eliminar un gran coágulo. La dificultad para
de importancia crítica: cuanto mayor su tamaño inicial, más pro- tratar a estos pacientes por medios quirúrgicos no debe subesti-
bable que continúe en aumento. Parece que una reacción inflama- marse. Los enfermos de edad avanzada pueden recuperarse con
toria, desencadenada por los productos de desdoblamiento de los lentitud después de extraer el hematoma crónico o presentar un
elementos sanguíneos contenidos en el coágulo, es un estímulo periodo de confusión prolongado. La expansión posoperatoria
adicional tanto para el crecimiento como para la formación de del encéfalo puede seguirse mediante estudios de CT seriados
neomembranas y su vascularización. Sea como sea, al agrandarse y quizá requiera varias semanas. Las acumulaciones crónicas
el hematoma, aumentan poco a poco los efectos compresivos. asintomáticas pequeñas no suelen tocarse y se siguen en forma
seriada con exámenes clínicos y CT, primero cada semana y des-
Tratamiento del hematoma subdural  En muchos casos de pués a intervalos mensuales y anuales.
hematoma agudo basta la práctica de orificios de trépano y la eva- Aunque ya no es una práctica común, la administración de
cuación del coágulo antes de que se manifieste el coma. El trata- corticoesteroides es una alternativa a la remoción quirúrgica
miento de los hematomas más grandes consiste en craneotomía de hematomas subdurales subagudos y crónicos en pacientes
amplia para permitir el control de la hemorragia y la remoción del con síntomas menores o con alguna contraindicación para el
coágulo. Como es de esperar, el intervalo entre la pérdida de la procedimiento quirúrgico. La estrategia anterior, revisada hace
conciencia y el drenaje quirúrgico del coágulo tal vez sea el deter- algunos decenios por Bender y Christoff, no ha sido estudiada
minante de mayor importancia del resultado en los casos graves. sistemáticamente, pero en unos cuantos de los pacientes de los
Después de varias semanas pueden observarse coágulos finos con autores se obtuvieron buenos resultados (por supuesto, quizá
forma de media luna y el procedimiento quirúrgico sólo debe rea- mejoraron independientemente del uso de corticoesteroides). La
lizarse si aparecen signos focales o indicaciones de incremento de cefalea y otros síntomas como dificultad de la marcha o torpeza
la presión intracraneal (cefalea, vómito y bradicardia). Los hema- de las extremidades pueden resolverse de manera satisfactoria
tomas subdurales pequeños que no causan síntomas y pueden al cabo de varias semanas de medicación y tal vez permanezcan
seguirse mediante estudios de CT se autoabsorben y dejan sólo abatidos cuando los esteroides se reducen en forma lenta.
una membrana amarillenta profunda algunas veces calcificada
unida a la superficie interna de la duramadre. Si el coágulo agudo
es demasiado pequeño para explicar el coma u otros síntomas, Higroma subdural
probablemente exista contusión del encéfalo u otra lesión. La entidad en cuestión es el cúmulo encapsulado de líquido claro
Para extirpar otros hematomas más crónicos debe realizarse o levemente xantocrómico, en el espacio subdural; los cúmulos se
una craneotomía como un intento de rasgar las membranas forman después de una lesión y también después de meningitis
862   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

(en un lactante o en un niño de corta edad). A menudo, los higro- tensión intracraneal y la práctica de CT a intervalos frecuentes
mas subdurales surgen sin un factor desencadenante, tal vez por después del daño. Boto et al. observaron que las hemorragias
el efecto de válvula esférica, de un desgarro aracnoideo que per- en los ganglios basales fácilmente se agrandaban en el primer o
mita que se reúna el líquido cefalorraquídeo en el espacio entre la segundo día después de una lesión cefálica no penetrante y que
aracnoides y la duramadre; el proceso anterior puede surgir con las que tenían más de 25 ml de volumen, causaban la muerte en
atrofia cerebral. En ocasiones un higroma se origina del desgarro nueve de cada 10 casos.
de un quiste aracnoideo. Puede ser difícil diferenciar un hema- Debe mencionarse una vez más que después de una lesión
toma subdural de larga duración de un higroma y es probable importante de la cabeza es muy frecuente cierto grado de san-
que algunos hematomas subdurales crónicos sean el resultado de gre subaracnoidea. Un problema que a veces se presenta en casos
pequeñas hemorragias repetidas que surgen de las membranas que muestran contusiones y sangre subaracnoidea en cantidad
del higroma. El encogimiento del cerebro hidrocefálico después importante es la posibilidad de que el acontecimiento inicial fuera
de una derivación ventriculoperitoneal también conduce a la for- un aneurisma roto y la caída resultante causara las contusiones.
mación de un hematoma o higroma subdural, en cuyo caso la En casos en que la acumulación de sangre subaracnoidea se sitúa
somnolencia, la confusión, la irritabilidad y una fiebre ligera se alrededor de uno de los grandes vasos del circuito de Willis, está
alivian cuando el líquido subdural se aspira o drena. En los adul- justificado practicar un angiograma para descartar esta última
tos, los higromas por lo común son asintomáticos, no necesitan posibilidad. En ancianos, asimismo, ha sido difícil decidir si una
tratamiento y sólo en contadas ocasiones originan convulsiones. caída fue la causa o el efecto de una hemorragia intracerebral.
Ambos temas se tratan con mayor detalle en el capítulo 34.

Contusión cerebral
Tumefacción encefálica aguda en niños
La lesión intensa y roma de la cabeza casi siempre se acompaña de
contusiones corticales y edema periférico. El efecto de masa de la Este trastorno se observa durante las primeras horas que siguen
hinchazón por contusión, si es lo suficientemente grande, asume a la lesión craneoencefálica y puede resultar rápidamente mor-
importancia en la génesis de desplazamientos hísticos e hiperten- tal. La CT muestra aumento de tamaño de ambos hemisferios y
sión intracraneal. En las figuras 35-4 y 35-5 se describe la imagen compresión de las cisternas basales y los ventrículos. No suele
de la contusión en la tomografía computadorizada. En las primeras haber papiledema durante las etapas iniciales, en las que el niño
horas de ocurrida, los puntos sangrantes en la zona contusa pue- hiperventila, vomita y manifiesta postura extensora. Se supone
den ser pequeños e inocuos. Sin embargo, el aspecto de mayor pre- que este fenómeno representa pérdida de la regulación del flujo
ocupación es la tendencia que tiene la zona contusa de hincharse o sanguíneo cerebral y aumento masivo del volumen de sangre
transformarse en un hematoma en los primeros días de ocurrida la en el encéfalo. La administración excesiva de agua en líquidos
lesión; ello puede originar un deterioro tardío, cuyo comienzo sea intravenosos puede contribuir al problema y debe evitarse. La
repentino, y que coincida con la aparición de hinchazón en la zona secreción inapropiada de hormona antidiurética (antidiuretic hor-
lesionada en la imagen de tomografía computadorizada. Sobre mone, ADH) también exacerba la tumefacción en algunos niños.
algunas bases se ha planteado que la hinchazón en la zona de una Los autores no han observado esta complicación en adultos. Se ha
contusión aguda es desencadenada por la administración excesiva planteado el temor de una hinchazón masiva del encéfalo por un
de soluciones intravenosas (la fluidoterapia se expone en párrafos segundo impacto leve después de la conmoción, como elemento
siguientes de este capítulo). La craneotomía y la descompresión teórico para que los jóvenes no reanuden sus actividades depor-
del encéfalo hinchado pueden ser beneficiosas en casos escogidos tivas, aunque son pocas las pruebas que apoyan la existencia de
en que hay hipertensión intracraneal, pero ambos factores no tie- dicha entidad.
nen repercusión alguna en los déficit neurológicos focales.
Síndrome del niño maltratado
Hemorragia intracerebral traumática
El traumatismo craneocerebral mencionado en lactantes es un
Inmediatamente después de la lesión craneoencefálica pueden hecho muy conocido en los departamentos de urgencias, aunque
surgir una o varias hemorragias en el interior del cerebro o la a veces no se le identifica con la frecuencia real, si no se considera
pérdida hemática a veces surge tardíamente en la evolución, des- de modo específico tal posibilidad. Como su nombre lo denota, el
pués de algunos días (la llamada apoplejía tardía mencionada). elemento desencadenante son las típicas sacudidas violentas del
La pérdida de sangre se sitúa en la sustancia blanca subcortical cuerpo o la cabeza de un lactante con las cuales el cráneo presenta
en un lóbulo del cerebro o en estructuras profundas como los aceleración y desaceleración rápida. Con frecuencia la presencia
ganglios basales o el tálamo. Casi siempre el daño es grave y hay de este tipo de lesión debe deducirse por la combinación de lesio-
desgarro de vasos sanguíneos y de tejido cortical. nes en estudios de imágenes o el examen de necropsia, pero la
El cuadro clínico de la hemorragia intracerebral traumática precisión en el examen es muy importante por sus implicaciones
es semejante al de la causada por hipertensión, en que hay coma forenses y legales. Como lo resumieron Bonnier et al., el diagnós-
cada vez más profundo y hemiplejía, midriasis, signo de Babin- tico se sospecha por la combinación de hematomas subdurales
ski en ambos lados y respiraciones estertorosas e irregulares. La y hemorragias retinianas. Aunque en ocasiones hay fracturas de
masa adicional se manifiesta a veces por el incremento repentino cráneo ocultas, con mayor frecuencia no se observa un trauma-
en las tensiones arterial e intracraneal. tismo craneal directo o es pequeño. Pueden ser obvias lesiones
En algunos pacientes se han obtenido buenos resultados con adicionales en MRI ponderadas por difusión, en particular en
la craneotomía con evacuación del coágulo inmediato o tardío, la sustancia blanca del cuerpo calloso y la región temporoparie-
pero la conveniencia de la operación depende de algunos facto- tooccipital. Este síndrome confiere un riesgo alto de retraso del
res como el nivel de conciencia, el lapso que ha mediado desde desarrollo; puede haber microcefalia adquirida que indica atrofia
la lesión inicial y el daño coexistente (contusiones, hemorra- encefálica consecutiva a contusiones e infartos. Una calificación
gias subdural y epidural) que se detectan en estudios imageno- inicial baja de la Escala de Coma de Glasgow, hemorragias graves
lógicos. El diagnóstico se facilita con la medición seriada de la de la retina y fracturas de cráneo se acompañan de malos resul-
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  863

tados finales. Fracturas antiguas o recientes en otras partes del por lesión grave no penetrante). El individuo, al recuperar la con-
cuerpo deben despertar la sospecha de este síndrome. ciencia después del coma, pasa por fases de estupor, confusión y
amnesia, cuadro muy similar al que se observa después de lesiones
graves no penetrantes. En 15 a 20% de los casos en la fase inicial de
Lesiones penetrantes y causadas la lesión aparecen convulsiones focales o focales y generalizadas.
por estallamiento La recuperación puede tardar muchos meses. Frazier e Ingham
informaron “pérdida de la memoria, cerebración lenta, indife-
Proyectiles y fragmentos rencia, depresión leve, incapacidad para concentrarse, sensación
Las descripciones de los párrafos anteriores son válidas en el caso de fatiga, irritabilidad, inestabilidad vasomotora y cardiaca,
de lesiones no penetrantes del cráneo y sus efectos en el cerebro. convulsiones frecuentes, cefaleas y mareos; todos recuerdan los
En lo pasado, la atención de las lesiones penetrantes constituía la síntomas residuales del traumatismo craneal cerrado grave con
principal preocupación y tarea del cirujano militar, pero ante contusiones”. Estas lesiones pueden causar todas las combina-
la persistencia de delitos violentos en la sociedad, los casos de ciones posibles de síntomas cerebrales focales. Datos muy útiles
ese tipo se han vuelto muy frecuentes en las víctimas atendidas sobre el tema se localizan en los antiguos artículos excelentes de
en salas de urgencia de hospitales generales. Feiring y Davidoff, Russell y Teuber.
En la vida civil las lesiones por proyectil de arma de fuego se deben La secuela más molesta es la epilepsia; es descrita en párra-
en esencia a las producidas por los de alta velocidad que se dis- fos siguientes. Ascroft y también Caviness al revisar casos de la
paran desde rifles o pistolas de mano. El aire se comprime por Segunda Guerra Mundial observaron que en promedio la mitad
delante del proyectil, de modo que tiene un efecto explosivo al de todas las personas con herida por bala o fragmento de metra-
entrar en los tejidos y produce daño a una distancia considera- lla en que había habido penetración de la duramadre, termina-
ble alrededor de su trayectoria. Las causas usuales de lesiones ron por mostrar convulsiones, casi todas focales; las cifras seña-
penetrantes del cráneo en guerras han sido los fragmentos de pro- ladas por Caveness entre veteranos de la guerra de Corea son
yectiles o granada de metralla, de proyectil de morteros que explo- muy similares.
tan, minas, granadas o bombas. Purvis clasificó las heridas cra- Puede ocurrir rinorrea de LCR, descrita en el capítulo 30, como
neales resultantes de proyectiles y fragmentos de metralla como: manifestación aguda de las lesiones penetrantes que producen
lesiones tangenciales, con desgarro de la piel cabelluda, fracturas una fractura a través de los huesos frontal, etmoides o esfenoi-
de cráneo hundidas y heridas meníngeas y cerebrales, lesiones des. Cairns listó estos casos agudos como un grupo separado en
penetrantes, con introducción de partículas metálicas, pelo, piel y su clasificación de las rinorreas de LCR; los otros fueron: 1) forma
fragmentos de hueso y heridas con orificios de entrada y salida. retrasada después de lesión craneoencefálica, 2) forma que ocu-
En muchas de las lesiones penetrantes por proyectil de alta rre luego de intervención quirúrgica de los senos y craneal y 3)
velocidad, el objeto (p. ej., una bala) origina una lesión coagulada variedad espontánea. El neumoencefalocele (aerocele), es decir, el
a alta temperatura que es estéril y que no requiere intervención aire que entra en el espacio subaracnoideo o en los ventrículos de
quirúrgica alguna si salió del cráneo. En la situación anterior, las manera espontánea o como resultado de estornudos o de sonarse
principales consideraciones son la aparición de infección o fugas la nariz, es evidencia de una abertura desde los senos paranasa-
de LCR o a la larga, epilepsia o aneurismas en zona distal de vasos les hacia la duramadre, como se mencionó antes en relación con
sanguíneos; se considera que estos últimos son consecuencia de la fractura de cráneo (véase fig. 35-3).
daños de la pared de vaso por la onda de choque de alta energía.
Si el proyectil penetra en los niveles inferiores del tallo ence- Lesiones por estallamiento
fálico, el sujeto muere instantáneamente por paros respiratorio y
cardiaco. Inclusive las heridas con orificios de entrada y salida, La onda de choque de un artefacto explosivo como una bomba
en niveles más altos, como consecuencia de la energía disipada en impulsa objetos al interior del cráneo, pero existe una forma
el tejido cerebral, pueden lesionar centros vitales en grado sufi- directa de daño de órganos al disiparse la energía en planos limí-
ciente para producir inmediatamente la muerte o en cuestión de trofes de tejidos con densidades diferentes. La forma anterior de
minutos. barotraumatismo invariablemente rompe la membrana del tím-
Una vez que el clínico se ocupa de las complicaciones inicia- pano, signo que constituye un marcador fiable de la lesión de este
les, los problemas operatorios mencionados por Meirowsky se tipo. Signos acompañantes frecuentes de la conmoción del caracol
resumen en tres: prevención de la infección mediante desbri- son sordera, acúfenos y vértigo. En orden de frecuencia los pul-
damiento, acompañada de la administración de antibióticos de mones ocupan el siguiente lugar. La rotura de la membrana del
amplio espectro; control de la hipertensión intracraneal y el des- tímpano constituye un indicador sensible de las lesiones por esta-
plazamiento de estructuras de la línea media, por medio de eli- llamiento (Xydakis et al.). El sujeto puede perder el conocimiento,
minación de coágulos de sangre, y la administración de manitol pero es poco lo que se sabe del mecanismo por el que ocurre,
u otros agentes de deshidratación, y medios para evitar compli- salvo la oscilación del cráneo producida por la onda de presión.
caciones sistémicas letales. En las publicaciones médicas militares se han señalado embolia
La mayor parte de las víctimas con lesiones cerebrales pe- gaseosa aguda del cerebro. DePalma et al. han revisado con dete-
netrantes, al ser atendidas por primera vez, están en coma; quizá nimiento las lesiones de este tipo, pero son muy deficientes las
penetró un pequeño fragmento metálico en el cráneo sin ocasionar publicaciones neurológicas y no dilucidan si la onda de percusión
conmoción, aunque ello no es lo que se observa con los proyectiles origina la inconsciencia por “conmoción” directa del tejido ence-
de alta velocidad. En una serie de 132 sujetos cuyos casos fueron fálico, que constituyó el significado original del término.
analizados por Frazier e Ingham, inicialmente entraron en incons-
ciencia 120 de ellos. La profundidad y la duración del coma al
Lesiones al nacimiento
parecer dependieron del grado de necrosis, edema y hemorragias
cerebrales. En la serie del Traumatic Coma Data Bank, la cifra de mor- Comprenden una combinación única de fuerzas físicas y factores
talidad en 163 personas que inicialmente estaban en coma por una circulatorios y de oxigenación, y se discuten por separado en el
herida craneal por proyectil fue de 88% (más del doble de la cifra capítulo 38.
864   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

primer ataque y la proporción se incrementa a 80% hacia el final


SECUELAS DE LAS LESIONES de los dos años (Walker). Los datos derivados de un estudio de
CRANEOENCEFÁLICAS 15 años de personal militar con heridas craneoencefálicas graves
(penetrantes) indican que los pacientes que escapan a las convul-
Epilepsia postraumática (Consúltese también el cap. 16) siones durante el primer año posterior a la lesión pueden estar
75% seguros de permanecer libres de convulsiones; los pacientes
Las convulsiones constituyen las secuelas tardías más comunes sin convulsiones durante dos años pueden tener una seguridad
del traumatismo craneoencefálico, y su incidencia global es en de 90% y los que no las experimentaron durante tres años la tie-
promedio de 5% en casos de lesiones no penetrantes y de 50% nen de 95%. Para las lesiones menos graves (sobre todo lesiones
en sujetos que sufrieron una fractura compuesta del cráneo y craneoencefálicas cerradas) los tiempos correspondientes son
daño directo del encéfalo. El elemento básico casi siempre es la dos a seis meses, 12 a 17 meses y 21 a 25 meses (Weiss et al.). A
contusión o desgarro de la corteza; como cabría esperar, el peli- pesar de ello, es indudable que en la vida adulta ocurren convul-
gro de que surja epilepsia postraumática también depende de siones para las que no hay otra explicación que una contusión
la gravedad global y la intensidad de la lesión no penetrante. cortical cicatrizada que se adquirió decenios antes; se ha dicho
En una cohorte de 2 747 civiles con lesiones craneoencefálicas que en los niños es mas largo el intervalo entre la lesión craneo-
descritas por Annegers et al. (1980), el peligro de que surgieran encefálica y la aparición de convulsiones.
convulsiones después de traumatismo craneoencefálico grave Las crisis postraumáticas (tanto focales como generalizadas)
(definido por la aparición de inconsciencia o amnesia por más de tienden a reducirse en frecuencia con el paso de los años y un
24 h, incluidos hematoma subdural y contusión cerebral) fue número significativo de pacientes (10 a 30% de acuerdo con
de 7% en término de un año y 11.5% en término de cinco años. Si Caveness) por último deja de tenerlas. El estado epiléptico es
el daño fue solamente moderado (la inconsciencia o la amnesia poco común. Los individuos con ataques tempranos (durante
duró 30 min a 24 h, y el problema abarcó solamente fractura de la primera semana que sigue a la lesión) son los que con más
cráneo), el riesgo disminuyó a 0.7 y 1.6%, respectivamente. Des- probabilidad experimentarán remisión completa de los cuadros
pués de lesión leve (inconsciencia o amnesia que duró menos convulsivos que aquellos cuyos ataques iniciaron alrededor de
de 30 min), la incidencia de convulsiones no excedió significa- un año después de la lesión. La baja frecuencia de los ataques es
tivamente de la observada en la población general. En un estu- otro signo pronóstico favorable. Se ha considerado que el alcoho-
dio ulterior, Annegers et al. (1998) ampliaron la cohorte original lismo ejerce efectos adversos en el estado convulsivo, pero no se
para incluir a 4 541 niños y adultos con traumatismo cerebral. han hecho estudios sistemáticos sobre tal tema. M. Victor, colega
Los resultados fueron en gran parte los mismos que en el primer de los autores, observó a 25 sujetos con epilepsia postraumática
estudio excepto que en los pacientes con lesiones craneoencefá- en quienes después de varios años cesaron las convulsiones sólo
licas cerradas ligeras se observó un discreto aumento del riesgo para reaparecer cuando reanudaron el hábito de beber. En dichos
de desarrollo de crisis convulsivas, un riesgo que se mantuvo pacientes, las convulsiones fueron desencadenadas por borra-
elevado sólo hasta el quinto año después de la lesión. Se dice que cheras de fin de semana o incluso una noche de desenfreno alco-
la probabilidad de epilepsia es mayor en las lesiones parietales y hólico, y por norma general, no aparecieron cuando la persona
frontales posteriores, pero puede originarse de lesiones en cual- estaba ebria, sino en el periodo de abstinencia.
quier área de la corteza cerebral. Además, la frecuencia de crisis El origen de la lesión epileptógena ha sido la cicatriz cortical
epilépticas es bastante más alta después de las lesiones craneales en muchos casos, pero en otros, particularmente en alcohólicos,
penetrantes, como ya se dijo. no ha sido tan precisa. A partir del examen de las contusiones
El intervalo entre la lesión craneoencefálica y la primera crisis corticales viejas (placas amarillas) no es posible determinar con
convulsiva varía mucho. Un número pequeño de pacientes expe- bases morfológicas si la lesión es epileptógena o no. Los electro-
rimenta una convulsión generalizada unos momentos después corticogramas del encéfalo en regiones adyacentes a los viejos
de la lesión (epilepsia inmediata). Esta crisis suele caracterizarse focos traumáticos revelan diversas zonas adyacentes a las cica-
por extensión tónica breve de las extremidades, con movimien- trices activas desde el punto de vista eléctrico.
tos de sacudidas ligeras justo después de la conmoción, segui-
dos por el despertar en un estado confusional leve. No está claro Tratamiento y profilaxia  Las convulsiones pueden ser con-
si esto representa un fenómeno epiléptico verdadero o, como troladas con un solo antiepiléptico, y sólo unas cuantas son lo
parece más probable, es resultado de detención del flujo sanguí- suficientemente recalcitrantes como para obligar a la extirpación
neo cerebral. Se ha dicho que 4 a 5% de los individuos con lesión del foco epileptógeno. En este pequeño grupo, los resultados
craneoencefálica hospitalizados presenta una o más convulsio- quirúrgicos varían con los métodos de selección y las técnicas
nes durante la primera semana siguiente (epilepsia temprana). Las operatorias. Con las mejores condiciones neuroquirúrgicas de
convulsiones inmediatas tienen un buen pronóstico y los autores hace tres decenios y la selección cuidadosa de los casos Rasmus-
tienden a no tratarlas como si representaran epilepsia; por otra sen pudo erradicar las convulsiones en 50 a 75% de los casos
parte, las convulsiones tardías son bastante más frecuentes en mediante resección del foco (y también Penfield y Jasper) y los
pacientes que presentaron epilepsia en la primera semana de la resultados actuales son un tanto mejores.
lesión (sin incluir las convulsiones de la lesión inmediata; Jen- El empleo de antiepilépticos para evitar que surja la primera
nett). En la experiencia de los autores, las convulsiones que apa- convulsión y un cuadro ulterior de epilepsia, después de lesiones
recieron minutos u horas después de la lesión en un sujeto por lo cerradas o penetrantes del cráneo, tiene partidarios y oponentes.
demás totalmente consciente, a la postre resultaron ser falsas. En un estudio los pacientes que tomaban fenitoína experimen-
En los escritos médicos el término epilepsia postraumática suele taron menos convulsiones al final del primer año que un grupo
referirse a la epilepsia tardía, es decir, a las crisis epilépticas que de placebo, pero la incidencia resultó la misma (y bastante baja)
se presentan varias semanas o meses después de la lesión cra- en ambos grupos un año después de interrumpir la medicación.
neoencefálica cerrada (uno a tres meses en la mayor parte de En un estudio extenso y aleatorizado hecho por Temkin et al., se
los casos). Cerca de seis meses después de la lesión traumática, demostró que cuando la fenitoína se administraba en término de
la mitad de los pacientes que sufrirán epilepsia experimenta su 24 h de haber ocurrido el daño y se continuaba su uso durante
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  865

dos años, disminuía la incidencia de convulsiones en la primera Cuando la ataxia cerebelosa se debe al traumatismo mismo con
semana, pero no en fechas ulteriores. Además, en un estudio frecuencia es unilateral y resultado de una lesión del pedúnculo
de un gran número de pacientes con lesiones craneoencefálicas cerebeloso superior. Los autores han atendido a algún paciente
penetrantes, el empleo profiláctico de anticonvulsivos fue inefi- fuertemente atáxico que tuvo sólo lesiones pequeñas en el cere-
caz para prevenir las convulsiones tempranas (Rish y Caveness), belo después de hematomas subdurales agudos en ambos lados,
y esto guía el enfoque de los autores. por una agresión y traumatismo craneoencefálico. La “apraxia”
de la marcha también puede reflejar la presencia de hidrocefalia
Síndrome de disfunción autónoma comunicante (véase adelante y el cap. 30).
en coma traumático
Encefalopatía de los pugilistas (demencia
Una consecuencia perturbadora de la lesión craneoencefálica
pugilística, síndrome “punch-drunk”)
grave que se observa en los comatosos y en sujetos en estado
vegetativo persistente, es un síndrome de postura extensora vio- Los efectos acumulativos de las lesiones cerebrales repetidas que
lenta, diaforesis profusa, hipertensión y taquicardia que dura se observan en boxeadores que participaron en muchas peleas
minutos a una hora. Las crisis se acompañan a veces de febrícula. durante un periodo prolongado constituyen un tipo de lesión
La familia y el personal clínico muestran una gran perturbación del encéfalo que es difícil de clasificar. Se refiere al desarrollo de
con dicho cuadro, en particular cuando las gesticulaciones del habla disártrica y un estado de mente olvidadiza, lentitud del
enfermo sugieren sufrimiento. Los periodos de actividad sim- pensamiento y otros signos de demencia al cabo de muchos años
pática excesiva y adopción de una postura anormal pueden ser en el ring (a veces hacia el final de la carrera del pugilista, más a
desencadenados por estímulos dolorosos o distensión de una menudo pocos años después de su retiro). Los movimientos son
víscera hueca, aunque a menudo aparecen de modo espontáneo. lentos, rígidos e inciertos, en especial los que se efectúan con las
A menudo se identifica equivocadamente al síndrome como una piernas, y la marcha es pesada y de base amplia. En otras pala-
crisis epiléptica y en algunos textos aún se le menciona como bras, aflora un síndrome parkinsoniano y demencial y a veces
“epilepsia diencefálica”, pero muy probablemente es consecuen- ataxia moderadamente discapacitante, pero es importante no
cia de la eliminación de influencias corticales supresoras, en la confundirlas con las enfermedades idiopáticas de Parkinson o de
estructura del sistema autónomo, lo que permite que el hipotá- Alzheimer. Los reflejos plantares pueden ser extensores en uno
lamo actúe independientemente de los mecanismos inhibido- o ambos lados. Roberts et al. analizaron de nuevo el síndrome
res normales. Una revisión de 35 de dichos pacientes realizada clínico y lo identificaron en algún grado, en 37 de los 224 boxea-
por Baugley et al. identificaron una lesión axónica difusa y un dores profesionales que examinaron. Datos de estudios recientes
periodo de hipoxia como las principales formas relacionadas de indican que en promedio la mitad de todos los boxeadores profe-
lesión, lo que corresponde con la experiencia de los autores. sionales, activos y retirados, muestran en la tomografía compu-
Los narcóticos y las benzodiazepinas tienen un efecto benéfico tadorizada (CT) una dilatación ventricular, ensanchamiento de
ligero, pero la bromocriptina, que puede emplearse en combina- surcos o ambos cuadros y un quinto ventrículo o seudocele (no
ción con sedantes o dosis pequeñas de morfina, es más eficaz de se ha dilucidado el hecho de que dicha anomalía propia del desa-
acuerdo con Rossitch y Bullard. rrollo esté representada excesivamente en los boxeadores). Las
anormalidades anatómicas mencionadas estuvieron presentes
Trastornos extrapiramidales y cerebelosos muchos años antes, tal como lo indicó un neumoencefalograma,
posteriores al traumatismo y guardaron relación con el número de crisis (Ross et al.; Casson
et al.). No hay consenso respecto al hecho de que conmociones
Desde hace muchos años un punto controvertido ha sido la rela- repetidas en futbolistas pudieran culminar en demencia de un
ción causal entre el traumatismo cerebral y la aparición de la tipo similar al de la pugilística.
enfermedad de Parkinson; por lo común se ha concluido que el Corsellis et al. efectuaron un estudio patológico concienzudo
trastorno no existe y que la relación aparente, particularmente en de este trastorno. Examinaron los encéfalos de 15 boxeadores
relación con una sola lesión cerebral, es producto de coinciden- retirados que mostraron el síndrome de encefalopatía pugilística
cia. Muchos de los pacientes de ese tipo quizá tuvieron tempra- e identificaron un grupo de cambios cerebrales que parecía expli-
namente síntomas de enfermedad de Parkinson, que afloraron car los datos clínicos. Todos los casos presentaron crecimiento
después de la lesión craneoencefálica. Sin embargo, se sabe de leve a moderado de los ventrículos laterales y adelgazamiento
casos como el publicado por Doder et al. en que después de la del cuerpo calloso. Asimismo casi todos mostraron septum pellu-
necrosis postraumática de los núcleos lenticular y caudado, y cidum cavos muy ampliados y fenestración de las hojas septales.
un periodo de seis semanas, aparecieron signos parkinsonianos Se encontraron zonas identificables con facilidad de retracción
predominantemente contralaterales, incluido temblor, que evo- cicatrizal glial en la superficie inferior de la corteza cerebral. Las
lucionaron en forma lenta y que no mejoraron con l-dopa. Hubo células de Purkinje estaban perdidas y la capa de células granu-
también casos indudables de parkinsonismo después de lesiones losas se hallaba un tanto adelgazada tanto en esas áreas como
no penetrantes graves y del estado vegetativo (Matsuda et al.). más allá de ellas. De manera sorprendente sólo se encontraron
Una excepción de lo señalado pudiera ser el síndrome parkinso- contusiones corticales cerebrales en unos cuantos casos. Tam-
niano en antiguos boxeadores como manifestación del llamado bién fue notable la ausencia de signos de hemorragias previas.
cuadro de demencia pugilística (véase adelante). Los autores tie- De los 15 enfermos, 11 tuvieron grados diversos de desaparición
nen la impresión de que es muy poco probable que las conmocio- de células pigmentadas de la sustancia negra y del locus cerúleo,
nes deportivas habidas en años pasados de la persona, pudieran y muchas de las células restantes mostraron los cambios de neu-
originar enfermedad de Parkinson. rofibrillas de Alzheimer; no se observaron cuerpos de Lewy. Los
La ataxia cerebelosa es una consecuencia rara del traumatismo cambios neurofibrilares estuvieron dispersos de manera difusa
craneal a menos que este último se complicara por anoxia cere- en toda la corteza cerebral y el tallo encefálico, pero fueron más
bral (que causa ataxia con mioclono) o una hemorragia de ubica- notables en la sustancia gris medio temporal. Un aspecto por des-
ción estratégica en la profundidad del mesencéfalo o el cerebelo. tacar fue el hecho de no identificar placas amiloides circunscritas
866   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

en el material en cuestión, con los métodos de tinción corrientes. la existencia de una lesión directa del VIII nervio o un órgano
Sin embargo, todos los pacientes presentaron depósitos inmu- terminal.
norreactivos extensos de amiloide β (“placas difusas”). En tres Los signos físicos mencionados terminan por desaparecer
boxeadores que desarrollaron síndrome de Parkinson, Davie et algunas semanas después en la mayoría de los enfermos. En caso
al. encontraron reducción de N-acetilaspartato en el putamen y de persistir, la persona no tolera ruidos, excitaciones emociona-
el pálido mediante espectroscopia de resonancia magnética de les ni contacto con multitudes. Tensión, inquietud, interrupción
proteínas. Es probable que refleje una pérdida de neuronas en del sueño, incapacidad para concentrarse, sentimientos de ner-
esta región, y como señalaron estos autores, distingue el proceso viosismo, fatiga, preocupación, aprensión e incapacidad para
de la enfermedad de Parkinson idiopática. No hay certeza, por lo tolerar la cantidad usual de alcohol que se tomaba antes comple-
expuesto, de la patogenia de la demencia pugilística. tan el cuadro clínico. La semejanza de estos síntomas con los de
ansiedad y depresión es evidente.
Hidrocefalia postraumática A diferencia del gran número de síntomas subjetivos, es
mínima o nula la deficiencia de la memoria y de otras funciones
El cuadro en cuestión probablemente constituya una complica- intelectuales después de una sola conmoción, si bien ha habido
ción poco común, pero a menudo se le atribuye a la lesión craneo- opiniones totalmente contrarias a la presente. Más adelante se
encefálica intensa. Concuerda con las premisas de la categoría de hará un comentario más detenido de las secuelas en la esfera
hidrocefalia normotensa como se expone en el capítulo 30. Las cognitiva.
manifestaciones iniciales consisten en cefaleas, vómitos, confu- El síndrome conmocional complica todos los tipos de lesión
sión y somnolencia intermitentes. Más tarde sobrevienen embo- craneoencefálica, leves o graves. Una vez establecido puede per-
tamiento mental, apatía y retraso psicomotor, y en ese momento sistir meses o años y es refractario a todas las variedades de trata-
la presión del LCR puede haber disminuido hasta un valor miento. Los síntomas acaban por mitigarse. Resulta extraño que
normal (hidrocefalia normotensa). Los exámenes de necropsia el síndrome casi no se conozca en niños. También es caracterís-
demuestran aracnoiditis basilar adherente. Entre los mecanismos tico el incremento tanto de la duración como de la intensidad de
pudiera estar la hemorragia subaracnoidea temprana. La mejoría este síndrome a causa de los problemas legales relacionados con
con la derivación ventriculoperitoneal puede ser impresionante. indemnizaciones, lo que sugiere un factor psicológico. La ocu-
Zander y Foroglou han acumulado experiencia amplia con este rrencia del síndrome postraumático es mucho menos frecuente
trastorno y han hecho publicaciones autorizadas. en países donde estos aspectos son una parte menos importante
de la estructura social. El estrés ambiental asume también impor-
tancia; la irritabilidad, el insomnio y la ansiedad se incrementan
Síndrome conmocional poco después de la lesión si es demasiado demandante para el
En párrafos anteriores fue señalado lo relativo a este problema individuo. En relación con tal situación, Mittenberg et al. (1992)
molesto y frecuente y también se hizo en el capítulo 10. En caso realizaron un experimento interesante. Se pidió a un grupo de
de que el síndrome dure bastante tiempo, constituye una situa- pacientes sin experiencia personal o conocimientos de las lesio-
ción embarazosa para el neurólogo, problema agravado por los nes craneoencefálicas que seleccionaran de una lista los síntomas
pacientes y parientes preocupados. Guarda innumerables pun- que esperarían después de un traumatismo craneoencefálico
tos de semejanza con el trastorno de estrés postraumático y por ello conmocionante. Eligieron un cúmulo de síntomas casi idénticos
también se le ha denominado síndrome de inestabilidad nerviosa a los que se observan en el síndrome posconmocionante. Las
postraumática y neurastenia postraumática (Symonds, entre otros grandes cifras de fondo de los componentes del síndrome con-
nombres). Las manifestaciones básicas son cefalea y falta de cla- mocional, tal vez lo hagan aparecer más prevalente de lo que es.
ridad de las funciones psíquicas. El dolor suele ser generalizado En el estudio prospectivo de Meares et al. se observó que, si se
o localizado a la zona que recibió el impacto y se le han dado le comparaba con un grupo de individuos que habían tenido un
diversos calificativos como sordo, pulsátil, compresivo u opre- traumatismo extracraneal, la frecuencia de los componentes del
sivo; tiene como característica notable su variabilidad en cada síndrome fue igual y que el elemento de predicción de mayor
enfermo. La intensificación de la cefalea y de otros síntomas peso de que surgiera fue un trastorno previo de ansiedad.
con los esfuerzos mentales o físicos como maniobra de Valsalva, En párrafos siguientes serán señaladas estrategias para el
inclinación del cuerpo y excitación emocional ya se menciona- tratamiento de dichos pacientes. También se ha publicado que
ron; el reposo y el ambiente tranquilo tienden a mitigarlos. Estas el personal militar que ha sufrido lesiones craneoencefálicas
cefaleas pueden constituir un obstáculo de primera importancia de cualquier grado tiene una mayor incidencia de trastorno de
para la convalecencia. Los mareos, otro síntoma característico, estrés postraumático (posttraumatic stress disorder, PTSD), que las
no suelen ser un vértigo verdadero sino una ligera sensación de personas con otras lesiones somáticas. El mismo problema se
inestabilidad o de cabeza hueca. El paciente puede sentirse ines- puede detectar en civiles después de lesiones y concuerda neta-
table, aturdido, débil o con sensación de desmayo. Sin embargo, mente con el síndrome conmocional descrito.
algunos pacientes describen síntomas que pudieran concordar
con un trastorno laberíntico; los objetos del entorno se desplazan Trastornos cognitivos
momentáneamente y el individuo puede sentir desequilibrio si y psiquiátricos postraumáticos
eleva la mirada o la dirige hacia un lado. En las pruebas labe-
rínticas se advierte hiporreactividad, pero más a menudo no se En todos los pacientes con lesión cerebral conmocionante queda
identifica anormalidad alguna. McHugh detectó mediante elec- una brecha de memoria (amnesia traumática) que abarca un
tronistagmografía una elevada incidencia de anormalidades de periodo variable desde antes del accidente hasta cierto momento
poca importancia en sujetos conmocionados y en los que tenían después de éste. Esta brecha es permanente y se llena sólo con lo
lesiones por latigazo del cuello, pero para los autores gran parte que se le dice al individuo. Además, como se señaló en la intro-
de sus datos son difíciles de interpretar. De manera excepcional ducción de esta sección, cierto grado de trastorno de la función
el vértigo se acompaña de disminución de la excitabilidad tanto cortical superior puede persistir durante semanas (o ser perma-
de los laberintos como de los caracoles (sordera) y cabría asumir nente) luego de lesiones craneoencefálicas moderadas a graves,
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  867

aun después que el paciente llegó a la etapa de formación de es posible atribuir algunos cambios conductuales más graves a
memorias consecutivas. En el lapso en que se perturban las fun- las contusiones de los lóbulos frontal y temporal. Si no existe un
ciones psíquicas, la alteración de la memoria es la más notable daño estructural neto en el cerebro, la deficiencia cognitiva des-
y en este sentido la situación se asemeja a la forma alcohólica pués del tratamiento ha sido atribuida, en términos generales,
de la amnesia de Korsakoff y guarda semejanza con la amnesia a una lesión axónica difusa. Se han obtenido algunos casos de
global transitoria (cap. 21). Se ha afirmado repetidas veces que corroboración en los intentos de validar la aseveración anterior
dicho estado de amnesia es un signo constante de todos los tras- por medio de técnicas actuales como las imágenes por tensor de
tornos psíquicos postraumáticos y duraderos, pero en opinión difusión, como la serie descrita por Kraus et al., pero se necesitan
de los autores, refleja en parte la facilidad con que puede eva- más investigaciones al respecto.
luarse la memoria. Con pruebas más cuidadosas por lo común El cuadro general tiende a que los síntomas mencionados
se identifican otros trastornos de la esfera cognitiva. Los sujetos cedan poco a poco, aunque no del todo, incluso en sujetos en
conmocionados, en el lapso de amnesia postraumática, rara vez quienes el accidente desencadenó una crisis franca de psicosis
confabulan. Además de la desorientación en espacial y temporal, (como ocurriría con la persona bipolar o con esquizofrenia para-
la persona con lesión craneoencefálica también presenta defectos noide). Las formas mencionadas fueron llamadas pintoresca-
de la atención, fácil distracción, perseveración e incapacidad de mente “demencia postraumática” y estudiadas con detenimiento
sintetizar datos perceptivos. Puede haber deterioro leve del jui- por primera vez por Adolf Meyer.
cio y las funciones directivas, aunque rara vez de gran intensidad Los síntomas histéricos que aparecen después de una lesión
en el lapso de amnesia. Una tendencia a perseverar interfiere en craneoencefálica en las esferas cognitiva y somática, al parecer
los actos y las ideas. Por ejemplo Leininger et al. observaron que son más frecuentes que los que surgen después de lesión de
casi todos los 53 pacientes que atendieron y que fueron víctimas otras zonas del cuerpo. Dichas manifestaciones se exponen en
de lesión craneoencefálica leve en accidentes de tránsito, tuvie- el capítulo 56; pueden ser inmediatas o tardías y variar desde el
ron un desempeño mucho menos satisfactorio que los testigos en tartamudeo hasta la ceguera, la parálisis, la imposibilidad de la
los tests psicológicos (prueba de categorías, aprendizaje verbal bipedación e incluso la catatonia.
auditivo, copia de figuras complejas). En algunos casos, el hecho
de que aquellos que simplemente estuvieron aturdidos tuvieron
las mismas deficiencias de desempeño que los conmocionados y TRATAMIENTO DE LAS LESIONES
que hubo demandas judiciales constituiría una objeción a dicho
resultado. Existe el problema de la planificación y la coherencia
CRANEOENCEFÁLICAS
global atribuible a un defecto en las “funciones directivas” del
lóbulo frontal, que quizá sea más evidente en sujetos con alta
Inconsciencia transitoria únicamente
capacidad funcional y que sean los más afectados. Los individuos con una lesión conmocional no complicada que
Por norma general, cuanto menor sea la puntuación en la recuperaron el conocimiento para el momento en que son aten-
Escala de Coma de Glasgow inmediatamente después de la lesión didos en un hospital y cuyos datos de la exploración neurológica
(véase cuadro 35-1) y mientras más dure el lapso postraumático son normales, no presentan problemas en su tratamiento. Será
para la recuperación de nuevos recuerdos (amnesia anterógrada), mejor darlos de alta después de que se hayan practicado todos
habrá mayor posibilidad de que la víctima quede con algunos los exámenes adecuados (CT y radiografías de cráneo, si es nece-
cambios permanentes en sus funciones cognitivas y su personali- sario) y que los resultados sean negativos. Asimismo no han de
dad. Según Jennett y Bond los pacientes con buena recuperación recibir el alta hasta que recuperen la capacidad para establecer
lograron el grado máximo de mejoría dentro de los seis primeros memorias consecutivas y estén hechos los arreglos para la obser-
meses. Otros observaron que las pruebas psicológicas detalladas vación por parte de los miembros de la familia por si aparecieran
y repetidas durante un periodo prolongado, inclusive en pacien- posibles, aunque improbables, signos de complicaciones tardías
tes con lesiones craneoencefálicas hasta cierto punto menores, (hemorragia subdural y epidural, hemorragia intracerebral y
descubren mejoría perceptible hasta 12 a 18 meses después. edema). El programa emprendido por Mittenberg et al. (2001) ha
Se han identificado otras anormalidades mentales y con- demostrado que la tranquilización verbal y la explicación de la
ductuales más sutiles que posiblemente queden como secuelas lesión conmocional y las secuelas previstas disminuyen la inci-
del daño cerebral más grave. Al superar la fase de demencia dencia de síntomas conmocionales, a los seis meses. La mayo-
postraumática, para el paciente quizá sea imposible trabajar o ría de estos pacientes queda mentalmente lúcido, sin dolor de
adaptarse a su situación familiar. Los enfermos de ese tipo por lo cabeza o leve y su examen neurológico es normal. No requieren
común son anormalmente repentinos, inconformes y suspicaces. hospitalización ni estudios especiales pero en el ambiente esta-
A diferencia del síndrome conmocional descrito en que existe dounidense actual de litigios suele practicarse alguna forma de
alguna uniformidad, los rasgos en cuestión varían con la edad, imagen del encéfalo. Puede prescribirse acetaminofén para el
la experiencia y los factores ambientales de sobrecarga a los que dolor de cabeza. Cualquier incremento de este último, vómito,
está expuesto el paciente. En la experiencia de los autores, han o dificultad para despertarlo son indicaciones para regresarlo al
tenido importancia particular los extremos de la vida (niños y departamento de urgencias. Es muy útil una hoja con instruccio-
ancianos). La anormalidad conductual más notable en los meno- nes escritas respecto a los síntomas que cabe esperar y orienta-
res, descrita por Bowman et al., es el cambio de carácter. El niño ción clara sobre las nuevas visitas para exploración.
se torna impulsivo, sin importarle las consecuencias de sus actos Los pacientes con quejas persistentes de cefalea, mareos y
y desdeña las normas sociales, situación muy similar a lo que nerviosismo, síndrome que los autores denominan inestabilidad
en época pasada se observaba en los sujetos que se recuperaban nerviosa postraumática, son los más difíciles de tratar, como ya se
de encefalitis letárgica. Algunos adolescentes y adultos jóvenes, dijo. Debe planearse un programa de tratamiento de conformi-
en términos generales, pierden los mecanismos de inhibición e dad con el problema básico. Si se advierte principalmente depre-
impulsividad que acompañan a las enfermedades de lóbulos sión ansiosa, pueden ser útiles los antidepresivos como la fluoxe-
frontales. En la persona de mayor edad, asume mayor notorie- tina, la paroxetina o un producto tricíclico, pero dichos efectos
dad la deficiencia de las funciones intelectuales. En muchos casos pueden ser desalentadores. Para la cefalea deben prescribirse
868   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

analgésicos simples, como acetaminofén o fármacos antiinfla- de urgencias, la mortalidad fue de 65%. Aunque la hipotensión
matorios no esteroideos. El litigio planteado debe resolverse tan consecutiva a algunas lesiones es una respuesta vasodepresora y
pronto como sea posible. Retrasarlo no hará más que aumentar suele controlarse sin fármacos presores, debe insertarse un acceso
las desventajas del paciente. Los periodos prolongados de obser- intravenoso grande sin dificultad. Un problema poco común es
vación, la repetición de una multitud de pruebas y la espera la hipotensión persistente por la sola lesión craneoencefálica y el
sólo refuerzan las preocupaciones y los temores del paciente, y médico debe sospechar hemorragia interna en tórax o abdomen,
reducen su motivación para volver al trabajo. Los tests neuro- fracturas extensas o traumatismo de la médula cervical o diabe-
sicológicos pueden ser útiles en el grupo en que persisten las tes insípida. En el comienzo, la fluidoterapia debe incluir solu-
dificultades cognitivas, pero hay que interpretar con cautela los ción fisiológica (normal) y así evitar la administración de “agua
resultados, porque la depresión y la poca motivación entorpecen libre” excesiva, por su efecto adverso en el edema cerebral. Se
el rendimiento en ellas. seguirá administrando oxígeno hasta que se demuestre que la
saturación arterial de dicho gas es normal.
Después de todo lo anterior se hará una revisión neurológica
Pacientes con lesión craneoencefálica grave rápida, con atención a la profundidad del coma, diámetro de
las pupilas y su reacción a la luz, movimientos oculares, refle-
Si el médico llega a la escena del accidente y encuentra a un jos corneales, movimientos de la cara durante la gesticulación,
paciente sin conocimiento, debe efectuar una exploración rápida deglución, emisión de voces, reflejos nauseosos, tono muscular
antes de moverlo. Primero tiene que saber si el paciente respira y movimiento de las extremidades, posturas predominantes,
y tiene libre la vía respiratoria, y obtener el pulso y la presión reacciones al pellizco y reflejos. El abombamiento de las regio-
arterial, al tiempo que verifica si una herida de la piel cabelluda nes temporal y posauricular (signo de Battle), la hemorragia
o una víscera lesionada produce una hemorragia peligrosa. Las por la nariz o un oído y el edema y la hemorragia conjuntivales
lesiones craneoencefálicas graves que detienen la respiración extensos son signos útiles de fractura subyacente de la base del
van seguidas con prontitud por interrupción del funcionamiento cráneo. Sin embargo, debe recordarse que la rotura de la mem-
cardiaco. Las lesiones de esta magnitud suelen ser fatales; el brana del tímpano o los golpes sobre la nariz también pueden
encéfalo suele dañarse de manera irreparable si las medidas producir hemorragia por estos sitios. Es posible que las fracturas
de reanimación no restablecen y sostienen el funcionamiento de los huesos orbitarios desplacen el ojo, con estrabismo resul-
cardiopulmonar en 4 a 5 min. Debe administrarse oxígeno. La tante; la fractura del maxilar inferior resulta en maloclusión y
hemorragia por la piel cabelluda suele controlarse mediante un malestar al intentar abrir la boca. Si el paciente retiene la orina
vendaje compresivo, a menos que una arteria esté seccionada, y tiene la vejiga distendida, debe instalarse una sonda de Foley
caso que requiere ligadura por sutura. Las medidas de reani- permanente. La temperatura, el pulso, las respiraciones, la pre-
mación (respiración artificial y compresión cardiaca) tienen que sión arterial y el estado de conocimiento se verifican y registran
continuar hasta que el personal de la ambulancia se haga cargo cada hora. La Escala de Coma de Glasgow, mencionada antes,
del paciente. ofrece un medio práctico para valorar el estado del trastorno del
La posibilidad de fractura-luxación cervical que a veces surge conocimiento a intervalos frecuentes (véase cuadro 35-1), pero
con lesiones craneoencefálicas graves es la justificación para no debe considerarse un sustitutivo de la exploración neuroló-
tomar precauciones como inmovilizar el cuello, y al mover de gica más completa. Un deterioro en la escala exige un cambio en
sitio a la persona. En el sujeto conciente, el dolor en el cuello las medidas terapéuticas.
obliga a prestar atención a dicha complicación. No hay que olvi- En tal situación han asumido importancia fundamental la CT
dar que incluso si no existe fractura de la columna, puede haber y la resonancia magnética. La identificación de un coágulo de
compresión de la médula espinal por la inestabilidad que es con- sangre epidural, subdural o intracerebral que puede medirse es
secuencia de lesiones ligamentosas (que conllevan el riesgo de una indicación para operar de inmediato. La presencia de contu-
subluxación). En el estudio de 292 pacientes que tuvieron lesio- siones, edema cerebral y desplazamiento de las estructuras cen-
nes cervicales traumáticas, hecho por Demetriades et al., en 31 trales demanda medidas para vigilar el progreso de estas lesio-
(11%) hubo subluxaciones sin fractura y en 11 (4%), lesiones de la nes y controlar la presión intracraneal. Lo mejor es aplicar todas
médula, sin fractura ni subluxación. El uso combinado de radio- estas medidas en una unidad de cuidados críticos.
grafías del raquis cervical y estudios de CT del cuello estándar
detectó todas las lesiones cervicales. En consecuencia, después
Tratamiento de la presión intracraneal elevada
de una lesión grave del cuello o la cabeza también es aconsejable
obtener placas cervicales anteroposterior, lateral y oblicua están- En muchos servicios se tiene la costumbre de colocar uno de
dar, con imágenes adicionales cuidadosas del cuello en flexión varios dispositivos que permita el registro ininterrumpido
(20°) y extensión (30°), y un estudio de CT cervical. Si son nor- de la tensión intracraneal (intracranial pressure, ICP) en lesiones
males y no hay dolor del cuello o es muy leve, no se requiere más craneoencefálicas moderadas o graves (Narayan et al., 1982). Los
el collar cervical. Cuando no es posible obtener estos estudios o signos neurológicos que integran la Escala de Coma de Glasgow
hay dolor importante persistente u otros datos neurológicos ori- reflejan la tensión en el interior del cráneo. En párrafos anteriores
ginados por movimientos de la cabeza, es aconsejable una MRI fueron planteados los argumentos a favor y en contra de la medi-
cervical. ción seriada de ICP; entre ellos, la posibilidad de drenar líquido
En el hospital, el primer paso consiste en despejar las vías res- cefalorraquídeo por un catéter ventricular brinda una posibi-
piratorias y asegurar la ventilación adecuada, mediante intuba- lidad limitada para disminuir dicha tensión. La impresión de los
ción endotraqueal si es necesario. El personal debe buscar otras autores es que en los pacientes comatosos la vigilancia mínima de
lesiones particularmente en el abdomen, el tórax, la columna y los la ICP evita errores en la administración de líquidos y refina otros
huesos largos. En el análisis de los datos del Traumatic Coma Data detalles del tratamiento, inclusive el empleo apropiado de diuré-
Bank, Chestnut y et al. encontraron que la hipotensión temprana ticos osmóticos y el nivel adecuado de hiperventilación. La vigi-
sostenida (presión arterial sistólica <90 mmHg) se acompañó del lancia puede ser de gran utilidad si se emplea de esta manera. Sin
doble de mortalidad. En presencia de choque al ingreso a la sala embargo, hay pocos datos críticos que apoyen la vigilancia siste-
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  869

mática de la ICP; desde luego el paciente que sólo está soñoliento ha corroborado que las grandes dosis directas de manitol sean
o que muestra nada más un efecto mínimo de lesión que ocupa beneficiosas en lesiones craneoencefálicas no penetrantes, con
espacio en la CT no se beneficia. Como guía práctica, los autores hematoma subdural agudo o contusiones, pero se trata de una
se inclinan por el empleo de la medición seriada de ICP como estrategia razonable y pudiera ampliarse para incluir a sujetos
una forma de anticipar algún deterioro inminente por edema que tienen anormalidades pupilares. Es probable que la solución
o hemorragia cerebrales, si persiste la somnolencia y el sujeto salina hipertónica (3%) ocasione un efecto similar al del manitol
no cumple órdenes; si su puntuación en la Escala de Coma de en el tratamiento de ICP con incremento agudo.
Glasgow es menor de ocho puntos, y tiene manifestaciones
de algún efecto de masa en la tomografía computadorizada. Hipocarbia  La hipocarbia inducida mediante hiperventila-
La generación actual de monitores de ICP utiliza manómetros ción es eficaz para reducir la ICP sólo un periodo limitado, por-
fibrópticos que se introducen de modo directo en la corteza cere- que el pH del LCR se equilibra en el transcurso de horas y ayuda
bral, sin ocasionar daño. El peligro de infección es pequeño, pero a que el volumen sanguíneo cerebral regrese a su nivel previo.
su uso duradero puede complicarse por la aparición de menin- Una reducción aislada de la Pco2 suele disminuir la ICP por alre-
gitis bacteriana. El monitor queda colocado durante tres a cinco dedor de 20 a 40 min. Los intentos para prolongar el efecto de la
días o menos si el estado clínico y la ICP son estables durante 24 hipocarbia y la alcalosis mediante la administración intravenosa
a 48 horas. de amortiguadores del amonio han tenido un éxito mixto. Inclu-
sive se sugiere que la hiperventilación puede ser perjudicial en
Medidas generales  La primera medida para disminuir el algunos pacientes con lesiones de la cabeza por una disminu-
incremento de ICP es controlar y eliminar los factores secunda- ción del flujo sanguíneo cerebral pero el riesgo, si acaso, parece
rios que aumentan la tensión como hipoxia, hipercarbia, hiperter- ser mínimo. Por las razones comentadas, la hipocarbia no suele
mia, posiciones anormales de la cabeza que comprimen las venas utilizarse en casos de traumatismos craneoencefálicos. Si persis-
yugulares y tensiones medias altas de vías respiratorias (consúl- ten los incrementos de la ICP y también la hinchazón cerebral a
tese la monografía de Ropper et al. [2004] y el cap. 30 para mayo- pesar de las medidas mencionadas, es muy sombría la posibili-
res detalles). Si la tensión intracraneal es mayor de 20 mmHg, cabe dad de supervivencia.
emprender algunas medidas como la deshidratación hiperosmo-
lar (0.25 a 1.0 g de manitol al 20% cada 3 a 6 h o 0.75 a 1 mg/kg Hipotermia  Se han utilizado la hipotermia y la anestesia con
de furosemida o solución salina al 3%; véase adelante) para que el barbitúricos para aplacar la ICP, pero son pocos los pacientes que
nivel de sodio en suero exceda de 138 meq/L y la osmolalidad sea mejoran con dicha estrategia. En una investigación aleatorizada
de 290 a 300 mosm/L. Incluso si no se mide de manera seriada y comparativa para enfriar a sujetos con grave lesión craneoen-
la ICP, el clínico intentará conservar dicho nivel de osmolalidad cefálica no penetrante (puntuaciones de tres a siete en la Escala
sérica en los primeros días si en la CT se detectaron contusión e de Coma de Glasgow) (a 33°C) durante 24 h, pareció acelerarse
hinchazón cerebrales. No son útiles para disminuir el volumen la recuperación neurológica y hubo una pequeña mejoría en los
intracraneal los incrementos de la osmolalidad como consecuen- resultados (Marion et al.), pero un estudio de mayor magnitud
cia de concentraciones excesivas de solutos difundibles como la y realizado en mejor forma por Clifton, indicó que la hipotermia
glucosa, porque no generan un gradiente de solutos a uno y otro de 33°C en término de 8 h de la lesión no mejoró los resultados
lados de los vasos cerebrales. Por este motivo la medición del y que no conviene seguir tal estrategia, salvo en circunstancias
sodio sérico ofrece de alguna manera una medida más precisa especiales. En niños también se ha demostrado que no se obtiene
del agotamiento de agua libre. Una concentración inicial de sodio tal efecto (Hutchinson et al.). El calentamiento puede ocasionar
de 138 a 141 meq/L es adecuada. Los líquidos intravenosos con un incremento rápido en la ICP; por esa razón, hay que aumentar
agua libre deben evitarse para impedir que el edema cerebral se poco a poco en término de un día o más, la temperatura corporal.
intensifique. Esto plantea un peligro particular en los niños que, Shann ha sugerido, después de resumir los datos de investiga-
a causa de la secreción inapropiada de hormona antidiurética, se ciones de la hipotermia terapéutica, que muchos de los estudios
intoxican fácilmente con agua. Sin embargo, con esta excepción la no mostraron beneficio porque fueron inadecuados el grado y la
restricción del volumen general de líquidos es una preocupación duración del enfriamiento. Los barbitúricos disminuyen la ICP,
menor que la reducción de agua libre. Como consecuencia, será pero también pueden aminorar la tensión arterial y con ello dete-
mejor no usar soluciones como la glucosada al 5% en agua, la riorar el riego cerebral. Sin embargo, Marshall et al. (1979) afir-
salina al 0.5% y la glucosada al 5% en salina al 0.5%; se puede usar maron haber obtenido mejoría y una mayor supervivencia con
la solución lactada de Ringer y la ideal sería la salina normal, sin el uso de dichos fármacos incluso en pacientes cuya ICP rebasó
glucosa adicional o con ella. En un estudio post hoc de una cohorte los 40 mmHg. En el estudio aleatorizado más definitivo hecho
de sujetos gravemente lesionados se advirtió que la utilización de por Eisenberg et al. no se obtuvo beneficio de la anestesia indu-
albúmina tuvo un efecto nocivo, en comparación con la solución cida por barbitúricos en personas con lesiones craneoencefálicas
salina (investigadores de SAFE). y salvo para el control inmediato de ICP, ha sido descartada en
gran medida.
Terapia hiperosmolar  Los efectos del manitol han generado
enorme interés en los neurocirujanos que tratan traumatismos Corticoesteroides  Algunos estudios grandes y comparati-
craneoencefálicos, pero nunca se ha definido el mejor plan para vos han definido que la administración de dosis altas de cor-
utilizarlos. En un estudio se demostraron beneficios en casos ticoesteroides no modifican significativamente los resultados
de hematoma subdural agudo con una sola aplicación de 0.6 clínicos de las lesiones craneoencefálicas graves. El llamado Cli-
g/kg de dicha sustancia en embolada inmediatamente a todos nical Randomization of an Antifibrinolytic in Significant Hemorrhage
los pacientes y una segunda dosis adicional, aplicada a los que (CRASH); diseñado y aleatorizado adecuadamente y que dejó
mostraron reactividad pupilar, y dos veces la dosis original para atrás a algunos estudios de menor cuantía sobre corticoesteroi-
los que no tuvieron reactividad pupilar o presentaron anisoco- des y que se realizó en más de 10 000 adultos y que controló
ria. Se han cuestionado los datos de dicha investigación y por grados diversos de lesión según la Escala de Coma de Glasgow y
ello no se sabe si el régimen comentado es eficaz. Al final no se signos imagenológicos, indicó que el goteo de 2 g de metilpred-
870   Parte 4  CATEGORÍAS PRINCIPALES DE LA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA

nisolona por la vena, seguido de 0.4 g/h de la misma durante 48 Estos medicamentos se administran sólo cuando se presentó una
h, prolongó la supervivencia de sujetos no tratados, pero por un convulsión.
margen pequeño aunque neto, y ello fue el punto de partida para La inquietud es controlada por diazepam, propofol o un fár-
la recomendación de no utilizar sistemáticamente los corticoes- maco similar, pero sólo si después de medidas cuidadosas de
teroides después de daño craneoencefálico. enfermería no se aplaca al enfermo y se obtiene sueño unas
En seguida se dedican algunos párrafos a la craniectomía amplia cuantas horas cada vez. Quizá sean preferibles el etomidato y
por descompresión en casos de hinchazón cerebral rebelde. la dexmedetomidina para aplacar la agitación porque su efecto
sedante es mínimo. La fiebre se contrarresta mediante antipiré-
Control de la tensión arterial  El tratamiento de la hiperten- ticos como el acetaminofén y, si es necesario, con un cobertor de
sión postraumática puede ser un problema difícil. Justo después enfriamiento. El uso de morfina o bromocriptina para calmar las
de la lesión craneoencefálica sobrevienen una respuesta simpa- posturas en extensión enérgicas y la actividad adrenérgica que
tosuprarrenal y un incremento de la presión arterial que desapa- las acompaña ya se mencionó.
recen de manera espontánea en cuestión de unas cuantas horas o
algunos días. A menos que la elevación de la presión arterial sea Medidas quirúrgicas
grave (mayor de 180/95 mmHg), puede dejarse sin tratamiento
durante la fase temprana. En experimentos efectuados en anima- La necesidad de intervención quirúrgica en el periodo postrau-
les se encontró que la hipertensión grave produce aumento de la mático agudo depende de dos factores: el estado clínico de la
perfusión del encéfalo e incrementa el edema que rodea las con- víctima y los hallazgos en los estudios imagenológicos. La pre-
tusiones y las hemorragias. Como ya se mencionó, el edema es el sencia de un coágulo subdural o epidural que origina desplaza-
principal elemento en la génesis de la tumefacción cerebral y el miento de estructuras de la línea media cerebral, obliga a eva-
incremento de la ICP en los pacientes con lesión craneoencefálica cuarlo inmediatamente. Nos ocupamos en párrafos anteriores
(Marmarou et al.). Esta secuencia refleja una falla de los mecanis- del tratamiento de tales lesiones. Si la hipertensión intracraneal
mos vasculares autorreguladores, con el resultante edema trasu- no mejora con el método mencionado ni con los agentes osmó-
dativo en las áreas dañadas del encéfalo. El control de la eleva- ticos corrientes y otras medidas médicas comentadas o en caso
ción de la presión sanguínea debe balancearse contra el riesgo de de que se deteriore el estado del enfermo y sus signos vitales
reducir la presión de perfusión cerebral y la observación de que (aceleración de la frecuencia cardiaca, incremento o disminución
aun un periodo previo de hipotensión ligera puede ocasionar un de la temperatura por debajo de lo normal, empeoramiento del
ciclo de vasodilatación cerebral, incremento del volumen sanguí- estado de conciencia, hemiplejía, reflejos plantares claramente
neo cerebral y elevación de la ICP en la forma de una onda de extensores) habrá que repetir la búsqueda de una masa cerebral
meseta (Rosner y Becker). Observaciones como las mencionadas tardía. Por lo común en estas circunstancias clínicas, por medio
destacan la necesidad de corregir inmediatamente la hipotensión de CT se identificará un nuevo hematoma epidural, subdural
en personas con graves lesiones craneoencefálicas. o intracerebral o ensanchamiento de uno antiguo y empeo-
En muchos de los tratamientos contra la hipertensión intra- ramiento del edema cerebral. Si la muerte o una incapacidad
craneal se deshidrata al paciente o se disminuyen las presiones grave puede evitarse, la operación en estos casos debe practi-
de llenado del corazón, con lo cual surge hipotensión; por esa carse antes que aparezcan los signos avanzados de compresión
razón, el término medio mejor sería evitar la hipertensión intensa del tallo cerebral: postura de descerebración o descorticación,
y cualquier nivel de hipotensión. Para disminuir la hipertensión, hipertensión, bradicardia.
por lo común se utilizan diuréticos, agentes bloqueadores adre- El uso de la craneotomía descompresiva en pacientes con tume-
nérgicos β e inhibidores de la enzima convertidora de angioten- facción cerebral traumática progresiva intratable es objeto de un
sina, y no agentes que pueden dilatar los vasos cerebrales (la renovado interés en los últimos años, después que casi se aban-
nitroglicerina y el nitroprusiato, la hidralazina y algunos de los donó desde hace varios decenios. Guerra et al. informaron los
bloqueadores de canales de calcio pueden conllevar este peligro). casos de 57 de dichos pacientes, la mayoría adultos jóvenes, que
La hipotensión debe corregirse con vasopresores como la neosi- sufrieron una craneotomía frontotemporal amplia, unilateral en
nefrina. El clínico debe escoger en el marco de ICP y la presencia 31 y bilateral en 26. De ese grupo, 58% logró estados sorprenden-
de ondas de estabilidad el nivel exacto de la tensión arterial que tes de rehabilitación. Los autores mencionados pensaron que los
debe tratar, y el objetivo es que la tensión de riego cerebral sea resultados representaban una mejoría significativa en cuanto a
normal, entre 60 y 80 mmHg y también el nivel tensional previo; los resultados previstos en este grupo particular de pacientes. En
hay que considerar signos de insuficiencia de órganos por hiper- un estudio abierto similar realizado por Aarabi et al., hubo 40%
tensión o hipotensión, como serían isquemia cardiaca o renal. de buenos resultados. Polin et al. señalaron resultados similares
en niños. En los pocos casos atendidos por los autores, muchos
de ellos niños operados tardíamente, los datos no fueron alenta-
Medidas médicas generales dores, pero conviene hacer una nueva evaluación de este método
Si el coma persiste más de 48 h se introducirá una sonda naso- especialmente en los de menor edad. Tal enfoque necesita ser
gástrica y por ella se administrarán soluciones y elementos nutri- validado en una investigación aleatorizada.
tivos. La fractura de la base del cráneo y en particular si hay fuga En el capítulo 17 se señaló el tratamiento de otros problemas
de LCR pueden impedir que se emplee tal dispositivo y obli- vinculados con el coma tardío. Cada paciente constituye un caso
gar a colocar de manera directa una sonda gástrica. Los agentes especial y hay que tratarlo de manera individual.
que reducen la producción de ácido gástrico (o los antiácidos
equivalentes a través de la sonda nasogástrica para mantener la
acidez gástrica a un pH superior a 3.5) son útiles para prevenir PRONÓSTICO
hemorragia gástrica. Como se comentó en “Epilepsia postrau-
mática”, desde fecha reciente se recomienda el uso profiláctico Los resultados en caso de lesiones graves, como cabe prever, son
de anticonvulsivos, pero aún no se comprueba que disminuyan desalentadores. Algunos aspectos del pronóstico se mencionaron
las convulsiones epilépticas tardías (véase Chang y Lowenstein). antes pero los comentarios generales siguientes sirven para deli-
Capítulo  35  Traumatismo craneoencefálico  871

near el problema. En el estudio grande del European Brain Injury El pronóstico de las lesiones craneoencefálicas está influido
Consortium, que incluyó a 10 005 pacientes adultos, la lesión por otros factores diversos. La edad del paciente es el más impor-
resultó fatal en 31%; 3% quedó en estado vegetativo persistente y tante (Vollmer et al.). El aumento de la edad reduce las posibilida-
16% con una incapacidad neurológica grave (Murray et al.). Los des de sobrevivir y lograr una buena recuperación. Los pacientes
datos de un estudio analizado ampliamente del Traumatic Coma ancianos a menudo permanecen inválidos, en especial cuando el
Data Bank son similares, como publicaron Marshall et al. (1983). problema se complica con un litigio por indemnización. Los jóve-
Conforme transcurren los meses tienden a mejorar los signos de nes y los de edad madura evolucionan mejor, en particular si no
ataque cerebral focal, por lesiones no penetrantes o penetrantes. se sienten merecedores de una indemnización.
La hemiplejía suele culminar en hemiparesia mínima o ineptitud En forma general, los niños se recuperan de modo más com-
de funciones motoras voluntarias con intensificación de reflejos pleto que los adultos. Russell hace mucho destacó que cons-
y un signo de Babinski equívoco en ese lado y la afasia se trans- tituye un índice útil del pronóstico la gravedad de la lesión
forma poco a poco en balbuceo o parafasia o disnomia vacilantes medida por la duración de la amnesia postraumática. Noventa y
que no son discapacitantes. Muchos signos de enfermedad del cinco por ciento de los pacientes con un periodo de amnesia que
tallo cerebral (disfunción de pares craneales y ataxia) mejoran duró menos de 1 h estaba de vuelta en su trabajo en plazo de dos
también, por lo general en los seis meses posteriores a la lesión meses; si la amnesia duró más de 24 h sólo 80% retornó a sus labo-
(Jennett y Bond), y con frecuencia a una extensión sorprendente. res en seis meses. Sin embargo, cerca de 60% de los pacientes de
La mayoría de los pacientes que permanecieron en coma durante esta gran serie aún tenía síntomas al final de los dos meses y 40%
muchas horas o algunos días, es decir, los que experimentaron los manifestaba después de 18 meses. Muchos de los lesionados
lesiones craneoencefálicas graves, queda con un trastorno de la con mayor gravedad (los que se encontraron comatosos durante
memoria y otros defectos cognitivos, así como con cambios de varios días) quedaron incapacitados de manera permanente. Sin
la personalidad. Como fue comentado, pudieran ser las únicas embargo, con frecuencia el grado de recuperación fue mejor que
secuelas duraderas. Según Jennett y Bond estos cambios mentales el esperado; los trastornos motores, la afasia y la demencia ten-
y de la personalidad producen una invalidez de mayor magnitud dieron a ser menores y a veces desaparecieron. La mejoría pudo
que los neurológicos focales en lo que respecta a la adaptación proseguir durante un periodo de tres o más años. Obviamente,
social. Grafman et al. encontraron que la magnitud de la pérdida ejercen efectos importantes la lesión de múltiples órganos y en
hística y la localización de la lesión fueron los principales factores particular la hipotensión en las horas que siguen a la lesión y no
que afectaron el resultado en las heridas craneoencefálicas abier- sólo en la supervivencia, en lo que respecta a los resultados neu-
tas y las lesiones encefálicas penetrantes. rocognitivos y conductuales.

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