Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
tienen como centro de atención el ser humano y sus productos culturales. Estos textos se
suelen clasificar por su temática: abarcan tanto disciplinas pertenecientes a las Ciencias
Humanas o Humanidades (Filosofía, Historia, Arte, Lingüística, Literatura, Psicología, Ética…)
como disciplinas correspondientes a las Ciencias Sociales (Sociología, Economía, Política…).
Pero, además, los textos humanísticos se caracterizan por su finalidad y por la forma en que
expresan esos contenidos. Por un lado, el mundo de las Humanidades constituye un conjunto
de conocimientos sobre el ser humano (su cultura, su razón de ser) que no persiguen una
finalidad práctica inmediata, pero sí una importante función formativa
Características La finalidad del texto humanístico es pues la transmisión cultural de las ideas y
la reflexión sobre ellas, lo que otorga a los textos una serie de rasgos específicos. Uno de los
rasgos más importantes es la subjetividad. El contenido ideológico se manifiesta en el uso
connotativo del lenguaje. El emisor incorpora planteamientos, ideas o expresiones sobre el
tema que desarrolla. Esta subjetividad puede generar opiniones controvertidas que conduzcan
al debate. También se debe subrayar la frecuente intención persuasiva que subyace a este tipo
de textos. Aunque se procure evitar en ocasiones, el emisor, presenta una visión personal
sobre cualquier tema persuadiendo al receptor en defensa de una idea. Esa intención queda
reflejada en el empleo de la modalidad expositivaargumentativa textual. Para defender una
idea el emisor utiliza argumentos de distinto tipo. Además, a menudo aporta cifras,
aclaraciones, comparaciones, fechas y otros datos que sirven para justificar su tesis como
verdadera y posible. Otro rasgo destacado es la abstracción y el carácter especulativo. En el
texto humanístico se utilizan términos abstractos ya que su campo de estudio son las ideas.
Estas ideas se muestran a veces en forma de axiomas, enunciados evidentes que no admiten
demostración, para explicar fenómenos de carácter universal; o bien teorías basadas en la
reflexión y el razonamiento lógico. Cuando una teoría no se ha comprobado se denomina
hipótesis. En cuanto a las funciones lingüísticas, dado que la intención comunicativa principal
del texto humanístico es transmitir conocimientos y condicionar al receptor en su
interpretación
Texto 1
Los seres humanos nos integramos en grupos con los que, en alguna medida, nos
identificamos porque compartimos características que se convierten en signos de identidad del
grupo. Y el hablar una misma lengua es la primera de estas características.
El solo hecho de que otro individuo hable en la misma lengua que yo abre un espacio
común que hace posible la comunicación y la cooperación. A la inversa, el que habla en otra
lengua es irremisiblemente «otro», distinto de «nosotros».
Desde los más remotos tiempos la lengua ha sido un signo primario de identificación y un
desencadenante de conflictos entre grupos, y en nuestros días continúa siéndolo. Es cierto que
el papel de la lengua como signo de identidad de los grupos étnicos, de los grupos con un origen
común, puede ser muy diverso. Para los musulmanes el signo de identidad fundamental es la
religión, y la lengua árabe lo es en buena parte como vehículo de la creencia religiosa. Y los judíos
han mantenido durante siglos una identidad muy sólida a pesar de haber perdido la lengua
común. Y hay etnias nacionales enfrentadas a pesar de que comparten la misma lengua y
naciones sólidamente unidas con fuertes diferencias lingüísticas. Pero en conjunto, y a pesar de
todas estas variantes, sigue siendo cierto que la lengua es un signo primario de identidad.
Y que en la medida en que existe un software en catalán y que el catalán puede utilizarse
en la Red, cualquiera en cualquier parte del mundo puede recibir e intercambiar información en
esta lengua y puede incluso aprenderla si la desconoce. Y si las técnicas de traducción automática
avanzan como se nos dice, pronto será posible intervenir en cualquier reunión en catalán sin que
nadie pueda objetar que no lo entiende.
O sea que el progreso técnico ofrece al catalán, como a cualquier otra lengua menor, unas
capacidades de supervivencia inimaginables hace unos años. Para aprovechar estas
posibilidades solo hace falta que los hablantes de la lengua deseen efectivamente mantenerla y
que dispongan de los medios adecuados para hacerlo.
Texto 4