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Romanos 6:23

Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de


Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

El apóstol presenta estos reales contrastes:

 DOS AMOS — del pecado y de Dios.

Pablo dice que nadie es libre, todo mundo es esclavo de algo o de


alguien. (6:16)
16
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como
esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a
quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de
la obediencia para justicia?

Todo el mundo vive para “algo”. Todos estamos sirviendo a alguna


causa, a algo que es un “motivo principal o esencial”, y ese algo se
vuelve un señor y nosotros nos convertimos en sus esclavos.

En Romanos 6:20-22 se puede ver el contraste, o somos esclavos


del pecado o esclavos de Dios.
20
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres
acerca de la justicia. 21¿Pero qué fruto teníais de
aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis?
Porque el fin de ellas es muerte. 22Más ahora que habéis
sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por
vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida
eterna.

 DOS MÉTODOS — la paga y la dádiva (don).


El nuevo contraste se establece aquí entre “paga” y “don”.
El primero tiene que ver con el pecado.
“Paga”, es una palabra que vemos en los periódicos todos los días.
Es lo que obtenemos por lo que hacemos.
Normalmente se usaba el término para referirse al salario que
recibía un trabajador a sueldo, entre los que estaban también los
soldados que servían en el ejército romano.
El pecado otorga una retribución por su servicio. Quienes sirven al
pecado y utilizan sus vidas para el servicio de la iniquidad, reciben
un salario. La paga, el sueldo, la retribución del pecado es la
muerte.
Lo que se gana con el pecado es la muerte. Es la compensación justa
y debida por una vida que ha sido caracterizada por el pecado, lo
cual significa toda una vida separada de Dios.
En contraste con el “salario” del pecado, está no el salario de Dios,
sino su regalo.
Por definición, una dadiva es algo gratuito, y Pablo aquí habla de “la
dadiva de Dios”.
La salvación no puede ganarse por obras humanas, por bondad
humana, por rituales religiosos, o por cualquier otra cosa que el
hombre pueda hacer.
La salvación es un regalo que no se alcanza por mérito propio sino
que se da por gracia.
Sin poder hacer nada para nuestra salvación, la vida eterna no se
puede dar como un salario, sino solamente como un regalo dado
por gracia.
La salvación no es por obras sino por gracia (Efesios 2:8-9)
8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por
obras, para que nadie se gloríe.

La conclusión es sencilla:
 Al cielo se va por gracia: el don de Dios.
 Al infierno se va por méritos: el salario del pecado.
Si una persona quiere lo que se merece (la muerte eterna), Dios se
lo dará como su paga justa.
Si una persona quiere lo que no merece (la vida eterna), Dios
también se la ofrece, pero como una dadiva, un don gratuito (un
regalo) cuya única fuente es Cristo Jesús.

 DOS RESULTADOS — muerte y vida eterna.

Desde Romanos 5:12 Pablo ha mencionado que el pecado lleva a


la muerte.
12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por
un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron.

El salario del pecado es la muerte.


La muerte en todas sus formas, la muerte espiritual, luego la muerte
física, y por último la muerte segunda, es lo que el pecador se ha
ganado con su pecado.
Apocalipsis 20:14-15
14
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al
lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15Y el
que no se halló inscrito en el libro de la vida
fue lanzado al lago de fuego.

“…vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

En cambio, la vida eterna ha sido ganada; pero no por el pecador,


sino por Cristo Jesús para el pecador.

La vida eterna, es una posesión que se recibe solamente por medio


de Cristo.

Solo es posible recibir esta vida en unión con Cristo. La vida eterna
es el resultado de creer en el Hijo (Juan 3:36).
36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero
el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida,
sino que la ira de Dios está sobre él.

1 Juan 5:12

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no


tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

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