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U N I V E R S I D A D T E C N O L Ó G I C A D E

N E Z A H U A L C Ó Y O T L

Relaciones intraespecíficas e
interespecíficas que se llevan a
cabo dentro de los ecosistemas

Alumno

Michelle Iliana Vidal Barrios

Profesor

Dr. Jhovan Miranda Núñez


UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE NEZAHUALCÓYOTL

Relaciones intraespecíficas interespecíficas que se llevan a cabo dentro de los


ecosistemas

Para este tema es importante entender el concepto de biocenosis; que es la relación


de una población en donde se establecen relaciones determinadas. Estas relaciones
se denominan relaciones bióticas y pueden ser intraespecíficas, cuando se
establecen entre organismos de la misma especie, e interespecíficas, cuando se
establecen entre organismos de distintas especies, sin importar si son vegetales,
animales o microorganismos de otros tipos. En este sentido se ven involucradas las
interacciones de todos los organismos.

Estas interacciones han generado y generan y mantienen biodiversidad, pero no


podemos entenderla ni conservarla si no damos mayor importancia al nivel paisaje
que al ecosistema aislado y a la especie. Profundizar en el conocimiento de las redes
complejas de interacciones nos permitirá no sólo establecer programas más eficaces
de conservación de la biodiversidad con una base científica más sólida, sino que
podremos establecer programas más eficaces de gestión del medio natural y
sistemas de pastoreo, análisis de la evolución a través del territorio de la aparición
de enfermedades parasitarias, temas todos ellos relacionados con el cambio global
que estamos sufriendo y tanto nos preocupa.

Como interacciones de estos organismos tenemos por ejemplo las de competencia,


que pueden ser para fines reproductivos, los de cooperación o los de asociación, en
donde tenemos relaciones parentales, polígamas o matriarcado. También se tiene
la cooperación gregaria, que quiere decir que no son de la misma familia, pero su
asociación es con el fin de alimentarse, defenderse, reproducirse o para emigrar de
un lugar a otro. Por otro lado, se tienen las relaciones coloniales, en donde
permanecen unidos físicamente de forma inseparable.

Por otro lado, hay microorganismos que interactúan con las plantas y se originan
en el suelo. Muchos microorganismos terrestres tienen la capacidad de entrar

Michelle Iliana Vidal Barrios


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activamente en contacto con semillas o raíces y algunos pueden colonizar los brotes
o frutos de las plantas.

Por otro lado, ciertos microorganismos que interactúan con las plantas entran en
contacto con la planta a través de la precipitación y el agua de riego, la caída de
polvo atmosférico o el viento. Y por último hay algunas interacciones “no
intencionales” que pueden ocurrir mediante el uso de herramientas o maquinaria
agrícola (prácticas agrícolas).

Esto es importante comprenderlo debido a que la mayoría de las enfermedades


parasitarias de las plantas son causadas por hongos y el resto por bacterias o virus.
Son responsables de lesiones penetrantes y necrosis en una amplia gama de
huéspedes. Otros son parásitos obligados que se desarrollan solo en la planta
huésped viva.

La mayoría de estos hongos afectan las partes aéreas de las plantas, provocando
enfermedades como el mildiú velloso en la planta del tomate, oídio en herbáceas,
carbón de maíz en maíz) o roya en cereales. En algunos casos, los síntomas de la
enfermedad son sutiles.

Es probable que el cambio climático en curso tenga repercusiones importantes en


los cultivos y las enfermedades que los afectan. La Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unión Europea han
establecido límites para las micotoxinas más importantes en diferentes cultivos,
para evitar los efectos adversos en animales y humanos

Los hongos del suelo que infectan la semilla o las raíces causan enfermedades
importantes. La importancia de las pérdidas de cultivos por enfermedades varía
según el tipo de patógeno, el tamaño del inóculo del patógeno, la etapa de
desarrollo y el genotipo de la planta, así como las propiedades del suelo, los factores
climáticos y las condiciones agronómicas. Los microorganismos fitoparásitos son
responsables de un tercio de estas pérdidas, siendo el resto causado por insectos y
malas hierbas

Michelle Iliana Vidal Barrios


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Los procesos de infección de una planta se realizan en varios pasos en el sentido


de que se pueden infectar con; el contacto de la planta con esporas o varios factores
ambientales que incluyen viento, agua, insectos y microfauna que vectorizan los
patógenos.

En la mayoría de los casos, no existe un sitio específico de infección en la superficie


de la planta. Los hongos penetran en la parte aérea de la planta perforando la
cutícula, creciendo a través de la antesis, explotando heridas o creciendo entre las
células. También en el caso de bacterias patógenas, la penetración ocurre con
mayor frecuencia a través de aberturas naturales, como nectarios de flores.

Así como las plantas se infectan de hongos, también es muy interesante su


interacción con los sistemas de defensa de las plantas, las plantas interactúan con
muchos microorganismos, algunos de los cuales son neutrales o beneficiosos,
mientras que otros son perjudiciales. Es importante que las plantas reconozcan y
discriminen entre ellos y puedan responder en consecuencia.

Por el contrario, es importante que los microbios benéficos y patógenos modulen el


sistema inmunitario del huésped para establecer una relación íntima o prevenir
reacciones de defensa. En algunos casos, la planta, puede responder a la presencia
de patógenos mediante la producción de compuestos volátiles que promoverán o
bloquearán el desarrollo microbiano.

Parece que las plantas dependen de la inmunidad innata de cada célula y de las
señales sistémicas que emanan del sitio de infección. Este sistema inmunitario les
permite reconocer y responder específicamente a los patógenos invasores. El
reconocimiento por parte de la planta de estos compuestos no propios es un primer
paso hacia una respuesta inmunitaria eficaz.

Michelle Iliana Vidal Barrios

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