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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

MAESTRÍA EN LIDERAZGO
CURSO DE. LABORATORIO EM TICs. LIDERAZGO Y ACOMPAÑAMIENTO EDUCATIVO
LICDA. MSc. PERLA LÓPEZ MAZARIEGOS

LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL

"Se puede definir al liderazgo como una cierta capacidad de transformar una visión en realidad."
Warren Bennis.

El liderazgo es el conjunto de habilidades que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las
personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el
logro de metas y objetivos. También se entiende como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar,
convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o equipo. En la administración de las
empresas el liderazgo es el ejercicio de la actividad ejecutiva en un proyecto, de forma eficaz y eficiente,
sea éste personal, gerencial o institucional (dentro del proceso administrativo de la organización).

Según el Diccionario de la Lengua Española (1986), Diccionario de Ciencias de la Conducta (1956), lo


define como Otras definiciones son: -"El liderazgo es un intento de influencia interpersonal, dirigido a
través del proceso de comunicación, al logro de una o varias metas u objetivos. Lo más importante que
no hay que olvidar es que el liderazgo no debe estar alejado de los valores.
La tendencia a moverse más allá de modelos técnicos, jerárquicos y racionales para ir hacia enfoques que
enfatizan las facetas culturales, morales, simbólicas del Liderazgo se refleja, particularmente en torno a los
años 90, en la noción de liderazgo transformacional, una concepción del ámbito educativo.
Este “nuevo liderazgo” es un liderazgo carismático, visionario, transformativo, más flexible e inclusivo,
comunitario y democrático. El que en lugar de acentuar la dimensión de influencia en los seguidores o en
la gestión, se enfoca en la línea de ejercer el liderazgo mediante significados (visión, cultura,
compromiso, etc.) de un modo compartido. Liderazgo que según las investigaciones realizadas por
Leithwood y colaboradores (1999) es el más idóneo para organizaciones educativas que aprenden, ya que
favorece las metas comunes y compartidas.
Nadie en nuestros días pone en duda la necesidad del liderazgo educativo, pues se admite ampliamente
que su ejercicio es un elemento clave en la mejora. Esto requiere un liderazgo entendido como un
proceso de influencia y distinguiéndolo de otros términos como autoridad o poder.
Un liderazgo unido al término de empowerment, vocablo que intenta expresar la capacidad de
potenciación de las capacidades y talentos del personal, a través de un modo de gestionar y liderar proceso

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que permite captar las ideas y deseos del personal favoreciendo sus capacidades y habilidades para el
logro de las metas institucionales y las propias individuales , así como el desarrollo profesional.
En la literatura sobre gestión escolar, mejora y cambio educativo, escuelas eficaces, calidad educativa,
aprendizaje organizativo, entre otras, encontramos múltiples consideraciones, perspectivas,
planteamientos y recomendaciones sobre el liderazgo, pues éste no es independiente ni se puede
comprender al margen de cómo concebimos los centros escolares en cuanto organizaciones, ni de cómo
pensamos los procesos de cambio y mejora educativa, ni qué entendemos por calidad educativa.
El liderazgo Transformacional está relacionado con el hecho de que en los últimos años distintas
reflexiones acerca del liderazgo y la mejora escolar han ido llamando la atención sobre lo obsoleto de una
concepción –que ha sido preeminente– según la cual el liderazgo reside en ciertas posiciones formales,
particularmente en la de director del centro escolar, y han advertido sobre la necesidad de contemplar
nuevos significados y posibilidades de liderazgo en los centros escolares, que acentúen más el carácter
distribuido del mismo.
Y es así como se habla actualmente de un “nuevo liderazgo”: el transformacional que aparece en la
reconceptualización de los años ochenta, un liderazgo carismático, visionario, transformativo, más
flexible e inclusivo, comunitario y democrático. El que en lugar de acentuar la dimensión de influencia
en los seguidores o en la gestión, se enfoca en la línea de ejercer el liderazgo mediante significados
(visión, cultura, compromiso, etc.) de un modo compartido con los miembros, imbuyéndolos en un sentido
más alto a los propósitos inmediatos. Liderazgo que según las investigaciones realizadas por Leithwood y
Jantzi (1999) es el más idóneo para organizaciones que aprenden , ya que favorece las metas comunes y
compartidas. Además promueve el compromiso colectivo hacia una renovación regular de las metas y
valores de la organización e impulsa modos y procedimientos más efectivos y eficientes para llevar a cabo
los procesos.

El objetivo del liderazgo de transformación es "transformar" a la gente y a las organizaciones. Cambiar


sus mentes y sus corazones, ampliar su visión y sus posibilidades, ayudarlos a que el comportamiento sea
congruente con sus creencias y motivar a realizar cambios permanentes.

1. El líder transformacional tiene un conocimiento muy claro de sí mismo, que le ayude a comprender sus
propias motivaciones, además de entender cómo su manera de actuar impacta en la conducta de los demás;
de esta manera podrá provocar el cambio planeado en su organización.

2. El líder transformacional vive una fuerte coherencia y adaptabilidad. Esto conlleva a que siempre
procure una armonía entre lo que piensa, dice y hace, sin dejar de modificar su conducta, cuando sea
necesario para su organización. También debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse y, si es
necesario, romper sus propios paradigmas que no le permiten transformar.

3. El líder transformacional tiene como norma de conducta aprender por cuenta propia al igual que
administrarse a sí mismo. La actualización de sus conocimientos se lleva a cabo siendo proactivo,
buscando siempre la aplicación racional y práctica en todo lo que aprende para que su organización se
vaya transformando y alcanzando mejores niveles de competitividad. Esta actitud lo lleva a
autocomprometerse con disciplina.

4. El líder transformacional reconoce los esfuerzos en torno a la mejora continua; está atento y le da
relevancia a la medición y al uso de estándares para poder verificar el compromiso con el mejoramiento
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constante.

5. El líder transformacional tiene una gran capacidad para reforzar conductas aprendidas; desarrolla una
gran habilidad para reconocer y premiar conductas de sus colaboradores que se relacionan con los
aprendizajes deseados o esperados a fin de que se repitan y combinen para el logro de metas o resultados;
y aúna lo anterior a la motivación, desarrollo y retención del recurso humano.

6. El líder transformacional desarrolla una gran habilidad de experimentación. Esto implica incursionar en
nuevas formas de trabajar; confía en la gente para que experimenten y exploren nuevas alternativas para
su institución.

7. El líder transformacional vive una cultura de innovación y flexibilidad. Esto implica un uso intenso del
pensamiento lateral, aceptando ideas que rompen con esquemas comúnmente aceptados; también acepta
libremente ideas creativas para solucionar problemas, aunque ello conlleve cambiar modelos mentales.

8. El líder transformacional es visionario. Por vivir en un mundo de constantes cambios, el éxito


profesional y el de la institución depende, ahora más que nunca, de la habilidad de anticipar estos
cambios. Por otra parte, se requiere que sean los hombres rectos quienes impriman a estos cambios la
dirección debida. Las personalidades con visión saben percibir los rasgos fundamentales del proceso de
evolución que vive la sociedad e identifican las acciones que es oportuno emprender.

9. El líder transformacional tiene prudencia y audacia en la toma de decisiones. Se es prudente, cuando la


toma de decisión es precedida por las conductas necesarias; cuando es fruto de un juicio que ha tomado en
cuenta las circunstancias más importantes; y cuando se decide algo que es posible llevar a cabo.

10. El líder transformacional tiene sensibilidad para tratar a los demás reconociendo en ellos su dignidad
personal. Este cambio de mentalidad ha puesto de relieve la importancia que tendrá a desarrollar
auténticas relaciones interpersonales.

Cuando el líder hace de este decálogo su manera de dirigir y administrar, logra un compromiso de
aprendizaje y mejoramiento continuo hacia la competitividad de toda su gente. La gente aprende, cuando
su líder: es capaz de involucrarla en la definición de la visión de su equipo. Motiva y anima para que
surjan acciones o alternativas para mejorar. Acepta que sus estudiantes desarrollen habilidades para
administrar sus propios conflictos. Es capaz de vender la idea de que el cambio vale la pena.
Es capaz de modificar sus hábitos para mejorar. Es coherente, lo cual le da credibilidad y confianza.
Es capaz de ser visionario. Actúa con prudencia ante los retos. Respeta la dignidad de todos los que
laboran en la organización.

*El liderazgo requiere de un cambio en tu forma de actuar, precedido de una transformación de como se
piensa y siente.
*El liderazgo requiere de un reenfoque mental. El liderazgo significa una forma única y a menudo nueva
de percepción, es un cambio radical.

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*El líder demuestra una profunda apreciación por la libertad humana.
*Un líder entiende el milagro, misterio y necesidad de transformación.
*Un líder sabe que el desempeño debe siempre acelerarse.
La verdadera transformación requiere un acto de voluntad: La libre decisión de convertirse en adulto y en
un ser humano maduro. Liderazgo significa GRANDEZA, que a su vez significa el RENUNCIAR A LA
MEDIOCRIDAD para SIEMPRE. La verdadera motivación resulta del sentido de orgullo, honor,
autoestima y valor propio. La gente trabajará para disfrutar sus logros, desarrollar su potencial y porque
su autorespeto lo demanda. ...Y a todo esto es lo que se llama: LIDERAZGO.

Un líder que está muy centrado en optimizar el crecimiento de las personas con aquellas transformaciones
que requieren para optimizar su rendimiento, aportar lo mejor de sí. Entre los atributos que requiere
cultivar en sí mismo y en los demás, un líder de transformación nos indica Bertarmini, están:

Visión: fotografía del futuro virtuoso que desea crear, que resulta inspiradora para los demás
compañeros de ruta.
Iniciativa: conciencia de que tiene la libertad, el derecho y el deber para actuar por sí mismo para
que las cosas mejoren.
Confiabilidad: ser capaz de ser previsible en su comportamiento con las demás personas. El
experto Peter Drücker define a este aspecto como: " Comportamiento sin sorpresas"
Paciencia: con las personas y con el proceso de transformación en sí. Comprendiendo que el
cambio es una tarea difícil que involucra integralmente a las personas, aunque comience en una
sola esfera de su vida (como el trabajo, por ejemplo).
Respeto: capacidad para cumplir los compromisos que asume con los demás y consigo mismo.
Este respeto se debe reflejar en la acción del líder aprovechando al máximo los recursos de su
gente: haciendo relevantes sus fortalezas e irrelevantes sus debilidades.
Coraje: Aristóteles creía que el coraje era la primera de las virtudes humanas, porque hacía
posible las otras. El coraje empieza con la decisión de enfrentar la verdad más profunda acerca de
la existencia: la convicción de que somos libres para elegir quiénes somos a cada momento.
Deseo: somos un producto de nuestro deseo. Nos hemos hecho nosotros mismos, en el sentido
más profundo. Uno de los problemas más graves de la vida es la auto-limitación: creamos
mecanismos de defensa para protegernos de la ansiedad que acompaña a la libertad porque nos da
temor desplegar nuestro potencial. Esta era la definición de Freud de psiconeurosis: "Limitamos la
manera en que vivimos para poder limitar la cantidad de ansiedad que experimentamos." María
Isabel Rojas, nos agrega sobre este interesante tema, que Liderazgo transformacional, implica el
incremento de las capacidades de los miembros de una organización para resolver individual o
colectivamente los diferentes problemas y la toma de decisiones. El liderazgo transformacional es
pues la cultura del cambio, el agente transformacional de su cultura organizativa.

Los factores clásicos que se incluyen en el liderazgo transformacional son:

a) Carisma: capacidad de entusiasmar, de transmitir confianza y respeto.


b) Consideración individual: presta atención personal a cada miembro, trata individualmente a cada
subordinado, da formación aconseja.
c) Estimulación intelectual: favorecer nuevos enfoques para viejos problemas, hacer hincapié en la
inteligencia, racionalidad y solución de problemas.

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d) Inspiración: aumenta el optimismo y el entusiasmo.
e) Tolerancia psicológica: usar el sentido del humor para indicar equivocaciones, para resolver conflictos,
para manejar momentos duros.
f) Capacidad de construir un "liderazgo compartido" fundamentado en la cultura de la participación:
crea condiciones para que sus seguidores colaboren con él en la definición de la misión, les hace partícipe
de su visión y crea un consenso sobre los valores que deben dar estilo a la organización.
g) Considera "el trabajo en equipo" como una estrategia importante que produce la sinergía necesaria para
conseguir mejores resultados en la organización.
h) Dedica tiempo y recursos a la "formación continua" de sus colaboradores como medio fundamental del
crecimiento personal y forma de implicarles en la aplicación de nuevas tecnologías a su trabajo.
i) El líder transformacional considera que desempeña un rol simbólico de autoridad que le permite ser el
"representante institucional" de la organización y, como tal, debe dar ejemplo de trabajo duro,
disponibilidad y honestidad en sus actuaciones, que deben ser coherentes con la visión, misión y valores
de la organización.

Si tengo fe en que soy capaz de realizar tal obra, adquiriré en consecuencia la capacidad de realizarla,
aún si no poseía esa capacidad al comenzar. Esto significa que la proyección optimista de nuestras
posibilidades aumenta dramáticamente a las mencionada posibilidades y capacidades."
Mahatma Gandhi

Afortunados aquellos líderes que entre sus características cuentan con un carisma que hace que sus
seguidores se identifiquen con él, se compenetren con sus actividades. No todos tienen un carisma que les
facilita su funcionalidad. Se nos recuerda, que la palabra carisma deriva del griego, "regalo inspirado en
lo divino". Los líderes carismáticos poseen una gran facilidad para hacerse querer y seducir, tienen un
poder de atracción basado en el magnetismo personal y un gran poder de comunicación y persuasión. Es
muy difícil precisar por qué una persona tiene carisma y otra no, pero la realidad es que el carisma facilita
enormemente el camino hacia el liderazgo, si bien no es una condición indispensable. Un líder que cuenta
con Carisma, puede generar resultados positivos o negativos, dependiendo como lo maneja.

Además, que el líder carismático tiene vocación de sacrificio, sabe realmente renunciar a muchas cosas,
considera que cuando es tiempo de trabajar hay que trabajar, cuando es tiempo de disfrutar es tiempo de
disfrutar pero sabe diferenciar los momentos. Es el líder que hace un sacrificio personal, que se lanza con
él mismo hasta el fondo, hasta el final, y que no tiene límites en su entrega, por eso hay gente a la que
decimos: "Oye, no es para tanto", pero él no puede estar a medias.

El líder carismático se diferencia del resto de las personas por la pasión con que vive cada día, porque
toma riesgos personales, maneja habilidades no convencionales y está siempre dispuesto al sacrificio
personal, va a todas las oportunidades, es como el beisbolista estrella, que mejor le tira a una mala bola
para tener la posibilidad que conectar un hit que dejar pasar mil bolas esperando la perfecta. Por eso el
líder carismático construye una confianza excepcional basada en sí mismo, en sus subordinados y en las
metas que busca, y entre mayor sea el riesgo, mayor es la confianza que desarrolla. Tiene un compromiso
especial con la visión de sus objetivos. Además, se presenta buscando no una ganancia personal sino
profundamente preocupado por las necesidades de sus seguidores.

Un líder carismático tiene la capacidad de generar entusiasmo. Quienes están alrededor suyo desean estar
lo más cerca posible de él. Esto los diferencia claramente de aquellos que tienen alguna posición de
autoridad y la gente sólo les obedece por miedo.

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Algunos autores mencionan algunas características de los hombres y mujeres carismáticos:

Aman la vida: son personas alegres, optimistas. No viven quejándose. Demuestran pasión en lo
que hacen. Dan ganas de estar con ellos.
Ponen un "10" en la cabeza de cada persona: tienen la tendencia a ver lo mejor en los demás. Dijo
Benjamín Disraeli: "el mayor bien que usted puede hacer por otro no es mostrarle sus riquezas
sino revelarle las de él".
Transmiten esperanza a la gente: aún en los momentos de mayor dificultad, tienen una actitud
superior que está basada en su visión y su convicción. Esto provoca que la gente se sacrifique
porque se contagia con la fe de esta clase de líder.
Se brindan a los demás: son personas que tienen un espíritu generoso. Comparten su
conocimiento, sus recursos, su tiempo con sus seguidores. No piensan sólo en cómo sacar
provecho de sus seguidores.

carisma (desarrollar una visión)


inspiración (motivar para altas expectativas)

No debe extrañarnos que se comente, que sea cierto que muchas personas que quedan fascinadas con el
estilo de estos líderes quieren imitar su modo de liderar. Entonces copian sus movimientos, pronuncian
frases similares, pretenden quizá convertirse en un seminario de un fin de semana en ese tipo de persona,
etc. Lo cierto, que ser un líder carismático requiere trabajo, sacrificio, convicción y amor por la gente y
lo que haces. Puedes simular alguna de estas características, pero si no están arraigadas en tu carácter, la
gente percibirá la diferencia con un líder realmente carismático

Robert House (conocido por su trayectoria-meta) identificó tres características: una confianza muy
elevada en sí mismos, dominio y fuertes convicciones en sus creencias. Warren Bennis, después de
estudiar a 90 de los líderes más eficaces y exitosos de Estados Unidos, encontró que tenían cuatro rasgos
comunes: tenían una visión compulsiva o sentido de propósito; podían comunicar esa visión en términos
claros, de manera que sus seguidores pudieran identificarse fácilmente con la misma; demostraron
consistencia y enfoque en la persecución de su visión; y conocían sus puntos fuertes y los capitalizaban.

Sin embargo, el análisis más amplio ha sido el de Conger y Kanungo, de McGill University. Entre sus
conclusiones, señalan que los líderes carismáticos tienen una meta ideal que desean alcanzar; un fuerte
compromiso personal con su meta; se les percibe como no convencionales; son asertivos y tienen
confianza en sí mismos; y se les percibe como agentes de cambio radical en lugar de administradores del
statu quo.

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