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Infertilidad Conyugal

Dr. Patricio Barriga Pooley

Definición: La OMS reconoce a la Infertilidad como una enfermedad del Sistema Reproductivo
definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de
relaciones sexuales no protegidas. La infertilidad produce aislamiento, desesperanza y fractura las
relaciones de pareja, estigmatizando a las que la sufren. Lo habitual es que el 85% de las parejas
expuestas a embarazo lo logran durante el primer año de intentarlo. Una evaluación más precoz
está indicada en mujeres mayores de 35 años, pacientes con historia de oligo o amenorrea,
patología tubaria o peritoneal conocida, como la endometriosis, y en parejas en que exista el
conocimiento de un factor masculino de infertilidad.

La Infertilidad, que será primaria si la pareja nunca ha concebido o secundaria si ya ha concebido


anteriormente, incluyendo abortos y embarazos ectópicos.

Epidemiología: Se observa un aumento progresivo de su prevalencia, por diversos factores entre


los que destaca la postergación del primer embarazo. Su prevalencia, de acuerdo a estudios
internacionales, alcanza a un 10-15 % de las parejas.

En Chile, la infertilidad afecta al 10,4% de las mujeres en edad fértil al año de matrimonio; a los 8
años, permanece infértil el 4% de las parejas.

Etiopatogenia: Aproximadamente un 40 a 45% serían de causa femenina; un 35% a 40% a de


causa masculina y, en un 20 a 30% casos, son de causa compartida. El 10% restante es lo que se
denomina infertilidad de causa desconocida o idiopática.

Estudio: Se debe enfrentar siempre como un problema de pareja y no individualizar


responsabilidades.

Son tres los principales factores que se deben estudiar en la pareja infértil:

1. Ovulación efectiva con ovocitos de buena calidad


2. Producción adecuada de espermatozoides (cantidad y calidad)
3. Capacidad de ambos gametos encontrarse e interactuar de forma adecuada en el tracto
genital femenino.

Como en el estudio de cualquier enfermedad, siempre se debe comenzar con una buena
anamnesis y examen físico, para luego dar paso a los exámenes complementarios.

Anamnesis

Preguntar:

-¿Ha estado al menos un año con su pareja actual, teniendo relaciones sexuales no protegidas, es
decir, sin uso de condón u otro método anticonceptivos?
-¿Tiene usted relaciones sexuales vaginales, con penetración del pene, al menos 3 veces a la
semana?

- Edad (especialmente si es mayor a 35 años).

- Tiempo de infertilidad (especialmente si es mayor a 3 años).

- Antecedentes familiares reproductivos, específicamente búsqueda de infertilidad en más de un


miembro de las familias. En el caso de la mujer, investigar la edad de la menopausia de su madre.

-Antecedentes mórbidos, sobretodo infecciosos (enfermedades de transmisión sexual) y


quirúrgicos abdominales, ya que estos pueden generar adherencias cicatriciales que afectan la
relación tubo ovárica.

- Buscar signos y síntomas que orienten a un hipotiroidismo, tales como percepción de sequedad
de piel y cabello, fatiga, desanimo, bradicardia, etc.

-Investigar si hay dificultad para tener relaciones sexuales, asociado o no a dolor. Esto, que en
términos genéricos se llama vaginismo, puede afectar la vida reproductiva y la salud general de la
persona así como su relación de pareja.

-Historia de dismenorrea y dispareunia que pueden orientar a endometriosis.

-Investigar la fecha del último Papanicolaou (PAP) y hacerlo si corresponde segun las normas.

-Antecedentes personales de uso de cigarrillo, drogas, etc.

-Antecedentes laborales. Investigar exposición a productos químicos del agro así como a metales
tales como plomo y mercurio, entre otros.

Examen físico

-Peso.

-Talla.

- IMC.

- Indice cintura-cadera.

- Mamas : Galactorrea

- Caracteres sexuales secundarios.

- Signos de hiperandrogenismo (alopecia, hirsutismo, piel grasa y acné), signos de hiperinsulinismo


(acantosis nigricans y acrocordones), masas abdominales y pelvianas.
- Examen ginecológico: observar la indemnidad de la vulva, características del himen y verificar su
complacencia, descartar infección vaginal, observar cuello uterino, hacer PAP si corresponde. En
casos de dismenorrea o dispareunia es indispensable buscar dolor y/o nódulos en ligamentos
úterosacros y fondos de saco vaginales, para lo cual es útil el tacto recto-vaginal.

Factores Ovulatorios

Ocurre en alrededor del 15% de las parejas infértiles y es causa de aproximadamente el 40% de
infertilidad por causa femenina (4). La alteraciones de la ovulación se manifiestan frecuentemente
como alteraciones menstruales, ya sea amenorrea, oligomenorrea o polimenorrea y/o
alteraciones de la fase lútea.

Las causasde anovulación que deben buscarse son:

- hipotiroidismo

-hiperprolactinemia

-hiperandrogenismo ovárico funcional (ovarios poliquísticos)

-tumor hipofisiario

-trastornos alimentarios (anorexia nervosa y bulimia)

-baja de peso o ejercicio intenso

-obesidad

El evaluar la función ovulatoria y corregir estas alteraciones puede ayudar a retomar un ritmo
ovulatorio normal y evitar consecuencias de salud a largo plazo.

La historia menstrual o calendario menstrual van a ser fundamentales para orientarnos acerca del
estatus ovulatorio de la paciente y puede ser lo único necesario en caso de tener una historia clara
y documentada de amenorrea u oligomenorrea.

En el caso de la paciente que se presenta con historia de amenorrea, la anovulación crónica es una
de las alteraciones que se deben descartar,pero puede obedecer a otras patologías del tracto
genital femenino (sinequias, obstrucción cervical, etc).

En los casos de alteración del ritmo menstrual se debe determinar si la paciente está
efectivamente ovulando o no.

Una de las formas de evaluar ovulación, es la medición de progesterona plasmática durante la fase
lútea, idealmente en un día 7° posterior a la ovulación. En caso de ciclos prolongados se puede
calcular el día +7 en forma retrospectiva con la historia previa (si la paciente relata ciclos de 35
días, se debe solicitar la progesterona un día 27 del ciclo).
Los valores mayores a 4,0 ng/mL sugieren ovulación. Valores mayores a 10 ng/mL aseguran una
función lútea adecuada y, normalmente, una histología endometrial acorde con la fase.

Existen diversos test o kits rápidos para la detección de Hormona Luteinizante (LH) en orina, que
pueden identificar el pico preovulatorio o de medio ciclo de esta hormona. Estos test entregan
información indirecta, pero confiable de la función ovulatoria y ayudando a definir el período fértil
durante el que es más probable lograr un embarazo (3 a 4 días antes de la ovulación).

Biopsia endometrial y evaluación histológica: puede demostrar el desarrollo secretor del


endometrio, el que resulta de la acción de progesterona y, por ende, implica que se ha producido
la ovulación. El método tradicional para diagnosticar un defecto de fase lútea es la caracterización
del endometrio utilizando los criterios histológicos de Noyes y demostrar un retraso persistente
de la maduración mayor a 2 días. Sin embargo, este examen no se utiliza de rutina, ya que existen
opiniones encontradas en cuanto a la exactitud de los criterios diagnósticos, la prevalencia de la
insuficiencia de fase lútea y su relevancia clínica como factor de infertilidad.

Eso sí, la biopsia endometrial tiene un valor irremplazable en la detección de patología del
endometrio, como la endometritis crónica ya la hiperplasia endometrial.

El estudio que otorga mayor certeza de ovulación y las características del ciclo ovulatorio es el
seguimiento folicular ecográfico.

Con ecografías seriadas, se puede determinar el número y cantidad de folículos en desarrollo, ver
el desarrollo endometrial y aparición de moco cervical y obtener evidencia de la ovulación y
luteinización, demostrando el crecimiento folicular progresivo, el colapso del folículo
preovulatorio con formación del cuerpo lúteo y aumento del líquido en fondo de saco posterior.

Cuando se detecta una disfunción ovulatoria se recomienda solicitar exámenes complementarios


que ayuden a determinar la causa y orienten a la mejor alternativa de tratamiento. La medición de
Hormona Tiroestimulante (TSH) y Prolactina (PRL) pueden identificar desórdenes de la glándula
tiroides y/o hiperprolactinemia, que requieren tratamiento específico.

Efectuar un perfil androgénico, con medición de Testosterona Total, SHBG, Androstenediona, 17-
OH-Progesterona y Dehidroepiandrosterona sulfato (DHEAS) es útil en mujeres con desórdenes
ovulatorios, hiperandrogenismo (hirsutismo y acné) y sospecha de Ovarios Poliquísticos, para
obtener certeza diagnóstica y descartar patología tumoral y de glándulas suprarrenales.

En caso de amenorrea es muy útil y simple realizar una Prueba de Progesterona, es decir,
administrar progesterona por 7 a 10 días v.o y verificar si se produce sangrado genital, lo que, de
ser así, significa que la paciente mantiene una adecuada producción de estrógenos, pero que no
está ovulando y, por lo tanto, produciendo la progesterona necesaria para el sangrado menstrual.
Si no se produce un sangrado con la Prueba de Progesterona se puede hacer el mismo
procedimiento con la adición de estrógenos y verificar, de esa manera, si la amenorrea se debe a
una falla en la producción de estos.
Luego, es necesario solicitar la medición de Hormona Folículo Estimulante (FSH) Hormona
Luteinizante (LH) y Estradiol, las que ayudarán a diferenciar pacientes con falla ovárica (candidatas
a ovodonación) de las pacientes con disfunción hipotálamo hipofisiaria (candidatas a estimulación
con gonadotrofinas).

Reserva ovárica: La reserva ovárica (RO) describe el potencial reproductivo de una mujer en
relación al número de folículos y la calidad de los ovocitos en los ovarios y su medición permite
hacer una predicción del éxito de los tratamientos de fertilidad en una pareja. Una RO disminuida
debe considerarse como una alerta para resolver pronto un problema de fertilidad.

La medición de Estradiol y FSH en la fase folicular temprana del ciclo (día 3º) es frecuentemente
usada para determinar indirectamente la reserva ovárica. Niveles elevados de FSH y estradiol (FSH
≥10 mUI/mL y Estradiol ≤ 80 pg/mL) son los criterios comunes para determinar una RO alterada.

Test de Citrato de Clomifeno (CC) se ideó como un test dinámico para medir RO y consiste en
medir FSH y Estradiol basal de día 3, administrar CC 100 mg vía oral desde el 5º al 9º día del ciclo,
repitiendo la medición de FSH el día 10. El test es anormal si la medición de FSH el día 10 es sobre
10 mUI/mL. Este examen permite identificar a un subgrupo de pacientes con reserva ovárica
disminuida en las que la medición de hormonas en día 3 es normal, pero tendrían, de todas
maneras, una inadecuada respuesta a la estimulación de la ovulación y menores tasas de éxito de
los tratamientos de fertilidad.

Entrega importante información acerca del pronóstico en mujeres mayores de 35 años o con
historia de cirugía ovárica previa y/o una respuesta previa inadecuada a estimulación con
gonadotrofinas exógenas.

Recuento de foliculos antrales (AFC: sigla derivada del inglés Antral Follicle Count) mediante
ecotomografía transvaginal en fase folicular temprana son los test de mayor utilización en
Medicina Reproductiva. Es considerado el mejor test para predecir la respuesta ovarica y por ende
la reserva ovárica.

La ecografía basal se realiza el tercer día del ciclo. No se ha determinado certeramente un límite
con el cual identificar a una mujer con buena o mala reserva ovárica, pero un conteo menor a 7
folículos antrales en la ecografía basal (sumando los folículos de ambos ovarios), ha demostrado
tener mayor relación con exámenes bioquímicos alterados (FSH basal e Inhibina B), mayores tasas
de cancelación de ciclos de fertilización asistida y menores tasas de embarazo en los mismos.

La determinación de la RO permitiría identificar mejor a las usuarias que podrían tener una
inadecuada respuesta en caso de ser necesaria alguna Terapia de Reproducción Asistida (TRA),
tanto en el sentido de una pobre respuesta como en respuestas excesivas.

La hormona antimulleriana (AMH) debiera usarse en aquellas usuarias con FSH alterado y AFC
bajo, en el nivel terciario.
Factores Cervicales

Las anormalidades de la producción de moco cervical o de la interacción de moco y espermios son


raramente identificadas como la única o principal causa de infertilidad.

Test Post Coital, en el que una muestra de moco cervical obtenido en período fértil es examinado
bajo microscopio para determinar la presencia de espermatozoides móviles algunas horas luego
de haber tenido relaciones sexuales, es el método tradicional para identificar factores cervicales, a
pesar de que existen controversias en cuanto a la técnica, el tiempo post coito necesario y la
interpretación de los resultados. Éstos son bastante subjetivos y tienen una gran variación entre
observadores. Además, los tratamientos de infertilidad de causa desconocida (inducción de
ovulación, inseminación intrauterina o IVF) no dependen del factor cervical y no requieren de su
diagnóstico.

Aunque su utilidad y valor predictivo es seriamente cuestionado. Sería útil para la evaluación de la
efectividad del coito en aquellos casos de disfunciones sexuales.

Factores Uterinos y Tubarios

La ecotomografía transvaginal es un excelente método para el estudio de los órganos genitales


internos. Permite objetivar el estado del útero e identificar alteraciones como miomas (tamaño y
ubicación) y adenomiosis y sospechar lesiones endometriales como pólipos y sinequias, que
alteran la anatomía normal de la cavidad uterina. Cuando existe la sospecha de alguna de estas
patologías se debe complementar el examen con la inyección endocavitaria de suero fisiológico
estéril (Hidrosonografía o histerosonografía) para distender las paredes y evidenciar el tamaño y
ubicación de las lesiones.

La ecografía permite también una excelente visualización de los ovarios y puede detectar
patología con implicancias reproductivas como los endometriomas o quistes endometriósicos en
los ovarios.

Histerosalpingografía (HSP), examen radiográfico de los órganos genitales complementado con el


uso de medio de contraste, debe considerarse dentro del estudio primario que se le solicita a toda
pareja que consulta por infertilidad.

El primer objetivo es definir el tamaño y la forma de la cavidad uterina y puede revelar


anormalidades del desarrollo (útero unicorne, bicorne o septado) o adquiridas (pólipos
endometriales, miomas submucosos o sinequias), con potenciales consecuencias reproductivas. El
segundo objetivo es determinar la permeabilidad de las Trompas de Falopio, pudiendo identificar
oclusiones proximales o distales, demostrar una salpingitis ístmica nodosa, revelar detalles
anatómicos de las trompas y sugerir la presencia de fimosis fímbrica o adherencias peritubarias
cuando la salida del medio de contraste se retarda o queda loculado, respectivamente.

Es un examen con alta sensibilidad (81%) para detectar alteraciones tubarias o peritubarias, pero
con baja especificidad (48%) y tasa de falsos positivos de un 25%.
Ha demostrado una tasa de hasta un 30% de embarazo espontáneo en los tres siguientes meses,
posterior a la realización de una HSP, en parejas en las que no se ha encontrado otra causa de
infertilidad por lo que estaría justificado un manejo expectante durante ese período en esos casos.

Por tanto, la Histerosalpingografía presenta limitaciones para asegurar una normalidad tubaria y
más aun para la valoración del factor tuboperitoneal.

Existe evidencia sobre la necesidad de realizar tamizaje para Chlamydia trachomatis (mediante
test de amplificación de nucleótidos, Ej.: PCR) antes de cualquier tipo de procedimiento de
instrumentalización uterina.

De no contar con ello, debiese ser administrada profilaxis antibiótica previa al procedimiento, la
que pudiese ser acompañada de premedicación para manejo del dolor y disconfort asociado al
procedimiento.

Histeroscopía es el método definitivo para la evaluación de la cavidad uterina y el diagnóstico de


sus anormalidades, pero es más costoso e invasivo y se reserva para la evaluación y tratamiento
de alteraciones sospechadas o diagnosticadas con métodos menos invasivos.

En pacientes con indicación de laparoscopia, complementar este procedimiento con una


histeroscopía es eficiente y evita la redundancia.

Laparoscopia, como método diagnóstico y eventualmente terapéutico, generalmente se reserva


para pacientes sin causa identificable de infertilidad en las que tratamientos como la inducción de
ovulación con inseminación intrauterina no han dado resultado.

Además se utiliza directamente cuando existe la sospecha de patología susceptible de ser resuelta
por este método (oclusión tubaria, adherencias peritubarias, endometriomas, etc.).

La visualización directa de la cavidad pelviana y de la anatomía reproductiva es el único método


disponible para el diagnóstico específico de factores tubarios y peritoneales no diagnosticables por
otras técnicas y su resolución microquirúrgica inmediata en caso de encontrarse. El procedimiento
se complementa con cromotubación con una solución diluida de azul de metileno o índigo carmín,
introducido a través del cuello uterino, para demostrar la permeabilidad tubaria o documentar
una oclusión proximal o distal de las trompas de Fallopio.

Factor Masculino

La fertilidad masculina puede verse reducida como consecuencia de:

• Anomalías genitourinarias congénitas o adquiridas

• Infecciones de las vías genitourinarias

• Aumento de la temperatura escrotal (por ejemplo, como consecuencia de un varicocele)


• Trastornos endocrinos

• Anomalías genéticas

• Factores inmunitarios (2).

En el 30 %-40 % de los casos no se identifica ningún factor asociado a infertilidad masculina


(infertilidad masculina idiopática). La infertilidad masculina idiopática quizá pueda explicarse por
varios factores, entre ellos, trastornos endocrinos como consecuencia de la contaminación
ambiental, radicales reactivos del oxigeno o anomalías genéticas.

Espermiograma, se solicita a todo varón de la pareja que no ha logrado concebir luego de un año
de intentarlo. Es parte del estudio básico de toda pareja infértil y retrasarlo implica no tener a
mano todos los factores necesarios para tomar una decisión terapéutica correcta para la pareja
que se desea tratar.

Tienen buena sensibilidad (89,6%), es pobre en especificidad. Lo anterior ocurre en parte por la
amplia variabilidad de los parámetros seminales dentro de cada individuo a lo largo del tiempo.

Un sólo examen de espermiograma puede detectar falsamente una anormalidad hasta en el 10%
de los casos, lo que se reduce a un 2% en caso de contar con 2 exámenes.

El tiempo óptimo para volver a repetirlo debiese ser de 3 meses (de acuerdo con el ciclo completo
de la espermatogénesis), sin embargo, la ansiedad de la pareja ante este retraso pudiese hacer
plantear, en conjunto con ellos, un tiempo menor. En caso de tener 2 exámenes alterados, el
varón deberá ser sujeto de evaluaciones más detalladas de la función espermática en el Nivel
Terciario o de alta complejidad.
Todo evaluado dentro de los siguientes 60 minutos de emitida la muestra.

Las alteraciones espermáticas que se pueden encontrar son:

• Oligozoospermia: < 15 millones de espermatozoides/ml.

• Astenozoospermia: < 32 % de espermatozoides moviles.

• Teratozoospermia: < 4 % de formas normales.

A menudo, las tres situaciones se dan simultáneamente en forma de síndrome OAT. En los casos
extremos de síndrome OAT (< 1 millón de espermatozoides/ml), como en la azoospermia, existe
una mayor incidencia de obstrucción del aparato genital masculino y anomalías genéticas.

Si un espermiograma resulta alterado en cualquiera de los parámetros (recuento espermático,


motilidad o morfología) se debe repetir para confirmar los hallazgos e, idealmente, solicitar un
control por un médico andrólogo-urólogo para descartar patologías de los genitales masculinos
que requieran tratamiento, como varicocele severo, tumores testiculares, epidimitis, etc. De
acuerdo al grado de alteración(es) que se encuentren se decidirá acerca del tratamiento de
fertilidad a efectuar (baja o alta complejidad).

Esquema de estudio de la Pareja Infértil:

Terapias de reproducción médicamente asistida de baja complejidad: (EOC/IA)

La OMS define la Reproducción Medicamente Asistida (RMA) como: “La Reproduccion lograda a
través de la inducción de ovulación, estimulación ovárica controlada (EOC), desencadenamiento
de la ovulación, técnicas de reproducción asistida (TRA), inseminación intrauterina, intracervical o
intravaginal, con semen del esposo/pareja o un donante”.

Inseminacion artificial (IA) consiste en el depósito instrumental de semen del esposo/pareja


(IAH:inseminacion artificial homologa) o de un donante (IAD), procesado en el laboratorio para
mejorar su calidad, en el aparato genital femenino con el fin de conseguir una gestación. Esta IA
puede ser vaginal, cervical o intrauterina, siendo esta ultima la más utilizada.

Para mejorar las probabilidades de éxito se puede asociar a un protocolo de estimulación ovárica
controlada (EOC) si bien se debe tener presente e informar a la pareja del mayor riesgo de
embarazo múltiple asociado a esta intervención.

Indicaciones de la IA

- Infertilidad por factor masculino


- Incapacidad de depositar semen en la vagina (impotencia psicógena u orgánica,
hipospadias severas, eyaculación retrograda y disfunción vaginal).
- Infertilidad de causa desconocida: disfuncion ovarica, factor uterino, factor cervical,
endometriosis leve (grado I-II).
- Esterilidad de origen desconocido.

Número de ciclos a realizar: La mayoría de los embarazos se consigue en los tres primeros ciclos
de tratamiento, después de lo cual la efectividad disminuye drásticamente hasta hacerse mínima
después de 6 ciclos.

Existe suficiente evidencia científica para justificar de forma rutinaria la estimulación ovárica
controlada (EOC), asociada a la inseminación artificial en tratamientos de baja complejidad. El
objetivo ideal sería alcanzar el desarrollo de 2 folículos maduros.

1) Citrato de clomifeno

El citrato de clomifeno (CC) pertenece al grupo de los SERMs (Selective estrogen receptor
modulators) y posee una acción antiestrogénica y estrogénica débil dependiendo del efector.
Bloquea selectivamente los receptores hipotalámicos de estrógeno inhibiendo la
retroalimentación negativa de los niveles plasmáticos de estradiol. De esta manera el hipotalamo
responde liberando GnRH que induce la secreción de FSH y LH por la hipófisis estimulando así la
foliculogénesis y la ovulación.

Su efecto antiestrogénico sobre el moco cervical y el endometrio dan cuenta de una tasa de
embarazo (hasta un 15% en pacientes con SOP) menor a la esperada en función a su existen
inducir ovulación (80%). Si bien CC tiene menor eficacia que las gonadotropinas y requiere un uso
cuidadoso pues mantiene tasas elevadas (10%) de gestación múltiple sigue siendo un fármaco de
primera línea en EOC. Su mejor indicación está en el grupo de pacientes con disfunción ovulatorias
hipotálamo-hipofisiaria normo estrogénicas.

2) Letrozol

El letrozol (LTZ) pertenece, junto al anastrazol, al grupo de los inhibidores de aromatasa no


esteroides de tercera generación. Desarrollado para el tratamiento de cáncer de mama hormono-
sensible.
Al bloquear la aromatasa genera un disminución transitoria de los niveles de estrógeno circulante,
aumento de liberación de gonadotropinas, un ambiente androgenico intrafolicular, aumentando la
sensibilidad a FSH por mayor expresión sus receptores. Se usa en dosis de 2,5 o 5 mg/día vía oral
iniciando el tercer día del ciclo y completando 5 días de tratamiento. La comparación con CC ha
demostrado efectos similares en la foliculogénesis, pero sin las alteraciones del grosor
endometrial ya que su efecto antiestrogénico es de corta duración, lo que es una diferencia
fundamental respecto del CC .Clínicamente se han observado tasas iguales o superiores de
embarazo (20%) al compararlo con CC, con menores tasas de embarazo múltiple, ya que a
diferencia de este induce con mayor frecuencia desarrollo monofolicular.

3) Gonadotropinas

Constituyen el tratamiento de elección para mejorar los resultados de la IA. Su origen puede ser
urinario o a partir de la tecnología recombinante. Las gonadotropinas de origen recombinante son
tan eficaces como las de origen urinario. En general se prefiere las recombinantes por su alta
pureza, homogeneidad entre lotes, trazabilidad y comodidad para las pacientes. Sin embargo las
de origen urinario altamente purificadas son una opción válida y algo más económica.

La estimulación ovárica comenzara entre el 3° a 5° día del ciclo. Previamente se habrá


comprobado la ausencia de lesiones ováricas por Ecotomografía Transvaginal. Cuando un foliculo
alcance un diámetro igual o mayor a 18 mm se desencadenara la ovulación mediante
administración subcutánea de 250 microgramos de HCG recombinante o de 5000 UI de HCG
urinaria. Si durante la estimulación se observa el desarrollo de más de dos folículos se cancelara el
ciclo.

4) Preparación seminal

Las técnicas de preparacion seminal más utilizadas son:

• El Swim-up

• Separación por gradientes de densidad.

Ninguna de estas dos técnicas de laboratorio ha demostrado mejores resultados, por lo que no
existe suficiente evidencia para recomendar una técnica especifica.

5) Inseminación intrauterina versus intracervical

El semen capacitado puede depositarse en diferentes zonas del aparato genital de la mujer. Se
recomienda como primera elección la inseminación intrauterina por estar ampliamente
documentada su efectividad, básicamente al compararla con la inseminación intracervical.

Número de inseminaciones por ciclo: Se recomienda programar solo una IA entre las 24-48 horas
posteriores a la administración de la HCG.
Monitorización del ciclo: exclusivamente ecográfica si bien puede proporcionar elementos de
juicio para la toma de decisiones en casos específicos.

6) Suplementación de fase lútea

Esta se realiza fundamentalmente con progesterona y está indicada en la EOC para baja
complejidad realizada con gonadotropinas y más recientemente con letrozol, pudiéndose obviar al
usar CC. Se recomiendan 200 a 400 mg de progesterona natural vía vaginal, dados los menores
efectos secundarios en comparación con la vía oral.

Secuelas / Complicaciones de la infertilidad

La infertilidad puede traer consecuencias devastadoras para la pareja. Existe un aumento de


repercusiones psicológicas. Se enfrenta como una crisis vital, en los que existen sentimientos y
pensamientos que los hace vivir consternados, preocupados, inseguros y con mucho sentimiento
de culpa al no poder concebir un hijo. También aparece rabia contra la familia, los amigos y equipo
médico que les recuerda la imposibilidad de concepción. Existe por ende, alto riesgo de
aislamiento social.

Bibliografía

1. Orientaciones Técnicas para el Manejo de la Infertilidad de Baja Complejidad MINSAL. 2013.


2. Miyamoto T, Tsujimura A, Miyagawa Y, Koh E, Namiki M, Sengoku K. Male infertility and its causes in
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3. Zegers-Hochschild F, et al.; “International Committee for Monitoring Assisted Reproductive Technology
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4. Zegers-Hochschild F, Schwarze J, Crosby J, Borges De Souza M. Twenty years of Assisted Reproductive
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6. Diagnóstico de la infertilidad: estudio de la pareja infértil. Rev. Med. Clin. Condes - 2010; 21(3) 363 – 367.

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