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Radiología.

2016;58(5):329---342

www.elsevier.es/rx

ACTUALIZACIÓN

Urgencias no traumáticas de cabeza y cuello.


Aproximación desde la clínica. Parte 1: tumefacción
cervicofacial, disfagia y disnea
B. Brea Álvarez ∗ , M. Tuñón Gómez, L. Esteban García, C.Y. García Hidalgo
y R.M. Ruiz Peralbo

Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, Madrid, España

Recibido el 29 de noviembre de 2015; aceptado el 29 de junio de 2016


Disponible en Internet el 10 de agosto de 2016

PALABRAS CLAVE Resumen Las urgencias no traumáticas de cabeza y cuello son un reto en el campo neurorra-
Lesiones del cuello; diológico por dos motivos: a) su área de afectación está en la encrucijada del tórax y la cavidad
Enfermedades craneal y puede comprometer ambas estructuras y b) su baja incidencia en la urgencia, lo que
orbitarias; supone que sean poco conocidas.
Enfermedades de los En las diferentes publicaciones se realiza un enfoque de este grupo nosológico desde la loca-
senos paranasales; lización anatómica o desde la patología en concreto. Sin embargo, los pacientes cuando acuden
Sialadenitis; al servicio de urgencias no lo hacen desde este aspecto, sino con unos signos y síntomas clínicos
Celulitis; concretos.
Diagnóstico Proponemos un análisis a partir de las cuatro formas clínicas más frecuentes por las que
por imagen; acuden los pacientes al servicio de urgencias: tumefacción cervical, disfagia, disnea y déficit
Rayos-X; visual. A partir de estas entidades desarrollamos una forma de manejo radiológico y un método
Tomografía para su diagnóstico.
computarizada; © 2016 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Resonancia
magnética

KEYWORDS Nontraumatic head and neck emergencies: a clinical approach. Part 1: cervicofacial
Neck injuries; swelling, dysphagia, and dyspnea
Orbital diseases;
Paranasal sinus Abstract Nontraumatic emergencies of the head and neck represent a challenge in the field
diseases; of neuroradiology for two reasons: first, they affect an area where the thorax joins the cranial
Sialadenitis; cavity and can thus compromise both structures; second, they are uncommon, so they are not
Cellulitis; well known.

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: beatrizbreaalvarez@yahoo.es (B. Brea Álvarez).

http://dx.doi.org/10.1016/j.rx.2016.06.012
0033-8338/© 2016 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
330 B. Brea Álvarez et al.

Various publications focus on nontraumatic emergencies of the head and neck from the view-
Diagnostic Imaging; points of anatomic location or of particular diseases. However, these are not the most helpful
X-rays; viewpoints for dealing with patients in the emergency department, who present with particular
Computed signs and symptoms.
tomography; We propose an analysis starting from the four most common clinical presentations of patients
Magnetic resonance who come to the emergency department for nontraumatic head and neck emergencies: cervical
imaging swelling, dysphagia, dyspnea, and loss of vision. Starting from these entities, we develop an
approach to the radiologic management and diagnosis of these patients.
© 2016 SERAM. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved.

Introducción perisinusal) o tener localización periauricular. La técnica


de imagen de elección en esta situación es la tomografía
Las urgencias no traumáticas de cabeza y cuello representan computarizada (TC) realizada tras la administración de
un grupo pequeño en el quehacer radiológico y sin embargo, contraste intravenoso, cuya extensión es variable. Si la
son muy importantes. Como refieren Brucker et al.1 , esta localización es periorbitaria o perisinusal, la exploración se
región anatómica contiene pocas estructuras que puedan ser limita a estas regiones anatómicas. Si es difusa o periau-
prescindibles y, por tanto, es particularmente sensible a la ricular, el protocolo de estudio debe extenderse desde el
inflamación y a la infección. Su localización, a caballo entre conducto auditivo externo hasta la encrucijada cervicotorá-
la radiología general y la neurorradiología, hace que sean cica. Cuando en esta prueba existan hallazgos o el enfermo
poco conocidas y manejadas de forma inadecuada. De forma presente signos o síntomas clínicos que hagan sospechar una
habitual se estructuran de acuerdo con la región anatómica afectación intracraneal, será necesario ampliar el estudio
implicada en el proceso patológico. Sin embargo, cuando a la región craneal realizando de forma complementaria
el paciente acude a un servicio de urgencias no refiere un una TC y/o una resonancia magnética (RM). La radiografía
segmento anatómico, aunque este pueda deducirse en la simple, aunque no se emplea de forma habitual, sigue
mayoría de las ocasiones, sino unos síntomas y signos clíni- estando indicada como estudio inicial en los casos de dolor
cos determinados. En el área de la cabeza y el cuello, las cervical que no asocien signos inflamatorios3 (fig. 2).
quejas principales pueden agruparse en cuatro categorías La disfagia y la disnea son cuadros clínicos que pueden
principales: tumefacción cervical, disfagia, disnea y déficit aparecer de forma aislada o asociada. La instauración brusca
sensorial agudo, que pueden presentarse de forma aislada o de disfagia y/o disnea, especialmente en niños y ancianos,
combinada. En esta revisión hemos desarrollado una forma puede hacer sospechar la presencia de cuerpos extraños. En
de manejo radiológico (técnica de imagen de elección y estos casos, realizar una radiografía simple puede ser sufi-
protocolo de estudio que se ha de seguir) y un método diag- ciente para establecer el diagnóstico (fig. 2B). También es
nóstico (pautas de lectura, considerando los hallazgos que suficiente la realización de una radiografía cuando estos cua-
son de interés para el clínico, y diagnóstico definitivo). dros aparezcan en niños, asociados a síntomas febriles, y el
Es evidente que se encuentran más cuadros clínicos que clínico plantee la sospecha de una epiglotitis. En este con-
los referidos en esta actualización, pero hemos escogido texto, la exploración por fibroscopia puede ser difícil (por
aquellos que debemos conocer y otros más infrecuentes pero el riesgo de edema laríngeo) y la TC debe evitarse porque
con una imagen radiológica tan característica, que pueden supone una mayor dosis de radiación (fig. 2 C). En el individuo
representar un éxito diagnóstico. adulto, el estudio de la disfagia y la disnea debe realizarse
con una TC que incluya toda la región cervical, sin o con
contraste intravenoso.
División nosológica y técnicas de imagen

Existen cuatro situaciones clínicas en la emergencia no trau-


mática de cabeza y cuello: tumefacción cervical, disfagia, Tumefacción cervicofacial
disnea y déficit sensorial (fig. 1). Las causas responsables de
estos cuadros pueden ser de origen inflamatorio-infeccioso, Orbitaria
tumoral o vascular2 . En esta primera parte hablaremos de
la tumefacción cervical, de la disfagia y de la disnea, que Celulitis orbitaria
se presentan de forma aislada o combinada. En una segunda La celulitis orbitaria es la inflamación de la grasa orbitaria.
parte de las urgencias de cabeza y cuello haremos referen- La mayoría de los cuadros se limitan a los tejidos blandos
cia a los cuadros asociados de tumefacción facial, disfagia y periorbitarios debido a la presencia de la barrera natural
disnea, y a las urgencias relacionadas con los déficit senso- que realiza el septo orbitario. Esta membrana fibrosa no se
riales. ve en los estudios de imagen, pero puede imaginarse como
La tumefacción cervical es la afectación inflamatoria una línea que conecta los márgenes de la órbita y la región
(‘‘hinchazón’’) asociada o no a dolor y/o fiebre. Puede anterior del globo ocular. Los procesos inflamatorios ante-
ser difusa, y afectar a todo el cuello, implicar a la región riores al septo se denominan celulitis preseptal, y los que se
facial anterior (o de forma más precisa ser periorbitaria o extienden posteriormente, celulitis postseptal1 .
Urgencias no traumáticas de cabeza y cuello 331

TC orbitaria RM craneal
Orbitario (secuencias angio)

Facial
Tumefacción RM craneal
Sinusal, salival, TC facial (secuencias angio)
cervicofacial otógeno, muscular

Cervical
Vascular, adenopático, TC cervical RM cervical
congénito, espinal

Cervical
I. Suelo boca
A. Ludwig
Cervical F. Necrotizante
Cuerpos extraños E. Espontáneo
Disfagia-disnea Tonsilitis Retrofaríngea
Epiglotitis TC cervical
Neoplasias

Déficit de los RM craneal


sentidos Déficit visual TC craneal
(órbita)

Figura 1 Diagrama de los diferentes cuadros clínicos, el área afectada y la técnica de imagen.

La celulitis preseptal se debe a una inflamación en la piel La celulitis postseptal suele ser secundaria a una etmoidi-
o el párpado secundaria a una infección. Desde el punto tis que gana acceso a la órbita por los forámenes o pequeñas
de vista clínico aparece una afectación unilateral con dolor, fenestraciones del hueso. También es unilateral, y a los sig-
tumefacción y eritema del párpado. El cuadro es fácilmente nos descritos en las formas preseptales se asocian quemosis,
reconocido por el oftalmólogo y no requiere técnica de disminución de la agudeza visual, restricción de los movi-
imagen. mientos oculares y exoftalmos, datos que hacen sospechar al

Figura 2 Indicaciones de la radiografía simple. A) Paciente que acude por dolor cervical. Existe aumento de partes blandas
prevertebral. El diámetro prevertebral ---línea discontinua--- es mayor que la altura del cuerpo vertebral---línea continua. Esto hizo
indicar una resonancia magnética cervical donde se evidenció un absceso secundario a espondilodiscitis. B) Paciente con demencia
que refiere disfagia de forma brusca. La placa reveló la presencia de un cuerpo extraño: ‘‘su dentadura’’ (línea discontinua).
C) Niño de 18 meses con epiglotitis. Se observa la imagen en ‘‘dedo pulgar’’ característica de este proceso (línea discontinua).
D) Mujer joven que acude por disnea y disfagia de instauración brusca; crepitación cervical en la exploración clínica. Los hallazgos
fueron secundarios a un enfisema cervical espontáneo (flechas).
332 B. Brea Álvarez et al.

Figura 3 Celulitis orbitaria retroseptal. A y B) Tomografía computarizada (TC) axial. Dos fases de afectación progresiva. Existe
un aumento de densidad de la grasa preseptal y retroseptal (asterisco) asociado a proptosis leve. En la órbita contralateral se ha
señalado la separación de la región septal y retroseptal (línea discontinua). C1) TC coronal. Existe mayor afectación retroseptal
que en A y B. Pequeñas colecciones líquidas lineales (flecha) y aumento del calibre del músculo recto medial (elipse discontinua).
C2) Resonancia magnética, corte coronal potenciado en T2 con saturación grasa en el mismo nivel que C1. Las colecciones (flecha)
y la miositis (punta de flecha) se evidencian con mayor claridad. D1) TC axial de otro paciente que acudió con clínica de celulitis
asociada a proptosis y limitación de los movimientos oculares. En la TC axial solo se evidenciaba un aumento de densidad de la grasa
a nivel preseptal (flechas). D2) TC coronal. La reconstrucción coronal permitió objetivar la presencia de un absceso subperióstico
en el techo orbitario (línea discontinua). D3) RM, corte coronal potenciado en T1 con saturación grasa y gadolinio. La afectación
intraorbitaria en la RM se observó de manera más clara que con la TC.

clínico una afectación posterior. Ante este cuadro, la TC per- contraste del mismo, para confirmar o descartar su posible
mite definir las diversas etapas clínico-radiológicas (fig. 3). trombosis.
Al principio aparece trabeculación de la grasa intraorbita-
ria, que representa una combinación de edema, congestión Enfermedad inflamatoria orbitaria no infecciosa
vascular, incremento de la permeabilidad e infiltrados infla- Bajo este epígrafe encontramos aquellos procesos que cau-
matorios. Cuando la infección progresa, la trabeculación san inflamación orbitaria aguda, asociada generalmente a
se hace más prominente y puede provocar efecto de masa dolor y en las que no existe una etiología infecciosa. El
intraorbitario. En fases más avanzadas se originan absce- máximo representante de esta entidad es el síndrome infla-
sos subperiósticos, miositis de la musculatura extrínseca, matorio idiopático o seudotumor orbitario, pero existen
abscesos orbitarios y tromboflebitis4,5 . Los abscesos subpe- también enfermedades sistémicas como la granulomatosis
riósticos, aunque de forma preferente se observan en la de Wegener, el lupus, el síndrome de Sjögren o la artri-
región orbitaria medial, también pueden localizarse en el tis reumatoide, que pueden presentarse de forma similar.
techo orbitario, por lo que es necesario valorar la TC con Desde el punto de vista radiológico aparecen como masas
reconstrucción coronal (fig. 3D). La RM se emplea de forma orbitarias infiltrativas que pueden ser difusas, e implicar a
complementaria a la TC. Se realizará cuando sea necesario toda la órbita, o focales. Las formas focales pueden afec-
precisar el grado de alteración orbitaria (discrepancia clí- tar a la región anterior o posterior del globo ocular, a la
nica con los hallazgos de la TC) y cuando el borde lateral musculatura extrínseca, a la glándula lagrimal o al vértice
del seno cavernoso sea convexo y no exista teñido por el orbitario (este último podría ser la entidad responsable de
Urgencias no traumáticas de cabeza y cuello 333

Figura 4 Escleritis con desarrollo posterior de endoftalmitis. A, B y D) Tomografía computarizada axial de órbitas. C) Resonancia
magnética, corte axial potenciado en T2 con saturación grasa. Paciente diabético que acude el día 5 con dolor, proptosis y enroje-
cimiento del ojo derecho. Existe aumento de partes blandas preseptal (flecha en A) que se interpreta como seudotumor orbitario.
Se instaura tratamiento con corticoides y antibióticos, pero la afectación progresa de forma clara observándose mayor afectación
de las cubiertas bulbares (flechas en B) e incluso afectación inflamatoria de la grasa intra y extraconal (flechas en C). Además,
existe una pérdida de señal del vítreo derecho (asterisco en C) que no se informa. Finalmente, la progresión del proceso llevó
a desarrollar un absceso peribulbar (flecha en D). El diagnóstico tras el estudio microbiológico fue de endoftalmitis endógena o
metastásica secundaria a Escherichia coli.

un síndrome de Tolosa-Hunt). De forma difusa o focal, en La paniculitis facticia es una afectación inflamatoria gra-
la mayoría de los casos la afectación suele ser unilateral y nulomatosa con células gigantes a cuerpo extraño. Es una
característicamente regresa con el tratamiento con corti- entidad diferente de otros cuadros de ‘‘paniculitis-fascitis
coides. verdaderas’’ que se describen en las fascitis eosinofílicas,
el lupus, la esclerodermia, los síndromes paraneoplásicos
Endoftalmitis y otras vasculitis y enfermedades del tejido conectivo. La
El oftalmólogo estudia la afectación inflamatoria-infecciosa paniculitis facticia ha sido descrita en la literatura derma-
de las cubiertas oculares con la valoración clínica y, a veces, tológica en relación con inyecciones de silicona, terapias de
con la ecografía. Sin embargo, cuando aparece asociada ventosas chinas y acupuntura. En la región facial y en el
a alteraciones visuales o dolor, el clínico puede indicar la momento actual, donde la estética es tan importante, es
realización de una TC o una RM. La endoftalmitis es una com- frecuente el uso de múltiples tipos de inyecciones y trata-
plicación secundaria infrecuente que debe tenerse presente mientos faciales que pueden actuar como antígenos y activar
en esta situación. En aquellos casos en los que radiológica- una respuesta inflamatoria. Desde el punto de vista radio-
mente veamos una afectación inflamatoria de las cubiertas lógico, la silicona se observa como un aumento de densidad
oculares que nos haga pensar en las formas focales del seu- seudonodular en el tejido celular subcutáneo de la cara,
dotumor inflamatorio debemos revisar la historia clínica. El generalmente en la fosa canina (fig. 5A).
dolor e inflamación persistente y la ausencia de respuesta a El edema angioneurótico es una tumefacción transitoria
los corticoides son datos que pueden ayudarnos a estable- que puede afectar a cualquier parte del cuerpo6---8 . Los inhi-
cer un diagnóstico apropiado y evitar un error que puede ser bidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA)
fatal (fig. 4). son la causa más común de esta entidad, responsables de
hasta el 35% de los casos, pero se han descrito otros fár-
Facial macos, así como también etiologías alérgicas y trastornos
hereditarios. La patogenia del proceso es la sobreproduc-
Las celulitis y las fascitis faciales que se ocasionan por infec- ción o el fallo en la inactivación de agentes vasoactivos, lo
ciones de anejos cutáneos suelen ser focales y no requieren que lleva a vasodilatación, aumento de la permeabilidad y
prueba de imagen. Sin embargo, los casos persistentes- aparición de edema. Cuando es bilateral y tiene una loca-
recidivantes o más extensos se caracterizan de forma lización faciocervical, que afecta a la piel y tejido celular
incompleta solo con la exploración clínica y hacen necesaria subcutáneo, puede establecerse su diagnóstico, sobre todo
la realización de una TC. La correcta interpretación radio- si existe el antecedente previo de toma de IECA (fig. 5B).
lógica de los hallazgos requiere conocer los antecedentes Sin embargo, las formas focales y asimétricas o con una
quirúrgicos y el tratamiento médico de los pacientes. afectación exclusiva de la vía aerodigestiva (fig. 5 C y D), y
334 B. Brea Álvarez et al.

Figura 5 Tumefacción facial. A) Tomografía computarizada (TC), corte axial. Existe alteración en la densidad de la grasa de la
fosa canina (flechas) con presencia de imágenes seudonodulares. La paciente había acudido tres veces a urgencias por tumefacción
facial. La biopsia reveló hallazgos compatibles con fascitis facticia. B) TC corte axial con contraste intravenoso. Existe marcado
aumento de la densidad y trabeculación de la grasa del tejido celular subcutáneo (*) y engrosamiento del músculo platisma coli
(flecha) en este caso de edema angioneurótico secundario a la toma de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina
(IECA). C y D) TC, cortes axiales con contraste intravenoso a diferentes niveles de la vía aerodigestiva. Existe engrosamiento de la
epiglotis (punta de flecha) y pliegues ariepiglóticos (flechas largas) por edema secundario a la toma de IECA.

en las que no hay antecedentes farmacológicos, su diagnós- Una etiología menos frecuente de infección sinusal la
tico puede retrasarse o no hacerse. Los radiólogos debemos constituyen los hongos15,16 . La sinusitis fúngica se clasifica
conocer esta entidad episódica y de curso limitado. en dos grupos, invasiva y no invasiva, según exista o no evi-
dencia histopatológica de invasión tisular por el hongo17 . Las
Sinusal formas invasivas pueden ser agudas o crónicas. Las agudas
La rinosinusitis constituye un problema de salud pública se ven en pacientes inmunodeprimidos y se presentan clí-
que afecta al 12-16% de la población estadounidense9 . La nicamente con fiebre, cefalea, rinorrea y dolor facial. La
causa más frecuente de sinusitis aguda es la infección viral afectación nasal es frecuente en estos casos, sobre todo a
del tracto respiratorio superior y se resuelve en 10 días. nivel del cornete medio, lo que ha dado lugar a la descripción
Sin embargo, la congestión mucosa y el cierre de los ostia del cornete negro (black-turbinate sign) o cornete hipocap-
de salida secundarios puede predisponer al desarrollo de tante en la imagen T1 con gadolinio (fig. 6G-I). La necrosis
una infección bacteriana secundaria. Cuando esto sucede, tisular secundaria al carácter angioinvasivo del hongo18 es
en la mayoría de los casos se resuelve con tratamiento la responsable de la hipocaptación segmentaria que destaca
antibiótico y descongestivos nasales, pero en un tercio de sobre la mucosa nasal normal hipercaptante. Otros signos
los pacientes puede cronificarse o dar lugar a complica- radiológicos característicos de esta entidad son las áreas
ciones. Clásicamente se han agrupado en dos categorías: hiperatenuadas en senos opacificados, en estudios de TC sin
orbitarias e intracraneales. Las orbitarias ocurren de forma contraste, y los focos de hiposeñal intrasinusales en la RM
más frecuente por una afectación etmoidal según los en la imagen ponderada en T2, secundarias a las concre-
diferentes estadios descritos de celulitis retroseptal. Las ciones fúngicas. Estas formas agresivas de infección sinusal
intracraneales son infrecuentes y cuando ocurren suelen obligan al estudio de la cavidad craneal para poder valorar
ser consecuencia de una sinusitis frontal, especialmente la existencia de complicaciones más ominosas (fig. 6I).
en niños. Debido a la comunicación venosa entre el hueso Las formas invasivas crónicas se presentan de forma más
frontal y los senos venosos durales, no se debe olvidar nunca indolente, con síntomas de sinusitis crónica en la mayoría
que una sinusitis frontal no diagnosticada o mal tratada de los casos. Pero su carácter invasivo puede dar lugar a un
puede dar lugar a empiemas extracerebrales, meningitis síndrome del vértice orbitario, con disminución de la agu-
y abscesos intraparenquimatosos sin que necesariamente deza visual y de la motilidad ocular, si el hongo alcanza la
exista destrucción del hueso (fig. 6A-C). Menos habitual es grasa de esta región.
el desarrollo de abscesos subperiósticos, los denominados
tumores de Pott (Pott’s puffy tumor)10,11 que aparecen como Otógena
una tumefacción frontal secundarios a osteomielitis del La otitis media aguda es el proceso infeccioso más frecuente
hueso frontal (fig. 6D-F). La técnica de imagen de elección en los primeros 5 años de vida. Su curso clínico es breve,
para el estudio de estas complicaciones es la RM12---14 . pero una pequeña proporción de pacientes pueden tener
Urgencias no traumáticas de cabeza y cuello 335

Figura 6 Complicaciones de las sinusitis. A) Tomografía computarizada (TC), corte axial con contraste intravenoso. B) TC, corte
coronal. C) Resonancia magnética (RM), corte axial potenciado en T1 con gadolinio. Se trata de una paciente que había acudido
2 semanas antes con edema periorbitario que se diagnosticó y trató de forma ambulatoria como celulitis preseptal sin realizar
prueba de imagen. Acude de nuevo por aumento del edema periorbitario y cefalea. Se solicita TC (A, B) por sospecha de celulitis
retroseptal. La paciente tenía una sinusitis frontoetmoidal (puntas de flecha en B) con edema periorbitario (flecha blanca en A)
y un empiema (flecha negra en A) y un absceso intraparenquimatoso (asterisco en C) a nivel intracraneal. D) TC, corte axial. E)
TC, corte sagital. F) TC, corte axial (ventana de hueso). D-F) Se trata de una paciente que, refiriendo clínica de sinusitis en la
semana previa, acude por tumefacción frontal. Se confirma la existencia de sinusitis frontal (asterisco en D, E y F) con alteración y
fragmentación del hueso frontal por osteomielitis (flechas cortas en F) y tumor de Puffy Pott (flechas largas en D y E). G) TC, corte
axial. H) RM, corte coronal potenciado en T1 con gadolinio. I) RM, corte axial potenciado en T1. G-I) Imágenes que corresponden
a un paciente en tratamiento por leucemia aguda, que presenta dolor y tumefacción facial. En la imagen existía una ocupación
nasosinusal derecha (estrella en G) con tumefacción de partes blandas faciales (flecha en G). En la RM con contraste existía el realce
normal de la mucosa nasal excepto en el área de la cresta nasal donde había ausencia de realce secundario a necrosis (equivalente
del black-turbinate sign) (flecha negra en H). Además, tenía áreas de isquemia y hemorragia en el parénquima del lóbulo frontal
(flecha blanca en I). El paciente murió 4 días más tarde por una sinusitis aguda fulminante secundaria a Aspergillus.

complicaciones. Después de la afectación de la caja, la La extensión medial progresa por los espacios cervicales
infección puede extenderse y originar una mastoiditis aguda profundos y origina lo que se denomina como absceso de
por afectación del hueso trabecular mastoideo. El cuadro Bezold20,21 . Esta extensión no suele ser palpable clínica-
puede resolverse o continuar con un bloqueo del aditus y una mente y por tanto es el radiólogo el que suele establecer su
desmineralización y osteonecrosis de las paredes mastoideas diagnóstico. La progresión hacia la cortical externa da lugar
originando grandes cavidades purulentas, o mastoiditis coa- a la formación de un absceso subperióstico. La extensión
lescente, situación que requiere mastoidectomía urgente19 . más allá de estas regiones puede ocasionar complicaciones
Desde el punto de vista radiológico existe una pérdida de los intracraneales como la trombosis de senos y los abscesos.
septos óseos que se valora al comparar con el número, grosor Estos procesos a veces suceden en una fase posterior
y mineralización de las trabéculas intercelulares mastoideas al brote agudo de la enfermedad (mastoiditis latente o
del lado contralateral. La progresión de la enfermedad, más enmascarada) e incluso con una cavidad del oído medio
habitual en adultos, porque tienen la mastoides aireada y aireada. Tampoco debemos olvidar que al igual que se ha
por tanto las paredes óseas son delgadas, puede extenderse descrito en la sinusitis frontal, estas complicaciones pueden
por la cortical medial o lateral de la apófisis mastoidea. suceder sin necesidad de rotura de la cortical ósea (fig. 7).
336 B. Brea Álvarez et al.

Figura 7 Complicaciones de la otitis. A) Tomografía computarizada (TC), corte axial en ventana de hueso. Paciente con tume-
facción auricular, (*) en A, secundaria a mastoiditis coalescente (flecha en A). Un mes antes había tenido una otitis aguda. En
el momento del estudio la caja timpánica estaba bien aireada (doble flecha en A). B) TC, corte axial con contraste intravenoso.
C) TC, corte axial craneal con contraste intravenoso. Se trata de un paciente inmunodeprimido que presentó un absceso subperiós-
tico (flecha blanca en B) y complicaciones intracraneales. La trombosis del seno lateral se diagnosticó por la ausencia de relleno
con contraste del seno (flecha negra discontinua en B) ---obsérvese de forma comparativa con el relleno normal del lado sano (flecha
negra continua en B)--- y un absceso cerebral (asterisco blanco en C).

Salival de tamaño y mal definida, con dilatación y realce del con-


La inflamación de las glándulas salivales o sialoadenitis suele ducto salival y a veces con presencia de colecciones de baja
ser de etiología viral o bacteriana. La viral es más frecuente densidad que indican formación de abscesos (fig. 8)1,21,22 .
bilateral y parotídea. La bacteriana se produce por compli-
caciones de otros procesos. La litiasis se ve en el 80-90%
de las localizaciones submandibulares y en el 10-20% de las Muscular
parotídeas22,23 . La deshidratación, la edad avanzada y un La miositis o inflamación del músculo es una causa muy poco
estado debilitado constituyen los factores desencadenantes frecuente de tumefacción facial (fig. 9).
más frecuentes de sialoadenitis supurativa de las glándu- En la mayoría de los casos es de origen bacteriano e
las parótidas. Clínicamente los pacientes se presentan con implica generalmente al músculo masetero por extensión
mal estado general, fiebre y tumefacción facial unilateral. directa de una enfermedad periodontal de las piezas molares
En los estudios radiológicos existe una glándula aumentada mandibulares. La afectación del tercer molar inferior, que

Figura 8 Tumefacción facial salival. A) Tomografía computarizada (TC), corte axial con contraste intravenoso. Parotiditis izquierda
con sialoectasia (flecha negra) secundaria a litiasis (flecha blanca). B) TC, corte axial con contraste intravenoso de otro paciente
con parotiditis y formación de abscesos intraparotídeos secundarios (flechas blancas).
Urgencias no traumáticas de cabeza y cuello 337

Figura 9 Tumefacción facial muscular. A) Tomografía computarizada (TC), corte coronal con contraste intravenoso. Sospecha de
flemón dental. Existe una celulitis (flechas cortas) y adenomegalias (flechas largas) más significativas en espacio submandibular
izquierdo secundarias a un absceso periodontal de la pieza 48 (no mostrado). Hay un aumento del tamaño y de la captación del
músculo masetero izquierdo sugestivo de miositis (contorno discontinuo) sin claras imágenes de abscesos (en la punción se extrajo
contenido purulento). Compárese con el músculo masetero normal del lado contralateral (contorno continuo). B) TC, corte axial
con contraste intravenoso. Paciente con antecedentes de flemón dental previo que acude con dolor en región malar. Existe miositis
del músculo masetero derecho (contorno discontinuo) con evidencia de un pequeño absceso en espacio submasetérico (punta de
flecha). En el lado izquierdo, el músculo tenía unas características normales (contorno continuo). C) TC, corte axial. Varón de 80
años que acude con tumoración cervical izquierda fluctuante. Ausencia de calor local. La TC muestra un aumento del tamaño y mala
definición del músculo esternocleidomastoideo izquierdo (flechas). D) Resonancia magnética (RM), corte axial T1 con gadolinio del
mismo paciente que en la imagen C donde se observa un absceso intramuscular (flecha blanca). El estudio microbiológico demostró
tuberculosis. E) TC, corte axial con contraste intravenoso. Mujer que es encontrada inconsciente en un incendio, en posición de
decúbito lateral izquierdo, con importante tumefacción facial izquierda. La imagen muestra un aumento del tamaño del músculo
masetero izquierdo (flecha corta) y celulitis perimuscular (flecha larga). F) RM, corte axial T2 con saturación grasa de la misma
paciente que en la imagen E, donde se confirma una miositis tipo II del músculo masetero, demostrado por su patrón moteado
(flechas cortas negras).
338 B. Brea Álvarez et al.

está próximo al espacio submasetérico, un espacio poten- previa34,35 . Antes de la época antibiótica, los agentes cau-
cial, pequeño y sin inserciones musculares, puede dar lugar sales más frecuentes eran la sífilis y la tuberculosis. En el
a un absceso en este punto24 . Radiológicamente hay un momento actual, Staphylococcus aureus seguido por los hon-
aumento del tamaño del músculo masetero con cambios gos (Aspergillus) y enterobacterias son los agentes causales
inflamatorios de la grasa adyacente, lo que se interpreta más frecuentes, aunque también en la bibliografía se está
como miositis (fig. 9A). Si existen artefactos secundarios a produciendo un aumento de casos en asociación con el virus
amalgamas dentales y se desconoce la existencia de este de la inmunodeficiencia humana36 . Clínicamente aparecen
espacio submasetérico, posibles abscesos en esta localiza- con dolor, fiebre, disfonía y disfagia. Pueden asociar compli-
ción pueden pasar desapercibidos y cronificarse25,26 . Esta caciones como la rotura arterial y hemorragia (fig. 10C-E),
situación puede provocar que los pacientes acudan más embolias sépticas y oclusión arterial.
tarde con dolores episódicos y tumefacción facial (fig. 9B).
La tuberculosis puede ser otro agente patógeno responsa-
Adenopática
ble de una afectación muscular, pero aunque se trata de una
La afectación adenopática secundaria a infección se produce
infección con alta prevalencia, la afectación musculoesque-
porque el agente patógeno se drena de forma aferente al
lética extraespinal ocurre solo en el 1-2% de los pacientes.
ganglio linfático y activa los linfocitos que forman los centros
Esta baja incidencia unida a una clínica indolente hace que
germinales. Esto conlleva el aumento del tamaño ganglionar
su diagnóstico se realice tarde27 . Además, desde el punto de
(adenitis reactiva). Si la infección progresa, se puede produ-
vista radiológico, los abscesos aparecen como lesiones intra-
cir una necrosis ganglionar (adenitis supurativa). Esta forma
musculares con realce en anillo grueso, lo que confunde el
de adenitis tiene como agentes etiológicos más frecuentes
diagnóstico con lesiones malignas o abscesos piógenos28,29
el Staphylococcus aureus y el estreptococo del grupo A, y su
(fig. 9C-D).
incidencia disminuye con la edad.
La inflamación muscular puede ser secundaria a rabdo-
La linfadenitis tuberculosa, también llamada escrófula,
miólisis (fig. 9E-F). Esta entidad, que se produce por la
es la forma más frecuente de tuberculosis en la región
rotura y necrosis de las fibras musculares y la liberación
de la cabeza y el cuello. Ocurre en la primoinfección y
consecuente de mioglobina, puede desembocar en un fallo
suele seguir a la afectación pulmonar. Supone el 5% de los
renal. Los factores etiológicos más frecuentes son el ejer-
casos de tuberculosis ganglionar extrapulmonar en inmuno-
cicio intenso, las drogas y el alcohol, y la lesión muscular
competentes y hasta el 50% en inmunodeprimidos29,37 . Su
directa (traumática o por inmovilidad prolongada). En la
prevalencia ha aumentado por la mayor incidencia de SIDA,
región de cabeza y cuello es extremadamente rara, pero
el abuso de drogas y la inmigración. Aunque puede afectar
a pesar de su rareza su imagen diagnóstica es tan sugestiva
a un solo grupo ganglionar, con frecuencia es bilateral (un
que puede permitir el diagnóstico correcto30---32 .
tercio de los casos); el triángulo cervical posterior, la región
supraclavicular y la cadena yugular interna son los grupos
Cervical más comunes. Desde el punto de vista radiológico, aunque
al principio aparecen como nódulos sólidos con realce
homogéneo, posteriormente se necrosan y se adhieren a los
Vascular
planos profundos, lo que puede confundirlos con ganglios
Las infecciones del cuello pueden asociar complicacio-
metastásicos. Clínicamente pueden ser indoloros y, aunque
nes vasculares como el vasoespasmo, la arteritis y sus
de forma poco frecuente, originar fístulas cutáneas23,38 .
complicaciones y el síndrome de Lemierre. A veces estas
complicaciones vasculares infecciosas también pueden suce-
der como manifestación de una enfermedad a distancia. Congénita
El síndrome de Lemierre se describió como la trombo- Las anomalías del desarrollo pueden ser responsables de
flebitis séptica de la vena yugular interna con embolias masas inflamatorias cervicales que aparecen de forma
sépticas a distancia. Aunque el cuadro inicial refería que recurrente. Este dato clínico es una de las pistas que nos ayu-
la infección primaria podía tener varias localizaciones, dan a diagnosticarlas, dado que la mayoría de los procesos
ahora esta entidad se establece cuando la localización de descritos en esta revisión ocurren de forma aislada39 .
la infección es orofaríngea y existan o no embolias sépticas El quiste del conducto tirogloso es la lesión congénita
pulmonares. Los pacientes, generalmente adultos jóvenes más frecuente del cuello (se encuentra en el 5-10% de las
saludables, acuden con dolor, eritema y masa cervical pal- autopsias)40 . El trayecto anatómico de la formación de la
pable tras una infección orofaríngea. En la imagen (fig. 10A glándula tiroidea, desde el foramen ciego hasta el lecho
y B) existe aumento de tamaño, ausencia de relleno con tiroideo, señala los lugares potenciales para su desarrollo.
contraste y mala definición de la vena yugular interna20,33 . Se localizan próximos a la base de la lengua o en relación
El tratamiento es con antibióticos. El uso de anticogulan- con el hueso hioides y con la musculatura prelaríngea. Las
tes es controvertido, pero parece que podría ser beneficioso formas no complicadas son lesiones quísticas, de paredes
cuando el trombo alcanza el seno sigmoide, por lo que este finas y bien definidas, que se identifican en la exploración
dato se debería especificar en el informe radiológico. clínica o con estudio ecográfico de manera fácil. Las formas
Los aneurismas micóticos cervicales son raros. El término complicadas requieren estudio de TC con contraste (fig. 11A-
micótico fue descrito por Osler para referirse a su origen fún- B) y pueden plantear un diagnóstico diferencial con quistes
gico, pero hoy este término se ha extendido y se emplea para saculares infectados, quistes dermoides, ránulas o abscesos
cualquier aneurisma causado por una infección. La infección linguales de otra etiología y con las metástasis gangliona-
de la pared arterial se produce por extensión directa, dise- res necrosadas. Aunque Zander et al.41 han referido, y es
minación metastásica o secundaria a una cirugía carotídea cierto, que las metástasis necróticas ganglionares deberían
Urgencias no traumáticas de cabeza y cuello 339

Figura 10 Complicaciones vasculares. A) Tomografía computarizada (TC), corte coronal con contraste intravenoso. B) TC, corte
axial con contraste intravenoso. A y B) Tromboflebitis de la vena yugular interna. Obsérvese la ausencia de relleno y mala definición
de la vena yugular interna izquierda (silueta discontinua), de forma comparativa con la vena yugular interna contralateral (asterisco
negro). C) TC, corte coronal con contraste intravenoso. D) TC, reconstrucción oblicua sagital de máxima intensidad de píxel (MIP).
E) TC, corte axial con contraste intravenoso. Paciente con antecedentes de gastroenteritis, que ingresa por masa parafaríngea y
disnea. Tenía un gran aneurisma (asterisco en D) de la arteria carótida interna con signos de rotura (flechas blancas en E). El estudio
microbiológico confirmó el diagnóstico de aneurisma micótico por Salmonella.

ser consideradas en el diagnóstico diferencial de una lesión Las del tercer y cuarto arcos son lesiones menos cono-
o masa quística cervical indolora en un adulto, también cidas. Generalmente aparecen en forma de tumoraciones
tiene que contemplarse este diagnóstico cuando aparecen inflamatorias o abscesos en el triángulo cervical lateral
lesiones quísticas cervicales con características inflamato- izquierdo y/o tiroiditis después de una infección del tracto
rias (fig. 11 C). respiratorio superior (fig. 11D-F). Estos hallazgos son tan
Las anomalías de arcos branquiales más comunes afec- sugestivos de estas lesiones que, a pesar de su infrecuencia,
tan al segundo arco (95%). Las del primer arco le siguen, se deben sospechar y buscar radiológicamente40,42 .
pero con una frecuencia muy inferior (1-4%). Las del tercer
y cuarto arcos son muy raras. Las del primer arco pueden Disfagia-disnea
presentarse clínicamente con tumefacción auricular, fístu-
las, otorrea o parotiditis. Desde el punto de vista radiológico Cuerpos extraños
se observan como lesiones quísticas de localización periauri- La ingestión de cuerpos extraños ocurre de forma frecuente
cular o intraparotídea. Los quistes de segundo arco branquial en la edad pediátrica y de forma menos habitual en adul-
se localizan siguiendo el borde anterior del músculo ester- tos (fig. 2B). Suelen localizarse en la orofaringe (espinas) o
nocleidomastoideo, posteriores a la glándula submaxilar y adyacentes al esfínter esofágico superior (huesos). Aunque
laterales al espacio carotídeo. Su imagen radiológica es pueden ser radiopacos, se debe recordar que el material
similar a las del primer arco, pero con una localización dife- protésico dental (que existe en 1 de cada 5 individuos adul-
rente y generalmente de tamaño mayor. La mayoría de los tos) puede estar hecho de material no radiopaco y de esta
pacientes acuden con tumoración cervical para estudio de forma pasar desapercibido en la radiografía e incluso en la
forma reglada, pero a veces, cuando se complican o infec- TC si no se buscan signos indirectos como la presencia de aire
tan, pueden presentarse de forma aguda como una masa en el esófago asociado a un aumento de las partes blandas
inflamatoria. adyacente43 .
340 B. Brea Álvarez et al.

Figura 11 Anomalías congénitas. A) Tomografía computarizada (TC), corte axial con contraste intravenoso. B) TC, corte sagital
con contraste intravenoso. A y B) Quiste complicado del conducto tirogloso. Existe una lesión nodular quística (flechas en A y B)
imbricada en la musculatura prelaríngea (línea discontinua en A). La mayoría de los quistes del conducto tirogloso se relacionan
con el hueso hioides (asterisco en B). C) TC, corte axial con contraste intravenoso. Corresponde a un paciente diferente en el
que también existía una lesión inflamatoria imbricada en la musculatura prelaríngea (flecha blanca). En este caso, el estudio de
anatomía patológica reveló la presencia de una metástasis de un carcinoma epidermoide. D) TC, corte oblicuo sagital con contraste
intravenoso. E) Esofagograma. F) TC, corte axial con contraste intravenoso. D-E) Seno de tercer arco branquial. Existe un trayecto
fistuloso (flecha continua en D y E) que se extiende desde el seno piriforme (flecha discontinua en D y E) hasta el lóbulo izquierdo
de la glándula tiroidea (puntas de flechas en D y F). El paciente acudió con una lesión inflamatoria cervical inferior izquierda y
posteriormente clínica de tiroiditis.

Tonsilitis y epiglotitis sensibilidad y especificidad que oscilan desde el 100% y el


La amigdalitis y la epiglotitis son infecciones frecuentes 75%, respectivamente46 .
(mucho más la amigdalitis). Su diagnóstico es clínico, pero
es necesario el estudio radiológico cuando el diagnóstico
no sea claro, cuando no pueda realizarse la exploración Neoplasias
clínica (fig. 2 C), cuando el paciente no responda al trata- Algunos tumores de la región de cabeza y cuello pueden
miento antibiótico o cuando se sospeche una infección de tener una manifestación clínica aguda como tumefacción
los espacios profundos u otras complicaciones1,44 . A veces cervical o como disfagia o disnea cuando comprometen la
existe el dilema diagnóstico para diferenciar entre afecta- vía aerodigestiva. Realizar una sistemática de lectura ade-
ción flemonosa (cuyo tratamiento es antibiótico) y absceso cuada, considerar la clínica y antecedentes del paciente,
(cuyo tratamiento es el drenaje). El diagnóstico clínico y considerar que algunos tumores o adenopatías necrosa-
consigue valores de sensibilidad y especificidad del 78% y dos pueden tener una expresión radiológica similar a la de
50%45 . Sin embargo, el empleo de la TC con contraste, un absceso (fig. 11 C) puede ayudarnos a realizar un mejor
la ecografía transoral o la percutánea alcanzan valores de diagnóstico diferencial.
Urgencias no traumáticas de cabeza y cuello 341

Conclusión 4. Handler LC, Davey IC, Hill JC, Lauryssen C. The acute orbit:
differentiation of orbital cellulitis from subperiosteal abscess
Las urgencias no traumáticas de cabeza y cuello represen- by computerized tomography. Neuroradiology. 1991;33:15---8.
5. LeBedis CA, Sakai O. Nontraumatic orbital conditions: diagnosis
tan un grupo patológico muy heterogéneo que clínicamente
with CT and MR imaging in the emergent setting. Radiographics.
puede presentarse como tumefacción cervical, disfagia, dis-
2008;28:1741---53.
nea y déficit sensorial agudo. El papel del radiólogo es 6. Ishigami K, Averill SL, Pollard JH, McDonald JM, Sato Y.
determinar la localización y extensión del proceso e identi- Radiologic manifestations of angioedema. Insights Imaging.
ficar hallazgos que puedan sugerir el diagnóstico, valorar la 2014;5:365---74.
gravedad del cuadro y sus posibles complicaciones. 7. Gakhal MS, Marcotte GV. Hereditary angioedema: ima-
Existen además algunas entidades clínicas infrecuentes ging manifestations and clinical management. Emerg Radiol.
pero con elevada morbimortalidad y cuyas manifestaciones 2015;22:83---90.
radiológicas son muy características. Identificar precoz- 8. Poon CM, Koenigsberg RA, Izes BA. Angioedema due to
mente estos cuadros específicos permite orientar al clínico angiotensin-converting enzyme inhibitor use: Radiographic fin-
dings in 3 patients. Emerg Radiol. 1997;4:264---7.
hacia el tratamiento más apropiado.
9. Joshi VM, Sansi R. Imaging in Sinonasal Inflammatory Disease.
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Responsabilidades éticas 10. Escudero Esteban R, Perez Piñas I, Del Estad Cabello G. Pott’s
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Protección de personas y animales. Los autores declaran
11. Masterson L, Leong P. Pott’s puffy tumour: a forgotten
que para esta investigación no se han realizado experimen- complication of frontal sinus disease. Oral Maxillofac Surg.
tos en seres humanos ni en animales. 2009;13:115---7.
12. Younis RT, Anand VK, Davidson B. The role of computed
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que tomography and magnetic resonance imaging in patients with
han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre sinusitis with complications. Laryngoscope. 2002;112:224---9.
13. Koopmann CF. Intracranial complications of paranasal
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Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los 14. Dankbaar JW, van Bemmel AJ, Pameijer FA. Imaging findings
autores declaran que en este artículo no aparecen datos de of the orbital and intracranial complications of acute bacterial
pacientes. rhinosinusitis. Insights Imaging. 2015;6:509---18.
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2. Concepción del estudio: BBA
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3. Diseño del estudio: BBA, MTG, YGH tional schema addressing current controversies. Laryngoscope.
4. Obtención de los datos: BBA, MTG, LEG, YGH, RRP 2009;119:1809---18.
5. Análisis e interpretación de los datos: BBA, MTG, LEG, 18. Groppo ER, El-Sayed IH, Aiken AH, Glastonbury CM. Computed
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