Traumatismos en la columna

cervical: generalidades

Patología Columna Cervical

CONTENIDO
1. Introducción.

2. Atención al politraumático.
Epidemiología.
Uso del collar cervical en el traumático.
Evaluación radiográfica.
Puntos esenciales.
3. Latigazo cervical.
Definición.
Epidemiología.
Síndrome clínico.
Clasificación.
Biomecánica.
Lesiones anatómicas.
Diagnóstico.
Factores pronósticos.
Tratamientos.
Diagnóstico diferencial.
4. Conclusiones.

5. Bibliografía.

Introducción
Muy móvil y mal protegida, la columna cervical está
particularmente expuesta a traumatismos. Aunque
algunos son muy graves, hay un elevado porcentaje que
son considerados como benignos que, no obstante,
pueden dejar secuelas. Es importante reconocer y tratar
adecuadamente las lesiones producidas para evitar
complicaciones, en especial, las neurológicas.
Los objetivos de este capítulo son dos: el primero
es el manejo de la columna cervical en el paciente
politraumático en la prevención del daño medular, la
asistencia prehospitalaria y hospitalaria inicial, las
pruebas complementarias necesarias y cómo llegar a un
diagnóstico de la lesión. En un segundo apartado, será
importante centrarse en la patología “benigna” de los
traumatismos cervicales llamada latigazo cervical.
Atención al politraumático
Epidemiología
En los traumatismos de alta energía se ha comprobado
que hay fracturas o fracturas con luxaciones vertebrales
en, aproximadamente, el 10-15 % de los casos, de estas
el 25% corresponde a la cervical, el 30% a la torácica, el
35 % a la lumbar, y en un 10% hay lesiones multinivel.
Alrededor de un 2% tendrán una afectación medular, de
las cuales el 45% corresponden a la zona cervical, el 30
a la torácica y el 20 a la lumbar. En un 10% de los casos
no se encuentran anomalías radiográficas (Rx y TAC)
y es el llamado SCIWORA (Spinal Cord Injury WithOut
Radiographic Abnormality).
La mortalidad en lesiones medulares se mantiene
alrededor del 17%. La media de edad de presentación es
alrededor de los 45 años y, en la mayoría, se dan en el
sexo masculino con una ratio de 2/1.
En Europa, la principal causa de lesión son los
accidentes de tráfico, alrededor del 40%, seguidos de las
precipitaciones. En Estados Unidos, las causas varían
teniendo un gran impacto las lesiones por arma de fuego.
Las lesiones medulares se asocian, con gran frecuencia, a
traumatismos torácicos. Casi la mitad de los pacientes con
lesiones en la columna sufren un traumatismo extraespinal
y más del 10% tiene lesiones en la columna vertebral en
múltiples niveles.
La prevalencia de las lesiones en la parte superior de la
columna cervical sigue una distribución bimodal: se da en
niños y en adultos por encima de los 60 años. Entre estos
2 grupos de edad, los adultos suelen sufrir muchas más
lesiones de la columna subaxial. Esto puede explicarse
por la existencia de un hueso debilitado en la unión cráneo
cervical por osteoporosis u osteopenia, un mayor estrés
en la columna cervical alta por espondilosis subaxial, y la
mayor tendencia a las caídas de la población anciana.
Traumatismos en la columna cervical: generalidades | 3
Uso del collar cervical en el
traumático
Evaluación clínica inicial
En la evaluación del paciente politraumático o con
traumatismo cervical de alta energía de deberá seguir el
protocolo de la Advanced Trauma Life Support [ATLS] del
Colegio Americano de Cirujanos. Identificar y tratar: ABCDE.
En el examen físico, primero, el A (vía aérea) B
(respiración) C (circulación), para pasar después a las
evaluaciones secundarias. El primero es la vía aérea
permeable, pero siempre realizando las maniobras con
control de la columna cervical, es decir, mantener bien
alineada la columna en posición neutra. Para protegerla
y prevenir la lesión medular, el uso del collar cervical es
el método más ampliamente usado.
En la evaluación secundaria D, valoración neurológica
y valoración cervical, se debe realizar una inspección
visual y manual de toda la columna. Es importante palpar
la columna cervical posterior en busca de sensibilidad
a lo largo de la línea media o los tejidos para espinales.
Se debe examinar la cara y el cuero cabelludo en
busca de evidencia de trauma directo. Además, hay
que inspeccionar si existen deformaciones angulares
o rotacionales en la posición de sujeción de la cabeza
del paciente. La deformidad rotacional puede indicar
una luxación facetaría unilateral. Si existe equimosis
abdominal debida al cinturón de seguridad, esto debe
generar sospechas de lesiones por flexión/distracción de
la columna toracolumba.
Al mismo tiempo o de manera paralela, se debe evaluar
la energía del accidente e intentar identificar los
traumatismos de alta energía, así como su mecanismo.
Es importante valorar la condición del paciente tras el
accidente, su estado general, el grado de conciencia, la
presencia o no de déficits neurológicos. Si el paciente no
está consciente, se debe sospechar una lesión medular
en el caso de respiración abdominal, si tiene priapismo o
si las extremidades inferiores están en flexión.
Es importante identificar patologías asociadas o
comorbilidad, sobre todo, las rigideces espondilitis
anquilopoyética (EA), Diffuse idiopathic skeletal
hyperostosis (DISH) y fusiones (fusión cervical previa
congénita o adquirida), pero también las enfermedades del
tejido conectivo asociadas a hiperlaxitud por la especial
vulnerabilidad de la columna en estas condiciones.
¿Cuándo poner el collar cervical?
Durante décadas se ha propugnado la inmovilización
cervical mediante collares rígidos ante todo traumatismo
para prevenir posibles lesiones neurológicas, antes de
poder hacer un reconocimiento médico y de imagen en
un centro hospitalario por un médico especialista.
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En este campo se sigue haciendo de rutina, pero el
uso del collar no es inocuo y, además, a menudo, no es
colocado correctamente, por otro lado, induce a realizar
más pruebas de imagen.
Actualmente y cada vez más, se ha visto que se puede
realizar un cribage y no utilizarlo de rutina.
Están los criterios NEXUS (National Emergency
X-Radiography Utilization Study) que evalúan si un
paciente tiene bajo riesgo, y que son:
• No presenta dolor en la parte posterior del cuello.
• No presenta déficits neurológicos.
• Paciente alerta en Glasgow 15.
• No presenta signos de intoxicación.
• Sin lesiones concomitantes que puedan distraer de
la lesión.
En estas condiciones el uso del collar cervical no está
indicado y tampoco las pruebas de imagen.
Hay otra situación especial en la que el collar cervical puede
ser perjudicial o incluso hasta mortal y es la situación de
los pacientes con columnas rígidas, en especial, en la
artritis anquilopoética. En estos casos la columna está
en flexión y no tiene movilidad. Si se intenta rectificar
la posición, se podría desplazar la fractura (Figura 1).
En los ancianos hay que fijarse en toda la columna y no
intentar una extensión forzada de la misma. Si el paciente
está consciente se debe preguntar antes de inmovilizar o
inmovilizar sin cambiar la posición.
En caso de un paciente inconsciente o con traumatismo
cerebral será necesario realizar un TAC cervical para
despistaje de fracturas y/o luxaciones cervicales.
En traumatismos de alta energía y en pacientes ancianos
también estará indicado, asimismo, en el caso de no
poder visualizar correctamente las radiografías simples.
Normalmente, no se realizan estudios de urgencia
de RNM y sólo se plantearían en caso de afectación
neurológica y duda de si puede haber una compresión
sobre la medula espinal susceptible de realizar una
descompresión de urgencia.
Evaluación radiográfica
En pacientes politraumáticos, cada vez más se extiende
del uso de body TAC, el cual debe incluir siempre la
columna cervical completa, y se va suprimiendo la
radiología simple, no obstante, la radiología simple
ayuda en el reconocimiento de fracturas y puede ser muy
útil en traumatismos moderados. La radiología simple
incluirá las proyecciones anteroposteriores, lateral, debe
incluir el platillo superior de T1 (proyección del nadador)
y transoral (no útil en pacientes inconscientes). (Figura 2)

¿Cuándo sacar el collar cervical?

Es importante realizar las pruebas necesarias para
retirada del collarín en el paciente consciente y en el
inconsciente. Cuando se recibe un paciente traumático
se sacará el collar en las condiciones de:

• Paciente plenamente orientado sin alteración de

conciencia secundaria a traumatismo, drogas o alcohol.
• Ausencia de dolor cervical. Es importante explorar
para descartar signos de traumatismo directo, facial
o craneal. Se debe descartar deformidad angular o Figura 1.
rotacional de la cabeza, palpar la columna posterior
descartando áreas de inflamación, etc.
• Ausencia de síntomas neurológicos atribuibles a
lesiones de columna.
• No historia de lesión craneal o pérdida de conciencia.
• No lesiones “distractoras” (por ejemplo, fracturas de
extremidades).

En caso de dolor cervical y en traumatismos de

riesgo, se deben realizar estudios con radiografías
anteroposteriores laterales y transorales.

Figura 2. Línea vertebral anterior. Línea vertebral anterior (rojo), línea vertebral
posterior (amarillo), línea espino laminar (verde) y línea espinosa (azul).
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Hay que valorar la alineación en el perfil y también valorar

alteraciones menores, como tumefacción de partes blandas,
hipo lordosis, estrechamientos o ensanchamientos discales,
aumento de las distancias interespinosas.

El espacio preodontoideo debe ser inferior a 3 mm, excepto

en niños, que es más ancho y el límite está entre los 4-5 mm.
En el espacio C2-C3 la distancia debe ser menos a 3 mm,
excepto en niños que puede ser entre 4-5 mm. El espacio
retrofaríngeo debe ser < a 6 mm a nivel de C2, < de 22 en
C6 y en los niños la referencia es ½ a 2/3 de la distancia
anteroposterior del cuerpo vertebral. La radiografía
anteroposterior debe incluir todas las apófisis espinosas
hasta D1 y se valora la alineación de los cuerpos vertebrales,
masas laterales y apófisis espinosas, así como valorar la
altura y morfología de los cuerpos vertebrales.

Los criterios de inestabilidad de Louis ayudan para valorar Figura 4.

la normalidad de las radiografías y son los expuestos en la
(Figura 3).

Los criterios de inestabilidad de Louis son:

• Separación de apófisis espinosas.

• Angulación vertebral en cifosis < 11º.
• Listesis vertebral.
• Descubrimiento del 50% de la articular.

La radiografía transoral debe incluir la apófisis odontoides

entera y las masas laterales del atlas: se debe valorar la
integridad de la apófisis odontoides y la relación de las
carillas articulares del atlas con el axis, debiendo estar bien
alineadas y simétricas. (Figura 4 y 5)

En la unión occipito-cervical, la distancia entre

occipital y atlas no debe exceder 5 mm y la distancia
atlantoodontoidea no debe ser superior a 3,5 mm.
Figura 5.

El 20% fx cervicales pasan desapercibidas en Rx.

No hará falta pedir radiografías en pacientes de bajo riesgo
según los criterios de Nexus, es decir, sin dolor, sin déficits
neurológicos, en Glasgow 15, sin signos de intoxicación, sin
lesiones concomitantes que puedan distraer de la lesión. Se
deben realizar radiografías en dolor moderado sin déficits
neurológicos, en Glasgow 15, sin lesiones concomitantes
que puedan distraer de la lesión.
Las lesiones a nivel craneocervical no son visibles en las
radiografías simples y siempre que se sospeche hay que
realizar estudio con TAC, por tanto, en dolores cervicales
altos se realizará un TAC. También hay que realizar TAC en
TCE, si en las radiografías no se visualiza el platillo superior
de T1, en casos con afectación neurológica, en pacientes
inconscientes, intoxicados y en politraumáticos.
Normalmente, no se realizarán estudios de urgencia
de RNM y sólo se plantearían en caso de afectación
neurológica y de duda de si puede haber una compresión
sobre la médula espinal susceptible de realizar
una descompresión de urgencia. La RNM tiene alta
sensibilidad para lesiones de tejidos blandos, hernias
discales, hematomas epidurales, lesiones ligamentosas
Figura 3.
y lesiones medulares (hemorragia edema).

Puntos esenciales
• Cualquier politraumatizado y todo traumatismo
craneoencefálico, especialmente cuando tiene un
deterioro del estado de alerta, debe considerarse
un trauma vertebromedular hasta que se demuestre
lo contrario.
• La sospecha prehospitalaria de lesión de la columna
cervical se basa tanto en los datos del examen clínico
como en las circunstancias de la lesión.
• La inmovilización temprana de la columna vertebral es
esencial y tiene como objetivo prevenir la aparición o
agravamiento de la compresión de la médula espinal,
como resultado de una lesión inestable de la columna.
• Existen reglas confiables de predicción clínica que
pueden usarse para identificar pacientes emergentes
que pueden ser excluidos de la realización de
imágenes debido a su muy bajo riesgo de lesión en la
columna vertebral.
Latigazo cervical
Definición
El término “whiplash” fue utilizado por primera vez en
1928 por Harold Crowe para describir los efectos sobre
el cuello de una transferencia de energía repentina de
aceleración y desaceleración, generada por fuerzas
externas ejerciendo un efecto como de latigazo.
El latigazo cervical se define como una lesión producida
por un traumatismo con mecanismo de aceleración-
desaceleración de energía transferida al cuello y, en la
mayoría de las ocasiones, está producido por accidentes
de tráfico.
Este síndrome puede producir una gran variedad de
síntomas con escaso soporte en pruebas diagnósticas
y una tendencia a la cronificación en algunos casos.
Se considera una lesión de tejidos blandos de la región
cervical acompañada de síntomas como dolor y rigidez
de cuello, debilidad del hombro, mareos, dolor de cabeza
y pérdida de memoria.
Epidemiología
El latigazo cervical es un problema de salud que ocupa y
concierne a una gran variedad de profesionales, entre los
cuales están médicos, abogados, analistas de accidentes
y aseguradoras. Según la bibliografía existente, la
frecuencia de reclamaciones judiciales después de una
lesión cervical menor es variable dependiendo del país.
La frecuencia de las lesiones producidas por el SLC tras un
accidente de automóvil varía entre países e incluso entre
regiones, dependiendo de múltiples variables, como el
número de automóviles/habitante, normas de seguridad
vial, sistemas de indemnización, etc., si bien tanto en EE.
UU. como en Europa occidental se ha producido en los
últimos 30 años un incremento notable de su incidencia y
de los costes económicos que suponen la atención a estos
pacientes. Aunque la incidencia exacta de este trastorno es
desconocida, puede ser estimada en 1 caso por cada mil
personas y año.
En España, se estima que, aproximadamente, el 15% de
los accidentes de tráfico sufren un síndrome del latigazo
cervical, con una incidencia de 60,2 nuevos casos por cada
100.000 habitantes/año.
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Síndrome clínico
Las manifestaciones clínicas del latigazo cervical incluyen
el conjunto de signos y síntomas presentados por el
paciente inmediatamente después del accidente o en
las 12-15 horas después. Los siguientes son los más
comúnmente referidos:
• Dolor en la región del cuello: el síntoma predominante
es el dolor de cuello que de forma típica ocurre en
la región posterior, aunque puede irradiar a cabeza,
hombro, brazo y regiones torácicas, interescapular
y lumbar. Es un dolor sordo que aumenta con los
movimientos, se suele asociar a contractura y
limitación de la movilidad. Los patrones de dolor
referido no indican necesariamente la estructura
origen del dolor, aunque pueden orientar hacia el
nivel segmentario que origina el estímulo nociceptivo,
aunque ninguna exploración por imagen ha
demostrado ser útil para determinar la causa del dolor.
• Cefalea: la cefalea es el segundo síntoma en
frecuencia de presentación y suele ser occipital
con irradiación hacia la región temporal y orbitaria.
En ausencia de concusión cerebral o lesiones
traumáticas intracraneales se asume que la causa
del dolor es cervical.
• Alteraciones visuales: a menudo, los pacientes
refieren alteraciones visuales, aunque no se ha
establecido cuál es la causa, se ha especulado sobre
una disminución en la capacidad de acomodación,
lesión del tronco simpático espinal.
• Vértigo: se describe, con frecuencia, la presencia de
sensaciones de desequilibrio o vértigo, a menudo
en asociación con otros síntomas auditivos
o vestibulares. De forma característica, estas
alteraciones ocurren en ausencia de disfunción
vestibular o neurológica. El vértigo ha provocado
un gran número de estudios mediante el uso de
la electronistagmografía (ENG). La evidencia
indica que los pacientes sintomáticos tienen, con
frecuencia, alteraciones objetivas de la función
vestibular en las pruebas ENG, sugiriendo una
lesión central o periférica.
El mecanismo exacto por el cual ocurre un
síndrome vertiginoso después de un SLC sigue
siendo controvertido. Se ha indicado que la lesión o
irritación de la arteria vertebral podría comprometer
el flujo sanguíneo, pero este mecanismo produciría
alteraciones neurológicas y síntomas relacionados
con la isquemia del tallo cerebral o del cerebelo.
Otras alteraciones más sutiles pueden resultar de la
interferencia con los reflejos posturales que tienen
aferentes en los músculos del cuello. La alteración
de esta información podría ser el resultado del dolor
o contractura de estos músculos. Aunque con poca
frecuencia, el vértigo puede ser por una lesión directa
del aparato vestibular.
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• Debilidad y falta de fuerza: si la debilidad se acompaña
de distribución metamérica, con alteraciones de
reflejos y sensibilidad, debe buscarse la lesión del
nervio raquídeo, pero, en general, son sensaciones
subjetivas del paciente de pesadez o fatiga que no
se acompañan de anomalías en la exploración y que,
en ocasiones, pueden ser atribuidas a simulación, no
obstante, pueden tener una causa orgánica y pueden
ser causadas por el dolor.
• Parestesias: las sensaciones de hormigueo y
entumecimiento de las manos son otro síntoma
frecuente. Si se acompañan de alteraciones en la
exploración, hay que estudiar la posibilidad de lesión
de raíces nerviosas. En general, suelen ser síntomas
intermitentes sin ninguna alteración neurológica.
Una teoría del origen de estas parestesias es el
desfiladero torácico por compresión intermitente de
troncos nerviosos en el plexo entre escaleno medio
y anterior, debido a la contractura refleja de los
mismos causada por el dolor cervical.
• Alteraciones de la concentración y de la memoria:
estas suelen aparecer en los casos de cronificación
del síndrome del latigazo, sin poder dar una causa
clara de su aparición.
• Alteraciones psicológicas: existe un reconocimiento
general sobre el hecho de que los pacientes con SLC
pueden presentar alteraciones psicológicas a causa
del estrés. La evolución hacia una cronificación del
dolor y la respuesta psicológica se establece, en la
mayoría de los casos, en los primeros 3 meses de la
lesión. Este hecho sugiere que la mayor capacidad
para influir en la historia natural del síndrome del
latigazo cervical se produce durante este periodo.
Clasificación
La clasificación The Québec Task Force on Whiplash-
Associated Disorders (Tabla 1) fue diseñada en 1995
para categorizar la situación clínica del paciente, facilitar
la toma de decisiones por parte de los profesionales
sanitarios sobre el tratamiento y poder homogeneizar
los grupos de pacientes según sus síntomas y signos,
para que estos fuesen comparables entre ellos y poder
así realizar estudios.
WAD
WAD 0 Sin dolor cervical. Sin signos físicos.
WAD I Dolor cervical. Sin signos físicos. Puede haber limitación de la movilidad.
WAD II Dolor cervical y signos musculoesqueléticos que incluyen limitación del balance articular.
Dolor cervical y signos musculoesqueléticos y neurológicos que incluyen limitación del balance articular cervical,
WAD III
disminución o ausencia de reflejos osteotendinosos profundos, pérdida de fuerza y déficit sensitivo.
WAD IV Dolor cervical y fractura o luxación. (No se considera latigazo cervical).
Tabla 1. La clasificación The Québec Task Force on Whiplash-Associated Disorders (WAD).
Otros síntomas y alteraciones, como la lumbalgia, la
sordera o hipoacusia, el vértigo, la somnolencia, la
pérdida de memoria y la concentración, la disfagia y
el dolor temporomandibular, pueden encontrarse en
cualquiera de los grados.
Biomecánica
Se considera el movimiento de latigazo por un choque
trasero con el paciente sentado, cabeza en posición
neutra y con cinturón de seguridad.
• Primera fase: hiperextensión: debido una contusión
trasera, se produce una aceleración del tronco (sujeto
al asiento) hacia delante, quedando la cabeza atrás del
cuerpo y en posición horizontal, lo que representa una
extensión de la columna cervical baja (CCB) y flexión
de la columna cervical alta (CCA) . En este momento,
a los 60 ms, tras inicio de la extensión cervical, los
músculos contrarios a este movimiento, sobre todo
ECM, (junto con paravertebrales anteriores), han sufrido
una elongación, y por estímulo propiceptivo realizan
una contracción excéntrica (parten de una elongación)
para intentar recuperar la posición neutra y evitar que
progrese la extensión. Si no es así (la aceleración/
deformidad en extensión continúan), tanto por la
existencia de fuerzas centrífugas, por el peso de la
cabeza y por la persistencia de la contracción del ECM
(inserción en mastoides), se produce una extensión de
la CCA junto con la CCB. (Figura 6 y 7)
• Segunda fase: hiperflexión: una vez desaparece
la aceleración del tronco (fijado al asiento)
hacia delante, la existencia de reposacabezas,
la presencia de las fuerzas de acción-reacción,
y el mantenimiento de la contracción de la
musculatura antagonista a la extensión, se produce
inmediatamente una flexión al unísono de cabeza y
cervicales altas y bajas. En este momento, actuarán
los músculos contrarios a la flexión que serán los
posteriores, encabezados por el trapecio, que
también sufrirán, primero, una elongación y por
respuesta realizarán una contracción excéntrica
para intentar frenar la hiperflexión. (Figura 8)
Los únicos mecanismos dinámicos para intentar
estabilizar y controlar la deformidad son los músculos
antagonistas de los movimientos. El resto de las estructuras
(estabilizadoras) actúan pasivamente en la estabilización:
 Traumatismos en la columna cervical: generalidades | 8

Figura 6.

Figura 7.

huesos, articulaciones, ligamentos, cápsula y disco.

Estas contracciones excéntricas son causa de lesión si
el músculo se contrae cuando se encuentra elongado
por encima de unos valores determinados. Por ejemplo,
ECM se lesiona si se contrae en elongaciones superiores
al 5-10% de su longitud, y el esplenio entre 10-20%.
Los ligamentos se lesionan por tracción, sufriendo
distensiones o esguinces grados I-II, sin llegar a la ruptura
completa (grado III). Las articulaciones facetarias y los discos
se lesionan, tanto por compresión como por tracción. Estas
estructuras son más vulnerables entre C5 y C6, puesto que es
el fulcro de la flexo extensión en el latigazo.
Así, en la fase de extensión se distienden ligamentos
anteriores (ligamento vertebral común anterior LVCA).
Las articulaciones zigoapofisarias se comprimen
apareciendo: hemartros, alteraciones cartilaginosas,
capsulitis y sinovitis. Los discos sufren compresión
posterior, distensión anterior del anillo fibroso y
desplazamiento anterior del núcleo pulposo. Pueden
existir contusiones arcoposteriores entre sí. (Figura 9)
Figura 8.

Figura 9.
En la fase de flexión se distiende el complejo ligamentario
posterior (ligamento amarillo, interespinoso, intertranversos,
supraespinoso y nucal). Las articulaciones zigoapofisarias
se distienden y se produce un bostezo articular desde el
momento en que se obtiene la posición neutra desde la
extensión. Los discos sufren compresión anterior, distensión
posterior del anillo fibroso y desplazamiento posterior del
núcleo pulposo.
Estas lesiones musculo-ligamentosas y discales son
las que realmente se incluyen en el síndrome del
latigazo cervical y pueden aparecer ya en choques a
partir de los 8 km/h, y en ningún caso, y a pesar de la
clínica, no se objetiva ninguna alteración en las pruebas
complementarias.
Si las fuerzas estabilizadoras de estos mecanismos
pasivos y activos son superadas por la fuerza del
traumatismo, se producen lesiones que, aparte de poder
ser demostradas iconográficamente, pueden tener una
repercusión muy grave en el individuo, debido, no sólo a
las estructuras mecánicas lesionadas, sino a la lesión de
las estructuras nobles que discurren en esta área: neuro-
vasculares, respiratorias y digestivas (muy raramente),
y corresponderían al grado IV de la clasificación The
Québec Task Force on Whiplash-Associated Disorders.
Lesiones anatómicas
Se ha intentado buscar lesiones específicas en la patología
del latigazo, como la lesión de la cápsula zigapofisaria,
lesión ligamentaria, lesión en el cartílago, contusión del
menisco intraarticular y microfacturas zigapofisarias,
lesiones en el disco o lesiones ligamentarias de columna
cervical en pacientes con dolor crónico después de un
latigazo, pero ninguna de ellas ha podido ser demostrada
como la causante del dolor.
Traumatismos en la columna cervical: generalidades | 9
La lesión que se supone, en especial, en los casos leves,
es un esguince de las partes blandas, con desgarro
muscular de la musculatura paravertebral. El desgarro
de los músculos y de los ligamentos es una causa
aceptable y posible de dolor, y es de esperar que curen
después de unas semanas. Este patrón es consistente
con la observación de que la mayoría de los pacientes se
recuperan rápidamente después del latigazo cervical.
Por otra parte, las lesiones de las articulaciones
interapofisarias o de los discos intervertebrales pueden
tener un pronóstico diferente. La efusión hemorrágica o
la lesión de las estructuras intraarticulares puede llevar a
una sinovitis crónica con dolor continuado y daño articular.
Por tanto, los pacientes con lesiones de los discos o
articulaciones puede esperarse que tengan un dolor
prolongado con una menor capacidad de curación o de
recuperación. Estas lesiones, a menudo, no son detectadas,
incluso en estudios con TC o RNM, además no presentan
signos patognomónicos característicos y, por tanto, no
se diagnostican ni son reconocidas. En el caso de dolor
debido a las articulaciones interapofisarias, el diagnóstico
no puede asegurarse sin efectuar bloqueos anestésicos.
A pesar de la poca utilidad de las pruebas de imagen, es
obligada la realización de exploraciones radiológicas para
descartar lesiones graves en el esguince cervical con
dolor persistente.
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico y hay que hacer una completa
anamnesis para poder valorar el mecanismo de acción y
la sintomatología presente.
Las pruebas complementarias son para descartar
lesiones subyacentes en el momento del accidente.
Cabe señalar que en el estudio radiológico del raquis
cervical no tiene significación la falta de lordosis, puesto
que las curvas cervicales son muy variables entre los
sujetos sanos y pueden presentarla hasta un 20% de
pacientes asintomáticos.

La RNM y la TAC no suelen ser necesarias y solo serán
indicadas en los casos en los que la sintomatología y la
radiología simple ofrezca dudas sobre lesiones ocultas.
Hay que tener en cuenta que un alto porcentaje de RNM
tiene signos degenerativos con protrusiones discales,
estenosis foraminales y otras. Sólo un disco claramente
extruido con aspecto de disco normalmente hidratado, sin
componente óseo y que tiene concordancia con la clínica
del paciente, se debe considerar de carácter agudo.
Como normas que guíen para pedir pruebas de imagen se
pueden establecer 3 grados:
• Grado I: los pacientes no requieren radiología si
están conscientes y sin síntomas. Pedir estudios si
hay consumo de alcohol, impacto muy severo con
ocupantes fallecidos o accidente a alta velocidad.
• Grado II: solicitar estudio radiológico completo
de columna cervical. Se pueden solicitar bajo
supervisión estudios dinámicos de flexo-extensión.
• Grado III: a todos se les debería realizar radiología
anteroposterior y lateral, y proyección de las apófisis
odontoides. Se debería solicitar una resonancia
magnética si se sospecha clínicamente de
afectación radicular o lesión ligamentaria asociada.
Es recomendable realizar radiografías funcionales
cervicales antes de dar el alta o a las 2 o 3 semanas
posteriores al accidente, para detectar esguinces graves
con inestabilidad que podrían pasar inadvertidos en
las radiografías iniciales, incluso en el caso de realizar
estudio con TAC.
Factores pronósticos
El principal problema relacionado con los trastornos
asociados al latigazo cervical es la falta de objetividad en la
sintomatología de los pacientes. El riesgo de cronificación
de la clínica tras un síndrome del latigazo cervical varía
en los diferentes estudios, los cuales discrepan sobre los
factores pronósticos de mala recuperación.
Aun así, parece que la intensidad del dolor inicial es un
factor de riesgo para la cronificación, observando un
riesgo de cronificación en aquellos pacientes con una
EVA superior a 6, la depresión y el grado de afectación
subjetiva de la funcionalidad cervical. La presencia de
cefalea y vértigos también son signos de mal pronóstico.
Se han descrito factoes como:
• La movilidad cervical limitada inmediatamente
después de la lesión.
• Lesiones preexistentes.
• Trastornos psiquiátricos.
• Factores de la colisión.
• Edad avanzada.
• Sexo femenino.
• Signos radiculares.
• Dolor intenso.
• Expectativa de indemnización.
• Factor de buena evolución: ser un profesional
autónomo.
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Tratamientos
La efectividad de las intervenciones conservadoras para
los pacientes con trastornos asociados a la lesión por
latigazo se sigue debatiendo, y no existe un acuerdo en
el tratamiento que se debe realizar.
Existen múltiples investigaciones acerca del efecto de
las distintas opciones de tratamiento, que incluyen una
amplia variedad de tratamientos conservadores, como
tratamiento local con frío y calor, inmovilización con
collarín, ultrasonido, tracción, masajes, movilización
(activa), ejercicios, terapia electromagnética en pulsos y
rehabilitación multimodal.
Las creencias individuales y los trastornos psicológicos
podrían influir sobre el dolor, la discapacidad y sobre
la manera en la que los pacientes responderán al
tratamiento, por lo tanto, se considera que, además de
los resultados físicos, también se deberían medir estos
aspectos y tratarlos.
La necesidad de tratar el dolor desde las fases iniciales
del proceso es esencial para obtener buenos resultados
clínicos, y desde el inicio los trastornos del control postural
deben ser valorados y tratados mediante la prescripción de
ejercicios de rehabilitación vestibular.
Debe esperarse que, aproximadamente, el 75% de los
pacientes presente una mejoría espontánea en los primeros
meses después de la lesión. Los tratamientos cuando la
patología se ha cronificado son, aún menos, satisfactorios.
Los analgésicos y antidepresivos tricíclicos pueden
utilizarse de una forma paliativa para reducir el dolor, pero
su efecto no es específico, ya que no se dirigen a ninguna
causa específica del dolor.
En la fisioterapia intensiva de la musculatura, las
manipulaciones son otro de los tratamientos más
populares. También pueden usarse las infiltraciones
articulares para dolores de origen facetario y el
tratamiento con radiofrecuencia. El tratamiento del
dolor crónico, después de un latigazo cervical, es muy
limitado, lo que lleva con frecuencia a la frustración,
tanto al paciente como al profesional que lo trata.
Diagnóstico diferencial (Figura 10)
Como ya se ha dicho en la definición, el síndrome del
latigazo cervical incluye toda la sintomatología derivada
de un traumatismo con una hiperextensión, seguida de
una hiperflexión forzada, sin que se encuentren lesiones
estructurales, por lo tanto, será un diagnóstico de
exclusión en el que se debe descartar:
• La simulación.
• Las enfermedades psiquiátricas.
• Lesiones estructurales bien definidas, como:
- Lesiones discoligamentarias (luxaciones o
inestabilidades francas).
- Lesiones óseas fracturas.
- Lesiones neurológicas.
 Traumatismos en la columna cervical: generalidades | 11

Algoritmo traumatismo cervical

Historia cínica
exploración Collar cervical radiología Latigazo cervical
criterios nexus
Efectivo No efectivo

No collar cervical Dudas diagnósticas Collarin reposo

resolución lesiones radiológicas Analgésicos AINE
relajantes musc. <5 días
corticoides movilización

Otras pruebas TAC, Tracciones

RNM, etc. manipulaciones
Rehabilitación funcional 5d-4s
Tratamiento específico
TENS
Escuela de columna Acupuntura
Infiltraciones Tox
Simulación trastorno 4s-12s
Radiofrecuencia BOtulinica
psiquiátrico

No resolución Resolución
Secuelas permanentes

Figura 10. Algoritmo traumatismo facial. Fuente: elaboración propia.

Conclusiones
• El latigazo cervical es una lesión muy frecuente en
los traumatismos cervicales, ocasionada, en gran
medida, por accidentes de tráfico.
• Pese a ser una lesión menor, en ocasiones, se cronifica.
• Aunque hay muchas teorías y explicaciones, existe
todavía un gran desconocimiento de este síndrome
y de la causa de muchos de sus síntomas.
• Esto hace que haya multitud de tratamientos,
muchos de los cuales a menudo con poco nivel de
evidencia de su efectividad.
• El tratamiento precoz del dolor es esencial para
obtener mejores resultados.
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