Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Unidad 4. Poblaciones Asociadas A Los Cultivos PDF
Unidad 4. Poblaciones Asociadas A Los Cultivos PDF
Introducción:
En la última unidad se analizan los organismos que interactúan con los cultivos
agrícolas, se estudia la salud de las plantas y sus mecanismos de defensa contra
enfermedades e infecciones; igualmente, se profundiza sobre el comportamiento
de los insectos en los cultivos, así como las estrategias biológicas y mecánicas
para el control de plagas.
Imagen SENA.
Las plantas poseen una serie de mecanismos naturales de defensa contra plagas
y enfermedades, los cuales consisten esencialmente en reacciones bioquímicas
provocadas por la interacción con organismos invasores como virus o bacterias.
No todas las plantas poseen el mismo sistema inmune, algunas se centran en
defenderse de especies específicas, otras tienen sistemas generalizados, y las
hay sin sistema de defensa.
A continuación se van a mencionar resumidamente los tres componentes de
mecanismos de defensa que tienen las plantas. En primer lugar se hallan los
factores sin preferencia de defensa, estos tienen características naturales de las
plantas, los cuales repelen la presencia de insectos, por ejemplo, las plantas
pueden tener colores que no sean atractivos para ciertos animales y carecer de
nutrientes que atraigan a las plagas, haciendo que estas no se interesen en la
planta, incluso, poseen a veces una cubierta de cera que dificulta que los insectos
penetren la superficie para alimentarse de la savia.
También existen mecanismos de defensa activa, los cuales se estimulan en el
momento en que una plaga ejerce contacto directo con la planta, estos
mecanismos devastan a las plagas y en ocasiones las destruyen por completo,
previniendo que regresen en un determinado momento. Entre estos sistemas de
defensa se encuentran la segregación de sustancias tóxicas en las hojas de la
planta, las cuales perjudican a las plagas y enfermedades que se encuentren en
ésta. También se segregan sustancias que inhiben el metabolismo natural de las
plagas, ocasionando deficiencias en ellas, como por ejemplo la segregación de
aceites esenciales; incluso algunas plantas poseen pelos en su superficie y emiten
sustancias pegajosas, las cuales dificultan la movilidad de los insectos.
Además de estos sistemas naturales de defensa, algunas plantas poseen una
tolerancia o resistencia a la presencia de plagas y enfermedades, por ejemplo,
algunas tienen una elevada velocidad de regeneración, lo que les permite
reemplazar partes de la planta como hojas, que han sido dañas o perjudicadas por
los invasores, sin que se afecte notablemente su crecimiento, desarrollo y nivel de
productividad.
Enfermedades en las plantas
Imagen SENA.
Las enfermedades en las plantas son ocasionadas por organismos patógenos que
se introducen en el interior, causando diversas infecciones. También se da el caso
en el que no son producidas por organismos vivos, sino originadas por la
transmisión de contaminantes y toxinas a través del aire. Otras enfermedades son
provocadas por desbalances nutricionales, debido a la falta de nutrientes y
proteínas en el suelo.
Las enfermedades más comunes son las causadas por agentes patógenos, es
decir microorganismos como hongos, bacterias, virus y nematodos, entre otros.
Estos agentes son transmitidos a las plantas a través de insectos vectores, es
decir, insectos plagas portadores (llegan a la planta para alimentarse) del hongo o
bacteria que ocasiona las enfermedades. En el momento en que un vector perfora
la superficie de la planta para acceder a la savia, se realiza la transmisión del
agente patógeno. En muchos casos, los mismos insectos segregan sustancias
dentro de la planta, creando el ambiente propicio para el desarrollo de hongos.
A continuación se hace una descripción de los agentes patógenos mencionados:
Hongos: los hongos en las plantas son microorganismos más grandes que las
bacterias, requieren hospedarse en otros organismos vivos para subsistir, en este
caso las plantas. Su estructura física consiste básicamente en la formación de una
mancha en la superficie de la planta o en las hojas, por esta razón son fáciles de
identificar a simple vista, los hay de diversas variedades y colores, los más
comunes son los blancos, negros y amarillos; obtienen su alimento del interior de
la planta y se reproducen mediante esporas, por lo que pueden transmitirse de
una planta a otra a través del viento.
Bacterias: son microorganismos unicelulares, se introducen en las plantas a
través de aberturas en su superficie, por ejemplo heridas u orificios realizados por
insectos para succionar la savia. Las bacterias son incapaces de producir su
propia energía, por lo que dependen del organismo que las hospeda para su
sostenimiento.
Normalmente las bacterias permanecen inactivas durante un tiempo en el tejido de
la planta, pero cuando se crean las condiciones necesarias, estas se activan e
infectan a la planta con una enfermedad, esto ocurre cuando los niveles de
humedad se incrementan. Las enfermedades producidas por la presencia de
bacterias están asociadas con la putrefacción de ciertas secciones de las planta,
éstas pueden ser detectadas debido a que se desprenden malos olores de las
zonas afectadas, así como decoloraciones y manchas.
Virus: son los microorganismos patógenos de menor tamaño, se transmiten a
través de diferentes insectos y no son capaces de desarrollarse o subsistir fuera
de un organismo que los hospede. Las enfermedades ocasionadas por este tipo
de agentes patógenos afectan directamente el crecimiento de las plantas,
perjudicando la producción del cultivo.
Nematodos: son los microorganismos patógenos de mayor tamaño, son similares
a un gusano microscópico y normalmente se ubican en las raíces, alimentándose
y absorbiendo el contenido celular que allí se encuentra. Las enfermedades que
producen se relacionan con la desnutrición, afectando crecimiento, desarrollo y
productividad, debido a que los nematodos impiden que la planta adquiera los
nutrientes y proteínas que normalmente obtiene de la tierra a través de sus raíces.
Tema 2. Los Insectos en los cultivos
La presencia de los insectos en los cultivos es un hecho completamente natural,
ya que este es el entorno natural en el cual se desarrollan estos seres, es el lugar
donde obtienen su alimento y establecen su vivienda. Sin embargo, la presencia
de insectos en un cultivo puede resultar perjudicial para el agricultor, debido a que
estos, en su proceso de desarrollo normal pueden afectar negativamente el cultivo
como tal, este es el caso en el cual se cuestiona si los insectos son dañinos o
plagas. Por otra parte, en algunas ocasiones la presencia de insectos en un cultivo
puede resultar buena e incluso vital para el desarrollo sano y normal de las
plantas, en este caso se les denomina insectos benéficos.
Insectos benéficos
Imagen Freepik.
Imagen Freepik.
Las abejas son sin duda uno de los insectos más importantes para varios tipos de
cultivos, especialmente para los de flores, éstas efectúan el proceso de
polinización, trasladando el polen desde los estambres (órgano floral masculino)
hasta los estigmas (órgano receptivo), haciendo posible la producción de frutos y
semillas.
Las avispas:
Imagen Freepik.
Son insectos beneficiosos para los cultivos, ya que ejercen un control natural
sobre algunas plagas. Son grandes consumidoras de larvas de muchos insectos
dañinos, como por ejemplo los gusanos. Realizan un control muy efectivo, debido
a que atacan a las plagas desde sus inicios.
La mantis religiosa:
Imagen Freepik.
Imagen Freepik.
Las plagas en los cultivos hacen referencia a todo ser viviente que afecta
negativamente la salud y la integridad física de las plantas, así pues, una plaga no
sólo son insectos dañinos, sino también vertebrados como los roedores, aves,
conejos, entre otros. Por lo general los vertebrados acuden a los cultivos para
alimentarse de los frutos de las plantas, la falta de control sobre su presencia por
parte del agricultor, puede generar enormes decrementos en la productividad,
generando pérdidas económicas.
Como se mencionó anteriormente, el concepto de plaga es relativo al contexto de
cada cultivo, de acuerdo a sus condiciones climáticas y a su ubicación geográfica,
ya que una misma especie animal puede ser considerada una plaga en un cultivo
determinado, y al mismo tiempo ser una especie beneficiosa para otro cultivo. Un
ejemplo de esta situación es el conejo común europeo, la presencia de este
conejo en países de Europa es parte fundamental del ecosistema natural, mientras
que en Australia se le considera una nefasta plaga por atacar los cultivos de
lechugas, entre otros.
No obstante, a continuación se relacionan algunas especies de insectos y otros
animales que han sido considerados plagas en los cultivos tradicionales, debido a
la introducción de enfermedades, por alimentarse de la savia de las plantas y por
ingerir sus hojas y frutos, entre otros.
Orugas de mariposa: las orugas de las mariposas o las polillas son de las plagas
más destructivas de los cultivos, atacan a las plantas desde su exterior, debido a
que las polillas suelen depositar sus huevos en la superficie de las plantas.
Cuando la larva nace comienza a alimentarse de la savia de la planta, y unos días
después, cuando se ha desarrollado lo suficiente, empieza a ingerir las hojas. Se
puede detectar fácilmente cuando un cultivo está infestado de orugas, debido a las
marcas que dejan en las hojas.
Pulgones: son pequeños insectos que tienen una longitud que varía entre 1 y 4
mm. A pesar de su nombre no guardan ninguna relación con las pulgas.
Normalmente se les encuentra de color verde, amarillo o negro, se alimentan de
las partes tiernas de las plantas y las condiciones de sequedad en el verano, así
como el uso excesivo de fertilizantes pueden favorecer su aparición y desarrollo.
Arañuela: es un tipo de ácaro que mide menos de 1 mm. Normalmente son de
color rojo y aparecen en las plantas por enormes cantidades, cubriendo gran parte
de la superficie de las mismas. Se caracterizan por tejer una telaraña entre las
hojas de las plantas, y succionar la savia. A veces causan la muerte de la planta, y
además son transmisoras de enfermedades.
Mosca blanca: son pequeños insectos de no más de 3 mm de longitud. Entierran
su pico en la superficie de las plantas y succionan la savia. Les favorece una alta
temperatura y un ambiente húmedo, por lo que suelen aparecer en verano,
también transmiten enfermedades como hongos que deterioran la apariencia de la
planta, disminuyendo su función fotosintética.
Escarabajos: hay muchas variedades de esta especie, algunos de ellos como los
gorgojos son plagas que se alimentan de las savia de la madera, haciendo túneles
en su interior, otros por otra parte, se alimentan de las partes verdes de las
plantas, como las hojas y los tallos, afectando la integridad física de las mismas.
Muchas veces las plagas que atacan a los cultivos provienen de otras regiones o
países, en donde las condiciones climáticas y geográficas son diferentes, al igual
que la flora y la fauna. A este tipo de plagas se les denomina plagas exóticas. En
estos casos es común que dichas plagas no tengan depredadores naturales en la
región de cultivos que están atacando, por lo que su densidad (cantidad) se
incrementa con pocas restricciones, afectando negativamente la integridad del
cultivo, y por lo tanto ocasionando daños económicos.
La estrategia de control biológico clásico consiste en introducir en el cultivo
afectado una población de depredadores que se ocupe de reducir la densidad de
plagas hasta un nivel en donde no ocasione daño económico, también es llamada
estrategia de introducción de enemigos naturales. Es importante resaltar que la
erradicación total o completa de una plaga nunca es conveniente, si bien las
plagas son las que ocasionan daños sobre los cultivos, también son el alimento y
el sustento de los organismos benéficos, por esta razón, si se introducen
depredadores en un cultivo, el objetivo debe ser únicamente reducir la densidad
de la plaga hasta un nivel donde no existan pérdidas económicas. Al hacer esto,
los organismos benéficos podrán subsistir y continuar ejerciendo el control
biológico requerido.
Control biológico aumentativo
Imagen SENA.
Las plantas, al igual que ciertos insectos, son consideradas como organismos
benéficos para los cultivos porque ayudan en la protección de plagas y
organismos dañinos, por lo que con éstas se puede realizar control biológico sobre
un cultivo.
Un ejemplo de esta estrategia radica en la utilización de cultivos trampa, estos
consisten básicamente en un cultivo alternativo que se siembra sobre el terreno
donde se establecerá el cultivo principal, se busca es atraer a un tipo de plaga
específico con el cultivo trampa, por lo que el tipo de cultivo que se vaya a utilizar
como trampa depende del contexto y del tipo de plaga que se busque atacar. Este
cultivo debe sembrarse varios días antes que el cultivo principal, y su proporción
debe ser mucho menor, por ejemplo, en caso que se desee atacar una plaga de
gusanos de tierra, lo que se puede hacer es sembrar pequeñas porciones de
papa, al cabo de unos días, las papas estarán infestadas de gusanos, por lo que
se podrá proceder a eliminarlos usando la técnica más conveniente, generalmente
insecticidas químicos. Luego se remueve el cultivo desecho, y se continúa
sembrando el cultivo principal, ya con la seguridad de que se ha eliminado una
buena cantidad de plaga en la zona.
En otros casos, el cultivo trampa puede ser utilizado sencillamente para mantener
alejadas a las plagas del cultivo principal, de esta manera las plantas sembradas
actúan como carnada para las plagas, mientras que el cultivo principal permanece
seguro, posteriormente cuando el cultivo trampa está plagado, se elimina antes de
que las plagas completen su ciclo de vida.
Es una sencilla técnica que consiste en retirar manualmente los insectos que
atacan a los cultivos, por obvias razones, sólo es aplicable a plagas de insectos
visibles para las personas. Los insectos recolectados son introducidos en botellas
llenas de gasolina y agua para eliminarlos.
Trampas para plagas
Imagen SENA.
Existen varias trampas de sencilla fabricación que resultan de gran utilidad para
controlar la densidad de plagas en cultivos pequeños. A continuación se
relacionan algunas de ellas.
Trampas cromáticas adhesivas: se trata de una sencilla trampa parecida a un
cartel o letrero. Es una placa metálica o de madera pintada totalmente de amarillo,
recubierta con una cubierta plástica, untada de alguna sustancia pegajosa como
grasa. El color amarillo atrae a insectos voladores como moscas, las cuales se
quedan pegadas de la cubierta plástica; sepa que debe cambiar la cubierta por lo
menos dos veces cada semana.
Trampas de luz: son un tipo de lámpara que sirve para disminuir la población de
insectos en un cultivo, estas emiten una luz ultravioleta que atrae a los insectos
voladores como moscas y polillas; en general las hay de dos tipos, las de choque
eléctrico y las de adhesivos. Para las primeras, cuando el insecto se acerca a la
luz, este recibe un choque eléctrico que le quita la vida, cayendo en un recipiente
donde se recolectan los cuerpos, las segundas consisten en una capa adhesiva
cerca de la fuente de luz, la cual necesita ser reemplazada cada cierto tiempo.
Este tipo de trampa requiere de una fuente de energía para poder funcionar y
tienen un rango de acción de unos 200 metros.
Trampas de tierra: son de fácil implementación y fabricación casera, se trata de
un frasco de vidrio enterrado en un agujero en la tierra, el borde de éste debe
quedar a ras del suelo y encajar perfectamente en el hueco. Adentro del tarro, se
coloca un poco de azúcar con agua, formando una mezcla pegajosa que atrae a
los insectos. Esta trampa sirve para atrapar gusanos y caracoles entre otros.
Recomendaciones para la prevención de plagas y enfermedades
La aparición de plagas en los cultivos es un fenómeno que se da debido a que en
estos, se presentan las condiciones para su sostenimiento. De manera que es
posible prevenir que estas se manifiesten, siempre y cuando se trabaje para evitar
que el cultivo presente dichas condiciones favorables. Acciones tan sencillas como
la correcta utilización de fertilizantes, el regar periódicamente las plantas, y la
utilización adecuada de métodos de labranza pueden ayudar a impedir que las
plagas aparezcan.
También es necesario mencionar que la salud de las plantas es un factor muy
importante que incide en el nivel de tolerancia y resistencia frente a las plagas y
enfermedades. En conclusión se puede decir que un cultivo sano tiene una menor
probabilidad de ser infectado y atacado, por esta razón, a continuación se hacen
unas recomendaciones generales sobre cómo prevenir la aparición de plagas y
enfermedades en los cultivos:
Vivanco, J., Cosio, E., Loyala, V., y Flores, H. (2005). Mecanismos Químicos
de Defensa de las Plantas. Prensa Científica S.A.
Control del documento