Está en la página 1de 5

AIS ATENCIÓN INTEGRAL AL ADULTO MAYOR ENVEJECIMIENTO SEMANA 4

El envejecimiento es un proceso biológico que se acompaña de una gran vulnerabilidad a la enfermedad, y en el que los individuos
presentan una serie de manifestaciones físicas características, no asociadas de forma particular a ninguna enfermedad.
Debido al envejecimiento de la población y al aumento de la longevidad acaecidos en el último siglo, este proceso supone importantes
repercusiones sanitarias y sociales para el individuo y la comunidad, que las sociedades han de afrontar de forma equitativa y solidaria
para que todas las personas puedan desenvolverse con autonomía y calidad en este período de la vida.
El problema más significativo del envejecimiento es la pérdida de autonomía que desemboca en la dependencia. El Consejo de Europa en
1997 definió la dependencia en el anciano como el “Estado en que se encuentran las personas que por razón de su falta o pérdida de
autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de ayuda o asistencia importante para la realización de actividades de la vida
cotidiana”.
Ahora bien, ¿Cuándo se define a una persona adulta mayor?
La tarea de definir la edad a partir de la cual se considera a una persona adulta mayor resulta compleja, pues no existe un criterio
homogéneo para definir al sector o grupo representativo en esta población, algunos de los criterios que se han tenido en cuenta son: el
estado físico e intelectual, las condiciones productivas, grado de funcionabilidad y grado de dependencia. Se reconoce que una persona es
adulta mayor cuando, independientemente a los diferentes criterios expuestos, su edad es superior a los 65 años.
CARACTERÍSTICAS DE LOS ANCIANOS Existen un grupo de características de los ancianos que permiten identificarlos como grupo
específico, estos son:
Heterogeneidad en la presentación de los problemas de salud.
Vulnerabilidad a la enfermedad y la discapacidad.
Frecuente presencia de múltiples enfermedades.
Los problemas yatrógenos son comunes y a menudo pasan desapercibidos.
Frecuentes déficit sociales.
Baja adaptabilidad a los cambios.
Las intervenciones prematuras pueden precipitar la dependencia y
Los estereotipos creados por la sociedad alimentan las actitudes negativas hacia los mayores.
Un rasgo propio de las últimas décadas ha sido la expansión de los grupos de más de 65 años, en los que la expectativa de vida ha
experimentado un gran incremento. En el Informe demográfico de la Organización Mundial de la Salud del 2002, se refleja que 1 de cada 5
personas tendrá más de 60 años en el 2050 y que la edad media mundial dentro de 50 años será de 36,2 años, frente a la actual que es de
26,5 años.
En Latinoamérica se ha producido un aumento generalizado de la población mayor de 60 años, evento que con frecuencia va acompañado
de una persistencia o incremento de los niveles de pobreza y de una aguda inequidad social.
Entre los factores que se consideran han influido en esta situación están:
La reducción de la mortalidad y de la natalidad.
Los hábitos personales más sanos.
Las mejoras de las condiciones higiénicas y de alimentación, así como en las condiciones de vida.
La lucha contra los factores de riesgo.
El control de las enfermedades transmisibles y el
Mejor acceso a la atención médica.
Aunque estos factores son característicos de los países desarrollados, el envejecimiento debe ser considerado como un problema de salud
mundial en el que estos factores actúan en mayor o menor medida.
INDICADORES PARA EL ESTUDIO DE LA DEMOGRAFÍA DEL ENVEJECIMIENTO Existen una serie de indicadores que se emplean para
el estudio de la demografía del envejecimiento, los cuales son:
Expectativa de vida máxima.
Esperanza de vida media.
Esperanza de vida independiente y esperanza de vida dependiente, así como el Índice de envejecimiento.
Las características de estos indicadores deberán revisarlos en el artículo Atención integral al adulto mayor que se encuentra en el CD de la
asignatura.
ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS DEL ENVEJECIMIENTO Pasaremos ahora al estudio de algunos aspectos epidemiológicos del
envejecimiento.
Entre las principales causas de muerte en el anciano se encuentran:
Las enfermedades neoplásicas.
La cardiopatía isquémica.
La enfermedad cerebrovascular.
La insuficiencia cardíaca.
La demencia y
La Diabetes Mellitus.
De forma general la mortalidad se comporta similar en ambos sexos a partir de los 65 años, aunque existe una progresión de la
enfermedad letal mayor en los hombres que en las mujeres, en éstas la mortalidad aumenta a partir de los 80 años.
MORBILIDAD Con respecto a la morbilidad en el grupo de 65 a 74 años las enfermedades más frecuentes son: la artrosis, la obesidad y
la hipertensión, mientras que por encima de los 75 años son más frecuentes las cataratas, insuficiencia cardíaca y las enfermedades
cerebrovasculares.
ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES EN LA EDAD GERIÁTRICA De forma general las enfermedades más frecuentes en la edad
geriátrica son:
Hipertensión arterial.
Accidente cerebrovascular.
Bronconeumopatía crónica.
Poliartrosis.
Enfermedades neoplásicas.
Insuficiencia cardíaca.
Cardiopatía isquémica.
Diabetes.
1
Demencia senil.
Depresión.
Reumatismo inflamatorio.
Es importante tener en cuenta que en muchas ocasiones, en un mismo paciente confluyen varias enfermedades lo que complica su
evolución y por tanto su validísmo.
ATENCIÓN A LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD Es conveniente en la atención a las personas de la tercera edad la distinción de los
pacientes de riesgo, a los que se les denomina “ancianos frágiles”, entre ellos se encuentran:
El anciano mayor de 80 años.
Vivir solo.
Viudez menor de un año.
El cambio de domicilio reciente.
La presencia de patología crónica que condiciona incapacidad funcional.
La existencia de enfermedad terminal.
Toma de tres fármacos con efectos secundarios importantes.
Prescripción en el último mes de: antihipertensivos, antidiabéticos o sedantes.
Ingreso hospitalario en los últimos doce meses.
Necesidad de atención sanitaria en el domicilio una vez al mes.
Incapacidad funcional por otras causas.
Deterioro cognitivo.
La depresión y la
Situación económica precaria.
ANCIANO ALTO RIESGO Otra forma más reducida y quizás más operativa de aplicación en atención primaria sea el concepto de Anciano
de Alto Riesgo, los que constituyen un subgrupo de "anciano frágil”, ellos son:
Alta hospitalaria reciente.
Enfermedad incapacitante.
Deterioro mental.
Mayor de 80 años.
Anciano institucionalizado.
Vivir solo o ser viudo de menos de un año y el
Cambio de domicilio reciente.
REPERCUSIONES SOCIOSANITARIAS DEL ENVEJECIMIENTO Hasta aquí, podemos resumir que las repercusiones sociosanitarias del
envejecimiento están dadas por:
Mayor uso de los servicios sociales y de salud.
Mayor requerimiento de recursos, mejor planificación y utilización de los ya existentes y,
Mayores costos de atención.
EL SISTEMA SANITARIO DEBE GARANTIZAR En este sentido el sistema sanitario debe garantizar:
las actuaciones de promoción de salud y de prevención del deterioro funcional en el anciano.
la continuidad de cuidados a los diferentes niveles, así como
el mantenimiento del adulto mayor en la comunidad durante el mayor tiempo posible y en adecuadas condiciones de salud.
CARACTERISTICAS DE LA NUTRICION EN EL ANCIANO Pasaremos ahora al estudio de las características de la nutrición en el anciano.
El conseguir un adecuado estado nutritivo en las personas mayores es un objetivo primordial en la atención socio-sanitaria de este grupo
poblacional e imprescindible para conseguir en estas personas una adecuada calidad de vida.
La importancia que tienen los problemas de alimentación en el anciano van más allá del simple aspecto estético, pues la alimentación en
este grupo de edad influye en la prevención de enfermedades y en su capacidad funcional.
ASPECTOS RELACIONADOS CON LA NUTRICIÓN EN EL ANCIANO Para analizar los aspectos relacionados con la nutrición en el
anciano se deben tener en cuenta los elementos siguientes:
Las particularidades del anciano respecto a la alimentación.
El cálculo de las necesidades nutritivas basales.
Los métodos de detección y conocimiento del estado nutritivo y
El manejo de situaciones clínicas concretas.
De forma general se considera que la alimentación en el anciano se ve afectada por la combinación de varios factores, como son:
El envejecimiento va acompañado de una serie de cambios fisiológicos que modifican los requerimientos nutritivos y la utilización de los
alimentos por el organismo, aspectos estos ya conocidos por ustedes en el tema anterior.
La coexistencia de enfermedades físicas y/o mentales frecuentes a esta edad pueden incrementar o disminuir por un lado los
requerimientos nutricionales y por otro pueden limitar la capacidad individual para obtener la adecuada alimentación.
El aislamiento social, que puede aparecer como resultado de la enfermedad, del propio envejecimiento o los cambios culturales, puede
limitar el acceso a los alimentos apropiados y,
La gran cantidad de personas mayores que viven con ingresos económicos bajos que no les permite adquirir alimentos suficientes.
En relación con el calculo de las necesidades nutritivas basales es necesario tener en cuenta que:
Los requerimientos de energía disminuyen con la edad, lo que se acompaña de una disminución en la ingesta de calorías. Esto puede
deberse a una disminución del peso corporal, un descenso del metabolismo basal y una reducción de la actividad física.
Respecto a las necesidades de proteínas, es importante tener en cuenta que con la edad se reduce la síntesis y renovación proteica y son
necesarias alrededor de 0,8 a 1.0 g/ kg/día, debiendo cubrir entre el 15 y el 20% del total de calorías.
El agua se considera un nutriente esencial, las recomendaciones para mayores de 65 años es de 30 ml/kg/día.
La evaluación nutricional en el anciano es especialmente difícil porque muchos de los signos relacionados con la desnutrición pueden
también estar presentes por el propio proceso de envejecimiento.
La valoración nutricional habitualmente tiene cuatro componentes:
Exploración física.
Medidas antropométricas.
Antecedentes nutricionales y
Pruebas de laboratorio.
2
Ninguno de los cuatro componentes es definitorio, un resultado sin el otro no nos daría una completa información de la situación nutricional
de la persona.
Ustedes pueden profundizar estos aspectos en el artículo Atención Integral al adulto mayor que se encuentra en el CD de la asignatura.
Por último es importante tener en cuenta los requerimientos de la dieta en el anciano, entre los cuales se encuentran:
Que sea equilibrada, variada y agradable al gusto y al olfato.
Que le resulte atractiva.
Que no contenga alimentos nocivos y sí completos y que sean de fácil digestión.
Que se considere la opinión de los que van a consumir la dieta.
Buena ingesta de líquidos.
Repartir en varias comidas no demasiado abundantes, suplementando entre horas si fuera necesario y
Tener en cuenta las características de la nutrición a esta edad ya descritas.
VALORACIÓN FUNCIONAL DEL ANCIANO Pasaremos ahora al estudio de la valoración funcional del anciano,
A partir de los años 50 la Organización Mundial de la Salud recomendó la incorporación de la situación funcional en la valoración del estado
de salud de las personas mayores. Esta evaluación se considera como uno de los mejores indicadores del estado de salud de las personas
mayores, el cual es útil para la predicción de discapacidad, mortalidad y consumo de recursos asistenciales.
La valoración funcional de las personas mayores es fundamental para el diseño de planes de atención geriátrica individualizadas y
constituyen un indicador resumen del estado de salud del individuo.
Las funciones más importantes que hay que valorar en los ancianos son: la física, la mental y la social.
La función física contempla las capacidades de autocuidado básicas que son las últimas en perderse o las primeras en recuperase
después de un deterioro funcional del conjunto de actividades que engloban la actividad física. Estas se pueden valorar como dependientes
o independientes.
La función física contempla:
Las actividades básicas de la vida diaria.
Las actividades instrumentadas de la vida diaria y
La movilidad.
Las actividades básicas de la vida diaria comprende: bañarse, vestirse, lavarse, comer, control anal y control vesical.
La dependencia en las actividades básicas de la vida es incompatible con la vida si no son sustituidas por un cuidador.
Por su parte las actividades instrumentales de la vida diaria comprenden el uso del teléfono, ir de compras, preparar la comida, cuidado de
la casa, lavar la ropa, uso de transportes públicos, responsabilidad con la medicación y el uso de dinero.
Estas son actividades más elaboradas que se pierden antes que las actividades básicas de la vida y como su nombre lo índica se refieren
a la capacidad de manejar diferentes instrumentos o situaciones muy corrientes en la vida diaria. La dependencia de las actividades
instrumentales de la vida es un indicador de riesgo especialmente para aquellas personas mayores que viven solas.
La movilidad incluye el equilibrio estático, la deambulación, subir y bajar escaleras.
La función mental tiene en cuenta la cognición, el estado de ánimo, la personalidad y la conducta.
La cognición comprende la orientación, la memoria, el lenguaje, la psicomo tricidad, la percepción y las funciones ejecutivas.
El estado de ánimo comprende depresión y ansiedad.
En la valoración de la personalidad se debe tener en cuenta la conducta, además de las alteraciones en el curso y contenido del
pensamiento.
En el caso de la función social se incluyen las interacciones sociales y las redes de apoyo familiar, la adaptación funcional y el bienestar
subjetivo así como el ajuste ambiental, en el que se consideran además la presencia de barreras arquitectónicas.
Estas funciones pueden ser evaluadas por instrumentos específicos que valoran el grado de dependencia en la realización de las
actividades instrumentales y básicas habituales de la vida diaria.
Ustedes podrán revisar las características de estos instrumentos en el Capitulo “Atención de la Salud en el Anciano”, del libro de texto
Atención Primaria, conceptos, organización y práctica clínica, que se encuentra en el CD de la asignatura.
ATENCIÓN INTEGRAL AL ADULTO MAYOR Por otra parte, en la atención integral al adulto mayor es importante tener en cuenta la relación
entre la enfermedad y la discapacidad.
Con el envejecimiento se produce un declive de las funciones que da lugar a distintos grados de limitación funcional sin que aparezca la
discapacidad.
El comienzo de la discapacidad puede ser agudo o progresivo según el tipo de enfermedad que lo genere, y la enfermedad puede provocar
situaciones de discapacidad por efecto directo o al aumentar las limitaciones funcionales provocadas por el envejecimiento o por
enfermedades. Las intervenciones sobre determinadas enfermedades y conductas pueden prevenir la discapacidad y evitar así el efecto
directo o sinérgico de los procesos patológicos.
VALORACIÓN FUNCIONAL DEL ANCIANO En resumen los beneficios de la realización de la valoración funcional en el anciano son:
Identificación temprana de los problemas de salud y su pronóstico.
El reconocimiento de las áreas de deficiencia con el establecimiento de las intervenciones terapéuticas rehabilitatorias oportunas.
La identificación de la necesidad de cuidados.
La identificación de ancianos de riesgo.
La valoración de la evolución del estado de salud y del impacto de las intervenciones sanitarias, así como
La planificación sanitaria de la asistencia.
ENFERMEDADES QUE CON FRECUENCIA CONDUCEN A LA DISCAPACIDAD Se reconocen enfermedades que con frecuencia conducen
a la discapacidad, lo que puede llevar a la dependencia en el anciano, entre las que se encuentran:
Poliartrosis.
Enfermedad cerebrovascular.
Demencia senil.
Deterioro visual.
Cardiopatías.
Insuficiencia vascular periférica.
Depresión.
Enfermedades pulmonares.
Enfermedad de Parkinson.
Enfermedad reumática.
3
Enfermedades neoplásicas y el
Déficit auditivo.
FACTORES QUE PUEDEN MODIFICAR EL IMPACTO DE LA ENFERMEDAD SOBRE LA DISCAPACIDAD Existen una serie de factores
que pueden modificar el impacto de la enfermedad sobre la discapacidad, entre los cuales se encuentran:
La situación cognitiva y psicológica del anciano.
La edad.
El sexo.
El nivel de educación.
El nivel de actividad.
El soporte social y los
Factores del entorno.
PROBLEMAS DE SALUD EN EL ANCIANO Estudiaremos ahora los principales problemas de salud en el anciano, a partir de los factores
que contribuyen a la diversidad de presentación de las enfermedades, los síntomas más frecuentes motivos de consulta y los grandes
síndromes geriátricos. Los factores que contribuyen a la diversidad de presentación de las enfermedades son:
El anciano interpreta los síntomas de forma banal y secundaria al envejecimiento.
El déficit cognitivo que dificulta la interpretación y comunicación de los síntomas.
Los cambios orgánicos presentes en la vejez modifican la manifestación de las enfermedades.
La morbilidad oculta, así como la
Presentación de las enfermedades de forma silente o mediante síntomas inhabituales.
Los síntomas más frecuentes por los que acuden los adultos mayores a consulta son:
Edemas en miembros inferiores.
Mareos.
Inestabilidad para la marcha.
Alteraciones en los órganos de los sentidos, como por ejemplo dificultades de la visión y la audición.
Algias ya sea de causa no reumáticas o por reumatismos.
Dolor lumbar.
Acúfenos.
Pérdida de apetito y
Estreñimiento.
En los ancianos se deben resolver en muchos casos problemas de salud concretos, los que se engloban bajo la denominación de “Grandes
Síndromes Geriátricos”.
Estos son procesos complejos que presentan una alta incidencia y prevalencia en la población anciana, con elevada frecuencia tienen un
origen multicausal y producen alteraciones significativas en la capacidad funcional, cuyas consecuencias pueden ser potencialmente
severas si no se corrigen los factores determinantes.
SINDROMES GERIÁTRICOS Entre los Síndromes Geriátricos se encuentran:
Delirio.
Estados depresivos.
Demencia.
Alteraciones de la movilidad.
Caídas.
Ulceras por presión y la
Incontinencia urinaria.
Ustedes deberán revisar las características de cada uno de estos síndromes, en la bibliografía básica del tema que se encuentra en el CD
de la asignatura.
A manera de resumen podemos afirmar que las consecuencias de los problemas de salud en la vejez dependen de la situación basal del
anciano, entre las cuales se tienen en cuenta:
La edad cronológica.
La presencia de enfermedades y la
Presencia de estado terminal.
Estas condiciones favorecen que los ancianos sean más susceptibles a una evolución tórpida de la enfermedad, con recuperaciones lentas
o que provocan situaciones de incapacidad.
La consecuencia más importante de la enfermedad en el anciano es la incapacidad fisicopsíquica lo que repercute en el propio individuo,
en la familia y en el sistema sociosanitario.
En el anciano, la aparición de incapacidad provoca un cambio cualitativo en la vivencia de la vejez, se pasa de ser autónomo a depender
de otros.
En la familia da lugar a situaciones de sobrecarga física y psíquica conocidas como el síndrome del cuidador y en el sistema sociosanitario
genera un aumento del consumo de los recursos existentes.
A continuación le proponemos las siguientes tareas docentes:
1. Elabore un cuadro resumen que contenga el cuadro clínico, etiología y tratamiento de los síndromes geriátricos siguientes:
Delirio.
Estados depresivos.
Demencia.
Alteraciones de la movilidad.
Caídas.
Úlceras por presión e
Incontinencia urinaria.
Para lo cual le sugerimos revise el artículo “Atención Integral al Adulto Mayor” que se encuentra en la bibliografía básica del CD de la
asignatura.
Durante la práctica docente realice la evaluación funcional de un adulto mayor para la cual debe tener en cuenta:
La función física.
La función mental y
4
La función social.
a) Clasifique el anciano según la valoración funcional realizada por usted.
Para ello debe revisar la bibliografía básica del tema, que se encuentra en el CD de la asignatura.
CONCLUSIONES
El problema más significativo del envejecimiento es la pérdida de autonomía que desemboca en la dependencia.
Un rasgo propio de las últimas décadas ha sido la expansión de los grupos de más de 65 años.
La valoración funcional del anciano permite determinar la capacidad de las personas mayores para vivir de forma autónoma en la
comunidad.
Los cambios fisiológicos y sociales que se producen durante el envejecimiento son responsables de la diversidad de presentación de los
problemas de salud en el anciano.
Los problemas de salud en la vejez afectan las esferas biológica, psicológica y social de la persona.
El conseguir un adecuado estado nutritivo en las personas mayores es un objetivo primordial en la atención socio-sanitaria de este grupo
poblacional e imprescindible para conseguir en estas personas una adecuada calidad de vida.

También podría gustarte