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CHINA EL GIGANTE ASIÁTICO. EL DESPERTAR DEL DRAGÓN.

El gigante asiático se alza ante el mundo. China está decidida a convertirse en la primera potencia
mundial de nuestro tiempo.

1350 millones de personas viven en china. El 46.3 % de su población se asienta en medios rurales.
53.7 % de sus habitantes viven en la zona urbana.

China es símbolo del crecimiento económico y el desarrollo empresarial de vanguardia.

En los últimos 30 años este país ha registrado un crecimiento económico histórico, de acuerdo
con estimaciones del propio gobierno de BEI JIN, esta nación podría ser la primera potencia
económica a más tardar en el año 2025, destronando por primera vez a estados unidos, que ha
ostentado la hegemonía desde 1872.

A partir de 1978 iniciaron una serie de reformas que con el paso de tiempo llevarían al país a una
época de sorprendente crecimiento económico. El padre de las reformas económica es DENG
XIAOPING, el artífice de la modernización, el arquitecto de la apertura de un país que durante
siglos permaneció cerrado al mundo. Gobernó entre 1973 y 1997 y ejerció cargos clave en la
cúpula política, desde ahí impulso cambios que a la larga trasformaron radicalmente al país.
Promovió el socialismo con características chinas, es decir, un cambio del sistema económico sin
modificar los fundamentos políticos.

DENG XIAOPING, fomento la apertura y abrió un camino de reformas que se desarrollaron en


tres etapas.

Primera etapa: 1978 – 1984. Se estableció el sistema de producción familiar responsable, en el


que se descolectiviso la agricultura, se dio a cada familia una extensión de tierra para su usufructo
y se permitió que después de pagar la cuota para el estado, los campesinos se quedaran con el
excedente, lo que generó una mayor productividad.

Por primera vez se permitió la inversión extranjera y la creación de empresas privadas.

Segunda etapa: 1984 – 1993. Se descentralizo el control estatal y se permitió a las provincias
implementar nuevas fórmulas de crecimiento. La economía iba en ascenso.

Tercer periodo: 1993 – 2005. Se desmantelo parte del sistema social de la era Maohista y se
privatizaron empresas estatales, excepto la industria petrolera y la banca.

YANG XEMING gobernó el país desde 1989 – 2003 y continúo con las reformas implementadas
por su antecesor en el afán de seguir creciendo económicamente. El objetivo principal de YANG
XEMING era alcanzar la prosperidad común, él aseguraba que su meta era que toda la gente
progresara a fin de crear una china más fuerte. En esta nueva fase se impulsó la introducción de
tecnología de punta, se reformo el sistema financiero, se bajó la inflación y los aranceles. En 2001
china ingreso a la organización mundial de comercio, lo que represente en la llegada de mercancía
de todo el mundo y por ende la comercialización de los productos chinos hacia 159 naciones.

La principal actividad que busca impulsar la economía del oeste, después de la mejora tecnología,
y la de la mejora en el comercio marítimo, es el de recrear la milenaria ruta de la seda, vía de
comunicación que fue establecida durante las dinastías XUEI y TANG del año 581 al año 907.
Era una ruta comercial de más de mil kilómetros entre Asia y Europa. Es el mercado del oeste en
la región de XIAN, de donde salían las caravanas de comerciantes hacia Antioquia, que
anteriormente se localizaba en siria y Constantinopla, hoy Estambul. Transportaban seda, piedras,
metales y otros productos hacia Europa. En 2013 el presidente de china, lanzó un llamado a los
países de la zona, para reavivar este auge euroasiático, con el fin de reforzar los lazos económicos,
profundizar la cooperación y ampliar el desarrollo regional. Insto a las naciones vecinas a aplicar
un nuevo modelo y crear conjuntamente el corredor económico de la ruta de la seda. Actualmente
trasladar las mercancías implica un trayecto desde parte de Asia, África y Europa. La nueva vía
directa representara la mitad de la distancia y el tiempo de recorrido, lo que se traducirá en
menores costos y mayor distribución. El auge euroasiático será clave para las aspiraciones de
china de duplicar su comercio con el centro y oeste de Europa para el 2018, lo que derivara en un
gran impacto en el panorama regional y global del siglo xxi.

LA NUEVA RUTA DE LA SEDA.

La Nueva Ruta de la Seda es la enorme respuesta china al intento de EEUU de aislar a Pekín a
través del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y del Transatlántico (TIPP), cuyos
destinos son aún inciertos. Pero es mucho más que eso. Responde a una visión geopolítica y
geoeconómica clara desde China, y en particular del presidente Xi Jinping que la lanzó en
octubre de 2014. Nada de improvisación y mucho planeamiento previo en esta globalización a la
china. En el futuro previsible, EEUU va a seguir controlando las rutas marítimas que más utiliza
China, y, por tanto, hay que abrir otras por tierra y por mar (15 de los 20 puertos más importantes
del mundo están hoy en China) que le permitan garantizar el transporte de sus exportaciones (para
algunas, la vía aérea resulta prohibitivamente cara) y los suministros de materias primas,
especialmente las vinculadas a la energía. El proyecto implica a toda Asia, los países del Golfo y
de Oriente Medio y el Norte de África y Europa.
La semana pasada un buque de EEUU lanzaba un desafío a la reclamación de soberanía china de
unas islas en el Mar del Sur de China, y en Madrid, en un gran ejercicio de diplomacia económica
y poder blando, se celebró el segundo foro sobre la Ruta de la Seda, con una muy nutrida presencia
china y de think tanks de muchos de los países involucrados en este enorme proyecto. Para China,
todo esto tiene también un objetivo interno: desarrollar su interior y frenar el éxodo hacia las
zonas costeras donde se concentra el crecimiento económico.
La nueva Ruta de la Seda, también llamada “Una franja, una ruta”, pretende afectar a 4.000
millones de personas al abrir nuevas vías desde China hasta Europa, con cinco “pasillos
económicos” (China-Mongolia-Rusia, Asia Central, China-Pakistán, China-Myanmar-
Bangladesh-India y ASEAN, y hacia Oriente uno marítimo hacia Corea del Sur y Japón) y luego
hacia el Golfo, Oriente Medio, el Norte de África y Europa. Para muchos de los países
involucrados que no tienen salida al mar (como Mongolia, Tayikistán y Afganistán, entre otros)
significa entrar en la conectividad –es la palabra clave– global. Para otros, como Pakistán,
separarse aún más de la India (aunque esta participa en el proyecto).
A diferencia del TPP y del TTIP que no cuestan dinero (aunque podrán llegar a suponer mucho
en minutas de abogados), crear la Nueva Ruta de la Seda significa unas enormes inversiones en
infraestructuras, del orden, según The Economist, de un billón de dólares, de todo tipo: vías
férreas, carreteras, puertos, etc. Una parte del capital necesario, dada la austeridad general, tendrá
que provenir de la inversión privada, pero otra, la principal, será pública. China ha creado un
fondo específico para este proyecto de 40.000 millones de dólares. Cuenta además con el
nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) que ha lanzado con la participación
de más de 60 países y con el “pasillo de transporte euroasiático” impulsado por Putin –Rusia está
también muy involucrada–, mientras que también pretende conectarse al Plan Juncker en la UE.

NUEVO BANCO ASIÁTICO DE INVERSIONES

Se encuentra formado por 46 países. Es una promesa hecha en el 2013, que se concreta el primero
de abril del 2014. Muchos de los países que ahora lo conforman son aliados directos de EE.UU.
quien siempre se mantuvo en oposición y que hizo lo posible para evitar la participación de sus
aliados en la creación de este nuevo banco asiático, así como la iniciativa de China de crear este
nuevo banco de inversiones

Este Banco asiático de Inversiones está enfocado a Proyectos de infraestructura especialmente, a


pesar de la existencia del BANCO DE DESARROLLO dirigido por EE.UU. y Japón, China lanza
sus nuevas propuestas financieras. Este nuevo banco pretende ser la respuesta en el Fondo
Monetario internacional de los países emergentes. Indirectamente es una advertencia al país
norteamericano.
Con 50 mil millones de capital de los países de la región se pretende enfocar sus objetivos a
créditos blandos.
Sin embargo llama la atención la presencia de un país que ha sido siempre fuerte aliado de EE.UU,
Reino Unido, que no desea aislarse del nuevo reto presentado al mundo, sino que acepta su
participación y ve en ella Rutas de mejora; al igual que ella, vemos también la presencia de
Alemania, Francia, Italia, España, Suiza, Luxemburgo, Corea del Sur; son en total 10 países
miembros de la Asociación de Naciones Asiáticas que se insertan en este nuevo reto; Brasil e
India se encuentran como socios fundadores del nuevo banco.

A pesar de que EE.UU. con su representante de la casa blanca les diera una bienvenida, jamás
pretenderán perder su primacía obtenida desde 1945 por tres factores influyentes a su favor:
Hegemonía del dólar, FMI, BM (quien también ha entrado en controversia).
Según el economista Guillermo Wierzba, trabajador titular de SEFIDAR (Bancos públicos y
cooperativos) nos habla de la novedad de la relación en la unión de vínculos entre RU y China
quien pretende potenciar economías y generar desarrollo. EE.UU. pierde aliados importantes por
conservar su arquitectura financiera (pues en el FMI Y EL BM destinaron siempre sus objetivos
a la Reconversión económica en países en desarrollo y apuntaban a la privatización a diferencia
del Banco Asiático de Inversiones que está dirigido a la política de inversión e infraestructura).
El BAI pretende el ingreso del yuan a la canasta económica mundial y la imposibilidad de
reconversión económica; impulsa el apoyo a la infraestructura pues responde que la reconversión
está dirigido a los privados y ellos pretenden el crecimiento de todos las demás naciones
emergentes.

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