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Envejecimiento fisiológico
La salud en la edad adulta se debe cuidar con mucha atención. Con el paso de los años, las
piel pierde elasticidad, los huesos se vuelven más frágiles y el funcionamiento cognitivo puede
verse afectado. Aparecen enfermedades, trastornos y/o patologías que afectan a la calidad de
La artritis y la artrosis son dos patologías de las articulaciones, pero son diferentes y
es importante saber diferenciarlas. Estas son unas de las enfermedades más comunes
en la tercera edad.
La artritis se caracteriza por la inflamación e hinchazón de las articulaciones, mientras
que la artrosis suele provenir de un cuadro de artritis grave.
La artrosis aparece por la degeneración del cartílago articular generado por la edad, lo
cual genera dolor cuando nos movemos y otras dificultades motoras. Casi todos las las
personas mayores sufren artrosis en alguna de sus articulaciones. Suele ser más
común en las mujeres.
Enfermedades mentales y neurológicas
Las enfermedades mentales son condiciones graves que influyen en nuestro humor,
pensamiento, sentimientos y actuaciones del día a día.
Diabetes
Entre las enfermedades que sufren las personas de edad avanzada está la diabetes, casi
todas los adultos mayores la padecen. El estrés, los malos hábitos alimenticios y la
inactividad son las principales causas de esta enfermedad.
Si el paciente sigue el tratamiento indicado por el médico puede llevar un vida normal, sin
que la enfermedad influya en su día a día.
Desequilibrios alimentarios en la tercera edad
Debido a que las personas de la tercera edad suelen perder el apetito conllevándoles a
una situación de desnutrición y caquexia. La ingesta de vitaminas, proteínas y líquidos
disminuye provocando deshidratación, gastritis, anemia, entre otras enfermedades y
trastornos. Para evitar estos problemas, es muy importante saber cómo funciona la
alimentación en mayores, sus requerimientos y sus necesidades.
Gripe y neumonía en ancianos
Las personas de la tercera edad son muy susceptibles a la gripe. Este virus, en
personas mayores de 65 años puede conllevar complicaciones graves como la
neumonía u otros problemas respiratorios, hasta el punto de requerir hospitalización.
Las enfermedades cardíacas en personas mayores son de las que más preocupan, ya
que es uno de los órganos más fuertes, pero a la vez más débiles.
El infarto está considerado una de las primeras causas de muerte entre las personas
mayores.
Los trastornos del sueño en ancianos es una de las enfermedades mentales más
comunes en la vejez.
Las personas de la tercera edad, a parte de los cambios en su metabolismo y la posible
aparición de enfermedades o patologías diversas, también suelen ver cambios en su
ciclo del sueño. Las personas mayores suelen tener un sueño
Las enfermedades visuales más comunes entre la tercera
edad son
• Vista cansada.
• Glaucoma.
• Miopía.
• Cataratas.
• Tensión Ocular.
• Presbicia.
Detección y control
del enfermo crónico
El concepto de enfermo crónico se ha modificado en las últimas décadas. Si bien hasta hace
poco se definía como afecto de una única enfermedad; ahora es representado como crónico
al paciente con varias patologías crónicas, merma en su autonomía, incapacidad y fragilidad
clínica. La enfermedad de base ha dejado de ser lo relevante, para incidir más en la
importancia de la comorbilidad clínica y la limitación en su autonomía.
La condición de enfermo crónico supone un reto imponente para la familia y el sistema de
salud. Hay una relación directa entre la cronicidad y la dependencia, y de igual forma, ambas
se asocian al consumo de recursos sanitarios y a la propia sostenibilidad del sistema de
protección social.
Las enfermedades crónicas comparten características comunes pese a que tradicionalmente han sido
estudiadas académicamente de forma aislada y abordadas por los servicios asistenciales de forma
atomizada:
•Se agregan unas a otras potenciando el deterioro orgánico y la afectación funcional de los pacientes.
•Su etiología es multicausal y compleja.
•Su aparición es gradual y silente y su pico de prevalencia aparece en edades avanzadas.
•Son de larga duración y producen un deterioro gradual y progresivo.
•Requieren tratamiento médico y cuidados de forma continuada.
•Son susceptibles de prevención, retraso en su aparición o, al menos, atenuación en su progresión.
La estrategia de atención al paciente crónico pasa por un replanteamiento que incluye actuaciones
como:
•Un diagnóstico integral del paciente que además de describir los procesos clínicos incluya su situación
social, su contexto familiar y su grado funcional.
•Una intervención más centrada en actuaciones preventivas y rehabilitadoras para evitar su progresión,
que en inútiles esfuerzos curativos.
•Una implicación activa del paciente y su entorno familiar en la adherencia al tratamiento y aplicación de
cuidados.
•Una coordinación eficaz tanto entre niveles asistenciales como entre la red sociosanitaria.
Atención a la
movilidad
LA PALABRA M OVILIDAD está relacionada con el movimiento físico, incluidos los movimientos
motores gruesos simples y los movimientos motores finos más complejos, junto con la coordinación
que se asocia con esos movimientos. La movilidad física requiere suficiente fuerza muscular y energía,
adecuadas1. Cualquier cosa que altere este proceso integrado puede provocar deterioro de la
funcionalidad
ánimo. Los pacientes con movilidad reducida pueden experimentar aburrimiento, ansiedad, luto,
movilidad también puede alterar la imagen corporal del paciente, lo que provoca una baja autoestima y
esqueléticos, es fundamental una evaluación exhaustiva de este sistema y sus efectos sobre el estado
La inmovilidad puede afectar negativamente a la perfusión tisular, por lo que lleve a cabo una
evaluación cardiovascular exhaustiva que incluya los tonos cardíacos, la presión arterial, los pulsos
apicales y periféricos, y el tiempo de relleno capilar. Evalúe la existencia de edema en las extremidades
inferiores.
La evaluación del sistema respiratorio debe incluir los sonidos pulmonares, el movimiento y la simetría
Para evaluar los problemas genitourinarios, evalúe la existencia de anomalías de las vías urinarias,
Para evitar o minimizar las complicaciones de la inmovilidad, movilice al paciente tan pronto como sea posible y
en la mayor medida posible. Los esfuerzos de movilización, como balancearse, sentarse y la deambulación
inmediata, dependen de las circunstancias exclusivas de cada paciente durante la hospitalización, como el
proceso de enfermedad, los procedimientos realizados y el tipo de cirugías. Por ejemplo, la movilización
temprana puede producirse en un paciente de 24 a 36 horas después de haber sufrido un accidente
cerebrovascular isquémico agudo. Un paciente con un cateterismo cardíaco puede ser movilizado al cabo de
unas horas del procedimiento, mientras que un paciente intervenido por artroplastia total de rodilla puede
comenzar a movilizarse 24 horas después de la cirugía.
Evaluación continua y
cuidados de
enfermería
El estado nutricional afecta tanto a la posibilidad de que el paciente presente complicaciones
relacionadas con la inmovilidad como a la capacidad del paciente de recuperar la movilidad. Compruebe
el consumo de alimentos del paciente y el tamaño de las raciones, el peso diario, el balance hídrico y el
nivel de actividad. Cuando sea necesario, ayude al paciente a comer, hable sobre las preferencias
alimentarias con el paciente/la familia y consulte a un dietista. Verifique los valores de laboratorio
relacionados con la nutrición, como la albúmina sérica, proteína sérica, glucemia y electrolitos clave,
como sodio, potasio, magnesio y calcio.
Los pacientes debilitados son más propensos a la infección; por tanto, controle los signos como fiebre y
leucocitosis.
Pida al paciente que comunique si tiene náuseas, vómito o dolor abdominal. Puesto que la inmovilidad
puede aumentar el riesgo de estreñimiento, controle los movimientos intestinales para averiguar si hay
regularidad y cuáles son las características. Anime al paciente a que ingiera líquidos y siga una dieta rica
en fibra, a menos que esté contraindicado, para que prevenga el estreñimiento.
Al registrar el balance hídrico, anote la cantidad y las características de la orina. Los resultados de las
pruebas de laboratorio, incluyendo la osmolalidad y la densidad de la orina, así como los valores de urea
en la sangre, pueden ayudar a determinar el estado del volumen del líquido del paciente.
Compruebe el estado emocional del paciente en cada turno y esté atenta ante cualquier cambio de
comportamiento o de humor. Ofrezca apoyo y empatía, y deje que el paciente exprese sus sentimientos
sin emitir ningún juicio. Si identifica algún problema, debe comunicarlo y verificarlo para garantizar la
salud psicológica continua del paciente.
Educación a
pacientes
El cumplimiento de las estrategias de prevención y tratamiento recomendadas puede marcar la
diferencia de forma importante en la recuperación de la movilidad del paciente o en el desarrollo de
complicaciones relacionadas con la inmovilidad. Educar a los pacientes y a sus familias sobre los
riesgos del deterioro de la movilidad y sobre la importancia de mantener el más alto nivel de actividad
física posible. Hable de la importancia de girar y recolocar al paciente para mantener la integridad de la
piel y explique que los ejercicios pasivos y activos de movimiento ayudarán al paciente a mantener la
flexibilidad articular, la fuerza y la masa musculares.
Atención
odontológica
Muchos de los pacientes demandan tratamientos más preventivos, más conservadores y una gran
preocupación por la estética. Por otro lado, puesto que la esperanza de vida es mayor, encontraremos
pacientes cada vez con edad más avanzada que puedan presentar varías patologías, consumir
Los promotores de
Los usuarios La comunidad.
la salud
Funciones de la promoción de la salud.
• La estructura de los servicios de atención primaria, donde no se puede disponer del tiempo,
• El tiempo que poseen los profesionales, ya que atender a los adultos mayores puede llevar un poco
• Aumentan los contactos sociales y previene uno de los síndromes geriátricos mas frecuentes que