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Diario Consumidores y Usuarios Nro 120 - 06.06.

2017

Los contratos conexos: una nueva fracción contractual


1
Por Fernando Shina

a) Presentación. ​El profesional atento al nuevo Código Civil y Comercial no habrá tardado en
llegar a la conclusión de que el contrato tradicional ha sufrido una división en tres fracciones. Tampoco
perderá mucho tiempo leyendo las sesudas definiciones aportadas por la doctrina, pues ya sabe que cada
uno de esos contratos tiene características propias que los distinguen entre sí. Más aún: sabe que las
diferencias son tan grandes que los convierte en figuras incompatibles. Dicho de otro modo: los contratos
paritarios no pueden funcionar con las reglas que hacen funcionar a los contratos de consumo. Y
viceversa.
La mayoría de los principios que rigen a las relaciones de consumo son derogatorios de las reglas
aplicables a los contratos tradicionales. En resumidas cuentas, y como bien decía el jurista Lorenzetti: ​El
Derecho del consumidor presenta las características de un microsistema con principios propios y hasta
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derogatorios del Derecho privado tradicional​.
Los tipos contractuales que existen en el actual Código Civil y Comercial son tres; a saber: a) los
contratos paritarios (957 y siguientes CCyC); b) los contratos de adhesión (arts. 984 a 989 CCyC); c) los
contratos de consumo (arts. 1092 a 1122). Una mención aparte merecen los contratos conexos que, según
nuestra opinión, también constituyen tipos fraccionarios del contrato tradicional. El contrato conexo es
tratado en los arts. 1073 a 1075 CCyC.

b) Los contratos conexos. ​Sin perjuicio de lo dicho en los párrafos que anteceden, pensamos que
la doctrina ha omitido incluir a los contratos conexos entre los nuevos tipos fragmentarios. El fenómeno
de la conexidad contractual también fracciona al sistema porque los contratos conexos, al igual que los de
consumo, se apartan de las reglas clásicas de los contratos paritarios.
En otro trabajo, anterior incluso a la vigencia del actual Código Civil y Comercial, advertíamos el
fenómeno de la conexidad contractual: “​La conexidad contractual explica un fenómeno repetido en
nuestros días; esto es, el acto o negocio jurídico plurilateral o múltiple. Se trata de una acción

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Abogado (UBA - 1987); Especialista en Relaciones de Consumo. Fue Asesor legal de la Dirección General de Defensa y Protección de los
Consumidores y Usuarios de la Provincia de Chubut. Se ha desempeñado como docente del área de Estudios Sociales para el Providence
School Department, Rhode Island (Estados Unidos – 2002-2004). En la actualidad se desempeña como asesor de contenidos en Editorial
Astrea. Su labor docente en la actualidad es la de Profesor de la Maestría en Derecho Civil Patrimonial, en la materia Derecho del
Consumidor de la Pontificia Universidad Católica Argentina y Profesor Titular. Curso de Posgrado. Defensa del Consumidor. Pontificia
Universidad Católica Argentina. En 2017 publicó ​Estatuto del Consumidor, ​Bogotá, Editorial Astrea SAS - Universidad del Rosario; y
Tutela Judicial del Consumidor​, ​Buenos Aires, 20XII Grupo Editorial. En 2016 publicó (junto con Silvio Battello) ​Fundamentos para la
protección del Consumidor​, San José, CR, Editorial Jurídica Continental. En 2016 publicó ​Sistema legal para la defensa del consumidor​,
Buenos Aires, Astrea. En 2015 publicó ​Código Civil y Comercial concordado​, Buenos Aires,. Astrea. En 2014 publicó ​Daños al
consumidor​,​ Buenos Aires, Astrea. En 2009 publicó ​ ​La​ ​Libertad de expresión y otros derechos personalísimos​, Buenos Aires.
2
Lorenzetti, Luis, ​Consumidores​, Buenos Aires, Rubinzal - Culzoni Editores, 2009, p. 59.
empresarial que para su concreción requiere de la existencia de más de un contrato. El negocio es uno
solo, pero para ejecutarse necesita de un sistema integrado de acuerdos. Todos los contratos resultan
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indispensables para hacer efectiva una actividad única​” .
Veamos las normas que regulan los negocios conexados en el Código vigente:
“Art. 1073 CCyC: Definición. Hay conexidad cuando dos o más contratos autónomos se hallan
vinculados entre sí por una finalidad económica común previamente establecida, de modo que uno de
ellos ha sido determinante del otro para el logro del resultado perseguido. Esta finalidad puede ser
establecida por la ley, expresamente pactada, o derivada de la interpretación, conforme con lo que se
dispone en el artículo 1074.
Art. 1074.- Interpretación. Los contratos conexos deben ser interpretados los unos por medio de
los otros, atribuyéndoles el sentido apropiado que surge del grupo de contratos, su función económica y
el resultado perseguido.
Art. 1075.- Efectos. Según las circunstancias, probada la conexidad, un contratante puede oponer
las excepciones de incumplimiento total, parcial o defectuoso, aún frente a la inejecución de obligaciones
ajenas a su contrato. Atendiendo al principio de la conservación, la misma regla se aplica cuando la
extinción de uno de los contratos produce la frustración de la finalidad económica común.”
Analicemos la primera norma. En ella aparecen las características propias del contrato conexo: a)
la existencia de dos o más contratos vinculados por una finalidad económica mancomunada; b) cada
contrato interviniente es esencial para el cumplimiento del objetivo común que tienen; c) la finalidad
económica, que motivó la convergencia contractual, debe estar establecida desde el comienzo del
negocio.
Un ejemplo de negocio jurídico conexo es el dinero electrónico, operatoria en la que interviene
una empresa que emite la tarjeta plástica, una entidad bancaria que distribuye el producto financiero entre
sus clientes, y otro proveedor que se ocupa de entregar el dinero en forma electrónica.
El sujeto que resulta ser titular de una tarjeta de crédito, la obtuvo de una entidad ​A​, a la que
accede por ser cliente de un banco ​B​, que, a su vez, opera el servicio de dinero electrónico utilizando al
proveedor ​C​. Entre todos estos proveedores concretan la finalidad económica común que tienen: hacer
que el cliente X acceda al dinero desde cualquier sucursal bancaria, utilizando cualquier operador de
dinero electrónico (Banelco, Link, etc.) ubicado en cualquier lugar del país (¿mundo?).
La misma operatoria conexada se reitera en los contratos de salud, donde intervienen en forma
mancomunada médicos, clínicas, ambulancias para que un sujeto obtenga el servicio, finalmente
indivisible, de asistencia médica. Y otro tanto podría decirse de los portales de internet en donde, a diario,

3
Shina, Fernando,​ Daños…​, p. 99.
compramos y vendemos los bienes y servicios que usamos. En ellos actúa un proveedor que conecta a la
oferta con la demanda, y otro proveedor que se encarga de administrar los cobros, y otro que organiza las
entregas de los bienes. Y también involucra a muchos proveedores, cada uno con su contrato
determinado, los negocios de grandes obras públicas, o la explotación de minerales.
En verdad, es difícil pensar en un negocio jurídico actual que no se concrete mediante la
vinculación mancomunada de dos o más proveedores. En otras palabras: la regla general es el contrato
conexo, y la excepción es el negocio jurídico indivisible o concretado a través de un solo acuerdo
contractual.
Lo importante es dejar sentado que los contratos conexos tampoco participan de las notas típicas
de los contratos paritarios; el negocio conexo no es compatible con el efecto relativo de los contratos, ni
con la negociación paritaria, ni con la libertad contractual. En conclusión: la autonomía de la voluntad
juega un rol cada vez menos importante en la contratación actual.

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