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MARCO TEÓRICO

QUE ES GERONTOLOGÍA

Uno de los principales fenómenos que podemos apreciar en nuestra sociedad, es


el envejecimiento de la población originado por la disminución de los índices de
fecundidad, natalidad y mortalidad; y por un aumento en la esperanza de vida, a
causa los constantes avances de la ciencia, la Gerontología es la encargada del
estudio de la salud, la psicología y la integración social y económica de las
personas que se encuentran en la vejez, Si bien esto representa un triunfo relativo
para los sistemas de salud, también es origen de nuevos retos, consistentes en
proporcionar bienestar y opciones de desarrollo a las personas mayores, quienes
con el tiempo son más vulnerables, no sólo por el deterioro biológico propio de la
edad, sino por la falta de oportunidades que la sociedad les brinda, atender a sus
demandas es un compromiso social, que requiere de un conocimiento profundo de
sus dimensiones biológica, psicológica, social y holística, que permita crear
políticas que respondan a las necesidades específicas de este grupo, es así como
surge la gerontología, ciencia encargada del estudio de la salud, la psicología y la
integración social y económica de las personas que se encuentran en la vejez.

Fomento y promoción de un estilo de vida saludable para un envejecimiento


activo.

Prevención de daños a la salud en personas mayores.

Promoción de la accesibilidad a los servicios de salud gerontológicos de calidad.

Apoyo en la evaluación, diagnóstico, tratamiento y cuidados de la salud de la


persona mayor.

Entre muchas otras.


QUE ES GERIATRÍA

La geriatría es la rama de la medicina que se preocupa de los problemas y


enfermedades de los adultos mayores, cómo prevenirlas y manejarlas, y del
proceso de envejecer. No sólo del aspecto médico, sino también de aspectos
sicológicos y sociales que habitualmente acompañan este proceso, los geriatras
son médicos expertos en el cuidado de los adultos mayores, de la misma manera
que los pediatras lo son de los niños tienen especial conocimiento de
enfermedades que comúnmente aquejan a los ancianos, como: Demencia,
Caídas, Incontinencia urinaria, Osteoporosis, Depresión, entienden la interacción
entre el envejecer y otras enfermedades crónicas y degenerativas. Además,
conocen el uso apropiado de los múltiples medicamentos que usan los adultos
mayores y evitan el peligro potencial y no buscado de la interacción de estos
medicamentos.

Mayores de 65 años sanos, en los cuales es necesario enfocar actividades


preventivas personales para lograr un envejecimiento exitoso. El control anual
permite la recomendación de estilos de vida, nutrición, ejercicio físico y actividad
mental, exámenes personalizados y vacunas específicas para este grupo de
pacientes. Permite, además, la detección precoz de disminución de memoria y
capacidad cognitiva, pérdidas insignificantes de funcionalidad y estar alerta ante la
presencia de signos y síntomas que predicen la aparición de enfermedades, sobre
todo de algunos cánceres.

Mayores de 65 años con más de tres enfermedades crónicas, que habitualmente


ingieren más de cinco fármacos diferentes. El foco en estos pacientes es evitar la
interacción de medicamentos que produzcan eventos adversos, recomendar
actividades para evitar la progresión de las enfermedades o que se agreguen
complicaciones de las mismas, manteniendo la capacidad para funcionar en forma
autónoma.

Pacientes mayores de 80 años, con o sin patología crónica. Estos pacientes


presentan disminución de sus capacidades fisiológicas y están expuestos a
presentar enfermedades agudas que con facilidad necesitan de hospitalización
para mejorarlos.
QUE ES ENVEJECIMIENTO

El envejecimiento es un fenómeno presente a lo largo del ciclo vital desde el


mismo proceso de la concepción hasta la muerte. A pesar de ser un fenómeno
natural conocido por todos, es difícil aceptarlo como una realidad innata a todo
ser.

Actualmente se considera un problema de salud pública tanto a nivel nacional


como internacional, ya que el cambio en la pirámide poblacional se ha volcado
hacia el aumento de esta población y desafortunadamente los gobiernos no están
preparados para las consecuencias físicas, mentales, sociales y sanitarias que
esto implica, motivo por el cual se requiere ahondar en el conocimiento del mismo
desde múltiples perspectivas.

El artículo tiene como objetivo analizar el concepto de envejecimiento a través de


la metodología propuesta por Walker y Avant, estrategia a través de la cual se
examinan las características que definen un concepto y sus atributos: proceso
irreversible, único, individual, universal de cambio que involucra todas las
dimensiones del ser humano, disminuye la velocidad de los procesos del cuerpo,
entre otros.

El conocimiento de este fenómeno permitirá profundizar en el entendimiento del


concepto así como proponer estrategias de intervención, y guiar la práctica de
cuidado en el envejecimiento.
PROCESO DE ENVEJECIMIENTO

El envejecimiento es un proceso gradual y continuo de cambio natural que se


inicia en la edad adulta temprana. Durante la edad mediana temprana muchas
funciones del cuerpo comienzan a disminuir gradualmente.

No hay una edad determinada que convierta al individuo en un anciano o en una


persona de edad avanzada. Tradicionalmente, la edad de 65 años se considera
como el comienzo de la vejez. Pero el motivo de esta consideración no se
fundamenta en la biología, sino en la historia. Hace muchos años, la edad de 65
años fue elegida como la edad de jubilación en Alemania, el primer país en
establecer un plan de jubilación. En 1965, en Estados Unidos, la edad de 65 años
fue designada como la edad elegible para el seguro de Medicare. Esta edad es
cercana a la edad real de jubilación de la mayoría de las personas que viven en
sociedades económicamente avanzadas.

La pregunta de cuándo envejece una persona se puede responder de varias


maneras:

La edad cronológica se fundamenta únicamente en el paso del tiempo. Es la edad


de una persona expresada en años. La edad cronológica tiene poco sentido en
términos de salud. Sin embargo, la probabilidad de desarrollar un problema de
salud aumenta a medida que las personas envejecen y la principal causa de
pérdida funcional durante la vejez son los problemas de salud, más que el
envejecimiento normal. Dado que la edad cronológica contribuye a predecir
muchos problemas de salud, se emplea en el campo legal y en el económico.

Edad biológica: se refiere a las modificaciones que experimenta el organismo y


que se presentan, generalmente, con el paso de los años. Dado que estos
cambios afectan a algunas personas antes que a otras, algunas personas son
viejas desde el punto de vista biológico a los 65 años mientras que otras no lo son
hasta transcurrida una década o más. Sin embargo, la mayoría de las diferencias
notables en la edad aparente entre personas de edad cronológica similar son
causadas por el estilo de vida, los hábitos y los efectos sutiles de ciertas
enfermedades en lugar de por las diferencias en el envejecimiento real.

Edad psicológica: se refiere a cómo se comportan y se sienten las personas. Por


ejemplo, un octogenario que trabaja, hace proyectos, espera con ilusión
acontecimientos futuros y participa en muchas actividades es considerado una
persona joven psicológicamente.

La mayoría de las personas sanas y activas no necesitan acudir específicamente a


un geriatra (un médico que se especializa en el cuidado de las personas de edad
avanzada) hasta que cumplen 70, 75 o incluso 80 años. Sin embargo, algunas
personas necesitan ver a un geriatra a una edad más temprana debido a su
estado de salud.

Envejecimiento normal

Las personas se preguntan a menudo si lo que están experimentando al envejecer


es normal o no. Aunque las personas envejecen de forma distinta, algunos
cambios son el resultado de procesos internos, es decir, por la edad en sí misma.
Así, estos cambios, aunque no deseados, se consideran normales y se
denominan, en ocasiones, envejecimiento natural. Estos cambios se producen en
todo el mundo que vive lo suficiente, y dicha universalidad es parte de la definición
de envejecimiento natural. Son cambios esperados y por lo general inevitables.
Por ejemplo, a medida que la persona cumple años, el cristalino de los ojos se
vuelve más delgado y rígido, y tiene más dificultad para enfocar los objetos
cercanos, como el material de lectura (un trastorno llamado presbicia). Este
cambio se produce en casi todas las personas mayores. Así pues, la presbicia es
considerada normal con la edad. Otros términos utilizados para describir estos
cambios son envejecimiento normal o senescencia.

Lo que constituye el envejecimiento normal no está siempre claro. Los cambios


que se producen con el envejecimiento normal hacen a las personas más
propensas a desarrollar determinados trastornos; sin embargo, en algunos casos,
se pueden adoptar medidas para compensar estos cambios. Por ejemplo, las
personas mayores son más propensas a perder dientes. No obstante, acudir al
dentista periódicamente, comer menos dulces, cepillarse y utilizar hilo dental
regularmente suelen reducir el riesgo de pérdida de dientes. Por lo tanto, aunque
la pérdida de dientes es frecuente con el envejecimiento, pueden evitarse pérdidas
dentales importantes.

Además, en algunos casos, el deterioro de las funciones que conlleva el


envejecimiento parece similar al deterioro funcional que forma parte de un
trastorno. Por ejemplo, el deterioro leve de la capacidad mental es casi universal
en personas de edad avanzada y se considera como parte del envejecimiento
normal. Este deterioro consiste en una dificultad mayor para el aprendizaje de
cosas nuevas, como por ejemplo nuevos idiomas, reducción del intervalo de
atención y pérdidas de memoria más frecuentes. Por el contrario, el deterioro de la
capacidad mental en la demencia es mucho más grave. Por ejemplo, las personas
que envejecen de forma normal pueden extraviar cosas u olvidar detalles, pero las
personas que padecen demencia olvidan acontecimientos enteros. Las personas
con demencia tienen dificultades para realizar actividades cotidianas (conducir,
cocinar y manejar sus finanzas) y ubicarse en el medio en el que viven (saber qué
año es y dónde se encuentran). Por lo tanto, la demencia se considera un
trastorno, aunque es frecuente en las etapas tardías de la vida. Ciertos tipos de
demencia, como la enfermedad de Alzheimer, se diferencian del envejecimiento
normal, también por otras razones. Por ejemplo, el tejido cerebral (obtenido
durante la autopsia) en personas con esta enfermedad tiene un aspecto diferente
al de otras personas mayores que no la padecen. Por este motivo, la distinción
entre envejecimiento normal y demencia es clara.

En algunas ocasiones, la distinción entre el deterioro funcional que forma parte del
envejecimiento y el deterioro funcional que forma parte de un trastorno parece
arbitraria. Por ejemplo, a medida que se envejece, y en comparación con personas
más jóvenes, los niveles de azúcar en sangre aumentan después de comer
hidratos de carbono. Este aumento se considera parte del envejecimiento normal.
Sin embargo, si el incremento supera un nivel determinado, se diagnostica un
trastorno, diabetes. En este caso, la diferencia es solo de grado, la esperanza de
vida media ha aumentado mucho, pero la longevidad máxima lo ha hecho poco o
casi nada.

Envejecimiento saludable

La expresión «envejecimiento saludable» hace referencia al aplazamiento o a la


disminución de los efectos no deseados del envejecimiento. Los objetivos de un
envejecimiento saludable son mantener la salud física y mental, evitar los
trastornos y continuar en un estado activo e independiente. Para la mayoría de las
personas, mantener un buen estado general de salud requiere más esfuerzo a
medida que aumenta la edad. El desarrollo de ciertos hábitos saludables como los
siguientes puede ser beneficioso

Seguir una dieta nutritiva

Evitar fumar cigarrillos y consumir alcohol en exceso

Realizar actividad física con regularidad

Mantenerse mentalmente activo

Cuanto antes se desarrollen estos hábitos, mejor. Aunque nunca es demasiado


tarde para comenzar, es mejor empezar lo antes posible. De esta manera, las
personas pueden controlar lo que les sucede a medida que envejecen.

Hay evidencias que sugieren que en Estados Unidos el envejecimiento saludable


va en aumento:
Ha disminuido el porcentaje de personas de entre 75 y 84 años que muestran
carencias

Se ha producido una disminución en el porcentaje de personas mayores de 65


años de edad con trastornos debilitantes

Un aumento en las personas mayores de edad avanzada: personas de 85 años o


más, incluidas las que han cumplido 100 años (centenarias)
ADICCION EN ADULTOS MAYORES

Si bien el consumo de drogas ilegales por lo general disminuye una vez pasados
los primeros años de la adultez, casi un millón de adultos de 65 años o más viven
con un trastorno por consumo de drogas, según datos reportados en el 2018.1
Entre el 2000 y el 2012 no hubo una gran diferencia en la cantidad total de
ingresos a centros de tratamiento; sin embargo, el porcentaje de ingreso a
tratamiento de los adultos mayores aumentó del 3.4 al 7.0% en ese período.2

Es posible que al avanzar en edad se produzcan cambios sociales y físicos que


pueden aumentar la vulnerabilidad al uso indebido de drogas. Se sabe poco sobre
los efectos de las drogas y el alcohol en un cerebro que está envejeciendo; no
obstante, los adultos mayores por lo general metabolizan las sustancias con
mayor lentitud y su cerebro puede ser más sensible a las drogas.3 Un estudio
sugiere que, en comparación con grupos de control que no consumen cocaína, en
las personas adictas a la cocaína en la juventud puede acelerarse la declinación
relacionada con la edad de la materia gris del lóbulo temporal y el lóbulo temporal
puede ser más pequeño. Esto podría hacerlas más vulnerables a las
consecuencias negativas del consumo de cocaína a medida que envejecen,

Los adultos mayores pueden ser más propensos a experimentar cambios en el


estado de ánimo, enfermedades pulmonares o cardíacas y problemas de
memoria. Las drogas pueden empeorar estos trastornos y exacerbar las
consecuencias negativas que su consumo tiene sobre la salud. Además, los
efectos de algunas drogas —como el deterioro de la coordinación, el buen juicio y
el tiempo de reacción— pueden causar percances tales como caídas o accidentes
automovilísticos. Ese tipo de lesiones pueden representar un mayor riesgo de
salud en este grupo que en las personas más jóvenes y probablemente coincida
con tiempos de recuperación más largos.
HIGIENE EN ADULTOS MAYORES

La higiene corporal
Aunque más adelante veremos el resto de tipos de higiene, vamos a comenzar
hablando del aseo corporal. En este sentido, lo más recomendable para la higiene
corporal de las personas mayores es: Duchas o baños al menos tres veces por
semana, Usar productos de higiene personal neutros, Lavar y secar la piel con
suavidad, prestando atención a los pliegues de la piel, Respecto al baño, debemos
hacer que el entorno sea lo más cómodo, seguro y accesible posible, sobre todo,
si es para una persona mayor con algún problema de movilidad. Para ello,
necesitamos:
Elementos de seguridad, como barras de agarre o bancos de ducha.
Espacio suficiente y sin obstáculos.
Temperatura óptima en la habitación.
Tener a mano todos los productos necesarios para el aseo, es decir, esponjas,
toallas limpias, peine, champú, etc.
A pesar de que el mayor no pueda asearse por su cuenta, es importante que esté
implicado en su higiene. Es decir, durante el baño la comunicación debe ser
constante, explicando cada cosa que hacemos o que vamos a hacer. También,
debemos dejar que el anciano realice por sí mismo aquellas tareas que su
condición le permita para mantener su independencia y autonomía todo lo posible.
Ventajas de mantener una buena rutina de aseo e higiene
Como a hemos mencionado, el aseo personal en personas mayores es
imprescindible para cuidar su salud. Principalmente, una buena higiene en la
tercera edad aporta las siguientes ventajas:
Prevención de enfermedades e infecciones.
Aumento de la autoestima y comodidad.
Mejor estado de ánimo.
Mayor disposición a socializar.
Estimulación de la circulación sanguínea.
Si combinamos una buena higiene con otros hábitos saludables, como hacer
ejercicio y una dieta equilibrada, los beneficios serán aún mayores.
Técnicas de aseo para personas encamadas
En el caso de que el paciente no se pueda levantar de la cama, deberemos
conocer la mejor forma de cuidar de la higiene del mayor encamado. Para
empezar, cuando procedamos con el aseo, debemos asegurarnos de tener a
mano todo lo que vayamos a necesitar, como el jabón, esponjas, crema hidratante
y demás, además de los productos, es importante contar con recipientes con agua
al lado de la cama y toallas de diferentes tamaños, una de ellas grande para
ponerla sobre la cama y evitar que se moje, respecto a la técnica, lo más
recomendado para el aseo de personas mayores encamadas es lavar, secar y
aplicar crema hidratante a cada parte del cuerpo por separado. De esta forma, el
orden que podemos seguir es el siguiente:
Cara, también prestando atención al cuidado de los ojos, oídos, vías nasales,
cuello, boca y dientes. Brazos, axilas, manos y uñas.
Tórax y abdomen.
Piernas, pies y uñas.
Espalda y glúteos.
Genitales.
Cabello.
Hay que recordar no dejar ninguna zona húmeda después del lavado, algo muy
importante para no causar irritación ni otros problemas en la piel del mayor
encamado.
Si quieres saber más sobre el aseo de personas mayores encamadas, te dejamos
el siguiente artículo: Cómo lavar a una persona mayor encamada.
La higiene bucodental en el anciano
Dentro de la rutina de aseo de personas mayores, la higiene bucal es de las áreas
que más cuidados requiere.
Limpiarnos los dientes después de cada comida nos ayudará a evitar infecciones,
malos olores, grietas en labios y lengua. No obstante, para prevenir estos
problemas, la limpieza bucal debe ser la adecuada. Para ello, es importante:

Usar pasta de dientes con flúor.


Limpiar minuciosamente, empleando hilo dental por lo menos una vez al día.
Por otra parte, si el mayor cuenta con una prótesis dental, la limpieza debe ser aún
más cuidadosa y profunda, ya que son un foco de infecciones.

Para lavar cada parte de la dentadura postiza con detenimiento, deberemos


enjuagar la prótesis con abundante agua después de cada comida. Además, al
menos una vez al día, necesitaremos la ayuda de un cepillo suave y jabón neutro
para limpiarla.

Otra parte necesaria de la higiene dental son las visitas regulares al dentista, de
forma que el profesional vigile la presencia de caries en el mayor, el posible
deterioro de encías o la disminución de la función salival, entre otros problemas.
SEXUALIDAD EN ADULTOS MAYORES

Muchas personas quieren y necesitan tener una relación cercana con los demás a
medida que envejecen. Para algunas personas, esto incluye el deseo de continuar
una vida sexual activa y satisfactoria. Con el envejecimiento, eso puede significar
adaptar la actividad sexual para amoldarse a los cambios físicos, de salud y de
otro tipo, Hay muchas maneras diferentes de tener relaciones sexuales y de logar
una sensación de intimidad, solo o con una pareja. Pareja de ancianos riendo se
abrazan en un puente La expresión de su sexualidad podría incluir muchos tipos
de contacto íntimo o estimulación. Algunos adultos pueden optar por no participar
en la actividad sexual, y eso también es normal, aquí exploramos algunos de los
problemas comunes que los adultos mayores pueden enfrentar con la sexualidad.

El envejecimiento normal trae cambios físicos tanto en los hombres como en las
mujeres. Estos cambios a veces afectan la capacidad de tener y disfrutar de las
relaciones sexuales.

Una mujer puede notar cambios en su vagina. A medida que las mujeres
envejecen, la vagina puede acortarse y estrecharse. Las paredes vaginales
pueden volverse más delgadas y un poco más rígidas. La mayoría de las mujeres
tendrán menos lubricación vaginal, y puede tomar más tiempo para que la vagina
se lubrique naturalmente. Estos cambios podrían hacer que ciertos tipos de
actividad sexual, como la penetración vaginal, sean dolorosos o menos deseables.
Si la sequedad vaginal es un problema, usar un lubricante a base de agua o
condones lubricados puede hacer que la penetración sea más cómoda. Si una
mujer está usando terapia hormonal para tratar los calores súbitos (sofocos) u
otros síntomas de la menopausia, es posible que desee tener relaciones sexuales
con más frecuencia que antes de la terapia hormonal.

A medida que los hombres envejecen, la impotencia sexual (también llamada


disfunción eréctil o DE) se vuelve más común. DE es la pérdida de la capacidad
de lograr y mantener una erección. La DE puede hacer que un hombre tarde más
en lograr una erección. Su erección puede no ser tan firme o tan grande como
solía ser. La pérdida de la erección después del orgasmo puede ocurrir más
rápidamente, o puede tomar más tiempo antes de que otra erección sea posible.
La DE no es un problema si ocurre de vez en cuando, pero si ocurre con
frecuencia, hable con el médico.
ALIMENTACIÓN EN ADULTOS MAYORES

¿Qué es la nutrición y por qué es importante para las personas mayores?


Nutrición es consumir una dieta saludable y balanceada para que su cuerpo
obtenga los nutrientes que necesita. Los nutrientes son sustancias en los
alimentos que nuestros cuerpos necesitan para poder funcionar y crecer. Estos
incluyen proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y el agua.

La buena nutrición es importante, sin importar su edad. Le entrega energía y


puede ayudar a controlar su peso. También puede ayudar a prevenir
enfermedades, como osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades del
corazón, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

Pero a medida que envejece, su cuerpo y su vida cotidiana cambia, lo mismo lo


que usted necesita para mantener su salud. Por ejemplo, puede necesitar menos
calorías, pero de todas formas requiere suficientes nutrientes. Algunos adultos
mayores necesitan más proteínas.

¿Qué cosas pueden dificultar que coma saludable a medida que envejezco?
Algunos cambios que ocurren a medida que envejece pueden hacer más difícil
que usted coma saludable. Estos incluyen cambios en su:

Hogar: Si es que de repente se queda viviendo solo o tiene problemas para


moverse Salud: Puede tener problemas para cocinar o para alimentarse
Medicamentos: Pueden cambiar cómo percibe el sabor de la comida, causar boca
seca o reducir sus ganas de comer
Ingresos: Puede que usted no tenga los recursos suficientes para los alimentos
Su sentido del olfato y del gusto
Problemas para mascar o tragar los alimentos
¿Cómo puedo comer saludable a medida que envejezco?
Para mantenerse saludable, usted debe:

Comer alimentos que le entregan muchos nutrientes sin demasiadas calorías


extra, como:
Frutas y vegetales (elija diferentes tipos con colores vivos)
Granos integrales, como avena, pan integral y arroz integral
Leche descremada y queso bajo en calorías, o leche de arroz o de soya fortificada
con vitamina D y calcio
Pescados, mariscos, carnes magras, aves y huevos
Frijoles, nueces y semillas
Evite las calorías vacías o huecas: Estas son alimentos que tienen muchas
calorías pero pocos nutrientes, como papas fritas, dulces, productos horneados,
bebidas azucaradas y alcohol
Prefiera alimentos bajos en colesterol y grasas: Especialmente evitar los que
contienen grasas saturadas y trans. Las saturadas son grasas de origen animal,
mientras que las trans son grasas procesadas en margarina y grasa alimentaria.
Se pueden encontrar en los productos horneados que se venden en tiendas o
alimentos fritos en los restaurantes de comida rápida
Tome suficientes líquidos: No se deshidrate. Algunas personas pierden la
capacidad de sentir sed a medida que envejecen. Además, ciertos medicamentos
pueden aumentar la importancia de beber suficientes líquidos
Haga ejercicio: Si ha comenzado a perder el apetito, la actividad física puede
ayudarle a sentir hambre

VIOLENCIA Y ABUSO EN ADULTOS


MAYORES

El maltrato y el abuso pueden sucederle a cualquier persona, sin importar la edad,


el sexo, la raza, la religión, o el origen étnico o cultural de la persona. Cada año,
cientos de miles de personas mayores de 60 años son maltratadas, abandonadas
o económicamente explotadas. A esto se le llama maltrato o abuso de ancianos.

El maltrato de ancianos puede ocurrir en muchos lugares, incluso en el hogar de la


persona mayor, en la casa de un familiar, en un lugar de vivienda asistida o en un
hogar de ancianos. el maltrato a las personas mayores puede darse por parte de
familiares, desconocidos, proveedores de atención médica, cuidadores o amigos,
Hay muchas formas de maltratar o de aprovecharse de las personas mayores:
El maltrato físico ocurre cuando alguien ocasiona algún daño corporal a la persona
mayor al golpearla, empujarla o abofetearla. También puede ocurrir cuando se
sujeta contra su voluntad, como encerrarla en una habitación o atarla a un mueble.

El maltrato emocional, a veces llamado maltrato psicológico, puede ocurrir cuando


la persona que cuida a una persona mayor le dice palabras hirientes o humillantes,
le grita, la amenaza o la ignora repetidamente. Otra forma de maltrato emocional
es cuando se le impide a esa persona ver a familiares y amigos cercanos.

La negligencia ocurre cuando la persona que cuida a alguien mayor no responde a


sus necesidades, ya sean físicas, emocionales o sociales. O bien, si no le da sus
alimentos, medicamentos o impide su acceso a atención médica.

El abandono ocurre cuando se deja sola a una persona mayor que necesita
cuidados, sin hacer arreglos para que alguien atienda a sus necesidades.

El abuso sexual ocurre cuando el cuidador de una persona mayor la obliga a


presenciar o ser parte de actos sexuales.

El abuso financiero ocurre cuando alguien se roba el dinero o las pertenencias de


una persona mayor. Esto puede incluir la falsificación de cheques, el cobro de la
pensión o jubilación o de los beneficios del Seguro Social, o bien, el uso de las
tarjetas de crédito y las cuentas bancarias de otra persona sin su permiso. Esto
también incluye el cambio de nombre en un testamento, una cuenta bancaria, una
póliza de seguro de vida o el título de una casa sin el permiso adecuado.

DETERMINANTES ECONOMICOS EN ADULTOS MAYORES

La población adulta mayor ha sido considerada tradicionalmente como una


población vulnerable a caer en la pobreza debido a que tienen más dificultades de
recuperarse de una pérdida inesperada de ingreso o de la necesidad de hacer
altos pagos por servicios médicos (Hurd, 1989; Gratton, 1996; Lee, 2004; Wood,
2006). Sin embargo, en varios países del mundo, sobre todo los industrializados,
los adultos mayores han logrado contar con suficientes recursos económicos para
mantener un nivel socioeconómico de vida aceptable, satisfaciendo la mayoría de
sus necesidades básicas. Los adultos mayores de los países desarrollados
pertenecen a cohortes que disfrutaron del crecimiento económico posterior a la
Segunda Guerra Mundial. Además, estas generaciones también han disfrutado de
una alta cobertura de la seguridad social, pues los sistemas de seguridad social de
sus países ya estaban consolidados durante la segunda mitad del siglo XX. En
Estados Unidos, por ejemplo, la introducción de los seguros públicos de salud
(Medicaid y Medicare) les ha permitido a los adultos mayores estadounidenses
protegerse de gastos catastróficos por salud. En Norteamérica y Europa
Occidental, los adultos mayores se han constituido en un influyente grupo que su
usa su poder en las urnas para promover o desestimular políticas públicas que los
pueden afectar (Angel & Angel 1997; Galasso & Profeta, 2002; Gratton, 1996;
Hurd, 1989; Preston, 1984; Smeeding and Smith, 1998).

En la mayoría de países latinoamericanos, la prevalencia de la pobreza en edades


avanzadas es menor al promedio nacional. Según del Pópolo (2001) y Huenchuán
(2009), esta ventaja parece estar explicada por el hecho de que estas cohortes
vivieron su etapa adulta durante una época de expansión económica y eran más
proclives a tener costumbres frugales de ahorro y consumo. Además, ellas notan
que el porcentaje de pobreza entre los adultos mayores es menor en países en
etapas más avanzadas de la transición demográfica. Aún así, algunos grupos
tienen están en peor situación que otros. La pobreza es más común en zonas
rurales que en zonas urbanas, entre mujeres más que en hombres, y
particularmente en hogares multigeneracionales en comparación con hogares de
sólo una o dos generaciones. La cobertura del sistema de seguridad social no es
tan amplia como en el mundo industrializado, y la proporción cubierta tiene una
alta variabilidad entre países.

CARTILLA DE VACUNACION Y INMUNIZACION

El Sistema de Cartillas Nacionales de Salud, se estableció como el esquema a


través del cual los individuos podrán llevar un seguimiento personalizado y
continuo de las acciones de prevención de enfermedades y de promoción de la
salud que reciban.

Las cinco cartillas Nacionales de Salud vigentes fueron validadas por las
instituciones que conforman el Sector Salud: IMSS, ISSSTE, DIF, SEDENA,
SEMAR, PEMEX y la Secretaría de Salud.
Las Cartillas son una herramienta que integran acciones de promoción de la salud,
nutrición, detección, prevención y control de enfermedades; esquema de
vacunación y un apartado de citas médicas.

Estas acciones preventivas de salud promueven la calidad, equidad de género,


corresponsabilidad y el auto cuidado de la salud, así como estrategias de
prevención y promoción de la salud que faciliten el seguimiento personalizado y
continuo de las acciones de salud en todas las etapas de la vida.

CARTILLAS
Cartilla Nacional de Salud de niñas y niños (de 0 a 9 años)
Cartilla Nacional de Salud del Adolescente (de 10 a 19 años)
Cartilla Nacional de Salud de la Mujer (de 20 a 59 años)
Cartilla Nacional de Salud del Hombre (de 20 a 59 años)
Cartilla Nacional de Salud del Adulto Mayor (de 60 años ó más)

Componentes que integran una Cartilla Nacional de Salud

1.- Identificación y Datos Generales (Ficha de Identificación):


Nombre, edad, sexo, número de expediente, domicilio, lugar y fecha de
nacimiento, lugar y fecha de registro civil.
Datos que proporcionarán la identificación precisa de la persona, a fin de que se
otorguen las acciones de salud que le corresponden.
2.- Promoción de la Salud:
Esta sección enlista los temas de Promoción de la Salud que debe conocer la
persona de acuerdo a su sexo, genero, grupo de edad y permite que el prestador
de servicios médicos lleve un registro periódico de las asistencia a los talleres en
los que participa el usuario de los servicios.
3.- Nutrición:
Su propósito es realizar acciones que nos ayuden a la evaluación y vigilancia del
estado nutricional de la población y detectar factores de riesgo para obesidad y
desnutrición.
De acuerdo a los resultados encontrados se proporcionará orientación alimentaria
de acuerdo a los grupos de edad y sexo que corresponda.
4.- Actividad Física:
Tiene como objetivo desarrollar hábitos saludables en el individuo a través del
acondicionamiento físico mediante la implementación de programas o rutinas de
ejercicio, respetando la capacidad funcional y la condición física propia de cada
persona.
5.- Prevención de Adicciones:
Promover estilos de vida saludables en los que se logre disminuir en el individuo y
la sociedad, el uso de sustancias adictivas a través del desarrollo de habilidades
para la vida en los ámbitos: familiar, educativo, laboral, comunitario, aumentando
las posibilidades de contener este problema y de mejorar la calidad de vida de la
población.
6.- Prevención de Accidentes y Lesiones:
Capacitación para el autocuidado de la salud a través de orientación y consejería
de prevención de accidentes y lesiones, en los diferentes contextos del entorno
social. (Casa, escuela, trabajo, transporte, etc.)
7.- Esquema de Vacunación:
Permite que la población reciba la Vacunación Universal para evitar que padezcan
enfermedades infecto-contagiosas, que pueden llevar al deterioro de la salud o
dejar secuelas graves.
Las vacunas serán aplicadas de acuerdo a los esquemas establecidos por grupo
de edad.
8.- Detección de Enfermedades:
El objetivo es la detección, y en su caso control y disminución de riesgo a
presentar complicaciones en pacientes que padecen o están en riesgo de
desarrollar enfermedades.
9.- Prevención y Control de Enfermedades:
La importancia de este apartado es mantener informada a la población mediante la
consulta, orientación consejería sobre los cuidados y acciones a realizar para
evitar mayor deterioro, disminuir las complicaciones de salud y evitar riesgos por
enfermedades infecto-contagiosas y crónico degenerativas.
10.- Salud Sexual y Reproductiva (Sólo en la cartilla de adolescentes, mujeres,
hombre y adulto mayor)
Promover entre la población mediante la orientación-consejería la salud sexual y
reproductiva.
Con el fin de disminuir los factores de vulnerabilidad y los comportamientos de
riesgo; favorecer factores protectores y la atención a los grupos con necesidades
específicas, así como el otorgamiento de métodos anticonceptivos a los usuarios
que lo soliciten.
11.- Registro de Cita Médica:
Permite que la población reciba la Vacunación Universal para evitar que padezcan
enfermedades infecto-contagiosas, que pueden llevar al deterioro de la salud o
dejar secuelas graves.
Las vacunas serán aplicadas de acuerdo a los esquemas establecidos por grupo
de edad.
ACCIONES DE ENFERMERIA EN EL ADULTO MAYORES
Cuidados básicos de geriatría que debemos conocer

Los cuidados básicos de enfermería en geriatría ocupan tanto el bienestar físico


como emocional de los pacientes. Por ello, además de cuidar el estado de salud
de los ancianos, es importante que se estudien y cubran sus necesidades sociales
y psicológicas.
Atendiendo a los cuidados básicos a nivel físico, que un profesional de la
enfermería en geriatría debe garantizar, nos encontramos con:

Higiene en los mayores, la higiene personal

No debemos olvidar que estamos ante pacientes incapacitados, en muchas


ocasiones, para realizar tal actividad. Proporcionarles ayuda de forma segura y
adecuada no solamente requiere de fuerza y voluntad, sino de ser conocedor de
ciertas técnicas que ofrezcan, por un lado, tranquilidad y confianza en el paciente
y, por otro lado, que la higiene se realiza de la forma correcta.

A este respecto, es importante prestar atención a cuatro aspectos: la temperatura


del agua, que el jabón sea ph neutro, secar correctamente y la posterior
hidratación.

Tampoco se debe olvidar, en este punto, la higiene bucal.

La higiene postural

Mantener una correcta posición del cuerpo permitirá un menor desgaste del
mismo, disminuirá los riesgos de lesiones y evitará que se presenten dolores. Por
tanto, la higiene postural debe cuidarse tanto cuando el paciente se encuentra
sentado o tumbado, como cuando se encuentra de pie.

Espalda recta, pies alineados con los hombros, cabeza erguida y evitar cruzar las
piernas, son algunas de las claves básicas del cuidado de la postura.

La alimentación saludable y completa

La nutrición es la base de la salud de todos y cobra especial importancia en


edades avanzadas, cuando el ejercicio físico (otro pilar de salud) se ve reducido.
Es importante que cada paciente cuente con un estudio adaptado a sus
necesidades nutritivas y sus limitaciones. Para conocer mejor los aspectos
nutricionales que se deben tener en cuenta para elaborar un menú óptimo, puedes
formarte en nutrición:

platos de comida y cinta métrica para representar salud, nutrición y dietética

En cuanto a las necesidades psicológicas y sociales, en un nivel básico nos


encontraremos con:

El cuidado del estado de ánimo


La disminución de las tareas y de la actividad social, junto con el deterioro de la
movilidad física, convierte a los más mayores en vulnerables ante los trastornos
del estado anímico.

La atención a la calidad del sueño

La higiene del sueño repercute enormemente en la calidad de vida y en la salud


de los pacientes geriátricos. Un profesional de la enfermería geriátrica debe
conocer los posibles tratamientos existentes y ofrecer una solución adecuada
atendiendo a las patologías del paciente.

La realización de actividades sociales

Mantener un círculo de pertenencia y relaciones sociales de calidad ayudará a que


el estado de ánimo de los pacientes no se vea mermado.

Mayores jugando a un juego de mesa en una residencia, junto a su cuidadora

Por otro lado, es imprescindible realizar el seguimiento pertinente de aquellas


enfermedades y patologías más comunes en los mayores.

Patologías en los mayores

Entre las enfermedades geriátricas más comunes nos encontramos con aquellas
asociadas a la edad como son las de carácter circulatorio (como puede ser la
hipertensión), articular (como es la artrosis y la artritis) o neurológicas (demencia,
alzheimer o párkinson), pero también con muchas adquiridas por los hábitos de
vida, como la diabetes, la obesidad o las anemias.

Por supuesto, forma parte del trabajo de un profesional de los cuidados en


enfermería geriátrica cumplir con los requerimientos sanitarios propios de las
patologías de los mayores, así como, establecer una rutina y fomentar hábitos de
vida saludables que ayuden a mitigar los efectos de dichas patologías.

Cuidados y técnicas en la atención al mayor

Si antes hablábamos de la importancia de ofrecer a los pacientes geriátricos un


cuidado físico y mental, ahora ahondaremos un poco más en los métodos que
existen para ofrecer el mejor estado de salud posible a los mayores.

Es importante tener claro que la intervención en enfermería geriátrica tiene como


fundamento ayudar a los pacientes a mantener su autonomía, a evitar y prevenir la
pérdida de esta y a ofrecer cuidados que garanticen su bienestar.
En cuanto a los cuidados y técnicas precisos en la atención al mayor nos
encontramos:

Administración de medicación.

Control de su correcta alimentación e hidratación.

Vigilancia ante alteraciones en piel, uñas, ojos, etc.

Cuidados del aseo.

Mantenimiento de higiene del sueño y control sobre posibles alteraciones.

Atención a las necesidades de movilización y actividad física.

Cuidado en la higiene postural.

Observación del estado de ánimo.

Realización de actividades que ejerciten la memoria y la orientación espacial del


paciente.

El deterioro físico natural producto de la edad, sumado a las enfermedades que


puedan tener, hace que los ancianos necesiten de cuidados y atenciones
especiales para las cuales no cualquiera está preparado. La formación en
cuidados de enfermería en geriatría es imprescindible para garantizar un correcto
trato con el enfermo. Adquiere ahora los conocimientos necesarios para dar
respuesta a la amplia demanda de atención en residencias, centros de día, ayuda
domiciliaria y familiar, con este curso online de 60 horas.

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Bibliografía

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en Viena 1982-1992. Rev Med Hered 1992; 3(2): 39-41.

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mayores ambulatorios. Rev Med Hered 1998; 9:104- 108.
3. Nieto JA. Los ancianos españoles y su sexualidad. En: Nieto JA, ed. La
sexualidad de las personas mayores en España. Madrid: Instituto Nacional de
Servicios Sociales; 1995. [ Links ]

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https://www.fao.org/world-food-day/about/es/

5. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Grupo de trabajo de la


Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones. Problemas de suministro de
vacunas frente a hepatitis A. Recomendaciones. (Consultado en marzo de 2018.)
Disponible en:
https://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/
vacunaciones/ docs/Problemas_suministro_HepatitisA.pdf

6. Estivill Sancho E. Trastornos del sueño en el anciano. Medicine 1991; 86: 3356
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7. Eiroa Patiño P, Vázquez-Vizoso FL, Veras Castro R. Discapacidades y


necesidades de servicios en las personas mayores detectadas en la encuesta de
salud OARS-Vigo. Med Clin (Barc) 1996; 106: 641 - 648.

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