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Orientadora 8 sociomedica

Como recordarán, la rehabilitación es una acción de atención integral a la salud, cuyas medidas o acciones son
parte de un proceso integrador que contempla al hombre como un ser biosicosocial, no fragmentado por órganos
o sistemas afectados; lo que permite la integración social del paciente con discapacidad, objetivo fundamental
de este proceso.
Por ejemplo, un paciente con una discapacidad motora resultante de un accidente no se considera totalmente
rehabilitado hasta tanto no se logre su reinserción social y para ello debe haber vencido no sólo las barreras
motoras, sino también las psicológicas y sociales.
Toda persona discapacitada desde el punto de vista físico, mental o social es tributaria a un tratamiento
rehabilitador, por tal motivo, pueden encontrarse en la literatura los términos de: rehabilitación física,
rehabilitación mental y rehabilitación social, con técnicas muy especificas en cada caso, las cuales se utilizan de
forma integrada en el proceso rehabilitador según el tipo de discapacidad que se trate.
Pasaremos ahora a explicar cada uno de ellos.
La rehabilitación física es aquella que se realiza con el objetivo de otorgar al paciente el máximo de capacidad
funcional posible, para lograr que sea una persona independiente y pueda integrarse socialmente. Se utiliza
fundamentalmente en las personas con patologías motoras en fase aguda, crónica y secuelar para evitar las
complicaciones a nivel del aparato musculoesquelético y visceral derivados del síndrome de inmovilización y
procesos deformantes, para lo cual se apoya en diferentes técnicas que serán descritas en el transcurso de la
actividad.

Por su parte la rehabilitación mental es aquella dirigida a pacientes discapacitados por afecciones psiquiátricas
con el objetivo de lograr un buen funcionamiento en los roles que ellos desempeñan en su vida, con un mínimo
de intervención profesional.

Es importante destacar que en la rehabilitación mental no se debe limitar la labor a intervenciones individuales,
sino que se debe dotar al sujeto de un papel activo y actuar también sobre el ambiente en el que vive y con el
que coevoluciona.
La intervención ambiental tiene máximo interés, si se acepta que los estereotipos que acarrean la enfermedad
mental influyen no solo en las actitudes del entorno, sino también en la imagen interiorizada por el sujeto
afectado, es decir, se crea una seudoidentidad.

El objetivo final de los tratamientos de rehabilitación en salud mental va dirigido a mantener el respeto absoluto
a la dignidad de la persona, a mejorar la calidad de vida como en cualquier otra enfermedad crónica y a
preservar el derecho de ciudadanía de las personas afectadas.
Este tipo de rehabilitación se estudiará con profundidad en la asignatura psiquiatría médica.

Para modificar estos aspectos, se hace necesario potenciar que el paciente viva en un espacio normal, desarrolle
actividades de la vida diaria, genere un reconocimiento que cambiará de forma sustancial la imagen
interiorizada del sujeto, y modifique las barreras mentales en lo concreto y lo cotidiano. Al paciente no se le
trata como un objeto de la curación, sino de desarrollo y crecimiento personal.

Por último, la rehabilitación social, la que se define como el proceso que se alcanza una vez que las personas
con discapacidad se integran a la vida social, con incorporación y participación activa en el desarrollo
económico de la comunidad.

En los últimos años se han alcanzado grandes, aunque insuficientes avances en la rehabilitación social, algunos
ejemplos pueden palparse en la integración escolar de los niños con discapacidad, el triunfo de atletas en los
juegos paralímpicos y en otras competencias, campos donde se han logrado los mayores adelantos, sin embargo
persisten aún algunos problemas en este sentido.

Con el objetivo de mejorar el enfoque de integración social en rehabilitación se han desarrollado diversas
estrategias; entre ellas se encuentran:
• No emplear el término de discapacidad como sinónimo de incapacidad para trabajar.
• Aumentar la conciencia de la población sobre la necesidad de lograr la integración social.
• Motivar a los empleadores para la integración a empleos regulares.
• Modificar legislaciones.
• Incrementar los servicios de rehabilitación para el trabajo, que incluyan entrenamiento vocacional y bolsa de
trabajo, así como

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Propiciar la participación activa de las personas con discapacidad en la resolución de su problemática,
involucrándolos en las medidas de integración laboral.

Unido a esto es importante desde la rehabilitación psicosocial realizar una evaluación integral de la persona,
logrando cambios de comportamiento que permitan la adaptación a la nueva situación, para lo cual se hace
necesario modificar estilos de vida y actitudes, así como manejar las expectativas de los pacientes y de las
personas que los rodean.

Por su parte el equipo de salud en el momento de evaluar a un paciente discapacitado debe tener presente estos
elementos con el objetivo de lograr el apoyo familiar y social que rodea al enfermo propiciando un ambiente de
bienestar; así como orientar a la persona discapacitada en busca de su colaboración en el tratamiento
rehabilitatorio y con ello la adherencia al mismo.

A continuación pasaremos al estudio de algunas técnicas psicoterapéuticas como es la psicoterapia de apoyo, la


cual proporciona al enfermo la posibilidad de expresarse en una atmósfera de comprensión. Se basa en aumentar
las esperanzas y optimismo del paciente por medio de comentarios directos que lo tranquilicen y puede
brindarse en todo momento.

Otras técnicas psicoterapéuticas utilizadas son:


• Relajación.
• Terapia cognitiva conductual.
• Psicoterapia racional y
• Recursos terapéuticos como: biblioterapia, ergoterapia, laborterapia, entre otros.
Las cuales deberán revisar en la bibliografía básica del tema que aparece en el CD de la asignatura.
Esta técnica utiliza entre otros los recursos siguientes:
• sugerencias afirmativas que infundan confianza,
• el empleo de la autoridad,
• actitudes tolerantes que alivian los sentimientos de culpa,
• los consejos y
• la manipulación del ambiente y las actitudes de las personas significativas en la situación del enfermo.

La aplicación de una técnica o recurso terapéutico en la rehabilitación psicosocial está determinada entre otras
razones por las características de la personalidad del paciente, la edad, la naturaleza de su problema y su nivel
de escolaridad.
El apoyo se basa por una parte en el aumento de las esperanzas y optimismo del enfermo y por otra en lograr
una sociedad libre de todo tipo de barreras y prejuicios, que abra sus puertas a la integración social, así como a
una vida totalmente independiente y equitativa de las personas con discapacidad.

Dada la importancia de la rehabilitación física pasaremos ahora al estudio de un grupo de técnicas que se
utilizan en la Atención Primaria de Salud, dentro de ellas pueden mencionarse:
La termoterapia.
Crioterapia
Electroterapia
kinesiterapia.
Masoterapia.
Terapia ocupacional.
Uso de la medicina natural y tradicional.
A continuación describiremos algunas de estas técnicas.

Es una de las más aplicadas en el tratamiento rehabilitador, su mecanismo de acción se explica a través del calor
aplicado al exterior del cuerpo el que suscita aumento de la temperatura tisular, elevando de esta forma la
actividad metabólica local y a su vez el ascenso de la temperatura y la vasodilatación. Con esta técnica se logra
la sedación, analgesia y alivio de la tensión muscular. Algunos métodos empleados en el uso de la termoterapia
son:
Rayos Infrarrojos.
Hidroterapia y
Parafina.
Las indicaciones y contraindicaciones de estos métodos ustedes podrán revisarlas en el tema: “Rehabilitación
comunitaria” que parece en el CD de la asignatura.

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La crioterapia o terapia con frío ha sido usada desde tiempos remotos para el manejo inicial del trauma y en la
rehabilitación de las alteraciones neuromusculares y musculoesqueléticas.
Al aplicar frío en un tejido se produce una remoción o pérdida de calor lo cual disminuye su temperatura; este
proceso se conoce como enfriamiento y se puede lograr mediante los mecanismos de conducción y evaporación.

La conducción es el fenómeno mediante el cual se produce transferencia de energía calórica desde la estructura
de mayor a la de menor temperatura al superponerlas. Esta es la técnica más usada y se realiza por medio de la
aplicación de compresas frías y de inmersión de superficies corporales en agua helada. A mayor tiempo de
exposición se obtiene una mayor disminución de temperatura y más profundidad en las estructuras.
Por su parte la evaporación es el fenómeno mediante el cual la superficie corporal pierde calor al aplicarse la
técnica. Esto sucede porque al evaporarse, estos aerosoles se enfrían y extraen calor de la superficie corporal.

El frío tiene uso terapéutico más limitado que el calor. Su aplicación local produce vasoconstricción
disminuyendo el riego sanguíneo y la actividad metabólica, así como la temperatura tisular. Se utiliza como
agente analgésico y antinflamatorio.
Otra técnica utilizada es la electroterapia, caracterizada por el uso de corriente de bajo voltaje con fines
terapéuticos. El uso apropiado y eficaz de corriente eléctrica se basa en leyes físicas y en la reacción
fisiológicas. Las variaciones en la reacción fisiológica de los tejidos corporales a las corrientes con diferentes
frecuencias y voltaje permite clasificarlas de manera sencilla en: corriente con efecto de calentamiento y
corriente con efectos estimulantes, entre ellas se utilizan con mucha frecuencia: la magnetoterapia, láser terapia
y la ultrasonoterapia.

Entre los efectos de la aplicación de corriente eléctrica están:


• el fenómeno conocido como reacción polar, el cual consiste en la movilización de iones en la piel y en el tejido
celular subcutáneo subyacente al electrodo y la movilización de moléculas de albúmina, grasa y almidones,
• la estimulación del sistema nervioso periférico, y
• la estimulación vasomotora en la piel en los lugares situados entre los electrodos, lo que aumenta la perfusión
tisular, favoreciendo con ello la reabsorción de los productos inflamatorios.
Existen modalidades en el uso de la electroterapia los cuales recomendamos revisar en la literatura básica
propuesta para el tema que se encuentra en su CD.

Por el uso frecuente de la electroterapia mencionaremos algunas de sus indicaciones y contraindicaciones:


Dentro de las indicaciones tenemos:
• Inflamaciones subagudas, como en los traumas , contusiones, infecciones, esguinces y procesos reumáticos.
• Artritis crónicas.
• Neuralgias, neuritis.
• Alteraciones circulatorias
• Paresia, parálisis flácidas.
• Espasticidad y
• En el retardo de la consolidación ósea.

Las contraindicaciones que se reconocen son de dos tipos: Absolutas y Relativas:


Se habla de contraindicaciones absolutas cuando existe pérdida de la sensibilidad como puede encontrarse en la
enfermedad de Hansen y en las paraplejias.
Mientras que en las contraindicaciones relativas se describe:
• El embarazo.
• Sangramientos.
• Marcapaso.
• Implantes metálicos.
• Dermatitis.
• Trombosis o tromboflebitis
• Neoplasias
• Proceso Inflamatorio agudo y
• Ulceraciones o injertos cutáneos.

Pasaremos ahora a la Kinesiterapia, definida como el tratamiento por el movimiento aplicando las leyes de la
cinesiología. Sus objetivos son mantener o recuperar una actividad articular normal, evitar la retracción de

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estructuras blandas de tejido conectivo, conservar la integración corporal, así como facilitar estímulos nerviosos
que permitan conseguir la relajación y la potencia muscular.

En el caso de los profesionales que laboran en la Atención Primaria de salud el tipo de kinesiterapia que pueden
aplicar consiste en los ejercicios terapéuticos, con el objetivo de aumentar la amplitud de movimientos de
grupos musculares que actúan sobre una determinada articulación, flexibilizar sus estructuras elásticas o
fortalecer sus partes blandas.

Estos ejercicios comprenden las modalidades de:


Movilidad articular.
Estiramientos.
Fuerza/resistencia muscular.
Ejercicios libres y
Ejercicios de grupo o técnicas grupales

La Movilidad articular: se utiliza para restaurar la movilidad tras la retirada de inmovilizaciones, restaurar el
movimiento tras el reposo de la inflamación aguda, conservación de la amplitud del movimiento en tareas que
requieren mantener una postura fija y en la conservación del movimiento en procesos degenerativos.
Los Estiramientos: están indicados en momentos en que se requiere aumentar la elasticidad de las partes blandas
que han sufrido un proceso de cicatrización, eliminar la rigidez producida por la falta de uso de la articulación
así como para aumentar la flexibilidad para conseguir un movimiento de mayor calidad.

La fuerza o resistencia muscular es la modalidad de ejercicio terapéutico que se indica cuando se necesita
aumentar la resistencia muscular para soportar tareas prolongadas, aumento del tono muscular, de la estabilidad
articular y recuperación de atrofias o hipotrofias musculares.
Los ejercicios libres son los que realiza el paciente de forma individual a partir de un programa pre-establecido
y observado por el personal técnico en aras de corregir cualquier desviación de lo indicado.

Y por último los ejercicios de grupo o técnicas grupales: En este caso el ejercicio es en grupos de pacientes.
Ejemplo: grupos de amputados o hemipléjicos.
Para finalizar le proponemos revisar la técnica de masoterapia, la terapia ocupacional y el uso de la medicina
natural y tradicional en la bibliografía básica propuesta para el tema que se encuentra en el CD de la asignatura.

Estudiaremos ahora algunas patologías tributarias a tratamiento rehabilitador en la Atención Primaria de Salud.
Entre ellas se encuentran la Artritis reumatoidea y la artrosis: en ambas el tratamiento rehabilitador requiere
considerarlas en tres fases: aguda, subaguda y crónica. La artritis puede presentarse en cualquiera de estas tres
fases, mientras que la artrosis suele verse en una forma estática, similar a la fase crónica de la artritis y sólo debe
tratarse como la fase aguda en caso de traumatismo.

Si el paciente se encuentra en una fase aguda de la enfermedad se recomienda:


• Reposo evitando el encamamiento.
• Uso de férulas para reducir la inflamación y aliviar el dolor, la que debe ser cómoda, considerando el aumento
de la tumefacción articular propia de esta patología y evitar el movimiento.
• Ejercicios terapéuticos, lo que en el caso de articulaciones agudamente inflamadas se realizará una movilidad
pasiva una vez al día, comenzando con 5 repeticiones y aumentar una repetición diaria hasta llegar a 15 ó 20.
Antes de comenzar debe sumergirse la articulación en agua caliente para reducir el dolor.
En la fase subaguda el objetivo es mantener la salud general, prevenir agudizaciones y comenzar a corregir la
deformidad, por tanto se pasa del reposo, cuya duración se va reduciendo paulatinamente y la movilidad
articular pasiva, al apoyo gradualmente progresivo del peso del cuerpo y los ejercicios activos.
Por último en la fase crónica, están indicados los ejercicios terapéuticos para aliviar el espasmo y el dolor
muscular, así como mejorar la circulación de la sangre y de la linfa en la vecindad de la articulación afectada.

La enfermedad cerebro vascular:


De los pacientes que sobreviven a estas enfermedades el 80% permanece con un déficit neurológico
significativo que puede mejorar con la rehabilitación, cuyo objetivo es conseguir la máxima independencia
funcional posible haciendo una correcta evaluación del paciente mediante escalas de valoración, para sentar un
objetivo real y alcanzable. El tratamiento rehabilitador comprende tres fases, ellas son:

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• Fase de encamamiento: Se indicarán cambios posturales cada 3 horas, así como movilidad de las articulaciones
de forma pasiva para evitar retracciones.

La fase de sedestación, consiste en comenzar a sentar al paciente, la que se debe iniciar cuanto antes para
mejorar el equilibrio del tronco, ya que tiende a caer sobre el lado hemipléjico, debe realizarse con el respaldo
vertical de la silla elevado, un cojín detrás del hombro afectado, el codo apoyado en el reposa-brazos y los pies
en ángulo recto; para controlar el equilibrio en esta posición, el paciente realizará torsiones de tronco o
inclinaciones de cabeza hacia el lado sano.

Continúa la bipedestación, la que inicia cuando el paciente controla la sedestación sin apoyo y por último la
• Marcha, en la que se hace necesario insistir antes en la dorsiflexión del tobillo y dedos, en el equilibrio,
estancia y traslado del peso sobre el lado afectado.
Es importante tener en cuenta en la rehabilitación del paciente hemipléjico el papel de la familia, la que
constituye un soporte fundamental en este proceso al estimular la participación del enfermo en actividades de la
vida cotidiana y brindarle apoyo psicológico.

Otros pacientes tributarios a tratamiento de rehabilitación son aquellos que padecen una Enfermedad Pulmonar
Obstructiva crónica (EPOC): En estos enfermos la rehabilitación tiene como objetivo alcanzar la máxima
capacidad funcional posible que permita su enfermedad; en este sentido algunas de las acciones que pueden
desarrollarse son:
Programas de deshabituación tabáquica, ya que por lo general son pacientes que tienen el hábito muy arraigado
y difícil de abandonar.
Psicoterapia: El apoyo psicológico de estos pacientes es fundamental en el proceso de rehabilitación debido a la
implicación de la ansiedad, la tensión emocional y la depresión en la génesis de la disnea, problemas estos que
pueden empeorar además los problemas físicos y psicológicos existentes y debilitar la capacidad del organismo
para combatir la enfermedad. El estrés psicológico se puede controlar induciendo un estado de relajación y
utilizando otras técnicas de psicoterapia con estos fines como son: el yoga y la hipnosis.

Fisioterapia torácica: Buscando que el paciente aprenda a mantener una postura más correcta en su rutina diaria
a través de ejercicios que aumenten la movilidad, especialmente de las articulaciones de las costillas, los
músculos de la cintura escapular y ejercicios para disminuir la disnea, y por último
El Reentrenamiento respiratorio: que consiste en ejercicios para mejorar los movimientos respiratorios de las
últimas costillas y la respiración diafragmática.

Por último comentaremos el tratamiento rehabilitador en las Enfermedades cardiovasculares.


Los programas de rehabilitación cardiaca son sistemas terapéuticos multifactoriales destinados a personas que
padecen enfermedades del corazón. Con la práctica de ejercicio físico programado y la actuación sobre los
factores de riesgo cardiovascular, se consigue un enlentecimiento en la progresión de la arteriosclerosis y una
disminución de nuevos episodios coronarios, así como del número de hospitalizaciones y de la mortalidad por
cardiopatía isquémica, mejorando tanto la sensación de bienestar como la reinserción sociolaboral.

¿Qué enfermedades pueden mejorar con los programas de rehabilitación cardiaca? Todas las que afecten al
sistema cardiovascular, como son:
• La angina de pecho.
• Tras un infarto Agudo del miocardio.
• Insuficiencia cardiaca congestiva.
• Después de una cirugía cardiaca.
• Tras un trasplante de corazón.
• Tras Angioplastia con o sin Stent.
• Pacientes portadores de Marcapasos.
• Enfermedad cardiaca congénita.
• Arritmias y en la
• Enfermedad cardiaca reumática.
La rehabilitación cardiaca consta de tres fases.
La Fase I: Se realiza durante el ingreso hospitalario, está dirigida a no perder masa muscular o elasticidad con el
reposo. Se intenta que sea corta, con movilizaciones tempranas, apoyo psicológico al paciente y a su entorno
familiar.

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La Fase II: Se considera el periodo más importante de la rehabilitación y se inicia tras el alta hospitalaria
comprendiendo los dos primeros meses. Se procede a programar el nivel de ejercicio de cada paciente según sus
características clínicas y prueba de esfuerzo, intentando evitar complicaciones. Se introducen los conocimientos
que sobre la enfermedad deben tener, los métodos para control de los factores de riesgo en sus vertientes
alimenticias, psicológicas, físicas y conocimientos sobre actuaciones de emergencias.
Por último, la Fase III: La que debe durar toda la vida del paciente procurando una reintegración a su entorno
socio-laboral y familiar.

A manera de resumen la rehabilitación cardiaca debe contener las siguientes actividades:


• Programa progresivo de ejercicios para mejorar la forma física y la capacidad funcional.
• Charlas de educación para la salud, para asesorar en los cambios de estilos de vida.
Cursos de deshabituación tabáquica.
• Orientaciones sobre una adecuada alimentación.
• Aprendizaje de técnicas de relajación y entrenamiento en habilidades para afrontamiento del estrés, así como
• Brindar ayuda en la reincorporación a su trabajo.
Existen otras patologías tributarias a tratamiento rehabilitador en la Atención Primaria de Salud que ustedes
podrán estudiar en la literatura básica propuesta para el tema.

A continuación le proponemos la siguiente tarea docente:


Durante la práctica docente identifique pacientes con algún tipo de discapacidad:
a) Clasifique el tipo de discapacidad.
b) Identifique el tipo de tratamiento que realiza y su evolución.
En caso del que el paciente no realice ningún tratamiento de rehabilitación y sea tributario del mismo,
interconsulte el caso con su profesor para definir la conducta a seguir.

Al finalizar la actividad orientadora de hoy podemos concluir que:


La rehabilitación es un proceso integrador que contempla al hombre como ser biosicosocial.
Las técnicas de rehabilitación física más utilizadas en la Atención Primaria de Salud son: La termoterapia,
Crioterapia, Electroterapia y kinesiterapia.
Dentro de las enfermedades más frecuentes en la Atención Primaria tributarias a tratamiento de rehabilitación
se encuentran la Artritis reumatoidea, la artrosis, la Enfermedad cerebro vascular, la Enfermedad Pulmonar
Obstructiva crónica y las Enfermedades Cardiovasculares.

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