Está en la página 1de 10

Trabajo Práctico Adicional

Sobre el fin del predominio occidental


El Nuevo Paradigma trae como factor original la aparición de un conjunto de países que se
desprenden del viejo Tercer Mundo para acercarse al status de países desarrollados.
La novedad está en que esos países no forman parte del occidente capitalista que
dominaba el mundo desde el siglo XVIII, sino del tradicional y siempre enigmático lejano
oriente.
Con la avanzada de Japón, que comenzó la construcción de su propio modelo de
desarrollo desde la década de 1950, cuatro naciones asiáticas darán forma a un bloque de
países que emergen de la pobreza avanzando hacia un nuevo modelo productivo que se
insertará de lleno en el Nuevo Paradigma económico. A esos cuatro países se los
recordará como Los Tigres Asiáticos: Corea, Singapur, Taiwán y Hong Kong.
A estos países hoy se les ha adicionado un arrollador crecimiento que se registra en el
gigante demográfico mundial: China, un país que concentra un quinto de la población
mundial y que mezcla una original propuesta de socialismo político y capitalismo
económico.
Analizar las formas en que se construyeron estas pujantes economías que rompieron el
viejo predominio occidental en materia de desarrollo y de capitalismo resulta de gran
importancia por dos motivos.
Primero porque en su crecimiento han utilizado una serie de herramientas propias de las
nuevas pautas productivas y económicas del siglo XXI.
Segundo porque esas naciones asiáticas tienen un punto de partida similar al de
continente latinoamericano, pero mientras los Tigres llegaron a altas cotas de desarrollo,
los países de Latinoamérica siguen sumidos en el estancamiento, la pobreza y la
marginación.
Para la elaboración del presente Parcial Domiciliario se deberá dar lectura al texto que se
acompaña, y responder a las siguientes cuestiones:

1. Elaborar una breve Red Conceptual (no mayor a media pagina) del modelo japonés
de desarrollo.
2. Explique qué ofreció el Estado de Singapur a las empresas multinacionales para
atraer sus inversiones. Cuál es el rubro económico en que se ha asentado la
economía de Singapur.
3. Elaborar una breve Red Conceptual (no mayor a media pagina) del modelo
taiwanés de desarrollo.
4. Explique que rol jugó el chaebol en el despegue coreano y cuál fue la política de
Corea respecto a la clase trabajadora.
5. Defina brevemente que entiende por el concepto de Estado Desarrollista.

EL FIN DEL PREDOMINIO OCCIDENTAL


Asia era en 1750 el centro manufacturero del mundo superando largamente a Europa.
Solo China e India sumadas representaban el 57% del total mundial de entonces. En 1750
Asia poseía el 66% de la población mundial y producía alrededor del 80% de las riquezas
del mundo.
China e India eran por entonces el centro de la economía mundial, pero al producirse el
lanzamiento de la revolución industrial en Gran Bretaña comenzó la rápida desaparición
de las manufacturas artesanales asiáticas por obra y gracia del “librecambio” impulsado
por las potencias imperialistas europeas. Así China e India que producían más de la mitad
de las manufacturas mundiales en 1800, un siglo después, en 1900, recién ese porcentaje
a menos del 8%.
Durante más de dos siglos occidente había dado forma y desarrollado al sistema
capitalista industrial que se extendió de manera dominante en todo el mundo. Aún las
formas de oposición al capitalismo, como el marxismo, también se formaron desde los
centros de poder de occidente, aunque se pusieron en práctica en oriente.
Ese predominio occidental paradójicamente comienza a modificarse cuando el sistema
capitalista ocupa la totalidad de la escena mundial luego de la caída del bloque socialista
soviético.
La hegemonía del capitalismo occidental está claramente amenazada y puesta en duda
en el nuevo paradigma por el embate de la región del Pacífico.
El sudeste asiático, de esta región se trata, ha conformado un “modelo comercial
triangular” cuyos vértices son Japón, los viejos Tigres Asiáticos1 y los NIC2 (países de
reciente industrialización), sumado a un actor aún desconcertante y de crecimiento
arrollador, que es China, que compone el nuevo grupo de países estrellas que son los
BRICs, junto a otro asiático como India (sumados a Brasil y Rusia)
Pero la novedad es que la región del Pacífico no es una región aislada sino que los
excedentes de esta relación competitiva entre Japón y el resto de Asia se comercializan
en todo el mundo, sobretodo en los Estados Unidos.
Este fenómeno de expansión asiática mediante el comercio global se ha visto reforzado
en los años 90 con la transformación de China, estado comunista que ha virado su política
económica hacia la apertura al capitalismo.
El sudeste asiático más Japón y China no constituyen una integridad económica sino
nodos de la red global. Esto explica que las empresas estadounidenses hayan establecido
en esta región sus bases de producción y sus transferencias de I+D.
Asia y Oceanía constituyen en el año 2000 el 35% del PBI mundial cuando al comenzar el
diseño del Nuevo Paradigma en 1974 apenas alcanzaban el 15%, mientras que los países
centrales occidentales pasaron del 72% del PBI mundial en 1974 al 61% en el 2000.
El oriente rompe entonces la hegemonía económica de occidente.
El Pacífico expone el declive occidental que se ejemplifica en el deterioro de la relación
atlántica entre EE.UU. y Europa.3
Sin embargo esta pérdida de predominio de occidente no significa un peligro ya que el
fortalecimiento de oriente no hace más que generar mayores mercados dentro del gran
mercado global, ejemplo de ello es China, que ofrece al mundo un mercado virgen de
cientos de millones de consumidores, así como el crecimiento sostenido de la India con
otros cientos de millones de consumidores y productores.

1
Singapur, Taiwán, Hong Kong y Corea.
2
Tailandia, Indonesia, Malasia y Filipinas (los llamados Dragones Asiáticos).
3
La hegemonía Atlántica comenzó a partir de fines del siglo XVIII y la ciudad de Buenos Aires es la prueba
viviente de ese cambio a partir de la entrada en crisis del eje del Pacífico. No es casual que a fines de ese siglo
XVIII se registre la Revolución Industrial y la Revolución Francesa, ambas germen del viejo paradigma
industrial.
Donde más se observa la pérdida de poder económico de occidente es en las reglas del
juego económico que son dictadas en gran parte desde oriente, tal como las condiciones
laborales, los modelos de gestión empresarial y la educación.
Lo que significa básicamente el código la “Era del Pacífico” en este nuevo paradigma es
la necesidad de reconocer la llegada definitiva del multiculturalismo como cimiento de un
mundo económicamente interdependiente.

Ejemplo japonés
Japón ha logrado constituirse en uno de los tres pilares de la economía del nuevo
paradigma (junto a Estados Unidos y la Unión Europea) por vías distintas a sus
compañeros de podio.
El núcleo del desarrollo japonés se encuentra en el proyecto nacionalista de Estado
Desarrollista puesto en marcha en los años 50.
Estado Desarrollista era el Estado guiando a las grandes empresas japonesas,
organizando sus redes empresariales (keiretsu), impulsando la política comercial,
sosteniendo la política tecnológica, desplegando políticas de crédito. Todo este accionar
del Estado estuvo dirigido a una sola meta: hacer competitivo al Japón en la economía
mundial.
Los excedentes comerciales se reciclaron en inversiones, y el fuerte ahorro interno (los
japoneses no gastan su dinero) generó una gran masa de capitales disponibles para
movilizar hacia la actividad productiva.
El Estado movilizó grandes inversiones en I+D y diseñó una industria dedicada a la
tecnología de punta lo cual le permitió liderar la carrera de las TICs.
Toda esta planificación fue posible en un escenario social de pacificación y estabilidad
caracterizada por la colaboración entre trabajadores y patrones mediante un acuerdo de
pleno empleo.
En ese marco de pleno empleo existió siempre un porcentaje de trabajo flexible,
fundamentalmente asentado en el trabajo de la mujer.
También fue muy importante la estabilidad política representada por la hegemonía del
Partido Liberal Demócrata que controló el gobierno hasta 1993, con el apoyo
inquebrantable de Estados Unidos.
Este sistema político gozó de una doble legitimidad: la de los votos populares y la del
símbolo del Emperador como continuidad histórica de la nación japonesa.
La llave de todo el proceso de ascenso económico japonés en la segunda mitad del siglo
XX fue la acción del legendario MITI (Ministerio de Comercio Internacional e Industria) que
daba las directivas esenciales para guiar a la economía del país hacia un desarrollo
planificado.
En lo estrictamente económico el crecimiento se afirmaba en una orientación productiva
hacia la exportación, basada en una competitividad extraordinaria a partir de un aumento
de la productividad laboral, la abundancia de capital, el ahorro interno y los créditos
baratos.
No hay que olvidar que Japón, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, carece
de un ejército ofensivo y por lo tanto de presupuesto militar importante, lo cual le permitió
derivar la totalidad de su riqueza hacia el desarrollo económico.
Los planificadores estratégicos del MITI lograron siempre sus objetivos y el Japón fue
saltando escalones tecnológicos a gran velocidad, siempre a la cabeza de la innovación,
sobretodo en lo que hace a microprocesadores, programación informática,
microelectrónica, telecomunicaciones y biotecnología, todas estas industrias propias del
nuevo paradigma.
Un factor esencial fue la orientación en red del mundo empresarial japonés.
La actuación del Estado no se trató de una centralización de decisiones como en la Unión
Soviética, sino una intervención selectiva y estratégica solo destinada a hacer más
productiva y competitiva la actuación de los capitales privados.
El secreto de la paz social japonesa fue un acuerdo tácito entre trabajadores y capitalistas
que establecía:
a) Pleno empleo de la mano de obra nuclear de las empresas.
b) Ascenso por antigüedad, eliminando toda arbitrariedad.
c) Colaboración en las prácticas laborales, cooperación y equipos de trabajo fomentando
la iniciativa de los trabajadores.
d) Formación de sindicatos por empresa y no por rama, lo cual vinculaba los intereses de
los trabajadores con los de la empresa.
En lo que hace a gestión empresarial el sistema japonés desarrolló novedosas formas,
como:
a) Eliminación de los stocks mediante la producción justo a tiempo (producir cuando se lo
requiere la demanda), que solo puede funcionar dentro de un modelo de paz social.
b) Incentivos laborales para participar de la innovación empresaria.
c) Espíritu comunal de equipo.
d) El trabajo femenino como estabilizador mediante su flexibilización. Esto fue posible por
el fuerte arraigo patriarcal de la familia japonesa4 y porque si en una familia existían
dos trabajadores de tiempo completo (hombre y mujer) la carga impositiva era muy
fuerte.
Bajo todo este entretejido se encontraba una fuerte base de planificación educacional de
estricta disciplina y altísima exigencia.
El modelo japonés sufrió en la década del 80 un fuerte contratiempo en forma de una
profunda crisis generada por su propia dinámica.
La acumulación de capital fue tal que se comenzó a crear una gran burbuja financiera
puesto que la producción no podía absorber todo el dinero disponible y porque la
población seguía inmersa en la cultura del ahorro y no del consumo.
Por otra parte la fortaleza del mercado japonés produjo una supervaloración de su
moneda, el yen, lo cual significó una caída de su competitividad respecto a otras monedas
como el dólar o el marco.
Con un yen caro los productos japoneses eran caros y perdían en el comercio global
frente a productos más baratos.
Ante esto la economía japonesa se estancó y produjo una caída en el mercado financiero.
En los 90 la crisis se agudizó con el quiebre de algunas entidades bancarias.
Esta situación llevó a los empresarios japonés a comenzar a desarmar su modelo de
éxito, llevando sus empresas a otras zonas más baratas (deslocalización).
Comenzaron trasladando sus empresas a sus países vecinos del sudeste asiático, pero
continuaron luego llevando sus centros de I+D y de dirección a los propios Estados
Unidos o a Europa.
Todos estos movimientos de reforma del modelo japonés tenían como objetivo abaratar la
producción para volver a ser competitivos en el mercado global.
El MITI ha perdido ya su ascendiente sobre las empresas japonesas, uno porque son muy
poderosas y consideran que es tiempo de delinear sus propias estrategias comerciales, y
segundo porque al estar diseminados por las redes globales escapan ya a las
posibilidades de planificación del MITI.
Una de las consecuencias de este proceso de desprendimientos de las empresas
japonesas de su propio suelo ha sido el quiebre del pacto social, el fin del pleno empleo.

4
En 1980 casi dos tercios de los ancianos japoneses vivían con sus hijos adultos. La familia japonesa impone
a los hijos un fuerte sentido de disciplina paternal.
La expresión más directa de la crisis es la pérdida de la hegemonía política del Partido
Liberal Democrático y el renacimiento de movimientos sociales de protesta como los
ambientalistas, las reinvidicaciones de las mujeres y la revitalización comunitaria y
regional.
La sociedad japonesa va cambiando bajo la influencia del nuevo paradigma que penetra
en las capas más profundas de la cultura tradicional impulsando a su población más joven
al consumo y al disfrute de la buena vida.
Este quiebre entre el modelo que puso a Japón al tope de la economía mundial y las
nuevas modalidades empresariales se debe a la imposibilidad de convivencia de un
Estado de fuerte presencia (desarrollista) y el capitalismo informacional, a cuyo
alumbramiento contribuyó de manera decisiva.

Los Tigres Asiáticos: el Estado Desarrollista


Si Japón había sorprendido con su pujanza a occidente, no lo había conmovido
especialmente. Esa conmoción llegará cuando otros cuatro países asiáticos emprendieran
un ascenso económico irrefrenable que los pondrá en el segundo escalón del podio
global: los Tigres Asiáticos.
Los Tigres son cuatro: Corea del Sur, Taiwan, Singapur y Hong Kong.
Que estos territorios desvastados por la Segunda Guerra, sin mercados internos ni
recursos naturales, sin tradición industrial, sin base tecnológica, se transformaran en solo
tres décadas en los productores y exportadores más competitivos del mundo era una
clara señal que el nuevo paradigma estaba entre nosotros, y que estos países sabían
interpretar mejor que nadie sus reglas.
Entre estas reglas están:
a) La capacidad de asimilar, utilizar y mejorar las tecnologías de la información, tanto en
productos como en proceso.
b) La capacidad estratégica de prever por donde van las nuevas tecnologías.
c) Una nueva relación entre tecnología, economía, Estado y sociedad.
El desarrollo de estos países rompe los esquemas de pensamiento establecido. Han
logrado desarrollarse aún bajo dominación económica externa (todos ellos son
dependientes de los Estados Unidos), y han logrado elevar el nivel de vida de su
población en medio de políticas fuertemente represivas.
En ese marco lograron reducir la desigualdad social a niveles menores que en Europa y
Estados Unidos, ya que en todos los Tigres la participación activa del Estado ha sido un
factor determinante del crecimiento. Como en Japón el Estado desarrollista está en el
centro de la experiencia de crecimiento.
Conviene delinear las diferencias de cada una de las experiencias.

Singapur
Singapur es una Ciudad-Estado de carácter desarrollista.
La fuente de crecimiento de Singapur entre 1965 y 1984 fue claramente la entrada de
capitales. Este factor fue acompañado por la entrada masiva de la mujer al mercado de
trabajo, una mejora sustancial de los niveles educativos y el control riguroso de la
inmigración para evitar la creación de actividades de bajos salarios.
La entrada de capitales tuvo dos vías: la inversión extranjera directa y el ahorro interno.
El Estado invirtió ese ahorro interno en infraestructura social y comunicacional, dejando
una parte sustancial para estabilizar la moneda.
La responsabilidad de la inversión productiva recayó en la inversión directa extranjera
sirviendo Singapur como plataforma para la exportación para las CMN. El Estado se limitó
a proporcionar los incentivos necesarios para atraer a ese capital mediante: bajos costos
salariales, paz social, represión de la actividad sindical, mano de obra adecuada (que
hablaba en inglés), legislación social y medioambiental favorable a la empresa, excelente
infraestructura de transportes y comunicaciones, una política fiscal estable y estabilidad
política.
Singapur comenzó su desarrollo mediante los servicios tradicionales, luego pasó a la
manufactura (sobretodo de ensamblaje electrónico) y finalmente llegó a los servicios
avanzados (finanzas y comunicaciones)
Del ensamblaje de baja calificación laboral pasó a productos de fabricación avanzada,
incluidos productos de alto I+D como los circuitos de silicio para microelectrónica.
El Estado facilitó el cambio apuntalando la estructura educativa y desarrollando una
buena estructura comunicacional. Subvencionó la salud, la vivienda, la educación pública
y el transporte. Los salarios aumentaron y la renta per cápita superó a la de Gran Bretaña.
En los años noventa cuando la industria de los discos de computadoras amenazó con irse
de Singapur buscando menores costos de producción en otros países el Estado desarrolló
un profundo esfuerzo invirtiendo directamente en una empresa nacional de
microelectrónica estableciendo acuerdos con empresas como Texas Inst., Canon y
Hewlett Packard.
Actualmente la industria de semiconductores de Singapur puede competir ventajosamente
con cualquier país europeo.

Corea del Sur


La intervención norteamericana en Corea del Sur en 1948 creó las bases de una
economía moderna, sin embargo el proceso de crecimiento coreano recién se inició en
1961, con el gobierno desarrollista de Park Chung Hee.
No es un dato menor mencionar que Corea del Sur fue escenario caliente de la Guerra
Fría entre EEUU y la URSS, lo cual le permitió recibir entre 1946 y 1978 una ayuda
económica y militar desde Estados Unidos a razón de 600 dólares anuales por habitante.
Inicialmente el Estado asumió directamente el papel de productor a través de empresas
públicas.
Muy influido por el gobierno japonés aspiró a crear una estructura industrial basada en
grandes compañías coreanas unidas en conglomerados.
Cerró los mercados internos, dispuso medidas fuertemente proteccionistas de la industria
nacional e impulsó la fusión de las compañías coreanas en grandes redes llamadas
chaebol, similares al keiretsu japonés, pero sin independencia financiera, ligadas al
gobierno.
Corea invirtió en forma consecutiva en textiles, petroquímica, construcción naval,
siderurgia, maquinaria eléctrica, electrónica de consumo y (en los años 80) automóviles,
computadoras y microelectrónica.
El Estado siempre estuvo allí para absorber las pérdidas de los chaebol, reconvertir las
fábricas y brindar créditos. Su papel fue decisivo para atraer capitales y controlar la mano
de obra para hacer posible el crecimiento del chaebol.
Una diferencia esencial lo separa de la experiencia de Singapur, el nacionalismo coreano
cerró las puertas a las inversiones extranjeras. Contrajo deuda pero esa deuda se dirigió a
apuntalar a sus chaebol.
Corea del Sur se convirtió en una de las economías más endeudadas del mundo, pero el
beneficio de su desarrollo le permitió hacer frente a los intereses, por eso Corea del Sur
es la contracara de América Latina en lo que hace al destino de los préstamos de la
Deuda Externa.
Los trabajadores coreanos constituyen una mano de obra sumisa, educados y muy
laboriosos. Su modo de incorporación al modelo fue sumamente represivo ya que en las
fábricas reinó una gestión cuasi militar reprimiendo duramente las huelgas.
La llave del crecimiento resultó el sacrifico de esa mano de obra ya que mantuvieron los
niveles salariales llamativamente bajos para continuar siendo competitivos a nivel global.
Desde los años 60 el Estado, además, se dedicó a la mejora del nivel científico con una
fuerte inversión en I+D.
Los cuatro principales chaebol surcoreanos son Samsung, Gold Star, Daewoo y Hyundai,
que en los 90 se encuentran entre los 50 mayores conglomerados del mundo.
Resumiendo, Corea del Sur apuntaló su crecimiento mediante la utilización productiva de
los préstamos extranjeros, el apoyo militar estadounidense y la represión despiadada de
los trabajadores.

Taiwan
Taiwan es la perfecta combinación de una alta tasa de crecimiento sostenido, un aumento
de su participación en las exportaciones mundiales y un incremento de su producción
industrial. Todo ello con una distribución de la renta tan igualitaria como la de Japón o de
Suecia.
No es un dato menor mencionar que como Corea del Sur, Taiwan se vio involucrada en el
enfrentamiento de la Guerra Fría, lo cual le permitió recibir entre 1946 y 1978 una ayuda
económica y militar desde Estados Unidos a razón de 425 dólares anuales por habitante y
el mercado norteamericano abierto a sus productos.
La llave de su crecimiento es el sistema de producción flexible basado en: adaptabilidad a
las condiciones cambiantes de la economía mundial y orientación de un Estado fuerte.
El desarrollo de Taiwan se dio en base a un proceso que nació con un modelo orientado
al mercado interno de sustitución de importaciones y que desembocó en una estrategia
orientada al mercado externo global.
En ese proceso dos elementos se mantuvieron siempre presentes:
a) El Estado como centro de la estructura económica.
b) La Red como modelo de relación entre empresas, entre las empresas y el Estado, y
entre las empresas y el mercado mundial a través de las compañías comerciales.
El primer paso fue una profunda reforma agraria, apoyada económicamente por Estados
Unidos, en la que se destruyó a la vieja clase terrateniente generando pequeños
campesinos que revitalizaron la productividad del campo creando los excedentes
económicos básicos que el Estado se ocupó de convertir en inversiones industriales.
Para ello se valió de una disponible mano de obra urbana producto de esa misma reforma
agraria que expulsó a miles de personas desde el campo a las ciudades.
Mediante el control de los bancos (para brindar créditos) y las licencias de importación
(para determinar qué productos ingresaban y cuáles no) el Estado dirigió la economía
hacia la industrialización sustitutiva de importaciones dentro de un mercado protegido.
Cuando a fines de los años 50 el mercado interno estaba fortalecido fue el momento de
lanzarse a la conquista de los mercados externos.
En 1960 el Estado abrió la economía taiwanesa, estimuló las exportaciones y atrajo
capitales externos.
En 1964 Texas Inst. fue el pionero en montar una planta de ensamblaje electrónico en
Taiwan a lo cual le siguieron similares prácticas de empresas japonesas buscando bajos
salarios, falta de controles medioambientales, mano de obra instruida y apoyo
gubernamental.
Pero sin embargo Taiwan nunca resignó el núcleo de su estructura industrial que siguió
siendo nacional.
Estaba compuesta por pequeñas y medianas empresas establecidas con el ahorro
familiar y unidas en cooperativas de crédito (las husis), apoyadas por créditos
gubernamentales.
Con la excepción de la industria electrónica el capital extranjero no ocupa un sitial
significativo en la industria taiwanesa.
La puerta que le a abrió a Taiwan el mercado mundial fue la posibilidad de proveer a los
grandes supermercados norteamericanos y el vínculo con las compañías comerciales
japonesas.
De tal manera la orientación hacia el exterior de la economía de Taiwan no implicó su
control por parte de las CMN (como en Singapur) ni la formación de grandes
conglomerados nacionales (como en Corea del Sur), sino la creación de redes de
empresas familiares que actuaron como subcontratistas para fabricantes extranjeros bajo
el auspicio del Estado.
De este modo los artículos “Made in Taiwan” se hicieron famosos en todo el mundo.
Como en el caso de los otros Tigres el gran responsable del aumento de la productividad
fue un alto rendimiento de la mano de obra mediante una combinación de bajos salarios,
buena formación, trabajo duro y paz social.
Como en los otros casos el control social del trabajo se logró mediante una represión
inflexible primero, y luego a través de una red de seguridad social estatal en salud y
educación.
Quizás el gran secreto de la paz social también estuvo en esa estructura industrial
formada en base a pequeñas industrias familiares, y en el caso de las CMN a la utilización
de mano de obra femenina (que por estar sujeta a una férrea cultura patriarcal era
sumisa).
A partir de los años 80, cuando la economía de los Tigres comenzó a recibir nueva
competencia, el Estado decidió imprimir una fuerte modernización apuntando a las
industrias de alta tecnología.
Las compañías taiwanesas se volvieron entonces proveedoras de grandes firmas
electrónicas como IBM.
A mediados de los 80 las empresas taiwanesas se sintieron lo suficientemente fuertes
como para penetrar en el gigantesco mercado Chino a través de Hong Kong
convirtiéndose en un factor esencial del llamado milagro chino debido a que el aumento
de los salarios y la creciente organización de los trabajadores taiwaneses en los 90, y con
el propósito de mantener su posición privilegiada en el comercio mundial, los industriales
de Taiwan comenzaron, ahora ellos, a deslocalizar sus empresas, mandando sus plantas
a China.5

Hong Kong
Hong Kong encarna el sueño del capitalismo liberal más ortodoxo. Un aparente
experimento de liberalización de la economía sin el apoyo del Estado que resultó exitoso.
No obstante un análisis cuidadoso revela que ese apartamiento del Estado de la acción
económica es solo aparente, no real; si bien la intervención estatal fue más sutil e
indirecta que en el resto de los Tigres, fue determinante para el éxito del modelo.
En Hong Kong toda la tierra pertenecía a la corona, y el Estado al caer la monarquía no
vendió esas tierras sino que las alquiló, reservándose de este modo control sobre su
destino.
Además durante los años del despegue económico (1950-1980) mientras el PBI se
multiplicó por 13, el gasto social aumentó 72 veces, lo cual evidencia un despliegue de
redes de contención social imprescindibles para que el modelo funcionara.
El Estado llevó a cabo pues una tarea fundamental en la creación de las condiciones
competitivas de la economía hongkonesa en los mercados mundiales.

5
Como ejemplo de esto valga mencionar que hoy Taiwan es el mayor exportador de calzado del mundo, pero
la mayor parte de ese calzado se fabrica en China.
Las fuentes originales de la riqueza hongkonesa han sido las exportaciones que no se
especializaron como en el caso de los otros Tigres solo en tecnología de punta, ya que al
mismo tiempo que electrónica de consumo, produjeron textiles, calzados o plásticos.
Esto revoca el secreto de Hong Kong fue su extrema flexibilidad para adaptarse rápida y
efectivamente a las demandas del mercado mundial y especialmente de Estados Unidos,
su principal cliente.
Hong Kong siempre se cuidó de que el aumento de sus costos salariales siempre fuera
inferior en todo momento al aumento de la renta de los norteamericanos.
También Hong Kong compone su estructura industrial mediante pequeñas y medianas
empresas nacionales, pero a diferencia de Taiwan no dependió de empresas comerciales
extranjeras. El 75% de sus exportaciones eran realizadas por empresas exportadoras-
importadoras locales que empresas familiares obtenían la información del mercado
mundial a través de estructuras estatales, que tenían oficinas en todo el mundo.
Además, el amplio gasto social del Estado se expresó, por ejemplo, en la puesta en
marcha del segundo mayor programa de vivienda pública del mundo capitalista. Además
generó un amplio sistema de educación pública, sanidad, transporte subvencionado y
alimentos subvencionados. Este apoyo estatal significaba en los hechos que el Estado
subsidiaba alrededor del 50% de los gastos totales de cada hogar.
Visto de esta manera el supuesto milagro capitalista ultraliberal de Hong Kong es en
realidad una clara experiencia de Estado de Bienestar que creó una sólida malla social y
permitió a las familias emprender con tranquilidad sus riesgos empresariales con la
seguridad de verse contenidos socialmente si los emprendimientos fracasaban.
Luego de la firma en 1984 del Acuerdo chino-británico para la devolución en el año 2000
de la soberanía de la isla a la República Popular China, Hong Kong decidió reconvertir su
economía mediante diversas decisiones:
1) Profundizar su rol exportador mediante la instalación de fábricas en el territorio
continental chino (Río de las Perlas en la provincia de Guandong).
2) Reforzar su papel de centro financiero internacional aprovechando su excelente
infraestructura comunicacional.
3) Convertirse en el intermediario obligado para la inserción de la economía China en el
mercado global.
Actualmente el status de Hong Kong es ser una Región Administrativa Especial de la
República Popular China por el término de los próximos 50 años.
Se ha transformado en la 7º potencia comercial del mundo, 7º mercado bursátil, 5º centro
financiero, 1º puerto de contenedores del mundo y tiene un ingreso anual promedio por
habitante del orden de los 25.000 dólares.
A partir de estas pautas Hong Kong se anticipó a su destino y se presenta como un
eslabón ineludible para la transformación del nuevo actor de la economía mundial del
siglo XXI: China.

Diferencias Similitudes
Singapur  Rol central de las CMN  Rol Central del Estado
 Especialización en como director de las
electrónica. políticas económicas
Corea del Sur  Rol central de los chaebol  Flexibilidad de sus redes
 Diversificación industrial
Taiwan  Rol central de la red de industriales para
pequeñas y medianas adaptarlas al
empresas familiares con requerimiento de la
empresas economía mundial.
comercializadoras Comprensión del papel
extranjeras. crucial de la I+D.
 Diversificación industrial.  Represión como
Hong Kong  Rol central de empresas herramienta de la paz
manufactureras locales social.
pequeñas y medianas con  Apoyo de Estados Unidos
empresas como factores aliados en
comercializadoras la Guerra Fría.
nacionales.  Disponibilidad de mano de
 Diversificación industrial obra educada
más nodo financiero.

También podría gustarte