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Hibridación del carbono: en qué consiste, tipos y sus características

La hibridación del carbono implica la combinación de dos orbitales atómicos


puros para formar un nuevo orbital molecular “híbrido” con características propias.
La noción de orbital atómico da una mejor explicación que el concepto anterior de
órbita, para establecer una aproximación de dónde hay mayor probabilidad de
hallar un electrón dentro de un átomo.
Dicho de otra forma, un orbital atómico es la representación de la mecánica
cuántica para dar una idea de la posición de un electrón o par de electrones en
una zona determinada dentro del átomo, donde cada orbital se define de acuerdo
con los valores de sus números cuánticos.
Los números cuánticos describen el estado de un sistema (como el del electrón
dentro del átomo) en
determinado
momento, por medio
de la energía
perteneciente al
electrón (n), el
momento angular que
describe en su
movimiento (l), el
momento magnético
relacionado (m) y el
giro del electrón
mientras se desplaza
dentro del átomo (s).
Estos parámetros son
únicos para cada
electrón en un orbital,
por lo que dos
electrones no pueden
tener exactamente los
mismos valores de
los cuatro números
cuánticos y cada orbital puede ser ocupado por dos electrones como máximo.

¿En qué consiste la hibridación del carbono?


Para describir la hibridación del carbono debe tomarse en cuenta que las
características de cada orbital (su forma, energía, tamaño, etc.) dependen de la
configuración electrónica que tenga cada átomo.
Es decir, las características de cada orbital dependen de la disposición de los
electrones en cada “capa” o nivel: desde el más cercano al núcleo hasta el más
externo, conocido también como capa de valencia.
Los electrones del nivel más externo son los únicos disponibles para formar un
enlace. Por lo tanto, cuando se forma un enlace químico entre dos átomos se
genera el solapamiento o superposición de dos orbitales (uno de cada átomo) y
esto está estrechamente relacionado con la geometría de las moléculas.
Como se dijo anteriormente, cada orbital puede ser llenado con un máximo de dos
electrones pero debe seguirse el Principio de Aufbau, por medio del cual los
orbitales se van llenando de acuerdo con su nivel energético (desde el menor
hasta el mayor), como se muestra a continuación:

De esta manera, primero se llena el nivel 1s,


luego el 2s, seguido del 2p y así
sucesivamente, dependiendo de cuántos
electrones posee el átomo o ión.
Así, la hibridación es un fenómeno
correspondiente a las moléculas, puesto que
cada átomo puede aportar solo orbitales
atómicos puros (s, p, d, f) y, debido a la
combinación de dos o más orbitales atómicos,
se forma la misma cantidad de orbitales
híbridos que permiten los enlaces entre
elementos.

Tipos principales
Los orbitales atómicos tienen distintas formas y orientaciones espaciales,
aumentando en complejidad, tal y como se muestra a continuación:

Se observa que existe un solo tipo de orbital s (forma esférica), tres tipos de
orbital p(forma lobular, donde cada lóbulo está orientado sobre un eje espacial),
cinco tipos de orbital d y siete tipos de orbital f, donde cada tipo de orbital posee
exactamente la misma energía que los de su clase.
El átomo de carbono en su estado fundamental posee seis electrones, cuya
configuración es 1s22s22p2. Es decir, deberían ocupar el nivel 1s (dos electrones),
el 2s (dos electrones) y parcialmente el 2p (los dos electrones restantes) de
acuerdo al Principio de Aufbau.
Esto quiere decir que el átomo de carbono solo posee dos electrones
desapareados en el orbital 2p, pero así no es posible explicar la formación ni
geometría de la molécula de metano (CH4) u otras más complejas.
Así que para formar estos enlaces se necesita la hibridación de los
orbitales s y p (para el caso del carbono), para generar nuevos orbitales híbridos
que expliquen incluso los enlaces dobles y triples, donde los electrones adquieren
la configuración más estable para la formación de las moléculas.

Hibridación sp3
La hibridación sp3 consiste en la formación de cuatro orbitales “híbridos” a partir de
los orbitales 2s, 2px, 2py y 2pz puros.
Así, se tiene el re arreglo de los electrones en el nivel 2, donde existen cuatro
electrones disponibles para la formación de cuatro enlaces y se ordenan de forma
paralela para tener menor energía (mayor estabilidad).
Un ejemplo es la molécula de etileno (C2H4), cuyos enlaces forman ángulos de
120° entre los átomos y le proporcionan
una geometría trigonal plana.
En este caso se generan enlaces simples
C-H y C-C (debido a los orbitales sp2) y un
enlace doble C-C (debido al orbital p), para
formar la molécula más estable.

Hibridación sp2
A través de la hibridación sp2 se generan
tres orbitales “híbridos” a partir del orbital
2s puro y tres orbitales 2p puros. Además,
se obtiene un orbital p puro que participa
en la formación de un enlace doble
(llamado pi: “π”).
Un ejemplo es la molécula de etileno (C2H4), cuyos enlaces forman ángulos de
120° entre los átomos y le proporcionan una geometría trigonal plana. En este
caso se generan enlaces simples C-H y
C-C (debido a los orbitales sp2) y un
enlace doble C-C (debido al orbital p),
para formar la molécula más estable.

Hibridación sp
Mediante la hibridación sp se establecen
dos orbitales “híbridos” a partir del orbital
2s puro y tres orbitales 2p puros. De esta
manera se forman dos orbitales p puros
que participan en la formación de un enlace triple.
Para este tipo de hibridación se presenta como ejemplo la molécula de acetileno
(C2H2), cuyos enlaces forman ángulos de 180° entre los átomos y le proporcionan
una geometría lineal.
Para esta estructura se tienen enlaces simples C-H y C-C (debido a los orbitales
sp) y un enlace triple C-C (es decir, dos enlaces pi debido a los orbitales p), para
obtener la configuración con menor repulsión electrónica.

Orbitales moleculares

Orbitales moleculares
Orbitales moleculares que
son orbitales que dejan de
pertenecer a un solo núcleo
para pasar a depender de
dos o más núcleos. El
tratamiento matemático que
utiliza la Mecánica Cuántica
para el cálculo de los
orbitales moleculares es el
método de la combinación
lineal de orbitales atómicos,
o método CLOA, que Concepto: Cuando los orbitales atómicos se combinan
considera que el orbital para formar orbitales moleculares, el
molecular, y, es el resultado número de orbitales moleculares que
de la combinación lineal, es resulta, siempre es igual al número de
decir, una suma o una resta, orbitales atómicos que se combinan.
de los dos orbitales
atómicos implicados, F1y
F2.

Contenido
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 1 Origen
 2 Clasificación
o 2.1 Los tipos de orbitales son
 3 Teoría de orbitale smoleculares
o 3.1 Orbitales moleculares S
o 3.2 Orbitales moleculares p
 4 Electrones moleculares
 5 Enlaces externos
 6 Fuente

Origen
El caso más sencillo es el de la interacción de dos átomos, cada uno con un solo
orbital atómico ocupado por un único electrón, es decir, el caso ya considerado
desde el punto de vista de la teoría del enlace de valencia, de la formación de la
molécula de hidrógeno. Se verá que la descripción del enlace H-H es la misma, o
al menos muy similar a la descripción de los enlaces en moléculas más complejas.
Cuando los dos orbitales 1s de dos átomos de hidrógeno interaccionan se
transforman en dos orbitales moleculares, uno enlazante, que queda ocupado por
los dos electrones, que dejan de pertenecer a un solo núcleo para pasar a
pertenecer a los dos núcleos atómicos, y otro antienlazante, que quedará vacío. El
orbital molecular enlazante es de menor energía que los orbitales atómicos
originales y el antienlazante de mayor energía que éstos. Por ello al formarse el
enlace y pasar los electrones al orbital molecular enlazante se desprende una
determinada energía que es la que se ha definido en la teoría del enlace de
valencia como energía de disociación de enlace.
El orbital enlazante, yE, es el resultado de la suma, F1+ F2, de los dos orbitales
atómicos: Los orbitales moleculares son funciones matemáticas que definen el
comportamiento ondulatorio de los electrones dentro de las moléculas, siempre
bajo el punto de vista de la química cuántica. Las funciones matemáticas se usan
para hallar las propiedades fisicoquímicas, como por ejemplo, la probabilidad de
encontrar al electrón en un espacio determinado. La palabra orbital se utilizó por
Robert S. Mulliken por primera vez en 1925, siendo la traducción de la palabra “
Eigenfunktion”, utilizada por el alemán Schrödinger. Los orbitales moleculares,
están formados generalmente por un conjunto lineal de orbitales atómicos, en
cada átomo de una molécula. La forma cuantitativa se puede hallar utilizando
métodos como el conocido como Hartree-Fock.
Los orbitales moleculares se usan para determinar la configuración electrónica en
las moléculas. Casi todos los métodos en química cuántica inician calculando los
orbitales moleculares, para de este modo describir el comportamiento que tiene un
electrón en el campo eléctrico que crean los núcleos entorno a sí mismos. Si dos
electrones se encuentran en el mismo orbital, éstos están obligados a tener spines
opuestos según el principio de exclusión de Pauli.

Clasificación
 Enlazantes: tienen menor energía que la que poseen los orbitales atómicos
que contribuyeron a su formación. Colaboran en el enlace de manera que los
núcleos positivos vencen las fuerzas electrostáticas de repulsión debido a la
atracción que crea la nube electrónica negativa, entre ambos hay una distancia
que se conoce como, longitud de enlace.

 Antienlazantes: Poseen mayor energía y por es por ello, crean repulsión, al


contrario que los enlazantes.

Los tipos de orbitales son


 Orbitales σ enlazantes: Son los orbitales atómicos s y p, que se combinan
entre sí de todas las maneras posibles ( s-s, p-p, s-p, p-s). Poseen enlaces
sencillos

 Orbitales π enlazantes: Son aquellos que coordinan los orbitales atómicos p,


perpendiculares al eje. Poseen electrones muy deslocalizados que
interaccionan con gran facilidad.
 Orbitales σ* antienlazantes: se tratan de orbitales de mayor energía que en los
orbitales enlazantes. Orbitales π* antienlazantes: Se trata de orbitales π de
gran energía.

 Orbitales n: Se producen en moléculas heteroatómicas, como por ejemplo, el N


o el O. Los electrones que se encuentran desapareados ocupan estos
orbitales.

De igual manera que los orbitales atómicos, los orbitales moleculares se llenan de
electrones, por orden creciente del nivel de energía, según el principio de
exclusión de Pauli, o aplicando la regla de Hund.

Teoría de orbitale smoleculares


La teoría de los orbitales moleculares aplicada a la molécula de hidrógeno es
relativamente sencilla por estar implicados solamente dos orbitales atómicos s y
únicamente dos electrones. Pero en las moléculas poliatómicas con más de dos
núcleos y varios orbitales atómicos, el tratamiento es mucho más complicado,
pues, para llegar a conocer con exactitud la situación más estable del conjunto de
los átomos de la molécula, habría que considerar orbitales moleculares que
comprendieran a más de dos núcleos o, incluso, a la molécula entera.
Para obviar el estudio de una situación tan compleja, sobre todo desde el punto de
vista matemático, se utilizan y admiten ciertas simplificaciones como la
consideración de que, en general, los orbitales moleculares se localizan
esencialmente entre dos únicos núcleos y que su forma y orientación mantienen
cierta similitud con la forma y orientación de los correspondientes orbitales
atómicos. Esta aproximación coincide con las ideas clásicas de considerar cada
enlace como la fuerza de unión entre dos átomos, despreciando la influencia que
el resto de la molécula pueda ejercer sobre el mismo. Con estas simplificaciones
se pueden interpretar la mayoría de las moléculas, aunque no todas, y
aproximarse a la interpretación que del enlace covalente da la teoría del enlace de
valencia.

Orbitales moleculares S
El orbital molecular enlazante descrito para la molécula de hidrógeno, que tiene
forma elipsoidal (simétrico respecto al eje de unión de los dos núcleos), recibe el
nombre de orbital molecular s(sigma) y el enlace covalente resultante, enlaces.
Análogamente el orbital molecular antienlazante correspondiente recibe el nombre
de orbitals* (sigma estrella o sigma asterisco). Por solapamiento o interacción de
dos orbitales atómicos de tipo s se forman siempre orbitales moleculares de tipo s.
Pero también a partir de orbitales p se pueden formar orbitales y enlaces s. Así,
por ejemplo, cuando un orbital p interacciona con un orbital s se llega a sendos
orbitales moleculares s, uno enlazante:
Como en el caso de la combinación de dos orbitales s, en el orbital enlazante
formado a partir de un orbital s y otro p, debido a la sensible disminución que
experimenta el lóbulo no implicado en el solapamiento del orbital p, la mayor
densidad electrónica se encuentra entre los dos núcleos y el orbital molecular
resultante tiene prácticamente simetría elipsoidal respecto al eje que une los dos
núcleos. Se trata pues de un orbital molecular s similar al de la molécula de
hidrógeno.

Orbitales moleculares p
Pero a partir de dos orbitales atómicos p puede originarse otro tipo de orbitales
moleculares. En efecto, el solapamiento o interacción entre los dos orbitales
atómicos p puede tener lugar lateralmente para dar lugar a dos orbitales
moleculares del tipo p(pi), uno enlazante, de menor energía que los atómicos de
partida, y otro antienlazante, de mayor energía y con un nodo: Como los orbitales
atómicos de partida, los orbitales moleculares de tipo p también poseen zonas de
distinto signo separadas por un plano nodal. El orbital molecular p enlazante está
formado por dos lóbulos de distinto signo en los que la probabilidad de encontrar a
los electrones es máxima, separados por un plano nodal que pasa por los dos
núcleos. Es decir, en el orbital enlazante, los dos núcleos de los átomos que
aportan los orbitales p quedan unidos por dos zonas o nubes p, una superior y otra
inferior de distinto signo. En el orbital antienlazante, las zonas nodales son dos, la
del plano que pasa por los dos núcleos y la de un plano perpendicular al primero
que hace que las zonas superior e inferior queden divididas a su vez en dos partes
de distinto signo:

Electrones moleculares
Ya hemos visto que la manera "localizada" de describir los enlaces en base a
electrones dirigidos hacia sitios específicos según la geometría de la molécula, es
de gran utilidad para disponer de una interpretación de los enlaces. Sin embargo,
existen algunos problemas que se arreglan mediante el uso de la Teoría de los
Orbitales Moleculares , OM. Esta última difiere del tratamiento en base a Orbitales
Híbridos en varios aspectos, el principal se refiere a que los Híbridos se
construyen para mostrar la formación de enlaces " dirigidos", a diferencia de los
OM que son más generales en su planteamiento para describir la configuración
electrónica en moléculas. Permiten corregir varias dificultades presentes en los
híbridos, como ser :
Los híbridos suponen que los e's son locales en los enlaces, lo cual no es
totalmente correcto. Mas bien, lo que existe es una posibilidad alta que carga
electrónica se ubique en la dirección de los enlaces, no descartando que también
pueda ocupar otras regiones de la molécula. Esta anomalía es corregible mediante
las llamadas " estructuras de resonancia" como ya se ha visto.
Para formar enlaces con participación de híbridos, es necesario disponer de pares
de electrones , compartidos o no, para dirigirlos hacia posiciones específicas de la
geometría de las moléculas. Pero , ¿Qué ocurre en las moléculas que presentan
electrones no apareado?. Esta situación no la contempla el esquema de híbridos
moleculares.
La Energía de Enlace tampoco es un concepto que aparece en los híbridos, en
circunstancias que sabemos que hay enlaces más difíciles de romper que otros.

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